Guia Teorica C Eje 31 Gases y Aire

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 30

Gases y aire

Gases, leyes y el impacto del ser humano en la


atmósfera

Introducción.

Bajo condiciones adecuadas la mayor parte de las sustancias


pueden existir como gases, líquidos y sólidos. En muchas de las
reacciones químicas intervienen sustancias en estado gaseoso,
tanto entre los reactivos como entre los productos. Esto es
importante, por lo que las leyes físicas relacionadas con el estado
gaseoso deben conocerse antes de tratar con problemas en los
que intervengan cambios químicos de sustancias que se
presenten en el estado gaseoso.

Los gases son el estado más elemental de la materia y, por tanto,


las relaciones entre las propiedades microscópicas (átomos y
moléculas) y macroscópicas de una masa gaseosa son
relativamente fáciles de identificar.

Todos los gases se comportan de manera similar, de modo que el


mismo conjunto de ecuaciones puede ser usado para predecir su
comportamiento.

El volumen de una masa de gas depende de la temperatura y la


presión a las cuales se encuentra. Por lo tanto, se puede describir
el comportamiento físico de los gases en función de tres variables:
temperatura, T; presión, P; y volumen, V. Para un volumen dado
bajo condiciones de temperatura y presión determinado, un
cambio de una o más de las tres variables traerá como
consecuencia un cambio de las restantes de acuerdo con leyes
perfectamente establecidas llamadas leyes de los gases.
Gases.

Se denomina gas, al estado de agregación de la materia que no tiene


forma ni volumen propio. Su principal composición lo constituye
moléculas no unidas, expandidas y con poca fuerza de atracción, lo
cual provoca que no tengan volumen y forma definida, haciendo que
este se expanda para ocupar todo el volumen del recipiente que la
contiene.

Características de los gases.

Entre las características más importantes de los gases se encuentran


las siguientes:

• El volumen de un gas cambia significativamente con la presión.


• El volumen de un gas cambia mucho con la temperatura.
• Los gases tienen relativamente baja viscosidad.
• La mayoría de los gases tienen densidades relativamente bajas
en condiciones normales.
• Los gases son miscibles.

Propiedades de los gases.

Las propiedades más importantes de los gases son:

Temperatura: indica la intensidad frío o caliente de una sustancia con


respecto a otra, relacionándose con la energía cinética de las
partículas, en la cual, a mayor temperatura, la energía cinética de las
moléculas o partículas de un gas aumenta. Las escalas de
temperatura más usadas son Celsius, Kelvin y Fahrenheit.

Volumen: es el espacio que ocupa un sistema. Los gases ocupan todo


el volumen disponible del recipiente en el que se encuentran. Decir
que el volumen de un recipiente que contiene un gas ha cambiado
es equivalente a decir que ha cambiado el volumen del gas. Varía
dependiendo de la temperatura y presión.
Volumen molar: es el volumen de un mol de gas ideal a 1 atm y 0°C
(condiciones normales de temperatura y presión, CNPT), el cual
equivale a 22,4 litros.

Presión: se define como la fuerza que actúa sobre una unidad de área
de la superficie y se puede expresar en cualquiera de varias unidades
convencionales. La presión de los gases es el resultado de los
impactos de las moléculas sobre las paredes del recipiente que los
contiene. La presión atmosférica o barométrica es la presión que
ejercen los gases en la tierra, por lo tanto, se podría decir que es el
peso de la atmósfera terrestre.

1 atm 1 mmHg 1 torr 1 N/m2 1 Pascal 1 bar


5 5
1 atm 1 760 760 1.013*10 1.013*10 1.013
1 mmHg 1.32*10-3 1 1 1.33*102 1.33*102 1.33*10-3
1 torr 1.32*10-3 1 1 1.33*102 1.33*102 1.33*10-3
1 N/m2 9.87*10-6 7.50*10-3 7.50*10-3 1 1 10-5
1 Pascal 9.87*10-6 7.50*10-3 7.50*10-3 1 1 10-5
1 bar 9.87*10-1 7.50*102 7.50*102 10 N/m2
5
10 N/m2
5
1

Efusión: es el proceso que consta de la limitación del paso de las


partículas o moléculas de un gas a través de aberturas muy
pequeñas en una barrera física.
Difusión: los gases difunden hasta ocupar un recipiente por completo
al tener partícula separadas moviéndose, por lo tanto, implica la
dispersión sin restricción de las partículas o moléculas de un gas en
el espacio por el movimiento aleatorio y caótico de estas.

Leyes de los gases.

El estado gaseoso es el único entre los estados de la materia en la


que la naturaleza química del gas no afecta significativamente su
comportamiento físico.

Las variables que describen el comportamiento físico de un gas son:


presión, volumen, temperatura y cantidad de gas, las cuales, son
interdependientes, es decir cualquiera de ella puede determinarse
midiendo las otras tres.
Ley de Boyle.

La ley de Boyle (conocida también como de Boyle y Mariotte)


establece que la presión de un gas en un recipiente cerrado es
inversamente proporcional al volumen del recipiente, cuando
la temperatura es constante (proceso isotérmico).

El volumen es inversamente proporcional a la presión:

• Si la presión aumenta, el volumen disminuye.


• Si la presión disminuye, el volumen aumenta.

De esta forma, si la cantidad de gas y la temperatura permanecen


constantes, el producto de la presión por el volumen siempre tiene el
mismo valor (constante) . Entonces la expresión matemática de esta
ley es:
P·V=k

Si se tiene un cierto volumen de gas V1 que se encuentra a una


presión P1 al comienzo del experimento y se varía el volumen del gas
hasta un nuevo valor V2, entonces la presión cambiará a P2, por lo
que se puede establecer la siguiente ecuación:

P1*V1 = P2*V2
Ley de Charles.

La ley de Charles establece que, si la cantidad de gas y la presión


permanecen constantes, el cociente entre el volumen y la
temperatura siempre tiene el mismo valor.

El volumen es directamente proporcional a la temperatura del gas:

• Si la temperatura aumenta, el volumen del gas aumenta.


• Si la temperatura del gas disminuye, el volumen disminuye.

Si la presión permanece constante (proceso isobárico) en conjunto


con la cantidad de gas, el cociente de el volumen y le temperatura
siempre tendrá el mismo valor (constante). Entonces la expresión
matemática sería:
V
=k
T

Si se tiene un cierto volumen de gas V1 que se encuentra a una


temperatura T1 al comienzo del experimento, luego se varía el
volumen de gas hasta un nuevo valor V2, entonces la temperatura
cambiará a T2, por lo que se puede establecer la siguiente ecuación:

V1 V2
=
T1 T2
Ley de Gay-Lussac.

Establece la relación entre la temperatura y la presión de un gas


cuando el volumen es constante (proceso isocórico).

La presión del gas es directamente proporcional a la temperatura:

• Si la temperatura aumenta, la presión del gas aumenta.


• Si la temperatura del gas disminuye, la presión disminuye.

Si la cantidad de gas y el volumen permanecen constantes, el


cociente entre la presión y temperatura siempre tendrá el mismo
valor (constante). Entonces la expresión matemática sería:

P
=k
T

Si se tiene una cierta presión de gas P1 que se encuentra a una


temperatura T1 al comienzo del experimento, luego se varía la presión
del gas hasta un nuevo valor P2, entonces la temperatura cambiará a
T2, por lo que se puede establecer la siguiente ecuación:

P1 P2
=
T1 T2
Ley de Avogadro.

Esta ley, establecida por Avogadro, indica la relación entre la cantidad


de gas y su volumen.

Recordar que la cantidad de gas se mide en moles, por otro lado, el


volumen es directamente proporcional a la cantidad de gas:

• Si aumenta la cantidad de gas, aumentará el volumen.


• Si disminuye la cantidad de gas, el volumen disminuirá.

El cociente entre el volumen y la cantidad de gas es constante

V
=k
n

Supóngase que se tiene una cierta cantidad de gas n1 que ocupa un


volumen V1 al comienzo del experimento. Si se varía la cantidad de
gas hasta un nuevo valor n2, entonces el volumen cambiará a V2.

V1 V2
=
n1 n2
Ley de los gases combinada.

Todas las relaciones presión-


volumen-temperatura para
los gases, se pueden
combinar en una sola
relación llamada “ley de los
gases combinada”. Esta
expresión es útil para
estudiar el efecto de los
cambios en dos de estas
variables sobre la tercera,
por la tanto la cantidad de
gas permanece constante.

Ley del gas ideal.

Las cuatro propiedades usadas en la medición de un gas (P, V, T y n)


se pueden combinar para dar una sola expresión llamada ley de los
gases ideales.

P*V=n*R*T

P = presión en atmosfera (atm).

V = volumen en litros (L).

n = cantidad de gas en moles (mol).

T = temperatura en Kelvin (K).

R = constante universal de los gases ideales:

atm*L
R=0.082
mol*K
Composición y estructura vertical de la atmósfera.

La atmósfera de la tierra es una cobertura gaseosa compuesta


principalmente por nitrógeno (N2) y oxígeno (O2) molecular, con
pequeñas cantidades de otros gases, como vapor de agua (H2O) y
dióxido de carbono (CO2). La capa fina azulada cerca del horizonte
que se observa en la imagen representa la parte más densa de la
atmósfera. Aunque nuestra atmósfera tiene un espesor de varias
centenas de kilómetros, cerca del 99 % de su masa gaseosa se
encuentra dentro de los primeros 30 km cercanos a la superficie
terrestre.
La siguiente tabla muestra que el nitrógeno representa cerca del 78
% y el oxígeno el 21 % del volumen total de la atmósfera cerca de la
superficie terrestre.

Gases de la atmósfera
Porcentaje (por
Gas Fórmula química
volumen)
Gases permanentes
Nitrógeno N2 78,08
Oxígeno O2 20,95
Argón Ar 0,93
Neón Ne 0,0018
Helio He 0,00015
Hidrógeno H2 0,00006
Xenón Xe 0,000009
Gases variables
Vapor de agua H2O 0a4
Dióxido de carbono CO2 0,036
Metano CH4 0,00017
Óxido nitroso N2O 0,00003
Ozono O3 0,000004
Partículas (polvo,
0,000001
etc.)
Clorofluorocarbonos
0,00000002
(CFC)

La atmósfera puede ser dividida en una serie de capas en función de


la variación de la temperatura con la altura.

En la capa más cercana a la superficie, denominada tropósfera, que


se extiende en promedio hasta 12 km de altura, la temperatura
disminuye a una tasa promedio de 6,5 °C por kilómetro. En esta capa,
que concentra el 80 % de toda la masa de la atmósfera, ocurren los
fenómenos meteorológicos más relevantes. En el límite superior de la
tropósfera, denominado tropopausa, la temperatura deja de
disminuir y está cercana a los -55 °C.
Superando la tropósfera se encuentra la estratósfera, que se
extiende hasta los 45 km de altura. En ella la temperatura aumenta
con la altura hasta un valor cercano a 0 °C en su límite superior,
denominado estratopausa. La concentración de masa atmosférica
en los niveles superiores de la estratósfera y en las capas por encima
de ella es muy baja, ya que el 99 % de la masa está concentrada por
debajo de los 30 km aproximadamente, debido a esto, la temperatura
no es la misma que en el nivel de la superficie del planeta. Superior a
la estratósfera la temperatura disminuye con la altura, definiendo la
capa denominada mesósfera, que culmina a unos 80 km de altitud,
en la mesopausa, donde la temperatura es del orden de los -90 °C.
Por encima de ese nivel, y hasta uno superior no bien definido, la
temperatura vuelve a aumentar con la altura y define la capa
denominada termósfera.
Efecto invernadero natural.

Durante un día soleado, la superficie terrestre se calienta porque


absorbe más energía del sol y de la atmósfera que la que irradia,
mientras que durante la noche la superficie terrestre se enfría porque
emite más energía que la que recibe. Cuando un objeto absorbe y
emite energía en igual proporción, su temperatura permanece
constante.

La tasa con la que un objeto absorbe e irradia energía depende


fuertemente de las características de su superficie, la textura, el
color, la humedad y de su temperatura. Las superficies oscuras
absorben más energía radiante (reflejan menos) mientras que las
superficies claras reflejan más energía y en consecuencia absorben
menos. La reflectividad de una superficie se llama albedo. Si se
observa la tierra desde el espacio, se podría apreciar que una mitad
recibe luz solar, mientras que la otra está a oscuras.

La energía solar calienta la superficie terrestre sólo durante el día,


mientras que la superficie terrestre emite constantemente radiación
infrarroja hacia el exterior tanto durante el día como durante la
noche, en donde si la atmósfera no existiese y no hubiera otros
mecanismos de transferencia de calor, la superficie terrestre estaría
en equilibrio de radiación (la cantidad de energía que absorbería sería
igual a la que emitiría), aunque la temperatura global promedio que
resultaría de ese balance, sería de -18 °C, bastante diferente de la
que se registra, que es de alrededor de 15 °C.

Físicamente, la temperatura de la superficie terrestre depende de


tres factores: la radiación solar que recibe; la reflectividad de su
superficie (albedo) y la cantidad de calor proporcionada por la
atmósfera.
Gases de invernadero más importantes
Nombre y fórmula química Concentración (ppm)
Vapor de agua, H2O 0,1 (polo sur) – 40000 (trópicos)
Dióxido de carbono (CO2) 375
Metano (CH4) 1,7
Óxido nitroso (N2O) 0,3
Ozono (O3) 0,01 (en la superficie)
Freón-11 (CCl3F) 0,00026
Freón-11 (CCl2F2) 0,00047

Se conoce como efecto invernadero la acción de determinados


componentes de la atmósfera (gases de invernadero). Esa acción
consiste en la absorción de parte de la radiación infrarroja emitida
por la superficie terrestre y su irradiación devuelta hacia abajo. El
nombre invernadero se debe a que la acción de estos gases tiene
cierta semejanza con la que tienen los vidrios de un invernadero de
plantas que permiten la entrada de luz visible, pero impiden
parcialmente la salida de la radiación infrarroja.
Los gases de invernadero tienen la particularidad de realizar una
absorción "selectiva" de una porción de la radiación solar entrante,
pues permiten que la mayor parte de la radiación solar entrante (de
onda corta) llegue a la superficie terrestre, pero absorben una buena
cantidad de la radiación infrarroja terrestre (de onda larga), evitando
así que se escape rápidamente al espacio. Tanto el efecto
invernadero como la cantidad de radiación solar absorbida están
fuertemente influidos por la presencia de las nubes, que pueden
producir calentamientos o enfriamientos de la superficie de acuerdo
con su altitud y su espesor. También las coberturas de nieve y hielo
son elementos importantes a tener en cuenta en el balance de
energía del sistema Tierra-atmósfera.

Cabe destacar, que el efecto invernadero en la atmósfera constituye


indiscutiblemente un fenómeno real y natural (entendiendo como
natural una situación independiente de las actividades humanas) que
permite que las temperaturas de la superficie terrestre sean las
adecuadas para la vida.

Efecto invernadero artificial.

El efecto invernadero artificial es aquel provocado por la emisión en


gran cantidad de gases contaminantes en el aire. Gran parte de estos
gases no es absorbida por la naturaleza (vegetación principalmente),
formando una capa de contaminantes en la atmósfera. Entonces,
parte importante del calor de los rayos emitidos por el sol, después
de ser reflejados por la tierra, queda retenida en la atmósfera. Es
llamado artificial porque es generado a través de la acción del
hombre, al contrario que el natural, donde el planeta retiene una
parte del calor transmitido por el sol garantizando el mantenimiento
de la temperatura en la tierra de manera beneficiosa para los seres
vivos.
Origen y causas

Los gases de efecto invernadero principal son los generados por el


uso de fuentes de energía, especialmente los combustibles fósiles
(gasolina, diésel, queroseno y carbón). Por lo tanto, son causantes
del efecto invernadero las actividades industriales, vehículos que
utilizan combustibles fósiles, centrales térmicas y la quema de
bosques.

Los principales gases de efecto invernadero (GEI)

• Dióxido de carbono (CO2):

El dióxido de carbono es uno de los gases traza más comunes


e importantes en el sistema atmósfera-océano-Tierra, es el
más importante GEI asociado a actividades humanas y el
segundo gas más importante en el calentamiento global
después del vapor de agua. Este gas tiene fuentes
antropogénicas y naturales. Dentro del ciclo natural del
carbono, el CO2 juega un rol principal en un gran número de
procesos biológicos. En relación con las actividades humanas
el CO2 se emite principalmente, por el consumo de
combustibles fósiles (carbón, petróleo y sus derivados y gas
natural) y leña para generar energía, por la tala y quema de
bosques.

• Vapor de agua (H2O):

El vapor de agua sigue siendo el GEI más abundante en la


atmósfera y las nubes son una parte importante del
invernadero planetario de la tierra. Las nubes pueden provocar
el mismo efecto: calientan nuestro planeta atrapando el calor
que se encuentra debajo de ellas, las cuales reflejan los rayos
solares y poseen una influencia refrigerante. Además, la
temperatura del aire (que se ve afectada por las nubes),
también afecta la formación de las propias nubes. Es una
relación circular que hace que la investigación del clima sea
mucho más compleja. Las actividades humanas no están
afectando directamente la concentración media global del
vapor del agua. Una atmósfera más caliente tiende a
incrementar su contenido de vapor de agua lo cual afectará la
formación de nubes.

• Metano(CH4):

El metano es un fuerte GEI y juega un papel importante en la


determinación de la capacidad de oxidación de la tropósfera. El
metano es removido de la atmósfera por reacción con
radicales hidroxilos (OH) convirtiéndose finalmente en CO2.

La fuente más importante de metano es la descomposición de


materia orgánica en sistemas biológicos:

1. Las actividades agrícolas relacionadas con:

a. Fermentación entérica como consecuencia del proceso


digestivo de los herbívoros.

b. Descomposición en condiciones anaerobias (sin


oxígeno) del estiércol generado por especies pecuarias.

c. cultivos de arroz bajo riego.

d. quemas de sabanas y residuos agrícolas.

2. Disposición de residuos sólidos.

3. El tratamiento anaerobio de aguas residuales domésticas


e industriales.
• Óxido de nitrógeno (N2O):

El óxido nitroso, cuyas fuentes son de carácter natural y


antropogénico, contribuye con cerca del 6% del forzamiento del
efecto invernadero. Sus fuentes incluyen los océanos, la quema
de combustibles fósiles, biomasa y la agricultura. El óxido
nitroso es inerte en la tropósfera. Su principal sumidero es a
través de las reacciones fotoquímicas en la estratosfera que
afectan la abundancia de ozono estratosférico. La fuente más
importante de óxido nitroso son las emisiones generadas por
suelos agrícolas y en menor grado por el consumo de
combustibles fósiles para generar energía y las emitidas por
descomposición de proteínas de aguas residuales domésticas.
Las emisiones de óxido nitroso generadas por los suelos
agrícolas se deben principalmente al proceso microbiológico de
la nitrificación y desnitrificación del suelo. Se pueden distinguir
tres tipos de emisiones: las directas desde el suelo, las directas
de óxido nitroso del suelo debido a la producción animal
(pastoreo) y las indirectas generadas por el uso de fertilizantes.

• CFCs (clorofluorocarbonos):

Los clorofluorocarbonos (CFCs), los cuales incluyen el CFC11


(CFC3) y el CFC12 (CF2Cl2) son una familia de compuestos que
han sido utilizados como gases refrigerantes, solventes en
aplicaciones industriales, en la limpieza en seco y como
propulsor en los recipientes de aerosoles. Estos compuestos
también contribuyen en el efecto invernadero.

El cloro es un factor crucial en el proceso de destrucción del


ozono estratosférico, tanto como la radiación solar. Por esta
razón, es fundamental conocer su origen. Aunque existen
concentraciones de cloro de origen natural en la estratósfera,
estas son muy bajas y no pueden explicar los niveles de
destrucción de ozono observados en los últimos años.
El cloro atmosférico presente en las proporciones actuales
proviene de la creación de los clorofluorocarbonos (CFC) en la
década de 1950, para ser utilizados en diversas aplicaciones
industriales, como refrigerantes, extintores de incendios,
propelentes de aerosoles y aislantes térmicos, entre otros. Los
CFC pueden sobrevivir en la atmósfera durante entre 50 y 100
años, y ante la radiación UV se disocian y comienzan un
proceso de destrucción del ozono conocido como ozonólisis.

Consecuencias (que ya están ocurriendo)

• Aumento de temperatura en el planeta, también conocido


como el calentamiento global.

• Deshielo acelerado de los casquetes polares.

• Cambios climatológicos en varias regiones del mundo.

• Aumento de los desastres causados por la naturaleza:


tifones, inundaciones, largos períodos de sequía,
desertificación de las regiones entre otros.

• Incremento en el nivel del agua de los océanos con


posibilidad de la desaparición de islas y zonas costeras.
Diferencias y relación entre el efecto invernadero y el cambio
climático

• El cambio climático es una causa directa del efecto


invernadero.

• El efecto invernadero es el efecto natural que tienen algunos


gases al permanecer en la atmósfera y retener parte de la
radiación solar.

• El cambio climático es el proceso natural que pasa el planeta


entre glaciaciones y periodos de extremo calor.

• En la actualidad, el calentamiento global se vive, pero presenta


un aumento rápido por culpa del aumento del efecto
invernadero.

OZONO ESTRATOSFÉRICO: ESCUDO PROTECTOR DE LA


RADIACIÓN UV

El ozono (O3) es un compuesto químico formado por tres átomos de


oxígeno. Las moléculas de ozono se crean y destruyen
continuamente en la atmósfera por medio de mecanismos naturales,
de forma tal que existe un balance entre producción y destrucción.

Aproximadamente el 90 % del ozono atmosférico se encuentra en la


estratósfera (la porción de atmósfera situada entre los 10 km y 45
km de altura).

La cantidad total de ozono estratosférico es pequeña: si se lo


comprimiera a la presión y temperatura existentes en la superficie
de la Tierra, formaría una capa de aproximadamente 3 milímetros de
espesor. El ozono tiene una gran influencia sobre la biósfera por su
eficiente absorción de la radiación solar UV. Esta radiación se
clasifica en UV-A (longitudes de onda entre 320 y 400 nm), UV-B
(entre 290 y 320 nm) y UV-C (menos de 290 nm). Aunque los tres
tipos de radiación pueden dañar a los seres vivos, el efecto más
perjudicial es el causado por la UV-C. Afortunadamente, el ozono
absorbe totalmente la radiación UV-C y parcialmente las otras, por
lo que sólo se recibe en superficie el 10 % de la UV-B y el 90 % de la
UV-A. Entre los daños que puede causar la radiación UV-C está la
promoción de mutaciones en los genes, que pueden derivar en
cánceres, enfermedades oculares e inmunodeficiencias. Además,
puede dañar el fitoplancton, base de la cadena alimentaria de la vida
en el mar.

Los efectos de protección del ozono son posibles cuando este se


encuentra en su ámbito natural, es decir, en la baja estratósfera,
distribuido en una capa (la denominada capa de ozono) que va
desde los 12 a los 35 km de altura 22 aproximadamente. Sin embargo,
el ozono es nocivo cuando está en niveles más bajos (en la
tropósfera) debido a su acción contaminante, ya que contribuye a
potenciar el efecto invernadero natural. Los pasos involucrados en
la formación natural de ozono en la estratósfera (denominada
ozonogénesis), la cual, se puede observar en a continuación:
El ozono se forma al incidir la radiación UV sobre moléculas de
oxígeno (O2) atmosférico. Si la radiación posee una longitud de onda
inferior a los 240 nm (radiación UV-C), los fotones (partículas de
energía o de luz) que la constituyen son absorbidos por el O2 , rompen
sus ligaduras y dan lugar a dos átomos de oxígeno. Como los átomos
de oxígeno son fuertemente reactivos, muchos de ellos, al colisionar
con el O2, producen ozono. Esta reacción, que permite atrapar la
energía de los fotones incidentes, ocurre sólo en presencia de una
tercera molécula (por ejemplo, nitrógeno) capaz de absorber la
energía remanente. Tan importante como la formación de ozono es
su destrucción (llamada ozonólisis), observándose a continuación

Las ligaduras del ozono son también blanco de la radiación


ultravioleta (en este caso de la UV-B). De esta forma se cierra el ciclo
de producción y destrucción natural del ozono estratosférico; como
beneficio, toda la radiación solar UV menor de 290 nm y gran parte
de la comprendida entre 290 y 310 nm se absorbe en la alta
atmósfera y, por lo tanto, no llega a la superficie terrestre.
Smog

Se trata de una contaminación del aire que se da cuando se combina


niebla con humo y otras partículas contaminantes que flotan en la
atmósfera, en zonas con niveles de contaminación elevada. Así,
puede darse cuando hay niebla o bruma y el aspecto que tiene es
que el ambiente está lleno de humo, normalmente de olor extraño y
de colores que pueden ir desde el gris hasta el naranja o rojizo,
existen dos tipos de smog: el fotoquímico y el industrial.

Smog fotoquímico

Este tipo de smog se forma a partir de la reacción de la luz solar con


los contaminantes emitidos por los automóviles, las fábricas y otras
fuentes de emisión. Los principales contaminantes en el smog
fotoquímico son los óxidos de nitrógeno (NOx) y los compuestos
orgánicos volátiles (COV). El smog fotoquímico se caracteriza por una
neblina amarillenta y puede causar problemas respiratorios y de
salud.

Smog industrial

El smog industrial es un tipo de contaminación del aire que se


produce a partir de la emisión de gases y partículas contaminantes
por parte de las industrias y las fábricas. Este tipo de smog se
caracteriza por una neblina densa y oscura que puede reducir la
visibilidad y causar problemas respiratorios y de salud en las
personas expuestas a él. Es causado por la emisión de
contaminantes atmosféricos, como óxidos de azufre, óxidos de
nitrógeno, monóxido de carbono, compuestos orgánicos volátiles y
partículas en suspensión. Estos contaminantes son liberados por las
fábricas y las industrias durante los procesos de producción y
pueden tener efectos negativos en la salud humana y el medio
ambiente.
Impacto de las actividades humanas en la atmósfera

Atmósfera urbana

Los procesos de urbanización e industrialización son responsables


de alterar el clima de las ciudades como consecuencia del
reemplazo de las coberturas naturales del suelo por superficies
construidas, de la liberación de calor antropogénico a la atmósfera y
de la generación de residuos. De esta forma, dentro de las ciudades
se desarrollan procesos atmosféricos locales que son propios de
espacios construidos, así como alteraciones perceptibles con
respecto a las condiciones climáticas observadas en las regiones
rurales adyacentes.

Contaminación del aire

Una de las diferencias más significativas entre la atmósfera de las


ciudades, espacios urbanizados y la atmósfera rural, radica en la
composición del aire. El aire de la atmósfera urbana está compuesto,
además de la mezcla de gases mencionada anteriormente, por otros
gases (principalmente dióxido de azufre, óxidos de nitrógeno y
monóxido de carbono), productos fotoquímicos (como el ozono),
partículas y aerosoles (polvo, humos, cenizas, sales, etc.).

La composición de la atmósfera urbana es consecuencia de las


combustiones doméstica, industrial, transporte, producción de
energía e incineración de residuos, etc. Muchos de estos
componentes de la atmósfera urbana se comportan como
catalizadores que propician ciertas reacciones químicas y
fotoquímicas (es decir, con la intervención de la radiación solar).

Entre ellas, cabe destacar la que conduce a la formación de ozono


troposférico en áreas industriales y urbanas a causa de las
emisiones de hidrocarburos y óxidos de nitrógeno por parte del
parque automotor. Este ozono urbano nocivo entra en juego con
otras reacciones para formar el smog fotoquímico. Gran parte de
estos compuestos químicos que se encuentran presentes en la
atmósfera urbana pueden dar lugar a episodios de contaminación
severa bajo ciertas condiciones meteorológicas.

En general, las condiciones climáticas más desfavorables para que


los contaminantes tengan una alta dilución atmosférica, están
asociadas con los sistemas anticiclónicos de invierno que favorecen
la formación de inversiones térmicas e inhiben la mezcla vertical.

El fenómeno de inversión térmica se produce ocasionalmente y en


circunstancias en las que la temperatura aumenta con la altura.
Cuando el área urbana se encuentra en un emplazamiento
geográfico singular, tal como un valle o cuenca rodeada por
montañas, la inversión térmica puede actuar como una auténtica
tapa formando una cúpula de polvo sobre la ciudad. Santiago de
Chile, es un ejemplo claro de lo anterior, donde se puede apreciar en
la siguiente imagen;
El agujero de ozono

Desde comienzos de la década de 1980 se realizaron


observaciones sobre la concentración del ozono estratosférico,
las cuales permitieron constatar que los meses de septiembre y
octubre de cada año se produce en la región antártica una
vertiginosa caída en la concentración del ozono. Este fenómeno,
conocido como "agujero de ozono", está centrado cerca del polo
sur, comprendiendo toda la Antártida y mares adyacentes. El
área que queda debajo del agujero de ozono abarca millones de
kilómetros cuadrados; el 10 de septiembre de 2000 ocurrió una
de las caídas más grandes de la concentración observada hasta
la fecha. Hay acuerdo en señalar que la formación periódica del
agujero de ozono obedece a la acción conjunta de tres factores
fundamentales: los clorofluorocarbonos (CFC); la circulación
atmosférica y las nubes estratosféricas polares.
El ozono y la circulación atmosférica

Con el advenimiento de la noche polar, la ausencia de radiación


solar enfría la atmósfera y da origen a un vórtice estratosférico
polar caracterizado por vientos que giran ciclónicamente (como
las agujas del reloj en el hemisferio sur) a gran velocidad sobre el
continente antártico entre los 8 y 50 km de altura. Al comienzo
de la primavera sus ráfagas alcanzan los 400 km/h. El vórtice
polar puede ser imaginado como una pared de un recipiente de
500 km de diámetro que impide el intercambio gaseoso del aire
que se halla en su interior con el que está afuera. En la noche
polar, cesan dentro del vórtice las reacciones fotoquímicas
(responsables, entre otras cosas, de la formación y destrucción
natural del ozono), pero no las químicas. Un ejemplo de estas
últimas es la reacción entre los compuestos clorados que origina
moléculas más estables que se depositan en reservorios
inactivos. El cloro se almacena como cloro molecular (Cl2) inerte
en la oscuridad, pero con una vida media de una hora después
de la llegada de la luz solar. Al término de la noche polar, el Cl2,
hasta entonces inactivo, se separa en dos átomos de cloro (Cl)
muy reactivos ante la presencia de la radiación UV. Los átomos
de Cl liberados colisionan con moléculas de ozono, produciendo
monóxido de cloro (ClO) y oxígeno molecular (O2). A continuación,
el ClO puede reaccionar con átomos de oxígeno producidos en el
proceso natural de formación y destrucción del ozono, en donde
finalmente se regenera el cloro atómico. De esta manera, un solo
átomo de cloro es capaz de dar origen a una reacción que
destruye 100.000 moléculas de ozono.
Las nubes estratosféricas polares

Dentro del vórtice polar, la temperatura desciende hasta niveles


entre -80 y -90 ºC, lo que provoca la formación de las nubes
estratosféricas polares (NEP) a aproximadamente 20 km de
altura. Estas nubes, a diferencia de las nubes troposféricas, están
compuestas por partículas de cristales de hielo y ácido nítrico que
descienden por su peso a una velocidad de 1 km/día. Esta
desnitrificación de la estratósfera genera las condiciones
favorables para que el cloro pueda llevar a cabo las masivas
destrucciones de ozono. Tanto la presencia de un vórtice polar
intenso como la existencia de las NEP permiten explicar por qué
el agujero de ozono en el hemisferio sur es más evidente que en
el hemisferio norte. Mientras que la Antártida es un continente
casi perfectamente centrado en el polo sur y rodeado por las más
extensas superficies de agua del planeta, el ártico es un inmenso
océano congelado rodeado de grandes extensiones de tierras
continentales. Estas desigualdades topográficas son
fundamentales para la formación y permanencia del vórtice
polar. Así, mientras que en la Antártida los vientos que definen el
vórtice giran sobre la superficie lisa del mar prácticamente sin la
presencia de obstáculos, en el ártico, esos vientos chocan, en
gran parte de su recorrido, con barreras montañosas como los
Alpes escandinavos, los montes Urales y las montañas rocosas
canadienses− que desestabilizan el vórtice y hacen que, en varias
ocasiones y durante el invierno, desaparezca y se forme
nuevamente unos días más tarde. La rotura del vórtice termina
con las condiciones de aislamiento del aire interior y masas de
aire precedentes de latitudes más bajas, y por lo tanto más
calientes, que reemplazan a las que se encontraban en el interior.
De esta forma, el aire en el interior del vórtice ártico tiene una
temperatura entre 10 y 15 °C más elevada que en el vórtice
antártico, lo que inhibe también el desarrollo de NEP.

También podría gustarte