LEISHMANIAS DERMOTRPAS (Parasitologìa)

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REPÙBLICA BOLIVARIANA DE VENEZUELA

MINITERIO DEL PODER POPULAR PARA LA EDUCACIÒN UNIVERSITARIA


UNIVERSIDAD NACIONAL EXPERIMENTAL “RÒMULO GALLEGOS”
SAN JUAN DE LOS MORROS
ÀREA DE CIENCIA DE LA SALUD
PROGRAMA DE MEDICINA

LEISHMANIASIS
DERMOTROPAS

BACHILLERES:
MARIANA PARADAS
C.I: 29.671.799
GABRIELA RIVAS MORALES
C.I: 29.576.194

JULIO.2024
Leishmaniasis

La leishmaniasis es una enfermedad crónica causada por un protozoo flagelado


perteneciente al género Leishmania. Es un parásito intracelular obligado del cual existen
más de 20 especies y que se transmite por la picadura de flebótomos hembra infectados, de
los géneros Phlebotomus y Lutzomyia. Es una enfermedad fundamentalmente zoonótica,
siendo los cánidos y los roedores el reservorio principal, con la excepción de la producida
por Leishmania donovani y Leishmania tropica, cuyo reservorio principal es el ser humano.

Leishmaniasis cutánea.

La Leishmaniasis Cutánea es considerada una enfermedad que afecta directamente la


piel y también las mucosas, esta enfermedad es causada por protozoos del género
Leishmania y no solamente puede ser trasmitida a los seres humanos, también la pueden
padecer los animales. Según la Organización Mundial de la Salud, considera a la
Leishmaniasis como: La enfermedad que afecta a las poblaciones más pobres del planeta;
está asociada a la malnutrición, los desplazamientos, las malas condiciones de vivienda, la
debilidad del sistema inmunitario y la falta de recursos, además de ser catalogada como una
“enfermedad desatendida”.

Leishmaniasis mucosa

Producida por L. viannia, varones jóvenes con lesiones crónicas de leishmaniasis cutánea
son los que tienen mayor riesgo de desarrollar este subtipo de afectación en mucosas; sin
embargo, no todos los pacientes con leishmaniasis mucosa tienen historia previa de
leishmaniasis cutánea. El parásito se extiende a través de los vasos linfáticos o la
circulación hasta las mucosas del aparato respiratorio, se produce inflamación con necrosis
del tejido afectado.
Leishmaniasis difusa

Este tipo de enfermedad se presenta cuando el amastigota se difunde a través de la piel


hasta otro tejido y los linfocitos son incapaces de reaccionar ante los antígenos
de Leishmania (anergia).

Las principales manifestaciones son engrosamientos de la piel en forma de placas, pápulas


o nódulos. No se presentan úlceras ni síntomas adicionales.

Taxonomía

Morfología

Los protozoos del género Leishmania presentan dos formas parasitarias amastigotes que
son intracelulares y promastigotes en los vectores que pasan al vertebrado por picadura.
1: AMASTIGOTE: Esta forma intracelular es ovoide, sin flagelo libre, y tiene un tamaño
de 2 a 5 µm de largo por 1,5 a 2,5 µm de ancho, se localiza dentro de los macrófagos de los
huéspedes vertebrados. A la tinción los amastigotes se presentan con un citoplasma azul
claro y un núcleo grande de color rojo o púrpura con cariosoma central.

2. PROMASTIGOTE: Se encuentra en el huésped invertebrado y es la forma que inocula


al vertebrado. Son parásitos alargados con un tamaño variable de 15 a 20 µm de largo por
1,5 a 3 µm de ancho y presenta un largo flagelo. Mediante la coloración se observa la
presencia de un núcleo en la parte media del cuerpo. Cerca del extremo anterior está el
cinetoplasto, que puede ser terminal o subterminal y de donde sale el flagelo que confiere
movimiento.

Ciclo evolutivo

Al picar a una persona enferma o un reservorio, el insecto vector recoge, junto con la
sangre de estos hospederos, monocitos infectados con gran cantidad de amastigotes. Dentro
del intestino de la mosquita, éstos se transforman en promastigotes y, después, al llegar a su
fase de maduración, en promastigotes metacíclicos (forma infectiva), los cuales emigran a
la proboscide de la mosquita. Así, cuando la mosquita pica e ingiere sangre, inocula saliva
y la forma infectiva es fagocitada por monocitos y por macrófagos tisulares, donde
reproduce y se transforma inmediatamente en formas aflageladas conocidas como
amastigotes (forma invasora).

Mecanismo de transmisión
El principal mecanismo de transmisión de la leishmaniasis es la picadura de la mosquita
Son causadas por protozoos del género Leishmania y transmitidas a los animales y
humanos por vectores de la familia Psychodidae. Su distribución es mundial y es endémica
en 89 países.
Epidemiología

La leishmaniasis cutánea es endémica en más de 70 países del mundo, incluyendo España.


Aparece principalmente en trópicos, regiones subtropicales y cuenca mediterránea. Más del
90% de los casos aparecen en Arabia Saudí, Irán, Afganistán, Brasil y Perú. Se estima que
anualmente se producen 1-1,5 millones de casos, principalmente en personas que viven en
áreas endémicas. Sin embargo, también puede afectar a viajeros. La incidencia en España
se desconoce, ya que actualmente no es una enfermedad de declaración obligatoria.

Se han identificado más de 20 especies de Leishmania que pueden originar una patología en
humanos. Algunas especies causan enfermedad cutánea, otras viscerales y otras ambas. L.
infantum es la única especie endémica en España y su principal reservorio es el perro. Los
casos diagnosticados en nuestro país producidos por otras especies suelen ser consecuencia
de viajes a otras zonas endémicas.

En 2021, un total de 51 países reportaron a la Organización Mundial de la Salud cerca de


222.000 casos nuevos autóctonos

MANIFESTACIONES CLINICAS

Unos días después de la mordedura de un mosquito aparece una pápula que crece hasta
formar un nódulo que se úlcera a lo largo de varias semanas o meses típicamente en zonas
descubiertas de la piel; la base de la úlcera por lo general es indolora, tiene bordes elevados
y duros, las lesiones son únicas o múltiples y su tamaño varía. Además se han reportado
casos de desarrollo de lesiones cutáneas de leishmaniasis precipitadas por trauma local
(cortarse la mano, cortaduras, tatuajes, etcétera.). Dependiendo de la especie infectante de
Leishmania, las lesiones cutáneas pueden persistir durante meses o años y al curarse dejan
cicatrices planas, hipopigmentadas y atróficas. Hay distintas variantes como la
leishmaniasis cutánea diseminada, leishmaniasis cutánea difusa y leishmaniasis cutánea
recidivante
Diagnóstico
1. Obtención de muestras de piel. Se puede realizar raspado o biopsia de la lesión (del
borde de la más reciente y activa) o aspirado (inyectar suero salino estéril y obtener 3-5
muestras de lugares distintos).

2. Técnicas diagnósticas:

- Examen microscópico: tinción con Giemsa para identificar amastigotes.

- Estudio histopatológico de muestras fijadas.

- Cultivo en medio NNN. Se debe mantener al menos 4 semanas, pues el crecimiento puede
ser lento, principalmente en casos con baja carga parasitaria.

- Identificación de la especie aislada con anticuerpos monoclonales, análisis de isoenzimas,


hibridación con sondas de ácido desoxirribonucleico o reacción en cadena de la polimerasa
(PCR). En nuestro medio resulta importante especialmente en viajeros a Centroamérica y
Suramérica para descartar una infección por L. braziliensis. La PCR también es muy útil
para el diagnóstico en casos con baja carga parasitaria.

La serología no es útil en el diagnóstico de leishmaniasis cutánea, ya que es poco sensible y


específica, y la mayoría de pacientes no desarrolla una respuesta humoral significativa. Sin
embargo, sí puede apoyar el diagnóstico de leishmaniasis mucosa. La intradermorreacción
de Montenegro no se emplea actualmente.

Diagnóstico diferencial
Tratamiento

La leishmaniasis cutánea tiende a curar espontáneamente en varios meses y deja cicatriz. El


tratamiento mejora la cicatrización y previene la diseminación parasitaria y las recaídas.
Suele indicarse en casos persistentes (duración superior a 6 meses), lesiones múltiples o de
gran tamaño (> 4-5 cm), lesiones con repercusión estética o funcional (en la cara o cercanas
a las articulaciones) y lesiones causadas por especies de Leishmania con potencial de
diseminación mucosa (Nuevo Mundo, subgénero L. viannia). También está indicado en
leishmaniasis cutánea difusa y mucosa3,11. Cada caso debe valorarse individualmente, por
lo que es necesario remitir al paciente a un centro experimentado en el manejo de
leishmaniasis cutánea.

No existe ningún tratamiento óptimo. Se han realizado múltiples estudios, pero los datos
son difíciles de valorar por la tendencia a la curación espontánea, la inclusión de pocos
pacientes, la falta de control con placebo o tratamiento estándar y los cambios en la
respuesta a cada fármaco según la especie de Leishmania

Prevención

Entre las medidas de previsión sugeridas para evitar la enfermedad se encuentran:

Intentar reducir el tamaño de las poblaciones de vectores mediante el empleo fumigación


con insecticidas.

Tratar las pantallas para insectos, los mosquiteros, las prendas de vestir y las sabanas con
repelentes con dietiltoluamida (DEET), permetrina o piretrina.
REFERENCIAS BIBLIOGRAFICAS
 David Botero, Marcos Restrepo: Parasitosis Humanas, 5ta Edición.
 MC. Elba G. Rodríguez Pérez MANUAL DE PRASITOLIGIA MEDICA
 REVISTA MEDICA DE COSTA RICA Y CENTROAMERICA LXXII (614) 129 - 133, 2015

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