Sala Civil - 11-07-2018 - Expediente - 17-789
Sala Civil - 11-07-2018 - Expediente - 17-789
Sala Civil - 11-07-2018 - Expediente - 17-789
En el juicio por nulidad de título supletorio, incoada ante el Juzgado de Primera Instancia en
lo Civil, Mercantil, del Tránsito, Bancario de la Circunscripción Judicial del estado Delta
Amacuro, por los ciudadanos YOLANDA DEL VALLE LONGART, GILBERTO RAFAEL
LONGART, LIDIA FELIPA LONGART, PEDRO PABLO VELÁSQUEZ LONGART, MARTHA
RAMONA LONGART, JESÚS MARÍA LONGART y MAGDOLIA JOSEFA VELÁSQUEZ
LONGART, representados judicialmente por los profesionales del derecho Claudia
Manrriquez y Raimundo Boisen, contra el ciudadano HAMED JOSÉ RODRÍGUEZ, asistido
por el abogado Kerlin José Zacarías González; el Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, del
Tránsito, Bancario, Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial
del estado Delta Amacuro, dictó sentencia en fecha 8 de agosto de 2017, mediante la cual
declaró, 1 Inadmisible la acción intentada por la parte actora de conformidad con lo
establecido en los artículos 341 y 16 del Código de Procedimiento Civil; con lugar la
apelación interpuesta por la parte accionada y; 3 revocó el fallo dictado por el Juzgado de
Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, Tránsito y Bancario de la misma Circunscripción
Judicial, la cual declaró: 1 con lugar la confesión ficta alegada por la parte actora, y en
consecuencia, con lugar la demanda de nulidad del título supletorio.
PUNTO PREVIO
Al examinar la sentencia recurrida, esta Sala aprecia que el juez ad quem para resolver el
asunto sometido a su consideración, estableció lo siguiente:
Ahora bien, de las actas procesales que conforman el presente expediente, se desprende
que la parte demandada no dio contestación a la demanda ni promovió pruebas, quedando
así cumplidos dos de los extremos para que proceda la confección ficta. En tal sentido, esta
alzada pasa a verificar el tercer requisito, este es, si la demanda incoada por la parte actora,
es o no contraria a derecho.
Siendo ello así, es necesario escudriñar lo que significa el título supletorio, si éste es capaz
de transmitir propiedad y si la Ley tutela el ejercicio de la ACCIÓN DE NULIDAD DE
TÍTULO SUPLETORIO, fundamentado en un derecho de propiedad.
A los efectos podemos señalar que el Título Supletorio, evacuado como justificativo para
perpetua memoria, como institución contenida en el artículo 936 y siguiente del Código de
Procedimiento Civil, denominada Justificaciones para Perpetua Memoria o Justificativo Ad
Perpetuam , el cual tiene como finalidad las diligencias dirigidas ha (sic) demostrar algún
hecho o algún derecho propio del interesado. En tal sentido conforme a las normas
adjetivas, el de estas justificaciones es amplísimo, porque tienden ha (sic) demostrar hechos
propios del solicitante, no hay restricción, salvo, naturalmente, aquellas referentes a hechos
que choquen contra la moral, las buenas costumbres, o el orden público.
El procedimiento a seguir está contemplado en el artículo 937 del Código Civil Adjetivo, al
facultar al Juez, ha (sic) decretar, mientras no haya oposición, las peticiones encaminadas a
que se declaren tales justificaciones o diligencias bastantes para asegurar la posesión o
algún derecho.
Ahora bien, no pudiendo el título supletorio acreditar propiedad como se desprende del
análisis supra vertido, cabe preguntarse Estará tutelada por la ley la acción de nulidad de
registro de título supletorio fundamentado en que es propiedad de los accionantes?, para
esta Alzada, una cosa es la acción mero declarativa y la otra cosa completamente distinta
son las acciones reales que versan sobre el derecho de propiedad.
Se observa de las actas procesales que conforman el presente expediente, que los
demandantes incoaron una acción de nulidad de título supletorio fundamentada en que
dicho bien sobre el cual recae el título era propiedad de la difunta NERIS LONGART,
hermana de los actores y en consecuencia el bien por legítimo derecho sucesoral les
pertenece; y no una acción declarativa de declaratoria de propiedad, ni una acción de
reivindicación.
Basado en tal fundamento es evidente señalar, que la acción de nulidad no tutela la nulidad
del registro del título supletorio por un supuesto derecho de propiedad, pues la nulidad del
título supletorio no busca o puede pretender satisfacer su pretensión relativa a su derecho
de propiedad, pues es claro para quien aquí decide que el título supletorio no es un
documento suficiente para probar y justificar el derecho de propiedad. Para fundamentar
esta decisión es preciso transcribir parte de la sentencia dictada por el Juzgado Superior en
lo Civil, Mercantil, Bancario y del Tránsito de la Circunscripción Judicial del Estado Guárico,
en fecha 17 de Febrero del año 2.010, debidamente suscrita por el Dr. Guillermo Blanco
Vázquez, hoy día Magistrado de la Sala de Casación Civil, cuando estableció lo siguiente:
Omissis
En el caso sub lite, el título supletorio cuya nulidad se pretende por efecto del derecho
supuesto de propiedad que tienen los actores, no puede ser intentada sobre la nulidad del
título supletorio y de su registro, con fundamento en la propiedad del inmueble, pues se
repite, no hay interés de los actores para intentarla, ya que, para la declaración de
propiedad, o bien debe intentarse una acción mero declarativa sobre el derecho de
propiedad del inmueble, o la acción de reivindicación si el poseedor es un tenedor ilegítimo
y el actor no es poseedor y quiere recuperar la posesión sobre la cosa.
Omissis
Del análisis precedente, es evidente que la acción de nulidad de inscripción de título
supletorio en relación o con fundamento en el derecho de propiedad, no se encuentra
amparada o tutelada en la ley, pues es evidente, como ya se señaló con anterioridad que los
títulos supletorios que surjan conforme al artículo 937 del Código de Procedimiento Civil,
solamente son diligencias para asegurar la posesión, donde quedan en todo caso a salvo los
derechos de terceros, ya que sin duda como se ha establecido reiteradamente en el presente
fallo, los títulos supletorios no constituyen un medio instrumental para asegurar la
propiedad sobre bienes u otro derecho real, por lo tanto, las únicas acciones que tutelan
tales derechos son: La acción reivindicativa, o las acciones declarativas de propiedad,
llevando a esta Alzada a concluir que la acción intentada, de nulidad de título supletorio,
fundamentada en el derecho de propiedad y su registro, no se encuentra tutelada o
amparada por la ley, por lo cual, simplemente no hay acción que tutelar o defender y en
consecuencia, en el caso bajo examen no se cumple con el tercer requisito para que se
materialice la CONFESIÓN FICTA. Y así se decide.
Dentro de este marco normativo, debe destacarse el contenido del artículo 341 del Código
de Procedimiento Civil, que expresa:
Omissis
En este sentido, la presente acción está sujeta al cumplimiento de una serie de requisitos de
existencia y validez y al constatarse su incumplimiento, se genera su inadmisibilidad, por
consiguiente la acción intentada por los actores, no pueden ser satisfechas a través de una
decisión judicial que anule el título producto de la constatación de que dicho bien es o no es
de su propiedad, pues se repite, el título supletorio en ningún caso determina la propiedad,
lo que haría que la decisión judicial, ante la acción intentada, no podría variar la situación
jurídica que tenían las partes antes del proceso, utilizándose al proceso y a la acción, con un
fin distinto al que corresponde.
Omissis
IV
DISPOSITIVA
Por todo lo antes expuesto, este JUZGADO SUPERIOR EN LO CIVIL, MERCANTIL, DEL
TRÁNSITO, BANCARIO, PROTECCIÓN DE NIÑOS, NIÑAS Y ADOLESCENTES DE LA
CIRCUNSCRIPCIÓN JUDICIAL DEL ESTADO DELTA AMACURO, en nombre de la República
Bolivariana de Venezuela y por Autoridad de la Ley, declara:
De la sentencia antes transcrita, se observa que el tribunal de alzada, en primer lugar adujo
que la parte demandada no dio contestación a la demanda ni promovió pruebas, quedando así
cumplidos dos de los extremos para que proceda la confección ficta . En este mismo orden y
dirección, pasó a verificar el tercer requisito, esto es, si la demanda incoada por la parte
actora, era o no contraria a derecho. En este sentido hizo referencia a la naturaleza jurídica
de dichas Justificaciones para Perpetua Memoria o Justificaciones Ad Perpetuam , donde
precisó que su naturaleza es de documento auténtico, por lo tanto sirven única y
exclusivamente para legitimar la posesión de la cosa. En consecuencia siguiendo la doctrina
patria al respecto consideró que los títulos supletorios ni son títulos, ni suplen nada .
En segundo lugar, el juez ad quem aseveró que los demandantes incoaron una acción de
nulidad de título supletorio fundamentada en que dicho bien sobre el cual recae el título era
propiedad de la difunta NERIS LONGART, hermana de los actores y en consecuencia el bien por
legítimo derecho sucesoral les pertenece; y no una acción declarativa de declaratoria de
propiedad, ni una acción de reivindicación .
Seguidamente, señaló el superior que la nulidad del título supletorio no busca o puede
pretender satisfacer su pretensión relativa a su derecho de propiedad, pues es claro para quien
aquí decide que el título supletorio no es un documento suficiente para probar y justificar el
derecho de propiedad .
Apoyando lo anterior, esgrimió que la nulidad se pretende por efecto del derecho supuesto de
propiedad que tienen los actores, no puede ser intentada sobre la nulidad del título supletorio
y de su registro, con fundamento en la propiedad del inmueble, pues se repite, no hay interés
de los actores para intentarla, ya que, para la declaración de propiedad, o bien debe
intentarse una acción mero declarativa sobre el derecho de propiedad del inmueble, o la
acción de reivindicación si el poseedor es un tenedor ilegítimo y el actor no es poseedor y
quiere recuperar la posesión sobre la cosa .
Por último, declaró inadmisible la acción intentada por la parte actora de conformidad con
lo establecido en los artículos 341 y 16 del Código de Procedimiento Civil, al no existir
tutela judicial sobre la referida pretensión de nulidad de título supletorio
fundamentado en la propiedad, ya que dicho título bajo ningún aspecto acredita tal
propiedad y así se establece , decisión ésta, que, como lo dejó establecido esta Sala, entre
otras, en fallo de fecha 6 de agosto de 2015, en el caso sociedad mercantil Big Ben, C.A.,
contra Mirian del Carmen Barrios de Brotons; para proponer la demanda (cualquiera sea la
acción), el actor debe tener interés jurídico actual. No obstante, al referirse
concretamente a las acciones mero declarativas, establece una previsión adicional en
particular, cual es que no será admisible este tipo de demandas, siempre y cuando el
demandante pueda obtener la satisfacción completa de su interés mediante una acción
diferente.
Lo que significa, que basta que se configure el segundo extremo del artículo antes
citado, esto es que el demandante pueda obtener la satisfacción completa de su interés
mediante una acción diferente, para hacerse acreedor de la declaratoria de
inadmisibilidad de la demanda , y en sentencia de fecha 21 de marzo de 2006, en el caso
Farmacia Atabán S.R.L., contra la Caja de Previsión Social del Cuerpo de Bomberos del
Distrito Federal, actualmente denominada Caja de Ahorros de los Bomberos Metropolitanos
de Caracas (CABOMCA); constituye un punto de derecho -cuestión jurídica previa- que en
virtud de su naturaleza, absuelve a la jurisdicción de emitir pronunciamiento sobre el
fondo del asunto debatido .
Por tanto, constata la Sala que en el presente caso, la decisión recurrida es fundamento de
una cuestión jurídica previa , procede esta Máxima Jurisdicción, como lo hizo la alzada en la
sentencia parcialmente transcrita al análisis del presente recurso en aplicación de su
doctrina pacífica y reiterada, que sostiene que constituye una carga para el recurrente
el atacar a priori los fundamentos de esa cuestión jurídica previa, en la cual se basó el
juez para dejar de conocer el fondo de la causa .
ÚNICO
Por otra parte el artículo 243 ordinal 5 del Código de Procedimiento Civil, prevé ( ). Esta
norma es acorde con el artículo 12 eiusdem, el cual dispone ( ).
Omissis
Ahora bien como nunca existió controversia en primera instancia y en segunda instancia no
se plantea la nulidad de la sentencia recurrida, es por lo que el tribunal de alzada no logra
establecer una síntesis clara y lacónica como quedó trabada la Litis, porque como se
mencionó nunca existió controversia en el tribunal de primera instancia que dictó la
sentencia de la cual recurrió la parte demandada-apelante-recurrente y menos aún en el
superior civil, donde el juzgado de segunda instancia tomo elementos no expuestos y en
base a ellos pronunció su fallo, incurriendo en el vicio de incongruencia positiva ya que
nunca como se mencionó, la parte demandada-apelante-recurrente, solicitó la nulidad del
fallo recurrido en sus informes. En consecuencia el tribunal de alzada, se pronuncia sobre la
recurrida por el accionado, admitiendo la apelación y revocando el fallo dictado,
concediendo ultra petita , declarándola con lugar en términos distintos más allá a los
esgrimidos y presentados en el escrito de informe por el apelante.
Omissis
En segundo lugar, los juzgados tanto de primera instancia como Superior incurrieron en la
violación de la norma adjetiva civil contenida en el artículo 298, al admitir la apelación de la
sentencia proferida en primera instancia el 22 de marzo de 2017, (sic) escrito de apelación
que riela en el expediente bajo el número de folio 68, luego de 25 días de despacho de su
pronunciamiento por el Juzgado de primera instancia, como prueba de ello, consignamos
copia certificada del calendario judicial y el cómputo de los días de despacho transcurridos
desde el día de dictada la sentencia hasta el día de apelación, en escrito separado contentivo
de cinco folios y el cual marcamos con las letras A, B, C, D Y E .
Omissis
En otro orden de ideas como colorario de lo expuesto, el artículo 6 del Código Civil
Venezolano establece:
Omissis
Como se mencionó up-supra (sic) señor Magistrado, el día 31 de enero del (sic) 2017, el
tribunal de Primera Instancia en lo Civil de la Ciudad de Tucupita, estado Delta Amacuro,
dicto sentencia en donde se declara la CONFESIÓN FICTA en contra del ciudadano HAMED
JOSÉ RODRÍGUEZ, cédula de identidad N V 5.337.869, de acuerdo a lo establecido en el
artículo 362 que la norma adjetiva civil establece.
A tal efecto riela en el expediente bajo el número de folio (46) que el cinco (05) de agosto
del (sic) 2016, admitida la demanda por el tribunal, se libró la correspondiente boleta de
citación al demandado el ciudadano Hamed Rodríguez, tal y como lo establece el código de
procedimiento civil en el artículo 344. A partir de la consignación la resulta positiva del
emplazamiento para la contestación de la demanda, la cual dejó constancia el alguacil del
tribunal, el Juzgado dejó correr íntegramente el lapso para dicha contestación tal y como lo
establece el Código de Procedimiento Civil Venezolano, hecho este que no ocurrió por parte
del demandado, es decir no contestó la pretensión. Abierto el lapso probatorio, el
demandado no probó nada que le favoreciera, por tal contumacia, el tribunal declaró la
CONFESIÓN FICTA a solicitud de la parte accionante tal como lo establece la norma
procesal.
Ahora bien de lo establecido en el artículo 288 del CPC. Toda sentencia emanada de primera
instancia es apelable, pero dentro de los términos que se establecen en el artículo 289 del
CPC, de lo contrario, de no proceder a realizarse la apelación de la sentencia en los lapsos
establecidos en el dispositivo legal mencionado up-supra, (sic) trae como consecuencia que
la sentencia adquiera el carácter de cosa juzgada, admitir lo contrario y no ratificar la
sentencia dictada en primera instancia en los términos y argumentos planteados,
traería como consecuencia la apertura de una ventaja jurídica que permitiría que
cualquier fallo dictado en cualquier instancia en semejantes circunstancias, pudiera
ser apelado sin importar las normas procesales que establecen la uniformidad del
proceso y la preclusividad de los actos para tales efectos, permitiendo que cualquier
actor, solicite apelación de fallos independientemente de los lapsos perentorios para
realizarlos, pudiendo estos apelar cinco, diez, veinte o veinticinco días o meses luego
de dictada la sentencia creando una inestabilidad jurídica, violando el estado de
derecho y violentando el principio de la cosa juzgada.
Omissis
Por todo lo anteriormente expuesto y del análisis jurisprudencial presentado, esta defensa,
en cumplimiento con el mandato otorgado y en protección de los intereses de nuestros
representados, solicita a esta digna Sala de Casación Civil, declare con lugar el recurso de
casación interpuesto; ya que el mismo está ajustado a derecho y en consecuencia ratifique el
fallo dictado por el Tribunal de Primera Instancia en lo Civil, Mercantil, del Tránsito y
Agrario de la Circunscripción Judicial del estado Delta Amacuro (Negrillas y mayúsculas de
la formalización).
Acusa el recurrente, que la sentencia dictada por la instancia superior en el sub iudice, se
encuentra viciada de incongruencia positiva.
Asegura en dicho sentido, que el juez no resolvió de manera clara, precisa y lacónica los
términos de la controversia, ya que a su juicio, nunca hubo tal controversia ni en el tribunal
de instancia, ni en el superior, debido a que la parte demandada, en su escrito de informes
ante la alzada, no planteo con fundamentos legales la nulidad de la sentencia dictada en su
contra en primera instancia.
Adicionalmente, señaló que los juzgados tanto de primera instancia, como superior,
incurrieron en la violación del artículo 298 del Código de Procedimiento Civil, al admitir el
recurso de apelación interpuesto en fecha 22 de marzo de 2017, contra la sentencia
proferida en primera instancia de fecha 31 de enero del mismo año, luego de veinticinco
(25) días de despacho de su pronunciamiento por el juzgado de primera instancia.
Por último, reiteró que de no proceder a realizarse la apelación de la sentencia en los lapsos
establecidos en el dispositivo legal mencionado up-supra, (sic) trae como consecuencia que la
sentencia adquiera el carácter de cosa juzgada .
Ahora bien, detecta la Sala, en armonía con lo explicado precedentemente, que se plantea
una denuncia en la cual se ignoran las razones no hay interés de los actores para intentarla y
al no existir tutela judicial sobre la referida pretensión , dadas por el juzgador de la recurrida
para declarar inadmisible la demanda, con soporte en lo dispuesto en los artículos 16 y 341
del Código de Procedimiento Civil.
No cuestiona el recurrente en forma alguna, los argumentos de derecho, en los cuales apoyó
el juez de la alzada su negativa a conocer sobre el asunto de fondo en el sub iudice.
Por lo tanto, visto que los argumentos que sustentan la pretendida nulidad de la recurrida,
han sido dirigidos hacia otros aspectos (como el vicio de incongruencia positiva), en
consecuencia, existe para esta Sala; de acuerdo con el criterio transcrito en el punto previo
del presente fallo; el impedimento de conocer y resolver los alegatos expuestos. Así se
decide.
DECISIÓN
Por todas las razones antes expuestas, el Tribunal Supremo de Justicia en Sala de Casación
Civil, administrando justicia en nombre de la República Bolivariana de Venezuela por
autoridad de la Ley, declara SIN LUGAR el recurso de casación anunciado y formalizado
contra la sentencia dictada por el Juzgado Superior en lo Civil, Mercantil, del Tránsito,
Bancario, Protección de Niños, Niñas y Adolescentes de la Circunscripción Judicial del
estado Delta Amacuro en fecha 8 de agosto de 2017.
Presidente de la Sala,
__________________________________
Vicepresidente,
__________________________________________
Magistrado,
___________________________________
Magistrada-Ponente,
________________________________________
Magistrada,
________________________________________
Secretaria Temporal,
______________________________________
Secretaria Temporal,
Por último, declaró inadmisible la acción intentada por la parte actora de conformidad con
lo establecido en los artículo 341 y 16 del Código de Procedimiento Civil, al no existir
tutela judicial sobre la referida pretensión de nulidad de título supletorio
fundamentado en la propiedad, ya que dicho título bajo ningún aspecto acredita tal
propiedad y así se establece , ( ) el actor debe tener interés jurídico actual. No obstante,
al referirse concretamente a las acciones mero declarativas, establece una previsión
adicional en particular, cual es que no será admisible este tipo de demandas, siempre y
cuando el demandante pueda obtener la satisfacción completa de su interés mediante
una acción diferente.
Lo que significa, que basta que se configure el segundo extremo del artículo antes
citado, esto es que el demandante pueda obtener la satisfacción completa de su interés
mediante una acción diferente, para hacerse acreedor de la declaratoria de
inadmisibilidad de la demanda ( ) constituye un punto de derecho cuestión jurídica
previa- que en virtud de su naturaleza, absuelve a la jurisdicción de emitir
pronunciamiento sobre el fondo del asunto debatido .
Por tanto, constata la Sala que en el presente caso, la decisión recurrida es fundamento de
una cuestión jurídica previa , procede esta Máxima Jurisdicción, como lo hizo la alzada en la
sentencia parcialmente transcrita al análisis del presente recurso en aplicación de su
doctrina pacifica y reiterada, que sostiene que constituye una carga para el recurrente
el atacar a priori los fundamentos de esa cuestión jurídica previa, en la cual se basó el
juez para dejar de conocer el fondo de la causa .
( Omissis )
Ahora bien, detecta la Sala, en armonía con lo explicado precedentemente, que se plantea
una denuncia en la cual se ignoran las razones no existir tutela judicial de los actores para
intentarla y al no existir tutela judicial sobre la referida pretensión 2, dadas por el juzgador
de la recurrida para declarar inadmisible la demanda, con soporte en lo dispuesto en los
artículos 16 y 341 del Código de Procedimiento Civil.
No cuestiona el recurrente en forma alguna, los argumentos de derecho, en los cuales apoyó
el juez de la alzada su negativa a conocer sobre el asunto de fondo en el sub iudice.
Por lo tanto, visto que los argumentos que sustentan la pretendida nulidad de la recurrida,
han sido dirigidos hacia otros aspectos (como el vicio de incongruencia positiva), en
consecuencia, existe para esta Sala; de acuerdo con el criterio transcrito en el punto previo
del presente fallo; el impedimento de conocer y resolver los alegatos expuestos. Así se
decide .
En este sentido quien disiente observa que el sub iudice versa sobre una demanda de
nulidad de titulo supletorio, cuya declaratoria de inadmisibilidad por parte del ad quem
tuvo como fundamento que la parte demandada por medio de un titulo supletorio no
ostenta propiedad alguna, siendo imposible variar la situación jurídica que tenían las partes
antes del proceso, pues no hay interés de los actores para intentarla, ya que para la
declaración de propiedad, o bien debe intentarse una acción mero declarativa sobre el
derecho de propiedad del inmueble, o la acción de reivindicación si el poseedor es un
tenedor ilegítimo y el actor no es poseedor y quiere recuperar la posesión sobre la cosa.
Ahora bien, de las actas procesales que integran el expediente se pudo verificar que los
demandantes según alegan poseen derechos hereditarios (de propiedad) del bien inmueble
sobre el cual la parte demandada registró un titulo supletorio de propiedad, lo cual se
traduce en que los mismos poseen un interés jurídico actual para interponer la
nulidad del título supletorio que se encuentra debidamente protocolizado el cual
posee efectos erga omnes.
Ahora bien, se precisa, que los casos en los cuales el juez puede inadmitir la demanda son
los establecidos taxativamente en el artículo 341 del Código de Procedimiento Civil, en el
cual se señala, lo siguiente:
Artículo 341.- Presentada la demanda, el Tribunal la admitirá si no es contraria al orden
público, a las buenas costumbres o a alguna disposición expresa de la Ley. En caso
contrario, negará su admisión expresando los motivos de la negativa. Del auto del Tribunal
que niegue la admisión de la demanda, se oirá apelación inmediatamente, en ambos efectos .
(Negrillas de la Sala).
En relación con la interpretación del artículo 341 del Código de Procedimiento Civil, esta la
Sala ha sostenido, entre otras, en sentencia N RC-333, de fecha 11 de octubre de 2000, Exp.
N 1999-191; reiterada mediante fallo N RC-564, del 1 de agosto de 2006, Exp. N 2006-227,
caso: Beltrán Alberto Angarita Garvett y otra, contra El Caney C.A. y otra, lo siguiente:
( Omissis )
Dentro de la normativa transcrita, priva, sin duda alguna, la regla general, de que los
Tribunales cuya jurisdicción, en grado de su competencia material y cuantía, sea utilizada
por los ciudadanos a objeto de hacer valer judicialmente sus derechos, deben admitir la
demanda, siempre que no sea contraria a las buenas costumbres o a la ley, ello puede
interpretarse de la disposición legislativa cuando expresa el Tribunal la admitirá ; bajo estas
premisas legales no le está dado al juez determinar causal o motivación distinta al orden
establecido para negar la admisión in limine de la demanda, quedando legalmente
autorizado para ello, siempre y cuando, dicha declaratoria se funde en que la pretensión sea
contraria al orden público, a las buenas costumbres o alguna disposición expresa de la Ley.
Fuera de estos supuestos, en principio, el juez no puede negarse a admitir la demanda.
( Omissis )
Con respecto a esta facultad que el nuevo Código atribuye a los jueces, estimo conveniente
observar, entre otros comentarios, que dicha facultad no es otra cosa que una aplicación, en
materia de introducción de la causa, del principio del impulso procesal de oficio al que se
refiere el artículo 11 del Código que comento, que inviste al juez del papel de director del
proceso. Además, estimo que la apreciación que ahora deben hacer los jueces para
determinar si una demanda es o no admisible, para ellos (sic) implica la carga de examinar
los presupuestos fundamentales que debe llenar toda demanda como inicio del proceso. En
efecto, a mi entender, los jueces pueden, in limine litis, negarse a admitir las demandas que
se funden en la derogación de normas declaradas de orden público o porque la Ley
prohibida la acción como el caso de las deudas de juego (artículo 1801 (sic) del Código
Civil), porque su violación, la Ley la declara nula y sin ningún valor por atentar contra el
orden público.
( Omissis )
En cuanto al otro motivo de inadmisibilidad, o sea, cuando la demanda sea contraria a
alguna disposición expresa de la Ley, los jueces tienen que tener mucho cuidado al manejar
esta facultad, porque lógicamente, no podrían en el acto de admisión, resolver cuestiones de
fondo. (Duque Corredor, Román J., Apuntaciones Sobre El Procedimiento Civil Ordinario,
Editorial Jurídica Alva, S.R.L. Caracas, 1990, pág. 94 y 95).
( Omissis )
( Omissis )
Siendo como ha quedado dicho, ambos juzgadores al analizar la demanda a los fines de su
admisión, sólo debieron examinar si la misma era contraria al orden público, a las buenas
costumbres o a alguna mención expresa de la ley, pues de no ser así, estaban obligados a
admitirla y dejar que fueran las partes dentro del iter procesal, quienes debatieran sobre los
alegatos y defensas a que hubiera lugar.
Por las razones expuestas la Sala declara que en el sub iudice ambos juzgadores,
infringieron el debido proceso al declarar inadmisible la demanda de tercería
interpuesta, negándole eficacia erga omnes a los documentos con los cuales se sustentó la
misma, pues con ello, establecieron condiciones de inadmisibilidad que la ley no contempla,
con lo cual resultaron infringidos los artículos 15, 341 y 370 ordinal 1 del Código de
Procedimiento Civil, por lo cual, mediante el presente fallo se corrige el defecto detectado
con el objeto de restituir tanto el orden público, como el debido proceso violentados
(Destacados y subrayado del texto).
En este mismo orden de ideas, se considera pertinente citar, el criterio sobre el principio
pro actione por estar vinculado al tema de la admisibilidad de la demanda, que en
abundante jurisprudencia ha establecido la Sala Constitucional de este Tribunal Supremo de
Justicia, entre otras, en la sentencia N 1.064 del 19 de septiembre de 2000, caso: C.A.
Cervecería Regional, en la cual se expresó lo siguiente:
...Igualmente, debe destacarse que el alcance del principio pro actione, debe entenderse
como que las condiciones y requisitos de acceso a la justicia no deben imposibilitar o
frustrar injustificadamente el ejercicio de la acción a través de la cual se deduce la
pretensión, toda vez que ( ) el propio derecho a la tutela judicial efectiva garantiza la
posibilidad de ejercicio eficiente de los medios de defensa, así como una interpretación de
los mecanismos procesales relativos a la admisibilidad que favorezca el acceso a los
ciudadanos a los órganos de justicia
(...Omissis...)
Esta Sala debe destacar que, el derecho a la defensa y al debido proceso, en lo particular, en
lo referente a la tutela judicial efectiva y al principio pro actione, son elementos de rango
constitucional que prevalecen y desplazan otros fundamentos de rango legal, como
son, en este caso, el invocado por la Sala Político Administrativa con respecto a la seguridad
jurídica a través de la estabilidad de los actos administrativos. No puede imponerse un
principio relacionado con la efectividad de los proveimientos dictados por la
Administración, si con ello se impide por vía de interpretación, el acceso de los
particulares para ejercer los medios de defensa ante los tribunales de la República;
valores de expresa delimitación y protección constitucionales que no pueden
disminuirse, se insiste, por interpretación de preceptos legales .
Así las cosas, estimo que es dable a la Sala determinar si el artículo 16 del Código Adjetivo,
referente a la demanda de mera declaración fue correctamente aplicado al sub iudice; en
opinión de quien disiente no fue así, toda vez que tal declaratoria de inadmisibilidad
contraría el principio pro actione, por cuanto el titulo supletorio de propiedad que se
pretende se anule se encuentra debidamente protocolizado ante la Oficina Subalterna de
Registro Inmobiliario del Municipio Tucupita del estado Delata Amacuro, en fecha 12 de
diciembre de 2005, inserto bajo el N 2, Tomo 8, Protocolo Primero, Trimestre Cuarto,
(teniendo efectos erga omnes), lo cual estimo que la Sala como cúspide de la
jurisdicción Civil debió revisar de oficio y declarar su admisibilidad, de conformidad
con el artículo 341 del Código Adjetivo.
Presidente de la Sala,
____________________________
_____________________________________
Magistrado-Disidente,
_______________________________
Magistrada,
______________________________________
_______________________________________
La Secretaria Temporal,
______________________________________
Exp. AA20-C-2017-000789