Sesion 07 Factores de La Covivencia Ciudadana

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SESION 07

FACTORES DE LA CONVIVENCIA CIUDADANA


La participación ciudadana es la intervención de la ciudadanía en la toma de decisiones
respecto al manejo de los recursos y las acciones que tienen un impacto en el desarrollo de
sus comunidades. Es un legítimo derecho de los ciudadanos y para facilitarla se requiere de
un marco legal y de mecanismos democráticos que propicien las condiciones para que las
personas y las organizaciones de diversos sectores de la sociedad hagan llegar su voz y sus
propuestas a todos los niveles del gobierno.

El término participación social o ciudadana puede ser conceptualista desde diferentes


perspectivas teóricas, así puede referirse a los modos de fundamentar la legitimidad y el
consenso de una determinada población, por ejemplo: la participación democrática o también
puede referirse a los modos de luchar contra las condiciones de desigualdad social y para
cuya superación se necesita impulsar la participación.1 En la mayoría de las definiciones de
participación ciudadana, existen elementos en común: una mediación entre sociedad y
gobierno para que los distintos sujetos sociales intervengan, con base en sus diversos
intereses y valores, los cuales influyen en políticas públicas y en las estructuras de gobierno,
fundamentándose en el reclamo del derecho a la intervención en los asuntos que les
competen.2
El Estado, al asumir los problemas e intereses de la sociedad, tiene la tarea de generar
políticas eficaces de desarrollo en diferentes ámbitos, considerando el derecho de la
ciudadanía para potenciar sus capacidades de control y responsabilidad, ya que el desarrollo
de una nación democrática se logrará únicamente con activa participación de todos los
sectores de la sociedad. Aquí es donde entran los "valores de la participación ciudadana",
que se clasifican en 3 Partes: responsabilidad, solidaridad, tolerancia.
Una ciudadanía bien informada sobre los problemas de la comunidad podrá participar
activamente en el logro del bienestar presente y futuro, ya sea colaborando con acciones
simples hasta involucrarse y ejercer sus derechos en favor de la solución de los problemas,
poniendo en práctica los valores de la participación ciudadana, pues una sociedad
responsable, solidaria y tolerante es una sociedad justa en todos los sentidos. Por ejemplo,
algunos sectores de la sociedad son los
siguientes: mujeres, niños y jóvenes, campesinos, pueblos
indígenas, trabajadores y sindicatos, ONG, comerciantes e industriales, universidades y pro
fesionistas.
La participación ciudadana es continuamente seguida por su lado opuesto, que es
el abstencionismo. El desánimo y la desconfianza puede ser generalizada entre la población
por la falta del contacto institucional con la sociedad, es decir por la falta del trato directo
institucional social. La Declaración Universal de los Derechos Humanos en su artículo 21
indica que toda persona tiene derecho a participar en el gobierno de su país, directamente o
por medio de representantes libremente escogidos. Y en su artículo 29 indica que toda
persona tiene deberes respecto a la comunidad, puesto que solo en ella puede desarrollar
libre y plenamente su personalidad. Estos artículos muestran claramente que la participación
y el desarrollo son derechos y deberes que impulsan la personalidad de cada persona
habitante de este país.
Participación social, comunitaria, política y ciudadana

 La participación social es la asociación de individuos para el logro de determinados


objetivos.34

 La participación comunitaria se instala en el campo de las actividades asistenciales


propias del mundo de lo no estatal.4

 La participación política se refiere a los ciudadanos que son parte de las organizaciones
de representación social y de las instituciones del sistema político.

 La participación ciudadana es aquella donde la sociedad tiene relación directa con el


Estado;5 relación que pone en juego el carácter público de la actividad estatal; 4 se
manifiesta a través de las ONG las cuales pugnan (lucha o enfrentamiento
especialmente de tipo ideológico) por ciertos temas sociales, sin sustituir en las
funciones del gobierno sino evaluando, cuestionando o apoyando las decisiones
tomadas (véase:lobby). También puede proponerse a través de la discusión de temas
de importancia de los ciudadanos en foros organizados o por otras vías para llegar a
un consenso.
La participación ciudadana se asocia con mecanismos de democracia directa, por ejemplo
iniciativa de ley, referéndum, plebiscito, consulta pública, revocación del mandato, así como
la integración de consejos ciudadanos en organismos públicos para el diseño o reorientación
de políticas públicas. La participación política en cambio se relaciona con el involucramiento
de los ciudadanos en las estructuras formales de acceso y control de las posiciones de poder
del Estado (partidos políticos, elecciones, integración del poder legislativo, contienda por
el poder ejecutivo). La diferencia fundamental entre participación ciudadana y participación
política es que la primera busca influir en la toma de decisiones públicas, mientras que la
segunda busca los mecanismos de acceso al control del Estado.
Es importante conocer un poco más a fondo algunos de los mecanismos que son aceptados
por la ley anteriormente mencionados.

 Iniciativa de ley o iniciativa popular.- La facultad con la que cuenta la ciudadanía para
presentar al poder legislativo propuestas, que tienen como propósito la abrogación,
adición o regulación de una ley en particular
 Referéndum.- Es una consulta realizada a través de una votación en donde se busca la
aprobación o rechazo de textos legales, reglamentarios o constitucionales. De igual
manera los votantes pueden ser convocados a fin de aprobar, modificar, adicionar o
rechazar alguna propuesta de ley.13
 Plebiscito.- Se define como una consulta directa a los ciudadanos en materia política de
gran importancia, ya sea aceptar o rechazar una propuesta que debido a la legitimidad
que se necesita es necesario consultar al pueblo.
Algunos autores consideran que las condiciones para la participación ciudadana son: 1415

1. El respeto al Estado de Derecho


2. Acceso a mecanismos institucionales
3. Acceso a información
4. Confianza de los ciudadanos en las instituciones democráticas
5. Interés por parte de las instituciones públicas y gubernamentales hacia la población.
Los instrumentos de participación ciudadana contribuyen a la democracia por medio de los
efectos esperados de:
Mejorar la relación entre gobernantes y gobernados.

1. Fortalecer el sistema democrático representativo y participativo.


2. Garantizar derechos políticos y humanos.
3. Legitimar decisiones gubernamentales.
4. Consolidar la gobernanza, es decir, lograr que gobierno y sociedad actúen en
conjunto.
La participación de ciudadanos en las decisiones públicas de forma individual o colectiva, (ej.
por medio de organizaciones de la sociedad civil) no puede reclamar la representación
legítima de la totalidad de los ciudadanos de una comunidad política, solamente "la de ciertos
intereses materiales, programáticos, o ideológicos de los actores participantes, quienes sólo
pueden apelar a una representación simbólica de causas o intereses generales al intervenir
en la esfera pública".16
Cuando no se encuentran mecanismos institucionales que permitan la interacción entre
demandas ciudadanas y la toma de decisiones por parte del Estado los actores políticos
pueden generar un problema de legitimidad desde la perspectiva de los actores civiles o
ciudadanos, pues no cuentan con certidumbre o canales adecuados en la interacción con las
formas de decisión del poder político formal.
Es muy importante establecer metas y valores a un grupo cuando se realiza una participación
ciudadana de forma colectiva. De lo contrario se estaría ejerciendo una participación
ciudadana negativa. Si los valores del grupo son democráticos, orientados políticamente de
forma correcta y tolerantes hacia los demás entonces los miembros del grupo aprenderán
valores democráticamente correctos y se volverán activos políticamente como beneficio para
el grupo. Sin embargo si el grupo adopta una postura antidemocrática haciendo a un lado la
política y siendo intolerante hacia las demás personas probablemente este grupo será
desacoplado del sistema político.

CÓMO LOGRAR UNA BUENA CONVIVENCIA


Aprender a convivir

Como todas las facetas de nuestras vidas, la convivencia necesita un aprendizaje. Desde
que somos pequeños estamos relacionándonos con otras personas, tanto en el ámbito
familiar como en el colegio o el vecindario. Vamos aprendiendo una serie de normas que van
a regir nuestras relaciones sociales.

Los niños suelen ser egoístas e intentan satisfacer sus deseos y caprichos en cada momento.
Al tener contacto con otros niños es cuando tienen que acostumbrarse a ceder y no pensar
solamente en ellos. Para poder convivir con los demás, empiezan a adquirir una serie de
conocimientos y reglas, que proceden tanto de sus padres y profesores como del propio
contacto con otros pequeños. Es lo que denominamos educación.

Este concepto de educación es fundamental en la convivencia y comunicación con nuestros


semejantes, y no debe entenderse únicamente como una serie de normas y
convencionalismos sociales que debemos utilizar al tratar con extraños o con personas
que no pertenezcan a nuestro entorno más próximo. Por eso, también en el ámbito
familiar o con nuestro grupo de amigos y compañeros, debemos aplicar conceptos tales
como tener paciencia, saber escuchar, respetar las ideas y opiniones de los demás, hablar
con respeto, etc.

Elementos para una buena convivencia

- El respeto: Cuando establecemos cualquier tipo de comunicación con otra persona, la


primera premisa es aceptar la dignidad de esta persona como tal, sin prejuicios ni
discriminaciones, y entender que puedan tener pensamientos y opiniones distintos a los
nuestros. Esto no implica que no podamos discutir o combatir estas opiniones, pero siempre
respetando a la persona.

- La afabilidad: Entendiendo ésta como una actitud positiva en nuestra relación con los
demás. Un ambiente de cordialidad facilitará nuestras relaciones con los demás pero si
nuestra actitud es recelosa o indiferente, difícilmente nos llevará a una convivencia
satisfactoria.

- La inteligencia: En las relaciones sociales, las buenas intenciones no son siempre


suficientes. Cuantas veces hemos visto a personas que tienen el dudoso don de
la impertinencia y molestan continuamente sin ser conscientes de ello. Para tratar con
inteligencia a los demás, es importante saber escuchar e intentar conocer a la otra persona
y, en caso contrario, saber callar en determinados momentos. Una persona socialmente
inteligente sabe estar y comportarse con personas muy diversas, social y culturalmente,
aunque haya tenido quizá menos formación en la infancia.

- La educación: Es una de las bases de una buena convivencia, y la podemos considerar


como un compendio de los puntos anteriores.

Factores negativos para la convivencia

- Los prejuicios: Estos implican una mala predisposición de antemano a la convivencia, lo


que nos hará tener una actitud negativa ante los demás dificultando enormemente la relación.
El prejuicio va en contra del respeto que cada persona merece.

- La intransigencia: Convivir con los demás supone un esfuerzo en conseguir puntos de


acuerdo. Para ello, todas las partes deben ceder a menudo en sus posturas. Cuando alguien
nunca está dispuesto a ceder, la convivencia no es posible, se podrá producir una relación
de acatamiento o subordinación, pero nunca de auténtica convivencia.

- La falta de comunicación: "Hablando se entiende la gente" es un dicho popular realmente


acertado a este respecto. Cuántas veces la falta de comunicación provoca situaciones
difíciles en todos los ámbitos de nuestra vida, que podrían ser solventadas con una simple
conversación.

La Convivencia en el mundo actual

El ritmo de la vida actual y la revolución en las comunicaciones han creado un doble efecto:
por un lado, hemos aumentado la cantidad y diversidad de personas con las que nos
relacionamos, pero por otro, la calidad de la relación entre las personas se ha hecho más
superficial y más utilitarista.

La vida en las ciudades tiene como común denominador hoy en día la falta de tiempo. Las
prisas y el estrés no son buenos aliados para la convivencia. La relación con nuestros
vecinos, en muchos casos, se limita a un saludo de rigor y la convivencia familiar se resiente
del cansancio de la jornada laboral.

Un tratamiento especial merece el impacto que la aparición de la televisión ha tenido en


la convivencia familiar. La televisión no deja de ser un electrodoméstico más, cuyo objetivo
es la información y el entretenimiento y que, usado en su justa medida, es de suma utilidad.

El problema es cuando este electrodoméstico no deja de funcionar durante todo el día y


comienza a sustituir las conversaciones entre los miembros de la familia. Por ello, es
recomendable apagar el televisor en los momentos de reuniones familiares y a la hora de la
comida, para favorecer la comunicación familiar.

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