Adviento

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Adviento Oración familiar para encender la

primera vela de la Corona de Adviento


TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
MONITOR: Nuestro auxilio es el nombre del Señor.
TODOS: Que hizo el cielo y la tierra.
MONITOR:
Hoy, al iniciar el Adviento, comenzamos un nuevo año litúrgico. El Adviento es un
tiempo especial de preparación y espera. Iremos encendiendo, semana tras semana, las
cuatro velas de esta corona como un símbolo de nuestra preparación gradual para recibir
al Señor Jesús en la Navidad. Las luces de las velas nos recuerdan que Él es la Luz del
mundo que irrumpe para disipar las tinieblas que nos rodean. El color verde que
caracteriza a la corona simboliza la vida y la esperanza que Él, Dios hecho niño, viene a
traernos.

LECTOR:
Lectura del libro del profeta Isaías:

"Levántate, brilla, Jerusalén; que llega tu luz y la gloria del Señor amanece sobre ti.
Pues mira cómo la oscuridad cubre la tierra, y espesa nube a los pueblos, mas sobre ti
amanece el Señor y su gloria sobre ti aparece" (Is 60, 1-2).

MONITOR: Nos recogemos unos instantes en silencio e inclinando nuestras cabezas


vamos a pedir que el Señor bendiga esta corona de Adviento. Oremos...
LECTOR (o lectores que se repartan esta oración):
La tierra, Señor, se alegra en estos días,
y tu Iglesia desborda de gozo
ante tu Hijo, el Señor Jesús,
que se avecina como luz esplendorosa,
para iluminar a los que yacemos en las tinieblas,
de la ignorancia, del dolor y del pecado.
Lleno de esperanza en su venida,
tu pueblo ha preparado esta corona
con ramos del bosque y la ha adornado con luces.
Ahora, pues, que vamos a empezar
el tiempo de preparación
para la venida de tu Hijo,
te pedimos, Señor,
que, mientras se acrecienta cada día
el esplendor de esta corona, con nuevas luces,
a nosotros nos ilumines
con el esplendor de Aquel que,
por ser la Luz del mundo,
iluminará todas las oscuridades.
Te lo pedimos por Él mismo
que vive y reina por los siglos de los siglos.
TODOS: Amén.
MONITOR:
(Una persona enciende la primera vela mientras se entona el canto, durante la primera
estrofa) *
Vamos a encender ahora la primera vela de nuestra corona mientras cantamos la
primera estrofa del canto “Hoy se enciende una llama” (o cualquier canto apropiado).
TODOS CANTAN:
Hoy se enciende una llama
en la corona de Adviento
que arda nuestra esperanza
en el corazón despierto
y al calor de la Madre
caminemos este tiempo.
1. Un primer lucero se enciende
anunciando al Rey que viene,
preparad corazones, allánense los senderos.
MONITOR:
Pidamos al Señor que fortalezca nuestra fe en este tiempo y elevemos nuestras
peticiones con confianza. Respondamos a cada petición diciendo: POR INTERCESIÓN
DE TU MADRE, ESCÚCHANOS SEÑOR.

(Peticiones libres)
Recemos ahora un Padrenuestro, Avemaría y Gloria.

TODOS: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Adviento Oración familiar para encender la


segunda vela de la Corona de Adviento
INDICACIONES
La corona al iniciar la oración debe tener la primera vela encendida. Se puede colocar
una imagen de la Virgen al lado de la corona, si se quiere con una vela encendida a sus
pies. De esta vela se puede tomar la llama para encender la primera vela de la corona.

TODOS:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MONITOR:
Nuestro auxilio es el nombre del Señor.

TODOS:
Que hizo el cielo y la tierra.

MONITOR:
El Señor está cada vez más cerca de nosotros y debemos prepararnos dignamente para
recibirlo en nuestros corazones. En un momento especial de esta Oración, vamos a
encender la segunda vela de nuestra corona. Hagamos un momento de silencio para
elevar nuestra oración al Señor. (Momento de silencio)
LECTOR:
Lectura tomada del Evangelio según San Lucas:

"En el año quince del imperio de Tiberio César, siendo Poncio Pilato procurador de
Judea, y Herodes tetrarca de Galilea; Filipo, su hermano, tetrarca de Iturea y de
Traconítida, y Lisanias tetrarca de Abilene; en el pontificado de Anás y Caifás, fue
dirigida la palabra de Dios a Juan, hijo de Zacarías, en el desierto. Y se fue por toda la
región del Jordán proclamando un bautismo de conversión para perdón de los pecados,
como está escrito en el libro de los oráculos del profeta Isaías: Voz que clama en el
desierto: Preparad el camino del Señor, enderezad sus sendas; todo barranco será
rellenado, todo monte y colina será rebajado, lo tortuoso será recto y las asperezas serán
caminos llanos. Y todos verán la salvación de Dios" (Lc 3, 1-6).

MONITOR:
Debemos preparar el camino del Señor y esto nos exige estar dispuestos interiormente
para la venida de Jesús, para que lo recibamos con un corazón reconciliado, cada vez
más convertido y transformado, capaz de amar y entregarse a los demás. Hagamos
un compromiso concreto que nos ayude esta semana a disponernos mejor para su
venida (los compromisos se hacen en silencio durante un momento de silencio).
Mientras encendemos la segunda vela de nuestra corona cantemos HOY SE
ENCIENDE UNA LLAMA (u otro canto apropiado):
TODOS CANTAN:
(Una persona enciende la segunda vela mientras se entona el canto, de ser posible
durante la segunda estrofa) *
HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA
EN LA CORONA DE ADVIENTO,
QUE ARDA NUESTRA ESPERANZA
EN EL CORAZÓN DESPIERTO
Y AL CALOR DE LA MADRE
CAMINEMOS ESTE TIEMPO.
1. Un primer lucero se enciende

anunciando al Rey que viene

preparad corazones,

allánense los senderos.

2. Crecen nuestros anhelos al ver*

la segunda llama nacer.

Como dulce rocío vendrá

el Mesías hecho Niño.

MONITOR:
Elevemos ahora nuestras peticiones a Dios Padre y respondamos a cada una de ellas
diciendo: VEN SEÑOR JESÚS.

LECTOR:
Te pedimos, Padre, por las intenciones del Papa Francisco y por toda la Iglesia Católica
que se prepara para la venida de tu Hijo, para que siempre tengamos fijos los ojos en
Aquél que nos trae la reconciliación.
VEN SEÑOR JESÚS

Te rogamos por la paz en el mundo, para que en este tiempo de Adviento se viva con
mayor intensidad el amor y la solidaridad. VEN SEÑOR JESÚS

Te pedimos, Padre, por cada uno de nosotros, para que hagamos esfuerzos por caminar
al encuentro del Señor Jesús, que es la "Luz del Mundo". VEN SEÑOR JESÚS

Te rogamos también por nuestra familia, para que a ejemplo de la familia de Nazaret
vivamos el amor mutuo y nos preparemos para la venida de tu Hijo. VEN SEÑOR JESÚS

Te pedimos que Santa María aliente nuestros pasos en este Adviento, y sea Ella quien
nos enseñe a crecer en confianza y esperanza en la venida del Salvador. VEN SEÑOR
JESÚS (se pueden añadir otras peticiones)

MONITOR:
Acudamos a nuestra Madre para que nos obtenga las gracias que necesitamos en este
tiempo de preparación, y así recibir a Jesús de la misma manera como Ella lo hizo.
Recemos juntos un Avemaría. Terminemos nuestra oración cantando LOS CIELOS Y
LA TIERRA (u otro canto apropiado).
TODOS CANTAN:
LOS CIELOS Y LA TIERRA EN TI SE ENCONTRARÁN,
MARÍA, DULCE ABRAZO QUE EL HOMBRE Y DIOS SE DAN.
1. Las viejas profecías que hablaban del Señor nutrían la esperanza de Israel: la flor que
nacería de tierra virginal, un Hijo que sería el Emmanuel.

2. Quien hizo las estrellas al Ángel te envió, que fueras Madre suya te pidió. Dios
Todopoderoso no quiso renunciar al gozo de acunarse en tu querer.

3. Los magos y pastores que fueron al portal hallaron en tus brazos a Jesús. Sabemos
que a tu lado lo vamos a encontrar lo mismo en la alegría que en la Cruz.

MONITOR:
Madre de la Esperanza…

TODOS:
Ruega por nosotros.

TODOS:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Adviento Oración familiar para encender la


tercera vela de la Corona de Adviento
INDICACIONES
La corona al iniciar la oración debe estar encendidas la primera y la segunda vela de la
corona. Crear un ambiente recogido, con poca luz. Es recomendable colocar una imagen
de la Virgen al lado de la corona, con un cirio a sus pies. De este cirio se puede tomar la
llama para encender la tercera vela de la corona.

TODOS:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MONITOR:
Nuestro auxilio es el nombre del Señor.

TODOS:
Que hizo el cielo y la tierra.

MONITOR:
Estamos ya en la tercera semana de Adviento: aumenta nuestra alegría y nuestro júbilo
por la venida del Señor Jesús, que está cada vez más cerca de nosotros. Empecemos
nuestra oración cantando VEN PRONTO SEÑOR (u otro canto apropiado).
TODOS CANTAN:
1. ¡Oh Pastor de la Casa de Israel!,

trae a tu pueblo la ansiada salvación.

Verbo Eterno de la boca del Padre,

fuiste anunciado por labios de profeta.

¡VEN PRONTO, SEÑOR!


¡LLEGA, OH SALVADOR! (2v)
¡VEN, SEÑOR JESÚS!
¡VEN, LIBERADOR!
¡CIELOS, LLOVED VUESTRA JUSTICIA!
¡ÁBRETE, TIERRA,
HAZ GERMINAR AL SALVADOR! (2v)
2. El clamor de los pueblos se levanta.

Hijo de David, las naciones te esperan.

Queremos la llegada de tu Reino.

Ven a liberar del pecado a los pueblos.

3. Emmanuel, Salvador de las naciones,

eres esperanza del pueblo peregrino.

Sol naciente, esplendor de la justicia,

Tú nos salvarás con tu brazo poderoso.

MONITOR:
Hoy, vamos a encender la tercera vela de nuestra corona de Adviento. El Señor está más
cerca de nosotros y su luz nos ilumina cada vez más. Abramos nuestro corazón, muchas
veces oscurecido por las tinieblas del pecado, a la luz admirable del amor de Dios.

LECTOR:
Lectura tomada del Evangelio según San Lucas:

«La gente le preguntaba: "Pues ¿qué debemos hacer?". Y él les respondía: "El que tenga
dos túnicas, que las reparta con el que no tiene; el que tenga para comer, haga lo
mismo". Vinieron también publicanos a bautizarse, y le dijeron: "Maestro, ¿qué
debemos hacer?"

Él les dijo: "No exijáis más de lo que os está fijado". Preguntáronle también unos
soldados: "Y nosotros ¿qué debemos hacer?". Él les dijo: "No hagáis extorsión a nadie,
no hagáis denuncias falsas, y contentaos con vuestra soldada". Como el pueblo estaba a
la espera, andaban todos pensando en sus corazones acerca de Juan, si no sería él el
Cristo; respondió Juan a todos diciendo: "Yo os bautizo con agua; pero viene el que es
más fuerte que yo, y no soy digno de desatarle la correa de sus sandalias. Él os bautizará
en Espíritu Santo y fuego. En su mano tiene el bieldo para limpiar su era y recoger el
trigo en su granero; pero la paja la quemará con fuego que no se apaga". Y, con otras
muchas exhortaciones, anunciaba al pueblo la Buena Nueva» (Lc 3,10-18).

MONITOR:
Mientras encendemos la tercera vela de nuestra corona cantemos HOY SE
ENCIENDE UNA LLAMA (u otro canto apropiado):
TODOS CANTAN:
(Una persona enciende la tercera vela mientras se entona el canto, de ser posible
durante la tercera estrofa) *
HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA
EN LA CORONA DE ADVIENTO,
QUE ARDA NUESTRA ESPERANZA
EN EL CORAZÓN DESPIERTO
Y AL CALOR DE LA MADRE
CAMINEMOS ESTE TIEMPO.
1. Un primer lucero se enciende

anunciando al Rey que viene

preparad corazones,

allánense los senderos.

2. Crecen nuestros anhelos al ver

la segunda llama nacer.

Como dulce rocío vendrá

el Mesías hecho Niño.

3. Nuestro gozo hoy quiere cantar*


por ver tres luceros brillar

con María esperamos al Niño

con alegría.

MONITOR:
Acudamos ahora a Santa María, que colaborando con el Plan del Padre permitió que la
luz del Señor ilumine a la humanidad, y pidámosle que siga intercediendo por nosotros
en este tiempo de preparación. Entonemos JUNTO A TI, MARÍA (puede ser otro canto
u oración mariana):

TODOS CANTAN:
1. Junto a ti María.

como un niño quiero estar,

tómame en tus brazos

guíame en mi caminar.

Quiero que me eduques,


que me enseñes a rezar,

hazme transparente,

lléname de paz.

MADRE, MADRE,
MADRE, MADRE.
MADRE, MADRE,
MADRE, MADRE.
2. Gracias Madre mía

por llevarnos a Jesús,

haznos más humildes

tan sencillos como Tú.

Gracias Madre mía


por abrir tu corazón,

porque nos congregas

y nos das tu amor.

MONITOR:
Elevemos libremente nuestras intenciones a Dios y respondamos a cada una de ellas
diciendo: VEN, JESÚS, NO TARDES.
(Peticiones libres)
Recemos ahora un Padrenuestro, un Avemaría y un Gloria.

TODOS:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

Adviento Oración familiar para encender la


cuarta vela de la Corona de Adviento

INDICACIONES
La corona al iniciar la oración debe estar encendidas las anteriores velas de la corona.
Crear un ambiente recogido, con poca luz. Es recomendable colocar una imagen de la
Virgen al lado de la corona, con un cirio a sus pies. De este cirio se puede tomar la
llama para encender la tercera vela de la corona.

TODOS:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

MONITOR:
Nuestro auxilio es el nombre del Señor.

TODOS:
Que hizo el cielo y la tierra.

MONITOR:
Alegrémonos porque el Señor está cerca de nosotros y viene a traernos la salvación. La
espera llega a su fin, por eso hoy encenderemos la cuarta y última vela de nuestra
corona. Que este símbolo nos recuerde la proximidad de la venida del Señor Jesús.
¡Dios Hecho Niño viene a reconciliar los corazones y estamos alegres! ¡Crece la
esperanza! Iniciemos la oración de esta semana cantando MORADA DE LA LUZ (u
otro canto apropiado).

TODOS CANTAN:
CELEBREMOS UNIDOS A LA VIRGEN MARÍA,
PORQUE ESTÁBAMOS CIEGOS Y NOS DIO A LUZ EL DÍA,
PORQUE ESTÁBAMOS TRISTES Y NOS DIO LA ALEGRÍA.
1. Mujer tan silenciosa y encumbrada, ahora más que el sol,
recibes en tu vientre al mismo Dios, al que es tu Creador.
2. Lo que Eva en una tarde misteriosa buscando nos perdió,
Tú, Madre, lo devuelves florecido en fruto salvador.
3. Tú que eres bella puerta del Rey sumo, Morada de la Luz,
la puerta nos abriste de los cielos al darnos a Jesús.
LECTOR:
Lectura tomada del Evangelio según San Lucas:
En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña de Judá.
Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó el saludo de María, el
niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del Espíritu Santo, exclamó: «¡Tú eres
bendita entre todas las mujeres y bendito es el fruto de tu vientre! ¿Quién soy yo, para
que la madre de mi Señor venga a visitarme? Apenas oí tu saludo, el niño saltó de
alegría en mi seno. Feliz de ti por haber creído que se cumplirá lo que te fue anunciado
de parte del Señor».

María dijo entonces: «Mi alma canta la grandeza del Señor, y mi espíritu se estremece
de gozo en Dios, mi salvador, porque él miró con bondad la pequeñez de su servidora.
En adelante todas las generaciones me llamarán feliz, porque el Todopoderoso ha hecho
grandes cosas en mí: ¡su Nombre es santo!» (Lc 1, 39-49).

MONITOR:
La presencia del Señor Jesús entre nosotros nos llena de gozo y alegría. Es la Madre
quien nos lo hace cercano; es Ella quien refleja la Luz de su Hijo y permite que esta
llegue hasta nosotros, iluminando nuestras vidas. En compañía de Santa María
encendamos la última vela de nuestra corona de Adviento mientras cantamos HOY SE
ENCIENDE UNA LLAMA (u otro canto apropiado):
TODOS CANTAN:
(Una persona enciende la cuarta vela mientras se entona el canto, de ser posible
durante la cuarta estrofa) *
HOY SE ENCIENDE UNA LLAMA
EN LA CORONA DE ADVIENTO,
QUE ARDA NUESTRA ESPERANZA
EN EL CORAZÓN DESPIERTO
Y AL CALOR DE LA MADRE
CAMINEMOS ESTE TIEMPO.
1. Un primer lucero se enciende

anunciando al Rey que viene

preparad corazones,

allánense los senderos.

2. Crecen nuestros anhelos al ver

la segunda llama nacer.

Como dulce rocío vendrá

el Mesías hecho Niño.

3. Nuestro gozo hoy quiere cantar

por ver tres luceros brillar

con María esperamos al Niño

con alegría.
4. Huyen las tinieblas al ver*

cuatro llamas resplandecer

ya la gloria está cerca

levanten los corazones.

MONITOR:
Elevemos ahora nuestras peticiones a Dios, acudiendo a la intercesión de la Virgen
María. Respondamos después de cada petición: POR INTERCESIÓN DE TU MADRE,
ESCÚCHANOS SEÑOR.

(Peticiones libres)
Recemos ahora un Padrenuestro, un Avemaría y Gloria.

MONITOR:
Oremos. Padre misericordioso, que quisiste que tu Hijo se encarnara en el seno de Santa
María Virgen, escucha nuestras súplicas y concédenos tu gracia para que sepamos
acoger al Señor Jesús, tu Hijo, que contigo vive y reina en unidad del Espíritu Santo y
es Dios por los siglos de los siglos.

TODOS:
Amén.

TODOS:
En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.






Oración de la Corona de Adviento para cada
domingo siguiendo la Historia de la Salvación
A continuación, se presenta un recurso muy hermoso para reforzar nuestra preparación
para la Navidad: se trata de un conjunto de oraciones para cada uno de los domingos de
Adviento, inspiradas en la Historia de la Salvación.

Te recomendamos leer previamente los pasajes bíblicos sugeridos para cada domingo
(puedes encontrarlos en cada texto); así como revisar la oración, los cantos, y coordinar
los detalles con los participantes antes de empezar.

_____________________________________________

 Primer Domingo de Adviento: La promesa de salvación.


Para empezar: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Indicaciones: Se apagan las luces y se lee la siguiente explicación basada en
el Génesis, capítulo 3.
Explicación: Adán y Eva se dejaron engañar por el demonio al pensar que podían saber
más que Dios y hacer lo que Él había prohibido. Así comenzó el pecado en el mundo y
todo se volvió oscuridad para el hombre, pues el pecado nos aleja de Dios. Pero Dios
prometió enviarnos un Salvador.
Vela: Se enciende la primera vela, que es la vela del arrepentimiento. El color de la vela
nos recuerda que es un tiempo de penitencia, de conversión.
Oración: Que esta corona nos ayude a preparar los corazones de cada uno de los que
formamos la familia para tu llegada el día de Navidad. Te lo pedimos, Señor.
Para terminar: Te damos gracias, Señor, por mandarnos a tu Hijo a salvarnos y te
pedimos ayuda para preparar nuestro corazón para la venida de Cristo. Amén.
Canto: (Se puede concluir con una canción que todos conozcan. Se sugiere "Ven,
Señor, no tardes").
Ven, Ven, Señor, no tardes
Ven, ven, que te esperamos
Ven, ven, Señor, no tardes
Ven, pronto Señor.
El mundo muere de frío,
el alma perdió el calor;
los hombres no son hermanos
el mundo no tiene amor.
Envuelto en sombría noche,
el mundo sin paz no ve,
buscando va una esperanza,
buscando, Señor, tu fe.
Al mundo le falta vida,
al mundo le falta luz,
al mundo le falta el cielo,
al mundo le faltas Tú.
Todos: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
 Segundo Domingo de Adviento: La alianza con Noé.
Para empezar: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Indicaciones: Se enciende la vela del domingo anterior, recordando que existía un poco
de luz por la promesa del Salvador a pesar del pecado de Adán y Eva. Se apagan las
luces y se lee la siguiente explicación basada en el Génesis, capítulo 7 y 8.

Explicación: En la historia de Noé, se ve como el pecado se fue extendiendo en el


mundo y los hombres cada vez más se olvidaban de su amor y mandamientos. El arca
de Noé nos recuerda el deseo de Dios de salvar a los hombres. El arco iris es el símbolo
que nos recuerda el amor de Dios hacia los hombres.

Vela: Se enciende la segunda vela, que es la vela de la promesa de Navidad, de la


promesa de la venida del Salvador.

Oración: Te pedimos que nos ayudes a no alejarnos de Ti por las cosas materiales, las
prisas, los regalos. Te pedimos que nos ayudes a vivir cerca de Ti estos días y siempre.

Reflexión: Ahora tengamos un momento de reflexión con algunas preguntas


relacionadas con la lectura del Génesis del Arca de Noé: En la familia, ¿qué nos está
alejando de Ti en estos momentos? ¿A qué le estamos dando mayor importancia en
nuestra vida?

Propósitos: Después de la reflexión anterior, podemos compartir nuestros propósitos


para mejorar en la semana.

Para terminar: Te damos gracias Señor por mandarnos a tu Hijo a salvarnos y te


pedimos ayuda para preparar nuestro corazón para su venida. Amén.

Canto: (Se puede concluir con una canción que todos conozcan. Se sugiere "Levántate,
pueblo mío").
Levántate, pueblo mío;
pueblo mío, levántate,
viene el Señor.
Brilla ya en tus calles,
en tus plazas
y en los hombres
donde hay amor.
Levántate, pueblo mío,
despierta porque sale el sol,
su fuego brilla en la mañana,
el viento canta su voz.
Alégrate, pueblo mío,
ya llega nuestro Salvador
Su luz nos llena de esperanza
su fuego alegra el corazón.
Su reino es de justicia,
de esperanza,
su reino es de salvación.

Todos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
 Tercer Domingo de Adviento: Los Mandamientos.
Para empezar: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Indicaciones: Se encienden las dos velas de los domingos anteriores recordando cómo
la luz fue regresando para el hombre con la promesa de salvación y con la alianza de
Noé. Se apagan las luces y se lee la siguiente explicación basada en el libro del Éxodo,
19.

Explicación: Moisés fue escogido por Dios para liberar a su pueblo de la esclavitud en
Egipto. Este es un símbolo de la liberación del pecado por la venida de Jesús al mundo.
Más adelante, Dios le da los diez mandamientos a Moisés en el monte Sinaí, con los que
nos muestra el camino para la salvación y se abre una luz en la vida de los hombres.

Vela: Se enciende la tercera vela, que representa el amor de Jesús por los hombres.

Oración: Te pedimos Señor que nos ayudes a cumplir con tus mandamientos para
poder acercarnos a Ti durante toda nuestra vida.

Reflexión: Ahora tengamos un momento de reflexión con algunas preguntas


relacionadas con la lectura del Éxodo. En la familia: ¿cómo estamos cumpliendo los
mandamientos de Dios? ¿Qué mandamiento nos está costando más trabajo cumplir?

Propósitos: Después de la reflexión anterior, podemos compartir cuáles son nuestros


propósitos para mejorar esta semana.

Para terminar: Te damos gracias Señor por dejarnos un camino a seguir con tus
mandamientos y te pedimos nos ayudes a cumplirlos para preparar nuestro corazón a tu
venida. Amén.

Canto: (Se puede concluir con una canción que todos conozcan. Se sugiere "Allanad
los caminos").
Hay que allanar las sendas de la vida,
porque el Señor está cerca. (bis)
Los ojos de los ciegos se han despegado.
Las lenguas de los mudos cantan tu gloria,
los cojos han saltado como los ciervos:
todo quiere hacerse vida.
Estad siempre alegres en el Señor.
Sed fieles y constantes en el orar.
Guardaos de maldades y desprecios:
Dios cumple sus promesas.
Si quieres que cumpla las profecías;
si quieres la gloria de tu Señor;
si quieres que tu Dios venga a visitarte:
Cuida y limpia sus caminos.

Todos: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

 Cuarto Domingo de Adviento: La Anunciación.


Para empezar: En el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.
Indicaciones: Se encienden las tres velas de los domingos anteriores recordando cómo
se fue haciendo la luz para los hombres en la promesa de salvación, en la alianza con
Noé y la alianza con Moisés. Se apagan las luces y se lee la siguiente explicación
basada en el pasaje de la anunciación de San Lucas 1, 26-38.

Explicación: Con el mensaje que el ángel lleva a María se hace realidad la promesa de
salvación a los hombres. Gracias a su "sí" se pudieron llevar a cabo los planes de Dios
para el mundo.

Vela: Se enciende la cuarta vela que representa la llegada de Cristo a los corazones.

Oración: Señor, te pedimos nos ayudes a estar siempre dispuestos a dar un "sí" a lo que
nos pidas en nuestras vidas.

Reflexión: Hagamos en este momento una breve reflexión basada en la lectura del
Evangelio de Lucas: ¿Cómo hemos cumplido con lo que Dios nos ha mandado en
nuestras vidas? ¿Qué tanto hemos aceptado la voluntad de Dios en nuestras vidas?
¿Estamos dispuestos a dar un sí a lo que Dios nos pida?

Propósitos: Después de la reflexión anterior, cada miembro de la familia puede decir


cuáles son sus propósitos para mejorar en la semana.

Para terminar: Te damos gracias, Señor, por haber enviado a tu Hijo a salvarnos y por
darnos una Madre en el Cielo. Amén.

Canto: (Se puede concluir con una canción que todos conozcan. Se sugiere "Dijo que
sí María").
Dijo que sí María, cuando al amanecer
pudo ofrecer su casa al Santo de Israel.
Era un jardín la Virgen, Dios quiso ser clavel,
nunca mi pobre tierra, fuera tan buen vergel.
Dijo que sí María y al recibirle a Él
en su morada humilde nos acogió también,
Madre de Dios y nuestra, Virgen de Nazaret,
En tu jardín de amores yo quiero florecer.
Dijo que sí María cuando al amanecer,
supo Dios quería en su jardín nacer.
nunca mi pobre tierra fuera tan buen vergel
Dijo que sí María cuando al amanecer,
Dios la envolvió en su sombra.

Todos: En el nombre del Padre y del Hijo y del Espíritu Santo. Amén.

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