El Conejito y El Zorro
El Conejito y El Zorro
El Conejito y El Zorro
Había una vez un conejito que vivía en el bosque. El conejito se pasaba el día
corriendo de aquí para allá y explorando todos los lugares que encontraba.
Como le gustaba tanto ir de un lado a otro e investigar en el bosque, nunca
tenía tiempo para estar con los demás conejos.
—¡Qué sorpresa encontrar un lindo conejito por aquí! ¿Quieres ser mi amigo?
Te llevaré a sitios increíbles que solo yo conozco.
El zorro echó a correr. Iba tan rápido que al conejito le costaba mantener el
ritmo.
—Hay que advertirle lo peligroso que es tener un zorro como amigo —dijo
papá conejo.
—No queréis que tenga amigos y por eso decís esas cosas del zorro —dijo el
conejito, muy enfadado—. Mañana me iré con él y no me volveréis a ver el
pelo.
Al día siguiente, el conejito se levantó antes de lo habitual y se fue al
encuentro del zorro. De camino, el conejito vio al zorro a lo lejos y se acercó a
verlo para darle una sorpresa.
—¡Oh! ¡Mira lo que has hecho! ¡Me he quedado sin desayuno! —dijo el zorro.
Tranquilo, solo como crías, como ese gazapo, que son más fáciles de cazar —
dijo el zorro.
—Tú no vas a ninguna parte —dijo el zorro, mientras corría hacia el conejo.
El conejito no contestó. Solo tenía que correr un poco más rápido que el zorro
para huir de él. Y corrió y corrió hasta que perdió al zorro de vista.