Fases de La Negociación
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2. 8. BLOQUEOS EN LA NEGOCIACION
Resulta muy útil cuando se negocia elaborar un pequeño dossier de cada reunión
en el que se vayan registrando los aspectos más relevantes.
Hay que tomar notas de manera escueta, de forma que no impida prestar la
debida atención a la otra parte.
Reflejar aquellos puntos en los que parece haber coincidencia y aquellos otros en
los que las posiciones están alejadas.
Anotar aquellos aspectos en los que la otra parte parece fijar su atención, aquellos
puntos a los que concede especial atención.
Recoger sus reacciones ante nuestras opiniones, ante nuestros planteamientos,
tratando de detectar con cuales parece coincidir y cuales le resultan más difíciles
de aceptar.
Si se negocia en grupo, anotar cómo vienen reaccionando los distintos
componentes del otro equipo, quiénes parecen estar más cerca de nuestros
planteamientos y quiénes se muestran más críticos.
Apuntar si ha habido alguna pregunta que no hemos podido responder y sobre la
que hemos quedado en hacer las consultas oportunas y contestar a la mayor
brevedad.
Señalar aquellos cometidos que cada parte ha quedado en realizar de cara a la
próxima reunión (estudios, consultas, nuevos planteamientos...).
Estas breves notas de la reunión serán más adelante de gran ayuda al permitirnos
recodar con precisión todo lo ocurrido durante la negociación.
3. ACUERDO
3. 1. ROMPER LA NEGOCIACION
Cuando se inicia una negociación uno debe tener muy claro que, aunque lo ideal
sea llegar a un acuerdo, es posible que en algún momento no quepa más
alternativa que romper la misma.
Uno debe tener muy presente que no hay que llegar forzosamente a un acuerdo;
hay que intentar por todos los medios lograrlo, pero si esto no es posible es
preferible dar por concluida la negociación.
Si los términos que ofrece la otra parte, tras largas y agotadoras
discusiones, siguen estando por debajo de nuestro mínimo aceptable no quedará
más alternativa que levantarse e irse.
Esto que parece tan evidente muchas veces se olvida y el negociador siente la
presión de que tiene que alcanzar un acuerdo a toda costa, de que no puede
volver a su empresa con las manos vacías, lo que termina llevándole a cerrar un
mal acuerdo.
Romper una negociación no resulta fácil, exige valor, no obstante resulta menos
difícil tomar esta decisión cuando uno ha contemplado esta posibilidad como uno
de los posibles resultados de la negociación.
La ruptura puede ser temporal o definitiva.
La ruptura temporal se puede utilizar como forma de presionar a la otra parte para
que rectifique su posición y haga alguna concesión. En este caso no hay voluntad
de romper definitivamente la negociación sino simplemente de darle un toque de
atención al interlocutor ("o modificas tu posición o va a ser imposible llegar a un
acuerdo").
La ruptura definitiva se produce cuando tras muchos intentos y tras haber
explorado todas las soluciones imaginables, las posiciones de las partes continúan
muy alejadas y no hay manera de acercarlas.
Uno no debe precipitarse a la hora de romper las negociaciones.
Antes deberá analizar todas las posibles alternativas para tratar de superar el
bloqueo, pero si llega al convencimiento de que esto no es posible será mejor
darlas por finalizadas.
Cuando resulta evidente que no va a ser posible llegar a un acuerdo es preferible
romper cuanto antes que seguir perdiendo el tiempo y haciéndoselo perder a la
otra parte.
Como resumen de los temas tratados, queremos resaltar aquellos factores que
suelen ser determinantes en el buen éxito de una negociación:
Preparación: a la mesa de negociación hay que ir con los deberes hechos. Tan
sólo un profundo domino del tema a abordar nos dará la confianza necesaria para
poder negociar con seguridad y poder ir superando los distintos obstáculos que
surjan en el camino hacia el acuerdo.
Rigurosidad: tratar todos los temas que puedan influir en el acuerdo, analizarlos en
profundidad, no dejar ninguna duda por resolver (aunque nos parezcan poco
importante), ser muy puntillosos en la redacción del documento escrito y, en
definitiva, no dejar nada al azar. Sólo de esta manera se consigue que, una vez
firmado el acuerdo, éste se desarrolle con normalidad y se eviten posibles
malentendidos que podrían terminar en los tribunales.
Respeto hacia la otra parte: la otra parte no es nuestro enemigo, viene a ser
un colaborador en la búsqueda de una solución que satisfaga los intereses de
ambos. El respeto hacia la otra parte permite además lograr una atmósfera de
colaboración que facilitará el poder alcanzar un acuerdo. Por supuesto, nunca
subestimar al oponente.
Empatía: la empatía es la habilidad de conocer que siente la otra persona, de
ponernos en su lugar. Y tan sólo conociendo sus intereses, sus ilusiones y sus
temores seremos capaces de comprenderlo y de encontrar una solución que sea
válida para todos.
Confianza: es esencial para una buena negociación. Desde un primer momento
hay que tratar de generar un clima de confianza entre las partes. Sólo así las
personas se abrirán, facilitarán información y se mostrarán receptivas a los
planteamientos de la otra parte.
Flexibilidad: la negociación hay que prepararla en profundidad pero siempre cabe
la posibilidad de que siga un rumbo inesperado. Tan sólo aquellas personas que
sean capaces de adaptarse rápidamente a las nuevas circunstancias podrán
articular soluciones alternativas, fuera del guion.
Creatividad: el poder articular una nueva propuesta olvidando los planteamientos
iniciales, en base a la nueva información recibida, a los intereses expresados por
la otra parte, al propio desarrollo de la negociación, exige una elevada dosis de
creatividad. La creatividad es la mejor arma para superar puntos conflictivos.
Asertividad: es saber decir "NO" en un momento determinado sin generar tensión.
La asertividad permite evitar malentendidos, dejando muy claro desde el principio
qué se puede aceptar y qué no, a qué está uno dispuesto a renunciar y a qué no.
Una comunicación clara entre las partes, donde cada una conozca con claridad el
planteamiento de la otra, es un requisito imprescindible para el buen fin de una
negociación. La asertividad es básica para una buena comunicación. No decir
"NO" a tiempo, puede ser el origen de problemas posteriores.
Paciencia: toda negociación requiere su tiempo, no se deben precipitar los
acontecimientos. Dentro de lo posible hay que tratar de adaptarse al ritmo
negociador de la otra parte, evitando presionarle más de la cuenta ya que se
podría poner a la defensiva. En cualquier momento pueden surgir obstáculos que
parecen tirar por tierra todo lo avanzado, da la impresión de que no se progresa,
de que va a ser imposible llegar a un acuerdo. Frente a estas dificultades la
paciencia es una gran virtud, el saber esperar, el dejar que las cosas maduren. De
buenas a primera, cuando ya se daba todo por perdido, puede surgir el acuerdo.
3. 3. NEGOCIACION EN GRUPO
En primer lugar hay que señalar que es muy diferente una negociación individual
que una negociación en grupo.
Mientras que en el primer caso hay que tratar de convencer a una sola persona,
en el segundo son varios los interlocutores, cada uno con su punto de vista, sus
intereses, sus recelos, su valoración particular sobre nosotros, etc.
Antes de la primera reunión conviene solicitar a la otra parte una relación de las
personas que van a asistir con el fin de acudir por nuestra parte con un grupo
similar.
Por ejemplo, si en la reunión va a estar presente un representante de su área
financiera es lógico que por nuestra parte también.
Salvo que haya gran diferencia entre las dos empresas, lo lógico es que por
ambas partes acudan personas de puestos similares.
Si por su parte acude el director comercial, por nuestra parte también debería
estar presente.
No es conveniente que nuestro grupo esté formado por personas de menor nivel
jerárquico ya que los interlocutores se podrían sentir minusvalorados (ellos acuden
con su director financiero y nosotros con un ayudante).
Ni tampoco por personas de mayor rango en la organización, se podrían sentir
incómodos, cohibidos (dificultando la comunicación) o podrían percibir que para
nosotros dicha negociación tiene más importancia que para ellos (se podrían
crecer).
Acudir con personas en puestos similares facilita la comunicación, agilizando la
negociación (resulta más fácil plantear y contestar preguntas, aportar los datos
solicitados, tomar las decisiones necesarias, etc.).
Cuando se negocia con un grupo hay que identificar a su líder.
Quién define su estrategia, sus objetivos, quién en última instancia decidirá si se
cierra o no el acuerdo. Puede que el líder del grupo no sea quien lleve la voz
cantante sino que adopte una posición más discreta, interviniendo únicamente en
los momentos claves.
Pero también hay que prestar atención a los demás miembros del grupo. Cada
uno de ellos puede tener intereses diferentes en la negociación.
Por ejemplo, al representante del área de compra le preocupará el precio; al de
producción las capacidades técnicas, plazo de entrega, garantía y servicio post-
venta; al del área financiera las facilidades de pago, etc.
Durante la negociación uno debe procurar dar argumentos convincentes a cada
uno de ellos.
Aunque normalmente sea uno quien decide firmar, son muchos los que pueden
hacer que la negociación no llegue a buen término.
La opinión contraria de cualquiera de los departamentos implicados puede ser
suficiente para que el líder del grupo decida romper la negociación.
Constitución y funcionamiento de nuestro equipo negociador…
A continuación se señalan algunas reglas que conviene seguir a la hora de formar
nuestro equipo:
Hay que tratar de buscar personas con habilidades complementarias. Una con
habilidades técnicas, otra con gran capacidad de relación social, otra experta en
lograr consenso, otra especialmente rigurosa para controlar los pequeños detalles,
otra creativa, etc.
Conviene tener un encuentro inicial, antes de comenzar la negociación, para que
la gente se conozca.
La comunicación es esencial dentro del grupo.
Hay que crear una atmósfera que favorezca la comunicación, una relación de
puertas abiertas (un líder accesible), donde impere la transparencia en lugar del
secretismo.
Todo el mundo tiene que tener muy claro cuál es el objetivo de la negociación, la
estrategia que se quiere seguir, debe conocer toda la información que se disponga
sobre la otra parte y competidores, etc.
A lo largo de la negociación hay que ir comunicando los avances que se vayan
produciendo y los obstáculos que vayan surgiendo.
Antes de cada encuentro con la otra parte el grupo se deberá reunir para fijar los
últimos detalles.
También después de cada encuentro debe haber una reunión para analizar y
valorar lo ocurrido.
Dentro del equipo es posible que surjan tensiones en algún momento. El líder
debe estar atento y atajar de raíz estos posibles conflictos. Tan sólo un equipo
compenetrado puede ser eficaz.
3. 4. COMIDA DE TRABAJO
3. 5. DETALLES DE CORTESIA
3. 6. NEGOCIACIONES INTERNACIONALES
En las negociaciones internacionales hay que tener muy presente las posibles
diferencias culturales que puedan existir. Estas diferencias pueden dificultar
claramente la comunicación.
Las personas no hablan el mismo idioma lo que obliga a recurrir a intérpretes.
Además, en cada cultura el tipo de relación personal entre las partes puede seguir
patrones diferentes.
En algunas culturas se tiende a mantener una gran distancia personal (está muy
delimitada la actividad profesional de la personal, no se da pie a una relación más
cercana). En otras ocurre justo lo contrario, las personas buscan la proximidad, la
cercanía.
Un acto que puede ser perfectamente normal en una cultura (hablar de un tema
personal, bromear sobre algo) puede resultar totalmente fuera de lugar en la otra.
La propia negociación puede seguir reglas muy diferentes.
El modo de situarse en la mesa de negociación.
Importancia y extensión de la fase de presentación.
Quien debe marcar las etapas, indicando cuando se ha concluido un punto y
conviene pasar al siguiente (¿el anfitrión, la persona de mayor categoría laboral, el
invitado, etc.?)
Cómo tomar la palabra (hay que indicar que se quiere hablar, hay que esperar a
que el otro termine completamente su discurso, se puede interrumpir,…).
Cómo preguntar, que preguntas se pueden considerar impertinentes, cómo juega
el silencio.
Validez del compromiso verbal o escrito: mientras que en algunas culturas el
compromiso escrito (el documento firmado) es lo que cuenta, en otras puede tener
más importancia un acuerdo verbal.
Conveniencia o no de hacer o recibir regalos (es un detalle de amistad o trata de
coartar la libertad). Mientras que en algunas culturas son considerados una
muestra de amistad, en otras en cambio se pueden interpretar como un intento de
soborno.
Todo esto dificulta la negociación ya que uno podría estar infringiendo
involuntariamente muchas de las normas básicas de comportamiento de la otra
cultura. Ante esta dificultad, algunas reglas básicas que se pueden aplicar:
Informarse sobre las costumbres del otro país, sus peculiaridades, su cultura, su
historia y su situación actual. El mostrar al interlocutor que uno conoce algo de su
país puede ayudar a ganar su aprecio.
Actuar con la máxima prudencia, estando muy atentos a cómo se comportan los
nacionales del país (ver e imitar). Prestar especial atención al protocolo.
Ser comprensivos con los posibles errores que pueda cometer la otra parte (de
lenguaje, de comportamiento, etc.).
Salvo que uno tenga un conocimiento muy profundo de la otra lengua, es
conveniente acudir a la negociación con un intérprete de plena confianza.
No conviene aceptar sin más el intérprete que ofrezca la otra parte (no conocemos
su nivel de preparación, su discreción, no sabemos si es una persona de
confianza).
Si uno tiene ciertos conocimientos de la lengua del país puede utilizarla en la
presentación o en los momentos distendidos (almuerzo, pausas, etc.), pero
durante la negociación es fundamental comprender perfectamente lo que la otra
parte nos dice.
Porque negociar?
Como negociar?
La negociación por posiciones.
La negociación por intereses.
“El plan B”-La MAAN.
Negociaciones distributivas.
Negociaciones integrativas
Negociaciones por principios.
El proceso de negociación