La Organización Genital Infantil
La Organización Genital Infantil
La Organización Genital Infantil
sexualidad)
Conclusión
Uno de los puntos clave es que las niñas con una intensa relación con
el padre muestran que esta fue precedida por una fase igualmente
intensa con la madre. Freud concluye que esta fase preedípica,
marcada por la relación exclusiva con la madre, es más prolongada de
lo que inicialmente se pensaba, a menudo hasta los cuatro o cinco
años. Como lo expresa: «El segundo hecho enseñaba que habíamos
subestimado también la duración de esa ligazón-madre. En la mayoría
de los casos llegaba hasta bien entrado el cuarto año, en algunos
hasta el quinto». También subraya que algunas mujeres nunca
superan esta etapa y permanecen en una fijación con la madre: «Más
aún: era preciso admitir la posibilidad de que cierto número de
personas del sexo femenino permanecieran atascadas en la ligazón-
madre originaria y nunca produjeran una vuelta cabal hacia el varón».
II
En el apartado II, Freud profundiza en el desarrollo de la sexualidad
femenina en comparación con la masculina, destacando las
diferencias esenciales que se manifiestan en la niñez y la
adolescencia. Comienza reafirmando la bisexualidad inherente a
todos los seres humanos y cómo se manifiesta con mayor claridad en
las mujeres, debido a la coexistencia del clítoris (equivalente
masculino) y la vagina (órgano propiamente femenino). Freud explica:
«La vida sexual de la mujer se descompone por regla general en dos
fases, de las cuales la primera tiene carácter masculino; sólo la
segunda es la específicamente femenina».
III
Freud subraya que, al igual que los niños, las niñas primero viven
experiencias sexuales pasivas con la madre, tales como ser
amamantadas, alimentadas, y cuidadas por ella. Sin embargo, estas
experiencias pasivas generan en las niñas una tendencia hacia la
actividad, que se expresa a través de juegos donde ellas replican el
rol materno, por ejemplo, cuidando muñecas. Freud observa: «Las
primeras vivencias sexuales y de tinte sexual del niño junto a la
madre son desde luego de naturaleza pasiva. […] Primero, en el
pecho materno, el ser-amamantado es relevado por el mamar
activo».
Uno de los puntos clave que Freud discute es la actividad sexual de
las niñas hacia la madre, la cual puede incluir deseos agresivos,
aunque estos no siempre son fácilmente reconocibles, debido a que
muchas de estas mociones permanecen inconscientes o reprimidas.
Freud sugiere que estos deseos suelen ser disfrazados y aparecen
posteriormente en la forma de angustia, como el temor de la niña a
ser asesinada por la madre. Señala: «Hallamos los deseos agresivos
orales y sádicos en la forma a que los constriñó una represión
prematura: como angustia de ser asesinada por la madre».
IV