Acuerdo Fique
Acuerdo Fique
Acuerdo Fique
ACUERDO PARA
EL FOMENTO DE LA
PRODUCCIÓN Y LA
COMPETITIVIDAD DEL
SUBSECTOR DEL FIQUE
PRESENTACIÓN
El presente documento forma parte de una serie de publicaciones por medio de las cuales el gobierno
nacional da a conocer algunos de los resultados del Proyecto de Competitividad del Sector
Agroproductivo Colombiano. Así, el Acuerdo para el Fomento de la Producción y la Competitividad
del Subsector Fiquero, está enmarcado dentro del conjunto de iniciativas que el Ministerio de
Agricultura y Desarrollo Rural realiza en cumplimiento de la estrategia de internacionalización de la
economía colombiana.
Así mismo, durante los últimos años se ha realizado un atento seguimiento de la evolución de las
políticas agrícolas y ganaderas en los países del hemisferio americano, y en otros del mundo con los
que tenemos relaciones comerciales, hecho que tiene suma importancia en una coyuntura en la que las
políticas agrícolas nacionales distorsionan ampliamente el mercado internacional y, por consiguiente, la
competitividad de nuestra producción.
2
CONTENIDO
Presentación.…………………………………………………………………………………….2
Contenido………………………………………………………………………………………..3
Introducción……………………………………………………………………………………..3
Conclusiones…………………………………………………………………………………...31
INTRODUCCIÓN
El fique es la fibra dura natural por excelencia de Colombia; es un cultivo que crece espontáneamente
en muchos de nuestros suelos y tradicionalmente se explotó para extraer su fibra, llamada ‘cabuya’; por
ello, el fique fue en el pasado el gran potencializador de la industria del empaque en nuestro país.
Respecto del beneficio al productor se ha dicho: “...De otra parte el cultivo de fique es permanente y
genera un flujo de caja corriente durante todo el año, lo que lo hace difícil de sustituir”1.
En diciembre de 2000, reunidos varios actores fiqueros en Popayán durante el Segundo Encuentro
Nacional Fiquero, surgió la idea de consolidar una Cadena Productiva. Durante el siguiente año se
realizaron tres reuniones de nivel nacional donde se establecieron las bases para presentar al Ministerio
de Agricultura y Desarrollo Rural esta propuesta. El visto bueno fue dado en el mes de septiembre y el
proceso inició con el desarrollo de unos diagnósticos departamentales sobre la situación del subsector
cuyo fin fue establecer un posterior diagnóstico nacional que permitiera valorar algunos tópicos que
determinarían el estado de competitividad de la cadena fiquera.
Durante el año 2003, además de trabajar en este diagnóstico estratégico, se consolidó un Consejo
Nacional de la Cadena, en el que tienen asiento representantes de todos los eslabones y departamentos
participantes en el Acuerdo: Antioquia, Boyacá, Cauca, Nariño y Santander. Además, se establecieron
unas Agendas de Proyectos por eslabones a partir de las necesidades e intereses de los fiqueros. En el
1
CRECE. Análisis y diversificación agropecuaria. Bogotá, p.29, 1996.
3
presente año (2004) se construyó un Plan Operativo y se ha logrado el consenso para este acuerdo
sectorial.
Así mismo, se llevó a cabo un ejercicio diagnóstico de tipo participativo entre todos los eslabones de la
cadena para detectar las ineficiencias y sus causas; con ese fin se construyeron árboles de problemas
que permitieron identificar con claridad sus “raíces” u origen, la problemática central que se asimila al
“tallo” y las “ramas” que son las consecuencias; el resultado fue el establecimiento de las prioridades
por eslabón.
La escasez actual de cabuya es un buen escenario para trabajar planes concretos de siembra en regiones
fiqueras y en nuevas regiones. El sector plantea los retos de nuevas aplicaciones técnicas y tecnológicas
con valor agregado tales como la industrialización del jugo y la fabricación de hilo quirúrgico, papel y
fibrorreforzados.
Demostrar las propiedades ambientales del cultivo y explotación del fique es un ejercicio proactivo que
ha introducido un cambio de mentalidad y de estilo de vida en los mismos actores fiqueros. El
productor de fique ya no le exige a la empresa ni al gobierno la mejora en los precios, sino el apoyo
técnico para su cultivo y para la investigación y transferencia de nuevas aplicaciones que hagan integral
el uso de la planta.
Este reconocimiento, surgido en los términos de “cultura de cadena”, ha permitido que los diferentes
eslabones y unidades productoras puedan sentarse a la mesa dejando de lado las diferencias y la
competencia en el espacio del mercado. En las reuniones se ha trabajado para identificar los elementos
e intereses comunes importantes para el fortalecimiento de la competitividad del sector y de sus
productos, orientado todo ello hacia el logro de una agenda concertada con el gobierno. Este
documento es la síntesis del trabajo de los agentes regionales en sus Comités de Cadena y de la
abundante información que necesitó ser procesada, al no estar contenida de forma veraz en las
estadísticas gubernamentales.
La primera parte del documento contiene un análisis del contexto productivo y de mercadeo del fique
en nuestro país. Sintetiza el diagnóstico estratégico realizado, en el cual se contemplan aspectos
sociales, económicos y de mercado; además, se presentan las proyecciones realizadas por el Consejo de
la Cadena sobre el presente del fique en términos de superficie cultivada y el futuro de las siembras
necesarias; este capítulo finaliza con unas conclusiones sobre la competitividad actual de la Cadena.
La segunda parte está constituida por el texto del Acuerdo para el Fomento de la Producción Nacional
y la Competitividad del Subsector Fiquero con los firmantes asociados. La tercera parte del documento
consiste en el Plan Operativo de la Cadena Nacional del Fique, resultado de los proyectos propuestos
por los Comités de Cadena Regionales y algunos de los cuales ya están en desarrollo.
4
Este acuerdo sectorial pretende identificar los eslabones y agentes de la Cadena Nacional del Fique
para fortalecer las interrelaciones comerciales existentes, crear ventajas competitivas en términos de
rentabilidad y productividad, y acometer la búsqueda de nuevas aplicaciones mediante la ejecución
coordinada de acciones estratégicas.
El fique tiene su origen en América Tropical, de manera específica en la región andina de Colombia y
Venezuela. Desde allí se difundió hacia la costa oriental de Brasil y a todas las Antillas.
En el siglo XVII los holandeses lo llevaron del Estado de Pernambuco (Brasil) a la Isla Mauricio,
donde llegó a ser allí una planta subespontánea. En la época de la colonización portuguesa, los
aborígenes del litoral paulista ya utilizaban la fibra de “caraguatá-acú”, “croatá-acu” o “gravata-acú”,
como era llamada la planta del fique en esa región. Más tarde, el fique fue introducido también a Santa
Elena, India, Ceilán, Argelia, Natal, Madagascar, África Oriental e Indias Orientales. Así mismo, el
cultivo se extendió a América Central, principalmente a México y Costa Rica.
En Colombia se cultiva y extrae la fibra de fique (cabuya) desde tiempos inmemoriales, empleándola
principalmente para la fabricación de hamacas, redes, cuerdas, alpargatas, jíqueras, costales y enjalmas.
En el siglo XVIII, el sacerdote Feliciano Villalobos fundó en Dagua, Valle del Cauca, la primera
fábrica de empaques y lazos. En 1880 el Comisario de Agricultura Nacional informa al poder ejecutivo
que en Santander “...se producen anualmente tres millones de kilos de hilazas que se venden a doce y
medio centavos el kilo. Se envían a Boyacá y Venezuela doscientos mil kilos y el resto se fabrica en los
siguientes artefactos: cinco millones de pares de alpargatas que se venden a 50 centavos y un millón de
lazos de 4 metros que se venden a 35 centavos cada uno”2.
Desde tiempos antiguos la sabiduría popular emplea las hojas de fique maceradas como cataplasmas
para “madurar la hinchazón”, y se cree que sus raíces son fortificantes, usándose en infusión como
depurativo. En algunas regiones del país se procede a la maceración y fermentación del zumo de hojas
semimaduras a fin de obtener alcoholes de los cuales, y con ciertas esencias, se elabora la “tapetuza” de
fique.
En la medicina veterinaria se emplea el jugo de las hojas para controlar el piojo común (ácaros) de los
equinos. Las lavanderas utilizan el zumo de las hojas para blanquear la ropa. Por su parte, los bulbillos
son utilizados, una vez removidas las sustancias mucilaginosas, para preparar encurtidos en aceite, sal y
vinagre. El tallo floral, llamado “escapo” o maguey, lo utilizan para la construcción de casas de
bahareque, escaleras o para asentar navajas y cuchillos.
2
CYTED. Memorias Primer Seminario Iberoamericano de Materiales Compuestos Fibrorreforzados, 1997.
5
En la historia agrícola nacional, el fique ha tenido épocas de apogeo y de decadencia. A comienzos del
siglo pasado, la fibra fue considerada como una posibilidad de exportación para impulsar la economía
del país, siguiendo el ejemplo del auge del henequén en México. En aquella época se importaron
máquinas desfibradoras que exigían plantaciones de gran tamaño para justificar económicamente su
empleo; además, la topografía abrupta donde estaban sembrados los cultivos de fique hacía difícil el
transporte de las hojas y por ende aumentaba su precio. Estas razones, sumadas a la imposibilidad de
localizar la producción en regiones cercanas a los puertos, hicieron que en 1913 fracasara el intento de
convertir el fique en una actividad empresarial de exportación.
No obstante, este aumento de la producción fue insuficiente, lo que ocasionó escasez en la oferta de
empaques y una grave crisis de mercado, que se caracterizó por actividades especulativas y de
acaparamiento de costales. El Gobierno Nacional tomó medidas y, entre 1973 y 1975, prohibió las
exportaciones de empaques de fique, autorizó importaciones de empaques de yute y de polipropileno,
estable-ció un precio mínimo para el fique y un precio máximo para los empaques y siguió fomentan-
do el cultivo.
Pero de una crisis deficitaria se pasó a una situación de saturación del mercado provocada por la salida
de la reserva mantenida desde la época de escasez, el volumen creciente de las importaciones, la
reutilización de los empaques de fique y su sustitución por empaques plásticos.
Esta situación tuvo dos caras: por una parte los productores, quienes sin generar mayores ingresos
siguieron sacando la cabuya hasta alcanzar, en 1975, las 50.000 toneladas. Por otra parte, la industria,
que al verse sin mercado y con exceso de inventario suspendió la compra de la fibra. Estos hechos
hicieron que los precios cayeran en más de 50% y que se generara una grave crisis económica y social
en las regiones productoras, la cual se manifestó con mayor intensidad entre 1976 y 19843.
Esta improvisación en las políticas nacionales del Estado y de la empresa privada para dimensionar su
responsabilidad social, ocasionó que el campesino fiquero fuera el más afectado del sector agrícola del
país. Esta coyuntura socioeconómica especial permitió que los trabajadores del sector industrial del
país y los representantes del subsector fiquero campesino unieran esfuerzos para presionar al gobierno
a fin de limitara la importación de empaques de plástico de Brasil y garantizara la comercialización del
saco de cabuya a través del IDEMA.
3
Según Zamosc, en su libro El fique y los empaques en Colombia, la gran crisis de 1976 tuvo lugar por una acumulación de
seis millones de sacos.
6
Para finales de los años 80, el proceso gradual de apertura que se le había planteado años atrás al país
se desbordó intempestivamente, tomando por sorpresa a la incrédula industria nacional que consideraba
que dicho cambio tardaría algo más de lo esperado. A inicios de la siguiente década se desmontó el
pacto cafetero y los importadores exigieron de dicho sector la comercialización a granel del producto,
debilitando aún más la economía de las empresas industrializadoras del fique.
Esta crisis fue la que señaló la ruta para investigar nuevos nichos de mercado, como fueron los
geotextiles y los biomantos con los cuales, no sólo se logró amortiguar el impacto negativo ocasionado
por la no utilización de sacos de cabuya en el sector cafetero, sino que permitió brindar soluciones a la
defensa y conservación del medio ambiente con productos biodegradables4. En 1991 el gobierno
ofreció $400 por mata de fique que se tumbara, buscando reducir el número de fiqueros, situación que
fue aprovechada por las empresas como estrategia para limpiar los cultivos de plantas enfermas,
desnutridas o feas; aunque se hicieron listados de fiqueros que se acogieron a la medida, nunca les fue
dado ningún dinero.
Normalmente los agricultores utilizan los lotes poco fértiles de las fincas para sembrar el fique porque
la planta es tan bondadosa que puede crecer aún en esos terrenos, aunque no se obtengan buenos
rendimientos. La preparación del terreno ha de considerar la limpieza del lote y el trazado de la
plantación; el cultivo de fique requiere labranza mínima.
A diferencia de otros productos agrícolas, el agricultor fiquero no practica un hoyo que llena con abono
para sembrar la semilla, sino que hace una hendidura en el suelo con una herramienta, tira allí el colino
y aprieta el suelo con pisadas en los bordes. Es conveniente que no se siembre directamente la semilla –
la cual es producida por plantas florecidas- sino una plántula de seis meses que provenga de vivero. La
siembra puede ser de los tipos dispersa, asociada o compacta; la recomendación es usar el fique como
cerca viva o división entre lotes para asociarlo con cultivos de pancoger.
Las labores culturales que gran parte de los productores hacen al fique, normalmente son hechas por
reflejo –cuando limpian cultivos vecinos–; lo recomendable es hacer tres desyerbas anuales durante los
años del periodo de establecimiento y luego dos anuales durante el periodo de cosecha.
Algunos datos indican que la planta está en capacidad de producir una hoja cada 15 a 20 días, lo cual
daría unas 20 hojas por año. La operación de corte consiste en desprender de la planta periódicamente
4
Tomado de la reseña histórica de la empresa Empaques del Cauca S.A.
7
un número determinado de pencas (hojas) por medio de un instrumento cortante apropiado. Hay
agricultores que dejan crecer las hojas para desfibrar anualmente; otros cortan cada seis meses, cada
cuatro meses o cada dos meses. Las razones principales para esta diferencia en los períodos de
beneficio son la necesidad de dinero o el ataque de enfermedades fungosas. Lo ideal es dejar la planta
con 20 a 25 hojas y que al cortarlas se deje una cepa de dos a cuatro centímetros. En épocas lluviosas,
todo el proceso de beneficio debe suspenderse porque se encarece mucho la recolección de las hojas,
pero sobre todo, porque la fibra resulta de inferior calidad cuando no se logra un buen secado.
Las pencas se amontonan en sitios equidistantes mientras se continúa con las demás actividades de la
cosecha; luego son transportadas por un operario hasta el sitio en donde se realiza el beneficio o a un
lugar de almacenamiento.
A la base de la hoja se le hace un corte en forma de cuña para que pueda ser metida a la desfibradora,
operación que se denomina “despalmado”. Se deberá realizar un desespinado si la variedad tiene
espinas. El desfibra-do consiste en introducir cada hoja en la máquina desfibradora donde, por acción
de cuchillas dispuestas en un tambor, es raspa-da; como resultado de este proceso se obtienen las fibras
larga y corta, y el bagazo de fique –excelente fuente de materia orgánica para los cultivos–. La fibra
recién salida de la máquina desfibradora tiene una humedad de 60 a 70%; así por ejemplo, 340 kilos de
fibra húmeda equivalen 120 kilos de fibra seca aproximadamente5. La fibra se sumerge en un tanque
con agua durante 12 a 15 horas –generalmente en la noche–, para ser sacada al día siguiente. Este
fermentado limpia y blanquea la fibra y aunque grava un poco el costo del beneficio, el producto que se
obtiene es de mejor calidad. Se está haciendo común el fermentado en tanques ubicados cerca de la
casa y a los tendederos, pues se disminuyen costos y se evita la contaminación de aguas corrientes. Una
vez fermentada, la cabuya se sacude y extiende en los secaderos y, a medida que se va secando, se
sigue sacudiendo para que los residuos que aún le quedaban caigan con los golpes, a la vez que se logra
un cierto peinado. La alternancia del sol y del sereno blanquea la fibra, quizás por la oxidación de
sustancias orgánicas. La cabuya se separa según calidades y se amarra en manojos de uno o dos kilos
para formar bultos de 50 kilos aproximadamente, que son llevados a los centros de acopio o recogidos
por los intermediarios.
La transformación de la cabuya es función de los artesanos y las industrias, quienes realizan procesos
de clasificación de la materia prima para luego, aplicar emulsiones o grasa que facilitan el peinado y
obtención de textura; si es necesario, se procede al tinturado. Así acondicionada, la cabuya se hila y
empaca para su venta o se somete a procesos de tejeduría para lograr diversos productos, aunque es
importante anotar que también con la fibra picada, y mediante aglomeración, se logran los productos.
Los principales departamentos productores de fique se ubican en la región andina del país; esta zona
montañosa tiene una superficie de 372.150 km² que corresponden al 33% de la superficie continental
del país (Figura 2). Sus principales características son el relieve quebrado y la gran variedad de climas,
geología, vegetación, suelos y usos de la tierra.
5
El Fique: su taxonomía, cultivo y tecnología. Capitulo x, p. 62.
8
Figura 1. Mapa de la cadena de fique en Colombia
Limpieza
Establecimiento de viveros
Preparación Trazado
C del terreno
U Hoyado
Selección hijuelos o bulbillos
L
T Siembra
I
V Siembra en viveros
O Resiembra
Cultivo
Desyerbas Transplante
Fertilización
B Corte
E
N Despalmado
E
F Desespinado
I
C
I Desfibrado
O
Fibra larga
Residuos sólidos Bagazo Jugo
Fermentada Extracción
M E Abonos Fibra corta
A Sacudida Abono orgánico Saponinas
I
N
N
. Concentrado para
U
Secado animales
F D . Cultivo de hongos
A IU . Papel comestibles Grasa . Papel
C S . fibro - reforzado
T
T . Biomantos . Fibro - reforzado
U . Aglomerados
R .Agrotextiles
. Aglomerados Hecogenina Azucares . Relleno de colchones
R .Oleofílicos
A I . Aislante térmico
A .Hilo
s . Relleno de colchones . Musgo ecológico
.Empaques
.Cuerda bananera . Aislante térmico Tigogenina Alcohol
. Artesanías
. Musgo ecológico
2
Figura 2. Departamentos productores de Fique en Colombia
Se cultiva fique en 13 departamentos del país y se calcula que son 72 los municipios fiqueros; sin
embargo, los cinco principales productores ofrecen el 99% de la producción nacional y representan el
99% de la superficie cosechada.
Los mejores rendimientos se han observado en climas medios y, por supuesto, en suelos buenos; en
general, el rendimiento de fibra por planta de fique y por área sembrada es muy bajo para el país, pues
predomina el cultivo en suelos que difícilmente producen.
Para realizar el análisis de las regiones productoras de la Cadena, se tomaron las cifras que el
Ministerio de Agricultura presenta en el Anuario Estadístico 2002 y en el Censo Fiquero 1997, además
de datos de los Comités de Cadena Regionales. La Figura 3 muestra las estadísticas sobre superficie
cosechada, producción y rendimientos de cabuya en los principales departamentos productores.
3
Superficie cosechada
41% Rendimientos
24% 8% 1%
27%
17% 29%
39%
19%
28%
18% 17%
El fique es un cultivo agroindustrial del grupo de los permanentes, es decir, que no obedece a unos
tiempos de cosecha exactos. Los cultivos de fique ocupan 23.000 hectáreas lo que representa 0.58%
con respecto de la totalidad de la superficie cosechada del país. En el periodo comprendido entre 1970
y 2002 la tasa de crecimiento promedio anual de la superficie cosechada de fique fue de –1.14%6.
Por su parte, Boyacá ocupa el quinto puesto, tanto en superficie cultivada (0,57% del total nacional)
como en producción (0,51% del total) y rendimiento. Respecto del año 2001, redujo su rendimiento
productivo en 4%, al pasar a obtener sólo 1,02ton/ha. Las estadísticas muestran que desde el año 1997
la tendencia predominante es la reducción de estas variables; el rendimiento productivo departamental
se vio afectado por rendimientos exiguos como los del municipio de Covarachía, con 200 gramos de
fibra seca al año.
Cauca es el primer departamento en superficie cosechada (41,4% del total del país) gracias a que su
sistema de siembra es compacto. Así mismo es el primero en producción (40% del total del país), pero
es el tercero en rendimiento al obtener 1,10ton/ha. El subsector cauca-no determina que su rendimiento
anual es de 2ton/ha y de 1,2kg/planta, con una densidad de siembra de 1.800 plantas/ha (siembra
compacta).
6
Análisis del Observatorio de Agrocadenas, IICA.
4
Según el Anuario Estadístico 2002, Nariño fue el segundo departamento, tanto en superficie cosechada
como en producción y rendimiento. La Cadena Regional del Fique dice que es el primero en
rendimiento al obtenerse más de 2 kg/planta. El comportamiento de este cultivo durante la última
década presenta diversas oscilaciones, con una tendencia ascendente entre 1995 y 1997 y un descenso a
partir de 1998. El rendimiento productivo en Nariño es alto, pues en varios municipios como San
Bernardo –escogido como modelo agroecológico para el cultivo de fique–, las plantas ofrecen un
rendimiento de 6-7 kg/año/planta (200 gramos por hoja), lo que representa 300 veces más que el
promedio nacional de rendimiento. El municipio tiene plantas que producen hasta 12 kilos de fibra seca
por año, así como plantaciones con 70 años de vida productiva.
Por último, según el Ministerio de Agricultura, Santander ocupó el tercer lugar en participación, tanto
en superficie cosechada como en producción, y el cuarto puesto respecto del rendimiento, pues obtuvo
1,06ton/ha. El comportamiento del cultivo durante la última década muestra el mayor aumento en
producción y en rendimiento durante 1991, con el punto más alto en superficie cosechada para el año
2000, seguramente motivado por el déficit que tiene de fibra y por los altos costos en que se tranza.
Las condiciones de siembra no son iguales en todos los departamentos ni al interior de los mismos,
pero en el país predomina el cultivo asociado con cultivos de pan coger y el pequeño agricultor con una
producción aproximada de una tonelada por año. En cuanto al tipo de siembra en Antioquia, Nariño,
Santander y Boyacá predomina la perimetral o asociada con otros cultivos, mientras que en Cauca la
siembra asume la forma de monocultivo.
Por lo anterior es difícil hablar de hectáreas de fique y de área como se hace con otros cultivos, pues tal
como lo indicó CEGA: “... la razón de estas discrepancias es que resulta difícil estimar el área del
cultivo en las zonas dispersas. La definición del área real del cultivo se enfrenta a la heterogeneidad de
situaciones que se presentan con la combinación de los sistemas productivos... parece preferible
considerar la mata como la unidad de medida”7. Para efectos de este estudio se consideraron las fuentes
que reflejaban la realidad del subsector, bien estén determinadas en matas o en hectáreas.
En el subsector predominan los agricultores dueños de su tierra, seguramente por ser el fique un cultivo
permanente y de largo plazo; otra forma importante de tenencia de la tierra la constituyen los
resguardos indígenas en Cauca8, cuya producción representa casi el 60% de la del departamento.
Se estima que Colombia tiene 12 millones de plantas de fique en fase productiva; la floración es quizá
la etapa fisiológica con mayores pérdidas de plantas, la cual se estima anualmente entre 5 y 8% de la
población de las plantaciones de fique, lo que para el 2003 significó más de un millón de plantas
menos.
7
CEGA, Propuestas para el desarrollo de las zonas fiqueras del Cauca, p. 12, 1995.
8
Allí la tierra es del Cabildo que se la otorga al agricultor para que la trabaje; las ganancias obtenidas se dividen entre los
miembros de la comunidad.
5
Cuadro 1. Superficie cosechada de fique, producción y rendimiento de cabuya, por departamentos.
De acuerdo con el área sembrada en los predios, se presentan los siguientes perfiles de productores:
En el periodo 1975-2003 ha habido una reducción en la producción del 43%10, lo que da un estimado
de 28.400 toneladas de fibra que se dejaron de producir en los últimos 28 años. La demanda
insatisfecha de cabuya -que se calculó en 6.000 toneladas para el 2002 y 7.000 para el año 2003-, ha
propiciado la reactivación del subsector en los últimos tres años.
Los residuos del proceso de extracción constituyen el 96% del peso de la hoja, lo que sumó 518.400
toneladas a la cosecha nacional del 2003, porcentaje aún sin valoración económica.
9
Valor promedio de las regiones, considerando excelentes rendimientos (6 kg/mata/año en municipios de Nariño) y pésimos
(299 g/mata/año en municipios de Boyacá).
10
Según las estadísticas, en 1975 se produjeron 50 toneladas de cabuya, el mayor volumen producido en la historia fiquera
nacional. Algunos sectores de la cadena aseguran que esos valores de producción eran menores, debido a que por ese
entonces no se hacía control de humedad a la cabuya.
6
La estacionalidad para el fique está marcada por la alternancia de períodos secos y de lluvias del año en
la región productora; son los meses secos de junio, septiembre y diciembre los de mayor actividad de
beneficio, y los meses lluviosos de marzo y abril los de menor. La planta de clima frío demora más en
crecer que la de clima caliente, pero contiene mayor cantidad de fibra.
GENERACIÓN DE EMPLEO
La mayor parte de la actividad fiquera en el país se desarrolla en sitios donde la tierra no es muy buena
y cuya marginalidad económica es notoria, por lo que el empleo generado ayuda a la economías
regionales11, y genera la utilización adecuada de áreas marginales para la explotación agroindustrial.
Según cálculos del Observatorio de Agrocadenas12 el empleo generado por este cultivo es en su gran
mayoría para las actividades agrícolas, participando en el 2001 dentro del sector agroproductivo con el
0.6% –alrededor de 9.719 empleos–, y estableciendo una tasa de crecimiento negativa anual (–0.1%)
para el período 1987-2001, lo que puede explicarse por la reducción del área cultivada y el
florecimiento de muchas plantas, principalmente en Cauca y Nariño. Es importante resaltar que estos
datos son calculados sobre la Encuesta Anual Manufacturera (EAM) del DANE y en ésta no se
considera la participación de las industrias con menos de 10 empleados, lo que para efectos del
subsector fiquero da una visión parcializada pues en éste predominan las famiempresas, microempresas
y Pymes13.
Por tonelada de cabuya procesada se emplean 70 jornales; así, en los últimos 28 años se han perdido
1.988.000 jornales, esto sin contar las ruecas y telares artesanales que se han ido cerrando. Si
valorizamos este número de jornales según el salario mínimo del 2003 (incluyendo prestaciones
sociales), la economía campesina ha dejado de percibir 22.000 millones de pesos. La industria también
ha reducido el número de empleados, estimándose que 1.500 puestos permanentes han quedado
cesantes.
Cálculos del Observatorio de Agrocadenas: * Tasa de crecimiento logarítmica. ** Tasa de crecimiento ponderado según la
participación promedio en el periodo 1987-2001.
Fuente: URPA, UMATA, Ministerio de Agricultura – DPS, Grupo de Sistemas de Información.
El fique es un cultivo de pequeños agricultores con baja capacidad de reinversión; los ingresos
recibidos se destinan al sostenimiento familiar principalmente. El cultivo es importante para la
11
Se calcula que entre 50.000 y 70.000 familias dependen económicamente del fique.
12
Datos reportados por el Ministerio de Agricultura y el DANE, publicados por el IICA, Memo Agrocadenas, No. 5, agosto
6 de 2002.
13 Según lo determinó León Zamosc, investigador sobre fique, éste es uno de los pocos casos en Colombia, en el
que una materia prima para la industria es producida por pequeños campesinos y no por empresarios agrícolas.
14 Adaptado para el documento mencionado de Memo Agrocadenas, No. 5, Anexo 2.
7
economía de las familias campesinas ya que genera ingresos permanentes durante todo el año,
involucra a toda la familia y tiene mercado permanente para la materia prima.
De todas las operaciones que se llevan a cabo en una propiedad fiquera, el beneficio de las hojas es la
más importante, no sólo por la cantidad de mano de obra que ocupa, sino por el mismo trabajo, de cuya
calidad y eficiencia dependerá el rendimiento económico de la plantación. Las labores de corte,
recolección y transporte de la hoja consumen entre 30 y 40% del tiempo total dedicado al servicio
general de la plantación. En regiones donde la mano de obra es escasa, la recolección de las pencas es
un problema grave para el cultivador, pues para atender el trabajo de una sola desfibradora portátil se
necesita cortar entre 2.500 y 4.000 hojas al día15.
El ciclo de producción del fique es largo, entre 10 y 30 años; los mayores costos se concentran en los
primeros años, lo cual plantea problemas de financiamiento debido a que los ingresos están muy
alejados en el tiempo y son nulos durante el periodo improductivo de las plantas. En efecto, Antioquia,
Boyacá, Cauca y Santander, tienen un período de tres años muertos durante el establecimiento del
cultivo, mientras que en Nariño son 4 años (no obstante, debido al déficit de fibra, esta tendencia está
cambiando). La razón para estas diferencias estriba en el periodo que cada región considera como el de
mejor desarrollo de la planta para obtener un mejor rendimiento posterior. A efectos de esta
investigación se calcularon los costos de producción del cultivo hasta la producción de cabuya, para
una explotación tipo de una hectárea de fique con densidad de 1.000 matas (Cuadro 4).
Es importante resaltar que estos costos son anuales pero que, a excepción de Antioquia y Nariño, a la
planta de fique sólo se le hace un corte anual; por tanto, no es un cultivo cosechado durante todo el año
–como si ocurre con muchos productos agrícolas–; por lo regular representa un trabajo de cinco a seis
días para cada corte y, si se realizan 3 cortes anuales, ello sólo representa el trabajo de
aproximadamente un mes.
Tal como se muestra en el Cuadro 4, el cultivo de fique es una actividad que genera ingresos a partir
del primer año de cosecha. Bajo las condiciones actuales los productores antioqueño y boyacense
recuperan la inversión hecha en el período de establecimiento al cuarto año, logrando un ingreso, en el
caso de Antioquia, superior a uno y medio salarios mínimos en ese año; para el caso de Boyacá,
superior a dos salarios mínimos. El productor caucano solamente hasta el año nueve recupera la
inversión, obteniendo en ese año una ganancia cercana a la sexta parte de un salario mínimo. Los
productores nariñense y santandereano recuperan la inversión de establecimiento hasta el año seis,
obteniéndose en Nariño una utilidad superior a dos salarios mínimos, y en Santander una utilidad
superior a la cuarta parte de un salario (Figura 4).
15Universidad Nacional de Colombia. Benefique; trabajo de grado para optar al título de Diseñador Industrial,
2002.
8
Figura 4. Participación de las actividades de cultivo en los costos de producción totales.
100%
80%
60%
40%
20%
0%
Antioquia Boyacá Cauca Nariño Santander
Los costos de producción varían de una región a otra, según el nivel tecnológico, el valor de la mano de
obra y la disponibilidad de la máquina desfibradora (equipo propio o alquilado). La Figura 4 muestra la
incidencia de cada uno de los costos directos; excepto Boyacá, en donde el costo de los insumos y
equipos es el valor más alto, es la mano de obra la que representa mayor costo, con una participación
en el total nacional de 50,13%. Los insumos representan 41,93% sobre el costo total nacional y el
periodo de establecimiento tan sólo representa 7,94%. La participación en los costos de la mano de
obra muestra el alto impacto del empleo sobre el cultivo de fique que ocurre en las regiones
productoras. En conclusión el fique es un cultivo de baja rentabilidad pero, como se verá más adelante,
puede aumentar de forma importante su margen de productividad y su impacto sobre el ingreso y la
rentabilidad.
Desde el año 1975 el precio del fique fue controlado por el gobierno nacional, quien lo liberó en 1998
para promover el libre juego de la oferta y la demanda, lo cual sirvió como base para los años
posteriores.
Desde 1999 el precio nacional prácticamente es el mismo que la Compañía de Empaques S.A. fija para
sus proveedores, pues las demás empresas y eslabones de la Cadena se acogen a ese estándar; no
obstante, en el caso de Santander el precio se establece localmente, pues intervienen agentes de
intermediación en la oferta y la demanda. En Boyacá las formas de “compra” del cultivo en hojas,
establecen precios irrisorios.
El precio de la fibra en el 2001 se incrementó en 23% y en 10% en el 2002; en el año 2003 aumentó el
precio de la fibra en enero y luego en septiembre. Además, la Compañía de Empaques cambió la
denominación así: kilo de cabuya fina $1.230, ordinaria $1.100, corta y desperdicio $420. Este
aumento significó un incremento del 21% en lo corrido del año y obedece, como se mencionó antes, a
la demanda insatisfecha nacional y al aumento del volumen del mercado por el viraje mundial hacia las
fibras naturales.
9
Cuadro 4. Consolidado nacional de costos de producción para una hectárea de fique.
ANTIOQUIA
CONCEPTO AÑO 1 AÑO 2 AÑO 3 AÑO 4 AÑO 5 AÑO 6 AÑO 7 AÑO 8 AÑO 9 AÑO 10
Total ingresos .200.000 2.200.000 2.200.000 2.200.000 2.200.000 2.200.000 2.200.000
Costos Produc. Cultivo 298.500 40.000 40.000 40.000 40.000 40.000 40.000 40.000 40.000 40.000
Costos Produc. Desfibrado 1.236.000 916.000 916.000 916.000 916.000 916.000 916.000
Total Costos Produc. 298.500 40.000 40.000 1.276.000 956.000 956.000 956.000 956.000 956.000 956.000
Total Flujo Financiero - 298.500 - 40.000 - 40.000 924.000 1.244.000 1.244.000 1.244.000 1.244.000 1.244.000 1.244.000
BOYACÁ
CONCEPTO AÑO 1 AÑO 2 AÑO 3 AÑO 4 AÑO 5 AÑO 6 AÑO 7 AÑO 8 AÑO 9 AÑO 10
Total ingresos 2.240.000 2.240.000 3.360.000 3.360.000 2.880.000 2.880.000 2.580.000
Costos Produc. Cultivo 632.000 24.000 24.000 24.000 24.000 54.000 54.000 54.000 54.000 30.000
Costos Produc. Desfibrado 1.066.633 921.828 1.755.822 2.074.396 1.118.959 1.566.413 1.369.403
Total Costos Produc. 632.000 24.000 24.000 1.090.633 945.828 1.809.822 2.128.396 1.172.959 1.620.413 1.399.403
Total Flujo Financiero - 632.000 - 24.000 - 24.000 1.149.367 1.294.172 .550.178 1.231.604 1.707.041 1.259.587 1.180.597
CAUCA
CONCEPTO AÑO 1 AÑO 2 AÑO 3 AÑO 4 AÑO 5 AÑO 6 AÑO 7 AÑO 8 AÑO 9 AÑO 10
Total ingresos 1.075.200 1.075.200 1.075.200 1.075.200 1.075.200 1.075.200 1.075.200
Costos Produc. Cultivo 340.000 80.000 80.000
Costos Produc. Desfibrado 14.900 1.012.240 950.950 1.000.240 962.950 1.000.240 950.950 1.000.240
Total Costos Produc. 354.900 80.000 80.000 1.012.240 950.950 1.000.240 962.950 1.000.240 950.950 1.000.240
Total Flujo Financiero - 354.900 - 80.000 - 80.000 62.960 124.250 74.960 112.250 74.960 124.250 74.960
NARIÑO
CONCEPTO AÑO 1 AÑO 2 AÑO 3 AÑO 4 AÑO 5 AÑO 6 AÑO 7 AÑO 8 AÑO 9 AÑO 10-17
Total ingresos 2.200.000 2.200.000 2.200.000 2.200.000 2.200.000 2.200.000
Costos Produc. Cultivo 254.196 254.196 313.592 313.592 313.592 313.592 313.592 313.592 313.592 313.592
Costos Produc. Desfibrado 778.250 778.250 778.250 778.250 778.250 778.250
Total Costos Produc. 254.196 254.196 313.592 313.592 1.091.842 1.091.842 1.091.842 1.091.842 1.091.842 1.091.842
Total Flujo Financiero - 254.196 - 254.196 - 313.592 - 313.592 1.108.158 1.108.158 1.108.158 1.108.158 1.108.158 1.108.158
SANTANDER
CONCEPTO AÑO 1 AÑO 2 AÑO 3 AÑO 4 AÑO 5 AÑO 6 AÑO 7 AÑO 8 AÑO 9 AÑO 10
Total ingresos 742.500 792.000 891.000 990.000 990.000 891.000 792.000
Costos Produc. Cultivo 126.500 55.000 55.000 66.000 66.000 66.000 77.000 77.000 66.000 66.000
Costos Produc. Desfibrado 591.000 609.300 697.300 710.000 710.000 699.000 688.000
Total Costos Produc. 126.500 55.000 55.000 657.000 675.300 763.300 787.000 787.000 765.000 754.000
Total Flujo Financiero - 126.500 - 55.000 - 55.000 85.500 116.700 127.700 203.000 203.000 126.000 38.000
Nota: Cauca y Boyacá reportan su información con valores del año 2002; Antioquia, Nariño, Santander para el año 2003.
10
Cuadro 5. Registro histórico de los precios del fique.
Nota: Estos precios son para cabuya de primera calidad y corresponden al último precio del respectivo año.
Fuente: Compañía de Empaques S.A.
11
Para establecer la tendencia de los precios pagados al productor de cabuya y obtener información sobre
cómo ha mejorado el ingreso real de los productores, se presenta el análisis de los precios en el periodo
1991 - 2003. En el Cuadro 6 se consignan los precios corrientes deflactados mediante el IPP
establecido por el DANE y con base en junio de 2003.
La tasa de crecimiento de los precios corrientes de la cabuya es muy variable, presentándose valores
entre 0% y 47.92%.
La Figura 5 muestra la tendencia estable de los precios reales hasta el año 1999, con repuntes
importantes en 1994 y 1998, y con una fuerte caída en el período de 1995 a 1996. A partir del año 2000
el precio real ha estado en alza. Es importante anotar que estos son los precios oficiales pagados por la
industria, pero no necesariamente los que son pagados por los intermediarios a quienes compran los
artesanos o correspondan a los precios tranzados en Santander, departamento donde en el año 2003
llegaron a incrementarse hasta un 200% más.
1600
1500
Precio real por kilo
1400
1300
1200
1100
1000
900
800
1991
1992
1993
1994
1995
1996
1997
1998
1999
2000
2001
2002
2003
Años
Las empresas transformadoras de cabuya expresan que, de alcanzarse el precio internacional de las
fibras competidoras, les resultaría más económico importar gran parte de su consumo. El precio de la
cabuya es una cifra muy cercana al precio internacional del sisal, el cual ha venido disminuyendo su
valor en promedio un 27% frente al precio indicativo determinado. Aún así, la fibra de fique es 2% más
económica que la de sisal y 11% más que el yute.
12
Cuadro 7. Precios internacionales de la fibra para el año 2002.
Notas: Para calcular el valor en pesos se tomó la tasa representativa del mercado para el 2002.
* Precio indicativo de grado BWD para el yute, fijado en el 2002 por el Grupo Intergubernamental
sobre el yute, kenaf y fibras afines.
** Precio CIF en puerto europeo en 2002.
Fuente: FAO, Subsector. Cálculos de la Secretaría Técnica.
Este análisis se hará por eslabón (artesanía e industria) y en él por producto ofrecido (hilos, empaques,
decorativos, cordelería, sogas, etc.).
Artesanías
Hilado. Para lograr hilo, las fibras de cabuya se juntan en una mecha de calibre determinado. Este
producto se usa para la elaboración de artesanías y para el tejido de sacos.
El artesano trabaja dos días para producir un ovillo de hilo que pesa 1,5 kilos y tiene alrededor de 300
metros de longitud; la ganancia que obtiene es tan sólo de $123.
Empaques artesanales. Colombia produjo en el año 2001 un total de 47.583.325 sacos de fique, de los
cuales el 52.5% (25 millones) fue producido por la industria artesanal, es decir, “empaque ralo”16. Uno
de los principales productores de este tejido es Nariño, que cuenta con 1.736 talleres, cada uno
constituido por una familia y un volumen de producción de sacos que se estimó para el año 2002 en
16
Datos tomados del documento preliminar del Comité de cadena de Antioquia.
13
10.434.000 unidades, cantidad que se comercializó en el mercado local y regional17. En el Cuadro 9 se
comparan los costos de producción de Santander y de Nariño.
Taller de hilado
Plaza de mercado
Artesanos tejedores local
locales
Comerciante
regional
Artesanos de otros
municipios
Estos datos muestran que el costo de oportunidad de la mano de obra para ambos departamentos se
acerca a cero. El artesano santandereano parte de dos arrobas de cabuya y, en un promedio de 93 horas,
las transforma en 80 empaques, trabajo que le representa una aparente utilidad de $9.000 frente al pago
que recibe. El artesano nariñense parte de la fibra en hilo, lo cual hace que en todo el proceso
productivo consuma alrededor de 40 horas; por la venta de 100 sacos percibe un aparente margen de
ganancia de $16.800.
El artesano tejedor de empaque sigue trabajando la fibra, primero por ser una tradición familiar, y
segundo, porque no tiene en cuenta el costo de mano de obra de su núcleo familiar; la realización de su
labor tiene una ganancia aparente como resultado de restar el costo de la materia prima del valor total
de venta, que es lo único que para él representa egresos.
Artesanía decorativa. Determinar costos de producción para la actividad artesanal es muy difícil, pues
la mayoría de los artesanos no tienen preparación académica y/o trabajan sobre los pedidos que vayan
recibiendo.
17
Datos tomados del documento del Comité de la cadena en Nariño.
14
Reunidos varios artesanos18 se estableció que el promedio de utilidad que registra la actividad es de
30%, valor muy superior al registrado por las demás actividades de transformación de la cabuya.
Taller de fabricación
del empaque
Plaza de mercado
local
Consumidor final
Taller de artesanía
Intermediarios
Almacén o puntos
de venta
Almacenes de
cadena
Consumidor final
Industria
En Colombia existen cuatro empresas procesadoras de fibra larga de fique: 1) Coohilados del Fonce
Ltda., ubicada en San Gil (Santander), que produce sacos, telas, hilos y sogas; 2) la Compañía de
Empaques S.A., de Medellín (Antioquia), que produce sacos, sacos ralos, telas, hilos, sogas, agrotextil,
18
Reunión con artesanos de Antioquia, Boyacá, huila y Santander; Bogotá, diciembre 17 de 2002
15
musgo y felpa; 3) Empaques del Cauca S.A., ubicada en Popayán (Cauca), que produce exclusivamente
sacos; y 4) Hilanderías Colombia Ltda., ubicada en Pasto (Nariño), que produce sólo cordelería.
Cordelería. Solo dos empresas producen cordel de cabuya; este producto consiste en tres o cuatro hilos
de fique retorcidos, cuya presentación es un ovillo o cono de 1,5 kilos con aproximadamente 320
metros de longitud. Coohilados obtiene mayor rentabilidad que Hilanderías Colombia, a pesar de
producir un 37% más costoso.
Sogas. Los cordeles de cabuya son trenzados para hacer una soga; su presentación es en carretes de
diferentes pesos y longitudes. De las dos empresas que producen soga, sólo Coohilados facilitó los
datos. El costo de producción es alto frente al de otros produc-tos que ofrecen; además, presenta baja
rotación.
- Tupido: desde 600 a 1.000 gramos de peso; para empacar granos y harinas especialmente.
- Ralo: de 300 a 360 gramos de peso; para empacar papa, yuca, frutas y verduras.
Cuadro 10. Costos de la producción industrial de cordelería.
Del total de sacos producidos en el 2001, las industrias fabricaron 22.583.325. De la oferta nacional de
sacos de fique en el mercado, la Compañía de Empaques participa con el 74% en el subsector arrocero,
45% en el cafetero y 65% en el subsector papero. Consultadas todas las empresas sobre su producción
de sacos en el año 2002, sólo presentaron datos dos empresas.
16
Coohilados del Fonce produce 12,83% más costoso que Empaques del Cauca, y a pesar de proveerse de
forma principal de la cabuya más costosa del mercado nacional (la de Santander), obtiene mayor
utilidad seguramente por ser una empresa cooperativa y no cotizar aportes a varias entidades. El
producto de Empaques del Cauca es 10% más económico que el de la Compañía de Empaques, aún en
sacos más pesados.
La competencia del empaque de fibra natural –además del transporte a granel–, es el empaque de
polipropileno; su producción se hace en grandes volúmenes y a muy bajo costo. Para enfrentar el
mercado la Compañía de Empaques S.A. y Empaques del Cauca S.A., montaron plantas de plástico
paralelas a las de fique, y allí su competencia son empresas transformadoras o importadoras. El
volumen de saco plástico comercializado en el país durante el 2002 superó 80 millones de unidades.
Sin embargo, el empaque de fique muestra bondades para el almacenamiento y la recolección de la
cosecha, ofrece ventajas en la aireación en los arrumes hasta de 20 planchas, mientras que el saco de
polipropileno no es apropiado para arrume de más de 10 debido a su deslizamiento.
Uno de los aspectos que podrá dar rentabilidad plena al cultivo de fique es la diversificación de usos de
los subproductos de la planta, por ejemplo para aprovechar el jugo de fique desde el año 2000 se viene
trabajando en su industrialización. Para esto se han tomado dos aspectos tecnológicos: por una parte la
producción a nivel de planta piloto de una mezcla de hecogenina/tigogenina, una mezcla de ácidos
grasos, y una mezcla de azúcares, alcoholes superiores y sulfato de sodio. La hecogenina y la
tigogenina son usadas en la industria farmacéutica al ser precursores de hormonas, corticoides y otros
medicamentos; los ácidos grasos (grasas) pueden ser usados para la producción de jabón. La
factibilidad de la comercialización de estos productos es un estudio que concluirá a finales de 2004, y
de ser positiva, permitiría adelantar la conformación de una primera empresa. Por otra parte, se
desarrolló un equipo para la separación de la fibra corta del jugo de fique, este prototipo está en
17
pruebas y de lograrse el resultado esperado (eficiencia y masificación) se podría recuperar hasta el 50%
de fibra corta que se pierde en el proceso del desfibrado. Esta fibra corta es excelente alternativa de uso
para los talleres de papel y las industrias colchoneras.
COMERCIO
La comercialización del fique se realiza principalmente con las compañías procesado-ras de la fibra;
éstas tienen una red de compradores y han establecido la compra según la calidad del producto. La
demanda insatisfecha de cabuya se calculó en 6.000 toneladas para el año 2002 y en 7.000 para el
2003.
En cuanto al abastecimiento de cabuya por parte de las fábricas y los artesanos, la industria adquiere
casi el 70% de la materia prima de manera directa, mientras que en el caso de los artesanos los
intermediarios manejan hasta un 75% del volumen de cabuya usado (lo que representa alrededor de
25% del total de toneladas producidas en el país).
Nota: El sisal fue importado de Haití, Brasil y Venezuela. El consumo del eslabón artesanal es principalmente para el tejido de empaque
ralo, en los departamentos de Nariño y Santander.
19
Anteriormente los productores llevaban directamente la cabuya a las agencias; hoy en día, el 80% de la materia prima se
transa mediante intermediarios; esto encarece la fibra en unos $800 por arroba.
18
Figura 9. Agentes directos que intervienen en cada eslabón de la cadena del fique.
El mercado de sacos tupidos y semitupidos a nivel nacional se encuentra caracterizado por una
composición oligopólica, conformado por tres compañías que ofrecen productos poco diferenciados y
muchos consumidores dispersos. El subsector cafetero ha sido desde 1938 el mayor demandante de
sacos en el país, pero la reducción de las exportaciones ha disminuido la demanda de sacos20.
El empaque ralo es demandado casi en un 90% por la industria y comerciantes de papa, las hortalizas
también se constituyen en un mercado importante, siendo la zanahoria el principal consumidor. La yuca
mantiene un nivel de utilización del 50% del empaque ralo en su comercialización y en la industria
panelera se ha sustituido el empaque de fique en un 60%.
La demanda de cordeles y sogas para uso industrial y en la producción agropecuaria también ha venido
en descenso. La demanda de telas para embalaje y otros usos ha disminuido con el uso de fibras
sintéticas para dichos productos; en contraste, la felpa presenta un crecimiento importante en la
industria de la colchonería: “... en un 38.3% entre 1991 y 1994…”21. Esta cifra ha aumentado durante
estos últimos años, pero las empresas demandantes han encontrado déficits de materia prima y altos
costos; por ejemplo, para el caso de Industrias Spring S.A. el déficit anual de cabuya es de 480
toneladas, lo cual ha obligado a importar sisal de Brasil y a frenar el crecimiento de su producción.
En cuanto a la artesanía decorativa, el fique empieza a ser reconocido y a tomar espacios propios en la
decoración moderna.
20
La Federación Nacional de Cafeteros sólo adquirió cinco millones de empaques en 1991, es decir, 64,8% menos de lo que
demandó en 1980.
21
19
EXPORTACIONES
Se pueden diferenciar dos tipos de exportación de fique: las de productos industriales y las de
productos artesanales. La Compañía de Empaques S.A. exporta desde el año 2000, en su gran mayoría
empaque y agrotextiles a países como México, Estados Unidos, Costa Rica, Perú, Ecuador y a
Centroamérica. Empaques del Cauca exporta pequeñas cantidades de sacos para empacar café y cacao
a Ecuador, y desde el año 2002 también a Venezuela. La exportación de productos artesanales en fique
la lidera Artesanías de Colombia, los productos provienen de regiones de Boyacá y Santander
principalmente.
IMPORTACIONES
Las importaciones se realizan para suplir la demanda de productos industriales; en ese sentido, es
oportuno considerar los siguientes aspectos:
· En la producción industrial de costales sólo se puede reemplazar el 10% de fique con sisal, por lo que
la consecución de nuestra fibra es imperativa.
· De alcanzarse el precio internacional de las fibras, sería más económico para las empresas importar
gran parte de la fibra necesitada.
· Por medio de aranceles, hoy se está protegiendo el mercado colombiano de importaciones de yute,
pero al ser levantada la restricción el subsector fiquero puede colapsar.
20
Cuadro 17. Importaciones de cordelería, cordaje y cable de fique (toneladas).
Valor (USD)
1998 1999 2000 2001 2002
725.324 612.561 563.039 857.624 1.070.201
Fuente: DANE. Cálculos de la Secretaría Técnica.
La meta es suplir el déficit de fibra de fique que el país tiene actualmente, para que la balanza
comercial siga siendo positiva (Cuadro 18). En conclusión, ésta muestra un crecimiento en el período
1998-2002 del 67%; durante la década de los noventa presentó un claro descenso pero logró una franca
recuperación a partir del año 2001. El futuro trae expectativas positivas en los mercados internacionales
sobre todo por aquellos productos diferenciados.
COMPETIDORES
No hay otra fibra nacional que compita con la de fique y Colombia es el primer productor mundial de
esta fibra, pues sólo Costa Rica, Ecuador y Venezuela cuentan con algunas variedades y el estimativo
de producción de cada país es alrededor de 1.000 ton/año.
El fique tiene dos fibras competidoras directas en los mercados interno y mundial: el yute y el sisal. El
yute (Iliacea), es una fibra blanda22 reconocida como la fibra natural más producida después del
algodón; su costo es bajo pues requiere de pocos aportes, tales como fertilizantes o plaguicidas, y puede
llevarse a cabo en pequeñas explotaciones. Es un cultivo de secano anual y de trabajo intensivo, por lo
que cada vez su producción se concentra más en Bangladesh, India, China y Tailandia. Se usa para
empaque, tela y nuevos desarrollos tales como geotextiles y base de alfombras.
El sisal (Agave sisalana), es una fibra dura23 cuyo mayor productor es Brasil. Su cultivo es realizado
por pequeños productores quienes surten a las grandes empresas. El sisal se usa principalmente para
cordelería, pues es muy resistente a la tensión; las nuevas aplicaciones (hilaza para alfombras, pasta
para papel y compuestos) requieren de entregas regulares y garantizadas por lo que su mercado sigue
creciendo. China tiene grandes avances en el desarrollo de productos no tradicionales del sisal tales
22
Fibra extraída del tallo de la planta.
23
Fibra extraída de las hojas de la planta.
21
como cepillos de abrasión, ropa térmica y con el jugo producen hormonas y otros productos
farmacéuticos.
Sobre cada una de ellas, la fibra de fique (cabuya) tiene dos grandes ventajas comparativas y
competitivas: por una parte, la cabuya no es tan suave como el yute, por lo que en cordelería funciona
muy bien. Por otra parte, la cabuya no es tan rígida como el sisal, por lo que en empaques funciona
muy bien24.
El fique también compite con el kenaf (fibra blanda cuyo mayor productor es India) y el abacá (fibra
dura cuyo mayor productor es Filipinas) en cuanto a empaque, anteriormente competía con el henequén
(fibra dura) pero México –su principal productor– ha perdido interés en la fibra y se ha orientado hacia
la utilización de su jugo.
En el año 2001 la producción de fique en Colombia fue de 18.500 toneladas, según la FAO25; para el
2002, la entidad reporta una producción de 18.100 toneladas, lo que da un promedio de producción del
período 1997-2002 de 20.700 toneladas y una reducción anual paulatina que supera las 5.500 toneladas.
Los datos que reportan son tomados de las fuentes estadísticas de cada país, y como para el caso del
fique son cifras distantes de las que plantea el subsector, esta investigación presentará análisis de la
participación mundial en los mercados de las fibras naturales, con el valor que el subsector determinó
como la producción del año 2002: 24.000 toneladas.
Esta clasificación ubica a Colombia en el cuarto puesto con una participación de 7,80% en el grupo de
las fibras duras. Brasil ha sido tradicionalmente el primer productor en este grupo y, según los datos de
la FAO, ha venido incrementando su producción en 10% anual.
Las fibras duras como las del fique, el henequén y el sisal se obtienen a través de medios mecánicos,
utilizando instrumentos de desfibrado y gran inversión de trabajo, lo que explica por qué es mayor el
24
No se podría hacer costales de sisal, pues serían muy pesados y gruesos, y por lo tanto, poco flexibles.
25
FAO. Boletín de fibras-Estadísticas, junio de 2003.
22
costo comparativo de estas fibras frente a las blandas tales como el yute y el kenaf. El siguiente análisis
de competidores (Cuadro 20) se hace con todos los productores de fibras naturales –blandas y duras–,
pues en definitiva, para participar el mercado internacional ha de suponer ser competitivos en este
grupo.
Nota: Para las dos empresas se tomará el valor de producción de un kilo de sacos.
Para calcular el valor en pesos se tomó la tasa representativa del mercado para el 200.
Fuente: FAO, subsector. Cálculos: Secretaría Técnica.
Esta clasificación muestra al yute como la fibra de mayor producción en el mundo26, India ha venido
aumentando su producción en los últimos tres años en más de 300.000 toneladas, mientras Bangladesh
ha tenido altibajos en el período 1997-2002 que ha significado 465.800 toneladas menos (Cuadro 21).
El empaque de fique más económico es el producido por el artesano nariñense; en cuanto a empaque
industrial, el saco de yute es 4% más económico que los de fique frente al precio promedio nacional.
26
Seguramente la razón principal estriba en que es un cultivo con corto tiempo de establecimiento, pues caso todas las
fibras blandas se cosechan a cinco meses de su siembra.
23
Las pérdidas se calculan en el 10% promedio anual de las plantas sembradas, este factor se puede dar
por florecimiento, plagas y enfermedades.
Año Inventario inicial de Inventario inicial plantas Pérdidas (florecimiento, Inventario final Inventario final
fibra (kg) en producción (*) plagas y enfermedades) plantas en producción de fibra (kg)
2003 24.000.000 12.000.000 1.200.000 10.000.000 21.000.000
2004 21.600.000 10.800.000 1.080.000 9.720.000 19.440.000
2005 19.440.000 9.720.000 972.000 8.748.000 17.496.000
2006 17.496.000 8.748.000 874.000 7.873.000 15.746.400
2007 15.746.000 7.873.200 787.320 7.085.880 14.171.760
2008 14.171.760 7.085.880 708.588 6.377.292 12.754.584
2009 12.754.584 6.377.292 637.729 5.739.563 11.479.126
2010 11.479.126 5.739.563 573.956 5.165.607 10.331.213
Esta proyección muestra la crítica situación en la disponibilidad de fibra que se avecinaría, pues la
producción que se alcanzaría en el 2010 apenas sería apenas suficiente para cubrir la demanda
proyectada de los sectores industrial y artesanal, obligando a una u otra parte a cerrar sus puertas o
importar el total de su consumo. Esta situación hizo pensar en la necesidad de establecer planes de
siembra controlados estratégicamente bajo parámetros de tecnificación.
El planteamiento hecho en el Consejo de la Cadena fue iniciar planes de siembra –de forma controlada
y tecnificada– con cinco millones de matas y anualmente continuar la siembra del número de matas que
se han perdido en el año anterior a causa del florecimiento, las plagas y/o las enfermedades. Se
proponen siembras de 1.000 plantas por hectárea usándolas como cerca viva o división entre lotes.
En marzo del presente año (2004) se revisó el trabajo hecho y se estimó que las siembras del 2003
alcanzaron 4’143.697 plantas, lo que indica que no se cumplió la primera meta proyectada. La razón
principal fue el déficit de semilla en Cauca, departamento donde no se sembró.
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Teniendo en cuenta que las siembras hechas en cada año, solo pueden ser aprovechadas
productivamente al cuarto año (las siembras del 2003 sólo serán plantas de extracción en el 2007), el
Consejo decidió que en el año 2004 se sembrarán 3.000.000 de plantas.
Esta proyección de siembras nuevas, más las plantas que ya están hoy en producción, harían que sólo
en el 2007 la oferta de cabuya retorne a una tendencia al alza: así, en el año 2010 Colombia estaría
produciendo casi el mismo volumen de fibra –27.389 toneladas– que produjo en el año 2000.
Cuadro 24. Nueva proyección de la situación del fique para el periodo 2003-2010.
Figura 11. Nueva proyección de la situación del fique para el periodo 2003-2010.
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Estos volúmenes de producción exigirían que la demanda de cabuya que manejan los eslabones
artesanal e industrial del país, se mantenga al mismo nivel de la actual, pues aún con nuevas siembras
no se podría pensar en la ampliación de nuevos productos o mercados.
Esto muestra que la solución actual no reside tampoco las nuevas siembras, pues la situación a lo largo
del periodo de establecimiento seguirá siendo crítica, máxime cuando el país está en déficit de cabuya y
cuando aumentan las demandas de uso de fibras naturales a nivel mundial. Por estas razones el Consejo
Nacional de la Cadena ha planteado la revaloración y el aprovechamiento de los cultivos abandonados,
que según los agentes del subsector, son un gran número. El reto consiste entonces en establecer las
nuevas siembras y, a la par, buscar el óptimo aprovechamiento de lo existente, ya sea en retoma o en
mejoras prácticas de beneficio. Con esta última estrategia se podría recuperar la fibra corta presente en
el bagazo, la cual se calcula en 2% del peso de la hoja.
CONCLUSIONES
Se calcula que entre 50.000 y 70.000 familias colombianas dependen económicamente de la
explotación del fique. Gran parte de este grupo complementa la actividad de cultivo con la de
transformación de la fibra; por tanto, el fique es un generador significativo de empleo, principal-mente
en regiones donde la posibilidad de ocuparse en otras actividades es reducida.
La rentabilidad del cultivo del fique es muy baja, pero existe la posibilidad de mejorar su productividad
de forma importante, así como de disminuir sus costos de producción con un impacto positivo en la
rentabilidad.
En general, obtener la fibra de fique ha sido una labor difícil por las herramientas que se utilizan; al
tener los campesinos su propia máquina o arrendarla, el trabajo es muy individual y minifundista, y la
nula tecnificación del cultivo hace que siga siendo un trabajo a nivel extractivo.
El mercado nacional de la cabuya es de características oligopsónicas, con precios que se asumen como
“oficiales”, fijados por una de las empresas del subsector. La relación entre los precios internacionales
y el precio interno de la cabuya, muestra un cierto margen de competitividad de la fibra nacional.
La balanza comercial del fique muestra un crecimiento en el período 1998-2002 de 67%; durante la
década de los noventa presentó un claro descenso que se ha comenzado a recuperar a partir del año
2001. El futuro trae expectativas positivas en los mercados internacionales sobre todo por productos
diferenciados.
Existe un déficit de cabuya calculado para el año 2003 en 7.000 toneladas, lo que permite planificar el
futuro del cultivo con siembras, manejo integrado del cultivo, nuevas zonas fiqueras, demanda
asegurada y comunicación entre los agentes.
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Por consenso, el Consejo de la Cadena Nacional del Fique determinó que se hablará de número de
plantas al hacerse muy difícil calcular hectáreas sembradas, y que las nuevas siembras serán de 1.000
plantas por hectárea, en forma de cerca viva o división entre lotes.
– Capacitación de los productores para el mejor aprovechamiento del fique existente y la renovación de
cultivos abandonados, con lo cual se empezará a reducir el déficit de fibra;
– Consideración del cultivo como tal, a fin de darle el mismo tratamiento que se le da a cualquier otro
cultivo (desyerba, fertilización, cosecha periódica);
– Optimización del proceso de beneficio para aumentar así la cantidad de fibra obtenida (hasta en un
50%) y su calidad, e incurrir en menos costos de transporte para reducir así costos de producción;
– Desintermediación de la comercialización;
– Uso del fique como cultivo agroecológico, protector de suelos, almacenador de agua y del bagazo
como fertilizante;
– Factibilidad económica y técnica en el uso del jugo de fique con destino a la industria farmacéutica;
– Reconocimiento de las relaciones entre los agentes de la Cadena y entre los eslabones, para crear una
sólida estructura que permita la concertación de precios, entre otras acciones.
Este proceso de Cadena ha demostrado las voluntades de las partes incluso la del gobierno nacional,
quien para fomentar el cultivo y apoyar al subsector, creará y ofrecerá una línea de incentivo crediticio
rural; por su parte, la industria se ha comprometido con el desarrollo de planes de siembra. En general,
el panorama de la Cadena Nacional del Fique en las regiones participantes del Acuerdo es alentador:
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Cadena; encabezados por la Secretaría de Fomento Agropecuario, están integrados con los procesos
regional y nacional.
– En Cauca el fique decrece por la competencia de los cultivos ilícitos, la violencia en las zonas
fiqueras, las prácticas inadecuadas de cultivo que empobrecen la tierra y contaminan las fuentes de
agua; no obstante, se entrevé un mejor futuro con los programas de siembra y asistencia técnica que se
están proyectando. La potencialidad de la Cadena se da a partir de un cambio cultural, acompañamiento
técnico y la continuidad del trabajo coordinado entre los eslabones del subsector, que ha venido
realizándose con mayor impulso desde julio de 2003 cuando el Vicepresidente de la República y el
Ministro de Agricultura asumieron el liderazgo de dar respuesta a las necesidades caucanas.
1.- Que en diciembre de 2000 reunidos varios actores en Popayán durante el Segundo Encuentro
Fiquero, plantearon a CORPOICA consolidar una Cadena Productiva. 2.- Que en respuesta a esta
solicitud durante el siguiente año se realizaron tres reuniones de nivel nacional, donde se establecieron
las bases para presentar al Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural esta propuesta. 3.- Que la
Cadena empezó a consolidarse con la participación de las organizaciones más representativas de los
productores y de los artesanos, los empresarios, la academia, los institutos de investigación y los
gremios compradores de bienes en fique, de los cinco Departamentos participantes en el Acuerdo:
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Antioquia, Boyacá, Cauca, Nariño y Santander. 4.- Que el Ministerio de Agricultura y el Desarrollo
Rural, dio el visto bueno al proceso en el mes de septiembre de 2001. 5.- Que el proceso inició con la
conformación de los Comités de Cadena Regionales, los cuales desarrollaron en el año 2002,
diagnósticos departamentales sobre la situación del subsector, con lo cual se estableció un posterior
diagnóstico nacional. 6.- Que durante el año 2003 se ha consolidado un Consejo Nacional de la
Cadena, en el que tienen asiento representantes de los Departamentos participantes en el Acuerdo. 7.-
Que los integrantes de la Cadena reconocen que el cultivo del fique es importante generador de empleo
en zonas del país donde las oportunidades de empleo son escasas. 8.- Que en el diagnóstico, del cual se
anexa un resumen al presente Acuerdo, se identificaron algunas ineficiencias que afectan la
competitividad de la Cadena y especialmente del eslabón productor de fique. 9.- Que para mejorar la
competitividad de la producción nacional de fique se adoptó como estrategia general eliminar
gradualmente dichas ineficiencias. 10.- Que en la medida en que la información obtenida o
suministrada por los distintos actores de la Cadena se mejore, se podrán adoptar acuerdos posteriores
que apunten a resolver otras ineficiencias en la competitividad de la Cadena, hasta alcanzar lo que
puede constituir un Acuerdo de Competitividad. 11.- Que para fomentar la oferta nacional de fique y
mejorar su competitividad hemos libremente llegado a los siguientes acuerdos:
1.- Objetivos específicos del presente Acuerdo y sus estrategias. - Los siguientes literales
corresponden a las estrategias priorizadas por los integrantes de la Cadena, y que conforman el Plan
Operativo de la Cadena Nacional del Fique:
a). Nuevas siembras de fique y ampliación de mercados de sus productos. - Para suplir el déficit
actual de cabuya (alrededor de 7.000 toneladas) se sembrarán, de la forma más tecnificada posible, tres
millones de plantas de fique en el año 2004, para lo cual el Ministerio de Agricultura y Desarrollo
Rural diseñará y ofrecerá una línea específica de incentivo rural, previa verificación de la rentabilidad
del cultivo. Se gestionará con el Ministerio de Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial, la
certificación de los productos en fique dentro del Programa de Mercados Verdes y se gestionarán con el
Ministerio de Comercio, Industria y Turismo, incentivos a las exportaciones de los bienes producidos
tanto por los artesanos como por la industria.
b). Mejorar la productividad y competitividad del cultivo de fique. - Para mejorar la productividad
del fique se incentivará su siembra tecnificada en zonas agroecológicas, determinadas como las de
mayor productividad a nivel regional y nacional, y definidas con estudios por los respectivos Comités
de Cadena. Así mismo se definirán programas específicos para:
- Mejorar la oferta tecnológica basada en el conocimiento del comportamiento del cultivo en las
zonas de mayor rendimiento, para lo cual se empezará a desarrollar un paquete tecnológico.
c). Disminuir costos de transacción entre los distintos agentes de la Cadena. – Con este objeto
entre los vendedores de la fibra, los artesanos y las empresas transformadoras de la cabuya, se revisará
y actualizará la norma NTC992 que define los parámetros de calidad de la fibra. Se organizará la
comercialización de la fibra a través de los centros de beneficio, y se diseñarán sistemas de compra-
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venta de la fibra. La formación del precio interno de la fibra de fique tendrá en consideración los
precios internacionales de las fibras competidoras.
d). Desarrollar alianzas estratégicas. - Se establecerán alianzas estratégicas entre los productores de
empaque (artesanos tejedores y empresas transformadoras) y los gremios compradores: FEDEPAPA,
FENALCE, FEDEARROZ y FEDECAFETEROS; con el objeto de responder a las exigencias del
mercado de forma eficaz y propender así el mayor uso del empaque. Se establecerán alianzas entre
productores de fibra y empresas colchoneras que usen fibra corta y mota de fique, tales como
Colchones Spring, para garantizar un efectivo canal de comercialización. Se establecerán alianzas entre
las asociaciones de productores y el agente comercial Texcomercial, para garantizar la oferta a mejores
precios de los tanques que produce la empresa COLEMPAQUES, y que pueden ser usados para el
fermentado de la fibra. Se establecerán alianzas entre los Comités de Cadena Regionales y la empresa
FIQ Ltda., para el diseño y construcción de equipos que se usarán en las nuevas plantas de
procesamiento del jugo. Se establecerán alianzas estratégicas con la Cadena del Banano, la Cadena del
Plátano y la República de Cuba, para implementar nuevos desarrollos tecnológicos de la fibra (cuerda
bananera e hilo quirúrgico). Se establecerán alianzas estratégicas con empresas farmacéuticas y la
República de Cuba para el desarrollo de nuevos derivados del jugo.
e). Mejorar la información entre los agentes de la Cadena. – Para poder hacer seguimiento a la
competitividad de la Cadena y al desarrollo de las estrategias del presente Acuerdo y de acuerdos
posteriores, los abajo firmantes se comprometen a suministrar la información necesaria y suficiente a la
Secretaría Técnica de la Cadena Nacional y a las de los Comités de Cadena Regionales. Los resultados
del análisis de dicha información de la Cadena, serán difundidos y socializados entre empresarios,
entidades de apoyo, entidades de planeación y unidades de investigación, entre otros, a través del
Observatorio Agrocadenas del Ministerio de Agricultura y el Sistema de Información para el
Desarrollo Tecnológico, SIDETEC.
g). Manejar los recursos naturales y el medio ambiente. - Se firmarán Convenios de Producción
Limpia con las Corporaciones Autónomas Regionales de Boyacá, Cauca y Santander, y se fortalecerán
los Convenios ya firmados con las Corporaciones Autónomas de Antioquia (CORNARE) y de Nariño
(CORPONARIÑO). Los Convenios incluirán fórmulas para el manejo de la contaminación producida
por el fique en aguas superficiales, control de la erosión y protección de las áreas con las nuevas
siembras. Se aplicará la resolución 1083 del 4 de octubre de 1996 "Por la cual se ordena el uso de fibras
naturales en Obras, Proyectos o Actividades objeto de Licencia Ambiental".
h). Formar el recurso humano. - La falta de educación y capacitación del recurso humano de los
diferentes eslabones de la Cadena afectan la competitividad del cultivo, es necesario entonces la
creación de un grupo de capacitadores bajo metodología participativa, quienes posteriormente
replicarán la información a los productores. La meta no es solo abordar los problemas agrícolas sino
crear competencias laborales para todos los eslabones de la Cadena, para esto se construirán Normas de
Competencia Laboral con la Dirección del Sistema Nacional de Formación Profesional del SENA. Se
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fortalecerán las organizaciones empresariales existentes en la Cadena y se diseñarán mecanismos de
capacitación empresarial.
2.- Consejo Nacional de la Cadena. - La Cadena contará con un Consejo Nacional conformado por:
Las funciones del Consejo Nacional de la Cadena y de su Secretaria Técnica, así como sus
reglamentos, serán definidos en la primera reunión de dicho Consejo posterior a la firma del presente
Acuerdo.
En cada uno de los departamentos participantes en este Acuerdo se conformarán Comités de Cadena,
cuyas funciones y reglamentos serán definidos en la primera reunión de dichos Comités, posterior a la
firma del presente Acuerdo.
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3.- Vigencia del Acuerdo. - El presente Acuerdo entra en vigencia a partir de la firma de sus
miembros.
FIRMADO POR:
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En representación del sector público departamental:
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GLORIA DEL SOCORRO ARIAS
Secretaria Agropecuaria y Minera de Boyacá.
HUGO CORTÉS
Productor Cooperativa Paniquitá, Municipio de Totoró. Miembro Comité de Cadena Regional del
Fique (Cauca).
GERARDO MARTÍNEZ
Presidente CORPOFIQUE. Miembro de la Cadena Regional del Fique en Nariño.
ALEJANDRO MANTILLA
Coordinador Comité de Cadena Regional del Fique (Santander).
GERARDO MARTÍNEZ
Presidente CORPOFIQUE. Miembro de la Cadena Regional del Fique en Nariño.
ALEJANDRO MANTILLA
Coordinador Comité de Cadena Regional del Fique (Santander).
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GERARDO MARTÍNEZ
Presidente CORPOFIQUE. Miembro de la Cadena Regional del Fique en Nariño. En representación de
la Dra. Erika Hormaza, Coordinadora Cadena Regional.
ALEJANDRO MANTILLA
Director Administrativo Coohilados del Fonce Ltda. En representación del Dr. Luis Guillermo Castillo,
Gerente General.
FABIO POLANÍA
En representación del Dr. José Adel Cancelado, Representante Legal FENALCE.
Alianzas estratégicas:
SUSANA JARAMILLO
Gerente Ventas COLEMPAQUES.
MARTHA CUBILLOS
Gerente FIQ Ltda.
BENGT KINDGREN
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Gerente Ropsohn Therapeutics.
En representación de las instituciones educativas:
Coordinación de la Cadena:
Otros firmantes:
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PARTE III. PLAN OPERATIVO DE LA CADENA DEL FIQUE
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Objetivo Componente Actividad Meta Responsables
6 Vincular a los pequeños productores y empresarios a la Cadena
Los productores,
beneficiadores y
Se gestionará con el Ministerio de Protección Social, artesanos fiqueros de
Secretaría Técnica, Cadena Nacional del
la creación de un Sistema de Riesgos Profesionales Santander
Fique, Comités Regionales, Ministerio de
para los productores, beneficiadores y artesanos capacitados en las
Protección Social
fiqueros. formas adecuadas de
trabajo y de
seguridad industrial
1000 fiqueros entre
Se gestionará con el Ministerio de Protección Social, productores,
Secretaría Técnica, Cadena Nacional del
la ampliación de la cobertura al Régimen SISBEN beneficiadores y
Fique, Comités Regionales, Ministerio de
para los productores, beneficiadores y artesanos artesanos fiqueros
Protección Social
fiqueros vinculados al
SISBEN
7 Manejar los recursos naturales y el medio ambiente
Tener listos para la
Convenios de Producción Limpia con las firma Convenios de Comités de Cadena Regionales, Cadena
Corporaciones Autónomas Regionales de Boyacá, Producción Limpia Nacional del Fique, CAR's, Subsector
Cauca y Santander en Boyacá, Cauca y Departamental
Santander
Fortalecerán los Convenios ya firmados con las Comités de Cadena Regionales, Cadena
Tener listos planes
Corporaciones Autónomas de Antioquia Nacional del Fique, CAR's, Subsector
de trabajo
(CORNARE) y de Nariño (CORPONARIÑO) Departamental, Alcaldías
8 Formar el recurso humano
Un grupo de
Creación de un grupo de capacitadores a nivel Cadena Nacional del Fique, Comités
capacitadores por
nacional Departamentales
cada departamento
Crear competencias laborales para todos los
El grupo de expertos
eslabones de la Cadena, para esto se construirán
trabajando en el Cadena Nacional del Fique, subsector
normas de competencia laboral con la Dirección del
Departamento de nacional, SENA
Sistema Nacional de Formación Profesional del
Nariño
SENA
Tener caracterizadas
Se fortalecerán las organizaciones empresariales las organizaciones Organizaciones del subsector,
existentes en la Cadena y se diseñarán mecanismos empresariales Asociaciones, Sindicatos, Cadena
de capacitación empresarial existentes en la Nacional del Fique, SENA
Cadena
9 Realizar investigación y desarrollo tecnológico
Planes contra la
Desarrollo de un programa de manejo integrado del macana, la
CORPOICA,
cultivo antracnosis y la
estrella
1, Separación de
Continuar las investigaciones tendientes a polialcoholes de los
industrializar los diferentes compuestos que azúcares 2, CORPOICA, Universidad Nacional
provienen del jugo de fique producción de
alcohol
Establecidos las
Precisar la oferta nacional de plantas, fibra, jugo y
proporciones de fibra CORPOICA, Universidad Nacional
productos químicos contenidos en el jugo
y jugo por variedad
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