Carlos Germán Belli (Revista Martín 15)

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Carlos Germán Belli

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Belli
Germán
Carlos

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E d i t o r i a l

ecientemente la poesía de Carlos Germán Belli (Lima, 1927), ha alcanzado un

justo reconocimiento: en mérito a su altísima calidad lírica ha obtenido el presti-

gioso Premio Internacional de Poesía “Pablo Neruda” 2006. El Jurado consideró, y


así lo sostiene en su fundamentación, “la extraordinaria proyección de su trabajo

poético, cuya originalidad mayor consiste en la fusión de las más diversas formas

:
y posibilidades expresivas de la tradición y la modernidad”. Desde el ya leja-
no pero siempre sugestivo “Poemas” (1958) hasta su más reciente libro “La mis-

celánea íntima” (2003), pasando por aquel hito imprescindible en la poesía de

nuestra lengua como es “Oh, Hada Cibernética” (1962), la obra de Carlos Germán
Belli, uno de los poetas más notables de la fabulosa Generación del 50’, se levanta

como uno de los discursos más sólidos y trascendentes de la poesía peruana de

todos los tiempos. En la escritura de Belli renacen, con bríos insospechados, anti-
guas formas expresivas, versificaciones inusitadas, usos lexicales con un raro

perfume de contemporaneidad que sólo la pluma maestra de nuestro poeta le

confiere a cada uno de sus textos. Las nuevas palabras que irrumpen en nuestra
norma cotidiana, la impresionante fuerza comunicativa del lenguaje de la calle y

Martín 15
aquellas que llegan desde otras lenguas y culturas a manera de interferencias
para luego incorporarse al río caudaloso de nuestra lengua, enriquecen una poé-

tica que, inicialmente, evidencia un acento tanático, proclive al duelo, a la consta-

tación dolorosa del fracaso, a la mirada impotente del deterioro de nuestra condi-
ción humana. Mas debemos señalar que en sus más recientes obras, el prisma de

Belli con el que da cuenta de nuestro entorno es más bien desde la perspectiva

del eros, esto es: desde la celebración de lo erótico, del cuerpo, de la piel. El poeta
pareciera decirnos que nuestra redención final reside en el amor. Y si hay una

constante en todo su discurso es ese halo de religiosidad que le otorga mayor

intensidad a su palabra siempre sabia. En ese sentido, una de las bondades de la


poesía de Carlos Germán Belli es, para celebración de nuestro idioma, un ágape

lírico. Una comunión verbal. Palabra que nos ilumina en estos tiempos sombríos.
:

Desde MARTIN expresamos nuestra admiración al Hacedor de poemas


que nos restituyen a la vida con un hálito de esperanza. Nuestro reconocimiento al hombre

de letras que supo plasmar en sus versos la dimensión real de lo humano. El presente

MARTIN es un homenaje a Carlos Germán Belli , un ilustre peruano universal.

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e pensado que en esta ocasión festiva podría ser de esos países, fundado por fin en la justicia y la li-
oportuno abandonar, por lo menos en parte, los ca- bertad. En poco tiempo todas estas ilusiones se vi-
minos tradicionales de la crítica literaria, y empezar nieron abajo, frente a la dura realidad de las dictadu- C
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con una reflexión sobre mi relación subjetiva con la ras y la represión feroz. Pero es inevitable que en ese R
poesía de Carlos Germán Belli. Hay buenas razo- clima se afirmara sobre todo una poesía de denuncia L
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nes para escoger este tipo de aproximación. Desde y de combate. No siempre a la nobleza de las inten-
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al menos cuarenta años soy lector constante y ad- ciones corresponde la eficacia poética. Siempre está
mirado de sus poemas. Desde exactamente 36 años en acecho la tentación del simplismo panfletario, que G
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–o sea desde mi primer viaje al Perú y la inolvidable sacrifica la complejidad a la urgencia del grito.
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visita a Carlos en su casa de entonces, en Jesús M
Belli parece perseguir un camino poético bastante
María- gozo de su amistad, renovada periódicamen- Á
lejano de estas tendencias. Sin embargo, no se debe N
te en encuentros limeños e italianos.
exagerar la contraposición, como si su escritura se
Mi relación con su obra empieza en los Sesenta, desarrollara en un ambiente aséptico. Todo al contra- B
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después de haber egresado de la Universidad y ha- rio, entre las primeras impresiones de mi lectura figu- L
berme sumergido en el mundo de la poesía hispa- ra claramente la percepción de una vinculación pro- L
noamericana. Algunos años antes había realizado funda con el Perú. El sucesivo conocimiento del país I

mi descubrimiento de la poesía de César Vallejo, andino iba a confirmar esta sensación.


una verdadera fulguración. Mis primeras lecturas de
Me doy perfectamente cuenta de que esta afirma-
los poetas peruanos de esos años, antes de acce-
ción puede aparecer singular. En efecto, en los ver-
der a los libros completos, se basaban sobre todo
sos de Belli no se encuentran muchas referencias di-
en revistas de varios países latinoamericanos. Mi
rectas a la realidad nacional. Aunque no se pueden
sorpresa mayor, al comienzo, era la de comprobar
pasar por alto poemas como “Segregación n° 1:
la existencia misma de poetas auténticos después
de Vallejo, en su propia patria. Entre ellos figuraba
Belli, que me causó inmediatamente una emoción
profunda por su lenguaje inesperado y penetrante. porque arriba todo tiene dueño,

Trato de reconstruir y racionalizar, a distancia de todo está cerrado con llave,


tantos años, las motivaciones de ese impacto. En sellado firmemente,
primer lugar, por cierto, la imagen de un desgarra-
miento existencial, vinculado con un sentimiento de porque arriba todo tiene reserva
desamparo y de inferioridad. Pero, al mismo tiem- (Poemas)
po, la capacidad de volcar este material candente
en el molde de un estilo poético que impide la mera O “Papá, mamá”, donde se recuerda:
efusión inmediatista, enredándola en un complejo papá, mamá,
sistema retórico.
para que yo, Pocho y Mario
No hay que olvidarse la atmósfera literaria que
dominaba en esos años. Era una época de grandes sigamos todo el tiempo en el linaje humano,
esperanzas de renovación política y social en Amé- cuánto luchasteis vosotros
rica Latina. Los procesos revolucionarios parecían
destinados a dibujar a corto plazo un nuevo mapa a pesar de los bajos salarios del Perú
(¡Oh Hada Cibernética!)
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Por otra parte, el repertorio estilístico del autor pare- Si a la plantita no le dicen:
ce sobre todo evocar otros universos. Es legítimo pre-
“ésta es la mejor cosecha”,
guntarse qué tienen que ver con el mundo peruano
Filis, Cloris, Tirsis, la Bética (aunque “no bella”), el si al animalito no le dicen:
cierzo, el noto, etc. Pero esto significaría quedarse
en la mera superficie de los textos. “éste es el mejor gruñido”,

Tal vez pueda dar cuenta de mi proposición con la si al hombrecito no le dicen:


referencia concreta a un poema que me causó una “ésta es la mejor cópula”,
conmoción especial y me iluminó sobre su relación
CARLOS GERMÁN BELLI: EL

con el contexto, “Qué hago con este aposento”: entonces para qué sobre el suelo
planta animal hombre.
(Dentro & Fuera)
Qué hago con este aposento,
este cuero,
Existe una evidente relación complementaria entre la
este seso, posibilidad de desarrollar sus propias calidades y el
reconocimiento recibido por los demás. La gratifica-
si nadie los codicia
ción es un estímulo imprescindible para la vida.
un poco,
Al lado de la representación de una condición huma-
papá, na humillada por un sistema de opresión, que mu-
chas veces adquiere rasgos metafísicos, se manifiesta
mamá; una voluntad de rescate. El poeta pone su énfasis
y me pregunto si ha sido en vano sobre todo en la situación del individuo, a veces ex-
tendida al ámbito familiar. El resultado es una con-
que me hayáis prestado ciencia obsesiva de estar continuamente “a la zaga”.
este aposento, Esta locución se emplea para definir su colocación
en la escala social. Pero sirve asismismo para lamen-
este cuero, tar su imposibilidad de alcanzar el amor de una mu-
este seso, jer.

papá, La red de términos alusivos a la mitología clásica, así


como el empleo de una sintaxis entre renacentista y
mamá. barroca, adquiere entonces una función liberadora.
(¡Oh Hada cibernética!) Sirve sobre todo para proyectar una condición perso-
La inmensa y dramática pregunta que alimenta el bre- nal en el terreno de las figuras ejemplares. De esta
ve poema evoca en el lector, en primer lugar, un pa- manera se consigue una relativa objetivación, que lle-
saje de César Vallejo. No se trata de una cita, sino de ga a una forma de catarsis. El empleo del repertorio
un caso de correspondencia intertextual que trascien- mitológico, por otra parte, se mezcla con otro camino
de las intenciones del poeta. Me refiero a la parte fi- hacia la objetivación. Se trata de la utilización de un
nal del “Himno a los voluntarios de la República”, en lenguaje que se coloca en los antípodas del anterior.
España, aparta de mí este cáliz. Vallejo invita a los Son términos que pertenecen al mundo moderno y a
combatientes de las Brigadas Internacionales a lu- su tecnología. Palabras como plexiglás, celofán, ro-
char, también, “por el genio descalzo y su cordero”. bot, etc. recorren sus poemas, hasta culminar en el
En esta imagen, sin excluir una posible presencia de título del libro ya citado: ¡Oh Hada cibernética! En él
una iconografía cristológica, hay una alusión a las po- encontramos una síntesis casi perfecta de las dos ins-
tencialidades del ser humano que no pueden expre- tancias, al mismo tiempo opuestas y convergentes. Y
sarse por la coerción económica (el verso anterior dice es muy significativo que esta criatura híbrida cons-
“por el analfabeto a quien escribo”). Es el mismo mo- truida por el poeta sea invocada con una finalidad de
tivo que se encuentra al fondo del poema de Belli. Al liberación.
mismo tiempo, aquí también se puede detectar un Pero, con el pasar de los años, Belli empieza a darse
elemento cristiano, tal vez más explícito que en el cuenta de que estos recursos no permiten una salida
propio Vallejo. Me refiero al pasaje del Evangelio don- efectiva de su ensimismamiento. Advierte el riesgo
de se refiere la parábola de los talentos que un señor de caer en un círculo vicioso, fundado en una coac-
distribuye entre sus sirvientes (Mateo 25: 14-30). Por ción repetitiva.
otra parte, el motivo del desperdicio está bien pre-
sente en esta época de la poesía de Belli. Piénsese, Uno de los caminos posibles de superación es el del
entre otros ejemplos, en un poema como éste: eros. Por supuesto este motivo está presente desde
los primeros poemas del autor. Pero, como lo he se-
ñalado antes, en esta fase el amor es sobre todo

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motivo de frustración. La salida de esta situación es Perdóname por este continuo olvido injusto
en primer lugar una salida de sí mismo. Pasa a través
Que es por ir sin rodeos hasta el exacto centro
de una recuperación del cuerpo, antes postergado.
Se trata sobre todo del cuerpo de la mujer amada, Oculto de uno mismo y ni un bledo me importen
que progresivamente pasa de la idealización a una
presencia física más intensa, aunque siempre subli- Tus tesoros que datan desde la inicial luz
mada. Por otra parte, en su primer libro llegaba a pre- Y así atrevidamente aquí en la intimidad
sentar la imagen de “una mujer fantasma”.Uno de los
símbolos más representativo de esta nueva visión es Tal viviente o difunto pernoctando a toda hora
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el Monte de Venus, presente en las colecciones En En el reino interior.


alabanza del bolo alimenticio y en Canciones y otros
poemas, hasta llegar a dar el título a un poema , “Del
Monte de Venus al cielo”, en El buen mudar. En esta estrofa, se celebra sobre todo el descubri-
Otra forma de emancipación del ensimismamiento, miento tardío de la antigüedad inmemorable del mun-
anunciada en años recientes en un poema memora- do natural. Empieza un rápido deslizamiento desde
ble, es la recuperación de un contacto con la natura- una posición antropocéntrica a una visión descentra-
leza. En efecto, durante mucho tiempo, el paisaje que lizada, en la que cada ser adquiere su dignidad. El
aparece en sus poemas es una mera abstracción. Pie- “reino interior”, celebrado en una larga tradición poé-
dras, árboles y animales (riscos, olmos, buhos, cier- tica, adquiere así, paradójicamente, una connotación
vos etc.) pertenecen todos al lenguaje literario codifi- negativa. En esta inversión de los valores, el camino
cado por el petrarquismo. Por eso el poema publica- de ascenso de la tradición mística se transforma en
do en el año 2000 en la revista literaria española Pa- un descenso hacia las entrañas. Se identifica con una
limpsesto presenta un título tan explícito: “El olvido situación de muerte en vida, como lo subraya la equi-
de la naturaleza”. Antes de este texto, un remoto pre- paración “viviente o difunto”
sagio de la voluntad de relacionarse con seres reales
y no convencionales se puede percibir en “El olvida-
dizo” (Sextinas y otros poemas), donde se sugiere Enfilando la proa en pos de las entrañas
una posible solidaridad con otros “cuadrúpedos”, aun-
Inexorablemente con puntualidad suma,
que el tono predominante es la ironía. Un aliento trá-
gico, en cambio, recorre “El olvido de la naturaleza”: Y heme aquí descendiendo día y noche sin pausa
Mientras que afuera allí cada vez más presente
Perdón, Madre Natura, que el son acompasado Arriba el firmamento adornado de nubes
Que nace de los bosques me entre por un oído Y abajo empinándose los árboles con nidos
Y salga por el otro, y cada día siempre De aves recién nacidas.
Las espaldas te vuelva con el ademán propio
Del más ensimismado de los seres humanos, La contraposición entre las dos dimensiones (no se
olvide que su segundo libro de poemas se titulaba,
Como si fuera inerte el universo mundo,
justamente, Dentro & Fuera) se va acentuando y la
Y el alma mía no. vida de la naturaleza, en todas sus manifestaciones,
se despliega por fin sin el filtro de la convención lite-
raria. La metáfora del viaje marítimo se transforma
El íncipit del poema es un claro acto de contricción. en un itinerario obligado, que no revela nuevos mun-
En esta actitud de disculpa hay una autocaracteriza- dos, sino que impide percibir el que nos espera fuera
ción lúcida como el “más ensimismado de los seres de nosotros.
humanos”. El gesto de volver las espaldas al llamado
de la naturaleza tiene como base una jerarquía esta-
blecida entre el yo y el mundo que hoy revela toda su Y cuán indiferente he vivido delante
arbitrariedad. La inercia atribuida a todo lo que se
Del vecino y vastísimo terrenal escenario,
encuentra fuera del yo se disuelve, frente a la emo-
cionante revelación de una vida auténtica, hasta en- Que ni con el rabillo del ojo lo observé,
tonces desoída culpablemente.
Y tal glacial talante ras en ras con el fuego
De tanta introspección desde el materno claustro,
Por considerar todo el espacio externo
Un barro deleznable.

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En esta estrofa el poeta emplea una expresión colo- Por otra parte, tampoco hay una contraposición me-
quial, “con el rabillo del ojo”, así como en la segunda cánica o banal entre materia y espíritu. La espirituali-
estrofa había utilizado “ni un bledo”. Es un procedi- dad está bien presente en todas las manifestaciones
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miento típico de Belli, con una evidente función de del mundo natural. Por eso, después de haber evo- E
anticlímax frente a un lenguaje alto, que sigue impri- cado los cantos y vuelos de los pájaros y los movi-
miendo su sello también en este poema. Se acentúa mientos de los árboles el poeta estalla en una excla- A
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el tono autocrítico, hasta definir su disposición mación emocionada, frente a una auténtica revela- T
introspectiva congénita (anterior a su mismo nacimien- ción. E
to) como un “glacial talante”. S

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Más que tarde percibo la evidente verdad
El fiel de la balanza hacia un lado se inclina L
De ser como un intruso al lado de los ríos E
Merced a un peso de oro y de piedras preciosas, T
O delante del mar o mirando la aurora R
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Que estos son los tesoros de la abstraída mente
U oyendo el quiquiriquí sonoro de los gallos, S
Como si escudriñar lo de adentro no más
Que a destiempo descubro tus dones -lo sé bien- NO
Es reunir los mayores caudales de la vida,
Y resignadamente me iré asido de mi alma,
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Hasta hacer olvidar cada natural reino,
¡ea, Madre Natura!
Y aquellos cien mil seres. C
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El resultado final es la inversión total del antro-
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La introspección misma revela su matiz negativo, pocentrismo, que lleva hasta la sensación de ser un O
puesto que alimenta un desprecio hacia la realidad intruso frente a las manifestaciones vitales del mun- S
material. El peso excesivo del yo aplasta enormes ri- do. Dentro de la literatura peruana contemporánea,
G
quezas ofrecidas gratuitamente por la naturaleza. es inevitable el recuerdo de un autor, por otra parte E
Contrapone en forma arrogante su individualidad des- tan diferente, como José María Arguedas, con su re- R
medida a la pluralidad de los seres. lación entrañable con todos los seres. Me refiero no M
Á
sólo a su obra narrativa y poética, sino también a una N
de las confesiones comunicadas en el célebre encuen-
Por fin el firme propósito de enmendar el error, tro de narradores peruanos de Arequipa en 1965: “les B
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confieso con toda honradez, con toda honestidad, no L
Y empiezo a cavilar que en los alrededores puedo creer que un río no es un hombre tan vivo como L

Cuando al rayar del alba hay alegres trinos yo mismo”. Para Belli, lo tardío de este descubrimien- I

to le impone una conclusión melancólica, porque pien-


Y después las palomas tímidas van y vienen, sa que ya no tendrá el tiempo suficiente para deasirse
En tanto que las ramas de los altivos troncos de su alma, o sea de su ensimismamiento.

Por unas leves áuras de súbito se curvan, En realidad, este largo poema significa el esfuerzo
más notable y hasta heroico de salir de la cárcel de
¡He allí también lo psíquico! su propio yo. Representa la culminación de un proce-
so emprendido en los últimos años y atestigua la vita-
lidad y la honradez de un poeta capaz, después de
más de medio siglo de escritura, de ponerse en dis-
cusión.

Nota. En coherencia con el carácter de este homenaje, he


decidido no cargar el texto con notas, indicando tan sólo
la procedencia de las citas.
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El niño Carlos Germán, Mamá de niña y los familiares de Papá
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UNA VISIÓN PANORÁMICA DE LA POESÍA DE D
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e los poetas peruanos que aparecieron en los años se representa como el ‘más avasallado de la tierra’(73),
50, la figura más destacada es, sin duda, Carlos sufriendo ‘cual casi nadie en este crudo siglo’(104) y
Germán Belli. Belli desarrolló un estilo sumamante señalado para desempeñar las tareas más arduas y C
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original basado en el manejo de un discurso clásico, humillantes: ‘de abolladuras ornado estoy / por fae- R
derivado de la poesía española del Siglo de Oro, para nas que me habéis señalado / tan sólo a mí y a nadie L
referir una experiencia del siglo XX, un anacronismo más ¿por qué?’ (67). Una de sus técnicas más caracte- O
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que la poesía misma pone de relieve al subvertir ese rísticas — la de rematar una enumeración con un ele-
discurso mediante el uso frecuente de expresiones mento inesperado — subraya este sentido de poster- G
coloquiales modernas y de la terminología de la era gación abyecta. Es tanta su inferioridad que lo piso- E
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de la mecanización. En los poemarios reunidos en El tean hasta los que no han nacido todavía: M
pie sobre el cuello (1967) Belli hace una crítica social Á
indirecta al dar voz a las frustraciones de una clase N

media cuya vida es restringida y empobrecida por la hoy me avasallan todos y amos tengo B
lucha por subsistir como mejor pueda. En ‘La ración’, E
por ejemplo, emplea un lenguaje típicamente hiper- mayores, coetáneos y menores, L
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bólico para evocar los esfuerzos sobrehumanos que y hasta los nuevos fetos por llegar. (79)
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exige la diaria lucha por mantener a su familia: 1

Altamente estilizada, la poesía de Belli maneja un dis-


no hay día que mi olfato no traspase curso que, al repetirse de poema en poema, estable-
los umbrales del suelo, el agua, el aire, ce una red intertextual y crea su propio universo poé-
tico. Las bases de ese discurso son un lenguaje
a oliscar de ración siquiera un átomo arcaizante, una métrica clásica e imágenes y figuras
retóricas características de la poesía española del
para la boca de mis dos hijuelas,
Siglo de Oro, los cuales sirven para crear una versión
o descienda hasta el fuego impenetrable moderna del mundo pastoril de Garcilaso de la Vega
(78)
y otros poetas españoles de los siglos XVI y XVII. El
por unas migas ya carbonizadas.
poeta, en efecto, se nos presenta como un pastor que
cuida su rebaño en el valle; los personajes que pue-
blan su poesía llevan nombres clásicos como Marcio,
Como Vallejo, Belli representa el mundo como un lu- Anfriso, Filis; su mundo está regido por dioses
gar cruelmente competitivo para el cual se siente mal mitológicos; y la felicidad está conceptuada en térmi-
armado, pero mientras Vallejo expresa su insuficien- nos paganos y bucólicos como un alegre retozar en
cia ante la vida mediante la persona poética del niño las praderas. Además, siguiendo las convenciones de
indefenso, la persona que adopta Belli es la del eter- la poesía pastoril, el tono de los poemas suele ser
no perdedor, el pobre desgraciado a quien le toca ser elegíaco.
intimidado y pisado por otros más fuertes que él y
quedar mirando con triste envidia mientras se llevan Pero si la obra de Belli supone una constante alusión
los premios en los cuales había puesto el corazón. intertextual a la gran poesía española del Siglo de
En la carrera de la vida siempre es él quien queda Oro, funciona sobre todo a base de un contraste iró-
rezagado — ‘... postrero en todo he llegado’ (93) — y nico. Mientras los pastores de Garcilaso podían dar-
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CARLOS GERMÁN BELLi J A M E S H I G G I N S

se el lujo de lamentar las penas del amor, el pastor contraste su frustración y las imperfecciones del mun-
peruano se lamenta a un nivel mucho más básico, do en que vive. Por otro lado, al evocar el escenario
quejándose de las dificultades de subsistir en un me- de la gran poesía del Siglo de Oro, contrasta las pre-
dio inhóspito, y en este sentido el mundo pastoril de ocupaciones espirituales que podían permitirse los
Belli viene a ser un símbolo poético de un Perú atra- poetas españoles, los representantes de la Europa
sado. Está representado como una tierra fría, árida e imperialista y desarrollada, con las de un escritor del
inhóspita donde el poeta-pastor es el siervo de crue- Tercer Mundo, que vive agobiado por los problemas
V I S I Ó N PA N O R Á M I C A D E L A P O E S Í A D E

les señores feudales, ‘los amos’, y las imágenes re- de la subsistencia.


currentes del pie sobre el cuello y del cepo traducen
Hay, además, un anacronismo en esta ‘Bética no be-
la condición de servidumbre en la que el poeta se
lla’ que es el Perú de Belli, en cuanto se encuentra
encuentra atrapado:
dentro de este arcaico mundo pastoril todo el meca-
nismo de una sociedad urbana moderna, una ano-
malía que refleja el desarrollo desigual de muchos
... en el globo sublunar yacía,
países del Tercer Mundo, donde el progreso suele co-
en los cepos cautivo existir con el atraso. Por lo tanto, se da la paradoja de
(96)
que el Perú feudal aparece también como una socie-
del neblinoso valle de mi cuna. dad moderna, regida por impersonales leyes econó-
micas que reducen al hombre a una pieza en la gran
máquina socioeconómica. Para simbolizar estas im-
La frase ‘globo sublunar’ es un circunloquio que re- periosas fuerzas económicas Belli instala como divi-
cuerda la tendencia de Garcilaso, Luis de León y otros nidad suprema de su mundo poético a un personaje
poetas del Siglo de Oro a rehusar expresiones vulga-
UNA

inventado, Fisco, el dios de las ganancias, a quien el


res, pero apunta también al contraste irónico que hombre ofrece el sacrificio de su trabajo con la espe-
subyace a la obra de Belli. Si, por un lado, se evoca ranza de merecer su munificencia, y de esta manera
la distancia que separa la tierra de las esferas celes- la sujeción del hombre moderno a dictados económi-
tes, por otro se insinúa que en el caso del poeta pe- cos está representada como un culto a un tiránico
ruano tal distancia va más allá de lo platónico, por- dios pagano. Así, el poeta se prostra ante el altar de
que, puesto que el valle donde el poeta-pastor se halla Fisco, pero el dios recibe su ofrenda con desdén:
esclavizado está envuelto por la famosa neblina
limeña, los cielos ni siquiera pueden verse, y así se
da a entender que la cotidiana lucha económica lo Tal cual un can fiel a su dueño sólo,
absorbe de una manera tan absoluta que las preocu-
paciones espirituales y la posibilidad de trascenden- así a tus plantas por la vil pitanza
cia quedan excluidas de su vida.
que dan tus arcas, cuán cosido vivo,
La implícita oposición entre dos mundos se hace ex-
año tras año.
plícita mediante la evocación de Bética como contra-
punto de este valle de lágrimas feudal. Bética es una
verdadera arcadia, una tierra verde, fértil y placente-
Pues por el monto destos bofes míos,
ra, donde ‘el félice bético pastor’ (65) disfruta de la li-
bertad y la abundancia y goza de amores idílicos. En migas me lanzas como si no humanos
cambio el poeta-pastor peruano vive esclavizado en
una ‘Bética no bella’ (67), donde nunca ha podido sa- fuéramos yo, mi dama y mis hijuelas,
borear los placeres paganos a que se entrega el mas sólo hormigas. (97)

‘bético pastor’:

El contrapunto de Fisco es el Hada Cibernética, una


nosotros [...] no vamos especie de hada buena al estilo de los cuentos infan-
por el valle gritando: tiles, la cual personifica la tecnología futura que ha
de librar al hombre de la esclavitud del trabajo. Así,
‘¡que viva el vino!, ¡que viva la cópula!’ (47) en ‘¡Abajo las lonjas!’ (47) el poeta espera su llegada
con impaciencia y le ruega que destruya el sistema
comercial inhumano representado por las lonjas:
omo símbolo poético, Bética funciona a dos niveles.
Al evocar la antigua Andalucía, el beatus ille de los
poetas del Siglo de Oro, representa un ideal, siendo ¡Oh Hada Cibernética!,
un compendio de los deseos del poeta, de sus sue-
ños de libertad y realización personal, pero en última cuándo de un soplo asolarás las lonjas,
instancia sirve de recurso negativo, subrayando por que cautivo me tienen,

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D
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NO

15

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B
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L
I

Mamá, Papá, y su matrimonio


27
CARLOS GERMÁN BELLi J A M E S H I G G I N S

y me libres al fin de ajenas estaciones.


para que yo entonces pueda Entre tanto del fisco bajo el severo ceño,
dedicarme a buscar una mujer gordas gotas botando por razón de tus dardos,
dulce como el azúcar, 15 mal heme asalariado,
suave como la seda, o a la zaga de Filis en lustros más que nunca,
V I S I Ó N PA N O R Á M I C A D E L A P O E S Í A D E

y comérmela en pedacitos, que sólo por secuaz tuyo el feliz tal vez
y gritar después: su corazón conquista.
‘¡abajo la lonja del azúcar,
abajo la lonja de la seda!’ Pues nunca tornes más, y al otoño cosido
20 déjame juntamente de una vez para siempre,
omo Bética, el Hada Cibernética es un símbolo poéti- de cuyo dulce seno
co que funciona a dos niveles. Por una parte, es un
de amarillejas hojas yo deseo tan sólo
vehículo para expresar el anhelo de liberación y rea-
lización personal, proyectado esta vez hacia un futu- hacia el Leteo, en fin, suavamente partir,
ro mítico, pero como es otro Godot que nunca llega,
sirve de recurso negativo para destacar la condición ¡ea inflamado estío!
de triste servidumbre vivida por el poeta. Por otra, vie-
UNA

ne a ser un símbolo de la modernización. El hecho de


que la economía representada por Fisco esté perso- El poeta protesta por el hecho de que su vida entera
nificada como una divinidad antigua sugiere que es haya sido una constante lucha penosa por escalar el
anacrónica y en este sentido las lonjas, por su aso- monte de la vida, una lucha inútil ya que en la madu-
ciación con el sistema mercantil del imperialismo, evo- rez se encuentra tan lejos de la cumbre como en su
can la imagen de una economía atrasada y depen- infancia. En realidad la única progresión que está des-
diente. Por eso, el Hada Cibernética puede ser inter- tinado a conocer es la que lo lleva hacia la muerte a
pretada como símbolo de un proceso modernizante medida que envejece en el trabajo, y la asonancia
que incorpore al Perú al mundo desarrollado y lo libe- que confunde ‘cuna’ con ‘tumba’ (v. 1) insinúa que los
re del atraso tercermundista, pero como ser mítico años entre infancia y muerte no son sino un parénte-
que nunca se materializa viene a representar los frus- sis en el que la vida nunca se asume plenamente.
trados anhelos de una sociedad subdesarrollada. Porque, lejos de ayudarle a alcanzar el bienestar que
anhela, sus labores mal remuneradas más bien le
Uno de los textos que mejor ejemplifican la obra de estorban, puesto que la obligatoria rutina diaria le
Belli es ‘Contra el estío’ (94), un poema que refiere la impide buscar la satisfacción personal en otras acti-
derrota del poeta en la lucha por la vida, representa- vidades más agradables y más fructíferas. Por lo tan-
da como un ‘empinado monte’ (v. 2) en cuya cima se to, el trabajo resulta una carga pesada, una cruz que
recogen los frutos del éxito: tiene que llevar a cuestas y que le imposibilita para el
ascenso, y el monte viene a ser un calvario donde
sufre un martirio (v. 3). Se trata, claro está, de un
Así tras de asir yo de la cuna a la tumba, martirio muy diferente de la pasión de Cristo, ya que
no ha de obrar ninguna redención. Más bien, como
por cuestas y laderas del empinado monte,
Sísifo, el poeta se ve condenado a luchar intermina-
la cruz de los sudores, blemente por subir el monte con su carga y a no lle-
gar nunca a la cumbre.
ya atrás dejar quisiera el horrísono paso
En cambio, el ‘humano feliz’ que tiene la buena fortu-
5 del humano feliz que en tu ara no derrama
na de estar libre del peso del trabajo puede correr a
sudorípara glándula. paso ligero hacia la cumbre. Los pasos que el poeta
oye encima suyo lo atormentan porque ponen de re-
lieve su propia frustración al señalar que otro ha al-
Para vasallo tal la buena estrella velas, canzado la meta que él anhela en vano. Condenado
a estar siempre a la zaga en esta carrera hacia la
y aun la cima del monte en vano codiciada, cumbre, no puede huir de la mofa humillante de esos
entre tus áureos rayos, pasos sino en la muerte y por eso quisiera que su
existencia llegara a su fin para así librarse para siem-
10 como dádiva eterna que opulenta persiste pre de una vida de trabajo inútil (vv. 1, 4).
en el crudo aquilón y los rígidos hielos

28
l estío es, con la metáfora del monte, el principal ele- inaccesible a medida que se estanca en la pobreza
mento alegórico del poema. Es a la vez una metáfora (vv. 16-18), y el sustantivo ‘lustros’ pone de relieve la
de la juventud y una personificación que combina de distancia que lo separa del amor anhelado.
D
una manera muy original tres ideas asociadas tradi- E
De este modo, el ‘inflamado estío’ hace sufrir al poeta
cionalmente con el calor veraniego — el bienestar, la
al despertar en él deseos y ambiciones juveniles que A
pasión y el sudor. El estío aparece primero como una
no puede realizar. Harto de luchar en vano, quiere R
deidad que otorga a los hombres el bienestar, visto T
librarse de tales deseos y pide al estío que lo deje
como un estado de plenitud opulenta (v. 10). Después, E
para nunca volver, porque ya no anhela sino el sosie- S
el ‘inflamado estío’ (v. 24) excita las pasiones de los
go y la resignación de la vejez que lo llevará tranqui-
hombres y despierta en ellos el deseo del bienestar Y
lamente hacia la muerte, la cual espera como una
que ofrece. Finalmente, el estío exige que los hom-
liberación. Así, el otoño, metáfora de la vejez, está L
bres suden bajo un sol caluroso para ganar sus favo-
personificado como un personaje maternal y protec- E
res. Así, el poeta ofrece a la deidad el sacrificio de su T
tor en cuyo seno se halla reposo, y el poeta quiere
trabajo, derramando su sudor en el ara del estío (vv. R
ser cosido a él como el niño está unido a la madre por
5-6). Pero a pesar de su sacrificio, el dios le niega A
el cordón umbilical. Si la imagen de las ‘amarillejas S
sus favores, mientras que los confiere al humano fe-
hojas’ caídas de los árboles expresa el avance de los
liz que es su hijo predilecto, aunque éste no haya
años, también evoca la paz que lo acompaña, en cuan- NO
hecho nada para merecerlos. Si la lucha del poeta
to forman un lecho que ofrece descanso. Finalmente,
por escalar el monte recuerda el mito de Sísifo, la 15
la alusión al Leteo de la mitología clásica representa
conducta caprichosa del dios estío lo relaciona con el
la muerte como un apacible viaje por río, y las conso-
Dios del Antiguo Testamento, quien, de una manera
nantes suaves de los últimos versos — l, ll, s, y, j — C
igualmente arbitraria, acepta el sacrificio de Abel y A
crean una impresión de paz, la paz que el poeta es-
rechaza el de Caín. Así, mediante alusiones implíci- R
pera encontrar por fin al final de la vida.
tas a dos grandes mitos de nuestra cultura, la injusti- L
O
cia sufrida por el poeta se inserta en un contexto cós- Como otros textos, el poema se basa en una tensión S
mico, como parte de una injusticia eterna y universal. entre dos visiones contradictorias de la cotidiana lu-
cha económica. Por un lado, maneja una serie de re- G
El sol, la estrella de la buena fortuna, corona el mon- E
cursos para crear un tono clásico que da cierta ma-
te de la vida, emitiendo calor y bienestar, pero tam- R
jestad a la vivencia referida. De esta manera, la coti- M
bién oculta la cima de los ojos del poeta, deslumbrán-
diana lucha económica cobra la grandeza de la eter- Á
dolo de manera que no puede mirar hacia arriba. De N
na lucha del hombre contra potencias adversas y el
este modo el estío maneja los rayos del sol para de-
pobre empleado se transforma en protagonista de la B
fender sus favores — aquí el verbo ‘velar’ tiene tam-
epopeya humana. Pero a pesar de su clasicismo, el E
bién el sentido secundario de ‘vigilar’ —, los cuales L
lector nunca deja de ser consciente de que se trata
guarda para su favorito. Aquí el aquilón, un viento L
de un poema moderno, porque una serie de elemen- I
helado que es un motivo recurrente en la mitología
tos discordes rompen el tono clásico. Se podría decir
personal de Belli, evoca los rigores del invierno como
que éste es un texto que se burla de sus propias pre-
metáfora de la vejez, mientras que el verano simboli-
tensiones. El poema tiene la majestad de una com-
za la vida plena asociada con la juventud. De esta
posición clásica, pero somos conscientes de una in-
manera, se da a entender que, mientras que al poeta
congruencia entre la expresión y la situación expre-
no le aguarda sino una vejez miserable, el favorito
sada, una incongruencia que subraya la mediocridad
del dios estío seguirá gozando de la buena vida has-
de ésta. Si, por una parta, el poema dignifica la coti-
ta el fin de sus días.
diana lucha económica al presentarla como una no-
Mientras el humano feliz goza con los favores del es- ble lucha contra la adversidad, por otra la reduce a la
tío, el poeta trabaja y suda bajo un sol caluroso por mezquina e intrascendente rutina que es.
un sueldo miserable (vv. 13-15). A diferencia de otros
Canciones y otros poemas (1982) inaugura una nue-
textos, éste representa al fisco — personificación de
va etapa en la obra de Belli.2 No sólo los poemas
las imperiosas leyes económicas — no como el dios
tienden a ser más largos, más discursivos, más
de las ganancias, sino como un capataz cruel que
meditativos, sino que abandonan la temática social
agobia al poeta con trabajo y paga sus servicios con
para asumir un carácter netamente metafísico. Así,
una miseria. La imagen que representa los rayos del
‘El ansia de saber todo’ da voz a su anhelo de pene-
sol como dardos que pican tiene dos sentidos com-
trar el misterio de la vida y de descubrir alguna certe-
plementarios: por un lado, el deseo del bienestar sus-
za absoluta que no sólo dé significado y plenitud a
cita la ambición del poeta y le impulsa a luchar por
los años que le queden, sino que le asegure la bien-
conseguirlo, pero por otro el trabajo resulta un tor-
aventuranza en el más allá. Su deseo es
mento. Además, como en este mundo competitivo los
únicos que consiguen conquistar el corazón de las
mujeres son los favoritos del estío, o sea, los que la
vida favorece con el éxito económico, Filis — la bella
dama de sus sueños — se le vuelve cada vez más
29
CARLOS GERMÁN BELLi J A M E S H I G G I N S

... enterarse de todo de una vez: En ‘La canción inculta’ Belli se consuela con la idea
de que la poesía confiere una especie de inmortali-
cuál es la fuente y cuál es el Leteo,
dad, puesto que seguirá siendo leída por generacio-
y en qué punto del universo azul nes futuras:
la inalcanzable ninfa será hallada
(aún no vista por la mente obtusa); pues se perpetuará
V I S I Ó N PA N O R Á M I C A D E L A P O E S Í A D E

y antes de oír atónito no en los infolios deleznables todos,


el ruin ruido del río tenebroso, mas en algunas otras
por último saber almas que no han nacido todavía,
(31)
si el amor que acá empieza en cuerpo y alma, y le abrirán su seno por entero.
(8-9)
en tal estado seguirá en la muerte.
El tono optimista expresado en estos versos se vuel-
ve más marcado a partir de En el restante tiempo te-
Todo el libro está dominado por un deseo obsesivo rrenal (1988).3 En el otoño de su vida Belli parece
de poseer un mundo que el poeta siente escapársele haber descubierto una serenidad que proviene de
de las manos a medida que envejece. Este deseo se haberse librado por fin de las zozobras de la diaria
manifiesta en poemas de carácter erótico, como lucha por la existencia. En ‘Caudillo de mí mismo’ afir-
‘Cuando el espíritu no habla por la boca’, donde el ma que ahora vive en una casa gobernada por Cupido
UNA

trato sexual está conceptuado como la forma más au- y Orfeo, una casa donde goza del amor y donde dis-
téntica de autoexpresión y comunión: pone del tiempo para ‘escribir a cada rato […] / cuan-
do en la palabra humana así me inspiro’(10). Sobre todo,
celebra el hecho de que por fin es dueño de su propia
Que el espíritu no habla por la boca, vida, libre para realizarse como ser humano y como
de aquel que adora a dama como diosa, escritor:

y sale afuera al aire plenamente,


del corazón abajo por el monte, Yo caudillo al fin de mi voluntad

para retornar al mujeril seno y el tiempo entero en una sola cosa

hasta los extramuros de la carne, en beneficio del tesoro íntimo;

donde su imperio anuncia el paso hacia adelante gobernado

con más empeño que con la palabra; por el ocio fecundo cuando llegan
(9)
y asido de las alas del delirio, las horas de la plena libertad…

de súbito remonta
el más allá del cielo deleitoso En esta última etapa Belli se entrega gozosamente a
la vida y a la escritura poética, deseoso de aprove-
cuando el alma, ¡oh Dios!, por la boca no, char al máximo el tiempo que le quede, y en textos
mas por el falo hablando eternamente. (51-52) como ¡Salve, Spes! (2000), un magnífico himno a la
esperanza, se muestra ecuánime ante la perspectiva
de la muerte:4
Otros poemas discurren sobre la naturaleza y el sig-
nificado de la actividad poética. Así, ‘Asir la forma que
se va’ celebra la creación artística como una afirma- Allá en el horizonte apareciendo
ción de la vida, en cuanto la forma estética es algo como el sol de la medianoche rojo
intrínsicamente deleitoso, y como una expresión del
deseo humano de aferrarse a la vida frente a la muer- […] es ésta la esperanza
te, en cuanto representa un intento de dar una forma en la gastada edad de Eva y Adán,
duradera a lo que inevitablemente se nos escapa:
y a cada rato los sentidos puestos
Aferrémonos a ella, como nos aferramos a nues-
tra forma corporal, ante el embate del tiempo, ante profundamente en ella
la aproximación de la ineludible muerte. (7) por ser el absoluto norte ahora

30
atrayendo los pasos
automáticamente ya por siempre. Notas D
E

Es vivir aferrándose a la creencia 1 Carlos Germán Belli, El pie sobre el cuello (Montevideo: Alfa, A
1967). Las citas siguientes corresponden a esta edición. R
de coronar lo que se quiere tanto, […] 2 Carlos Germán Belli, Canciones y otros poemas (México: T
Premià, 1982). Las citas siguientes corresponden a esta E
y es ésta la mejor edición. S

manera para hacer frente a la Parca, 3 Carlos Germán Belli, En el restante tiempo terrenal (Lima:
Y
Perla,1988). Las citas siguientes corresponden a esta
como que satisfecho edición. L
4 Carlos Germán Belli, ¡Salve, Spes! (Lima: Pontificia Univer- E
(19-20)
de un buen vivir se pase al buen morir. sidad Católica del Peru, 2000). La cita siguiente corres- T
ponde a esta edición. R
A
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NO

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El niño Carlos Germán en Holanda, Papá.


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TRADICIÓN Y MODERNIDAD EN LA POESÍA DE E

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M a r c o M a r t o s R
A
S

NO

l texto hace una reflexión general sobre la poe- dan los siglos de tradición literaria y el impulso 15
necesario para salir otra vez hacia la tierra de
sía de Carlos Germán Belli y se detiene en los nadie, es decir la consecución de un estilo per- C
primeros años de su trabajo poético, aquellos sonal incanjeable. A
R
L
que van desde 1958 hasta 1969. Se señala O
Lo admirable en la obra de Belli es que, con S
que es en esa época que se define las gran- elementos diferentes a los de cualquier otro
G
des líneas de la poesía belliana que atienden poeta latinoamericano contemporáneo, con un E
léxico y en especial con una adjetivación que R
M
tanto a la tradición como a la innovación. parecen a primera vista pobres, pero con un
Á
conocimiento verdaderamente excepcional de N
la tradición, interioriza su voz en los meandros
mismos del idioma. Su poesía parecería muy B
Palabras clave: Belli, poesía, tradi- E
antigua, vetusta incluso, si no fuera también
c i ó n , i n n o v a c i ó n , d o l o r, e s p e r a n z a . L
tan extraña. Y no es solamente una cuestión L
que atañe al léxico, aunque lo involucra. Si su I

originalidad reposase solamente en una cues-


Primera cala tión de léxico, la poesía de Belli tendría mu-
chos discípulos siguiendo la fórmula tantas
veces explicada por la crítica, esa mezcla de
Carlos Germán Belli (1927) es el poeta más arcaísmos y neologismos en versos preferen-
traducido y celebrado de las promociones pe- temente endecasílabos o heptasílabos. La con-
ruanas que se han dado en llamar 45-50. Su fusión de muchos estudiosos con Belli tiene
producción se vincula en sus comienzos tanto que ver verdaderamente con este asunto de
con la tradición que inaugura Rubén Darío en fondo: este léxico y esta sintaxis, verdadera-
América como con la revuelta que propició el mente nunca vistos, tienen reminiscencias de
surrealismo. Esa última actitud, practicada con los clásicos invocados, Góngora, Medrano,
rigor, lo llevó de la escritura automática al hu- Herrera, Carrillo y Sotomayor, pero recuerdan
mor negro y de allí al punto extremo del soni- también al lenguaje familiar y al habla de la
do gutural que entraña la posibilidad real de la calle, aunque sin reproducir ninguna habla en
demolición de la palabra. Esta evolución se da particular, casi podría decirse que siquiera la
en el lapso aproximado de diez años, puesto del propio poeta. Como en pocas escrituras
que la primera colección de Poemas es de de poetas latinoamericanos, en Belli hay una
1958 puede considerarse culminada en el persona poética que habla muy diferente de la
momento de la edición uruguaya de El pie so- persona que escribe, aunque, sin duda, en el
bre el cuello, 1967. Posteriormente, Belli, que centro del estro del poeta hay un altar, a se-
no los había abandonado nunca, vuelve a un mejanza del ara de los antiguos romanos, don-
refocilamiento en los clásicos, se interna en la de se rinde homenaje a los manes, lares y
patria del idioma buscando la sabiduría que penates de la genealogía familiar, y los pro-
pios miembros de su tribu actual, la esposa,
33
CARLOS GERMÁN BELLI M A R C O M A R T O S

las hijas, los hermanos, en especial Alfonso de los años; no vacila tampoco en usar formas
aherrojado al sufrimiento. Y así llegamos a no consagradas por el diccionario, pero utili-
comprobar que hay un aire de familia, difícil zadas por el común de los peruanos en su co-
de precisar para mentes distraídas, entre Car- municación diaria. De modo paradigmático
Y MODERNIDAD EN LA POESÍA DE

los Germán Belli y su compañero generacional, esta mezcla de lenguajes en la retorta de su


diverso de tantas maneras, Jorge Eduardo estro produce el poema Amanuense:
Eielson, que también rinde culto a su propia
Ya descuajaringándome, ya hipando,
atmósfera familiar y que tiene también una
marca escritural cuyos más remotos referen- hasta las cachas de cansado ya,
tes son griegos y latinos: limpidez en el len-
guaje, actitud lírica, inclusive en los textos de inmensos bofes todo el día alzando
predominio narrativo, como ocurre en algunos de acá para acullá de bofes voy,
pasajes de Homero y en la mayor parte de la
poesía de Virgilio, y en la prosa de Plinio y de fuera cien mil palmos con mi lengua,
Cicerón tanto la escrita para su divulgación cayéndome a pedazos tal mis padres,
como en sus cartas privadas, verdadero ejem-
plo de amor por suyos. aunque en verdad yo por mi seso raso,
TRADICIÓN

Este es el contraste que provoca la chispa poé- y por lonjas y levas y mandones,
tica en muchos textos bellianos, la emoción que que a la zaga me van dejando estable
sacude al lector: forma tomada de los clásicos
(endecasílabo, heptasílabo, recursos métricos ya a más hasta el gollete no poder,
tradicionales) y un personaje literario verda- al pie de mis hijuelas avergonzado,
deramente desesperado capaz de saltar toda
norma. Con esta señal, con esta cábala pode- cual un pobre amanuense del Perú.
mos avanzar en la comprensión de una por-
ción interesante de poesía belliana. La otra
parcela de la poesía de Belli, que ha ido ga- Este texto pertenece al libro El pie sobre el
nando un espacio en el total de su producción cuello de 1964. En aquella ocasión la crítica
de estos últimos años, es una poesía reconci- de modo explícito reconoció la calidad de Belli,
liada con la vida y en búsqueda permanente pero llamó la atención sobre el aparente calle-
de la trascendencia metafísica. jón sin salida de la escritura del poeta. “Belli,
más pavor, más asfixia” escribió José Miguel
Oviedo, en una frase que nuestra memoria ha
Segunda cala conservado todos estos años y que cabe rela-
cionar con otra frase escrita por Mario Vargas
Llosa en 1986: “Nadie ha sabido encarnar con
más estrafalaria originalidad que Carlos
abido es que los poetas en general y los poe-
Germán Belli el destino del poeta en este mo-
tas en particular suelen definir en los primeros
mento sombrío en que parece llegar para la
años de su actividad literaria las líneas matri-
poesía la hora de la catacumba. Pero, si es
ces de la totalidad de su estro. Belli no es la
capaz de discutir en sus estertores, semejan-
excepción, antes por el contrario, es una figu-
te canto del cisne, pese a los innumerables
ra paradigmática de cómo la esencia de su
síntomas, acaso ella no sea mortal.”(1)
escritura puede hallarse en sus primeros libros
que son Poemas (1958), Dentro y fuera (1960),
Oh hada cibernética (1962), El pie sobre el
cuello (1964), Por el monte abajo (1966), y El En aquellos años sesenta del pasado siglo Belli
libro de los nones (1969). Algunos de los poe- parecía ir a contracorriente de la esperanza
mas emblemáticos de Belli, aquellos que por revolucionaria que emergía de los poemas de
repetirse una y otra vez en las más variadas Romualdo o de Heraud. El tiempo ha probado
antologías, son los más conocidos en el ámbi- la fineza de su mirada, no para hacer una poe-
to de la poesía escrita en español, pertenecen sía de las convicciones revolucionarias de los
a esta etapa. Belli en esos primeros libros es- desheredados, sino para expresar la condición
cribe ya una poesía que hemos llamado del hombre que sufre arrojado entre las co-
diacrónica es decir que recurre a todas las pa- sas. El pavor y la asfixia de los que hablaba
labras castellanas posibles, las que están en José Miguel Oviedo, no es el pavor y la asfixia
uso y aquellas que han periclitado en la marea de un individuo, sin el de todo un pueblo. Belli

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CARLOS GERMÁN BELLI
M A R C O M A R T O S

no cae seducido por el lenguaje familiar, no usa la mas discursivos que exaltan a la razón y a la justicia
lengua de todos los días, sino que consigue un efec- en el siglo XVIII, cuyo último representante es en el
to de distanciamiento, como hubiera querido Brecht, siglo XIX, Víctor Hugo, cede ante la poesía de espa-
justamente mezclando un lenguaje arcaico con uno cios más pequeños que es la Baudelaire, el padre de
tan contemporáneo que no se encuentra todavía en la modernidad. Belli pertenece a esta raza de poetas,
los diccionarios. Estamos, por supuesto, lejos de com- la que nace de Baudelaire y mira los pequeños espa-
partir las aseveraciones sombrías que sostiene Mario cios y no los grandes horizontes. ¿Y qué hay en el
Y MODERNIDAD EN LA POESÍA DE

Vargas Llosa sobre el porvenir de la poesía, quien pequeño espacio de la poesía belliana? Hay mucho,
por ser un depurado cultivador de la novela, y estar el universo entero a través de las pequeñas formas:
por lo tanto muy atento a lo sucede en el mundo de la farmacia es un símbolo del mundo de los afectos,
las grandes editoriales, no está tan familiarizado con del mundo de la exactitud, del mundo de lo mensura-
la difusión persistente de la poesía en una cadena ble. La farmacia es, además, símbolo de la ciencia y
interminable, ahora revitalizada gracias a la red de un vínculo con el mundo medieval amante de la cien-
internet y a la oralidad que está en su raíz y que no ha cia y de la alquimia que simboliza a su vez la búsque-
perdido desde los tiempos míticos de Homero. Pro- da incesante de aquello que juzgamos más valioso.
bablemente la afirmación de Oviedo se vincula con En ese mundo de los pequeños espacios Belli hace
algo sentido por los lectores tempranos de Belli que algo que no ha hecho ningún otro poeta peruano en
pensábamos que su poesía estaba en riesgo perma- los últimos siglos: vincular de modo explícito la poe-
nente del silencio pues después de lo que decía, pa- sía con la ciencia a través de su elogio persistente a
recía que no tenía mucho que agregar en el futuro. la cibernética. Hacía muchos siglos que ciencia y poe-
TRADICIÓN

Había mucho error en esa apreciación. En la biogra- sía estaban separadas. Verdad que Belli no usa, como
fía temprana de Belli figuran sus padres que eran far- utilizó Virgilio, la poesía para difundir conceptos cien-
macéuticos. El poeta ha recordado que nació en los tíficos. Su poesía es la admiración del usuario a la
altos de una botica y que cree entroncarse con los cibernética, pero además, reabre la posibilidad, que
alquimistas medievales(2). Otro poeta célebre, León no tiene por qué estar cerrada para siempre, de difu-
Felipe, fue también químico farmacéutico. Si recor- sión de conocimientos científicos a través del verso.
damos estos hechos es para vincular de dos mane- A algunos les puede parecer extraña esa posibilidad,
ras diferentes el mundo de pesas y medidas propios pero está ahí, intacta, para los poetas del futuro.
de las farmacias con la poesía. Belli sabía ligar des-
de el comienzo de su trabajo literario la tradición con
la innovación. En el poema Amanuense que hemos En el libro El pie sobre el cuello, figura otro texto que
copiado, el embrujo, la sensación de extrañeza que deseamos comentar brevemente. Se trata de Poema:
produce el léxico del poema y lo terrible que va di-
ciendo, esconden algo primordial: el poema parece
de verso libre, pero está medido de la forma más ri- Frunce el feto su frente
gurosa, se trata del endecasílabo nacido italiano y
bautizado español. Mundo de pesas y medidas, pues, y sus cejas enarca cuando pasa
en primer lugar. Pero además, el mundo de las far- del luminoso vientre
macias y el mundo del hogar paterno son espacios
cerrados y relievarlos a finales de los años cincuenta al albergue terreno,
y durante los años sesenta del pasado siglo, si bien do se truecan sin tasa
de un lado era ir a contracorriente de la poesía más
difundida en hispanoamérica, son los años de triunfo la luz en niebla, la cisterna en cieno;
para Neruda, pero también de las apariciones de poe- y abandonar le duele al fin el claustro,
tas como Ernesto Cardenal, José Coronel Urtecho,
Roberto Fernández Retamar, y en el Perú, años de en que no rugen ni cierzo ni austro,
éxito para Alejandro Romualdo Valle. La poesía de
y verse aun despeñado
aquellos vates es la que los nicaragüenses han lla-
mado exteriorista. Pero Belli no es un poeta interiorista desde el más alto risco,
como contraste. Es un poeta de recogidos espacios
que responde a una tendencia mundial a través de cual un feto no amado,
los siglos. Los grandes poetas de la antigüedad, ha- por tartamudo o cojo, o manco o bizco.
bía ligado su canto al porvenir de sus comunidades,
como Homero, como Virgilio: otros como Dante ha-
bía querido hacer el canto de la humanidad, pene- El poema empieza con una aliteración que ha gana-
trando en todos los espacios susceptibles de ser can- do justa fama en la lengua española, comparable a la
tados, el Paraíso, el Edén, la Tierra y las Cavernas, célebre de Garcilaso en la Égloga III, solo que el ver-
pero con el paso del tiempo, el mundo de las epope- so del poeta español sostiene un clima de tranquili-
yas que llega hasta el siglo XVI, y se prolonga en poe- dad bética: “en el silencio solo se escuchaba / un su-

36
surro de abejas que sonaba” en Belli, a través de los Como me desprecian por ser un cojuelo
fonemas fricativos sibilantes “f”, r” y “s”, consigue
que en la superficie más lisa del mundo
un clima de tensión, aquel del nacimiento. Ese feto
D
que levanta sus cejas cuando nace y que le duele anda a trompicones como un viejo abuelo, E
salir del claustro materno, expresa, una vez más la
capacidad de síntesis de la poesía, la posibilidad que y en la vergüenza desalado me hundo, A
R
tiene de, en pocas palabras, sintetizar, condensar, una pues soy un pelele que a otro hace jocundo T
de las preocupaciones más grandes del género hu- E
mano: el nacimiento, el trauma del nacimiento para al verme sumido en torpes andas, S

usar un concepto que debemos a Theodor Reik, uno que por tal motivo solo pesar cundo, Y
de los discípulos de primera hora de Sigmund Freud.
El nacimiento es, para los antropólogos, uno de los y los dioses andan siempre en dos zancadas. L
E
ritos de pasaje del género humano, y los otros ritos T
generales son la pubertad, el matrimonio y la muerte. R
Lo que tienen en común estos actos simbólicos para Hefesto, el cojo, simboliza a aquel que sufre, que está A
lleno de defectos que le hacen la existencia compleja, S
todos los hombres es la mezcla en proporciones va-
riadas de sufrimiento y goce. Por supuesto que un dura, pero que tiene su yunque fecundo, como el poe-
ta tiene hospitalarias estrofas, donde reina y organiza NO
niño nace generalmente en medio de grandes expec-
tativas de padres y familiares. Pero nace en medio un mundo independiente de todo sufrimiento, indepen- 15
del sufrimiento físico de la madre y del temor de que diente también de la diatriba y hasta del elogio.
cualquier dificultad o enfermedad puedan presentar-
C
se. Pocas veces nos ponemos a pensar en lo que A
piensa o siente ese feto que nace. En principio, den- R
tro del claustro materno estaba mejor, de eso no cabe L
O
la menor duda. El niño viene al mundo con un grito o, S
como en el poema de Belli, enarcando, levantando
las cejas en un movimiento de preocupación pues
Notas G
E
ingresa a lo desconocido a lo potencialmente nefas-
R
to. Y en esto Belli se emparenta con el pensamiento M
(1) El texto de Mario Vargas Llosa apareció en el libro Carlos
de Shopenahuer, y con las poéticas de Calderón y de Germán Belli. Antología crítica. Selección y notas de John Á
Vallejo. El peor delito del hombre es haber nacido, N
Garganigo. New Hampdhire. Ediciones del Norte. 1988.
sostenía Calderón, y Vallejo creía en Los heraldos (2) Bajo el título de “Página autobiográfica” Belli entrega inte- B
negros que había nacido un día que Dios había esta- resantes disquisiciones en Carlos Germán Belli. Antolo- E
do enfermo, grave. En las cortas líneas que tiene el gía personal. Lima. Concytec. 1988. L
L
poema de Belli se pone atención a la posibilidad del I
ser que nace de tener diferentes defectos físicos que
enumera con cuidado: tartamudo, cojo, manco, biz- Bibliografía
co. Se trata del mundo marginal de los seres huma-
nos que ahora llamamos especiales. Ese despeñar
Carlos Germán Belli. Poemas. Lima. Talleres gráficos
que sufren los niños por sus defectos, nos lleva en Villanueva. 1958.
primera instancia al mundo de la antigua Esparta don- ———————————— Dentro y fuera. Lima. Ediciones
de efectivamente ocurría en una actividad aprobada de la Rama Florida. 1960.
por la ciudad estado. Pero tampoco es algo superado ———————————— ¡Oh hada Cibernética!. Lima. Edi-
por las civilizaciones posteriores. Ahora mismo en ciones de la Rama Florida. 1961.
nuestras urbes contemporáneas, en las megápolis del ———————————— El pie sobre el cuello. Lima. Edi-
ciones de la Rama Florida. 1964.
primer mundo, pero también en las grandes aglome- ———————————— Por el monte abajo. Lima. Edicio-
raciones de viviendas en los países en vías de desa- nes de la Rama Florida. 1966.
rrollo, cada día miles de niños son abandonados por ———————————— El pie sobre el cuello. Montevi-
sus defectos físicos. Es un riesgo enorme nacer, nos deo. Editorial Alfa. 1967. (Reúne todos los libros anterio-
dice Belli, es un trauma, en palabras de Reik. Esta res).
temática persiste en la obra belliana, a pesar del há- ———————————— Antología personal. Lima,
Concytec. 1988.
lito metáfisico de cierta esperanza de sus últimos li- ———————————— ¡Salve spes! Lima. Pontificia Uni-
bros. Trascribimos ahora pasajes del poema Balada versidad Católica del Perú. 2000.
del Dios Hefesto el cojo de su libro En las hospitala- ——————————— En las hospitalarias estrofas. Madrid,
rias estrofas: Péñola Blanca. 2001.
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38
: D
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GÉNESIS DE LA EXPERIENCIA FUNDADORA


( F A C T O R E S Q U E L A P R O V O C A N )
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Jorge Cornejo Polar E
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NO

15

C
a crítica sobre la obra poética de Belli es abun- El avasallamiento. A
R
dante y en general de buen nivel. Comprende Dijimos antes, con otro motivo, que el solo ti- L
libros como los de Nick Hill, Mario Cánepa, O
tulo del libro El pie sobre el cuello es como S
John Garganigo, secciones de libros (como las una síntesis, fuertemente expresiva, de la con-
de Sologuren, Paoli, Higgins), tesis (como la dición avasallada en que se reconoce el ha- G
de Christine Legault) y un gran número de en- E
blante. El término aparece literalmente en el R
sayos más breves, artículos, reseñas y prólo- poema “Plexiglás” del mismo libro, en el que M
gos. Ahora bien, la gran mayoría de estos tex- el sujeto se considera el “más avasallado de Á
tos trabajan sobre el aspecto temático (en sus la Tierra”. En “La ración” describe con dureza
N

líneas más evidentes) o sobre el lenguaje o en su situación: “Bien que con mi gollete yo al duro B
general las formas. Toda ella – la que hemos cepo/ sin culpa alguna desde siete lustros”, que E
podido revisar, que es la mayoría- nos ha sido alcanza su hiperbólica descripción en la ya L
L
de gran utilidad. Pero en lo que se refiere a los acotada “Sextina primera” del mismo libro: “Ya I
temas más conocidos (la alienación, el sordo, manco, mudo, tuerto, cojo/con el cha-
avasallamiento, la postergación, etc., etc.) son sis yo vivo de mi cuello/bajo el rojizo pie de
estudiados con profundidad y detalle, aunque hórrido amo/y junto al estrecho fiero cepo…”
sin aludir a que este conjunto de temas con- En un libro anterior, ¡Oh Hada Cibernética!
fluye en otro, en nuestra opinión central, que Se trata de explicar la dura situación: “En esta
es la conciencia de la inferioridad (la diferen- playa sin arena, sin mar, sin peces… pienso
cia por déficit). Tal es nuestro aporte, que de yo muchas veces/que entre sí hayan
otro podría frasearse como una hipótesis refe- pactado…para prevaler sobre mí no más/el
rente a la estructura temática general de la extraño, el amigo o el hermano” (poema “En
poesía de Belli: un centro (la experiencia de la esta playa sin arena”). Pero tal vez sea “La
diferencia); un conjunto de razones que expli- cornucopia” de Por el monte abajo una de las
can la existencia de ese núcleo central; el de- más cabales expresiones del tema: “El rojizo
seo de salir de esa inferioridad diferencial y pie ajeno/su planta en vez del vasto suelo posa/
dolorosa y, en otro momento del proceso o tra- sobre el delgado chasis mi cuello…” y esto
yectoria, la cancelación de la inferioridad y el sucede en “el centro de un campo mustio…do
acceso del sujeto poético a lo que pudiera lla- nunca puedo correr… más ahora aún que ya
marse la normalidad existencial en un grado se han zafado/los huesos cervicales para siem-
superior. La explicación de este sistema o es- pre/bajo los pies del dueño así cascudo”… Y
tructura temática en sus tres últimos segmen- aun más representativo es el texto que da títu-
tos ocupará el presente capítulo y los dos si- lo al libro del que transcribimos, por su fuerza
guientes. probatoria de nuestra tesis, las estrofas segun-
Iniciamos, pues, la presentación de las situa- da y tercera.
ciones que concurren a generar la vivencia de Cuán fácil otros van a más sin pena,
la inferioridad:
centuplicando el todo así boyantes,
39
F U N D A D O R A J O R G E C O R N E J O P O L A R

como si dellos fuere el sino sólo L a s e g r e g a c i ó n ,


el alma y cuerpo a tutiplén llenar m a r g i n a l i d a d o
E X P E R I E N C I A

con aire, fuego y agua. e x c l u s i ó n .


En tanto que los otros raudos suben, El hablante es un típico outsider, está siempre
fuera del juego normal de la existencia en el
a la par a este feudo nos venimos,
que todos los demás sí participan. Está como
a derribarnos en sus hondos antros, segregado, según la lección de un poema del
primer libro, «Segregación No I», constante-
que así tal vez el horroroso cetro mente citado. Porque arriba «todo tiene
del deterioro habremos. dueño...está cerrado con llave...todo tiene re-
L A

serva», el sujeto opta por hundirse en el fondo


de la tierra, «lejos, muy lejos de los jefes...de
D E

La postergación. los dueños» y sólo desea «desaparecer en


pedacititos». En el poema «Por el monte aba-
na expresión característica de Belli, a la zaga,
É N E S I S

jo» del libro del mismo nombre, el yo poético


refleja bien esta otra constante del vivir del su- se viene abajo del monte mientras que «cuan
jeto de su poesía. Hay incluso un poema que fácil otros van a más sin pena...» y «otros
la tiene por título, en el que dirigiéndose a Al- raudos suben». En este núcleo temático más
fonso, el hermano enfermo, le dice que en el que ejemplificación específica, sería suficien-
G

primer lustro “siquiera/ llegar pude y la hazaña te la lectura general de la poesía de Belli (el
coronar/de ser de los menores amo dulce”; de las tres etapas primeras especialmente)
pero que luego, con el paso del tiempo “me he para percibir sin dificultades la permanente dis-
quedado a la zafa ¡oh hermano! Y ya a tu par...”. criminación (o marginalidad, o exclusión) en
Como ocurre en muchos casos los temas se que discurre la vida degradada del personaje
entrecruzan en un mismo poema y aquí se poético belliano.
vuelve a encontrar el tema del avasallamiento:
“hoy me avasallan todos y amos tengo/mayo-
res, coetáneos y menores,/y hasta los nuevos La alienación.
fetos por llegar/a esta boca de lobo niquela-
da”. También en El pie sobre el cuello, como Este es uno de los temas más estudiados por
en el caso anterior, figura el poema la crítica que, incluso, en algunos casos, ha
“Amanuese” en el que se lee: “...aunque es señalado sus posibles raíces en episodios bio-
verdad yo por mi seso raso y aun por lonjas, gráficos (como los veintitrés años que Belli
levas y mandones/que a la zaga me van de- trabajó, con interrupciones, como empleado
jando estable”. Y es que, como se lee en ¡Oh del Senado). Y es natural que el tópico haya
Hada Cibernética!: “En este valle de heces concitado la atención crítica, porque es una
no finible/veóme que soy zaguero/de canillas, de las constantes más persistentes en sus
de cuero de guargüero...” Desde luego, hay textos. Un ejemplo clásico proveniente de ¡Oh
muchos otros ejemplos del tema aunque algu- Hada Cibernética! es el poema «¡Oh alma
nos sean menos directos. Así “el primogénito mía empedrada.», que transcribimos en su
de Itálica” que termina convertido en segun- totalidad como el mejor ejemplo de este tema
dón, es decir postergado (Canciones y otros recurrente:
poemas), o el guardameta al que el cielo re- ¡Oh alma mía empedrada
serva el puesto de centrofoward, o el automó-
vil que “allí sin bríos de repente quedas, /como de millares de Carlos resentidos
camión de panllevar cargado, /en tanto cuanto
por no haber conocido el albedrío
atrás te dejan todos/ ¡ay automóvil!” (ejemplos
ambos de En alabanza del bolo alimenticio) de disponer sus días
o aquel otro sujeto que cuando todos han co-
durante todo el tiempo de la vida;
mido queda a la zaga condenado a comer nada
más que migajuelas (El buen mudar). y ni una sola vez siquiera
poder decirse a sí mismo:
«abre la puerta del orbe
y camina como tú quieras,

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NO

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por el sur o por el norte, bofes, ¡ja, ja, ja!, bofes nunca más);
tras tu austro o tras tu cierzo...» y redimido así de bofes ya
E X P E R I E N C I A

hacia la huesa iré con talares alas,


El tema de la alienación tiene relación directa antes que tornen mala vez de nuevo
en los primeros libros de Belli con los poemas
amos viles a donde mí con priesa,
dirigidos contra el Fisco (símbolo de poder),
contra las lonjas (símbolo de la civilización ma- a llenarme el vacío cuerpo y liso,
terialista o consumista al menos), contra los
mandones (símbolo de poder individualizado: para que luego luego, mal mi grado
los jefes, los amos, los dueños). El exceso de bote yo otras mil nuevas asaduras.
L A

trabajo no querido sino impuesto por el siste-


ma o la necesidad se traduce —otra original
D E

figuración belliana— en los bofes que el tra- En este poema la imaginación de Belli extre-
bajador agobiado va arrojando fuera de sí ma su barroquismo, si así puede decirse. No
É N E S I S

como testimonio de ese laborar desmesurado se trata sólo de que el duro y no querido traba-
que exprime su ser y lo deja literalmente sin jo le haga arrojar al sujeto mil bofes, sino que
fuerzas. Los primeros libros de nuestro poeta éste teme que al final —cuando ya no le que-
ofrecen variados ejemplos de esta peculiar den bofes por botar— reaparezcan amos viles
construcción imaginativa. Uno de los más ca- que le llenen de nuevo el cuerpo de bofes que
G

racterísticos es el poema «Fisco» de Por el tendrá que botar otra vez víctima de desmesu-
monte abajo que transcribimos parcialmente: rados y no queridos trabajos.
Por lo demás en Sextinas y otros poemas
En tus doradas aras, padre Fisco, hay otro poema dedicado íntegramente al
tema, la «Sextina El bofedal» en el que se ex-
a tutiplé los bofes brindo siempre, plícita que el arrojar los bofes por causa del
aunque mi ofrenda con desdén recibes mal trato se da desde el tiempo prenatal: «y
para escapar de la oscura muerte/el fórceps
y sordo yaces. hace echar el virgen bofe». El «bofedal» en-
tonces es metáfora de la desdichada existen-
cia del hombre alienado, como claramente se
Tal cual un can fiel al dueño sólo, ve en las últimas estancias:
así a tus plantas por la vil pitanza
que dan tus arcas, cuan cosido vivo, El gran ferroso círculo de bofes
año tras año. Ciñendo el ocio fértil de la vida,
Pues por el monto de estos bofes míos desde el más prenatal y dulce día,
migas me lanzas como si no humanos girando sin cesar hasta la muerte,
fuéramos yo, mi dama y mis hijuelas, a igual velocidad en todo tiempo
mas sólo hormigas... y al eje fijamente en este sitio.
Aquí ‘El Bofedal’, sitio de los bofes,
Otro texto, esta vez de El pie sobre el cuello, donde la vida ya no es tal, no es día,
resulta también buena muestra de la línea te-
más tiempo adelantado de la muerte.
mática que examinamos.

El hablante por todo ello reflexiona: «En esta


Los bofes
playa sin arena, sin mar, sin peces/do me ha-
Estos que hoy bofes mal mi grado, llo mal mi grado/a mis miles de añicos
añudado...»
tamaños montes cuando me jubile,
La ignorancia.- Es uno de los tópicos reitera-
como mil dejaré al fin (¡ja, ja, ja!

42
tivos en la poesía de Belli desde al menos ¡Oh Si mi seso, papá, mamá, en la zaga D
E
Hada Cibernética!, del que se puede recor-
dar «Cuando el seso tiene la altura de un gra- que postrer hecho sea ante la muerte A
no de arena”, en el que tristemente se argu- pagar los daños y lavar los yerros. R
T
menta: «De los libros el luminoso Pectro/diríase E
que pasa /a ser lía del recto,/pues de tanto leer Otra versión del tema en el mismo libro, es otro S
sin tasa/nada ha quedado en casa», idea que muy conocido poema, «El atarantado», que
se repite más adelante: «Si aire sólo hay en bien podría valer como un autorretrato del yo Y

mi bolsa y en mi seso,/yo entonces flébil colijo» poético degradado y disminuido, en este caso, L
que «mi voraz lectura» ha quedado convertida básicamente por la falta de inteligencia que lo E
«primero en heces, luego en feble polvo/y al sume en la confusión y el aturdimiento y es la T
R
final tocio en nada». La angustia por los erro- causa de los innumerables yerros (palabra cla-
A
res (los yerros) cometidos alcanza cierta ve que reaparece acá). El atarantado y S
dramaticidad en: atortolado sujeto se ve de un tamaño que «a
ras de las alturas/yazgo de mi talón», mien- NO
tras que en su cráneo en vez de «luciérnagas
cerúleas» revolotean grillos. De ese modo se 15
El Austro que me trajo, el Aura
emborrica a prisa «como cualquier acémila de
al Orbe, a otro polo, por mi yerro carga». El cuarteto final es revelador de la im- C
se anudaron hace tiempo raudamente; portancia que tiene el tema de la ignorancia A
R
en la visión poética de Belli:
L
y Aquilón, tierno hermano, que feliz O
S
tras de mí llegó, súmenlo al presente,
Tarumba vuelto, en fin, y ya sin fuegos G
por mi yerro, del orbe los fogajes; E
por yerros de la cuna hasta la tumba, R
y ¡ay!, en fin, filicida yo también, M
y en tanto despabílome Á
cual parricida soy, cual fratricida, N
no más con estos yerros.
pues mi progenie, grácil e inocente, B
E
los eructos humanos, por mi yerro, L
Otra característica versión del tema, visto ahora L
sañosos la disuelven raudo en nada. desde la perspectiva de la sabiduría vedada I
al yo poético, en virtud de sabe Dios qué im-
penetrables designios, se da en el poema «En
a triple aparición de la palabra «yerro» no sólo el coto de la mente» de Sextinas y otros poe-
da cuenta del tema central sino que por su ubi- mas. El texto se presenta como un breve rela-
cación en los versos segundo, sexto y décimo to en que el sujeto de la enunciación se lanza
(dos veces al final y una vez al comienzo del un día a nadar como un delfín «en las veda-
verso) es elemento estructural básico del bre- das aguas cristalinas/del exclusivo coto de la
ve pero revelador poema que pertenece tam- mente», dejando para ello la ropa detrás de
bién a ¡Oh Hada Cibernética! En el libro de un promontorio. Feliz, «sumergido por vez pri-
1966, Por el monte abajo, la conocida «Sextina mera a fondo» en estas aguas de la sabiduría,
del mea culpa» tiene como uno de sus seis el personaje no sabe que al salir encontrará
elementos estructurales la palabra «yerro». furioso al «invisible dueño del paraje», quien
Más aun: el motivo del mea culpa, del arre- ha tomado para siempre la ropa del osado
pentimiento, son precisamente los errores que nadador que queda «desguarnecido» por ha-
acompañan al hablante desde la cuna («des- berse atrevido a incursionar en «sedosas
de que primera vez mi seso/entretejió la malla aguas, pero ajenas». En alabanza del bolo
de los hechos») y son causa de que se- halla alimenticio hay un poema importante sobre
«de los oficios y del amor en zaga/por desig- el que volveremos más adelante, pero que
nio exclusivo de mi seso» y de que agrie los ahora tomamos sólo en cuanto
«dulces hechos» de los padres «por yacer no
hace alusión al tema de la ignorancia genera-
mas en yaga/perderlo en la floresta de mis
dora de errores. Se trata de «Farewell to
yerros». Y es que como «el error engrana con
poetry», en el que el yo poético al no poder
el daño/ al errar yo os dañó como feo hecho...».
conquistar a la poesía a la que ama y persigue
La conclusión del terceto final es lógica:
43
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«desde la cuna a hoy sin eco alguno», toma la ...que no estéis adornada como ayer,
decisión de alejarse de ella:
ni clara, ni dorada, ni celeste
E X P E R I E N C I A

y apenas habláis bajo mil pudores,


Y sanseacabó
en tanto impenetrable por densísima,
Que ya me aparto repentinamente
y hasta cojuela, manca, tuerta y sorda;
y me voy como un pobre borriquillo
más no lo aborrecéis, pues con amor
expulsado del resto de los brutos,
os engendró en el seno de la musa,
en definitiva solo por los campos,
y sois por ello el sol que lo ilumina.
L A

desligándome de ti ¡ay musa mía!


La persistencia del tema de la ignorancia es
D E

de tu soplo y tus ancas para siempre, notable en la poesía de Belli, ya que incluso
en el penúltimo libro. En el restante tiempo
que nunca mía fuiste por más que hice.
no terrenal, que es paradigmático de la últi-
É N E S I S

Recurrimos luego a algunos textos de Cancio- ma etapa de su poesía, se encuentra el poe-


nes y otros poemas. En primer lugar a «El ma «Canción del perito en nada». Acá,
ansia de saber de todo» que se contrapone retomando una expresión ya usada, el hablante
con los pocos dones que posee el hablante se califica de “perito en la más pura nada».
G

dueño de «este seso que vergonzoso va/ro- Explica que la razón de su incompetencia está
dando por la esférica corteza/que ni una vez en haber sido sacado «con fórceps malamen-
siquiera/ascender pudo a la celeste bóveda... te» de la cabeza de Minerva, lo que lo hace de
« No obstante ello sigue haciendo poemas y «tosca condición» y «absoluta medianía inna-
al terminar esta canción se autodefine como ta», «aprendiz perpetuo» que llegará a la tum-
perito en nada: «Canción... que acá te basta ba «en brazos de la fiel incompetencia/tal si
honrar/la infelice memoria del perito/en la más saliera de la cuna/en pañales, a oscuras y en
pura nada.. Sea así». Los otros dos poemas ayunas»... No obstante el tono general del
ejemplifican una nueva versión del tema: la ig- poema no es patético
norancia del hablante se transfiere ahora a las
como en los primeros libros, hay una menor
composiciones que escribe, que por eso se lla-
acritud que se patentiza en la reflexión que ante
man canción inculta o canción coja. La prime-
la inevitable muerte «un bledo importa ser le-
ra «nada sabe y yace inerte/bajo el peso de
trado o no» y en el sentido de la estrofa ultima
las antiguas letras» perseguida a diario por la
que dice:
carcoma. Pese a los esfuerzos del autor: «Ni
un breve gajo logra de las ramas/del árbol nu-
meroso del saber». El remate es típico de la
Gracias, oh Canción, que sois compasiva
ácida ironía que a veces invade la poesía de
Belli: de aquél ser de tan lastimeros hechos,
vos hija linajuda
No os avergoncéis del vacío seso de la antigua retórica de Itálica,
culpable de tan lastimoso estado, que pese a todo habéis así albergado
¡ay, Canción mía inculta! en vuestro verbal seno,
que tras proclamar la beldad ayer, a quién perito es en la más pura nada,
bien vale que la dulce aunque maravillado de vivir
lira por una vez siquiera hoy en la brevedad de un espacio acá.
loe al porcino bolo alimenticio. El desamor.- La falta de correspondencia amo-
rosa es otro leitmotiv de la poesía de Belli
«La canción coja» lo es «por culpa de quien
hasta Más que señora humana, libro en que
feamente escribe» que no hace sino moverse
el tema desaparece. La amada siempre esqui-
«en el temible reino de los yerros». A diferen-
va y desdeñosa parece una reencarnación de
cia de los demás casos acá el autor pide a la
la «belle dame sans merci» de la poesía me-
Canción que disculpe a su padre:
dieval como ha apuntado, sagazmente,
Christine Legault (1987).

44
A partir de Sextinas y otros poemas, el tema si flaco hoy ni corvado viejo soy? D
E
con frecuencia aparece combinado con el de
la desigualdad que origina amores imposibles: A
el asno que ama a yegua, el olmo a rosa, la Por tu cepo es, jay Lima!, bien lo sé, R
T
tórtola al ruiseñor, la presa de carne que aspi- E
ra a un bolo alimenticio de mejor alcurnia, etc. que tanto cuna cuando tumba es siempre
S
Pero en los primeros libros lo que aparece es para quien acá nace, vive y muere.
Y
el puro desamor: “El frío miedo porque yo al
miraros/os vea esquiva más que ayer airada…” El texto pertenece al libro Por el monte aba-
L
O también «Ni por una sola vez son codicia- jo. Y en la última página de otro libro, ¡0h Hada E
dos/mi morada, tu roble,/mi amor, el tuyo.- Cibernética!, se lee la famosa frase de César T
Moro, «Lima, la horrible», que dos años des- R
.¡ay tórtola! «. (¡Oh Hada Cibernética!) A
pués, en 1964, volvería a ser utilizada, esta S
De los libros de la segunda etapa de la poesía vez por Sebastián Salazar Bondy, para dar tí-
de Belli puede invocarse para este tema, «Los tulo a un libro de vasta repercusión: Lima la NO
desdenes» de En alabanza del bolo alimenti- horrible (1964).
cio, aunque aquí el mal amado, el desdeñado 15
ser, no es propiamente el hablante del poema. La existencia del mal en el mundo. Podría
en este caso intentarse una subdivisión: a) el
a a j e n i d a d .- El sentirse que no se tiene mal en general, la injusticia, la alienación, la C
A
derecho a estar donde se está. Así en «En el discriminación; b) el mal referido a la situación R
coto de la mente» (ya comentado en el rublo de personal que vendría a estar representado por L
la falta de sabiduría). De semejante modo en la variedad de situaciones negativas propias O
S
«No me encuentro en mi salsa» (Poemas), el del hablante que hemos detallado y c) el as-
personaje en su nuevo domicilio escucha una pecto que toma más desarrollo y da origen a G
voz que le dice: «esta no es su casa, usted es varias de las más intensas y logradas compo- E
un salvaje». Y otros ejemplos existen, cierta- R
siciones de Belli: el mal encarnado en la en- M
mente. fermedad e invalidez del hermano Alfonso Á

El entorno hostil. El hablante ha nacido y tie- (Anfriso). En esta línea están, por ejemplo, las N

ne que vivir en una ciudad, Lima, que siente celebradas «Variaciones para mi hermano Al- B
adversa y atormentadora. Se le bautiza por eso fonso» que figuran en el libro inaugural, Poe- E

como un cepo («cepo de Lima») y de otras mil mas, y que son cuatro, El deseo de cambio de L
L
maneras coincidentes. Este tema da lugar a la situación del hermano que está «como dura
I
una de las más desconcertantes figuraciones ostra fijo» es el tema que genera los espléndi-
del poeta: Lima es apodada «Bélica no bella» dos versos de la variación:
en contraposición con la Bética (se supone
bella y amable), comarca que correspondería
a Andalucía y en la que, arbitrariamente, el Para tu mudanza ¿dónde habrá un suelo
poeta supone que la vida es feliz, la existencia de claro polvo y cálido recodo,
placentera. Más que el lugar ameno, la Bética
belliana parece ser una suerte de Arcadia so- en que tus breves pies con tierno modo
ñada. La figuración de la Bética (bella y no equilibren la sangre de tu cuerpo?
bella) es parte de una estructura mayor que
ha sido estudiada con acierto por Nick Hill: el
tono y ambiente pastoril que se percibe sobre O para tu vuelo, ¿cuándo habrá un viento
todo en los primeros libros del poeta Belli (Hill
1985). Volviendo al tema de Lima como instru- que llegue a tu costado como un soplo
mento de tortura, el poema «Cepo de Lima»
y te traslade de uno a otro polo,
desarrolla la idea de que la fealdad y la pre-
matura vejez (el «encanecimiento precoz») del pasando el edificio, el valle, el cielo?
hablante se deben a la hostilidad de la ciudad
para con sus habitantes. La parte final del poe- …………………………………..
ma dice: ¿Por qué no llega la luz hasta el umbral
¿Por qué estos de cascote fieros montes de tus huesos para que tus pies corran
y tal feo pellejo mal mi grado, por primera vez sobre el propio mar?
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F U N D A D O R A J O R G E C O R N E J O P O L A R

El poema sigue como un delicado ejercicio de brar con yerros/ los espesos lingotes de los
fraterna ternura pero a la vez como un testi- años». En otros casos se pide perdón a los
monio de la injusticia o el absurdo que presi- «vástagos amados» por haberlos traído
den la existencia. En las variaciones 3a y 3b (tramontado) a este valle (poema «El fraude
hay un agregado: se insinúa la posibilidad de por mí cuanto propagado» de El pie sobre el
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una transformación en la suerte del hermano cuello). Y el tema es reiterado también en los
«cuando llegue la hora de la revuelta» que le libros de la tercera etapa, como es el caso la
dará «facultades/para hablar/escribir/y andar «Canción a las ruinas de un primogénito de
sobre las nubes,/más una chispa de hulla en Itálica” de Canciones y otros poemas en la
la mirada». ¿Se trata acaso de una revolución que este primogénito los dones que ha recibi-
social? No lo creemos, ya que ella no podría do al nacer «...ha mudado sin demora alguna/
cambiar las limitaciones físicas del hermano. cada dote de gran tamaño y peso/en defecto
Probablemente lo que se anuncia (desea) es de iguales proporciones./que reducen en un
una suerte de (imposible) derogatoria de las tal vástago no de luces mas tinieblas/truncado
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leyes naturales o abolición de los poderes que por los siglos…, hasta ser menos que segun-
decretan las absurdas injusticias que afligen a do acá». Y más adelante: … « la primogenitu-
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los humanos. En El pie sobre el cuello el tema ra ayer radiante./al ras del suelo totalmente
del hermano castigado por el destino reapare- hoy/por culpa del entendimiento obtuso...».
É N E S I S

ce en tres poemas también cargados de emo-


No cabe duda que éste es un tema importante
ción. Uno «A la zaga’», que el hablante se com-
que podría incluso convertirse en causa de al-
para al hermano, lo hemos comentado al tra-
gunos otros tipos de males que golpean al ha-
tar del tema de la postergación. Otro, «Pues
blante. Repárese más bien que la culpa de que
tenemos, ¡Oh Anfriso hermano!» muestra al yo
G

se habla es siempre el error (o sea un fenó-


poético asimilándose de nuevo al hermano en
meno intelectual) y no, por ejemplo, la maldad
un cuadro en que hasta el paisaje en que am-
(hecho moral).
bos viven se ha deteriorado: en vez de un bos-
que hay un solo ciprés, y «en vez del betis, El hablante, pues, se siente (es) víctima de to-
fresco río y dulce...tan sólo, cual Loteo, hoy das las deprimentes situaciones que acaba-
habemos río/cuyo tiznado seno es no de agua/ mos de revisar con brevedad. La concurrencia
mas de fuego, no de ovas, mas de ascuas». Y de ellas es lo que lo hace sentir diferente (in-
en el tercero, «A mi hermano Alfonso» se insi- ferior, menoscabado, deficitario) en relación al
núa que la postergada situación de Alfonso es resto de la humanidad, caído «Por el monte
resultado de leyes inmutables: «pues en el orbe abajo». Pero aunque por comodidad las he-
todo viene y va/al soplo de la vida,/que pródi- mos estudiado separadamente, en la realidad
go se torna/para mucho, y a no más otros po- de la poesía de Belli ellas se dan con mucha
cos/áspero, vano o nada para siempre» (la frecuencia entremezcladas, potenciándose
revuelta que más arriba comentábamos sería unas a otras, formando un tupido tejido que
presumiblemente contra esta naturaleza de las atrapa y envuelve al hablante y lo hace sentir
cosas). como viviendo bajo el «privilegio de las penas».
Pero además las penas que producen la con-
l sentimiento de culpa culpa. En algunos ca-
ciencia de la inferioridad son retroalimentadas
sos pareciera que el hablante piensa que es
por ésta, instaurándose así un circuito inago-
por su culpa (generalmente encarnada en
table y de duración indefinida del cual, sin
yerros) que suceden muchas de las cosas
embargo, el yo poético desea salir, como tra-
malas que lo agobian. Así en “El atarantado»
taremos de explicar en el siguiente capitulo. Y
de Por el monte abajo se lee: «Tarumba vuel-
es que el yo poético, aplastado por el cúmulo
to en fin, y ya sin fuegos/por yerros de la cuna
de factores negativos que concurrentemente
hasta la tumba/y en tanto despabilome/no más
actúan sobre él, se siente literalmente anona-
con estos yerros». Pero tal vez el mejor ejem-
dado, como bien se ve en algunos fragmentos
plo, hasta por el título, sea la -Sextina del mea
del poema «Por el monte abajo»:
culpa» del mismo libro, que, como se ha visto,
comienza pidiendo perdón a los padres por-
que su yerro (del hablante) fue cuna del daño
de ellos. El yerro, pues, el error o la equivoca- Por este monte abajo cuánto agudo
ción del sujeto como causa principal de los ladera tras ladera cual un bólido
daños que sufren los padres y también él mis-
mo. a menos nos venimos para siempre,

“De los oficios y el amor en zaga/por designio


exclusivo de mi seso...que tal sucede por la- del todo donde entronizados fuimos

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al nada que hoy habemos. avergonzado mi dañina culpa,


……………………………….. que es también cruda liga
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Por restregarnos peña a peña siempre, a mi pie y a mi mano y a mi ojo?


cual casi nadie en este crudo siglo
que nuestro estado no es tan sólo ya
mudado a menos, cosa chica o polvo,
sino nada y más nada. Como se ve, acá el mismo yo poético está in-
deciso en el momento de determinar cuál es
L A

la causa eficiente de sus desgracias, aunque


esta empero una pregunta fundamental: ¿cuál por los versos finales pareciera que se traía
D E

es la causa de que este cúmulo de males se en verdad de una autoinculpación.


encarnicen en un solo ser real-literario?. ¿Por
En relación a esta cuestión pensamos, en pri-
qué tiene que ser así? ¿Qué voluntad decide
É N E S I S

mer término, que el ámbito de la discusión debe


esta lluvia concentrada de desgracias? Hace
ampliarse a toda la que podría denominarse
ya bastantes años, Antonio Cisneros, en un
fase pesimista de la poesía de Belli, es decir
agudo pero también discutible artículo, refirién-
de Poemas a Canciones y otros poemas
dose a lo que nosotros hemos llamado las pri-
(1982), o sea a las tres primeras etapas de
G

meras etapas de la poesía de Belli, (de Poe-


nuestra periodización. Y en cuanto al fondo de
mas, 1958 a Por el monte abajo, 1966) for-
la cuestión, parece indudable que el limitado
mulaba dos observaciones importantes. La pri-
contenido social (menciones a la revuelta, a
mera, que en el trayecto de la poesía belliana
los jefes, a los dueños, a la destrucción del
había ido perfilándose un discreto proceso por
secreto régimen municipal, al Fisco, símbolo
el cual, de considerar al comienzo a los amos
del Estado o del poder o del sistema) percep-
como responsables del mal se pasaba a des-
tibles en los primeros libros, va desaparecien-
cubrir tal responsabilidad en los hados, en los
do a medida que pasan los años. Y aparece
hados-amos o en el absurdo, lo que de otro
entonces lo que algunos han llamado una fase
lado significaba una transición de la critica que
metafísica o mística (denominaciones sólo
pudiera llamarse social a otra en que la crítica
aproximadas), en la que la responsabilidad de
diluye sus destinatarios. La segunda, que Belli
las desgracias del hablante parecen, en efec-
(el hablante de su poesía) pareciera, de otra
to, cargarse a la cuenta de los hados, del azar,
parte encontrar la causa de sus males en sus
o de la «terrestre ley inexorable» (poema «La
propios yerros. Esto último tiene relación con
planta y la dama» de Canciones y otros poe-
otra afirmación de Cisneros: “En cualquier
mas) pero no de modo claro e indudable. Ten-
caso, no se integra, no quiere confundirse con
go la impresión más bien de que en reempla-
los demás en las luchas cotidianas por el bien,
zo de los amos surgen los hados, pero sólo
contra el mal. El ya se ha otorgado un lugar:
por un breve tiempo, para dar paso después a
ser el peor de todos, el más débil, como una
una especie de silencio (o abstención de opi-
forma de individualización» (Cisneros 1987).
niones/acusaciones) en lo que se refiere a
Sobre este tema central puede invocarse un señalar los factores causales del mal, ya no
breve pero sugestivo poema de ¡Oh Hada Ci- de la humanidad sino de la persona del ha-
bernética! que dice: blante que, como hemos visto, se siente pro-
fundamente diferente de los demás por estar
avasallado, marginado, postergado, alienado,
Los graves desperfectos falto de correspondencia amorosa, etc., etc.
Por eso la poesía de Carlos Germán Belli en-
del cojo o manco o tuerto, tre 1958 y 1982 (de Poemas a Canciones y
que son como del ave cruda liga, otros poemas) puede describirse como un
largo memorial de agravios, en el que el énfa-
pregúntome si existen sis está puesto en la morosa presentación del
¿por mí, crudo yo, o por ti, hado crudo? agravio mismo y no en la explicitación de las
causas que lo originan.
más si yo solo fuera
¿dónde ocultaré entonces

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La ironía desmitificadora de E

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Camilo Fernández Cozman A


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La lectura de la poesía de Carlos Germán Belli grupo de Lieja, radica la esencia del procedi- 15
(Lima, 1927) significa el descubrimiento de un miento de la ironía.
código profundamente heterogéneo, donde se C
En la retórica general textual, representada por
dan cita el registro culto, la jerga, la metáfora A
Tomás Albaladejo y Stefano Arduini, la ironía R
vanguardista y la versificación clásica. Pocas
es considerada desde una óptica disímil. Para L
veces un poeta en el Perú ha conquistado un O
Arduini 6, se sitúa en el campo figurativo o
lenguaje de tanta personalidad estilística, cuyo S
cognitivo de la antítesis porque supone, des-
léxico revela una ampliación del vocabulario
de una óptica conceptual, una oposición entre G
del poema, intencionalidad que hermana a Belli E
dos ideas. Si les decimos a ciertos estudian-
con César Vallejo. Probablemente estos dos R
tes que “son unos brillantes alumnos” cuando M
autores son los que han incorporado las pala-
la mayoría de éstos ha obtenido una Á
bras más insólitas en el ámbito de la poesía N
desaprobatoria, entonces se manifiesta una
peruana. Por ejemplo, Vallejo introduce el tér-
confrontación entre el buen nivel y el deficien- B
mino “plesiosaurio”; Belli incluye “plexiglás”
te rendimiento académico. Obviamente, el ha- E
produciendo una ruptura respecto de la poéti-
blante está tomando partido por el hecho de L
ca tradicional que excluye el uso de palabras L
enfatizar lo negativo a partir de una óptica algo
cacofónicas en un poema. I
sarcástica. Esa pugna entre dominios
La ironía es uno de los grandes recursos de semánticos va mucho más allá de la sintaxis y
Belli. Pierre Fontanier, en un tratado clásico del proceso substitutivo y de la noción de des-
decimonónico (Las figuras del discurso1), de- vío; pues sitúa a la ironía como un universal
cía que la ironía era una figura de expresión antropológico de la expresión: el ser humano
que opera sobre la base del mecanismo como especie se expresa irónica, metonímica
opositivo. Ella “consiste en decir a través de o metafóricamente, pero el contenido de la fi-
una burla, agradable o seria, lo contrario de lo gura retórica varía de cultura en cultura.
que se piensa o de lo que se quiere hacer pen-
Intentemos definir un poco más la ironía. Lau-
sar”2.
ro Zavala afirma que ella implica “la presencia
La neorretórica contemporánea, en el siglo XX, simultánea de perspectivas diferentes (que) se
ha profundizado en el análisis de la ironía. El manifiesta al yuxtaponer una perspectiva ex-
grupo de Lieja3 considera que la ironía es una plícita, que aparenta describir una situación, y
figura de pensamiento4 que opera mediante el una perspectiva implícita, que muestra el ver-
mecanismo de la supresión-adjunción5 porque dadero sentido paradójico, incongruente o frag-
se disminuye información y luego se agrega mentario de la situación observada”7.
un nuevo contenido informativo. Por ejemplo,
Por su parte, Wayne Booth, uno de los que
cuando alguien alude a un escritor de pésima
más ha estudiado esta figura retórica, señala
calidad diciendo que se trata de un “excelente
que cuando la ironía es decodificada de modo
escritor”, está suprimiendo la idea explícita de
pertinente se produce una cierta complicidad
la baja calidad del mencionado autor y está
entre el emisor y el receptor: “la emoción do-
agregando el concepto de que este último tie-
minante al leer ironías estables suele ser la de
ne, supuestamente, una calidad digna de ser
un encuentro, un hallazgo y una comunión en-
tomada en cuenta. En esa oposición, para el
tre espíritus afines”8.
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CARLOS GERMÁN BELLI

Nos queda por definir el término de los ojos”. No se aprecia el color de estos
“desmitificación”. Hay ciertas ideas que están últimos ni su belleza, sino un aspecto de natu-
almacenadas en nuestra tradición cultural y raleza más fisiológica: la sangre. Para que se
que son consideradas, por los grupos materialice plenamente el amor, resulta perti-
hegemónicos, como verdades casi irrefutables. nente que la muerte cometa un sacrilegio, es
Una de ellas, en el contexto del Parnasianismo decir, que ella se robe los huesos, el diente y
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francés del siglo XIX, fue que Venus era la dio- la uña. El amor solamente se plasma de modo
sa de la belleza. Arthur Rimbaud quiso cabal si se realiza el hurto antes señalado.
D E S M I T I F I C A D O R A

desmitificar dicha concepción acuñada en el


Resulta algo irónico pensar que los amantes
imaginario colectivo y escribió un poema (“Ve-
esperen que la muerte pueda apoderarse de
nus Anadiomena”) donde representa a la dei-
elementos corpóreos porque ello significa que
dad griega de la belleza como un ser lleno de
aquéllos renuncian a sus huesos, dientes y
fealdad y de rasgos grotescos; así Rimbaud
uñas, y piden ser una suerte de botín de gue-
quiso plantear una diferencia entre la estética
rra a merced del accionar de la muerte. Por
clásica (basada en la noción de equilibrio) y la
eso, el final no deja de ser ilustrativo: no son
moderna (marcada por los componentes gro-
las almas las que triunfan sobre la muerte, sino
I R O N Í A

tescos y la falta de armonía). La poesía mo-


los ojos que se miran como si fueran dos as-
derna seguirá las líneas trazadas por Rimbaud
tros y luego se unimisman. La fusión final, evo-
y será, en muchos casos, fuertemente
cada por el poema, evidencia que dichos ojos
desmitificadora.
LA

se transforman en parte del universo y perma-


necerán, de modo interminable, en el mundo
físico.
En tal sentido, Belli no desarrolla, en sentido
I, LA DESMITIFICACIÓN estricto, una cosmovisión cristiana por la cual
EN POEMAS (1958) el ser humano va, después de la muerte, al
cielo o al infierno; sino que plantea que los
amantes puedan reintegrarse al universo des-
pués de la muerte y continuar, a través de la
El proceso desmitificador se manifiesta, con
mirada, reconociendo la presencia del ser
claridad meridiana, en Poemas, primer libro de
amado hasta unirse con él constituyendo un
Belli. Leamos “Poema”:
solo astro en el centro del universo.
Nuestro amor no está en nuestros respecti-
Un texto que emplea, con claridad meridiana,
vos
la ironía desmitificadora es “Después de co-
y castos genitales, nuestro amor nocer la situación”:
tampoco en nuestra boca, ni en las manos:
todo nuestro amor guárdase con pálpito Después de conocer la situación
bajo la sangre pura de los ojos. del célebre ofidio del circo “Capitán Kid”,
Mi amor, tu amor esperan que la muerte del caballo,
se robe los huesos, el diente y la uña, de los perros de la calle Abancay que tiene
tanto tránsito
esperan que en el valle solamente
y de muchos animales que habitan en el fon-
tus ojos y mis ojos queden juntos, do del mar,
mirándose ya fuera de sus órbitas, encima del aire
más bien como dos astros, como uno. o bajo tierra.
después de conocer el destino
La concepción acuñada en la tradición eviden- de la flor de la maceta sobre el zócalo al
cia que el amor se asocia a la castidad de los estilo de 1912,
genitales, de la boca y de las manos. El poeta
desmitifica esa idea enfatizando que el senti- de los árboles
miento amoroso reposa “bajo la sangre pura
y de infinitos vegetales,

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después de usar mucho tiempo tífico: lo importante no es el ofidio visto de


manera impersonal por el zoólogo, sino aquel
una taza hecha en el Sur,
que es percibido por el individuo a través de
una cuchara de aluminio, su intransferible subjetividad. Lo fundamental
no es llegar a una explicación objetiva de las
una cama, características universales de un animal que
habita en el fondo del mar, sino reflexionar li-
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después de tantos años de amar con locu-


ra bremente poniendo en el centro la experien-
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cia cotidiana del hombre que ama y cumple


a una y a otra novia con determinadas necesidades fisiológicas;
de diferente ancho, pelo, voz, pues se habla de “una taza” y “una cuchara”,
elementos que remiten al acto de alimentarse
sonrisa, religión, con la más absoluta naturalidad.
corazoncitos, Posteriormente, el poeta decide desmitificar la
a continuación de numerosas lecturas, idea de predicción a través de la frase “des-
pués de conocer el destino” que enfatiza la
I R O N Í A

exámenes, sondeos, cálculos sobre el me- asociación algo insólita entre vaticinio y “ve-
dio ambiente, getales”. Tradicionalmente se predice un he-
cho que tenga repercusiones en la civilización
me colocan en una cáscara de huevo
humana o en el porvenir del universo. Resulta
LA

y doy de saltos irónico afirmar que se sabe lo que sucederá


con “la flor de la maceta sobre el zócalo al es-
de cocina en cocina
tilo de 1912”. El yo poético parece complacer-
sin remedio. se avizorando lo que pasará con objetos cuya
repercusión no es relevante para la vida de los
seres humanos. El vaticinio de leve matiz iró-
Se trata una burla fina y disimulada del proce- nico tiene como propósito “desacralizar” (es
so de conocimiento. Éste ha sido comprendi- decir, quitarle el prestigio o desacreditar) la
do, tradicionalmente, como el desarrollo de una predicción como procedimiento cognoscitivo en
relación seria entre el sujeto cognoscente y el el campo de la ciencia. Si el físico puede pre-
objeto de estudio. El primero ha querido acer- decir determinados hechos sobre la base de
carse al segundo tratando de despojarse, en ciertas leyes, el poeta —por su parte— se li-
la medida de lo posible, de la subjetividad. Los mita a vislumbrar la suerte de una simple “flor
positivistas decimonónicos creían que era po- de maceta” sin preocuparse por la dimensión
sible llegar a la verdad a través del empleo de objetiva ni rigurosa de su afirmación.
los métodos de las ciencias naturales y no tu- Versos después, se busca desmitificar la con-
vieron conciencia de la esfera subjetiva en el cepción de “amar con locura”. Para los román-
proceso cognoscitivo. ticos, el amor podía asociarse con la enferme-
Belli desmitifica irónicamente esa sed de ob- dad mental y era un sentimiento reñido con la
jetividad que existe en el individuo anhelante razón. Los enamorados (en algunas novelas
de llegar a la verdad irrefutable. Emplea la sar- románticas como Las tribulaciones del joven
cástica expresión “Después de conocer la si- Werther de Goethe) terminaban quitándose la
tuación” y enumera algunas especies de ani- vida. El yo poético decide desacralizar esa
males que son materia de investigación del concepción remarcando que amó “a una y otra
zoólogo: un ofidio, un caballo, un grupo de ca- novia/ de diferente ancho, pelo, voz, sonrisa y
nes y los seres que habitan en el mar y en la religión”. En otras palabras, el ser amado es
tierra. Después, utiliza la técnica de la yuxta- visto irónicamente como un objeto que tiene
posición: coloca dos expresiones (“Capitán ancho, largo, volumen y altura. La enumera-
Kid” y “calle Abancay”) para burlarse de la di- ción como figura literaria (nivel superficial) es
mensión universal del conocimiento científico. una manifestación del campo figurativo de la
En realidad, el poeta está aludiendo a un ofidio repetición (estructura profunda). Se hace una
amaestrado en un circo y a unos perros vaga- lista de elementos cuando se intenta reiterar
bundos que caminan en la calle determinados ejes semánticos para cumplir
Abancay. El yo poético ironiza su propio cono- con un propósito deliberado: caracterizar físi-
cimiento del mundo circundante y emplea, con ca y psicológicamente a la amada.
humor, términos que pertenecen al léxico cien-

54
El final del poema ironiza la dimensión cuanti- Cazuela D
E
tativa del conocimiento científico. Después de
&
ciertos “sondeos” y “cálculos sobre el medio A
ambiente”, el yo poético termina “en una cás- Solomo R
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cara de huevo” y da saltos como si fuera una E
pequeña ave que vaga, desorientada, “de co- cuando se hallan en mi estómago laico
S
cina en cocina/ sin remedio”. La burla del poe- se miran y preguntan
Y
ta se centra en el carácter impersonal de las
cantidades: los números parecen conducir a de dónde vienen
L
un saber absolutamente despersonalizado, por qué están allí E
manifestación palpable de alienación (o ena- T
R
jenamiento), pues los seres humanos son vis- hacia dónde van.
A
tos como guarismos o barras estadísticas o S
máquinas insensibles. Aquí Belli reflexiona
acerca de las secuelas del conocimiento cien- “Los contenidos” es otro poema donde la bur- NO
tífico, es decir, ¿la ciencia contribuye a un au- la fina y disimulada adquiere relevancia:
téntico desarrollo humano o a un mero progre- 15
so tecnológico? ¿Sirve hacer una investigación
muy rigurosa para poner a un hombre en una Una sopa por qué contiene porciones pesca- C
trivial cáscara de huevo? ¿Cuál es la dimen- do A
R
sión ética del saber académico? L
en lugar de porciones ave
O
S
un lingote por qué contiene porciones plomo
en lugar de porciones cobre G
E
R
un hombre por qué contiene porciones gómez
M
II.LA IRONÍA EN DENTRO
II. en lugar de porciones lópez. Á
N
& FUERA (1960) B
E
Belli ironiza el acto a partir del cual el ser hu- L
En Dentro & fuera, también se percibe el em- mano construye una cultura. En efecto, no hay L

pleo de la ironía en los diversos ámbitos. Por cultura sin clasificación y ésta se realiza me- I

ejemplo, Belli mira, de modo algo sarcástico, diante el empleo de los signos. Una de las ca-
las funciones del estómago y del hígado. En racterísticas de estos últimos es su carácter
“Expansión sonora biliar”, construye un poe- arbitrario, vale decir, el signo no tiene una re-
ma sobre la base del modelo de las lación racional con la cosa significada. No hay
jitanjáforas9 para burlarse del supuesto soni- razón justificada para que digamos “libro” y no
do que produce la bilis en el cuerpo. “book”. Saussure pone el siguiente ejemplo:
“no hay ningún motivo para preferir sœur a
En “Menú”, el yo poético califica a su estóma- sister”11. Por su parte, el yo poético se pre-
go de “laico” y personifica a la “cazuela” y al gunta: ¿por qué determinadas porciones se lla-
“solomo”10, los cuales se preguntan por qué man “gómez” y no “lópez”? ¿Por qué algo se
están en el estómago del hablante y “hacia llama “pescado” y “plomo” en vez de “ave” y
dónde van”. Ello manifiesta una intencionalidad “cobre”, respectivamente?
claramente desmitificadora: una necesidad fi-
siológica es vista de manera poco solemne. Empleamos las palabras de manera mecáni-
Belli desea proveer de rostro humano a los ali- ca, pero no nos ponemos a pensar el motivo
mentos y concibe, con humor, que una socie- por el cual nombramos las cosas con ciertos
dad laica (opuesta al mundo medieval) se al- vocablos. Belli, provisto de una leve ironía,
berga dentro de su vientre: hay una suerte de anhela desmitificar la relación arbitraria que
libertad de expresión (no sujeta a prejuicios existe entre el signo y el referente. Así cues-
premodernos) que permite a los alimentos tiona las bases sobre las cuales se ha conce-
manifestar una conciencia crítica (típica de la bido una cultura, pues ésta, en rigor, no existe
modernidad) e interrogarse acerca de “por qué sin las palabras ni las expresiones acuñadas
están allí”, vale decir, cuál es la razón por la en el imaginario colectivo.
cual están dentro del cuerpo del yo poético: Heredero de una tradición que viene desde
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CARLOS GERMÁN BELLI

Rimbaud, Belli no cae en la fácil denuncia Dubois. Ellos realizan un análisis retórico de ten-
panfletaria, sino que usa la ironía para des- dencia estructuralista.
4 El grupo de Lieja (o grupo Mi) llama metalogismo a
acreditar algunas concepciones que han sido
la figura de pensamiento.
impuestas acríticamente por los grupos domi- 5 Groupe ¼. Rhétorique générale. Paris, Éditions du
nantes. Así, su poesía no solo revela un cui- Seuil, 1992, p. 139.
dadoso trabajo con el lenguaje, sino una re- 6 Arduini, Stefano. Prolegómenos a una teoría general
D E

flexión sistemática acerca de la concepción del de las figuras. Murcia, Universidad de Murcia,
amor romántico, de la utilidad del conocimien- 2000, p. 119.
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7 Zavala, Lauro. Humor, ironía y lectura. Las fronteras


to científico y de la arbitrariedad del signo, entre
de la escritura literaria. México, UAM Xochimilco,
otros temas. Razones más que suficientes para 1993, p. 39.
hacer de Belli un clásico indiscutible de la lite- 8 Booth, Wayne. Retórica de la ironía. Madrid, Ed.
ratura latinoamericana. Taurus, 1986, p. 57.
9 Poemas hechos a base de una mera repetición de
Notas onomatopeyas o de sonidos totalmente desarti-
culados que no llegan a constituir palabras. Al-
fonso Reyes habla de las jitanjáforas en La expe-
riencia literaria (1952).
I R O N Í A

1 Fontanier, Pierre. Les figures du discours. Paris, 10 Según el Diccionario de la Real Academia Españo-
Flammarion, 1977. Este tratado fue publicado la, “solomo” equivale a “solomillo” (“En los ani-
desde 1821 a 1830. males de matadero, capa muscular que se ex-
2 Ibídem, pp. 145-146. La traducción es nuestra. tiende por entre las costillas y el lomo”). Veáse
LA

3 Se trata de un grupo de profesores de la Universi- www.rae.es


dad de Lieja (Bélgica), encabezados por Jacques 11 De Saussure, Ferdinand. Curso de lingüística ge-
neral. México, Planeta, 1985, p. 93.

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EL VUELO ERÓTICO DE D
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Ricardo González Vigil T


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ran alborozo nos ha causado que Carlos Germán Belli expresar la condición humana, el legado cultural y el
haya recibido este año el Premio Internacional de contexto histórico que vivimos. Luego del preludio -
C
Poesía “Pablo Neruda” que otorga el Ministerio de Cul- con ecos vanguardistas- de sus dos primeras colec- A
tura de Chile, uno de los galardones más importantes ciones (Poemas, 1958, y Dentro & Fuera, 1960); vino R
del ámbito hispánico. Merecidísimo reconocimiento a la primera estación de su sorprendente lenguaje post- L
O
quien es una de las voces mayores de la poesía con- vanguardista en el que fusiona lo antiguo y lo moder- S
temporánea en lengua española; a nuestro juicio, no, lo mítico y lo científico, lo sublime y lo grotesco, la
ausente Jorge Eduardo Eielson, el más grande poeta expresión cultista con el coloquialismo (incluyendo la G
E
peruano vivo. repana plana), la óptica idealizadora y el contexto so- R
cio-económico asfixiante, la corpóreo-material y lo M
En los prólogos que dedicamos en la primera edición
anímico-espiritual, con tres títulos que lo consagra- Á
de ¡Salve, Spes! (Lima, Pontificia Universidad Católi- N
ron fuera del Perú (¡Oh Hada Cibernética!, 1961; El
ca del Perú, 2000) y a la compilación Versos reuni-
pie sobre el cuello, 1964; y Por el monte abajo, 1966). B
dos (1970-1982) (Lima, Instituto Nacional de Cultura,
E
2006) hemos dado razones que respaldan nuestra Le siguió un desarrollo espléndido de su sistema ex- L
predilección por la obra de Belli: presivo, pasando del cultivo de composiciones L
I
mayoritariamente breves, al burilado de combinacio-
-Ha labrado un lenguaje poético propio, único, en un
nes estróficas de más aliento y complejidad (ahí so-
grado de sistematización que está entre los mayores de
bresalen las sextinas y, en particular, las canciones
la literatura actual: “todo un sistema comunicativo, per-
petrarquistas); proceso unido al abandono gradual del
sonal, complejo y coherente, con bases en el discurso
tono tanático, desgarrado, a ratos irónico y
poético cortesano [aunque nosotros preferimos llamar-
malhumoradamente sarcástico, de los años 50-60, a
lo cultista, que no el calificativo de valor limitado, y aún
favor de un tono crecientemente afirmativo del Amor,
equívoco , que resulta cortesano] del Renacimiento pero
la Vida y la Esperanza: es la etapa de Sextinas y otros
re-elaborado en un nuevo esquema propiamente
poemas (1970), En la alabanza del bolo alimenticio
belliano, a veces hermético y de difícil comprensión”
(1979), Canciones y otros poemas (1982), acompa-
(Paul Borgeson, Jr.; Prólogo a su antología: Belli, Los
ñados de una breve antología escogida por él mis-
talleres del tiempo; Madrid, Visor, 1992; p.9).
mo, la plaqueta Asir la forma que se va (1979).
Al respecto, recordamos que Javier Sologuren nos
Y ese nuevo tono vitalizador ha alcanzado una fron-
decía que, entre todas las voces de su generación
dosidad de imágenes fulgurantes y una fluidez san-
(la conocida como Generación del 50), la de Belli era
guínea todavía mayores en su etapa más fructífera y
la que mejor había conseguido forjar una “lengua poé-
admirable: Más que señora humana (1986, en la ter-
tica”, toda una “codificación de la imagen poética” des-
cera edición recibió su título definitivo: Bajo el sol de
plegada poemario a poemario. Hecha la salvedad de
la medianoche rojo, 1990), El buen mudar (1986 y
que Jorge Eduardo Eielson también lo logró dándole
1987), En el restante tiempo terrenal (1988 y 1990),
al vocablo ‘poesía’ toda su amplitud de ‘creatividad’
Acción de gracias (1992), En las hospitalarias estrofas
(con o sin palabras), suscribimos el dictamen de
(2002) y la Miscelánea íntima (2003). Destaquemos
Sologuren.
que En las hospitalarias estrofas contiene ¡Salve,
-La aventura creadora de Belli ha ido en ascenso con- Spes! (publicado suelto el 2000), una obra maestra
tinuo, con frutos ya magistrales desde sus primeros de mil versos que reclama su sitio entre las cumbres
poemarios, cada vez más hondos y complejos para más sustanciosas y admirables de la poesía contem-
poránea en español.
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cas, simbolistas y surrealistas. Empero, conforme ocu-


**
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rre en su personalísimo sistema expresivo, todo lo


E

aprendido se halla sometido a una re-elaboración ra-


B

dical, al fusionarse con el polo expresivo audazmen-


te contemporáneo: avances científicos y tecnológicos
E

(verbigracia, la Cibernética), contexto tercermundis-


D

ta, rasgos grotescos del sujeto poético (frente a la


entro de la obra de Belli un tema central es el amor amada maravillosa, se complace en rebajarse: cua-
O

erótico. Cabe recordar que los griegos distinguían drúpedo, asno, etc.) y una valoración del cuerpo
C

entre eros (amor de pareja, que anhela la posesión erotizado, de lo fisiológico (aparato genital, bolo ali-
I

del tú y el placer sexual) y ágape (amor altruista, so- menticio, etc.), que se suma a una estupenda corriente
T

lidario, de donación a los demás sin buscar el placer peruana de “poesía del cuerpo” (Vallejo, Eielson, Blan-
Ó

o el provecho propio). Equivalentes latinos de eros: ca Varela, antes de la explosión de lo fisiológico a


R

amor (y de ahí el vocablo español homónimo); y ága- manos de la Generación del 70 y la poesía erótica
E

pe: caritas (de ahí caridad). femenina de los 80) resuelta con marcas intrasferibles,
bellianas.
O

La cima no sólo peruana, sino del todo el idioma es-


L

pañol (y hasta donde sabemos, del siglo XX en cual- Y hay algo más: en el tránsito del tono tanático al tono
E

quier idioma), de la poesía que celebra el ágape, el afirmativo de la vida y la esperanza (en otra ocasión,
U

amor solidario, es César Vallejo; quien, también, aun- he hablado de “Nuevos cantos de vida y esperanza”,
remitiendo a Darío, poeta reverenciado por Belli), el
V

que no suele tenerse en cuenta, fue un apreciable


poeta del amor erótico, no tanto en algunas composi- tema desencadenante de mayor peso ha sido el del
L

ciones intensas de Los heraldos negros (“Idilio muer- amor erótico: en sentido estricto, pues, ha pasado del
E

to”, “Heces”, “Fresco” y “Yeso”), sino en el libérrimo tono tanático al tono erótico. También incidió el tema
canto del deseo y el placer sexuales que desatan va- de la ternura paternal ante sus hijas, seguido luego
rias páginas de Trilce con una reivindicación de lo de composiciones dedicadas a sus padres y antepa-
intintivo y lo fisiológico sin antecedentes en la lengua sados; un caso especial es el del hermano enfermo,
española, lo que lo unge uno de los grandes poetas minusválido, que aparece desde los primeros
eróticos de su tiempo, aunque totalmente distante de poemarios, pero al comienzo tocado con angustia y
lo que comúnmente se espera de la poesía amorosa pesadumbre, asumido positivamente después como
(esa que satisfacen las rimas de Bécquer, y numero- hermandad complementaria de hermanos insepara-
sos versos de Rubén Darío y Pablo Neruda). bles (en la parte X de ¡Salve, Spes! Son asimilados
al paradigma mítico de los dioscuros, los géminis
En el caso de amor erótico, además de Trilce, existen Cástro Cástor y Pólux).
muestras sobresalientes en los peruanos César
Atahualpa Rodríguez, Alberto Hidalgo, Carlos Sin duda en el tránsito a ese tono vital ha sido decisi-
Oquendo de Amat, César Moro y Emilio Adolfo va la temática religiosa: la entrega a la voluntad divi-
Westphalen; y, en lo concerniente a la Generación na (es decir, la virtud teologal de la Esperanza), se-
del 50, en los mencionados Eielson y Sologuren, igual- gún la fe católica de Belli. Pero conviene percibir que
mente en Juan Gonzalo Rose, Gustavo Valcárcel y la expresión privilegiada de la religiosidad de Belli
Francisco Bendezú (éste todo un “especialista” en el procede de la experiencia del amor erótico (en conta-
encandilamiento erótico). Sin embargo, bien sopesa- dos casos, se nutre de la contemplación de la Natu-
das las cosas, Belli ostenta el cetro peruano del amor raleza creada por Dios, o del compromiso solidario
erótico. Vence a todos en originalidad (aspecto en el con el prójimo), haciendo del vuelo erótico una va-
cual puede hacerle pelea Trilce, pero aclarando que riante del vuelo místico, un “camino de perfección”
Vallejo aborda el deseo sexual pero no la plasmación del que es guía su esposa, una “donna angelicata”
plena de él en la pareja erótica, con lo cual su enfo- con habilidad práctica para solucionarle las necesi-
que es restringido e incompleto, sin la visión integral dades terrenas, conforme la pinta “A la enviada del
de Belli) y en capacidad para labrar una codificación Hada Cibernética, que es mi esposa” (pertenece a
erótica que le pertenezca (los otros poetas peruanos, En el restante tiempo terrenal).
excepción de Vallejo, se conforman con
La poesía mística ha encontrado en el amor erótico
sistematizaciones previas: romántica, simbolista y
(Amado con Amada) las vivencias humanas que me-
surrealista, sobre todo) y que alcance una honda sig-
jor podían sugerir lo que resulta inexpresable para
nificación de alcance universal.
las palabras y los conceptos humanos: la inefable
Se nos objetará que Belli se basa en codificaciones unión con Dios. En la Biblia, siendo Dios por excelen-
anteriores, sumamente prestigiosas: platónicas, cia Amor, la unión de Dios con su pueblo elegido (y, a
trovadorescas, italianas (el “dolce stil nuovo” de Dante, nivel individual, con cada persona) gusta de la ima-
más Petrarca y el petrarquismo subsiguiente) y del gen del “matrimonio espiritual”: brota así el “Cantar
Siglo de Oro español (Garcilaso, Medrano, Góngora, de los Cantares”. La Iglesia católica, en esa línea,
etc.), sin omitir –en medida menor- huellas románti- invita a ver en el sacramento del matrimonio un sím-

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bolo de la unión con el amor divino; los místicos (di- Porque prójimos no éramos nosotros,
L

gamos San Francisco de Asís, Santa Catalina de y en horma yo lucía de cuadrúpedo,


E

Siena, Santa Teresa de Jesús y San Juan de la Cruz)


del hocico a la cola,
B

han experimentado la culminación mística como un


“matrimonio espiritual”, sobre el cual nos ha legado exactamente un bruto.
E

bellísimos poemas San Juan de la Cruz. ……………..


D

Lo original de Belli es que coloca en primer plano la Mas vos llegasteis al pesebre mío,
O

participación del cuerpo, de lo fisiológico, casi y mudado fui a vuestra humana grey,
sacralizando lo terreno, de otro modo que Vallejo y
C

Eielson. En el caso de Vallejo, lo fisiológico-terreno por siempre recobrado


I

la faz y el seso humano.


T

reconoce raíces indígenas (el panteísmo andino) y


Ó

una asimilación del materialismo contemporáneo (de


R

Darwin a Marx); en el de Eielson, una aproximación (“A mi esposa”, ¡Oh Hada Cibernética!)
E

del pensamiento oriental, en especial el budismo zen.


Tratándose de Belli, prima una apropiación del ero-
O

tismo occidental contemporáneo, de sesgo materia- Va a ser en el poemario En alabanza del bolo alimen-
L

lista y ateo, pero que Belli “bautiza” y sublima “a lo ticio que, por primera vez, se vuelve un tema domi-
E

divino”, celebrando el amor matrimonial como nadie nante, entrelazado al tema vertebrador del poemario:
U

lo ha hecho, que sepamos, en la poesía erótica. la digestión, la valoración poética de los alimentos
V

como componentes de nuestro ser. El cuerpo de la


amada es calificado de “presa”, presa sabrosa que
L

se anhela comer y hacerla uno con el cuerpo del que


***
E

ama. En la mayoría de los textos, la amada lo desde-


ña, se queda sin su “sabrosa carne tipo A” (“Las al-
bóndigas”). Empero, hacia el final del poemario des-
punta una luz diferente: en “La búsqueda” el sujeto
poético retrata su existencia en espera de una “dama
/ por invisible escala descendiendo / allá del cielo”
redominando el factor tanático en sus primeros una ‘donna angelicata’ a la que pudiera contemplarla
poemarios, lo erótico se limita a sublimar la unión es- un instante para poder volver a verla (cual Dante a
piritual. En “Poema” (de la primera colección suya: Beatriz, Petrarca a Laura) “allá en la muerte”; hasta
Poemas), llega a sostener que el amor de la pareja que por fin, “cuando sin esperanzas yo vivía” se le
no esta en sus “castos genitales” (nótese el adjetivo mostró “la constante dueña de mi alma”.
represor “castos”), ni siquiera en la boca ni en las
Más claro del encuentro erótico, desde el título, es
manos (empleados en las caricias consabidas); sino
“Epitalamio”, donde “todo el universo es un gran le-
en “bajo la sangre pura de los ojos” (contemplación al
cho / donde se escribe y el amor se hace”. Le sigue la
modo platónico o trovadoresco), esperando la muer-
primera de las grandes joyas con que Belli celebra la
te para que, en el Más Allá (es decir, fuera del imper-
unión erótica, la sextina “A Filis”, de la cual citamos
fecto mundo en que vivimos, despreciado por Platón),
las tres primeras estrofas:
los ojos de ambos se junten “como dos astros como
uno” a semejanza de la visión beatítica.
De otro lado, reviviendo modelos trovadorescos y Un nudo por eterno no de hilos
petrarquistas, se complace en presentarse enamora- contigo, Filis mía, ni de cintas
do de una amada que lo desdeña (la “belle dame sans
merci”), sintiéndose indigno de ella: véase “A la no- ni de menos hecho de livianas cuerdas,
che” y “Sextina de los desiguales”, en Sextinas y otros más si anudados tú y yo por las aguas,
poemas: “Ni de cien mil humanos”, “En la hacienda El por largas lenguas de ardoroso fuego
Desdén”, “Puros Nones”, “La presa de carne que no
y movimientos sin cesar del aire.
se deja comer porque piensa en otro bolo alimenti-
cio”, “La presa de carne que aspira a un bolo alimen-
ticio de mejor alcurnia”, “Estancias”, “Las albóndigas”, Así en nudo de fuego y agua y aire,
“El aire, suelo y agua…”, “Los desdenes” y “Res, res
cuya cuerda es un digno y puro hilo
mía” en En alabanza del bolo alimenticio.
más purpurado que los propios fuegos,
Poco a poco se va insinuando el enfoque positivo del
más fino que la fibra de las cintas,
erotismo. Palpita implícito en el agradecimiento a la
esposa por haberlo rescatado de su condición de cua- y dentro yo y tú como pez en agua,
drúpedo, por haberlo humanizado: tal dos hilos juntos en una cuerda.

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Ninguno desatar podrá las cuerdas Pues ello ocurre cuando día y noche
con que firme nos ha anudado el aire, varón y dama se entretejen firmes
ni tampoco la ligazón del agua, en el seno de un solo haz convulsivo, D
E
que en uno y en otro caso es vital hilo, sobre el vasto planeta retorciéndose
A
soldándonos como umbilical cinta, como un madero pasto de las llamas, R
entremezclada de aire y agua y fuego. que los amantes seres disfrutando T
E
hasta la muerte yacen, S

¡Hasta la reiteración envolvente de las palabras fina- y lo de adentro aflora todo afuera, Y
les de las estrofas, conforme al diseño canónico de la como la aurora tras la noche oscura, L
sextina, parece ritualizar el anudamiento erótico con así manifestando E
su amada, denominada, al modo cultista de la poesía T
bucólica, Filis! La fusión erótica persiste en el siguiente el prado en las entrañas encubierto, R
A
poema, el penúltimo de En alabanza del bolo alimen- donde la alondra canta bajo el agua, S
ticio, esta vez uniendo dos símbolos que encarnan la y las ovejas pastan entre el fuego.
desigualdad entre el que ama y la amada: el olmo y la NO
yedra.
Que el espíritu no habla por la boca, 15
El siguiente poemario (Canciones y otros poemas)
posee gran diversidad temática. Contiene textos en de aquel que adora a dama como diosa,
la línea afirmativa de la posesión erótica: “Villanela” y y sale afuera al aire plenamente, C
A
“La planta y la dama”. Lo que más nos interesa es la del corazón abajo por el monte, R
canción que cierra el poemario, la primera joya de lo L
para retornar al mujeril seno O
que enunciábamos: el vuelo erótico como camino mís-
tico. Deslumbra cómo, con imágenes de una moderni- hasta los extramuros de la carne, S

dad alucinante para su formato cultista, el poeta-aman- donde su imperio anuncia G


te descubre asombrado que el espíritu (del cual nues- E
con más empeño que con la palabra; R
tro cuerpo es templo, recordemos; Santa Teresa, en M
base a ello, forjó el simbolismo de las Moradas) ha- y asido de las alas del delirio, Á
bla por su falo (por sus genitales, a los que cabría de súbito remonta N

apelar “santos”, ya no pudibundamente “castos”) y no el más allá del cielo deleitoso B


por su boca, haciendo que su matrimonio terreno (uni- E
do en cuerpo y en alma) se transfigure en sacramen- cuando el alma, ¡oh Dios!, por la boca no, L

to místico de un Edén recobrado, conseguido al es- mas por falo hablando eternamente. L
I
calar el Monte de Venus, que no el Monte Carmelo:

(“Cuando el espíritu no habla por la boca”)


Mas el alma por una vía extraña
al fin se manifiesta eternamente,
El desarrollo fulgurante de lo descubierto en este gran
entre los rayos del nocturno sol, poema nos acoge y transfigura en el libro-himno al
por el Monte de Venus escalando, amor erótico que es Bajo el sol de la medianoche
rojo(titulado primero Más que señora humana). Los
donde por vez primera ahora está
propios títulos resaltan el éxtasis erótico con una se-
en la gloria del gozo sin medida; ñora “angelicata” (por eso “más que humana”), a la
pues en las mil delicias que antes el poeta-día cortejaba inútilmente como
de un mínimo momento que se esfuma amada-noche: ahora, así como cerca del polo luce
en medio del verano el “sol de la medianoche”, la
en un abrir los ojos y cerrarlos, copula erótica deleitosa y paradisíaca fulge como un
se vuelve a las alturas rojo(color de la pasión) sol nocturno. También alude
de la gestación bajo el placer máximo a cómo acabada la juventud del poeta, entrado en el
otoño de la existencia, accede, por fin, al erotismo
de los padres en su perpetua boda,
humanizador y sacralizado que anhelaba.
ya acá como hoy en los Elíseos Campos.

............................ ¡Habría tanto que citar de casi todos los poemas de


¡Bajo el sol de la medianoche rojo! Luego del pórtico,
a modo de “presagio” de la plena revelación del ero-
tismo, nos espera la “Villanela” que proclama
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jubilosa:”Poseo al fin del monte el gran tamaño,/ y del cuando se dirigieron hacia mí,
L

seso el divino entendimiento”(el Monte de Venus, se encendiéndome el fuego de la vida


E

entiende, descubierto como vía sagrada). La contem-


y dejando ver como es el Edén
B

plación mística se torna aquí la visión deleitosa de la


amada(“Lo mas pronto ante tus ojos”). Si en el anti- reflejado en la pura superficie
E

guo “Poema” dedicado a los ojos; ahora los ojos ver- de tus verdes pupilas.
D

des de su amada-esposa( su nombre real es Carmela


añadamos, como invitándolo a descubrirla Carmela-
O

(“Todos los ojos verdes...”)


Carmelo del vuelo erótico) actúan como los puntos
C

de partida de la ascensión mística desencadenada


I

por su matrimonio a la vez sexual y espiritual: Es decir, el tópico platónico-medieval-romántico del


T

“amor a primera vista” escenificado como un “flecha-


Ó

zo” lanzado por los ojos de la amada la primera vez


R

Todos los ojos verdes de la historia que fueron contemplados como una “iluminación” o
E

en los tuyos renacen, “epifanía” de su potencial edénico.


O

en un par de pupilas como el mar, El poema siguiente clama porque nunca “arranquen
L

por donde sale a relucir tu alma de mi lado” a la amada(“No me la despojen”). Viene


E

en la exacta señal de su grandeza, enseguida una extraordinaria variante del poema Fray
U

Luis de León “¿Cuándo será que pueda,/libre de esta


nimbo resplandeciente de tu rostro
V

prisión, volar al cielo...?. En ella Belli anhela una cama


brillando de aquí al cielo. celeste para entregarse al éxtasis erótico, al orgas-
L

mo del cuerpo y el alma, sempiternamente:


E

Y a partir de tus ojos de repente


empiezo yo a vivir ¿Cuándo, señora mía; dormiremos
en uno y otro punto cardinal, por primera vez entre el cielo y suelo,
a escalar la montaña inaccesible como aves en el seno de su nido...?
para así tocar la celeste bóveda… ..................................
............................................ ¿No hay por ventura una celeste cama
que día a día sin cesar se extienda
No es menester meterse entre las nubes, a lo largo del horizonte todo
sino sólo ascender y a la vez en los puntos cardinales,
por la carne y el alma de tu cara, y tendernos de polo a polo allí
clara senda a la máxima morada, sobre la faz del orbe plenamente?
y gracias a tu diáfano mirar ...................................
desde entonces la eternidad conozco
allí en tu humano halo. Esta que será cama de los dos,
.......................................... como estuche de teas crepitantes
en medio del silencio nocturnal,
Ir arriba o abajo finalmente cuyo colchón es trozo luminoso
por igual lleva fijo de la bóveda ignota desprendido,
al invisible punto donde se unen y donde yacer ambos codo a codo
nuestras almas ávida de amor, hasta transfigurarnos
entrelazadas por primera vez a la luz de la aurora
como nunca lo hicieron en el orbe, en uno eternamente,
juntando cielo y suelo. como único ser recién gestado
en el claustro materno incandescente;
y todo empieza sin ninguna duda y nuestras almas como ovejas blancas
a partir de tus ojos, por vez primera pasten
no florecillas, mas tizones sí.

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Nada más que la cama de tus padres, bien atado a ti con el carnal nudo,
nada más que la cama de mis padres, aunque en verdad del todo libremente,
una con otra unámoslas por siempre, pues de la tierra al cielo voy y vengo. D
E
leño con leño, holanda con holanda,
A
que allí tan locamente nos hicieron ¡ Consagración gozosa del yugo matrimonial del R
de arriba abajo el uno para el otro, connubio que ata a los cónyuges! T
E
como exactas mitades S

de una fruta partida En el poemario siguiente, El buen muda, esa apo- Y

por el gran hortelano; teosis del erotismo brota en “Mi victoria”, “Del Monte
de Venus al cielo”, “Del lecho botánico al lecho hu- L
y en la cama sin par tú y yo por fin mano” y “El buen mudar”. Mención especial reclama
E
T
dejando sobre el lino claras huellas uno de sus mas originales poemas eróticos, en el que R
el padre del poeta semeja su “Ángel de la Guarda”, A
de dos almas y cuerpos ávidamente S
en tanto le ha legado el poder fálico de su árbol
en un compacto todo,
genealógico, el cual lo vigoriza estando ya en el oto-
no de aire o fuego, mas de cielo sí. NO
ño de la vida:
15
(“¿Cuándo, señora mía...?”)
El falo de mi padre resucita
C
A
Páginas más adelante, en “La venturosa historia”, el A través de mi sexo su potencia R
sujeto poético presenta su existencia como la bús- L
............................. O
queda de la amada, felizmente premiada con lo an- S
siado: “muchas gracias, ¡oh santos cielos!, / por ha- por tu vuelta principio finalmente
llar a mi dueña finalmente/ en el jardín del árbol de la G
el transito perpetuo a las delicias, E
vida / más allá de los puntos cardinales”. R
y ahora sí poseo en abundancia M
En otro poema, la cópula asume la plenitud pitagórico- Á
platónica del refugio-templo divino (“La paz el sumo aliento nunca más esquivo, N
geométrica”). Le sigue un texto cuyo título condensa y soy yo como un bienaventurado B
la epifanía sagrada: “Cuando la dama oculta sus co- E
sas efímeras y revela su amor eterno”. Y coronan el sucesor de tu sexo sacrosanto, L
gran poemario erótico de Belli dos celebraciones de y nunca más medrosos
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la copula en orgasmo perpetuo. El magistral “No salir
jamás”: al escalar de Venus las alturas.
¿Cuándo , cuándo de nuevo volveré,
en que minuto, día, año o centuria, Ahora , padre amado, de allá vienes
al sacro rinconcillo de mi dueña, y tus huesos tan fértiles renacen
paraje oculto para mí guardado,
al toque de los rayos de la aurora,
y a merced de su excelsa carne allí
yacer adentro y n salir jamás. obsequiándome el ímpetu de tu hambre
(...) para siempre allí quedarme, bajo múltiples círculos concéntricos,
no como dueño de un terrenal sitio, que pasa a formar parte en adelante
mas por entero rey del universo. el apetito mío,
como tú venturoso
Y el incandescente texto final, “El nudo”, que termina
memorablemente: en la cena amorosa de mi origen;
y tras cada convite
Al diablo con el albedrío de la vida,
Sumo don de los hados celestiales, bajo el sol de la medianoche rojo
Y nada mas que estar en ti prefiero tu y yo volamos hacia el infinito.
Sujeto a tu carnal y firme lazo
(...) es así el vivir día y noche siempre (“Cual un Ángel de la Guarda”)
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El éxtasis erótico prosigue en los siguientes


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poemarios, verbigracia “Lo inapagable” y “La inercia Todo empieza con la sensualidad
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de La miscelánea íntima. A nuestro buen entender, la


no del reino del bolo alimenticio,
B

cumbre que nos traspasa, a todo vuelo, es el canto IX


del poemas más admirable de Belli, ¡Salve, Spes! ni tampoco de las sensibles artes,
E

Citemos paladeándolas sin cesar, algunas de sus sino aquella latiendo en las alturas
D

estrofas:
del alma y de la carne puntualmente,
O

sobrepujando el tiempo y el espacio,


C

No salir ni una vez del lugar magno y donde se entrelazan


I

en el cual la sensualidad gobierna el tacto, vista, olfato, oído y gusto,


T
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desde acá a los confines siderales, como si los sentidos


R

y el ápice es allí y no en otro sitio, de cada dama y hombre allí se unieran.


E

y donde empieza la ascensión directa


a coronar un ser indivisible…
O

Esta rápida revisión del vuelo erótico de Belli prueba


L

........................................ contundentemente que nuesto gran poeta tiene moti-


E

Es el alto tabernáculo al fin vos sobrados para confesarse “hablante contento” en


U

el conjunto que contiene ¡Salve, Spes!, o sea En las


ese monte de Venus codiciado
V

hospitalarias estrofas, título que implica agradecimien-


donde guardar el pasmo compartido to a las “estrofas” por haber sido benignas con él, con
L

bajo la forma del resplandor rojo su formidable obra poética Dentro de ella, un tema
E

central, de originalidad suma, es el erótico; el propio


de la primera aurora de la Tierra
Belli lo ha entendido así, entregando una antología
brillando sobre Adán y Eva muy juntos, de su poesía amorosa para un edición masiva chile-
uno en el otro dentro na, denominándola Lo inapagable (Santiago de Chi-
le, Lom Ediciones, 2004). Ya es hora de ubicarlo en-
ceñidos por la aureola luminosa,
tre los mejores poetas eróticos hispanoamericanos,
que muda el tabernáculo con Rubén Darío, Pablo Neruda y Octavio Paz.
en la casa del éxtasis celeste.

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E L MIEDO COMO FIGURA DE LO REAL :
ANÁLISIS DE “L O I NALCANZABLE ” DE D
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Marcos Mondoñedo R
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oland Barthes, en El placer del texto, sostiene que En términos de filosofía contemporánea podríamos
existe una relación de exclusión entre el placer y el decir que el miedo sería una especie de punto de
goce textual. Afirma que la crítica indaga siempre so- paralaje entre términos opuestos y en algunas oca- C
A
bre textos de placer y que los textos de goce quedan siones irreconciliables. Slavoj Zizek, en un texto de R
excluidos, en principio, por insostenible y por imposi- reciente aparición explica así esta noción: L
bles. Esto puede decirse desde una cierta lectura de O
La definición común de paralaje es: el aparente des- S
“La subversión del sujeto” de Jacques Lacan. El pro-
plazamiento de un objeto (su deslizamiento de posi-
pio crítico francés incluye en su texto, a modo de cita, G
ción sobre un contexto) causado por un cambio en la E
un célebre pasaje del psicoanalista: “Lo que hay que
posición de observación que brinda una nueva línea R
reconocer es que el goce como tal está Inter-dicto a M
de visión. El giro filosófico que debe agregarse, por
quien habla, o más aún que puede ser dicho sino en- Á
supuesto, es que la diferencia observada no es sim-
tre lineas”1 N
plemente “subjetiva”, debido al hecho de que el mis-
Sin embargo, esta inaccesibilidad del texto de goce mo objeto que existe “allí afuera” es visto desde dos B
E
para la crítica no implica necesariamente que el goce lugares o puntos de vista diferentes. Es más bien, L
no pueda expresarse de ningún modo –y que por tal como habría tenido que formularlo Hegel, que sujeto L
motivo resulte insostenible para la crítica–, sino que, y objeto están inherentemente “mediados”, de modo I

estando prohibido o inter-dicto, solo puede decirse que un desplazamiento “epistemológico” en el punto
entre líneas. Por tal motivo, si bien en principio goce de vista del sujeto refleja siempre un desplazamiento
y texto se excluyen en el nivel de los enunciados o de “ontológico” en el objeto mismo2.
la realizaciones discursivas, no existe exclusión sino,
Desde otro “punto de vista”, podemos configurar la
antes bien, mediación del discurso para el goce en el
paralaje como aquella instancia que nunca resulta re-
nivel de la enunciación. En términos lacanianos –y
presentada siendo que, paradójicamente, es la con-
en aparente contradicción con la cita anterior– el sa-
dición de posibilidad de toda representación. Pense-
ber es medio de goce si saltamos del nivel de los di-
mos en una mínima secuencia cinematográfica en la
chos al nivel del decir.
que primero vemos el rostro de una bella mujer mi-
No obstante, resulta factible pensar en un componente rando el vacío, luego la toma panorámica de una ca-
enuncivo para hacer las veces del engarce textual de lle solitaria y, a continuación, otra vez el rostro de la
la configuración del goce enunciativo –en otras pala- mujer. Lo que “no cesa de no escribirse” en esta se-
bras, algo en el discurso que apunte en dirección hacia cuencia y permite el discurrir cinematográfico elemen-
las condiciones de su posibilidad. También en este tal propuesto es la brecha inaccesible entre el rostro
caso Roland Barthes y El placer del texto vienen e de la mujer y la calle solitaria. Este cambio imposible
nuestro auxilio. Se trata de una reflexión sobre el mie- de inscribir hace factible, por ejemplo, que podamos
do relativo al goce. Según el crítico, el miedo tiene deducir que la bella mujer mira la calle y, a partir de
cierto carácter “mediocremente indigno” que hace esto, abducir o interpretar que posiblemente espera a
posible que la locura conviva con la conciencia y que alguien. Pero el carácter fundamental de la paralaje no
la escisión subjetiva sea concomitante con la indivi- sólo radica en las posibilidades que abre a la significa-
duación. En otras palabras, resulta una especie de ción, si no existiera esta brecha inaccesible un plano y
interfaz gozosa de los contrarios. otro se verían físicamente superpuestos, todo discurrir
resultaría imposible y en su lugar habría bloques pro-
fundamente opacos de inaccesible significación3.
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M A R C O S M O N D O Ñ E D O
R E A L

Esta breve argumentación nos permite señalar un hiperpetraquismos; en una sintaxis con giros
ámbito no dicho que podría servir, precisamente, de gongorinos como la elipsis y el hipérbaton, y otros
L O

instancia paraláctica entre dos dimensiones que la recuerdos de las Soledades en las fórmulas
crítica acentúa de diversa manera cuando se refieren sintácticas6.
a la obra de Carlos Germán Belli. Y es que, en gene-
D E

Qué otra cosa podemos añadir a esta vibrante mues-


ral, la crítica tiene como procedimiento habitual el én-
tra de erudición literaria. En todo caso es evidente el
fasis. Hacer una lectura es destacar aspectos y dejar
énfasis puesto en el plano de la expresión que, en
F I G U R A

en veladura otros. Esta operación de énfasis crítico


Belli, revisten un proceso de recuperación formal
puede describirse tomando como base un análisis que
clasicista.
Hjelmslev proclamó fundamental: distinguir un plano
de la expresión articulado a otro llamado plano del Resulta, entonces, digno de atención el intento por
contenido. La crítica podría entonces clasificarse res- observar el punto que permite este viraje de perspec-
pecto de los planos sobre los cuales hace recaer su tiva crítica: o el plano del contenido o el plano de la
C O M O

particular énfasis. expresión. Se trata, pues, de una paralaje de la cual,


en principio, no se puede hablar. Y no se puede ha-
En el caso de los estudios dedicados a la obra de
blar ya que, en términos de lógica modal lacaniana,
Belli, también resulta posible encontrar críticos dedi-
se trata de aquello que “no cesa de no escribirse” en
cados al énfasis del contenido, es decir a sus temas
el discurso. No obstante, como sugerimos con ayuda
M I E D O

recurrentes, y otros preocupados antes bien en el


de Barthes, resulta plausible el abordaje de este im-
análisis de los elementos del plano de la expresión.
posible si le damos una presencia enunciva y, en esta
Jorge Cornejo Polar es de los críticos del contenido.
caso, temática: el miedo. El miedo será entendido
En su libro titulado La poesía de Carlos Germán Belli
como aquel tópico que representa dicha instancia
(una aproximación), sostiene que la obra poética de
imposible de representar o fundamentalmente repri-
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este autor es “diferente” y que esta diferencia nace


E

mida. Y para trabajar un análisis con ella en la obra


de una experiencia vital exterior a la poesía misma.
de Belli hemos elegido el poema “Lo inalcanzable”
Esta fuente experimental de la diferencia textual es la
perteneciente a su libro Canciones y otros poemas,
sensación de ser distinto respecto del género huma-
de 1979.
no. Dicha diferencia radica en el carácter disminuido
que se atribuye el poeta –acota Cornejo Polar en esta La cansó, –forma que se encuentra en el origen de la
parte que dicha actitud podría ser la fuente de un so- elección de Belli–, es una estructura de poética
terrado orgullo. Se trata, pues, de una “dolorosa cer- provenzal desarrollada entre los siglos XII y XIII que
teza de ser inferior”4 o de una “experiencia de la dife- se inscribe en la cultura del amor cortés. En relación
rencia por inferioridad”5. Para el caso acota una serie con su estructura métrica, presenta cinco, seis o in-
de pasajes de distintas partes de la obra poética de cluso siete estrofas o cobras de idéntica estructura,
Belli que demuestran este carácter inferior en la que seguidas de una estrofa final o tornada que funciona
se coloca el hablante lírico. Al margen del posible pro- como una conclusión poética, una llamada o una de-
blema de la confusión entre autor textual y autor real, dicatoria poética encubierta a la dama amada, la des-
de la argumentación de Cornejo Polar podemos ex- tinataria de la canción. En el caso del poema de Belli,
traer la constatación evidente de una temática per- son cinco las estrofas y una tornada cuyo destinata-
sistente en la poesía de Belli. Ella se corresponde rio es el propio género asumido, la canción.
con el plano el contenido. Transcribiremos la primera estrofa:
or su parte, podemos citar a Roberto Paoli como ejem-
plo de quienes preponderan el plano de la expresión
en la obra de poeta que hoy nos convoca. A modo de Lo inalcanzable
claro ejemplo citemos una parte del prólogo que es- Aunque porfiadamente todo el tiempo
cribe para Canciones y otros poemas: en estación caliente, suave o fría,
¿En qué estriba, principalmente, ese clasicismo? En escudriñe en los puntos cardinales,
recurrir a una verdadera fictio pastoril con nombres que las ansiadas cosas son esquivas
comunes y de personas, personificaciones y lugares,
tomados en una codificación arcádica (zagal, corzo, y vuelan por el firmamento afuera
venablo, tórtola, dardo, Filis, Anfriso, Tirsis, Cloris, o se hunden en el suelo muy adentro,
Austro, Aquilón, Betis, Bética, etc.). Puede afirmarse convirtiéndose en nubes
igualmente que el léxico de la naturaleza (soto, valle,
fugitivas o impenetrables minas,
risco, álamo, olmo, mirto, laurel, etc.) forma parte, por
lo general, de la misma codificación. Otros tópicos y alternativamente día a día,
alegorías que se remontan a la tradición literaria his- por más que escale el cielo
pánica medieval-renacentista (el «locus amoenus»; o baje a las entrañas terrenales,
el vasallaje a una hermosura que no se apiada de su
amante; los hadas adversos; el escarmiento y el des- ayer, hoy y mañana padeciendo
engaño, etc.) se revisten igualmente de un léxico rico el sobresalto de no alcanzar nada7.
en arcaísmos, en cultismos, en petrarquismos e

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Carlos Germán en Italia, arriba, con su esposa e hija


M A R C O S M O N D O Ñ E D O
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Este poema comienza tematizando los esfuerzos del NUBES : MINAS


L O

Hablante Lírico por acceder a lo que porfiadamente


MIEDO
le es esquivo. Lo esquivo –“las ansiadas cosas [que]
D E

son esquivas”– aquí es un valor significativo que se Vemos aparecer el miedo tematizado e inscripto en
realiza en la vinculación paradójica de lo gaseoso y el intersticio no dicho entre el cielo y la tierra o, más
de lo pétreo: del cielo y el ascenso, por un lado, y de precisamente, “entre la piedra o aire”. Para apuntalar
F I G U R A

lo terrenal y el descenso por el otro. Se produce, en- el carácter esforzado, terrible y frustrado de la prime-
tonces, una estructura antitética. La antítesis es una ra estrofa respecto de lo inalcanzable, en esta parte
vieja figura de carácter lógico que consiste en la arti- se establecen vínculos pareados de significación des-
culación de dos palabras o frases en contraposición dichada entre el mundo de arriba y la corona espi-
debido a que contienen sentidos opuestos. En este nas, de clara alusión cristiana, por un lado y, por el
caso, la estructura antitética de la primera estrofa se otro, el mundo de abajo con las arenas movedizas.
C O M O

ve complementada con una sintaxis de anacoluto, es


decir por una ausencia de coherencia sintáctica que A continuación –y a diferencia de la primera parte, en
ocasiona el desdibujamiento del sustantivo central de la que se manifiesta desde una contradicción–, en las
toda esta construcción. En otras palabras, lo esquivo partes tercera y cuarta, lo esquivo se configura sobre
la base de dos categorías poéticas complementarias:
M I E D O

como tema de la primera estrofa se ve confirmado –


aunque tendríamos que decir debilitado– por estruc- lo efímero y lo leve. Un ejemplo del primero se mues-
turas de versificación diluyente y paradójica. tra en versos tales como: “Un vislumbre siquiera y
nada más / como el fugaz relámpago en el cielo” (p.
n todo caso, una secuencia que podemos asir para 48). Mientras que podemos ver lo leve en: “aunque
nuestra descripción es aquella en la que se estable- fuera la mínima apariencia / del codiciado cuerpo y el
L

ce una cierta relación sinecdóquica (de la parte al todo) alma un punto” (p. 49). Lo efímero en el tiempo y lo
E

dentro de los campos semánticos que a su vez se leve del contacto en el espacio configuran el valor de
contraponen. Tenemos entonces la siguiente serie lo esquivo como anhelado. El hablante lírico desea
significante: nubes : cielo :: minas : entrañas de la intensamente y reclama se le conceda y utiliza para
tierra. Esta articulación puede a su vez ser concebi- el caso modos concesivos tales como “siquiera” y
da como el plano de la expresión del contenido “aunque fuera”.
disfórico que se presenta en la segunda parte que, a
continuación, transcribimos: Lo paradójico es que este intenso anhelo por lo es-
quivo se ve defraudado por el reconocimiento de no
desear lo deseado si no se posee definitivamente. La
parte quinta entra así en contradicción respecto de las
Es ésta una invisible fuerza adversa
dos partes anteriores en las que se podía observar una
que por delante avanza como tromba articulación de caracterizaciones equivalentes:
y a la par por los lados fieramente,
y también por arriba y por abajo
Y en el fondo de todo es puro miedo
dejando tras su paso intempestivo,
no de no hallar el sumo punto aquel,
ya sobre la cabeza una corona
mas encontrarlo finalmente ahora
de espinas temblorosas,
y enseguida perderlo como un soplo
ya arenas movedizas bajo los pies,
allá por los nublados disipándose
y todo en cambio de las, gratas cosas,
sin dejar tras de sí vestigio alguno;
que entre la piedra o aire
que la invisible fuerza
allí se ocultan tan miedosamente
fijeza es del pavor inigualado
de aquel que también miedo grande tiene,
(acaso más que fallecer de súbito),
mas sólo por no hallarlas ni una vez8.
que en lugar de atraer,
involuntariamente va alejando
Lo que podemos observar es, entonces, la inscrip-
la cosa apetecida con tal brío
ción de la antítesis como una construcción
exteroceptiva (o propia del mundo exterior) que pro- que inalcanzable queda para siempre9.
nuncia una significación particular en su relación con
un estado de ánimo (o configuración interoceptiva)
claramente disfórico:

72
Es entonces el miedo la manifestación que temática- de vista cortesano y sus formas retóricas produce un
mente se presenta como aquello entre el deseo y el concomitante impacto subjetivo: se trata de una nada
placer. El deseo de encontrar “siquiera” de manera impronunciable que, siéndolo, cobra relieve en la con-
D
efímera el bien supremo y el placer de conseguir el figuración temática y emocional aludida: el miedo. El E
acceso al “sumo punto aquel”. Como sabemos, la miedo sería, por lo tanto, el efecto subjetivo del en-
cansó se enmarca dentro de la estructura medieval cuentro con una nada. No es simplemente un acto de A
R
del amor cortés cuyo énfasis constante es aquel de cobardía, un modo de pronunciar la imposibilidad de T
la imposibilidad del encuentro con la amada. A decir la plenitud, la inaccesibilidad respecto del bien su- E
de Lacan, la poesía cortesana pone a la mujer en el premo; estas en todo caso serían maneras de encu- S

lugar de la Cosa más allá de todo significante, “lugar brir esta experiencia abisal y que no puede ser pro- Y
donde está puesto en causa todo lo que es lugar del nunciada.
ser”10. El carácter inhumano que cobra la mujer ubi- L
E
cada en esa posición, nos lleva a pensar en un ser T
puramente significante cuyo lugar, este “más allá”, R
queda inaccesible. En otro momento, Lacan obser- A
S
vará lo siguiente sobre el amor cortés:
Es una manera muy refinada de suplir la ausencia de Bibliografía NO
la relación sexual fingiendo que somos nosotros los
que la obstaculizamos. Es verdaderamente lo más 15
formidable que se haya intentado. […] El amor cortés Barthes, Roland. El placer del texto. Seguido por Lección in-
es para el hombre, cuya dama era enteramente, en el augural. México, Siglo XXI Editores, 1984. C
Belli, Carlos Germán. Canciones y otros poemas. Trujillo, Edi- A
sentido más servil, su súbdita, la única manera de ciones SEA – Casa del Artista, 1992. R
salir airoso de la ausencia de relación sexual11. Cornejo Polar, Jorge. La poesía de Carlos Germán Belli (una L
aproximación). Lima, Universidad de Lima – Facultad de O
De este modo, la adopción formal de la canción que S
Ciencias Humanas – Serie Ensayos N° 5, 1994.
realiza Carlos Germán Belli no es, simplemente, una Lacan, Jacques. El seminario. Libro 7.La ética del psicoanáli-
elección arbitraria: asumir este género lírico es con- sis. Buenos Aires, Paidós SAICF, 1997. G
E
sistente con respecto de la Cosa tratada. Lo que rea- ____.El seminario. Libro 20. Aun. Buenos Aires, Paidós, 1975 R
liza Belli es asumir una estructura de representación Paoli, Roberto. “Razón de ser del neoclasicismo de Carlos M
tradicional para la manifestación de lo imposible en el Germán Belli”. En: Belli, Carlos Germán. Canciones y otros Á
poemas. Trujillo, Ediciones SEA – Casa del Artista, 1992. N
discurso. Y el miedo es ese tema que hace las veces
Zizek, Slavoj. Visión de paralaje. Buenos Aires, Fondo de Cul-
de lo que está en el lugar de lo imposible de decir en tura Económica, 2006. B
el discurso. E
L
Hacia el final, la estrofa conclusiva de la cansó nos L
I
promete un entendimiento de nivel retórico. Son las
propias formas las que nos comunicarán ese secreto
de lo imposible en el discurso.

Notas
Canción, anda a los cielos
y proclama allí la razón secreta
1
Citado por Barthes, Roland. El placer del texto. Seguido por
por la que no se alcanza nunca nada, Lección inaugural…p. 35.
que el empeño constante 2
Zizek, Slavoj. Visión de paralaje; pp. 25 – 26.
3
De este modo, podemos proponer la hipótesis según la cual,
resulta en vano por querer las cosas y en general, la diferencia entre lo orgánico y lo inorgáni-
temiendo de que ocurran y se esfumen co se establece por la presencia o ausencia de la paralaje
imposible.
como un inconsistente soplo de aire12. 4
Cornejo Polar, Jorge. La poesía de Carlos Germán Belli (una
aproximación); p. 27.
5
Ibídem; p. 32.
De este modo, lo imposible de decir, es dicho no obs- 6
Paoli, Roberto. “Razón de ser del neoclasicismo de Carlos
tante entre líneas a pesar de ser prohibido. Accede- Germán Belli”. En: Belli, Carlos Germán. Canciones y otros
mos, entonces, a un goce en el discurso que compro- poemas; pp. V – VI.
7
mete las dos posiciones de esta paralaje entre la te- Belli, Carlos Germán. Canciones y otros poemas; p. 47.
8
Belli, Carlos Germán. Op. Cit.; pp. 46 - 47
mática del reclamo y la inferioridad, por un lado, y la 9
Belli, Carlos Germán. Op. Cit.; p. 49.
elección de formas provenzales para la escritura por 10
Lacan, Jacques. El seminario. Libro 7.La ética del psicoaná-
el otro. Como sostiene Zizek, un cambio de posición lisis; p. 259.
11
en la perspectiva compromete ontológicamente al Lacan. El seminario. Libro 20. Aun; p. 85
12
“objeto” observado. En este sentido, tomar el punto Belli, Carlos Germán. Op. Cit.; pp. 49 – 50.
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COMO PROSISTA
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Ricardo Silva-Santisteban E
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a obra poética de Carlos Germán Belli es una de nuestra poesía. En su largo camino a través de
las más destacadas de la poesía peruana y de la tradición poética en lengua castellana, su pro- C
las más reconocidas en Latinoamérica y Espa- pia riqueza y su demonio poético lo han desviado A
R
ña. En sus primeras colecciones Poemas (1958) de la arquitectura del libro y Carlos Germán Belli L
y Dentro & fuera (1960), Carlos Germán Belli apa- ha sido arrastrado por la propia obsesión de cier- O
S
recía influido por la vanguardia pero algo en él lo tos temas recurrentes en un tono mayor o de
inducía hacia la forma tradicional. Con Oh hada hábiles variaciones que logran su justificación en G
E
cibernética (1960) y su segunda edición aumen- la expresión del propio e inevitable poema. Así, R
tada (1962), ofreció una original concepción poé- se sucedieron libros que giran sobre un eje ate- M
Á
tica al intentar fundir una temática moderna en rrador, implacable y asfixiante, cuyo héroe es el N
los moldes antiguos de la tradición. Por otro lado, hombre desvalido ante las fuerzas agresivas del
nos mostraba el mundo opresivo y frustrado de planeta: En alabanza del bolo alimenticio (1979), B
E
la clase media de la capital en un ámbito que se Canciones y otros poemas (1982), Más que se- L
L
parece al infierno y que en El pie sobre el cuello ñora humana (1986), El buen mudar (1981), En I
(1964) alcanza su máximo patetismo y mejor de- el restante tiempo terrenal (1988), Canciones y
sarrollo en versos y poemas memorables que han otros poemas (1992) y Acción de gracias (1992).
servido para cimentar el bien ganado prestigio que Sin embargo, en sus últimos poemas, luego de
lo sustenta. Sin embargo, a partir de Por el mon- pasar por el infierno y el purgatorio, parece haber
te abajo (1966) y de Sextinas y otros poemas alcanzado un esperanzador paraíso en libros
(1970), luego del primer conjunto sobresaliente como ¡Salve Spes! (2000), En las hospitalarias
de libros poéticos citado, se produce en Carlos estrofas (2002) y en La miscelánea íntima (2003).
Germán Belli no un cambio de voz, sino una La obra de Carlos Germán tiene una acusada
profundización, en el mismo tono, de sus virtu- originalidad lingüística que la distigue
des. La lucha con la forma de los primeros libros supremamente de toda la poesía peruana con-
mencionados, que van en un camino no de la tra- temporánea y se ofrece, además, compacta, só-
dición a la vanguardia sino de la vanguardia a la lida y memorable. Al presente Carlos Germán Belli
tradición, se encuentra a partir de estos dos li- se encuentra en pleno dominio de sus medios
bros citados con un dominio total y formal de los expresivos y siempre sabe depararnos logrados
medios expresivos que Carlos Germán no ha frutos en nuevos y asombrosos poemas, aunque
abandonado ya y que lo han impulsado a la com- a veces sean aterradores por su descenso al fon-
Foto de Carlos Domínguez

posición de poemas de más vasto aliento y con do del alma que los alienta, como que son el pro-
un lenguaje que, haciendo un uso sabio y profun- ducto de una sociedad que vive en crisis perpe-
do de la tradición poética castellana, solo puede tua.
llamarse suyo por haber creado una retórica no El ejercicio de la prosa de Carlos Germán Belli
solo original sino también única e inimitable en es menos conocido porque, a pesar de haberse
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desarrollado durante muchos años dentro de un anunciado como un libro de crónicas, escritura
noble y discreto periodismo, a través de numero- ejercida por muchos escritores ya se trate de
sas crónicas que trascienden la rutinaria elabo- poetas o narradores.
ración periodística, su recopilación ha sido muy Yo creo que, precisamente por innovar, en este
escasa. Además, esta labor se ha mostrado como hermoso libro de crónicas nuestra experiencia
C O M O

apéndices insólitos de algunos de sus memora- como lectores es diferente: Carlos Germán Belli,
bles libros poéticos en los que Carlos Germán con una prosa rigurosa, acerada y escueta, en
Belli ha adicionado algunas de estas crónicas textos que apenas alcanzan a veces las tres pá-
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Carlos Germán Belli, a quien no le interesan las ginas, encuentra su visión de poeta en admira-
modas literarias, ha intentado en la cada vez más bles síntesis de contemplación. Prescinde siem-
limitada y estrecha profesión de periodista, resu- pre, en la medida de lo posible, de las descripcio-
B

citar o revitalizar un género casi en extinción nes; prescinde también de lo literario en el senti-
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mediante una prosa noble, diáfana y económica. do peyorativo del término. Por eso su visita a
Su intento no comienza o alcanza a culminar en monumentos maravillosos, ya se trate del
libro, por vez primera en El imán (2003). Ya en Partenón o de las Pirámides de Egipto, poseen
1987 había reunido un apretado número de cróni- lo que yo llamaría la cualidad cinemática de la
G

cas en un libro titulado El buen mudar. Sin embar- inmovilidad. El poeta siempre nos ahorra el lugar
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go, El buen mudar no es un ejemplo puro, ya que común de la llegada a los lugares que visita o del
su división en dos partes, una de crónicas y otra adocenado diálogo ponderativo inicial del amigo
de poemas, lo convierte en un libro promiscuo que quiere mostrar ciertas maravillas al cronista.
que une dos géneros literarios distintos. Sin mucho aparato, solo con una o dos frases, el
C

Por otra parte, en otro libro de Carlos Germán lector se encuentra de súbito en lo que quiere
Belli de cercana publicación a El imán, La misce- tratar su prosa, como por ejemplo en la crónica
lánea íntima (2003), aparece como coda un con- “Encuentro con Martín”:
junto de cuatro crónicas. Es evidente, pues, la El encuentro fue de veras imprevisto. Bastante
relación que para su autor tienen estas crónicas similar a un hecho vivido hace pocos años, aun-
con su propia poesía o como expresión propia que ahora en un lugar de otra índole, pero segu-
de la poesía. ramente mucho más a la medida. Es en la iglesia
o me atrevo a llamar a la crónica un ensayo bre- florentina de Santa María Novella, que pertenece
ve, aunque en mi fuero interno sienta que sí lo a la orden de los dominicos. Lógicamente, había
es. La analogía con el cuento me viene a la men- estado allí en una visita anterior, sin embargo, no
te porque, así como el cuento parte de la noción la ubicaba bien y confundía hasta su nombre. Esta
de límite en su extensión frente a la más amplia vez -creo que era mi último día en Florencia-, pasé
de la novela, la crónica parte, también, de la no- de improviso delante de ella y entré feliz de estar
ción de su límite frente al ensayo, que puede ex- de nuevo en Santa María Novella, que es tan
pandirse indefinidamente. popular porque da nombre a la estación ferrovia-
ria situada no muy lejos. (El imán, p. 28.)
En la literatura peruana existen muchos cronis-
tas excelsos: Enrique A. Carrillo, Ventura García Otra virtud del libro, es su variedad. El imán es
Calderón, Abraham Valdelomar, César Vallejo, un libro de viajes pero de tipo personal, carente
Ciro Alegría. La finalidad principal del cronista es de un centro y de bordes que lo limiten: por ejem-
dar cuenta a los lectores de sus experiencias, de plo, después de una visita en Puerto Rico a la
lo que ha visto o sentido. Tratar sobre algún acon- biblioteca de Juan Ramón Jiménez, se ingresa
tecimiento notable o digno de memoria. Por lo en la siguiente crónica a ver a San Martín de
general, le gusta contrastar paisajes y costum- Porres en la iglesia de Santa María Novella en
bres. Gran parte de las crónicas se escriben cuan- Florencia y en la siguiente al Museo Metropolita-
do un escritor realiza viajes que lo llevan a luga- no y al Museo de Arte Moderno en el corazón de
res que anhelaba ver, incitado por lecturas, es- Manhattan.
tampas o fotografías. Quizá el género comparta Existe otro elemento que también me gustaría se-
una limitación por mostrar contrastes, quedarse ñalar porque, así como en estas crónicas el mun-
en lo anecdótico, navegar por superficies. do exterior se muestra en la visión interior, tam-
El ejemplo puro de frecuentación de este género bién puede advertir el lector que el yo queda a
en Carlos Germán Belli sería, pues, El imán1 menudo eclipsado por un discreto nosotros. Véa-

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se, por ejemplo, el inicio de “Dos colosos Pues bien, la poesía de Carlos Germán Belli se
indescifrables”: sustenta en ritmos e imágenes nítidos en los que
“El divisar de los dos colosos de Memnón, en las las palabras síntesis, construcción y objeto ver-
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inmediaciones del Nilo, fue el ápice del asombro bal cobran un sentido relevante. En sus crónicas
cuando vamos avanzando de trecho en trecho sucede algo similar: sus estructuras condensa-
por la ruta que nos habían trazado cuidadosa- das se aproximan, a despecho de su autor, ha-
mente desde el templo de Filae. En ningún mo- cia el espacio del poema. No se trata de que este
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mento podía hacer la vista gorda, mostrarme si- haya sido su intento, es decir, el tratar de escribir
quiera un poco indiferente ante lo que estoy ob- poéticamente. No; cuando un escritor se deses-
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servando en las sucesivas escalas; en verdad, pera por escribir poéticamente en prosa, nos en-
atónito, frente a lo que nunca imaginé antes. Fue contramos, por lo general, con una prosa
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tras visitar el valle de los Reyes, cuando me es- maltrecha porque el proceso, para tener éxito,
peraba otra sorpresa aún mayor: la quintaesencia, debe ser espontáneo: debe brotar del interior, no
el espejo de lo fenomenal, prácticamente a la insertarse desde fuera.
G

vuelta del camino, al toparnos con una pareja de Léase el espléndido final de la crónica “La nave
estatuas gigantescas, allí exactamente de impro- en la lámpara” como demostración de esta afir-
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viso. (El imán, p. 152.) mación:


Otras veces esta discreción puede llegar al col- “Allí está la nave en la lámpara –digámoslo así-,
mo: no es un yo quien experimenta las situacio- porque es la acción de viajar metida en el fondo
C

nes, sino una tercera persona, un tú, como en la del espíritu; y delante de ambas nos confiesa
crónica “Donde Beethoven nació”: ahora que en los años restantes que le quedan
Esa vez que decide acudir al Museo Poldi Pezzoli tratará de no vivir para sí o en sí, replegado en su
–del cual pocos saben en Milán-, iba más bien a caparazón; en cambio, hará todo lo posible por
comenzar un peregrinaje por las regiones de la trascender, que para él es mirar más allá de sus
música, que según parece no eran su norte. Fue narices o vivir generosamente para los otros. De
hasta allí en pos de las artes plásticas, afanosa- súbito corta esta digresión tan personal, y termi-
mente como siempre, sin figurarse en lo mínimo na manifestando que nunca se apartará de la lám-
que había un propósito inconsciente impulsán- para predilecta, justamente adornada con un pe-
dolo a algo más o menos incógnito para él. Por- queño pero gallardo velero; que más que emble-
que la visita a la pequeña pinacoteca le resulta la ma o presagio le ha resultado un verdadero talis-
etapa preliminar de un largo recorrido que culmi- mán. (El imán, p. 202-203.)
naría semanas después en otras latitudes. (El Aquí, pues, en las crónicas de El imán, hermo-
imán, p. 172.) sas y singulares, la poesía brota sin esfuerzo por
on esta presentación objetiva del personaje en la la visión que tiene del mundo un poeta que ha
crónica, Carlos Germán Belli compone verdade- sabido develar el infierno y el paraíso en que nos
ros poemas en prosa, haya sido o no el designo movemos los habitantes de esta “Bética no be-
de su escritura. Pueden encontrarse varios de lla”, como dice uno de sus asombrosos versos.
estos textos en El imán y este tratamiento hace
rememorar el recuerdo de ciertos poemas en pro-
sa de Ocnos, el ejemplar libro de poemas en
prosa de Luis Cernuda.
Al inicio de este artículo mencioné la relación de
las crónicas de Carlos Germán Belli con su pro-
pia poesía. Quiero clarificar este aserto porque
no se trata de algo sencillo de captar. Todo aquel
que haya leído Motivos de José María Eguren,
estará de acuerdo en admitir que no se trata de Notas
lo que podemos llamar una prosa normal: el do-
minio al que pertenece la prosa de los Motivos es
1 El imán. Lima, Pontificia Universidad Católica del Perú, 2003.
el de la poesía, término, como se sabe, indefini-
ble pero que, por suerte, todos entienden.

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La Bética de Belli E
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I m a g e n A : 3 personajes en una place intercambiar voluntariamente sus nom- 15

aula): el profesor – Carlos Germán y 2 bres, pues como se dice en el dolor herma-
C
alumnos, Carlos Garayar y Elqui. Prime- nos. Su poema dejó huellas en mí, motivan- A
R
ras clases en la Universidad de San Mar- do que también intentara escribir algo sobre L
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cos. En ese entonces, lo que más me lla- la tragedia de mi ( nuestro) hermano. S
maba la atención no era la suma enorme I m a g e n D : Del mundo sublunar G
de timidez y recato de los tres, sino la sen- a la Bética: La originalidad de la poesía de E
R
sibilidad a flor de piel del profesor que re- Belli consiste en crear personajes con los M
Á
velaba un profundo malestar, el de estar que fácilmente en este mundo sublunar nos N
combatiendo con el peso absoluto del si- identificamos. Mencioné a Alfonso –el B
lencio. Pero, al final, su excelente interpre- descapacitado- pero es el amanuense, el E
L
tación de un poema de un poeta italiano, marginado en vida, el atarantado, el eter- L
I
con título impronunciable y en latín, nos ha- no avasallado , en fin, el no amado – y todo
bía sumergido en otro mundo. Luego, ya gracias a su poco seso- es el que mayor-
en la calle, tal vez como el profesor, cami- mente explora sus limitaciones existen-
nábamos sintiéndonos raros, atarantados sciales a través de una obsesión vanguar-
y marginales. dista y su pleitesía por lo clásico.
I m a g e n B : 2 amanuenses – Balo El hombre, inconsolable animal metafísico,
y Elqui – con un balde en la mano, cola y tiende a pergeñar mundos ideales para ha-
afiches de Uniclam bajo el brazo, cer llevadera las a veces insoportables vi-
deambulan por las calles parisinas, paro- das del presente. Belli, precisamente fasci-
diando el estilo de los poetas peruanos, en na por ser un poeta que –mal en su piel- cons-
una competencia para ver quién mejor los truye su propia utopía. Ahí, en su Bética, fiel
reconocía. Indudablemente, ni uno ni el devoto del amor, algún día alcanzará una feliz
otro fallábamos cuando se trataba de Belli. unión amorosa con fermosa mujer de carne
Era inconfundible la originalidad de su es- y hueso, oh hada cibernética, poseedora del
tilo. maravilloso poder de liberarnos de la escla-
I m a g e n C : Poema a su hermano vitud del trabajo y concedernos el bienestar
Miguel / poema a mi hermano Alfonso: Am- terrenal.
bos tuvimos un hermano tullido y por ello me
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Premio Iberoamericano D
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"Pablo Neruda" 2006 R
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Belli: "Estuve con Neruda en Isla Negra" Y

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Entrevista de Paula Rodríguez Matta A
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El Premio Iberoamericano de Poesía “Pablo Neruda” C. G. Belli: Sí. Santiago es una ciudad con un perfil
fue creado el año 2004 como un homenaje al poeta monumental, de edificios muy altos, con una vida cul-
en el centenario de su nacimiento. El fundamento de tural intensa. Yo creo que se respira un aire de devo- C
A
este Premio, que es otorgado anualmente por el Con- ción por la literatura; sus grandes poetas están pre- R
sejo Nacional de la Cultura y las Artes, de Chile, es sentes en el ambiente cultural, como Neruda, L
distinguir la trayectoria de aquellos autores cuya obra Huidobro, Gabriela Mistral. Es una presencia muy evi- O
S
se considere como un aporte notable al diálogo cultu- dente en la ciudad. Se nota en las librerías, en los
ral de Iberoamérica. El pasado 3 de marzo, y por vo- teatros; por ejemplo, en el teatro que está aquí al G
tación unánime, Carlos Germán Belli recibió este ga- frente de este hotel, hay justamente un retrato in- E
R
lardón. El jurado estuvo presidido por el ex Ministro menso de Gabriela Mistral.. M
de Cultura, José Weinstein; y por Pedro Lastra, de Á
P.R.M.:¿Qué es lo especial de este viaje? N
Chile; Juan Gelman, de Argentina; y Margo Glantz,
de México. C. G. Belli: Para mí, este viaje a Santiago se produce B
en circunstancias novedosas porque vengo a recibir E
En sus versiones anteriores, recibieron el Premio el L
el Premio Neruda. Estoy muy contento, evidentemen-
escritor mexicano José Emilio Pacheco (2004) y el L
te. He venido con mi esposa y mis dos hijas. Eso
poeta argentino Juan Gelman (2005). I
también para mí es muy importante por el sentimien-
De visita en Santiago de Chile, con motivo de la cere- to afectivo que ellas representan, lo que les da un
monia de entrega del galardón en La Moneda, Carlos carácter especial a las circunstancias que estoy vi-
Germán Belli conversó con la Revista Martín acerca viendo en estos momentos.
de las circunstancias especiales que rodean este
También he venido acompañado de algunos poetas
momento de su vida.
peruanos que han sido invitados por la Fundación
P.R.M.: Comencemos hablando de sus viajes a San- Neruda. Han sido invitados cuatro notables poetas:
tiago. Marco Martos, Arturo Corcuera, Ricardo Silva
Santisteban y Rosella Di Paolo. Su venida también le
C. G. Belli: He venido en muchas ocasiones a Chile.
da un carácter especial a la ceremonia, a los actos
Si mal no recuerdo, me parece que la primera vez fue
organizados con motivo del Premio Neruda.
en 1953, un año ya muy lejano, de paso a Mendoza,
en Argentina; en esa ocasión estuve en Santiago al- Creo que todo esto es un tácito evento literario chile-
gunos días. Posteriormente he venido con motivo de no-peruano, que ha sido organizado de modo muy
eventos literarios, pero en circunstancias no tan es- especial para esta ocasión. Esto no ha ocurrido, se-
peciales como las de ahora. gún parece, con los otros laureados. Claro está, la
invitación es por la calidad de los poetas que vienen
Casi todas las veces han sido para participar en re-
y porque somos vecinos. Vivimos codo con codo en
uniones literarias. Estos viajes también han sido oca-
este subcontinente americano, chilenos y peruanos.
sión para reencontrarme con escritores chilenos, ami-
Los escritores de ambos países siempre nos hemos
gos míos de larga data, como Pedro Lastra, Oscar
frecuentado. Los escritores chilenos van con cierta
Hahn, o para conocer a nuevos poetas.
regularidad al Perú; y nosotros venimos para acá.
Venir a la capital chilena siempre ha sido una visita Por eso han querido resaltar el acto de entrega del
enriquecedora. premio con la presencia de escritores amigos míos,
que son muy representativos en el Perú.
P.R.M.: ¿Le agrada Santiago?
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E N T R E V I S TA DE P A U L A R O D R Í G U E Z M AT TA
"P A B L O N E R U D A " 2006 C H I L E
NEGRA"

P.R.M.: ¿Qué sintió cuando se enteró del Premio? P.R.M.: ¿Qué va a hacer cuando vuelva a Lima?
ISLA

C. G. Belli: Quedé enmudecido cuando me lo dijeron, C. G. Belli: Voy a retomar mi vida, a tratar de cumplir
porque no tenía la menor noticia de ello. Claro, tenía con ciertas lecturas pendientes. Creo que en lo in-
LA

conocimiento del Premio, de que lo había ganado José mediato voy a releer a Baudelaire, que es lo que me
Emilio Pacheco en la primera edición; en la segunda he propuesto desde hace algunos días. También voy
EN

edición, Juan Gelman. Cuando me llamaron, fue una a tratar de escribir, porque no escribo desde algunos
noticia inesperada que me dejó sin poder articular meses. En septiembre pasado falleció mi hermano
NERUDA

palabra. Alfonso, que era muy unido a mí, y he quedado sin


DE POESÍA

mucho entusiasmo por escribir; luego ha venido la


Me llamó por teléfono el Ministro de Cultura de aquel
feliz noticia del galardón nerudiano. Todo eso me ha
entonces para comunicarme la noticia. La primera vez
sacado de mis circunstancias habituales. Se ha alte-
CON

que llamó yo no estaba, había salido fuera. Mi espo-


rado, en el buen sentido de la palabra, mi vida diaria,
BELLI: PREMIO IBEROAMERICANO

sa contestó y le dijeron que cuando regresara no me


mis hábitos literarios; pero espero retomar el día a
BELLI: "ESTUVE

moviera porque querían hablar conmigo urgentemen-


día habitual.
te. Cuando llegué a mi casa me lo dijeron; entonces
me quedé, no volví a salir. Yo creía que era para invi- P.R.M.: ¿Cómo es el ambiente literario en Lima?
tarme a algún evento literario muy importante, por-
C.G. Belli: Yo creo que es más intenso que en mi épo-
que me habían dicho que me estaba llamando el Mi-
ca juvenil. Hay muchas presentaciones de libros. Esa
nistro de Cultura; pero no se me pasó por la mente la
es una costumbre muy generalizada. Hay talleres poé-
razón de la llamada.
ticos, conferencias. Hay un cierto ritmo. Seguramen-
El Ministro me dijo que el jurado había acordado que te los poetas se deben reunir en grupos guiados por
se me diera el Premio Neruda 2006. Después hablé afinidades literarias. Yo tengo algunos amigos escri-
con Pedro Lastra, que formaba parte del jurado, con tores, pero claro está que no formamos un grupo or-
Juan Gelman y con Margo Glantz, quienes me salu- ganizado, pues solamente nos unen los lazos de amis-
daron, me congratularon. tad.
Desde ese día he vivido un torbellino de actividades P.R.M.: ¿Cómo era su día a día habitual?
inéditas, como las entrevistas y las llamadas telefóni-
C. G. Belli: No tengo horarios para escribir, pero sí
cas. Ha cambiado de cierta manera mi vida cotidiana
una cierta actitud dispuesta a ello. Claro, preferente-
porque ahora dedico más tiempo a responder entre-
mente escribo en las mañanas, en los últimos años
vistas.
he escrito en las mañanas con una actitud siempre
P.R.M.: Usted ha recibido otros premios. permeable a la página en blanco. Esa era mi disposi-
ción personal, que he perdido en los últimos tiempos.
C. G. Belli: Yo no he recibido muchos premios. Recibí
cuando joven, el Premio Nacional de Poesía del Perú P.R.M.: Hablemos de esa disposición. ¿Cómo comien-
por el libro ¡Oh Hada Cibernética!; y hace dos o tres za a escribir? ¿Cuál es el impulso?
años recibí un premio pequeño, pero significativo por-
C. G. Belli: Creo que, como le ocurre a todos, la pri-
que lleva el nombre de José María Eguren, escritor
mera fuente de inspiración fueron mis
que yo admiro mucho. Ahora es la primera vez que
enamoramientos de adolescente, y ello casi
recibo un galardón internacional de esta magnitud.
inmediamente acompañado de lecturas de poesía, por
P.R.M.: ¿Qué es lo significativo del Premio Neruda? ejemplo, Darío, Leopardi, Núñez de Arce, etc.
C. G. Belli: El Premio Pablo Neruda también es un P.R.M.: ¿Corrige sus textos?
reconocimiento más para él. Es justo, porque consti-
C. G. Belli: En efecto, suelo corregir mucho. Es un
tuye una figura literaria tutelar no sólo de Chile, sino
laberinto de correcciones, y son pocos los poemas
de la América de habla española. Neruda es un clási-
me han salido de un solo tirón. Incluso, después de
co moderno y éste es un reconocimiento permanen-
años, vuelvo a corregir algunos textos, tratando de
te. De ahí viene también la importancia del galardón,
limar algún verso cojo. Ese ha sido mi hábito frente a
que lleva el nombre de Neruda.
la escritura, la obsesión por las correcciones, por pu-
Tengo muy pocos recuerdos de Neruda. Lo llegué a lir el poema como un camafeo.
conocer personalmente. Fue en el 1970, si mal no
P.R.M.: ¿Le lee a alguien sus textos mientras los es-
recuerdo, acá en Santiago, en el Hotel Crillón. Me lo
cribe?
presentaron en el lobby del hotel. En esa ocasión me
expresó que había leído unos poemas míos en la re- C. G. Belli: Alguna vez, en mis comienzos, pero des-
vista Amaru. Me trató de modo afable. Luego lo vi en pués no. Yo .mismo decido el destino del poema: si
Isla Negra, en una reunión que Neruda brindó a los está bien, si está mal. No hablo con nadie, ni a nivel
escritores participantes del evento que se celebraba familiar o amical. Hay poetas que, según parece, co-
a la sazón. En estos días, he vuelto a leer las dos munican sus poemas a los amigos, pero ése no es mi
primeras Residencias, con la misma admiración de caso. Solamente cuando creo haber terminado la re-
siempre.

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ENTREVISTA DE PAULA RODRÍGUEZ MATTA
"P A B L O N E R U D A " 2006 C H I L E
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dacción final del poema, si me lo piden, lo publico en bía fallecido en una casa de reposo, donde tuve que
una revista o en una publicación en forma de libro. llevarlo en los últimos tiempos. Esa llamada fue total-
ISLA

Pero la edición de libros de poesía resulta muy difí- mente angustiosa. Felizmente después ha habido
cil, porque la poesía es un género literario en crisis. estas gratas comunicaciones desde Santiago. Así es
LA

No hay editores. Para un escritor joven es una proe- la vida, hay que aceptarla.
za publicar un poemario. En mi caso, me publican,
EN

P.R.M.: Le ha dedicado hermosos poemas a su her-


pero no es fácil, porque a veces hay que esperar. Yo
mano.
NERUDA

creo que mis dos libros más bellos se publicaron de


DE POESÍA

manera inesperada. Estoy hablando de un libro que C. G. Belli: Sí, tengo varios poemas dedicados a él.
me editaron en las Canarias y otro en Buenos Aires. He escrito muchos poemas de amor familiar y en esa
Un buen día me llamó por teléfono Fernando Gómez órbita de amor familiar está el tema de mi hermano
CON

Aguilera -director de la Fundación Manrique de Alfonso. También he escrito poemas para mi madre,
BELLI: PREMIO IBEROAMERICANO

Lanzarote-, para proponerme la publicación de un que era farmacéutica, pero que también era lectora
BELLI: "ESTUVE

poemario inédito. Y, en otra ocasión, se comunicó de poesía. Sus álbumes de versos me han ayudado
conmigo Mario Pellegrini –editor de Argonauta, e hijo mucho, fueron la fuente de mis primeras lecturas. Era
de Aldo Pellegrini- para ofrecerme la posibilidad de una buena lectora. En la época de mi madre, en los
publicar una antología. Gracias a ellos, tengo dos li- años 20 del siglo pasado, parece que las jóvenes co-
bros cuya calidad gráfica todo el mundo pondera. piaban a mano sus poemas predilectos. Mi madre te-
nía varios álbumes. Hay uno donde hay poemas de
Pero, en estos días, acaba de salir en Santiago una
Darío, de Leopardi. A mí me han servido mucho. Cuan-
nueva antología bajo el sello de la Editorial Universi-
do comencé a escribir, leía ahí y descubría a los poe-
taria, que es para mí como un broche de oro de todo
tas románticos, a los poetas modernistas, en esos
lo que estoy viviendo en estos días. Es una nueva
cuadernos de mi madre de caligrafía primorosa. Pa-
selección, que ha salido a luz gracias al apoyo de
rece que se intercambiaban entre las amigas, entre
Eduardo Castro Le-Fort, timonel de la Editorial Uni-
las condiscípulas; quizá alguna amiga le copiaba un
versitaria, y antiguo amigo mío. Éste era un proyecto
poema de Amado Nervo, por ejemplo, otra le copiaba
desde hace algún tiempo, pero que no se había con-
algún pensamiento filosófico o literario, o ella misma
cretado. Desde el punto de vista gráfico es una edi-
lo hacía. Conservo uno de esos álbumes, el principal
ción sumamente bella, lo que me ha hecho muy feliz.
de todos. Lo conservo en mi biblioteca personal.
Ésta es otra cosa importante en esta visita a Chile: mi
antología, titulada En el coto de la mente, que lleva P.R.M.: ¿Usted tiene un cuaderno?
en la portada del libro una pintura del pintor peruano,
Jorge Valdivia Carrasco, quien vive en Alemania y C. G. Belli: No. Solamente guardo alguno que otro
cuya obra yo admiro mucho. manuscrito con mis correcciones, pero lo que con-
servo es muy poco en realidad. Al final los poemas
Me han publicado otros dos libros en los últimos años, que he escrito están en los libros. He destruido mu-
también en Chile, en la editorial LOM. Se trata de un cho, no ahora sino en mi primera etapa, cuando esta-
libro titulado En las hospitalarias estrofas y el otro es ba indeciso acerca de si seguía escribiendo o no. Era
una antología de poesía amorosa denominada Lo cuando tenía 20 años. Destruía sistemáticamente
inapagable. Este último libro me gusta sobremanera, esos textos juveniles; pero después no. Ahora siem-
es pequeño, es una suerte de bibelot bibliográfico. pre trato de depurar el poema, de redondearlo y de
que se publique en una revista o en un libro; pero ya
Éstas son las ediciones que tengo en Chile: dos en
no perpetro ese pecado de destruir las cosas más
LOM y una en la Editorial Universitaria; y la anterior a
entrañables, como son nuestros borrones.
ellas, de hecho es muy lejana, es de 1970, también
era de la Editorial Universitaria. Es un libro titulado Santiago de Chile, segunda semana de julio de 2006.
Sextinas y otros poemas. O sea, en suma son cuatro
libros los que he publicado en Chile.
P.R.M.: Ha tenido varias llamadas con buenas noti-
cias en los últimos años: la publicación de sus libros
en Buenos Aires y Lanzarote; y este año, para contar-
le del Premio Pablo Neruda.
C. G. Belli: A veces el hilo telefónico nos trasmite las
buenas noticias que nos dan los hados benignos, pero
hay malas noticias que también se transmiten por te-
léfono. Casualmente me la dieron en septiembre del
año pasado, cuando murió mi hermano Alfonso. Yo
estaba en un evento en la ciudad de Cajamarca, en
el norte del Perú. Creo que era un sábado cuando,
muy temprano, me comunicaron que mi hermano ha-

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Lastra: "Belli, un poeta fundamental D
E

de nuestra lengua" A
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Entrevista de Paula Rodríguez Matta T


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El interés por profundizar en lo relevante de la obra y y de la poesía peruana, sino de la poesía de la len-
trayectoria de Carlos Germán Belli nos llevó a con- gua.
C
versar con Pedro Lastra, poeta y ensayista notable, A
Se trata de una obra innovadora, no sólo como el pro-
profesor emérito de la Universidad del Estado de Nue- R
ducto de un cruce de vertientes diversas que acoge L
va York, a quien une un lazo de amistad con el poeta.
tanto la tradición como la modernidad, sino por los O
Lastra, con amabilidad y experticia, habló acerca de contenidos de mundo que nunca se habían expresa- S

Carlos Germán Belli para la revista Martín y explicó do poéticamente de esa manera. Por ejemplo, su poe- G
por qué su poesía predomina y ha abierto avenidas ma al bolo alimenticio, como una dimensión de lo vi- E
en el ámbito de la poesía iberoamericana. tal, de la vida; o sus poemas sobre las vitaminas. Con R
M
estos ejemplos me refiero a la condición insólita de
P.R.M.: ¿Qué distingue a la poesía de Carlos Germán Á
los contenidos del mundo que trata y que se desplie- N
Belli? ¿Qué es lo relevante?
gan en su poesía. Es un caso único; si uno revisa el
panorama de las letras hispánicas, no hay otro poeta B
Pedro Lastra: A mí me interesa hablar sobre Carlos E
Germán Belli e insistir en un aspecto que señalé hace que haya plasmado verbalmente una tan diversa per- L
ya mucho tiempo, en 1967. Ese año publiqué un pe- cepción de estos ámbitos de la realidad. L
I
queño artículo en un diario para presentar unos poe-
Uno de los aspectos que se ha destacado con res-
mas de Carlos Germán Belli. El diario se llamaba La
pecto a Carlos Germán Belli es su percepción de lo
Nación. Todavía existe, pero en ese tiempo era ma-
marginal, que lo induce o lleva a escribir desde el
yor el espacio que concedía a la literatura, porque
margen; pero ese escribir desde el margen cada vez
había un suplemento. Entonces, me pidieron que pre-
va adquiriendo una mayor centralidad, porque ocurre
sentara unos poemas de Carlos Germán Belli, por-
que grandes circunstancias, o acontecimientos muy
que él ya tenía muchos lectores, especialmente des-
fundamentales de la vida, ocurren en los márgenes y
de la publicación de ¡Oh, Hada Cibernética!, un libro
pasan inadvertidas para el entorno. Belli es quien asu-
que llegó a Chile traído por poetas amigos en 1964.
me esas condiciones. La figura del amanuense y todo
En esa breve nota señalé que la presencia de Belli lo que representa, por ejemplo, es frecuente en su
era muy central aquí, en Chile. La nota se titulaba poesía.
«Después de Vallejo». En ese título ya había una con-
Hay un poema que a mí me parece extraordinario que
vicción, que no sólo era mía sino de muchas perso-
se llama «Al pintor Giovanni Donato da Montorfano
nas de mi generación y de la generación más joven,
(1440-1510)», que está incluido en la antología re-
de que la poesía de Carlos Germán Belli era una obra
cién publicada en Chile.
extraordinaria, y a la que nos enfrentábamos con gran
sorpresa y admiración. El tiempo no ha hecho más Montorfano fue un pintor contemporáneo de Leonardo
que confirmarlo. da Vinci. En su tiempo tuvo una relativa importancia.
Hay algunos cuadros suyos que figuran en las histo-
Mi impresión personal, que se ha sido acrecentando
rias de la pintura italiana; sin embargo, ahora es un
en estos últimos tiempos, es que la poesía de Carlos
pintor mucho más marginal que en su tiempo. Hay un
Germán Belli es un caso nuevo en la poesía hispano-
San Jorge y el dragón que se puede encontrar repro-
americana. Yo creo que este reconocimiento va a cre-
ducido en las enciclopedias, como la Espasa; es de-
cer mucho y cada vez más. A mí me parece un poeta
cir, tiene un cierto espacio en la historia de la pintura.
fundamental, no sólo de la poesía hispanoamericana
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ENTREVISTA DE PAULA RODRÍGUEZ MATTA
"P A B L O N E R U D A " 2006 C H I L E

Montorfano fue el encargado de pintar una crucifixión uno de sus temas, porque la poesía de Belli cubre un
UN POETA FUNDAMENTAL DE NUESTRA LENGUA"

en la iglesia Santa María de Las Gracias, en Milán, espectro enorme. Están sus poemas de amor, por
que está al frente de la muralla donde Leonardo pintó ejemplo, o los poemas relativos al tiempo, a la dimen-
La última cena, por esos mismos años. Uno puede sión de lo temporal.
imaginar esa situación: Leonardo pintó La última cena
El día de la premiación, Belli leyó un poema extraor-
entre 1494 y 1497. En 1495, en medio de la tarea de
dinario que se llama «No despilfarrarlo». Eso es el
Leonardo, Montorfano estaba pintando su crucifixión
tiempo, y Belli habla de cómo cada minuto debería
en el muro de en frente. Es un cuadro de dimensio-
ser vivido intensamente, porque al menor descuido,
DE POESÍA

nes semejantes al de Leonardo, pero la grandeza de


como dice en el poema, se va imperceptiblemente
Leonardo ha opacado totalmente la obra de
hacia la gloria o al infierno.
Montorfano y nadie mira su cuadro. Todo el mundo va
a mirar La última cena y después se va sin observar Belli ofrece una visión de la vida humana desde una
BELLI: PREMIO IBEROAMERICANO

la obra de ese otro pintor, y que fue la obra de su perspectiva que es también insólita, novedosa y de
vida, su obra mayor. una gran riqueza de contenidos.
El cuadro de Montorfano fue objeto del poema de Belli, Yo debo decir que en este momento, en estos años,
LASTRA: "BELLI,

porque es un pintor marginal. Uno siente que tenía la poesía de Carlos Germán Belli es la que más me
que ser un poeta como Carlos Germán Belli quien se importa, importándome mucho otros poetas hispano-
detuviera a ver a ese pintor cuya obra ha sido opacada americanos que son de la misma generación. Yo creo
por la grandeza de otro pintor. Hay un verso donde que hay una gran poesía iberoamericana, pero la obra
dice: «todos le vuelven la espalda». de Belli me parece absolutamente esencial en medio
de este contexto, en el que uno reconoce la presen-
Belli ha escrito dos crónicas que están en el libro El
cia de grandes figuras. Podríamos nombrar algunas.
imán, publicado en Lima, que reúne sus crónicas pe-
riodísticas. Hay dos textos dedicados a esto que le P.R.M.: Claro, para situar a Belli…
estoy contando; uno se llama «Encuentro en Milán» y
el otro, «Todos le vuelven la espalda». En ellos cuen- Pedro Lastra: En la segunda mitad del siglo veinte y
ta que se ha detenido a reflexionar sobre este hom- en lo que va del veintiuno, son insoslayables la expe-
bre que trabajó como una hormiga, laboriosamente, riencia poética, la concepción de la poesía, del poe-
en su obra mayor, y que ha pasado al olvido. ma y del lenguaje, que han desarrollado poetas chile-
nos como Nicanor Parra, Gonzalo Rojas, Oscar Hahn,
Yo he hecho un pequeño experimento, por decirlo así, quien me parece la otra figura central de esta poesía.
consistente en preguntarles a amigos y familiares que
han ido a Milán y que han ido a ver La última cena, En Argentina, desde luego, está Juan Gelman, un
qué es lo que hay detrás o en frente de esa obra. De poeta realmente mayor; y Alejandra Pizarnik, una per-
todas las personas a las que les he preguntado, na- sonalidad decisiva en la poesía de su país, como lo
die me ha dicho que en frente está el cuadro de está siendo ahora María Negroni. Ambas son poetas
Montorfano. Es un cuadro que no tiene el enorme muy interesantes.
atractivo de La última cena. Montorfano ahora es un Luego en Venezuela ha sido el tiempo de Juan
pintor menor, pero no tanto como en su época. El tiem- Sánchez Peláez y de Eugenio Montejo; este último,
po lo ha ido convirtiendo en un marginal y en un pin- un poeta y un ensayista sobresaliente en Hispano-
tor ignorado. américa.
P.R.M.: ¿Usted cree que ésa es una constante en la En Colombia, son insoslayables las figuras de Álvaro
obra de Belli? ¿Detenerse en lo que pasa inadvertido Mutis y de Piedad Bonnett. También debiéramos te-
para la mayoría de las personas? ner presentes a Giovanni Quessep y a Darío Jaramillo
Pedro Lastra: Exactamente. Una constante en Belli Agudelo.
es develar el mundo y los aspectos de la vida humana En Centroamérica sobresale la gran tradición de la
que discurren en los márgenes, casi penosamente; poesía nicaragüense. Hay ahí un complejo y rico pa-
como los poemas en los que aparece el amanuense, norama donde se han dado expresiones tan impor-
que es el último empleado, en el que nadie repara. tantes como la de Joaquín Pasos, Ernesto Cardenal,
Ese también es el caso del poema de ¡Oh, Hada Ci- Pablo Antonio Cuadra; y antes que ellos, José Coro-
bernética!, aquel donde dice: «Papá, mamá, / para nel Urtecho. La poesía nicaragüense tiene una tradi-
que yo, Pocho y Mario / sigamos todo el tiempo en el ción memorable, desde Rubén Darío, desde luego.
linaje humano, / cuánto luchasteis vosotros / a pesar Ha habido grandes figuras que no son del todo cono-
de los bajos salarios del Perú». Hay que reflexionar cidas en Hispanoamérica, como Salomón de la Selva
en todo lo que hay ahí, porque cuando Belli desarro- o del mencionado José Coronel Urtecho, quienes
lla poéticamente esa percepción de la realidad, ésta abrieron otras posibilidades, otras avenidas en la poe-
adquiere una dimensión dramática y a veces hasta sía nicaragüense al traer a este medio, por diversas
trágica; pero éstos no son el tema de su poesía, sino circunstancias de sus vidas, la poesía inglesa. Ella
ha tenido una influencia muy decisiva en el desarrollo

88
de la poesía de Joaquín Pasos, de Ernesto Cardenal, contexto poético es la diversidad de sus voces, pues
de Ernesto Mejía Sánchez, para citar sólo a algunos cada una se singulariza muy claramente. Incluso en
poetas. el caso de Emilio Adolfo Westphalen y de César Moro,
D
que siempre aparecen tan ligados al surrealismo, hay E
En México hay una tradición importantísima y mucho
que observar que en más de un sentido modifican
más difundida, por suerte para nosotros. La cabeza A
esa posibilidad y la enriquecen con su obra, la cual
del proceso en este medio siglo ha sido Octavio Paz; R
tiene un sello personal indiscutible. Después, en la T
y luego José Emilio Pacheco, quien recibió el anterior
generación de Belli, que es una generación E
Premio Pablo Neruda, entre muchos. S
importantísima, con Blanca Varela, Washington Del-
En Cuba, a mí me parece que Eliseo Diego es la figu- gado, Raúl Deustua y Javier Sologuren; y más cerca Y
ra principal del siglo 20: la importancia de su obra de nosotros, Arturo Corcuera, Antonio Cisneros,
está siendo cada vez más reconocida. Rodolfo Hinostroza, Marco Martos, y la importante L
E
contribución de poetas como Rosella Di Paolo, Rocío T
En Perú la tradición es tan rica que resulta casi ina- Silva Santisteban y muchos más. R
bordable en una conversación tan breve como esta, A
porque no sólo se trata de José María Eguren, de En medio de esa diversidad y de esa riqueza, yo creo S
César Vallejo y de Martín Adán. Lo admirable en ese que Belli representa una especie de cumbre de la poe-
sía peruana. NO

15
Santiago, tercera semana de julio de 2006.
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89
La Presidenta de Chile
Michelle Bachellet, Carlos
Germán Belli y los poetas pe-
ruanos en la ceremonia de
premiación.

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Fotos tomadas durante la estadía de los poetas peruanos y sus familiares que acompañaron a Carlos Germán Belli
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a Chile en Julio del 2006 con motivo de la premiación.


"P A B L O N E R U D A " 2006 C H I L E M I C H E L L E B A C H E L L E T

Palabras de la Presidenta de la República


de Chile Michelle Bachellet
en la ceremonia de la entrega del Premio
Iberoamericano Pablo Neruda
DE POESÍA
BELLI: PREMIO IBEROAMERICANO

Amigas y amigos: Estamos en esta celebración, en tradición poética –la peruana, vasta y plural- en la que
este tremendo privilegio que, por primera vez, a mí se hermanan César Vallejo y José María Eguren, Cé-
me corresponde entregar este Premio Iberoamerica- sar Moro y Emilio Adolfo Westphalen.
no de Poesía Pablo Neruda. Y lo digo con mucho or-
gullo, porque siento que este premio, poco a poco, se Y aún desde más hondo, nos trae también las reso-
convierte en una hermosa tradición de nuestra cultu- nancias de esos que usted ha llamado “los versos
ra. Chile es tierra de poetas y de amor por la poesía. linajudos e inmarcesibles de Occidente”, los ver-
De cada rincón de esta patria surge el milagro de la sos de Luis de Góngora, de Francisco de Medrano,
palabra encantada. Emergen hombres y mujeres uni- de Luis Carrillo y Sotomayor, en cuyo estudio encon-
versales, de tanto conocer lo propio y de tanto consi- tró el antídoto para la aventura rupturista con que lo
derar como propio, todo lo humano. marcaron el surrealismo y las vanguardias.

Si en nuestro peor momento las fronteras cerradas Gracias a esos “viejos poetas del idioma”, a su
no detuvieron el verso que iba y venía, cómo nos iba maestría para dominar las formas clásicas y a su sen-
a faltar ahora la alegría de entregar un homenaje a lo sibilidad para captar la desolación y el despojamiento
bello, a lo hondo y a lo verdadero. Por eso, éste es un del hombre contemporáneo, la poesía de Carlos
premio que Chile estableció con motivo del centena- Germán Belli ha alcanzado una originalidad que pre-
rio del creador de Las Residencias y que distingue cisamente pone de relieve el jurado al otorgar este
cada año a quienes potencian a través de su trayec- premio, cuando nos habla, como también ya nos men-
toria y obra poética, el diálogo artístico y cultural de cionó la ministra, de “la fusión de las más diversas
esta América nuestra que habla español y portugués posibilidades expresivas de la tradición y la moderni-
y se reconoce, de un modo u otro, en la escritura dad”.
fundacional del autor del Canto General. Hay algo más: no sólo tenemos hoy entre nosotros a
Me corresponde hoy aportar a la construcción de esta un maestro del idioma, a una voz profunda y podero-
tradición, la tradición de un premio que conserva la sa que logró una síntesis nueva en la poesía ibero-
memoria de Neruda, sí, pero que nos recuerda, sobre americana. Belli ha sabido también cultivar lazos que
todo, que la poesía es una sola, que canta con distin- trascienden las fronteras y que nos hablan precisa-
tas voces, con diferentes tonos y matices, desde el mente de este diálogo cultural que este Premio aspi-
Río Bravo a Tierra del Fuego, desde el Atlántico al ra a fomentar y proyectar.
Pacífico, desde las cordilleras nevadas a los desier- Su conversación literaria y humana con poetas nues-
tos implacables. tros como Oscar Hahn, Enrique Lihn, Pedro Lastra,
En estos tres años, desde julio del 2004, la poesía habla de una cercanía que en esta visita se refuerza
iberoamericana ha cantado en este salón, en esta casa con la llegada de otros poetas de la hermana Repú-
de los Presidentes de Chile, con las notas mexicanas blica del Perú, que hace un par de días, invitados por
y universales de José Emilio Pacheco y con las pre- la Fundación Pablo Neruda, nos deleitaron con sus
guntas desgarradas del argentino Juan Gelman. Aho- obras, junto a Belli, en el Centro Cultural La Moneda.
ra, en este nuevo aniversario del nacimiento de Son esas conversaciones las que queremos multipli-
Neruda, la poesía –siempre bienvenida aquí- viene a car con actos como éste, con Premios como éste, para
hablarnos en el lenguaje complejo y exigente de este que nuestros jóvenes y no tan jóvenes, escritores y
hermano nuestro del norte, de este peruano de hoy y no escritores, hagan suya la universalidad de la crea-
de todos los siglos del idioma, que es Carlos Germán ción cultural, la diversidad de esta América nuestra y
Belli. la pluralidad de una poesía en la que, como nos ha
Es un honor, poeta, tenerlo hoy entre nosotros. Un dicho Oscar Hahn, caben muy diversos proyectos.
honor, porque usted trae hasta aquí los ecos de una Entre ellos, desde luego, el hermoso y complejo edi-
ficio poético que ha construido Carlos Germán Belli.

Santiago, 14 de julio de 2006.

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Palabras de C.G.Belli al recibir D

el Premio Neruda
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El justo regocijo queda relegado por los senti- de que fuera el escritor más representativo del A
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mientos de gratitud, que me permito testimoniar idioma español.
en la persona de la Presidenta Michelle Bachelet, Pero fijemos la mirada sólo en los alrededores NO
por habérseme otorgado el importante Premio que nos son familiares, como es la incesante 15
Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda; e, igual- aventura poética hispanoamericana, y en cuyo
mente, expresar mis sentidas condolencias por pórtico se encuentran –conforme lo perciben los C
las víctimas del temporal ocurrido en la VIII Re- críticos en general- Pablo Neruda y César Vallejo, A
gión. uno nacido en Chile, el otro en el Perú, y cuya R
L
La poesía es la más antigua expresión del habla vecindad nos alegra sobremanera a todos acá y O
S
humana, según suele decirse. Sin embargo, hoy allá. Allí, lo torrencial, lo horizontal del verso
lamentablemente discurre a duras penas en los nerudiano; allí, lo replegado, lo vertical del verso G
E
cuatro puntos cardinales del mundo, como si su vallejiano, codo con codo, confluyendo de modo R
presencia fuera la de un ser advenedizo que en señero en la vasta orilla americana de la lengua. M
Á
todas partes desata mayúsculas resistencias. En particular, entre nosotros, esta cercanía sus- N
Nace ligada a la religión, como un medio libera- cita una suma satisfacción, que evidentemente
dor del temor reverencial ante los dioses y el mis- se centuplica por la rotunda presencia de “Altu- B
E
terio insondable del universo. Pese a tan linajudo ras de Machu Picchu”, hoy el corazón palpitante L
L
comienzo, la crisis se presenta hacia mediados del Canto general, y en que la enigmática arqui- I
del siglo XIX, y más adelante se agudiza con el tectura precolombina es aquilatada aún más por
surgimiento de las corrientes de vanguardia, el numen de un escritor sudamericano, pues en
hasta convertir a los cultores de la poesía en unos dichos versos, tras un previo descenso en la
simples monaguillos, o como unos moradores de muerte, la vida queda encarnada en la piedra
las catacumbas cristianas, o, en fin, en unos sol- madre de la altísima ciudadela incaica, y final-
dados desconocidos. mente en el hombre hermano que habla por los
Por suerte, hay quien resueltamente da la cara silenciosos moradores difuntos.
en favor de la milenaria actividad venida a me- La admiración literaria a veces puede hacer bue-
nos. Y creo que con facilidad se puede sospe- nas migas con los lazos de amistad. Lo reconoce
char, sin riesgo de error, que aquel que viene a un lector y amigo de Enrique Lihn, que por cierto
ayudarla es Pablo Neruda, con su océanica obra soy yo, y a quien descubro en el lejano noviem-
de tan cambiantes temas y de varias tesituras de bre de 1964 cuando Pedro Lastra llega a Lima
estilo –desde la llaneza de sus juveniles versos por primera vez, para hablarnos acerca del
de amor y de las múltiples odas de delgada silue- poemario La pieza oscura; y, por añadidura, se-
ta hasta las envolventes y complejas Residen- ría el punto de partida de un hecho futuro del cual
cias en la tierra-, todo ello irguiéndose como un no nos figurábamos por esos días, como es la
oportuno escudo para el alicaído parnaso. Y es aproximación de los hombres de letras peruanos
ésta la conclusión a la cual llego cuando un día y chilenos, en el curso de las últimas décadas. Y
desembarco en la estación ferroviaria de Milán y más adelante, el lector de Lihn se convierte im-
cuán sorprendido diviso un volumen de Neruda perceptiblemente en un compañero de ruta, pues
en un quiosco de diarios; y, tiempo después, cuan- estaré con él en puntos geográficos distantes
do tras ir y venir por la ciudad desemboco en una entre sí, y, con rara puntualidad, en momentos
exclusiva librería, topándome con unos libros de
él vertidos al italiano, que nos dieron la impresión
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"P A B L O N E R U D A " 2006 C H I L E
DE POESÍA
BELLI: PREMIO IBEROAMERICANO C A R L O S G E R M Á N B E L L I

diferentes del día. En efecto, nada menos que desde luego en vez de las añejas má-
que en Benarés, al despuntar la aurora, quinas de escribir había unas rutilantes
observando las abluciones de los fieles a computadoras. Y era pues un recinto casi
orillas del Ganges; o visitando al mediodía similar, donde solía escribir a escondidas,
Chan Chan, nuestra ciudad de barro; o como un socorrido ejercicio catártico, y fue
contemplando el frontis de la Sagrada Fa- en esos días que compuse un pequeño
milia en Barcelona a la hora del ocaso. poema de salutación a una cierta deidad
Uno acostumbra a ponderar en los otros, desconocida, que bauticé como Hada Ci-
aquello que en realidad no poseemos. bernética, con la firme esperanza de que
Permítaseme, pues, en esta especial oca- pronto acudiera a preservar este fugaz
sión, recordar muy brevemente a Javier tiempo terrenal, rescatándolo de las tareas
Sologuren, escritor peruano ya fallecido, alimenticias, y poder consagrarlo así úni-
con quien me une el vínculo generacional. camente a la página en blanco.
Sin duda alguna, cabal poeta, asimismo Naturalmente, el acto de la creación poéti-
copioso traductor, igualmente emblemáti- ca casi siempre suele ser cosa ardua y
co editor, cuyo norte existencial estuvo con- esforzada, como un verdadero reto
sagrado a la supervivencia de nuestro gé- estilístico. Sin embargo, no todo resulta
nero literario Y, consecuencia de esto, fue- tiempo de penurias en el cultivo de las be-
ron los quilates de su espíritu y el rigor in- llas letras, porque en verdad se disfruta
telectual que poseía, cualidades tan mucho al coronar, en medio del asombro
inalcanzables, como prácticamente lo es personal, una sextina o una canción
también esa dicción desinhibida de Lihn. petrarquesca. Y, cuando menos pensamos,
Fue en el año 2002 cuando una noche tuve repentinamente nos invade el mayor de los
el honor de estar en La Moneda, en com- regocijos, al recibir un galardón que lle-
pañía de otros escritores, con motivo del va el nombre de Pablo Neruda, y en la
evento Chilepoesía, y fue entonces que fraterna compañía de notables poetas de
desde un balcón de este palacio presiden- mi país y de Chile.
cial leí mis versos. Pero, como es lógico,
previamente crucé varias oficinas, y así por
la fuerza de las singularísimas circunstan-
cias terminé retrotrayéndome a los años
en que era un servidor público en el Sena-
do del Perú. Porque había estado discu-
rriendo por unos lugares análogos a la ofi-
cina en que trabajaba cuando joven, aun-

94
BIBLIOGRAFÍA SELECTA DE D
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Richard Cacchione Amendola E
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NO

arlos Germán Belli es sin duda el poeta más ciones de sus poemas a otros idiomas. De 15
importante en el Perú hoy en día. Decir esto estas traducciones, la primera, O Fata
en un país distinguido con muchos poetas de Cibernetica, (Reggio Emilia, 1983) es una tra- C
alta calidad representa algo especial. Galar- ducción al italiano por el destacado peruanista A
R
donado el 14 de julio de 2006 con el Premio Roberto Paoli. La segunda, Poemas / Poems,
L
Iberoamericano de Poesía Pablo Neruda en fue producida por Rose [Passalaqua] Shapiro O
Santiago de Chile, el Premio Nacional de Poe- en inglés y español para la lectura por Belli de S
sía (1962) presenta una voz sociopoética so- sus poemas en Harvard University, en abril de
G
bre la vida normal, el amor familiar y preocu- 2004. E
paciones y frustraciones de no poder salir de R
Belli comenzó a publicar sus versos en Lima M
su situación como empleado estatal con altas
en 1946, en Ágora, revista de la Pontificia Uni- Á
obligaciones familiares. Lo que le distingue N
versidad Católica del Perú y en el periódico La
es que es el poeta quien más tiene influencia
Prensa, cuando tenía 19 años. Su primer li- B
petrarquista y del Siglo de Oro en sus versos.
bro, Poemas, fue publicado en Lima en 1958. E
Es a veces complicado y muy directo en en-
Fue consagrado en 1962 con el Premio Na- L
tender. L
cional de Poesía (¡Oh Hada Cibernética!, edi- I
Incluir toda la producción directa e indirecta de ción de 1962) y es ganador del Premio Socie-
Belli incorporaría un tomo entero. El propósi- dad Nacional de Industrias en 1986 (la prime-
to de esta bibliografía es presentar al lector ra entrega de este premio) en reconocimiento
una selección representativa de la bibliografía de su altísima calidad literaria. En noviembre
primaria y secundaria belliana. Se incorpora de 2004 fue honrado con otros integrantes de
todos los libros de Belli con cada edición in- la Generación del 50 por su valiosa contribu-
cluida. La producción en prosa, como los artí- ción a las letras y cultura peruana por el Insti-
culos, crónicas y reseñas más los poemas in- tuto Nacional de Cultura.
dividuales publicados por Belli representan un
Un marco de la aceptación de la obra de un
vasto cuerpo que no es factible presentar to-
poeta hispanoamericano es la inclusión de sus
talmente en estas páginas. Por esta razón,
versos en antologías nacionales, iberoameri-
hemos hecho una selección entre las obras de
canas y de Europa y América del Norte. He-
prosa más importantes, junto con el grueso de
mos identificado 68 antologías que incluyen las
las entrevistas a Carlos Germán Belli y una re-
obras de Carlos Germán Belli, quién, después
presentación de las antologías que incluyen la
de César Vallejo, es el poeta peruano más
obra poética de nuestro poeta.
antologado. Los límites de espacio no nos
Carlos Germán Belli (Chorrillos, Lima, 15 de permiten presentarlas acá.
setiembre de 1927-), es uno de los integran-
De estas 68 antologías, 28 están editadas en
tes más importantes de la Generación del 50.
el Perú en 37 ediciones. De las 40 antologías
En las letras peruanas, es autor de uno de los
restantes, 20 son de los otros países iberoame-
cuerpos poéticos más ricos y sofisticados en
ricanos: Argentina (2), Colombia (2), España
verso y en prosa que abarca 16 poemarios in-
(10), México (3), Puerto Rico (1) y Venezuela
dividuales en 17 títulos con 26 ediciones. Ade-
(2). Desde Europa hay 12 antologías de: Ale-
más de un libro de 93 crónicas de viaje, once
mania (2), Francia (1), Hungría (1), Italia (3),
antologías personales y dos libros de traduc-
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E R M Á N R I C H A R D C A C C H I O N E A M E N D O L A

Reino Unido (bilingüe) 1, Reino Unido (en in- ejemplares numerados del 01 al 200.] Impreso
glés) (1), Rusia (1), Suiza (en francés) (1) y en los Tal[l]eresGráficos P. L. Villanueva S.A. (15
G

Yugoslavia (en serbio) (1). De los Estados poemas + 1 texto de prosa)


A R L O S

Unidos hay 8, 4 en inglés y 3 bilingües. • Dentro & fuera.


Esta bibliografía está dividida en dos Seccio- - Lima: [Ediciones de la Escuela Nacional de Bellas
Artes], [12 agosto 1960]. [12 páginas sin nume-
nes que incluye : Bibliografía Primaria : 1. ración]. 14 cm. ER. (Forma y Poesía, 3.) Dibujo
C

Los Libros de Carlos Germán Belli y Bibliogra- de Alberto Dávila. [Epígrafe] de José Ortega y
D E

fía Secundaria : 3. Selección de Estudios crí- Gasset, de El Espectador. (Consta de 300 ejem-
ticos, ensayos y reseñas sobre Carlos Germán plares numerados de I a V y de 6 a 300. se impri-
S E L E C T A

Belli. Hemos que dejar al lado las entrevistas mió a mano en papel Piedra Liza de 140 gramos
a Belli y las antologías donde su obra aparece con caracteres Post Medieval…) Impreso en el
Taller de Artes Gráficas ÍCARO, Antiguo Hotel Los
y el grueso de las obras críticas. Ángeles, casa letra I, Los Ángeles. (12 poemas)
El autor de esta bibliografía es peruanista, bi-
• ¡Oh Hada Cibernética!
I B L I O G R A F Í A

bliógrafo y crítico literario que también ha es-


crito sobre otros poetas de la Generación del - Lima: 1961. [20 páginas sin numeración.] 14 cm.
50. Posee una maestría en literatura hispano- ER. Contraportada. (Colección El Timonel) Vi-
americana de Columbia University de Nueva ñeta de Fernando de Szyszlo. (200 ejemplares. I
York y está cursando su doctorado en la Uni- a X y 11a 200 firmados. (20 poemas)
versidad de Londres en literatura peruana.
- Segunda edición, [ampliada]. Lima: Antología de
Está preparando bibliografías comprensivas
B

La Rama Florida, [25 octubre] 1962. 57, [3] p.


sobre los poetas y críticos peruanos, tales 19 cm. ER. (Antología de La Rama Florida; 5.)
como, Carlos Germán Belli, Jorge Cornejo Viñeta del autor. Imprimió en los Talleres de
Polar, Alejandro Romualdo, Blanca Varela y INDUSTRIALgráfica S.A. (45 poemas)
otros integrantes de la Generación del 50.
Otros proyectos en curso son bibliografías so- - [Tercera edición, ampliada]. Caracas: Monte Ávila
Editores, 1971, © 1969. 141, b, [1] p. 20 cm.
bre los autores cubanos Lydia Cabrera, ER. (Colección Altazor) Portada: Víctor Viano.
Guillermo Cabrera Infante y Fernando Ortiz, y (Antología 97 poemas de 6 libros anteriores. In-
un inventario de libros publicados en las pro- cluye la colección El libro de los nones, que apa-
vincias peruanas en el siglo XIX. Es miembro rece por la primera vez y nunca apareció como
del Instituto Riva-Agüero, Asociado del Centro un libro individual.)
de Estudios Literarios Antonio Cornejo Polar,
- Jesús María, [Lima]: Universidad Inca Garcilaso de
Miembro del Consejo Directivo del Instituto La Vega, Fondo Editorial, [s.f.] [2004]. III, 65 p.
Americano de Arte – Filial Lima y Director Fi- 20.5 cm. ER brillante con solapas. ISBN: no
nanciero de la Asociación Amigos de la Biblio- hay. (Literatura.) “Palabras Preliminares” de
teca Nacional del Perú. César Toro Montalvo, pp. I-III, [fechado marzo
de 2004].
(48 poemas + 1 texto en prosa)

- O Fata Cibernetica. [giugno] 1983. Traducción al


italiano – VÉASE.

1 LIBROS de • El pie sobre el cuello

- Lima: Ediciones de La Rama Florida, [abril] 1964.


Carlos Germán Belli [16 páginas sin numeración]. 26 cm. ER. Impre-
so en el Taller de Artes Gráficas ÍCARO, Antiguo
Ángeles, casa letra I, Chaclacayo. (15 poemas)

- Montevideo: Editorial Alfa, [abril] 1967. 106, [1] p.


17.5 cm. ER. (Colección Carabela) (112 poe-
Presentados en orden cronológico. En los ca- mas de los libros “¡Oh Hada Cibernética!”, “El
sos de múltiples ediciones, el registro princi- pie sobre el cuello”, “Por el monte abajo”.) [Com-
pal es por la fecha de la primera edición. Las pilación de poemas publicados anteriormente.]
ediciones siguientes están fichadas en orden
• Por el monte abajo.
cronológico siguiendo la primera edición. - Lima: Ediciones de La Rama Florida, [junio] 1966.
[29 páginas sin numeración]. 19 cm. ER. (Qui-
nientos ejemplares numerados de 001 a 500) (21
• Poemas. poemas) Impreso en el Taller de Artes Gráficas
- Primera edición. Lima: [Edición del Autor], [24 ÍCARO, Antiguo Hotel Los Ángeles, casa letra I,
marzo] 1958. 26 p. 28 cm. ER. [Consta de 200 Chaclacayo. (21 poemas)

96
• Sextinas y otros poemas. - Con un nuevo título: Bajo el sol de la medianoche D
- Santiago de Chile: Editorial Universitaria, S.A., mayo rojo. México: Premiá Editora de Libros, S.A., E

1970. [62] p. 18.5 cm. ER. (Cormorán. Colec- 1990. VÉASE. (El mismo contenido que las dos
ediciones anteriores.) A
ción Letras de América, v. 24.) Prólogo de Julio R
Ortega, pp. 9-19. (20 poemas) T
• En el restante tiempo terrenal. E
• En alabanza del bolo alimenticio. - Lima: Editorial Perla Perú S.R.L., [enero 1988]. S
58, [3] p. ilus. 20.5 cm. ER. Edición de Bruno
- Primera edición. México: Premiá Editora de Libros, Buendía Sialer. Con fotos de los manuscritos de Y

S.A., [Primer semestre] 1979. 80, [2] p. 21 cm. los 9 poemas. - Madrid: Ediciones del Tapir, [2
mayo] 1988. 58 p. facsims., 19 cm. ER con L
ER. (Libros del bicho, 2.) ISBN: 9684340893. E
[1,000 ejemplares más sobrantes para reposición] solapas. (100 ejemplares numerados del 1 al 100.)
T
(42 poemas) (4 poemas)
R
A
• Asir la forma que se va. - Tercera edición ampliada. Lima: Editorial e Impren- S
(breve antología) ta Desa S.A., junio 1990. 53, b, [1] p. 20.5 cm.
- Lima: Cuadernos del Hipocampo, [8 marzo] 1979. ER brillante. ISBN (no figura). Edición con los
NO
[25] p. 18 cm. ER. (Libro de las decenas) (1000 auspicios del Consejo Nacional de Ciencia y Tec-
ejemplares) Carátula: José Bracamonte. (10 poe- nología (CONCYTEC) (26 poemas)
15
mas)
• “En las hospitalarias estrofas.” - Mapocho: Revista
• Canciones y otros poemas. de Humanidades y Ciencias Sociales 44 (San- C
- Primera edición. México: Premiá Editora de Libros, tiago de Chile: Segundo Semestre 1998) : 255- A
S.A., [segundo semestre] 1982. 52, [1] p. 21 287. R
L
cm. ER. (Libros del bicho, 41.) (1,000 ejempla- O
res.) ISBN: 968-434-226-8. (14 poemas) (NOTAS:
S
(a) El título “En las hospitalarias estrofas” que apare-
- [Segunda edición]. Trujillo: Ediciones SEA - Casa ció en la revista Mapocho, fue usado de nuevo en G
del Artista, [febrero] 1992. xiv, 7-69, b, [1] p. 20 2001 como el título de un poemario de CGB – E
cm. ER brillante con solapas. ISBN: no hay. Véase abajo. R
Municipalidad Provincial de Trujillo, Casa del Ar- (b) Los poemas incluidos en Mapocho incluyen un M
tista, 16 de Marzo 1892-1992. (Colección Home- texto en prosa “Uno propone pero no dispone”, y Á
14 poemas, de los cuales, los primero 10 son los N
naje al Centenario de César Vallejo; 14-15.) Pró-
logo: “Razón de ser del neoclasicismo de Carlos poemas que constituyen el contenido de
¡Salve,Spes! – Véase más adelante.) - Separa- B
Germán Belli”, Roberto Paoli, pp. i-xiv. (El mis- E
mo contenido que en la edición de 1982.) ta. [N.P.]: Biblioteca Nacional de Chile, 1998. L
[36] p. 23 cm. ER. ISSN: 0716-2510. pp. 255- L
• O Fata Cibernetica. Traducción al italiano 287. I
Introduzione, scelta e versione di Roberto Paoli e
Carlotta Nerozzi. A cura de Gianni Scalia. - Pri- • Carlos Germán Belli: Antología crítica. Selección
ma edizione. Reggio Emilia: Elitropia Edizioni, y notas de John GARGANIGO. - Primera edi-
[giugno] 1983.220 p. 20 cm. ER. Contraportada. ción. Hanover, New Hampshire: Ediciones del
(In Forma di Parole ; Decimo.) “Introduzione”, Norte, 1988. xiii, 236 p. 21 cm. Empastado. No
pp. [9]-18. “Notizia”, pp. 19-20. (61 poemas) hay contraportada. Prefacio de Mario Vargas
Llosa “Carlos Germán Belli: una poesía para tiem-
• Boda de la pluma y la letra. (antología personal) - pos difíciles”, pp. i-iii. (92 poemas)
Madrid: Ediciones Cultura Hispánica y Instituto
de Cooperación Iberoamericana, 1985. 182 p. • Antología personal. Prólogo y Edición, Jorge Cor-
port. 20 cm. ER. ISBN: 84-7232-365-X. Prólo- nejo Polar. - Lima: Jorge Cornejo Polar, octubre
go: “El pesapalabras”, pp. 7-8. (80 poemas de 9 1988. [256] p. ilus. 20.5 cm. ER brillante. ISBN:
libros de CGB) no hay. Edición con auspicio de CONCYTEC
[Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología] “Pró-
• El buen mudar. - Madrid: Ediciones del Tapir, logo” de Jorge Cornejo Polar, pp. [7]-24. “Carlos
[marzo] 1986. [14 páginas sin numeración]. 19 Germán Belli: Una poesía para tiempos difíciles”
cm. ER con solapas. ISBN: no hay. (100 ejem- de Mario Vargas Llosa,, pp. 209-210; “Razón de
plares numerados del 1 al 100.) (2 poemas) ser del neoclasicismo de Carlos Germán Belli”
de Roberto Paoli, pp. 211-221; “En alabanza de
- [Segunda edición ampliada]. Lima: Editorial Perla, Carlos Germán Belli” de Enrique Lihn, pp. 223-
[febrero 1987]. 95 p. 20.5 cm. ER. (19 textos en 227; “Entrevista: Carlos Germán Belli”, de
verso y 10 poemas) Marithelma Costa & Adelaida López, pp. 229-245.
“Página
• Más que señora humana. - Miraflores, Lima, Perú: autobiográfica” de [Carlos Germán Belli], pp. 249
Editorial Perla, [setiembre 1986]. 81, b, [1] p. 251. Bibliografía y algún material fotográfico.
20.5 cm. ER brillante con solapas. ISBN: no (109 poemas)
hay. (17 poemas + 1 prosa) - Montevideo: Edi-
ciones de UNO, diciembre 1987. 45, 3b, [1] p. • Bajo el sol de la medianoche rojo. - Primera edi-
21 cm. ER. (del Archivo, 5.) ISBN: no hay. (El ción. Tlahuapan, Puebla, México: Premiá Edito-
mismo contenido que la edición de 1986.)
97
E L L I
B
E R M Á N R I C H A R D C A C C H I O N E A M E N D O L A

ra de Libros, S.A., [Primer semestre] 1990. 44, • La miscelánea íntima. - Valencia: Editorial Pre-
[1] p. 21 cm. ER. (Libros del Bicho, 62.) ISBN: Textos, [setiembre] 2003. 66, [1], b, [2] p. 22
968-434-510-0. (1000 ejemplares.) (Contiene: cm. ER con solapas. (Colección La Cruz del
G

el mismo contenido de 17 poemas + 1 texto en Sur; 649.) ISBN: 84-8191-551-3. (24 poemas)
A R L O S

prosa que está en las ediciones de 1986 + 1987


de Más que señora humana.) (NOTA: reimpresión • El imán. - Primera edición. Lima: Pontificia Uni-
de Más que señora humana (1986) bajo un nue- versidad Católica del Perú, Fondo Editorial, no-
vo título que se ha cambiado por decisión del poe- viembre 2003. 232 p. 21 cm. ER. ISBN: 9972-
C

ta. Véase.) 42-610-6. (Serie Ficciones CRÓNICAS) (750


ejemplares) Con marcador de páginas corres-
D E

• Acción de gracias. - Trujillo, Perú: Ediciones SEA- pondiente. (93 crónicas periodísticas)
Casa del Artista, [febrero] 1992. 50 p. 20 cm.
S E L E C T A

ER brillante con solapas. ISBN: no hay. Munici- • Poemas / Poems. (compilación) -Cambridge,
palidad Provincial de Trujillo, Casa del Artista, Massachusetts: Edición artesanal de
16 de Marzo 1892-1992. (Colección Homenaje ASALTOALCIELO / Editores, [abril] 2004. 27 p.
al Centenario de César Vallejo; 16.) (16 poemas) 22 cm. ER. Translations [and selection] by Rose
Shapiro. ISBN: 1-892620-12-X. (120 ejemplares
I B L I O G R A F Í A

• Los talleres del tiempo: poemas escogidos. numerados a mano) Latin American Poetry
(compilación) Edición de Paul W. Borgeson, Forum, Harvard University, April 12th, 2004. (17
Jr. - Madrid: Visor Libros, 1992. 267, [6] p. 19.5 en inglés / español)
cm. ER brillante con solapas.(Colección Visor
de Poesía, 284.) ISBN: 84-7522-284-6. (118 • Lo inapagable. Antología de poesía amorosa. -
poemas) (NOTA: El título que aparece por la ca- Primera edición. Santiago de Chile: LOM Edi-
rátula es: Los talleres del tiempo: versos escogi- ciones, 2004. 61, b, [2] p. 17 cm. ER. (Libros
dos.) del Ciudadano) ISBN: 956-282-603-1. (24 poe-
B

mas)
• Trechos del itinerario (1958 – 1997). (antología) -
Santafé de Bogotá: Instituto Caro y Cuervo, [ju- • En el restante tiempo terrenal. Antología perso-
lio] 1998. 308 p. 20 cm. ER. (Serie “La Granada nal. - Primera edición. Buenos Aires: Editorial
Entreabierta”, 84) ISBN: no hay. Bibliografía de Argonauta, diciembre 2004. 140, [3] p. 20 cm.
Olga Espejo, pp. [235]-301. (92 poemas) ER con solapas. (Biblioteca Poesía ; 10.)

• En el coto de la mente. - Primera edición. Santia-


• !Salve, Spes! - Separata de la revista Mapocho: go de Chile: Editorial Universitaria, junio 2006.
Revista de Humanidades y Ciencias Sociales. 123 p. 23 cm. ER con solapas. ISBN: 956-11-
[N.P.], [Santiago de Chile]: Biblioteca Nacional 1850-5. (Colección El Poliedro y el mar.) (1.200
de Chile, Segundo Semestre 1998.[36] p. 23 ejemplares) (67 poemas)
cm. ER. ISSN: 0716-2510. No. 44. pp. 255-
287. (10 poemas)

- Lima: Pontificia Universidad Católica del Perú, [15


de enero de 2000]. 79 p. port., 1 foto., 24 cm.
ER con solapas. (El Manantial Oculto; 18) “Pró- 2.SELECCIÓN DE
logo” de Ricardo González Vigil, pp. 7-16. (10
poemas) ESTUDIOS CRÍTICOS,
- Carmona (Sevilla): Palimpsesto, [enero 2003]. 79
p. 20 cm. ER con solapas. ISBN: no hay.. (Pa-
ENSAYOS y RESEÑAS
limpsesto Colección de Poesía ; 18.) Prólogo y
epílogo de Óscar Hahn. “Carlos Germán Belli: SOBRE Carlos Germán
del buen vivir al buen morir”, pp. 7-9; “Carlos
Germán Belli: ese rico amanuense del Perú, pp.
Belli
73-75. (10 poemas)

• En las hospitalarias estrofas. (compilación) - Ma-


drid: Fundación César Manrique, [mayo] 2001.
59, b, [1] p. 19 cm. Empastado. Cubierto en plás-
tico. (Péñola Blanca, [8].) ISBN: 84-88550-41-
3. Hemos identificado 106 autores de 12 países
(400 ejemplares) Del I al C están firmados por el que han publicado juicios críticos sobre Car-
autor y del 101 al 400 cada libro se individualiza los Germán Belli. Debido a los limites espa-
por su numeración. (15 poemas de diversos li- ciales, estamos restringidos publicar solamente
bros de GCB) los estudiosos de los 11 principales críticos de
la obra belliana dejando al lado varios nom-
- Primera edición. Santiago de Chile: Editorial LOM,
septiembre 2002. 80, [2] p. 21 cm. ER brillante bres importantes. Son: Paul W. Borgeson, Jr.
con solapas. (Colección Entre Mares Poesía) (EE. UU.), Mario Cánepa (Argentina), Jorge
ISBN: 956-282-458-6. (19 poemas) Cornejo Polar (Perú), John Garganigo (EE.

98
UU.), Ricardo González Vigil (Perú), Oscar temporáneo.” - EN: ZUGASTI, Mario. (Editor) D
Estudios de hispanismo contemporáneo: actas del E
Hahn (Chile), James Higgins (Inglaterra), W.
Primer Seminario Internacional sobre “Hispanis-
Nick Hill (EE. UU.), Julio Ortega (Perú/EE. UU.), A
mo en el Siglo XX.
Javier Sologuren (Perú) y Miguel Ángel Zapa- New Delhi: Embassy of Spain in New Delhi,
R
T
ta (Perú/EE. UU.). 1990. (pp. 35-42.) E
BORGESON, Paul W., Jr. S
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American Literature. (Verity Smith, Editor) Belli.”- Lexis: Revista de Lingüística y Literatura Y
London, Chicago: Fitzroy Dearborn Publishers, 12: 1 (Lima: 1988) : 83-90.
1997. xxii, 926 p. (pp. 105-108) L
E
• “Lenguaje en conflicto: la poesía de Carlos Germán
T
• “Estaciones poéticas: Lo moderno en Carlos Germán Belli.” - fragmento de tesis de doctorado, City R
Belli y la poesía hispanoamericana.” University of New York, 1985. 529 p. A
- EN: Encuentro Internacional de Peruanistas: Esta- S
do de los estudios histórico-sociales sobre el Perú • Lenguaje en conflicto: la poesía de Carlos Germán
a fines del siglo XX, I-II. 3-6 setiembre 1996. Belli. - Madrid: Editorial Orígenes, 1987. 240 p. NO
Editor Jorge Cornejo Polar. Primera edición. Lima, 21 cm. ER con solapas. (Colección Tratados de
Perú: Universidad de Lima, [abril] 1998. (2 to- Crítica Literaria) (NOTA: Basado en el último ca- 15
mos: 560 + 546 p.) 26 cm. ER brillante. (Colec- pítulo de la tesis doctoral del autor, City University
ción Encuentros) ISBN: 9972-45-031-7. (Tomo ofNew York, 1985; [incluye 2 entrevistas, biblio-
II : 227-233.) grafía].) C
A
• “Introducción a la poética de Carlos Germán Belli.” - • “Lenguaje en conflicto: la poesía de Carlos Germán R
Belli.”- Dissertation Abstracts International 46: L
Plural (Revista cultural del diario Excelsior) 244
O
(México: enero 1992) : 54-57. (12 poemas: pp. 11 (Ann Arbor, Michigan: May 1986) : 3365A.
S
57-[62].)
• “Lenguaje en conflicto: la poesía de Carlos Germán G
• “Poéticas post-nerudianas y la emancipación litera- Belli, desde el plano barroco y clasicista. Análisis E
ria latinoamericana.” - Revista de la Crítica Lite- general.”- EN: ZAPATA, Miguel Ángel. (ed.) El R
raria Latinoamericana 15: 29 (Lima: 1er semes- pesapalabras: Carlos Germán Belli ante la críti- M
tre 1989) : [129]-136. Sección sobre CGB: pp. ca. Lima: Ediciones Tabla de Poesía Actual, Á
[mayo] 1994. 303 p. 22 cm. ER. (pp. [119]-139.) N
135-136.
(NOTA: Fragmentos 1-41 del registro anterior.)
B
• “El sistema simbológico de Carlos Germán Belli: E
expresión pública de un discurso privado.” - Tex- CORNEJO POLAR, Jorge. L
to Crítico 16: 42-43 (Veracruz, México: enero- • “Belli ante la crítica.” - El Mundo (Lima: 3 al 9 julio L
diciembre 1990) : [115]-122. 1994) : 6D. (Sección D: Arte & Letras) (Reseña I
- EN: BELLI, Carlos Germán. Los talleres del tiempo: de El pesabalabras: Carlos Germán Belli ante la
poemas escogidos. Edición de Paul W. Borgeson, crítica. Miguel Angel Zapata (editor) Lima, Edi-
Jr. Madrid: Visor Libros, 1992. 267, [6] p. 19.5 ciones Tabla de Poesía Actual, 1994. 303 p.)
cm. ER. (Colección Visor de Poesía ; 284.) ISBN:
84-7522-284-6. (pp. 9-20.) • “Belli: Asir la forma que se va.” - Hipocampo 1: 23
- EN: ZAPATA, Miguel Ángel. (ed.) El pesapalabras: (Suplemento cultural del diario La Crónica) (Lima:
Carlos Germán Belli ante la crítica. 22 junio 1986) : 5. (Reseña de Carlos Germán
Lima: Ediciones Tabla de Poesía Actual, [mayo] Belli, Asir la forma que se va.) - El Café Literario
1994. 303 p. 22 cm. ER. (pp. [65]-77.) 48 (Bogotá: enero - marzo 1987) : 33-34. 1
foto. (NOTAS: (a) Es, con ligeras variantes, el
• “Sobre este libro.” - EN: BELLI, Carlos Germán. mismo artículo anterior. (b) Seguido por cuatro
Los talleres del tiempo: poemas escogidos. Edi- poemas de CGB, p. 35 .)
ción de Paul W. Borgeson, Jr. Madrid: Visor Li-
bros, 1992. 267, [6] p. 19.5 cm. ER. (Colección Continúa...
Visor de Poesía ; 284.) ISBN: 84-7522-284-6. CORNEJO POLAR, Jorge. - Continuación...
(pp. 7-8.) • “Belli, el petrarquista.” - El Comercio (Lima: 21 abril
Continúa... 1995) : A-3. Página: Opinión.
BORGESON, Paul W., Jr. - Continuación...
• Los talleres del tiempo: poemas escogidos. Carlos • “Belli, nueva etapa.” - Página Libre 1: 120 (Lima: 8
Germán Belli. Edición de Paul W. Borgeson, Jr. - julio 1990) : C18. 3ª sección C. Página: Opi-
Madrid: Visor Libros, 1992. 267, [6] p. 19.5 cm. nión. 1 foto.
ER brillante con solapas. (Colección Visor de Poe-
sía ; 284.) ISBN: 84-7522-284-6. (118 poemas) • “Belli o la diferencia.” - Dominical (Suplemento del
(NOTA: El título que aparece por la carátula es: diario El Comercio) (Lima: 7 febrero 1993) : 19.
Los talleres del tiempo: versos escogidos.) - Inti: Revista de Literatura Hispánica 39
(Cranston, RI: primavera 1994) : [205]-213.
CÁNEPA, Mario A. (NOTA: Ahora, esta revista está editada en
• “Barroco y neobarroco: alienación en el mundo con- Providence, Rhode Island.)
99
E L L I
B
E R M Á N
G R I C H A R D C A C C H I O N E A M E N D O L A

• “Belli o la diferencia.” - Continuación... - EN: ZA- • GARGANIGO, John. (Selección y notas de) Carlos
PATA, Miguel Ángel (ed.) El pesapalabras: Car- Germán Belli: Antología crítica. - Primera edi-
A R L O S

los Germán Belli ante la crítica. Lima: Ediciones ción. Hanover, New Hampshire: Ediciones del
Tabla de Poesía Actual, [mayo] 1994. 303 p. 22 Norte, 1988. xiii, 236 p. ilus. 21 cm. Empasta-
cm. ER. (pp. [215-228.) (NOTA: Esta versión es do. No hay contraportada. ISBN: no hay.
C

una amplificación del artículo que apareció en “Carlos Germán Belli: una poesía para tiempos difíci-
Dominical.) les”, Mario Vargas Llosa, pp. i-iii. (pp. v-xiii.)
D E

Ï% “Belli prosista.” - Boletín de la Academia perua- • “Prólogo.” - EN: GARGANIGO, John. (Selección y
S E L E C T A

na de la Lengua 40 (Lima: 2º semestre del 2005) notas de) Carlos Germán Belli: Antología crítica.
: 117-124. (NOTA: Este ensayo será prepublicado Primera edición. Hanover, New Hampshire: Edi-
en ZAPATA, Miguel Ángel . (Editor) ciones del Norte, 1988. xiii, 236 p. ilus. 21 cm.
Así la forma que se va. Por aparecer en 2006, Lima, Empastado. No hay contraportada. ISBN: no
Fondo Editorial, Universidad Nacional Mayor de hay. “Carlos Germán Belli: una poesía para tiem-
San Marcos.) pos difíciles”, Mario Vargas Llosa, pp. i-iii. (pp. v-
I B L I O G R A F Í A

xiii.) (NOTA: Es el mismo texto que el registro


• “Carlos Germán Belli.” - El Jabalí 4: 5 (Buenos anterior. El “Prólogo” fue publicado primero.)
Aires: 1996) : 104-108. Con 2 poemas de CGB,
pp. 107-108. GONZÁLEZ VIGIL, Ricardo.

• “Lo deseable como categoría poética.”- Expreso • “Belli, el pesapalabras.” - El Comercio (Lima: 16
(Lima: 20 mayo 1980) : 10. (Reseña de Carlos julio 1994) : A3. Página: Opinión. A la cabeza
B

Germán Belli, En alabanza del bolo alimenticio, del título: Nuevas publicaciones. (Reseña de: ZA-
México: Premià Editores S.A., 1979. Colección PATA, Miguel Ángel. El pesapalabras: Belli ante
del Bicho, 2.) la crítica.)

• “Hill, W. Nick: Tradición y modernidad en la poesía • “Belli, la forma desasida.” - La Crónica (Lima: 1
de Carlos Germán Belli. Madrid, Editorial Pliegos, diciembre 1979) : 5. Página: Editorial. (Comen-
Pliegos de ensayo, 1985; 230 pp.”- Revista de tarios sobre: Asir la forma que se va y En alaban-
Crítica Literaria Latinoamericana 12: 24 (Lima: za del bolo alimenticio.) - EN: ZAPATA, Miguel
2do. Semestre 1986) : 305-308. (Reseña) Ángel. (ed.) El pesapalabras: Carlos Germán
Belli ante la crítica. Lima: Ediciones Tabla de
• “Las musas de Eguren y Belli.” - Revista (Suple- Poesía Actual, [mayo] 1994. 303 p. 22 cm. ER.
mento cultural del diario El Peruano) (Lima: 19 (pp. [195]-198.)
diciembre 1994) : 4-5. A la cabeza del título: De
la ‘Niña de la lámpara azul’ al Hada Cibernética • “En torno de Belli.” - Dominical (Suplemento del
diario El Comercio) (Lima: 16 enero 1983) : 16.
• “La poesía de Carlos Germán Belli.” - Quinto Poder 2 fotos.
(Suplemento del diario Eco, no. 245) (Arequipa:
18 mayo 1969) : 5. A la cabeza del título: La hora • “Prólogo.” - EN: BELLI, Carlos Germán ¡Salve,
del lector Spes! Lima: Pontificia Universidad Católica del
Perú, [15 de enero de 2000]. 79 p. port., 24 cm.
• La poesía de Carlos Germán Belli: (una aproxima- ER con solapas. (El Manantial Oculto; 18) [500
ción). - Lima: Universidad de Lima, Facultad de ejemplares] (pp. 7-16.)
Ciencias Humanas, 1994. 154 p. 23.5 cm.
ER brillante. ISBN: no hay. (Serie Ensayos No. • “Reconocimiento de Belli.” - Dominical (Suplemen-
5.) to del diario El Comercio) (Lima: 29 junio 1986)
: 19. 1 foto.
CORNEJO POLAR, Jorge. - Continuación...
• “La poesía última de Carlos Germán Belli.” - La HAHN, Óscar.
Manzana Mordida 13 (Lima: julio 1982): 32-40.
• “Belli: contra la corriente.” - Revista de Libros (Su-
• “Prólogo.” - EN: BELLI, Carlos Germán. Antología plemento del diario El Mercurio) (Santiago de
personal. Prólogo y Edición, Jorge CORNEJO Chile: 29 noviembre 1992) : 8. A la cabeza del
POLAR Lima: Jorge Cornejo Polar, 1988. [256] título: Apuntes. 1 foto de CG Belli.
p. ilus. 20.5 cm. ER brillante. (pp. [7]-24.)
• “Carlos Germán Belli: Del buen morir.” - Revista de
GARGANIGO, John. Libros 653 (Suplemento del diario El Mercurio)
• “Carlos Germán Belli.” - EN: ZAPATA, Miguel Án- (Santiago de Chile: 10 noviembre 2001) : 9. 1
gel. (ed.) El pesapalabras: Carlos Germán Belli foto de CG Belli. (Sobre el libro de Carlos Germán
ante la crítica. Lima: Ediciones Tabla de Poesía Belli ¡Salve, Spes! El artículo no da los siguien-
Actual, [mayo] 1994. 303 p. 22 cm. ER. (pp. tes datos de la edición: Lima: Pontificia Univer-
[79]-86.) sidad Católica del Perú, [15 de enero de 2000].
(NOTA: Esto es el mismo texto que lo siguiente “Pró- 79 p.) (NOTA: Este ensayo fue luego publicado
logo” que fue publicado primero.) como el prólogo en la edición de ¡Salve, Spes!,

0 0
1
Carmona (Sevilla): 2003 bajo el título: “Carlos Ángel. (ed.) El pesapalabras: Carlos Germán D
Germán Belli: del buen vivir al buen morir”. Véa- Belli ante la crítica. Lima: Ediciones Tabla de E
se.) Poesía Actual, [mayo] 1994. 303 p. 22 cm. ER.
(pp. [87]-117.) A
R
• “Carlos Germán Belli: del buen vivir al buen morir.” - T
El Dominical (Suplemento del diario El Comer- • “Los poetas enajenados.” - Insula 29: 332-333 (Ma- E
cio) (Lima: 23 julio 2000) - EN: BELLI, Carlos drid: julio-agosto 1974) : 7-10. S
Germán ¡Salve, Spes! Carmona (Sevilla): Pa-
limpsesto, [30 enero 2003]. 79 p. 20 cm. ER • “The Poetry of Carlos Germán Belli.” - Bulletin of Y
con solapas. ISBN: no hay. Prólogo y Epílogo de Hispanic Studies 47 (Liverpool: October 1970) :
Óscar Hahn. (Prólogo: pp. 7-9.) (NOTA: Pre- 327-339. L
E
viamente publicado en Santiago de Chile bajo el
T
título: “Carlos Germán Belli: Del buen morir”. Véa- • “Puros e impuros: poetas de los años 40 y 50 : Car- R
se.) los Germán Belli en Bética no bella.” - EN: A
HIGGINS, James. Hitos de la poesía peruana. S
• “Carlos Germán Belli, En alabanza del bolo alimen- Primera edición. Lima: Editorial Milla Batres,
ticio, México, Premiá Editora, 1979.” - agosto 1993. 241 p. ilus., 24 cm. ER brillante. NO
Hispamérica: Revista de Literatura 10: 29 (pp. 112-129.)
(Gaithersburg, Maryland: agosto 1981) : [117]- 15
118. (Reseña de CGB: En alabanza del bolo HILL, W. Nick. [Walter Nickerson Hill]
alimenticio, México, 1979.)
• “A la zaga de Carlos G. Belli.” - EN: PAOLINI, Gilbert. C
• “Carlos Germán Belli: ese rico amanuense del Perú.” (ed. & preface) La Chispa ’83, Selected A
- EN: ZAPATA, Miguel Ángel. (ed.) El Proceedings. The Fourth Louisiana Conference R
pesapalabras: Carlos Germán Belli ante la críti- on Hispanic Languages and Literatures. New L
O
ca. Orleans: Tulane University, 1983. 333 p. (pp.
S
Lima: Ediciones Tabla de Poesía Actual, [mayo] 125-133.)
1994. 303 p. 22 cm. ER. (pp. [229]-231.) - La G
casa de cartón de Oxy 2 Época: 20 (Lima: oto- • “Carlos Germán Belli.” - EN: HIGGINS, James. E
ño 2000) : 13. 1 foto. The Poet in Peru: Alienation and the Quest for a R
- EN: HAHN, Óscar. Magias de la escritura. Barcelo- Super-Reality. Liverpool: Francis Cairns, 1982. M
na ; Santiago: Editorial Andrés Bello, [mayo 166 p. 22.5 cm. Empastado. Contraportada. Á
2001]. 189 p. 24 cm. ER. ISBN: 956-13-1705- (Liverpool Monographs in Hispanic Studies; 1.) N
2. (2.500 ejemplares) Prólogo de Pedro Lastra. (pp. 46-64.)
B
(pp. 163-166.) E
- EN: BELLI, Carlos Germán ¡Salve, Spes! Carmona • “Carlos Germán Belli, deportista del infinito.” - EN: L
(Sevilla): Palimpsesto, [30 enero 2003]. 79 p. ZAPATA, Miguel Ángel. (ed.) El pesapalabras: L
20 cm. ER con solapas. ISBN: no hay. Prólogo Carlos Germán Belli ante la crítica. Lima: Edi- I
y Epílogo de Óscar Hahn. (Epílogo: pp. 73-75.) ciones Tabla de Poesía Actual, [mayo] 1994. 303
p. 22 cm. ER. (pp. [141]-153.)
HIGGINS, James.
• “El mundo poético de Carlos Germán Belli a través
• “Carlos Germán Belli.” - EN: HIGGINS, James. del poema ‘Contra el estío’.” - Literatura de la
The Poet in Peru. Alienation and the Quest for a emancipación hispanoamericana y otros ensayos.
Super-Reality. Liverpool: Francis Cairns, 1982. Memorial del Congreso del Instituto de Literatura
vii, b, [1], b, 1-166 p. 22.5 cm. Empastado. Con- Iberoamericana Lima: Universidad Nacional Ma-
traportada. (Liverpool Monographs in Hispanic yor de San Marcos, 1972. (pp. 179-183.)
Studies; 1.) ISBN: 0-905205-10-3. (pp. 46-64,
sección: Poetry of Alienation.) • “El pastor / poeta en el ‘microuniverso’ belliano.” -
Revista de Crítica Literaria Latinoamericana 10:
• “Carlos Germán Belli: una introducción a su poesía.” 20 (Lima: 2do Semestre 1984) : 171-188.
- Textual 4 (Lima: junio 1972) : 59-63. 1 foto.
• Tradición y modernidad en la poesía de Carlos
• “El mundo poético de Carlos Germán Belli a través Germán Belli. - Tesis doctoral, University of Iowa,
del poema ‘Contra el estío’.” - EN: Literatura de 1980. 242 p.
la emancipación hispanoamericana y otros ensa- - Madrid: Editorial Pliegos, 1985. 230 p. 20 cm. ER.
yos. Memoria del XV Congreso Internacional de ISBN: 84-86214-06-8. (Colección Pliegos de En-
Literatura Iberoamericana. 2ª sesión en Lima. sayo.)
(9-14 de agosto de 1971). Lima, Perú: Universi-
dad Nacional Mayor de San Marcos, Instituto In- ORTEGA, Julio.
ternacional de Literatura Internacional, Dirección
Universitaria de Biblioteca y Publicaciones, 1972. • “Calidad expresionista de Belli.” - 7 Días del Perú y
429 p.(pp. 179-183.) del Mundo (Suplemento del diario La Prensa)
(Lima: 24 julio 1966) : 34. (Reseña de Por el
• “’No me encuentro en mi salsa’: alienación y poesía Monte Abajo, Ediciones de La Rama Florida,
en Carlos Germán Belli.” - EN: ZAPATA, Miguel 1966.)
1
10
E L L I
B
E R M Á N
G R I C H A R D C A C C H I O N E A M E N D O L A

• “Carlos Germán Belli.” - EN: ORTEGA, Julio. Figu- • “Carlos Germán Belli: barroquismo y contempora-
ración de la persona. [Barcelona]: EDHASA, neidad.” - Escandalar 4: 1 (New York: enero-
A R L O S

[enero] 1971. (© 1970) 324 p. 21½ cm. ER con marzo 1981) : 73-74. (NOTA: Este artículo no
solapas. (El Puente Literario, 6) (pp. 129-136.) ha sido visto por nosotros.)
- EN:SOLOGUREN, Javier. Gravitaciones &
C

• “La poesía de Carlos Germán Belli.” - Cormorán 1: tangencias. Lima: Editorial Colmillo Blanco, pri-
3 (Santiago de Chile: noviembre 1969) : 5. (Por mavera de 1988. 423, [1] p. ER. (Colección de
D E

p. 8, 2 poemas de CGB.)- Imagen 33 (Caracas: Arena) ISBN: no hay. Carátula: grabado del
15 setiembre 1968) : 41-46. - prólogo EN: BELLI, autor. (pp. 288-291.)
S E L E C T A

Carlos Germán. Sextinas y otros poemas. San-


tiago de Chile: Editorial Universitaria, S.A., mayo • “La poesía de Carlos Germán Belli.” - EN: ZAPATA,
1970. [62] p. 18.5 cm. ER. (Cormorán. Colec- Miguel Ángel. (ed.) El pesapalabras: Carlos
ción Letras de América, v. 24.) (pp. 9-19.)- EN: Germán Belli ante la crítica. Lima: Ediciones Ta-
ZAPATA, Miguel Ángel. (ed.) El pesapalabras: bla de Poesía Actual, [mayo] 1994. 303 p. 22
Carlos Germán Belli ante la crítica. Lima: Edicio- cm. ER. (pp. [167]-175.)
I B L I O G R A F Í A

nes Tabla de Poesía Actual, [mayo] 1994. 303 p.


22 cm. ER. (pp. [185]-193.) ZAPATA, Miguel Ángel.

• “La poesía peruana actual.” - Cuadernos America- • “Apuntes preliminares.” - EN: ZAPATA, Miguel Án-
nos 27: 156: 1 (Lima: enero-febrero 1968) : gel. El pesapalabras: Carlos Germán Belli ante
[191]-200. (Carlos Germán Belli: pp. 196-197. la crítica. Lima: Ediciones Tabla de Poesía Ac-
CGB está citado: p. 194.) tual, [mayo] 1994. 303 p. 22 cm. ER. (pp. [9]-
B

11.)
SOLOGUREN, Javier.
• “Belli o el retrato del Edén recuperado.” - EN: ZA-
• “Belli selecto: Boda de la pluma y la letra. Carlos PATA, Miguel Ángel. El pesapalabras: Carlos
Germán Belli, Ediciones Cultura Hispánica, Ma- Germán Belli ante la crítica. Lima: Ediciones Ta-
drid, 1985.” bla de Poesía Actual, [mayo] 1994. 303 p. 22
- Debate 8: 41 (Lima: noviembre 1986) : 79. 1 foto. cm. ER. (pp. [263]-271.)
Página: Libros y Autores. (Reseña del libro de
CGB Boda de la pluma y la letra.) • “Carlos Germán Belli: poeta perdurable”. - EN: ZA-
PATA, Miguel Ángel. Moradas de la voz: Notas
• “Carlos Germán Belli.” - EN: SOLOGUREN, Javier. sobre la poesía hispanoamericana contemporá-
Tres poetas peruanos contemporáneos: Belli, nea. Lima:Universidad Nacional Mayor de San
Delgado, Salazar Bondy (claves para su interpre- Marcos, Facultad de Letras y Ciencias Huma-
tación). Tesis, Universidad Nacional Mayor de San nas, Instituto de Investigaciones Humanísticas,
Marcos, 1968, Lima. 116 h., 28 cm. (inédito) - [diciembre] 2002. 224 p. 20.5 cm. ER brillante
EN: SOLOGUREN, Javier: Tres poetas, tres con solapas. ISBN: 9972-688-34-8. (pp. 137-
obras: Belli, Delgado, Salazar Bondy. (claves para 138.)
su interpretación. Lima: Instituto Raúl Porras • (Editor) El pesapalabras: Carlos Germán Belli ante
Barrenechea, (UNMSM), 1969. 111 p. 18 cm. la crítica. - Lima: Ediciones Tabla de Poesía Ac-
ER. Escuela de Altos Estudios y de Investiga- tual, [mayo] 1994. 303 p. ilus., 22 cm. ER con
ciones Peruanistas, Universidad Nacional Mayor solapas. ISBN: no hay. [Prólogo] “Carlos Germán
de San Marcos. Director: Jorge Puccinelli. (pp. Belli” de Alberto Escobar, pp. 13-15. (Reúne 20
[7]-40.) estudios críticos sobre la poesía de CGB, con bi-
bliografía exhaustiva.)

0 2
1
D
E

A
R
T
E
S

L
E
T
R
A
S

NO

15

C
A
R
L
O
S

G
E
R
M
Poetas en Chicalyo:Luis
Á
Nieto, Max Delgado Bravo, N
Wáshington Delgado, ----,
Carlos Germán Belli y B
E
Luciano Herrera. L
L
I

Poetas en San Marcos: To-


más Escajadillo, Francisco
Bndezú, J.Mejía Valera,
Alejandro Romualdo, Car-
los Germán Belli y Arturo
Corcuera.
3
10
0 4
1
D
E

A
R
T
E
S

L
E
T
R
A
S

NO

15

C
A
¡ O H , H A D A C I B E R N É T I C A ! R
L
O
un antes de obtener el consagratorio Premio Iberoameri- S

cano de Poesía “Pablo Neruda” en el presente año, la G


E
poesía de Carlos Germán Belli gozaba del aprecio y la R
M
Á
admiración tanto de los críticos como de los innumera- N

bles lectores que tiene en los cuatro puntos cardinales. B


E
Toda su obra lírica es una prueba de amor a la poesía L
L
asumida como un sistema expresivo que bien puede I

enraizarse en la vasta tradición occidental y valerse por

otro lado de los artificios de la modernidad para verbalizar

la miseria y las maravillas de la condición humana.

Tarea difícil es seleccionar un manojo de poemas que

nos aproximen a su quehacer poético que se caracteriza

precisamente por su hondo y entrañable discurso sobre

lo humano y lo divino a si como por sus exquisitos logros

formales, por su perfección total. En las páginas que si-

guen, los lectores de “Martín” disfrutarán ape-

nas una reverberación de esa luz que emana de

la palabra belliana, más bien como una invitación

para ir a las fuentes de sus obras completas.

H i l d e b r a n d o P é r e z G r a n d e
5
10
A
C
I
T
É
O
P
A
Í
G
O
L
O
T
N
A C A R L O S G E R M Á N B E L L I

0 6
1
POEMA
Nuestro amor no está en nuestros respectivos
y castos genitales, nuestro amor
tampoco en nuestra boca, ni en las manos: D
todo nuestro amor guárdase con pálpito E

A
bajo la sangre pura de los ojos. R
T
Mi amor, tu amor esperan que la muerte E
S
se robe los huesos, el diente y la uña,
Y
esperan que en el valle solamente
L
tus ojos y mis ojos queden juntos, E
T
mirándose ya fuera de sus órbitas, R
A
más bien como dos astros, como uno. S

Poemas NO

15

Segregación· 1 C
A
R
(a modo de un pintor primitivo culto)
L
O
S
Yo, mamá, mis dos hermanos
G
y muchos peruanitos E
R
abrimos un hueco hondo, hondo, M
Á
donde nos guarecemos, N

porque arriba todo tiene dueño, B


E
todo está cerrado con llave, L
L
sellado firmemente, I

porque arriba todo tiene reserva:


la sombra del árbol, las flores,
los frutos, el techo, las ruedas,
el agua, los lápices,
y optamos por hundirnos
en el fondo de la tierra,
más abajo que nunca,
lejos, muy lejos de los jefes,
hoy domingo,
lejos, muy lejos de los dueños,
entre las patas de los animalitos,
porque arriba
hay algunos que manejan todo,
que escriben, que cantan, que bailan,
que hablan hermosamente,
y nosotros rojos de vergüenza
tan sólo deseamos desaparecer
en pedacitititos.
7
10

Poemas
C A R L O S G E R M Á N B E L L I

Una dessconocida voz ¡Oh Hada Cibernética!


Una desconocida voz me dijo:
¡Oh Hada Cibernética!, ya líbranos
“no folgarás con Filis, no, en el prado,
con tu eléctrico seso y casto antídoto,
si con hierros te sacan
A

de los oficios hórridos humanos,


C

del luminoso claustro, feto mío”;


I

que son como tizones infernales


T

y ahora que en este albergue arisco


É

encendidos de tiempo inmemorial


encuéntrome ya desde varios lustros,
O
P

por el crudo secuaz de las hogueras;


pregunto por qué no fui despeñado,
A

amortigua, ¡oh señora!, la presteza


desde el más alto risco,
Í
G

con que el ciervo sañudo y tan frío


por tartamudo o cojo o manco o bizco.
O

bate las nuevas aras, en el humo enhiestas,


L

¡ Oh hada cibernética!
O

de nuestro cuerpo ayer, cenizas hoy,


T
N

que ni siquiera pizca gozó alguna,


A

de los amos no ingas privativo

el ocio del amor y la sapiencia.

¡Oh Hada Cibernética!


¡Abajo las lonjas!
¡Oh Hada Cibernética!,
¿Por qué me ha mudado
cuándo de un soplo asolarás las lonjas,
del claustro materno
que cautivo me tienen
al claustro terreno,
y me libres al fin
en vez de desovarme
para que yo entonces pueda
en agua o aire o fuego?
dedicarme a buscar una mujer

dulce como el azúcar

suave como la seda,


Bien que para muchos es tanto cielo
y comérmela en pedacitos,
cuanto para mí infierno,
y gritar después:
quedo allí y a cada paso dejando,
“¡abajo la lonja del azúcar,
por quítame esas pajas,
abajo la lonja de la seda!”
mi piel sí y aun mis huesos y aun mis

¡Oh Hada Cibernética! tuétanos

¡Oh Hada Cibernética!)

0 8
1
Cuando el seso
tiene la altura de
un grano de arena En vez de humanos dulces,
por qué mis mayores no existieron D
E
cual piedra, cual olmo, cual ciervo,
De los libros el luminoso plectro A
que aparentemente no diciernen R
diríase que pasa
y jamás a uno dicen: T
a ser lía del recto, E
"no dejes este soto, S
pues después de tanto leer sin tasa
en donde ya conoces Y
nada ha quedado en casa.
de dó viene el cierzo, adó va el noto." L
E
Algún día el amor T
R
yo al fin alcanzaré, A
S
tal como es entre mis mayores muertos:
Una desconocida voz me dijo:
no dentro de los ojos, sino fuera, NO
"no folgarás con Filis, no, en el prado,
invisible, mas perenne,
si con hierros te sacan 15
si de fuego no de aire.
de luminoso claustro, feto mío;"
C
y ahora que en este albergue arisco
En este valle de heces no finible A
encuéntrome ya desde varios lustros, R
véome que soy zaguero L
pregunto por qué no fui despeñado, O
de canillas, de cuero, de garguero; S
desde el más alto risco,
mas hártome de contento
por tartamudo o cojo o manco o bizco. G
al tener menos lazos, menos peso, E
R
menos días por delante. M
Á
N

B
Si aire sólo hay en mi bolsa y en mi seso. E

(a modo de Pedro de Quirós) yo entonces flébil colijo L


L
que las ventas de mis barras ferrosas I

durante tantos años,


Ni por una sola vez son codiciados
y aun mi voraz lectura,
mi morada, tu robre,
ha sido no más para mi vientre laico,
mi amor, el tuyo,
en cuyo seno ignoto
mi rabel, tu canto,
quedaron convertidas
¡ay tórtola!, ¿entonces también contigo,
primero en heces, luego en flebe polvo,
cuanto breve, codiciado,
y al final todo en nada.
cuanto grande, desdeñado?

¡Oh alma mía empedrada


El frío miedo por que yo al miraros
de millares de carlos resentidos
os vea esquiva más que ayer airada,
por no haber conocido el albedrío
hace que cada poro de mi cuerpo
de disponer de sus días
sea un ojo al acecho;
durante todo el tiempo de la vida;
mas ¿así será siempre
y ni una sola vez siquiera
este cuero erizado,
poder decirse a sí mismo:
en un millar de ojos transfigurado?
"abre la puera del orbe
¡Oh Hada Cibernética!) y camina como tu quieras,
por el sur o por el norte,
9
10
C A R L O S G E R M Á N B E L L I

Si acaso este orbe PAPÁ, mamá,


al fin alguna vez para que yo, Pocho y Mario
el Hada Cibernética llegare, sigamos todo el tiempo en el linaje
nosotros que nos vamos humano,
A

por el valle gritando: cuánto luchasteis vosotros


C

a pesar de los bajos salarios del Perú,


I

"¡que viva el vino!, ¡que viva la cópula!",


T

quizás no breve nuestro paso fuera, y tras de tanto tan sólo me digo:
É

"venid, muerte, para que yo abandone


O

ni de ocio y de amor desbaratado,


P

pues el mágico estambre de la vida, este linaje humano,

tan copioso sería y nunca vuelva a él,


A
Í

como aquél en que el pájaro y de entre otros linajes escoja al fin


G

una faz de risco,


O

su vuelo estriba firme,


L

o sus capas el árbol, una faz de olmo,


O

o las piedras su peso. una faz de búho."


T
N
A

¡Oh alimenticio bolo, mas de polvo!,


¿quién os ha formado? Sea así; yo os confieso:

Y todo se remonta he decidido alisar los repliegues

a la tenue relación de mi culpable alma, tan similares

entre la muerte y el huracán, a aquellos de la bolsa en que se


guardan
que estriba en que la muerte alisa
cien mil barras ferrosas;
el contenido de los cuerpos,
y, cual la holanda, será pura y lisa,
y el huracán los lugares
aunque para alcanzar tal lienzo blanco,
donde residen los cuerpos.
desde ahora me vaya en demasía
y que después convierten juntamente
purificando con el crecimiento
y ensalivan
de una giba, cuanto invisible, grande,
tanto los cuerpos como los lugares,
que llevo como carga en las espaldas,
en cuál inmenso y raro
a más del pavor y la verguenza
alimenticio bolo, mas de polvo.
de verme con mi víctima o soñarla;
y aunque ya sufra ahora mi condena
a aquello superior por mí dañado,
no lo lamento, muerte, porque quiero
llegar hasta vos cuán embebecido
en mi dolor y no tener sentidos;
y el cuero adentro sea lienzo liso.

¡Oh Hada Cibernética!)

1 0
1
El cráneo,
el árbol,
LOS PLAGIOS PLEXIGLAS
D
E

A
Este cuero, estos huesos, esta noche, R
Un cráneo arbolado T
días hay que no sufren por milagro E
S
o un árbol craneal, el tenedor, las hachas, el cuchillo,
Y

tal es lo que yo quiero, que el gerifalte tal un matarife


L
limpia, agita y afila con primor, E
para poder leer T

para hincar luego y dividir en trozos R


A
mil libros a la vez; S
al más avasallado de la tierra;
un árbol con cráneos pues veces hay que por ensalmo mil NO

sobre cada rama, el cuerpo que hipa pasto no es del filo, 15


sino de plexiglás cual res el alma
y en el seno hambriento C
de la que cortan y pesan y ponen A

de cada cráneo romo, en el seno de un turbio celofán


R
L
O
un bolo alimeticio el alón de la mente y el filete S

no de carne, no, pero sí de aire. G


armado de plagios E
R
mas de plagios ricos. El pie sobre el cuello M
Á
N

B
E
Yo pregunto: L

"¿dó mi lucro,
POEMA L
I

dó mi lucro?

¿por qué siempre Frunce el feto su frente

¡ay!, sin lucro?" y sus cejas enarca cuando pasa


del luminoso vientre
si mi cuero
al albergue terreno,
cada día do se truecan sin tasa
lo adentella la luz en niebla, la cisterna en cieno;
y abandonar le duele al fin el claustro,
el alano
en que no rugen ni cierzo ni austro,
de faenas
y verse aun despeñado
combustibles, desde el más alto risco,

entre tanto cual un feto no amado,


por tartamudo o cojo o manco o bizco.
que los amos
El pie sobre el cuello
van dejando

sobre el orbe

sólo daños.
1
11

¡Oh Hada Cibernética!)


C A R tras
L OtuSaustro
G oE tras
R Mtu Ácierzo...!"
N B E L L I

AMANUENSE

y nunca más medroso


Ya descuajaringándome, ya hipando
al escalar de Venus las alturas
hasta las cachas de cansado ya,
en la noche primera
inmensos montes todo el día alzando
A

de la posesión del lugar y el tiempo,


de acá para acullá de bofes voy,
C

que desde allí diviso


fuera cien mil palmos con mi lengua,
I

las llanuras del ignorado orbe


T

cayéndome a pedazos tal mis padres,


É

o la estrella del día inaugural.


aunque en verdad yo por mi seso raso,
O

y aun por lonjas y levas y mandones,


P

Ahora, padre amado, de allá vienes


que a la zaga me van dejando estable
y tus huesos tan fértiles renacen
A

ya a más hasta el gollete no poder,


al toque de los rayos de la aurora,
Í

al pie de mis hijuelas avergonzado,


G

obsequiándome el ímpetu de tu hambre


cual un pobre amanuense del Perú.
O

bajo múltiples círculos concéntricos,


L

que pasa a formar parte en adelante


O

el apetito mío,
T
N

El pie sobre el cuello y devoro el maná de carne y alma,


A

como tú venturoso
en la cena amorosa de mi origen;
y tras cada convite
bajo el sol de la medianoche rojo
tú y yo volamos hacia el infinito.

Cual Ángel de la guarda


Y para mí inmortal merecimiento
de ser tu primogénito escogido,
elevándome al reino de los cielos
desde el lugar ajeno donde yazgo,
El falo de mi padre resucita
a través de mi sexo su potencia,
en medio del asombro de los otros
en la hora del ocaso en pleno otoño
que boquiabiertos quedan por doquier
tal fuerza que detiene al propio sol
al verme por encima
en medio de la bóveda celeste
de los valles y océanos y nubes,
para iluminar el planeta todo;
y el placer alcanzando
y otra vez como ayer
de humano, inanimado y bruto juntos
restituido a los usos de la vida,
en la unidad del gozo,
oh ardoroso espíritu
que por ti vivo, muero y resucito
cuyo fuego en mí enciende entre tinieblas
en la yema del gusto terrenal.
la lumbre misteriosa,
al volver de la altísima morada
Que si acaso te ausentas como ayer
para anunciarme cómo es el Edén.
nunca más estaría yo de nuevo
erecto sobre el orbe como hoy,
Por tu vuelta principio finalmente
pues yaceré tendido acá por siempre
el tránsito perpetuo a las delicias,
como muerto, aunque vivo, sin más ánimo
y ahora sí poseo en abundancia
ni para volar, ni nadar, ni andar,
el sumo aliento nunca más esquivo,
y de la gran potencia
y soy yo como un bienaventurado
ni un átomo siquiera habría allí
sucesor de tu sexo sacrosanto,

1 2
1
Caudillo de mí mismo

Yo caudillo al fin de mi voluntad


en el centro del cuerpo, y el tiempo entero en una sola cosa
que sólo las cenizas de un volcán, en beneficio del tesoro íntimo:
deshecho polvo helado, el paso hacia adelante gobernado D
anticipando la engañosa muerte por el ocio fecundo cuando llegan E

por no haber una vida satisfecha. las horas de la plena libertad A


R
en el iluminado y tibio nido, T
E
Mas tal destino por fortuna nunca, que es el franco pasaje a las delicias S

papá custodio, oh ángel de la guarda, cuando el jilguero suelto


Y

bienhechor que al rayar el alba ordena va volando a su gusto por los aires
L
el truque de la tierra por el cielo y luego a buen recaudo se coloca E

cambiando las cien mil postrimerías entre las migas y la suave paja T
R

en un comienzo de la dulce edad del lugar muy sabroso en que reside, A


S
sin el amargo fin, que a la vista parece
cuando el encendidísimo flechazo retrato del Edén recuperado. NO

va en dirección de arriba 15
por entre nubes y huracanes fieros Que nunca nada sobre allí ni falte
hasta tocar la bóveda, en este punto donde cielo y tierra C
A
que no se sabe si es el firmamento se juntan hasta ser similar reino, R

por las delicias suelto sobre el suelo. geométrico lugar divino acá L
O
que concede la gloria al morador S

Es el vivir en alma eternamente hasta centuplicarlo cual gigante G


con obras desta carne pasajera, sólo con unas cuantas migajuelas, E
R

en la postura de una dragón tendido y por estar arriba allá colgado M


Á
sobre la redondez del orbe inmenso, de las celestes nubes N

aunque sin el brutal deleite bajo, hay una fija escala imperceptible B
que así elevado a la morada azul por donde bajan pájaros y flores E
L
por ti soy, padre mío, de tan esquiva primavera antes, L
I
y no hay cosa más junta allá en los aires que sus primicias da recién ahora,
que yo y mi bella dueña, inesperadamente,
tan contentos unidos parte a parte, como el rojo sol de la medianoche.
ambos ya vislumbrando
por dentro y fuera de la resurrección No otra cosa sino el gran desquite
a la luz de tu fuego omnipotente. en el restante tiempo terrenal,
viviendo entre los muros de una casa,
Canción, que mía no eres cuya mitad gobierna allí Cupido
mas sí de aquel señor de las alturas, y en la otra también por igual Orfeo,
anuncia en todo tiempo donde hay la buena suerte y el placer
que si el olmo y la liana entrelazados, al amar y escribir a cada rato
don es de quien le dio entre el suelo y el elevado cielo,
al amador el soplo de la vida, que azul se mira arriba
y aun desde el más allá se la restaura. cuando en palabra humana así me inspiro
y a dama como un ídolo idolatro,
17 de diciembre de 1983
El buen mudar
que a perpetuidad ser seguramente
el rey del universo o nada más
caudillo de mí mismo
por un alma y un cuerpo y una lira.

En el restante tiempo terrenal


3
11
C A R L O S G E R M Á N B E L L I

Silva antibiótica El olvidadizo

Desta antibiótica tableta Yo cuánto olvidadizo soy ahora


A

cuándo un fugaz efecto al fin siquiera, con el rocín, la acémila, el pollino,


C

si en los arcanos horizontes gira


I

a cuyo lado pata a pata vivo;


T
É

cual la luna en el cielo,


O

que aquicito nomás pues pese a nuestros lazos quiero ser


P

al encubierto en tanto un miembro de la ajena grey contigua


A
Í

el patógeno troglodita aprieta la que sólo se jacta, ríe y manda.


G
O

las uvas el racimo corporal,


L
O

cuánto forzudamente, Disculpadme, cuadrúpedos, os pido,


T
N

más que aquilón a amarillas hojas. por pretender abandonaros pronto,


A

Que vengan los efectos librándome del látigo que arrea;

a prisa cual la liebre,

antes que el día mude en negra noche, que a fe por mi remota sangre humana,

y a vivir empecemos la erial ingratitud mal grado porto,

en un puntito atroz, y terminaré dándoos las espaldas.

flotando acá, flotando allá fiero


Sextina y otros poemas
por entre las moléculas

de la gran antibiótica tableta,

en vano día y noche recetada

para no eternizar

éstos que somos hoy cien mil patógenos.

Sextina y otros poemas

1 4
1
A la noche Sextina de los desiguales

Abridme vuestras piernas Un asno soy ahora y miro a yegua,


bocado del caballo y no del asno,
y pecho y boca y brazos para siempre,
D
y después rozo un pétalo de rosa
que aburrido ya estoy E
con estas ramas cuando mudo en olmo,
A
de las ninfas del alba y del crepúsculo, en tanto que mi lumbre de gran día, R
T
y reposar las sienes quiero al fin el pubis ilumina de la noche. E
S
sobre la Cruz del Sur
de vuestro pubis aún desconocido, Desde siempre amé a la secreta noche, Y

exactamente igual como a la yegua, L


para fortalecerme E
una esquiva por ser yo siempre día, T
con el secreto ardor de los milenios. y la otra por mirarme no más asno, R
A
que ni cuando me cambio en ufano olmo, S

Yo os vengo contemplando conquistar puedo a la exquisita rosa.


NO
de cuando abrí los ojos sin pensarlo,
Cuánto he soñado por ceñir a rosa, 15
no obstante el tiempo ido
o adentrarme en el alma de la noche,
en verdad ni siquiera un palmo así mas solitario como día u olmo
C
A
de vuestro cuerpo y alma yo poseo, he quedado y aun ante rauda yegua, R
L
que más que los noctámbulos inalcanzable en mis momentos de asno O
S
con creces sí merezco, y lo proclamo, tan desvalido como el propio día.
G
pues de vos de la mano E
Si noche huye mi ardiente luz del día, R
asido en firme nudo llegué al orbe. y por pobre olmo olvídame la rosa,
M
Á
N
¿cómo me las veré luciendo en asno?
Entre largos bostezos, Que sea como fuere, ajena noche, B
E

de mi origen me olvido y pesadamente no huyáis del día; ni del asno,¡oh yegua!; L


L
ni vos, flor, del eterno inmóvil olmo. I
cual un edificio caigo,
de ciento veinte pisos cada día, Mas sé bien que la rosa nunca a olmo
antes de que ceñir pueda los senos pertenecerá ni la noche al día,
de las oscuridades, ni un híbrido de mi querrá la yegua;
dejando en vil descrédito mi fama y sólo alcanzo espinas de la rosa,

de nocturnal varón,
en tanto que la impenetrable noche,
que fiero caco envidia cuando vela.
me esquiva por ser día y olmo y asno.

Mas antes de morir, Aunque mil atributos tengo de asno,


Anheloso con vos la boda espero, en mi destino pienso siendo olmo,
ante la orilla misma de la noche;
¡oh misteriosa ninfa!,
pues si fugaz mi paso cuando día,
en medio del silencio del planeta,
o inmóvil punto al lado de la rosa,
al pie de la primera encina verde, que vivo y muero por la fina yegua.
en cuyo leño escriba
vuestro nombre y el mío juntamente, ¡Ay! ni olmo a la medida de la rosa,
y aun menos asno de la esquiva yegua,
y hasta la aurora fúlgida,
mas yo día ando siempre tras la noche.
como Rubén Darío asaz folgando.
Sextina y otros poemas
Sextina y otros poemas
5
11
C A R L O S G E R M Á N B E L L I

La cara de mis hijas Usted, bocaza

Usted, mañana,
Este cielo del mundo siempre alto, Usted, bocaza
A

exactamente
C

antes jamás mirado tan de cerca, de lobo oscura,


I

como el ayer
T

que de repente veo en el redor, tras un recodo


É

y el duro hoy,
así aguardando,
O

en una y otra de mis ambas hijas,


P

cuando perdidas ya las esperanzas


cuán embozado
A

que alguna vez al fin brillara acá aquí no más,


Í

de nuevo entonces,
G

una mínima luz del firmamento, allí delante,


O

tras un recodo
L

lo oscuro en mil centellas desatando; de par en par


O

fiero al acecho,
T

que en cambio veo ahora por doquier, voraz abierta,


N
A

a diario a tutiplén encegueciéndome


y tal injuria
todo aquello que ajeno yo creía, con un cuchillo
grave del tiempo,
y en paz quedo conmigo y con el mundo entre los dientes,
que de atrás viene
por mirar ese lustre inalcanzable, para estampar
y va adelante.
aunque sea en la cara de mis hijas. el crudo mal.

Que todo usted,


En alabanza del bolo alimenticio Usted, cuchillo,
¡oh sumisión!,
el más filudo
es una sola
de la armería
cosa en la vida,
desta república,

usted, bocaza,
cómo relumbra
usted, cuchillo,
en la gran noche,
usted, mañana,
ya avizorando
y yo la carne.
los pobrezuelos,

en cuyo centro

penetrará

desde la tez

mañana mismo.

1 6
1
La J dulce Boda de la pluma
y la letra D
E

Si tan sólo una J de la miel, A


R

aunque fuere con cuentagotas todo, En el gabinete del gran más allá, T
E
apenas llegando a trazar de inmediato S
a poquitos tasadamente siempre, la elegante áurea letra codiciada, Y
aunque como acá nuevamente en vano,
como cuando se endulza cada mosca, L
o bien al contrario, E
T
zumbando por la mesa de la casa; que por ser allá nunca más esquiva. R
A
pues sólo aspiro a medias una pizca, S
En el cielo o infierno sea escrita aquella
y para llegar a ella qué de ardides que desdeñar suele a la pluma negra, NO

quien en vida acá por más que se empeñe 15


tramo yo día y noche fieramente,
ni una vez siquiera escribirla puede,
con arreglo a la ley endulzado, como blanca pluma, C
A
por entre las aguas, los aires y el fuego. R
que la amarilla miel se traga toda; L
O
mas éstas no de acíbar agrias Jotas Esa pluma y letra, antípodas ambas S

en el horizonte del mundo terreno, G


sino de tu panal, ¡oh abeja esquiva!, E
que sumo calígrafo a la áurea guarda R

por qué no me las das de una vez ya, para el venturoso no de búho vástago, M
Á
mas de cisne sí, N
y alcanzar al fin como buen mortal,
que con ella ayunte del alba a la noche. B
E
una agridulce vida oscuramente, L
Aunque en más allá y con otra mano, L

que no es poco por cierto para quien trazar en los cuatro puntos cardinales
I

ni una J endulzado nunca ha sido. letrica montés, aérea y acuática,


conquistando el mundo de un plumazo solo,
En alabanza del bolo alimenticio y así poderoso
más que hijo de cisne de la prenda dueño.

Aquella que nunca escribir se pudo


por los crudos duelos de terrena vida,
feliz estamparla en el más allá
con un trazo dulce, suave y aromático,
por siglos y siglos,
y en medio del ocio acá inalcanzable.

Allá en el arcano trazar una letra,


y tal olmo y hiedra con ella enlazarse,
dos esposos nuevos muy frenéticamente,
en la nupcial cámara ya no frigorífica,
y la áurea letra
escribirla al fin con la pluma negra.

En alabanza del bolo alimenticio


7
11
1 8
1
D
E

A
R
T
E
S

L
E
T
R
A
S

NO

15

C
A
R
L
O
S

G
E
R
M
Á
N

B
E
L
L
I
9
11
C A R L O S G E R M Á N B E L L I

El guardameta

Para velar por el arco


A

del verde campo de fútbol,


C

por aquel del universo


I
T

sumo ser animado,


É
O

como los aires, la piedra o las aguas semejante,


P

e inerte, fijo, sin vida, tres palos mal colocados


A
Í

en los linderos del orbe por donde se entra o se sale


G
O

ya mañana, tarde, noche, de estación en estación,


L
O

tú desdeñas fríamente,
T
N

sin pensar jamás dos veces,


A

el puesto de centroforward

que el cielo te reservaba

por ser hijo primogénito de la familia terrestre

y elaborado en el seno de los gérmenes supremos,

con óptimo patrocinio y el mayor de los primores,

tal si fueras destinado a vivir eternamente.

Y te olvidas por completo

de ti mismo y de tus deudos,

que están vivos y no son

este arco que tú vigilas,

que nunca ríe y no habla y no se mueve un centímetro,

para siempre indiferente a tus mil preocupaciones

en torno al balón ferroso de los mal aviesos hados,

en tanto ayunan contigo tus deudos en las tribunas,

mirándote todos mustios

como velas noche a noche

tu arco más inanimado

que la piedra, el agua o aire.

En alabanza del bolo alimenticio

2 0
1
Alimenticios bolos Res, Res mía
Alimenticios bolos son testigos
Pues mi gran
de que la gula sigue todavía, señoraza,
D
aun cuando carne humana está cercana. por qué dura E
hoy al trinche,
A
R
T
Que acaso fieros hados enemigos si te quiero E
por quintales S

en el redor gobiernan día a día, en el bolo Y

de alimentos, L
y alimenticios bolos son testigos.
E
T
aun mañana, R
A
tarde, noche, S
Así cada vez mucho más lejana
con poderes
NO
la hartura por ajena nunca mía, tal de reina,
15
ni cuando carne humana está cercana.
no comprendes
C
que yo vivo A
cuán pendiente R
Pues carne humana y delicioso higos. L
de tus trozos, O
S
del garguero esquivando la gran vía,
más valiosos G
y alimenticios bolos son testigos. E
que las ondas R
M
de agua o aire, Á
N
o ambas juntas,
Ansiar en vida es siempre cosa vana, B
E
que al final nada hay cuanto más se ansía, y aun sin lo uno L
L
y sin lo otro, I
aun cuando carne humana está cercana.
pero nunca
sin tu pulpa,

Entre seres extraños nunca amigos, no comprendes


yazgo en los antros de la región fría, que no gusto
ni una pizca
y alimenticios bolos son testigos, de ave o pez,
aun cuando carne humana está cercana.
ni viniendo
bajo forma
del maná
de los cielos,
En alabanza del bolo alimenticio

que me quedo
con tu carne,
señoraza,
res, res mía,

tal papá
con mamá
o mi hija
con su dueño.
1
12

En alabanza del bolo alimenticio


C A R L O S G E R M Á N B E L L I

Estadio Vaticano A Filis

Los jugadores de fútbol Un nudo por eterno no de hilos


contigo, Filis mía, ni de cintas
a sus camarines vuelven, ni menos hecho de livianas cuerdas,
A

paso a paso cabizbajos, más si anudados yo y tú por las aguas,


C

por largas lenguas de ardoroso fuego


I

trémulos y sollozando
T

y movimiento sin cesar del aire.


É

por entre las viejas ruinas de Occidente veneradas


O

Así en nudo de fuego y agua y aire,


P

y la chusma de poetas tan seguros de sí mismos, cuya cuerda es un digno y puro hilo
más purpurado que los propios fuegos,
A

levantadores de pesas, diplomados en gimnasios,


Í

más fino que la fibra de las cintas,


G

soberanos del amor, del dinero y la salud, y dentro yo y tú como pez en agua,
O

tal dos hilos juntos en una cuerda.


L

que ferozmente se burlan


O
T

del sensible futbolista Ninguno desatar podrá las cuerdas


N

con que firme nos han anudado el aire,


legislador del planeta
A

ni tampoco la ligazón del agua,


por mandato de los cielos, que en uno y otro caso es vital hilo,
soldándonos como umbilical cinta,
pero que pierde la bola cristalina de la suerte,
entremezclada de aire y agua y fuego.
empujada por los austros hacia el arco solitario,
Ondas etéreas, ondas de gran fuego,
cuyos palos de repente en un atril se transforman
ondas liquidas, Filis, como cuerdas,
para el libro del fornido, mas sin alma, ruin poeta, o perpetuamente adhesivas cintas,
nos ciñen hasta más allá del aire,
que no vela ningún arco atándonos con delicados hilos
y sí desdeña a quien vive a los senos del cielo, suelo y agua.

como voz a duras penas Si juntos no nacimos en el agua,


guardameta, centroforward, junto sí nos enlazarán los fuegos
de las redes de eléctricos mil hilos
en este de pan llevar áspero campo del mundo, conectados al cabo de las cuerdas,
que no sostienen a ambos en el aire,
desde la cuna a la tumba sufriendo calladamente
como al planeta de celestes cintas.
de la vana chusma aquella qué de silbos afrentosos
Esta acústica, aérea y montés cinta
por la súbita derrota de seis goles contra cero
ligándonos debajo de las aguas,
en el preciso momento entre las capas próximas del aire
y en la entraña de todo dulce fuego,
de pasar del Paraíso,
del cual nos hala la postrera cuerda
una noche de setiembre, y a donde nos regresa el primer hilo.

al Estadio Vaticano.
No por cuerdas atados ni por cintas,
mas un hilo ya somos, Filis, de agua,
En alabanza del bolo alimenticio
soplo ya de aire, lengua ya de fuego.

En alabanza del bolo alimenticio

2 2
1
Asir la forma que se va

D
E
ay quienes creen en la Divinidad, únicamente por el pavor ante la posible nada. Igualmente hay quienes adoran
A
la forma artística ante el temor de que termine por desintegrarse para siempre. Pero en este caso la angustia no R
T
es la única causa, sino que a la vez hay una tácita devoción sensorial, tan antigua como los propios objetos esté- E
S
ticos. Es la fe en la forma, no por el riesgo del vacío, sino por el puro placer de disfrutarla. Igualmente como
Y

cuando se adora a la Divini- dad por sí misma, y aun si no existiera. En realidad, ni espuria, ni imputable a L
E
barrocos o parnasianos. No hay que avergonzarse de ella. No hay que reducirla a la postración. Obrar así no es T
R
otra cosa que renegar de nuestro continente. Porque los cuerpos en que moramos también posee un contorno, A
S
también una estructura donde se encuentran en perfecto orden y concierto los secretos ór-ganos vitales.
NO
Aferrémonos a ella, como nos aferramos a nuestra forma corporal, ante el embate del tiempo, ante la aproxi-
15
mación de la ineludible muerte.

Canciones y otros poemas C


A
R
L
O
S

A una tórtola G
E
R
M
Á
N
¡Oh pobrecilla tórtola!,
qué semejantes somos: B
E
tú frente a ruiseñor y yo ante dama, L
L
cuando en riguroso hielo I

tu canto y mi palabra,
pues viviendo sin manifestar nunca
el sentimiento ardiente
que pudoroso yace
en las intimidades
de cada cual metido,
como un filón de plata bajo el suelo,
y no el gran girasol
que florece y revela sus mil dones.

Y así vivir ahora


es ganar la merced
de los benditos días por venir,
cuando la fría nada
sea absoluto todo
del divino placer que acá se alcanza,
hoy poseído sólo
por los afortunados
para quienes mañana
el todo será nada,
y para ti el ajeno triunfo ayer,
mientras mayor beldad
3
12
C A R L O S G E R M Á N B E L L I

tú tendrás en el cuerpo que te alberga.


En qué punto del
No lamentes tu suerte,
que es costumbre primera
firmamento...
la querella con uno mismo ciega,
A

al írsete la vida
C
I

por entre el universo, En qué punto del firmamento o suelo


T

cuando tu ruiseñor emprende el vuelo,


É

habitas(interrogo hora tras hora


sin que tú oses cantar,
O

como yo enmudecido a las nubes que avanzan por el cielo);


P

por el atroz espanto


A

que ni un instante breve


Í

correspondido fuera por aquella, y te busco con el mayor anhelo,


G

a quien devotamente
O

aunque infinita fuera la demora,


contemplo desde lejos día a día.
L
O

por escudriñar todo el cielo y suelo.


T

Si el inicial estío
N

resulta cosa triste


A

y adversa para algunos por entero, Penetro del arcano en denso velo,
es futura licencia
para gozar mañana aun hurtando los rayos de la aurora,
uno a uno los bienes hoy esquivos, y en oscuridad dejo por ti el cielo.
que la estación feliz
es un comienzo ajena,
florece finalmente Bien vale contratiempos y desvelos
pletórica de frutos,
cuando las esperanzas ya perdidas el conocer por fin dónde tú moras,
de alcanzar tan sólo uno,
si en la bóveda arriba o en el suelo.
que cuánto escatimados fueron siempre.

El pasado anheloso
Y poco importa el riguroso hielo,
engendra buen futuro,
y cuando juntos como yedra y olmo, ni el fuego del infierno desdora,
al fin con los que amamos,
pues mirarte prefigurará el cielo.
¡oh filial tortolica!,
el mal pasado en bien presente muda;
y si frente a la muerte,
Basta con verte cuando duermo o velo,
tal hora no es terrible,
pues la señora mía distante en las antípodas ahora,
y el dulce ruiseñor
que si no te vislumbro acá en el suelo,
al cielo nos remontan cada cuál
aunque bajo la tierra seguro se me cerrarán los cielos.
tu canto y mi palabra yazgan mudos.
Canciones y otros poemas
Eso que en las entrañas allá quede,
nunca es tarde, Canción,
para que por el orbe lo proclames.

4
Canciones y otros poemas

1 2
¿Cuándo, señora mía...?
D
E

Esta que será cama de los dos, A


¿Cuándo, señora mía, dormiremos R
por primera vez entre cielo y suelo, como estuche de teas crepitantes T
E
como aves en el seno de su nido; en medio del silencio nocturnal, S

dos peces juntos en el vasto mar, cuyo colchón es trozo luminoso Y


olmo y liana en el bosque pegadísimos de la bóveda ignota desprendido,
L
hasta coronar una sola planta? y donde yacer ambos codo a codo E
T
Y los ojos al fin hasta transfigurarnos R

cerrarlos juntamente, a la luz de la aurora A


S
y así tu y yo mirar en uno eternamente,
de uno y otro en el insondable fondo, como un único ser recién gestado NO

más allá de los sueños de la noche, en el claustro materno incandescente; 15


los recónditos reinos invisibles; y nuestras almas como ovejas blancas
y nuestros cuerpos y almas por vez primera pasten C
A
no dos seres, mas uno exacto sí. no florecillas, mas tizones sí. R
L
Nada más que la cama de tus padres, O
¿No hay por ventura una celeste cama nada más que la cama de mis padres, S

que día a día sin cesar se extienda una con otra unámoslas por siempre, G
E
a lo largo del horizonte todo leño con leño, holanda con holanda, R

y a la vez en los puntos cardinales, que allí tan locamente nos hicieron M
Á
y tendernos de polo a polo allí de arriba abajo el uno para el otro, N

sobre la faz del orbe plenamente? como exactas mitades B


Que siquiera una noche de una fruta partida E
L
la luz de las estrellas por el gran hortelano; L
I
entreteja una cama, y en la cama sin par tu y yo por fin
donde juntar por dentro las facciones dejando sobre el lino claras huellas
y por fuera a la vez las entretelas, de dos almas y cuerpos ávidamente
desde el ocaso al alba entre delicias; en un compacto todo,
y el sol del medio día no de aire o fuego, mas de cielo sí.
(no tal sol, mas de media noche sí).
Canción, porque volando
Que los cauces profundos de los ríos adondequiera vas,
se unan y formen el ansiado lecho, indaga por un lecho
en cuyo suave seno echarse a ras, entre los cuatro puntos cardinales,
mudándonos en fiel espejo mutuo, que desde las terrenas blancas sábanas
como dos granos de uva arracimados alcancen a la forma primordial
bajo el primer rocío del planeta, varón y dama acostados
o por cierto mejor viviendo por los siglos y los siglos.
como puros gemelos
a la vida ligados
por un solo cordón umbilical, Bajo el sol de medianoche rojo

y tu sien y mi sien entrelazadas


bajo el sumo capullo palpitando;
y ya perennemente
no lecho de agua, mas de fuego sí.
5
12
C A R L O S G E R M Á N B E L L I

A la Madre Natura
y a Santa Cecilia. que es la
patrona de la música
A
C
I
T
É
O

Cómo agradezco por hallarme aún


P

En este reino de los seres vivos,


A

Y poder así superar por fin


Í
G

Un par de imperdonables omisiones


O
L

Desde la misma cuna perpetradas


O
T

No pensando en aquello que perdía;


N
A

Pues de improviso ahora

Cien mil tesoros inimaginables

Aquí entre los sentidos,

Que justamente un buen momento es hoy

Para aquilatar lo olvidado ayer.

Cuán increíblemente es la verdad

Aunque así son las cosas que ocurrieron,

Que un mortal en el mundo haya vivido

Sólo atisbando el alma suya siempre

Y al unísono el buen sonar pesaba

De la palabra escrita por la pluma,

No percibiendo, no,

Que entre el cielo y el suelo enteramente

Está Madre Natura,

Y menos escuchando alguna vez

De Adán la dulce música ideada.

Comenzó de improviso todo allá

En los mismos umbrales de la vida,

Cuando la sublunar Madre Natura


2 6
1
D
E

A
R
T
E
S

Palpita en cada cardinal paraje, L


Es éste un mea culpa inevitable
E

Aunque nunca más me percataré T


Por haber omitido a cada rato R
A
De la tangible jurisdicción máxima S
Lo mejor de la vida terrenal,
Por ser indiferente NO
Como si desde feto los soberbios
Como un fulano en hielo convertido, 15
Sentidos embotados por entero
Y sólo preferir C
Y desde ya secuaces del olvido; A
R
No las grutas de estalactitas claras,
Que al fin, Madre Natura, L
O
Mas sí los antros de uno mismo oscuros. S
Al fin, Santa Cecilia, estoy aquí,
G
Y aunque muy vergonzoso E
R

Pero otro imperdonable gran olvido M


Hállome feliz sea como fuere, Á
N
Por mí inconscientemente perpetrado
Porque vosotras sois la pura vida. B
E
Al hacer que uno y otro oído queden L
L
Muy lejos de la suma melopea, I

Que de Santa Cecilia los devotos

Han creado en sus respectivos sesos,

Sonido sacrosanto
Inédito
Y no obstante tal cosa

Un mortal va al ocaso desde el alba

Con orejas no del linaje humano.


7
12
Martín 15

índice
índice

VENUS CIBERNES ICÓNICA 01 Jesús Ruiz Durand


EDITORIAL 17 José Antonio Chang Escobedo, Rector
CARLOS GERMÁN BELLI: EL POETA SALE DE SÍ MISMO 19 Antonio Melis
UNA VISIÓN PANORÁMICA DE LA POESÍA DE C.G.B. 25 James Higgins
TRADICIÓN Y MODERNIDAD EN LA POESÍA DE C.G.B. 33 Marco Martos
GÉNESIS DE LA EXPERIENCIA FUNDADORA 39 Jorge Cornejo Polar
LA IRONÍA DESMITIFICADORA DE C.G.B. 51 Camilo Fernández Cozman
EL VUELO ERÓTICO DE BELLI 59 Ricardo González Vigil
EL MIEDO COMO FIGURA DE LO REAL 69 Marcos Mondoñedo
CARLOS GERMÁN BELLI COMO PROSISTA 75 Ricardo Silva-Santisteban
La Bética de Belli 81 Elqui Burgos
BELLI: PREMIO IBEROAMERICANO DE POESÍA "PABLO NERUDA" 2006 CHILE 85
Belli: "ESTUVE CON NERUDA EN LA ISLA NEGRA" 85 Entrevistas de Paula Rodríguez Matta:
Lastra: "BELLI, UN POETA FUNDAMENTAL DE NUESTRA LENGUA" 87
PALABRAS DE LA PRESIDENTA DE LA REPÚBLICA DE CHILE MICHELLE BACHELLET 92
PALABRAS DE C.G. BELLI AL RECIBIR EL PREMIO NERUDA 93
BIBLIOGRAFÍA SELECTA DE C.G.B. 95 Richard Cacchione Amendola
ANTOLOGÍA POÉTICA 105 Carlos Germán Belli
Créditos

Martín 15
Revista de artes y letras. Una publicación de la Universidad San Martín de Porres
Año VI número Quince Setiembre de 2006
Director académico: Hildebrando Pérez Grande
Director artístico: Jesús Ruiz Durand
Director editorial: Guillermo Thorndike Losada
Fotografía digital: Jesús Ruiz Durand
Mar tín
Av. Las Calandrias s/n, Santa Anita, Lima. Depósito legal N° 2001-1620
Diseño, concepto e ilustración digital y analógica: Jesús Ruiz Durand. Producción gráfica y editorial integral:
Ikono ediciones y multimedia S.A.tlf 463-6770 9871- 0299 e-mails: [email protected] [email protected]
El poema visual de las páginas iniciales se realizó en base a fotos e imágenes analógicas, digitales y a cuadros
cinéticos de la serie "La estrética del número" de Ruiz Durand, algunos de ellos adquiridos por el MOMA de Nueva York.
Para los titulares se empleó la familia tipográfica "Waman" de J.R.D. Las fotografías referidas a Carlos Germán Belli,
provienen de archivos familiares, de publicaciones limeñas y de amigos. Los derechos de autoría del resto de las
imágenes del poema visual, así como de las ilustraciones digitales no referidas que aparecen en esta revista son
propiedad intelectual y artística de Jesús Ruiz Durand, cedidos sólo para la presente edición. Prohibida su reproducción
no autorizada por cualquier medio, salvo con fines de difusión de la presente publicación

...............................................................................................................................................................................
Mar tín agradece de manera especial a Carlos Germán Belli y la doctora Sonia Delgado por
su valioso aporte y apoyo que hizo posible la presente edición

Martín 15
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