Adoremos A Dios

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Adoremos a Dios.

Él sostiene el universo como una semilla en la palma de su


mano. Él es todopoderoso, todo bondad, más hermoso de lo que podemos
imaginar y más real que las pequeñas cosas que percibimos tan fácilmente.
Imagina a Cristo sentado a tu lado.

Digámosle: “Oh Dios mío, adoro tu divina grandeza desde la profundidad de


mi pequeñez; eres tan grande y yo tan pequeño”; o reza el Gloria Patri. Repite
cuantas veces creas necesario.

Gloria Patri, et Filio, et Spiritui Sancto. Sicut erat in principio, et nunc, et semper, et in
sæcula sæculorum. Amen. Gloria al Padre, al Hijo y al Espíritu Santo.

Contrición

Próximos 10 minutos: Ofrece reparación. Lo que salva no es tu amor por


Dios, sino Su amor por ti. Examina tu conciencia. Ofrece reparación por los
pecados del mundo. Reza: “Oh Jesús mío, lo siento mucho. Perdóname”.
(Imagina a Jesús en la cruz; besa cada llaga).

CANTO NADIE TE AMA COMO YO


Cuánto he esperado este momento Yo sé bien lo que en ti sientes
Cuánto he esperado que estuvieras aquí Aunque nunca lo compartas
Cuánto he esperado que me hablaras
Cuánto he esperado que vinieras a mí Yo a tu lado he caminado
Junto a ti yo siempre he ido
Yo sé bien lo que has vivido Aún a veces te he cargado
Yo sé bien por qué has llorado Yo he sido tu mejor amigo
Yo sé bien lo que has sufrido
Pues de tu lado no me he ido Pues nadie te ama como yo
Pues nadie te ama como yo
Pues nadie te ama como yo Mira la cruz, esa es mi más grande prueba
Pues nadie te ama como yo Nadie te ama como yo
Mira la cruz, esa es mi más grande prueba
Nadie te ama como yo Pues nadie te ama como yo
Pues nadie te ama como yo
Pues nadie te ama como yo Mira la cruz, fue por ti, fue porque te amo
Pues nadie te ama como yo Nadie te ama como yo
Mira la cruz, fue por ti, fue porque te amo
Nadie te ama como yo Como yo
Como yo
Yo sé bien lo que me dices Como yo
Aunque a veces no me hablas
Consejo rápido: Escrituras para contrición: 1 Corintios 13,4-7; Colosenses
3,5-10; 1 Timoteo 1,12-17; Santiago 3,2-12; 1 Juan 1,5 y 2,6; Salmos
penitenciales: 6, 32, 38, 51, 102, 130, 142.

R./: “Jesús Eucaristía, ven a nuestras almas”.

Tú eres la paz donde todas las cosas se calman… R./


Tú eres el lugar para ocultarse del mal… R./
Tú eres la luz que brilla en la oscuridad… R./
Tú eres la chispa eterna del corazón… R./
Tú eres la puerta que se encuentra abierta de par en par… R./
Tú eres el huésped que espera adentro… R./
Tú eres el extraño en la puerta… R./
Tú eres la llamada del pobre… R./
Tú eres la luz, Tú eres la verdad, Tú eres la vida… R./
Tú eres el camino… R./
Tú eres mi amigo, mi Señor y mi Salvador por siempre… R./

Silencio

Comunión Espiritual:
Señor Jesucristo, creemos firmemente que te encuentras presente en el Santísimo
Sacramento del Altar, te amamos con todo nuestro corazón y deseamos ardientemente
recibirte, más como no lo hacemos en este momento sacramentalmente, te pedimos
vengas espiritualmente a nuestro corazón (silencio). Y porque ya te hemos recibido,
no permitas, Jesús, que jamás nos apartemos de Ti. Amén.

Cuando estás en el altar Aunque fallen los Admirable sacramento


sentidos
El cielo baja a la tierra Alimento celestial
Eres Tú en el Pan y el
Los ángeles y santo Vino Bendito y alabado

Te adoran sin cesar. Cuando estás en el altar Dios eterno e inmortal

Por la fe, sé que es Bendito y alabado Aquí estás, mi Dios, mi


verdad todo
Sea Jesús en el altar
En el pan angelical
Cuando estás en el altar

Dios y hombre, todo entero Alimento celestial

Aquí están tu Cuerpo y Sangre, Bendito y alabado

Tu Alma y tu Divinidad Dios eterno e inmortal

Con dulzura y suavidad Aquí estás, mi Dios, mi todo

En la paz y en el silencio En el pan angelical

Nos transforma tu presencia Bendito, bendito, bendito sea Dios

Cuando estás en el altar Los ángeles cantan y alaban a Dios

Bendito y alabado Los ángeles cantan y alaban a Dios

Sea Jesús en el altar Yo creo, Jesús mío, que estás en el alta

Admirable sacramento

Oculto en la hostia te vengo a adorar Alimento celestial

Oculto en la hostia te vengo a adorar Bendito y alabado

Bendito y alabado Dios eterno e inmortal

Sea Jesús en el altar Aquí estás, mi Dios, mi todo

Admirable sacramento

En el pan angelical
Lector:
Abre tu corazón a Jesús, pídele que experimentes su presencia en todo
momento, principalmente en los momentos más difíciles para ti. Adora a
Jesús también en silencio. Pide la luz del Espíritu Santo para que así
puedas sentir la presencia de Dios y recibir su consuelo.

Si en algún momento difícil de tu vida no sientes la presencia de Dios, no


te preocupes. Sentir que Dios está lejos es una experiencia común,
especialmente en tiempos de sufrimientos. Dios está cerca de los que se
encuentran angustiados. Y recuerda que tú te encuentras siempre en la
presencia amorosa de Dios. El nunca se olvida de ti. Pensar en esto, es
hacer una poderosa oración de fe.

Oración:
Señor; creo que Tú estás aquí, en este momento, amándome. Pero está
oscuro y no puedo ver tu esplendor. Hay silencio y no escucho tu voz. Mi
corazón está muy roto y temeroso de no poder sentir el calor de tu
presencia amable. Sólo puedo orar: quédate conmigo, Señor. Quiero ver
tu rostro. Quiero saber que Tú estás cerquita de mí. Quiero sentir que me
tomas entre tus brazos. Quiero sentirme seguro junto a Ti. Quiero tener
paz. Aunque no te pueda sentir, sostenme fuerte. Aunque no pueda verte,
permanece a mi lado, nunca me dejes sólo. Aún en la hora más oscura,
quédate conmigo, Señor. Me encomiendo completamente a tu amor
misericordioso. Amén.

Silencio.

Canto:
Estoy pensando en Dios
Estoy pensando en su amor (2)

Olvida el hombre a su Señor y poco a poco se desvía


Y entre angustia y cobardía va perdiéndose el amor.
Dios le habla como amigo, huye el hombre de su amor.

Yo siento angustia cuando veo que después de dos mil años


Y entre tantos desengaños pocos viven por amor
Muchos hablan de esperanza más se alejan del Señor.

Todo podría ser mejor si mi pueblo procurase


Caminar sin alejar del camino del Señor
Pero el hombre no hace suyos los caminos del amor.

Todo podría ser mejor si en fervor y en alegría


Fuesen las madres María y los padres san José
Y sus hijos imitasen a Jesús de Nazareth.

Lector:
Abre tu corazón a Jesús, pídele que experimentes
su presencia en todo momento, principalmente en
los momentos más difíciles para ti. Adora a Jesús
también en silencio. Pide la luz del Espíritu Santo
para que así puedas sentir la presencia de Dios y
recibir su consuelo.

Si en algún momento difícil de tu vida no sientes la


presencia de Dios, no te preocupes. Sentir que Dios
está lejos es una experiencia común, especialmente
en tiempos de sufrimientos. Dios está cerca de los
que se encuentran angustiados. Y recuerda que tú
te encuentras siempre en la presencia amorosa de
Dios. El nunca se olvida de ti. Pensar en esto, es
hacer una poderosa oración de fe.

Oración:
Señor; creo que Tú estás aquí, en este momento,
amándome. Pero está oscuro y no puedo ver tu
esplendor. Hay silencio y no escucho tu voz. Mi
corazón está muy roto y temeroso de no poder
sentir el calor de tu presencia amable. Sólo puedo
orar: quédate conmigo, Señor. Quiero ver tu rostro.
Quiero saber que Tú estás cerquita de mí. Quiero
sentir que me tomas entre tus brazos. Quiero
sentirme seguro junto a Ti. Quiero tener paz.
Aunque no te pueda sentir, sostenme fuerte.
Aunque no pueda verte, permanece a mi lado,
nunca me dejes sólo. Aún en la hora más oscura,
quédate conmigo, Señor. Me encomiendo
completamente a tu amor misericordioso. Amén.

Silencio.

Canto:
Ya no eres pan y vino Ya no falta nada
Ahora que eres cuerpo y sangre Lo tengo todo te tengo a Ti...
Vives en mi
Dueño y rey del universo
De rodillas yo caigo al contemplar tu ¿Cómo puede ser posible que busques
bondad mi amor?
¿Cómo no te voy a adorar?
Tu tan grande y yo pequeño y te fijas en
Mientras te pierdes en mis labios mi
Tu gracia va inundando todo mi corazón ¿Cómo no te voy a adorar?
(Mi corazón)
De rodillas yo te pido
Por esa paz que me llena de alegria mi Que el día cuando tu me llames, sea
ser como hoy
¿Cómo no te voy a adorar? (Sea como hoy)
Señor Jesús (Señor) Para mirarte a los ojos y poderte decir
Mi salvador (Jesús) Que: ¿cómo no te voy adorar?
Amor eterno, amor divino
Señor Jesús (Señor)
Ya no falta nada Mi salvador (Jesús)
Lo tengo todo te tengo a Ti... Amor eterno, amor divino
Ya no falta nada, lo tengo todo, te tengo Ya no falta nada, lo tengo todo...
a tí Te tengo a tí...

Ten fe y no dudes; Jesús es infinitamente fiel a sus


promesas.
Este momento de adoración es muy importante para
ti pero para Jesús también. La Madre María Inés
decía que es «una audiencia especial con el
Amado». ¡No desperdicies esta hermosa
oportunidad de estar con Él!

Encomienda tu pasado a la misericordia de Dios,


encomienda tu futuro a su providencia y vive el
presente con todo su amor. Nuestra indignidad es
grande, pero mucho más grande es el amor y la
misericordia de Dios.

Esta Visita Eucarística guía e influye en toda


nuestra vida. Atrae juntos los frutos de todas las
otras prácticas de piedad que hacemos y los lleva a
su realización.

Esta Hora Santa es el gran modo de sentir y de vivir


a Jesús, es el gran modo de dejar a un lado la
infancia e ir formando en nosotros una personalidad
en Cristo Jesús, es el gran secreto para
experimentar una transformación en nuestra vida.
Es experimenta la relación de Jesús con su Padre y
con la humanidad. Es la garantía de la
perseverancia.

Oración:
Divino Corazón de Jesús:
Por medio del inmaculado Corazón de María
Te ofrezco todas mis plegarias, trabajos,
Alegrías y sufrimientos de este día,
En reparación por los pecados y por la salvación de
todos
Los hombres y mujeres
Según las intenciones especiales del Papa,
Con la gracia del Espíritu Santo,
Para gloria del Padre celestial.
Amén.

Silencio.

Canto:
Gracias quiero darte por amarme
Gracias quiero darte yo a Ti, Señor
Hoy soy feliz porque te conocí
Gracias por amarme a mí.
Yo quiero ser, Señor amado
Como el barro en manos del alfarero
Toma mi vida, hazla de nuevo
Yo quiero ser un vaso nuevo.
Te conocí y te amé
Te pedí perdón y me escuchaste
Si te ofendí, perdóname Señor
Pues te amo y nunca te olvidaré.

Lector:
Nuestra vida para ser Eucarística, debe ser trigo,
semilla y tierra; luz y tinieblas, crecimiento y
molienda; ritmo y estación, ya árida, ya floreciente,
ya árida de nuevo. Fuerza eruptiva de fe y de
esperanza.

Oración:
Que la fuerza de Dios nos gobierne
Que el poder de Dios nos preserve
Que la sabiduría de Dios nos instruya
Que la mano de Dios nos proteja
Que el camino de Dios nos dirija
Que el escudo de Dios nos defienda
Que las huestes de Dios nos protejan
Ahora y siempre. Amén.

Silencio.

Canto:
Si yo no tengo amor , Yo nada soy, Señor
Si yo no tengo amor , Yo nada soy, Señor.
El amor es comprensivo, el amor es servicial
El amor no tiene envidia, el amor no busca el mal.

El amor nunca se irrita, el amor no es descortés


El amor no es egoísta, el amor nunca es doblez.

Nuestra fe, nuestra esperanza frente a Dios


terminará
El amor es algo eterno; nunca, nunca pasará.

Lector:
Esta es la esencia verdadera de la oración: no que
nosotros nos dirijamos a Dios, sino que Dios se
dirige a nosotros. La oración expone a Dios lo que
somos, todos nuestros dolores, nuestra debilidad.
Dios siempre ve nuestro corazón.Incluso aquello
que aún todavía no ha sido visto por nosotros
mismos.

Sólo Dios nos conoce verdaderamente y sea lo que


fuere nuestro amor propio, el amor de Dios es más
grande. Nada puede aparta a Dios; ni el pecado ni
el mal.Dios nos ama con apego total. Sólo en
oración nos entregamos a este amor. Abre tu
corazón a Jesús y permite que invada tu vida entera
con su presencia.
Oración:
Señor del mundo y de la paz,
Ayúdanos a unir estas dos palabras en nuestra vida
diaria.
Paz en el mundo y paz en nuestros corazones.
Esto es lo que te pedimos, Señor.
Porque para que haya paz en el mundo,
Debe haber paz en nuestro corazón.
Quita de nosotros el odio y el rencor
Y todo lo que impida una vida serena y feliz
Danos tu paz, oh Señor, la paz que el mundo a
menudo ni comprende ni valora
Pero sin la cual el mundo no podría vivir.
Amén.

Canto:
Tan cerca de ti, tan cerca de mi
Que hasta lo puedo tocar. Jesús está aquí (2)

Míralo a tu lado caminando, paseando entre la


multitud
Muchos ciegos son, sin quererlo ver, ciegos de
ceguera espiritual

Le hablaré muy quedo al oído, le contaré las cosas


que hay en mí
Y que sólo a El le interesarán, El es más que un
mito para mí.
No busquéis a Cristo en lo alto, ni lo busques en la
oscuridad
Muy dentro de ti, en tu corazón, puedes adorar a tu
Señor.

Oración participada:
Gracias Jesús, por que darte con nosotros como lo
prometiste a tus apóstoles. Ahora, en estos
momentos de oración oramos juntos y te decimos:
R./ “Yo estaré con ustedes todos los días hasta el
fin del mundo”

Tu presencia nos llena de alegría… R./


Tu presencia nos da fortaleza… R./
Tu presencia nos ilumina… R./
Tu presencia nos da confianza para seguir siempre
adelante… R./
Tu presencia nos da paz… R./
Tu presencia nos alimenta… R./
Tu presencia nos compromete a dar un buen
testimonio… R./
Gracias Jesús, por quedarte entre nosotros en el
sacramento de la eucaristía… R./ Amén.
VASO NUEVO»
Gracias quiero darte por amarme,
gracias quiero darte yo a ti Señor,
hoy soy feliz porque te conocí
gracias por amarme a mí también.
Yo quiero ser, Señor amado,
como el barro en manos del alfarero,
toma mi vida hazla de nuevo,
yo quiero ser un vaso nuevo.
Te conocí y te amé,
te pedí perdón y me escuchaste
si te ofendí perdóname Señor
pues te amo y nunca te olvidaré.

Bienvenidos todos a esta Hora Santa en la que


tendremos unos momentos de Adoración al
Santísimo Sacramento y el rezo del Santo Rosario
Eucarístico en honor de nuestro señor Jesucristo,
por su amor y en reparación de las ofensas
cometidas contra el Inmaculado Corazón de María
pidiendo por la conversión de los pecadores.

Permita Dios, en Su Infinita Misericordia, que este


momento sea vivido como nos lo pide la Santísima
Virgen María en Fátima cuando dice: «Oren, oren
mucho y hagan sacrificios por los pecadores. Son
muchas almas que van al infierno porque no hay
quien se sacrifique y ruegue por ellas» (19 de
agosto de 1917). Sabemos que la Virgen María
protegerá a todos los que nos unimos con ella en
esta Hora Santa, pidiendo a su Hijo Jesús por la
redención del mundo y, particularmente para que
nuestra Iglesia sea verdaderamente una comunión
de fe y fraternidad. Nos ponemos de rodillas.
EXPOSICIÓN DEL SANTÍSIMO COMO DE ORDINARIO.

Guía: Señor Jesús te adoramos aquí presente en


esta Hostia Santa. Te bendecimos y te damos
gracias por tu presencia hoy aquí entre nosotros.
Tú has dicho: «Este es mi cuerpo que se ofrece por
ustedes». ¡Oh Jesús!, llena nuestros corazones con
tu Espíritu Divino para que podamos adorarte,
junto a tu Madre Santísima, con fe y esperanza en
esta hora de reparación por las ofensas que se
hacen a tu Sagrado Corazón y al corazón
inmaculado de tu Madre Santísima

Lector 1: Señor, hemos venido a adorarte y


agradecerte por tu constante oración al Padre. Te
damos gracias por la decisión que tomaste la noche
de tu entrega mientras sudabas sangre, tú le dijiste
al Padre: ……..«No se haga mi voluntad, sino la
tuya».

Lector 2: Tu santísima Madre, en el momento de la


anunciación, sin llegar a comprender plenamente
tus planes, dijo: «Hágase en mí, según tu palabra»,
que es lo mismo que decir «Hágase en mí según tu
voluntad».

Lector 1: Señor Jesús, te pedimos que nos enseñes


a decir siempre : «Padre que se haga tu voluntad».
Queremos decirlo en todas las circunstancias de
nuestras vidas, sobre todo cuando nos resistimos a
aceptar lo que nos pasa y también en todas las
situaciones futuras donde seremos tentados a no
aceptar la voluntad del Padre, permítenos
mantenernos fieles a Su voluntad.s

Lector 2: Señor, Danos un corazón semejante al


tuyo, dile a tu Madre Santísima que nos preste su
corazón para amarte como Ella, que fue siempre
fiel al cumplimiento de tu voluntad.

Monitor: Iniciamos ahora el rezo de nuestro Rosario


Eucarístico recitando el acto de contrición:

Señor mío Jesucristo, Dios y Hombre verdadero,


Creador, Padre y Redentor mío; por ser vos quien
sois, bondad infinita, y porque os amo sobre todas
las cosas, me pesa de todo corazón haberos
ofendido; también me pesa porque podéis
castigarme con las penas del infierno. Ayudado de
vuestra divina gracia, propongo firmemente nunca
más pecar, confesarme y cumplir la penitencia que
me fuere impuesta. Amén.

PRIMER MISTERIO EUCARÍSTICO

En este primer misterio Eucarístico, contemplamos


cómo Nuestro Señor Jesucristo, reunido con sus
Apóstoles, en la última cena, bendijo el pan y lo
repartió diciendo: «Tomen y coman, este es mi
cuerpo», dejando así instituida la Eucaristía, como
manifestación de su amor por los Hombres para
quedarse con nosotros hasta que se clausuren los
siglos y comience la eternidad.
Jesús Sacramentado, te pedimos por todos aquellos
que no creen en tu presencia real en Cuerpo,
Sangre, Alma y Divinidad en la Eucaristía y te
suplicamos que tu Madre Santísima los atraiga a Ti.
Padre Nuestro, diez Ave Marías y Gloria.

Jaculatoria: ¡Oh! Jesús mío, perdona nuestros


pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al
cielo a todas las almas, especialmente a las más
necesitadas de Tu misericordia. Amén.

Canto:

«¡OH, BUEN JESÚS!»


¡Oh, buen Jesús!
Yo creo firmemente
que por mi bien estás en el altar,
que das tu cuerpo y sangre juntamente
al alma fiel en celestial manjar,
al alma fiel en celestial manjar (2 veces).
Dulce maná y celestial comida,
gozo y salud de quien te come bien,
ven sin tardar, mi Dios, mi Luz, mi Vida,
Desciende a mí, hasta mi pecho ven. (bis)

SEGUNDO MISTERIO EUCARÍSTICO


En el segundo misterio Eucarístico, contemplamos
cómo Jesús, en su infinito amor, queriendo hacer
partícipe a toda la humanidad de las excelencias de
la Eucaristía, dio a sus sacerdotes el poder de
transformar el pan en el Cuerpo de Cristo y el vino
en su Sangre.

Señor Jesús, te pedimos por todos los sacerdotes


del mundo entero para que, alimentados de tu
Cuerpo y Sangre, y bajo el cuidado amoroso de tu
Madre María, se sepan siempre fortalecidos y
animados para vivir el ministerio con alegría.

Padre Nuestro, diezAve Marías y Gloria.

Jaculatoria: ¡Oh! Jesús mío, perdona nuestros


pecados, líbranos del fuego del infierno, lleva al
cielo a todas las almas, especialmente a las más
necesitadas de Tu misericordia. Amén.

Canto: Todo lo haces nuevo, Jesús


Todo lo haces nuevo, Jesús
Tú obras maravillas con tu gracia Mi vida es tuya, Señor
Nada es imposible en tus manos Renuévame con tu amor
Ven, hasta lo más hondo de mi sed Señor y Jesús
Tú obras maravillas con tu gracia Uh, uh-uh-uh
Nada es imposible en tus manos
Ven, hasta lo más hondo de mi sed Limpia mis heridas con tu gracia
Ven, creo en tu palabra y tu poder Quema con tu fuego hoy mi vida
Porque Ven, hasta lo más hondo de mi sed
Ven, creo en tu palabra y tu poder
Porque
Todo lo haces nuevo, Jesús Dejando todo atrás
Todo lo haces nuevo, Jesús Quiero volver a empezar
Mi vida es tuya, Señor Restáurame
Renuévame con tu amor Renuévame
Todo lo haces nuevo, Jesús Dejando todo atrás
Todo lo haces nuevo, Jesús Quiero volver a empezar
Mi vida es tuya, Señor Restáurame
Renuévame con tu amor Renuévame
Señor y Jesús
Dejando todo atrás Mi vida es tuya, Señor
Quiero volver a empezar Renuévame con tu amor
Restáurame
Renuévame Todo lo haces nuevo, Jesús
Todo lo haces nuevo, Jesús
Dejando todo atrás Mi vida es tuya, Señor
Quiero volver a empezar Renuévame con tu amor
Restáurame
Todo lo haces nuevo, Jesús
Todo lo haces nuevo, Jesús Todo lo haces nuevo, Jesús
Todo lo haces nuevo, Jesús Todo lo haces nuevo, Jesús
Todo lo haces nuevo, Jesús

TERCER MISTERIO
EUCARÍSTICO Te pedimos, Señor
Jesús, por todos los
En este tercer misterio enfermos que, con un
Eucarístico, corazón sincero y
contemplamos cómo mucho amor, comulgan
Nuestro Señor de tu cuerpo y sangre y
Jesucristo está vivo y te encomendamos a
verdadero, en cada todos los que les llevan
hostia y aún en cada la comunión, para que
partícula, se sepan siempre
repartiéndose en cada acompañados de tu
una de las misas Santísima Madre.
celebradas hasta en la
más lejana de las Padre Nuestro, Ave
iglesias de la tierra. Marías y Gloria.
¿Acaso no estoy yo aquí
Que soy tu Madre?
Jaculatoria: ¡Oh! Jesús Bajo mi manto
Y en mi regazo
mío, perdona nuestros Te cuidaré
¿Acaso no estoy yo aquí
pecados, líbranos del Que soy tu Madre?

fuego del infierno, Toma mi mano


Y hacia mi Hijo
lleva al cielo a todas las Te llevaré
Déjame consolarte
almas, especialmente a Déjame a Jesús llevarte
Déjame ser tu Madre
las más necesitadas de Déjame consolarte
Tu misericordia. Amén. Déjame a Jesús llevarte
Déjame ser tu Madre
¿Acaso no estoy yo aquí
Que soy tu Madre?
Bajo mi manto
Y en mi regazo
Te cuidaré
Hijo mío
Lo que te aflige y asusta
Se encuentra en las manos de Dios
Se encuentra en las manos de Dios ¿Acaso no estoy yo aquí
Que soy tu Madre?
Hijo mío Toma mi mano
No temas ninguna angustia Y hacia mi Hijo
No se turbe tu corazón Te llevaré
No se turbe tu corazón
¿Acaso no estoy yo aquí
Que soy tu Madre?
Bajo mi manto
Y en mi regazo
Te cuidaré
¿Acaso no estoy yo aquí
Que soy tu Madre?
Toma mi mano
Y hacia mi Hijo
Te llevaré
Hijo mío
Lo que te aflige y asusta
Se encuentra en las manos de Dios
Nada es imposible para nuestro Dios
Hijo mío
No temas ninguna angustia
No se turbe tu corazón
No se turbe tu corazón
adorado y glorificado
en su Cuerpo y Sangre,
bajo las especies de
pan y de vino.

Santísimo Sacramento,
ponemos en tu
presencia todos
aquellos que no tienen
libertad, los que viven
en las cárceles y los
que están atados al
pecado, al miedo y a la
angustia. Te rogamos
CUARTO MISTERIO
que tu Madre Santísima
EUCARÍSTICO
les acompañe y no se
sientan abandonados.
En este cuarto misterio
Eucarístico,
Padre Nuestro, Ave
contemplamos cómo
Marías y Gloria.
Jesús, después de
redimirnos con su
Jaculatoria: ¡Oh! Jesús
muerte y resurrección,
mío, perdona nuestros
quiso también quedarse
pecados, líbranos del
entre nosotros en el
fuego del infierno,
Santísimo Sacramento
lleva al cielo a todas las
del Altar, hasta el fin
almas, especialmente a
de los siglos, para ser
las más necesitadas de
Tu misericordia. Amén.

Canto:

Levanto mis manos Digno de alabar, Señor


Cierro mis ojos Gloria y majestad, sean a ti
Para proclamar tu nombre Rey de la creación
Dios de poder Por siempre
Amén
Levanto mis manos
Cierro mis ojos Digno de alabar, Señor
Para proclamar tu nombre Gloria y majestad, sean a ti
Dios de poder Rey de la creación
Por siempre
Digno de alabar, Señor Amén
Gloria y majestad, sean a ti
Rey de la creación Rey de la creación
Por siempre Por siempre
Amén Amén
Digno de alabar, Señor Digno de alabar, Señor
Gloria y majestad, sean a ti Gloria y majestad, sean a ti
Rey de la creación Rey de la creación
Por siempre Por siempre
Amén Amén
Levanto mis manos Digno de alabar, Señor
Cierro mis ojos Gloria y majestad, sean a ti
Para proclamar tu nombre Rey de la creación
Dios de poder Por siempre
Amén

QUINTO MISTERIO Jesús, no sólo quiso ser


EUCARÍSTICO adorado en la
Eucaristía, sino que
En este quinto misterio también quiso darse a
Eucarístico, los hombres en la Santa
contemplamos cómo Comunión, a fin de ser
alimento para el alma y como los Apóstoles y
prenda de Vida Eterna. María Santísima, en los
primeros tiempos de la
Jesús, Pan de Vida, te Iglesia, siempre como
pedimos por todas la signo de amor y unidad.
comunidades cristianas,
para que alrededor de Padre Nuestro, Ave
tu mesa santa, Marías y Gloria.
comulgando de tu
Cuerpo y Sangre, vivan
Jaculatoria: ¡Oh! Jesús
mío, perdona nuestros Guía: «Dios mío, yo
pecados, líbranos del creo, espero, te adoro
fuego del infierno, y te amo. Te pido
lleva al cielo a todas las perdón, por los que no
almas, especialmente a creen, ni esperan, ni te
las más necesitadas de adoran, ni te aman»
Tu misericordia. Amén. (tres veces).

Canto:
Guía: Dios te salve, Reina y Madre, Madre de
misericordia, vida, dulzura y esperanza nuestra;
Dios te salve. A Ti llamamos los desterrados hijos
de Eva; a Ti suspiramos gimiendo y llorando, en
este valle de lágrimas. Ea, pues, Señora abogada
nuestra, vuelve a nosotros esos tus ojos
misericordiosos; y después de este destierro,
muéstranos a Jesús, fruto bendito de tu vientre.
¡Oh clemente, oh piadosa, oh dulce siempre Virgen
María! Ruega por nosotros, Santa Madre de Dios,
para que seamos dignos de alcanzar las promesas
de Nuestro Señor Jesucristo. Amén.

Momento de silencio para meditar.


Guía: Santísima Trinidad: Padre, Hijo y Espíritu
Santo, te adoramos profundamente y te ofrecemos
el preciosísimo Cuerpo, Sangre, Alma y Divinidad de
Jesucristo, presente en el Santísimo Sacramento
del Altar en reparación por las ofensas, sacrilegios
e indiferencias con los que Él es ofendido.

Canto:
«BENDITO, BENDITO SEA DIOS»
Lector 1: La Virgen María es Madre de Misericordia,
y lo es por muchos motivos: ante todo, es Madre de
Jesús Eucaristía a quien contemplamos en esta
custodia. Ella es Madre de Cristo, que es la
Misericordia Divina encarnada, y lo es desde su
encarnación hasta el pie de la cruz ante la muerte
agónica de su Hijo en la Cruz, porque desde su
encarnación, lo alimentó, lo cuidó, lo protegió, y
no solo durante la gestación, sino durante toda su
niñez, adolescencia y juventud, y aun cuando Jesús
era adulto, porque fue la única que estuvo al pie de
la Cruz, cuidando de su Hijo, mientras Él agonizaba
por nuestra salvación.

Lector 2: La Virgen Santísima, mujer eucarística,


es Madre de Misericordia, porque así como gestó,
cuidó, alimentó y protegió, desde su nacimiento
hasta su muerte al Hijo de Dios, así lo hace con
cada uno de sus hijos adoptivos, desde que nacen,
hasta su paso de esta vida a la otra,
acompañándolos en el Via Crucis y ayudándolos a
llevar la Cruz hasta el Calvario, Puerta abierta al
cielo.

Lector 1: La Virgen Fiel obró con su Hijo Jesús la


Misericordia, y también hace lo mismo con cada
uno de nosotros, que somos sus hijos, practicando
las obras de misericordia corporales y espirituales.
De esta manera, al ser Madre de Misericordia y al
obrar Ella misma la Misericordia con su Hijo y con
nosotros, nos enseña cómo debemos obrar la
Misericordia si queremos entrar en el Reino de los
cielos.

Lector 2: Si en el día de nuestro juicio particular


queremos escuchar la dulce voz de Jesús que nos
diga: «Vengan, benditos de mi Padre, al Reino de
los cielos», entonces debemos obrar la Misericordia
para con nuestros hermanos, imitando a la Virgen,
Madre de Misericordia.

Guía: Virgen Santísima, infunde en nuestros


corazones el amor misericordioso a los que nos
rodean, para que obrando con todos la caridad y la
compasión, pasemos a la vida eterna a través de la
Divina Misericordia. Amén.

(Si está presente un sacerdote o un diácono, éste


dará la bendición del forma acostumbrada).
Canto de preparación para recibir la bendición:
El Espíritu de Dios está en este lugar aquí
El Espíritu de Dios se mueve en este lugar (Dile conmigo)
Está aquí para consolar
Está aquí para liberar Muévete en mí
Está aquí para guiar, el Espíritu de Dios está Muévete en mí
aquí Toca mi mente, mi corazón
Llena mi vida de tu amor
El Espíritu de Dios está en este lugar Muévete en mí
El Espíritu de Dios se mueve en este lugar Dios Espíritu, muévete en mí
Está aquí para consolar
Está aquí para liberar Muévete en mí
Está aquí para guiar, el Espíritu de Dios está Muévete en mí
aquí Toca mi mente, mi corazón
(Dile, muévete en mí) Llena mi vida de tu amor
Muévete en mí
Muévete en mí Dios Espíritu, muévete en mí
Muévete en mí
Toca mi mente, mi corazón El Espíritu de Dios está en este lugar (Él está
Llena mi vida de tu amor aquí)
Muévete en mí El Espíritu de Dios se mueve en este lugar
Dios Espíritu, muévete en mí (¡Oh Dios!)
Está aquí para consolar
El Espíritu de Dios está en este lugar Está aquí para liberar
El Espíritu de Dios se mueve en este lugar Está aquí para guiar, el Espíritu de Dios está
Está aquí para consolar aquí
Está aquí para liberar
Está aquí para guiar, el Espíritu de Dios está El Espíritu de Dios está en este lugar
aquí El Espíritu de Dios se mueve en este lugar
Está aquí para consolar
El Espíritu de Dios está en este lugar (Créelo, Está aquí para liberar
que Él está aquí) Está aquí para guiar, el Espíritu de Dios está
El Espíritu de Dios se mueve en este lugar aquí
Está aquí para consolar (Levanta tu voz)
Está aquí para liberar
Está aquí para guiar, el Espíritu de Dios está
Muévete en mí Muévete en mí
Muévete en mí Dios Espíritu, muévete en mí
Toca mi mente, mi corazón
Llena mi vida de tu amor Dame, el Espíritu de Señor se mueva
Muévete en mí Sí, pon tus manos en tu mente
Dios Espíritu, muévete en mí (Muévete en mí) Y en tu corazón y dile "Espíritu, muévete"
Oh, toca mi mente
Muévete en mí Toca mi corazón
Muévete en mí Y muévete con tu poder
Toca mi mente, mi corazón Oh, aleluya
Llena mi vida de tu amor Sí Señor
Muévete en mí Da, que el Espíritu de Dios se mueva
Dios Espíritu, muévete en mí
Toca mi mente, mi corazón
Muévete en mí Llena mi vida de tu amor
Muévete en mí (Dile "Toca mi mente") Muévete en mí
Toca mi mente, mi corazón Dios Espíritu, muévete en mí
Llena mi vida de tu amor Muévete en mí
Muévete en mí Dios Espíritu, muévete en mí
Dios Espíritu, muévete en mí
Muévete en mí Ven espíritu ven
Muévete en mí
Toca mi mente, mi corazón
Llena mi vida de tu amor Muévete en mí
Muévete en mí Dios Espíritu, muévete en mí
Dios Espíritu, muévete en mí (Muévete en mí) Muévete en mí, Señor
Muévete en mí Oh, aleluya
Dios Espíritu, muévete en mí (Sí, muévete en Muévete, Espíritu de Dios
mí) Muévete en mí
Muévete en mí Oh, aleluya
Dios Espíritu, muévete en mí Muévete sobre tu pueblo

Ven Y lléname, Señor


Espíritu, ven Con tu preciosa unción
Y lléname, Señor
Con tu preciosa unción Ven
Espíritu ven
Ven Y lléname, Señor
Espíritu ven Con tu preciosa unción
Y lléname, Señor
Con tu preciosa unción Purifícame y lávame, renuévame
Restáurame, Señor
Purifícame y lávame, renuévame Con tu poder
Restáurame, Señor
Con tu poder
Purifícame y lávame, renuévame Purifícame y lávame, renuévame
Restáurame, Señor Restáurame, Señor
Te quiero conocer Te quiero conocer

Cántalo conmigo, ven Purifícame y lávame, renuévame


Y restáurame, Señor
Ven Con tu poder
Espíritu ven Purifícame y lávame, renuévame
Restáurame, Señor Purifícame
Te quiero conocer Señor
Con tu poder
Purifícame y lávame, renuévame
Restáurame, Señor Purifícame y lávame, renuévame
Con tu poder Restáurame, Señor
Purifícame y lávame, renuévame Te quiero conocer
Restáurame, Señor
Te quiero conocer Señor
Te quiero conocer
Señor
Te quiero conocer

Nada te turbe
Nada te turbe Solo Dios basta
Nada te espante Solo Dios basta
Todo se pasa Solo Dios basta
Dios no se muda Solo Dios basta Aleluya
Aleluya
La paciencia Solo Dios basta
Todo lo alcanza Nada te turbe Solo Dios basta
Quien a Dios tiene Nada te espante Solo Dios basta
Nada le falta Todo se pasa Aleluya
Dios no se muda
Solo Dios basta Aleluy
Solo Dios basta La paciencia
Todo lo alcanza
Quien a Dios tiene
Alma de Nada le falta

Cristo
Alma de Cristo No permitas que me aparte Y mándame ir a ti
(Santifícame) de ti Para que con tus santos te
Cuerpo de Cristo (Sálvame) alabe
Sangre de Cristo Del maligno enemigo Por los siglos de los siglos
(Embriágame) Defiéndeme Amén (Alma de cristo)
Agua del costado de Cristo, En la hora de mi muerte
lávame Llámame Ah-ah-ah-ah
Ah-ah-ah-ah
Pasión de Cristo Y mándame ir a ti Ah-ah
(Confórtame) Para que con tus santos te Ah
Oh, mi buen Jesús (Óyeme) alabe
Dentro de tus llagas Por los siglos de los siglos Ah-ah-ah-ah
(Escóndeme) Amén (Amén, amén) Ah-ah-ah-ah
Ah-ah-ah-ah, ah Ah-ah

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