Tomar A Papá y Mamá

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Heridas de abandono, rechazo y traición

No más protección a través del cuerpo

Tomar y Sanar con mamá y papá: a diario en introspección con vaso de agua y hacer dibujo del sol
y la luna y ponerlo en la cabecera de mi cama y ejercicios de constelaciones.

Conflicto de separación:

“Tomar a la madre”.

Suelen ser frases de Bert Hellinger, el creador de las


Constelaciones Familiares.

Hablan de que tomar a la madre es tomar la vida.

Nos recuerdan que cuando tomamos a la madre, estamos a


bien con lo que la vida nos trae: las relaciones, nuestra
profesión, nuestras circunstancias.

En cambio, si rechazamos a la madre, rechazamos


inconscientemente la vida que viene de ella, y rechazamos
nuestras relaciones, nuestro trabajo.

De vuelta, nuestras relaciones, nuestra profesión, nos rechazan a


nosotras.

Lo primero quiero explicarte qué es tomar a la madre y porque es


tan importante.

Después quiero ofrecerte un ejercicio sencillo para que puedas


hacer tú misma, y tomar más de tu madre y de la vida.

¿Qué significa "tomar a la madre"?


Significa que la aceptas tal y como es.

Significa que puedes salir de los juicios que haces o hiciste hacia
ella.

Tu madre te dio la vida, y eso como mínimo.

En la mayoría de los casos incluso te cuido, te vistió, te alimento y


te ayudó a curarte cuando enfermaste.

Pero incluso si no es así, te dio la vida, que es el bien más preciado


que tienes.

Gracias a eso, y a que eligió a un papá para ello, estás aquí,


puedes respirar, y puedes leer estas líneas.

Cuando le juzgas, cuando le exiges, cuando le demandas...

...cuando le haces críticas, cuando te pones “por encima” de ella


pensando cómo lo tendría que haber hecho...
...como tendría que haber manejado su vida, su relación con tu
papá, su trabajo o cualquiera de esas cosas que son asunto suyo,
te niegas a tomarla tal y como es.
Esto no quiere decir que tengas que hacerte su mejor amiga,
llamarla cada día o acceder a sus peticiones.

Simplemente significa ACEPTACIÓN.

Esta es sólo la primera de las dos claves que te voy a dar para
tomar la fuerza de la vida a través de tu madre.

las dos claves para tomar a la madre, y con ella, tomar la vida.

 La primera es ACEPTACIÓN hacia ella, y hacia su destino.


 La segunda es GRATITUD por haberte dado la vida.
Aceptación significa que asumes que nadie mejor que ella
supo hacerlo mejor, en su nivel de conciencia (lo que
llamamos "en sus zapatos”) qué era lo mejor para ella o cómo
sintió que debía actuar, o las decisiones que tomó.

Asumes y aceptas que no eres más ni mejor que ella.

Que no sabes más que ella en sus circunstancias.

Tienes la humildad suficiente para reconocer su grandeza frente a


tí, que solo eras una niña (o niño).

Aceptas que no sabes si lo habrías hecho mejor en sus


circunstancias.

Así te colocas en tu lugar y te predispones a recibir, como


mínimo, la vida que te dio.

En segundo lugar, GRATITUD, por eso mismo, porque de todas


las decisiones que pudo tomar, de todas las cosas que hizo, de
todas las posibilidades que tuvo, una de ellas fue darte la vida.

Te concibió, te gestó, te parió.

De todas las decisiones que tomó tu madre, una de ellas fue darte
la vida
Gracias a ello estás aquí, viviendo una experiencia con tus
oportunidades, tus elecciones, tu desarrollo y tu aprendizaje.

Si humildemente reconoces que ella tomó sus mejores decisiones


para su nivel de conciencia, te pones en posición de recibir, y
recibiendo, puedes agradecer.
Cuando agradeces, entonces puedes integrar.

Puedes sentir en tu corazón el latido de la vida que llego a través


de ella.

Puedes sentir dentro de ti el agradecimiento de estar viva.

¿Qué cosas te impiden tomar de mamá?

Pues por ejemplo, y aunque te suene fatal, la prepotencia.

la prepotencia se resume en el siguiente pensamiento:

“Yo lo hubiera hecho mejor”


¿Cómo lo sabes? Desde la distancia, desde fuera, se ve todo
mucho más claro.

Pero es imposible que sepas qué decisiones hubieras


tomado en su lugar, o qué reacciones hubieras tenido.

Mucho menos si esas decisiones te hubieran llevado "a mejor


puerto".

Es prepotencia porque te jactas de tener más capacidades que


ella, y repito, es imposible que lo sepas.

También, y sobretodo, lo que te impide tomar a tu madre tal y


como es o fue, son los juicios que haces hacia ella.

Mi madre fue una cobarde por tal o por cual”


Debería haber dejado a mi papá”
No tendría que haber tenido (tantos) hijos”
Debería haber estudiado”
No me cuidó bien”
Tendría que haberme comprendido mejor”
Así un largo etcétera.

Si te reconoces en alguno de estos pensamientos, estás


impidiéndote tomar la vida.

Simbólicamente, cuando haces estos juicios (o tienes estos


pensamientos), es como si te pusieras por encima de ella.

Para que te hagas una idea visual de lo que digo, si cogiéramos los
muñequitos para constelar, el muñeco que te representa a tí
estaría detrás del de tu mamá.

Hay un secreto a voces: La vida va hacia delante.

Así que esto es muy gráfico:

Si la vida va hacia delante, y tu te colocas simbólicamente


detrás de tu mamá, con tus juicios, creyéndote más grande
que ella, no puedes recibir la vida.

Estás en el lugar equivocado, fuera del flujo de la fuerza de la


existencia.

Además estás inconscientemente mirando a sus asuntos, en vez


de mirar a los tuyos.

Esto hace que probablemente en los tuyos no te vaya tan bien


como podría.

¿Qué puedes hacer para tomar a la madre?


La verdad es que espero que leer estas líneas, aunque breves, ya
te haya ayudado a acercarte un poco más a la vida, dándote
cuenta de tus juicios y siendo un poco más humilde.

Igualmente, quiero darte un sencillo ejercicio para que puedas


“tomar a tu madre”, y “tomar la vida”.

1º busca un lugar tranquilo, donde puedas tener intimidad.

Si quieres, puedes ponerte una música relajante, que te ayude


a bajar las revoluciones del día a día y conectar contigo
misma.

2º Lo siguiente que vas a hacer es poner dos papeles en el


suelo, a la distancia que tu sientas.

Uno de ellos te representa a ti, y el otro a tu mamá.

Te aconsejo que sea como mínimo a un metro y medio o dos para


que puedas tener espacio de moverte y avanzar.

Respira hondo, siente tu cuerpo, y date un momento para relajarte


antes de comenzar.

3º Cuando lo sientas, ponte en encima del papel que te


representa a tí, respira, siéntete de nuevo.

Mira hacia el papel que representa a tu mamá, y permite que


afloren los juicios o emociones que tengan que venir.

Conforme lo vas sintiendo, puedes expresar en voz alta aquello


que te va surgiendo.

Intenta no entrar en la mente, expresar desde tu cuerpo, despacio,


dejándote sentir.
4º Cada vez que expreses algo, respira, y siente si quieres
avanzar, dar un paso hacia el papel que representa a tu mamá.

La idea del ejercicio es que puedas avanzar hacia tu madre, a


tu ritmo, conforme vas desprendiendo de los juicios y las
emociones bloqueadas o ancladas en el pasado.

Es importante que le hables desde tí.

Desde lo que tu sientes, desde lo que necesitaste, desde lo que te


dolió, haciéndote responsable de tus emociones.

No te preocupes por el tiempo. No mires el reloj.

Hay quienes tardan 15 o 20 minutos, y hay quienes necesitan de


una hora.

No es importante ser rápida o lenta, lo importante es que te


estás dando la oportunidad de expresar, de soltar, de
transformarte.

Ya verás como la Aceptación y la Gratitud acaban por hacer acto


de presencia, y sea como sea, una parte de ti estará más
conectada a la vida.

Espero que este ejercicio te sirva y te ayude, y como siempre, si


quieres comentar tu experiencia en la web o en las redes sociales,
estaré encantada de leerte

Así llamó Bert Hellinger a la neurosis consistente en tener una rabia descontrolada
hacia las personas que uno mas ama. Esta rabia es provocada por una separación
precoz de la madre, en una época en la que el niño no es capaz de llorar de pena o
de hacer el duelo de la persona que le falta.

1. Cuando el bebé se ha quedado en la incubadora


Se va a tumbar en el suelo, representándose a sí mismo en la incubadora y a un
metro de distancia una almohada que represente a su madre.
Cada día va a estar entre 5 a 10 minutos en esta escena. Y poco a poco verá que su
cuerpo empezará a moverse muy lentamente, cómo para alcanzar a la mamá.
Hasta que un día llegue a abrazar a la almohada que representa a la madre.
Durante todos los días de este proceso va a empezar a vivir muchas emociones como
impotencia, miedo, vergüenza, soledad. Las acoge con mucho cariño, permitiéndoles
estar hasta que se agoten.
Cuando estas emociones vuelvan, más adelante, necesitará hacer el ejercicio
INTEGRAR TRAUMAS Y CONFLICTOS.
Dos personas (Pedro y María), el sexo es secundario.
Pedro: tú haces de mí y yo hago de mi propia madre en toda su grandeza de madre
Se ponen el uno enfrente del otro a unos dos o tres metros de distancia. la madre no
se mueve y espera a que su hijo (representado por María) se le pueda acercar. si el
hijo se siente bloqueado o más grande que su madre o que va muy rápidamente hacia
su madre, deberá ponerse de rodilla, con la cabeza en el suelo, incluso quizás
tumbado bocabajo, hasta poder acercarse y abrazarla.
cuando el abrazo, la madre se dará cuenta de si la cabeza de su hijo se recuesta en
su hombro derecho, entonces con firmeza lo volverá a alejar pues este hombro es el
de los iguales, para que de nuevo la honre y pueda abrazarla espontáneamente con la
cabeza en el hombro izquierdo.
Después, el representante del hijo, muy centrado, le dice en una o dos frases lo que
ha vivido. El representante de la madre no habla. se recogen unos minutos y vuelven
a empezar cambiando los papeles, esta vez Pedro hace de María y ella representa a
su propia madre.
Es mejor que este ejercicio sea corto, 10 minutos, no mas. la interrupción dinamizará
esta relación. y se puede retomar dejando pasar un mínimo de diez días. También es
muy recomendable hacer seguidos los dos ejercicios, tomar a la madre y tomar al
padre.
Es un ejercicio potente e importante. Tomar a la madre es un proceso largo de
purificación, supone mucha renuncia del ego y es el punto de partida del desarrollo
espiritual. Es muy útil repetir este ejercicio a menudo, dando cada vez nuevos pasos.

TOMAR A PAPÁ
Es el mismo ejercicio que Tomar a la madre sólo que Pedro dice: tú haces de mí y yo
hago de mi propio padre en toda su grandeza de padre.
El final necesita un paso más. Después del abrazo, lo que realmente necesita el padre
es que su hijo o hija se gire hacia la vida y eche a andar hacia delante.

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