VIDA CULTURAL í BUSQUEDA ■ Jueves 16 de enero de 1992 ■ Pág.

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Exposición en Galería Sur

j El artista
j y. la...-o
prensa Ignacio Iturria: el verdadero tamaño del mundo
Los veinticuatro óleos que humanos adquieren dimen­ Otras veces, como un ho­ meras casi Gorlero, Punta hasta el 15 de febrero).
IntemaCIOnai^lgnacio Iturria expone en siones minúsculas, se redu­ menaje a un maestro, “Pes­ del Este, teléfono 4.4840, Hugo García Robles
Ignacio Iturria ha lo­ Galería Sur sirven para ra­ cen a la escala del juguete cad ito de Torres” deja en .iiiiiiiiiiiiiiii'iiiiiiiiiiiiiiiii mu ii un nuil iiiii<
grado en los dos últimos tificar la línea de creación infantil, se acercan a la es­ cada cucharita la imagen
años una audiencia sig­ adoptada por el artista. Si tatura que tiene el soldadito del pez a la manera del sím­ Es preciso robar a los maestros
nificativa en las colum­ es posible anotar alguna de plomo o el automóvil co- bolo constructivo, pintado
nas especializadas de la novedad, ella proviene del leccionable de juguete. Así en el azul que contrasta E Ignacio lturria( Montevideo, 1949) ofrece el perfil de =
prensa internacional. No color,sobre todo de la “Ca- en “Baño en el plato”, la con la gama cromática som­ E un interlocutor poco común. Se advierte, en su habla, =
se trata de la publicidad jita con cubiertos azules” mesa que sostiene la vajilla bría. = que ha madurado los temas que le conciernen, ha =
que despliega, a página tan radicalmente pintada en hunde sus patas en un me­ Iturria saca un partido in­ = reflexionado sobre ellos y no meramente como un E
completa, la Galería Pra-, teresante del soporte, sobre E ejercicio intelectual. Impresiona el tono vivencial con =
xis de Nueva York, en la todo cuando este es cartón E el cual aborda los distintos tópicos que, a pesar de =
revista Artnews Allí, re­ corrugado. “Desayunando = pertenecer al dominio del arte, se transforman, en su E
producida con feliz color, en la cama”, pintado sobre = exposición, en materia entrañable, carne de su propio E
suele verse alguna obra este soporte, logra una pro­ E ser. =
del pintor uruguayo co­ fundidad de caja o escena­ E ¿ Por qué pinto? Para estar conmigo. La necesi- =
deándose con los gran­ rio, con sus rayados que = dad radical de compartir su intimidad con el ejercicio =
des nombres del arte la­ como incisiones apuntalan = de la pintura es un dato a retener. También la antigüe- E
tinoamericano. Más bien la perspectiva. En el lecho, E dad de sus vivencias plásticas =
reside en la opinión de una pareja minúscula en E Me recuerdo a los tres años en mi casa del barrio =
EdwardShaw, RobertPin- detonante azul desayuna, = del Cordón, en la calle Salterain, aquella casa con =
cus y otros críticos don­ mientras por la ventana pa­ = claraboya, jugando con la vieja radio de entonces. E
de puede medirse la aco­ san los barcos de una es­ = Explica la forma típica de la radio, su curva en el =
gida que ha logrado en cena portuaria. Las dos fi­ = mueble de madera Y asocia esta forma con los =
corto tiempo. guras se ven desprendidas = tropiezos de una salud frágil. El asma, una Ínter- =
En “The San Diego del fondo, semejan volúme­ = vención de peritonitis Y describe el horno médico que E
Union"en noviembre de nes reales, por el juego cro­ E pusieron en su cama de convaleciente, con la cur- =
1991, Robert Pincus es­ mático y por la sombra en E vatura de la radio hogareña =
cribe: trazo negro que ,oo aoíGte = Sí, siempre tuve una imagen visual del mundo. E
“Es difícil decir dónde turquesaso en lacasi fluores­ dio acuoso, líquido, como en su vocación de materia­ = Narra cómo su memoria vuelve, sobre lo vivido, lo E
termina el mundo y cencia de “Cubiertos ilu­ palafitos de una Venecia lizarse. E pasado, ciertos climas del afecto y a partir de ellos su =
dónde comienza la vi­ minados”. doméstica. Y las figuras sal­ E mano traza en la tela una primera estructura primaria =
Por lo demás, el mundo tan a la cuerda, nadan en la También por el contraste
sión en las pinturas de = una forma básica sobre la cual se desarrollará luego E
que esta muestra de su obra masa líquida del suelo, jue­ del tamaño y el color, el
Ignacio Iturria. = el resto de la obra E
más reciente exhibe es el gan como jugaría la fantasía posacubiertos Christoffle
Sus pinturas son só­ E Le preguntamos por la presencia del agua que se =
que pudo contemplarse en un niño. clásico (tanto como la loza
lidas, como partes ca­ E trasparenta en muchas de sus obras El agua la =
la misma galería el año an­ Willow) se magnifica en su
da una de ellas de un = descubrí en Cadaqués. Era fantástico aquel pue- =
terior. Es decir, un universo Junto conalgunaobraque pequeñez sobre la mesa y
curioso universo. Todos = b/o como suspendido sobre el agua, pendiente de E
cotidiano, dominado por la conserva su paleta de tie­ asume un protagonismo que
los componentes de E las cosas que sucedían en el agua. Descubrí, de =
presencia de los objetos rras y marrones severos, es­ lo valoriza y rescata en la
estas escenas son cla­ mirada del espectador.
E pronto, que si pintaba una obra donde no estaba el =
ramente familiares — pequeños de la vida diaria, tallan ahora azules y verdes = mar, me veía movido a dibujar un grifo o un caño =
herramientas, gabine­ cubiertos, vajilla, mesa, le­ inesperados. “Esperan las Parecería que la pintura = del cual saliera un chorro. E
tes, bicicletas y otros cho, pero vistos desde una princesas” es una gran tela de Iturria se apoya en ese E Confiesa que cada vez que pinta la obra que tiene =
ingredientes de la vida perspectiva de intimidad y (1.50 por 1.90) que desplie­ cosmos de objetos recono­ E entre manos es la única No importa el tamaño, =
diaria— pero cada com­ corta distancia que los ani­ ga el contenido anecdótico cibles y familiares para tra­ = grande o pequeña, quiero poner en ella el con- =
ma como personas. de una fuente de loza Willow, ducir la infinitud que so­
binación colapsa la dis­ E tenido total, todo lo que veo o creo, de modo que =
tinción entre interior En cierto modo ese giro pintada en tono azul. brenada el mundo circun­ E para mí cada cuadro es único. =
que logra Iturria con la re­ Y de esa trama azul, que dante. Si es cierto que una
doméstico y mundo ex­ E Sí, puedo decir cuáles fueron los maestros que =
terior, el entorno real y presentación de lo real pasa refleja el diseño tradicional habitación puede ser el mun­ = me impresionaron más, aquellos que me han sen E
cierta versión minúscu­ por la distorsión del tamaño. de la vajilla inglesa, se des­ do si dentro está Proust, no = vido. Mariano Fortuny, por ejemplo, de quien E
la del mismo”. Los pequeños utensilios se prende un mundo de pe­ menos trascendente se adi­ E aprendí la proporción de la figura, el tamaño que =
Por su parte, "Los An­ agrandan a un protagonis­ queños seres, se puebla de vina el espacio cotidiano si E modificado traduce otra realidad en la tela. =
geles Times" por la misma mo poético, los tenedores, personajes que despliegan la mesa familiar, la vajilla y = Pero además, cuando reduzco el tamaño de las E
fecha y reseñando la mis­ cuchillos y cucharas hablan una fantasía ¡nocente y col­ los cubiertos diarios son re­ = figuras en mi obra, logro que la gente se acerque a E
ma muestra (realizada con el lenguaje de lo que es mada de un humor signifi­ creados por la mirada del E la tela y esa proximidad supone una manera de =
en la Galería Linda Moo- amado, entronizados en el cativo. artista. Por este camino, E confiar lo que quiero decir como un secreto com- =
re de Los Angeles) anota: centro de un orden afectivo aparentemente, se expresa = partido, no a los gritos. E
que la pintura se encarga Las obras expuestas se el sugestivo arte de Iturria.
“Lo banal ha sido trans­ cotizan entre U$S 1.550 y
= Esta manera entrañable de tratar el mundo y sus E
formado, pero no nece­ de retratar. (Pinturas de Ignacio Iturria, E objetos, el mundo y las personas, reviste una gran =
USS 18.000
sariamente en trascen­ Por el contrario, los seres Galería Sur, Calle de las Pal- E importancia para Iturria Tanto que ve por ese camino =
dencia. El mundo en = una vía de aproximación entre la estética y la ética E
miniatura de Iturria no Habla Jorge Castillo = Por eso, agrega a veces aparece en la obra no lo =
implica un gran peso E que uno es,sino lo que quisiera ser. =
filosófico, pero refleja Uno de los “grandes jóvenes clásicos?’ E= Hubo otros maestros, por supuesto, Figari, Wid- =
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en cambio, el vuelo li­ man, tan maltratado, pero a los maestros hay que E
bre de la imaginación”. El director de Galería a su hijo Martín para estar pasa por personajes y casas. = robarlos. Si uno aguarda lecciones, enseñanzas, E
niiiiiiiiHiiiiiiiiiiiimiiimimimr. Sur, Jorge Castillo, consulta seguro de la fecha: Sí, re­ Y finalmente, la gran reno­ E vienen desde las personas que ellos son, en cam- =
presentamos a Ignacio vación que está vigente y E bio, debemos arrancar las enseñanzas desde =
Iturria desde 1987. El que se inició con una serie = nuestro ser propio, para que realmente podamos E
constituye lo que llama­ de pinturas, que represen­ = aplicarlas como nuestras. Yo he robado a todos los =
mos grandes jóvenes clá­ taban habitaciones con ca­ E que he podido. =
sicos”. A pesardesu pun­ mas. Una de estas obras, E Fue un colegial contestatario, peleador por las =
to de vista renovador, (fu­ muy comentada, se llamaba E injusticias, expulsado de varios colegtOS'cdtno Chris- =
rria integra la gran tradi­ precisamente “La cama de = tian Brothers y el Colegio Pía Ahora ve el Uruguay E
ción de la pintura urugua­ Onetti”. Es una etapa en la = como un país familiar y eso le gratifica Le agrada =
ya y si esto puede resultar cual el empleo del cartón E encontrarse con sus colegas, ama a sus contem- =
un MUoumM no totalmente claro toda­ corrugado adquiere gran = poráneos y declara a todos los pintores sus amigos E
vía,no tenemos dudas de importancia. Cartones que = naturales, el círculo fatal de sus afectos
que el tiempo se ocupará son rayados, cortados, traba­
de explicitarlo. jados creativamente. Desde
SANTIAGO DE CHILE 1270 - ® 903759 estas obras el arte de Iturria
Jorge Castillo se refiere se ha deslizado a las mesas
— "El lugar más refinado y original que ha surgido en al personaje humano,a las y cubiertos, lavatorios y
peripecias de su vida en
Montevideo en décadas" (Martha Víale, EL PAIS). Cadaqués, enamorado de
otros órdenes del mundo
familiar que caracterizan
— "El esplendor del refinamiento. Un sitio único" la luz del Mediterráneo, su suscreaciones más recien­
(Cristina Landó, "Guía del Ocio"). regreso al Uruguay y la tes.
rememoración del pasado
— Al fin en Montevideo un restaurant digno de las que —según lo confiesa el
grandes ciudades" (Sergio Puglia, "Ultimas Noti­ propio artista— tiene que Posee una versatilidad
ver tanto con su obra. que le permite abordar
cias"). todo —dice Castillo— y es
— "La cocina y la elegancia que importan" Según Castillo es posible importante señalar que su
detectar tres períodos en obra es muy estimada en el
(Sebastián Elcano, "Estrategia" de "La República"). la obra de Iturria, conside­ exterior. La mitad de sus
( Y viernes y sábados, al filo de la medianoche, rada en su trayectoria hasta pinturas de 1991 se ven­
Ramón Mérica, dueño de casa, cuenta y canta cosas la fecha. Un primer tramo dieron a coleccionistas eu­
que corresponde a la obra ropeos y norteamericanos.
con la guitarra de Luis Vásquez). colorista, mediterránea, que Parecería que los visitan­
De lunes a viernes de 12 a 15. Almuerzo Ejecutivo proviene de Cadaqués. Lue­ tes de sus exposiciones,
con entrada, plato central, postre, refrescos. N$ go, una etapa de nueva pin­
tura donde aquella paleta
aunque no pertenezcan a
nuestro marco geográfico
HOY n HOY
30.000. esplendorosa se cambia por y cultural, reconocen en
CERRADO LOS DOMINGOS. otra dominada por los blan­ su obra los valores que ESTE JUEVES A PARTIR DE LAS 22 HS.: "MOCEDADES'

cos, con una figuración que nos representan.