Fahrenheit 451 de Ray Bradbury
Fahrenheit 451 de Ray Bradbury
Fahrenheit 451 de Ray Bradbury
La obra presenta un mundo en el que los libros están prohibidos. Los bomberos son los encargados de
quemarlos, para así evitar que se propague la "infección del pensamiento". De hecho, el título del libro
proviene de la temperatura a la que se quema el papel.
La historia se centra en Montag, un bombero que cumple con su trabajo y lleva una vida sencilla. Un
día conoce a su vecina, una joven llamada Clarisse que parece diferente al resto de las personas.
Sostienen varias conversaciones y la chica le hace muchas preguntas.
Por primera vez, comenzará a cuestionarse su existencia y sus acciones. La inquietud por saber qué
es lo que está destruyendo, lo lleva a leer un libro. Después de esta acción, ya no volverá a ser el
mismo y se unirá a la lucha para defender la libertad.
Personajes
1. Montag
2. Clarisse
Clarisse es uno de los personajes más importantes dentro de la narración. Funciona como una
catalizadora, pues es la influencia decisiva en la transformación del protagonista. Es quien genera las
primeras dudas y despierta su deseo por conocer más.
Hay un momento clave en la novela. Montag, tal como la mayoría de los ciudadanos, no estaba
acostumbrado a las preguntas o a reflexionar sobre nada. Simplemente trabajaba y consumía, por lo
que cuando la chica le interpela, entiende que no disfruta su existencia:
¿Es usted feliz? - le preguntó.
-¿Soy qué? - exclamó Montag
No era feliz. No era feliz. Se lo dijo a sí mismo. Lo reconoció. Había llevado su felicidad como una
máscara, y la muchacha había huido con la máscara y él no podía ir a golpearle la puerta y pedírsela.
Frente a un colectivo deshumanizado, la joven defiende la idea de observar el mundo y conversar con
las personas, poder ser capaz de pensar más allá de lo que dice la televisión y la propaganda.
3. Mildred
Mildred es quien le muestra a Montag la superficialidad y vacío de su vida. Es una de las tantas
víctimas de la cultura del consumo. Su deseo nunca logra ser satisfecho y sólo le interesa acumular. El
protagonista descubre que no tiene nada en común con ella, que jamás conversan, que le resulta
prácticamente una desconocida:
Y de pronto Mildred le pareció tan extraña que era como si no la conociese. Él, Montag, estaba en una
casa ajena...
4. Capitán Beatty
Es quien dirige el cuartel de bomberos en el que trabaja Montag. Este personaje puede resultar una
contradicción, ya que aunque es el antagonista de la novela y se muestra a sí mismo como un opositor
de los libros, posee un amplio conocimiento sobre literatura y continuamente está citando la Biblia.
Al comienzo de la novela, cuando deben matar a una anciana que se niega a abandonar su biblioteca,
le dice
Se ha pasado la vida encerrada en una condenada Torre de Babel ... Creerá que con los libros podrá
caminar por encima del agua.
5. Compañeros de trabajo
Funcionan como un grupo homogéneo y anónimo. Montag vivía como un autómata, ajeno al mundo
que lo rodeaba. Por eso, cuando comenzó a cuestionarse cosas y realmente observó a sus
compañeros de trabajo, entendió que el gobierno se había encargado de defender la estandarización y
la uniformidad:
Montag se estremeció, con la boca abierta. ¿Había visto alguna vez un bombero que no tuviese pelo
negro, cejas negras, cara encendida, y un color azul acero... ¡Todos esos hombres eran una imagen de él
mismo!
6. Profesor Faber
El profesor Faber es un intelectual que no tiene cabida en el mundo en el que vive. A pesar de su
oposición al régimen existente, es incapaz de enfrentarlo y prefiere vivir una vida tranquila. Luego de
su "despertar", Montag lo va a buscar para encontrar cierta orientación. Es él quien le explica que no
son exactamente los libros lo que quieren prohibir, sino lo que implican:
No son los libros lo que usted necesita, sino algunas de las cosas que hubo en los libros. Lo mismo
podría verse hoy en las salas... puede encontrarlo en muchas otras cosas: viejos discos de fonógrafo,
viejas películas, y viejos amigos; búsquelo en la naturaleza, en su propio interior. Los libros eran sólo un
receptáculo donde guardábamos algo que temíamos olvidar... la magia reside solamente en aquello que
los libros dicen, en cómo cosen los harapos del universo para darnos una nueva vestidura...
7. Granger
Este personaje aparece hacia el final de la novela como el líder de los guardianes de la palabra
escrita. Es un intelectual, que a diferencia de Faber, ha decidido luchar contra el sistema de la manera
más sutil que puede, para así no ser perseguido. Por ello, cada uno de los integrantes del grupo debe
memorizar un libro. Cuando conoce a Montag le anima a continuar con la batalla:
Eso es lo maravilloso del hombre; nunca se descorazona o disgusta tanto como para no empezar de
nuevo. Sabe muy bien que su obra es importante y valiosa.
Contexto de producción
El 10 de mayo de 1933, los nazis comenzaron con la quema de libros para "purificar" la cultura
alemana. Fueron destruidos los textos que propagaban ideales en contra del nazismo, que defendían
la libertad o, simplemente, de autores judíos.
En la Plaza Central de Berlín se reunieron miles de personas, con bandas musicales y Joseph
Goebbels, ministro de Propaganda e Información Pública de Hitler, realizó un discurso en contra de la
decadencia social. Ese día, ardieron más de 25.000 libros, entre los que se encontraban autores como
Thomas Mann, Albert Einstein, Stefan Zweig, Ernest Hemingway y Sigmund Freud, entre otros.
Además, se prohibió la reimpresión de cualquiera de aquellos títulos.
Situación política-social
Fahrenheit 451 se publicó en 1953. En aquella época la Guerra Fría se instalaba como la gran
amenaza para la población. Luego de enfrentar dos guerras mundiales, nadie quería continuar con los
conflictos, pero la contraposición entre ideologías resultaba demasiado compleja. Se convirtió en una
lucha drástica entre el Capitalismo y el Comunismo.
Además, reinaba un ambiente de temor, pues luego de lo sucedido con las bombas atómicas en
Hiroshima y Nagasaki, se comprendía la vulnerabilidad de la vida humana frente a la amenaza
nuclear.
En Estados Unidos, existía una atmósfera de sospecha y persecución liderada por Joseph
McCarthy, senador republicano, creador del Comité de Actividades Antiamericanas. Así, surgieron
los Red Channels, informes sobre la influencia comunista en la radio y la televisión que incluía el
nombre de 151 personajes públicos.
Se trataba de identificar y censurar todos los intentos de transmitir ideales que estaban en contra de
lo que el país defendía. Ya se sabía la influencia que tenían los medios de comunicación en las
personas, por lo que había que evitar que el comunismo se difundiera.
En la edición de 1993, Ray Bradbury añadió un posfacio en el que contaba su proceso creativo. Allí,
afirmó que escribió la novela en apenas nueve días en el sótano de una biblioteca. Utilizó una máquina
de escribir que funcionaba con monedas. De hecho, le costó 9 dólares y medio.
No puedo explicarles que excitante aventura fue, un días tras otro, atacar la máquina de alquiler,
meterle monedas de diez centavos, aporrearla como un loco, correr escaleras arriba para ir a buscar
más monedas, meterse entre los estantes y volver a salir a toda prisa, sacar libros, escudriñar páginas,
respirar el mejor polen del mundo, el polvo de los libros, que desencadena alergias literarias...
El autor llegó a afirmar "yo no escribí Fahrenheit 451, él me escribió a mi". Lamentablemente, en el
ambiente que reinaba en Estados Unidos, era muy complejo que alguna editorial se quisiera arriesgar
con un libro que aludía a la censura. Sin embargo, fue Hugh Hefner quien se animó a publicarla en la
revista Playboy y le pagó a Bradbury 450 dólares.
Análisis de la novela
Luego de diversas catástrofes acaecidas en el siglo XX, se perdió el espíritu de la utopía. Se comenzó
a cuestionar el sueño de una sociedad perfecta que había surgido durante el Renacimiento y se había
exacerbado luego de la Revolución Francesa, cuando existía una fe absoluta en el progreso.
Ciertos eventos como las guerras mundiales, el régimen soviético y la bomba atómica hicieron decaer
la esperanza en un futuro mejor. La tecnología llegó y no trajo la felicidad, además de que acarreaba
una posibilidad de destrucción inimaginable.
La Real Academia Española define una distopía como la “representación ficticia de una sociedad
futura de características negativas causantes de la alienación humana”. De este modo, se muestran
mundos gobernados por estados totalitarios que definen cada aspecto de la vida de las personas. En
estas obras, el protagonista "despierta" y enfrenta las condiciones sociales con las que le ha tocado
vivir.
Fahrenheit 451 es una de las distopías más famosas del siglo XX, ya que ejerció una crítica social ante
el rumbo que estaba tomando la sociedad y funcionó como advertencia. A pesar de los años
transcurridos desde su publicación, sigue manteniéndose vigente, pues muestra cómo sería el futuro
deshumanizado y sin acceso a la cultura.
Temas
1. La rebelión
A partir de ese momento, surge la duda y luego, la desobediencia. Montag se cuestiona qué pueden
tener los libros que son tan peligrosos y comienza a leer. Así, en contra de la ideología dominante, que
privilegiaba la conformidad, indiferencia y búsqueda de placer, desarrolla el pensamiento crítico. En la
novela este proceso se muestra de manera metafórica cuando el personaje toma un libro por primera
vez:
Montag tenía infectadas las manos, y pronto se le infectarían los brazos. Podía sentir el veneno que le
subía por la muñeca, hasta el codo y el hombro...
Esta "infección" es el inicio de la rebelión social en la que se verá envuelto el protagonista. Tras tomar
consciencia de su culpabilidad, ya no podrá regresar a la realidad anterior y tendrá que unirse a la
lucha.
Aunque está decidido, resultará ser un proceso largo en el que se debate constantemente. En su
camino, habrá varios guías como Clarisse y Faber que despiertan su curiosidad por el saber. Por otro
lado, se encuentra el capitán Beatty que intenta disuadirlo.
Hacia el final de la novela, el encuentro con Granger resultará definitivo. Es quien le inculca la idea de
que la única manera de generar cambios es a través de la acción:
Odio a un romano llamado Statu Quo - me decía. Llénate los ojos de asombro, vive como si fueras a
morir en los próximos diez segundos. Observa el universo. Es más fantástico que cualquier sueño
construido o pagado en una fábrica. No pidas garantías, no pidas seguridad, nunca hubo un animal
semejante. Y si alguna vez lo hubo, debe de ser pariente del perezoso, que se pasa los días cabeza abajo,
colgado de una rama, durmiendo toda la vida. Al diablo con eso - decía -. Sacude el árbol, y que el
perezoso caiga de cabeza.
2. Crítica al capitalismo
Uno de las grandes críticas que realizó Bradbury tiene que ver con la cultura del capitalismo. El afán
de satisfacción inmediata y consumo era algo que le preocupaba, pues llevado al extremo, puede
conducir a individuos a los que no les importa nada más que la búsqueda de placer.
El autor postuló estas ideas en la década del 50. En aquella época la tecnología recién estaba
avanzando hacia la realidad que conocemos hoy. Por ello, su ficción puede entenderse como un
vaticinio de lo que sucede en la actualidad.
El filósofo Jean Baudrillard propuso que vivimos en una era narcisista, en la que al individuo sólo le
interesa lo que le atañe a su persona. En un mundo de conexiones virtuales, la pantalla se transforma
en un centro de distribución para todas las redes de influencia e implica el fin de la interioridad y la
intimidad del ser humano.
En la novela una de las mayores distracciones de Mildred es la pantalla de televisión. Su mundo gira
en torno a los programas que se transmiten y parece estar enceguecida por la posibilidad del
consumo:
El que pueda instalar en su casa una pared de TV, y hoy está al alcance de cualquiera, es más feliz que
aquel que pretende medir el universo...¿Qué necesitamos entonces? Más reuniones y clubes, acróbatas
y magos, automóviles de reacción, helicópteros, sexo y heroína...
De esta manera, la obra de Bradbury anticipó el exceso de estímulos e información que afectan
a la sociedad. Mostró una realidad superficial en la que todo resulta fácil y pasajero:
La gente no habla de nada...Citan automóviles, ropas, piscinas, y dicen ¡qué bien! Pero siempre repiten
lo mismo, y nadie dice nada diferente...
Así, la única manera de luchar contra la inercia de las personas es defender el pensamiento. En este
sentido, los libros se instalan como la única arma poderosa frente a un sistema bien organizado:
¿Comprende ahora por qué los libros son temidos y odiados? Revelan poros en la cara de la vida. La
gente cómoda sólo quiere ver rostros de cera, sin poros, sin vello, inexpresivos.
Hacia el final, Montag descubre a los guardianes de la palabra escrita. Ellos promueven la libertad de
ideas y rinden homenaje a la inmortalidad de los libros. Saben que la libertad social es algo
inseparable del pensamiento crítico, pues para poder defenderse, las personas deben ser capaces
de enfrentarse al sistema a través de sus ideas.
De esta manera, uno de los grandes mensajes de la novela es entender la importancia de la escritura
y la lectura. Los libros se pueden comprender como símbolos de sabiduría y como una garantía
para el mantenimiento de la memoria colectiva. Aquellas personas memorizan textos para así
impedir su pérdida. Se trata de la restauración de la tradición oral y la victoria frente al Estado.
Para Ray Bradbury es muy importante postular el tema de la cultura como una necesidad
imperiosa. Su familia provenía de la clase media y no tuvo acceso a estudios. Luego de finalizar la
secundaria, se dedicó a vender periódicos y fue gracias a la lectura autodidacta que llegó al camino de
la escritura. Por ello, afirmó:
No hace falta quemar libros si el mundo empieza a llenarse de gente que no lee, que no aprende, que no
sabe
Ambiente distópico: La novela está ambientada en un futuro totalitario donde los libros están
prohibidos y la información se controla y manipula para mantener el control social.
Guy Montag: Es un bombero cuya tarea es quemar libros. Inicialmente, Montag es un seguidor
obediente de las normas establecidas.
Conflicto: Montag comienza a cuestionar su papel y las restricciones impuestas por la sociedad
después de conocer a Clarisse McClellan, una joven que lo desafía a pensar de manera diferente.
La quema de libros:
Bomberos: En esta sociedad, los bomberos no apagan incendios, sino que queman libros y las
casas donde se encuentran. Es una metáfora de la censura y el control del conocimiento.
Personajes importantes:
Clarisse McClellan: Una joven que inspira a Montag a cuestionar las normas y a explorar ideas
prohibidas.
Capitán Beatty: El jefe de Montag en los bomberos, que tiene un profundo conocimiento de la
historia de la censura y los libros.
Profesor Faber: Un exprofesor de literatura que ayuda a Montag a entender el valor de los
libros y lo guía en su búsqueda de significado.
Temas principales:
Censura y libertad de expresión: La novela explora los peligros de una sociedad que restringe
y controla el acceso al conocimiento y la información.
Alienación y conformidad: Los personajes, incluido Montag, experimentan alienación y
desconexión emocional en una sociedad obsesionada con la conformidad y el entretenimiento
superficial.
Poder de la literatura: A través de la lectura y la exploración de libros prohibidos, Montag
descubre una nueva perspectiva sobre la vida y la sociedad, y se convierte en un agente de
cambio.
Estilo literario:
Bradbury utiliza un estilo poético y evocador para capturar la atmósfera opresiva y la tensión
emocional de la sociedad distópica.
La narrativa se mueve rápidamente entre momentos de intensidad emocional y reflexión
filosófica, destacando la urgencia de los temas tratados.
Imaginería y simbolismo:
El fuego: Representa tanto la destrucción física de los libros como la pasión y el despertar
intelectual de Montag.
Los espejos: Utilizados para reflejar la superficialidad y la falta de identidad personal en la
sociedad distópica.
"Fahrenheit 451" de Ray Bradbury es una novela distópica que nos transporta a una sociedad
futura donde los libros están prohibidos y son quemados por bomberos en lugar de apagar
incendios. En este mundo opresivo, conocemos a Guy Montag, un bombero que inicialmente
disfruta de su trabajo de destruir libros, siguiendo las órdenes de un gobierno totalitario que
controla y censura el conocimiento. Sin embargo, todo cambia cuando Montag conoce a Clarisse
McClellan, una joven que lo desafía a pensar y cuestionar las normas establecidas. Esta conexión
con Clarisse lo lleva a confrontar su vacía existencia y a buscar significado en un mundo
dominado por pantallas de televisión y entretenimiento superficial. Con la ayuda de Faber, un
exprofesor de literatura, Montag se adentra en el mundo de los libros prohibidos, descubriendo la
belleza del conocimiento y la importancia de la libertad de pensamiento. La transformación de
Montag lo lleva a rebelarse contra el sistema represivo, enfrentando las consecuencias de
desafiar la autoridad y luchando por preservar la memoria y la sabiduría contenida en los libros.
A través de su viaje, Bradbury explora temas profundos como la censura, la alienación, la
conformidad y el poder redentor de la literatura, destacando la importancia de la libertad de
expresión y el pensamiento crítico en cualquier sociedad verdaderamente libre.
Prohibición de libros: En el mundo distópico de la novela, los libros están prohibidos y son
quemados públicamente por los bomberos, que actúan como agentes del gobierno para mantener
el control y evitar el pensamiento crítico.
Guy Montag: El protagonista, inicialmente un bombero que disfruta quemando libros,
comienza a cuestionar su papel y la sociedad en la que vive después de conocer a Clarisse
McClellan, una joven que lo desafía a reflexionar sobre la vida y el conocimiento.
Transformación personal: Montag experimenta una profunda transformación a medida que
se aleja de la conformidad y la alienación de su sociedad para explorar la belleza y la
profundidad de la literatura prohibida.
Censura y control del conocimiento: La novela critica fuertemente la censura y el control del
conocimiento como herramientas de opresión y manipulación social, destacando la importancia
de la libertad de expresión y el acceso a la información.
Alienación y superficialidad: Bradbury explora cómo la sociedad distópica ha perdido el
contacto con la emoción humana genuina y se ha sumido en el entretenimiento vacío y las
relaciones superficiales.
Resistencia y rebelión: Montag se convierte en un rebelde contra el sistema al que antes
servía, arriesgando su vida para proteger los libros y preservar la memoria y el conocimiento
humano frente a la destrucción sistemática.
Simbolismo y metáforas: Elementos como el fuego, que destruye libros pero también
representa la pasión y la transformación, y los espejos, que reflejan la falta de identidad personal
y la alienación en la sociedad, son utilizados por Bradbury para profundizar en temas más
amplios.
Mensaje social y crítica: A través de la historia de Montag, Bradbury ofrece una crítica
contundente a la superficialidad, la censura y la falta de libertad intelectual en las sociedades que
priorizan el control sobre la imaginación y el pensamiento crítico.
Ambientada en el siglo XXIV, Fahrenheit 451, cuenta la historia del protagonista Guy Montag.
Al principio, Montag disfruta de su oficio de bombero es decir quemando libros conservados
ilegalmente así como las casas de sus dueños. Sin embargo, de pronto, Montag empieza a
cuestionar el valor de su profesión y a su vez, su vida. A lo largo de la novela, Montag lucha
contra su existencia y acaba huyendo de esta sociedad opresiva, de censura; se une a un grupo
subterráneo de intelectuales. Con sus amigos recién conocidos, Montag, testigo de la
destrucción atómica de la ciudad, se dedica a reconstruir una literata y culta sociedad.
Al principio de la novela, Montag entabla una amistad con su vecina de 17 años, Clarisse
McClellan, con su actitud humana y su curiosidad natural, pronto Montag se pone a
reflexionar sobre su propia vida. Se da rápidamente cuenta de que no está feliz y de que ya no
ama a su esposa, Millie. Ésta, reacia a tratar con la realidad, elige sumergirse en la televisión
interactiva, la radio - caracol y en los tranquilizantes. Insatisfecho con su trabajo y a disgusto
con una sociedad que no se preocupa por la anunciada guerra atómica a punto de estallar,
Montag empieza a cuestionar cómo funciona el mundo. Más específicamente, Montag se
pregunta por qué los libros son percibidos como peligrosos y por qué ciertas personas les son
tan leales. ¿Cuál poder contienen los libros?
Movido por su creciente ansiedad, Montag roba un libro de la colección que tenía que
quemar. A la hora de prenderles fuego, Montag se siente conmovido cuando la dueña de los
libros, una mujer mayor, se niega a dejar su casa. En cambio, la mujer prende fuego a su propia
casa empapada de kerosene y permanece ahí y queda aniquilada por las llamas. El
compromiso de la mujer hacia sus libros hace que Montag realiza que quizá pueda encontrar
la falta de felicidad que experimenta en los libros. Después de esta escena, Montag regresa a
su casa, sintiéndose enfermo al revivir la horrible muerte de la mujer. Empieza a realizar que a
pesar de que durante los diez últimos años pensó que estaba sirviendo la sociedad siendo
bombero, en realidad, él era un instrumento de destrucción. Aquella noche, conversando con
Millie, se entera de que su vecina Clarisse murió atropellada por un coche que iba muy rápido
como una semana antes. Al escuchar esta noticia, Montag se siente aún más enfermo. Se
queda dormido con su libro robado escondido debajo de su almohada.
Al día siguiente, Montag se niega a ir al trabajo alegando que está enfermo. Su jefe, el Capitán
Beatty, lo visita esa misma mañana y de alguna forma parece estar al tanto de la lucha interior
que Montag está experimentando así como de que posiblemente tenga libros en su posesión.
Beatty sermonea a Montag acerca de lo ofensivos que son los libros y de la superioridad de la
sociedad actual - en la cual la homogeneidad y la estructura mandan - sobre la antigua, en la
cual se alentaba el pensamiento libre y la gente podía expresar distintas opiniones. Durante la
visita de Beatty, Millie organiza nerviosamente el dormitorio e intenta jalar la almohada de
Montag. Mientras no se lo quiere permitir, ella pone su mano debajo de ésta y encuentra el
libro escondido. Millie se queda pasmada, se va y regresa. Montag le pregunta a Beatty qué
pasaría si un bombero se llevara un libro a casa. Beatty contesta que se les permite a los
bomberos llevar un libro a casa pero deben quemarlo dentro de las siguientes 24 horas.
Tras la salida de Beatty, Montag recupera los 20 libros que robó en las alertas, a lo largo de los
años, y empieza a leer. Indeciso acerca del siguiente paso a dar, Montag se acuerda de haber
conocido a un profesor retirado, Faber, el año anterior y de haber hablado con él del valor de
las ideas. Decide ir a ver a Faber que en un primer momento tiene miedo de hablarle,
temiendo ser la siguiente víctima del bombero.
Sin embargo, conforme la confianza crece entre los dos hombres, el profesor llega a ser un
mentor paraMonta: le comparte sus conocimientos y conspiran juntos para sacarle copias al
libro. Faber le da a Montag un pequeño radio inventado por él mismo que permite no sólo
recibir sino mandar señales colocándolo en la oreja, así los dos hombres permanen siempre
comunicados.
En casa, Montag se molesta con su esposa y sus amigas ya que están sentadas perezosamente
viendo la televisión y comentando chismes que demuestran su egoísmo así como su falta de
conciencia y preocupación hacia la inminente guerra atómica. A pesar de las advertencias de
Faber - transmitidas a través de la radio secreta en su oreja - Montag empieza un debate con
las mujeres acerca de la familia y de la política. Después, les lee algo de un libro de poesía.
Ante la lectura de Montag, las amigas de Mildred experimentan una reacción emocional; lloran
sin entender la fuente de sus lágrimas. Cuando las dos alteradas amigas se van, Mildred se va a
su cuarto y toma algunas píldoras para dormir y Montag esconde los libros en el jardín antes
de irse a trabajar. En el cuartel de bomberos, Beatty inicia una retórica anti-libros y anti-
intelectual. Alertan a los bomberos y Montag se queda atónito al descubrir que es su propia
casa la que van a quemar. Su esposa lo denunció.
Después de haber quemado su casa y sus pertenencias él mismo, cuarto por cuarto como lo
ordenó el Capitán Beatty, Montag recibe un discurso de su parte y los dos hombres inician una
riña durante la cual la radio de Faber le es retirada de la oreja. Cuando Beatty comenta que
tanto Montag como su “amigo” (Faber) serán tratados con severidad, Montag lo amenaza con
el lanzallamas. Mientras Beatty sigue maltratándolo verbalmente, Montag abre el seguro del
lanzallamas y mata a su jefe. Enseguida el Sabueso Mecánico - un perro de ataque
computarizado que puede rastrear a cualquier humano por su olor - lo persigue. El Sabueso le
clava una aguja con procaína en la pierna pero Montag logra aniquilarlo con el lanzallamas
antes de que pueda hacerle más daño. Montag recupera los libros restantes del pasto antes de
echarse a correr a casa de Faber. En el camino, se detiene para meter libros a la casa del
bombero Black y serenarse rápidamente en una gasolinera donde escucha la noticia de que la
guerra ha sido declarada; al cruzar la calle casi lo atropella un temerario conductor.
Faber le proporciona un refugio a Montag quien está siendo acaloradamente perseguido por
un segundo Sabueso Mecánico y las autoridades. Faber le da viejas prendas de vestir (para
disfrazar su olor y de esta manera evitar que lo encuentre el Sabueso); le dice que vaya al río y
flote aguas abajo hacia las vías de tren donde con suerte encontrará un campamento de
intelectuales vagabundos fuera de las leyes que podrán ayudarle. A su vez, Montag alienta a
Faber a encender todos sus rociadores para despistar al Sabueso. Montag se va, Faber sigue su
recomendación y se va para Saint Louis para encargar a un antiguo impresor que conoce la
impresión de algunos libros. Montag flota aguas abajo por el río huyendo con éxito del
Sabueso y da con un grupo de antiguos escritores, clérigos y académicos en la orilla del río. El
líder del grupo, un escritor llamado Granger, le da la bienvenida a Montag y le ofrece un
brebaje que cambia su pH de tal manera que el Sabueso no pueda detectar su presencia. El
escritor utiliza después una tele portátil para ver la persecución policíaca que la huida de
Montag provocó. Montag se queda en shock al ver que el Sabueso Mecánico mata a otro
hombre mientras el reportero anuncia “¡Montag está muerto!” Para no perder la confianza del
público, la policía lanzó al Sabueso detrás de un hombre inocente cuando perdieron el olor de
Montag.
Granger le explica a Montag que cada hombre en este grupo ha memorizado obras literarias
que algún día, cuando no corran riesgo, podrán imprimir de nuevo recreándolas desde su
memoria. Cuando la bomba atómica destruye la ciudad, los hombres salen para escudriñar
entre los escombros, listos para empezar de nuevo y para fomentar una sociedad donde los
libros y el libre pensamiento puedan florecer.