Derechos Reales
Derechos Reales
Derechos Reales
El Libro II del Código Civil regula la propiedad, los bienes y sus modificaciones, y
recorre el abanico de situaciones que puede enfrentar un ciudadano en relación
con sus derechos reales sobre los bienes. El ámbito de aplicación del derecho real
será, por tanto, las relaciones jurídicas que derivan del ejercicio de esa
titularidad sobre un bien y los vínculos que se establecen en consecuencia entre
las personas.
USO Y HABITACION
Los derechos de Uso y Habitación son Derechos Reales independientes
del usufructo y diferentes entre sí, regulados en Derecho común en el título VI del
libro II del Código Civil: Del usufructo, del uso y de la habitación, en un capítulo
aparte, el II: del uso y de la habitación.
Tanto el uso como la habitación pueden constituirse mediante negocio jurídico
unilateral o bilateral, inter vivos (compra-venta) o mortis causa (testamento), a
título gratuito o bien oneroso.
El derecho de uso es un derecho real en cosa ajena concedido de forma personal
al usuario para obtener todos los servicios o frutos que pueda aprovechar.
El derecho de uso es el derecho o facultad que tiene una persona de usar
una cosa de la que no es propietaria.
Su constitución es voluntaria o por prescripción, y el contenido de uso y frutos
viene determinado por lo que pueda consumir el usuario.
El derecho de habitación es un derecho real, como lo es el derecho de
servidumbre o el derecho de propiedad, en cosa ajena con finalidad exclusiva de
alojamiento, con las mismas obligaciones y limitaciones que el usuario, o derecho
de uso sin percepción de frutos, aplicado a la vivienda.
Requiere un acto expreso, más o menos solemne, que ha de probarse por quien lo
alegue.
La habitación, a diferencia del uso, es singular y autoriza a ocupar las piezas
necesarias, y no toda la casa como el uso.
El objeto es la casa y el destino el alojamiento, excluyéndose el pago de una
renta.
Son características del mismo la temporalidad, gratuidad e intransmisibilidad.
Tanto el derecho de habitación como el de uso son inscribibles en el Registro de la
Propiedad, como declara específicamente el artículo 2.2 de la LH, aunque sin
carácter obligatorio.