Huesos de La Cara

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HUESOS DE LA CARA

Situada en la parte inferior y anterior del cráneo, la masa ósea cuyo conjunto.

Constituye la cara se divide en dos porciones llamadas mandíbulas: mandíbula superior y mandíbula inferior.

En el hombre, un solo hueso constituye la mandíbula inferior: el maxilar inferior, que a veces recibe el
nombre genérico de mandíbula . La mandíbula superior, mucho más compleja, se compone de trece
huesos que se reúnen alrededor de uno de ellos, el maxilar superior, como un centro común. De estos
trece huesos, uno solo es impar, El vómer; los demás son pares y están dispuestos simétricamente a cada
lado de la línea media; son: el maxilar superior, el pómulo (hueso malar), el unguis, la concha inferior; el
hueso propio de la nariz y, por último, el palatino. En total son catorce los huesos de la cara, doce pares y
dos impares.

MAXILAR SUPERIOR

El maxilar superior, el más importante de todos los huesos de la mandíbula superior, es un hueso par,
situado en el centro de la cara. Presta a las piezas dentarias Superiores sus correspondientes puntos de
implantación, y entra en la constitución de las principales regiones y cavidades de la cara, bóveda palatina,
fosas nasales, Cavidades orbitarias, fosas cigomáticas y fosas pterigomaxilares. Considerado Desde el
punto de vista puramente descriptivo, es el maxilar superior bastante regularmente cuadrilátero y
ligeramente aplanado de dentro a fuera, y hemos de considerar en las dos caras, una interna y otra
externa, cuatro bordes y cuatro ángulos y el seno maxilar.

1. Cara interna. - Al examinar esta cara, lo que en primer término llama la atención es la presencia, en la
unión de los, tres cuartos superiores con el cuarto inferior, de una ancha apófisis, que se extiende
horizontal - mente hacia dentro para ir al encuentro de la apófisis similar del lado opuesto: la apófisis
palatina, que vamos a describir: a) Apófisis palatina, - Aplanada de arriba abajo y de forma cuadrilátera,
debemos considerar en ella dos caras y cuatro bordes. Su cara superior, plana y lisa, forma parte del
suelo de las fosas nasales. Su cara inferior, considerablemente rugosa sembrada de pequeños orificios
vasculares, entra en gran parte en la constitución de la bóveda palatina. Por su borde externo se
confunde con el maxilar. Su borde interno, libre, más grueso por delante que por detrás y sumamente
rugoso en toda su extensión, se articula en la línea media con la apófisis palatina del lado opuesto; hacia
delante se prolonga en forma de una semiespina, la cual, uniéndose con el lado opuesto, forma la espina
nasal anterior o inferior. Su borde anterior, cortante, cóncavo hacia arriba y adentro, se confunde con el
borde anterior del maxilar y contribuye a formar el orificio anterior de las fosas nasales. Su borde
posterior, muy delgado y rugoso, se articula con el borde anterior de la porción horizontal del palatino.
Por último, la apófisis palatina presenta en su borde interno y un poco por detrás de la espina nasal, como
un conducto vertical, que por debajo degenera en simple canal: es el conducto palatino anterior, por el
cual pasan el nervio esfeno palatino interno y una rama arterial del esfeno palatina.

2. Cara externa. -La cara externa mira hacia fuera y un poco hacia delante. Es tan irregular como la
precedente. a) Fosilla mirtiforme.-De delante atrás (fig. 219) encontramos ante todo, un poco por encima
de los dos incisivos, una depresión vertical, cuya profundidad es muy variable en los distintos sujetos: la
fosilla mirtiforme; en ella se inserta el musculo del mismo nombre. b) Eminencia canina.- La fosilla
mirtiforme está limitada por detrás por una eminencia, generalmente muy marcada, que corresponde a la
raíz del canino y se llama eminencia canina. No es raro ver que la fosilla mirtiforme está subdividida en
dos fosillas secundarias por una pequeña cresta que corresponde al incisivo lateral. c) Apófisis piramidal, -
Más allá de la eminencia canina, la cara externa del maxilar está enteramente ocupada por una
considerable prominencia transversal, que la forma de una pirámide de base triangular, llamada por este
motivo apófisis piramidal del maxilar superior. a) La base de esta apófisis, dirigida hacia dentro, se
confunde con el hueso. 8) Su vértice, truncado, está formado por una superficie triangular y rugosa, des-
tinada a articularse con el pómulo; por esto se la denominación superficie o apófisis malar.
Las tres caras de la apófisis piramidal se distinguen en superior, anterior y posterior. La cara superior u
orbitaria, plana y regular liso, forma parte del suelo de la órbita; se en eila un canal encuentra
anteroposterior, el canal suborbitario, que hacia delante se transforma en conducto completo, el conducto
suborbitario. En una cara anterior encontramos un orificio ancho, el agujero suborbitario, en el cual se ve
a terminar el conducto precedente; este agujero, enla cara anterior del hueso, se continúa por un canal
poco profundo, oblicuamente dirigido hacia abajo y adentro. Por debajo del agujero suborbitario y del
canal que sigue se encuentra una depresión, la fosa canina, en el cual toma origen el músculo canino. De
la porción anterior del conducto suborbitario parte un pequeño conducto, que se dirige hacia abajo en la
dirección de los alvéolos dentarios, siguiendo constantemente el espesor de la pared, el conducto
dentarioanterior. Como indica su nombre, alberga el nervio dentario anterior, ramacolateral del nervio
suborbitario. La cara posterior, ligeramente convexa, forma parte de la fosa cigomática. Nótense en ella
algunos canales verticales y algunos pequeños orificios, llamados agujeros dentarios posteriores (fig. 219.
9 y 9). Que atraviesan los nervios dentarios posteriores y los ramos de la arteria alveolar. 8)Los tres
bordes de la apófisis piramidal se distinguen, a su vez, en inferior,anterior y posterior. El borde inferior,
cóncavo y romo, se dirige verticalmente hacia abajo, en dirección del primer molar mayor. El borde
anterior constituye

la Porción inferior e interna del borde orbitario; por debajo de este borde pasa el

conducto suborbitario, y por dentro de este conducto el nervio y los vasos

suburbicarios. Por último, el borde posterior, redondeado y romo, está en

relación con el ala mayor del esfenoides, de la cual está, sin embargo, separado

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