Contaminación Ambiental
Contaminación Ambiental
Contaminación Ambiental
Es la presencia de componentes nocivos, bien sean de naturaleza biológica, química o de otra clase, en
el medioambiente, de modo que supongan un perjuicio para los seres vivos que habitan un espacio, incluyendo, por
supuesto, a los seres humanos. Generalmente la contaminación ambiental tiene su origen en alguna actividad
humana. (https://www.bbva.com/es/sostenibilidad/que-es-y-que-tipos-de-contaminacion-ambiental-existen/)
Tipos:
Contaminación atmosférica
También conocida como polución, es uno de los tipos de contaminación ambiental más famosos. Se produce a causa
de la emisión de sustancias químicas a la atmósfera que afectan directamente a la calidad del aire. El más conocido
es el monóxido de carbono. Pero existen otros como el dióxido de azufre, CFCs (clorofluorocarbonos) y óxidos de
nitrógeno, procediendo de las siguientes cosas:
Gases expulsados procedentes de combustibles fósiles (como los liberados por un tubo de escape de un coche).
Desastres naturales como los incendios.
La quema de basuras.
Los gases que liberan las fábricas y los procesos de obtención de energía no limpia.
La agricultura y ganadería intensiva.
Contaminación hídrica
Afecta a ríos, fuentes de agua subterránea, lagos y mar cuando se liberan residuos contaminantes. Este tipo de
contaminación ambiental afecta directamente a las especies animales, vegetales y también al ser humano ya que
convierte el agua potable en un recurso no apto para su consumo.
Los vertidos industriales, insecticidas o plaguicidas son algunos de los residuos que afectan a la contaminación del
agua. Pero también otros de uso doméstico como los detergentes del lavado de ropa o el vertido del aceite de uso
doméstico.
Los principales afectados de este tipo de contaminación son las plantas, árboles y cultivos. Y es la pescadilla que se
muerde la cola. La presencia de este tipo de sustancias en los suelos afecta a su calidad y productividad. La falta de
minerales provoca la pérdida de vegetación. Y la ausencia de plantas conduce a la erosión que, a su vez, altera la
riqueza del suelo.
Contaminación acústica
Si vives en un barrio muy ruidoso, cerca de un aeropuerto, autopistas o de una zona de discotecas sabrás muy bien
de lo que hablamos. La contaminación acústica se produce con cualquier ruido excesivo ya sea en proporción,
frecuencia, tono, volumen o ritmo.
Además de ser muy molesto, puede provocarnos estrés, trastornos del sueño, pérdida de audición e incluso
afecciones cardiovasculares. Pero también altera negativamente el equilibrio de los ecosistemas. En el caso de las
aves, por ejemplo, influye en sus migraciones y ciclos reproductivos.
Contaminación lumínica
Se produce especialmente en las ciudades durante la noche y hace referencia a la iluminación artificial excesiva que
emiten las poblaciones. De igual manera que la acústica, este tipo de contaminación ambiental no compromete la
supervivencia de los seres humanos. Sin embargo, produce enfermedades como las relacionadas con la visión,
alteraciones del sueño o migrañas. También afecta a los ecosistemas nocturnos ya que provoca a animales e insectos
problemas de orientación y alteraciones en sus ciclos biológicos.
Contaminación visual
Es todo aquello que altera visualmente el paisaje natural. Hace referencia a todos los elementos que no son naturales
y que nos envían estímulos visuales. Pueden ser vallas publicitarias, torres eléctricas o minas a cielo abierto.
Nuestro cerebro tiene una determinada capacidad de absorción de datos. El exceso de formas, luces, colores e
información hace que no pueda procesar todos estos datos debidamente. Todo ello perjudica a la salud de los ojos,
altera la tensión y produce estrés.
Contaminación térmica
Seguro que alguna vez has escuchado las graves consecuencias que puede tener para el medio ambiente que la tierra
aumente su temperatura. Esto está relacionado con el último de los tipos de contaminación ambiental más
importantes: la contaminación térmica.
El aumento de la temperatura (o calentamiento global) afecta a los polos y los glaciares. Se calcula que la Antártida
ha multiplicado su deshielo por cuatro en los últimos 25 años, lo que está provocando (lo estamos viviendo ya)
consecuencias muy negativas. Entre las más importantes se encuentran la subida del nivel del mar, la alteración del
equilibrio de los ecosistemas o cambios en las corrientes marinas y el clima. No solo eso: también puede provocar la
reaparición de enfermedades. (https://ayudaenaccion.org/blog/sostenibilidad/tipos-contaminacion-ambiental/)
Causas:
Deforestación.
Pesticidas y otros químicos.
Residuos (industriales, urbanos, domésticos y de cualquier otra índole).
Uso de combustibles fósiles.
Crecimiento demográfico y las necesidades asociadas.
Radiación.
Producción industrial.
(https://ayudaenaccion.org/blog/sostenibilidad/tipos-contaminacion-ambiental/)
1. 2020: A nivel global, la pandemia de COVID-19 resultó en una disminución temporal de la contaminación del aire
y del agua debido a las restricciones de movilidad y la reducción de la actividad industrial. Sin embargo, también
hubo preocupaciones sobre el aumento de desechos médicos y productos de un solo uso.
2. 2019: Se observaron altos niveles de contaminación atmosférica en ciudades densamente pobladas de Asia,
como Nueva Delhi y Pekín, debido a la quema de cultivos, la contaminación vehicular y la actividad industrial.
3. 2010: Durante esta década, se produjeron varios desastres ambientales significativos, como el derrame de
petróleo Deepwater Horizon en el Golfo de México en 2010, uno de los mayores desastres ambientales marinos
de la historia.
4. 2015: En este año, la quema de turberas en Indonesia causó una grave crisis de humo en el sudeste asiático,
afectando la calidad del aire en varios países de la región.
5. 2011: El accidente nuclear en la planta de energía de Fukushima en Japón en marzo de 2011 resultó en fugas de
radiación y contaminación del aire y el agua, generando preocupaciones globales sobre la seguridad nuclear y sus
impactos ambientales.
Por otro lado, otras personas sostienen que el ser humano tiene el potencial de ser un administrador responsable y
un agente de cambio positivo en la Tierra. Argumentan que, si tomamos medidas para proteger y preservar el medio
ambiente, podemos vivir en armonía con la naturaleza y merecer el derecho a habitar este planeta.
En última instancia, la cuestión de si el ser humano "merece" la Tierra es subjetiva y depende de cómo valoramos la
relación entre la humanidad y el entorno natural. Lo que es claro es que la forma en que tratamos nuestro hogar
terrestre tiene consecuencias significativas para nosotros mismos y para todas las formas de vida en el planeta.
1. Comodidad y Resistencia al Cambio: La terquedad puede surgir de una aversión al cambio, especialmente
cuando las prácticas actuales son cómodas o beneficiosas en el corto plazo.
2. Intereses Económicos a Corto Plazo: La priorización de las ganancias financieras inmediatas sobre la protección
del medio ambiente puede llevar a decisiones tercas que tienen consecuencias negativas a largo plazo.
3. Negación y Desconexión: Algunas personas pueden negar o minimizar la gravedad de los problemas ambientales
para evitar enfrentar emociones incómodas como la culpa o el miedo.
4. Falta de Conciencia y Educación: La terquedad puede ser el resultado de una falta de conciencia o comprensión
sobre los problemas ambientales y la importancia de tomar medidas.
5. Desconfianza en las Soluciones Propuestas: La resistencia puede surgir de la desconfianza en las soluciones
propuestas o la percepción de que los cambios necesarios son poco realistas.