Investigación Ciencias Sociales.

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Instituto de Formación Docente

“Elia Caputi de Corbacho”

EL IMPACTO DE LAS INUNDACIONES DE


SAN JOSÉ DE MAYO EN LOS ESCOLARES.

Sofía Valverde, Elida García, Camila Sánchez y Carol Sandin.

3°B

Anabela Bravo

Investigación sobre las inundaciones de San José de Mayo.

San José, 2024


INTRODUCCIÓN:
En esta investigación realizada por integrantes de formación docente, se pretende investigar
cómo las inundaciones en la ciudad de San José de Mayo afectaron a la población. Por ende, se
abordarán las causas de estas catástrofes, por qué surgen, a qué se debe, y las consecuencias que
arrastra consigo. Además, estudiar cómo estos hechos afectan a la población escolar, la
asistencia, las necesidades básicas, rendimiento, relacionamiento, solidaridad, y cómo se
gestiona la institución frente a esta población. Nos centraremos en estudiar a dicha población, y
por ende, los barrios donde concurren los escolares. Las zonas más afectadas son: barrio Roberto
Mariano, Picada de las Tunas, Las Palmas, Exposición, Los Horneros, Cementerio, Capitán
Manuel Artigas, Prado Maragato, Parque Rodó. Las escuelas a las cuales se enfocará la
investigación, son dos, dentro de la ciudad de San José de Mayo, las cuales se vieron afectadas
de forma directa e indirectamente, sufriendo inundaciones en los centros, o con estudiantes
inundados.
Con el presente trabajo, se busca beneficiar a toda la población maragata, situada en San José de
Mayo, tanto para los desfavorecidos, ya sea con el simple hecho de ser escuchados, como para
los no desfavorecidos, brindando una mayor visibilidad al respeto.
Con la siguiente investigación, se pretende concientizar a la comunidad no afectada y ampliar el
conocimiento desde un punto de vista más social, en donde los datos recabados aporten una
realidad más certera de lo acontecido.

PROBLEMA:
Siendo la temática elegida “Las inundaciones en San José de Mayo”, se plantea la preocupación
por las personas en general y sobre todo por las familias de los escolares afectados en dicha
catástrofe, en el mes de marzo del año 2024. En consecuencia, las familias sufrieron una gran
pérdida de materiales y por ende, los niños resultan afectados emocionalmente y conlleva
muchas veces a un retroceso en el aprendizaje.

OBJETIVO GENERAL: Conocer cómo afectaron las últimas inundaciones a la población


escolar en dos escuelas del departamento de San José y su impacto a nivel institucional.
OBJETIVOS ESPECÍFICOS:
Indagar si este tipo de fenómenos afectan al rendimiento escolar, vínculos con sus pares y
asistencia a la Institución.
Conocer si los centros educativos implementaron alguna estrategia para ayudar a esta población,
y cuáles son.

PREGUNTAS INVESTIGABLES:

● ¿Por qué ocurren las inundaciones?


● ¿Qué provoca las inundaciones del río San José?
● ¿Cómo afecta a los niños la inundación?
● ¿Se ve afectado el rendimiento escolar de los niños cuándo sufren estas catástrofes?
● ¿Los centros educativos implementan alguna estrategia para ayudar a los niños que no
asisten por inundaciones?

JUSTIFICACIÓN:
Se ha decidido investigar esta temática porque la mayoría de los participantes de esta
investigación, han sido afectadas directa e indirectamente por residir en zonas inundadas o
familiares afectados. Es por ello, que se decidió concientizar a la población sobre estos hechos
sociales que de alguna manera, impactan en muchos de nosotros.

MARCO TEÓRICO:

INUNDACIONES.
Las inundaciones son eventos naturales en los que áreas de tierra, que normalmente están secas,
se ven cubiertas por agua. Esto puede ocurrir por varias razones, como lluvias intensas, deshielos
rápidos, marejadas ciclónicas o desbordamientos de ríos, entre otros factores. Estos
desbordamientos pueden ser repentinos y devastadores, afectando tanto a zonas urbanas como
rurales.
CONSECUENCIAS.
Las inundaciones suponen uno de los principales riesgos de índole natural, a los que la
población y sociedad en sí se enfrenta hoy en día, no solo por las pérdidas económicas que
genera, sino también por la vida humana. Si bien estos fenómenos han existido durante la
historia, en los últimos años, se ha registrado un incremento de ellas alrededor del mundo. Si
miramos a nuestra región, Argentina y Brasil han experimentado en 2024, casi de forma conjunta
con Uruguay, grandes inundaciones en varios puntos de dichos países.
En el período de 20 años, comprendido entre 2000 y 2019, la EM-DAT (la base de datos global
con información de desastres naturales), registró que a nivel mundial, un 44% de los desastres
naturales fueron inundaciones. Según la UNDRR, este tipo de desastres ha incrementado en un
134 % en comparación con las dos décadas anteriores. (CRED, 2020).

CAUSAS.
Una causa de estos fenómenos tan extremos y seguidos en el tiempo, es de índole climático,
como las precipitaciones prolongadas, la intensidad del agua, el volumen, y no climático; por
ejemplo, el uso que hoy en día se le da al suelo por las actividades que realiza el ser humano de
forma directa sobre la superficie. (MIMAM, 2005), así como también, del estado previo de los
ríos y de sus cuencas de drenaje. En simples palabras, el incremento de estas catástrofes, es el
resultado de la articulación de la colisión del cambio climático, factores sociales, económicos y
ambientales en las distintas regiones del mundo, como el crecimiento poblacional, la
urbanización y la deforestación. (World Meteorological Organization. 2021).

SITUACIÓN EN SAN JOSÉ.


En una entrevista, realizada a Gabriela Fernández, magíster en ciencias ambientales y licenciada
en geografía, de la Facultad de Ciencias en la Udelar, la cual trabaja en conjunto con la
Intendencia de San José, explica cómo se busca mitigar estas inundaciones en el departamento.
Se estudia entonces toda la cuenca del río San José y sus afluentes, realiza una integración de
todo el territorio en sí, viendo como el agua se infiltra y escurre. Además, explicó cómo está
compuesto el suelo de la cuenca, y que, San José, ha experimentado un cambio en el uso que se
le da al mismo en los últimos 30 años. El departamento pasó de abocarse a la ganadería y
lechería, a extensiones masivas dedicadas al monocultivo, entre ellos la soja, “El tema es la
forma de cultivar. Es lo que se llama la siembra directa, que utiliza mucho herbicida. Por varias
semanas el suelo queda desnudo, sin cobertura vegetal. Las plantas, el pasto, la vegetación,
funcionan como un paraguas cuando llueve”. Estos dos factores combinados, las precipitaciones
intensas y el suelo al estar más compacto, que infiltra menos y retiene menos tiempo el agua,
provocan que el río crezca mucho más rápido de lo normal, provocando desbordes. En definitiva,
la hipótesis inicialmente planteada, es una realidad en nuestros días.
Una de las características fundamentales de nuestra red hidrográfica es la velocidad con las que
se vacían y llenan los ríos, que a su vez produce la ausencia de contención de los mismos, que
torna más graves las dos catástrofes meteorológicas más extremas que sufre el país, una de ellas
las inundaciones. (Praderi, R. Vivo, J. pág. 4). En las inundaciones recientes del año 2024, según
el Sistema Nacional de Viviendas, 1.322 personas fueron desplazadas de sus viviendas, siendo
uno de los departamentos más afectados del país. Si se retrocede años atrás, en 1959, se dio una
de las inundaciones más grandes del país, siendo 45.000 desplazados en todo el país, dicha
inundación, causó desbordamiento de varios ríos debido a lluvias torrenciales. La de 2016 fue la
peor inundación que sufrió San José desde 1959. En la oportunidad, el agua sobrepasó el “Puente
Carretero”, puente de ingreso a la ciudad, ubicado en la ruta 11, llegando el agua a zonas donde
nunca antes lo había hecho. Según datos del Sistema Nacional de Emergencias, en el
departamento de San José, llegaron a haber 582 evacuados en total, 575 en San José de Mayo y 7
en Ciudad del Plata. Se realizaron instalaciones de campaña que ofició de centro de alojamiento,
así asegurar que las familias trasladadas tengan acceso a los servicios básicos.
El diario El Observador, en una nota, indagó la situación del departamento, donde explica como
cientos de familias perdieron sus casas y pertenencias. El río en esta instancia, alcanzó una altura
que cortó el puente Carretero de la ciudad, y dejó su marca en las paredes a la altura del techo en
muchas de las viviendas, quedando sin acceso a la electricidad y agua. Varios camiones cisternas
de OSE se establecieron en diferentes puntos del departamento de San José para distribuir agua,
luego de que debieran suspender el servicio porque la parte técnica de la planta potabilizadora
sufrió averías. Las personas se acercaron con bidones, botellas, tanques para recargar los
recipientes, porque no hacían recorridos a domicilio.
ACTUAR DE LAS PERSONAS ANTE UNA CATÁSTROFE.
Una investigación, realizada por la universidad del país Vasco, y de la Universidad de Deusto, se
extrajo que las personas presentan diferentes conductas y emociones, ya sean de forma individual
y/o colectiva. Una catástrofe implica un suceso negativo y muchas veces se presenta de forma
imprevista y brutal que provoca pérdidas materiales y hasta pérdidas humanas, ocasionando un
gran número de víctimas y desorganización social. Ante situaciones de riesgos, las personas
suelen reaccionar de dos maneras, una de ellas es la más adecuada, que trata de buscar orden en
las evacuaciones de las personas en riesgos y buscan una organización apropiada para los
recursos. Por otro lado, están los grupos colectivos que reaccionan de manera inadecuada a la
situación, debido a que desorganizan a la sociedad , en muchos casos sucede que este grupo de
personas fomentan que es una situación irreal. En éstas últimas inundaciones en la ciudad, se
observaron a muchas personas que recorrían las zonas afectadas en sus automóviles, por el
simple hecho de observar, sin brindar ayuda, enlenteciendo el tránsito y las evacuaciones
continúas que se ejercían.
Siguiendo con la investigación de ambas universidades, se plantea también que el
comportamiento colectivo más común y directo ante un desastre es la respuesta
shock-inhibición-coma, donde las víctimas emergen de las ruinas, emocionalmente
conmocionados, sin iniciativa, y la única acción es escapar del desastre.

HIPÓTESIS.

Las inundaciones afectan significativamente a la población, provocando el desplazamiento de


residencia debido a la pérdida total de viviendas o al desgaste emocional causado por estos
eventos recurrentes.

Se plantea que las familias con niños pequeños son especialmente vulnerables, ya que muchos de
ellos se ven obligados a faltar a la escuela debido a la situación. Estas consecuencias
emocionales pueden afectar negativamente el aprendizaje y las relaciones sociales de los
individuos afectados.
METODOLOGÍA:

En esta investigación, se trabajará cualitativamente a través de entrevistas, para conocer detalles,


ir a lo más específico. Se realizan a personas clave para extraer información precisa, en este caso,
a docentes y escuelas afectadas directa e indirectamente, con el fin de responder algunas de las
preguntas de nuestros objetivos; si los niños se vieron afectados por los fenómenos climáticos
que atravesó la ciudad, y cómo se vieron afectados. Por otro lado, se utilizará un modelo
cuantitativamente, con encuestas, aplicada a más población, para medir las respuestas y
transformarla en un número, en este caso, a familias de niños y testimonios de la comunidad
afectada, para así lograr relacionar nuestras preguntas investigables a la realidad extraída de las
encuestas, y poder medir ambos. Nos pareció pertinente utilizar una metodología mixta, dado
nuestros objetivos específicos; investigar cómo se vieron afectados los niños a nivel escolar por
las inundaciones en la ciudad, tomando en cuenta lo vivido por la población y por lo que las
escuelas y docentes observaron. Por lo tanto, se pretende recabar investigar tres escuelas
afectadas en la ciudad de San José de Mayo.

ANÁLISIS DE RESULTADOS Y DISCUSIÓN

INSTITUCIÓN 1.

En relación a la encuesta realizada a padres de escuelas afectadas, hasta el momento contamos


con la participación de 35 familias que aportaron datos sobre sus vivencias en el momento de las
inundaciones.
Dicha encuesta nos arrojó los siguientes datos: la mayoría de los padres es una población joven
mostrando que tienen una edad de entre 30 y 40 años o más.
Él 90% de las familias afectadas que participaron de la encuesta residen en la zona del barrio
Roberto Mariano.
Del total de 35 familias que respondieron hasta el momento, 31 fueron afectadas directamente
por las inundaciones, de las cuales 58,1% tuvieron pérdidas materiales, un 32.3% pérdidas
totales y un 9,7% debieron dejar su vivienda definitivamente.

Un 77,1 % de las familias estuvieron una semana o más fuera de sus hogares, implicando esto
permanecer en refugios, casa de familiares y amigos.
En relación al ausentismo escolar, del total de 35 familias encuestados, un 74.3% respondieron
qué sus hijos debieron faltar a la escuela perjudicandolos en diferentes aspectos. Entre ellos los
padres mencionaron que perdieron el hilo conductor de las clases y después se encontraban
medios “perdidos”, otros niños estaban tristes porque habían perdido sus útiles y cuadernos,
entre otras.

También un 80% de los padres expresaron que tuvieron apoyo de la institución escolar, desde la
donación de elementos indispensables como alimentación y vestimenta, pero también atendiendo
lo emocional.

Frente a otra institución educativa entrevistada, con 215 estudiantes, la cual fue impactada
directamente, se observó que los afectados fueron en torno al 15% y 20%. Nuevamente, las
pérdidas más grandes son las materiales, abandono de vivienda y el retroceso en el aprendizaje.
En este caso, la propia institución también tuvo pérdidas materiales. De manera particular, al
verse afectada de forma directa, tuvieron que trasladarse a otro edificio, durante un mes,
complejizando la logística de los estudiantes, los cuales, nuevamente se vieron afectados por las
largas distancias, obteniendo así un ausentismo en el estudio. La jornada en la nueva escuela se
redujeron a 4 horas, sin embargo, el director comenta que lo trabajado en ese período fue una
selección de contenidos y una aprendiación mínima que se fue potenciando después que se
volvió a retomar una vez vuelta a la normalidad. Otro golpe en los aprendizajes de los alumnos,
fue sin lugar a dudas desde lo emocional; la disposición de los aprendizajes no fue la misma. El
docente explica que, cuando estás afectado emocionalmente, se deben de generar otras instancias
y estar preocupado por otras cosas que van más allá de la enseñanza misma, “hubo que dar
tiempo, se visualizaron situaciones que estaban como más nerviosos, más preocupados por
situaciones más familiares que por aprender”, pero en general, como ocurrió en la primer
institución abordada, los estudiantes concurren con una gran actitud de aprender. Remarca
también, que es imposible que no existan retrocesos en los aprendizajes, dado que, cuando el
niño vuelve a la normalidad, hay cosas que se perdieron en el tiempo, que hay que volver a
trabajar. Reflexionando sobre el actuar docente, comenta “... una de las fallas que tenemos a
nivel general, es que las instituciones educativas y maestros no tenemos las herramientas para
saber qué hacer con esos niños que se ven afectados por las inundaciones cuando vuelven”.
Agrega que, los maestros lo que generalmente hacen en estas situaciones es continuar con el
curso, olvidándose a veces de los niños que han sufrido pérdidas materiales y donde lo
emocional también incide.

INSTITUCIÓN 2.

En esta institución, el rango de edad que sobresale de los tutores de los escolares, es de +40 años,
siendo un 36,7% del total, seguido de 30-35 con un 22,4%. Se observa una población de familias
jóvenes.
Respecto a las familias que respondieron a la encuesta, un 55,6% responde que no fue afectada
por las inundaciones en el departamento, frente a un 44,4% que afirma haber sufrido alguna
afectación. Se contrasta en esta parte, el contexto de la escuela y las familias, ya que la mayoría
vienen de zonas alejadas a la escuela, debido a que esta cuenta con tiempo completo, preferida
mayoritariamente por las familias, independientemente de las distancias.

Dentro de los afectados, un 52,4% sufrió pérdidas materiales, frente a un 19% que tuvo pérdidas
totales. Teniendo que abandonar el hogar más de una semana (41,4% de los encuestados),
seguido de un 24,1% donde se vieron ausentados un día. Como bien se refleja en el marco
teórico, las ausencias prolongadas del hogar fueron muy pronunciadas, teniendo que concurrir a
lugares específicos como gimnasios, estadio, refugios que dispusieron familias de afectados.
Respecto a si los escolares se vieron asentados de la institución, un 49,1%, frente a un 50,9% que
respondió que no. Nuevamente, se evidencia el contexto de escuela, como los que viven lejos de
la institución y del contexto de la misma, no tuvo mayor dificultad para el traslado de los niños a
la nueva institución provisoria.

Frente al rendimiento escolar de los estudiantes, el 3,8% se vio afectado emocionalmente, otra
parte se vio perjudicado por la pérdida de horas escolares, debido a que normalmente su horario
era de 8 horas y se redujo a 4 horas diarias, ya que debieron de trasladarse a otra institució n.
Esto también trajo otra afectación y es la logística y la distancia; muchas familias les perjudicaba
la lejanía de esta nueva escuela, logrando la ausencia de muchos niños y afectando los pocos
aprendizajes que se pretendían seguir continuando

Frente a las familias y el sustento de la escuela con ellas, un 56% respondió que sí, contrastando
con la información brindada por parte de docentes entrevistados, donde la institución fue un
apoyo para las familias y escolares, tanto emocional, materiales, alimentos.
Como se pudo evidenciar, las inundaciones en el departamento afectaron fuertemente al rango
escolar, tanto en el aspecto material como emocional. Los estudiantes tuvieron un parón en sus
aprendizajes, se debieron de atender aspectos ligados más a lo humano y no tanto en lo
cognitivo. Cada institución creó espacios de contención y apoyo para las familias afectadas.

También se observa cómo los estudiantes, aprendieron, a través de la situación, a gestionar sus
emociones, a reconocer cómo se sienten, y cómo pueden ayudar al otro. Sobre todo aquellos
estudiantes que no se vieron afectados, lograron crear redes de apoyo para los compañeros que
atravesaban la difícil situación y/o aportar desde su lugar.
En estas instancias, en ambas escuelas, se vio como las familias generaron una adhesión más
grande con la institución educativa, logrando así una gran organización para la vuelta a la
normalidad, al igual que otras disposiciones u organizaciones particulares que brindan apoyo
material.

CONCLUSIONES:

En relación a nuestros objetivos planteados en la investigación y el análisis de datos recabados,


logramos concluir que las inundaciones afectaron a un 54,1% de 109 personas que respondieron
a nuestra encuesta. Un 57,1% de personas tuvieron pérdidas materiales, y un 25% en pérdidas
totales. En la investigación, se profundizó en las consecuencias que contrajo el fenómeno
ambiental en la ciudad, siendo estas de índole material, donde según el artículo del Observador, “La
inundación dejó casas con el agua hasta el techo” (2024), se reflejan como familias perdieron todo,
"las inundaciones nos dejaron sin nada. Somos una familia destruida. Con el dolor hay que tirar las
cosas. Miseria es lo que queda". Muchas familias abandonaron sus hogares sin la posibilidad de guardar
inmueble o pertenencias personales, encontrándose al día siguiente con pérdidas que iban a ser totales.
Por otra parte, un 63,3% de la población damnificada, recibió y contó con apoyo de las
instituciones educativas, en contención, red de apoyo, ayuda material, etc.
También podemos concluir que la población infantil fue afectada directamente en su rendimiento
escolar en gran medida por el ausentismo, que según las encuestas fue de un 57% de las familias
encuestadas. Hubo un claro parón en la continuidad de los aprendizajes y clases, los docentes
debieron atender en su mayor medida, otras situaciones más emocionales. Se buscaron
estrategias por parte de ambas instituciones para que, a la vuelta de la normalidad, los estudiantes
tuviesen el ánimo y la predisposición para enfrentar los nuevos aprendizajes por venir. La
relación con sus pares, según entrevistas con el cuerpo docente, se vio fortalecido; los niños
desde su lugar ayudaron a dar una cálida vuelta a clases a sus compañeros, fueron un sostén a los
que más lo padecieron, participaron y formaron parte de estrategias pedagógicas realizadas por
las maestras.
Se observó que ninguna institución educativa entrevistada recibió algún sostén tanto económico
como herramientas o red de apoyo por parte de ANEP. Los docentes debieron de recurrir a
estrategias didácticas y pedagógicas para contener a los estudiantes afectados, pero a nivel
institucional, como pérdidas materiales, falta de accesibilidad de agua o luz, debieron de recurrir
a la Intendencia como forma de ayuda para continuar funcionando y brindando sustento a los
damnificados. Los docentes comentaron que tampoco saben cómo sobrellevar o actuar frente a
los aprendizajes de los estudiantes en el desborde que generan estos incidentes ambientales, no
se sienten capacitados para crear estrategias acordes para que el aprendizaje del niño no se vea
tocado en gran medida. Son muchas situaciones que entran en juego, lo emocional sin dudas que
es lo que más afecta y lo que menos se sabe abordar de manera efectiva desde el rol docente.

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