Oficemen c2t1 4 Dosificacion
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INDICE
INDICE........................................................................................................................................................................... 3
1. INTRODUCIÓN.......................................................................................................................................................... 4
12 de diciembre de 2007
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Cómo definir la dosificación. Determinación de la fórmula de trabajo
1. INTRODUCIÓN
Es fundamental, para optimizar el tratamiento de cualquier material, establecer previamente la
fórmula de trabajo con el conglomerante elegido. Dicha fórmula depende del tipo de suelo, del
material que se quiere conseguir después de la estabilización y de las especificaciones que se
deban cumplir en cada situación.
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Suelos estabilizados: Mejora y tratamiento de suelos
Si bien es indistinto emplear una u otra, es conveniente, por su mayor estabilidad, el empleo de
cal apagada, pues es más sencilla de manipular y almacenar en los laboratorios. El hecho de
emplear uno u otro tipo de cal no implica que luego, en obra, deba emplearse la misma.
La mezcla del suelo con la cal para fabricar las probetas ha de realizarse primero en seco,
hasta lograr un material de aspecto homogéneo, para, a continuación, añadir la humedad
necesaria y volver a amasarlos.
Una vez mezclados así el suelo y la cal, debe dejarse transcurrir un periodo mínimo de una
hora para que la cal actúe adecuadamente sobre el suelo y puedan evaluarse realmente sus
efectos. En caso de emplear cal viva, es necesario asegurarse de que ésta ha quedado
apagada una vez que se ha mezclado con el suelo. El tiempo de reposo del material debe ser
algo mayor que cuando se emplea cal apagada.
Posteriormente, se prepararán las probetas necesarias para los ensayos a realizar conforme a
las especificaciones marcadas por la normativa vigente para la realización de los mismos.
Porcentaje mínimo de cal. El porcentaje mínimo de cal será aquel que permita cumplir al
suelo tratado con cal las exigencias necesarias para poder ser empleado en la capa de que se
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Cómo definir la dosificación. Determinación de la fórmula de trabajo
trate. Por lo tanto, este porcentaje será función del tipo de capa que se esté diseñando y de los
objetivos que, de forma conjunta o separada, se estén buscando en cada caso.
Secado de suelos excesivamente húmedos En este caso, el porcentaje necesario de cal viva
será aquel que logre reducir la humedad del suelo hasta valores cercanos a la óptima de
compactación.
Como ya se ha dicho, este efecto depende de los factores ambientales de la obra que,
además, pueden ser muy variables de unos días a otros, lo cual, exige un control y reajuste
diario directo in situ.
Dado que las condiciones de soleamiento, humedad ambiente y viento son muy diferentes en
obra que en laboratorio, una vez fijado un porcentaje de cal a emplear es necesario comprobar
que esta dotación es suficiente para el objetivo previsto. La evaluación de la humedad final
conseguida después de la mezcla del suelo con la cal debe realizarse mediante secado en
estufa, ya que se ha observado que el gammadensímetro nuclear proporciona en algunos
casos resultados sin la precisión requerida.
Porcentajes por debajo del 1% no suelen ser efectivos, ya que existe el riesgo de posibles
deficiencias tanto en el extendido como en la envuelta.
Modificación de suelos para capas de cimiento de firme. En este caso, el porcentaje a aplicar
de cal viva o apagada será el necesario para modificar las características geotécnicas de los
suelos hasta los valores exigidos para la capa de que se trate: fondos de desmonte, cimiento,
núcleo y espaldones de terraplenes, etc.
Para ello, se analizarán muestras del suelo con distintos porcentajes de cal, a fin de determinar
la dotación que permita alcanzar los valores exigidos en cuanto a CBR, índice de plasticidad,
hinchamiento, etc.
Porcentaje óptimo de cal. Frente a estas dotaciones mínimas, el diseño de un tratamiento con
el porcentaje óptimo de cal puede aplicarse a cualquiera de los casos anteriores y a otros no
contemplados hasta ahora, partiendo de la idea de que este porcentaje es el que permite
aprovechar al máximo los efectos de la cal sobre el suelo a tratar, con un sobrecoste mínimo
con respecto a los anteriores planteamientos. El incremento del porcentaje de cal necesario no
es comparable con el resto de costes implicados.
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Suelos estabilizados: Mejora y tratamiento de suelos
Como dato inicial puede tomarse el criterio ya comentado que un 1 % de cal en peso
reduce la humedad el material entre un 3 % y un 5 %, aunque en ocasiones se han
llegado a conseguir reducciones superiores.
Como consecuencia, esta humedad estará más próxima a la del suelo que se
pretende secar.
Con temperaturas muy bajas, el agua del suelo puede encontrarse en estado sólido,
es decir, en forma de hielo. En este caso, la dotación de cal viva ha de ser la
necesaria para fundirlo, por efecto de la reacción exotérmica de hidratación, y reducir,
además, la humedad hasta los valores prescritos.
b) Modificación. En este caso, el porcentaje óptimo de cal será aquel que logre sobre el
suelo de partida, de forma conjunta:
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Cómo definir la dosificación. Determinación de la fórmula de trabajo
d.2 E incrementar de forma apreciable el índice CBR del suelo, o cualquier otro
que evalúe su capacidad de soporte.
La forma de evaluar estos tres parámetros consiste en elaborar gráficas con la evolución de los
mismos para distintos porcentajes de cal, siendo el óptimo aquel a partir del cual dejan de
apreciarse de forma notable los efectos de la misma.
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Suelos estabilizados: Mejora y tratamiento de suelos
Una capacidad de soporte adecuada, evaluada a través del índice CBR, en el caso
de los suelos estabilizados S-EST1 y S-EST2.
Datos de partida. La dosificación de un suelo estabilizado con cemento tiene como base de
partida:
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Determinación del contenido óptimo de agua En los suelos estabilizados con cemento el agua
tiene dos misiones fundamentales:
Hidratar el cemento.
Para la primera de ellas se necesita únicamente una pequeña cantidad de agua, del orden del
2%, por lo que la humedad de la mezcla viene siempre determinada por la necesaria para la
compactación. El objetivo de esta fase de la dosificación es, por tanto, hallar el contenido
óptimo de agua para la compactación de una mezcla cuya dotación de cemento se ha estimado
aproximadamente para que se obtenga con la misma el índice CBR o la resistencia
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Suelos estabilizados: Mejora y tratamiento de suelos
Como el contenido final de cemento, definido por los ensayos de CBR o de resistencia, será
probablemente distinto al estimado en la determinación inicial del contenido óptimo de agua,
habría que realizar un nuevo ensayo de compactación al final del proceso y una comprobación
del índice CBR o de la resistencia. Hay que mencionar a este respecto que, a igualdad del
resto de factores, una variación en algún punto porcentual del contenido de cemento tiene una
influencia muy limitada en el valor de la humedad óptima. En consecuencia, no se considera
necesario en general repetir posteriormente el ensayo de compactación.
El ensayo de referencia para determinar la humedad óptima es el Proctor modificado (fig. 1).
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Cómo definir la dosificación. Determinación de la fórmula de trabajo
Figura 2: Humedad expulsada durante el proceso de compactación Proctor Modificado de un suelo estabilizado con
cemento
Aunque el ensayo Proctor modificado es el que se emplea como referencia, se admite también
la compactación con martillo vibrante. El ensayo se realiza en 3 tongadas y con un tiempo por
cada capa que se determina por calibración con el Proctor modificado, a fin de obtener una
densidad máxima aproximadamente igual en ambos ensayos.
Este método presenta ventajas frente al de la maza Proctor, tales como un fácil traslado, lo que
es muy importante para su utilización en obra, una realización más sencilla y una mayor
rapidez de ejecución. Su principal inconveniente es la variabilidad de sus resultados si la
presión que es necesario ejercer sobre las tongadas al compactar el material se confía
exclusivamente al operario. Este problema se resuelve no obstante con la utilización de una
sobrecarga adecuada acoplada al martillo, montándose el conjunto sobre un bastidor provisto
de guías para poder aplicarlo sobre la masa a compactar (fig. 3).
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Suelos estabilizados: Mejora y tratamiento de suelos
Por otro lado, se debe tener en cuenta que la fabricación de suelos estabilizados con cemento
en el lado seco, siguiendo el criterio señalado, va en perjuicio de la trabajabilidad del material,
por lo que lo más adecuado es que la decisión final sobre el contenido de agua se base en un
estudio de la sensibilidad al mismo, no sólo de la densidad y resistencia, sino también de la
trabajabilidad y en los resultados obtenidos en el tramo de ensayo. En caso de que se utilicen
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Cómo definir la dosificación. Determinación de la fórmula de trabajo
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Suelos estabilizados: Mejora y tratamiento de suelos
c.1. Suelos estabilizados S-EST1 y S-EST2. Una vez realizados los ensayos de CBR
a la edad especificada, se representan en un gráfico los valores del mismo en
función del contenido de cemento. Se elegirá este último teniendo en cuenta
que:
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c.2. Suelos estabilizados S-EST3. Una vez realizados los ensayos de rotura a la edad
especificada, se representan en un gráfico los valores de las resistencias en
función del contenido de cemento (fig. 4). Se elegirá un contenido de cemento
teniendo en cuenta que:
Debe superar un valor mínimo del 3% en masa del suelo seco, para
garantizar una adecuada durabilidad del producto.
Figura 4: Determinación del contenido de cemento para un suelo estabilizado S-EST3 (resistencia a compresión a 7
días > 1,5 MPa). Se ha escogido el porcentaje de cemento que proporción una resistencia un 20 % superior a la
mínima especificada
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Suelos estabilizados: Mejora y tratamiento de suelos
Figura 5: Variación de la resistencia a compresión con la densidad de compactación para un suelo estabilizado
(5,7% de cemento y humedad óptima PM). Se comprueba que con la densidad mínima de obra se alcanza la
resistencia mínima especificada.
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Figura 6: Variación de la resistencia a compresión con la humedad de compactación para un suelo estabilizado (5,7
% de cemento y densidad PM)
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Suelos estabilizados: Mejora y tratamiento de suelos
Figura 7: Determinación del plazo de trabajabilidad de una mezcla con cemento mediante el ensayo de
compactación diferida a una temperatura de 30 ºC
Existe otro procedimiento de ensayo, también incluido en la norma UNE-EN 13286-45, basado
en la medición del tiempo de paso de ultrasonidos a través de una probeta recién compactada.
A medida que se van desarrollando las reacciones de hidratación del conglomerante y el
material va endureciendo, disminuye dicho tiempo de paso. Se considera que se ha alcanzado
el final del plazo de trabajabilidad cuando el tiempo de paso disminuye en un 60% con respecto
al inicial.
Tabla 2: Plazos de trabajabilidad recomendados para una correcta puesta en obra de suelos estabilizados con
cemento
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Cómo definir la dosificación. Determinación de la fórmula de trabajo
Se debe comprobar que se cumplen estos valores incluso con el contenido de humedad óptima
menos la tolerancia (hopt-1 %). Es recomendable, no obstante disponer de tiempos de
trabajabilidad superiores al mínimo absoluto.
En el caso de los suelos estabilizados S-EST3, una vez ajustados los contenidos finales de
agua y de cemento es conveniente llevar a cabo ensayos de resistencia a medio o largo plazo
(28 ó 90 días) para comprobar que no se produce una evolución anómala de resistencias. Esto
resulta imprescindible cuando se utilicen retardadores de fraguado, ya que pueden afectar a la
evolución de la resistencia del material a largo plazo.
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Suelos estabilizados: Mejora y tratamiento de suelos
Fórmula de trabajo. Una vez realizados en laboratorio los ensayos anteriores se define la
fórmula de trabajo, la cual debe incluir los siguientes aspectos:
Es deseable, por otro lado, que el responsable técnico de la obra disponga del estudio de
laboratorio o, al menos, de la siguiente información:
El plazo de trabajabilidad.
Ajuste de la fórmula de trabajo en obra. Los equipos que lleven a cabo la incorporación del
conglomerante y del agua y la mezcla de éstos con el suelo se deben calibrar para comprobar
que el material fabricado con los mismos permite obtener el índice CBR o la resistencia
especificada y, en su caso, realizar los ajustes necesarios.
Aunque pueda pensarse que con la fórmula de laboratorio las densidades y las resistencias de
la mezcla en obra deberían ser iguales, en la práctica se pueden dar diferencias por distintas
causas:
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Esta verificación se debe considerar como la segunda fase del proceso de dosificación. Si
una vez realizados los ajustes se producen variaciones importantes en las resistencias de
obra frente a las de laboratorio se deben analizar los motivos.
En España se utilizaron estos procedimientos en las primeras obras con suelocemento pero se
abandonaron por varias razones:
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Suelos estabilizados: Mejora y tratamiento de suelos
Índice de capacidad de soporte inmediata. En caso de que vaya a circular tráfico, incluso el de
obra, inmediatamente después de finalizada la compactación, la mezcla debe poseer una
adecuada estabilidad para que no se produzcan deformaciones importantes que puedan
perjudicar su comportamiento posterior. Dicha estabilidad, que depende fundamentalmente de
su esqueleto mineral, se evalúa mediante el denominado índice de capacidad de soporte
inmediata, que se determina sometiendo una probeta, recién compactada, a un ensayo de
penetración con la prensa CBR (fig. 8), sin inmersión en agua y sin ninguna sobrecarga anular
(norma UNE-EN 13286-47). El índice CBR obtenido en estas condiciones es el índice de
capacidad de soporte inmediata, el cual debe ser igual o mayor que 40 (preferiblemente por
encima de 60). Estos valores son más fáciles de alcanzar cuando el suelo contiene un
porcentaje importante de elementos granulares (zahorras) que cuando se tratan suelos finos o
arenas de baja capacidad de soporte.
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Cómo definir la dosificación. Determinación de la fórmula de trabajo
Otro ensayo para evaluar la resistencia a rotura del material es el ensayo de tracción indirecta
(fig. 9), también conocido como ensayo brasileño (UNE- EN 13286-42).
Figura 10: Realización de ensayo de tracción indirecta para la determinación del módulo de elasticidad
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