Tratamiento de Hernias Inguinales

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TRABAJO AUTÓNOMO

HERNIAS INGUINALES: CIRUGÍA ABIERTA VS LAPAROSCÓPICA

CÁ TEDRA:
CIRUGÍA GENERAL
DOCENTE:
Dr. Luis Alberto Saquicela Espinoza

RESPONSABLES:
ESPINOZA GARZÓ N MARÍA BELÉ N
CALVA TORRES MARCOS ANDRÉ S
GRANDA OBACO CRISTIAN ELIAN
MACÍAS ZAMBRANO BRITNEY SHAMIRA
ORDÓ Ñ EZ LEMA LUIS RAÚ L
ROJAS PORTÉ Z EDUARDO ANDRÉ S
SUAREZ QUITO STEVEN MAURO

SEMESTRE:

SÉ PTIMO

PARALELO:

“A”

PERIODO:
MARZO 2024 – AGOSTO 2024

AZOGUES – ECUADOR
ÍNDICE
1. Introducción.....................................................................................................1
2. Objetivos.......................................................................................................... 3
3. Justificación.....................................................................................................3
4. Metodología y método.....................................................................................4
5. MARCO TEÓRICO............................................................................................5
5.1 Definición y tipos de hernias inguinales.................................................5
5.2 Indicaciones y contraindicaciones de cada técnica..............................6
5.2.1 Indicaciones para la cirugía laparoscópica.....................................6
5.2.2 Indicaciones para la cirugía abierta..................................................7
5.2.3 Contraindicaciones para la cirugía laparoscópica..........................7
5.2.4 Contraindicaciones para la cirugía abierta......................................8
5.3 Técnicas quirúrgicas................................................................................8
5.4 Complicaciones y manejo......................................................................11
5.5 Discusión.................................................................................................17
5.6 Conclusión...............................................................................................17
6. Bibliografía.....................................................................................................18
1. Introducción

La reparación de hernias inguinales es una intervención quirúrgica ampliamente


practicada en todo el mundo para corregir la protrusión de tejido abdominal a
través de un defecto en la pared muscular de la ingle. Este procedimiento no solo
busca aliviar los síntomas asociados, como el dolor y la incomodidad, sino también
prevenir complicaciones graves como la estrangulación herniaria, mejorando así
significativamente la calidad de vida de los pacientes afectados. En la actualidad,
dos enfoques quirúrgicos predominan como estándares de tratamiento: la
laparoscopía y la cirugía abierta. Cada uno de estos métodos presenta
características únicas, beneficios y desafíos, lo cual ha generado un debate
continuo en cuanto a cuál es la técnica más adecuada para cada paciente.

La laparoscopía, conocida también como cirugía mínimamente invasiva, ha


revolucionado la práctica quirúrgica en las últimas décadas. Este método implica
pequeñas incisiones a través de las cuales se introduce una cámara y pequeños
instrumentos quirúrgicos. Esta cámara proporciona imágenes detalladas y de alta
resolución del área quirúrgica en una pantalla, permitiendo al cirujano realizar la
reparación con precisión y mínima invasión. Por otro lado, la cirugía abierta,
aunque más tradicional, requiere una incisión más grande directamente sobre la
hernia, facilitando un acceso directo a la zona afectada y una manipulación más
directa de los tejidos.

La elección entre laparoscopía y cirugía abierta para la reparación de hernias


inguinales depende de varios factores, incluyendo la naturaleza específica de la
hernia, la experiencia del cirujano, las condiciones clínicas del paciente y las
preferencias individuales. Ambas técnicas han demostrado ser eficaces y seguras,
pero difieren significativamente en términos de resultados quirúrgicos, tiempo de
recuperación, incidencia de complicaciones y costos asociados.

En la era de la medicina personalizada, es esencial comprender cómo estas dos


técnicas quirúrgicas pueden adaptarse a las necesidades individuales de los
pacientes con hernia inguinal. Si bien la laparoscopía ha ganado popularidad

1
debido a su menor dolor postoperatorio, recuperación más rápida y menor tasa de
infecciones de la herida quirúrgica, la cirugía abierta sigue siendo una opción
válida en casos seleccionados. Esto es especialmente cierto en reparaciones
complejas o en pacientes con condiciones médicas concurrentes que puedan
complicar el enfoque laparoscópico.

En este contexto, el presente trabajo explorará en profundidad las características y


comparaciones entre la laparoscopía y la cirugía abierta para la reparación de
hernias inguinales. Se examinarán aspectos clave como las indicaciones y
contraindicaciones de cada técnica, los beneficios y riesgos asociados, así como
las consideraciones postoperatorias y los resultados a largo plazo. Además, se
revisará la evidencia disponible en la literatura médica y las guías clínicas actuales
para proporcionar una visión integral y actualizada sobre esta decisión crucial en
la práctica quirúrgica moderna.

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2. Objetivos
Objetivo General

 Evaluar la eficiencia, seguridad y resultados de los tratamientos de hernias


inguinales mediante cirugía laparoscópica versus cirugía abierta.

Objetivos Específicos

 Analizar múltiples beneficios de cada una de las intervenciones quirúrgicos


considerando tiempo de recuperación, costos y comodidad para el paciente.
 Describir las complicaciones que se pueden presentar en cada proceso
quirúrgico.
 Distinguir la importancia y selectividad para una mejor recuperación del
paciente.

3. Justificación

La siguiente investigación resulta factible, ya que nos permitirá conocer a fondo la


relación entre la intervención que se realiza para la solución de las hernias
inguinales; en la cirugía tradicional y la cirugía laparoscópica. Además, de
permitirnos conocer cuál es la mejor elección según nivel de invasión para con el
paciente, la recuperación después de la intervención y el procedimiento que
manifieste menos complicaciones.

Por último, la finalidad es resolver interrogantes principales sobre el tema


abordado, que van a contribuir a futuros proyectos que tengan por objetivo buscar
el mejor procedimiento para intervenir hernias inguinales, y tengan una base sólida
para empezar nuevas investigaciones ya sea de revisión o de carácter
experimental de estudios de caso y cohortes.

3
4. Metodología y método

Se realizó un estudio de tipo descriptivo, correlacional y retrospectivo. En este nos


permitimos hacer una revisión bibliográfica exhaustiva, seleccionando revistas y
documentos científicos, así como libros de cirugía que nos apoyarán con la
información de base, validando la confiabilidad de cada fuente.

Extrajimos información de documentos de sociedades científicas especializadas


en cirugía, sobre las técnicas quirúrgicas para tratar hernias inguinales,
comparando entre la cirugía tradicional y la cirugía laparoscópica; así como
también, revisamos artículos científicos de revistas especializadas en cirugía y
medicina general. Posteriormente, se llevó a cabo una búsqueda en Google
Scholar, de documentos y guías publicados por diferentes sociedades y
asociaciones profesionales tanto en Ecuador como en el contexto internacional
utilizando como palabras clave: hernias, cirugía tradicional, cirugía laparoscópica.
Del mismo modo, se procedió a realizar una búsqueda de revisiones sistemáticas
de la literatura científica y de artículos originales correspondientes a los últimos
cinco años en idioma español e inglés para lo cual se consultó las bases de datos
de la Biblioteca Redalyc, SciELO, Medigraphic. Además, se llevó a cabo un
análisis minucioso de las referencias bibliográficas de las páginas y documentos
encontrados, con el fin de recuperar y encontrar otros trabajos investigativos
probablemente esenciales para la revisión a realizar e ir descartando las de menor
impacto e interés para el trabajo de investigación realizado.

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5. MARCO TEÓRICO

5.1 Definición y tipos de hernias inguinales

Las hernias inguinales se producen debido a un problema en la pared abdominal


en la zona de la ingle. En este caso, el contenido de la cavidad abdominal penetra
en el canal inguinal. Estas hernias son las más frecuentes y representan alrededor
del 75% de las hernias de la pared abdominal frontal. Además, se estima que su
prevalencia es del 4% en personas mayores de 45 años (1).

Las hernias inguinales son más comunes en los hombres. Aunque en los hombres
se diagnostican fácilmente mediante un examen físico, en las mujeres a menudo
se requiere una ecografía. La ecografía también es útil cuando se sospecha de
una hernia recurrente, una complicación postquirúrgica tras la reparación, o de
otras causas de dolor en la ingle, como una masa inguinal o una hidrocele. La
resonancia magnética, con mayor sensibilidad y especificidad que la ecografía, es
útil para identificar hernias ocultas cuando la sospecha clínica sigue siendo alta,
pese a resultados ecográficos negativos (2).

Existen dos subtipos principales de hernias inguinales:

Hernia inguinal directa (20%): El intestino atraviesa "directamente" una debilidad


en la pared posterior del canal inguinal, en el triángulo de Hesselbach (Fig1).
Estas hernias son más frecuentes en personas mayores, a menudo debido a la
laxitud de la pared abdominal o a un aumento significativo de la presión
intraabdominal (1,2).

Hernia inguinal indirecta (80%): Son las más frecuentes, el intestino pasa por el
anillo inguinal profundo hacia el canal inguinal. En pacientes jóvenes, esto se debe
al cierre incompleto del proceso vaginal, una bolsa peritoneal que permite el
descenso testicular embrionario, por lo que generalmente se consideran de origen
congénito (1,2).

La diferenciación confiable entre estos dos tipos de hernias inguinales solo se


logra durante la cirugía, mediante la identificación de los vasos epigástricos

5
inferiores: las hernias indirectas estarán lateralmente a los vasos, mientras que las
directas estarán medialmente a estos. En casos pediátricos, casi siempre se trata
de hernias inguinales indirectas (1,2).

Fig 1: Triángulo de Hesselbach

Fuente: https://www.researchgate.net/figure/Ilustracion-esquematica-de-la-region-
inguinocrural-derecha-Los-limites-del-triangulo-de_fig1_262652154

El triángulo de Hesselbach está limitado medialmente por el borde lateral del


músculo recto abdominal, superiormente por los vasos epigástricos inferiores e
inferiormente por el ligamento inguinal (1).

Fig2: Clasificación de Nyhus

Fuente: https://www.udocz.com/apuntes/309646/hernias-y-eventraciones-mica

6
Fig3: Clasificación de Gilbert, modificada por Rutkow y Robbisons

Fuente: https://www.udocz.com/apuntes/309646/hernias-y-eventraciones-mica

5.2 Indicaciones y contraindicaciones de cada técnica

5.2.1 Indicaciones para la cirugía laparoscópica

 Hernias Bilaterales: La cirugía laparoscópica es particularmente útil para


pacientes con hernias en ambos lados, ya que permite la reparación de ambas
hernias durante una única intervención quirúrgica, lo que reduce el tiempo de
recuperación y la necesidad de múltiples anestesias (3).
 Hernias Recidivantes: Cuando una hernia reaparece después de una
reparación quirúrgica previa, la laparoscopía es beneficiosa. Esto se debe a
que permite evitar el tejido cicatricial de la cirugía anterior, lo que puede
complicar una nueva cirugía abierta (3).
 Pacientes Jóvenes y Activos: Los pacientes que desean regresar
rápidamente a sus actividades normales, como los jóvenes y aquellos con
trabajos físicamente exigentes, se benefician de la recuperación más rápida y
el menor dolor postoperatorio asociado con la laparoscopía (3).
 Obesidad Mórbida: En pacientes obesos, la cirugía abierta puede ser
técnicamente desafiante y conlleva un mayor riesgo de complicaciones. La
laparoscopía puede proporcionar una mejor visibilidad y acceso a través de
pequeñas incisiones, reduciendo el riesgo de complicaciones (3).
 Preferencia del Paciente: Algunos pacientes prefieren la laparoscopía debido
a las cicatrices más pequeñas y el potencial de una recuperación más rápida.

7
La decisión puede basarse en preocupaciones estéticas y la percepción de una
técnica menos invasiva (3).

5.2.2 Indicaciones para la cirugía abierta

 Hernias muy grandes o complicadas: Las hernias con grandes defectos de


pared abdominal o aquellas que contienen órganos abdominales
comprometidos requieren un acceso amplio y directo que solo la cirugía abierta
puede proporcionar para una reparación segura y efectiva (4).
 Pacientes con contraindicaciones para la anestesia general: La cirugía
abierta puede realizarse bajo anestesia local o regional, lo que es más seguro
para pacientes con condiciones médicas que les impiden tolerar la anestesia
general (4).
 Preferencia del Cirujano: La experiencia y preferencia del cirujano pueden
influir en la elección de la técnica. Algunos cirujanos tienen más experiencia y
confianza en la técnica abierta y pueden preferir esta opción para ciertos
pacientes (4).
 Condiciones asociadas que requieren exploración abdominal: En casos
donde se necesita explorar otras áreas del abdomen por posibles problemas
concurrentes, la cirugía abierta puede ser más adecuada para proporcionar
una visión completa y acceso a diferentes partes del abdomen (4).

5.2.3 Contraindicaciones para la cirugía laparoscópica

 Incapacidad para Tolerar Anestesia General: La laparoscopía requiere


anestesia general, lo que puede no ser adecuado para pacientes con
enfermedades cardiacas, respiratorias o neurológicas significativas que
aumenten el riesgo de complicaciones durante la anestesia (5).
 Hernias muy grandes o complicadas: Las hernias con defectos muy grandes
o con contenido abdominal comprometido, como intestino atrapado o tejido
necrosado, pueden requerir una intervención abierta para una reparación
adecuada y segura (5).

8
 Cirugía abdominal previa extensiva: Los pacientes con múltiples cirugías
abdominales previas pueden tener adherencias significativas (tejido cicatricial
interno) que dificultan el acceso laparoscópico y aumentan el riesgo de
complicaciones intraoperatorias (5).
 Condiciones Médicas Inestables: Pacientes con enfermedades severas no
controladas, como insuficiencia cardíaca, hipertensión no controlada o diabetes
severa, pueden no ser buenos candidatos para una cirugía laparoscópica
debido a los riesgos asociados con el procedimiento y la anestesia general (5).
5.2.4 Contraindicaciones para la cirugía abierta
 Pacientes Obesos: La cirugía abierta en pacientes obesos puede ser más
difícil debido a la mayor cantidad de tejido adiposo, lo que aumenta el tiempo
quirúrgico y el riesgo de complicaciones como infecciones de la herida y
problemas respiratorios postoperatorios (4).
 Hernias Recidivantes: Pacientes con recurrencias de hernia después de una
reparación abierta anterior pueden tener una gran cantidad de tejido cicatricial,
lo que hace que una nueva reparación abierta sea más complicada y
arriesgada.
 Preferencia del Paciente: Algunos pacientes pueden preferir evitar las
cicatrices más grandes y el período de recuperación más largo asociado con la
cirugía abierta, optando por métodos menos invasivos como la laparoscopía
(4).

5.3 Técnicas quirúrgicas

 Procedimiento detallado de la reparación laparoscópica

El cirujano se coloca en la cabecera del paciente mientras el camarógrafo está en


la posición decúbito dorsal, en el lado opuesto al sitio de la hernia, bajo anestesia
general. El neumoperitoneo se establece utilizando la técnica de Hasson en la
línea media, 2 cm por encima del ombligo, hasta alcanzar una presión de 14 mm
Hg. Se colocan dos puertos de trabajo de 5 mm en las líneas medioclaviculares
bajo visión directa, 2 cm por debajo del borde costal, con una óptica de 10 mm y
30° (6).

9
Se rompe el peritoneo parietal a 2 cm por dentro y arriba de la espina ilíaca
anterosuperior y se extiende horizontalmente hasta la línea media para iniciar la
creación del espacio preperitoneal. Este espacio se diseña en dirección caudal
mediante electrocoagulación monopolar y tijera fría, utilizando los vasos
epigástricos como referencia. La pared inguinal posterior y el orificio inguinal
profundo se pueden ver después de la disección. El ligamento de Cooper y la
rama horizontal del pubis se identifican, reduciendo parcialmente el espacio de
Retzius para dar cabida al borde inferior de la malla. La tracción y la sección de las
adherencias del saco herniario liberan el peritoneo de los componentes del cordón
espermático o del ligamento redondo del útero. El espacio preperitoneal se
disuelve lateralmente hasta 5cm del anillo inguinal profundo (6).

Una vez garantizada la hemostasia, se introduce una malla rectangular de


polipropileno a través del puerto de 10 mm. La malla tiene una pestaña inferior
interna y una pestaña superior externa para que se oriente correctamente dentro
del abdomen. El tamaño de la malla depende del defecto herniario; generalmente
se usa una malla de 10 a 15 cm para cubrir el defecto con un margen de al menos
5 cm en todas las direcciones. Para cubrir toda la pared posterior y el orificio
profundo de la región inguinal, se utiliza un tacker de titanio para fijar la malla al
ligamento de Cooper (6).

Finalmente, se utiliza una sutura continua de Vicryl 2-0 para suturar el colgajo que
se formó durante la disección inicial y el saco herniario reducido en su sitio para
cubrir la malla con el peritoneo parietal. Bajo visión directa, los puertos se retiran
evacuando el neumoperitoneo y suturando la fascia del puerto de 10 mm (6).

 Procedimiento detallado de la reparación abierta

Se realiza una incisión de 5 cm desde la sínfisis del pubis en dirección a la parte


inferior de la espina ilíaca anterosuperior, con una ligera inclinación horizontal. La
aponeurosis oblicua mayor ocurre después de la disección del tejido celular
subcutáneo y la fascia de Scarpa. Para descartar una posible hernia crural, se
libera el tejido subcutáneo hasta su reflexión. Se separan ambas hojas

10
aponeuróticas del cordón espermático y del plano muscular profundo mediante
una incisión en la zona central de la aponeurosis en dirección al orificio inguinal
superficial. Se puede obtener una visión completa de la fascia inguinal una vez
que el cordón espermático (o el ligamento redondo en mujeres) se libera y las
fibras cremastéricas disecadas hasta la base del orificio inguinal profundo
permitiendo una visión completa de la fascia transversalis hasta el ligamento de
Cooper (6).
Se examina la fascia transversalis para determinar si existe una hernia inguinal
directa. Si se encuentra una debilidad o hernia directa, se trata de disminuirla y
fortalecerla con puntos sueltos de material reabsorbible de larga duración entre la
musculatura oblicuo menor-transverso y la porción más caudal del ligamento
inguinal, o se refleja la propia fascia transversalis. Después, el cordón espermático
se diseca para detectar una potencial hernia inguinal indirecta. Para evitar lesiones
iatrogénicas al testículo, se incide sobre el cordón liberando sus estructuras
esenciales (conducto deferente, arteria y vena). El saco herniario se disecciona
cuidadosamente con una compresa si es necesario hasta que se libera por
completo a nivel del cuello del cordón (orificio inguinal profundo) (6).
En este punto, se puede eliminar completamente el saco herniario a través del
orificio, o se puede abrir el saco herniario y reducir el contenido en la cavidad,
luego cerrar con un punto transfixiante en su base con material reabsorbible de
larga duración. Luego se cierra el defecto con puntos sueltos del mismo material
apoyados en la musculatura cremastérica y del oblicuo menor (6).
Se coloca una malla de polipropileno en la tercera etapa para reforzar la pared
posterior y el orificio inguinal profundo. La malla debe extenderse desde la espina
del pubis (por al menos 1 cm) hasta la aponeurosis oblicua mayor. La malla se
abre para formar dos bandas, con la banda interna más ancha que rodea el
cordón espermático (proporción 2:1). La mayoría de las prótesis se fabrican
actualmente con este objetivo en mente. Con una sutura continua o interrumpida,
la banda lateral se fija a lo largo del ligamento inguinal desde el pubis, superando
el orificio inguinal profundo. Se presta especial atención a los vasos epigástricos y
femorales y se utiliza material reabsorbible de larga duración. Para evitar

11
neuropatías por atrapamiento, la banda medial se fija con puntos sueltos a la
vagina del recto y al músculo oblicuo menor. Las dos bandas finalmente se cierran
sin comprimir el cordón espermático (6).

Resultados a corto y largo plazo

 Recuperación postoperatoria

En un estudio realizado en 78 pares de pacientes en que habrían recibido


tratamiento laparoscópico o cirugía abierta, no habrían presentado mortalidad en
ambos grupos, pero al comparar la cirugía abierta con la laparoscópica, la misma
presentó una serie de ventajas, ya que reducía la presencia de hematomas,
disminución de seromas, menos dolor postoperatorio, una recuperación más
rápida y una disminución en la infección de la herida (7).

 Tasas de recurrencia de la hernia

La tasa de recurrencia de la hernia inguinal después de la cirugía es de 1.1% al


33%, y después de la reparación, es de 11.7% al 30%. Por lo tanto, es crucial
considerar el tratamiento que ofrece un mejor pronóstico, tasas de recurrencia y
complicaciones. Una intervención quirúrgica adecuada puede ser más efectiva en
la reparación, en una recuperación mucho más rápida y en la ausencia de
molestias a largo plazo, mejorando significativamente la calidad de vida del
paciente y reduciendo así los costos asociados con la atención médica (8).

5.4 Complicaciones y manejo

5.4.1 Complicaciones en la reparación laparoscópica

La reparación de la hernia inguinal laparoscópica puede resultar en


complicaciones tanto intraoperatorias como postoperatorias. Las complicaciones
intraoperatorias incluyen dificultades relacionadas con el acceso laparoscópico y
posibles lesiones a los órganos internos. Las complicaciones postoperatorias
pueden incluir retención urinaria, hematomas, seromas, entre otras es crucial

12
conocer estos posibles problemas y tomar las medidas preventivas adecuadas
para minimizar su ocurrencia y garantizar resultados exitosos (9).

Clasificación intraoperatoria y posoperatoria en la reparación laparoscópica

a. Complicaciones intraoperatorias
 Precauciones durante la colocación del puerto: El procedimiento
quirúrgico requiere el uso de ruedas compactas, encadenadas, cortes
adecuados de la piel, el vacío de la vejiga antes de la cirugía, y la presión
suficiente en la zona preperitoneal para evitar la perforación del peritoneo
durante la inserción del giratorio (10).
 Identificación correcta de los puntos de referencia anatómicos: El
paso más crucial en la cirugía de la hernia es identificar los puntos de
referencia anatómicos, especialmente el hueso púbico. Los principiantes
pueden luchar debido a la anatomía diferente. Evite el triángulo de fatalidad
y táchelas en el triángulo de dolor lateralmente (10).
 Lesión de la Vejiga: Las lesiones de la vejiga pueden surgir durante el
proceso de inserción del puerto, la disección de la bolsa, o como resultado
de hernias deslizantes. Antes de la cirugía, hay que asegurarse de que la
vejiga esté vacía y cateterizada durante 7-10 días para evitar cambios
involuntarios (10).
 Lesión intestinal: Los incidentes después de la cirugía de la hernia son
pocos debido a la reducción significativa en el tamaño de la hernia, la
apertura involuntaria del peritoneo, y la aparición de hernias deslizantes.
Para evitar daños, es aconsejable abrir la bolsa hernial alrededor del anillo
profundo (10).
 Lesión vascular: Las lesiones frecuentes que pueden ocurrir después de
la reparación de la hernia incluyen daño al músculo del recto, los vasos
epigástricos inferiores, la sínfisis pubescente, el plexo venoso, la vena
obturadora, los testículos y los buques ilíacos. Se puede requerir una
intervención quirúrgica urgente, utilizando métodos de disección precisos
(9).

13
 Lesión a los conductos deferentes: El daño se produce cuando el saco
hernial se separa de las estructuras del cordón, lo que resulta en la
formación de una constricción fibrótica del canal. Un niño pequeño debe
tener un procedimiento de transección minucioso, tomando cuidado para
prevenir cualquier daño al tracto vascular mediante la identificación precisa
de estructuras cercanas ubicadas cerca de anillos y pisos profundos (10).
 Neumoperitoneo: Los cirujanos deben anticiparse a los posibles desafíos
relacionados con los pacientes con EPT, incluyendo la posición de
Trendelenberg, presiones de infusión de 15 mmHg, y la necesidad de
implantar una aguja Veress en el punto de Palmer si el problema continúa
(10).
b. Complicaciones postoperatorias
 Formación de seroma / hematoma: Los seromas a menudo ocurren
como complicaciones después de la cirugía de hernia laparoscópica, con
una prevalencia que oscila entre el 5% y el 25%. Para prevenir los
seromas, es importante minimizar la disección de la bolsa de la hernia,
asegurar el bolso al hueso púbico, y crear pequeñas aberturas en la fascia
transversal. Se puede utilizar drenaje en caso de sangrado (10).
 Retención urinaria: Las complicaciones postoperatorias tras la reparación
de la hernia, en particular en pacientes geriátricos con síntomas de
prostatitis, tienen una tasa de incidencia de entre el 1,3 % y el 5,8%. Estas
complicaciones requieren el uso de un catéter antes de la cirugía y su
posterior eliminación al día siguiente (10).
 Neuralgias: La prevalencia de la neuralgia en la reparación de la cadera
varía del 0,5% al 4,6%, con la técnica de malla recubierta intraperitoneal
mostrando la mayor prevalencia. Los nervios a menudo afectados incluyen
el nervio cutáneo lateral de la cadera, el nervio genitofemoral, y los nervios
cutáneos medianos. Para prevenir problemas, es aconsejable evitar fijar la
malla, diseccionar la bolsa hernial y no disecar la fascia (10).
 Dolor testicular e hinchazón: La orquitis, un trastorno temporal causado
por la disección excesiva de los componentes del cordón, es rara pero no

14
siempre indica la contracción de los testículos. Se produce en alrededor del
0,9-1,5% de los casos (10).
 Infección de malla e infección de la herida: Las tasas de infección de la
herida son mínimas, pero, la infección por malla es una complicación
significativa que requiere meticulosas medidas asépticas y la
administración de antibióticos antes de la cirugía (10).
 recurrencia: El objetivo de la cirugía de hernia es lograr adhesiones
peritoneales precisas y emplear un método de reparación completo para
minimizar las posibilidades de recurrencia. Los aspectos importantes a
tener en cuenta son el examen minucioso del peritoneo, la manipulación
cuidadosa del cordón, la colocación precisa de una malla, la fijación
segura, la evitación de incisiones cerca de la cordilla, el control efectivo de
la hemorragia, y la adquisición de un entrenamiento y competencia
suficientes en el método correcto. Estas medidas ayudan a prevenir la
reaparición y garantizan un triunfante restablecimiento (10).
5.4.2 Complicaciones en la cirugía tradicional

Las complicaciones a menudo surgen con la reparación de la hernia inguinal,


especialmente en los casos de procedimientos de emergencia. Pueden surgir
complicaciones inmediatas después del procedimiento, como la formación de un
hematoma o seroma, retención de orina, lesión de la vejiga e infecciones del sitio
quirúrgico. Los efectos retrasados incluyen inguinodinia, recurrencia y neuralgia
(11).

La incidencia mundial del seroma es del 5% y suele ocurrir entre el cuarto y quinto
día después de la cirugía. La inguinodinia, una condición marcada por dolor
persistente en la región inguinal ocurre en el 3-33% de los casos y a menudo
surge después de un período de 30 días (11).

Los problemas adicionales incluyen edema del cordón espermático, retención de


orina, así como orquitis o inflamación de los testículos. El CDC clasifica las
infecciones postoperatorias de heridas como infecciones superficiales y profundas
en función de la ubicación de la infección en el sitio quirúrgico (12).

15
Para realizar eficazmente la cirugía abierta para la hernia inguinal, los cirujanos
deben poseer una comprensión completa de estos problemas potenciales y ser
capaces de prevenirlos y gestionarlos de manera eficaz. La profilaxis antibiótica se
utiliza a menudo para minimizar la probabilidad de infecciones de heridas que
ocurran durante las operaciones quirúrgicas (12).

5.4.3 Manejo de complicaciones postoperatorias en cirugía laparoscópica y


cirugía convencional
a. Manejo de complicaciones postoperatorias en cirugía laparoscópica

Para gestionar las complicaciones postoperatorias en la cirugía laparoscópica,


utilice anestesia local o regional para bloquear los nervios y una mezcla de
medicamentos analgésicos como opiáceos, medicamentos antiinflamatorios y
paracetamol (13).

Los catéteres urinarios temporales se pueden insertar para abordar problemas


subyacentes como un aumento de la próstata o disfunción de la vejiga, con un
seguimiento cercano de la salida de orina. Detectar y tratar las infecciones
rápidamente, y mantener la limpieza estricta para prevenir su propagación.
Administrar antibióticos preventivamente cuando sea necesario, e identificar y
tratar prontamente la herida o las infecciones intraabdominales. Fomentar la
observación y la recuperación según sea necesario (13).

b. Manejo de complicaciones postoperatorias en cirugía abierta

Las consecuencias postoperatorias comunes incluyen infecciones de la herida,


recurrencia de la hernia y malestar persistente. Para gestionar eficazmente las
infecciones de heridas, es crucial adherirse a métodos asépticos rigurosos,
administrar rápidamente los antibióticos adecuados e iniciar rápidamente el
tratamiento. Emplear procedimientos de reparación de redes de prótesis para
minimizar la tensión y prevenir la necesidad de descanso postoperatorio. Detectar
y abordar las trampas nerviosas durante los procedimientos quirúrgicos,
proporcionar anestesia local o regional, e implementar estrategias completas de
gestión del dolor, como medicamentos, fisioterapia y bloqueos nerviosos si es

16
necesario. La frecuente aplicación de la curación y la evaluación del tratamiento
de presión negativa puede controlar con éxito estos problemas (11).

5.5 Discusión
La cirugía laparoscópica ofrece tiempos de operación más cortos y estancias en el
hospital en comparación con las cirugías abiertas para el tratamiento de la hernia
inguinal. En 2018, un estudio encontró que los pacientes con cirugía laparoscópica
tenían un tiempo medio de operación de 50 minutos, en comparación con 65
minutos para cirugías abiertas. Las estancias en el hospital fueron más cortas, con
pacientes que permanecieron en promedio 46 horas. Sin embargo, la cirugía
laparoscópica puede tener una mayor probabilidad de recurrencia. La intensidad
del dolor postoperatorio se reduce, reduciendo la necesidad de medicamentos
analgésicos. Optar por la cirugía abierta debe ser una decisión consciente (14).

 Comparación de resultados de diferentes estudios

Según Enriquez. Una investigación llevada a cabo en 2018 en el Hospital General


de Riobamba IESS reveló que la cirugía laparoscópica demostró una reducción
del tiempo de operación y la estancia en el hospital en comparación con las
cirugías abiertas tradicionales para el tratamiento de la hernia inguinal. La
investigación también descubrió que la tasa de complicaciones postoperatorias era
aproximadamente la misma tanto para la cirugía convencional (18,9%) como la
laparoscópica (18,8%), y no había diferencias estadísticas significativas entre los
dos métodos (14). Sin embargo, la cirugía laparoscópica se relacionó con la
reducción de la hospitalización y el tiempo de operación.

Según Kamran et al. En su estudio que realizó con 117 pacientes con hernias
inguinales indirectas, mismas que fueron llevadas a cabo con la técnica de Darn,
obtuvo un porcentaje del 0% con respecto a la recurrencia, esto llevado en un
tiempo de vigilancia de hasta de veinte y cuatro meses(15).

Para resumir, la cirugía laparoscópica tiene ventajas como el tiempo operativo


reducido, la estancia en el hospital más corta y menos dependencia de

17
medicamentos para el dolor en comparación con cirugías abiertas tradicionales
(14)

5.6 Conclusión
Dentro de la comparación que se da entre los diferentes tipos de cirugía en esta
investigación hemos relacionado a la cirugía laparoscópica y la cirugía abierta,
conocemos que se utilizan para el tratamiento de hernias inguinales porque
ofrecen ventaja, pero a su vez margen de error, por ende, hay que considerar al
momento de escoger el mejor método para los diferentes pacientes.

La cirugía laparoscópica se distingue por su capacidad de recuperación a corto


plazo por una estancia hospitalaria mucho más corta, lo que es satisfactorio para
el paciente, ya sea por gastos y calidad de recuperación además este método por
las características ya mencionadas, el paciente tiene una incorporación de sus
actividades cotidianas en la menor brevedad posible, pero hay otros temas a
considerar el equipamiento especializado de la salud.

Por otro lado, la cirugía abierta, aunque conlleva un tiempo de recuperación más
prolongado, es una técnica bien establecida y generalmente menos costosa en
términos iniciales. Las complicaciones asociadas a este procedimiento son bien
conocidas y se pueden manejar eficazmente con los protocolos estándar.

Ambas técnicas presentan riesgos de complicaciones, aunque estas difieren en


naturaleza y frecuencia. La laparoscopia puede implicar riesgos específicos
relacionados con el uso de tecnología avanzada, mientras que la cirugía abierta
puede tener una mayor incidencia de infecciones y dolor postoperatorio
prolongado.

La selección del tipo de cirugía debe ser personalizada, tomando en cuenta las
características individuales del paciente, como su condición física, historial médico
y preferencias personales. Es importante desarrollar una evaluación integral que
equilibre la eficiencia, la seguridad y los resultados esperados, frecuentemente
con el objetivo de optimizar la recuperación y el bienestar del paciente.

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