Evidencia 1 de HPP

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Universidad Autónoma de Nuevo León

Facultad de Ciencias Políticas y Relaciones Internacionales

Evidencia 1: Ensayo

Alumnas: Ximena Rodríguez Bustos y

Constanzza Hashira Palma Cruz

Matriculas: 2027662 y 2055285

Docente: Juan Luis Meza Medina

Grupo:

Materia: Historia del Pensamiento Politico


Introducción

La historia del pensamiento político abarca una evolución profunda desde la


Antigüedad hasta la Edad Media, reflejando la transformación de las sociedades,
las estructuras de poder y las ideas que definieron el orden social. En la Antigüedad,
las principales ideas políticas emergieron en las civilizaciones clásicas de Grecia y
Roma, donde filósofos como Platón y Aristóteles establecieron las bases del
pensamiento político occidental. Platón, con su concepto de la "República ideal",
abogó por un gobierno liderado por filósofos-reyes, mientras que Aristóteles
promovió la idea del "bien común" y la importancia de la virtud en la política.
Además, Aristóteles desarrolló conceptos fundamentales para la organización
política, como la idea del "Senado" o la "Asamblea", que influyeron en las
estructuras políticas de Roma y, posteriormente, en todo el mundo occidental.

Con la caída del Imperio Romano y la llegada de la Edad Media, el pensamiento


político sufrió un cambio significativo. Aunque Platón y Aristóteles siguieron siendo
figuras centrales en la filosofía política, otros pensadores como Sócrates y
Jenofonte también hicieron importantes contribuciones. Sócrates, a través de su
método dialéctico, cuestionó las bases morales y éticas de la política, mientras que
Jenofonte, con su enfoque práctico, exploró temas como el liderazgo y la
administración. Las ideas de estos filósofos han perdurado a lo largo del tiempo,
influenciando tanto la política medieval como la moderna.

Todos estos autores aportaron de manera significativa al desarrollo de la política y


su influencia sigue vigente en la actualidad. Sus ideas evolucionaron con el tiempo,
adaptándose a nuevas realidades y contextos, pero siempre manteniendo su
relevancia en el análisis y la práctica política.
Pensamiento Político de Sócrates

Conocido por su método de enseñanza a través del diálogo, Sócrates es una figura
clave en la filosofía política, cuyas ideas han mantenido su relevancia hasta hoy.
Aunque no dejó escritos, sus discípulos, Platón y Jenofonte, se encargaron de
transmitir sus enseñanzas.

Para él, la política era más que solo gobernar; era un servicio a la comunidad.
Consideraba su misión hacer que la gente reflexionara críticamente. En la Apología,
expresa: "El mayor bien para un hombre es precisamente este, tener
conversaciones cada día acerca de la virtud..." (Apología 38a). Con esto, quería
destacar la importancia de examinar constantemente nuestras acciones y
pensamientos para llevar una vida justa.

Su enfoque inspiraba a la sociedad a cuestionar más profundamente lo que es justo


y bueno. Este compromiso lo llevó a enfrentarse con las autoridades de su tiempo,
tanto en la democracia como bajo la tiranía, ya que no dudaba en criticar las
injusticias, sin importar quién estuviera en el poder.

Aunque no rechazaba la democracia en favor de la tiranía, creía que muchas


personas en el poder carecían de la preparación necesaria para tomar decisiones
importantes. Sostenía que solo aquellos que comprendieran verdaderamente la
justicia y el bien común deberían gobernar, una idea reflejada en los diálogos de
Platón, como Gorgias y República, donde se presenta el ideal de líderes sabios y
virtuosos.

En cuanto a la justicia, no la veía simplemente como el cumplimiento de las leyes,


sino como la comprensión de lo que es verdaderamente bueno para todos. En la
República, a través de Platón, describe una ciudad ideal gobernada por filósofos-
reyes, los más indicados para liderar, ya que buscan el bien común y no solo el
propio. Esta visión contradecía la creencia común de su tiempo de que las leyes y
costumbres eran meros acuerdos entre personas, susceptibles de cambio según las
circunstancias. Además, argumentaba que más allá de estas convenciones, existen
principios morales universales (physis) que deben guiar nuestras decisiones.
Pensamiento Político de Platón

Los pensamientos políticos de Platón están profundamente arraigados en su


concepción filosófica del mundo y su visión de la justicia. Para Platón, la política no
es simplemente una cuestión de organización social o legal, sino un reflejo del orden
moral y filosófico que debe prevalecer en la sociedad. Esta visión se despliega
principalmente en sus diálogos “La República”, “El Político”, y “Las Leyes”, donde
Platón explora distintas formas de gobierno y la naturaleza de la justicia, intentando
responder a preguntas fundamentales sobre cómo debería organizarse la sociedad
para alcanzar el bien común.

En “La República “, uno de sus diálogos más conocidos, Platón presenta su visión
de una ciudad ideal regida por filósofos-reyes. Para él, estos filósofos son los únicos
capacitados para gobernar porque poseen el conocimiento verdadero de lo que es
justo y lo que es mejor para la sociedad. Platón describe una sociedad altamente
estructurada y jerárquica, dividida en tres clases principales: los gobernantes
(filósofos-reyes), los guardianes (soldados) y los productores (agricultores,
artesanos, comerciantes). Cada clase tiene una función específica, y la justicia,
según Platón, se logra cuando cada una de estas clases cumple con su papel de
manera adecuada, sin interferir en los roles de las otras. Los gobernantes, en
particular, deben estar libres de intereses personales, lo que se asegura a través de
la abolición de la propiedad privada y la familia entre ellos, de modo que puedan
enfocarse completamente en el bienestar de la comunidad.

Platón sostiene que la justicia no es simplemente una cuestión de seguir leyes o


normas establecidas, sino de estructurar la sociedad de manera que refleje un orden
natural y racional, donde cada individuo y clase social desempeñe el papel que le
corresponde según su naturaleza. Esta concepción de la justicia es, por lo tanto,
más sustantiva y filosófica que meramente legalista. En su ciudad ideal, los
gobernantes filosóficos son aquellos que, gracias a su comprensión de las Formas
(ideas abstractas y eternas), pueden legislar y guiar a la comunidad hacia el bien
común.
En “Las Leyes”, Platón adopta una postura más pragmática y realista, consciente
de que su ciudad ideal difícilmente podría realizarse en la práctica. En este diálogo,
propone un sistema de gobierno mixto que combine elementos de la monarquía y
la democracia, bajo la guía de leyes justas que buscan equilibrar el poder y prevenir
el abuso. Aquí, la figura del gobernante sabio sigue siendo central, pero Platón
también introduce la idea de un “Consejo Nocturno”, un grupo de ancianos sabios
que supervisan las leyes y las adaptan según sea necesario para asegurar que
sigan siendo justas y apropiadas con el tiempo. La educación en virtud es
fundamental en este esquema, ya que Platón considera que solo a través de la
formación moral de los ciudadanos se puede garantizar la estabilidad y la justicia en
la ciudad.

Platón es conocido por su crítica a la democracia, tal como existía en Atenas.


Aunque reconoce que la democracia permite una gran variedad de modos de vida
y la libertad individual, también la ve como un sistema inestable que puede
degenerar en anarquía, donde la libertad se convierte en libertinaje y cada persona
sigue sus deseos sin ninguna guía moral o racional. Para Platón, la democracia es
peligrosa porque, en su forma extrema, puede llevar a la tiranía, cuando un líder
carismático, pero sin escrúpulos toma el poder explotando los deseos irracionales
del pueblo.

Como tal, los pensamientos políticos de Platón giran en torno a la idea de que el
gobierno ideal es aquel que está en manos de los sabios, es decir, de aquellos que
entienden la verdadera naturaleza de la justicia y están capacitados para guiar a la
sociedad hacia el bien común. Su desconfianza hacia las formas de gobierno
populares, como la democracia, proviene de su preocupación por el caos y la
injusticia que pueden surgir cuando el poder se distribuye sin un fundamento
racional y moral adecuado. Para Platón, la estabilidad y la justicia en la sociedad
solo se pueden alcanzar cuando el orden político refleja un orden moral más
profundo, guiado por la razón y la virtud.
Pensamiento político de Aristóteles

El pensamiento político de Aristóteles es fundamental para entender las bases de la


teoría política occidental. Aristóteles, a diferencia de su maestro Platón, desarrolla
un enfoque más empírico y realista sobre la política, fundamentado en la
observación de las diversas formas de gobierno que existían en su tiempo. En su
obra Política, Aristóteles categoriza las constituciones en justas e injustas,
dependiendo de si estas buscan el bien común o el beneficio particular de los
gobernantes.

Aristóteles identifica tres formas de gobierno justas: la monarquía, la aristocracia y


la Politeia. De estas, muestra una clara preferencia por la aristocracia, a la cual
considera la mejor forma de gobierno. Para él, la aristocracia se distingue porque
los mejores ciudadanos, aquellos con las mayores virtudes morales e intelectuales,
son los que deben gobernar. Esta preferencia está originada en su concepto de la
justicia distributiva, donde sostiene que los cargos y honores deben asignarse de
acuerdo con el mérito. En este sentido, la aristocracia es vista mas que nada como
la forma de gobierno donde las decisiones políticas son tomadas por los más aptos
y virtuosos, lo que garantiza que el gobierno persiga el bien común.

Aunque algunos intérpretes han argumentado que Aristóteles podría haber apoyado
un modelo más cercano a la Politeia “un régimen mixto que combina elementos de
democracia y oligarquía”, la evidencia de su obra sugiere que se inclina más hacia
una “verdadera aristocracia”. Esta “verdadera aristocracia” se caracteriza por una
justicia que no se basa únicamente en la libertad o la riqueza, sino en la virtud,
especialmente la virtud política, que es una combinación de prudencia, justicia y
otras cualidades morales.

La visión aristotélica de la política también es crítica de la democracia y la oligarquía,


ya que considera que ambos sistemas tienden a degenerar: la democracia hacia la
demagogia y la oligarquía hacia la tiranía. Para Aristóteles, la estabilidad política y
el bienestar de la polis dependen de un gobierno donde los más capaces, en
términos de virtud, dirijan la comunidad hacia la vida buena, que es el fin último de
la polis.

Lo que se puede concluir sobre el cómo Aristóteles ve la política no es solo como


una cuestión de gobernanza, sino como una extensión de la ética. El buen gobierno
es aquel que promueve la virtud y la vida buena para todos los ciudadanos. Su
defensa de la aristocracia, por lo tanto, está profundamente vinculada a su creencia
en la superioridad del gobierno de los mejores, entendido no como una élite basada
en el nacimiento o la riqueza, sino en la excelencia moral e intelectual.

Pensamiento Político de Jenofonte

Jenofonte fue un historiador, soldado y filósofo que, a través de sus obras, ofrece
una visión más práctica y pragmática del gobierno y la política. A diferencia de
Platón, Jenofonte es más práctico y directo en su pensamiento político. Su obra se
caracteriza por una preocupación por la efectividad y la administración más que por
la competencia filosófica.

En sus escritos, él no buscaba crear una ciudad ideal como lo hacía Platón en La
República, sino que reflexionaba sobre cómo los líderes pueden gobernar de
manera efectiva. En su obra Ciropedia, subraya la importancia de la virtud personal
y la competencia militar para gobernar.

Para él, la virtud es fundamental para un buen líder, pero la describe como algo que
no es solo una cuestión de justicia abstracta, sino más bien una mezcla de sabiduría
práctica, autodisciplina y la capacidad de inspirar lealtad. Muestra una visión más
realista de la política, donde el líder ideal no solo debe ser justo, sino también capaz
de tomar decisiones difíciles.

En su obra Anábasis, narra su experiencia liderando. Aquí destaca la importancia


de tomar decisiones rápidas, la moral y el respeto mutuo entre el líder y sus
seguidores, mostrando cómo estos factores contribuyen al éxito en circunstancias
difíciles.
Él también tiene una visión positiva de la monarquía, al menos en lo que respecta a
un líder virtuoso y eficaz como Ciro. En la Ciropedia, describe cómo un buen
monarca puede gobernar con sabiduría y justicia, asegurando la prosperidad del
estado. Este enfoque resalta su creencia en la capacidad del líder individual para
moldear la fortuna de su pueblo, en contraste con la idea platónica de un gobierno
basado en principios filosóficos.
Conclusión

El pensamiento político de Sócrates, Platón, Aristóteles y Jenofonte ofrece


diferentes perspectivas que han sido clave en el desarrollo de la teoría política
occidental.

Sócrates, famoso por su método de enseñanza basado en el diálogo, no dejó


escritos, pero su enfoque en la reflexión crítica y la búsqueda de la virtud es
fundamental. Para él, la política no solo era sobre el poder, sino un servicio a la
comunidad, centrado en mejorar la moral de los ciudadanos. Criticó tanto la
democracia como la tiranía en Atenas, argumentando que solo aquellos que
realmente entendieran la justicia deberían influir en los asuntos públicos.

Platón, su discípulo, amplió estas ideas en una visión más filosófica del gobierno.
En obras como "La República" y "Las Leyes", Platón propone una sociedad ideal
gobernada por filósofos-reyes, quienes, gracias a su conocimiento, son los más
capacitados para guiar a la comunidad hacia el bien común. Aunque era crítico de
la democracia ateniense, también exploró un sistema más práctico en "Las Leyes",
sugiriendo un gobierno mixto basado en leyes justas y razón.

Aristóteles adoptó un enfoque más realista en su obra "Política". Clasificó las formas
de gobierno en justas e injustas, proponiendo una aristocracia basada en la virtud
como la mejor opción. Para él, los más capacitados moral e intelectualmente
deberían guiar a la polis hacia una vida buena, vinculando así la política con la ética.

Jenofonte, contemporáneo de Platón y Aristóteles, ofreció una visión más práctica


del liderazgo político. En obras como "Ciropedia" y "Anábasis", enfatiza la
importancia de la virtud práctica y la autodisciplina en un líder. A diferencia de Platón,
no busca crear una ciudad ideal, sino que se centra en cómo los líderes pueden
gobernar efectivamente en la realidad, destacando el papel del liderazgo individual
en el bienestar del estado.
Referencias bibliográficas

Strauss, L y Cropsey, J. (Compiladores) (2021)

Teoría del poder. (2020, febrero, 06). Origen del pensamiento político

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