Funciones de La Sangre
Funciones de La Sangre
Funciones de La Sangre
Elemento líquido que recorre el sistema circulatorio e irriga todos los tejidos del
organismo, a los que aporta las sustancias nutritivas y el oxígeno necesarios para el
metabolismo y de los que recoge los residuos para conducirlos a los órganos que los
eliminan (riñones, pulmones, piel).
Plasma
El plasma es la parte líquida de la sangre sin coagular, que se obtiene después de
separar los elementos sólidos que la componen. Se trata de un líquido amarillento,
cuya composición está en equilibrio con la composición del medio interno y la del
interior de las células, compuesto por un 90 % de agua, un 7 % de proteínas solubles,
un 1 % de aminoácidos, azúcares y lípidos, pequeñas cantidades de vitaminas,
hormonas y un 1 % de iones minerales.
Elementos formes
Son los elementos celulares que la sangre lleva en suspensión, y constituyen
aproximadamente la mitad de su masa total. La relación entre el volumen de los
elementos formes o células y la masa total de sangre se denomina hematocrito, y su
determinación es, a veces, de gran significado clínico. Su valor normal medio es de 45
% para los elementos formes.
Hematíes
Los hematíes, glóbulos rojos o eritrocitos tienen la forma de un pequeño disco
deprimido en el centro y abultado en la periferia. Carecen de núcleo, que han
expulsado en el transcurso de su formación. Son de color rojo, y su número oscila
entre 4,4 millones y 5 millones por mm3. A ellos se debe, dada su gran cantidad, el
color rojo de la sangre. Miden 0,1 mm y viven unos 127 días. Cada glóbulo rojo
contiene más de 250 millones de moléculas de hemoglobina, proteína asociada al ion
del hierro, que fija el oxígeno en el interior de los pulmones y lo libera en el plasma
cuando se encuentra en un tejido.
Plaquetas no activadas Plaquetas activadas
Plaquetas
Las plaquetas o trombocitos no son células en sentido estricto, razón por la cual se
prefiere el término de «elementos formes» de la sangre en vez del de células. Se trata
de pequeños fragmentos de células en forma de esfera que se desprenden del
citoplasma de unas células enormes que se encuentran en la médula roja de los
huesos. Las plaquetas sobreviven una media de ocho días, y si no han sido utilizadas se
destruyen. Ejercen una función activa en la coagulación de la sangre, taponando la
fuga sanguínea que se produce cuando se lesiona un vaso. A través de su adherencia
a la pared de un vaso dañado y de su agregación con ella, inician el proceso de
hemostasia —detención de la hemorragia— antes de que intervenga el fibrinógeno.
Linfocito
Leucocitos
Los leucocitos o glóbulos blancos desempeñan la función de defender los tejidos. Son
células grandes e incoloras que, con respecto a los glóbulos rojos y las plaquetas,
tienen la particularidad de utilizar la sangre —en la cual no cumplen ninguna función
activa— sólo como medio de transporte. Están dotados de movilidad propia e incluso
pueden desplazarse en sentido contrario al del torrente sanguíneo y salir de los vasos
para penetrar en los tejidos. Por efecto del fenómeno del quimiotactismo (atracción
hacia el lugar de donde proviene una sustancia química), provocado, por ejemplo, por
una bacteria, atraviesan la pared de un capilar sanguíneo, proceso que recibe el
nombre de diapédesis. Una vez en el tejido, los glóbulos blancos son capaces también
de desplazarse para desempeñar su cometido de defensa de los tejidos. El número de
leucocitos viene a ser de unos 7 000 por mm3.
Hemopoyesis o Hematopoyesis
Se trata del proceso de formación de los elementos celulares de la sangre. Tiene lugar
a lo largo de toda la vida en la médula roja de los huesos y, en lo que se refiere a los
linfocitos, en los órganos linfoides centrales (médula y timo) y periféricos (ganglios
linfáticos, amígdalas, etc.).
Circulación sanguínea
Funciones de la sangre
Respiratoria: transporta el oxígeno desde los pulmones a todas las estructuras del
organismo. Para que el oxígeno pueda ser utilizado fácilmente es preciso que sea
transportado por sustancias que lo fijen y luego lo liberen con rapidez, formando una
combinación laxa. Este papel lo desempeña la hemoglobina, cuyo elemento activo es
el hierro, y que no está disuelta en el plasma, sino que se encuentra en el interior de
los elementos formes de los hematíes. La captación de oxígeno por la hemoglobina es
una oxigenación, no una oxidación, y se realiza aprovechando la tensión de oxígeno en
la cavidad alveolar, que es mayor que la de la sangre de los capilares. Como se ha
indicado, esta oxigenación es una unión laxa, y por lo tanto reversible, gracias a lo cual
la hemoglobina puede ceder el oxígeno a los tejidos cuya tensión de oxígeno es menor
que la del capilar. Esta cesión es favorecida por una serie de condiciones locales: pH
bajo, temperatura elevada, etc.
Excretora: arrastra los restos catabólicos hasta los emuntorios naturales por donde
son eliminados.
De equilibrio acuoso del organismo: transporta e intercambia agua entre los diversos
compartimentos líquidos.