Evaluación Dos
Evaluación Dos
Evaluación Dos
DEPARTAMENTO DE LENGUAJE
TALLER DE COMPRENSIÓN LECTORA
OBJETIVO DE EVALUACIÓN:
Aplicar habilidades de comprensión lectora , a partir de distintos tipos de textos, mediante
preguntas de selección múltiple y desarrollo.
INDICADORES DE LOGRO:
INSTRUCCIONES
1. La evaluación es de carácter individual, leer comprensivamente cada texto y responder lo
solicitado.
2. Utilice lápiz de pasta, piense su respuesta antes de escribir, evite en lo posible borrar con
corrector.
3. Prohibido el uso de celular al realizar este instrumento evaluativo (al igual que las clases).
4. Tiene un tiempo estipulado de 90 minutos (dos horas pedagógicas).
2. El puntaje de corte evaluativo es de 20 puntos ( 4,0 ).
3. La evaluación tiene un 60% de exigencia.
4. La evaluación consta de preguntas cerradas (primer ítem de selección múltiple) y abiertas .
5. La presente evaluación corresponde a una de las tres del Taller de Comprensión Lectora, todo
esto se promediará, dando un resultado final que se ponderará a un 15% que irá a la asignatura
de Lengua y Literatura.
Ítem I texto narrativo con selección múltiple y preguntas abiertas (desarrollo).
1. “Las sombras descendieron suavemente por las escaleras hasta llegar al vestíbulo. Vio el
perfil oscurecido del pasamano reflejarse en el espejo, el arco del candelabro que proyectaba
la luz. Pero eso era todo. Las sombras se alargaban más hacia la puerta. Luego se perdían en
la oscuridad del suelo y del techo. Rebuscó en los bolsillos por ver si encontraba un fósforo y
por fin encendió la vela que llevaba en la mano. Sujetando la llama diminuta en alto, por
encima de la cabeza, giró el picaporte y entró en la habitación. Olía a polvo y a madera vieja.
Le resultó curioso ser tan sensible a ese olor, y cómo desató su imaginación.
2. Las viejas damas bordando sus encajes a la luz de la luna, sus dedos pálidos y flacos, veloces
sobre los brocados, sus mejillas sin edad, pero con el tinte de las mejillas de una niña. A eso
le recordaba la habitación desde los tiempos en que por primera vez entró en ella de
puntillas y contempló aterrado las ventanas que se abrían a la extensión de césped grisáceo,
a los árboles que se alzaban detrás. Si no, le recordaba cuando, de niño, se sentaba ante el
clavicordio y tocaba las teclas polvorientas con tal levedad que nadie alcanzaba a oír las
notas emitidas, temeroso y sin embargo embelesado al oír que la música ascendía tenue en
el aire. Siempre era triste. Detectaba la tristeza desolada bajo la fuga más liviana; a medida
que sus manos pulsaban las notas, las lágrimas le asomaban a los ojos, un gran anhelo de
algo que había conocido y había olvidado, algo que había amado y había perdido.
3. Eso fue unos cuantos años antes, y ahora se le impuso la misma sensación de irrealidad y de
anhelo cuando encendió los largos cirios del clavicordio con su vela y vio, al extenderse la
luz, que las paredes se cerraban a su alrededor y que las pesadas sillas le quitaban espacio.
Las teclas estaban tan polvorientas como siempre. Las frotó levemente con la manga y dejó
vagar los dedos unos instantes por encima del teclado. Qué frágiles eran aquellos sonidos.
Qué curiosas melodías formaban, qué tristes y, sin embargo, qué perfectas. Por un instante
pensó que había oído un ruido de pasos infantiles al otro lado de la puerta, pasos que corrían
por el pasillo, hacia las tinieblas. Pero habían desaparecido. A la fuerza tuvo que suponer que
nunca llegaron a oírse. Oyó una nota sostenida de risas que enseguida desapareció. Mientras
tocaba, le pareció oír el ruido suave, el susurro más bien de una falda de seda arrastrada por
el suelo. Dio más volumen a su música y, cuando volvió a suavizarla, no quedó nada.
4. Por más que se esforzase, no pudo analizar las razones que lo habían llevado hasta la casa.
Lo aterraba, pero no era capaz de alejarse de ella. Fuera, por el camino, había sentido el
súbito deseo de desgarrar el velo de los años y remontarse a todo lo que la vieja casa
significaba, el atardecer, las voces matizadas por los pasillos, el clavicordio, las escaleras que
interminablemente ascendían hacia las tinieblas, el millar de detalles de las habitaciones, el
miedo suave e insinuante que lo miraba desde los rincones, y que nunca desaparecía. Había
caminado por la avenida hasta la puerta principal. La cabeza del león que representaba la
aldaba le sonrió al llegar. La levantó y golpeó la madera. No contestó nadie. Volvió a llamar
otra vez, y otra, pero la casa permaneció en silencio. Empujó la puerta con el hombro y se
abrió. Recorrió de puntillas los pasillos, miró las habitaciones, tocó los objetos que le eran
familiares. No había cambiado nada. Y fue entonces, cuando la noche salió por las ventanas
emplomadas, que cerró la puerta de la sala de música a sus espaldas. Le colmó una gran
sensación de alivio. El anhelo que siempre había permanecido en lo más recóndito de su
mente se cumplió de pronto, halló lo que había perdido, recordó lo que tenía olvidado.
Aquel era el final de su viaje.
5. Por un momento, las velas brillaron con mayor intensidad. Pudo ver mejor toda la estancia.
Se puso en pie, la atravesó y recogió un libro polvoriento que estaba sobre la mesa. «La Casa
Noble de Brember». Se lo llevó a la luz. Todas las páginas le resultaban conocidas, allí estaba
la familia, generación tras generación, hombres más dados al pensamiento que a la acción,
visionarios todos que vieron el mundo desde las nubes de sus propios sueños. Fue pasando
las páginas hasta llegar a la última: George Henry Brember, el último del linaje, falleció…
6. Contempló su propio nombre y lo cerró”.
Dylan Thomas, Brember
1. El personaje de la narración anterior cierra el libro porque: ( 3 puntos).
A) El protagonista debía volver a esa casa para reencontrarse con algo que lo atormentaba.
B) La casa era protegida por un león paranormal que reconoció al personaje.
C) Los niños y las mujeres que habitaban en la casa habían salido ese día.
D) El gran anhelo del personaje era volver a tocar las teclas del clavicordio.
3. ¿Cuál de las siguientes opciones expresa un título alternativo adecuado para el texto
anterior? ( 3 puntos).
6. “Había sentido el súbito deseo de desgarrar el velo de los años”. A partir de la cita textual
presente en el texto leído, explique su significado en relación a lo que estaba sintiendo el personaje (3
puntos).
7. Explique la relación entre el libro polvoriento “La Casa Noble de Bremer” y lo que anhelaba el
personaje principal ( 3 puntos).
8. ¿Qué clase social se puede inferir acerca del personaje principal? fundamente su respuesta en
base a ideas del texto, con sus propias palabras ( 3 puntos).
A) Los adictos pierden el control de su vida y son dominados por sus impulsos.
B) El consumo de drogas obliga a la persona a cometer actos descontrolados.
C) El consumo de drogas indiscriminado no puede dejarse repentinamente.
D) Los adictos pierden control de sus actos, siendo dominados por la droga.
E) La adicción es un estilo de vida a la que algunas personas fueron obligadas.
10. ¿Cuál de las siguientes alternativas puede ser la mejor síntesis de la noción acerca
de las adicciones que tiene el autor del texto? ( 3 puntos).
11.¿Cuál de las siguientes alternativas corresponde a la idea principal del cuarto párrafo? ( 3
puntos).
A) Existen drogas que activan nuestras neuronas solo mientras las consumimos.
B) La mayoría de las drogas conocidas pueden llegar a ser destructivas.
C) Algunas drogas captan la dopamina en nuestro cerebro.
D) Ante el consumo habitual de drogas se rompe el equilibrio de la dopamina.
E) El consumo crónico de nicotina estimula nuestras neuronas.