Tesis 2 Violencia en El Pololeo Año 2008

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UNIVERSIDAD ACADEMIA DE

HUMANISMO CRISTIANO
Escuela de Trabajo Social

“VIOLENCIA EN EL POLOLEO
ADOLESCENTE”

ALUMNAS María Angélica Casanueva Gómez


Mónica Alejandra Molina Fuentes

PROFESORA GUIA Cecilia Leblanc Castillo

TESIS PARA OPTAR AL GRADO ACADEMICO DE LICENCIADAS EN TRABAJO


SOCIAL

TESIS PARA OPTAR AL TITULO DE ASISTENTE SOCIAL

SANTIAGO - CHILE

2008
INDICE

I.- INTRODUCCION 4
1. Planteamiento del Problema 7
2. Preguntas de Investigación 9
3. Objetivos 9
4. Hipótesis de la investigación 10
5. Estrategia Metodológica 11
5.1. Tipo de estudio 11
5.2. Unidad de Análisis 12
5.3. Universo 12
5.4. Muestra 12
5.5 Técnicas de recolección de información 13
5.6.Técnicas de análisis de la información 14
5.7. Variables 14

PRIMERA PARTE: MARCO TEORICO 15


CAPITULO I: Agresión y violencia juvenil 16
1. Conceptos de Agresividad 16
2. Desarrollo y Agresividad a lo largo del ciclo vital 21
3. Factores ligados a la manifestación de la agresividad 23
4. Concepto de violencia 24
5. La violencia juvenil 24
6. Tipos de violencia 28
7. Desamparo aprendido 30
8. El ciclo de la violencia 31

1
CAPITULO II: Adolescencia, juventud y relaciones de pareja 36
1. ¿Qué es ser adolescente hoy? Algunos conceptos sobre 36
adolescencia y juventud.
2. La sexualidad y el enamoramiento adolescente 46
3. La adolescencia y la influencia de los pares, escuela y medios de 53
comunicación.
4. Violencia en las parejas adolescentes 54

CAPITULO III: El sujeto juvenil del siglo XXI. Nuevos 57


comportamientos entre géneros y violencia escolar
1. La juventud en la sociedad post industrial 58
2. Violencia escolar 70
3. Los jóvenes y la cultura escolar 76

SEGUNDA PARTE: MARCO REFERENCIAL 86


CAPITULO IV: Algunos estudios sobre violencia juvenil 87
1.La violencia entre las parejas jóvenes a nivel internacional 87
2. Antecedentes generales de la violencia juvenil en Chile 89

CAPITULO V: Características comuna El Bosque 95


1. Situación de la Comuna 95
2. Características colegio Matías Cousiño 99

TERCERA PARTE: ANALISIS DE LOS RESULTADOS


105

2
CAPITULO VI: ¿Qué caracteriza y como son las relaciones 106
sociales entre los adolescentes hoy?
1. Caracterización Sociofamiliar 106
2. Características de los Procesos Relacionales que vivencian los 112
adolescentes. 118
3. Violencia en la Relación de Pareja: ciclo de la violencia 120
4. Tipos de Agresiones 123
5. Relación con redes sociales al interior de la comuna

CAPITULO VII: ¿Es la violencia un factor presente en las 127


relaciones de pareja de los adolescentes?
1. Características de las Relaciones de Pareja 127
130
2. Violencia en la Relación de Pareja
3. Influencia de las Relaciones Familiares en el ejercicio de la 134
Violencia en el Pololeo

CONCLUSIONES
136
HALLAZGOS 154
156
APORTES DEL TRABAJO SOCIAL
BIBLIOGRAFIA 160

ANEXOS 169
Anexo 1: Definición Conceptual de Variables 170
Anexo 2: Operacionalización de Variables 171
Anexo 3: Instrumento de Recolección de Datos 178
Anexo 4: Tópicos Focus Group
186

3
INTRODUCCION

La violencia Intrafamiliar, es un tema que nos afecta a todos, como seres


integrantes de una sociedad, cualquier persona puede verse afectada por la
violencia intrafamiliar, ya que esta se da en todas las culturas, sin distinción de
sexo, edad, raza, religión o clase social, sin embargo, no se puede desconocer
que las sociedades históricamente generan ciertas condiciones que la favorecen.
En efecto, el ser mujer, menor de edad, discapacitado o adulto mayor y
encontrarse en una relación de pareja con desequilibrio de poder o al interior de
una familia de estructura rígida, con un alto grado de control entre sus miembros y
con valores culturales que favorezcan una división jerárquica vertical y autocrática;
supone un mayor riesgo de sufrirla, pues se es más vulnerable mientras menor
poder se tiene dentro de la estructura jerárquica familiar o al ser física y/o
psicológicamente dependiente.

La violencia corresponde a un comportamiento deliberado, que provoca, o puede


provocar, daños tanto a nivel físico como psíquicos a otros seres, y se asocia,
aunque no necesariamente, con la agresión, ya que ésta también puede ser
psíquica o emocional, como por ejemplo a través de amenazas u ofensas hacia
otro.

Algunas formas de violencia son sancionadas por la ley o por la sociedad en


general, otras son consideradas crímenes. Distintas sociedades y culturas aplican
diversos estándares en cuanto a las formas de violencia que son o no son
aceptadas por estas.

Existen varios tipos de violencia, entre los que se encuentran la violencia física,
violencia psicológica y la violencia sexual. Además en nuestros tiempos existen y
por desgracia han aumentado considerablemente, los casos de violencia hacia la
mujer, principalmente visualizados en reiterados actos de femicidios, un creciente

4
aumento en la violencia a nivel juvenil ya sea entre pares, como también la
evolución de la violencia dentro del pololeo.

La violencia que se desarrolla en las parejas en sus diferentes manifestaciones


constituye una problemática, ya que es una preocupación relevante de los
ciudadanos, las instituciones y las políticas públicas.

La extensión de la violencia en distintas dimensiones es un fenómeno actual, pero


lo que sí llama mucho la atención es que la violencia y el maltrato se hayan
transformado en un modo de comunicación entre las parejas jóvenes de pololos.
La violencia en la pareja resulta disonante, pero aún más cuando se trata de
jóvenes, que se están formando y donde se supone que se privilegian las
conductas más amorosas, como parte del enamoramiento de los primeros años.

Antes del matrimonio, los adolescentes y jóvenes comienzan a aprender y a


ensayar nuevas formas de comportamiento acordes con su creciente libertad e
independencia de la familia de origen, para adoptarlas en su vida futura.

Si bien es cierto, hoy en día existe una mayor horizontalidad en cuanto a las
formas de relacionarse entre las parejas, lo cual ha sido una importante evolución;
esta misma horizontalidad los lleva a ejercer la violencia también de manera
recíproca, lo cual constituye un primer paso que puede derivar en una futura
violencia intrafamiliar.

Al darse en un plano de mayor horizontalidad, las conductas violentas en las


relaciones de pareja de jóvenes muchas veces no son percibidas como tales, ni
por las víctimas, ni por los agresores, pues generalmente los adolescentes
confunden maltrato y ofensas con formas naturales de relacionarse en pareja,
más libres de estereotipos sociales.

Los estudios realizados como el de la Corporación DOMOS (2003), permiten


establecer que la violencia en las parejas jóvenes es una conducta frecuente, en
donde el agresor tiene gran posibilidad de ser agredido, en donde a diferencia de

5
la violencia entre los adultos, la manifestación más frecuente es la violencia
cruzada o entre ambos miembros de la pareja. La violencia mas frecuente es leve
y solo en casos aislados, la violencia es grave. Este tipo de violencia se establece
como un estilo para resolver los conflictos.

En la encuesta de prevalencia de la violencia intrafamiliar realizada por el Servicio


Nacional de la Mujer de la IX región, (Sernam, 2001), los resultados avalan el
hecho de que la violencia empieza muy temprano en la relación de pareja. En esa
región, un 15,2% de las mujeres que no convive y que tiene una relación de pareja
es víctima de violencia sicológica, en tanto un 7,7% sufre violencia física o sexual.

Otras investigaciones realizadas como la de Aguirre y García (1996), revelan que


la violencia empieza tempranamente en la relación de pareja (incluso durante el
pololeo) que la violencia en la pareja es un hecho relativamente corriente entre los
jóvenes encuestados. Un 27.8% de las mujeres y un 19.1% de los hombres
reportan haber agredido a su pareja. Un 33.1% de los hombres y un 22.5% de las
mujeres declararon haber sido objeto de violencia por parte de su pareja. La
violencia mutua es lo más frecuente y se transforma en un modo de actuar y de
llevar la relación entre las personas.

La violencia en el pololeo establece un estilo de interacción que puede conducir a


niveles más significativos de violencia cuando se establece el vinculo matrimonial
o de convivencia. En el pololeo, (Diario Austral La Araucanía, 2008), los índices de
prevalencia son semejantes entre ambos sexos, sin embargo, esto cambia en la
convivencia o relación de matrimonio, pasando a ser la mujer la que es
mayoritariamente objeto de violencia por parte de su pareja.

La situación anterior motivó el interés de las investigadoras por indagar este


fenómeno emergente desde un estudio descriptivo exploratorio con un grupo de
adolescentes de ambos sexos de un colegio técnico de la Comuna de El Bosque,
que está catalogado como un sector vulnerable.

6
El presente documento contiene los resultados y conclusiones del estudio
exploratorio sobre la existencia y manifestación de violencia en el pololeo,
realizado con adolescentes del Colegio Matías Cousiño de la Comuna de El
Bosque, el que está precedido por la definición del problema que nos llevó a
intencionar ésta investigación y los elementos teóricos que nos permiten
interpretarlos a la luz de un contexto de los jóvenes del siglo XXI y sus
comportamientos sociales.

1. Planteamiento del Problema

El abuso al interior del pololeo está expresándose como una situación emergente;
sin embargo, existen estudios realizados, por DOMOS (2003) y SENAME (2001)
que nos demuestran que este fenómeno se ha ido extendiendo entre los jóvenes
de ambos sexos. Hoy en día la manera de relacionarse de los jóvenes se ha ido
transformando, es más abierta y horizontal, de mayor confianza y equidad de
género, esto último en el sentido de quién toma las decisiones y las iniciativas en
las relaciones de pareja, quién conquista, quién empieza y termina una relación,
equidad que también se traslada a la manera de resolver conflictos y de
expresarse los sentimientos tanto positivos, como negativos. En este sentido, el
ejercicio de la violencia también empieza a manifestarse por ambos lados y en
forma temprana en las relaciones de pareja.

Los niveles de violencia en el pololeo, aunque sean leves en sus expresiones, son
preocupantes. Este tipo de violencia establece un estilo de interacción que puede
conducir a niveles más significativos de violencia cuando se establece el vínculo
matrimonial o de convivencia.

El escenario actual de aumento de la visibilización de violencia en las parejas


expresados en femicidios y parricidios afectando a parejas cada vez más jóvenes,
nos señala la necesidad imperiosa de indagar en las relaciones previas a las

7
convivencias de pareja, acerca del ejercicio de violencia entre los y las
adolescentes durante la etapa de pololeo, a fin de contribuir a identificar los
componentes presentes en la relación que derivan en acciones violentas en las
parejas.

Actualmente se busca ampliar los alcances de la nueva Ley de Violencia


Intrafamiliar para incluir nuevos tipos de relaciones de parejas, como es el pololeo
y la violencia que se da dentro de éste; ya que un alto porcentaje de los casos de
mujeres asesinadas no han sido incluidas dentro de ésta; y por ende dentro del
femicidio, porque las victimas no tenían un vinculo matrimonial con el agresor. Es
por ello que tanto el hombre como la mujer quedan desprotegidos de cualquier
agresión.

Por otro lado, existe un alto grado de creencias que las personas que sufren
violencia durante el pololeo pueden llegar a sufrir en un futuro violencia
intrafamiliar. En consecuencia, se busca explicar que la violencia, en todas sus
expresiones, se vuelve un problema colectivo y que es necesario y posible
intervenir de manera temprana entre los adolescentes y jóvenes, etapa en la cual
se desarrollan y moldean las primeras experiencias de relaciones amorosas de
pareja que continúan en la adultez.

Es por lo ya antes mencionado que se nos hace sumamente importante el


identificar algunos factores que podrían estar incidiendo en las conductas violentas
entre las parejas de jóvenes. Cuáles son sus experiencias y percepciones frente
al tema y a las formas de resolución de conflictos que podrían derivar en
actitudes de agresividad recíprocas.

8
2. Preguntas de Investigación

¿Qué factores pueden incidir en la generación de relaciones violentas en los


adolescentes durante la etapa del pololeo?

¿Qué características asumen las relaciones de violencia en parejas de


adolescentes en la fase de pololeo?

3. Objetivos de la investigación

Objetivo General: 1

1. Describir algunos factores que pueden incidir en el ejercicio de la violencia


durante la etapa del pololeo en adolescentes, tomando como escenario de
estudio, el Centro Educacional Matías Cousiño de la comuna de El
Bosque.

Objetivos Específicos:

1.1.- Identificar los factores de tipo individual que podrían intervenir en la


dinámica de la violencia.

1.2.- Identificar los factores familiares que podrían intervenir en la dinámica de


la violencia.

1.3.- Identificar los factores sociales que podrían presentarse en la dinámica de


la violencia.

9
Objetivo General: 2

2.- Describir procesos relacionales que conllevan a la agresión recíproca en


las parejas de jóvenes, durante la etapa del pololeo.

Objetivos Específicos

2.1.- Identificar las fases del pololeo en que se inicia la violencia.

2.2.- Establecer las formas de resolución de conflictos utilizados en las parejas de


jóvenes.

2.3.- Identificar los tipos de agresión que se presentan en la relación de pareja.

4. Hipótesis de la investigación

• El consumo de alcohol y drogas, son factores que pueden incidir a


ejercer algún tipo de violencia en el pololeo.
• Los sentimientos de frustración mal canalizados pueden influir en el
ejercicio de violencia contra la pareja.
• El individualismo prevaleciente puede aumentar los niveles de
agresividad y conductas de irrespeto por el otro.
• Una disciplina permisiva o la ausencia de normas claras de
funcionamiento familiar, junto con las sanciones inconsistentes
aumentan las probabilidades del ejercicio de algún tipo de violencia al
interior de parejas adolescentes.
• Ser hijo(a) de padres golpeadores o haber sido objeto de violencia por
algún miembro de la familia; puede incidir en la repetición de patrones
conductuales.

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• La lucha de poder en la pareja puede llegar a desencadenar actos de
violencia.
• La imitación de patrones de comportamiento a nivel de sociedad podrían
estar incidiendo en la aparición de relaciones de violencia en las parejas
jóvenes.

5. Estrategia Metodológica

5.1. Tipo de Estudio

El estudio utiliza un enfoque mixto cualicuantitativo, cualitativo, porque incorpora


lo que los participantes dicen, sus experiencias, actitudes, creencias,
pensamientos y reflexiones, tal y como estas son percibidas y reconocidas por
ellos mismos. Su carácter cuantitativo, está dado porque se trabaja con variables
medibles, relacionadas a los factores que inciden en las relaciones violentas.

Cabe destacar que este estudio se desarrolla en un nivel descriptivo, en tanto


pretende indagar en torno a la existencia de factores atribuidos a la violencia
ejercida por parte de los jóvenes al interior del pololeo y da cuenta de los procesos
relacionales que llevan a la violencia y la forma en que esta se expresa.

Es transaccional, porque indaga el fenómeno en un espacio y tiempo determinado.

Y es no experimental ya que no existe ninguna manipulación de variables por


parte de las investigadoras.

11
5.2. Unidad de análisis

Nuestra unidad de análisis corresponde a jóvenes y/o adolescentes, de ambos


sexos; entre 8° EB a 4° EM; alumnos del Centro Educacional Matías Cousiño,
pertenecientes a la comuna de El Bosque.

5.3. Universo

Nuestro universo corresponde a 370 alumnos, estudiantes de ambos sexos, de 8°


EB a 4° EM; que estudian en el Centro Educacional Matías Cousiño de la comuna
de El Bosque.

5.4. Muestra

La selección de la muestra se realizó intencionadamente, buscándose la


representación del alumnado por edad, (14 a 20 años) curso (octavo a cuarto
medio) y sexo. El tamaño de la muestra resultó del número de alumnos de
distintos cursos, sexo y edad, que respondió voluntariamente a la convocatoria,
desarrollada por el Área de Orientación del Colegio Matías Cousiño, en conjunto
con las investigadoras, correspondiendo a un total de 47 alumnos (as).

A los 47 jóvenes se les aplicó un cuestionario semiestructurado. De los 47


alumnos(as) que respondieron el cuestionario semiestructurado, se seleccionó a
16 de ellos para participar en dos grupos focales de 8 alumnos cada uno
diferenciados por edad. El criterio de selección de estos últimos, radicó en
aquellos que presentaron durante la entrevista una mayor motivación y
capacidad de liderazgo ante el resto del grupo.

12
5.5. Técnicas de recolección de información

Las técnicas de recolección de información utilizadas fueron las siguientes:

a) El Cuestionario:

EL cuestionario porque proporciona una alternativa muy útil para la entrevista.


Pensamos que para nosotras el cuestionario puede ser la única forma posible de
relacionarnos con un gran número de personas para conocer varios aspectos del
sistema. En este caso se aplicó un cuestionario estructurado con 22 preguntas
abiertas y cerradas.

b) Focus Group:

El “Focus Group”, que consiste en una entrevista conducida de una manera no


estructurada y natural por un asesor entrenado a un grupo pequeño de
participantes. El propósito de los grupos focales, es obtener conocimientos
profundos sobre un tema escuchando a un grupo de personas del mercado
objetivo apropiado para que hablen de los asuntos de interés a la investigación.

C) La observación:

Otra técnica útil para nosotras en nuestro trabajo de investigación, consistió en


observar a las personas cuando efectúan su trabajo. Como técnica de
investigación, la observación tiene amplia aceptación científica. Se utiliza
extensamente ésta técnica con el fin de estudiar a las personas en sus actividades
de grupo y como miembros de la comunidad.

13
El propósito de ésta es múltiple; ya que nos permite determinar que se está
haciendo, como se está haciendo, quien lo hace, cuando se lleva a cabo, cuanto
tiempo toma, dónde se hace y por que se hace.

5.6. Técnicas de análisis de la información

Para analizar los datos arrojados por la aplicación de las técnicas de recolección
del diseño cuantitativo, se utilizó el programa computacional SPSS. Ello para
realizar una descripción de cada una de las variables propuestas para llegar a una
interpretación.

Para el análisis del diseño cualitativo se utilizó una matriz de interpretación de


datos. Esto es en base a la categorización de la información arrojada mediante la
realización de focus group, se procedió a analizar de acuerdo a las opiniones
emitidas por los adolescentes en torno a su percepción de la violencia en el
pololeo. Éste fue realizado en dos jornadas, citándose a los participantes por
rango de edad.

5.7. Variables

Las variables del estudio son:

• Factores individuales
• Factores familiares
• Factores sociales
• Violencia
• Agresión

14
PRIMERA PARTE

MARCO TEORICO

15
CAPITULO I.

AGRESION Y VIOLENCIA JUVENIL

El comportamiento agresivo complica las relaciones sociales que van


estableciendo los individuos a lo largo de su ciclo vital y de su socialización, lo que
dificulta su correcta integración en cualquier ambiente en que este se desarrolle o
desenvuelva, como la familia, la escuela, el trabajo, etc.

En ciertas ocasiones, es posible que se encuentren comportamientos agresivos,


como una respuesta que puede ser activada en determinados momentos por el
deseo de herir y en otros, por el deseo de obtener algo.

La expresión manifiesta de la agresividad en su vertiente destructiva y/o de


disfunción social, va a estar medida por la socialización, lo que implica el
desarrollo de controles internos y formas más reguladas de resolver los conflictos;
es decir, incorporación de reglas que rigen el derecho de los otros y de la
propiedad ajena. En otras palabras, el desarrollo de la empatía y/o la sensibilidad
social va a favorecer la aparición de la conducta menos agresiva y más social.

El presente capitulo nos introduce en las reconceptualizaciones sobre agresión,


violencia y los factores que la generan influenciando en los comportamientos
sociales de los sujetos, en este caso de los jóvenes, objeto de estudio de ésta
investigación.

1.-Conceptos de Agresividad

Si se trata de comprender un fenómeno y de proporcionar pautas de cómo


entenderlo, lo primero a dejar claro es la naturaleza del mismo, en este caso, la

16
agresividad siendo necesario empezar por establecer una definición operativa de
este concepto.

Zander define la agresión:

“…Como un comportamiento socialmente definido como afrentoso o destructivo.


Se diferencia la agresión hostil, que tiene como propósito infligir deliberadamente
un daño o sufrimiento a otra persona, de la agresión instrumental, que persigue
otro objetivo que el del padecimiento de la victima”. (Zander, 1986: 614)

Según Muñoz (2007), la agresión es un comportamiento que intenta hacer daño u


ofender a alguien, ya sea mediante insultos o comentarios hirientes o bien
físicamente, a través de golpes, violaciones, lesiones, etc. La palabra clave para
definir la agresión es, por tanto, la intención de dañar y es además la que la
diferencia de otros tipos de violencia, en la que el motivo puede ser, por ejemplo,
la autoafirmación u obtener supremacía y que se define como la coerción física o
psíquica ejercida sobre una persona para obligarla a hacer un determinado acto
en contra de su voluntad.

La agresión se puede clasificar de diferentes maneras. Según Salinas (2007),


existe la agresión Constructiva, que es el acto o declaración como respuesta a una
amenaza para protegerse de ella, y por otro lado, esta la agresión Destructiva, que
es el acto de hostilidad innecesario para la auto conservación o autoprotección
que va dirigida hacia un objeto u otra persona.

Se piensa que la agresión puede ser innata o aprendida. Distintos autores


señalan a la agresión como una conducta innata, aprendida o como una
combinación de ambas.

Freud (1920), señala que la agresión es “innata al ser humano”; sustentando esta
afirmación en su teoría de Tanatos y Eros; la cual sostiene que los seres humanos
estamos motivados por dos tipos de pulsiones: las Tánticas y las Eróticas

17
(muerte y vida), ambas contrapuestas pero que en el instinto sexual, se pueden
presentar cualquiera de las dos. Sexo destructor (sadismo, masoquismo, etc.).
Sexo creador (fecundación, “amor”, etc.).

En relación a los enfoques que explican que la conducta es aprendida, podemos


señalar al enfoque “etológico”, el cual señala que la agresión es una disposición
conductual innata que surge de la selección natural, como por ejemplo el cuidado
de las crías cuando estas están en peligro de vida. De esta manera la agresión
aumenta las oportunidades de supervivencia y conservación eficaz de la especie.
La agresión asegura que los miembros de la misma especie no vivan demasiado
cerca unos de otros, explica la existencia de energía instintiva del ser.

En cambio; otros autores señalan que la agresión, es un patrón de conducta


adquirida en función de determinados estímulos ambientales.

En este lado está Bandura (1982), con su teoría del conductismo que pone énfasis
sobre los métodos experimentales. Señaliza sobre variables que pueden
observarse, medirse y manipular y rechaza todo aquello que sea subjetivo, interno
y no disponible.

En el método experimental, el procedimiento estándar es manipular una variable y


luego medir sus efectos sobre otra.

Bandura consideró que ésto era un poco simple para el fenómeno que observaba
la “Agresión en Adolescentes” y por lo tanto decidió perfeccionar un poco más su
formula: señala que el ambiente causa el comportamiento, pero que el
comportamiento influye también sobre el ambiente. Definió este concepto con el
nombre de Determinismo Reciproco: el mundo y el comportamiento de una
persona están ligados estrechamente.

En la teoría del aprendizaje social, el autor señala que algunos comportamientos


agresivos están socialmente aceptados, ya que lo que a veces consideramos
conducta agresiva está reglado socialmente, ya que por ejemplo no es lo mismo

18
ver a una persona con un cuchillo en la carnicería, que ver a esa misma persona
con un cuchillo en la calle.

En algunas culturas por ejemplo es considerada una ofensa que una persona mire
a otra directamente a los ojos. Si sólo nos entráramos en el aprendizaje de
agresividad social, indicará que en ciertas culturas, esta muestra de agresividad
está justificada socialmente, pero lo importante es ver la intención. (Ibíd.)

Según Salinas (2007) la teoría de Frustración y Agresión publicada por el Grupo


de Yale en 1939, rechaza los conceptos de instinto de muerte y de instintos
innatos específicos, como impulsos hacia la agresión. Esta teoría pone énfasis en
la formulación de conceptos operativos y de supuestos comprobables
empíricamente. Su modelo de agresión, basado en la energía, supone que una
persona esta motivada para actuar agresivamente, no por factores innatos, sino
por un impulso inducido por frustración. Entendiendo como frustración la
condición que surge cuando la obtención de metas es bloqueada; la agresión, por
su parte, es la acción cuyo fin es hacer daño a otro organismo. Estos dos
conceptos están vinculados a las dos afirmaciones siguientes: la frustración
siempre conduce a una u otra forma de agresión; y la agresión es siempre
consecuencia de la frustración.

Algunos críticos de esta teoría sobre la relación causal entre frustración y agresión
afirmaban que la frustración no siempre lleva a la agresión, ya que se observaban
otras reacciones tales como llanto, huida o indiferencia, logrando que desde estas
críticas los supuestos sobre la frustración, fueran modificadas por sus autores.

La frustración era considerada sólo como un estimulo para la agresión, que


ocupaba su lugar en la jerarquía de posibles tendencias de respuestas de un
individuo; no obstante, la agresión se consideró como una tendencia de
respuestas dominantes tras la frustración. (Miller, 1941; citado por Salinas 2007).

19
La agresión no siempre es dirigida hacia la causa de la frustración, esta puede ser
dirigida hacia otra persona menos peligrosa y más vulnerable. El blanco de la
agresión puede ser reemplazado y otra forma de reacción puede también
sustituirse por otras. La sustitución de blancos y de respuestas son formas de
desplazamiento de la agresión. Este concepto, como la catarsis (liberación de
energía agresiva por medio de la expresión de respuestas agresivas), tales como
limpieza, evacuación y purificación, se toman prestado del psicoanálisis: la
agresión, ya sea dirigida al blanco o desplazada, descarga la energía agresiva
producida por la frustración. Mediante esta catarsis la disposición para la agresión
desaparece.

Aunque no existe evidencia que permita aseverar si esta es innata o aprendida, la


posición mas aceptada hoy en día en relación al origen de la agresión es que esta
correspondería a una combinación de ambas “innata y adquirida”. Sin embargo,
independiente del origen no cabe duda que esta conducta puede derivar en
situaciones de conflicto y riesgo para el hombre.

La conducta agresiva se puede expresar de dos formas:

A) En forma Directa, la que incluye ofensas verbales, insultos, amenazas y


comentarios hostiles o humillantes.

El objetivo que persigue es la dominación de un sujeto hacia otra persona


buscando que los demás se hagan más débiles y menos capaces de expresar sus
derechos y necesidades y poder defenderlos.

El agresor transgrede normas éticas y vulnera los derechos de los demás con tal
de conseguir el objetivo. Aunque a corto plazo la conducta agresiva puede traer
consecuencias favorables como sentimientos de poder, expresión emocional
satisfactoria, y consecución de los objetos deseados, a largo plazo este tipo de
conductas son negativas tanto para el agresor como para el agredido.

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B) En forma Indirecta, la que se manifiesta en acciones tales como aislar e ignorar
a otra persona, excluirlas de las actividades que se realizan. El objetivo que se
pretende es perjudicar a alguien. En estos casos la hostilidad se manifiesta en
forma no violenta. Este tipo de conducta en general se da en personas con
resentimiento hacia figuras de autoridad y en aquellos con problemas para su
reafirmación personal. Son personas incapaces de afrontar un problema de forma
directa recurriendo a la forma indirecta para conseguir su objetivo.

2.- Desarrollo y Agresividad a lo largo del ciclo vital

Este comportamiento aparece frecuentemente en los primeros años de vida, es


difícil señalar el momento preciso de la aparición de la agresividad, pero se puede
decir que esta comienza a aparecer entre los 2 y 6 años de vida, observándose
que tanto su duración como su frecuencia se incrementan después de los 4 años y
que se identifica una inconsistencia en lo referido a los ataques físicos después de
los 6 años; esta varía en función de variables como la escolarización y grado de
inteligencia. (Aedes; 1992).

Este comportamiento agresivo va a cumplir diferentes objetivos según su edad. El


niño empieza a edad muy temprana a reaccionar contra toda fuente de frustración,
restricción o irritación; utiliza prioritariamente un repertorio de conductas agresivas
como forma de expresar su enojo que alcanza su punto culminante hacia el año y
medio, a partir de esta edad se produce una disminución de los arranques de
enojo incontrolado y sin dirección. Las primeras manifestaciones agresivas tienen
mucho de “azarosas” y están poco dirigidas, pero a medida que el niño va
creciendo se va focalizando en objetivos concretos y se orientan hacia la hostilidad
y la venganza.

21
Llegada la adolescencia son muchos los motivos por los que se pueden tener
comportamientos agresivos; es decir, comportamientos mediante los cuales
manifiesta una cierta hostilidad hacia las demás personas, a través de conductas
físicas, agresivas o bien, mediante un lenguaje con insultos, amenazas, etc., que
pueden llegar a ser notablemente destructivas.

En primer lugar en este desarrollo evolutivo hay que tener en cuenta el


temperamento del individuo; es decir, esa forma peculiar de ser que posee el niño
desde el mismo momento de su nacimiento, que tiene un carácter hereditario.

Hay niños que nacen con una cierta predisposición a tener una personalidad en la
que la agresividad sea uno de sus rasgos característicos.

No obstante, la educación y las experiencias que el niño vivirá a lo largo de su


existencia modelaran de forma decisiva estos rasgos temperamentales iniciales.
Por tanto, el ambiente dentro del cual el niño se desarrolla tiene una influencia,
importante sobre su propio comportamiento.

Así entre los dos años y los cinco años hay un declive gradual en la agresión
instrumental, que se postula en tanto el individuo escolar incorpora nuevos
modelos que le explicitan lo que es aceptable socialmente para adquirir sus
objetivos y/o aquello que él considera que es una necesidad propia . De esta
manera, lo que sucede realmente es que el niño ha aprendido a utilizarla de una
forma selectiva. Por otra parte, esta etapa se caracteriza por darse un incremento
en la agresión hostil u orientación a formas de agresión verbal.

Por el contrario, según Serrano (1996) entre los seis y los ocho años parece darse
una gran reducción en la agresión total, aunque la agresión hostil seguirá siendo
más elevada que la instrumental.

Así, el periodo de desarrollo, principalmente entre los ocho y los dieciocho años,
es cuando la conducta violenta tiene su crecimiento y cuando se va a configurar y
conformar la agresividad en la edad adulta.

22
3.- Factores ligados a la manifestación de la agresividad

a) Biológicos:

 Factores orgánicos: lesiones del sistema nervioso central pueden


desencadenar conductas agresivas, por ejemplo daño en el lóbulo
temporal. También puede verse reducida la agresividad como ocurre con la
lobotomía frontal.
 Factores genéticos: por ejemplo los varones con cromosomas XXY
demuestran mayor número de delitos y menor inteligencia social para
esconder los delitos.
 Factores hormonales: relacionados con los estados agresivos, por ejemplo
la mujer durante el síndrome pre-menstrual está más irritable y agresiva.

b) Psicológicos o ambientales:

 En determinadas sociedades y culturas, la agresividad puede estar bien


considerada como forma de cambiar ciertas actitudes, por ejemplo en
Inglaterra está bien visto que un profesor pegue a los alumnos para que
estos aprendan mejor.
 Normas familiares que fomentan la agresividad de sus miembros "muy bien
hijo, así se hace, la próxima vez le pegas un puñetazo en el ojo". Los
padres a veces pueden ser modelos de la conducta agresiva, por ejemplo,
padres que pegan a sus hijos. Es necesario saber que, en términos
generales, se fomenta más la agresividad en el hombre que en la mujer.
 Influencia de los medios de comunicación en la aceptación de la conducta
agresiva: en las películas el bueno y el vencedor siempre es el que más
caña mete, el que pega mejor, el más fuerte, no el que tiene mayor
capacidad de diálogo Aunque es muy difícil establecer una relación directa
entre número de horas de TV y aumento de la violencia.

23
4.- Concepto de violencia

El concepto de violencia pareciese ser muy amplio y respecto del tema existen
numerosas definiciones. La forma mas restringida de entender la violencia supone
identificarla con actos de violencia entre personad concretas, fundamentalmente
actos de violencia física. De esta manera se puede definir violencia como:

“…Uso deliberado de la fuerza o el poder, ya sea en grado de amenaza o efectivo,


contra uno mismo, otra persona o un grupo o comunidad, que cause o tenga
probabilidades de causar lesiones, muerte, daño psicológico, trastornos del
desarrollo o privaciones”. (DOMOS, 2003: 3).

Si bien es cierto; como se señalo anteriormente existen muchas definiciones de


violencia, pero, para nuestro contexto de estudio creemos que es una de las que
más se asemeja.

5.- La violencia juvenil

Se puede decir que actualmente la violencia juvenil se ha convertido en uno de los


problemas que generan fuerte alarma y preocupación por parte de la sociedad.

Su raíz procede de distintas causas o factores que afectan hoy en día a la


juventud, entre ellos podemos mencionar algunos como:

- La situación económica tanto familiar como social.

- La falta de posibilidades laborales dignas, sobre todo para jóvenes de una


condición social más baja.

- El abandono de los adultos responsables del ejercicio de la parentalidad


(madres apesadumbradas y padres desertores o ausentes).

- El inadecuado sistema educacional.

24
- Las tensiones de una sociedad competitiva (acumuladora de bienes
materiales y carente de valores humanistas);

- Jóvenes que no desarrollan la capacidad de controlar impulsos.

- Medios de comunicación que no promueven valores adecuados que hagan


posible una óptima convivencia, por el contrario son medios de
comunicación social (radio, televisión, prensa) quienes de hecho
promueven la violencia, la pornografía, el vicio y en algunos funcionan
como una caja de resonancia para las conductas violentas de pandillas y
bandas juveniles resaltando sus acciones y su forma de vida.

Esta es una sociedad donde predomina la ausencia de valores sociales que guíen
las conductas de las personas, se trata, entonces de un grave y preocupante
estado de desintegración a nivel cultural, que surge cuando las necesidades
vitales, tanto físicas como emocionales, no se satisfacen y las personas se
frustran progresivamente, para acabar siendo individuos que viven en una
situación general de intolerancia y desinterés total por la buena convivencia.

La violencia se “siembra” en los primeros años de la vida en el seno del hogar, en


la escuela, después en la etapa de la adolescencia, el medio social estimula la
incompatibilidad entre aspiraciones y oportunidades reales de los jóvenes, y la
violencia “crece” activada por “valores” culturales que glorifican las soluciones
agresivas de los conflictos entre las personas.

Es natural que toda persona, adulto, joven, niño, etc., genere sentimientos de
rabia o irritantes, en ocasiones utilizados como mecanismos de defensa, o
simplemente pueden ser parte de la misma personalidad, como también una
respuesta ante un medio o una situación hostil determinada. Cuando este
mecanismo de defensa deja de ser una fórmula para adaptarse y se convierte al
contrario, en un factor de desadaptación y de exclusión social, surgen las
conductas agresivas preocupantes, que pueden llegar a ser patológicas.

25
Debemos distinguir entre lo que corresponde a una conducta agresiva aislada, a
una personalidad violenta y a un trastorno disocial con violencia.

El trastorno disocial es una enfermedad psiquiátrica que puede ir acompañada por


conductas agresivas, pero cuando vemos casos de violencia como los del fútbol,
de pandillas de jóvenes que queman y rompen cosas, ya no se trata
necesariamente de una enfermedad psiquiátrica.

Estos casos de violencia juvenil, que tanto preocupan a la sociedad en su


conjunto, se pueden explicar las características agresivas de la personalidad de
los adolescentes y por el hecho de que actúan respaldados por un grupo; por lo
tanto podríamos hipotetizar que los jóvenes no se comportarían de la misma
manera si se encontraran solos.

Una de las principales causas de estas conductas es el cambio en el modelo


familiar, que favorece cada vez más la falta de relación entre sus miembros. Así
los adolescentes inician antes su vida extrafamiliar, sin el control ni la supervisión
de los padres o adultos. Además ahora las familias son más permisivas que en
tiempos anteriores y creen que es la escuela la que tiene, ahora, la función de
educar a sus hijos. En realidad las dos grandes influencias de los niños de ahora
son la televisión y el grupo social en el cual se relacionan.

A estas edades, las influencias son claves y determinantes: la personalidad


todavía no está formada, son inmaduros, la figura del adulto ya no ejerce tanto
poder sobre ellos y tienen un escaso sentido crítico y autocrítico. Necesitan al
grupo para identificarse y valorarse a sí mismos. Además es la edad en la que se
inician en el consumo de los tóxicos, que también es uno de los factores que
determinan las conductas violentas.

En cuanto a la televisión, podemos decir que esta también influye en las


conductas agresivas. Lo claro es que a pesar de ello aun no se le da la real
importancia que este tema tiene a nivel social.

26
Otro factor que puede influir el aumento de la violencia a nivel juvenil es la
permisividad de los padres y, opuesto a ello, la sobreprotección hacia los hijos.
Muchos padres quieren evitar a sus hijos a toda costa el sufrimiento, pero cierto
sentido de la disciplina y de la responsabilidad son necesarios en la educación.

La violencia juvenil y los comportamientos infractores dañan profundamente no


solo a las víctimas, sino también a sus familias, amigos y comunidades. Sus
efectos se ven no solo en los casos de muerte, enfermedad y discapacidad, sino
también en la calidad de vida. Los jóvenes violentos y/o infractores de ley tienden
a cometer una variedad de delitos; además, a menudo presentan también otros
problemas de alta complejidad psicosocial. Las teorías criminológicas
predominantes tienden a relacionar directamente la infracción juvenil con los
problemas de violencia adolescente.

Es conocido que la adolescencia y los primeros años de la edad adulta constituyen


un período en que la violencia, así como otro tipo de comportamientos
transgresores, a menudo se expresa con más intensidad. Conocer cuándo y en
qué condiciones se presenta de manera característica el comportamiento violento
conforme se desarrolla la persona puede ayudar a planificar intervenciones y
políticas de prevención orientadas a los grupos de edad más críticos.

Para diseñar programas nacionales para prevenir la violencia y la infracción de ley


juvenil es importante tener una formación específica no solo en los factores
individuales cognoscitivos, sociales y del comportamiento, sino también en los
sistemas sociales que configuran esos factores, además de un conocimiento
integral del sistema de justicia juvenil.

La infracción y la violencia juvenil se originan en una interacción compleja entre


múltiples factores, y las medidas adoptadas para reducir este problema de manera
sustancial deberán ser polifacéticas. Hay varios factores. Algunos presentes en el
individuo, otros en la familia y el ámbito social que aumentan las probabilidades de

27
agresión, infracción y violencia durante la niñez, la adolescencia y los primeros
años de la edad adulta.

En condiciones ideales, los programas deben acercarse a los jóvenes a través de


múltiples sistemas de influencia (del individuo, la familia, la comunidad y la
sociedad) y proporcionar un proceso continuo de intervenciones y actividades que
abarquen las etapas del desarrollo. Esos programas pueden abordar factores de
riesgo coincidentes, tales como el bajo rendimiento escolar, el embarazo en las
adolescentes, las relaciones sexuales arriesgadas y el uso de drogas, y de ese
modo abordar las necesidades de los jóvenes en distintas esferas de su vida.

Hay una gama amplia de estrategias viables para prevenir la violencia y la


infracción juvenil, algunas de las cuales se ha comprobado que son
particularmente eficaces. Sin embargo, resta mucho por hacer en materia de
prevención, la cual debe estar basada en los conocimientos actuales y se debe
orientar a apoyar el desarrollo de políticas y programas específicos que ayuden a
tratar y prevenir la delincuencia y la violencia juvenil.

6.- Tipos de violencia

Según el Instituto Chileno de Medicina Reproductiva ICMER (1985), se identifican


diferentes tipos de violencia:

a) Violencia Física:

La violencia, maltrato o abuso físico es la forma más obvia de violencia, de


manera general se puede definir como toda acción de agresión no accidental en la
que se utiliza la fuerza física, alguna parte del cuerpo (puños, pies, etc.), objeto,
arma o sustancia con la que se causa daño físico o enfermedad a un miembro de
la familia. La intensidad puede variar desde lesiones como hematomas,

28
quemaduras y fracturas, causadas por empujones, bofetadas, puñetazos, patadas
o golpes con objetos, hasta lesiones internas e incluso la muerte.

b) Violencia psicológica:

La violencia psicológica o emocional, de manera general, se puede definir como


un conjunto de comportamientos que produce daño o trastorno psicológico o
emocional a un miembro de la familia. La violencia psicológica no produce un
traumatismo de manera inmediata sino que es un daño que se va acentuando,
creciendo y consolidando en el tiempo. Tienen por objeto intimidar y/o controlar a
la víctima la que, sometida a este clima emocional, sufre una progresiva
debilitación psicológica y presenta cuadros depresivos que en su grado máximo
pueden desembocar en el suicidio.

Algunas de estas acciones son obvias, otras muy sutiles y difíciles de detectar, sin
embargo todas dejan secuelas. Un caso particular de este tipo de abuso son los
niños testigos de la violencia entre sus padres, los que sufren similares
consecuencias y trastornos a los sometidos a abusos de manera directa.

c) Violencia sexual:

El abuso sexual dentro de una relación de pareja, de manera general se puede


definir como la imposición de actos o preferencias de carácter sexual, la
manipulación o el chantaje a través de la sexualidad, y la violación, donde se
fuerza a la mujer o al hombre a tener relaciones sexuales en contra de su
voluntad, esta última acción puede ocurrir aún dentro del matrimonio pues este no
da derecho a ninguno de los cónyuges a forzar estas relaciones y puede
desencadenar la maternidad forzada a través de un embarazo producto de
coerción sexual.

29
El abuso sexual afecta también a niños y adolescentes cuando un familiar adulto o
un cuidador los utiliza para obtener algún grado de satisfacción sexual. Estas
conductas abusivas pueden implicar o no el contacto físico, su intensidad puede
variar desde el exhibicionismo, el pedido de realizar actividades sexuales o de
participar en material pornográfico, hasta la violación.

Discapacitados y adultos mayores pueden verse afectados de igual forma, al ser


violentados sexualmente por familiares o cuidadores sirviéndose de su
incapacidad física o mental.

7.- Desamparo aprendido

Según Garafulic y Rioseco (2001); el desamparo o la desesperanza aprendida es


otro de los graves efectos que se manifiestan en las parejas que son
reiteradamente violentadas dentro de su relación y que se va acentuando a
medida que la violencia, ya sea de cualquier tipo se repite en el tiempo.

Como señalan Garafulic y Rioseco (Ibíd.), el desamparo aprendido es una suerte


de parálisis psicológica que la persona maltratada vive y que contribuye a que
permanezca en la relación abusiva. Es una teoría psicológica del aprendizaje, que
señala que la persona luego de recibir reiteradamente maltratos, comienza a
percibir que no puede controlar la situación de abuso. Así empieza a operar una
sensación de desamparo en la persona maltratada, la cual ha ido aprendiendo con
las reiteradas conductas abusivas. Como efecto la percepción se transforma en
realidad y ésta empieza a actuar pasiva, sumisa, disminuyendo la motivación de
respuesta y la habilidad cognitiva para percibir los hechos.

30
8.- El Ciclo de la violencia

Albarado (2003) autora de la tesis “Violencia en el pololeo”, realizó un estudio


sobre la violencia en parejas adolescentes”. Señala que hay una gran tendencia a
idealizar las relaciones de pareja entre jóvenes, lo que es un obstáculo para ver
los problemas que pueden surgir en estas relaciones. Es fácil que los padres y la
sociedad se olviden de acompañar y apoyar a los jóvenes en la etapa de formar
pareja y no les enseñen a tener relaciones sanas y constructivas. Se tiende a
creer que la violencia irrumpe sólo en el matrimonio o, al menos, en la
convivencia.

Los conflictos más frecuentemente mencionados en esta etapa, de acuerdo a


psicólogos expertos en el tema, se relacionan con la dimensión “dependencia-
independencia”, donde las dificultades se dan por los espacios de cercanía e
intimidad y la temática de los celos que es algo muy recurrente. El otro tema se
relaciona con la “expresión de la sexualidad”.

Dentro de una relación de adolescentes y jóvenes existen tres formas en que la


violencia puede ser ejercida. La física, que se define como la agresión no
accidental, de magnitud, frecuencia y características variables; la psicológica, que
se traduce en el constante hostigamiento verbal hacia el otro en forma de insultos,
críticas, ridiculización, control, celos e indiferencia, rechazo; y la sexual, que
significa forzar al otro a cualquier tipo de contacto.

Según Bustamante (2007), las mujeres agredidas no están siendo constantemente


agredidas ni su agresión es infligida totalmente al azar, tanto a hombres como
mujeres experimentan un ciclo de agresión. La comprensión de este ciclo es muy
importante si se quiere comprender y aprender a cómo detener o prevenir los
incidentes de agresión.

31
Este ciclo también ayuda a explicar cómo llegan a ser víctimas las personas
agredidas, cómo caen dentro del comportamiento de desesperanza aprendida, y
porqué no intentan escapar.

Como señala Bustamente (Ibíd.), el ciclo de la agresión parece estar compuesto


de tres fases distintas, las cuales varían en tiempo e intensidad, para la misma
pareja y entre las diferentes parejas. Estas fases son:

1.- Fase de acumulación de tensión

El hombre maltratador empieza a mostrarse tenso e irritable, cualquier


comportamiento de la mujer despierta en él una reacción de enfado.

La mujer sorprendida intenta hablar con él para solucionar el problema, ver la


causa, pero esto solo provoca más enfados en el hombre que la ve como
excesivamente dependiente y empalagosa.

La mujer, para no molestarle, comienza entonces a no hacer nada, intenta no


expresar su opinión porque sabe que él expresará la contraria y entonces habrá
“bronca”, también intenta hacer las menores cosas posibles, entra en una fase de
inmovilidad, pero esto tampoco salva a la mujer, ya que el hombre la acusará de
ser casi un “mueble” que no hace nada, que es una persona anodina y aburrida.

Si la mujer se queja él lo niega todo y vuelca la culpabilidad en ella, y esa


desigualdad que el hombre ha ido construyendo a lo largo de la relación es
utilizada para callar a la mujer. La intenta convencer de que él tiene razón y no
ella, que su percepción de la realidad es equivocada, y como ya hemos dicho, la
desigualdad creada permite al hombre este comportamiento. Ella acaba dudando
de su propia experiencia y se considera culpable de lo que pasa. Esto va a
reforzar todavía más el comportamiento del hombre.

32
Él se distancia emocionalmente, la mujer se asusta pensando que lo va a perder y
que si esto ocurre será culpa de ella puesto que no ha sabido conservar su amor.
El hombre ya no siente ningún amor y se distancia y cada vez está más irritable.
Ella se disculpa una y otra vez, confiando en solucionar así la situación, pero el
hombre se harta y siente necesidad de castigarla verbal, físicamente, o de ambas
formas a la vez.

2.- Fase de explosión violenta

Como su nombre indica, el hombre acaba explotando, pierde el control y castiga


Muy duramente a su pareja, verbal o físicamente.

La insulta, la golpea, rompe cosas, amenaza con matar a los hijos y a ella, la
interrumpe en el sueño, la viola…

La mujer, que sólo intentaba salvar la relación, se ve ahora impotente y débil, la


desigual balanza que se ha establecido a lo largo de los años la paraliza.

No toma represalias, todo el poder está en él, eso lo ha aprendido muy bien y la
mujer entra en una “indefensión aprendida” que le impide reaccionar.

3.- Fase de “Luna de Miel”

El agresor se siente muy arrepentido de su conducta (por lo menos las primeras


veces), pide perdón, promete cambiar. Y realmente cambia, durante esta fase se
convierte en el hombre más “encantador” del mundo, la lleva el desayuno a la
cama, la cura las heridas, incluso se hace cargo de las tareas domésticas, le cede
Todo el poder a ella.

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La mujer en esta situación se siente en éxtasis, tiene el poder y a su hombre
detrás responsabilizándose y amándola. Él deja de ponerla tantas restricciones, se
relaja un poco y la permite las salidas. Si debía dejar de beber, incluso puede ir a
terapia.

La mujer al ver estos cambios piensa que si ha podido dejar la bebida puede dejar
de pegarla y piensa de verdad que no volverá a ocurrir, ya que equivocadamente
ella relaciona (en un porcentaje muy alto) el maltrato con la ingestión de alcohol,
sin pararse a pensar que cuando bebe él no maltrata a todo el mundo, sino sólo a
ella.

4.- Escalada de la violencia de género

Una vez que ha conseguido el perdón de su víctima, se siente de nuevo seguro en


la relación, ya la ha recuperado y no tiene que seguir complaciéndola, empieza de
nuevo la irritabilidad y los abusos y cuando ella quiere ejercer su recién
conseguido poder el la castiga duramente.

Cada vez la mujer es más dependiente, cada vez tiene menos energía para luchar
(Indefensión aprendida). Es el marido o pareja, y no ella, quien controla estos
ciclos y el que decide cuando se acaba la Luna de Miel.

Ella empieza a darse cuenta de que haga lo que haga no puede controlar el
comportamiento de su marido, los malos tratos son arbitrarios e indiscriminados.
La mujer sólo tiene energías para intentar mantenerse con vida dentro de la
relación o para que no se implique a los hijos.

Los ciclos de violencia se van sucediendo hasta que finalmente desaparece la


fase de ya mencionada; “Luna de Miel”.

34
Hasta el momento, no se ha podido estimar por cuánto tiempo permanecerá una
pareja en cualquiera de las fases, ni tampoco se puede predecir cuánto tiempo le
tomará a una pareja para completar un ciclo. Hay evidencia de que eventos
circunstanciales pueden influir sobre la duración del ciclo. Al examinar algunas
relaciones que han durado 20 o más años, éstas indican que pueden ocurrir varios
patrones diferentes del ciclo. Estos patrones tienden a corresponder con las
diferentes etapas de la vida. También hay alguna evidencia de que ciertas
intervenciones de tratamiento tienen más éxito si ocurren en una fase determinada
más que en otra.

35
CAPITULO II

ADOLESCENCIA, JUVENTUD Y RELACIONES DE PAREJA

Si bien es cierto existen diversas perspectivas para abordar la etapa de


adolescencia y juventud, se ha querido en esta oportunidad, centrarse en las
transformaciones fisiológicas y psicosociales que van marcando el paso desde el
ser niño a ser adulto recogiendo la mirada de distintos autores que han generado
conocimiento al respecto, los cuales nos aportan el sustente teórico explicativo
del problema que aborda la tesis. El presente capítulo presenta algunas
conceptualizaciones e interpretaciones del ser adolescente y joven y las
características que asumen las relaciones de pareja en esta etapa de la vida.

1.- ¿Qué es ser adolescente hoy? Algunos conceptos sobre adolescencia y


juventud.

Según Bourdieu (2000) los conceptos de adolescencia y juventud corresponden a


una construcción social, histórica, cultural y relacional, que a través de las
diferentes épocas y procesos históricos y sociales han ido adquiriendo
denotaciones y delimitaciones diferentes: la juventud y la vejez no están dadas,
sino que se construyen socialmente en la lucha entre jóvenes y viejos.

Abramo (1994) plantea que la noción más general y usual del término juventud, se
refiere a una franja de edad, un período de vida, en que se completa el desarrollo
físico del individuo y ocurren una serie de transformaciones psicológicas y
sociales, cuando éste abandona la infancia para procesar su entrada en el mundo
adulto. Sin embargo, la noción de juventud es socialmente variable. La definición
del tiempo de duración, de los contenidos y significados sociales de esos procesos
se modifican de sociedad en sociedad y, en la misma sociedad, a lo largo del

36
tiempo y a través de sus divisiones internas. Además, es solamente en algunas
formaciones sociales que la juventud se configura como un período destacado, o
sea, aparece como una categoría con visibilidad social.

Para Florenzano (2002); la adolescencia es el periodo de la vida en que el niño


pasa a ser adulto. Etimológicamente, el término “adolescencia” significa crecer
hacia la adultez. Se ha dicho que el comienzo de la adolescencia es biológico, ya
que se produce por cambios endocrinos y sus consecuencias en el cuerpo; y que
su fin es psicosocial, terminando cuando el joven es capaz de definir situaciones
trascendentales para su vida, como por ejemplo, elecciones de pareja y
vocacional.

La juventud se encuentra delimitada por dos procesos: uno biológico y otro social.
El biológico sirve para establecer su diferenciación con el niño, y el social, su
diferenciación con el adulto. Allerbeck (1979).

La adolescencia es la etapa que ocurre entre los diez y veinte años de edad,
coincidiendo su inicio con lo cambios puberales y finalizando al cumplirse gran
parte del crecimiento y desarrollo morfológico. La juventud, por otra parte, es el
periodo entre los quince y veinticinco años de edad. Constituye una categoría
sociológica, caracterizada por asumir los jóvenes con plenitud sus derechos y
responsabilidades sociales.

La adolescencia también ha sido definida como:

“…El período durante el ciclo vital de la persona en el cual muchas de sus


características cambian desde lo que típicamente se considera infantil hacia lo que
típicamente se considera adulto. Los cambios más evidentes a la observación son
los corporales. Sin embargo, otros atributos menos definidos como los modos de
pensamiento, las conductas y relaciones sociales también se alteran
definitivamente durantes este periodo. La velocidad de estos cambios varia de un
individuo a otro”. (Ibíd: 30)

37
El término adolescencia fue utilizado a partir del siglo XIX por los biólogos, para
describir el periodo evolutivo entre la pubertad y el final del crecimiento físico.

Aspectos fisiológicos

Con respecto a la definición biológica más acertada se puede señalar que:

“…Adolescencia es el periodo que se extiende desde la pubertad hasta el


desarrollo de la madurez reproductiva completa…Las diferentes partes del sistema
reproductivo alcanzan su eficiencia máxima en momentos diferentes del ciclo vital.
Por eso, hablando en sentido estricto, la adolescencia no se completa hasta que
todas las estructuras y procesos necesarios para la fertilización, concepción,
gestación y lactancia no han terminado de madurar”. (Ibíd: 31)

Los cambios físicos y psicológicos de la adolescencia no se dan de modo


uniforme. Sin embargo en, la mayoría de las personas siguen una secuencia
previsible. Con respecto al tema existen diferentes fases de cambios corporales,
que afectan la altura, el peso, la distribución de los tejidos grasos y musculares,
las secreciones hormonales y las características sexuales. Estos cambios
desorientan totalmente al adolescente.

Desarrollo cognitivo

Los cambios fisiológicos característicos de la adolescencia recién descritos tienen


un gran impacto en el funcionamiento cognitivo y social. Los adolescentes
piensan acerca de sus “nuevos” cuerpos y de sí mismos de un modo
cualitativamente diferente. En contraste con los modos de pensar de tipo sensorio
motor, simbólico, intuitivo, y operacional concreto, que caracterizan la infancia y la
niñez, alrededor de la pubertad emerge el pensamiento operativo formal, que se
caracteriza por las capacidades de abstracción y razonamiento. En la etapa de

38
operaciones formales del pensamiento, los adolescentes comienzan a discriminar
entre sus pensamientos acerca de la realidad y la realidad misma, y llegan a
reconocer que sus suposiciones tienen un elemento de arbitrariedad que puede no
representar realmente la naturaleza de sus experiencias.

Desarrollo moral

Según Florenzano, (ibíd.), el trabajo de Kohlberg, en el plano del desarrollo moral,


complementa los estudios cognitivos de Piaget. Este autor ordena un conjunto
sucesivo de etapas que las personas atraviesan en la medida que enfrentan
decisiones valóricas cada vez más complejas. Kohlberg (2002) ha descrito seis
de estas etapas en la progresión desde la niñez temprana hasta la vida adulta.

Las dos primeras son denominadas “preconvencionales”, con la primera


centrándose alrededor del dilema “castigo/obediencia”. En ésta el niño es
motivado a comportarse de cierta manera, dada la creencia del que no hacerlo
conlleva un castigo. “si no recoges tus cosas, te vas castigado a tu pieza” es el
prototipo de esta actitud inicial por parte de muchos padres. La segunda etapa del
pensamiento preconvencional ha sido denominada “hedonismo instrumental” o
“reciprocidad concreta”. Por ejemplo, dos preescolares deciden intercambiar
juguetes, no con la intención de hacerse un regalo sino en la esperanza de que el
cambio les beneficiará con un mejor juego. Las dos etapas siguientes fueron
denominadas por el autor como “convencionales”. La primera de éstas fue
descrita como “una orientación hacia la mutualidad en las relaciones
interpersonales”. En ésta, los niños, habitualmente entre siete y once años, se
comportan de un modo dado, con la expectativa de obtener la amistad de los
otros. El deseo de ser querido y respetado es una motivación importante en esa
etapa. Esta orientación a las relaciones interpersonales afectuosas pasa a ser un
factor mayor en lo que se ha descrito como “presión del grupo de pares”. La
segunda etapa del desarrollo moral convencional ha sido denominada como de

39
“ley y orden”, ya que en ella la manutención de un orden social, de reglas fijas y de
la autoridad pasan a ser las principales motivaciones de la conducta.

En esta etapa el razonamiento es la base de muchas acciones: es que se hace así


porque así lo dice la ley, las reglas o las tradiciones. Esta orientación se
mantiene, posteriormente, central para muchos adultos.

La forma final del razonamiento moral ha sido denominada por Kohlberg como
“posconvencional”. En la primera de estas etapas el razonamiento moral se basa
en la noción del contrato social: “el mayor bien para el mayor numero posible de
personas”. Esta noción del bien común plantea que, aunque algunos sufran, si
este dolor es necesario para que una mayoría se beneficie, lo hará sostenible, en
la medida que permita el beneficio de la mayoría. El nivel mas evolucionado del
razonamiento moral en el esquema de Kohlberg es el basar las decisiones en un
“principio ético universal”. El último principio en este esquema evolutivo es el de
justicia. Más que basar las decisiones en las que beneficiciaría a la mayoría, en
esta etapa las decisiones se centran en cuál sería la situación más justa para los
miembros menos favorecidos de la sociedad. En este esquema la pregunta que
se plantea es: “Si Ud. no supiera cuál es su situación en la sociedad, y siendo tan
probable que fuera pobre y excluido como rico y lleno de privilegios, ¿Qué
decidiría “. (Ibíd: 39). Además, para quienes toman sus decisiones basados en
estos principios éticos –universales, las consecuencias de sus acciones no son
relevantes, a no ser que violen normas sociales o legales. Bajo estas
circunstancias, si uno está tranquilo frente a la propia conciencia, es capaz de
enfrentar consecuencias negativas, sean legales o sociales.

El adolescente en su desarrollo atraviesa estas diversas etapas. Dependiendo de


capacidades individuales o de su contexto cultural, puede llegar o no a alguna de
las etapas más evolutivas de la moral posconvencional. Transita frecuentemente
de un periodo de decisiones en blanco o negro a otro de relativismo moral, en el
cual su respuesta habitual a los dilemas es “Depende…”. Luego comienza a

40
centrarse en los ambientes sociales que lo ayudan a definir lo correcto de lo
erróneo, abandonando los sistemas más simples utilizados en la niñez.

Uno de los puntos polémicos acerca de la secuencia propuesta por Kohlberg es


acerca de su vigencia transcultural. Se ha visto que muchas elecciones están
culturalmente determinadas. Algunas culturas sobrevaloran la evitación del
castigo, mientras que otras se centran en dejar contentos a los demás,
especialmente dentro de la familia: de allí el concepto de “obediencia filial”. Por
otra parte, los estudios transculturales muestran que la gran mayoría de las
culturas aprecian el respeto a la dignidad humana, la equidad y el valor de la vida.
No es, pues, lícito igualar el relativismo cultural con el relativismo ético. (Ibíd.).

Se puede señalar que la adolescencia es una etapa de tránsito complicada, en la


que el ser humano deja de ser niño y aprende a comportarse como un adulto
único, autónomo, independiente, responsable y válido. Este viaje es el más difícil
que tiene que realizar una persona, puesto que no es fácil dejar la protección
incondicional de los padres para lanzarse al abismo del mundo exterior en el que
nadie los conoce, los protege ni les perdona.

Durante más de diez años los niños han estado descubriendo cómo son los
padres y lo que pueden esperar de la vida en el hogar. Ahora les toca embarcarse
en una nueva aventura: averiguar que sucede fuera de casa. Es absolutamente
necesario saberlo para lograr madurez y preparación adulta. El problema es que el
chico y la chica aún carecen de experiencia para caminar con total independencia.
Necesitan el apoyo de alguien y no precisamente de los padres.

El comportamiento del adolescente traduce una inestabilidad de sus objetivos, de


sus ideas, ya que las diferentes partes de su personalidad evoluciona a
velocidades diferentes.

El adolescente está en búsqueda de su identidad, como le demuestran las


ansiosas interrogaciones sobre sí mismo.

41
A la vez que adopta una actitud de extraño en su medio familiar, el adolescente
trata de hacerse reconocer en otro medio y busca la compañía de otros
adolescentes.

Los amigos serán el bastón más seguro en el cual se apoyaran para afrontar los
obstáculos exteriores y para alcanzar metas.

Los adolescentes quieren pertenecer a una pandilla en la cual estarán sus amigos,
los que influirán en muchas de sus decisiones.

Quizá el influjo del grupo perjudique, o por el contrario, sea enormemente


beneficioso. Es poco frecuente que un adolescente con unas determinadas
características de personalidad caiga en un grupo de gente que no tenga nada
que ver con él.

Dentro de un mismo grupo de edad se originan amistades apasionadas e


exclusivas.

Cuando esta búsqueda de la identidad a través de la confrontación con el


semejante no es posible, por una u otra razón, algunos adolescentes llevan diarios
íntimos que cumplen la misma función.

Sin embargo progresivamente de rebelión en rebelión, de identificación en


identificación, el adolescente termina por descubrirse.

Los padres son el modelo a seguir de los hijos desde que estos nacen. Son la
plataforma sobre la que se desarrolla su estabilidad emocional.

Uno de los desafíos más importantes para los padres de hoy es el de ser inmune a
las puñaladas verbales de sus criaturas. Aunque estas lo hagan sin pensar en el
verdadero sentido de sus palabras.

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El control de estos se califica de parte de los adolescentes, de molesto, de ser el
mayor de los suplicios, pero cuando los padres se desentienden, los hijos
necesitan saber que ellos siempre estarán ahí pase lo que pase.

“…Los adolescentes pueden aparecer como excesivamente egoístas,


abiertamente volcados a sí mismos, como el centro del universo y como el único
objeto interesante en este; al mismo tiempo, en ningún otro momento de la vida
serán capaces de mostrar tanta capacidad de entrega y devoción a los demás.
Pueden también enamorarse del mundo más apasionado, para romper estas
relaciones en forma tan repentina como las comenzaron. Por un lado, se
involucran entusiastamente en la vida de su comunidad, y, por otro, tienen una
tremenda necesidad de estar solos. Oscilan entre una ciega sumisión a un líder
elegido por ellos, y una desafiante rebelión en contra de toda y cualquier autoridad.
Son egoístas y materialistas y, al mismo tiempo, están llenos del más elevado
idealismo. Son ascetas, pero abruptamente se permiten las licencias instintivas
más primitivas. En algunas oportunidades su comportamiento hacia los demás es
rudo y poco considerado, pero, al mismo tiempo, son extremadamente sensibles
acerca de cómo los tratan a ellos.
Su ánimo cambia desde el optimismo más liviano al pesimismo más oscuro. A
veces, pueden trabajar en forma infatigable y, en otras oportunidades, actúan en
forma arrastrada y apática”. (Florenzano, opcit: 29)

Según Brito (1996) cuando nos enfrentamos al concepto de adolescencia y


juventud, éste es abordado desde distintas perspectivas, sin embargo, no se
visualiza claramente una construcción teórica que problemática la realidad de los
jóvenes e integre con ello un marco de análisis para su comprensión, y que tenga
una tendencia hacia una visión más general de la juventud. Esto significa que no
se trata de negar la realidad que conforman a los jóvenes, ni tampoco definirlos
como sujetos que constituyen una etapa del individuo humano, intermedia entre la
niñez y la edad adulta, sino más bien, elaborar un cimiento teórico conceptual que

43
posicione al concepto y que sirva para interpretar los fenómenos juveniles antes
de trabajar con el objeto real que son los jóvenes.

De acuerdo a Reguillo (2000); la definición de la categoría juventud se puede


articular en función de dos conceptos: lo juvenil y lo cotidiano. Lo juvenil nos
remite al proceso psicosocial de construcción de la identidad y lo cotidiano al
contexto de relaciones y prácticas sociales en las cuales dicho proceso se realiza,
con anclaje en factores ecológicos, culturales y socioeconómicos. La potencia de
esta óptica radica sustancialmente en ampliar la visión sobre el actor,
incorporando la variable sociocultural a la demográfica, psicológica o a
categorizaciones estructurales que corresponden a las que tradicionalmente se
han utilizado para su definición. Entonces lo que incluye es la variable vida
cotidiana que define la vivencia y experiencia del período juvenil. Al decir de
Reguillo, para no quedar atrapados en los análisis en juventud, que nos dejan de
un lado, con sujetos sin estructura; y del otro, de estructuras sin sujeto.

Para situar al sujeto juvenil en un contexto histórico y sociopolítico, resultan


insuficientes las concreciones empíricas, si éstas se piensan con independencia
de los criterios de clasificación y principios de diferenciación social que las
distintas sociedades establecen para sus distintos miembros y clases de edad.

Esta mirada permite reconocer la heterogeneidad de lo juvenil desde las diversas


realidades cotidianas en las que se desenvuelven las distintas juventudes. De esta
manera posibilita a su vez asumir que en el período juvenil tienen plena vigencia
todas las necesidades humanas básicas y otras específicas, por lo que resulta
perentorio reconocer tanto la realidad presente de los jóvenes como su condición
de sujetos en preparación para el futuro. Esto supone la posibilidad de observar a
la juventud como una etapa de la vida que tiene sus propias oportunidades y
limitaciones, entendiéndola no sólo como un período de moratoria y preparación
para la vida adulta y el desempeño de roles pre-determinados, tal como define la
perspectiva clásica o eriksoniana.

44
Hechas estas precisiones, podemos señalar que el proceso de construcción de
identidad se configura como uno de los elementos característicos y nucleares del
período juvenil. Dicho proceso se asocia a condicionantes individuales, familiares,
sociales, culturales e históricas determinadas. Por otro lado, es un proceso
complejo que se constata en diversos niveles simultáneamente. Se ha distinguido
la preocupación por identificarse a un nivel personal, generacional y social. Tiene
lugar un reconocimiento de sí mismo, observándose e identificando características
propias (identidad individual); este proceso trae consigo las identificaciones de
género y roles sexuales asociados. Además se busca el reconocimiento de un sí
mismo en los otros que resultan significativos o que se perciben con
características que se desearía poseer y que se ubican en la misma etapa vital.
Ello constituye la identidad generacional.

También existe un reconocimiento de sí mismo en un colectivo mayor, en un grupo


social que define y que determina a su vez en el compartir una situación común de
vida y convivencia. La identidad refiere obligatoriamente al entorno, el ambiente.
Los contenidos que originan la identidad generacional implican modos de vida,
particularmente prácticas sociales juveniles y comportamientos colectivos.
También involucran valores y visiones de mundo que guían esos
comportamientos.

En este contexto, las tareas de desarrollo y específicamente el proceso de


construcción de identidad juvenil, se entiende como un desafío que si bien es
común a los adolescentes y jóvenes (o a la mayoría) en cuanto a la emergencia de
la necesidad de diferenciarse de los demás, y por supuesto de sentirse único, no
se manifiesta de la misma manera o de forma homogénea, al contrario, la
diversidad es su principal característica. Hoy está asumiendo esta redefinición de
las tareas de desarrollo como insumo esencial de las tareas formativas que se
plantea alcanzar.

45
2.- La Sexualidad y el enamoramiento adolescente.

El cambio más significativo se sitúa en el ámbito de la sexualidad, que tiene ahora


la posibilidad de la satisfacción fisiológica. El flirteo, relación sentimental y erótica,
aparece como un fenómeno típico de la adolescencia.

Los adolescentes experimentan la pulsión sexual de manera muy diferente, según


la edad y el grado de madurez que tengan. Además hay una gran diferencia entre
lo que siente un chico y lo que siente una chica.

Para que el adolescente alcance el desarrollo psicosexual completo, para que sea
capaz de disfrutar, compartir y comprometerse en un acto de amor pleno, no basta
con haber alcanzado la formación genital correcta, si no que necesita el
complemento de una preparación emocional adecuada.

Fases de las relaciones sexuales. Otero (2007).

• Pubertad: idealización y romanticismo. (10-13años)


• Adolescencia media: aproximación al sexo contrario, coqueteo y ligues. (13-
15 años)
• Adolescencia tardía: enamoramiento. (15-18 años)
• Postadolescencia: noviazgo. (18 en adelante)

En la adolescencia tardía, la época del enamoramiento, los estudios, la familia y


los amigos pasan a un segundo plano, porque toda su vida se centra en el “otro”, a
quien encuentra formidable, positivo y sin defectos.

Mientras se está enamorando y es correspondido, el adolescente se siente pleno,


feliz. Su pasión se desata cada vez que oye hablar, ve o piensa en la persona
amada. No obstante en esta etapa tanto frenesí celestial, tiende a durar poco.

Uno de los motivos fundamentales de quebranto en el enamoramiento es la


manera tan distinta en que lo viven ambos sexos.

46
Ellas maduran sexualmente antes que los chicos y como consecuencia son más
precoces en el enamoramiento. Interpretan el impulso sexual masculino como algo
humillante, que las rebaja a un mero objeto sexual sustituible y desechable.

Ellos tienen más experiencia en el contacto físico-sexual que ellas. El chico busca
una relación para satisfacer su impulso sexual.

El contacto físico.

Según Vallejo (1997) en la adolescencia tardía el contacto físico de la pareja


puede ser de 2 tipos:

I.- El petting. Caricias, abrazos, besos, contactos intergenitales que producen


excitación sexual. Este se practica como sustituto del coito, al que no quieren
llegar por alguna razón que temen.

II.- El acto sexual pleno. Es más habitual hacia los 17 o 18 años. Cuando es la
primera vez es muy frecuente que la chica tenga miedo. Muchas chicas hacen el
amor porque no saben cómo decir que no, y algunas simplemente tienen complejo
de virginidad.

Post adolescencia: etapa del noviazgo.

El noviazgo se interpreta como un proyecto de futuro en el que no intervienen


condiciones de tipo ideológico ni moral. Los miembros de la pareja desean
entregarse a esta relación sin reservas.

Parece estar claro que la idea del amor romántico, que surge del proceso llamado
enamoramiento, es una invención. Antes de Romeo y Julieta la gente tenía
relaciones sexuales por placer. La gente podía satisfacer su deseo. Era más una
cuestión de ponerse de acuerdo con alguien. Las alcahuetas, como la célebre
Celestina, tenían la divertida tarea de facilitar encuentros. Se requería de cierta
discreción pero no existían aún las restricciones de los siglos siguientes. Donde la

47
moral restrictiva acompaña a la expansión del cristianismo. El panorama parece
estar cambiando. Escuchando conversaciones o en entrevistas a jóvenes, en
general coinciden en que ya no es tan necesario casarse o establecer un
compromiso formal para tener relaciones sexuales, pero manifiestan que debe
haber amor. En el discurso moderno el amor es requisito (o disculpa válida) para
la actividad erótica. Algunos ven en este requisito una nueva forma de moralismo.

La idea del amor es romántico, simétrico, bonito, pero también posee


complicaciones.

Lo primero que se debe señalar es que habitualmente hay una percepción distinta
del término “amor” en diferentes personas. La diversidad de significados para el
mismo término lleva a que dos personas, hombres, mujeres, pueden asumir que
“sienten eso” mutuamente, aunque para una suene a sacrificio y devoción, o bien
a pertenencia y posesión o a puro placer erótico, o compromisos de larga
temporalidad.

Pocas veces son sentimientos similares: aunque se declare “sentir lo mismo”, en


realidad las expectativas no son simétricas; lo que cada quien espera de la pareja
o de su propia persona suele ser distinto, si bien a veces hay cierta
correspondencia, inequitativa: una persona se siente dueña y la otra asume ser
poseída; la hizo suya, dicen, y en estos casos la persona acepta prácticas que le
ponen en riesgo cuando “ama” a la otra (en contraste, en el ámbito del trabajo
sexual las prácticas de sexo sin riesgo son más frecuentes que con la pareja
considerada “estable”, pues a la clientela sí se le pide condón). El no protegerse al
tener relaciones con la pareja “principal” es un tema por sí mismo y los elementos
para desarrollarlo son diferentes.

Hay muy pocas investigaciones formales sobre el enamoramiento. Tennov (1981),


enumera varias fases y sus características. Básicamente afirma que el
enamoramiento se acompaña de una percepción irreal de la persona y de la
situación. Empezamos por pensar que la persona está centrando su atención en

48
nosotros, toda acción realizada por la otra persona se percibe como un acto
instrumental destinado a captar nuestra atención, en las fases iniciales; y en fases
tardías puede pasar exactamente al revés: que los temores de perder a la otra
persona también nos hagan percibir la realidad de un modo equivocado. Por lo
tanto para esta autora, en el proceso de enamoramiento se da habitualmente una
suerte de aceptación incondicional de la otra persona: así características que en
otra condición serían molestas o incluso intolerables, en virtud del enamoramiento
se transforman en virtudes, por tanto cualquier propuesta, aunque sea
completamente irracional, resulta convincente.

Actualmente, la sociedad vive profundos cambios en sus códigos morales y


sociales. Esto se puede ver reflejado en la temprana práctica sexual en
adolescentes y la visión o reacción de la sociedad frente a este fenómeno, ya que
dichas conductas han tomado rumbos muy distintos, comparado a generaciones
anteriores.

La edad de iniciación sexual bajó dos años en las últimas dos décadas. Las niñas
tienen sus primeras experiencias entre los 15 y los 16, y los varones un año antes.
Este adelantamiento, sin embargo, no coincide con una mayor madurez de los
adolescentes, algo que alerta sobre la importancia de reforzar y mejorar la
educación sexual.

Una investigación realizada por la SAGIJ (2004) arrojó un dato importante: el 34%
de las adolescentes no se cuidó en su debut sexual, y 3 de cada 10 justificaron el
descuido en un pedido de su novio. Y hay más: de las que recurrieron a algún
método, sólo el 54% usó preservativo.

Otra novedad que alumbró el estudio fue un cambio en la edad de la primera


menstruación: hace unos 30 años ocurría a los 13,4 años; y hoy, a los 12,2. El
adelantamiento de la menarquia, sumado a la multiplicación de estímulos externos
(televisión, moda, Internet), hace que los chicos tengan un nivel de erotización
muy superior al que tenían las generaciones anteriores (Ibíd.).

49
Mientras un adolescente no tiene relaciones sexuales, no está en riesgo de tener
consecuencias negativas. Al revés, cuando se decide comenzar a tenerlas,
aparece la posibilidad del embarazo temprano y de otras consecuencias. En
efecto; las consecuencias de la actividad temprana son múltiples y negativas,
especialmente entre adolescentes de bajos recursos, cuyo destino queda de
alguna manera marcado cuando se embarazan. Uno de los problemas
metodológicos permanentes en este respecto ha sido el separar las
consecuencias de la precocidad en la conducta sexual y en el embarazo, de las
determinantes dadas por el escaso nivel educacional y la pobreza, que de por sí
son otros determinantes importantes del riesgo en esta situación. En este sentido,
los estudios muestran que el riesgo en este plano tiene los mismos factores
determinantes que las otras conductas.

Hay factores que adelantan el inicio sexual. La edad de la menarquia, el deseo de


independencia (las ganas de irse de la casa o de tener algo propio), el
desconocimiento de la anatomía, la soledad, la baja autoestima, las drogas,
figuran entre los factores de riesgo personales. Pero también hay cuestiones
familiares (inestabilidad familiar, falta de diálogo, ejemplo familiar de embarazo
precoz) y sociales (falta de proyectos, presión del grupo de pares). Por eso,
porque hay cosas que no están en nuestras manos, en lugar de prohibir e intimidar
hay que formar al niño para que desarrolle su propia conciencia y pueda decidir y
cuidarse según sus valores. (Covertini; 2005).

Generaciones atrás, los varones daban sus primeros pasos en la materia con un
signo ineludible: el afecto, al margen. Y a la mujer le tocaba esperar que el
matrimonio le abriera las puertas al sexo. Hoy se inician con el chico o la chica
que salen. Cambió mucho, pero queda un largo camino por delante porque
muchos temores y tabúes siguen vigentes. (De la Parra; 2005).

En todo caso, ha sido posible determinar las consecuencias de la precocidad en


sí. Mientras más tempranamente los jóvenes comienzan su vida sexual, es más
probable que sigan consecuencias negativas. Quienes se inician sexualmente en

50
forma precoz tienen más relaciones sexuales y más parejas que quienes
comienzan su vida sexual posteriormente. Las consecuencias más nocivas para
la salud son las enfermedades de transmisión sexual, con sus efectos colaterales
como: infertilidad, cáncer cervical, embarazos, infecciones que se transmiten al
recién nacido.

Las consecuencias más directas del embarazo temprano se ligan con la crianza
de hijos. En nacimiento de un hijo impacta tanto a la madre como al niño, primero
y, luego, al padre, sus familias y sus comunidades.

En los años siguientes al nacimiento del hijo, las madres adolescentes sufren de
desventajas serias: menores logros educacionales, matrimonios menos estables,
trabajos de menor calidad, menores ingresos, y muchas veces situaciones de
desempleo crónico.

Otra consecuencia negativa es el aborto, ya que existe mayor tendencia a


presentar abortos espontáneos y no espontáneos, así como a tener una tendencia
a reacciones depresivas posteriores. La decisión de entregar al niño para
adopción es otro tema.

En resumen, el riesgo de las consecuencias negativas, producto de la actividad


sexual adolescente, puede definirse en tres momentos: la iniciación de la conducta
sexual, el uso de medidas contraceptivas y el nacimiento que sigue a un embarazo
no deseado. Para muchos, la conducta sexual prematrimonial se ha transformado
en la conducta normativa en esta etapa de la vida.

Es claro que la actividad sexual temprana puede llevar a consecuencias muy


negativas para la salud, no sólo en términos de embarazo, sino, también, en
cuanto a mayor frecuencia de enfermedades de transmisión sexual y de mayor
riesgo de SIDA. Es por ello que la prevención primaria se centra en el retraso del
comienzo de las relaciones sexuales hasta que el adolescente esté listo para
responsabilizarse por las consecuencias de su conducta. Aún para aquellos que

51
aceptan el uso masivo de contraceptivos entre los adolescentes, es claro que
quienes comienzan su vida sexual en la preadolescencia no son buenos para
utilizar este tipo de mecanismos. La mayoría de los adolescentes de menos de 18
años que son ya sexualmente activos no usan ningún anticonceptivo. Cuando lo
hacen, tienden a realizarlo en forma poco eficiente, esporádica o incorrecta.

Son, también, claras las estadísticas acerca de las consecuencias de los


embarazos tempranos. Las embarazadas adolescentes sufren muchas
consecuencias negativas, tanto en el corto como en el largo plazo. No sólo ellas
sino sus familias que muchas veces deben hacerse cargo de ese niño.

Lo que hace diferente esta conducta de otras es el grado de tensión cultural


existente acerca del sexo.

La cantidad de reacciones emocionales sobre la permisividad o restrictividad de la


crianza de los hijos es menor si se plantea el tema de las drogas o el de la
delincuencia que en el caso de la conducta sexual. La mayoría de los padres
están de acuerdo con que sus hijos no consuman drogas, por lo menos ilegales,
en que no es positivo que reaccionen agresivamente en situaciones escolares, con
sus amigos, parejas o pares, y menos que incurran en violencia antisocial, que sea
clasificada como delincuencia.

3.- La adolescencia y la influencia de los pares, escuela y medios de


comunicación.

Los pares son los primeros en influir en el niño. Estos están dentro de la familia:
son sus hermanos. El sexo de éstos es de importancia para el desarrollo
adolescente, en especial el de los hermanos mayores, quienes influyen desde
temprano en el niño sea directa, premiando o castigando sus conductas, sea
indirectamente, proporcionándole un modelo. Se ha visto que la tendencia a tener
amigos del mismo sexo o del opuesto está ligado a la experiencia fraternal. El

52
tener hermanos del otro sexo aumenta la preferencia por amistades
heterosexuales.

Con respecto a los amigos: la influencia de los pares en la conducta social es


importante, especialmente en las tendencias a la agresión, valores, liderazgo,
participación en actividades extra programáticas, elección de amistades e
identificaciones grupales. La elección de compañeros de clase y amigos es muy
determinante del desarrollo individual posterior, reforzando, a veces, los rasgos ya
desarrollados al interior de la familia, y otras veces distanciando al adolescente de
éstos.

En relación a la escuela, Krauskopf (2002), señala que la permanencia en el


ámbito escolar es un importante factor de desarrollo para los adolescentes, pues
allí se verifican dos procesos fundamentales: la socialización y la evolución del
desarrollo personal. Los impulsos y necesidades primariamente dadas desde la
biología deben ser tamizadas y controladas por el individuo con ayuda de sistemas
externos que los encaucen. Este rol, que inicialmente le pertenece a la familia, es
progresivamente tomado por la enseñanza primaria y luego secundaria. El
desarrollo personal es promovido a través de ayuda en el campo de elaboración
de la identidad, toma de decisiones vocacionales y elaboración del proyecto de
vida futuro durante la adolescencia. La misión educacional es compleja: actúa
como puente entre generaciones, transmitiendo el saber acumulado por la cultura,
y estimulando posibilidades creativas y de nuevos desarrollos que permita el
progreso individual y social. La colaboración de los padres es un elemento
importante en el rendimiento y logro, no sólo académicos sino en el desarrollo
personal global de las personas. Las familias en nivel de pobreza tienen
especiales dificultades en apoyar a sus hijos, y por ello es mucho más frecuente
que en ellas disminuyan rendimientos y aumente la deserción escolar. Por ende,
la doble finalidad de la pedagogía es instruir y educar. Muchas veces se
preferencia la primera, o sea, la transmisión de conocimientos a través de
docencia directa. Sin embargo, la función educativa o formadora de personas

53
capaces de desarrollar todas sus potencialidades y de ser creativas, es el papel
más valioso para los educadores, y debiera ser más preferenciado por los
sistemas escolares.

5.- Violencia en las parejas adolescentes

Están muy enamorados, cualquiera puede verlo. En la escuela y cuando salen con
sus amigos, siempre buscan estar juntos. Presumen de su amor. Pero si él o ella
coquetea con otras personas, entonces se enojan, se insultan y pueden incluso
abofetearse. La reconciliación es lo mejor. Pellizcos en los cachetes, leves
nalgadas o palmaditas en la nuca o espalda. Y las palabras de siempre: "No pasa
nada. A ti es a quien quiero", y asunto arreglado. Tan recurrente es la escena que
ambos se acostumbran. Con algunas variantes, así nace la violencia en el
noviazgo. Si se permite, del reclamo se pasa al insulto; del insulto a los golpes; de
los golpes al sometimiento y de éste a la violencia sexual.

Las conductas violentas en las relaciones de pareja no formales no son percibidas


como tales ni por las víctimas ni por los agresores, pues generalmente se
confunden maltrato y ofensas con amor e interés por la pareja. A partir de los 14
años y hasta antes del matrimonio, los adolescentes y jóvenes comienzan a
aprender y ensayar nuevas formas de comportamiento acordes con su creciente
libertad e independencia de la familia de origen, para adoptarlas en su vida futura.

Zarate (2003) plantea que:

Es imposible pensar una relación amorosa sin una dosis de sentimiento hostil,
porque así nos enseñaron desde la infancia.

54
Ella explica que:

"…Un buen día, nos damos cuenta que mamá, papá, o ambos, no nada más nos
tratan amorosamente, sino que también nos regañan, nos pegan, nos gritan, se
enojan, nos amenazan con la pérdida de su amor. Y eso se reproduce, de algún
modo, en relaciones posteriores que son, todas, ambivalentes, con sus dosis de
amor y odio”. (Ibíd: 79.)

Los tipos de violencia en el noviazgo son física, verbal, psicoemocional,


económica y sexual, que no son excluyentes entre sí. Las consecuencias en la
persona agredida son depresión, baja autoestima, aislamiento, fracaso escolar y
bajo rendimiento laboral. Pero es tan cotidiana esta violencia que no es fácil
detectar su trascendencia social, y es esta invisibilidad uno de los factores que
desencadenan la violencia intrafamiliar. Zárate afirma que en la adolescencia está
presente un mecanismo psicológico que favorece relacionarse de manera
agresiva. Es más fácil para los jóvenes acercarse al otro con actitudes violentas.
Si se observa en las escuelas, ambos sexos se pegan y maltratan entre sí
reiteradamente, como si fuera un juego, porque para ellos es más fácil tocarse
golpeándose que tocarse amorosamente; lo que quieren es acariciarse porque
andan deseosos, pero como no se atreven a reconocer sus deseos, porque eso
les causa, rabia, entonces la forma de hacerlo es por medio del golpe.

El maltrato a la pareja puede ocurrir en cualquier momento, desde la primera


salida juntos o hasta transcurridos varios años de relación, pero su diferencia ante
otros tipos de violencia es el proceso de socialización y adquisición de roles de
género en los adolescentes, mismos que determinan el dominio como
comportamiento masculino y la sumisión como femenino, sumados a la
idealización del "amor romántico" que todo lo puede superar y todo lo perdona, así
como por el carácter informal y efímero de la relación. Y aunque tales patrones de
conducta sean parecidos a los identificados en parejas formales, no es frecuente
que el noviazgo presente niveles de maltrato físico similares a los del matrimonio o

55
relaciones equivalentes; es decir, entre novios los golpes no son la manifestación
ordinaria de la violencia, pero en el ámbito del juego son comunes, y eso lleva a
que su gravedad parezca mínima.

56
CAPITULO III

EL SUJETO JUVENIL DEL SIGLO XXI, NUEVOS COMPORTAMIENTOS


ENTRE GENEROS Y VIOLENCIA ESCOLAR

El presente capitulo tratara sobre las características relacionales del joven de la


edad post moderna y los elementos y factores que inciden en el joven del siglo
XXI.

Analizaremos el rol que tiene la escuela tanto a nivel social como individual en la
vida de los adolescentes, como también, la violencia que hoy en día esta presente
como una forma de relacionarse y resolver conflictos.

Los jóvenes de comienzos del nuevo siglo viven y van vivir en el cambio, ¿cómo
están siendo preparados para ello?

Se requiere actualmente formar a los niños y jóvenes para que comprendan el


mundo, pero además con las herramientas necesarias para actuar en el.

Se requiere proveerlos de una formación moral y actitudinal fundada en valores


de iniciativa personal, creatividad, trabajo en equipo, espíritu emprendedor y
relaciones basadas en la confianza mutua. Proveerlos asimismo de oportunidades
de aprendizaje, de visiones diferentes a las propias, de modo de formar a
personas abiertas y flexibles a la vez de autónomas y con un sentido crítico que
les permita discernir entre múltiples opciones.

Esto demanda un esfuerzo a la cultura escolar por organizar oportunidades de


aprendizaje a través de un currículum relevante que ayude a los jóvenes a
orientarse en un mundo cambiante y entregarles bases seguras para ello.

57
1.- La juventud en la sociedad postindustrial

La adolescencia fue conceptualizada a finales del siglo XIX, y se democratizó en la


primera mitad del XX. La segunda mitad del siglo ha presenciado la irrupción de la
juventud, ya no como sujeto pasivo sino como actor protagonista en la escena
pública. Tras la gran conflagración, que significó la Segunda Guerra Mundial,
pareció imponerse en Occidente el modelo conformista de la juventud, el ideal de
la adolescencia como período libre de responsabilidades, políticamente pasivo y
dócil, contrario a lo que generaciones de educadores habían intentado imponer.
En Alemania se hablaba de generación escéptica, en Italia de gioventu bruciata,
en Francia de existencialismo, para referirse a las actitudes de evasión que
arrastraban las secuelas de la guerra y el desencanto. En su celebre ensayo
sobre la juventud europea de posguerra, Aranguren (1961) la había descrito bajo
el signo de la despolitización, la privacidad, el escepticismo y el consumismo. Sin
embargo, el mismo autor, intuyó una tendencia a la “juvenilización” de la sociedad,
expresada en la emergencia de la llamada “cultura juvenil”, en la cual empezó a
tener éxito el culto al joven y la juventud se convirtió en la “edad de moda”. Por
otra parte, aparecía la imagen inquietante del “rebelde sin causa”, cuyo
inconformismo no pasaba de ser una actitud estrictamente individual. Era una
imagen a la que pronto sucederían otras, igualmente inquietantes, que algunos
autores unirían en una “oleada mundial de gamberrismo”, protagonizada por una
nueva generación de jóvenes que amenazaba con socavar los fundamentos de la
civilización.

Los actos de delincuencia juvenil, que tan profusamente se recogen en las


páginas de sucesos, no son más que avanzadillas de una era anárquica y
primitiva, que se vale del número, del grupo y del anonimato.

”…El mal de fondo no reside en las características externas de estos muchachos:


su vivir estrafalario, su peinado extravagante, su gusto por la bullanguería, su
afición al rock & roll o al twist, su fervor por el exceso de velocidad y su agrupación
en pandillas. El verdadero problema está en que son muchachos indisciplinados,

58
sin ideología ni moral, amigos del desenfreno y cuyas francachelas transcurren al
borde de lo asocial, por lo que fácilmente se deslizan hacia el delito”. (Fleixa, 2006:
52)

De acuerdo a Fleixa, en este proceso existen cinco factores de cambio que son
fundamentales:

1) La emergencia del Estado de bienestar creó las condiciones para un


crecimiento económico sostenido y para la protección social de los grupos
dependientes. En un contexto económico de plena ocupación y creciente
capacidad adquisitiva, los jóvenes se convierten en uno de los sectores más
beneficiados por las políticas del bienestar, ansiosas de mostrar sus éxitos
en las nuevas generaciones. Las mayores posibilidades educativas y de
ocio, la seguridad social, la ampliación de los servicios a la juventud, la
transferencia de recursos de los padres a los hijos; quienes pasan de dar “la
paga” a sus progenitores a recibirla de estos.

2) La crisis de la autoridad patriarcal conllevó una rápida ampliación de las


esferas de libertad juvenil; según Mendell (1972), la “revuelta contra el
padre” era una revuelta contra todas las formas de autoritarismo.

3) El nacimiento del teenage market ofreció por primera vez un espacio de


consumo específicamente destinado a los jóvenes, que se habían
convertido en un grupo con creciente capacidad adquisitiva: moda, adornos,
locales de ocio, música, revistas, etc., constituían un segmento de mercado
de productos adolescentes para consumidores adolescentes, sin
demasiadas distinciones de clase.

4) La emergencia de los medios de comunicación de masas permitió la


creación de una verdadera cultura juvenil internacional-popular, que iba
articulando un lenguaje universal a través de la radio, el disco y el cine, que

59
hacía que los jóvenes empezaran a identificarse más con sus coetáneos
que con los miembros de su clase o etnia.

5) El proceso de modernización en el plano de los usos y costumbres supuso


una erosión de la moral puritana, dominante desde los orígenes del
capitalismo, siendo progresivamente sustituida por una moral consumista
más laxa y menos monolítica, cuyos portadores fueron esencialmente los
jóvenes. Uno de sus resultados fue la llamada “revolución sexual”,
posibilitada sobre todo por la difusión de los anticonceptivos. (Ibíd.)

Según Silva (2002), prácticamente hasta fines de los 60 y principios de los 70 se


hace extensiva la categoría de sujetos juveniles populares, pues hasta ese
momento, la juventud como categoría social respondía solo y exclusivamente al
perfil de estudiante de nivel universitario. Es producto de la masificación de la
educación básica y posterior ampliación del acceso a la educación secundaria, al
crecimiento de las urbes, con su poderosa atracción sobre la vida tradicional
campesina y junto a la masificación de los medios de comunicación,
especialmente la radio y posteriormente la televisión, que se puede comenzar a
hablar, de los y las jóvenes como categoría social amplia. Sin embargo, en esta
construcción social de la juventud, como históricamente se ha dado, han
permanecido ausentes, hasta hoy, los jóvenes rurales, y también las mujeres
jóvenes.

Ellos no son parte aún, en su totalidad, de este concepto de juventud, tal y como
se lo entiende en las grandes ciudades urbanas, y que responde más bien al
modelo de varón, urbano y en gran medida estudiante.

Zinnecker (1987), expresa claramente que con la aparición de la juventud


burguesa, se produce una ruptura del concepto tradicional corporativista, la
concepción de la juventud pre-burguesa, es corporativista. Cada corporación
profesional tiene su propia juventud, o sea, expectativas de participación crecidas

60
autónomamente. Esta concepción corporativista que tiene su correlato en
estructuras sociales claramente definidas, se hace trizas con la aparición de la
juventud en el sentido actual, y que a diferencia de los modelos pretéritos, se
produce y rearticula, en las actuales condiciones, en sociedades altamente
complejas y masificadas.

Como resultado del cambio, demográfico y geográfico, experimentado a partir de los


años cincuenta en las sociedades latinoamericanas, y que vienen a emular la
tendencia de países desarrollados, el crecimiento de la población comienza a darse
principalmente en las grandes ciudades, ésta, que es una tendencia de la
modernidad, tiene a su vez un impacto profundo en las subjetividades de las
personas que viven en estas sociedades, cada vez más urbanizadas.

Según el mismo autor (Ibíd.), al gran aumento de la tecnología, se suman


fenómenos a nivel mundial como la globalización e internacionalización de los
sistemas de mercados, la libre circulación de mercancías y mensajes, el
nacimiento de bloques comerciales continentales, la ausencia de contrapesos
político-ideológicos al neoliberalismo, la tensión derivada de cuestiones relativas al
manejo sustentable del ecosistema, las oleadas de desplazados económicos.

En las condiciones actuales de acumulación en el marco del nuevo modelo


transnacionalizado, el empleo ha pasado de ser una preocupación por mejores
condiciones de ingreso y participación de la fuerza de trabajo en el control de los
factores de producción, a ser una cuestión que no está ni con mucho asegurada.

Pues, las denominadas ventajas comparativas de los mercados del trabajo, se han
convertido gracias a la llamada tercera revolución tecnológica o de la información
en una seria amenaza para la producción y mantención de los niveles de empleo
que, por cantidad y calidad, se requieren en la actualidad.

Así pues, en este contexto mundial, los y las jóvenes de las grandes urbes han
comenzado a desarrollar, casi paralelamente a los cambios mencionados más

61
arriba, mecanismos de respuesta alternos al modelo imperante. Estas respuestas
no son nuevas, son expresión de la realidad juvenil que han acompañado estas
últimas décadas que son, a la vez, de desarrollo, homogeneización y anonimato.

En la respuesta juvenil, intuitiva en algunos casos, sistemática en otros, a las


grandes corrientes culturales hegemónicas, los jóvenes buscan rehacer aquellos
lazos rotos o perdidos, producto de los fenómenos mundiales de modernización, y
lo hacen desde lo que mejor conocen: una vuelta a lo tribal, en el sentido de una
mayor incidencia de lo emocional-afectivo, aquello que es propio de la comunidad
de hermanos, de los que comparten un destino y una finalidad común. Surge
entonces, según Maffesoli (1990), una nueva tendencia, un nuevo tipo de
agrupamiento, ése que el autor ha denominado tribus y que tan rápidamente han
cubierto el mapa humano de las grandes urbes y, por supuesto, el de los medios
de comunicación, esos escudriñadores y amplificadores de este nuevo fenómeno,
y que también son su principal sostén.

Uno de los elementos principales de la experiencia de ser joven, en la actualidad,


es sobreponerse al anonimato de las grandes urbes, dejar huella, ser reconocido
en su existencia. Es decir, poder reconocerse como sujeto, tener una identidad
propia y particular.

Sin embargo, dotarse de algo tan complejo y necesario no es, una tarea fácil y a
ello, el/la joven, dedicarán una parte importante de sus energías y de su
existencia.

En este buscar y re-buscar identidades o puntos de referencia los y las jóvenes se


ven sometidos a tensiones y contradicciones que los sitúan, en algunos casos, en
puntos críticos de su construcción de identidad. La diferencia o abismo que existe
entre sus aspiraciones y sus posibilidades.

“…Es posible que algunos jóvenes, ante esta tensión entre experiencia y
expectativas, adopten también posturas defensivas y traten de prolongar el campo

62
de experiencia, es decir, la vida de cada día” (Machado, citado por Silva, 2002:
128)

Se manifiesta también, incidencia de exclusión, desamparo e incertidumbre que


viven algunos jóvenes de nuestra sociedad actual.

Se identifican en la actualidad, con total precisión cuáles son los problemas que
enfrentan los adolescentes, apesadumbrados por las dificultades para acceder a
los beneficios del desarrollo neoliberal de nuestro país.

Los jóvenes se muestran fundamentalmente inseguros con relación al futuro, y en


gran medida pesimistas, lo cual también está relacionado con la escasez de
oportunidades y la inserción al mundo laboral.

Identifican el trabajo como uno de los principales problemas que enfrentan en el


contexto de la falta de oportunidades y medios que les brinda nuestra sociedad
(este punto se relaciona principalmente con los jóvenes de escasos recursos).

Estas respuestas dan cuenta de las escasas posibilidades de insertarse en la


sociedad y proyectarse en el futuro, constituyendo expresiones de una situación
traumática en el ámbito social. El tema de la incertidumbre, de las dificultades para
poder proyectarse en un futuro impredecible y a veces imposible, ha conducido a
que según las autoras Selener y Sujoy (1998) introdujeran el concepto de un
nuevo duelo que deben enfrentar los adolescentes contemporáneos, que ellas
denominan “duelo a futuro”. Un duelo vinculado con lo que no podré, lo que no
seré, o que quizás nunca pueda ser:

“…Anticipar la incertidumbre, la disolución de ciertos anhelos que la cultura puede


no contener, ubica al adolescente en una posición de apuesta permanente a un
futuro que no se puede delinear.” (Ibíd: 57)

De por sí, la percepción por parte de los adolescentes, del trabajo como principal
problema que enfrentan en el contexto de la falta de oportunidades y medios que

63
hoy les brinda nuestra sociedad, implica el reconocimiento de una situación
básicamente violenta de acuerdo con la definición que manejamos, en tanto que
dicha situación remite a un poder instituido, donde ellos quedan ubicados en el
lugar del desconocimiento. Es decir, no reconocidos como sujetos de deseo,
anulados como sujetos diferenciados, impotentes, sumidos en una pérdida de
identidad y singularidad que señala el lugar de la angustia. Esto resulta relevante,
ya que además de que para muchos jóvenes (lamentablemente cada vez más)
trabajar constituye un factor básico en cuanto a sus posibilidades de una
supervivencia digna, el acceso al trabajo y las posibilidades de inserción social,
por sí mismas, son instancias que tienen una función estructurante de la
personalidad, lo cual adquiere especial importancia en esta etapa vital.

Al referirnos al mundo del trabajo, o a la posibilidad de desarrollar una actividad


productiva de cualquier índole, con seguridad para los y las jóvenes de un estrato
social más bajo, estamos hablando de una incerteza. Mas aún si queremos
discernirla como la “alegría” de producir, de transformar la naturaleza y de
satisfacer las necesidades, estamos hablando de imposibles, o quizás de
cuestiones nunca planteadas con agrado en algunas mentes.

En contraste, lo que termina ocurriendo es que el espacio laboral, se transforma


en un lugar que se asocia directamente con algo que “debe hacerse” y “que
desagrada”. Junto a ello se desarrolla un estereotipo de joven igual flojo, joven
sinónimo de quien evita el trabajo.

Se niegan de esta manera las prácticas laborales que se asumen en las


organizaciones, los grupos de esquina, las actividades poblacionales, las
pastorales juveniles, ante situaciones cotidianas o de catástrofes (incendios,
inundaciones, etc.). En ellas se dan muestras de actitudes de responsabilidad y
entrega que surgen desde la concepción de trabajo como el agrado de crear y
recrear para sí mismos y para el grupo al que se pertenece.

64
Sin embargo, con el predominio sin contrapeso de los parámetros neoliberales, la
inserción social, se hará efectiva en la medida que se logre o no, participar de las
posibilidades que el mercado ofrece y cumplir con un rol productivo.

El mercado, con su automatismo inherente será quien decida los que se integran y
también los desechables y sobrantes. Para ello cuenta con la ayuda de otras
instituciones sociales que tiene un rol bien definido y que se suman a las
anteriores; algunas como centros de rehabilitación de delincuentes, iglesias,
organismos benéficos, etc. los cuales tienen un efecto que completa el de los
establecimientos especialmente creados para garantizar la inserción de la
juventud en la sociedad. (Coleman, 1989: 89)

Sin embargo, se insiste en definir la responsabilidad en los jóvenes, los cuales se


muestran ante la sociedad como eligiendo una profesión, adoptando una forma de
vida adulta y ocupando un lugar mas claramente determinado en la sociedad de
los adultos. (Ibíd.)

Esto se reafirma en la concepción del mercado como campo de posibilidades que


serán aprovechadas en tanto la destreza y el esfuerzo individual logren la
“inserción” en él. Atribuir la responsabilidad a la persona, implica que si no se
integra es su culpa, ya que no utilizó bien las “oportunidades ofrecidas”.

Existe un conjunto diferente de “dificultades” cotidianas o tradicionales, además de


las mencionadas, por las cuales atraviesan los jóvenes en nuestros días; asignan
responsabilidad de estas dificultades a la familia, la escuela y las estructuras
económicas (que se relacionan estrechamente con el tema del trabajo,
mencionado anteriormente).

Sin entrar a cuestionar tales instituciones, ni de enjuiciar la concepción de joven


como individuo en preparación para la integración, se considera que la familia
juega un rol fundamental en el proceso de integración de los jóvenes. Esta ha sido
concebida como:

65
“…Una institución instrumental para este fin, para la futura inserción social, es el
sostén material mientras el joven se prepara”. (Agurto, 1985:62).

El rol social que la familia juega, entra en conflicto con el joven, cuando este no
quiere seguir el ritmo que se le impone por ésta. En relación a la inserción social,
corresponde a una característica de quienes al verse enfrentados no a una
decisión, debido a que ya decidieron por él o la joven, queda atrapado en una
única alternativa de desarrollo. Comúnmente, frente a esta situación, éstos
desarrollan actitudes críticas y de desprecio, que a ojos de los adultos son vistas
como características de rebeldía e inmadurez, las cuales generalmente son
reducidas a conflictos padre e hijo o generacionales, entre generaciones distintas.

Por otra parte, tanto la escuela como posteriormente la universidad o la educación


superior, corresponden a instrumentos que “supuestamente” preparan al joven
para enfrentarse a un posterior mundo laboral, que junto a los cambios propios
psicológicos y biológicos, se complementarían para definir una persona capaz de
desempeñarse eficientemente (o no) en un set de roles sociales. Undiks (1989).

Lo cual es condición fundamental para lograr la integración social. De acuerdo a


cada realidad social, la etapa de la juventud variará en su término de acuerdo al
momento de entrada al mundo laboral, momento de aceptación como adulto en los
países capitalistas.

Se puede mencionar, también la escuela como escenario de nuevos conflictos de


los y las jóvenes ante la rigidez de los contenidos y métodos utilizados por el
sistema educacional, muchas veces, uniforme y asfixiante, en ocasiones de lejanía
con los contenidos de problemáticas reales de los/as jóvenes de hoy, además de
la carga moralista que impone.

Por otra parte, los jóvenes actuales formados en el marco de valores


individualistas y competitivos, tienen un fuerte acento en el proyecto de vida
individual, en una orientación vital más bien individualista y un tanto más

66
pragmática. Existe hoy en día, una alta valoración del esfuerzo personal y el logro
individual, dejando más atrás lo que pudieran ser intereses sociales o intereses
colectivos.

Cuando se les encuesta sobre sus aspiraciones, suele aparecer como primera
prioridad, el éxito profesional-laboral, seguido de la realización afectiva y personal.
Una buena profesión, un buen trabajo, crecer como persona y formar una familia,
parecen ser los anhelos de los jóvenes, lo cual se contrapone en parte a lo
mencionado anteriormente ya que a la vez constituye uno de los riesgos o temores
de la vida futura.

En igual sentido, entre las cualidades más valoradas por los jóvenes, destaca la
responsabilidad, el esfuerzo personal y la confianza en sí mismos, datos que
pueden parecer contradictorios con la impresión que los adultos tienen de los
jóvenes , a quienes los perciben como más bien “flojos”, con dificultades en la
disciplina personal y el cumplimiento de responsabilidades. Lo llamativo es que los
mismos jóvenes, junto con admirar a personas emprendedoras, que surgen con
esfuerzo, se reconocen muchas veces relajados, flojos, o poco comprometidos.

Es interesante, también, constatar que muchos de los programas de capacitación


para jóvenes, están percibiendo que la enseñanza de un oficio es insuficiente, y le
están dedicando cada vez más tiempo al desarrollo de hábitos, al control de
impulsos y a la tolerancia a la frustración. Es cierto que muchos de estos
programas se enfocan a jóvenes con un cierto nivel de marginalidad social, pero
igual es un dato que debe hacer pensar.

Actualmente, a diferencia de lo que ocurría hace algunos años, las grandes


ideologías no constituyen elementos de identificación para la mayoría de los
jóvenes. En cambio, muchos configuran su identidad con referentes de
connotación más afectiva y, menos exigente, como clubes deportivos, conjuntos
musicales; o bien, con elementos portadores de rechazo o denuncia a la sociedad,
como pequeños grupos juveniles, los cuales según Duarte (1992), se entienden

67
como las distintas expresiones de agrupaciones o asociaciones juveniles, que se
reúnen en tanto motivaciones propias (explícitas o no) y que poseen una
característica generacional, en tanto sus integrantes tienen edades y prácticas
comunes; entre estas ,podemos mencionar dos tipos de grupos: las
organizaciones juveniles y tribus urbanas.

De acuerdo a Silva (2000), en este proceso que hemos descrito, de búsqueda y de


afirmación de su propio yo, el o la joven, abandona su familia, el grupo inicial de
referencia, por otro que está fuera de su hogar, que se constituye a partir de otros
que como él o ella, se encuentran en la intemperie, a la caza de elementos y
rostros que les dé una identidad, es decir, una seguridad mínima sobre la cual
armar su propia visión de los que son y lo que desean ser. En este movimiento de
búsqueda individual, interior, tan irremediablemente necesario, el joven busca a
otros, de ahí que la conformación de la identidad, al menos en un primer momento
se haga en referencia a los otros. Es decir, que la identidad personal,
paradojalmente, se edifica a partir de conocer y reconocerse en otros. Es lo que
Machado (2000), define como las revueltas de la vida, donde se exalta la
sociabilidad juvenil y las culturas juveniles. Y en este punto adquiere fuerza el
grupo de pares o el de referencia, los que en la actualidad, están fuertemente
dominados por la presencia y la estética de la tribu urbana, que constituye la
versión más contemporánea de socialización grupal.

“…El pertenecer a una determinada tribu le permitirá pensar de una manera, vestir
de una forma determinada, y actuar según el resto del grupo. El yo individual se
sustituye por un yo colectivo: nosotros somos, nosotros pensamos, nosotros
hacemos.
Así la adolescente busca fuera en el grupo lo que no puede configurar
interiormente, y una vez instalado psicológicamente en la grupalidad, se sentirá
seguro. Esta identidad tribal se organizará en torno a unas coordenadas de
espacio y de tiempo, dentro de las cuales los miembros del grupo manifiestan y
desarrollan una cultura propia y diferencial: lenguaje, símbolos, rituales y
ceremonias” (Aguirre y Rodríguez, citado por Silva 2002 (b): 5)

68
A través de éstas formas de sociabilidad, los jóvenes buscan su identidad,
comparten intereses, se refuerzan, se recrean, a partir de estos ámbitos, allí las
normas, las reglas, los valores, lo aceptable y lo reprochable adquiere nuevo
sentido y singularidad. Éstos grupos son generalmente bastante homogéneos en
sus construcciones sociales y de sentido, los adolescentes se adscriben a
características comunes, a gustos similares, poseen dentro de su estructura de
grupo un liderazgo mas bien horizontal, todos son jefes. Las mujeres que
pertenecen al grupo tienen una funcionalidad mas dada por la estética y
compañía, ya sea, afectiva o sexual.

Dentro de estos grupos existen reglas más o menos compartidas sobre aquello
que se considera un conflicto y las normas para solucionarlo.

La ropa y/o indumentaria utilizada sirve para adscribirlos y relacionarlos con su


grupo, la tribu de pertenencia y que representa valores culturales, permite
diferenciarlos, pero también asociarlos.

La calle tiene una connotación diferente en relación a tiempos pasados para los
adolescentes, hoy en día, constituye un espacio para la movilidad, el transporte o
la traslación de un punto a otro, pero también es soporte, unidad o espacio de
reunión y recreación.

La calle es la principal esencia que separa y une a los jóvenes, en esta se juega el
espacio de influencia, se demarca el territorio o se establece la superioridad de
unos sobre otros.

Otro aspecto importante que caracteriza a los jóvenes actualmente, corresponde


al “carrete juvenil”, ésta es una de las expresiones que con mayor fuerza identifica
a los jóvenes actuales, también constituye la ocasión en la que se presentan las
conductas mas temidas por el imaginario adulto. Se le asocia, no sin razón, a las
posibilidades de los excesos vinculados al alcohol, el sexo, las drogas y conductas
de alto riesgo.

69
La situación de pareja nos plantea la existencia de relaciones entre los jóvenes,
los cuales, construyen sus afectos fuera del hogar principalmente en la lógica del
amor de pareja desde muy jóvenes, y esta relación se expresa en el contacto
íntimo, por lo que se constituye verdaderamente en una experiencia significativa
para un alto porcentaje de ellos y que tiene consecuencias impredecibles para un
grupo significativo de los involucrados, teniendo en cuenta que actualmente se
inicia la vida sexual a muy temprana edad, no alcanzando la madurez suficiente
para enfrentar la problemática que en ocasiones conlleva.

En el plano social, los jóvenes manifiestan sensibilidad y preocupación por ciertos


problemas por los cuales atraviesa la sociedad como la pobreza, la falta de
oportunidades o las deficientes condiciones de trabajo (temas mencionados
anteriormente que afectan a los jóvenes en nuestros días).

Sin embargo, la participación activa para resolver estos problemas es baja. Aún
así, adhieren con entusiasmo a iniciativas circunstanciales y directas de ayuda al
prójimo.

“…Los jóvenes actuales se han convertido – transmutación y globalización de por


medio - en puro gesto e imagen, y como tales se evaporan, se diluyen en el trabajo
urbano. Los jóvenes rurales simplemente no existen” (Silva, opcit (b):37)

Durante las últimas décadas hemos visto generaciones de jóvenes enfrentadas a


demandas y tareas comunes, casi invisibles para la sociedad, donde no están
dadas las condiciones políticas, culturales ni económicas para ser tratados con
igualdad.

70
2.- Violencia Escolar

En las sociedades modernas la educación ocupa un lugar preferente entre las


organizaciones e instituciones que componen el orden social. Esta importancia se
relaciona tanto con la labor fundamental que realiza en el plano de la integración
social, como por la centralidad que adquiere, en el contexto de las sociedades
industrializadas, en el desarrollo y progreso de las mismas. Por lo ya mencionado,
esta institución se vincula directamente al plano de lo social, pero también se
relaciona con el plano de los sujetos, por su trascendencia en el desarrollo
identitario de los individuos.

Se podría decir que en el contexto social la institución escolar se encuentra


cruzada por dos funciones que a la vez son contradictorias entre si. Por una parte,
la escuela es uno de los espacios de socialización en el marco de la reproducción
social y de la conservación del orden social; debemos mencionar que hablar de
socialización es hablar de un proceso de gran complejidad de la naturaleza
humana, fenómeno presente en todo orden social, clase social, edad, presente en
todo momento en la vida cultural del hombre y la mujer. La socialización, es
necesario asumirla como el proceso mediante el cual se logran comprender las
estructuras simbólicas del ser sí mismo y de la sociedad, en competencias y
patrones de interacción, proceso en el cual, según Habermas (1999), se afectan
los instrumentos del entendimiento desarrollado mediante la acción comunicativa
que hacen posible que ese mundo externo e interno se dote de sentido y
significado.

La socialización, según Fanfani (1994) debe ser entendida como un momento de


la relación que el hombre mantiene con la realidad que le es externa, pero a su
vez indica un proceso mediante el cual la realidad (en su dimensión natural y
social) se internaliza en los sujetos, esto es, se vuelve realidad subjetiva. Si bien la
escuela es una invención de la modernidad, esta sigue ocupando un espacio de
predilección para la socialización de los individuos, tanto que autores como Berger
y Luckmann (1983), la reconocen como un espacio donde se hace presente la

71
socialización secundaria, desde ese punto de vista, la institución escolar se
transforma en un instrumento al servicio del orden social, ya que contribuye de
manera decisiva a asegurar la integración de los sujetos al tipo de sociedad
imperante.

La educación tiene, según lo manifiesta Arendt (1993), la misión de mediar entre el


niño y posterior adolescente y el mundo, de manera de permitir que el primero se
integre en el segundo minimizando el riesgo de rechazo que existe naturalmente
entre ambos. Esta integración, que pasa también por formar parte de los grupos
de personas adultas, implica para el educador y la educación propiamente tal,
hacerse responsable del uno y del otro, en cuanto a que su tarea como mediador
entre ambos (niño y mundo) va a determinar la manera cómo éstos se relacionan
y sus expectativas de sostenimiento. El educador es entonces un ser privilegiado
en la construcción no sólo de la cultura, sino, como consecuencia de ella, de la
sociedad, de la manera cómo sus alumnos ven al mundo, de la distintas
perspectivas con que interpretan a este mundo, a la sociedad y a su existencia
social e individual que otorgan un orden a su convivencia naturalmente gregaria.

Que la educación es un fenómeno social es, a estas alturas, una idea asumida por
todos aquellos que algo tienen que decir acerca de ella. Según Durkheim (1998),
la educación común es función del estado social; pues cada sociedad busca
realizar en sus miembros, por vía de la educación, un ideal que le es propio. De
ahí también la importancia política de la educación, la posibilidad de establecer un
determinado orden social descansa en la forma cómo los ciudadanos entienden el
rol de la sociedad, de sus organizaciones y de ellos mismos dentro de este
sistema de relaciones; y esa forma de entendimiento sólo es posible de lograr
mediante la educación de las personas.

Hablamos entonces de la construcción del espacio social, es decir, de esa


realidad invisible que no se puede mostrar ni tocar con los dedos y que organiza
las prácticas y las representaciones de los agentes de una sociedad. Lo anterior
sólo es posible mediante un proceso de transmisión de conceptos de persona a

72
persona, de un educador a un educando, de esta manera es posible entender las
formas que tiene cada sociedad y cultura de entender el mundo.

Por otra parte, la educación es además la herramienta privilegiada de


reproducción social, es decir, del mantenimiento del orden social según la más
antigua tradición cultural; Bourdieu (2000) explica que el espacio social u
organización de la sociedad se funda en un capital cultural, es decir en la herencia
cultural o más bien manera de ver al mundo que ese espacio social tiene. De este
modo la sociedad se organiza en torno a valores determinados que son los que en
definitiva explican dicha organización. Así el espacio social deviene en espacio
simbólico, es decir en un conjunto de estímulos cargados de diferente significación
que, transformados en una especie de lenguaje, dan forma a las perspectivas,
prioridades, ideologías e intereses de los componentes de cada grupo social; de
esta manera la distribución del capital cultural permite construir un espacio social y
la institución escolar, mediante el fomento de aquellas formas particulares de
entender el mundo, ayuda a reproducirlo y a mantenerlo a través del tiempo y de
la historia.

Pues bien, la educación emerge como un fenómeno social no sólo por sus fines
(integrar al niño al mundo-sociedad), sino también porque aporta con su ejercicio a
la conformación de la realidad social y cultural de los distintos grupos humanos.
Como en toda organización social, se exhiben antagonismos y contradicciones
que son una fuente de cambio social. Y dado el lugar central que tiene la
educación en la sociedad moderna, la escuela corresponde a uno de los espacios
donde se expresan con mayor fuerza los cambios y las expectativas de cambio
social por parte de los ciudadanos. La escuela a la vez que es un instrumento de
conservación del orden social, abre un espacio de lucha para la transformación de
la sociedad.

Lo instituyente y la crítica parecen ser inherentes a la escuela misma, y son


potencialmente generadores de un cambio que modifique su naturaleza interna,
como también sus relaciones con la sociedad.

73
Es importante mencionar las distintas dimensiones que componen la escuela en
tanto institución social. Una distinción interna entre lo formativo (acción
institucional para formar algún tipo de persona mediante la entrega de valores,
normas, etc.), función de selección (relacionada con los alumnos mediante las
calificaciones, disciplina, etc.) y otra que da cuenta de la escuela como un espacio
de relaciones sociales (espacio donde los alumnos se relacionan de manera
diversa entre si).

La escuela pretende cerrarse respecto de las experiencias del exterior, lo cual se


expresa en que los jóvenes pasan a ser “alumnos”, todos iguales, dentro de un
régimen de enseñanza y disciplina.

Ello implica la existencia de un conflicto inherente entre la cultura escolar y la


cultura propia de los alumnos, según Florenzano (opcit), las significaciones y
experiencias que de éste último espacio los sujetos extraen, son consideradas por
el sistema educativo como secundarias o perjudiciales, en cuanto limitan la
igualación que se produce con la escolarización de los jóvenes.

En el campo de los marcos referenciales y de las teorías sobre la adolescencia,


estos quince años han visto un desplazamiento desde el interés en el mundo
íntimo del adolescente hacia la interface con su contexto social. El tema de la
importancia de la familia ha ido surgiendo con progresiva fuerza. Así como el
papel de sus pares y de la escuela en el modelamiento de su personalidad y
conducta.

A lo largo de los más de veinte años de trabajo en el aula, con la “Educación


Formal” la reflexión sobre la adolescencia, los códigos de comunicación juveniles,
los aspectos comunicacionales que separan a una generación de otra, etc., ha
estado siempre presentes. La reflexión crítica, en esa búsqueda de encontrar un
punto de encuentro entre el mundo juvenil y el adulto, ha formado parte, entonces,
del esfuerzo de todos, en la medida que ese punto de encuentro es esencial en el
trabajo para la obtención de los objetivos planteados en torno a la educación.

74
Estos jóvenes aspiran a integrarse a la cultura escolar, gobernada desde un
mundo o una mirada adulto céntrica, y ello a veces no cumple ninguna de las
expectativas de ambas partes; y comienzan a desarrollarse conflictos pedagógicos
al interior del sistema educativo, en la sala de clases, con las relaciones entre sus
pares y en el establecimiento educacional en general.

Esto tiene mucho que ver con el contexto en que se centra nuestro estudio y con
un problema que se expresa a nivel general. Existe un fuerte desapego a las
normas del “Deber Ser”. Un alejamiento que se da tanto en la escuela como en el
hogar de los jóvenes.

La violencia se ha convertido en justificada materia de preocupación con


diversidad de manifestaciones, a través de episodios penosos y a menudo trágicos
los cuales irrumpen en el conocimiento público. Toda conducta violenta es un
síntoma que expresa un conflicto, que los alumnos insulten, golpeen a
compañeros, falten el respeto al personal escolar, amenacen, rompan elementos,
etc., y que los padres, muchas veces, realicen estas mismas acciones, son hechos
comunes que nos dan noción de actos violentos que ocurren en las escuelas, por
causa de la crisis social que debemos afrontar.

Muchos de los actos que se podrían calificar dentro de los problemas de disciplina
por parte de los alumnos en el ambiente escolar ocurren en las primeras etapas de
la escolaridad, a lo largo del tiempo se convierten en actos violentos
principalmente en la adolescencia y hasta en actos delictivos cuando faltando a
las leyes, se producen con el objetivo directo de dañar a otros, sin medir los
resultados de la acción.

La escuela no puede aislarse del clima en el que está envuelto hoy un amplio
sector de la población, asediado por la desocupación, la inseguridad, la pobreza y
la indigencia, entre otros males, como también por graves razones económicas y
sociales. Por lo tanto, este corresponde a una problemática compleja y de múltiple
causalidad que se da entre los social, familiar y educacional.

75
Según Autino (2005), la escuela es un elemento más. No es el lugar donde se
genera la violencia. Es una institución atravesada por las características de una
sociedad que eligió la violencia como modo de calificación de sus habitantes. Pero
no es la escuela en sí misma, sino el propio Estado el que es arrasado por esta
violencia, que además no aporta los recursos necesarios para trabajar desde la
educación en función de enfrentar esta problemática.

Los jóvenes de edades comprendidas entre los 15 y los 24 años, constituyen la


franja de población que está más expuesta a la violencia. Si bien la mayor
cantidad de estos hechos se concentra en las zonas más pobres de la ciudad, las
agresiones físicas están presentes en todos los estratos sociales, sin embargo, los
problemas de las escuelas municipalizadas son particularmente severos y se
complican a causa de su conexión con la pobreza y las adicciones.

Las escuelas municipales no solo tienen que proveer un programa académico,


sino también encontrar los recursos para proveer el apoyo social y psicológico
para los estudiantes y sus familias.

La pobreza, el racismo, el desempleo, el abuso de drogas, el fácil acceso a las


armas, las practicas de los padres que son abusivas o inadecuadas y la frecuente
exposición a la violencia a través de los medios de comunicación son elementos
responsables de esta situación al interior del Establecimientos Educacionales.

3.-Los jóvenes y la cultura escolar

Así como no se puede hablar de cultura juvenil, sino que de lo que se trata es de
culturas juveniles, tampoco se puede hablar de la “juventud” como una categoría
unívoca. Los criterios para caracterizarla dependen de contextos socio históricos
determinados. Reguillo (2000) sostiene que la juventud, en la concepción en que
hoy manejamos este vocablo, es una construcción de postguerra, en que las

76
sociedades del “primer mundo” hacen ingresar en ella al joven no sólo como sujeto
de derecho sino como sujeto de consumo.

Con excepciones, el Estado, la familia y la escuela siguen pensando a la juventud


como una categoría de tránsito entre un estado y otro, como una etapa de
preparación para lo que sí vale la juventud como futuro. Mientras que, para los
jóvenes, su ser y su hacer en el mundo está anclado en el presente, lo que ha sido
finalmente captado por el mercado. (Ibíd.)

La propia tradición escolar colocó a la adolescencia y a la juventud como un


tiempo de preparación y de espera entre la infancia y la condición de adulto.

Hoy la postmodernidad hace de la juventud un modo de ser que puede quedar


suspendido en el tiempo, de ahí que los jóvenes se perciban en un permanente
presente y el futuro sea relativizado. La cultura escolar y el mundo adulto son
formados en la antigua tradición, y seguramente no hemos adaptado a nuestro
tiempo y a nuestra realidad.

Los diferentes aprendizajes que se dan dentro de la institución escolar, las pautas
de relaciones que se establecen, así como también, los significados y
comportamientos, definen lo que llamamos la cultura escolar. Aprendizajes que se
traspasan a los alumnos a través de la escuela.

La escuela es el centro donde se realiza la interacción entre la cultura experiencial


de los alumnos adquirida en la familia y la cultura escolar, es decir un espacio de
encuentro, en el cual se den a conocer los elementos de la cultura, como también
se conozca la cultura experiencial de los alumnos derivada de los escenarios
sociales en los que hasta el momento del ingreso a la escuela han constituido los
principales espacios de aprendizaje, principalmente en la familia, y de esta forma
brindar los conocimientos académicos relacionados y abiertos a la cultura vivencial
del individuo.

77
Según Ibarra (2002); la escuela va a hacer visible la cultura escolar en el alumno a
través del currículum que es la forma de organizar los conocimientos que se
adquieren de manera planificada y formal, por medio de textos, elaboración
docente, etc. Existen alumnos que demuestran ser muy capaces de aprender en la
cultura experiencial. Sin embargo, en la escuela no revelan la misma capacidad,
¿por que se produce esa ruptura entre vida cotidiana y escuela? ¿cómo
repercuten estas culturas en la formación de la identidad?

Una de las dificultades radica en la dicotomía entre los contenidos de la escuela


con la vida cotidiana, al presentar tal grado de abstracción que carecen del valor
práctico para ser utilizados en el día a día. El sujeto aprende las estrategias para
solucionar los problemas en la escuela, pero el objetivo es enseñar aprendizajes
significativos, conectados con la realidad social. Son estos contenidos los que
nutren, los verdaderos desarrolladores de la identidad personal.

La vía de asimilación de la cultura es el aprendizaje significativo, destacar la


importancia de crear espacios de diálogo, de significados compartidos, entre lo
que el alumno trae y lo que el docente tiene para ofrecerle del conocimiento de su
disciplina.

El aula debe ser un ámbito donde se vincula la cultura escolar con la experiencial
y viceversa, lo ideal es que cuando el individuo termina su ciclo de enseñanza
institucional, interprete la realidad con la mezcla de los aprendizajes escolares y
los experienciales. Todo esto se podrá llevar a cabo, si el docente tiene en cuenta,
los conocimientos, intereses y preocupaciones que tiene el adolescente; y por
sobre todas las cosas si tiene presente que el alumno es un ser social que actúa
fuera de la Institución Educativa. (Ibíd.)

Dentro de la escuela se ponen de manifiesto las contradicciones, conflictos y


exigencias de los distintos sectores de nuestra sociedad, por lo tanto los alumnos
debe aprender a vivir dentro de una sociedad de contradicciones. La escuela no
existe si está separada de la realidad, ya sea, política, económica y social.

78
En la actualidad influye en la escuela y en la familia una cultura con valores
deseables, universales y humanistas, como también antivalores que en nuestros
días llenan nuestra sociedad como el consumo, el individualismo extremo y el
absoluto poder del mercado, que pueden también incidir en la construcción de
significados y en la formación de la identidad de los educandos.

Hoy en día, percibimos a los alumnos desmotivados dentro del sistema educativo,
debido a que los aprendizajes no son acordes a su realidad social, no son
significativos, como también no lo son las metodologías empleadas. Los
estudiantes tienen acceso a los medios de comunicación, pero no lo tienen a lo
que ofrece la sociedad de mercado hoy día a través de estos medios de
comunicación, el resultado de esta dicotomía lo tenemos a la vista: jóvenes
frustrados ante las escasas o en muchos casos ninguna expectativa de acceder a
los bienes y servicios que el mercado ofrece. Particularmente, los jóvenes
populares. La cultura escolar y la forma de su entrega es fundamental para la
inserción social de los jóvenes populares.

Según la misma autora (Ibíd.), en la edad juvenil el/la joven que ingresa a la
escuela para cursar estudios superiores trae consigo experiencias vividas,
integradas a una identidad personal y a una cultura definida. En el encuentro con
nuevas identidades, tratará de redefinir la propia identidad y de dar respuesta a
cuestionamientos esenciales ¿Quién soy yo? y alcanzar una cierta estabilidad de
su identidad que no cambia en cada ambiente, relación o situación en que el joven
encuentre.

La identidad personal madura, es expresión de la posibilidad del sujeto de


establecer relaciones maduras y de la toma de una opción de vida estable y una
opción de valores significativos; y la definición y autodeterminación profesional
completan la formación de la identidad al estar en capacidad de responder a las
preguntas: ¿Qué sentido tiene mi vida?, ¿En qué dirección debo orientar mi
existencia?, ¿Por quién y por qué empeñar mis esfuerzos?

79
Negar el papel de la escuela hoy a pesar de lo que nos ofrece nuestro actual
mundo globalizado y del poder que tienen los medios masivos de comunicación de
las nuevas técnicas de la información, proponer que los individuos pueden
aprender y desarrollarse solos, que las trabas y éxitos están marcados por las
condicionantes naturales, resulta algo inoperante, seria incompleta la formación
desconociendo la dimensión social de la educación como proceso de interacción
interpersonal.

Juegan un papel preponderante los medios masivos de comunicación, que en la


actualidad constituyen una competencia para la escuela, ya que estos son un
canal mucho más poderoso y atractivo de proveer información.

El estudiante llega a la escuela no sólo con la cultura familiar sino también con un
fuerte influjo cultural, proveniente tanto de la cultura local, como internacional,
producto de la globalización en la que estamos insertos.

La misión de la educación es contribuir al desarrollo económico y social del país,


permitiendo a todos sus alumnas/os el logro de aprendizajes fundamentales y
objetivos fundamentales transversales que lo habiliten para desempeñarse
adecuadamente en la sociedad.

En estos últimos años se ha agudizado el tema de la violencia en nuestra


sociedad, por lo tanto los jóvenes se relacionan muchas veces de esa manera
dentro de los establecimientos educacionales, como fuera de ellos.

Es fundamental que cada establecimiento educacional busque los espacios para


reflexionar e intervenir su propia convivencia, revisando las prácticas en la vida
cotidiana y fomentando el diálogo como forma de enfrentar los conflictos. Es
necesario intencionar la asociatividad, la comprensión y reconocimiento mutuo,
transformando el carácter del sujeto que se construye en cada establecimiento.

La convivencia escolar es el contexto donde se desarrolla la actividad pedagógica,


abarcando todas las interrelaciones que ocurren en el espacio educativo. Cada

80
establecimiento educacional debe orientar sus normativas en una instancia de
aprendizaje para los estudiantes.

Como se señaló anteriormente, existe una contraposición en cuanto al “mundo


joven” y “mundo adulto”. Donde ambos quieren imponer sus ideas. En este
sentido, adquiere gran importancia el concepto de “aprender a vivir juntos”,
propuesto por UNESCO que:

“…Considera y valora la diversidad de las personas, fomentando el respeto y la


tolerancia a las diferencias como el eje de construcción didáctica de la convivencia
estudiantil”. (Delors, 1996: 9)

Como un tema presente dentro de la diversidad a nivel estudiantil podemos


señalar la estigmatización de género, la cual se refiere a la asignación social y a
la valoración diferenciada de responsabilidades y roles a hombres y mujeres que
condicionan sus opciones, hábitos y desempeños. En la infancia y adolescencia se
conforma la identidad, la asignación genérica se constituye en condicionante de la
construcción de ésta, y del proyecto de vida. Así, los jóvenes se han preparado
para acceder a la vida adulta a través del trabajo productivo y, las jóvenes, para la
reproducción y el trabajo de cuidado.

Esta población juvenil conlleva el desafío de enfrentar una resignificación de sus


relaciones y vivencias desde lo tradicional y lo moderno, rescatando y potenciando
aquello que puede mejorar sus condiciones de vida, entendiendo y transformando
las estructuras de desigualdad e injusticia hacia opciones más plurales donde se
reconozca y respete la diversidad y se promueva la equidad.

El conflicto en el ámbito escolar es una situación inherente a la convivencia


humana que se puede entender según MINEDUC (2002) como una contraposición
de intereses o diferencias de criterios o de posiciones personales frente a ciertos
puntos de vista. Sin embargo, estas diferencias conllevan un deterioro de las
relaciones sociales que establecen las partes conflictuadas, la posible pérdida de

81
sentido y cohesión por parte de la comunidad escolar, consecuencias psicológicas
de los involucrados y el cuestionamiento del funcionamiento social interno del
establecimiento en donde se desarrolla un conflicto.

En consecuencia; los conflictos escolares son deterioros en las maneras de


relacionarse que mantienen y reproducen los actores del sistema escolar.

En este sentido, se hace necesario distinguir la diferencia que existe entre


conflicto propiamente tal, y la situación de crisis que se ha visto resaltada en estos
últimos tiempos, como hechos de violencia y agresión entre pares,
quebrantamiento de la norma, etc., es decir, como el hecho o situación puntual
que rompe la cotidianidad de cada establecimiento educacional.

Normalmente, el conflicto se evita u oculta y sólo sale a la luz pública cuando


estalla en una situación de crisis o momento de quiebre y agresión entre
determinados actores.

“…Las situaciones de crisis son partes de un conflicto, pero no constituyen la


totalidad del conflicto, corresponden a momentos de tensión donde éste se
evidencia, donde se manifiesta, como un síntoma o expresión que calificamos
negativamente, constituyendo el punto de inicio donde comenzamos el análisis y la
intervención.” (Ortega y otros, 2007:10)

Esta situación de crisis siempre es el reflejo o síntoma de un conflicto latente, de


relaciones sociales deterioradas entre los actores de la comunidad educativa, por
lo que pasar de la situación de crisis a trabajar el conflicto propiamente tal, es el
salto de comprensión e intervención que debemos generar con los procesos de
resolución alternativa de conflictos, pues es ahí, donde el conflicto puede ser
utilizado como instancia de aprendizaje y mejoramiento de la comunidad
educativa.

Según el mismo equipo citado, comprender el conflicto como una oportunidad


pedagógica, no sólo para los estudiantes sino que para toda la comunidad escolar,

82
requiere el desarrollo de habilidades y destrezas metodológicas apropiadas y al
mismo tiempo, voluntad institucional por parte de los establecimientos para
enfocar sus acciones, no en sentido individual y punitivo, sino mas bien, con
acento en lo colectivo y en la transformación de las relaciones sociales al interior
de la comunidad educativa. Se debe en definitiva, pasar del un caso particular, al
aprendizaje colectivo, de esta forma, la convivencia se construye como
aprendizaje para todos los estudiantes.

Se debe buscar la responzabilización de las personas en las relaciones sociales


en que participan, es decir, se busca que los individuos se hagan cargo de su
entorno, aceptándolo o modificándolo, en beneficio de todo el establecimiento
escolar. (Ibíd.)

Estas estrategias corresponden a herramientas concretas para intervenir de


manera óptima en la realidad de los establecimientos educacionales, habilitando a
los participantes, para enfrentar responsable y colectivamente sus conflictos,
utilizándolos como oportunidades pedagógicas y de desarrollo para toda la
comunidad escolar.

La mediación de conflictos escolares entre pares es una práctica pedagógica de


reciente data en nuestro país, que contempla la formación de estudiantes en el
ámbito de la convivencia escolar y la resolución alternativa de conflictos. La
diversidad de experiencias llevada a cabo en estas prácticas han generado grupos
de estudiantes capaces de enfrentar situaciones de crisis, utilizando técnicas
conversacionales para la superación del conflicto de fondo.

Trabajar la mediación de conflictos en el colegio, implica revisar las formas de


convivencia que en éste se desarrollan, rastreando una realidad no develada en lo
cotidiano, vale decir, escudriñar en las posibles motivaciones que están a la base
de las situaciones de crisis y que pueden no ser visibles o no se explicitan en el
discurso de los actores involucrados.

83
Para abordar estas situaciones de violencia al interior del centro educacional, es
decir, situaciones de conflictos entre alumnos, es necesario que éstos se expresen
dentro del proceso de mediación, ya sea en su hablar y/o escuchar en un clima
respetuoso de las opiniones, ideas creencias y valoraciones que ellos sustentan.

Al interior del colegio es necesario que los estudiantes sean capaces de dialogar y
analizar los conflictos, develando y cuestionando las limitaciones que algunas
situaciones de crisis deparan, como también posibilitar la transformación de los
conflictos en oportunidades de aprendizaje individual y colectivo, es decir toda la
comunidad educativa.

El diálogo como práctica social parece ser una destreza natural, sin embargo en
cada situación conflictiva reconocemos una forma de relacionarnos que ha entrado
en crisis y que en ciertas ocasiones los jóvenes no se sienten con las
herramientas necesarias para solucionar, por lo tanto acuden, para enfrentar los
conflictos a la agresión verbal o física. Tenemos por tanto que la escuela es el
lugar donde los estudiantes aprenden a socializar con otros, pero nos
encontramos con un espacio donde se vive violencia, donde los alumnos traen
consigo conductas violentas desde su entorno personal, donde otros aprenden a
ser violentos, donde la violencia es una forma de comunicarse, lo que trasciende
a las relaciones de pareja que los jóvenes viven dentro del Centro Educacional.
Los cambios que vemos hoy en la forma de relacionarse de los jóvenes,
necesariamente requieren de un mayor y profundo estudio, donde con la
participación de todos los actores se implementen acciones para la prevención de
la violencia y se establezcan normas significativas para los alumnos que ejercen
violencia de cualquier tipo dentro de él. Es necesario también, abordar temas e
incluirlos en la problemática estudiantil como la estigmatización de género y el
tema en estudio “violencia en la pareja adolescente”, como una forma de hacernos
cargo de las anomias que aquejan hoy a nuestros y nuestras jóvenes, no
podemos obviar el tema de la agresión extrema que se vive actualmente en
nuestro país hacia las mujeres “femicidio”, el cual corresponde a un crimen que

84
cruza todas las clases sociales y etnias y el que aumenta día a día. Este tipo de
delito expresa un sentimiento de posesión y control a las mujeres por parte de los
hombres, ocurre tanto en el ámbito privado como público y, comprende aquellas
muertes de mujeres a manos de sus parejas, ex parejas o familiares, asesinadas
por acosadores, agresores sexuales y/o violadores, así como aquellas que
trataron de evitar la muerte de otra mujer y quedaron atrapadas en la acción
femicida.

Como ya se ha señalado la violencia tiende a presentarse durante la relación de


pololeo en los jóvenes, por lo tanto, es necesario conocer cómo aparece, que
factores inciden en su aparición, para realizar un trabajo de prevención,
orientación y educación con los adolescentes en este ámbito, es preciso además
contribuir a que los jóvenes la dimensionen como tal , ya que al no problematizar
al respecto esta tiende a naturalizarse en las relaciones cotidianas de los
jóvenes con el riesgo que se instale como patrón de conducta generalizada de la
sociedad.

85
SEGUNDA PARTE

MARCO REFERENCIAL

86
CAPITULO IV

ALGUNOS ESTUDIOS SOBRE VIOLENCIA JUVENIL

El tema de la “Violencia en las parejas adolescentes” corresponde a una


problemática de gran importancia actualmente en nuestros días, a pesar de ello es
un tema que no se ha estudiado muy acabadamente como si ha ocurrido con el
tema de la “Violencia Intrafamiliar”.

1. La violencia entre las parejas jóvenes a nivel internacional.

A nivel internacional, los primeros estudios a los que hemos tenido acceso, son
publicados en la década de los 80 en Estados Unidos y Canadá, generalmente
fueron realizados en grupos pequeños de estudiantes universitarios o de
enseñanza media.

Los estudios que se enumeran a continuación están mencionados en la el


“Análisis de la violencia en las relaciones de pareja entre jóvenes”, realizados por
la corporación DOMOS (2003).

Estos estudios muestran que aproximadamente entre un 10 a un 22% de jóvenes


estudiantes entrevistados reconocen haber vivido experiencias de violencia física
por parte de su pareja. A menor edad, menores son los niveles de violencia.

Makepeace (1981) señala que un 21,2% de un total de 202 estudiantes (51%


mujeres) señalan haber vivido al menos un episodio de violencia física en una
relación de pareja. Por otra parte, un 61,5% de las personas que componían la
muestra señalaron conocer personalmente alguna persona que había
experimentado violencia por parte de su pareja.

87
Matthews (1984) señala que un 22,8% de 351 estudiantes universitarios (65%
mujeres) han vivido al menos un episodio de violencia física por parte de una de
sus parejas y un 34% entre ellos señalaron que los episodios de violencia habían
sido frecuentes. En un 14% la violencia se puede considerar graves.

Henton, Cate, Koval (1983) realizó un estudio en 644 estudiantes de escuelas


secundarias de Oregon, de un promedio de 17 años. 12,1% de los entrevistados
reconoció haber recibido violencia en sus relaciones. El primer episodio de
violencia se produjo alrededor de los 15 años. Un 71% de los jóvenes señalaron
que el comportamiento abusivo había sido recíproco.

Shirley Mercer (1988) realizó un estudio a 304 jóvenes de la región de Toronto. El


promedio de edad era de 18 años. Un 11% de las mujeres confesó haber recibido
abuso físico en una relación de pareja, y un 1% de los hombres reconocieron
haber tenido un comportamiento abusivo para con sus parejas.

Litch (1988) menciona que el 17% de las niñas encuestadas eran víctimas de
abuso verbal y un 13% de los hombres adoptaron este comportamiento.

Dekeseredy (1988) midió los comportamientos de violencia psicológica en 308


hombres, de un promedio de edad de 23 años. Definió violencia psicológica
considerando tres aspectos: los insultos y garabatos, los comentarios hirientes y la
amenaza de golpe, encontrando que la tasa de abuso psicológico declarado por
los encuestados era de un 67%.

Por otro lado existen pocos estudios de prevalencia sobre el tema de violencia
sexual en los jóvenes. Sin embargo los datos de denuncia a nivel mundial señalan
que la violencia sexual es efectuada principalmente por personas conocidas.

Russell (1984) en una muestra de 930 jóvenes, encontró que el 20% de las
encuestadas habían sido violadas, o había existido un intento de violación por
parte de un amigo o conocido, no necesariamente alguien con el que se tenía una
relación amorosa.

88
2. Antecedentes generales de la violencia juvenil en Chile.

En nuestro país existen algunos estudios que tratan de explicar el fenómeno de la


violencia en las parejas adolescentes.

Universitarias de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (1996),


realizaron el primer estudio de violencia en parejas adolescentes. Este aplicó una
encuesta a 700 estudiantes universitarios de la V región, quedando la muestra
definitiva constituida por 238 mujeres y 287 hombres, un 94,5% de los cuales tenía
entre 18 y 26 años.

El estudio arroja datos relevantes, ya que un 27.8% de las mujeres y un 19.1 % de


los hombres reportaron haber agredido a su pareja por lo menos una vez en el año
anterior a ser encuestados. Un 33.1% de los hombres y un 22.5% de las mujeres
señalaron haber sido objeto de violencia por parte de su pareja, siendo la violencia
mutua o violencia cruzada lo más frecuente en las parejas jóvenes; cabe destacar
que la encuesta arroja que en los hombres es mas común el ejercicio de violencia
por parte de sus parejas.

De acuerdo al estudio la violencia en parejas jóvenes o dentro del pololeo se


ejerce en forma leve (hecho que no deja de ser preocupante), lo grave del tema es
que la violencia se está utilizando como una manera de resolver los conflictos en
los adolescentes, hecho que aumenta día tras día.

En el año 2000 se realizó la Tercera Encuesta Nacional de la Juventud. Ésta se


aplicó a jóvenes de ambos sexos de entre 15 y 29 años de edad. La aplicación de
la encuesta indicó que un 28% de los jóvenes encuestados reconoce haber sufrido
violencia psicológica por parte de su pareja y un 12.2% violencia física en su
relación de pareja. En este estudio el porcentaje mayor es el ejercicio de violencia
psicológica, la cual la ejercen ambos, es decir violencia cruzada. Injuv (2002)

89
En el año 2001 se realizó la Encuesta de Prevalencia de la Violencia Intrafamiliar,
los resultados de esta encuesta refuerzan el hecho que en la relación de pololeo
comienza la violencia; entres los resultados se señala que en la región
metropolitana un 15.2% de las mujeres que no convive y que tiene una relación de
pareja es víctima de violencia psicológica, en tanto un 7.7% sufre violencia física o
sexual. (Diario Austral; 2008).

Ambas encuestas realizadas permiten establecer y reafirmar que la violencia en


las parejas jóvenes es una conducta frecuente, la cual está siendo utilizada como
una forma de interacción y de relación como pareja; además señala que durante el
pololeo la violencia es ejercida por ambas partes, mientras que en la violencia
intrafamiliar la violencia es ejercida, en su mayoría por el hombre.

En un estudio realizado por el Servicio Nacional de Menores (2001), un 43.2% de


las mujeres de la región metropolitana reconoce haber vivido violencia psicológica,
un 13.1% violencia física leve y un 19% violencia física grave. Un 27.8% de las
mujeres y un 19.1% de los hombres reportan haber agredido a su pareja. Un
33.1% de los hombres y un 22.5% de las mujeres declararon haber sido objeto de
violencia por parte de su pareja. La violencia mutua es lo más frecuente y se está
transformando en un modo de llevar la relación entre las personas además de
resolver los conflictos.

En Santiago, junio del año 2003 se realizó un estudio denominado “análisis de la


violencia en las relaciones de parejas entre jóvenes”, el presente estudio fue
realizado, por encargo del Departamento de Estudios y Estadísticas y el Área
Mujer, Familia y Calidad de Vida del Servicio Nacional de la Mujer, por la
Corporación DOMOS (2003). El objetivo de esta investigación es conocer la
percepción de los y las jóvenes sobre los estereotipos sexuales, la concepción de
pareja y su comprensión y percepción sobre las situaciones de violencia.

En este marco se pretendió profundizar en la violencia en las relaciones de


parejas heterosexuales, entre los jóvenes de 15 a 25 años de edad, de ambos

90
sexos y pertenecientes a diferentes sistemas educacionales, de modo de lograr
una aproximación a las concepciones de los jóvenes de diferentes sectores
sociales.

Este estudio analizó el discurso de los jóvenes en relación a la violencia,


contextualizando el tema desde la percepción que estos tienen de los estereotipos
sexuales, la concepción de la pareja y su conocimiento y comprensión de las
situaciones de violencia. Los discursos son diferentes entre hombres y mujeres,
entre jóvenes de diferentes niveles socio económicos, entre las jóvenes de la
región metropolitana y de la octava región y entre los distintos jóvenes al interior
de los grupos. En la gran mayoría de los grupos se mantienen los estereotipos
sexuales, en donde se definen comportamientos y sentimientos específicos para
cada género. Es así como las mujeres son percibidas como más débiles, con
necesidad de protección, más sensibles, terrenales y centradas en los valores de
la familia. Los hombres se perciben como racionales, con dificultad de expresar
sus afectos; sin embargo más impulsivos que las mujeres, relacionando
impulsividad con sexualidad. El tema de la impulsividad es más marcado en los
grupos de hombres y en el grupo de mujeres de nivel socioeconómico bajo.

El relato del amor y el estar enamorado sigue siendo una experiencia positiva, de
disfrute, de goce y altamente valorada por ellos. Es importante señalar que los
distintos tipos de relaciones que establecen hombres y mujeres en esta etapa del
ciclo vital no necesariamente están ligadas a estos sentimientos. Hombres y
mujeres expresan y viven de manera diferente el sentimiento del amor. Las
mujeres lo hablan, lo comparten, lo expresan públicamente y se quejan de la
dificultad de los hombres para reconocer y manifestar sus sentimientos. Los
hombres manifiestan temor a sentirse y reconocerse enamorado, especialmente
frente a su grupo de pares. El discurso masculino es negar y esconder el amor y
además relativizarlo, ya que “el hombre quiere y la mujer ama”.

El estar enamorado se identifica con debilidad, vulnerabilidad, falta de poder y


autonomía. Con respecto al discurso juvenil y la violencia en la pareja se puede

91
señalar que es una realidad que los y las jóvenes viven en diversas relaciones en
las que es posible el abuso, sin embargo, la investigación mostró que la violencia
no constituye preocupación central para los jóvenes. Muchas conductas que
desde los ojos de terceros son calificadas como violentas, no son nombradas y
significadas como tales por ellos y ellas. Existe en muchos casos una
invisibilización de estar expuesto a daño y mejor dicho de “nombrar” y “catalogar”
lo que viven como violencia. La violencia se da mayoritariamente del hombre a la
mujer y su expresión más fuerte es la violencia física, calificada por los y las
jóvenes como tanto o más dañina que la violencia psicológica. Existen diversos
factores problema en la pareja que distinguen los jóvenes. Los celos aparecen
como el factor más mencionado que puede generar violencia. Otro factor
importante que reconocen es el haber sido testigos de violencia en su casa. Los
conflictos casi ineludiblemente terminan en violencia. El hombre es impulsivo y no
puede detenerse. No existe una responsabilidad sobre la conducta, la violencia es
inevitable una vez que se “ha echado a andar el mecanismo”. Tanto en el
discurso de hombres como de mujeres se las responsabiliza por su situación de
víctima, estableciendo, que no fue capaz de “frenar” la situación o de hacerse
respetar. Hay un juicio poco flexible, culpabilizador y con falta de empatía hacia
quien vive una situación de violencia. Las propias mujeres la descalifican, lo que
dificulta a la victima como una red de apoyo.

A la hora de definir que hacer frente a la violencia o los conflictos, ellos mencionan
o proponen evitar el conflicto, o bien terminar con la relación. Con respecto al
ámbito de la comunicación existe una dificultad en el enfrentamiento del conflicto,
y de las capacidades de negociación. Este déficit se expresan de acuerdo al
género y la edad a la que se pertenece y están estrechamente relacionados con la
forma de establecer y vivir cotidianamente las relaciones de pareja.

El primer estudio a nivel cuantitativo que se realizó en nuestro país fue liderado
por Lehrer (2005) acerca de la violencia física, psicológica y sexual en parejas
adolescentes, con una perspectiva de género; los fondos para la realización de

92
éste fueron brindados por el Centro de Estudios Latino-Americanos de la
Universidad de Columbia.

El objetivo general del estudio apunta a examinar, las prevalencias acerca de


violencia psicológica y física en parejas, además de violencia sexual dentro o fuera
de las relaciones de pareja, conocer los contextos de la violencia física y sexual
además de examinar los factores que han sido asociados con vulnerabilidad a la
victimización, incluyendo antecedentes como la situación socioeconómica,
antecedentes demográficos, y experiencias relacionadas con violencia en la
familia de origen; examinar las actitudes y percepciones que tienen los estudiantes
acerca de los roles de género, mitos acerca de la violación. Del total de alumnos
un 25.6% de las estudiantes manifestó haber experimentado algún tipo de
violencia física por parte de alguna pareja (desde los 14 años). Se puede obtener
que dentro de las razones para ejercer algún tipo de violencia: las mujeres lo
hacen como un mecanismo para llamar la atención del otro, en cambio los
hombres lo hacen para intimidar e instaurar el control hacia su pareja; un dato
interesante que arrojó el estudio es que la violencia va en aumento a medida que
el compromiso en la relación se intensifica, por lo tanto éste corresponde a un
agravante, mientras más años de relación, más violencia se ejerce. En relación a
los riesgos de victimización física, éstos se correlacionan con presencia de abuso
sexual durante la niñez, haber presenciado violencia intrafamiliar, haber vivido sin
los padres, haber iniciado la actividad sexual a muy temprana edad, pertenecer a
un estrato socioeconómico bajo; lo mismo ocurre con la violencia sexual, es cinco
veces mayor la probabilidad de vivir nuevamente un abuso si se fue abusado/a
durante la niñez.

El estudio fue realizado en universitarios, por lo tanto se suele pensar que en éste
tipo de relaciones hay un mayor equilibrio, una relación mas equitativa que no hay
desequilibrio financiero, por lo tanto ambos miembros de la pareja debieran tener
similar poder. Sin embargo un resultado del estudio demuestra que los estudiantes
son mas tradicionales y machistas en torno a los roles de género que las mujeres.

93
Se desprenden una serie de mitos sobre la violación, el 35% de los hombres tiene
la creencia de que la mujer debe desplegar resistencia física en una relación
sexual, esta sería la única señal tomada por ellos para detener la misma.
También se pesquisó una tendencia cultural a mentir sobre la violación, ya que
generalmente no se reconocen estos hechos por vergüenza o simplemente por no
significar lo sucedido como tal.

A modo de comentario; podemos señalar que puede ser que éste fenómeno
ocurre en estudiantes universitarios donde existe mayor independencia y
autonomía normativa y mejor conceptualización de las relaciones de pareja.

Interesante es tener la referencia para contrastarla en las experiencias de los


adolescentes que se desprendería del presente estudio.

94
CAPITULO V

CARACTERÍSTICAS COMUNA EL BOSQUE

A continuación se presentan algunos datos estadísticos para poder caracterizar de


mejor manera la comuna de El Bosque, y de éste modo tener una visión más
específica de la actual situación en la que se encuentran insertos los jóvenes de
ésta Comuna. Dentro de la misma; también se darán a conocer características
generales del Centro Educacional Matías Cousiño, su organización,
funcionamiento, población escolar, etc.

1. Situación de la Comuna

La población de la Comuna El Bosque es de aproximadamente 175.000


habitantes, de un total de 5.257.937 habitantes correspondiente a la Región
Metropolitana. Su densidad alcanza a 12.259,1 hab/ km2. Es decir, su densidad
corresponde a un 0,33% de la población de la Región Metropolitana, con una
superficie de 14,1km2. (MIDEPLAN; 2006)

Ocupa el lugar número 74 del ranking comunal según el Índice de Desarrollo


Humano (IDH) de 1998. La superan en el IDH en la Región Metropolitana, 32
comunas, y le siguen con IDH menores, 19 comunas.

Según el último Censo realizado en este país (INE; 2002), en El Bosque vivían
175.594 personas. Al comparar con el Censo realizado, diez años antes, en 1992,
la población aumentó en 2.740 personas. Del total de habitantes, 89.159 son
mujeres y 86.435 corresponden a hombres. Como puede apreciarse debido al bajo
crecimiento vegetativo, la estructura etárea cambió sustancialmente, con un
envejecimiento de sus habitantes. Se observa una baja importante en la población

95
menor de 6 años, y un aumento en la población mayor de 44 años de edad. La
tasa de natalidad es de 18,1, por cada mil niños nacidos vivos, manteniendo el
índice regional. La población entre los 6 a 14 años es de 29.387, y la de 15 a 24
años alcanza a 31.393 sumando ambas, 60.780, del total, lo que indica lo joven
de su población.

El Bosque es una comuna ubicada en un nivel de pobreza, se registra un 23% de


población en esa condición, de la cual un 4.4% es población en situación de
indigencia. En relación al promedio regional que asciende a un 10.5%, la comuna
de El Bosque supera ese promedio con un 18.7% de población en situación de
pobreza. Un 68 por ciento de la población trabaja o estudia fuera de la comuna,
mientras que un 14,5 por ciento de la población se encuentra desempleada. El
99,8% de la comuna posee agua potable urbana.

En relación a los recursos públicos con que cuenta la administración municipal,


cabe mencionar que el Presupuesto Municipal Consolidado corresponde al 4,12%
($11.597.077), del total de la RM que es $477.284.818. (Ibíd.) Las empresas
privadas ubicadas en esta comuna representan un 1,17% (2.477), del total de la
RM (212.028); las contribuciones percibidas por lo tanto ascienden a un 0,21%, de
lo que se percibe en la misma región. (Ibíd.).

El presupuesto municipal de 1998, entre ingresos y gastos registrados no dejan


saldo. Ingresos y gastos van prácticamente parejos. Dentro de los antecedentes
tributarios, el número de empresas por rubro y tramo de ventas en UF en 1997,
revela que la actividad económica más productiva es el comercio, le sigue la
Industria Manufacturera con 253 establecimientos de este tipo.

La administración de la salud pública es municipalizada. Funcionan cinco


consultorios y dos servicios de Atención Primaria de Urgencia (SAPU). De
acuerdo a las directrices ministeriales están en un proceso de conversión a
Centros de Salud Comunitaria. Por otro lado, la población inscrita en el sistema de
atención pública es de un 81,5% del total, llegando a 144.651 inscritos. Lo más

96
probable es que la población restante pertenezca a otros servicios de salud y en
muy dudosa ocasión a alguna Isapre, dados los problemas socioeconómicos que
se reflejan en la comuna. En relación a los principales problemas de salud
priorizados, podemos señalar que existe un alto porcentaje de problemas de salud
mental, como: depresión, suicidio, psicosis, esquizofrenia, problemas asociados al
consumo de tabaco, alcohol y drogas, déficit atencional y violencia intrafamiliar.
Ruiz (2004).

Entre los principales problemas que presenta la comuna, descritos por la misma
Municipalidad, son los de seguridad ciudadana y la falta de recursos para
mejorarla. Carece de áreas verdes y sobran basurales que incrementan gastos
municipales, aislamiento causado por falta de locomoción colectiva, sólo cuentan
con taxis colectivos de alto costo para el uso masivo. Carece de oficinas de
servicios públicos. Infraestructura y equipamiento se encuentran debilitados, tanto
en Centros de Atención al Público como en establecimientos educacionales y de
salud. (Ibíd.)

Al interior de la comuna existe un gran consumo de drogas y alcohol. Sobre el


microtráfico de drogas en la comuna, los detenidos por ese concepto han
aumentado entre el año 2000 y 2003 de 143 a 346, respectivamente.

No obstante, entre 1994 y 1998, en la comuna hubo una ampliación acciones y


servicios públicos, como el primer Centro de Salud Familiar "Canciller Orlando
Letelier del Solar"; siete establecimientos educacionales se incorporaron a la
Jornada Única Escolar, pavimentaron la calle José Joaquín Prieto, instalaron
semáforos, equipamientos comunitarios IRAL-PMU. Programa de alfabetización
de Mujeres Jefes de Hogar, como el de Autoconstrucción de Áreas Verdes;
finalmente, se implementó la Beca Sady Melo.

En relación a la situación educacional, podemos señalar que la red educacional


está compuesta por 22 establecimientos municipales (20 de educación básica, 1
educación de adultos, 1 Escuela Diferencial), 60 establecimientos particulares

97
subvencionados, de los cuales 46 imparten educación básica y/o media, 11 son
escuelas especiales y 3 jardines infantiles. Además de 18 unidades preescolares
públicos (10 INTEGRA; 8 JUNJI), y un número no menos importante de jardines
infantiles particulares.

El Sistema de Educación Municipal que hoy día conocemos, se estructura a partir


de las disposiciones contenidas en el D.F.L. Nº 1-3063 de 1980, por medio del
cual el Estado traspasó a las Municipalidades la función de administrar, entre otros
servicios, los Establecimientos de Educación Básica y Media que estaban bajo la
dependencia del Ministerio de Educación. Todos los colegios municipalizados
están con Jornada Escolar Completa, puesto que se termina de ejecutar la
ampliación de 7 establecimientos.

El sistema municipal ha implementado Proyectos de Mejoramiento Educativo,


PME, en todas las Escuelas y Liceos. En lo que respecta al bienestar escolar, se
desarrolla una política de asistencialidad escolar dirigida especialmente a los
sectores de mayor vulnerabilidad, lo que contribuye a disminuir el ausentismo y
deserción escolar, mejorando los resultados educativos.

Respecto al nivel de escolaridad, éste llega a 10.3 años en los hombres y a un 9.7
en las mujeres.

En materia educacional, se critica la baja calidad de la educación municipalizada y


que fue reflejada en el SIMCE del año 2002. En esta prueba, se reflejó el bajo
rendimiento académico de la educación municipal de la comuna, con la obtención
de 30 puntos por debajo del promedio de la Región Metropolitana en las distintas
pruebas.

Hoy, es posible señalar que las políticas educacionales de la comuna, son


establecidas en atención a los requerimientos de la población y los procesos
económicos de la misma. Esto queda en evidencia a través de la habilitación de la
Enseñanza Media Técnico Profesional en diversas escuelas, impartiendo nuevas

98
carreras como cuero y confección de calzado, comunicación audiovisual, redes
telefónicas y electrónica, entre otras.

2. Características Colegio Matías Cousiño

El Centro Educacional Matías Cousiño Ex. 767, perteneciente a la Comuna de El


Bosque, se encuentra a cargo de la administración del señor José Zuleta Zuleta.
En el caso de la comuna de El Bosque, el organismo encargado de administrar los
aspectos educacionales, es la Dirección de Educación Municipal (DEM).

Fue fundado el 15 de Mayo de 1978, se encuentra situado en la calle General


Korner Nº 286 a la altura del paradero 30 de Gran Avenida.

El Centro Educacional Matías Cousiño se caracteriza por ser un Establecimiento


situado en una zona residencial, lo que le confiere un carácter familiar.

Gran número de alumnos estudian en este Centro Educacional desde pre básico,
lo que le imprime a la Enseñanza Media un sello diferente.

Existe una línea horizontal de comunicación que favorece el diálogo del los
miembros de la comunidad escolar.

En el Centro Educacional Matías Cousiño se promueve, a través de todas sus


actividades, el respeto a la dignidad de las personas, a sus deberes y derechos
que llevan a mantener una actitud personal que significa aceptar los derechos
inalienables en cada persona y luchar por sus reconocimientos, especialmente la
libre expresión de ideas como base de la libertad. Realizar acciones que cuiden y
promuevan el respeto personal, el respeto hacia los otros y el respeto hacia la

99
comunidad, considerando y tolerando las diferencias individuales (creencias
religiosas y política, condición racial, cultural, social y económica).

El Establecimiento Matías Cousiño cuenta con los niveles educacionales de Pre


básicos, Básicos y Educación Media Técnico Profesional, la orientación del
Establecimiento es de carácter Técnico Profesional impartiendo las especialidades
de Telecomunicaciones y Electrónica.

Las matrículas correspondientes al presente año se clasifican en: 39 alumnos en


enseñanza Pre básica, 207 alumnos de enseñanza Básica, y 335 matriculados en
enseñaza Media, contemplando una totalidad de 581 matriculas, de las cuales 210
corresponden a mujeres y 371 a hombres.

El número de alumnos por curso pertenecientes al Centro Educacional Matías


Cousiño, se distribuye de la siguiente manera:

Cuadro nº 1

Número de alumnos por curso enseñanza básica

1º 24 3º 17 5º 21 7º 34
2º 24 4º 26 6º 26 8º 35

Promedio de alumnos por curso enseñanza media

1º A 38 2º A 35 3º A 35 4º A 35
1º B 34 2º B 35 3º B 33 4º B 27
1º C 28 2º C 35

Fuente: Directa Centro Educacional Matías Cousiño.

100
El Establecimiento cuenta con una serie de programas destinados a los alumnos
entre los que podemos mencionar:

• Proyecto Enlaces: Instalación de una red informática educativa


computacional, funciona con 11 computadores en red, sala multimedia.
Proyecto KIDSMART para Pre Básica.
• Programa de alimentación: Consiste en la entrega de almuerzos a todos los
alumnos del establecimiento el cual es entregado por la JUNAEB.
• Programa de Salud Escolar: Otorga atención oftalmológica,
otorrinolaringología, traumatología, atención dental, atención de salud
mental, entre otras. Programas especiales de Prevención de Drogas y
Alcohol (MINEDUC/CONACE); Programa PRIDE en Chile
(MINEDUC/EMBAJADA E.E.U.U.)
• Programa JUNAEB: Cuyo nombre es “escuela saludable”, para lograr el
aprendizaje de los alumnos en:
o Alimentación.
o Salud bucal.
o Medio ambiente.
• Actividades curriculares de libre elección (ACLE): Espacio para crear y
desarrollar habilidades sociales de los jóvenes a través de talleres.
• Programa de Bienestar: Proporciona entrega de útiles escolares, además
de apoyo escolar en vestuario.
• Programa “Administración tiempo libre”: Campamentos escolares, desde 5º
básico a 3º Medio.

Entre las principales problemáticas que se presentan en el Centro Educacional, se


destacan las de tipo conductual por parte de los educandos, que se caracterizan
por la indiferencia ante las distintas cátedras impartidas en las aulas, lo que se

101
traduce en una falta de motivación entre alumnado y docentes, y por consiguiente
trae como consecuencia una alta tasa de inasistencia.

Un conflicto muy latente para el colegio, es el comportamiento de los alumnos


adolescentes que se atribuye por éste, a la notoria escasez de valores y normas
básicas de respeto, que se evidencia en sus formas de expresión y características
de agresividad hacia sus pares, personal docente y paradocente. Existe la
percepción que los educandos no tienen desarrollado el sentido de pertenencia
hacia el establecimiento educativo, ya que hay un descuido y daño conciente a la
infraestructura del edificio, mobiliario y material didáctico.

Otra problemática que ha ido en ascenso, corresponde a la alta tasa de embarazos


adolescentes, debido a lo cual un gran porcentaje de alumnos pertenecientes a
enseñanza media son padres y/o madres, durante el año 2007, 10 alumnas del
Establecimiento fueron madres,

En cuanto a los aspectos de convivencia escolar sobre las alumnas en estado de


embarazo y madres lactantes, el colegio cumple con las normas del Ministerio de
Educación, que establecen al respecto:

• No podrán ser objeto de discriminación, cancelación de la matrícula o


suspensión de actividades escolares.

• Podrán hacer uso del derecho de amamantar a su hijo / a, de acuerdo a


procedimiento establecido por inspectoría General, el que será adecuado
para cada alumna.
• Podrán retirarse del colegio durante el desarrollo de actividades educativas
cuando las causas se deban a controles médicos o enfermedades del hijo/a.

En relación a los padres que asisten al Establecimiento, se les brinda la posibilidad


de trabajar si la situación lo amerita, retirándose antes de la jornada establecida.

102
Existe muy baja participación de los padres y apoderados en el proceso educativo
de sus hijos, lo cual se ve reflejado en una baja asistencia a reuniones y
actividades propias del colegio, como también en la falta de apoyo y ayuda en el
proceso académico de los alumnos, lo que indica una falta de presencia en la
orientación y supervisión escolar por parte de la familia, indispensable en el
rendimiento y motivación escolar de los niños y niñas.

En relación al ambiente socio económico y cultural del entorno al establecimiento,


podemos señalar que los sectores de trabajo están constituidos por pequeñas
empresas destinadas al consumo de los habitantes de la comuna siendo los más
relevantes los establecimientos comerciales destinados a la alimentación,
vestuario y calzado.

Dentro a las dificultades del barrio, podemos mencionar que existe gran consumo
de drogas y alcohol, delincuencia, presencia de locales clandestinos de venta de
bebidas alcohólicas, presencia cercana de juegos de videos, escasa iluminación
en las calles donde se encuentra el Establecimiento.

Los servicios culturales con los que cuenta el colegio son bastante escasos siendo
los más importantes y a los cuales tienen acceso los estudiantes, la Biblioteca
Municipal y la Casa de la Cultura, además del Estadio “La Perla”.

En relación a las redes sociales con las cuales trabaja en forma directa el
Establecimiento podemos mencionar:

PREVIENE: Programa orientado a la prevención de drogas.

O.P.D.: Organismo que trabaja con alumnos de enseñanza básica, media y


familias con el apoyo de un equipo multidisciplinario.

103
H.P.V.: Programa “Habilidades para la Vida”, otorga apoyo a estudiantes con
problemas conductuales de 1º a 4º medio, Pré básica recibe intervención con
programa de “crianza a la familia”.

Integración: Brinda apoyo a alumnos de 1º a 4º medio con problemas mentales y


motores.

Taller de Sexualidad y Afectividad: Talleres para 1º y 2º medios para la prevención


del embarazo adolescente, ITS, violencia en la pareja, minorías sexuales.
Deserción Escolar: Programa que realiza seguimiento al ausentismo escolar y
alumnos desertores del sistema educativo.
Mediación: Programa para la resolución de conflictos sin violencia, con el objetivo
de entregar un aprendizaje para la vida.

El nivel cultural de las familias de los alumnos del Establecimiento, en general, es


bajo, debido a que no han podido terminar o continuar los estudios por razones
económicas y sociales. El nivel de escolaridad promedio de los padres y/o
apoderados del colegio corresponde a 8º año básico.

Las familias, en gran porcentaje son de escasos recursos, donde ambos padres
deben trabajar, con la consiguiente soledad de niñas y niños. Factores como la
baja escolaridad, la cesantía, drogadicción, y el alcoholismo, están presente en un
gran número de hogares, lo cual genera despreocupación por los estudios de sus
hijos.

Este es el contexto referencial que constituye el escenario en el cual se


desenvuelven los sujetos del estudio y que sin duda influye en sus visiones y
comportamientos sociales, recogidos en la investigación.

104
TERCERA PARTE

ANALISIS DE LOS

RESULTADOS

105
CAPITULO VI

¿QUE CARACTERIZA Y CÓMO SON LAS RELACIONES SOCIALES ENTRE


LOS ADOLESCENTES HOY?

A continuación se presentan los resultados obtenidos de la aplicación del


cuestionario a 47 jóvenes de ambos sexos que nos permiten caracterizarlos desde
una perspectiva sociofamiliar.

1.- Caracterización de las familias.

Grafico Nº 1

FAMILIARES CON QUIEN VIVE

30

25
60, 4%

20

15

Frecuen ci a

10

21, 7%
5

10, 9%
6, 5%
0
PAPÁ Y MAMÁ SÓLO MAMÁ OTROS
FAMILIARES

106
Fuente: Investigación directa.

Podemos señalar, de acuerdo al estudio, que un 60,4% vive con ambos padres, lo
que significa que provienen mayoritariamente de familias biparentales. Un 21,7%
viven solo con su madre y un 6,5%, sólo con el padre. Sólo un 10,9% manifiesta
vivir con otros familiares, en su mayoría ligados a sus padres, como tíos, abuelos,
etc.

Gráfico Nº 2

RELACIONES FAMILIARES

40

30

80, 4%

20

Frecuen ci a

10

19, 6%

0
Fuente: Investigación directa
GRATIFICANTES NO GRATIFICANTES

Fuente: Investigación directa

107
Con respecto a las relaciones familiares podemos señalar que un 80,4% de los
alumnos manifiesta tener relaciones familiares gratificantes, lo cual se interpreta
en que al interior de la familia existe buena comunicación, expresión de afecto,
confianza, respeto, entre otras. Mientras que un 19,6% de los alumnos
encuestados manifiesta mantener relaciones no gratificantes, en su mayoría por
falta de comunicación y comprensión entre los miembros que componen el grupo
familiar.

Cabe mencionar que de acuerdo a la realidad social que atraviesan los jóvenes, y
el medio en el cual están insertos, la cantidad que señala mantener relaciones
gratificantes es muy alto, ya que se observa un gran porcentaje de alumnos en
situación irregular en relación a la familia, y eso se traduce en ausencia de los
padres y apoderados al colegio, falta de apoyo en el proceso educativo (bajos
rendimientos académicos, ausentismo escolar), y ausencia de normas que guíen
el comportamiento social de los alumnos.

108
Gráfico Nº 3

IMPOSICION DE REGLAS

25

20
52, 2%

15

10
26, 1%
Frecuen ci a

21, 7%
5

0
PAPÁ MAMÁ NINGUNO
Fuente: Investigación directa

Fuente: Investigación directa

De acuerdo a los datos recogidos en el instrumento y mostrado en el gráfico


podemos señalar que un 52,2% de los alumnos reconoce que es la madre quien
impone las reglas al interior de la familia y establece los límites dentro del hogar, y
el padre es más bien quien provee económicamente a la familia. Un 26,1% señala
que las reglas las impone el padre, a quien los alumnos lo señalan como el “jefe
del hogar” aún cuando es la madre quien tiene la mayor responsabilidad en la
formación de los hijos.

109
Un 21,7% de los entrevistados, señala que los padres no imponen reglas dentro
del hogar, este corresponde a un dato relevante, ya que estando los jóvenes en
plena etapa de desarrollo y formación, no tienen un hilo conductor para
identificarse e insertarse de manera óptima a la sociedad.

Gráfico Nº 4

INGRESO FAMILIAR

20

39, 1%
15

10

Frecuen ci a
21, 7%

5 15, 2%
13, 0%

8, 7%
2, 2%
0
0 A 135.000
136.000 A 146.000 A 250.000 A 301.000 Y NO
PESOS 145.000 249.000 300.000 MÁS RESPONDE
Fuente: Investigación PESOS
directa PESOS

Fuente: Investigación directa

110
De acuerdo al gráfico, podemos señalar que un 39,1% de los alumnos manifiesta
que el ingreso familiar fluctúa entre los 0 a 135.000 pesos mensuales, lo que nos
indica, en general una baja disponibilidad de ingreso mensual , mientras que un
21,7% de los alumnos , señala que el ingreso familiar se encuentra entre los
250.000 a 300.000 pesos mensuales.

De acuerdo a lo mencionado podemos notar que más de un 60 % de los grupos


familiares se encuentran en un nivel socioeconómico bajo, equivalente a los
quintiles 1 y 2.

111
2.- Características de los procesos relacionales que vivencian los
adolescentes.

Gráfico Nº 5

AMISTADES

50

40

95, 7%

30

20
Frecuen ci a

10

4, 3%

0
TIENE NO TIENE

Fuente: Investigación directa


Fuente: Investigación directa

De acuerdo a lo arrojado en la encuesta podemos señalar que un 95,7% de los


alumnos manifiesta tener amistades, con las cuales mantienen lazos estrechos,
duraderos y de mutua confianza; se declaran personas sociables, y valoran
positivamente la relación con sus amigos por lo que este dato esta acorde a la

112
edad y etapa que atraviesan los/as jóvenes encuestados en la cual se aumenta la
sociabilidad. Sólo un 4,3% manifiesta no tener amistades.

Gráfico Nº 6

PERSONALIDAD MANIFESTADA

25

20
54, 3%

43, 5%
15

10
Frecuen ci a

2, 2%
Fuente:
0 Investigación directa
PASIVA ACTIVA AGRESIVA
PERSONALIDAD

Fuente: Investigación directa

Podemos señalar que un 54,3% de los alumnos manifiesta tener una personalidad
activa, característica que se dio principalmente en los hombres encuestados,
dándole a ésta el sentido de una personalidad sociable, participativa, con

113
liderazgo, entre otras. Un 43,5% señala tener una personalidad pasiva, respuesta
que manifestaron principalmente las mujeres, en el sentido de que no tienen los
mismos niveles de juego, ni de comportamiento que los hombres, sino más bien el
“deber” de ser más “señoritas” en la forma de relación con sus compañeros y
pares. Cabe destacar que la respuesta principalmente dada por las niñas es un
tanto contradictoria a lo que es el real comportamiento hoy en día por parte de las
adolescentes, debido a que se comportan, en la mayoría de las ocasiones, al
mismo nivel de sus compañeros y las conductas ya sea agresivas o activas son de
igual a igual.

Mientras que sólo un 2,2% restante manifiesta poseer una personalidad agresiva,
lo que aparece interesante debido a que en comparación al comportamiento que
se observa diariamente en los alumnos en sus actividades cotidianas, se percibe
una disonancia en la información de lo que se puede deducir que hoy en día la
juventud tiene o reconoce la agresividad como una característica normal y propia
y ya adquirida en su personalidad.

114
Gráfico Nº 7

RELACIONES DE PAREJA

25

52, 2%
20

15

10
Frecuen ci a

23, 9%

5 15, 2%

8,7%
0
POLOLEOS POLOLEOS ANDAR TIRAR
Fuente: Investigación
LARGOS directaCORTOS

Fuente: Investigación directa

De acuerdo a lo observado en el gráfico, aproximadamente un 52,2 % de los


alumnos señala tener pololeos extensos en el tiempo, porcentaje que demuestra
que los adolescentes aún en estos días mantienen relaciones duraderas y más
estables.

Un 47,8% de los alumnos manifiesta mantener relaciones cortas con sus parejas,
lo que nos refleja una situación común en la actualidad en las relaciones juveniles
y ésto es que un alto porcentaje de jóvenes no está preparado o simplemente no
tiene interés en mantener relaciones más comprometedoras.

115
Es importante rescatar que actualmente las relaciones entre parejas jóvenes son
de mayor libertad y menor compromiso, las relaciones sexuales hoy en día
también comienzan a una edad temprana y no necesariamente bajo una relación
estable, lo cual es un hecho que también permite que los jóvenes lleven una vida
de pareja o una relación sentimental, pero no necesariamente dentro de un
compromiso formal o de mayor estabilidad emocional con la pareja.

Gráfico Nº 8

CONVIVENCIA EN LA RELACIÓN DE PAREJA

NINGUNO
DIALOGO MUTUO
CONFLICTO MUTUO
RESOLUCIÓN DE
2.17%
8.7% CONFLICTOS POR
CONSENSOS
CONDUCTAS
AMOROSAS
26.09% COMPRENSIÓN
19.57% ESCASA
CONVERSACIÓN
RES.COFLICTOS-
CONDTAS
AMOROSAS-BAJA
CONVERSA-
COMPETITIVIDAD
2.17%
4.35% DIALOGO MUTUO-
4.35%
COMPRENSIÓN-
2.17% COMPETITIVIDAD
4.35%
DIALOGO MUTUO-
RESO.CONFLICTO-
CONCTAS
6.52% 19.57%
AMOROSAS-AFECTO
ANULACIÓN DEL
OTRO- BAJA
CONVERSA- AFECTO-
AMOR-RES.DE CONF

Fuente: Investigación directa

116
De acuerdo a lo observado durante la recolección de datos , más de un 50% de
los jóvenes manifiesta como elemento central dentro de sus relaciones de pareja,
el diálogo y las demostraciones de afecto, sólo un 6.5%, de los estudiantes,
fundamentalmente de sexo femenino, reconoce relaciones con falta de diálogos y
anulación del otro, lo que refleja que a pesar del avance en la equidad de género
ocurrido en las generaciones jóvenes, aún los conflictos se dan por el ejercicio de
relaciones de poder de los varones hacia las mujeres.

Es importante destacar que la actitud de los alumnos, en relación al


comportamiento y formas de relacionarse con la pareja de acuerdo a lo observado
por las investigadoras en la práctica cotidiana de los adolescentes, es
completamente opuesto a lo señalado en la encuesta. La comunicación y
convivencia en las relaciones juveniles, han evolucionado a lo largo del tiempo, y
así podemos ver que actualmente existe mucha agresividad adherida a la
personalidad de los adolescentes, por lo tanto, en la convivencia, a pesar de que
sí hay expresiones de afecto, cariño, etc. las formas de comunicación han
cambiado, como el lenguaje, que hoy es más agresivo, más violento; la solución
de conflictos muchas veces se lleva a cabo a través de la violencia psicológica
principalmente, cayendo en insultos, descalificaciones, garabatos, entre otras.

117
3.- Violencia en la relación de pareja: Ciclo de la violencia.

Gráfico Nº 9

MOMENTOS PREVIOS AL ACTO DE VIOLENCIA

NUNCA
INSULTOS-INTENTOS
DE GOLPES-
2,17% ARREPENTIMIENTO Y
4,35% DISCULPA
MUCHO GRITO Y
4,35%
MOLESTIA DE LA
MUJER, LO QUE LLEVA
4,35% AL GOLPE
INSULTOS Y
GARABATOS
ME GOLPEABA
POR CELOS ME
GOLPEABA

82,61%

Fuente: Investigación directa

De acuerdo a lo observado en el gráfico podemos señalar que un 82,6%


manifiesta que nunca ha vivido o ejercido violencia de ningún tipo con su pareja,
por lo tanto no puede responder a la pregunta. Debemos mencionar que éste
corresponde a una amplia mayoría de los alumnos encuestados, lo cual llama la
atención debido a que sus comportamientos o actitudes, observadas, como
también la relación misma que mantienen dentro del colegio con sus parejas

118
demuestra que los jóvenes no reconocen conductas violentas dentro de la
relación que sí son consideradas como tales por otros sectores etáreos; de ello
podemos deducir o interpretar que hoy en día la violencia no se reconoce o no la
identifican los jóvenes, como tal, sino más bien como un comportamiento normal y
cotidiano dentro de la relación.

El restante 13,5% de los alumnos que reconoce la existencia de violencia y


agresividad en el pololeo, señala que el motivo previo al acto de violencia es
porque la mujer se excede en sus gritos, luego continúan los insultos y garabatos
por parte de ambas partes, hecho que provoca el descontrol y posteriormente
detonan otras manifestaciones más violentas. Un porcentaje menor señala que
son los celos los que llevan a la pareja a cometer actos de violencia

119
4.- Tipos de agresiones.

Gráfico Nº 10

AGRESIONES CON LA PAREJA

NINGUNO
EMPUJONES
GOLPES
4,35%
SOBRENOMBRES
INSULTOS
DESTRUCCIÓN DE
13,04% OBJETOS
OCASIONALMENTE:
SOBRENOMBRES-
GARABATOS-
AMENAZAS-INSULTOS
OCASIONALMENTE:
10,87% 43,48% EMPUJONES-
GARABATOS
A VECES INSULTOS
A VECES: EMPUJONES-
4,35% GOLPES-PATADAS-
SMPRE: SBR.NOMBRES
GARAB
2,17%

4,35%

6,52%
2,17% 8,7%

Fuente: Investigación directa

Podemos señalar de acuerdo al gráfico que en relación a la consulta sobre los


tipos de agresión más frecuentemente practicadas en la pareja, un 43,5% de los
alumnos señala no tener ni haber tenido ningún tipo de manifestaciones agresivas
con su pareja. Un 36,9% manifiesta que dentro de la relación existe violencia
psicológica, por ejemplo: insultos, garabatos, destrucción de objetos,

120
sobrenombres, amenazas. Mientras que un 15,2% señala violencia física en la
relación.

Es importante destacar y comparar con el gráfico número 9 que existe real


contradicción por parte de los jóvenes en el tema de la violencia en la relación de
pareja, debido a que, aun cuando un 82,6% manifiesta ausencia de violencia en la
relaciones de pareja, lo que refleja que, hay una naturalización un alto porcentaje
del grafico número 10, (52,1%), sí reconoce que en algún momento de la relación
hubo manifestaciones de violencia ya sea física o psicológica por parte de algún
miembro de la pareja, hay una desnaturalización frente al tema y a los diferentes
tipos de violencia o simplemente es un tema del que cuesta, hasta nuestros días
asumir, hablar y enfrentar.

121
Gráfico Nº 11

EXISTENCIA DE VIOLENCIA SEXUAL

SI
N0

2.17%

97.83%

Fuente: Investigación directa

De acuerdo a lo observado en el gráfico podemos mencionar que un 97,8% señala


que no ha sufrido violencia sexual por parte de su pareja, un 2,2% de los alumnos
manifiesta sí haber vivido violencia sexual por parte de su pareja, que se expresó
en actos como acosos y actos sexuales sin el consentimiento o aprobación de la
pareja.

El 98%, que manifiesta no haber sufrido violencia sexual, podría Interpretarse por
la paridad de género que en los jóvenes han ido alcanzando los actos de índole
sexual, lo que hace que la connotación de agresión tienda a estar ausente en la

122
percepción de los jóvenes. Una segunda interpretación, podría ser la dificultad
para hablar del tema en sí.

5.- Relación con redes sociales al interior de la comuna.

Gráfico Nº 12

DENTRO DE LA COMUNA TIENE ACCESO A REDES

NO RESPONDE
COLEGIO
CONSULTORIO
2,17% 2,17%
JUNTA DE VECINOS
OTROS
COLEGIO-
15,22% CONSULTORIO-
MUNICIPALIDAD-JTA DE
VECINOS
COLEGIO-
CONSULTORIO-IGLESIA
8,7% JTA DE VECINOS-
IGLESIA

2,17%

2,17%
65,22%

Fuente: Investigación directa

De acuerdo a lo señalado en el siguiente gráfico, podemos observar que un 65,2%


señala que dentro de la comuna de El Bosque tiene acceso a redes como el
colegio, municipalidad, consultorio; cabe mencionar que aquellas corresponden a

123
redes institucionalizadas como política pública, las cuales están consideradas
dentro de la participación obligatoria de los estudiantes.

Un porcentaje menor de alumnos señala tener acceso a redes no formales, como:


la iglesia, grupos juveniles, grupos scout, etc., por lo tanto podemos interpretar
que hoy en día los jóvenes no están motivados en la participación de actividades
extra programáticas organizadas, no buscan espacios de participación social
guiados.

Por otra parte en las poblaciones populares suelen escasear los espacios
educativos no formales y programas recreativos y organizacionales de y para los
jóvenes donde puedan canalizar sus inquietudes y desarrollar habilidades
sociales y artísticas culturales.

La sociabilidad la desarrollan en lugares públicos como plazas, la calle, u otros


espacios del barrio o fuera de éste; lo que les acarrea excesos de libertad, y
desapegos con las normas sociales, lo cual, en muchas ocasiones, desencadena
la relación con drogas, alcohol, delincuencia, como también un desarrollo
desenfrenado de la sexualidad.

124
Gráfico Nº 13

OPINION SOBRE LA ESCUELA

RAZÓN DE
10
OPINIÓN SOBRE
ESCUELA
NO ES MUY
BUENA
8 FALTA DE
RECURSOS
LE HAN DADO
OPORTUNIDADES
FALTAN REGLAS
Recuento

6 LOS
PROFESORES NO
SON MALOS SON
LOS ALUMNOS
56,25% LOS
DESORDENADOS
4
ENTREGA
VALORES
HAY MUCHOS
FLAITES
2

12,5%
6,25% 6,25% 6,25% 6,25% 6,25%
0
BUENA

Fuente: Investigación directa

De acuerdo a lo observado en el gráfico, un porcentaje importante de los alumnos,


aproximadamente, un 56,25%; reconoce que la escuela les ha brindado
oportunidades a lo largo de su proceso educativo, esto tanto en lo académico,
formativo, conexión con redes, etc., las cuales ellos no han sabido aprovechar, ya
sea debido a su comportamiento, rendimiento escolar, inmadurez, falta de apoyo
por parte de sus familias, entre otras.

Cabe mencionar que éste corresponde a un aspecto rescatable de los alumnos, ya


que valoran lo que el colegio realiza por ellos y no solo resaltan los aspectos
negativos de éste.

125
Un 12,5%, señala que el colegio no es bueno, porque faltan reglas, ante lo cual
conviene destacar que algunos alumnos, los mayores, sienten que la escuela
debería ser más impositiva en sus normas, lo que podría interpretarse como parte
de las expectativas de los jóvenes populares que ante la ausencia de reglas y
normas familiares busquen en la escuela dichas normas como guía de sus
comportamientos sociales.

Un 6,25% señala que la escuela carece de recursos, principalmente en lo que


corresponde a los insumos para sus diferentes especialidades en sus carreras
técnicas, no es menos importante mencionar que los jóvenes critican la falta de
recursos, pero también de acuerdo a lo señalado por los docentes y autoridades
del establecimiento muchos de estos influyen con su comportamiento y en la
destrucción del equipamiento.

En el Centro Educacional Matías Cousiño, se pudo observar que existe un alto


grado de vulnerabilidad. La mayoría de los alumnos se encuentra inserto en un
medio socioeconómico bajo, donde se presentan problemáticas tales como:
delincuencia, drogadicción, alcoholismo, familias disfuncionales. Todo ello se ve
reflejado en la manera de actuar de éstos alumnos, ya sea con sus profesores y
sus mismos pares. Situaciones de violencia y agresividad atraviesan todos los
ciclos de la educación y en distintas formas en cada uno de ellos. Esto se ve
reflejado a través de juegos, en el escaso manejo de los impulsos, en el lenguaje
agresivo; y en los estudiantes de más edad, la violencia se manifiesta de forma
implícita y explicita, lo que dificulta la convivencia escolar.

Estas conductas también son observadas a nivel de pareja dentro del


establecimiento, pese a que generalmente la violencia no es reconocida como tal
por los afectados, sino que es vista como una situación natural y “casi parte del
paisaje” dentro de sus relaciones.

126
CAPITULO VII

¿ES LA VIOLENCIA UN FACTOR PRESENTE EN LAS RELACIONES DE


PAREJA DE LOS ADOLESCENTES?

A continuación se presentan los resultados obtenidos de las percepciones


recogidas y analizadas de los adolescentes en los dos focus group.

Se realizaron 2 focus group, ambos de 8 participantes de entre 14 y 20 años de


edad. Los textos producidos en el estudio fueron analizados en función de las
siguientes categorías. En otras palabras, el análisis se orientó por el siguiente
conjunto de temáticas:

- ¿Qué características tienen sus relaciones de pareja?


- ¿Cómo perciben la violencia en las relaciones de pareja?
- ¿De qué manera influencia la familia en el ejercicio de la violencia en el pololeo?

Las respuestas a estas preguntas corresponden a un conjunto de modelos


hipotéticos que se proponen dar cuenta del sistema de representaciones mentales
que emplean los jóvenes para pensar, hablar, relacionarse consigo mismo y su
entorno.

1.- Características de las relaciones de pareja.

Hoy en día las relaciones interpersonales han cambiado y evolucionado cada año,
lo cual se manifiesta en diferentes ámbitos, por ejemplo, las relaciones sexuales
se inician hoy en día más precozmente, lo cual no implica necesariamente que
ésta se realiza con una pareja estable, de más tiempo de relación, sino que,

127
principalmente las niñas están mas liberales en relación al tema sexual, y
mantienen lo que hoy en día se denomina “sexo casual”, es decir tener relaciones
íntimas con cualquier persona que conocen ya sea en una fiesta, carrete, etc., en
muchos de los casos bajo la influencia de drogas o alcohol, no siendo importante
para ellas el compromiso sentimental más estable.

“…La mujeres están más liberales y acceden a tener relaciones sexuales a muy
corta edad, la edad promedio es 13 – 14 años, pero sí hay casos donde es incluso
con edad inferior, 12 años…” (Bárbara)

Cabe señalar que hoy en día están muy de moda las agrupaciones juveniles
llamadas “tribus urbanas”, éstas corresponden a grupos de adolescentes que
visten de forma similar, que poseen hábitos o ideas en común, que tienen como
objetivo buscar los mismos modos de pensar y de sentir para ser parte de una
comunidad. Esto obedece a la necesidad de los adolescentes de diferenciarse de
las generaciones más adultas y de otros grupos coetáneos.

Dentro de ellas existe un grupo específico de jóvenes denominados “pokemones”,


los cuales corresponden a jóvenes de entre 13 y 18 años principalmente (edades
en la que varían los jóvenes pertenecientes a nuestro estudio), éstos se relacionan
entre ellos con una característica muy particular, que es el “ponceo”, lo que
permite una mayor libertad sexual tanto para las y los jóvenes. Mientras más
veces ponceen en una noche tendrán una mayor aceptación dentro de su grupo
de pares.

“…El ponceo es lo mejor…Te da más poder ante los demás…” (Wilson)

“…Es una tontera a una amiga le paso que se metió con puros “jiles” y la “loca”
después tenía una infección en la boca tuvo las medias costras alrededor de la boca
y fue por poncear tanto la pajarona…” (Karina)

128
En relación al pololeo, los jóvenes manifiestan en su totalidad que el pololeo
actualmente es un “ciclo"; referido a que una pareja no comienza de inmediato una
relación más “formal” o de mayor compromiso, sino que es un proceso, como por
ejemplo, “tiran”, luego “andan”, y posteriormente pololean, lo cual implica que
dentro de todo este “ciclo” las relaciones sexuales están presentes, en muchos
casos, desde el comienzo de éste.

“… el pololeo es algo más serio, antes tenemos que conocernos, por eso tiramos y
después andamos…” (Camilo)

Manifiestan, también que la relación de pareja debe basarse principalmente en el


respeto por el otro, en tener una comunicación respetuosa, además de mutua
confianza; sin estas características la relación no funciona; mencionaron
(principalmente los hombres), el tema de la paternidad responsable, lo cual
también lo recalcan como esencial dentro del pololeo.

“…al iniciar la vida sexual hay que cuidarse…” (Camilo)

Las relaciones de pololeo, hoy en día son de mayor libertad, lo cual se expresa y
manifiesta en el tipo de lenguaje, formas de vestirse, maneras de relacionarse,
comunicarse, etc.

Cabe destacar que un alto porcentaje, principalmente de hombres plantea que la


relación de pololeo debe basarse en el respeto frente a la pareja, en establecer
una buena comunicación para evitar caer en conflictos, además debe existir
confianza, de lo contrario lo más probable es que la relación fracase, o lo que es
peor se caiga en la violencia, ya que se pudo observar que sí la violencia en el
pololeo es una problemática real, presente en nuestra sociedad, un tema de
preocupación emergente, que cada vez se está agravando ya que las discusiones
o peleas son cada vez más frecuentes en los jóvenes, lo peligroso de ello es que
la violencia se instaura como una de las formas de resolución de los conflictos en

129
la pareja y a pesar de ello la sociedad no le da la importancia real que esta
problemática tiene.

2.- Violencia en la relación de pareja.

El tema de la violencia en las relaciones de pareja entre los y las jóvenes no surge
espontáneamente en los grupos cuando se habla del tema de pareja en general.
Una vez instalado el tema de la violencia en la conversación, los participantes del
focus señalan conocer situaciones de violencia, distinguen diferentes niveles y
manifestaciones.

Hoy en día la violencia es una problemática presente en la pareja adolescente, no


tratada con la importancia que merece, este corresponde a un tema latente en
nuestra sociedad, a pesar de ello, aún nadie se hace cargo del tema con la
profundidad que amerita. Basta con observar las estadísticas en cuanto a
femicidios en nuestro país para darnos cuenta que estamos de frente a un grave
problema social.

Al relatar episodios de violencia, en general se habla más bien de la violencia en


los otros, en sus amigos o conocidos, les cuesta referirse a sus propias relaciones
amorosas, excepto un caso que relata una experiencia.

“…hace poco una mina me contó que el pololo le pegó, la tiró contra la pared, le
pego un combo, la botó al suelo y la pateó…” (Marcela)

La totalidad de los jóvenes plantea que sí se inicia la violencia en el pololeo, pero


que cada uno es capaz de poner los limites dentro de la relación.

“…no hay que “aguantar” que se ejerza violencia de ningún tipo dentro de la
relación…” (Carolina)

130
Un punto que es preciso rescatar es que las jóvenes, en su mayoría, manifiestan
que si ellas fueran objeto de violencia acabarían de inmediato con la relación,
alejándose a pesar del cariño que pueda existir, lo cual según los especialistas
está comprobado que es totalmente a la inversa, cuando se acepta la primera vez
en el sentido de que, a una persona violentada por su pareja le es muy difícil
separarse del agresor, la baja autoestima como también el sentimiento de culpa y
miedo, no le permiten salir de este ciclo de violencia con tanta facilidad, se hacen
cada vez mas dependientes del victimario.

Los alumnos plantearon que existe conciencia en que el que ejerce violencia (el
agresor/a), es una persona que requiere de ayuda externa, profesional y
especializada, de lo contrario se cae en un círculo, que sin ayuda no se puede
frenar y lo que es peor trae consecuencias graves, generándose este círculo de
violencia casi ininterrumpido en que la violencia temprana en la pareja se
institucionaliza y aumenta, trasmitiéndose formas de resolución de conflictos
erradas en los jóvenes.

“… las parejas jóvenes discuten “caleta” y con mayor grado de agresividad, son los
celos los que desatan la violencia en la pareja, además de los rumores y
“cahuines”…” (Jaime)

Dentro de los factores que detonan la violencia podemos mencionar que el más
importante y de mayor incidencia en los jóvenes corresponde a los celos, ese tipo
de control obsesivo que se pone en marcha ante el miedo a perder una
"posesión".

En muchas ocasiones, los jóvenes tienden a percibir los celos como una muestra
de afecto, de cariño por parte de la pareja; sin embargo, cuando éstos están
presentes en la relación en forma permanente tienden a desgastar y perturbar la
relación afectiva, porque surge el reproche, el reclamo, la exigencia de
incondicionalidad hacia el otro.

131
En una pareja es importante respetar la libertad de cada miembro, su estado
anímico y sus necesidades. Cuando en ocasiones uno de los integrantes de la
pareja se cree propietario de los sentimientos de él o de ella, aparecen los celos
los cuales son los que muchas veces rompen el equilibrio que debe existir en una
relación ocasionando problemas serios que muchas veces llevan a la violencia,
por ejemplo, plantean que son éstos los que llevan a cometer actos como los
femicidios; los jóvenes están concientes y ven a éste como un tema preocupante,
de gran importancia hoy en día, y que cada vez es más recurrente y de mayor
gravedad, plantean que para terminar con este problema social, se debería poner
mas énfasis en el tema legal, es decir aumentar las condenas de quienes cometen
estos crímenes.

“… cuando mi pololo se “vuela” o toma mucho “copete” se pone agresivo conmigo


y a veces con sus amigos…” (Alejandra)

Otro factor que incide al cometer violencia es el estar bajo los efectos del alcohol y
drogas como la pasta base y cocaína principalmente, hoy en día el consumo de
drogas y alcohol por parte de los adolescentes es un problema de gran
envergadura a nivel social, puesto que se ha masificado, aumentando día a día el
nivel de consumo, y la edad en la cual se inicia.

La totalidad de los alumnos está de acuerdo con la afirmación de que la violencia


física y emocional es recíproca, pero dependiendo del tipo de violencia, por
ejemplo, en relación a la violencia emocional o psicológica manifiestan que es la
mujer quien más la ejerce, lo que se manifiesta en descalificaciones, insultos, etc.
hacia la pareja, en cambio la violencia física es ejercida mayoritariamente por los
hombres.

“…el hombre es más agresivo o más “bruto”, no sabe reaccionar, usan la violencia
física…” (Claudia)

132
El mapa mental de los y las jóvenes establece una relación causal entre el
conflicto y la violencia, de manera que al existir un conflicto en la pareja, se activan
los mecanismos “naturales” y detona la violencia.

“… El no saber cómo decir las cosas a su debido tiempo y de buena manera…o es


más fácil agarrarse a “cachuchazos”,…el ponerte a pelear es una demostración de
que no eres capaz de discutir…cuando no podí pensar en frio atacai…” (Pablo)

En relación a la violencia sexual, observamos que hoy en día este tipo de violencia
ya no es, y como se piensa ejercida solo por el hombre, sino mas bien es
recíproca, ambos, tanto hombres como mujeres se violentan sexualmente. Tema o
realidad actual que pasa, por un lado, porque las niñas de hoy (como ya
mencionamos), tienen mayor libertad, la que han adquirido por el acceso a
métodos anticonceptivos con mayor facilidad. También tienen mayor posibilidad de
expresión en todo ámbito (emocional, psicológico, y sexual).

El tema de la sexualidad es tratado a nivel familiar como también en los colegios,


como una manera de informar y culturizar en el área o ámbito sexual a las
generaciones más jóvenes; con el fin de prevenir embarazos no deseados,
infecciones de transmisión sexual, paternidad responsable.

“…hoy las niñas toman la iniciativa y muchas veces llegan al acoso o a violentar al
otro sexualmente…” (Jonathan)

Por otro lado es importante rescatar el rol que hoy en día juega la mujer en la
sociedad, lo cual les permite enfrentarse de igual a igual con el hombre, en el
plano laboral, económico, social, intelectual, y sexual.

133
3.- Influencia de las relaciones familiares en el ejercicio de la violencia en
el pololeo.

El referente más cercano que poseen los niños corresponde al de los padres o
familiares directos con los cuales conviven diariamente, por lo tanto, crecer viendo
violencia (de cualquier tipo), o en un ambiente agresivo, influye de manera directa
en la conducta del niño y posterior joven, creyendo que esa manera de actuar y de
relacionarse a nivel de pareja es normal y la manera correcta, de relacionarse.

El ser hijo de padres golpeadores o haber crecido observando violencia ya sea


hacia la pareja o hacia menores, sí influye en las conductas posteriores, son
conductas que se aprenden y se repiten.

En relación al eje familiar, principalmente ligado al ejercicio de normas al interior


de ésta, pudimos observar que existe una distinción marcada respecto a la edad
de los jóvenes, por ejemplo, los de menor edad plantean que éstas se hicieron
para no cumplirse, no acatan las normas impuestas en sus casas, solo las normas
se cumplen durante la etapa de la niñez, lo cual corresponde a una notoria falta de
madurez por parte de los jóvenes y a la necesidad de rebelarse ante la sociedad.

“…las reglas se imponen principalmente en las casas, y están para “romperse”…”


(Bárbara)

Los jóvenes de mayor edad plantean que las normas son necesarias, son la pauta
o guía para “la vida futura”, tanto en el hogar como en la escuela; y se deben
respetar, acatar y cumplir para recibir algo a cambio o algún beneficio, sin las
normas la juventud en general estaría envuelta en problemáticas serias como la
droga, el alcohol, delincuencia.

“…la familia debe enseñar los valores, los profesores deben estar tranquilos porque
no es responsabilidad de ellos…” (Camilo)

134
La familia es quien traspasa los valores y principios a sus hijos, pero la ausencia
de normas claras no tiene relación, según la totalidad de los alumnos, en el hecho
de ejercer violencia en contra de la pareja, el ejercicio de ésta va a depender de la
persona, en la manera como resuelve los conflictos y las diferencias.
Hoy en día la familia delega mucha responsabilidad a la escuela en la formación
de los estudiantes, pero no solo la familia, actualmente la sociedad toda culpa al
colegio de las anomias sociales que vemos en los jóvenes. La crisis que vive hoy
la familia chilena pasa a un segundo plano y no se profundiza en la problemática
de fondo.

De acuerdo a la información recopilada con este instrumento, corroboramos de


manera más cercana y con un mayor grado de confianza la apreciación de los
alumnos con respecto al tema de la violencia dentro de una pareja durante la
etapa del pololeo. De ésta manera pudimos dar cuenta de sus propios sistemas
de representaciones mentales que utilizan para comunicarse, pensar y
relacionarse.

135
CONCLUSIONES

Las transformaciones socioculturales que ha experimentado la sociedad chilena


en las últimas décadas han ido modificando las características del sujeto moderno
y con éste, las formas de relacionarse de este con sus semejantes y con el
entorno. La pérdida de las seguridades y certezas en las que se desenvuelve el
sujeto en la sociedad de mercado, lo convierte en un individuo bastante más
vulnerable , más ansioso y desconfiado , lo que incide en la existencia de
relaciones sociales más defensivas y competitivas y por lo tanto con una mayor
posibilidad de que se desencadenen hechos violentos.

El estudio desarrollado con adolescentes del Centro Educacional Matías Cousiño


cuya intencionalidad estuvo dirigida a indagar en las percepciones de los
adolescentes ante la presencia de manifestaciones de violencia en la pareja
durante la fase de pololeo, examinando los factores que podrían estar incidiendo
en éstas, permitió llegar a un conjunto de conclusiones que se expondrán a
continuación a partir de las hipótesis definidas en sus inicios.

De esta manera, en relación a los factores que podrían estar incidiendo


directamente en el ejercicio de la violencia, en la etapa del pololeo entre
adolescentes, se planteó como primera hipótesis, la siguiente:

El consumo de alcohol y drogas, son factores que pueden incidir en el ejercicio de


algún tipo de violencia en el pololeo; al respecto, el alcohol y las drogas, tan
presentes hoy en la vida de los adolescentes son causales importantes de
violencia en la pareja, la dificultad que muestran los jóvenes para reconocer que
padecen estas adicciones no permiten un tratamiento a tiempo y al estar en
pareja se ven afectados por conductas violentas que habitualmente son
inmanejables por ellos y que se agudizan a través del tiempo provocando lesiones
psicológicas y emocionales a ambos.

136
En los focus group realizados durante el proceso de desarrollo del estudio, los
jóvenes identificaron el alcohol y las drogas como un factor desencadenante de
violencia en el pololeo, lo que es concordante con los hallazgos en los distintos
estudios del CONACE, que destacan el problema del abuso de alcohol y drogas
en la población escolar y que han llevado al MINSAL a establecer el abuso de
sustancias como una de las prioridades del Plan y Política de Salud Mental del
país (Minsal 2002).

La relación entre el consumo de alcohol-drogas y la agresividad en las relaciones


sociales, ha sido connotada por diversos estudios que indican que estas pueden
promover la agresión o la violencia al irrumpir en las funciones cerebrales
normales. El alcohol debilita los mecanismos que normalmente reprimen las
conductas impulsivas, incluyendo la agresión inapropiada. Al disminuir el
procesamiento de información, el alcohol y drogas pueden también llevar a que
una persona interprete mal ciertas claves o signos sociales y por lo tanto, sobre-
reaccionar ante una amenaza percibida.

En el focus group los jóvenes reconocen que la ingesta de alcohol y drogas


aumentan los niveles de violencia. Lo que concuerda con el conocimiento que se
tiene actualmente del efecto del alcohol y las drogas a nivel cerebral . Los efectos
del alcohol sobre la estructura y el funcionamiento del sistema nervioso central
afecta directamente la conciencia, la que nos permite razonar de manera
adecuada, produciendo alteraciones en las percepciones e ideas de las personas
que han ingerido esta sustancia, lo que influye de modo negativo en sus
relaciones con los demás y en la comprensión cabal de las circunstancias vividas.
También puede ocurrir desinhibición, pérdida de control emocional, ruptura de
códigos ético-morales y de las buenas costumbres de convivencia, lo que facilita la
aparición de la violencia.

Sin embargo, de acuerdo a lo observado y obtenido en el focus group a lo largo de


la investigación, los jóvenes, en ocasiones, no reconocen la ingesta de alcohol y
drogas como un factor de riesgo en el aumento de los niveles de violencia, sino

137
más bien como el factor determinante de la violencia, desconociendo de esta
forma la violencia como factor de base y traspasando la responsabilidad de sus
conductas violentas al consumo de estas sustancias. Por tanto, de acuerdo con
nuestro estudio la primera hipótesis se confirma, debido a que sí los jóvenes
reconocen que el consumo de alcohol y drogas, es determinante como factor que
puede incidir en el ejercicio de algún tipo de violencia en el pololeo.

En relación a nuestra segunda hipótesis de estudio, que señala que los


sentimientos de frustración mal canalizados pueden influir en el ejercicio de
violencia contra la pareja, podemos señalar que nos enfrentamos a una sociedad
con jóvenes apesadumbrados por las faltas de oportunidades para acceder a los
beneficios del mercado en nuestro país. Los jóvenes se muestran inseguros con
relación al futuro, y muy pesimistas, lo que está ligado a la falta de oportunidades
de inserción al mundo laboral lo que los deja en condiciones de inestabilidad.
Identifican la falta de trabajo como uno de los principales problemas que
enfrentan en este contexto de falta de oportunidades y medios que les brinda
nuestra sociedad, particularmente a este segmento de jóvenes de escasos
recursos que corresponde al estrato socioeconómico de los entrevistados. Es
aquí donde surge el tema de la incertidumbre, de las dificultades para poder
proyectarse. Si bien es cierto, los jóvenes tienen acceso a los medios de
comunicación, que les muestra las oportunidades y diferentes alternativas del
mundo académico y del mundo laboral; sin embargo su situación socioeconómica
no les permite acceder.

Estas inseguridades de existencia generan sentimientos de frustración que ante


escasos locus de control interno desencadenan agresividades que se expresan
en las formas de resolver sus conflictos; lo que unido a las fragilidad de las
relaciones sociales que se construyen, terminan en actos de agresividad contra
otros.. En este contexto de vulnerabilidad relacional, la pareja se transforma
muchas veces en el foco de la transferencia de la frustración, canalizándose la
agresión hacia ella. . Otras situaciones se expresan en que se busca en la

138
pareja la contención, el apoyo, la valoración, las que al no poder encontrarla
dentro de la convivencia, se manifiesta y desencadena esta nueva frustración en
algún tipo de violencia.

La agresividad no es inherente a la personalidad, sino que tiene que ver con


formas de relacionarse desde una perspectiva más individualista, menos
empática.

La violencia es una conducta muchas veces aprendida a través de la imitación,


educación, cultura y tradición. Se transmite de generación en generación. Sin
embargo así como la violencia es una conducta aprendida también las conductas
pacíficas y armónicas en las relaciones de pareja se pueden aprender.

Situación no distinta a lo que señala Bandura (opcit) en su estudio; que el


ambiente causa el comportamiento del individuo, pero que así mismo el
comportamiento del individuo influye también sobre el ambiente. En este sentido
el mundo y el comportamiento de una persona están ligados estrechamente.

“… El no saber cómo decir las cosas a su debido tiempo y de buena manera…o es


más fácil agarrarse a “cachuchazos”,…el ponerte a pelear es una demostración de
que no eres capaz de discutir…cuando no podí pensar en frio atacai…” (Pablo)

“…hace poco una mina me contó que el pololo le pegó, la tiró contra la pared, le
pego un combo, la botó al suelo y la pateó…” (Marcela)

“…no hay que “aguantar” que se ejerza violencia de ningún tipo dentro de la
relación…” (Carolina)

“… las parejas jóvenes discuten “caleta” y con mayor grado de agresividad, son los
celos los que desatan la violencia en la pareja, además de los rumores y
“cahuines”…” (Jaime)

139
De acuerdo a lo observado en los focus group, podemos señalar que los jóvenes
poseen pobre control de sus impulsos, y escasa tolerancia a la frustración, lo cual
se manifiesta en la forma de dar solución a los conflictos, cayendo en la violencia
psicológica y física como método de resolver sus diferencias. Estas son
conductas que a los jóvenes les ocurren. Así mismo, ellos manifiestan que ante
un estimulo negativo, como por ejemplo una discusión; la primera respuesta que
dan al otro es de forma agresiva, ya sea con insultos, golpes o descalificaciones.
Por tanto, la segunda hipótesis de investigación en nuestro estudio se confirma,
debido a que los sentimientos de frustración mal canalizados pueden influir en el
ejercicio de violencia contra la pareja en los adolescentes.

La tercera hipótesis que sostiene que el individualismo prevaleciente puede


aumenta los niveles de agresividad y conductas de irrespeto por el otro, podemos
señalar que de acuerdo a los cambios que experimentan las sociedades,
principalmente latinoamericanas, muchas influencias en los mismos se recogen
de los estilos de vida de los países desarrollados, de las grandes ciudades a nivel
mundial, ésta corresponde a una de las características de la globalización , la cual
avanza a pasos agigantados y ante la cual hay que adecuarse constantemente
como sociedad.

La globalización, el aumento de la tecnología, corresponden a características


propias de lo que corresponde al actual modelo neoliberal moderno, junto con la
internalización de los modelos de mercado. Ante todos los cambios que trae
consigo este modelo, no quedan exentos los/as jóvenes ya que ellos
paralelamente desarrollan cambios acordes con el modelo imperante.

Este expansión de la modernidad en su fase neoliberal, trae consigo también un


brusco cambio a nivel cultural, social y valórico, los jóvenes de hoy se sienten, en
ocasiones incapaces o ven con gran dificultad la posibilidad de insertarse de
manera óptima, en este nuevo tipo de sociedad, el aislamiento o rechazo ante un
mundo individualista y en cual está presente la competencia entre individuos.

140
La globalización y la modernización están creando un mundo cada vez más
diverso e interconectado. Para comprender y funcionar bien en este mundo, los
individuos necesitan, por ejemplo dominar las tecnologías cambiantes y
comprender enormes cantidades de información disponibles. También enfrentan
desafíos colectivos como sociedades, tales como el balance entre el crecimiento
económico y la sostenibilidad ambiental y la prosperidad con la equidad social. En
estos contextos, las competencias que los individuos necesitan satisfacer para
alcanzar sus metas se han ido haciendo más complejas, requiriendo de un mayor
dominio de ciertas destrezas definidas estrechamente, lo que trae consigo,
transformaciones socioculturales que han generado una sociedad individualista
que se ve reflejada en las relaciones que establecen los jóvenes, donde no existe
una preocupación por el otro.

De acuerdo a lo observado y respaldado por nuestro marco teórico, podemos


señalar que los jóvenes actuales están formados en un marco de valores
individualistas y competitivos, tienen un fuerte acento en el proyecto de vida
individual, en una orientación vital más bien individualista y un tanto más
pragmática. Existe hoy una mayor valoración al esfuerzo personal y el logro
individual, dejando de lado los intereses sociales y el trabajo en equipo. Esta
formación está estrechamente relacionada con la conducta individualista que
mantienen ciertas parejas. De acuerdo al focus group los jóvenes lo reconocen
como un posible factor de violencia. La falta de empatía, el no ponerse en el lugar
del otro son conductas muy frecuentes entre los adolescentes. Estos se
encuentran constantemente en una lucha de poder, donde cada uno quiere pasar
por sobre el otro.

Se señala en el marco teórico que uno de los elementos más importantes de ser
joven, en la actualidad es sobreponerse al anonimato de las grandes urbes, dejar
huella y ser reconocido en su existencia, es decir poder reconocerse como sujeto
y con una identidad propia, ésto queda de manifiesto hoy en día, por ejemplo, con

141
la masificación que tienen las tribus urbanas; que en este caso son de gran
importancia para los jóvenes de nuestro estudio. En consecuencia, la tercera
hipótesis de nuestro estudio se comprueba.

La cuarta hipótesis de la investigación tiene relación con una disciplina permisiva o


la ausencia de normas claras de funcionamiento familiar, lo que junto con las
sanciones inconsistentes aumentan las probabilidades del ejercicio de algún tipo
de violencia al interior de parejas adolescentes. Podemos señalar que tal situación
no es extraña dado que los hechos cotidianos, el rol social que la familia juega en
la constitución normativa y comportamental del sujeto, es fundamental, y esta
influencia está hoy debilitada por las dificultades de sobrevivencia que enfrenta la
familia, que la obliga a buscar el sustento en largas jornadas de trabajo fuera del
hogar, pero también por el rol socializador que hoy juegan los medios de
comunicación masivos y por el debilitamiento de la influencia normativa de la
Escuela . Las diversas influencias externas que reciben los niños y jóvenes,
muchas veces ponen en contradicción al joven con las normas familiares y
especialmente los de menor edad cada vez se muestran más proclives a
contradecir esas normas. El estudio muestra cómo los jóvenes de un rango etáreo
inferior muestran actitudes de clara indiferencia con las normas, manifestando
que estás están para “romperse”. En efecto, los cambios observados en la
dinámica familiar, aparecen como un factor que ha contribuido a la aparición de
conductas cercanas a la anomia de parte de algunos jóvenes, así el poco tiempo
de permanencia de los padres en el hogar les impide educar y supervisar el
desarrollo de sus hijos. Este escaso tiempo impide una adecuada comunicación
entre padres e hijos favoreciendo el distanciamiento familiar. Por otro lado, se
observa carencia de reglas, normas y despreocupación por parte de los padres,
entregando en la mayoría de los casos la responsabilidad formativa de los
alumnos al colegio. Así mismo, la mujer ha tomado un rol fundamental como
proveedora o jefa de hogar, teniendo que salir al mercado laboral, entregando en
la mayoría de los casos la responsabilidad a la escuela.

142
Si bien es cierto; la escuela es vista como un espacio normativo y de socialización,
este espacio se debe dar primeramente en la familia, donde se dan las primeras
interacciones entre el individuo y su seno familiar. Donde el individuo va
construyendo poco a poco su identidad y sus propios marcos referenciales.

La carencia de normas y reglas al interior de la familia, acarrea exacerbación de


las libertades en los adolescentes, generando diferentes situaciones o estilos de
conducta que perjudican a otros, como el grupo de amistades, familia, colegio y
pareja. Podemos nombrar conductas como: exceso de libertad en la relación de
pololeo, falta de valores en la relación como es el respeto, o violencia propiamente
tal.

Otro factor que predispone a la violencia como forma de relacionarse son algunos
aspectos socioculturales estrechamente ligados a formas de crianza de los
sectores de bajos ingresos, muchos padres propician la agresión como una
estrategia de sobrevivencia, enfrentados a un medio social donde la violencia es
un medio frecuente y reconocido de resolución de conflictos. Por ejemplo desde
pequeños a los niños se les enseña a ejercer el respeto ante sus pares mediante
agresividad y violencia.

El pertenecer o estar inserto en un hogar disfuncional, trastoca el normal


desarrollo del adolescente ya que no posee referentes o patrones estables en los
cuales pueda reflejar su comportamiento a futuro, esto puede significar el hecho
de no poder lograr construir una relación normal a nivel social y de pareja.

Cuando el hogar y la escuela no cumplen ese espacio normativo, el joven se


siente desconcertado e inseguro y comienza el proceso de búsqueda de su
propio “yo”, abandonando su grupo inicial por otro que está fuera de su hogar, y
que se constituye a partir de “otros”, que a la vez se encuentran en las mismas
condiciones. Una búsqueda de identidad, donde a través de estas formas de
sociabilidad los jóvenes comparten intereses, se refuerza, se recrean. Allí las
normas, los valores, lo aceptable y lo reprochable adquiere una connotación

143
diferente. En este sentido; la calle es la principal esencia que separa y une a los
jóvenes, aquí se juega el espacio de influencia, se demarca el territorio o se
establece la superioridad de unos sobre otros.

En este estudio queda de manifiesto que la falta de normas, la ausencia de la


madre en el hogar y el traspaso de las responsabilidades de estas en el colegio
son factores que al parecer influyen en el ejercicio de la violencia. Sin embargo
no es tan claro que este sea un factor determinante dado que en los dos grupos
estudiados hubo diferencias respecto a la percepción y al valor que los jóvenes les
daban al cumplimiento de normas. Mientras que el primer grupo más joven cuyas
edades fluctuaban entre los 14 y 17 años referían que las normas no tenían
ningún valor y estaban hechas para romperse, el segundo grupo en edades de 17
a 20 años si le daban un valor importante al cumplimiento de normas en la
sociedad, en la socialización y en el entendimiento entre los individuos, no
pudiendo negar que el entendimiento si es un factor que contribuye a disminuir los
niveles de violencia. Por tanto la cuarta hipótesis de nuestro estudio se comprueba
parcialmente, debido a que una disciplina permisiva o la ausencia de normas
claras de funcionamiento familiar, junto con las sanciones inconsistentes
aumentan las probabilidades del ejercicio de algún tipo de violencia al interior de
parejas adolescentes.

En relación a la hipótesis número cinco, que plantea que ser hijo(a) de padres
golpeadores o haber sido objeto de violencia por algún miembro de la familia;
puede incidir en la repetición de patrones conductuales; por lo general, la mayor
parte de los padres que abusan, o maltratan de cualquier forma (física, psicológica
o sexual) a sus hijos, han sufrido ellos también la misma situación por parte de sus
progenitores, ésta es una característica común entre los adultos que ejercen algún
tipo de violencia hacia sus hijos, parejas, familias.

Algunos hechos afirman que este tipo de padres y/o adultos presentan una
personalidad infantil, distorsionada y no acorde a la etapa adulta por la cual
atraviesan, éstos esperan de forma poco realista que sus necesidades

144
psicológicas sean cubiertas por sus hijos o por la pareja y que al no ver cumplidas
estas expectativas experimentan un gran estrés y se vuelven violentos en las
relaciones con su familia. A pesar de este enfoque psicopatológico, pocos adultos
de este tipo pueden ser considerados verdaderos psicóticos o sociópatas, dado
que en otras facetas de la vida funcionan sin distorsiones sociales y/o
psicológicas.

Casos de malos tratos se dan en todos los grupos, religiosos, étnicos y raciales, y
en todas las áreas geográficas. La gran mayoría de casos de maltrato y/o violencia
se dan en las familias con menos recursos, tal vez debido a la falta de
oportunidades educativas para poder manejar de la mejor manera posible las
frustraciones emocionales y económicas por las cuales atraviesan.

El niño y posterior adolescente al momento que nace va formando una


personalidad propia, la cual se va desarrollando a lo largo de sus experiencias de
vida, en el contacto con el mundo social siendo diversos factores los que influyen
en tal desarrollo; como se señala en el marco teórico de la investigación, existen
en algunos casos factores hereditarios que predisponen con mayor notoriedad las
conductas agresivas en una persona, aumentando el número de conductas
violentas. Hay niños que nacen con una cierta predisposición a tener una
personalidad en la que la violencia y agresividad es uno de sus rasgos
característicos, pero también en otras situaciones el ambiente donde el niño se
desenvuelve, puede llegar a ser el determinante de las conductas violentas.

Según nuestro estudio, el comportamiento agresivo y violento surge en los


primeros años de vida, éste evoluciona a medida que el niño crece y llegada la
etapa adolescente, son bastante más recurrentes los motivos y los escenarios los
cuales se pueden tener y manifestar este tipo de comportamientos.

En el ejercicio de la violencia podemos mencionar que el marco de referencia


propicio a la violencia presente en cada persona, es relevante en las relaciones
de pareja, y se puede considerar como factor de violencia, entendiendo que cada

145
uno aporta a la relación con sus conocimientos previos, experiencias y las
características propias de la personalidad, que como mencionamos se forman a lo
largo de la vida como también lo heredado de nuestro padres. Si uno de ellos, o
los dos, se han desarrollado en familias o entornos significativos violentos, donde
está presente por historia la violencia, existen muchas posibilidades que entablen
relaciones sentimentales donde esté presente algún tipo de agresión. Los cambios
en estas conductas se ven dificultados, ya que, los jóvenes que han aprendido a
vivir en espacios agresivos, consideran estos actos como una forma normal de
relacionarse, no alcanzando a comprender que se pueden encontrar caminos más
amables para la solución de conflictos y menos dañinos.

De acuerdo a los resultados arrojados en ambos focus group realizados con los
estudiantes, el crecer en un hogar donde se vive constantemente violencia
intrafamiliar o malos tratos entre sus miembros, genera según la opinión de los
jóvenes, la posibilidad de repetir esos patrones de conducta con sus propias
parejas, debido a que ésta es la única forma conocida de relacionarse y solucionar
las dificultades. Por tanto, la quinta hipótesis de la investigación se comprueba,
debido a que ser hijo(a) de padres golpeadores o haber sido objeto de violencia
por algún miembro de la familia; puede incidir en la repetición de patrones
conductuales y desencadenar futura violencia en la relación de pareja.

En relación a la sexta hipótesis de la investigación, que se relaciona con la lucha


de poder en la pareja, ésta puede llegar a desencadenar actos de violencia, ante
esta hipótesis pudimos concluir que, al iniciarse una relación de pareja existen dos
personas con diferentes mundos, diversas experiencias de vida, proyecciones,
metas, etc., los cuales representan la historia de sus familias de origen, las
experiencias de lo que han vivido a lo largo del tiempo, de lo que han
experimentado e interactuado con otras personas, de cómo se han ido sintiendo a
lo largo del proceso de su propia vida; se suman a estos factores las creencias,
ideas, gustos, pasatiempos, religión, moral personal y sobre todo sus emociones.

146
Al empezar a vivir en pareja, estos dos mundos se empiezan a mezclar y
complementar y en muchos de los casos el acoplar estos factores no es fácil y se
llega a crear una fuente de conflicto, que está sustentada en la necesidad de
imponer al otro las ideas y experiencias propias, como si fueran una verdad
absoluta, o como si la razón estuviera de un solo lado. En el inicio de la vida en
pareja, estos factores chocan y se generan conflictos. Por ejemplo surgen
reclamos porque uno expresa más afecto que el otro, incapacidad de tomar
iniciativas, problemas en el reparto del tiempo libre, etc.

De acuerdo a lo expuesto se da de manifiesto lo que corresponde a la lucha de


poder y control al interior de la pareja, caracterizando a ésta como una relación
recíproca, compleja, dinámica y asimétrica, de responsabilidad de los sujetos que
la mantienen y por ello, para establecer lo que le cabe a cada uno en la
construcción de la relación, es necesario esclarecer cual es la asimetría de poder
presente en la relación y cómo el uso de esta asimetría impacta en el deterioro de
la relación.

Las guerras internas en cuanto a la toma de decisiones sobre el manejo de la


economía del hogar o la educación de los hijos, provocan un espiral de rivalidad
que termina por acabar con la convivencia. La relación de pareja deteriorada, se
hace observable a través de situaciones específicas, en los cuales se podría
observar en los sujetos conflictuados ,contraposición de intereses, rencor, enojo,
envidia, frustración, falta de comunicación, malestar emocional, situaciones de
agresión o violencia, etc.

La lucha de poder que se da en las relaciones de parejas, actualmente comienza a


una corta edad, debido o tomando como una de sus principales causales, el rol
que actualmente tiene la mujer en la sociedad, entendido el rol como las acciones
socialmente esperadas, los roles como construcción social de lo deseable, definen
y distribuyen atribuciones o posibilidades de intervención en la vida cotidiana del
otro, es decir, distribuyen poder, entendiendo como poder la posibilidad de
imponer a otro la propia voluntad.

147
Hoy en día, existe mayor independencia por parte de la mujer ya sea a nivel
social, económico, sexual, etc. Este factor de lucha de poder se da como una
situación implícita dentro de las parejas de adolescentes, los conflictos de género
están latentes en la sociedad actual, por lo tanto podemos comprobar que a nivel
de jóvenes también se hace presente, a través de actitudes y características que
con el tiempo pasan a ser adquiridas en la personalidad del/la joven.

Otro factor importante que genera poder hacia el otro, corresponde al ámbito
sexual, de acuerdo al estudio, encontramos que, en relación a los resultados
entregados por el focus group, el inicio temprano de la actividad sexual de los
adolescentes (13-14 años), fue indicada por parte de los jóvenes, como un factor
importante de violencia, dado que ellos piensan que al establecer este vínculo tan
íntimo les otorga ciertos derechos sobre la pareja, dominación, y por tanto poder,
así los desacuerdos los canalizan agresivamente , y como signo de los cambios
en el rol de la mujer, recíprocamente también. Por tanto, podemos decir de
acuerdo a nuestro estudio que la sexta hipótesis se comprueba, ya que la lucha de
poder en la pareja sí puede llegar a desencadenar actos de violencia.

De acuerdo a nuestra séptima hipótesis en estudio, que tiene relación con que la
imitación de patrones de comportamiento a nivel de sociedad podrían estar
incidiendo en la aparición de relaciones de violencia en las parejas jóvenes; una
relación a nivel de pareja es la forma en que dos sujetos establecen un vínculo o
interacción voluntaria en momentos y espacios históricos específicos, siendo el
tipo de vínculo que se establece el que determina la naturaleza de la relación que
se sostiene. Al establecer este tipo de relación, cada uno de los sujetos
participantes construye, internaliza y desarrolla un determinado sentido a dicha
relación.

Estos adolescentes traen consigo diferentes marcos de referencia, familiar, social,


educacional, valórico, de creencias, límites, etc., que influyen en el marco de
referencia del otro; por lo tanto estos espacios son claves para definir la propia

148
identidad de los sujetos, por lo tanto definen, también, el tipo de interacción que
entre ellos se establezca.

A nivel social, podríamos decir, y de acuerdo a lo señalado en el marco teórico,


que los jóvenes conforman grupos juveniles que se reúnen en función de
motivaciones propias (explícitas o no), y que poseen una característica
generacional, en tanto sus integrantes tienen edades y prácticas comunes. De
acuerdo a la etapa por la que atraviesan los jóvenes, necesitan identificarse entre
sus pares, en relación a vestimentas, intereses, valores; generalmente estos
grupos juveniles no trascienden en el tiempo, si no más bien permanecen durante
su etapa juvenil. Durante esta fase clave en el desarrollo de los jóvenes, necesitan
sentirse parte de estos grupos de pares, identificarse con ellos, por lo tanto, si por
ejemplo está presente la violencia como forma de relación e interacción entre sus
miembros, es probable que esos patrones de conducta se manifiesten dentro de la
relación de pareja, ya que queda establecido como forma de relacionarse.

Otro factor que predispone a la violencia como forma de relacionarse son algunos
aspectos socioculturales estrechamente ligados a formas de crianza
principalmente ,en los sectores de bajos recursos, muchos de estos padres
propician la agresión como una estrategia de sobrevivencia, enfrentados a un
medio social donde la violencia es un método frecuente y reconocido de resolución
de conflictos. Por ejemplo desde pequeños a los niños se les enseña a ejercer el
respeto ante sus pares mediante la agresividad y violencia como medio de
autodefensa, lo que posteriormente muchas veces se repite este patrón de
conducta al establecer relaciones de pareja y posterior familia.

Los sujetos establecen en su vida cotidiana una amplia gama de relaciones


sociales que complejizan la construcción de identidad de cada uno de ellos, es así
como, la cantidad y profundidad de relaciones sociales que establece un sujeto
configurarán su propia multiplicidad de identidades, ninguna de las relaciones que
establecemos con los demás es estática, todas ellas van cambiando, mutando,
transformándose con el tiempo, gracias a su propio desarrollo, a las circunstancias

149
del contexto, a las intenciones del alguno de los participantes o por muchas otras
razones.

Una de estas razones que se puede identificar a nivel de sociedad corresponde a


la influencia de los medios de comunicación masivos, y que influye en forma
determinante y negativa, en ocasiones, en el comportamiento y conformación de la
identidad de los/as jóvenes adolescentes, al no existir ningún tipo de censura o
filtro en la información brindada.

Hoy en día los jóvenes tienen acceso con gran facilidad a cualquier medio de
comunicación sin control por parte de sus padres, principalmente la televisión e
internet, siendo este último el que más influye en la repetición de conductas
inadecuadas, debido a la gran variedad de material nocivo para la vida de ellos/as,
como el acceso a diferente sitios con difusión de videos con contenidos violentos,
material pornográfico u otros que distorsionan el sentido del comportamiento
adecuado de dichos temas.

De acuerdo al estudio realizado, podemos concluir que hoy en día los jóvenes
están constantemente rodeados de personas, quienes por un lado conforman su
núcleo familiar, como también su círculo de amistades, este ambiente transmite
constantemente vivencias, experiencias, valores, culturas, etc. por lo tanto el
traspaso de formas y estilos de vida es variado y frecuente y no siempre acorde a
o experimentado por el/la joven o lo socialmente aceptado o correcto, otro factor
importante corresponde a la importancia y protagonismo que tienen los medios de
comunicación en la vida de las personas especialmente en los adolescentes que
se encuentran en una etapa de la vida vulnerable y abierto a todo tipo de
experiencias nuevas, por lo tanto y de acuerdo a lo planteado si podemos afirmar
que la imitación de patrones de comportamiento inciden en la aparición de
conductas violentas, ya que estas conductas, en ocasiones son aprendidas,
repetidas o traspasadas por otros o mediante el acceso a los medios de
comunicación dañinos. Por tanto, de acuerdo a nuestra investigación, podemos
señalar que la séptima hipótesis de nuestra investigación se comprueba, debido a

150
que la imitación de patrones de comportamiento a nivel de sociedad podría estar
incidiendo en la aparición de relaciones de violencia en las parejas jóvenes.

Con respecto a los procesos relacionales que conllevan a la agresión reciproca


entre las parejas de jóvenes podemos concluir:

De acuerdo a nuestro marco referencial Zarate (opcit) señala que es imposible


pensar en una relación amorosa si una dosis de sentimiento hostil, ya que así se
nos enseñó desde la infancia. Por el proceso de socialización y adquisición de
roles de género en los adolescentes, los mismos que determinan el dominio del
comportamiento masculino y la sumisión del género femenino. Esto sumado a la
idealización del amor romántico que todo lo puede superar y todo lo perdona, así
también como el carácter informal y efímero de la relación.

En relación a cómo hoy los jóvenes resuelven los conflictos en la relación de


pareja, podemos señalar que tal como la sociedad evoluciona, las formas de
relación entre los adolescentes también cambia. La comunicación que
actualmente utilizan los jóvenes se manifiesta de una formas más abierta y
explícita, utilizando palabras soeces en él, y un lenguaje más agresivo lo que lleva
a una relación de género más igualitaria, donde en ocasiones se cae en exceso de
confianza, desencadenando que los jóvenes entablen una relación más violenta
en la manera de dar solución a sus problemas.

Los conocimientos teóricos referidos a la educación que cada joven posee es


determinante en las relaciones sentimentales que se establezcan, ya que, a partir
de la amplitud de conocimientos se encuentran mayores recursos para una
comunicación más fluida a través de un vocabulario adecuado que permita llegar a
la resolución de conflictos sin necesariamente concluir en violencia.

Por otro lado la experiencia de cada joven al entablar una relación de pareja es
fundamental para el desarrollo de esta, el espacio familiar en que se ha
desarrollado, el entorno social, el grupo de amistades, el colegio, son el referente

151
que posee para relacionarse en forma adecuada o no. Lo aprendido en el
transcurso de su vida se hará notar una vez que se relacione con otro u otra
sentimentalmente.

Las actitudes que los jóvenes muestran frente a su pareja son el resumen de sus
aprendizajes anteriores, la educación por un lado y las experiencias vividas por
otro, es por esto que, las responsabilidades de los adultos que acompañan el
desarrollo de los / las jóvenes son de vital importancia para la formación de las
relaciones de pareja que ellos establezcan, la violencia en todos sus aspectos son
conductas aprendidas, vividas generalmente en su entorno mas cercano. La
dificultad que presentan de resolver adecuadamente los conflictos a los que las
parejas jóvenes se ven enfrentados esta íntimamente relacionado con la forma en
que aprendieron de sus referentes a la solución de ellos y donde muchos de estos
estudiantes lo visualizaron a través de prácticas violentas.

Los valores, pilar del ser humano, son esenciales para mantener relaciones sanas
de pareja, es en ese espacio donde la práctica del respeto, la lealtad, honestidad y
otros valores adquieren su máxima relevancia, es a través de ellos que las
relaciones de pareja se construyen y permanecen en el tiempo, pero nos vemos
enfrentados a muchos jóvenes con valores escasos y frágiles lo que les acarrea
dificultades en sus relaciones sentimentales, en el trato, en la solución a sus
conflictos, en el crecimiento de la relación, en el crecimiento individual.

Nos encontramos con distintos tipos de agresión al interior de las parejas,


tomando en cuenta que los adolescentes vivencian diferentes fases durante la
relación que se relacionan con ésta.

La violencia psicológica es la más recurrente dentro de la relación y en todas sus


fases, ejercida principalmente por la mujer, a diferencia de la violencia física que
es ejercida principalmente por el hombre y en casos aislados la violencia sexual.

152
También podemos señalar que a nivel general existe una naturalización de la
violencia. En este sentido, los jóvenes no perciben ciertas conductas como
violentas. El agredir verbalmente o un golpe es algo “normal”, producto de una
falta de educación y una anomia generalizada.

Por otro lado existe un acostumbramiento de los jóvenes a que ocurran


discusiones violentas. El “es que lo hace porque le importo”, es una respuesta
muy característica de los jóvenes y para ellos es un signo de amor y de
preocupación.

Las conductas violentas en las relaciones de pareja no formales, no son percibidas


como tales ni por las víctimas ni por los agresores, ya que generalmente se
confunde el maltrato con amor e interés por la pareja. Los jóvenes durante la
etapa del pololeo comienzan a aprender y ensayar nuevas formas de
comportamiento acordes con su creciente libertad e independencia de la familia de
origen y sus propios marcos referenciales, para adoptarlas en su vida futura. Lo
anterior suscitó que para la mayoría de los jóvenes entrevistados hablar de
violencia en otros de su rango atareo, resultaba más fácil , que hablar de las
formas relacionales propias , las que en general no reconocen como tal , quizás
porque han sido aprendidas como normales en su espacio relacional más
inmediato . Para las investigadoras que tuvieron la posibilidad de observar el
entorno intra y extra escuela donde estos jóvenes se desenvuelven
cotidianamente. Sin duda la agresividad verbal interpares, constituye un patrón
relacional cotidiano del cual a los jóvenes del estudio les cuesta objetivarla
como tal.

153
HALLAZGOS DE LA INVESTIGACION

Entre los hallazgos más relevantes del estudio se rescatan los siguientes:

1. La violencia en las relaciones de pareja no es reconocida ni conceptualizada


como tal por la mayoría de los jóvenes, existiendo una extendida tendencia a
naturalizarla como forma de relación. Los gritos, empujones, garabatos,
constituyen una forma habitual de relacionarse entre las parejas de adolescentes,
lo que se transforma en un obstáculo al momento de recabar la información por la
dificultad para objetivar esa forma de trato, como problema.

2. Aún cuando lo señalado anteriormente lo podemos ubicar en el plano de lo


general, en el análisis por categoría hombre-mujer, el estudio refleja una diferencia
de percepción respecto a la violencia de pareja entre hombres y mujeres. Mientras
todos los hombres consultados minimizan o adoptan una actitud negadora del
problema, cuando se trata de experiencias cercanas, las mujeres en cambio les
dan un mayor grado de importancia a esta problemática y están más abiertas a
hablar de experiencias, tanto propias como de amistades o realidades que
conocen.

3. La violencia al interior de las parejas de adolescentes es cruzada, recíproca, es


decir ejercen violencia ambas partes. Debemos hacer una diferenciación de
géneros dependiendo del tipo de violencia, la violencia emocional o psicológica es
ejercida principalmente por la mujer, mientras que la violencia física en su mayoría
es ejercida por el hombre, no quedando este último exento de ejercer también
violencia psicológica al momento de golpear a su pareja.

4. Otro hallazgo relevante, dice relación con la diferencia en la valoración que de


las normas sociales tienen los jóvenes según rango etáreo. Mientras los jóvenes
de edades inferiores a 17 años , manifiestan en su totalidad que consideran que
las normas o reglas impuestas en sus hogares y en la escuela, no son importantes

154
en sus vidas, y que “la norma está hecha para romperse”., cumpliéndose éstas
solo durante la etapa de la niñez, los jóvenes más adultos, sobre 17 años en
cambio, reivindican el rol de las normas como guías y reguladores en los
comportamientos sociales y reclaman del colegio una mayor imposición de normas
para resolver los problemas de conductas. . Lo anterior estaría demostrando los
acelerados cambios que están ocurriendo en el sujeto juvenil, de lo que se da
debida cuenta en el marco teórico del estudio.

5. Otro hallazgo, fue descubrir que la principal razón que aducen, especialmente
los varones para explicar la violencia en el pololeo, son los celos. Con respecto a
este tema; manifiestan posiciones encontradas, para algunos, éstos son
“buenos” y que “si mientras más te celan y te hacen problemas, más te quieren”.
Otros en cambio, manifiestan que éstos en forma controlada y equilibrada, pueden
ayudar a potenciar la relación de pareja pero, cuando los celos son enfermizos
nublan y perturban la relación, como piensan muchas veces los jóvenes, los celos
no representan una manifestación de cariño, al contrario en forma exagerada y
enfermiza detonan violencia en la relación.

6. Un último hallazgo descubierto a través de la investigación, tiene relación con


la violencia sexual, debido a que por largo tiempo y generalmente se asocia este
tipo de violencia con los hombres, es decir, que son únicamente ellos quienes la
ejercen, pero de acuerdo a lo investigado podemos decir que la mujer hoy en día
también es responsable de ejercer este tipo de violencia, principalmente en la
etapa de la adolescencia, ante lo cual se identifican como factores que llevan a
cometer violencia sexual, el consumo de alcohol y drogas. El sexo en estos
jóvenes no se asocia a relaciones estables donde exista un involucramiento
sentimental, sino más bien a relaciones incidentales.

155
APORTES DEL TRABAJO SOCIAL

De acuerdo a lo que hemos observado, tanto en este estudio, como en otros,


podemos señalar que la violencia en todas sus manifestaciones no es sólo un
problema de salud pública, sino está relacionada con una variedad de factores
que la generan y la sustentan y se presenta además en todos los estratos
socioeconómicos.

Por una parte existen factores a nivel macro como son:

El impacto de los medios de comunicación como la televisión, debido a que los


niños y adolescentes pasan bastantes horas del día frente al aparato
alimentándose y observando información que engendra y transmite violencia en
todas sus formas.

Por otra parte existen incrementos en cuanto a los datos de violencia societal,
donde el diálogo ha sido desplegado por otras formas relacionales más violentas.

Las transformaciones socioculturales, donde la mujer se ha ido ganando diferentes


espacios en la sociedad que sólo eran ocupados por hombres; como por ejemplo,
la inserción de la mujer en el mercado laboral, el aporte económico al hogar,
muchas veces cumpliendo el rol de proveedora única, ha posibilitado que ésta
tenga más independencia y pueda satisfacer sus propias necesidades, hecho que
ha generado conflictos relacionales al confrontarse con la influencia de la
ideología patriarcal , que aún cuando se ha ido debilitando, sigue arraigada en los
patrones culturales, de la población., especialmente masculina.

Entre los factores asociados al anterior, es que producto de las precariedad


laboral, donde en una gran cantidad de hogares ambos padres deben trabajar
largas jornadas los niños y jóvenes están más solos y desprotegidos, y carentes
de control, normas, límites y orientación parental, ocurriendo que en muchas

156
ocasiones se norman y adquieren comportamientos más propios de una cultura
callejera.

De acuerdo a lo ya antes mencionado; pensamos que el tema de “La violencia en


el pololeo en adolescentes”, corresponde a una problemática que debiese partir
abordándose en la familia y en la escuela, ya que son los primeros espacios de
integración y socialización de los niños y jóvenes; y donde se dan las primeras
relaciones interpersonales entre pares y de pareja.

Para nosotras como Trabajadoras Sociales, se nos hace fundamental incorporar


un accionar educativo en los colegios implementando talleres de sexualidad con
temas que son de real interés para estos jóvenes, ya que existe por parte de ellos
una tremenda desinformación acerca del tema de sexualidad y relaciones de
pareja.

Por otro lado, se nos plantea el desafío de introducir abordajes específicos desde
el mundo educacional (como ya se mencionó), en la infancia, la etapa escolar,
básica, media y universitaria. Ello como espacios de sensibilización, promoción y
prevención de la violencia, ya que podemos afirmar que la violencia en el pololeo
es el primer paso para una futura violencia intrafamiliar. Es por ello que se debe
hacer un trabajo tempranamente sobre el tema.

Si consideramos los resultados del presente estudio, una de las prioridades


debiera ser incidir en las creencias que presentan los y las jóvenes; en términos
que la violencia no tiene un significado de problema grave que los afecta, sino
muchas veces es vista como una respuesta legítima, que eleva la autoestima y
no provoca sufrimiento a la víctima. En este sentido, es importante distinguir,
denominar, identificar, poner el nombre de violencia a una serie de relaciones de
abuso de poder, que viven cotidianamente (en el colegio, en la calle y con las
autoridades), pero que no conceptualizan como tales.

157
También creemos que es sumamente importante trabajar con los niños y jóvenes
desde los propios colegios y con sus profesores, enseñarles a identificar los
diferentes perfiles que puede poseer un (a) posible a agresor o agresor (a) en
potencia.

Otro aporte del Trabajo Social es enseñarles a los niños y jóvenes a identificar
redes de apoyo concretas tendientes a pesquisar y prevenir las situaciones antes
mencionadas a través de un acompañamiento a lo largo del desarrollo del ciclo
vital del adolescente, instancia ideal son los centros de salud con sus programas
de control sano, instancia ideal para involucrar a toda la familia.

La prevención en violencia implica actuar de manera que se pueda modificar la


creencia que la violencia es una respuesta legítima, no provoca sufrimiento ni
daño a la víctima. La violencia como forma de resolver los conflictos sí afecta las
relaciones interpersonales, familiares y sociales.

Por otro lado, hoy en día existe una mayor horizontalidad en la pareja, lo que
permite un avance, pero a falta de otros referentes los jóvenes actúan sin normas.
Y es muy importante que las familias vayan normando las formas de relacionarse
de sus hijos. Hoy existe la certeza que los niños son más autónomos, pero es
bueno que esa autonomía debes ser retroalimentada, aún cuando sean pocos los
espacios.

Con respecto a las Políticas Públicas; el Trabajo Social tiene hoy en día más
posibilidad de incidir en los municipios a nivel central. Esto en base a ir generando
políticas que trabajen con las familias.

En el ámbito del Trabajo Social; la Mediación Familiar pasa no solo a instalar


formas de resolución de conflicto, como un interventor, pacificador y solucionador,
sino que instala nuevas propuestas de relaciones familiares.

158
Si nos ponemos más rigurosas y específicas en cuanto al tema, como
Trabajadoras Sociales podemos abordar los siguientes niveles: individual,
relacional, comunitario y social.

A nivel individual se deben desarrollar estrategias que permitan el cuestionamiento


consciente de los estereotipos de género y de las relaciones que se forman a
partir de éstos. Es importante que los sujetos se adueñen de una conciencia de
derechos individuales que pongan al centro el derecho a la libertad, a la
autonomía, al respeto, a la individualidad y al vivir una vida sin violencia. A nivel
relacional se deben generar espacios de conversación que constituya una
respuesta adecuada a sus necesidades.

La invisibilidad de la violencia para los jóvenes está estrechamente ligada a la


ceguera de su comunidad y sociedad. A nivel comunitario es fundamental que las
terceras personas, miembros de la comunidad cumplan un rol importante a la hora
de acoger tanto a las víctimas como victimarios y en el conocimiento del fenómeno
de la violencia. En la medida que los otros reconozcan como violencia una amplia
gama de actitudes que antes no eran consideradas como tal, será posible que
desarrollen una actitud más alerta, acogida y sanción.

Respecto a la concepción de violencia existen ciertos mitos y patrones culturales


que se deben romper. Se debe hacer una reeducación sobre los mitos en que el
hombre tiene el poder y la mujer debe mantenerse de manera sumisa si lo quiere
mantener a su lado. Estos mitos son los que permiten que la conducta del hombre
se mantenga inalterada.

159
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(2002)

168
ANEXOS

169
ANEXO 1: DEFINICION CONCEPTUAL DE VARIABLES

Variables de investigación:

• Factores individuales

• Factores familiares

• Factores sociales

• Violencia

• Agresión

Factores Individuales: elementos relativos a los marcos referenciales que posee


cada individuo.

Factores Familiares: elementos referentes a las dinámicas relacionales y


afectivas que se establecen en el interior del núcleo familiar.

Factores sociales: elementos referentes a las interrelaciones que mantiene el


individuo con su entorno.

Violencia: “uso de la fuerza con la intención de causar lesiones o muerte a sí


mismo o a otro individuo o grupo(s) e incluye las amenazas de uso de la fuerza
para controlar a otro individuo o grupo", y "el comportamiento humano agresivo,
involucrando el uso de la fuerza física, psicológica o emocional, con la intención de
causar daño a sí mismo o a otros". (Comité nacional para la prevención de
lesiones, 1989).

Agresión: La agresión se define como: “el comportamiento que intenta hacer


daño u ofender a alguien, ya sea mediante insultos o comentarios hirientes, o bien
físicamente, a través de golpes, violaciones, lesiones, etc.”. La palabra clave para
definir la agresión es, por tanto, la intención de dañar y es además la que la
diferencia de otros tipos de violencia.

170
Anexo 2: OPERACIONALIZACION DE VARIABLES

VARIABLES
DIMENSIONES SUB INDICADORES ITEMS
DIMENSIONES

¿Cómo
características - pasiva
1. Factores de - activa
definirías tu
individuales. personalidad -agresiva
personalidad?
- pasiva
- activa
- agresiva
-¿por qué?

- Percepción - buena Que opinas


sobre el - regular del pololeo y
pololeo y - mala las relaciones
relación de - ¿por qué? de pareja
pareja.

- Percepción - buena Que opinas


sobre la - regular sobre la
violencia en la - mala violencia en el
pareja de - ¿por qué? pololeo
Factores que pololos
inciden en el
ejercicio de la
violencia - sistema - Posee valores Que son para
valórico - No posee ti los valores
valores

Profesas
- sistema de - Tiene algún tipo de
creencias - No tiene creencias

- percepción de - buena ¿Cómo


la escuela - regular encuentras tu
como espacio - mala escuela? ¿Por
de conflicto en - ¿por qué? qué?
la pareja.

2. Factores - tipo de familia nuclear ¿Con quien


familiares. familia vives?

- Papá, mamá,
hijo.
- familia
reconstituida - Papá /
padrastro,
171
mamá /
madrastra,
hermanos /
hermanastros.

- familia - Papá, mamá


extendida (o pareja),
hijos, abuelos,
tíos, etc.

- familia - Papá o
monoparental mamá con
hijo.

- familia - Donde
disfuncional alguno de los
miembros
presente
alguna
problemática.

- experiencias - gratificantes En tu
familiares - no opinión, las
afectivas gratificantes relaciones
familiares en
tu hogar son:

- gratificantes
- no
gratificantes
- ¿por qué?

- Distendida ¿En tu casa


- Dinámica quién pone las
familiar - Conflictiva
reglas?
- papá
- mamá
- ninguno
- ¿por qué?

3. Factores ¿Dentro de tu
- existen comuna tienes
sociales. - no existen acceso a?:
- inserción a
redes sociales - colegio
- esta inserto
- consultorio
- no esta
-
inserto
municipalidad
- junta de

172
vecinos
- iglesia
- otros

- tiene ¿Tienes
- amistades - no tiene amistades?
- tiene
- no tiene
- ¿por qué?

¿Cómo
1. Tipo de - estable - estable larga definirías tus
relación en el - no estable duración relaciones?
pololeo. - esporádico - estable corta
- pololeos
duración
largos
- esporádica
- pololeos
- casual
cortos
- “andar”
- “tirar”

2.Características - armónica dialogo mutuo En el día a día


de la relación. - conflicto en tu relación
mutuo de pareja
Formas de - resolución de existe…
resolución de conflicto por
Procesos conflictos. consenso
- dialogo
Relacionales - amoroso
mutuo
- expresión de
en la pareja afecto
- conflicto
mutuo
- comprensión
- resolución de
conflicto por
consenso
- conductas
amorosas
- expresión de
afecto
- comprensión

¿Con qué
3. Tipos de - física - golpes frecuencia
- puñetes ocurren las
agresión - patadas siguientes
expresados por - empujones situaciones
la pareja. - cachetadas de agresión
- tirones de con tu
pelo pareja?

173
- empujones
- Golpes
- Patadas
-
Sobrenombres
- Garabatos
- Amenazas
- insultos
- Destrucción
de objetos
(sillas mesas
vidrios, etc.)

En los
garabatos últimos dos
- insultos meses has
- anulación del sido VICTIMA
otro por parte de
- psicológica
- sobrenombres tu pareja?
- Destrucción
de objetos - empujones
(sillas mesas - Golpes
vidrios, etc.) - Patadas
-
Sobrenombres
- Garabatos
- Amenazas
- insultos
- Destrucción
de objetos
(sillas mesas
vidrios, ETC.)
- otros

- relaciones ¿Has sufrido


- sexual sexuales sin el algún tipo de
consentimiento violencia
del otro sexual por
- tocaciones parte de tu
impropias pareja?
- acoso sexual
- si
- no
- que tipo:
_______

- Ninguno ¿Hasta que


Escolaridad de -Básica curso o nivel
los padres incompleta alcanzaron tus
- Básica

174
completa. padres?
-Media
- Ninguno
1.- Situación incompleta.
-Básica
Socioeconómica. - Media
incompleta
completa.
- Básica
-Técnica
completa.
superior.
-Media
Incompleta.
incompleta.
-Técnica
- Media
superior. -
completa.
completa.
- Técnica
-Universitario
superior.
Incompleta.
Incompleta.
-Universitario
-Técnica
completa.
Superior.
Completa.
-Universitario
Incompleta.
-Universitario
completa.

- Cesante
¿Cuál es la
- Estudiante
Ocupación actividad
-Trabajador
laboral de los principal de
independiente
padres tus padres?
-Trabajador
dependiente - Cesante
- Comerciante - Estudiante
- Artesano -Trabajador
- Dueña de independiente
casa -Trabajador
- Jubilado dependiente
- Montepiado - Comerciante
- Obrero - Artesano
- Otro - Dueña de
casa
- Jubilado
Situación - Montepiado
socioeconómica - Obrero
- Otro

- 0 a ¿Cuál de
135.000.- estos montos
pesos. representa
Nivel de -136.000 a mejor el
ingresos. 145.000.- ingreso
pesos. familiar total
-146.000 a de su hogar?
249.000.-
pesos. -0 a
-250.000 a 135.000.-

175
300.000.- pesos.
pesos. -136.000 a
-301.000 y 145.000.-
más. pesos.
-146.000 a
249.000.-
pesos.
-250.000 a
300.000.-
pesos.
-301.000 y
más.

Situación -Números de Cuántas


habitacional personas. personas
viven en tú
casa,
contándote a
ti?

-Números de
personas.

-Número de ¿Cuántas
piezas. piezas tiene
la vivienda
donde vives?
Sin contar
baño y
cocina.

-Numero de
piezas.

- Propia ¿La casa en


- Arrendada la cual vives
-De algún es....
familiar.
- Propia

176
- Arrendada
-De algún
familiar.

- Sólida La casa
- De madera donde vives
- Mixta actualmente
es:

- Sólida
- De madera
- Mixta

177
Anexo 3: INSTRUMENTO DE RECOLECCION DE DATOS

FOLIO Nº ________
CURSO: ________
CUESTIONARIO
1.- SEXO

Femenino

Masculino

2. ¿Qué edad tienes?

CARACTERIZACIÒN FAMILIAR:

3. ¿Con quien vives?

-Papá y mamá
-Sólo mamá
-Sólo papá
-Otros familiares
-Otras personas que no son
familiares

4. En tu opinión, las relaciones familiares en tu hogar son:

-Gratificantes
-No gratificantes

¿Por qué?______________________________________________

178
5. ¿En tu casa quién pone las reglas?

-Papá
-Mamá
-Ninguno

¿Por qué?_____________________________________________

CARACTERIZACIÒN SOCIECONÒMICA:

6. ¿Hasta que curso o nivel estudiaron tus padres?

(Marca sólo una alternativa)

Padre Madre
- Ninguno
- Básica incompleta
- Básica completa
- Media incompleta
- Media completa
- Técnica medio
- Técnica superior
incompleta
- Técnica superior
completa
- Universitario incompleta
- Universitario completa

179
7. Ocupación Laboral

¿Cuál es la actividad principal de tus padres?

(Marca sólo una alternativa para cada columna)

Padre Madre
- Cesante
- Estudiante
- Trabajador independiente
- Trabajador dependiente
- Comerciante
- Dueña de casa
- Jubilado
- Montepiado
- Otros trabajos (pololitos)

8. ¿Cuál de estos montos representa mejor el ingreso familiar total de su


hogar?

(Por favor considerar a todos los miembros que perciben ingresos)

a) 0 a 135.000.- pesos
b) 136.000 a 145.000.- pesos
c) 146.000 a 249.000.- pesos
d) 250.000 a 300.000.- pesos
e) 301.000 y más

180
9. ¿Cuántas personas viven en tu casa, contándote a ti?

10. ¿Cuántas piezas tiene la vivienda donde vives? Sin contar baño y
cocina

11. ¿La casa en la cual vives es:

Propia
Arrendada
De un familiar
Otro

12. La casa donde vives actualmente es:

Sólida
De madera
Mixta (casa con ampliación de otros
materiales: madera, paredes prefabricada, etc.

181
13. ¿Dentro de tu comuna tienes acceso a?:

Colegio
Consultorio
Municipalidad
Junta de vecinos
Iglesia
otros

14. ¿Tienes amistades?

Tiene
No tiene

¿Por qué?____________________________________________________

CARACTERIZACIÒN INDIVIDUAL Y RELACIÒN DE PAREJA:

15. Tu personalidad la definirías como:

Pasiva
Activa
agresiva

¿Por qué? _______________________________________________________

182
16. Tu escuela la encuentras:

Buena
Regular
Mala

¿Por qué?___________________________________________________

1. ¿Cómo definirías tus relaciones de pareja

Pololeos largos
Pololeos cortos
“Andar”
“Tirar”

2. ¿En el día a día en tu relación de pareja existe?

Dialogo mutuo
Conflicto mutuo
Resolución de conflicto
por consenso
Conductas amorosas
Expresión de afecto
Comprensión
Escasa conversación
Agresiones mutuas
Anulación del otro
Lucha de poder
Competitividad

183
3. ¿Con qué frecuencia ocurren las siguientes situaciones de agresión
con tu pareja?

Empujones
Golpes
Patadas
Sobrenombres
Garabatos
Amenazas
Insultos
Destrucción de objetos
(sillas, mesas, vidrios, etc.)

20. ¿Has sufrido algún tipo de violencia sexual por parte de tu pareja?

Si_____________________ No_____________________

¿Cuándo ocurren estas


situaciones?_______________________________________________

21. Podrías describir los momentos previos al acto de violencia (hasta el


nuevo golpe)

________________________________________________________________

________________________________________________________________

________________________________________________________________

184
22. En los últimos dos meses has sido víctima por parte de tu pareja
con:

Si________________ No_______________________________

Empujones
Golpes
Patadas
Sobrenombres
Garabatos
Amenazas
Insultos
Destrucción de objetos
(sillas, mesas, vidrios, etc.)

¿Cuándo ocurren estas situaciones?_______________________________

Muchas gracias por tu cooperación.

185
Anexo 4: TOPICOS FOCUS GROUP

• “Hoy día las relaciones sexuales se inician más menos a los 14

años de edad”.

• “Que opinan sobre el pololeo y las relaciones de pareja”.

• “Que opinan sobre la violencia en el pololeo”.

• “Algunos estudios señalan que en el pololeo se inicia la violencia”.

• “Los estudios dicen que la violencia es recíproca”.

• “Se señala que la violencia física y emocional es recíproca”.

• “Se dice que la violencia sexual es sólo de hombres hacia las

mujeres”.

• “Hoy día las mujeres castigan más a los hombres”.

• “Hoy en día han aumentado los femicidios”.

• “Ser hijo de padres golpeadores o haber sido objeto de violencia

por algún miembro de la familia; puede incidir en la repetición de la

violencia”.

• “Profesas alguna religión o creencias”.

• “Que son para ti las reglas”.

• “Una disciplina permisiva o la ausencia de normas claras de

funcionamiento familiar, aumentan las posibilidades del ejercicio

de la violencia al interior de la pareja”.

186
187

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