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    Elegía. Miguel Hernández.


    POR ALGUIEN el 5 AGOSTO 2015• ( 7 )
    1. (En Orihuela, su pueblo y el mío, se
    2. me ha muerto como del rayo Ramón
    3. Sijé con quien tanto quería).

    I. Yo quiero ser llorando el hortelano


    II. de la tierra que ocupas y estercolas,
    III. compañero del alma, tan temprano.

    • Alimentando lluvias, caracolas


    • y órganos mi dolor sin instrumento.
    • a las desalentadas amapolas
    Ilustración 1 Miguel Hernández

    Dos columnas

    Daré tu corazón por alimento. un hachazo invisible y homicida,


    Tanto dolor se agrupa en mi costado, un empujón brutal te ha derribado.
    que por doler me duele hasta el No hay extensión más grande que mi
    aliento. herida,
    lloro mi desventura y sus conjuntos
    Un manotazo duro, un golpe helado, y siento más tu muerte que mi vida.

    Tres Columnas

    de piedras, rayos y pajareará tu alma


    hachas estridentes colmenera
    sedienta de catástrofes
    y hambrienta. de angelicales ceras y
    labores.
    Temprano levantó la Quiero escarbar la Volverás al arrullo de
    muerte el vuelo, tierra con los dientes, las rejas
    temprano madrugó la quiero apartar la tierra de los enamorados
    madrugada, parte a parte labradores.
    temprano estás a dentelladas secas y
    rodando por el suelo. calientes. Alegrarás la sombra de
    mis cejas,
    No perdono a la Quiero minar la tierra y tu sangre se irán a
    muerte enamorada, hasta encontrarte cada lado
    no perdono a la vida y besarte la noble disputando tu novia y
    desatenta, calavera las abejas.
    no perdono a la tierra y desamordazarte y
    ni a la nada. regresarte. Tu corazón, ya
    terciopelo ajado,
    En mis manos levanto Volverás a mi huerto y llama a un campo de
    una tormenta a mi higuera: almendras espumosas
    por los altos andamios mi avariciosa voz de
    de las flores enamorado.
    1 Esto es una paginación en el pie de pagina
    Este es un encabezado de pagina
    que tenemos que
    A las aladas almas de hablar de muchas
    las rosas cosas,
    del almendro de nata compañero del alma,
    te requiero, compañero.

    (10 de enero de 1936)

    “Elegía” es un poema de Miguel Hernández perteneciente al libro «El rayo que no


    cesa» (1936). Este poema fue dedicado a la memoria de su “compañero del
    alma”, José Ramón Marín Gutiérrez,
    conocido con el seudónimo de “Ramón
    Sijé”. Ambos nacieron en Orihuela y
    entablaron a mistad desde pequeños.
    Ramón Sijé acompañó a Miguel Hernández en
    sus primeras publicaciones,
    emprendiendo juntos la aventura literaria. La
    noticia de su inesperada muerte (de
    una septicemia fulminante, tras una
    infección intestinal, a la edad de 22 años) en la Nochebuena de 1935, significó un
    duro golpe para el poeta, que le rindió desde este poema un último homenaje.

    «Elegía» fue musicalizado en 1972 por Joan Manuel Serrat (dentro de su


    álbum «Miguel Hernández»).

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