ACUFENOMETRÍA

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ACUFENOMETRÍA

Se puede definir a los acúfenos o tinitus como sonidos o ruidos subjetivos u


objetivos, percibidos por el sujeto, en ausencia de todo estímulo externo que los
produzcan.
Los acúfenos pueden ser un síntoma asociado a una determinada patología,
por ejemplo otoesclerosis o neurinoma del VIII par, o una entidad clínica en sí misma.
Puede ser permanente o no, y su intensidad o percepción está muy relacionada con el
ruido ambiental, es decir se escucha con mayor intensidad en la noche o en ambientes
silentes.
Los acúfenos ocurren con frecuencia y se presentan en alrededor del 17 % de
la población. Para la mayoría de la gente no constituyen más que una molestia,
aunque en casos muy severos altera la calidad de vida en determinadas
circunstancias, como concentración o conciliación del sueño.
Nuevos conocimientos han permitido definir al tinitus de tipo neurosensorial de
la siguiente manera: falsa sensación auditiva sin mediar un estímulo acústico externo,
originada por una de inhibición cortical, como consecuencia de una interferencia
anormal o prolongada del proceso excitatorio-inhibitorio de los neurotransmisores de la
vía auditiva aferente, y que finalmente conduce a una reorganización neuronal de la
corteza auditiva primaria por fenómenos de neuroplasticidad.
La acufenometría es la parte de la audiología que se dedica al estudio de los
acúfenos. La evaluación del tinitus es de suma importancia para el estudio de los
pacientes que los padecen. Existen dos maneras de efectuar dicho estudio: primero, la
acufenometría, que comprende la determinación de la frecuencia, la intensidad y el
enmascaramiento del acúfeno, y la búsqueda de la inhibición residual. Segundo, la
medición psicoemocional, o sea, el impacto psicológico y de incapacidad que el
zumbido produce en el paciente.
Ante un paciente con acúfenos, es necesario conocer el estado general del
sistema auditivo, por lo tanto debe realizarse una otoscopía, audiometría tonal liminar,
logoaudiometría, timpanometría y medición del reflejo acústico.
Antes de adentrarnos en la evaluación propiamente dicha, clasificaremos a los
acúfenos siguiendo algunos criterios:

 Objetivos: aquellos acúfenos que pueden ser percibidos tanto por el paciente
como por el examinador, por ejemplo, producto de la articulación
temporomandibular. Estos sonidos no constituyen en realidad tinitus. Estos
sonidos son los denominados acúfenos somatosensoriales.
 Subjetivos: aquellos que sólo son percibidos por el paciente.

Según el lugar de origen:


 Endóticos: son los que se producen en el oído, es decir, en el interior del
órgano auditivo.
 Perióticos: aquellos que tienen su origen en zonas cercanas al oído, por
ejemplo articulación témporo mandibular.
 Telóticos: tienen su origen en zonas alejadas del oído, por ejemplo la
articulación de la rodilla.

Otra forma de clasificarlos es en:


 Fisiológicos: cómo su nombre lo indica, estos acúfenos se producen en
condiciónes de audición normal. Por lo general son de tonalidad bien aguda,
esporádicos, y de muy corta duración. Tienen lugar especialmente durante el
silencio. Según algunos autores se dan como consecuencia de procesos
metabólicos a nivel del órgano de Corti o de la vía auditiva.
 Patológicos: se producen a raíz de lesiones o disfunciones que se asientan en
el sistema auditivo o en zonas cercanas/lejanas al mismo.
Según Fowler se pueden clasificar en:
- Vibratorios: tienen existencia real, es decir, son objetivos. Su origen es
mecánico, y provocan una estimulación en las terminaciones nerviosas,
las cuales se transmiten hacia el sistema circulatorio ocasionando la
aparición del zumbido. Se deben por lo tanto a fenómenos físicos
endótico o exóticos.
- No vibratorios: son subjetivos. No existe un factor mecánico o físico que
los produzcan. Se pueden originar en el sistema de conducción (oído
externo o medio), en el de percepción (oído interno) o en la vía auditiva
y corteza cerebral auditiva.
- Alucinatorios: el paciente cree en la realidad exterior del sonido que
percibe. A diferencia de los descriptos anteriormente, donde el paciente
reconoce el carácter subjetivo del zumbido, los pacientes que tienen
acúfenos alucinatorios refieren escuchar sonidos, música, voces,
conversaciones, etc. Estos acúfenos se relacionan con lesiones en la
corteza auditiva, por ejemplo epilepsia, tumorales, etc o cuadros
psiquiátricos.
- Simulados: por lo general acompañan la simulación o exageración de
un daño auditivo que es menor o inexistente.

También se pueden clasificar según la forma de presentación en:


 Permanentes: son aquellos que están presentes todo el tiempo.
 No permanentes: son percibidos en especial, en ambiente silencioso.
 Transitorios: aquellos acúfenos que se presentan un determinado período de
tiempo (por ejemplo mientras se cursa una otitis) y luego desaparecen.

Según el tono:
 Graves: en general están relacionados con patologías de oído medio o externo.
 Agudos y medios: por lo general relacionados con patologías de oído interno y
primera neurona del VIII par o auditivo.

También se los clasifica en:


 Continuos: sonido continuo
 Pulsátil o intermitente: por lo general de origen vascular.

Etiología de los acúfenos

Los acúfenos vibratorios tienen su origen en:


 Factores articulatorios o musculares: contracciones de los músculos
peritimpánicos, de la masticación, de la trompa de Eustaquio, o de zonas
alejadas del oído. Dichas contracciones provocan una serie de sonidos, que de
no ser reconocidos por el paciente, pueden ser percibidos como acúfenos.
 Factores vasculares o circulatorios: espasmos articulatorios o venosos,
esclerosis de vasos sanguíneos, tumor glómico, aneurismas, soplo cardíaco. El
paciente, entonces, percibe los sonidos producidos por el flujo sanguíneo.

Los acúfenos no vibratorios o subjetivos pueden producirse por alteraciones


del aparato auditivo:
 De oído externo, como tapón de cerumen, cuerpo extraño, etc.
 De oído medio: otitis, disfunciones tubarias, etc
 De oído interno: presbiacusia, trauma acústico, sindrome de Meniére, etc.
 Traumáticas: traumatismo de cráneo, fractura de peñasco, barotrauma, etc
 Ototóxicas endógenas: hipercolesterolemia, diabetes, etc
 Ototóxicas exógenas: antibióticos ototóxicos, ácido salitil salicílico, etc.
 Infecciosas: parotiditis, meningitis, etc.
 De origen vascular: como glomus yugularis.
 Tumorales: como colesteatoma.

Los alucinatorios ya fueron descriptos con anterioridad.

Evaluación de los acúfenos:

La evaluación del tinitus es de suma importancia para el estudio de los


pacientes que los padecen. Una correcta evaluación debe incluír la anamnesis,
acufenometría, la búsqueda de la inhibición residual y la medición psico-emocional.
Durante la evaluación inicial del paciente con acúfeno son esenciales la
anamnesis y la evaluación audiológica, ya que proporcionan la información
necesaria para iniciar el tratamiento y seleccionar la variante específica de terapia.

Anamnesis

Un correcto interrogatorio debe incluir:


 Tiempo de aparición del acúfeno: cuándo, si coincidió con alguna patología,
con pérdida de la audición o del equilibrio.
 Si es uni o bilateral
 Si es permanente, transitorio, en qué situaciones se presenta.
 Si es cambiante, tanto en frecuencia como intensidad.
 Características tonales y de intensidad: si es grave o agudo y la intensidad
de percepción.
 Antecedentes personales: profesión (por posible exposición al ruido),
enfermedades, traumatismos, etc.
 Identificar el impacto en la vida del paciente, el grado de incomodidad que
le genera.
Medición psicoacústica o acufenometría

Una vez finalizada la anamnesis, se pasará a la medición del acúfeno, que


consta de tres pasos:
 Equiparación en frecuencia: una vez finalizada la evaluación por vía aérea se le
consultará al paciente si alguno de los sonido presentados es igual o muy
similar al que el percibe. En caso negativo se estimulará con las frecuencias
intermedia y de no lograr así la identificación con ningún sonido, con los ruidos
de banda estrecha y el ruido blanco. Dado que la valoración de la
acufenometría se realiza sobre la base de la comparación del umbral tonal con
la intensidad de equiparación y enmascaramiento, en caso de haberse
identificado con una frecuencia intermedia o ruido, es necesario determinar el
umbral del mismo.
Si el paciente continua sin equiparar su acúfeno con ninguno de los sonidos
presentados, se dará por finalizada esta etapa de la evaluación.
En caso de que haya sido equiparado con alguna frecuencia o ruido, y sólo si el
acúfeno está presente en el momento de examen, se pasará al siguiente paso:
 Equiparación en intensidad: se estimulará con técnica ascendente, en pasos
fijos de 5 dB, desde 0 dB o una intensidad infraliminar, hasta que el paciente
refiera que su sonido está igual de fuerte al que percibe por el auricular. De
este modo se establecerá la intensidad de la equiparación y se pasará al
último paso
 Ensordecimiento o enmascarabilidad del tinitus: a partir de la intensidad de
equiparación se continuará incrementando la intensidad en paso de 5 dB hasta
que el paciente refiera que el sonido con el que se lo está estimulando es más
fuerte o “tapa” a su sonido.

Graficación

El acúfeno se consignará en el pie del audiograma, en la frecuencia


correspondiente, con el signo del oído. La equiparación en intensidad con un guión
(respetando color y ubicación espacial) en la intensidad referida por el paciente y el
ensordecimiento con un triángulo isósceles cuya base indica la intensidad referida y el
cual se coloreará por completo.
En el caso de haberse equiparado con ruido de banda estrecha, se mantendrá
la misma graficación y se colocara “BE” al pie de la frecuencia.

Si el paciente tiene más de una acúfeno y logra identificarlos, se colocará un signo


para cada frecuencia, siempre al pie del audiograma y respetando la simbología y
color del oído y sólo se llevará a cabo la equiparación en frecuencia. Lo mismo
sucederá si el acúfeno es pantonal, o sea, compuesto por más de una frecuencia, pero
continuas entre sí. En este caso el signo del oído se colocará en la frecuencia inicial y
se realizará una línea ondulante que abarque el resto de las frecuencias.
Finalmente, en caso de que el paciente equipare su acúfeno con “ruido blanco”,
se colocará el símbolo del oído acompañado por una línea curva con un triángulo o
flecha en el final. En este caso, es necesario establecer el umbral de ruido blanco, que
se consignará en el extremo izquierdo del audiograma a la intensidad correspondiente,
de estar presente el acúfeno en el momento de examen se complementará con la
equiparación en intensidad y el ensordecimiento y se utilizará la simbología ya
descripta.
Al igual que en el ensordecimiento, se aclarará al pie del audiograma (o en un
especio destinado a tal fin), las características del acúfeno y si se equiparó en
intensidad y se ensordeció.
Ejemplos:

Acúfeno permanente en OD compara c/frec consignada.


Acúfeno no permanente en OI, presente en examen, compara c/”BE” consignada.

En el siguiente ejemplo se puede observar acúfeno en ambos oídos,


permanente en OD y no permanente en OI, que al estar presente en el momento de
examen y ser equiparado con ruido de banda estrecha frec 8000 c/s se pudo realizar
los dos pasos restantes de la acufenomettría.

Acúfenos no permanentes en OD, no presente en examen, compara con


frecuencias y ruido consignado.

En este audiograma se puede observar dos situaciones diferentes, por un lado,


el paciente presenta más de un acúfeno, pero no son de frecuencias consecutivas, por
lo tanto cada uno será consignado de forma independiente. Por otro lado, uno de ellos
es como “ruido blanco”, por lo que se determinó el umbral de ruido blanco y se
consignó como ya fue descripto.

Acúfeno pantonal permanente, OD.

Como puede observarse, en este ejemplo se trata de un acúfeno pantonal, que


comprende las frecuencias 500, 1000, 2000 y 4000 c/s.

En caso de que el acúfeno se presente en un oído anacúsico o en una


frecuencia que no presente percepción, se realizará la prueba en la misma frecuencia
del oído opuesto (u oyente) y se consignará en dicho oído con la simbología antes
descripta, pero el triángulo vacío.

Resultados según la patología:

 Lesiones de transmisión o hipoacusias conductivas: por lo general presentan


acúfenos de tonalidad grave, uni o bilaterales según la patología y, en muchos
casos, transitorios, ya que desaparecen al finalizar la causa de origen.
Son de fácil equiparación en intensidad, o sea, se equiparan a umbral, 5 ó
hasta 10 dB más; y lo mismo para el ensordecimiento.

 Hipoacusias neurosensoriales o hipoacusias perceptivas: las características de


los acúfenos de este grupo de patologías depende del lugar de localización de
la lesión.
- Cortipatías: se caracterizan por presentar acúfenos de tonalidad aguda
e intensidad débil. Por lo general son bilaterales y continuos, fáciles de
equiparar en intensidad y ensordecer.
- Neuronopatías (lesión de primera neurona de la vía auditiva): por lo
general son de tonalidad aguda, pudiendo ser un “ruido”, ya sea de
banda estrecha o ruido blanco. Casi siempre son unilaterales, de difícil
equiparación en intensidad, son necesarios más de 10 dB sobre umbral;
y ensordecimiento.
- Lesión de segunda y tercera neurona: por lo general son bilaterales,
sobre todo cuando la lesión se asienta en la tercera neurona
(decusación de la vía auditiva) y complejos, por lo tanto, de difícil
equiparación en frecuencia, intensidad y ensordecimiento.
- Corticopatías: son complejos, relacionados con lesiones de tipo
epilépticas, tumorales.
 Hipoacusias mixtas: dependerá del predominio, perceptivo o conductivo.
 De simulación: son muy variables en frecuencia e intensidad y su rasgo
principal es que por lo general no hay concordancia con la patología y el
umbral tonal de la frecuencia con la que son equiparados.

Inhibición residual del acúfeno

La inhibición residual es la supresión en la percepción del acúfeno tras la


aplicación de un ruido o tono puro. La misma suele durar hasta cuatro minutos como
máximo.
Con respecto a esta prueba no hay una unidad de criterios, en relación a la
forma de aplicarla. Se describirán los dos más frecuentes.

Con ruido blanco:


Una vez realizada la acufenometría, en el oído que se presenta el tinitus, se
determinará el umbral de ruido blanco. Una vez establecido se estimulará a una
intensidad de 5 dB por debajo de dicho umbral y se incrementará la intensidad en
pasos de 1 dB (o 5 dB, según el audiómetro), hasta que el paciente refiera dejar de
percibir su zumbido.
En una segunda instancia, con 10 dB sobre la intensidad de ensordecimiento,
se estimulará uni o bilateralmente (según el acúfeno este presente en uno o ambos
oídos) con ruido blanco durante un minuto. Finalizado ese minuto, se le preguntará al
paciente si aún percibe su acúfeno, si este desapareció o se intensificó.

Con tono puro:


La evaluación comenzará con una valoración subjetiva a cerca del grado de
disconfort que el acúfeno representa para el paciente, con una escala de puntuación
de 1 a 10, donde 1 es muy poco perturbador y 10 extremadamente molesto.
Una vez finalizada la acufenometría e identificada la frecuencia del acúfeno, se
estimulará durante un minuto y medio con una frecuencia uno o dos tonos más graves,
a 10 dB sobre umbral (dedicha frecuencia). Una vez concluido el tiempo de estímulo
se le solicitará al paciente que vuelva a calificar su acúfeno con la misma escala.

En ambas técnicas se considerará THRA positivo cuando posteriormente a su


aplicación el acúfeno desaparezca o disminuya su intensidad.

Medición psico-emocional

Es fundamental en la evaluación del tinitus, medir el impacto psicológico y la


incapacidad que provoca al paciente.
Si bien es habitual que cada centro auditivo elabore su propio cuestionario para
realizar esta valoración, dado que se encuentra estandarizado, es confiable y seguro,
se describirá el propuesto por Newman y Jacobson en 1997, conocido como Tinnitus
Handicap Inventori o por sus siglas THI.

Este test consiste en 25 preguntas de fácil comprensión para el paciente que


tienen tres opciones de respuesta para cada pregunta:
 Sí, 4 puntos
 A veces, 2 puntos
 No, 0 puntos.
El THI a su vez está subdividido en tres escalas:
 1. Funcional (F): compuesta por 11 preguntas qué evalúa el área de la función
mental y social.
 2. Emocional (E): compuesta por 9 preguntas, que incursiona en las
consecuencias afectivas del acúfeno.
 3. Catastrófica (C): compuesta por 5 items y que representa la desesperación
del paciente y la incapacidad que el zumbido le produce para la vida cotidiana.

Clasificación de la calidad de vida según el THI

En el año 1999 la Asociación Británica de ORL calificó en 5 niveles la


incapacidad provocada por los acúfenos:
 Grado 1 o muy leve (THI 0 a 16): tinitus sólo percibido en ambiente silencioso,
fácilmente enmascarable y que casi nunca perturba al paciente.
 Grado 2, leve (THI 18 a 36): tinitus enmascarado por ruido ambiente y
“olvidado” durante la actividad diaria.
 Grado 3, moderado (THI 38 a 56): el tinitus es percibido a pesar del ruido
ambiente, si bien no dificulta las actividades diarias, molesta en el reposo, la
quietud o ambientes silentes, y a veces, dificulta la conciliación del sueño,
 Grado 4 o severo (THI 58 a 76): tinitus percibido siempre, interfiriendo en las
actividades diarias, dificultando siempre el reposo o el sueño,
 Grado 5 o catastrófico (THI 78 a 100): todos los síntomas son más agudos que
en el grado 4, especialmente el insomnio, es posible encontrar patologías
psiquiátricas asociadas.
Test de incapacidad del tinitus

1. Le cuesta concentrare por culpa del ruido o zumbido en el oído: SI A VECES NO F


C
2. L cuesta escuchar a los demás debido a que el zumbido es muy fuerte: SI A VECES NO F
3. Lo pone de mal genio el zumbido del oído: SI A VECES NO F
4. Se siente confundido por culpa del zumbido del oído: SI A VECES NO F
5. Se desespera con el ruido o zumbido del oído: SI A VECES NO C
6. Se queja mucho por tener el zumbido en el oído: SI A VECES NO E
7. Le cuesta quedarse dormido por la noche por culpa del zumbido: SI A VECES NO F
8. Cree que el problema de su zumbido es algo sin solución: SI A VECES NO C
9. El problema del zumbido le impide disfrutar de la vida, como por ejemplo
salir a comer con amigos o ir al cine: SI A VECES NO F
10. Se siente desilusionado por culpa del zumbido: SI A VECES NO E
11. Cree que tiene una enfermedad incurable: SI A VECES NO C
12. El zumbido le impide pasarlo bien: SI A VECES NO F
13. Le estorba el zumbido en su trabajo o en las labores de su casa: SI A VECES NO F
14. Se siente a menudo de mal genio por culpa del zumbido: SI A VECES NO F
15. Le cuesta comprender lo que lee por culpa del zumbido: SI A VECES NO F
16. Se siente alterado por el zumbido: SI A VECES NO E
17. Siente que el zumbido ha echado a perder la relación con sus familiares
o amigos: SI A VECES NO E
18. Le cuesta sacarse de la cabeza el zumbido y pensar en otra cosa: SI A VECES NO F
19. Siente que no puede controlar el zumbido: SI A VECES NO C
20. Se siente a menudo cansado por culpa del zumbido: SI A VECES NO F
21. Se siente deprimido por causa del zumbido: SI A VECES NO E
22. Lo pone nervioso el zumbido: SI A VECES NO E
23. Siente que no puede ya hacerle frente al zumbido: SI A VECES NO C
24. Empieza el zumbido cuando está estresado: SI A VECES NO F
25. Se siente inseguro por culpa del zumbido: SI A VECES NO E

Clasficación

Bibliografía:
- Inhibición residual de los acúfenos, Dr Rotiman, Dr Yanco, Revista Faso año 16, N°
1, 2009
- Acufenometría, Lic Ma Alejandra Moyano, apuntes de cátedra.
- Evaluaión de la incapacidad provocada por el tinitus, Dr Alejandro Peña Martinez,
Revista ORL, Cir. Cabeza y Cuello 2006; 66: 232 – 235
- C.A.B. A. Centro de Acúfenos de Buenos Aires, Dr Roitman,
http://acufeno.com/secciones/fag.htm; htpp://www.acufeno.com/
- Centro Auditivo Cuenca: https://www.centroauditivo-valencia.es/acufenometria-
evaluacion-acufeno-tinnitus/
- Audiología, M. Manrique Rodriguez, J. Marco Algarrá, 2014.
- Acúfenos, Roitman y cols, Ed Akadia, 2015

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