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Antetítulo: El mundo cambió radicalmente, necesitar ayuda está bien
Título: Aceptando el ir a terapia en la pospandemia
Sumario: La terapia psicológica e incluso la atención psiquiátrica han gozado de mala fama, hoy en día, después de la transformación que sufrió el mundo debido a la pandemia, la salud mental y su importancia adquieren más relevancia que nunca. Siempre que una persona manifiesta sentirse enferma de forma constante se le recomienda ir al médico, si la incomodidad persiste el médico general enviará al paciente a una consulta con especialista, la sociedad contemporánea comprende la enfermedad como parte de la delicada naturaleza humana y nadie en su sano juicio se atrevería a “juzgar” a una persona por tener una patología como un cáncer, una urticaria o incluso una infección transmisible como la tuberculosis, no se escucha que alguien se refiera de forma peyorativa hacia un enfermo que padece con casi cualquier parte del cuerpo, no obstante la situación cambia cuando se trata del cerebro, la salud mental aún se encuentra rodeada por un estigma producto del miedo que termina llevando a proponer sentencias como “ese está loco” y considerar a las personas con problemas psicológicos o psiquiátricos como ciudadanos de segunda categoría. de acuerdo con el doctor Sergio Ochoa, médico psiquiatra pereirano, el estigma debe caer, basándose en algo tan sencillo como el hecho de la búsqueda del bienestar “es importante recalcar que quien visita a un psicólogo o a un psiquiatra no está loco, no tiene necesariamente graves problemas de conducta, ni es por esto una persona menos apta para desempeñarse en su rol familiar, social, académico o laboral. Por el contrario, demuestra que es una persona comprometida con su integridad, su cuidado, su salud mental: es alguien que busca estar cada vez mejor.” asegura Ochoa quien también indica que existe una percepción errada acerca de las instituciones de salud que se enfocan en las necesidades de los pacientes de este tipo “Los trabajadores e instituciones de salud mental cargamos el estigma de la inadecuada valoración social de la locura. Se nos ha mostrado en películas, series de televisión y caricaturas a los hospitales psiquiátricos como prisiones donde se encierran personas gravemente enfermas, completamente fuera de la razón y la realidad. Por su parte, los psicólogos, y en mayor medida los psiquiatras, hemos sido vistos como los carceleros de dichos sitios de reclusión” y precisamente esta visión ha desembocado en que muchas personas teman buscar este tipo de ayuda por miedo a ser etiquetadas negativamente o incluso porque se imaginan algo muy diferente a lo que es la consulta en realidad. Intertítulo: La pandemia disparó la enfermedad mental Los primeros casos de Covid, que inicialmente fue llamado “Neumonía de Wuhan” se presentaron en diciembre del 2019, la situación rápidamente fue escalando hasta un punto de no retorno que transformó el estilo de vida de todos los habitantes de la tierra, además de las enfermedades respiratorias, cardiacas y otras enfermedades de base que hacían más peligroso el enfermar de Coronavirus surgió un gran interrogante por la salud mental “cuando las condiciones externas o internas cambian el sujeto pierde la seguridad calidad el hecho de conocer las rutinas de su estilo de vida que hacer entonces para calmar la ansiedad por la incertidumbre que le produce lo desconocido comenzar a desarrollar una serie de mecanismos psicológicos y emocionales para adaptarse a la nueva situación” aclara al respecto el doctor Uriel Escobar, psiquiatra especialista en adicciones quien también explica que los Colombianos tuvieron un declive de su salud mental en los últimos 2 años. Durante el 2020, Profamilia entregó un detallado informe que explicaba el incremento de casos de enfermedad asociada a factores psicológicos y psiquiátricos en el que explicaba que el Covid- 19 y el aislamiento afectan hasta a 3 de cada 4 colombianos, agregando que los síntomas más comunes eran nerviosismo, cansancio e inquietud. Aunque, en particular, la situación de vulnerabilidad de ciertos grupos supuso para estos mayores riesgos y afectaciones; entre ellos, personal de la salud, mujeres cabeza de hogar, personas desempleadas. Al respecto Escobar agrega: “esta es la pandemia oculta del coronavirus ¿qué se espera que suceda en la salud mental de la población después que pase la pandemia? los estudios más recientes muestran que son 4 las alteraciones que se presentarán como secuelas posteriores a la pandemia siendo en su orden los trastornos depresivos, los de ansiedad, los de estrés postraumático y los relacionados con la sensación de incertidumbre; las personas más afectadas serán las de los extremos de la vida es decir ancianos y niños, igualmente un grupo de riesgo son quienes padecen trastornos mentales preexistentes” un panorama que indica la importancia de disminuir el estigma sobre la salud mental y su atención. Intertítulo: Buscando ayuda Es importante comprender entonces que la salud mental y la necesidad de atención de la misma es tan apremiante como la de cualquier otra enfermedad, y que su desatención puede tener consecuencias tan funestas como no atender una infección o un virus, después de todo una enfermedad mental no atendida puede avanzar y destruir a su paso la vida misma. Destacado: Es fundamental recalcar que la mayoría de los medicamentos utilizados en psiquiatría (psicofármacos) no causan dependencia (“adicción”), ni son como muchas veces se cree “calmantes”, más bien vienen siendo herramientas de terapia que ayudan a balancear la química cerebral, tan frecuentemente afectada en patologías mentales. (Sergio Ochoa) Recuadro: Muchas veces se tiene el concepto errado que los psicólogos son para las personas que están “poco enfermas”, mientras que los psiquiatras se encargan solo de aquellos que están gravemente comprometidos. Estas dos profesiones cumplen funciones diferentes, pero complementarias en el tratamiento en pro de la salud mental. Los psiquiatras son médicos que estudian una especialización, buscando dar una visión más clínica de los síntomas y enfermedades, guiar o realizar proceso de psicoterapia, prescribir medicamentos y hacer una relación clínica entre los males que aquejan tanto el cuerpo como el alma. Ambos profesionales pueden tratar dolencias comunes como el insomnio, los problemas de ansiedad, la depresión, hasta condiciones menos frecuentes y que revisten gran compromiso como la esquizofrenia.(Sergio Ochoa)
LAS EMOCIONES.: El impacto de la pandemia en las emociones. Como regularlas para disfrutar de salud emocional, bienestar y prevenir crisis emocionales futuras