Adm Empresarial
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Son las elecciones básicas que hacemos acerca de cómo vamos a percibir nuestra vida y,
en consecuencia, cómo vivirla.
Así pues, el primer paso hacia la excelencia consiste en descubrir las creencias que nos
guiarán hacia los desenlaces que deseamos.
El camino hacia el triunfo puede describirse así: saber a dónde quiere uno ir, emprender la
acción, ver qué resultados obtiene y mostrarse flexible para cambiar, hasta alcanzar e1 éxito.
Hay que descubrir las creencias que fomentan los objetivos de uno, que le hacen ir hacia
donde él quiere ir. Si las creencias que usted tiene no le sirven para eso, abandónelas y
pruebe con otras nuevas. No sabemos si nuestras creencias son verdaderas o falsas.
En este capítulo se usa palabra «mentiras» para reiterarle al lector que no sabemos de cierto
cómo son las cosas exactamente.
Una vez sepamos que la línea es cóncava, por ejemplo, ya no estaremos en condiciones de
verla como convexa.
Yo las he encontrado una y otra vez en los triunfadores a quienes he modelado.
Para modelar la excelencia, hemos de empezar con los sistemas de creencias de la
excelencia.
No son las únicas creencias útiles para el éxito, pero sí son un comienzo.
Han servido para otros y me gustaría que viese usted si pueden servirle también.
Creencia número 1:
Todo ocurre por su motivo y razón, y todo puede servirnos
Como las historias de Mitchell y Marilyn Hamilton quienes tomaron todo lo que podían a su
favor en el caso de Marilyn tuvo la valentía de hacer cosas completamente distintas a las que
había dedicado toda su vida aprendió y emprendió en un mundo desconocido porque todo
tiene una razón y un motivo.
De modo análogo, todos los triunfadores tienen una habilidad increíble para, ante cualquier
situación, centrarse en lo posible y en los resultados positivos que se podrían extraer de ella.
Por mucha realimentación negativa (feedback) que reciban del medio ambiente, ellos
siempre piensan en posibilidades.
Creen que todo ocurre por alguna razón y que ello les puede servir; piensan que toda
adversidad encierra la semilla de un beneficio equivalente o mayor aún.
Se necesita mucha disciplina para saber rehacer los propios pasos, aprender las lecciones
dolorosas, recomponer la guardia y explorar nuevas posibilidades. Pero es la única manera
de saldar positivamente lo que parezca un resultado negativo.
Creencia número 2:
No hay fracasos. Sólo hay resultados
La mayoría teme al fracaso, porque de alguna manera obtuvimos resultados distintos a los
esperados, estos imprevistos serán para nosotros serán desenlaces o resultados mas no
fracasos.
Los triunfadores no ven fracasos porque cuando algo no resulta se lo ve como una
experiencia nueva para poder hacer nuevas acciones que nos guíen a nuevos resultados
más favorables o a los esperados.
Quienes creen en el fracaso, se garantizan prácticamente una existencia mediocre a sí
mismos. Quienes alcanzan la grandeza no perciben el fracaso.
Es como un barco donde el timón conduce, pero la acción que realices no se lleva a cabo
inmediatamente por lo cual debes estar en constante movimiento y listo para tomar las
decisiones correctas. Cada error, cada desviación, añaden peso al fardo emocional. Son
fracasos. Dan una mala imagen de nosotros.
Ese miedo al fracaso nos hace intoxicar la mente, lo que muchas veces hace que ni lo
intentemos perdiendo una cosa que no aprendes si no es realizando la acción la experiencia
porque cuando aparentemente “fracasas” estas obteniendo experiencia para que luego lo
hagas mejor es decir solo es un desenlace.
Creencia número 3:
Asumir la responsabilidad, pase lo que pase
Éste es otro atributo de los grandes líderes y triunfadores: actúan a partir de la creencia de
que son ellos quienes mueven su mundo. Si no lo hicieron por medio de una acción física,
entonces fue tal vez por influencia del nivel y tenor de sus pensamientos.
Pero es una mentira útil, una creencia vigorizante, y por eso nosotros también debemos
creerlo. Creo que somos nosotros quienes generamos nuestras experiencias en la vida (bien
sea por la acción o con el pensamiento), y que podemos aprender de todas ellas.
Si usted no está convencido de ser el creador de su mundo, bien sea a través de sus éxitos
o de sus fracasos, entonces se halla a merced de las circunstancias.
Asumir la responsabilidad es, en mi opinión, una de las medidas que mejor definen el poder
y la madurez de una personalidad.
Si usted no cree en el fracaso, si se sabe autor de todo desenlace, al asumir la
responsabilidad no tiene nada que perder y sí mucho que ganar.
Kennedy se convirtió en un verdadero líder después del incidente de la Bahía de Cochinos
con la fracasada invasión de Cuba, cuando se presentó ante el pueblo estadounidense y
declaró que lo de la Bahía de Cochinos había sido una atrocidad que no debió ocurrir jamás.
y asumió toda la responsabilidad por ello.
Kennedy hizo lo que debe hacer todo gran líder, muchos de nosotros hemos pasado por la
experiencia de tratar de expresar una emoción positiva hacia otra persona, como
manifestarle nuestro amor o decirle que comprendemos su problema, y nuestro interlocutor,
en vez de acusar ese mensaje positivo, lo ha interpretado de manera negativa,
produciéndose entonces una reacción de enfado u hostilidad.
A menudo, nosotros tendemos entonces a enfadarnos también, a echarles la culpa y decir
que allá ellos, atribuyéndoles la responsabilidad de cualquier daño o efecto negativo que
pueda ocurrir.
Es posible que nuestra comunicación haya sido el factor desencadenante.
Usted todavía puede conseguir que su comunicación produzca el resultado deseado si no
pierde de vista ese desenlace, es decir, el comportamiento que usted deseaba crear.
Al retener y asumir la responsabilidad de ella, usted retiene el poder de cambiar los
resultados que va obteniendo.
Creencia número 4:
No es necesario entender de todo para poder servirse de todo
Muchos de los que triunfan albergan otra creencia útil.
Saben cómo servirse de lo esencial sin necesidad de abrumarse con todos los detalles, si
nos fijamos en las personas que buscan poder, resulta por lo general que poseen un
conocimiento práctico suficiente de muchos temas, pero poco dominio de todos y cada uno
de los detalles de las empresas que acometen.
Al observar a los triunfadores para ver qué acciones crean concretamente para producir
resultados, nos ponemos en condiciones de copiar sus acciones (y, por tanto, sus
resultados) en mucho menos tiempo.
Por supuesto, si hay algo que les llama la atención, si desean llegar a entender cómo
funciona un motor, o cómo se fabrica un producto, se tomarán el tiempo necesario para
aprender.
Quienes tienen éxito se caracterizan por su especial habilidad para distinguir entre lo que
tienen necesidad de entender y los que no.
Para utilizar con eficacia la información contenida en este libro, lo mismo que todos los
recursos de la vida, el lector debe «asimilar» que ha de existir un equilibrio entre la práctica y
el conocimiento.
Puede uno pasarse todo el tiempo estudiando las raíces, o aprender a recoger el fruto.
Los triunfadores no son necesariamente los que poseen más información o más
conocimientos.
CREENCIA NÚMERO 5:
Nuestros mayores recursos son los recursos humanos
Solo las personas excelentes saben cómo tratar con las personas teniendo esa capacidad
muy difícil de encontrar que demuestran que solo cu8ando se tiene una relación laboral
buena se puede maximizar los objetivos ya que estos se convierten en un común para
ambos.
Pero, aunque se diga cómo se debe hacer las cosas lo cierto es que ponerlas en práctica es
muy difícil es por eso que se debe practicar hasta adoptar estas cualidades que nos hacen
prosperar.
Estas daciones deben ser constantes porque es muy difícil tener un equilibrio, siempre
podemos alejarnos de nuestro objetivo solo tomando decisiones al a par de cómo se
desarrolla nuestra vida conseguiremos estar cerca de ello.
Creencia número 6:
El trabajo es un juego
¿Sabe usted de alguien que haya logrado un éxito considerable haciendo algo que
aborrezca? Una de las claves para triunfar consiste en celebrar un matrimonio perfecto entre
lo que uno hace y lo que a uno le gusta. Pablo Picasso dijo una vez: «Cuando trabajo,
descanso; lo que me fatiga es no hacer nada o recibir visitas». Y cualquiera que sea nuestro
trabajo, podemos aportarle muchos de los aspectos de lo que hacemos cuando jugamos.
Dijo una vez Mark Twain: El secreto del éxito está en convertir la vocación en vacación. Por
lo visto, eso es lo que hacen los triunfadores. Ahora está de moda hablar de los workaholics,
los adictos o maníacos del trabajo. En efecto, para algunas personas el trabajo se convierte
en una obsesión malsana, en algo muy similar a un vicio. No parece que les produzca mucho
placer, pero han llegado al punto en que no pueden hacer nada más. Algunos parecen
maníacos de su actividad porque aman su trabajo, en el que encuentran un desafío, un
estímulo y un enriquecimiento vital. Para estas personas el trabajo viene a ser como el juego
para la mayoría de nosotros. Lo ven como una manera de averiguar hasta dónde son
capaces de llegar, de aprender cosas nuevas, de explorar nuevos caminos. La clave está en
moverse para conseguirlos, y ahí es donde empieza a funcionar una de esas espirales
ascendentes. Si usted es capaz de encontrar maneras creativas de hacer su trabajo, eso le
ayudará a progresar hacia trabajos aún mejores. Pero si decide que el trabajo es una mera
rutina y una manera de llevar a casa el cheque de la paga, muy posiblemente no llegará a
ser nunca más que eso. Aquí tenemos otro ejemplo. Yo no creo que existan los empleos sin
porvenir. Sólo existen las personas que han perdido el sentido de lo posible, que han
decidido no asumir responsabilidades, que han optado por creer en el fracaso. No es
cuestión de edificar todo el mundo de uno alrededor del trabajo. Lo que sugiero es que tanto
el mundo personal como el laboral se enriquecen cuando uno les aporta la misma vitalidad y
la curiosidad que pone en sus juegos.
Creencia número 7:
No hay éxito duradero sin una entrega personal
Los individuos que han triunfado creen en el poder de la dedicación. Si hay alguna creencia
que resulte casi inseparable del éxito, ésa es la de que no se produce ningún éxito duradero
sin un gran compromiso. Cuando uno contempla a los grandes triunfadores de cualquier
especialidad, descubre que no son necesariamente los mejores ni los más brillantes, ni los
más fuertes, ni los más rápidos, pero sí los más perseverantes. Es otra manera de definir la
Fórmula del Éxito Definitivo: sepa el desenlace que quiere, modele lo que pueda servir,
actúe, desarrolle su agudeza para saber por dónde va y siga perfeccionándola hasta llegar
adonde pretendía. Esto lo vemos en todos los campos, incluso en aquellos donde las dotes
naturales constituyen, en apariencia, las mejores cartas. El otro día oí que alguien hablaba
de Michael Jackson diciendo que era un prodigio fabricado de la noche a la mañana. ¿De la
noche a la mañana? ¿Acaso no posee Jackson un gran talento? Sin duda. Y lo ha pulido
desde que tenía cinco años, edad a la que comenzó en el mundo del espectáculo y desde la
que no ha hecho otra cosa sino perfeccionar su voz, perfeccionar el baile, componer sus
propias canciones. Creció en un ambiente que le estimulaba; desarrolló sistemas de
creencias que potenciaron sus recursos; dispuso de numerosos modelos de éxito; pudo
contar con las orientaciones de toda su familia. Pero lo más importante, en fin, de cuentas,
fue que estuvo dispuesto a pagar el precio necesario. Los triunfadores son los que están
dispuestos a poner lo que haga falta para triunfar. Eso, junto con lo demás, es lo que les
diferencia del montón.
Esas siete creencias han obrado milagros para otros antes que usted, y creo que podrán
obrarlos también en su caso si se entrega a ellas sin reservas, para siempre. Debemos sabe
lo que quiere. El segundo paso es el de la acción: aprender a controlar las representaciones
y convicciones internas; aprender a dirigir el propio cerebro. Hasta aquí hemos empezado a
reunir las piezas que, según creo, componen la excelencia.
Conclucion:
Para lograr el exito nosotros debemos tomar estas 7 mentiras que en realidad son
decenlaces que ocurren o deberían ocurrir para llegar a nuestros objetivos, no existe el
fracaso puesto que no son nada mas que experiencias vividas que nos ayudaran en tomar
mejores decisiones que no hagan desviarnos de nuestras metas,m es importante aplicar
todas estas buenas cualidades en nuestra vida para ver los verdaderos cambios.
OPINION:
Todas las personas deberian conocer estas 7 “mentiras”, ya que tan solo con el hecho de
conocerlas nos abre los ojos, como si gracias a ella pudiésemos explorar una nueva y
mejorada vista de la vida, y si aplicamos estas nos aseguraríamos un futuro exito en
nuestras vidas
Como podemos cambiar que metodos son los mas usados pero no siempre lo que mas se
usa sera lo mejor, en este caso se usa PNL (Programación NeuroLingüística)que es
diferente al que usan como lo es el canon teraapeutico que consiste en retrocweder al
pasado para asi poder superar los hechos acontecidos en anteriores instancias es el caso,
porque se cree que guardando o reprimiendo esos sentimientos jamas se sanara. Esta bien
pero no existe otro metodo que no sea tan doloroso para el individuo porque ademas de ser
muy dolorosa no es tan eficaz como se llegaria a pensar que es.
Porque controlando adecuadamente su cerebro nosotros podemos ser nuestros propios
terapeutas es por ello que se recomienda el PNI porque no solo controla el contenido sino la
estructura, porque es gracias a la estructura que nosotros podemos sentir con nuestros cinco
sentidos porque nuestra mente recuerda esos momentos, esto con la finalidad de cambiar.
Es por eso que debemos cambiar como vemos las cosas solo podremos conseguir esto a
través de la experimentacion hasta delimitarla, es decir adquirimos la experiencia humana
estas pueden ser agradables o desagradables en nuestros recuerdos pero lo cierto es que
viéndolo de distintas maneras va cambiando nuestra perspectiva, es decir que depende de
nosotros cambiaran el como vemos las cosas.
Todas las personas tienen acceso a las tres modalidades o sistemas de representación, el
visual, el auditivo y el cenesté.ico. Pero no todas las personas reaciionan de la misma
manera .
En esencia, usted puede vivir de dos maneras. O bien deja que su cerebro siga
gobernándole como venía sucediendo en el pasado; en estas condiciones, cuando aquél
transmite alguna imagen, sonido o sensación, usted responde automáticamente a la
sugestión como el perro de Pavlov respondía al timbre. O bien puede usted optar por dirigir
conscientemente su propio cerebro, por implantar las sugestiones que le convenga, por
tomar las experiencias y las imágenes desagradables y privarlas de su poder e influencia.
Puede representárselas a sí mismo de tal manera que dejen de dominarle, • reduciéndolas»
a unas dimensiones que le permitan manearlas eficazmente.
Podemos tomarlo como dos experiencias totalmente distintas un que nos traiga recuerdos
buenos o agradables y experimentaremos tanto auditiva, visual, y cinesticamente tratando
siempre de ampliar esa sensacion de igual manera tomaremos otra experiencia en este caso
desagradable o mala y la tornaremos mas obscura pra que podamos apreciar de la
verdadera capacidad de nuestra mente.
Recuerde que las representaciones internas similares crearán estados o sensaciones
similares. Y que tales estados o sensaciones desencadenarán acciones similares. Por tanto,
si usted averigua concretamente lo que le hace sentirse motivado a favor de algo, sabrá
exactamente qué debe hacer ante cualquier experiencia para sentirse motivado siempre que
quiera; y de tal estado de motivación hay que partir para que las acciones sean eficaces.
Muy bien pero que pasa si ¿cómo voy a impedir que vuelvan al estado anterior?
Ello puede conseguirse con ayuda de lo que llamamos «el patrón del tris-tras». Sirve para
tratar gran número de los problemas crónicos y los hábitos perjudiciales que se crean las
personas. Con el patrón del tris-tras se toman las representaciones internas que nos colocan
en un estado de impotencia, y se disparan automáticamente otras representaciones internas
nuevas que nos ponen en pleno dominio de nuestros recursos tal como deseábamos. Una
vez haya descubierto usted qué tipo de representaciones internas le inducen, por ejemplo, a
comer más de lo necesario, mediante el patrón del tris-tras creará una nueva representación
interna, centrada en otra cosa que tenga más fuerza y que, al ser vista u oída, le induzca a
apartar de sí la comida. Si asocia las dos representaciones, cada vez que piense en darse
un atracón la primera llamará automáticamente a la segunda y le pondrá a usted en
condiciones de no apetecer los alimentos. Lo mejor del patrón del tris-tras es que una vez
implantado con eficacia no resulta preciso recordarlo constantemente.
Algunos dirán: «¡Un momento! ¡Las cosas no se cambian con tanta facilidad!». ¿Por qué no?
Muchas veces se comprende más fácilmente una cosa en un relámpago de claridad que en
años de meditación. Así trabaja el cerebro. Recordemos el funcionamiento del
cinematógrafo. Uno ve miles de imágenes que se combinan para dar la sensación de
movimiento. En cambio, si un día viéramos un fotograma, y al cabo de una hora otro, y dos o
tres días después un tercero, seguramente no sacaríamos nada en limpio. El cambio
personal sigue un proceso parecido. Si usted hace algo, si produce un cambio en su cerebro
ahora mismo, si modifica su estado y su comportamiento, se habrá demostrado a sí mismo,
de la manera más espectacular, lo que se puede hacer, con lo cual recibe un impulso más
poderoso que si se dedicase a meditar angustiosamente durante un mes. La física cuántica
nos enseña que las cosas no varían gradualmente a lo largo del tiempo, sino en saltos
discontinuos llamados cuánticos. Nosotros saltamos de un nivel de experiencia a otro. Si a
usted no le gusta lo que siente, cambie la manera en que se representa las cosas.
El cerebro emite señales de dolor sólo cuando recibe estímulos que se representan de tal
manera que le dicen que debe sentir dolor. En consecuencia, les pedí a mis oyentes que
describiesen las submodalidades de ese dolor. Para unos, se trataba de una sensación de
pesadez pulsante; no así para otros. Entonces hice que cambiaran sus submodalidades
dolorosas, en primer lugar disociándose ellos mismos del dolor y considerándolo como algo
exterior. Luego hice que tomaran distancia respecto de la sensación, pidiéndoles que
visualizaran la forma y el tamaño del dolor y lo situaran a unos tres metros por delante de
cada uno, tras lo cual hice que alterasen sucesivamente su representación aumentando y
disminuyendo su tamaño; primero debía hincharse hasta el punto de romper el techo, y luego
encogerse hasta volver al tamaño inicial. Por último empujaron el dolor en dirección al sol y
observaron cómo se fundía y disolvía en el rayo de luz que da vida a las plantas.
Con todo lo visto hasta ahora seremos capaces de controlar nuestra vida de la mejor manera
controlando nuestra mente .
CONCLUCION
Por mas maravilloso e increíble que paresca nuestro cerebro no esta siendo controlado por
nosotros, y si lográramos poner en practica por medio de la experimentación descubrir
nuestro cerebro para posteriormente controlarlo conseguiríamos una herramienta mejorada
que muy pocos la poseen es por ello que debemos practicar y lo mas importante
experimentar para que podamos lograr nuestros objetivos que con nuestro cerebro
controlado por nosotros se volvería mucho mas sencillo.
OPINION: