Lecturas Misa Beata Madre Maria

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 5

MONICIÓN DE ENTRADA.

Hoy celebramos la Beatificación de nuestra querida Madre María de San José,


en 1982, ocurre la curación de la hermana Teresa Silva, inválida por penosa
enfermedad a quien la Madre María de San José, le había profetizado su curación
años antes. Este milagro obtenido por intercesión de la Madre, fue aprobado por
decreto papal de Juan Pablo II, en 1993.

En 1994, es trasladado su cuerpo incorrupto al sarcófago de cristal para la


veneración de sus hijas espirituales y fieles. El IV domingo de Pascua, 7 de mayo de
1995 a las 10:00 a.m. en la Plaza de San Pedro en Roma. S.S. Juan Pablo II, declaró
bienaventurada a la primera venezolana María de San José Alvarado Cardozo, junto
a otros cuatro siervos de Dios.

La Madre María de San José, siempre se distinguió por su alta capacidad de


sacrificio, caridad, humildad, sencillez y un ardiente amor a Jesús Eucaristía.

PRIMERA LECTURA.

Lectura del Libro del Profeta Isaías.


Esto dice el Señor: El ayuno que yo quiero es éste: abrir las prisiones injustas,
hacer saltar los cerrojos de los cepos, dejar libres a los oprimidos, romper todos los
cepos; partir tu pan con el hambriento, hospedar a los pobres sin techo, vestir al que
ves desnudo, y no cerrarte a tu propia carne. Entonces romperá tu luz como la
aurora, en seguida te brotará la carne sana; te abrirá camino la justicia, detrás irá la
gloria del Señor. Entonces clamarás al señor y te responderá; gritarás y te dirá: Aquí
estoy. Cuando destierres de ti la opresión, el gesto amenazador y la maledicencia,
cunado partas tu pan con el hambriento y sacies el estómago del indigente, brillará
tu luz en las tinieblas, tu oscuridad se volverá medio día. El Señor te dará reposo
permanente, en el desierto saciará tu hambre, hará fuertes tus huesos, serás un
huerto bien regado, un manantial de aguas cuya vena nunca engaña. Palabra de
Dios...
SALMO RESPONSORIAL: SALMO 130,1.2.3.

R/ Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor

Señor, mi corazón no es ambicioso, ni


mis ojos altaneros; no pretendo
grandezas que superan mi capacidad.
Sino que acallo y modero mis deseos,
como un niño en brazos de su madre.

R/ Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.

Espere Israel en el Señor, ahora y por


siempre.

R/ Guarda mi alma en la paz, junto a ti, Señor.

SEGUNDA LECTURA.
Lectura de la primera carta del apóstol San Juan.
Queridos hermanos: amémonos unos a otros, ya que el amor es de Dios, y
todo el que ama ha nacido de Dios y conoce a Dios. Quien no ama no ha conocido
a Dios, porque Dios es amor. En esto se manifestó el amor que Dios nos tiene: en
que Dios mandó al mundo a su Hijo único, para que vivamos por medio de Él.

En esto consiste el amor: no en que nosotros hayamos amado a Dios, sino


en que Él nos amó y nos envió a su Hijo, como propiciación por nuestros pecados.
Queridos hermanos: si Dios nos amó de sta manera, también nosotros debemos
amarnos unos a otros. A Dios nadie le ha visto nunca. Si nos amamos unos a otros,
Dios permanece en nosotros y su amor ha llegado a nosotros en plenitud.

En esto conocemos que permanecemos en Él y Él en nosotros: en que nos


ha dado de su Espíritu. Y nosotros hemos visto y damos testimonio de que el Padre
envió a su Hijo para ser salvador del mundo. Quien confiese que Jesús es el Hijo
de Dios, Dios permanece en él y él en Dios. Y nosotros hemos conocido el amor
que Dios nos tiene y hemos creído en Él. Dios es amor, y quien permanece en el
amor permanece en Dios y Dios en él. Palabra de Dios..
Lectura del Santo Evangelio según San Juan (15, 9-17)

En aquel tiempo dijo Jesús a sus discípulos: Como el Padre me ha amado,


así os he amado yo; permaneced en mi amor. Si guardáis mis mandamientos,
permaneceréis en mi amor; lo mismo que yo he guardado los mandamientos de mi
Padre y permanezco en su amor. Os he hablado de esto para que mi alegría esté
en vosotros, y vuestra alegría llegue a plenitud.

Este es mi mandamiento: que os améis unos a otros como yo os he amado. Nadie


tiene amor más grande que el que da la vida por sus amigos. Vosotros sois mis
amigos si hacéis lo que yo os mando. Yo no os llamo siervos, porque el siervo no
sabe lo que hace su señor; a vosotros os llamo amigos, porque todo lo que he oído
a mi Padre os lo he dado a conocer. No sois vosotros los que me habéis elegido,
soy yo quien os he elegido, y os he destinado para que vayáis y deis fruto, y vuestro
fruto dure. De modo que lo que pidáis al Padre en mi nombre, os lo dé. Esto os
mando: que os améis unos a otros. Palabra del Señor...
ORACIÓN DE LOS FIELES

Alegrémonos hermanos: Bendice al Altísimo en cada momento; rompe en


acentos con cuantos le deben su aliento. A Dios honor, a tu Supremo Señor muestra
tu agradecimiento, en la fiesta de la Beata María de San José, y presentemos a Dios
nuestra oración:

1.- Por la santa Iglesia de Dios: por el Papa, los Obispos y Sacerdotes, para que
sean verdaderos pastores en la Iglesia de Dios. Roguemos al Señor...

2.- Por nuestros gobernantes, para que trabajen por la paz y para construir una
Venezuela justa, edificada sobre el amor de Dios y no sobre el egoísmo. Roguemos
al Señor…

3.- Bendice, en particular, a las Hermanas Agustinas Recoletas del Corazón de


Jesús para que, siendo fieles al carisma de su Fundadora, se multipliquen para el
bien de la Iglesia y de la sociedad. Roguemos al Señor...

4.- Por los niños, los jóvenes y ancianos, especialmente por los más necesitados,
con quienes el Señor se identificó, y a cuyo servicio se ordena peculiarmente la
congregación, según la intención de la Beata María de San José. Roguemos al
Señor…

5.- Por los religiosos y religiosas consagradas a diversos ministerios eclesiales: la


catequesis, la enseñanza, la predicación, la atención a los pobres, a los enfermos;
para que sean testigos cualificados de la fecundidad del Evangelio. Roguemos al
Señor...

6.- Por esta asamblea reunida para celebrar la acción de gracias en la beatificación
de María de San José, llamados a seguir a Cristo, viviendo según el Evangelio. Para
que el Espíritu Santo nos ilumine y nos impulse con la diversidad de dones.
Roguemos al Señor...
OFRENDAS

LUZ: Traemos ante tu altar este cirio, signo de tu luz y presencia, queremos pedirte
que ilumines nuestro caminar, para que a ejemplo de la Madre María de San José no
perdamos nunca la mira en el más necesitado.

PLANTA: Tu belleza y fragancia Señor se manifiesta en la naturaleza, hoy queremos


ofrecerte esta planta, guíanos en el cuidado y valoración de la casa común para que
gocemos de las maravillas que haz donado a nuestra tierra.

PAN Y VINO: fruto del trabajo que se ofrecen para su sacrificio de amor, que nuestro
corazón siempre tenga una devoción ardiente por tu Santa Eucaristía.

También podría gustarte