Mensaje 15 - Inmersión Diaria Refinada COMPLETA

INMERSIÓN DIARIA REFINADA EN LA PALABRA PROFÉTICA
Serie: La Palabra de Vida, La Comunión de Vida y Piedras Vivas

para La Edificación.
Mensaje 15 – Fuisteis Rescatados por La Preciosa Sangre de Cristo
Lectura Bíblica: 1 Pedro 1:13-25
Este material tiene como objetivo ayudarle a practicar la inmersión en la palabra profética en su vida diaria y en las reuniones de la iglesia. Destacamos algunos
puntos de las notas del mensaje del hermano. Pedro Dong para que usted reflexione, comprenda y aplique. Lea con oración el pasaje de cada día y resalte sus
palabras clave. Hable, repita, enfatice y proclame las palabras clave. La inmersión refinada de la palabra tiene como objetivo hacernos entrar en lo más profundo
del sentimiento de Dios al hablarnos la palabra y hacernos sentir en el espíritu cuál fue Su sentimiento en el momento en que la pronunció. Tranquilizándonos,
buscamos cuál es la dirección recibida en el texto de inmersión y cuál es su amonestación para nosotros, es decir, en qué aspectos estamos en falta con el
Señor. Después de comprender el sentir del Señor y buscar luz sobre lo que realmente quiere decirnos, debemos transformar ese sentimiento en nuestra
oración, con el propósito de ponerlo en ejecución. Disfrute también de la lectura de la edición de hoy del alimento diario. Descargue la aplicación EAV Play para
acceder al alimento diario digital.
LUNES
1. La iglesia tiene la responsabilidad de predicar el evangelio del reino en toda la tierra habitada, para
que el Señor pueda regresar y tomar posesión de Su reino en la tierra. ¡Toda nuestra vida debe tener
este enfoque! (Mateo 24:14).
2. A través del proyecto "¡Ven y Ve!", muchas personas ya han recibido la comunión de vida y han sido
introducidas a la vida de la iglesia. Los milagros que están ocurriendo entre nosotros muestran que
esta obra no se deriva del mérito o de la capacidad humana. ¡Esto es sobrenatural! Es la obra del
Espíritu, porque Él tiene prisa (Juan 1:46; 4:39-42; Marcos 16:20; 2 Corintios 3:4-5, 4:7).
3. Aprovechemos las oportunidades y prediquemos el evangelio a todas las personas con las que
entremos en contacto en nuestra vida diaria. No menosprecie a nadie. Dios desea que todos sean
salvos e incluidos en Su rebaño, que es la iglesia, y que estén preparados para el regreso de Cristo
(Colosenses 4:6; Efesios 5:16 KJA; 1 Timoteo 2:4).
4. Nuestra esperanza no está en este mundo, sino en el reino venidero, que será un reino de justicia y
paz, donde Dios es el verdadero Juez justo y Cristo es el ejecutor de Su juicio (Juan 18:33-40).
(Alimento diario, Libro 6, Semana 2, Lunes, p. 26).
ESCRIBA A CONTINUACIÓN LA LUZ EN LA PALABRA, LA DIRECCIÓN Y LA AMONESTACIÓN
RECIBIDAS A MEDIDA QUE SE SUMERGE EN LOS PUNTOS ANTERIORES
Luz en la palabra:
Dirección:
Amonestación:
Oración:
Grito de guerra:
MARTES
1. La iglesia de Dios es un organismo vivo, formado por aquellos que han creído en Jesús, han recibido
la vida eterna y luego han sido insertados en Él. La iglesia es el Cuerpo de Cristo, que es la vid
verdadera (Juan 1:12; 10:10; 14:20; 15:1).
2. Dios es el agricultor y quiere plantar Su palabra, como una semilla, en la tierra que es el corazón del
hombre. Es por esta razón que predicamos el evangelio del reino, pues Dios quiere establecer su
reino de vida en la tierra (Juan 15:1; Mateo 13:3; 24:14).
3. La semilla del reino ha dado fruto en muchos corazones, cuál a ciento, a sesenta y a treinta por uno.
Este proceso inició cuando ella fue fecundada en nosotros, los que creemos en Jesús. Nos
convertimos en un pámpano de la vid, permanecemos en ella y damos fruto a través de la circulación
de la vida (Mateo 13:8; Juan 15:4-5).
4. Confiemos en la palabra de verdad. El mismo Señor Jesús oró al Padre: "Santifícalos en tu verdad;
tu palabra es verdad" (Juan 17:17). Para el Señor, esta es la única manera en que podemos llegar a
ser dignos de confianza (Alimento Diario, Libro 6, Semana 2, martes, p. 28).

Luz en la palabra:
Dirección:
Amonestación:
Oración:
Grito de guerra:
MIÉRCOLES
1. Dios quiere salvar al hombre a través de la palabra de vida, que es el evangelio que ha llegado a
nosotros. Todos los que creemos en la palabra de verdad, hemos recibido la vida de Dios dentro de
nosotros y hemos sido introducidos inmediatamente a la comunión de vida (1 Juan 1:1-3).
2. Somos peregrinos en esta tierra, caminando hacia la patria celestial. Por lo tanto, no estamos aquí
para acumular riquezas, sino para cumplir la voluntad de Dios (1 Pedro 1:17; Hebreos 11:8-9).
3. No debemos poner nuestra esperanza en la vida terrena, sino en la gracia que se nos está siendo
revelada en Jesucristo. Nuestra esperanza está viva, pues hemos sido resucitados con Cristo y
llevados a las regiones celestiales (1 Pedro 1:13; Efesios 2:6).
4. Necesitamos presentarnos a Dios como siervos constituidos de la palabra de verdad. Tengamos

siempre temor a oponernos a la voluntad de Dios y dañar Su obra (Juan 19:4-11) (Alimento Diario, Libro
6, Semana 2, miércoles, p. 30).

Luz en la palabra:
Dirección:
Amonestación:
Oración:
Grito de guerra:
JUEVES
1. El día que creímos en Jesús, el Señor comenzó a habitar en nuestro espíritu. Sin embargo, Él no
quiere quedarse sólo en el espíritu, como un invitado. Dios también quiere entrar en el alma, para
conquistar nuestra personalidad, nuestro verdadero yo: pensamientos, opiniones y decisiones (Juan
4:24; Romanos 8:9).
2. El significado del evangelio del reino que predicamos en las calles es: Cristo quiere conquistar,
dominar y reinar sobre mi vida. ¡Aleluya! (Efesios 3:15-17; Juan 1:12).
3. El proceso de salvación de nuestra alma es el resultado de la obra de la vida de Dios en nosotros,

para alcanzar la madurez total: la plena filiación. ¡Es un proceso de sufrimiento, pero resultará en
glorificación! (1 Pedro 1:5, 9; Romanos 8:16-17; 2 Corintios 3:18; 4:16-18).
4. Jesús, como Cordero de Dios, murió no sólo por los judíos, los romanos y los griegos, sino por toda
la humanidad (Juan 3:16) (Alimento Diario, Libro 6, Semana 2, jueves, p. 32).

Luz en la palabra:
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Amonestación:
Oración:
Grito de guerra:
VIERNES
1. Nuestra mente necesita ser restringida, no permanecer suelta y libre para pensar lo que le plazca,
pues Cristo quiere gobernarla. ¡Una mente puesta en el Espíritu produce vida y paz! (Romanos 8:6;
12:1-2).
2. Al creer en Jesús, Dios nos conduce por el camino de la obediencia a Su palabra, transformando a
los hombres caídos en hijos obedientes. Por tanto, no nos conformemos a las pasiones que hay en
el mundo (1 Pedro 1:14; 1 Juan 2:15-16).
3. En la lucha contra Satanás y sus potestades, confiamos en la armadura de Dios; que tiene armas
defensivas y una sola arma de ataque: la espada del Espíritu, la Palabra de Dios. Ella derriba toda
altivez y arrogancia que provienen de la desobediencia, llevando nuestros pensamientos cautivos
(obedientes) a Cristo (Efesios 6:13-17; 2 Corintios 10:4-6).
4. El Señor Jesús estaba decidido a hacer la voluntad de Dios. Todo Su sufrimiento en la cruz tenía
como objetivo lograr la redención a favor del hombre, poner fin a la vieja creación y liberar Su vida de
resurrección para producir la iglesia como la nueva creación y así cumplir la voluntad de Dios (Salmos
22:14-17) (Alimento Diario, Libro 6, Semana 2, viernes, p. 34).
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Grito de guerra:
SÁBADO
1. Hay una disputa: el diablo quiere que vivamos de acuerdo con el patrón del mundo, pero Dios quiere
que vivamos por Su vida santa. ¿Por cuál vida quiere vivir? La elección es suya: vida o muerte,
bendición o maldición. La manera de elegir la vida es estar en la comunión de la vida, recibiendo la
palabra de vida (1 Juan 2:15-17; 1 Pedro 1:15-17).
2. La mente humana es como una llave, es la que decide qué vida vivir; vinculándonos en la vida o en
la muerte. La mente puesta en el Espíritu produce vida y paz; pero inclinarse hacia la carne resulta
en muerte. La forma práctica de hacer que se incline hacia el espíritu es sumergirse en la palabra,
dormir y despertar con Dios, predicar el evangelio en las calles y vivir la vida de iglesia en amor junto
con los hermanos (Romanos 8:6).
3. La palabra trae la realidad de Dios, cimentándome en la verdad y haciéndome santo como Dios es.
Cristo santifica a la iglesia por el lavamiento del agua por la palabra. Aprendamos a valorar la palabra
de vida, que actúa como un líquido fluido y dinámico, quitando de nosotros la naturaleza del hombre
caído (Juan 17:15-17; Efesios 5: 25-26).
4. Siempre debemos recordar y valorar lo que Jesús soportó por nosotros en la cruz. ¡Él tomó sobre sí
todo el castigo por nuestros pecados! ¡Alabado sea el Señor! (Alimento Diario, Libro 6, Semana 2, sábado, p.
36).

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DOMINGO
1. Necesitamos ser conscientes de que hemos sido comprados por la preciosa sangre de Cristo. Es por
esta razón que no podemos desistir de ser cristianos, porque hemos sido rescatados de una forma
vana de vivir, de la vida vacía, fútil, sin sentido que nuestros padres nos legaron (1 Pedro 1:17-19).
2. La vida santa vivida aquí en la tierra es para la vida de la iglesia, para que Dios pueda producir amor.
Este es el objetivo final de Dios: edificar el Cuerpo de Cristo en amor (Gálatas 5:22; Efesios 4:15;
5:25).
3. Vivir por la palabra profética que sale de la boca de Dios nos hace tener una expresión de vida que
es amarnos ardientemente los unos a los otros. El objetivo de la salvación del alma es producir amor
fraternal (1 Pedro 1:22-25).
4. Estamos aquí como una extensión de Cristo y debemos hacer prosperar la voluntad de Dios. Ya no
tenemos tiempo para vivir para nosotros mismos, ni debemos tener ambiciones, apuntando a alguna
obra o interés personal. ¡Entreguémonos completamente al Señor! (Alimento Diario, Libro 6, Semana 2,
Domingo, p. 38).

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