Material de Lectura - Las Partes de La Constitución Nacional

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Material de Lectura

La Constitución Nacional Argentina


COMPOSICIÓN DE LA CONSTITUCIÓN NACIONAL ARGENTINA

1. Preámbulo: Es parte de la Constitución, por contener numerosos principios y valores


importantes.
2. Parte dogmática (algo incuestionable): Articulo 1 al 43 protegen a las personas. Los
derechos son relativos, el Estado puede limitarlos, pero no aniquilarlos. Cuando se
restringe o limita un derecho es constitucional Cuando el derecho es alterado o aniquilado
es inconstitucional Artículo 19 y artículo 28
1. Principios de la Parte Dogmática
1. Libertad: – artículo 15 – En la Nación Argentina no hay esclavos: Los pocos que hoy
existen quedan libres desde la jura de esta Constitución; y una ley especial reglará
las indemnizaciones a que dé lugar esta declaración. Todo contrato de compra y
venta de personas es un crimen de que serán responsables los que lo celebrasen, y
el escribano o funcionario que lo autorice. Y los esclavos que de cualquier modo se
introduzcan quedan libres por el solo hecho de pisar el territorio de la República.
2. Intimidad: – artículo 19 – Las acciones privadas de los hombres que de ningún
modo ofendan al orden y a la moral pública, ni perjudiquen a un tercero, están sólo
reservadas a Dios, y exentas de la autoridad de los magistrados.
3. Efecto jurídico relevante: los derechos reconocidos por las leyes a las personas
poseen efecto relevante. El ejercicio de un derecho (educación) deriva en una
exigencia al Estado (recibir título habilitante). Los derechos reconocidos por la ley
involucran la exigencia de su cumplimiento.
4. Capacidad jurídica: todas las personas somos libres y tenemos libertad de
locomoción. La capacidad es un atributo de la personalidad.

Cuando hay una relación de alteridad el Estado puede regular. El Estado no puede regular la
libertad de pensamiento y la libertad de conciencia. El Estado puede regular: la libertad de
culto y la libertad de expresión

3. Parte orgánica: Artículos 44 a 129. División de poderes (principio de competencias),


independencia del Poder Judicial y prevalencia del orden jurídico federal por sobre el orden
local.
1. Principios de la Parte Orgánica
1. División de poderes (principio de competencias)
2. Independencia del Poder Judicial
3. Prevalencia del orden jurídico federal por sobre el provincial y municipal
4. Disposiciones transitorias: Son 17

EL PREÁMBULO

Contiene y condensa las decisiones políticas fundamentales, las pautas del régimen, los fines y
objetivos, los valores y principios propugnados, el esquema del plan o programa propuesto por
el constituyente.
La primera definición que encontramos en el preámbulo acoge el principio de que el poder
constituyente reside en el pueblo. “Nos los representantes del pueblo…”. De inmediato
cuando dice “por voluntad y elección de las provincias…”, reconoce la preexistencia histórica
de las provincias. Ambas alusiones permiten coincidir en que el sujeto primario de nuestro
poder constituyente ha sido el pueblo “de las provincias” o, en otros términos, el pueblo
diversificado en las unidades políticas provincianas que antecedieron al Estado federal.

La mención al “cumplimiento de pactos preexistentes” da razón de una fuente instrumental a


través de la cual se arribó al acto constituyente.

De inmediato, cuando consigna que la constitución se establece “con el objeto de…”, el


enunciado abarcador de seis fines, bienes o valores, condensa la ideología de la constitución y
el proyecto político que ella estructura:

1. Constituir la unión nacional: significaba, al tiempo de la constitución, formar la unidad


federativa con las provincias preexistentes; o dicho de otro modo, dar nacimiento a un
Estado (federal) que hasta entonces no existía.
2. Afianzar la justicia es reconocerla como valor cúspide del mundo jurídico-político. No se
trata solamente de la administración de justicia que está a cargo del poder judicial, ni del
valor justicia que dicho poder está llamado a realizar. Abarca a la justicia como valor que
exige de las conductas de gobernantes y gobernados la cualidad de ser justas. La Corte ha
dicho que esta cláusula es operativa, y que obliga a todo el gobierno federal.
3. Consolidar la paz interior fue también, a la fecha de la constitución, un propósito tendiente
a evitar y suprimir las luchas civiles, y a encauzar los disensos dentro del régimen político.
Puede haber adversarios, pero no enemigos.
4. Proveer a la defensa común no es sólo ni prioritariamente aludir a la defensa bélica. La
comprende, pero la excede en mucho. El adjetivo “común” indica que debe defenderse
todo lo que hace al conjunto social, lo que es “común” a la comunidad; en primer lugar,
defender la propia constitución, y con ella, los derechos personales, los valores de nuestra
sociedad, las provincias, la población, el mismo Estado democrático, el federalismo.
5. Promover el bienestar general es tender al bien común público. Este bienestar contiene a
la prosperidad, al progreso, al desarrollo, con todos sus ingredientes materiales e
inmateriales que abastecen la buena convivencia humana social.
6. Asegurar los beneficios de la libertad presupone que la libertad es un bien que rinde
beneficio. La libertad es un valor primordial, como que define a la esencia del sistema
democrático. Exige erradicar el totalitarismo, y respetar la dignidad del hombre como
persona, más sus derechos individuales. La libertad forma un circuito con la justicia: sin
libertad no hay justicia, y sin justicia no hay libertad.

Cuando el preámbulo enuncia: “para nosotros, para nuestra posteridad y para todos los
hombres del mundo que quieran habitar en el suelo argentino”, hemos de interpretar varias
cosas:

1. una pretensión de durar y permanecer hacia y en el futuro


2. una indicación de que los fines y valores de su proyecto político deben realizarse ya y
ahora, en cada presente, para “nosotros”, los que convivimos “hoy”, sin perjuicio de su
prolongación para los que nos sucedan en el tiempo; el futuro no relega ni amputa al
presente
3. una apertura humanista y universal de hospitalidad a los extranjeros.
Finalmente viene la invocación a Dios, “fuente de toda razón y justicia”. Para el constituyente,
la medida de lo razonable y de lo justo proviene de Dios; los valores que el preámbulo
contiene hunden su raíz última en Dios, Sumo Bien. Nuestro régimen no es ateo ni neutro, sino
teísta. Y el patrón o standard para el derecho positivo justo es el derecho natural (o valor
justicia).

En el preámbulo convergen principios, valores, fines y raíz histórica. Pero hay que interpretarlo
y comprenderlo desde el “contexto”, porque los principios, valores y fines que la constitución
recoge no son un invento ni una creación arbitraria del constituyente; el contenido de ellos no
es producto de un voluntarismo absoluto del autor de la constitución; al contrario, registra una
ascendencia que se halla fuera de esa voluntad decisoria.

EL SISTEMA AXIOLÓGICO DE LA CONSTITUCIÓN

En el artículo 33 de la constitución, habitualmente llamado cláusula de los derechos


implícitos, es el propio autor de la constitución quien nos advierte que los derechos y garantías
no se agotan en la lista de los que el articulado constitucional enumera en el texto, y que hay
otros además de ésos, lo cual significa dejar abierto un espacio en la textura de la constitución
para reconocer y proteger todos los “plus” de derechos, libertades y garantías que haga falta y
sea necesario, a medida que en el transcurso del tiempo histórico van apareciendo nuevas
necesidades humanas y sociales, nuevas pretensiones colectivas, nuevas valoraciones, y
transformaciones de toda índole en lo social, cultural, económico y político.

Esto es lo que permite ir deparando acogida a derechos nuevos y a contenidos nuevos de


derechos viejos. Es, por otra parte, lo que ocurrió con la libertad de “prensa”, que fue
cobrando holgura para incorporar a otros medios de expresión distintos de la prensa a medida
que fueron progresando los inventos y las tecnologías.

PRINCIPIOS, VALORES Y NORMAS

Normalmente, cuando dividimos a la constitución en una parte dogmática dedicada a


derechos, libertades y garantías, y otra parte orgánica destinada a la estructura del poder,
solemos dar por cierto que es en la primera parte donde se acumulan los valores y los
principios. Sin embargo, la reforma de 1994 incorporó a la parte orgánica numerosos valores y
principios, y hasta derechos personales que, aunque no queden así rotulados, surgen de
normas con suficiente claridad.

Por ello se puede concluir que del plexo total de valores, principios y derechos que se inserta
en las dos partes de la constitución:

1. hay dualidad de fuentes: la interna y la internacional


2. tiene silencios e implicitudes
3. hay que predicar el carácter vinculante y obligatorio que reviste, para que no se suponga
que solamente acumula una serie retórica de consejos, simples orientaciones o proyectos
sin fuerza normativa, y para que no quede a merced de lo que discrecionalmente crean o
quieran sus destinatarios, tanto operadores gubernamentales como particulares.

LAS FUENTES DEL DERECHO CONSTITUCIONAL ARGENTINO


La primera fuente formal es la propia constitución formal.

A ella añadimos:

1. Normas escritas dispersas, como lo son las leyes dictadas por el Congreso
2. Instrumentos internacionales

LA REFORMA DE LA CONSTITUCIÓN NACIONAL DE 1994 Y LA CONSTITUCIONALIZACIÓN DE LA


FUENTE EXTERNA DEL DERECHO

La reforma de la Constitución nacional del año 1994 ha modificado el régimen de tratamiento


y aprobación de ciertos tratados internacionales –de derechos humanos y de integración-
como así también su rango o ubicación en el sistema jerárquico normativo.

De esta manera, el artículo 75 inciso 22 de la Constitución nacional luego de la reforma quedó


redactado de la siguiente manera:

“Artículo 75. Corresponde el Congreso:

Inciso 22. Aprobar o desechar tratados concluidos con las demás naciones y con las
organizaciones internacionales y los concordatos con la Santa Sede. Los tratados y concordatos
tienen jerarquía superior a las leyes.

La Declaración Americana de los Derechos y Deberes del Hombre; la Declaración Universal de


Derechos Humanos; la Convención Americana sobre Derechos Humanos; el Pacto Internacional
de Derechos Económicos, Sociales y Culturales; el Pacto Internacional de Derechos Civiles y
Políticos y su Protocolo Facultativo; la Convención sobre la Prevención y la Sanción del Delito de
Genocidio; la Convención Internacional sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación Racial; la Convención sobre la Eliminación de todas las Formas de
Discriminación contra la Mujer; la Convención contra la Tortura y otros Tratos o Penas Crueles,
Inhumanos o Degradantes; la Convención sobre los Derechos del Niño; en las condiciones de su
vigencia, tienen jerarquía constitucional, no derogan artículo alguno de la primera parte de
esta Constitución y deben entenderse complementarios de los derechos y garantías por ella
reconocidos. Sólo podrán ser denunciados, en su caso, por el Poder Ejecutivo Nacional, previa
aprobación de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de cada Cámara.

Los demás tratados y convenciones sobre derechos humanos, luego de ser aprobados por el
Congreso, requerirán del voto de las dos terceras partes de la totalidad de los miembros de
cada Cámara para gozar de la jerarquía constitucional”

De esta forma y a partir de esta redacción el máximo nivel de preponderancia jurídica se


encuentra integrado por el texto escrito de la Constitución nacional y los instrumentos
internacionales jerarquizados constitucionalmente en FORMA ORIGINARIA (aquellos
mencionados expresamente en el artículo 75, inciso 22) o en FORMA DERIVADA (aquellos
que el legislador, con la mayoría calificada, decida elevar a tal rango supremo).

Actualmente tres instrumentos internacionales de derechos humanos han sido incorporados al


bloque de constitucionalidad federal:
1. Ley 24556 – Convención Interamericana sobre Desaparición Forzada de Personas.
2. Ley 24584 – Convención sobre imprescriptibilidad de los crímenes de guerra y de los
crímenes de lesa humanidad.
3. Ley 26378 – Convención sobre los Derechos de las Personas con Discapacidad

Por otro lado, sostenemos que también comparten esta jerarquía jurídica la normativa
derivada de aquellos órganos creados por los instrumentos internacionales que gozan del tal
status.

A este conjunto normativo se lo ha denominado “bloque de constitucionalidad”.

Las “condiciones de su vigencia”

Implica dos tipos de condiciones:

1. Dinámica: aquellas condiciones que evolucionan diariamente. Fecundación in vitro artavia


murillo vs costa rica.
2. Estática: condiciones de vigencia que argentina impuso al momento de su ratificación.
Protección de la vida desde la concepción, a través de una declaración interpretativa.
Argentina para modificar dicha declaración requiere la aprobación de los otros Estados.

LAS FUENTES EN RELACIÓN CON LA VALIDEZ Y LA VIGENCIA

La validez como cualidad posible del derecho positivo proviene de su ajuste o conformidad a
los valores jurídicos puros, especialmente al valor justicia. El derecho positivo justo goza de
validez, en tanto el derecho positivo injusto (que sigue siendo derecho), es inválido, o carece
de validez, aunque tenga vigencia sociológica.

Cuando la constitución es justa, la validez del derecho infraconstitucional se tiene por cierta si
se adecua a la constitución, pues a través de ésta viene a realizar el valor justicia.

A la vigencia la podemos desdoblar para hablar de: una vigencia normológica; y una vigencia
sociológica. Normalmente, cuando se emplea el término vigencia sin calificativo alguno, se
suele aludir a la vigencia sociológica. La vigencia normológica es la de las normas (u orden
normativo), y consiste en que una norma sea “puesta” en el mundo jurídico, y permanezca en
él sin un acto formal de derogación, abrogación, eliminación o supresión. La vigencia
sociológica se da en la dimensión sociológica del mundo jurídico, y requiere la conducta
ejemplarizada y la norma descriptiva (escrita o no escrita) con funcionamiento y eficacia.

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