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Módulo 1

Clase 1

Genocidio y prácticas sociales genocidas

Características del genocidio

¿Por qué abordar los genocidios del siglo XX?

La noción de prácticas sociales genocidas


A lo largo del siglo XX, la comunidad internacional ha enfrentado numerosos casos
de crímenes de ​lesa humanidad y matanzas de poblaciones civiles perpetradas por los
Estados-nación. Estas experiencias han llevado al límite la deshumanización y negación del
Otro, derivando en procesos genocidas y planes sistemáticos de destrucción de esas
identidades negadas.
Todos/as hemos escuchado alguna vez hablar del Holocausto. Este genocidio,
acontecido en pleno corazón de Europa, ha generado, por un lado, una gran cantidad de
legislación internacional en materia de derechos humanos, entre ellas la Convención para la
Prevención y Sanción del Delito de Genocidio, de la que nos ocuparemos luego. Por otro
lado, un sinnúmero de producciones culturales entre las cuales cabe destacar el lugar que ha
ocupado la industria del cine hollywoodense. Asimismo, diversas instituciones han impulsado
programas para el abordaje integral de estas temáticas en el campo de la educación, buscando
generar conciencia y contribuir a la prevención de futuros atroces. En particular, nuestro país
ha incorporado la enseñanza del Holocausto y otros genocidios del siglo XX en su legislación
educativa e impulsado diversos programas destinados a afianzar los proyectos de abordaje
sistemático de la temática.
El concepto de genocidio que, como veremos, surge como una categoría jurídica a
partir de la experiencia del Holocausto, ha permitido iluminar otras experiencias posteriores e
incluso previas, como es el caso del genocidio armenio. Sin embargo, la lucha de las víctimas
por el reconocimiento de estos otros genocidios no ha tenido el mismo grado de repercusión y
consenso en la comunidad internacional e incluso en los propios países en los cuales han
tenido lugar. Cabe destacar, por ejemplo, que tan solo veintinueve estados nacionales -entre
los cuales se encuentra Argentina- reconocen hoy el genocidio armenio, que continúa siendo
negado por el propio Estado turco.

¿Qué características presenta un genocidio?

El concepto de genocidio pertenece a Raphael Lemkin y etimológicamente significa


aniquilamiento de una raza o tribu (​genos-cidio​). En 1946, encontramos la primera resolución
de Naciones Unidas y, dos años después, la Convención para la Prevención y Sanción del
Delito de Genocidio. Allí se describe al genocidio como “cualquiera de los siguientes actos
cometidos con la intención de destruir, total o parcialmente, a un grupo nacional, étnico,
racial o religioso, tales como: (a) exterminio de miembros de un grupo; (b) atentado grave
contra la integridad física o mental de los miembros de un grupo; (c) sometimiento deliberado
del grupo a condiciones de existencia que puedan acarrear su destrucción física, total o
parcial; (d) medidas destinadas a impedir los nacimientos en un grupo; (e) traslado por la
fuerza de niños del grupo a otro grupo".
La principal diferencia entre el texto de la resolución y la Convención de 1948 radica
en la exclusión de los grupos políticos como víctimas del genocidio. Mucho se ha debatido
sobre esta decisión. Pero existe consenso en cuanto a los motivos: habrían sido excluidos para
facilitar la adhesión de la mayor cantidad de países a la Convención.
La categoría de genocidio, entonces, presenta un origen jurídico. Posteriormente las
ciencias sociales se han apropiado de ella, realizando diversos usos. Así, para los/as cientistas
sociales, un genocidio es una matanza masiva planificada desde el Estado que redefine la
identidad de una sociedad, estableciendo nuevas relaciones sociales y nuevos patrones
identitarios, por medio del aniquilamiento de una fracción relevante de la población y
extendiendo el uso del terror hacia la sociedad civil en su conjunto.
En nuestro país, Daniel Feierstein acuña la noción de prácticas sociales genocidas
para pensar una tecnología de poder que destruye relaciones sociales y, a la vez, las
reorganiza. En ese sentido, permite pensar al genocidio como un proceso, que requiere de
condiciones previas para su posibilidad y que genera efectos de distinto tipo durante el
período post genocida, en el cual se termina de consolidar su realización simbólica.
El autor propone esta categoría para pensar, también, la experiencia de la última
dictadura cívico-militar en Argentina. En el mundo académico, la categoría de genocidio ha
generado mucha discusión y al día de hoy sigue habiendo posiciones encontradas respecto de
su correcta utilización. Sin embargo, a nivel social, son numerosos los actores que se han
apropiado del concepto para referirse al período 1976-1983 e incluso algunas sentencias de
los juicios por crímenes de lesa humanidad reconocen que los hechos delictivos se
desarrollaron en el marco de un genocidio.

¿Por qué abordar los genocidios del siglo XX?

Estudiar los procesos genocidas del siglo pasado no supone simplemente una clase de
historia. Los genocidios, entendidos como casos extremos de negación de la identidad,
constituyen una amenaza siempre latente. Si bien la Convención se proponía prevenir futuros
casos a partir de la experiencia del Holocausto, las siguientes décadas han demostrado que
ello no fue posible. Como afirma Yehuda Bauer, “​lo que sucedió puede volver a suceder.
Todos somos víctimas posibles, criminales posibles o espectadores posibles. Con respecto a
Ruanda, Camboya, la ex Yugoslavia y Darfur, la mayoría de nosotros somos espectadores
que, hasta el momento, hemos aprendido muy poco del pasado”.
El análisis de las prácticas sociales genocidas, siguiendo a Feierstein, supone
asimismo mirarnos al espejo, ya que no necesitamos salir de nuestro país para conocer tan
nefasta experiencia. Incluso en nuestra propia provincia de Buenos Aires existieron
numerosos centros clandestinos de detención, como parte del plan sistemático de exterminio
llevado adelante durante la última dictadura. Ahora bien, como afirma Pilar Calveiro, no
todas las sociedades generan campos de concentración. ¿Qué hizo posible que en nuestra
sociedad en un momento particular se montaran alrededor de seiscientos centros clandestinos
de detención? ¿Cómo pudo la vida social seguir transcurriendo “normalmente” sabiendo de
esa existencia?
La pregunta inquietante no es, entonces, cómo fue posible sino cómo fuimos capaces.
Zygmunt Bauman explica, para el caso del nazismo, que quienes llevaron adelante el
Holocausto eran hombres de uniforme, obedientes y disciplinados. Cuidaban a sus esposas y
a sus niños/as y, a la vez, no dudaban a la hora de enviar a la cámara de gas a mujeres y
niños/as. “La noticia más aterradora que produjo el Holocausto, y lo que sabemos de los que
lo llevaron a cabo, no fue la probabilidad de que nos pudieran hacer esto, sino la idea de que
también nosotros podíamos hacerlo”, dice el autor.
Desde nuestro país, Pilar Calveiro cuestiona la idea de lo monstruoso como clave
explicativa para entender los crímenes de lesa humanidad que tuvieron lugar en el período
1976-1983. Afirma, citando a Primo Levi, “los monstruos existen, pero son demasiado pocos.
Los más peligrosos son los hombres comunes, los funcionarios listos para creer y obedecer
sin discutir”. ¿Obedecer qué? Órdenes criminales emanadas desde el Estado. Si queremos una
ciudadanía crítica y comprometida en el ejercicio de los derechos, que trabaje en pos de
eliminar toda forma de discriminación y negación de la identidad del/a otro/a, debemos
conocer las peores experiencias del siglo XX y tratar de comprender cuáles fueron sus
condiciones de posibilidad.

Bibliografía

Bauer, Yehuda (2016). “El Holocausto y las comparaciones con otros genocidios”, en Revista Mexicana
de Ciencias Políticas y Sociales, Vol. 61, Septiembre-diciembre.

Bauman, Zygmunt (1997). ​Modernidad y Holocausto.​ Madrid. Sequitur.

Calveiro, Pilar (1998).​ Poder y desaparición.​ ​ B


​ uenos Aires. Colihue.

Feierstein, Daniel (2008). ​El genocidio como práctica social. Entre el nazismo y la experiencia
argentina.​ Buenos Aires: Fondo de Cultura Económica.

Programa Educación y Memoria (2019). Clase 1. La categoría de genocidio: del derecho internacional al
análisis histórico-social. Oferta académica. Holocausto y genocidios del siglo XX: reflexiones para su
enseñanza. Buenos Aires: Ministerio de Educación, Cultura, Ciencia y Tecnología de la Nación.

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