La Personalidad

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LA PERSONALIDAD

1. CONCEPTOS GENERALES

La personalidad es la forma de ser y de reaccionar ante las situaciones de la


vida; determina la conducta y la imagen que damos a las demás personas.

La personalidad se mantiene bastante estable a lo largo de la vida, aunque hay


factores que influyen en la misma.

 Fisiológicos
 Intelectuales: el aprendizaje, la experiencia, ideas y creencias de una
persona.
 Impulsivos y volitivos: los impulsos, los deseos y la voluntad.
 Afectivos: la capacidad de emocionarse ante determinados estímulos y ante
el comportamiento de los demás.

Hay una serie de aspectos en la personalidad que básicamente podemos


encontrarlos en todas las personas. Según Eysenck, la personalidad es la
combinación de cuatro rasgos principales opuestos de dos a dos: Ansiedad -
Estabilidad e Introversion – Extraversion.

Si situamos cada rasgo en el extremo de una línea continua podemos situar a


las personas a lo largo de esta línea, en general no muy alejadas del centro, es
decir, que cada persona tendrá características de los rasgos del par.

Extraversión:
La persona típicamente extrovertida es sociable, tiene muchos amigos, le gusta
hablar con la gente, las bromas y tiene respuestas rápidas.
En su comportamiento se rige por impulsos, pierde fácilmente la sangre fría:
prefiere la acción, busca emociones fuertes y se arriesga.

Introversión
La persona típicamente introvertida es retraída, prefiere los libros y los objetos
a las personas, es reservada con la gente, excepto con sus amigos-as.
Es una persona tranquila, prefiere llevar una vida ordenada y no le gustan las
emociones fuertes, domina mucho sus sentimientos y casi nunca es agresiva.
Tiende al pensamiento es previsora, piensa antes de comprometerse,
desconfía de los impulsos, da valor a los criterios éticos y es constante en sus
opiniones.

Ansiedad
La persona típicamente ansiosa es emocionalmente cambiante e hipersensible,
tiene dificultades para recuperarse después de una emoción. En situaciones de
estrés tiene predisposición a mostrar signos de neurosis.

Estabilidad

La persona típicamente estable es tranquila, casi nunca se altera por los


estados de ánimo, las preocupaciones o la critica ajena, confía en sí misma y
se puede confiar en ella, tiende más a la acción que a la ensoñación y tiene
capacidad de liderazgo.
¿Cómo influirán estos rasgos ante una intervención quirúrgica? De las cuatro
personalidades típicas,
¿Quién es la que menos problemas tendrá?
¿Quién necesitará más ayuda?
¿A quién tratarás mejor?

2. DESARROLLO DE LA PERSONALIDAD

La psicología evolutiva estudia los cambios a lo largo de la vida, desde la


concepción hasta la vejez.

El ser humano nace inmaduro a nivel cerebral y personal. Las características


psíquicas de las personas no cristalizan en la edad adulta, sino que continúan
evolucionando durante todo el ciclo vital. La persona se encuentra en un
proceso de desarrollo y maduración hasta la vejez, en la que se produce una
involución

En este proceso influyen una serie de factores:

Fisiológicos: dotación genética, características físicas, influencias


intrauterinas y del parto, maduración del sistema nervioso…

Psicológicos: afectividad, estabilidad emocional, sociabilidad

Medioambientales: ambiente sociocultural y económico, tipo de


alimentación, estimulación, experiencias personales...

La persona atraviesa las siguientes etapas evolutivas:


Infancia
Adolescencia
Madurez
Senectud (vejez)

La mayoría de los estudios se centran en la infancia y la adolescencia dada la


gran cantidad de cambios que ocurren en estas etapas, pero se está prestando
cada vez más atención a las otras, sobre todo a la vejez ya que es un grupo en
aumento que necesita mucha atención médica y psicológica.

Teorías sobre el desarrollo de la personalidad

El conductismo

Expone que cada niño-a es una "pizarra en blanco" sobre la que el ambiente va
escribiendo. Esta teoría se basa en los estudios de Pavlov sobre el condicionamiento:
programando los estímulos que la persona va recibiendo a lo largo del aprendizaje se
podría conseguir de ella casi cualquier comportamiento.
El psicoanálisis

Es un método basado en recoger de los pacientes sus experiencias emocionales


pasadas y ver la influencia que han ejercido sobre su vida actual. Analiza los conflictos
inconscientes para intentar curar las enfermedades.

Se fundamenta en la descomposición de la personalidad en tres elementos:


El ello: pulsiones, fuerzas instintivas que impulsan el comportamiento
El súper-yo: presiones sociales que la persona ha interiorizado y que la obligan
a reprimir los impulsos y adecuarlos a las normas establecidas
El yo: debe manejar el conflicto entre el ello y el súper-yo, intentando
satisfacer las demandas del ello dentro del código moral personal.

Según el psicoanálisis la persona está en buena parte determinada desde el


nacimiento por sus impulsos inconscientes. El medio familiar le transmite la cultura del
grupo y de la sociedad que regulará su conducta

Aprendizaje: Jean Piaget

Este psicólogo suizo estudió como se desarrolla el conocimiento en los-as niños-as.


Para él son "aprendices activos" que tienen desde el nacimiento reflejos y formas
generales de funcionamiento útiles para interaccionar con los elementos que les
rodean. Se van adaptando a un entorno cada vez más complejo y así desarrollan su
conocimiento.

La ecología

Plantea que influyen sobre el niño o niña y adolescente muchas personas: madre,
padre, hermanos, familiares, profesores, compañeros y amigos. La influencia es
bidireccional: el niño también influye a quienes le rodean, determinando diferentes
modos de relación.

También considera aspectos del entorno: problemas laborales de la familia, recursos


sociales (educación), posibilidad de esparcimiento colectivo, etc.

LA INFANCIA

Los-as niños-as aprenden gran cantidad de habilidades: vínculos y relaciones,


control postural y locomoción, habilidad manual…

El pensamiento evoluciona en cuatro etapas

1. De 0-2 años: Comprende los objetos en tanto que interacciona con ellos
mediante los sentidos y las acciones: ve, toca, chupa, huele, manosea,
agita...
2. De 2-6 años: Representan los objetos con palabras e imágenes, sin
necesidad de percibirlos. Empiezan a pensar de forma simbólica: fingen,
imaginan, juegan sin objetos, piensan en el pasado y el futuro y usan el
lenguaje. Son egocéntricos, tienen poca capacidad de abstracción y
entienden mejor una orden positiva (ej. No grites tanto, o habla más bajo)
3. De 7-12 años: Piensa con lógica adulta sobre acontecimientos concretos:
clasifica objetos, los ordena, entiende que una resta es el inverso de una
suma o que hay la misma cantidad de pastel aunque lo partas en tres o 4
trozos.
4. Desde los 13 años: El adolescente adquiere progresivamente la capacidad
de razonar de forma abstracta.

El lenguaje es la capacidad de comunicarse con otras personas mediante


símbolos. Incluye mensajes verbales y no verbales. La comprensión de las
palabras es anterior a la capacidad de hablar.

El lenguaje hablado necesita de:


El dominio muscular de los órganos de la fonación
La capacidad de pensar con símbolos
La interacción social: el niño tiene que asociar la palabra con el objeto o
persona real al que se refiere.

Leer y escribir son operaciones más complejas. Para ello se deben combinar la
percepción, la atención, la memoria y el pensamiento, y se necesita un
aprendizaje específico.

El juego es una actividad voluntaria y placentera, en gran manera creativa y


fantástica, pero a la vez cercana a la resolución de problemas y al lenguaje. El
lenguaje y el pensamiento se desarrollan a partir de las actividades sensorio-
motoras que se aplican directamente en el juego.

El juego nos informa sobre la capacidad del-la niño-a para manejarse en su


entorno, de sus capacidades lingüísticas y su vida emocional. Que realice una
actividad lúdica es un buen indicador de su salud mental.

A su vez, formas particulares de juego pueden ser una terapia de los trastornos
del carácter, del retraso mental, del autismo y otras psicosis infantiles.

LA ADOLESCENCIA

Es el periodo que va desde los 11-13 años en chicas y 12-14 años en chicos
hasta la edad adulta.

El comienzo de la edad adulta es difuso (20-25 años) y se caracteriza por:


Responsabilidad
Independencia emocional
Independencia económica
Domicilio autónomo
Trabajo remunerado
Compromisos afectivos estables
Hijos

La adolescencia es un periodo de cambios físicos que culminan con la madurez


sexual, y psicológicos que terminan con la madurez social

Crecimiento corporal:
Transformaciones y reelaboración del esquema corporal y actitudes hacia el
propio cuerpo formando parte de la imagen de sí mismo/a, del yo, del sentido
del valor personal
Ansiedades y complejos: demasiado gordo o flaco, alto/a o bajo/a, nariz, orejas
o pies grandes...

Sexualidad:
Cambio de intereses y actitudes. Enamoramiento y primera elección de pareja.
Se conforma la identidad sexual con una identificación generalmente con el
propio sexo

Identidad personal:
¿Quién soy yo? Crisis de identidad: cambios en actitudes, valores, creencias,
intereses y desconcierto
Primeras elecciones importantes en estudios, trabajo o amor
La identidad se forma rompiendo con las identificaciones de la infancia, con el
mundo de adultos y padres. La necesidad de diferenciarse se acompaña de
actitudes de rebeldía, crítica reivindicativa hacia lo que le rodea (padres,
profesores/as, sociedad) y búsqueda de originalidad

Relación con los padres:


Necesidad de cambiar el tipo de relación y pérdida de los padres infantiles (con
relación de dependencia y apoyo)
Descubren que los padres tienen defectos y limitaciones y pueden adoptar una
actitud hipercrítica hacia ellos
Los deseos de autonomía chocan con la necesidad de dependencia. Esto se
acompaña de agresividad, fuerza necesaria para llegar a ser autónomo y salir
de la dependencia infantil

Relación con iguales


La pertenencia a un grupo le hace sentirse aceptado y apreciado, aumentando
su sentimiento de valor personal. Le da seguridad en sí mismo y le sirve de
refugio frente a la incomprensión de los adultos

Cambios intelectuales y en el estado de ánimo


El pensamiento madura pasando de lo concreto a lo abstracto: análisis y
generalizaciones
Cambios frecuentes en el humor y estado de ánimo.
Contradicciones entre lo que piensa y hace
Impulsividad: descarga tensiones pasando a la acción

LA MADUREZ

La edad adulta ya no se considera la cúspide del desarrollo sino una fase más
del ciclo vital.
No es una época homogénea, sino que hay cambios y alternan fases de
estabilidad con épocas de crisis (por ejemplo alrededor de los 40 años tiene
que redefinir sus objetivos en la vida al comparar lo hecho con las metas
iniciales)

Las capacidades físicas van disminuyendo aunque solo se es consciente ante


un esfuerzo extraordinario o ante la enfermedad

Es una época de cambios sociales: trabajar, casarse, tener hijos, cambiar de


trabajo, residencia o pareja, independencia de los hijos...con satisfacciones y
tensiones ante cada nueva situación
Amor y familia: Para la mayoría el amor se centra en los compromisos
familiares con la pareja, los padres y los hijos.
La paternidad valida el estatus de adulto y es una experiencia creativa que
aumenta los sentimiento de logro y de competencia, aunque también es un
trabajo duro y continuado. Tener hijos adolescentes es uno de los periodos
más conflictivos para los padres. Cuando los hijos se van de casa
desestabilizan el equilibrio familiar (fase del nido vacío)

El trabajo es tan importante que cuando se pregunta a alguien “quien” es suele


contestar que trabajo hace; da independencia, seguridad, satisfacción, un
entorno social distinto a la familia, y ocupa el tiempo.
Sin embargo puede ocurrir que el trabajo no sea una forma de realizarse sino
simplemente de ganarse la vida, o algo desagradable que hay que hacer.

LA VEJEZ

Es una etapa más del ciclo evolutivo que empieza a los 65 años. En esta etapa
de la vida se producen muchos cambios y pérdidas.

Cambios fisiológicos: las células envejecen, cambia la estructura corporal, se


pierde elasticidad e hidratación en la piel (aparecen las arrugas).

Cambios en la salud: aumenta la prevalencia de enfermedades (morbilidad y


mortalidad).

Cambios nutricionales: las necesidades metabólicas ya no son las mismas, y


por tanto la alimentación debe ser más específica.

Cambios en la eliminación: pueden aparecen incontinencias, que tienen


consecuencias psíquicas y sociales muy importantes para el anciano.

Cambios en la actividad: el ritmo de ejercicio disminuye, si bien es más


necesario que nunca que el individuo se mantenga activo.

Cambios en el sueño: el patrón de descanso cambia, el individuo no sigue


rutinas.

Cambios en la percepción: los órganos de los sentidos pueden verse afectados,


lo que lleva a problemas sensoriales (sordera, problemas de visión.,)

Cambios sociales: las relaciones sociales y los roles son distintos, incluso
dentro de la familia. Muchas veces la persona tampoco se implica activamente
en la sociedad.

Cambios sexuales: por limitaciones físicas en órganos sexuales, y


pensamientos erróneos arraigados en la sociedad.

Cambios en auto concepto: la actitud, la identidad así como la imagen corporal


de uno mismo cambia, y suele ser negativa. Disminuye la autoestima.

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