Los problemas del Premio del Milenio

Para celebrar las matemáticas en el nuevo milenio, el Clay Mathematics Institute de Cambridge,
Massachusetts (CMI) estableció siete Problemas de Premio. Los premios fueron concebidos para
registrar algunos de los problemas más difíciles a los que se enfrentaban los matemáticos en el
cambio de milenio; elevar en la conciencia del público en general el hecho de que en matemáticas
la frontera aún está abierta y abunda en importantes problemas sin resolver; enfatizar la
importancia de trabajar para encontrar una solución a los problemas más profundos y difíciles; y
reconocer logros en matemáticas de magnitud histórica.

Los premios fueron anunciados en una reunión en París, celebrada el 24 de mayo de 2000 en el
Collège de France. Se presentaron tres conferencias: Timothy Gowers habló sobre La importancia
de las matemáticas; Michael Atiyah y John Tate hablaron sobre los problemas mismos.

Los siete Problemas del Premio del Milenio fueron elegidos por el Consejo Asesor Científico
fundador de CMI, que consultó con destacados expertos de todo el mundo. La mesa se centró en
importantes cuestiones clásicas que han resistido solución durante muchos años.

Tras la decisión del Consejo Asesor Científico, la Junta Directiva de CMI designó un fondo de
premios de 7 millones de dólares para las soluciones a estos problemas, y se asignó 1 millón de
dólares a la solución de cada problema.

Es de destacar que uno de los siete Problemas del Premio del Milenio, la hipótesis de Riemann,
formulada en 1859, también aparece en la lista de veintitrés problemas discutidos en el discurso
pronunciado en París por David Hilbert el 9 de agosto de 1900.

Las reglas para la entrega del premio cuentan con el aval del Consejo Científico Asesor del CMI y la
aprobación de los Directores. Los miembros de estas juntas tienen la responsabilidad de preservar
la naturaleza, la integridad y el espíritu de este premio.

Conjetura de Birch y Swinnerton-Dyer

Apoyada por mucha evidencia experimental, esta conjetura relaciona el número de puntos en una
curva elíptica mod p con el rango del grupo de puntos racionales. Las curvas elípticas, definidas
por ecuaciones cúbicas en dos variables, son objetos matemáticos fundamentales que surgen en
muchas áreas: la prueba de Wiles de la conjetura de Fermat, la factorización de números primos y
la criptografía, por nombrar tres.

Descripción general

Avanzado

Los matemáticos siempre han estado fascinados por el problema de describir todas las soluciones
en números enteros x,y,z de ecuaciones algebraicas como x2 + y2 = z2.
Euclides dio la solución completa para esa ecuación, pero para ecuaciones más complicadas esto
resulta extremadamente difícil. De hecho, en 1970 Yu. V. Matiyasevich demostró que el décimo
problema de Hilbert no tiene solución, es decir, no existe un método general para determinar
cuándo tales ecuaciones tienen solución en números enteros. Pero en casos especiales se puede
esperar decir algo. Cuando las soluciones son puntos de una variedad abeliana, la conjetura de
Birch y Swinnerton-Dyer afirma que el tamaño del grupo de puntos racionales está relacionado
con el comportamiento de una función zeta asociada ζ(s) cerca del punto s=1. En particular, esta
sorprendente conjetura afirma que si ζ(1) es igual a 0, entonces hay un número infinito de puntos
racionales (soluciones) y, a la inversa, si ζ(1) no es igual a 0, entonces sólo hay un número finito de
puntos racionales (soluciones). número de tales puntos.

Conjetura de Hodge

La respuesta a esta conjetura determina qué parte de la topología del conjunto de soluciones de
un sistema de ecuaciones algebraicas se puede definir en términos de otras ecuaciones
algebraicas. La conjetura de Hodge se conoce en ciertos casos especiales, por ejemplo, cuando el
conjunto solución tiene dimensión menor que cuatro. Pero en la dimensión cuatro se desconoce.

Descripción general

Avanzado

En el siglo XX, los matemáticos descubrieron poderosas formas de investigar las formas de objetos
complicados. La idea básica es preguntar hasta qué punto podemos aproximarnos a la forma de un
objeto dado pegando bloques de construcción geométricos simples de dimensiones crecientes.
Esta técnica resultó ser tan útil que se generalizó de muchas maneras diferentes, lo que
eventualmente condujo a poderosas herramientas que permitieron a los matemáticos lograr
grandes avances en la catalogación de la variedad de objetos que encontraron en sus
investigaciones. Desafortunadamente, los orígenes geométricos del procedimiento quedaron
oscurecidos en esta generalización. En cierto sentido fue necesario agregar piezas que no tuvieran
ninguna interpretación geométrica. La conjetura de Hodge afirma que para tipos de espacios
particularmente grandes llamados variedades algebraicas proyectivas, las piezas llamadas ciclos de
Hodge son en realidad combinaciones (lineales racionales) de piezas geométricas llamadas ciclos
algebraicos.

Ecuación de Navier-Stokes

Esta es la ecuación que gobierna el flujo de fluidos como el agua y el aire. Sin embargo, no hay
pruebas para las preguntas más básicas que uno puede plantearse: ¿existen soluciones y son
únicas? ¿Por qué pedir una prueba? Porque una prueba no sólo da certeza, sino también
comprensión.

Descripción general

Avanzado
Las olas siguen a nuestro barco mientras serpenteamos por el lago, y las turbulentas corrientes de
aire siguen nuestro vuelo en un moderno jet. Los matemáticos y físicos creen que se puede
encontrar una explicación y predicción tanto de la brisa como de la turbulencia mediante la
comprensión de las soluciones de las ecuaciones de Navier-Stokes. Aunque estas ecuaciones se
escribieron en el siglo XIX, nuestra comprensión de ellas sigue siendo mínima. El desafío es lograr
avances sustanciales hacia una teoría matemática que desvele los secretos ocultos en las
ecuaciones de Navier-Stokes.

las ecuaciones de Navier-Stokes, que describen desde 1845 el movimiento de los líquidos y los
gases. A partir de la temperatura, la viscosidad y la velocidad inicial de un fluido, las ecuaciones
calculan su velocidad en un momento posterior. Casi dos siglos después de su enunciación, se
desconoce si las soluciones mantienen siempre una cierta regularidad o si puede surgir una
explosión, un cambio brusco de comportamiento.

P vs NP

Si es fácil comprobar que la solución a un problema es correcta, ¿es también fácil solucionar el
problema? Ésta es la esencia de la cuestión P vs NP. Un problema típico de NP es el del problema
de la ruta hamiltoniana: dadas N ciudades para visitar, ¿cómo se puede hacer esto sin visitar una
ciudad dos veces? Si me das una solución, puedo comprobar fácilmente que es correcta. Pero no
puedo encontrar una solución tan fácilmente.

Descripción general

Avanzado

Supongamos que está organizando alojamiento para un grupo de cuatrocientos estudiantes

universitarios. Las plazas son limitadas y sólo cien estudiantes recibirán plaza en el dormitorio.
Para complicar las cosas, el Decano le ha proporcionado una lista de pares de estudiantes
incompatibles y le ha solicitado que ningún par de esta lista aparezca en su elección final. Este es
un ejemplo de lo que los informáticos llaman un problema NP, ya que es fácil comprobar si una
elección dada de cien estudiantes propuesta por un compañero de trabajo es satisfactoria (es
decir, ningún par tomado de la lista de su compañero de trabajo también aparece en la lista de la
oficina del Decano), sin embargo la tarea de generar dicha lista desde cero parece tan difícil que
resulta completamente impracticable. De hecho, ¡el número total de formas de elegir cien
estudiantes entre los cuatrocientos solicitantes es mayor que el número de átomos en el universo
conocido! Por tanto, ninguna civilización futura podría esperar construir una supercomputadora
capaz de resolver el problema por la fuerza bruta; es decir, comprobando cada combinación
posible de 100 estudiantes. Sin embargo, esta aparente dificultad sólo puede reflejar la falta de
ingenio de su programador. De hecho, uno de los problemas pendientes en informática es
determinar si existen preguntas cuya respuesta pueda comprobarse rápidamente, pero que
requieran un tiempo increíblemente largo para resolverse mediante cualquier procedimiento
directo. Problemas como el mencionado anteriormente ciertamente parecen ser de este tipo, pero
hasta ahora nadie ha logrado demostrar que alguno de ellos sea realmente tan difícil como parece,
es decir, que realmente no existe una manera factible de generar una respuesta con el ayuda de
una computadora. Stephen Cook y Leonid Levin formularon el problema P (es decir, fácil de
encontrar) versus NP (es decir, fácil de comprobar) de forma independiente en 1971.

Hipótesis de Riemann

El teorema de los números primos determina la distribución media de los números primos. La
hipótesis de Riemann nos habla de la desviación del promedio. Formulado en el artículo de
Riemann de 1859, afirma que todos los ceros "no obvios" de la función zeta son números
complejos con parte real 1/2.

Descripción general

Avanzado

Algunos números tienen la propiedad especial de que no pueden expresarse como el producto de
dos números más pequeños, por ejemplo, 2, 3, 5, 7, etc. Estos números se llaman números primos
y desempeñan un papel importante, tanto en matemáticas puras como en matemáticas. sus
aplicaciones. La distribución de estos números primos entre todos los números naturales no sigue
ningún patrón regular. Sin embargo, el matemático alemán G.F.B. Riemann (1826 – 1866) observó
que la frecuencia de los números primos está muy estrechamente relacionada con el
comportamiento de una función elaborada ζ(s) = 1 + 1/2s + 1/3s + 1/4s +… llamada función Zeta de
Riemann. La hipótesis de Riemann afirma que todas las soluciones interesantes de la ecuación ζ(s)
= 0 se encuentran en una determinada línea recta vertical.

Esto se ha comprobado para las primeras 10.000.000.000.000 de soluciones. Una prueba de que
esto es cierto para todas las soluciones interesantes arrojaría luz sobre muchos de los misterios
que rodean la distribución de los números primos.

Ang-Mills y la brecha masiva

Experimentos y simulaciones por computadora sugieren la existencia de una “brecha de masa” en

la solución de las versiones cuánticas de las ecuaciones de Yang-Mills. Pero no se conoce ninguna
prueba de esta propiedad.

Descripción general

Avanzado
Las leyes de la física cuántica se relacionan con el mundo de las partículas elementales de la misma
manera que las leyes de la mecánica clásica de Newton se relacionan con el mundo macroscópico.
Hace casi medio siglo, Yang y Mills introdujeron un nuevo marco notable para describir partículas
elementales utilizando estructuras que también aparecen en geometría. La teoría cuántica de
Yang-Mills es ahora la base de la mayor parte de la teoría de partículas elementales, y sus
predicciones han sido probadas en muchos laboratorios experimentales, pero su base matemática
aún no está clara. El uso exitoso de la teoría de Yang-Mills para describir las interacciones fuertes
de partículas elementales depende de una sutil propiedad de la mecánica cuántica llamada
“brecha de masa”: las partículas cuánticas tienen masas positivas, aunque las ondas clásicas viajan
a la velocidad de la luz. Esta propiedad ha sido descubierta por los físicos experimentalmente y
confirmada mediante simulaciones por ordenador, pero aún no ha sido comprendida desde un
punto de vista teórico. Para avanzar en el establecimiento de la existencia de la teoría de Yang-
Mills y de una brecha de masa será necesaria la introducción de nuevas ideas fundamentales tanto
en física como en matemáticas.

Conjetura de Poincaré

En 1904, el matemático francés Henri Poincaré preguntó si la esfera tridimensional se

caracterizaba por ser la única variedad triple simplemente conexa. Esta cuestión, la conjetura de
Poincaré, fue un caso especial de la conjetura de geometrización de Thurston. La prueba de
Perelman nos dice que cada tres colectores se construye a partir de un conjunto de piezas
estándar, cada una con una de ocho geometrías bien entendidas.

Descripción general

Avanzado

Si estiramos una banda elástica alrededor de la superficie de una manzana, entonces podemos
encogerla hasta un punto moviéndola lentamente, sin romperla y sin permitir que se salga de la
superficie. Por otro lado, si imaginamos que la misma banda elástica ha sido estirada de alguna
manera en la dirección apropiada alrededor de un donut, entonces no hay manera de encogerla
hasta un punto sin romper la banda elástica o el donut. Decimos que la superficie de la manzana
está “simplemente conectada”, pero la superficie del donut no lo está. Poincaré, hace casi cien
años, sabía que una esfera bidimensional se caracteriza esencialmente por esta propiedad de
conectividad simple, y formuló la pregunta correspondiente para la esfera tridimensional.

Esta pregunta resultó extraordinariamente difícil. Pasó casi un siglo entre su formulación en 1904
por Henri Poincaré y su solución por Grigoriy Perelman, anunciada en preimpresiones publicadas
en ArXiv.org en 2002 y 2003. La solución de Perelman se basó en la teoría del flujo de Ricci de
Richard Hamilton y utilizó resultados de espacios de métricas debidos a Cheeger, Gromov y al
propio Perelman. En estos artículos, Perelman también demostró la conjetura de geometrización
de William Thurston, un caso especial de la cual es la conjetura de Poincaré. Véase el comunicado
de prensa del 18 de marzo de 2010.