Ficha de Estudio Relato Fantástico

Descargar como pdf o txt
Descargar como pdf o txt
Está en la página 1de 4

FICHA DE ESTUDIO

Profesoras: Camardelli Marisa; Campana Andrea

Relato fantástico

En un mundo que es el nuestro, el que conocemos, se produce un acontecimiento imposible de explicar por las
leyes de ese mismo mundo familiar. El que percibe el acontecimiento debe optar por una de las dos soluciones
posibles: o bien se trata de una ilusión de los sentidos, de un producto de imaginación, y las leyes del mundo siguen
siendo lo que son, o bien el acontecimiento se produjo realmente, es parte integrante de la realidad, y entonces esta
realidad está regida por leyes que desconocemos. Lo fantástico ocupa el tiempo de esta incertidumbre. Lo
fantástico es la vacilación experimentada por un ser que no conoce más que las leyes naturales, frente a un
acontecimiento aparentemente sobrenatural. El concepto de fantástico se define pues con relación de lo real e
imaginario.

Hay un fenómeno extraño que puede ser explicado de dos maneras, por tipos de causas naturales y sobrenaturales.
La posibilidad de vacilar entre ambas crea el efecto fantástico, este relato nos presenta por lo general a hombres
que, como nosotros, habitan el mundo real pero que de pronto, se encuentran ante lo inexplicable ( Tzvetan
Todorovov). Roger Caillois, afirma que “Todo lo fantástico es una ruptura del orden reconocido, una irrupción de
lo inadmisible en el seno de la inalterable legalidad cotidiana” . Como vemos, en estas definiciones en todas
aparece el “misterio”, lo “inexplicable” lo “inadmisible”, que se introduce en la “vida real”, o en el “mundo real”, o
bien en “la inalterable legalidad cotidiana”.

Para Lovecraft el criterio de lo fantástico no se sitúa en la obra sino en la experiencia particular del lector, y esta
experiencia debe ser el miedo. “La atmósfera es lo más importante pues el criterio definitivo de autenticidad [de lo
fantástico] no es la estructura de la intriga sino la creación de una impresión específica. (...) Por tal razón, debemos
juzgar el cuento fantástico no tanto por las intenciones del autor y los mecanismos de la intriga, sino en función de
la intensidad emocional que provoca. (...) Un cuento es fantástico, simplemente si el lector experimenta en forma
profunda un sentimiento de temor y terror, la presencia de mundos y de potencias insólitos”. Los teóricos de lo
fantástico invocan a menudo ese sentimiento de miedo o de perplejidad, aun cuando la doble explicación posible es
para ellos la condición necesaria del género.

El fantástico puro, el extraño y el maravilloso.

El crítico Tzvetan Todorov señala que la característica fundamental del relato fantástico es la incertidumbre. el
hecho sobrenatural en un marco realista produce una vacilación entre dos posibles interpretaciones: una racional y
otra sobrenatural. Si el relato no resuelve esa duda, estamos en presencia de un relato fantástico puro. En estas
historias el ser humano reconoce su lugar de inferioridad frente a un mundo que no termina de conocer y que
escapa a los límites de su entendimiento.

Cuando se propone una interpretación clara de lo que sucedió, según Todorov, los cuentos fantásticos se dividen en
otros dos subtipos:

Fantástico extraño. Lo que parecía obra de fuerzas extrañas obtiene finalmente una explicación racional. En este
caso, la mente humana es presentada como superadora de todas las supersticiones.

Fantástico maravilloso. El hecho sobrenatural se confirma y los personajes se ven obligado a aceptarlo. Aquello
que parecía extraordinario se vuelve parte de la cotidianeidad y termina transformando las reglas de ese mundo,
que se torna ahora un mundo maravilloso.

Los personajes

Tanto en su aspecto exterior como en el interior, los personajes de este tipo de relatos suelen ser representados por
seres corrientes, se busca que el lector se reconozca en ellos y se sienta cómodo en un mundo que se parece al suyo.
De este modo, los hechos fantásticos provocan en el lector y los personajes la misma perplejidad y desamparo.

En algunos casos, poseen características sobrenaturales en función del tema del cuento, como los monstruos, los
seres que mutan o los hombres con facultades excepcionales.

El espacio y el tiempo

Las rupturas espacio-temporales son un tópico clásico de los cuentos fantástico. Esto significa que estar aquí y allá
en el mismo instante, avanzar y retroceder, o detener el tiempo son hechos posibles dentro de esa lógica.

Temas

El cuento fantástico se caracteriza por el efecto inquietante que la ruptura con la normalidad provoca, de ahí que los
temas pueden ser varios:

 El doble: en este caso los cuentos exploran la perturbadora sensación de no ser único, de
tener otro yo.
 Alteraciones de la lógica espacial y temporal: el tiempo y el espacio se ven alterados a
través de regresiones, tiempos detenidos, realidades paralelas.
 Contaminación entre la realidad y el sueño: ¿dónde termina la vigilia y empieza el sueño?
¿Cuál de los dos mundos es el verdadero y el real?
 Apariciones de fantasmas: la presencia de fantasmas o de seres sobrenaturales señalan el
encuentro de dos mundos antagónicos, el de la vida y la muerte. Habría una realidad del más allá
invisible que, de pronto, se deja ver.
 Mutaciones, transformaciones: en un momento dado, alguien se vuelve un ser totalmente
distinto de lo que era. Historias con hombres lobos y vampiros estarían en esta clasificación.

Consideraciones sobre el lector.

El relato fantástico debe cumplir tres condiciones:

 El texto debe presentar el mundo de los personajes como un mundo de personas reales. Por
eso, frente al hecho fantástico el lector oscila entre una explicación natural y una explicación
sobrenatural de los hechos.
 No sólo el lector debe vacilar, sino también algún personaje, con el cual el lector se
identifica.
 El lector de cuentos fantásticos deberá rechazar tanto la interpretación alegórica como la
interpretación poética: debe creer que los hechos narrados, en el mundo presentado por la ficción,
son posibles.

Una fuerza extraña en la Argentina


En Argentina han sido muchos y muy importantes los autores dedicado a la literatura
fantástica, como Lugones, Borges, Bioy Casares, Silvina Ocampo y Cortázar.Sin
embargo, históricamente se consideró un género como subsidiario de la escritura realista, ya que
se pensaba que la literatura debía exponer ideas para transformar la sociedad. Esta visión se ha
modificado en los últimos años y la literatura de género se ha enaltecido, puesto que, por ejemplo,
el relato fantástico es capaz de cuestionar y de comprometerse con una visión del mundo como en
ninguna otra.

El siglo XIX
En el siglo XIX se consolidó el género fantástico en el mundo anglosajón. a partir de los escritos
de Ernst Hoffman y Edgar Allan Poe, el fantástico se convirtió en un género que inspiró a muchos
otros autores. En la Argentina, por ejemplo, en 1865 Juana Manuela Gorriti publicó el libro
Sueños y realidades, una compilación de relatos que entrelazan su historia familiar con el mito y la
fantasía. En la década de 1870, el escritor y periodista tucumano Benjamín Posse publicó un
cuento fantástico en el diario La Tribuna. El naturalista y médico Eduardo Holmberg también
publicó algunos cuentos que hoy podrían ser catalogados como fantástico o hasta de ciencia ficción.

Una modernidad cargada de imaginación


Estos precursores, sin embargo, todavía hoy son poco conocidos y no figuran entre las influencias
de los escritores argentinos del siglo XX. Quiroga y Lugones comenzaron a escribir relatos
fantásticos inspirados en los autores ingleses, alemanes y estadounidenses que habían consolidado
el género en las décadas anteriores. Pero estos dos autores lo tomaron como uno más entre otros
géneros en los que experimentaron.
El verdadero exponente del género fantástico en la Argentina fue Jorge Luis Borges, quien se
opuso tajantemente al realismo por considerarlo chato y redundante. Él consideraba que lo
fantástico concentraba lo verdaderamente valioso de la literatura: la capacidad de producir asombro
y de hacerse preguntas que rayan con la filosofía. Borges sostenía que esta actualidad se salvaba
de quedarse en el localismo y lo volvía universal. Aun cuando los argumentos de estas historias
ocurrieran en la Pampa o en un barrio porteño, el valor de sus inquietudes las volvía interesantes
para cualquier lector.

Línea de fuga
Cualquiera puede ser escritor
En gran medida, Horacio Quiroga vivía de los cuentos que publicaba en diversas revistas
literarias. Por ese motivo se lo suele considerar, junto a Lugones, uno de los primeros escritores
profesionales de América Latina.
Para esa época, ya se consideraba la literatura como una actividad autónoma y rentable. Por eso,
Quiroga publicó varios consejos para los aficionados que quisieran convertirse en cuentistas.
Este gesto sacó a la literatura de su posición excepcional y la llevó al lugar de un gran oficio que,
siguiendo algunos trucos, cualquiera podía desempeñar.

También podría gustarte