Los Colaboradores de Jesús

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Los colaboradores de Jesús

1.Objetivo: tomar conciencia que Jesús nos necesita para extender su Reino
de amor en el mundo y así más y más personas lo conozcan, crean en Él, lo
sirvan, lo amen y se salven.
2. Oración inicial:
Señor Jesús, te pido me des fe para seguir adelante
Grandeza de espíritu para perdonar
Paciencia para comprender y esperar
Serenidad para aceptar las cosas que no puedo cambiar
Oh Dios todo poderoso, haz que tu voluntad se realice
En mí y permíteme ser una persona digna de ti
Que siempre esté al servicio de los hermanos los
Más necesitados de tu amor y misericordia
Te lo pido por Jesucristo nuestro Señor. Amén.
Canto sugerido: Alma misionera.
Durante su vida pública Jesús invito a todos sus seguidores a colaborar con Él.

Texto Bíblico:
Leeremos marcos 6, 7-13

Los envió de dos en dos


a) ¿Qué dice el texto?
b) ¿Qué me dice el texto?
c) ¿Qué le digo al texto?
d) ¿Cuál será mi compromiso?

4. Desarrollo del tema:


Jesús envió a los doce apóstoles a anunciar el Evangelio y también a los 72,
en ese envío descubrimos nuestro llamado a colaborar con él.
Todos los hombres, mujeres, jóvenes, niños, adultos mayores, todos los
seguidores de Jesús debemos de colaborar para anunciar el Evangelio.
Trabajar juntos significa trabajar con, en nuestro caso se trata de trabajar con
todos los que creen en Jesús incluso con los que no creen.
Colaborar con Jesús es trabajar con él en su proyecto: construir el Reino de
Dios, esto llena de alegría.

En estos tiempos actuales en que muchos están olvidando a Dios y ante la


falta de quien lleve la Buena Nueva a los demás y ante la inmensa sed de Dios
que vemos en el mundo ante la vida triste de muchos anunciar el Evangelio
es urgente ¡no hay tiempo que perder!
Ante esto es importante preguntarnos:
¿Qué puedo hacer para colaborar con Jesús?
¿Cuántas maneras existen para poder ayudar?
Hay muchos caminos para colaborar, podemos ser sacerdotes, religiosas,
religiosos, laicos, misioneros; ayudar con los proyectos que tiene la Iglesia,
pero hay que hacerlo con alegría, y mucha disposición; en alguna ocasión dijo
el papa Francisco anunciamos a Jesús con cara de funeral como si anunciar
buenas noticias fuera algo pesado, fastidioso.
Isaías 57,2
“Que hermosos son sobre los cerros los pies del mensajero que anuncia la
Buena Nueva”.
¿Tú conoces algunos enviados de Jesús que anuncien la Buena Nueva?
Pregunta a tus padrinos ¿Si les gustaría algún día como los discípulos de Jesús
ir a anunciar el Evangelio? si---no---¿por qué?

Te daremos algunos ejemplos de algunos personajes de la Biblia que cuando


encontraron a Jesús fueron luego a anunciar la Buena Nueva de haberlo
encontrado.
La samaritana Juan 4, 1-
San Pablo Hechos 1,8

Todos ellos dignos de inspirarnos para ir y cumplir el mandato de Jesús.


Para ser colaboradores de Jesús se necesitan algunos cambios en nuestra
vida, y poner en practica algunas virtudes y dones que nos ha dado el Espíritu
Santo para la acción misionera que tenemos todos los bautizados y estos son:
Alegría, valentía, leer la Biblia, facilidad de palabra, colaborar en equipo,
cumplir los mandamientos, y ser constante en la recepción de los
sacramentos de la Reconciliación y la Eucaristía.
Ser colaborador de Jesús es ir con Él a curar tantas heridas de tantos
hermanos tirados por el camino de la vida sin esperanza.
Ser colaboradores de Jesús es ir con Él a sembrar esperanza en nuestros
pueblos y ciudades con el Anuncio gozoso de que Dios es fiel, misericordioso
que nunca nos olvida ni abandona.

Dinámica para convivir papás, padrinos y ahijados


El mensaje equivocado
Se hace una fila primero se forman los papás, enseguida los padrinos y al final
el o los ahijados.
La catequista dirá un mensaje a los papás luego los papás lo dirán a los
padrinos y los padrinos lo dirán a los ahijados, la catequista preguntara al
último de la fila cual fue el mensaje que se fue diciendo hasta llegar a él.

Mensaje que se dirá: Jesús les dijo: vengan conmigo yo los


hare pescadores de hombres.
Con esta dinámica se pone a prueba la memoria de los participantes, su
capacidad de atención y su facilidad de comunicación.
Después se hace la fila con dos familias para llevar más lejos y fielmente el
mensaje.
Gana la fila que lleve más completo y sin equivocarse el mensaje.
Este trabajo de colaborar con Jesús en la obra de extender su Reino no es un
trabajo que hacemos solos, es un trabajo que hacemos en equipo a imagen de
la Santísima Trinidad.

Leeremos Lucas 3,21-22.


“un día cuando se bautizaba mucha gente, también Jesús se bautizó y
mientras Jesús oraba se abrió el cielo y el Espíritu Santo bajó sobre él en
forma visible, como una paloma y se oyó una voz del cielo: tú eres mi Hijo
amado en ti me complazco”
Juan 8 17-19.
“En la ley de ustedes está escrito que el testimonio dado por dos testigos es
válido. Pues bien: un testigo a mi favor soy yo mismo. Pero también da
testimonio a mi favor el Padre, que me envió. Ellos le preguntaron ¡dónde
está tu padre? Jesús les contestó: ni me conocen a mí ni conocen a mi Padre;
si me conocieran a mí conocerían también a mi Padre”.
Juan 14, 15-21.
“Si me aman, obedecerán mis mandamientos; y yo rogare al padre y les dará
otro consolador, para que este siempre con ustedes. Es el Espíritu de la
verdad que no puede recibir el mundo, porque ni lo ve ni lo conoce; ustedes
en cambio, lo conocen porque vive en ustedes y con ustedes esta”.
De esto que acabamos de leer y reflexionar juntos, papás, padrinos y
ahijados contestar:
¿cómo es el trabajo en equipo del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo?
Dialoguen de lo que saben de la Trinidad.
La Iglesia nos enseña que Dios es Trinidad, tres personas, el Padre, el
Hijo y el Espíritu Santo, en un solo Dios ¡este es el misterio central de
nuestra fe!
Por esta razón los cristianos somos bautizados en el nombre del Padre y del
Hijo y del Espíritu Santo.

¿Por qué tres personas y un solo Dios?


Porque Dios no es soledad, sino comunión perfecta, Dios es amor y el amor es
comunión.
Es un gran misterio que no podemos explicar por medio de la razón lo
creemos porque Jesús nos lo ha revelado y confiamos en que sus palabras son
verdaderas, porque Jesús es el camino la verdad y la vida.
El mismo Jesús nos dice y nos afirma en su palabra:
“El Padre y yo somos uno”
También nos dice en el Evangelio de Juan 10,30 “ora al Padre para que nos
envié al Espíritu Santo, al consolador”
¿Cómo es posible que sean tres personas en un solo Dios?
El Padre es Dios, el Hijo es Dios, el Espíritu Santo es Dios, esto quiere decir
que son iguales en divinidad, en poder, en eternidad, y en perfección.
Pero cada una de las tres personas de la Trinidad son diferentes por lo distinto
de su misión.
El Padre es creador, es el principio de todo cuanto existe.
El Hijo es salvador y quien nos enseñó a llamar a Dios Padre.
El Espíritu Santo es santificador y es el amor del Padre que nos ilumina e
infunde sus dones. Lo recibimos en el Bautismo y de manera especial el
día de la confirmación.
Aceptar el misterio de la Trinidad es contemplar la manera en que los tres se
aman y viven en comunión.
La Trinidad es el mejor equipo trabajan en conjunto se ayudan, respetan y se
aman! Esto es comunión ¡

PREGUNTAR LOS AHIJADOS A LOS PADRINOS:


¿Qué hacen ellos para vivir en comunión con Dios y con los hermanos?
¿Creen ustedes que es importante como familia cumplir cada quien con sus
deberes de acuerdo a su rol en ella?
¿Por qué?
Ahora que sabemos que el ser humano no lo creo Dios para vivir en soledad
debemos de pensar con más claridad cómo han sido nuestras acciones y
actitudes para con los demás, especialmente con nuestra familia.
Oración final:
Santísima Trinidad
Dios mío, Trinidad que adoro, ayúdame a olvidarme de mi mismo, para
establecerme en ti, inmóvil y apacible como si mi alma estuviera ya en la
eternidad, que nada pueda turbar mi paz, ni hacerme salir de ti, mi inmutable,
si no que cada minuto me lleve más lejos en la profundidad de tu misterio,
pacifica mi alma, haz de ella tu cielo tu morada amada y el lugar de tu reposo
que yo no te deje jamás solo en ella si no que este yo ahí enteramente,
totalmente despierto en mi fe en adoración entregado sin reserva a tu acción
creadora. Amén.

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