CLASE 6 - CARLI - Management Público

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Daniel FiLmus

(Compilador)

Sandra Carli, Diego Hurtado,


Alberto Kornblihtt, Graciela Morgade,
Marta Novick, Victor Santa María
y Ernesto Villanueva

Educar para el mercado


Escuela, universidad y ciencia en tiempos
de neoliberalismo

OCTUBRE
E D I T O R I A L
Educar para el mercado: escuela, universidad y ciencia en tiempos de neoliberalismo
Daniel Fernando Filmus... [et al.]; compilado por Daniel Fernando Filmus.
ta ed., Ciudad Autónoma de Buenos Aires: Editorial Octubre, 2017.
256 p., 23 x 15 cm.
ISBN 978-987-3957-20-8
I. Educación. 2. Política Educacional. I. Filmus, Daniel Femando
II. Filmus, Daniel Femando, comp.
CDD 379

I
© Daniel Filmus, 2017
© Editorial Octubre, 2017
© UMET, 2017
© CITRA, 2017

Diseño de tapa: PeterTjebbes


Diseño de interior: Verónica Feínmann
Corrección: Aurora Chiaramonte
í
Editorial Octubre
Sarmiento 2037 - C1044AAE • Buenos Aires, Argentina
www.editorialoctubre.com.ar

Impreso en Argentina.
Queda hecho el depósito que prevé la Ley 11723.
Todos los derechos reservados.
Ninguna parte de esta publicación puede ser reproducida
sin permiso escrito del editor.
PRESENTACIÓN
Nicolás Trotta

En el año 2012, por primera vez en la historia del sistema uni­


versitario de la Argentina, los trabajadores tuvieron la posibi­
lidad de fundar su propia universidad. Un sueño promovido a
partir del esfuerzo de más de una década del Sindicato Único
de Trabajadores de Edificios de Renta y Horizontal (SUTERH),
que se transformó en una construcción colectiva de la que par­
ticipan más de cincuenta organizaciones sindicales.
El surgimiento de la Universidad Metropolitana para la
Educación y el Trabajo (UMET) es un aporte a la diversidad de
un sistema universitario que se consolidó en los últimos años
con la creación de nuevas universidades nacionales en distin­
tos territorios del país, apuntando su esfuerzo a la democrati­
zación del acceso a la educación superior de los trabajadores
y sus hijos.
La construcción de una nueva pedagogía universitaria
que reconozca la pluralidad del capital educativo y cultural de
sus estudiantes y permita la adquisición de saberes y valiosos
conocimientos, es una responsabilidad cotidiana. Entender y

EDUCAR PARA EL MERCADO 17


BIBLIOGRAFÍA

Feldfeber, Myriam (2016), “Facsímil: algunas notas para ana­


lizar el discurso hegemónico sobre la calidad y la evalua­
ción”, en Brener, Gabriel y Galli, Gustavo (comps.2016),
Inclusión y calidad como políticas educativas de estado
o el mérito como opción única de mercado, Buenos Aires,
eds. La Crujía, Stella, La Salle.
Feldfeber, Myriam, https://conversacionesnecesarias.org/20i6/
05/29/la-cultura-de-la-evaluacion-y-sus-des-vinculacio-
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mayo de .2016.
Gentili, Pablo, http://otrasvoceseneducacion.org/archivos/
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Torres, R.M. (2014), “PISA ¿para qué? ¿El Ecuador en PISA?”.
En Otra Educación, blog de educación ciudadana. Disponi­
ble en: http://otra-educacion.blogspot.com.ar/2014/04/
pisa-para-que.html?m= 1.

100 I DANIEL FILMUS


3.
Management público, conservadurismo
y reocupación estatal: el lugar de las
universidades públicas
Sandra Carli

La historia nunca procede en un sentido acumulativo lineal,


como una sucesión que proyecta la continuidad invariable de
los logros de un ciclo histórico; tampoco hay modelos puros
sino que nuevos paradigmas signan una época y buscan refor­
matearla sin lograrlo del todo ni suspender totalmente las ten­
dencias del pasado. Por eso la reactivación del debate sobre el
neoliberalismo irrumpe en la esfera pública y en los análisis
económicos y políticos como síntoma de un pensamiento que
perdura y que encuentra en el presente nuevos portavoces en
los gobiernos de América Latina, luego de un largo período
en el que gobiernos de centroizquierda y/o populistas fueron
protagonistas. Sin embargo, esa nueva presencia política del
neoliberalismo a través del poder de Estado se produce con
discursos renovados.
La expresión Nueva Derecha traduce hoyla caracterización
de un sujeto político que, a diferencia del pasado, combina la

EDUCAR PARA EL MERCADO 1101


defensa de la apertura económica y la liberalización del mer­
cado, con nuevas articulaciones. Como señalaron Boltanski y
Chiapello (2002), el espíritu del capitalismo invariablemente
recurre a teorías económicas y teorías no económicas. Mientras
el capitalismo de fines del siglo XEX estuvo asociado a la figura
del burgués emprendedor.bajo la modalidad de tipo familiar, y
el de la etapa que transcurre entre 1930 y 1960 a la figura del
director y de los cuadros ligados a la gran empresa industrial,
el capitalismo de los años 90 está mundializado y se sirve de
las nuevas tecnologías, sustentado en el discurso de la gestión
empresarial y en las figuras del manager, el coach y el experto.
De allí que las nuevas derechas abreven en al menos tres
fuentes: el mundo de la empresa, el mundo de las ONG, el
mundo de las nuevas espiritualidades y la autoayuda (Vom-
maro, 2016). Respecto de esta última fuente, se trataría de un
“budismo occidentalizado” que tiene un fondo de individua­
lismo, sintoniza con el discurso del progreso y el esfuerzo de
personas y familias, y está basado en la doctrina liberal de la
igualdad de oportunidades (Natanson, 2015).
En el caso de la educación, esta combinación de teorías
económicas y no económicas, justificatorias del espíritu de
las nuevas derechas, asume una visibilidad particular. Esto
se debe a que, mientras se llevan adelante políticas de ajuste
y reconfiguración del aparato estatal a partir de renovados
argumentos acerca de la necesidad de reducción del ajuste fis­
cal y modernización del sector e ingresan cuadros del mundo
empresario y de las ONG, se alimentan retóricas sobre el
cambio educativo. Su fundamentación —débil, pero a la vez
efectista— indica formulaciones híbridas que combinan en los
discursos enunciados de diversas procedencias y de distintas
épocas (de la Iglesia, del mundo económico, del militarismo,
del pensamiento liberal, del marketing político, de la benefi­
cencia privada, etcétera), pero articulados por el discurso de la
gestión empresarial como clave interpretativa y justificadora
de los cambios.

1021DANIEL FILMUS
Historia reciente de La educación argentina

Pero antes de detenernos en el análisis de los discursos actua­


les, conviene reponer una perspectiva histórica para com­
prender los debates, dilemas y transformaciones producidos
durante el ciclo democrático iniciado en 1983 en la Argentina
y en el momento presente, tanto a nivel global como local.
Las caracterizaciones en el campo educativo durante
las décadas del 80 y del 90 del siglo XX, giraron en torno al
impacto del neoliberalismo y el neoconservadurismo, en paí­
ses que salían de diversas maneras y con distintas tempora­
lidades de dictaduras militares salvajes, y estaban asediados
económicamente por las deudas externas. Los ejes de este
debate surgían como posiciones típicas en la escena política
de Estados Unidos e Inglaterra, vinculadas con la crítica al
Estado de Bienestar y a la dimensión burocrática y centrali­
zada de los sistemas educativos modernos. v
El contexto a nivel mundial era la debacle del modelo sovié­
tico y del mundo bipolar: las tesis de Francis Fukuyama anun­
ciaban el fin de la historia reivindicando la democracia liberal
como punto final de la evolución ideológica de la humanidad,
afirmando la idea de una “historia universal” anclada en “la
ciencia natural moderna”, y postulando la creciente homoge-
nización de las sociedades humanas (Fukuyama, 1992).
En el caso de la educación, la defensa de la vinculación
entre desarrollo económico y democracia liberal se fun­
damentaría a partir del argumento de que fomentaba una
amplia igualdad social y que las sociedades con predominio
de clase media eran el “resultado de la educación universal”
(Fukuyama, 1992: pi.74). Lo que estaba en marcha, en cam­
bio, era la expansión acelerada del capitalismo financiero,
que potenciaría sin precedentes las desigualdades sociales,
provocando el deterioro de la clase media y el aumento de
la pobreza, y que implosionaría de manera dramática en los
sistemas educativos estatales. Si bien estos sistemas crecie-

EDUCAR PARA EL MERCADO 1103


ron en forma expansiva con democracias estables durante
lo que Eric Hobsbawm denominó los “años dorados”, se
enfrentaron a graves problemas ante el aumento de los pro­
cesos de exclusión social durante las últimas décadas del
siglo XX. I
Aunque la democracia estable constituye siempre la I
opción histórica en países en los que el poder militar ha 1
operado en forma recurrente a través de golpes salvajes, |
la defensa del liberalismo por parte de Fukuyama desde 1
un enfoque transhistórico quedaría invalidada hacia el fin |
de siglo ante lo que Nicolás Casullo, difusor de las teorías |
posmodernas en la Argentina, denominó entonces como “la |
decapitadora década del 90” (2001). 1
En la Argentina, la salida de la dictadura militar se pro- 1
dujo entre la recuperación de las promesas de liberación de
los pueblos, de los años 70, inconclusas y destrozadas con las
vidas de las personas asesinadas y desaparecidas, y los dile­
mas de los-80, vinculados con la institucionalización de una |
democracia precaria asediada por la deuda externa, la hipe- |
rinflación y las presiones militares. Desde el punto de vista
de la educación, los diagnósticos de entonces insistían en la |
existencia de un sistema educativo signado por el autorita­
rismo, la segmentación interna y el vaciamiento de contenidos
(Tedesco, Braslavsky y Carciofi, 1983). |
El debate público durante los años de Alfonsín estuvo
centrado en la institucionalización de la democracia y en la
recuperación del papel de los partidos políticos, siendo el
Congreso Pedagógico (1984-1988) el espacio público en el que
se confrontaron posiciones que se cristalizarían en la década
siguiente, en particular la intervención orgánica de la Iglesia.
La globalización acelerada mostraría que el debate político-
educativo excedió la intervención de actores clásicos en la dis­
puta política y en la batalla cultural por la educación (parti­
dos políticos, sindicatos docentes, Iglesia, organizaciones de
la sociedad civil) para revelar el papel crucial de organismos

1D4 I DANIEL FILMUS


financieros internacionales en la definición de las agendas de
la politica educativa nacional.
Durante los años 90, la llamada década menemista se
caracterizó por su impacto refundacional y el giro neoliberal
del peronismo que combinó un proyecto modemizador, la
restauración de mercados autorregulados y la integración a
la globalización económica y al salto tecnológico de fines del
siglo XX, con niveles de privación, prácticas de explotación
salarial y de dominación política regresivos (Canelo, Heredia,
Gené y Sosa, 2011). Si bien, como sostiene Alfredo Pucciarelli,
la nueva hegemonía que intentó articular movimientismo y
neoliberalismo no fue exitosa a mediano plazo, logró construir
una alianza entre viejos estamentos sociales y nuevos secto­
res sociales, a la vez que generó un nuevo patrón de acumu­
lación de capital basado en el endeudamiento permanente y
por tanto la preeminencia de los organismos multilaterales de
crédito sobre la instituciones educativas del Estado nacional
(Pucciarelli, 2011).
En el campo educativo la confrontación se produjo entre
el gobierno y los sindicatos docentes, coherente con el giro
económico-político señalado, centrado en el plan de priva­
tizaciones, la reforma del Estado y el ajuste fiscal. Durante
los gobiernos de Menen se llevó adelante la descentraliza­
ción del sistema educativo a través de la transferencia de
escuelas nacionales a las provincias y a la Ciudad de Bue­
nos Aires, la sanción de Ley Federal de Educación (1993)
y una reforma educativa que tuvo como piezas centrales el
cambio de estructura del sistema, la política curricular y el
Plan Social Educativo. En ocasión de la Convención Nacio­
nal Constituyente, siguiendo la crónica y el análisis de Puig-
grós (1995), se evidenciaron desplazamientos conceptuales:
la noción de equidad en lugar de gratuidad, y la no inclu­
sión de la noción de “prescindencia religiosa” , aunque sí de
“el derecho a la vida”; pero lo más importante, el desplaza­
miento de la noción de “principalidad del Estado” a favor de

EDUCAR PARA EL MERCADO 1105


una formulación ambivalente que incluía la participación de
la familia y de la sociedad.
Las políticas educativas llevadas adelante durante el
período merecerían un análisis detallado por sus elementos
contradictorios, pero hay consenso en señalar que se produjo
entonces un proceso de retroceso de la educación pública y
que la Ley Federal de Educación y la Ley de Transferencia pro­
vocaron la desarticulación del sistema educativo, su desfinan-
ciamiento y el avance de la educación privada.
Un capítulo particular lo constituyen las políticas de edu­
cación superior, sobre las que nos detendremos más adelante,
pero por lo pronto la sanción de la Ley de Educación Supe­
rior 24.521, en 1995, en el marco de una tercera generación
de reformas de los sistemas universitarios a nivel global, se
constituyó en un instrumento regulatorio que instaló nuevas
reglas de juego, entre las que figuran la flexibilización público-
privado y la generación de “un mercado en la esfera de lo esta­
tal” (Krotsch, 200i:p.i57).
La descentralización del régimen económico-financiero
fue consustancial con la perdida de prioridad de la universi­
dad, a nivel nacional, a favor de la centralidad de la “educa­
ción básica”, tal como recomendaba entonces el Banco Mun­
dial. El origen temprano de la universidad en la Argentina se
combinaba con un desarrollo precario, que mostraba grandes
contrastes con el acelerado crecimiento de las universidades
de otros países, como Brasil.
Aun cuando el Frente Grande, y luego el Frepaso, habían
desplegado una crítica fuerte al neoliberalismo desde una posi­
ción política activa contra el proceso de reforma del Estado y
la política de privatizaciones de la administración menemista,
el gobierno de la Alianza no pudo contrarrestar las tendencias
de los gobiernos de Menem, sino que profundizó el mismo
modelo económico. La explosión de la crisis de los años 2001-
2002 dio fin a un ciclo fallido en el que se hicieron evidentes
los estragos provocados por las transformaciones económicas

1061 DANIEL FILMUS


de la década del 90, con la retracción del Estado, las privati­
zaciones y el aumento de la extranjerización de la economía.
Las tesis sobre la crisis orgánica de la educación se reiteraron.
Hubo entonces varios procesos convergentes: estrechamiento
y deterioro del mercado de trabajo, mayor selectividad y seg­
mentación en el reclutamiento de maqo de obra, aumento del
nivel educativo de la PEA y desigual distribución del bien edu­
cación (Filmus y Miranda, 1999: P142-3).
La asunción de Néstor Kirchner en 2003 inauguraría un
ciclo signado por discursos y políticas públicas que, articu­
ladas con el giro de los países de la región, iniciaron un pro­
ceso de recuperación de la educación pública que se expresó
en una batería de nuevas leyes (Ley de Educación Nacional,
Ley de Financiamiento Educativo, entre otras) que marca­
ban el papel indelegable del Estado y acentuaban su respon­
sabilidad regulatoria.
Se trataron de contrarrestar los diagnósticos acerca de
la existencia de un sistema educativo “fragmentado”, y ya
no solamente “segmentado”, que se habían reiterado hacia
finales de la década del 90, con políticas activas del Estado
Nación que tuvieron entre sus piezas principales el aumento
de la inversión educativa, la inclusión digital (Programa
Conectar igualdad), la TV pública educativa (Canal Encuen­
tro y Pakapaka), la fundación de universidades públicas, la
creación del INFOD, la recuperación de la Educación Téc­
nica, entre otras. El último ministro de Educación, Alberto
Sileoni, destacaría, como metas pendientes a encarar, la dis­
persión del trabajo docente en el nivel secundario, el ausen­
tismo del alumnado en algunos niveles y zonas, el aumento
del egreso en el nivel secundario y universitario, entre otras,
afirmando la necesidad de enlazar educación y proyecto polí­
tico (Sileoni, 2016).
Si América Latina había sido un laboratorio de experien­
cias neoliberales, en la nueva etapa se asistió al “armado de
una agenda pos neoliberal en medio de un sistema donde los

EDUCAR PARA EL MERCADO 1107


conflictos, la ideología y la cultura del neoliberalismo están
lejos de estar extinguidos” (Coraggio, 2004). Sader denomi­
naría esta etapa como de crisis hegemónica o hegemonía ines­
table, considerando el posneoliberalismo como “una catego­
ría descriptiva que designa diferentes grados de negación del
modelo, sin llegar a configurar un nuevo modelo, al mismo
tiempo en que un conjunto híbrido de fuerzas compone las
alianzas que están en la base de los nuevos proyectos” (Sader,
2008: p.81). |
La reactivación de políticas neoliberales de la mano ;S
de la nueva derecha en la región confirma aquella lectura, |
“el mundo viejo se agotó prematuramente. Pero insiste en '
sobrevivir, porque tiene la hegemonía mundial de libre
comercio, neoliberal. Y el mundo nuevo empieza a nacer con
mucha dificultad” (2008: p.40). Las dificultades no cesaron,
y el sesgo revanchista de los nuevos gobiernos expresa tanto
el objetivo de recuperar el tiempo perdido -desde el punto
de vista d é la economía de libre com ercio- como el de ajus­
tar cuentas contra la orientación ideológica (populismo y/o
centro izquierda, según las caracterizaciones) de los gobier­
nos anteriores.
Mientras la política educativa del kirchnerismo encarnó
el fortalecimiento del papel regulatorio del Estado y el
aumento de la inversión pública en el campo educativo, uni­
versitario y científico, de la mano de discursos, políticas y
programas orientados a la inclusión social de niños, niñas y
jóvenes, el fortalecimiento de las universidades públicas, el
crecimiento del Conicet, etcétera, la presidencia de Mauricio
Macri representa la reactivación del modelo neoliberal con
su cara clásica de búsqueda de inversión externa, ajuste y
reducción del Estado y de la inversión pública. En un aná­
lisis detallado de leyes, decretos y resoluciones se confirma
que las políticas del nuevo gobierno se caracterizaron por la
subejecución presupuestaria, por la tendencia al desfinancia-
miento y descentralización de las políticas socioeducativas y

108 I OANIEL FILMUS


la jerarquización desproporcionada de la evaluación, entre
otros rasgos (Rodríguez, 2017). Pero también nos encontra­
mos con nuevos componentes.

Management público y giro privatista en educación

La expresión “restauración conservadora” con la que se ha


caracterizado a esta nueva etapa resulta precisa, aunque par­
cialmente. Si bien es posible identificar continuidades con el
pasado y genealogías que conectan con tradiciones de pen­
samiento de sectores eclesiales y militares y corporaciones
económicas, también se destacan convergencias con secto­
res políticos de origen democrático. Es posible reconocer
una pretensión fundacional que aspira a dejar una nueva
impronta en el presente. Esa pretensión está asociada a la
idea de modernización -siem pre equívoca-, en un federa­
lismo polémico que refiere a un desarroílismo aggiornado
al neoliberalismo y en una lógica de-negocios aplicada al
campo educativo. Recurre a teorías económicas proceden­
tes del management y a otras no económicas, entre las que
se destacan las neurociencias aplicadas a educación1, con su
peligrosa derivación darwinista y un espiritualismo new age
como “envase” de las políticas.
La operación de deshistorización es consustancial a esta
pretensión fundacional que recurre a diversas estrategias,
desde la nueva denominación del Ministerio de Educación,
como Ministerio de Educación y Deportes, hasta el rediseño
de la estructura del organismo, que de la mano de una nueva

1. Cabe mencionar la realización del evento Mente, cerebro y educación, el


14 de mayo de 2016 en Tecnópolis, y el convenio entre el Ministerio de Edu­
cación y Deportes y la Fundación INECO para la creación del Laboratorio de
Neurociencias y Educación.

EDUCAR PARA EL MERCADO 1109


ingeniería institucional modifica lo existente, y con ello busca
borrar la memoria de políticas, programas, actores y las redes
que establecieron.
Siguiendo el nuevo espíritu del capitalismo no se produce
un balance institucional y/o una reorientación de las políti­
cas que potencie y amplíe lo logrado bajo la máxima de la
necesidad de políticas de Estado y no de gobierno en educa­
ción. Por el contrario, tiene lugar una estrategia de achica­
miento del Estado bajo la meta de reducción del gasto fiscal
(que se traduce en cierre de áreas y programas y despidos
de empleados), así como la búsqueda de nuevos negocios en
el mercado mundial de la educación. Y los funcionarios se
reclutan en el círculo de personas del campo empresarial,
localizadas en el país o en el exterior2y no por la experiencia
I o los títulos3.
El principal portavoz de esta política educativa ha sido
el ministro Esteban Bullrich. En tanto las comunicaciones
políticas de las acciones de gobierno recurren hoy a distin­

I
tos medios y soportes, un seguimiento del uso del twitter
oficial desde su asunción hasta la actualidad revela algunos
elementos que es interesante analizar. En primer lugar, la
transmisión de la agenda política educativa a través de este
medio (la participación en eventos con diversos formatos,
desde actos públicos en organismos oficiales, charlas TED y
reuniones con funcionarios en las distintas provincias). En
segundo lugar, la construcción de un discurso oficial que,
a través de diversas intervenciones, combina elementos de

2. Uno de los casos más resonados ha sido la designación de un Ceo de la


empresa Philips Morris, radicado en Suiza, para la Dirección de Políticas so-
cioeducativas del Ministerio de Educación.
3. La fundación llamada G 25, con figuras actuales del gobierno, tenía por
tarea el reclutamiento de personas del sector privado para el ámbito público.
Véase http://www.g-25.org/consejo-de-administracion.

1101 DANIEL FILMUS


la agenda global*1 -en particular la búsqueda de inserción
en los negocios mundiales de la educación-; de la Iglesia3
-que indica la no prescindencia religiosa y el alineamiento
con el catolicismo-; y del discurso nacionalista46 desde una
5
concepción tradicionalista y conservadora. La reivindicación
de la república conservadora con la frase “Esta es la nueva
Campaña del Desierto, pero sin espadas, con educación”, al
inaugurar un hospital en una de las sedes de la Universidad
Nacional de Río Negro, y la elección de Soy Roca como uno
de sus libros de cabecera, revelan esta reactivación del con­
servadurismo con nuevos componentes.
En su primera alocución pública, en ocasión de la inau­
guración del edificio de la UNNOBA, hizo explícitos dos ejes
de su ministerio que signaron el año 2016: el ajuste de la
planta de empleados/contratados y la apertura a inverso­
res internacionales. En el primer caso sostuvo como meta
la “reducción tremenda de su burocracia”,,(del sistema edu­
cativo), bajo los argumentos de la existencia de ministerios
paralelos en provincias y municipios-y la duplicación de la
plantas de empleados, que se tradujo en despidos y no reno­
vación de contratos y en el cierre de programas, decisiones
resistidas por los trabajadores. En el segundo caso, afirmó la
participación en los encuentros de negocios en Davos, que
sin lugar a dudas “sirve para legitimar las regulaciones de
la educación de acuerdo a los requerimientos del mercado”
(Puiggrós, 2016).
Vale la pena detenerse también en su participación, junto
con el ministro Lino Barañao y otros expositores, en el Foro

4. Encuentro con Sunny Varkey (presidente de la Fundación con el mismo


nombre, propietario de grandes cadenas mundiales de colegios privados) y
participación en Global Teacher Prize
5. Retweets del Papa, de la santificación del cura Brochero, apelación a “si
Dios quiere” para el éxito de las políticas.
6. Imágenes de la Batalla de San Lorenzo, San Martín, Sarmiento, entre otras.

EDUCAR PARA EL MERCADO 11U


de Inversión y Negocios de Argentina “Construyendo el capi­
tal humano para el futuro”, realizado en septiembre de 2016.
Bullrich ensayó una lectura histórica sobre el país rechazando
el modelo de “actualizar un Falcon de los 70” y defendiendo
“saltar a una nave espacial" a través de la Revolución Educa­
tiva; también recurriendo a imágenes rechazó la idea de formar
“mecánicos”, a favor en cambio de formar “astronautas”. Res­
paldó la idea de que las personas sean capaces de “vivir en la
incertidumbre” -ante la variabilidad de empleos a lo largo de
la vida-, y la necesidad de inversión extranjera. La falsa dico­
tomía entre medios de transporte y profesiones (Falcon / nave
espacial; mecánicos / astronautas), indica una absurda polari­
zación, que a favor de la “innovación” de punta y de la imagen
ficticia de un futuro irrefrenable, traduce la ajenidad respecto
de la relación compleja entre educación, economía y mundo del
trabajo en un país como la Argentina, en el que la mayor canti­
dad de empleos depende del mundo de la pequeña y mediana
empresa. En la misma ocasión el ministro Barañao defendió
la necesidad de participación del sector privado en el financia-
miento del sector de ciencia y técnica y ahondó en la creación de
empresas por parte de los investigadores apelando a la “deuda
ética” de los egresados de las universidades públicas de crear
empleos para otros. Lo que retrotrae a la idea siempre polémica
de la contribución económica de los graduados.
Es importante prestar atención al contexto en el que se pro­
dujeron las intervenciones de ambos ministros y, sobre todo,
a otras intervenciones en el mismo evento. El representante
del Bussines School de Argentina, Claudio Fernández Aráoz,
calificó los tipos de liderazgo globales y destacó la presencia
de líderes sobresalientes que colaboran en la administración
pública para construir “grandeza perdurable” en el país, quie­
nes -dicho sea de paso- debían tener sueldos altos; por otra
parte aludió a la importancia de la inversión en educación y
talento (modelo Singapur). La defensa de la excelencia del
management público, por parte del expositor, representa esta

112 I DANIEL FILMUS


nueva importa neoliberal en el campo de la educación argen­
tina, que pone en primer plano las competencias empresaria­
les como suficientes para desempeñarse en cualquier área del
Estado, negando la historia institucional de las políticas públi­
cas y la experiencia y titulaciones que acreditan formación y
conocimiento específico. Pero que al mismo tiempo lee y redi­
seña el aparato de Estado de acuerdo a una lógica empresa­
rial, sin por ello renunciar al reclutamiento de nuevos agentes
de otros ámbitos de procedencia. Fernández Aráoz, que ha
sido consultor en Egon Zehnder International (EZI) y otras
importantes empresas es autor del libro Rodéate de los mejo­
res (2013), en el que afirma que la selección de personas es
clave para el éxito de las organizaciones. Cabe analizar en este
libro la transferencia de recomendaciones para el desempeño
en empresas a la esfera del Estado y de las políticas públicas.
Para Guerrero (2004) el management público -cuyos orí­
genes se remontan al siglo XIX y sus principios a la escuela
austríaca— constituye una nueva privatización de lo público en
tanto su fundamento es la empresa mercantil que implica una
renuncia al gobierno político a favor de la gestión económica.
Según el autor, la etapa de “endoprivatización” del Estado, que
se combina con la de “exoprivatización” (transferencia de bie­
nes y servicios a la empresa privada), se caracteriza por la sus­
titución de la administración pública de los asuntos nacionales
por la metodología y la técnica de la gerencia privada, moviendo
al mercado hacia dentro del Estado y buscando dejar atrás su
“esquema” burocrático. Paralelamente entraña una idea mítica
al plantearse como un movimiento heroico, innovador, que le
inyecta economía neoclásica al Estado. La autopresentación del
ministro BuUrich en la 22a Conferencia Industrial Argentina
(21/11/17) como “gerente de recursos humanos” y la afirmación
“la educación es ganancia” se alinea en este enfoque7.

7. https://vimeo.com/1g5475256

EDUCAR PARA EL MERCADO 1113


También es necesario considerar la intervención de inte­
lectuales orgánicos como portavoces de las teorías no econó­
micas enjuego en la esfera pública, que justifican las políticas
económicas de signo neoliberal, desde registros vinculados
con la filosofía, la psicología y los estudios comparados. El
caso de Alejandro Rozitchner, procedente del campo de la filo­
sofía, resulta paradigmático. Con una larga trayectoria en la
divulgación filosófica en temáticas diversas vinculadas con la
escuela, la familia y la juventud, muchas de ellas a partir de su
colaboración con el periodista Mario Pergolini, con un estilo
desmitificador y polémico, devino en un referente intelectual
del nuevo gobierno.
Sus últimas publicaciones e intervenciones dan sustento
a la política oficial: en un reciente spot señala como valores
del PRO la cercanía (plano interhumano, el sujeto no es el
pueblo sino el individuo, acercamiento a la gente), la positivi­
dad (queremos vivir, la vida vale la pena, etcétera) y el futuro
(sobredimensionamiento de la historia y el pasado, el futuro
como marco de afirmación del presente). La reivindicación
del presente, a partir de la idea de que “el pasado está lleno
de gente muerta”, no es nueva si consideramos que el pensa­
miento posmodemo denostaba el siglo XX, luego de la caída
del bloque soviético, aunque finalmente sus tesis fracasaron
luego de la recomposición del capitalismo financiero inter­
nacional y del aumento de las desigualdades sociales en el
mundo global.
Otro de estos intelectuales es Iván Petrella, quien fuera
legislador porteño, especialista en filosofía y religión y direc­
tor académico de la Fundación Pensar. En una de sus prime­
ras intervenciones (2011)® postulaba la existencia de cuatro
“actitudes irresponsables” en el país: económica Qa inflación);
educativa (no participación en PISA); legal (el Estado no es8

8. https://www.youtube.com/watch?v=uzaG4ARm_4k

1141 DANIEL FILMUS


garante del orden institucional, por cultura del apriete y el
escrache); y moral (corrupción). El recurso a la comparación
internacional como argumento para demostrar el atraso del
país, si bien válido, evita analizar las posiciones internaciona­
les disímiles respecto de la legitimidad de las pruebas PISA,
y de otras evaluaciones -rankings universitarios globales-,
bajo la pretensión de asumir una posición universalista neu­
tral. Su tesis sobre el “Estado apóstol” (Petrella, 2015), que
trata sobre el modo de trabajo de los curas villeros que están
cerca de los más necesitados, resulta el complemento “locali­
zado” de la lectura comparada.
Tanto Rozitchner como Petrella son parte de genealogías
familiares ligadas con el campo intelectual y político9, de allí
que sus intervenciones públicas adquieran interés para estu­
diar los procesos de diferenciación y convergencia generacio­
nal, en la participación dentro de la esfera del poder.

Denostación de u n iversidades públicas; a p o lo g ía de jardine s


de infantes

En su primera alocución, el titular del rebautizado Ministerio


de Educación y Deportes afirmó: “No puede haber buena uni­
versidad si todos los chicos no pueden ir al jardín de infantes
a los 3 años”. En esta aseveración no hay ninguna causalidad
comprobada ni comprobable entre las dos circunstancias, se
trata de una oración condicional falsa, el segundo enunciado
no es condición del primero, simplemente se expone un
argumento falaz para justificar una decisión política: la crea­
ción de jardines de infantes como pieza central de la agenda

9. Alejandro Rozitchner es hijo de León Rozitchner, un intelectual destacado


de la generación del 60, filósofo, escritor y profesor de la UBA. Iván Petrella
es hijo del vicecanciller de Carlos Menem, Fernando Petrella.

EDUCAR PARA EL MERCADO 1115


político-educativa101, que conlleva la búsqueda de financia-
miento internacional.
Las universidades públicas han estado en el centro del
debate durante todo el año 2016 a partir de que el actual
gobierno las estigmatizara como reductos politizados y focos
de corrupción estatal del kirchnerismo11. Pero es necesario
hacer historia nuevamente y para ello recuperaremos análi­
sis previos (Carli, 2016a). Las universidades públicas habían
transitado entre fines de los años 80 y principios del siglo XXI
un ciclo difícil caracterizado por la retracción del presupuesto
universitario, con particular impacto sobre las grandes uni­
versidades (como la UBA, la UNC, la UNR y la UNLP).
Esta retracción de la universidad pública se inscribía en un
fenómeno de carácter global denunciado por el intelectual
portugués Boaventura de Sousa Santos (2005) que aludía a
la crisis institucional y descapitalización que se había pro­
ducido por la pérdida de prioridad política del bien público,
bajo el trasfondo más general de la transnacionalización
de la educación superior. En la Argentina la sanción de la
Ley de Educación Superior (1995) y el ajuste presupuesta­
rio provocaron que la comunidad universitaria no dejara de
manifestarse durante la larga década, pero en forma intensa
cuando el designado ministro de Economía Ricardo López
Murphy, en cuya fuerza política participaba el joven Este­
ban Bullrich, anunciara en marzo de 2001 medidas de ajuste
salvaje en el sector público en general y en las universidades
en particular.
Luego del severo programa de ajuste fiscal anunciado,
López Murphy no permanecería más de quince días en su

10. El 1 de septiembre de 2016 se realizó el simposio internacional de Educa­


ción Inicia], en el Museo de la Ciencia en el Polo Científico.
11. Cabe mencionar la desaforada denuncia del fiscal Guillermo Marijuan por
malversación de fondos a 52 universidades públicas presentada en noviembre
de 2016.

1161DANIEL FILMUS
cargo, ante la movilización de la comunidad universitaria y
de otros actores sociales. El impacto de la crisis social sobre
las universidades públicas -que retratamos en una investiga­
ción (Carli, 2012)- fue muy fuerte. A partir de 2003 se pro­
dujo en cambio un fortalecimiento institucional y una nueva
visión estratégica sobre el papel de las universidades públicas,
no solo por el aumento del presupuesto universitario (1% del
PBI), sino también por el desarrollo de proyectos y programas
que buscaron garantizar el derecho a la educación superior a
más amplios sectores sociales. En lugar de sumarse el país a la
tendencia global de mercantilización de la educación superior,
se avanzó en una relación más estrecha entre las universida­
des públicas y el Estado, en su rol de consultoras del mismo
(Rinesi, 2015).
Por otra parte, la expansión del sistema universitario con
la creación de nuevas universidades, junto con la creación del
Ministerio de Ciencia, Tecnología e Innovación Productiva,
permitió saldar gran parte de los atrasos acumulados en el
sector, respecto de los parámetros internacionales, con nue­
vos indicadores (formación y graduación de posgrado y pro­
ducción científica, entre otros) (Unzué, 2015). Sin embargo
quedaron tareas pendientes, entre otras, la sanción de una
nueva Ley de Educación Superior, si bien se logró a fines del
2015 la sanción de nuevas leyes modificatorias de artículos
especiales de la LES referidas a la implementación efectiva de
la responsabilidad del Estado en el nivel de la educación supe­
rior y al ingreso irrestricto.
Cabe recordar que entre las metas que se proponía López
Murphy en el 2001 estaba no solo el ajuste fiscal a las universi­
dades sino también la racionalización burocrática (reducción)
del Ministerio de Educación. Estas metas se reactualizan a
partir de la asunción del gobierno de Cambiemos, en las medi­
das implementadas por el actual ministro de Educación, que
incluyen el retaceo y la subejecución del presupuesto de 2016
asignado a las universidades públicas. Resulta clave, en esta

EDUCAR PARA EL MERCADO ! 117


reactivación de un enfoque neoliberal por parte del Estado,
el papel del Ministerio de Modernización -nuevo organismo
a cargo de Andrés Ibarra, ex gerente de Socma, empresa del
Grupo M acri- que ha llevado adelante la reducción de emplea­
dos estatales y diseñado una estrategia de “jerarquización” del
Estado vía capacitación y exámenes, al mismo tiempo que,
como nuevo organismo, montó una notable estructura buro­
crática con cargos gerenciales y secretarías, direcciones y sub-
direcciones, con designaciones “excepcionales”. Se trataría de
una nueva reforma del Estado que incluye la evaluación de
parámetros de productividad.
En sus discursos públicos el ministro Bullrich ha insistido
en que la prioridad de la política educativa del nuevo gobierno
es la educación inicial y la educación secundaria, restando
importancia al sistema de educación superior, y en particular
a las universidades públicas. En una conferencia dictada en
la Universidad de San Andrés recurrió entre otros datos -sin
mencionar sus fuentes- a la cifra que indicaría que, de los sec­
tores más pobres solo l de cada 100 estudiantes logra titu­
larse en la universidad, para sostener el argumento de la baja
calidad o “fraude” del sistema. En varios tweets calificaría al
ingreso irrestricto como mitológico y demagógico12. Más allá
del debate, ya planteado en el sistema de educación superior,
sobre el abandono de los estudios, Bullrich se alinea con las
posiciones críticas de Alieto Guadagni -publicadas en forma
regular en la prensa- a la baja graduación y a la no rentabili­
dad de la inversión pública en el sistema universitario, basa­
das en la Teoría del Capital Humano; en forma más amplia se
inscriben en la ofensiva contra la eficiencia de la universidad
pública y en particular contra el ingreso irrestricto.
Si bien el debate entre igualdad de oportunidades y des­
igualdad de posiciones es pertinente para revisar los alcan-

12. Nota en Canal 8 de San Juan (8/1/2016).

n a l DANIEL FILMUS
ces sociales de la universidad pública (Dubet, 2011), resulta
evidente que el programa económico del actual gobierno
profundizará la desigualdad de posiciones de los estudian­
tes minando el alcance igualitario de las oportunidades de
acceso que les ofrecen las universidades públicas. La alusión
al talento y al mérito, aunque también al “emprendedurismo”,
es consustancial a esta política en tanto coloca en la competi-
tividad y el esfuerzo individual la base de los recorridos exito­
sos, y busca replicar en el sector público la impronta del sector
privado empresarial y educativo.
La condición plebeya de las universidades argentinas,
que habilita el encuentro en las aulas de distintos sectores
sociales y que propicia procesos formativos muy particula­
res, está en las antípodas de algunas experiencias del sector
privado. Las universidades públicas combinan de manera
compleja tareas de docencia, investigación y extensión,
gobierno tripartito y cuatripartito y participación política,
desde el acontecimiento de la Reforma Universitaria de 1918
y de los procesos institucionales y políticos de todo el siglo
XX. La procedencia de la mayor parte de los actuales funcio­
narios del sector de universidades privadas, tanto del país
como del exterior, indica el reclutamiento en circuitos de éli­
tes que desconocen la tradición pública, gratuita y cogober­
nada del sistema universitario argentino.
La presencia de ceos vinculados con empresas en diver­
sas áreas de la política educativa pone en juego dos cuestio­
nes: por un lado la impugnación de las universidades públi­
cas, en tanto la presencia en los cargos no está ligada con
antecedentes académicos específicos ni con experiencia en el
área (habiendo en muchos casos abierto un conflicto de inte­
reses); por otro, la interlocución privilegiada con el sector
privado (empresarial y universitario). Cabe recordar que el
discurso inaugural del ex ministro de Economía Alfonso Prat
Gay (“no vamos a dejar la grasa militante, vamos a contratar
gente idónea y eliminar ñoquis”) expresó una descalificación

EDUCAR PARA EL MERCADO 1119


reaccionaria de la participación política juvenil y el supuesto
generalizador de que los agentes eran personas sin califi­
cación, y que además no trabajaban; que se acompañó con
el reclutamiento de nuevos agentes a través de consultoras
dedicadas al espionaje de páginas personales para detectar
identificaciones políticas.
Lo que estas manifestaciones indican es que, a través de
despidos y cierre de programas, se produjo la desvalorización
de los sujetos formados en el sector público - y de los sabe­
res universitarios que dieron forma a políticas dirigidas a la
ampliación de la esfera de los derechos-, su desplazamiento y i
la reocupación con agentes reclutados en otros ámbitos. “Nos
dirigimos hacia una sociedad de redes más que una sociedad
de empleados”, sostuvo Peter Drucker hace tiempo (1999:
p.34); también anticipaba la disolución de la diferencia entre
trabajadores y voluntarios, porque estos últimos podían estar
más motivados que los primeros (p.51). En esta ofensiva
neoliberal se verifica la estrategia de profundizar la sociedad
postsalarial y de promocionar el voluntariado, ya sea desde
sus formas clásicas que preexisten al gobierno y caracterizan
a los sectores de elite que representan (Fuentes, 2015), hasta
otras promovidas desde el Estado y destinadas a impugnar
a representaciones gremiales de empleados públicos, entre
otros los docentes13.
Por otra parte, la crítica masiva a los convenios entre uni­
versidades y Estado -resultado de la decisión política del
gobierno anterior de considerar alas universidades como con­
sultoras del Estado- se concentró en aspectos económicos de
algunos acuerdos. Ello fue en detrimento de la valoración de
las experiencias genuinas de transferencia del conocimiento

13. La convocatoria de la gobernadora de la provincia de Buenos Aires María


Eugenia Vidal (febrero de 2017) a voluntarios para dar apoyo escolar, ante el
paro docente.

1201 OANIEL FILMUS


producido en la universidad a las políticas públicas, y de la
gestión colaborativa de los agentes universitarios en áreas
de interés estratégico. La contracara es la relación actual del
Estado con fundaciones y ONG de impronta religiosa y empre­
sarial que busca desplazar el lugar calificado y autorizado de
las universidades, caracterizadas por la producción de conoci­
miento a través de la investigación, a favor de una concepción
regresiva y privatista de la política pública.
Necesitamos entonces producir un debate sobre el rol
que desempeñan en el Estado funcionarios procedentes de
los sectores económicos concentrados, en general ejecuti­
vos de grandes empresas, en el desplazamiento de expe­
riencias, conocimientos y trayectorias procedentes de uni­
versidades públicas, en tanto la igualdad no se concibe un
valor constitutivo de la política. El fortalecimiento de las
instancias gremiales constituye una estrategia central para
la defensa de las fuentes de trabajó y para disputar con­
tra una concepción gerencialista del Estado. La comunidad
universitaria, en diálogo con otros ..actores, debe consti­
tuirse cada vez más en una esfera pública crítica, capaz de
resistir a estas tendencias en curso; persistir en las tareas
formativas e intervenir en la configuración de nuevos esce­
narios político-educativos para afrontar los desafíos pen­
dientes. Entre esos desafíos, la profundización del derecho
a la educación superior y el fortalecimiento de la relación
entre universidad y sociedad.
Si bien es evidente la presencia en la Secretaría de Políticas
Universitarias de expertos calificados, tanto por sus anteceden­
tes académicos y/o en la gestión universitaria -com o el ex rec­
tor de la UNL Albor Cantard, luego del intento de designación
del ex productor televisivo Juan Cruz Ávila que fuera resistida
por la comunidad universitaria, aunque sigue desempeñándose
en dicho ámbito-, no puede desconocerse que la orientación
general de la política educativa empaña la tradición de las uni­
versidades públicas al intentar reposicionar a las universidades

EDUCAR PARA EL MERCADO 1121


privadas en diversos espacios.14 Aunque la presencia de estas
últimas está formalizada en el sistema de educación superior,
lo que preocupa es en todo caso la instalación del paradigma de
la educación como negocio a través de la interlocución privile­
giada del Estado con algunas instituciones universitarias que
constituyen verdaderas empresas insertas en redes globales o
con otras solo dedicadas a la educación de las élites.

EL conocimiento público y las ciencias sociales: Los desafíos en curso

Resulta evidente que la revolución de la información a partir


de internet ha atravesado el sistema educativo, el mundo de la
empresa y la cultura política. Se sostiene que la información
digital va a superar en cantidad a toda la información bioló­
gica que existe en el planeta; lo cual abre también el debate
acerca de las concepciones sobre el acceso y uso de la infor­
mación. Internet es hoy espacio de información pública que
resulta objeto de estrategias que buscan privar a la ciudada­
nía del conocimiento elaborado y sistematizado como resul­
tado del trabajo realizado en organismos públicos. Aun bajo
el argumento de la modernización de los sistemas virtuales^
la transparencia de la información15y/o la renovación de con­
tenidos, su alcance es limitado16y distintas acciones han bus­
cado controlar los usos potenciales del conocimiento público.

14. Un caso a analizar lo constituye el sistema nacional de reconocimiento


académico, cuyos efectos posibles han sido planteados con claridad por Juan
Pablo Ábratte de la UNC: entre otros, la transferencia de capitales académicos
de las universidades públicas a las privadas.
15. Se ha sancionado la ley de acceso a la información pública N° 27.275 que
establece que toda la información del Estado se presume pública y debe ser
¿ccesible a todas las personas en forma gratuita.
16. http//www.lanacion.com.ar/1995467-transparencia-publica-un-balance-po-
sitivo-para-el-gobierno-pero-con-fuertes-desafios-pendientes

1221DANIEL FILMUS
Medidas del actual gobierno revelan una estrategia más
general de poner obstáculos a la ciudadanía para acceder
a información, conocimientos y producciones intelectua­
les en diversos soportes. Por dar solo algunos ejemplos, el
desmantelamiento de la Red de Información Educativa de
la DINIECE (Dirección Nacional de Información y Estadís­
tica Educativa), con información estadística sobre el sistema
educativo17; el traslado de un servicio de información jurí­
dica (INFOJUS) a una nueva plataforma web después de
varios reclamos, con la consecuente pérdida de visibilidad;18;
el diseño de nuevas páginas web de organismos públicos,
como el Ministerio de Educación19, que borran la memo­
ria institucional de gobiernos anteriores; la incertidumbre
sobre la situación de repositorios digitales vinculados con el
Plan Nacional de Lectura; la nueva dependencia del Canal
Encuentro que pasó del Ministerio de Educación al Sistema
Federal de Medios y Contenidos Públicos, que viola lo que
establece la Ley de Educación Nacional. ;
Resulta evidente que el conocimiento es un bien público y
que sus “usos” son potencialmente políticos. Las políticas neo­
liberales tienden a convertir el conocimiento en mercancía o
directamente a controlar su circulación y distribución. Si una
tendencia del modelo neoliberal a nivel global es la mercanti-
lización del conocimiento, que se verifica en el terreno de las
publicaciones científicas, la lucha por el acceso abierto mues­
tra la defensa de la democratización al conocimiento. La ley
26.899 de Creación de Repositorios Digitales Institucionales
de Acceso Abierto, Propios o Compartidos, ha sido un avance

17. http://www.noticiariosur.com.ar/sociedad/educacion/desmantelamien-
to-del-area-de-estadistica-del-ministerio-de-educacion
18. http://www.cronista.com/economiapolitica/El-Gobiemo-dara-de-baja-Info-
jus-y-lo-reemplazara-con-una-nueva-web-20160211-0092.html
19. https://www.argentina.gob.ar/educacion/gestioneducativa/direccionna-
cionaldegestioneducativa

EDUCAR PARA EL MERCADO 1123


en este sentido. Pero la defensa del acceso abierto debe apli­
carse a todas las áreas del Estado, y el nuevo gobierno obtura
el derecho a la información y a los bienes públicos que son
reservónos de conocimiento social. No alcanza con el derecho
a la información en lo referido a las acciones de gobierno, sino
a los bienes producidos en el marco de políticas públicas en I
distintas épocas. I
Las ciencias sociales han sido claves en la región en tanto |
han tenido un papel activo en todo el siglo XX, y en el debate Jj
y en las políticas públicas durante los años recientes. Las cien- I
cias sociales latinoamericanas, como ha señalado Guillermo I
O'Donnell, se han caracterizado por la especificidad de sus |
temas y problemas, por el espíritu crítico y por estar cerca de 1
la política y de sus conflictos. El giro “social” de las ciencias 3
sociales puso en primer plano la intervención pública de acto­
res del campo universitario y científico, la transferencia, usos
o aplicación del conocimiento, la popularización y/o divul- J
gación de los saberes, en procesos en muchos casos de co- |
construcción del conocimiento con distintos sectores sociales. |
No es casual entonces que hayan sido cuestionadas reciente- J
mente, para justificar la reorientación de los parámetros dé |
ingreso a la carrera del Conicet y a becas, por su supuesta |
“inutilidad”. La evidente utilidad de las ciencias sociales en el |
diseño de políticas y programas y en la construcción de sensi- |
bilidades críticas, en torno a problemáticas sociales e identifi- f
caciones públicas, con la defensa y la ampliación de derechos,
y en particular del derecho a la educación y al conocimiento,
resulta incómoda para el neoliberalismo.
El uso político de las redes sociales y de los llamados trolls
para impugnar investigaciones de las ciencias sociales, para
“ensuciar” a ciudadanos o para operar contra las demandas
y protestas públicas dé distintos actores (científicos, docen­
tes, entre otros), sobre el que nos detuvimos en un texto
anterior (Carli, 2016b), revela el carácter que asumen estas
herramientas digitales para los gobiernos neoliberales como

1241DANIEL FILMUS

i
nuevas fuerzas de choque para ganar la “calle virtual”. Como
ha señalado Van Dijck (2016), si las redes sociales fueron
en su origen una infraestructura on Une para la interacción
social y creatividad, productora de una sociabilidad comuni­
taria, la actual cultura de la conectividad requiere pensar en
el impacto de las técnicas de codificación sobre las conexio­
nes, en el peso de los principios económicos neoliberales en
el intercambio y en el replanteo de los límites en los dominios
público, privado y corporativo. Deben considerarse en este
sentido dos cuestiones de suma gravedad que se alinean con
tendencias internacionales vinculadas con el acceso de lo que
se denomina el Big Data: el uso de bases de datos de organis­
mos públicos para publicidad política, mediante la transfe­
rencia de datos a la Secretaría de Comunicación Pública, que
violaría la Ley de Protección de Datos Personales, y los usos
extorsivos para denostar críticas de grupos políticos o de la
ciudadanía en general.20
No podemos desconocer que Internet es un ámbito de la
política, y que en un sentido toda red es política (Zuazo, 2015),
pero se trata de pensar las reglas en juego y los lenguajes de la
política, así como las consecuencias en la ética pública del uso
irresponsable de las redes. Cabe destacar que es también en el
espacio virtual y en las redes sociales donde la resistencia al
neoliberalismo presenta sus propias batallas, dando cuenta de
las consecuencias cotidianas de políticas y medidas de ajuste,
haciendo pública información sobre acciones gubernamen­
tales, recurriendo a estrategias de contrainformación para
poner en cuestión discursos públicos no veraces, propiciando
la ampliación de comunidades políticas capaces de proyectar
nuevos horizontes para el conjunto de la ciudadanía.

20. http://noticias.perfil.com/2016/08/17/como-funcionan-las-redes-socia-
les-del-pro-/

EDUCAR PARA EL MERCADO 1125


A m odo de cierre

Nos propusimos indagar los rasgos y alcances de la reactiva­


ción de políticas neoliberales en educación, analizando sus
nuevos componentes y sus aspiraciones refundacionales. En
tanto, como señalamos en el inicio, la historia nunca procede
en un sentido acumulativo lineal, no podemos suponer la per­
duración en el tiempo de políticas que tienen efectos regresi­
vos y destructivos sobre el bienestar de la población y sobre la
educación en un sentido amplio. Será en los agujeros negros
del modelo neoliberal que habrá que recuperar los hilos de
proyectos políticos y memorias de trabajo para tejer una
nueva, aunque siempre inestable, hegemonía.

126 |DANIEL FILMUS


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