El Ideal Cristiano Del Amor

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RETIRO MATRIMONIOS EN EL ESPÍRITU

Charla N° 1
José Gerardo y Josefina Corrales
Junio 2017

EL IDEAL CRISTIANO DEL AMOR


I. INTRODUCCIÓN

Buenas tardes hermanos, nos toca la primera charla de este hermoso retiro y para
comenzar debemos tener bien clara la base de todo matrimonio que es el Amor. Esta
primera charla se llama el “Ideal Cristiano del Amor”.

Esta charla esta dividida en tres aspectos bien definidos que son:
A. Definición de Amor.
B. El verdadero concepto del amor.
C. El amor de Dios expresado en su alianza.

Trataré de enfocar algunas de las verdades que Dios nos ha comunicado acerca de Él
mismo, de forma que podamos descubrir el verdadero significado del amor.

II. DEFINICIÓN DE AMOR

Para iniciar quiero aclarar los conceptos erróneos en los que ha caído la palabra amor.
Actualmente se ha distorsionado a tal punto que llega a ser totalmente fuera de toda
credibilidad, algo irreal, inalcanzable y esto nos ha llegado a través de canciones
románticas, poemas, películas, etc.

No me refiero a que el romanticismo sea malo, ni mucho menos, pero estos medios han
confundido el amor verdadero con sentimientos. Los sentimientos son emociones que
van y vienen, muchas veces fuera de nuestro control, sin embargo, el amor es algo que
permanece siempre independientemente de nuestros sentimientos.

El ejemplo más claro y nuestro modelo debe ser Jesús, quien seguramente no se sintió
bien cuando lo azotaron, ni cuando lo crucificaron, es fácil imaginarnos que eso fue duro
para Él, pero lo hizo por amor a nosotros, aun cuando sabía perfectamente que somos
pecadores.

En nuestra relación de pareja algunas veces no se producen sentimientos placenteros,


sin embargo, hacemos algunas cosas que nos cuestan, pero lo hacemos por amor. Un
ejemplo claro y fácil de entender es cuando una mamá amamanta a su bebé recién
nacido que se tiene que estar levantando cada 3 horas para alimentarlo y en la
madrugada al poco tiempo de acostarlo, cuando ella ya tiene sueño se despierta de
nuevo porque el bebé tiene gases, o más hambre o está orinado y de nuevo se tiene que
volver a levantar a cuidar de su lindo bebé que en ese momento no pareciera sentir que
sea tan lindo, pero lo atiende por amor. No es agradable, pero sí necesario. Hermanos,
en ocasiones amar cuesta.

Otro concepto errado es creer que la palabra amor significa únicamente el acto sexual
en sí. Aquí lo estamos minimizando en una acción, sin embargo, el amor es mucho más
que eso.

Otro concepto errado es considerar el amor como una transacción comercial, ¡yo te doy,
vos me das; no me das, no te doy! Pensando egoístamente que si no recibo nada a
cambio, no doy nada. Si mi esposa no dice que me quiere, yo tampoco se lo digo porque
va a creer que me estoy derritiendo por él y me estoy rebajando y se puede aprovechar
de mí.

Otro error es pensar que el amor tiene que estar expresado con manifestaciones de
cariño únicamente, mínimo 7 besos al día y 3 abrazos, sino no me ama. Son importantes
las manifestaciones de cariño, pero el amor repito, no es solamente emociones, ni
sentimientos.

III. EL VERDADERO CONCEPTO DEL AMOR

Por eso necesitamos conocer y entender el verdadero concepto de lo que la palabra


“amor” significa y como nosotros somos cristianos, debemos tomar su significado como
nos lo revela Dios en su palabra.

1Cor 13, 1-7


1
Aunque hable todas las lenguas humanas y angélicas, si no tengo amor, soy como una
campana que resuena o un platillo estruendoso. 2Aunque posea el don de profecía y
conozca los misterios todos y la ciencia entera, aunque tenga una fe como para mover
montañas, si no tengo amor, no soy nada. 3 Aunque reparta todos mis bienes y entregue
mi cuerpo a las llamas, si no tengo amor, de nada me sirve. 4 El amor es paciente, es
amable, el amor no es envidioso ni fanfarrón, no es orgulloso ni destemplado, 5 no busca
su interés, no se irrita, no apunta las ofensas, 6 no se alegra de la injusticia, se alegra de
la verdad. 7 Todo lo aguanta, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta.

Si se fijan son palabras fuertes y muy claras, nos dice que sin amor no somos nada. Pero
aquí también corremos el riesgo de interpretar equivocadamente este pasaje y convertir
el amor en un Dios que nos lleve a justificar algo que no es correcto, por amor. Por
ejemplo, vemos muchas veces en las noticias que una persona se quitó la vida por amor
y hasta le han mal llamado a un veneno para gorgojos, la pastilla del amor. ¡Esto es
ridículo!

La palabra que mejor expresa el amor de Dios para nosotros es Jesse (hebreo) o Agape
en griego que significa amor comprometido. Es aquí donde cobran sentido las palabras
que nos decimos en nuestra boda de fidelidad en lo bueno y en lo malo, en la salud y en
la enfermedad, ... todos los días de nuestra vida. Estamos asumiendo el compromiso de
amarnos para siempre, sabiendo que habrá momentos en que las cosas no serán color
de rosa y lo hacemos por amor, pero por un amor comprometido como el que nos enseña
la Escritura.

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IV. EL AMOR DE DIOS EXPRESADO EN SU ALIANZA

Dios nos expresa su amor en la alianza que Él hace con los hombres. Nos ama tanto
que establece con el hombre una Alianza y la ha mantenido a través de la historia de la
salvación por amor a nosotros. Dice la escritura en 1Jn 4, 8 “El que no ama no ha
conocido a Dios, porque Dios es amor”. Y lo ha demostrado a través de esas alianzas
que básicamente lo que quiere es atraernos hacia Él en una vida de comunión. Desea
que estemos muy cerca de Él, unidos a Él.

Dios expresa su amor por medio de su alianza con toda la humanidad, la primera
expresión la encontramos en el Génesis donde Dios por amor crea al hombre y lo crea
a su imagen y semejanza. La intención de Dios era que Adán y Eva compartieran la
plenitud de vida que tenía en la Trinidad. Pero el hombre falló. Sin embargo, a pesar de
la desobediencia, Dios no abandona al hombre, y a través de Noé, Dios le ofrece la
oportunidad de comenzar de nuevo. Y lo hace porque le ama. No hay otra explicación.

Esta alianza con Noé la encontramos en Génesis 9, 1-17.


1 Dios bendijo con estas palabras a Noé y sus hijos: “Tened muchos hijos y llenad la
tierra. 2 Todos los animales del mundo temblarán de miedo delante de vosotros. Todos
los animales, en el aire, en la tierra y en el mar, están bajo vuestro poder. 3 Podéis comer
de todos los animales y verduras que queráis. Yo os los doy. 4 Pero hay una cosa que
no debéis comer: carne con sangre, porque en la sangre está la vida. 5 A todo hombre y
animal pediré cuentas de la sangre de cada uno de vosotros. Y a cada uno de los
hombres le pediré cuentas de la vida de su prójimo. 6 “Si alguien mata a un hombre, otro
hombre lo matará a él, pues el hombre ha sido creado semejante a Dios mismo. 7 Pero
vosotros, ¡tened muchos hijos y llenad el mundo con ellos!” 8 Dios también dijo a Noé y
a sus hijos: 9 “Mirad, yo voy a establecer mi pacto con vosotros y con vuestros
descendientes, 10 y con todos los animales que están con vosotros y que salieron del
arca: aves y animales domésticos y salvajes; y con todos los animales del mundo. 11 Mi
pacto con vosotros no cambiará: no volveré a destruir a hombres y animales con un
diluvio. Ya no volverá a haber otro diluvio que destruya la tierra. 12 Esta es la señal del
pacto que para siempre hago con vosotros y con todos los animales: 13 he puesto mi arco
iris en las nubes, y servirá como señal del pacto que hago con la tierra. 14 Cuando yo
haga venir nubes sobre la tierra, mi arco iris aparecerá entre ellas. 15 Entonces me
acordaré[h] del pacto que he hecho con vosotros y con todos los animales, y ya no
volverá a haber ningún diluvio que os destruya. 16 Cuando el arco iris esté entre las
nubes, yo lo veré, y me acordaré del pacto que he hecho para siempre con todo hombre
y todo animal que hay en el mundo. 17 Esta es la señal del pacto que he establecido con
todo hombre y animal aquí en la tierra.” Así habló Dios a Noé.

Aqui se muestra el amor comprometido de Dios para la humanidad, porque es Él el que


inicia una alianaza y en segundo lugar lo hace de forma gratuita, como un regalo.

De la misma manera Dios hace alianza con Abraham (Gen 12, 2-3) donde lo más
importante en esta alianza es que Dios nuevamente inicia una promesa, esta vez con
Abraham mucho antes de que él tuviera la más mínima idea de cómo iba a suceder. Y

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después con el paso del tiempo, las posibilidades del cumplimiento de la alianza que
Dios le había prometido, se pusieron muy difíciles. Pero aún ante las dificultades y la falta
de Fe de Sara y Abraham, y más aún ante la prueba máxima de sacrificar al hijo de la
promesa, Dios en su amor cumple con su alianza.

También hace alianza con Moisés. En el Éxodo, donde instituye la Pascua, le dice a
Moisés (Éx 12, 21-24), manda a poner sangre de cordero en las jambas de las puertas y
les manda a no salir porque el Señor pasaría hiriendo a los egipcios y la señal de la
sangre los marcaría para que no los destruyeran a ellos. Lo que Dios le pidió hacer a
Moisés parecería tonto y ridículo, pero el que no cumplió con esa exigencia, murió.

Hace también alianza con David (Sal 89, 3-4). Quien a pesar de los pecados de David
que fueron tan grandes, Dios en su amor mantuvo su parte de la alianza. David no
merecía esto, sin embargo, a pesar de su pecado Dios lo ungió rey.

De la última que voy a hablar es de la alianza establecida por Jesús con su propia sangre,
la que encontramos en Jn 3, 16 que dice: “Tanto amó Dios al mundo, que entregó a su
Hijo único, para que quien crea en él no muera, sino tenga vida eterna”. Esta no es
solamente una bonita frase, sino que representa a Jesús dándose por completo a
nosotros por amor.

Como vemos, en la Biblia encontramos diferentes momentos que expresan una y otra
vez esta alianza de Dios con su pueblo. Las Alianzas que el Señor hace con su pueblo,
son siempre expresiones de Su amor: el amor gratuito de Dios que nos llama a amarle
con un amor que se traduce en obediencia.

Nos pide que nosotros cumplamos en las alianzas que Él hace con nosotros: hoy en día
también es ridículo y tonto ante los ojos del mundo ser fiel a nuestro cónyuge, tratar de
vivir siendo uno en el matrimonio, comunicarnos adecuadamente, desterrar el
individualismo, el egoísmo, el orgullo, etc. Pero, así como en los tiempos de Moisés ¡ay
de aquellos que no cumplen con la parte de su alianza! Como en aquellos días en Egipto,
ellos y los suyos también perecerán. Sé que todo lo que estoy diciendo no es fácil de
hacer. Estamos yendo contracorriente. No está de moda. Pero es que la moda, siempre
pasa, pero la Palabra de Dios siempre permanece para venir en nuestro auxilio.

Entonces la alianza es un compromiso serio, es un compromiso entre Dios y nosotros, y


en este caso, entre Dios y nuestro matrimonio. Hay consecuencias si no cumplimos la
parte que nos toca en el compromiso. Esto también debemos de tenerlo en cuenta. Como
dice en Jer 34,18: “entregaré a los hombres que traspasaron mi Pacto, que no hicieron
firmes las palabras del Pacto que celebraron en mi presencia, dividiendo en dos partes
el becerro y pasando por medio de ellas”. Entonces hermanos, como pareja tenemos
que de ser consecuentes y responsables con la parte que nos toca en esta alianza que
hicimos el día de nuestra boda con el Señor.

Esta nueva alianza es establecida en la sangre de nuestro Señor Jesucristo. Dice en Mc


14, 24: “Esto es mi sangre, con la que se confirma la alianza, sangre que es derramada
en favor de muchos”.

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Jesús no quería ir a la cruz, sufrió agonía en Getsemaní: “Pero que no se haga mi
voluntad, sino la tuya”. Lo que Jesús comunicaba al Padre es lo que nosotros hoy
debemos comunicar: No nuestras ideas, pensamientos, sentimientos, sino, Señor, los
tuyos. Así debe ser con nosotros cuando evaluamos nuestros matrimonios. Busquemos
la mente de Dios y obedezcámosle. Renunciemos a nuestro “yo” para buscar el bien
común de la pareja, para encontrar el “nosotros”. Y tratemos que nuestra voluntad se
acerque lo máximo posible a la voluntad de Dios.

Jesús murió en el Calvario para mostrarnos la extensión de Su amor. En Jn 15, 12 dice:


“Este es Mi mandamiento: que se amen los unos a los otros, así como Yo los he amado”.
El nuevo elemento del mandamiento es “como Yo los he amado”. El significado de esto
para nosotros es el mismo, esposos mueran por sus esposas y viceversa esposas
mueran por sus esposos. Si hacemos esto, recibiremos un gozo y libertad sin límites. No
estoy hablando de muerte física, sino de una renuncia de mis propios intereses por hallar
el bien común, como decíamos antes. No es fácil, pero ahí radica el éxito de nuestro
matrimonio. No es amar a mi esposa como creo que tengo que amarla, o como quiero
amarla, ni como ella cree o desea que le ame, sino como Dios quiere que la ame.

Dios nunca se retracta de su promesa. Por muy tercos que seamos y por más que nos
separemos del amor de Dios y nos equivoquemos, Él siempre nos va a dar una nueva
oportunidad. Y ¿Por qué? Porque estableció una Alianza con nosotros en el matrimonio
que se basa en el amor. En Su Amor, que es perfecto.

Uno ve tanto amor en el Señor, que no nos queda otra opción, sino dejar que actúe su
Espíritu en nosotros a través de esta alianza. Nosotros lo que tenemos que hacer es
creer en esta alianza, sino no podremos darnos cuenta del amor que Dios nos tiene.

También es cierto que el escoger ir con Él no va a hacer que el camino sea fácil, pero
tenerlo nos ayudará de una forma real a ir encontrando la felicidad a lo largo de todas las
áreas de nuestra vida. Hermanos, Dios no nos libra de las dificultades de la vida, pero sí
nos ayuda a enfrentarnos a ellas.

Cuando Dios habla acerca del amor, Él está hablando de un compromiso total, de todo
lo que yo tengo, todo lo que yo soy. Amor en concreto significa que todo lo que yo tengo
es tuyo y todo lo tuyo es mío. Mi vida es tuya por completo; y no solamente cuando tengo
deseo de hacerlo, sino siempre.

V. CONCLUSIÓN

Dios nos muestra con su alianza el aspecto más importante del amor, que no es basado
en emociones, ni sentimientos sino en un compromiso serio, dedicado y total. Es algo
que no siempre es sencillo y que algunas veces cuesta, pero que vale la pena.

La madre teresa de Calcuta, nos animaba y exhortaba a “Amar hasta que duela”. Dios
es amor; Dios es fiable, confiable, fidedigno y perfecto. Todos podemos contar con Dios

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siempre, no importa las circunstancias. No importa hasta dónde hayamos llegado en
nuestro estado anímico, no importa dónde nos encontremos, Él nunca nos abandona.

El amor de Dios para nosotros es constante, es fiel, es sin límites, es inquebrantable. Así
es como Él nos llama a amarnos también entre nosotros como matrimonio.
Probablemente nos falte aún un gran recorrido para llegar a ese ideal. Nuestro
matrimonio lo podemos comparar con un taburete que para que funciones tiene que tener
bien unidas las 3 patas, el esposo, la esposa y Dios que forma con nosotros la tercera
pata del taburete de nuestro matrimonio.

Para poder amarnos así tenemos que hacer algo juntos como esposo y esposa: Orar,
pedir a Dios que renueve con nosotros esa Alianza. Ahorita vamos a pedirle al Dios que
renueve con nosotros esa alianza, les pido que se tomen de la mano, cierren sus ojos,
pónganse en presencia del Señor y repitan después de mi la siguiente oración:

“Oh Dios, nuestro amor no es suficiente,


danos de tu amor para que nosotros podamos
amarnos como Tú nos amas”.

Envía Señor tu Espíritu Santo a morar en medio de nosotros


Para que tu amor fructifique nuestra vida matrimonial
Y seamos felices.

Amén.

Durante el fin de semana vamos a estar hablando acerca del amor y de nuestros
matrimonios. También estaremos hablando acerca del Señor, porque Dios es amor. No
lo olvidemos nunca.

Ahora Josefina va a dar un pequeño testimonio.

También el verdadero amor se manifiesta cuando cuidamos a nuestros padres ancianos,


enfermos. O a nuestro conyugue cuando sufre enfermedades con las que tiene que
convivir, no podemos esperar que las cosas van a ser color de rosa todo el tiempo. A mí
particularmente, me tocó vivir la experiencia de tener a mi madre enferma en mi casa y
verla sufrir y ayudarle en su dolor cuando tenía que ponerle la morfina y verla irse
consumiendo poco a poco. Ver como Josefina la atendía de igual manera. Le doy gracias
a Dios por permitirnos haber tenido el amor de cuidarla como lo hicimos y que ahora
sentimos que fue una bendición no solo para nosotros como pareja, sino también para
nuestros hijos que también estuvieron ahí sirviéndola.

Vamos a pasar a un tiempo para reflexionar y compartir como pareja y les voy a dar una
pequeña guía para ese compartir:

¿Qué concepto tenés vos del amor cristiano?


¿Se asemeja al amor que Dios nos muestra?

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¿Cómo es el amor entre nosotros, está basado en lo que sentimos o en base a la
verdad dicha en amor?
¿Qué cosas crees que debes cambiar y a qué te comprometés?
¿Qué es lo que más te irrita de tu conyuge?

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