Glosario Ebau
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KANT:
Juicio analítico. Según Kant, un juicio analítico es aquel en el que concepto del predicado ya
está contenido en el concepto del sujeto. Así, dado que el concepto de cuerpo ya contiene el
de extensión, el juicio “Todos los cuerpos son extensos” sería analítico. Los juicios analíticos
son meramente explicativos –se limitan a descomponer lo que ya estaba comprendido y
concebido, aunque sea encubiertamente, en el sujeto. Kant sostiene también que un juicio
analítico es aquel cuya negación comporta una contradicción. La primera caracterización de
Kant suele expresarse hoy en día afirmando que un enunciado analítico es el que es verdadero
solo en virtud de los significados de los términos que contiene.
Juicio analítico / juicio sintético. Kant da dos caracterizaciones de los juicios analíticos. De
acuerdo con la primera, en un juicio analítico el concepto del predicado ya está contenido en el
concepto del sujeto. Así, dado que el concepto de cuerpo ya contiene el de extensión, pero no
el de peso, el juicio “Todos los cuerpos son extensos” sería analítico, mientras que el juicio
“Todos los cuerpos son pesados” sería sintético. Los juicios analíticos son meramente
explicativos –se limitan a descomponer lo que ya estaba comprendido y concebido, aunque
sea encubiertamente, en el sujeto. Los juicios sintéticos son extensivos –añaden al concepto
del sujeto algo que no era pensado en él y que no podríamos extraer por descomposición. De
acuerdo con su segunda caracterización, un juicio analítico es aquel cuya negación comporta
una contradicción.
DESCARTES:
Substancias pensantes. Descartes divide de modo exhaustivo y exclusivo todo lo que hay en el
universo en dos clases: mente y materia. La esencia de la materia es la extensión, es decir, la
forma, el tamaño y el movimiento. La esencia de la mente es el pensamiento. Un ser humano
es esencialmente una res cogitans, una substancia pensante. Una substancia es algo que no
requiere la existencia de otra cosa –puede existir sólo con la ayuda de la concurrencia de Dios.
Por “pensamiento” (cogitatio) entiende Descartes no sólo el pensamiento abstracto sino
también la percepción y la volición.
Duda metódica. Descartes emplea este tipo de duda en su intento de alcanzar verdades
ciertas. Comienza dudando de lo que aparece en la experiencia ordinaria, puesto que en los
sueños le han aparecido cosas que, al despertar, advirtió que eran falsas. Tampoco podía dar
por sentados los principios lógicos, pues cabría imaginar un genio maligno que emplease todo
su ingenio en engañarlo. Supuesta la existencia del genio maligno, ni siquiera podría atribuirse
a sí mismo atributos corporales. El único atributo que podría pertenecerle con certeza es el
pensamiento, pues dudar es una forma de pensar. Así, encuentra una certeza primera: “Yo
pienso, luego existo”.
Cogito ergo sum. Frase latina que significa “pienso, luego existo”. Es el punto de partida de la
teoría del conocimiento de Descartes. Hace uso de la misma (“je pensé, donc je suis”) en su
Discurso del Método (1637) y, en su versión latina, en sus Principios de Filosofía (1644). En el
Discurso dice al respecto lo siguiente:” … observando que esta verdad: yo pienso, luego yo
existo, era tan firme y tan bien asegurada que no podrían quebrantarla las más extravagantes
suposiciones de los escépticos, juzgué que podía admitirla sin escrúpulo como el primer
principio de la filosofía que buscaba”.
MARX:
Base económica / superestructura. Marx y Engels utilizaron esta metáfora arquitectónica para
caracterizar la relación que se da entre la organización económica de la sociedad, que es su
base, y las instituciones políticas, legales y culturales, y la conciencia social de una sociedad,
que es la superestructura. La estructura económica incluye relaciones de producción que
corresponden a un determinado estadio de desarrollo de las fuerzas materiales de producción.
El modo en que la base económica determina la superestructura es un asunto debatido,
aunque parece claro que para Marx y Engels la relación de determinación nunca va en sentido
inverso.
GENERALES:
Ideas. De acuerdo con la teoría madura de Platón, las “ideas” o “formas” son arquetipos
eternos, atemporales e inmutables que constituyen un reino separado del mundo sensible.
Sólo las ideas son auténticamente reales y sólo de ellas hay conocimiento. Las cosas del mundo
sensible son meras copias que “participan” de ellas, sólo tienen un carácter aparente y de ellas
no puede haber conocimiento, sino meramente opinión o creencia. Los empiristas británicos,
Locke, Berkeley y Hume, emplearon la palabra “idea” en un sentido totalmente diferente. Las
ideas serían entidades privadas, subjetivas, producidas últimamente en cada mente individual
por la experiencia sensorial.
Virtudes. Son las excelencias que merecen admiración, que hacen a quienes las poseen
mejores, ya sea moral o intelectualmente. Las virtudes morales son rasgos de carácter o
disposiciones requeridas para que un individuo sea moralmente bueno. A ellas se oponen los
vicios. En La República, Platón consideró cuatro virtudes cardinales: la sabiduría, la virtud de la
parte racional del alma; el valor o fortaleza de ánimo, la de la parte apetitiva; la templanza, la
de la parte pasional; y la justicia, que consiste en la armonía entre las tres partes. Aristóteles
distinguió entre virtudes intelectuales, como la sabiduría práctica, y virtudes morales, como la
valentía. Consideró la virtud como un medio entre dos extremos.
Alma. Platón defendió un dualismo extremo entre alma y cuerpo (Fedón). El alma era
concebida como una realidad inmortal e inmaterial separable del cuerpo. El alma aspira a
separarse del cuerpo para regresar a su origen divino y habitar entre las Ideas en el mundo
inteligible. La teoría del alma de Platón es fundamento de su teoría del conocimiento
(anamnesis). Distinguió tres partes o tipos de actividad del alma: sensitiva, irascible, racional.
Para Aristóteles el alma no era una realidad separada del cuerpo sino principio de vida: la
forma del cuerpo (a su vez materia) y su principio de movimiento, diferenciando además
distintos tipos de alma: vegetativa, animal, humana.
Mecanicismo. Doctrina filosófica que se origina con Descartes donde se sostiene que la
realidad natural tiene una estructura comparable a la de una máquina, explicando los seres
naturales como si fuesen seres mecánicos, o, más concretamente, como si fuesen máquinas. El
mecanicismo caracterizó la filosofía natural de autores como Descartes, Hobbes, Newton, etc.
En este ámbito, “mecánico” suele entenderse como equivalente a “corpóreo” y “material”, y
como contrapuesto a “incorpóreo”, “inmaterial” o “espiritual”.
ARISTÓTELES:
Eudaimonía. Es el fin último de todos los sistemas antiguos de ética. Aristóteles la describe
como la cosa mejor, más noble y más agradable del mundo. Diferentes teorías éticas la
conciben de modo diverso. Para Aristóteles, es el ejercicio de los poderes del alma virtuosa de
conformidad con la razón. Aunque la palabra eudaimonía se traduce comúnmente como
felicidad, en Aristóteles tiene las connotaciones de vida exitosa o realizada, puesto que
además de la vida buena incluye actuar bien. Es completa y autosuficiente, y no se pretende
alcanzar por otra cosa que por sí misma, de ahí que incluya todos los demás fines que se
pretenden alcanzar. Por tanto, incluye el placer, pero va más allá de él.
Esencia. La esencia de una cosa es su elemento primario o básico, su naturaleza, aquello sin lo
cual no podría ser la misma cosa. Una cosa no puede dejar de tener su esencia sin dejar de
existir. Podemos también caracterizar la esencia de una cosa como la propiedad o propiedades
que tiene necesariamente. Aristóteles introdujo en su Metafísica la expresión ousía para
referirse a la substancia primera, el individuo, y distinguió entre su esencia y sus accidentes,
que son los atributos de una substancia que no son parte de su esencia. Así, ser humano es
una propiedad esencial de Sócrates, pero ser chato es una propiedad accidental suya, una
propiedad que no tiene de modo necesario.
Causación eficiente. Las causas eficientes son uno de los cuatro tipos de causa que, de acuerdo
con Aristóteles, deben ser señalados en un análisis causal completo (los otros tipos son:
formal, material y final). La causa eficiente de un evento es el agente o evento que produce el
efecto. Es el tipo de causa que mejor se adecua a la comprensión científica actual del término.
En la construcción de una casa, la causa eficiente sería la actividad de los trabajadores, es
decir, la acción del agente transformador sobre lo que es transformado.
Primer motor. Se trata de una idea aristotélica con una gran influencia en el posterior
pensamiento judaico, cristiano e islámico sobre Dios. Si bien todo movimiento (paso de la
potencia al acto) requiere una causa, es decir, ser movido por algo distinto, es un proceso que
no puede continuar indefinidamente pues el movimiento quedaría sin justificación. El primer
motor, según Aristóteles, es la causa originaria del movimiento (cambio) en el universo. Se
trata de un motor inmóvil, acto puro, inmaterial y eterno, que actúa como causa final para el
resto de los seres. Tomás de Aquino y otros teólogos lo identificaron con Dios.
PLATÓN:
HUME:
Principios de asociación de ideas. Pautas en que diferentes ideas de la mente ocurren juntas o
conectadas. Hume identifica tres principios de conexión entre ideas: semejanza, contigüidad
en el espacio y el tiempo, y causa o efecto. Un cuadro lleva naturalmente a pensar en el
original porque se le asemeja. La mención de una habitación de un edificio provoca
naturalmente el pensamiento de las demás porque son espacialmente contiguas. Pensar en
una herida nos lleva a pensar en el dolor que la sigue porque este es un efecto de la herida. De
estos tres principios el de causalidad es el más fuerte, pues, según Hume, todo razonamiento
sobre asuntos de hecho se fundamenta en él.
Percepción sensorial. Es la percepción de las cosas por medio de los sentidos: la vista, el oído,
el tacto, etc. En un sentido amplio, cubriría también la consciencia de eventos internos, como
dolores o estados de ánimo. Platón consideró que la percepción sensorial nos pone en
contacto con meras apariencias, con entidades que son solo copias que participan de las ideas
eternas e inmutables. Al plantear la duda metódica, Descartes puso en tela de juicio lo dado en
la experiencia sensorial. Creyó superado ese escepticismo solo tras alcanzar el Cogito y
establecer luego la existencia de un Dios no engañador. Los empiristas tienden a considerar
que la percepción sensorial no nos pone en contacto directo con objetos del mundo externo,
sino con impresiones o ideas subjetivas y privadas.
Hecho-valor. Distinción introducida por Hume donde se señala la oposición irreductible entre
el ser y el deber. Expresa la diferencia entre cómo son las cosas, por un lado, y cómo deberían
ser o es deseable que sean, por otro. Por ejemplo, la diferencia entre el hecho de obedecer la
ley y el deber de obedecer la ley. El intento de derivar un “debe” desde un “es”, es decir, una
cuestión de hecho desde un juicio moral, se conoce como la falacia naturalista.
Idealismo transcendental. Kant caracteriza con este término un elemento de su filosofía. Kant
pretende combinar un realismo empírico que preserva la independencia y realidad de los
objetos del mundo con un idealismo transcendental que sostiene que esos objetos tienen
ciertas propiedades, como su posición en el espacio y en el tiempo o su interacción causal, solo
porque nuestras mentes están estructuradas de manera tal que esas son las formas y las
categorías a priori que imponemos sobre la multiplicidad de lo dado en la experiencia. Pero la
mente humana no puede imponerlas sobre la realidad misma (los noúmenos o cosas en-sí)
sino solo sobre las apariencias (los fenómenos).
Mecanicismo. Doctrina filosófica que se origina con Descartes donde se sostiene que la
realidad natural tiene una estructura comparable a la de una máquina, explicando los seres
naturales como si fuesen seres mecánicos, o, más concretamente, como si fuesen máquinas. El
mecanicismo caracterizó la filosofía natural de autores como Descartes, Hobbes, Newton, etc.
En este ámbito, “mecánico” suele entenderse como equivalente a “corpóreo” y “material”, y
como contrapuesto a “incorpóreo”, “inmaterial” o “espiritual”.
Mayéutica. Término griego que significa “arte de asistir en los partos”. Sócrates hace un uso
metafórico de este término para describir su método de realizar preguntas para ir
conduciendo al alumno hacia la adquisición de conocimientos. Va por tanto facilitando el
camino para que los propios interlocutores descubran la verdad. El método socrático de la
mayéutica se complementa con la conocida como “ironía socrática”, donde se destruye la
falsedad haciendo comprender al interlocutor que lo que cree saber carece de fundamento
racional.
Esencia. La esencia de una cosa es su elemento primario o básico, su naturaleza, aquello sin lo
cual no podría ser la misma cosa. Una cosa no puede dejar de tener su esencia sin dejar de
existir. Podemos también caracterizar la esencia de una cosa como la propiedad o propiedades
que tiene necesariamente. Aristóteles introdujo en su Metafísica la expresión ousía para
referirse a la substancia primera, el individuo, y distinguió entre su esencia y sus accidentes,
que son los atributos de una substancia que no son parte de su esencia. Así, ser humano es
una propiedad esencial de Sócrates, pero ser chato es una propiedad accidental suya, una
propiedad que no tiene de modo necesario.
Determinismo. El determinismo es la doctrina que sostiene que todo evento está determinado
por alguna causa, incluyendo las acciones intencionales de los seres humanos. Presupone la
existencia de leyes naturales, de carácter universal no estadístico, que podrían permitir
anticipar cualquier estado futuro del universo desde el conocimiento del estado actual y de
dichas leyes. De acuerdo con esta doctrina, el hecho de que sigamos limitados por la
incertidumbre y sometidos a leyes científicas estadísticas, no constituye más que una
limitación práctica humana que, en principio, no cambia en nada la estructura última de la
realidad.