ANEXOS 1 - ¿Cómo Definir La Superstición
ANEXOS 1 - ¿Cómo Definir La Superstición
ANEXOS 1 - ¿Cómo Definir La Superstición
El término "superstición" deriva de una raíz latina. Quienes hablaban el latín utilizaban
la palabra superstitio para dar la impresión de que algo era demasiado bueno —por
encima y más allá de lo regular—. En la literatura latina, el término superstitio puede
estar cualificado por adjetivos (como turpis, inanis, insana), lo cual hace probable que
esta superstitio no fuera vista como estúpida o innoble, ya que precisaba estos adjetivos
para expresar esa noción. La mayor parte de las veces que Cicerón utiliza el término,
parece indicar que, por superstitio, entendía la credulidad opuesta a la búsqueda del
conocimiento sólido. La actitud de la Iglesia Católica está mejor expresada en las
palabras del Consejo Tridentino (1545-63): superstitio es verae pietatis falsa
imitatrix (un falso imitador de la verdadera piedad). Homero llama a las cosas
"superstición" cuando son, o bien aborrecidas, o bien observadas con pasión o temor,
pero que representan, en todos los casos, relaciones erradas con Dios.
A modo de ejemplo del uso que la filosofía moderna puede hacer de esta palabra, me
gustaría referirme a Wittgenstein, quien define a la superstición como una confianza
firme en la causalidad: cuando A ocurre, B también debe ocurrir, sin importar la relación
que un elemento C posea con la segunda parte de la ecuación. Una creencia tal en la
causalidad es supersticiosa.1
Así vemos cómo, a través de la historia, la palabra ha sido utilizada con dos sentidos
muy cercanos entre sí: el de una falsa creencia o conocimiento, y el de una creencia
disfrazada de conocimiento (en el sentido pragmático).
Tanto los primeros sacerdotes viajeros, que nos dejaran tan admirables relatos de la
vida tribal y exótica, como aquellos laicos que describieron los mismos hechos durante
la edad de la razón y luego de ella, utilizaron la palabra superstición para referirse a
rituales paganos y tradiciones o actitudes religiosas. En su terminología, supersticioso y
pagano eran términos intercambiables. Algo era llamado supersticioso debido a su
relación con el sistema del observador, y no debido a su dudoso lugar en el
sistema observado.
Parece, pues, que esta palabra es utilizada con un propósito definido tan sólo fuera de
la antropología. En las discusiones antropológicas, uno podrá afirmar que las
evaluaciones conscientes o inconscientes, que resultan en la diferenciación de los credos,
no son científicas. (Pero puede ocurrirle al antropólogo, o al sociólogo comparativo, ser
interrogado por alguien, no del todo relacionado con esta ciencia, acerca de cómo
debiera definirse la superstición. Fue posiblemente este tipo de preguntas lo que me
llevó a reflexionar sobre este tema, y a repetir mis consideraciones en vuestra
presencia).
Cuando una persona dedicada a la sociología formal se propone definir algo, es justo
que prevenga, a quienes se interesen en ello, acerca de las limitaciones de su alcance.
Así, debo señalar que una investigación acerca de cualquier tema significa para mí (en
el sentido descripto) investigar cómo y en qué medida este hecho puede expresarse en
términos de relaciones sociales. Ante todo, no me ocupo de religiones, sino que estudio
instituciones religiosas; no me ocupo de conceptos legales, estudio instituciones legales;
etc. Las unidades de mi observación son los grupos sociales y no los individuos. Puede
sonar superficial, pero lo cierto es que no presto más atención a la psicología del
individuo que el cristalógrafo a la química. Ninguna amonestación —como por ejemplo
que los cristales son después de todo compuestos químicos— puede demostrarle la
inutilidad de la cristalografía.
Otras dos consideraciones deben ser expresadas desde el principio. La primera se refiere
al uso ambiguo del término (no-sociológico) "creencia"; la segunda, al peligro de
confundir nuestro problema con la antigua discusión acerca de la diferencia entre religión
y magia.
Creencia y superstición
Por lo tanto, podríamos continuar mostrando que la costumbre no puede ser aislada, y
que se encuentra absolutamente sumergida en el tejido de las relaciones sociales. Si
tuviéramos que separar esta costumbre de su base por medio de inútiles disecciones,
podríamos hacer lo mismo con el papel desempeñado por el cura de la parroquia durante
las cosechas, su relación con la sacralidad de los instrumentos de cosecha, los regalos
de productos agrícolas que le son dados, etc. Al separar todas estas cosas, obtendríamos
una imagen de la vida religiosa de una comunidad agrícola que no corresponde a nada
en realidad.
Entonces, podríamos meditar sobre las circunstancias en las cuales una comunidad tal
puede ser real; y, al final, deberíamos adoptar una base social, económica y acaso
geográfica muy distinta. Lo que nos ha llevado a este error es la diversidad de la
organización social en las sociedades complejas y compuestas. La Iglesia Católica es un
cuerpo, la inmensa comunidad organizada de todos los creyentes de ese país es otro, y
el pequeño poblado católico es un tercer organismo.
Tomemos el segundo caso: aquellos judíos que pertenecen a una cierta secta "esotérica"
llamada hasidismo, la cual hasta hace poco prevalecía en Europa Oriental, y que posee
ciertas costumbres sorprendentes. Sus miembros escribían, en pedazos de papel,
oraciones y deseos acerca de sus negocios, su salud, el casamiento de sus hijas, la
redención de la Tierra Santa, o la llegada del Mesías, y luego ponían estos papeles bajo
piedras que eran depositadas alrededor y sobre la tumba de algún gran rabino hasidista.
Este rabino, habiéndose separado de este plano de la vida, al conversar con el Señor de
los Huéspedes podrá hacerle llegar los deseos de los creyentes con mayor vigor, y podrá
alcanzar mucho más que lo que ellos hubieran logrado; al estar sus vidas contenidas por
figuras humanas que sufren la interferencia de la omnipresente Voluntad del Mal. La
antigua ortodoxia judía puede estremecerse y describir esta costumbre como una
superstición ofensiva; y resulta verdaderamente curioso cómo ésta contradice las
tendencias y los movimientos de la fe judía.
En estos dos casos, espero haber resumido buena parte de las situaciones posibles frente
a las cuales desistiría de usar el término "superstición". A continuación, me propongo
ofrecer algunos ejemplos de lo que verdaderamente puede ser llamado superstición, y
tratar de clasificarlos. Antes de ello, es necesario decir algunas palabras acerca del tipo
de fenómenos en los cuales pensamos cuando utilizamos la palabra religión.
Religión y superstición
A nivel moral, un miembro de una sociedad del primer tipo puede pensar: "Si esta
sociedad se comporta bien, encajará dentro de la disposición completa de instituciones
del universo"; mientras tanto, un miembro de la sociedad del segundo tipo puede
pensar: "Cuando todas las personas son verdaderamente buenas, la sociedad es
perfecta". En el primer caso, no se puede aludir a la bondad y a las metas de la sociedad,
a no ser que a la vez se haga referencia a otras entidades naturales que se mueven en
el mismo plano. En el segundo caso, no se puede ofrecer una descripción de lo que
realmente es un hombre bueno, a no ser que se describa simultáneamente su integración
en la sociedad.
A nivel noético, las cosas pueden expresarse de modo ligeramente distinto. El primer
hombre diría: "La jefatura, la constelación de Orión, la mujer y los ríos fueron creados
por la misma fuerza. El ciclo menstrual de la mujer y ciertos eventos astrales son ‘la
misma cosa’". El segundo diría: "El alma del hombre viene de Dios. El hombre debe
construirse a partir de este reconocimiento. Cuando todas las personas se unen entre sí,
esta sociedad no puede sino servir a su principal propósito: la glorificación del Señor".
Podría extender considerablemente estas dos series de afirmaciones imaginarias, pero
tan sólo he de señalar dos diferencias significativas. La sociedad humana, tal como es
concebida en nuestro segundo tipo, tiene mucho en común con el universo según es
visto en nuestro primer tipo.
En el primer caso, los peligros para el hombre acechan desde el exterior de la sociedad,
la unidad operante es la sociedad, y la meta perfecta es un universo en equilibrio. En el
segundo caso, los peligros habitan dentro de la sociedad, la unidad operante es el alma
humana, y la meta es la aniquilación del mal en la sociedad. Si, en el primer tipo, los
individuos soportan grandes sufrimientos —causados sólo por fuerzas manifiestas dentro
de la sociedad—, sea para desviar el ataque de las fuerzas extrasociales, sea para llegar
a un acuerdo con ellas, un comportamiento tal será encontrado inconsistente con los
valores rituales de la sociedad. En el segundo caso, una persona puede ser capaz de
describir con increíble exactitud material la naturaleza y el funcionamiento de las
instituciones sociales, pero será vaga e incoherente acerca de su (así llamada) alma;
cuanto más ésta le importa, y cuanto mayor parece ser la integración entre el alma y la
sociedad, menor necesidad habrá de hablar del "alma" con la misma precisión que la
que se utiliza para hablar de los medios de transporte, o la educación de los niños. No
intento sugerir que existan dos tipos completamente distintos de religión. Éstos son tan
sólo los extremos, y podrán hallarse muchos tipos intermedios.2
______________________________________________
* Steiner fue invitado a dictar esta conferencia en la Sociedad de Graduados de la Universidad de Oxford en
1943. El texto mecanografiado, corregido por el mismo Steiner, es preservado entre sus papeles en
el Deutsches Literaturarchiv, Marbach am Neckar, y tiene fecha de 1944. Hemos expandido el críptico
comienzo en un texto consecutivo, y reproducimos las notas de Steiner para la conclusión en una nota al pie
de página. Esta conferencia nunca antes fue publicada.
Publicado en J. Adler y R. Fardon (eds.), Taboo, Truth and Religion, Oxford, Berghahn Books, 1999, pp. 223-
229. [N. del T.]
1
Presumiblemente, la referencia de Steiner alude a "No hay ningún modo posible de realizar una inferencia
de la existencia de una situación a la existencia de otra enteramente distinta. No hay nexo causal que justifique
una inferencia tal. No podemos inferir los eventos del futuro a partir de los del presente. La superstición no es
otra cosa que la creencia en el nexo causal" (Wittgenstein [1921] Tractatus Logico-Philosophicus, Londres,
Routledge, 1974, p. 135 y ss.).
2
La conferencia de Steiner termina con otras notas y ulteriores ejemplos. Inicialmente, establece: "Las
objeciones a la validez de esta morfología pueden basarse en las descripciones del así llamado ‘chamanismo’
de los aborígenes siberianos". La morfología en cuestión es, presumiblemente, la doble distinción que Steiner
realiza acerca de la orientación religiosa: una primera distinción según la cual el contexto universal de una
sociedad es el valor preeminente y, la otra, en la cual predomina el contexto social del alma del individuo. Su
texto enumera, entonces, cuatro "ejemplos", sin ofrecer demasiados detalles; éstos deben ser los "ejemplos
de lo que en verdad puede ser llamado superstición", de la cual había prometido una tipología. Los primeros
tres son "los cazadores salvajes", "la metempsicosis en el judaísmo" y la aristocracia rusa. De diferentes
maneras, parece haber considerado que éstos no pertenecían a los cultos de la moral principal de las
sociedades en cuestión. El cuarto ejemplo de Steiner vuelve la discusión hacia Bretaña: "La suerte y la mala
suerte (...) La polaridad suerte/mala suerte no posee implicaciones como pecador/bueno". Las instancias de
su último tipo (gatos negros, sal derramada, espejos rotos) sugieren que concluyó la conferencia enumerando
una serie de supersticiones o malos agüeros domésticos y británicos —gatos negros cruzándose en el camino,
espejos rotos como un presagio de siete años de mala suerte, y la sal derramada y lanzada por encima del
hombro, ejemplo este último también tratado en 1939 por Radcliffe-Brown en Tabú—. Todos estos casos no
guardan relación con cuestiones morales.
Lic. en Comunicación Social. Universidad Nacional de Córdoba, Becaria de la Agencia Córdoba Ciencia S.
E. [email protected]
Resumen: Investigación que buscó brindar renovados recursos a la práctica educativa a través
de implementación de la infografía como recurso didáctico. Para ello se realizó una
experiencia en colegios de Nivel Medio de Córdoba, Argentina. Se trabajó con dos grupos
de alumnos: al primero se le presentó una temática compleja a través de la implementación
de infografías y al segundo, se le expuso la misma temática con la ausencia de esta
herramienta. Esto permitió determinar en qué medida los gráficos informativos son una
herramienta que impacta en las formas de acceso y de apropiación del conocimiento y de qué
manera sirven como un recurso educativo ante la imperante cultura visual que rodea a los
adolescentes.
Las nuevas tecnologías han transformado nuestra sociedad, los modos de vivir y pensar. Estos
cambios han influido en las formas de presentar la información en los diferentes medios de
comunicación, que posteriormente se trasladan al ámbito cotidiano del aula intentando
optimizar los procesos de enseñanza. Constituye un reto para el sistema educativo desarrollar
instrumentos que faciliten los procesos de comprensión en las aulas, ante el crecimiento casi
explosivo de la cantidad y densidad de información que circula en todos los ámbitos de la
vida en sociedad y en todas las áreas del conocimiento.
Dentro de estos espacios informativos, las transformaciones más radicales se pueden
vislumbrar en la década del 80 donde las tecnologías tuvieron un fuerte impacto en la prensa
gráfica lo cual permitió la incorporación de la informatización y por ende, el empleo de
nuevos recursos visuales. Ante la inminente supremacía de la imagen, los medios gráficos
generaron nuevas herramientas con el fin de atraer a un público con renovados hábitos
lectores - caracterizado por una lectura veloz y fragmentada- a través de la implementación
de infografías.
“Una infografía es una combinación de elementos visuales que aporta un despliegue gráfico
de la información. Se utiliza fundamentalmente para brindar una información compleja
mediante una presentación gráfica que puede sintetizar o esclarecer o hacer más atractiva su
lectura" (MANUAL DE ESTILO DE CLARÍN, 1997: 125).
Esta técnica produce nuevos parámetros de producción que permite optimizar y agilizar los
procesos de comprensión basándose en una menor cantidad y una mayor precisión de la
información, anclada en la imagen y el texto.
“Si la escuela quiere edificar un puente con la sociedad, tendrá que asumir plenamente el
audiovisual como forma de expresión diferenciada. Es decir, además de educar en la imagen,
tendrá que educar a través de la imagen” (FEERÉS, 1989: 89).
Luego de analizar cuantitativamente las respuestas obtenidas pudo determinar que el tercer
grupo (texto e infografía) era el que había comprendido mejor la noticia, permitiendo su
interpretación y posterior recuerdo de los datos más destacados. “En conclusión- finaliza De
Pablos- contemplamos que se cumple la hipótesis según la cual la infografía es una buena
herrramienta visual de apoyo periodístico y sirve para que los lectores capten mayor número
de datos periodísticos o que los capten con mayor detalle” (DE PABLOS, 1999: 220).
Se describe detalladamente el trabajo de este autor ya que sobre la base de esta experiencia,
convenientemente readaptada, se planteó el presente estudio en el ámbito educativo.
La intención de esta experiencia fue la de determinar en qué medida las infografías impactan
en las formas de acceso y de apropiación del conocimiento, de qué manera sirven como un
recurso educativo ante la invasiva cultura visual que rodea a los adolescentes, qué ventajas
ofrecen al docente, frente a otros recursos, que puedan ayudarlo para presentar temáticas
complejas de forma comprensible y amena. Sobre la base de estos interrogantes se decidió
analizar lo siguiente:
1. Dos Escuelas de Nivel Medio de Córdoba Capital. Una de ellas pública y la otra privada,
que reciben alumnos de ambos sexos.
2. Alumnos de 5to año del Ciclo de Especialización de cada colegio, que comparten la misma
orientación y el mismo profesor en la Asignatura Biología.
Para la elección de las instituciones educativas fue primordial identificar, desde un principio,
los docentes encargados de llevar adelante la experiencia. Para ello se visitaron ocho
Colegios de la ciudad de Córdoba y se realizaron en todos ellos observaciones de clases que
permitieron vislumbrar las características de los grupos. A los fines de la investigación se
seleccionaron dos colegios y dos divisiones de 5to año del Ciclo de Especialización de cada
institución. En ellas, el mismo docente dictaba la asignatura Biología y reunía las condiciones
establecidas para la concreción de la investigación.
La experiencia se basó en que el profesor presentara, a dos cursos de 5to año, la misma
temática compleja, en un caso utilizando infografías como herramienta didáctica (grupo
experimental) y sin este recurso en el otro (grupo control). El criterio para determinar cuál
sería el grupo experimental en cada colegio fue el rendimiento de los alumnos en la materia.
Se eligió como grupo experimental al que tenía menor rendimiento porque la hipótesis
implícita era que a través de este recurso se podía estimular a estos alumnos a mejorar su
performance.
Se optó por la asignatura Biología como el ámbito para la experiencia porque las temáticas
que se desarrollan en esta materia se prestan para ser explicadas mediante infografías. Es
importante recordar que el uso de este recurso no siempre es recomendable. Puede ser
innecesario cuando no aporta nada nuevo y se solapa con el texto, provocando incluso
disfunciones o distorsiones en la explicación de acontecimientos, acciones o hechos.
Los textos utilizados para el desarrollo del tema fueron extraídos del libro: Genética. El autor
es un periodista científico y especialista en biología; desarrolla la temática con un lenguaje
directo y comprensible. Al mismo tiempo, fueron seleccionados extractos de una noticia
periodística del diario Clarín (CARDONA, 2002: p. 119-124): “Científicos de seis países
descifraron la secuencia completa del genoma humano”. Este artículo contenía una
infografía, la cual fue utilizada para la experiencia. Asimismo, se empleó una segunda
infografía extraída de la Enciclopedia Universal Clarín del Estudiante, 2003. Ambos gráficos
fueron analizados por las docentes, para verificar su correcta información y elaboración.
Luego de este examen previo, las profesoras diseñaron su propia metodología de trabajo,
teniendo siempre presente las condiciones pre-establecidas.
El perfil de los alumnos que participaron de la experiencia
Con relación a los estudiantes, se pudo observar que los alumnos poseían en su mayoría entre
16 y 17 años, que en estos cuatro cursos predominaban las mujeres por sobre los varones y
que provenían de sectores socio-económicos entre medios y bajos (esta última información
se estableció sobre la base de cantidad de bienes y servicios que poseen en sus hogares).
Resultó de interés para la investigación conocer el contexto familiar del alumno dado que
éste tiene gran importancia para su desempeño en el ámbito escolar. Con respecto a la
educación de los padres, se pudo constatar en ambos colegios que en los grupos
experimentales, los padres poseen un nivel educativo inferior que en los grupos de control.
En relación a la ocupación, se puso de manifiesto que su formación se relaciona directamente
con el tipo de trabajo que llevan adelante. En los grupos de control los padres poseen mayor
calificación en el empleo que en los grupos experimentales. En éstos predomina el trabajo
semicualificado.
En relación con cómo se perciben como estudiantes, es decir, cómo consideran su desempeño
en tanto estudiantes, se constató que los alumnos de los grupos de control de ambas
instituciones se consideran con un mayor nivel de dedicación al estudio que los alumnos de
los grupos experimentales. Por último, se les preguntó acerca de su interés por la lectura; las
respuestas fueron homogéneas en los dos tipos de grupos; la mayoría respondió estar
interesados por la lectura.
El desarrollo de la experiencia
Las clases se desarrollaron de manera específica en cada uno de los colegios seleccionados,
según la metodología establecida por cada profesora. Previamente, se les explicó brevemente
a los alumnos que participarían de una experiencia, en razón de lo cual en las clases sucesivas
habría un observador. No se les reveló la totalidad de las intenciones de esta práctica (el
conocimiento previo de este hecho podría haber influido en su comportamiento y actitudes
ante el nuevo recurso informativo, la infografía). Como instancia previa a la experiencia en
sí, la investigadora observó una clase en los cursos que servirían de grupo experimental con
el objetivo de conocer a los alumnos, la modalidad de dictado de la profesora, como así
también a fin de generar un clima de confianza que permitiera registrar las clases de manera
natural.
El material para las clases fue provisto por el investigador. Con la ayuda de un grabador y
tomando sus propias notas, el investigador registró la totalidad de las clases correspondientes
a la experiencia. Se establecieron criterios específicos para la observación de la conducta de
docentes y alumnos, algunos de estos criterios son sugeridos por Lafita (2001: 28).
Los resultados
La experiencia proveyó de información valiosa para apreciar el manejo del recurso por parte
de las profesoras, el interés despertado en los alumnos, su trabajo con las imágenes y su
desempeño. Asimismo, puso en evidencia algunos de los problemas que presenta la práctica
educativa con adolescentes, sus particularidades y dificultades, como así también la
influencia de los factores emocionales socio-culturales en el proceso de enseñanza-
aprendizaje.
Tras el análisis de los resultados, se pudieron sacar algunas conclusiones respecto del
rendimiento de los alumnos. Ellos permiten hacer dos tipos de comparaciones: entre el grupo
experimental y el respectivo grupo de control; para cada grupo experimental y cada grupo de
control, entre el promedio obtenido en Biología en el primer semestre y el resultado de la
evaluación correspondiente a la experiencia.
Ante estos resultados, se puede inferir que el grupo experimental alcanzó los objetivos
planteados, ya que mejoró su rendimiento; aunque las diferencias entre ambos promedios del
curso no son estadísticamente significativas, el grupo logró elevar su performance. Esto no
ocurrió en el grupo control.
Con respecto al Colegio Privado, cabe destacar que las notas del primer semestre
corresponden a la evaluación llevada a cabo por una profesora distinta a la que realizó la
experiencia, quien se hizo cargo de la asignatura en la segunda etapa del año escolar.
Esta situación estableció una importante diferencia de criterios de evaluación entre la docente
del primer semestre y la del segundo en este colegio. En el primer semestre, el grupo
experimental del colegio privado poseía un buen promedio (7,67), con notas que oscilan entre
7,60 y 9 puntos; se presentaba como un grupo bastante homogéneo. En la evaluación
correspondiente a la experiencia, el promedio sufrió un descenso de más de dos puntos (5) y
se produjo en el grupo mayor dispersión de notas (coeficiente de variabilidad mayor). En el
caso del grupo control, en el primer semestre, el promedio alcanzado era de 7,50 con una
amplia dispersión en las notas (las notas oscilaban entre 5,30 y 9). En la evaluación
correspondiente a la experiencia, el promedio también descendió (6) y se mantuvo la
heterogeneidad del grupo. Provisionalmente se podría inferir que la presentación de las
infografías no tuvo incidencia en el rendimiento del grupo ya que éste no mejoró su
performance; pero también ocurrió esto en el grupo control, de modo que es factible sostener
que aquí hubo otros factores que incidieron en los resultados. La relación problemática de la
docente con los alumnos del grupo experimental podría ser uno de esos factores.
Una vez llevada a cabo la experiencia, se distribuyó entre los alumnos del grupo experimental
de ambos colegios una segunda encuesta cuyo objetivo era conocer sus percepciones respecto
de la asignatura Biología, el desempeño de la profesora, la temática desarrollada y,
principalmente, sobre las infografías empleadas (si les interesaron, llamaron su atención,
facilitaron la comprensión del tema, etc.), también sobre la importancia del empleo de la
imagen en esta materia y acerca de la posibilidad de utilizar infografías en otras asignaturas.
Las respuestas más relevantes al cuestionario figuran en el cuadro que sigue. Ellas fueron, en
general, positivas en cuanto al recurso y a la temática trabajada, lo cual se expresa a
continuación:
Con relación al dictado de la asignatura se puede observar una apreciación más bien negativa
de los alumnos del Colegio Privado, fruto seguramente de la relación problemática antes
mencionada, entre la docente y los estudiantes.
Entre las cualidades que afirmaron percibir en las infografías, destacaron que ayuda a
entender, que simplifica, grafica y brinda información de manera más fácil. Consultados
acerca de si las infografías les habían parecido atractivas (una forma de evaluar aspectos
estéticos de las mismas), la mayoría respondió que sí. También se buscó conocer que habían
hecho los alumnos con la infografía luego de la clase; en general, casi todos las habían
guardado.
Resultó interesante también saber si a los estudiantes les interesaba emplear infografías para
otros temas de la asignatura Biología y para otras asignaturas. En relación a estos
interrogantes, las respuestas fueron afirmativas en su mayoría en ambos colegios; esgrimen
como causas de esta respuesta, que el recurso les permite entender el tema rápidamente,
grafica y ayuda a entender la información presentada.
Este cuestionario reflejó de manera significativa la percepción que los alumnos tuvieron de
este recurso, más allá de los resultados de la evaluación o de su actitud durante la experiencia
en el aula. En este sentido, se puede inferir que las infografías fueron de utilidad para los
estudiantes de ambos colegios, lo cual no se vio condicionado por la condición de público o
privado de las instituciones.
Las infografías fueron del agrado de los estudiantes, resultaron útiles para su aprendizaje y
despertaron la curiosidad por el tema tratado. Esta experiencia generó en ellos inquietudes y
un gran interés por continuar empleando infografías para el aprendizaje de temas complejos.
Estas opiniones favorables sobre las infografías se reflejaron también en las entrevistas
personales realizadas a los alumnos después de llevada a cabo la experiencia. A continuación
se extraen ciertos fragmentos significativos de sus expresiones.
Además, la profe siempre hablaba y hablaba en las clases y esta vez fue más entretenido,
diferente.
-¿Qué les parecieron las clases en las que usaron las infografías?
-Es diferente a todo lo que estábamos acostumbrados, siempre nos dan todo escrito y nunca
nos dieron así, de orientarnos con un dibujo.
-Es como que los dibujos te van ayudando, como que te queda más. -Y a la hora de hacer la
prueba,
- Si, de ahí fue de donde más sacamos. Lo bueno es que están los puntos claves.
-¿Las utilizaron para estudiar? - Si, yo tengo mucha memoria visual, así que de las imágenes
estudio mucho. Me hago el dibujito de lo que tenía que estudiar y me acuerdo.
Si, yo tengo mucha memoria visual, así que de las imágenes estudio mucho. Me hago el
dibujito de lo que tenía que estudiar y me acuerdo.
Las docentes también realizaron una evaluación de su desempeño y de la utilidad del recurso.
Expresaron que “Las infografías son una herramienta muy interesante, tienen información
conocida y otra no tan conocida. A mi me resultó muy útil porque había contenidos que los
podía relacionar con otros que había trabajado antes y, al mismo tiempo, me abría la puerta
a los contenidos que seguían en el programa de la materia”. Esto también se vio evidenciado
en el transcurrir de las clases, donde la temática presentada incitó el interés y la curiosidad
de los alumnos quienes, por propia iniciativa, investigaron el tema y aportaron información
proveniente de revistas y de Internet.
También manifestaron la necesidad de “trabajar más clases. El hecho de tener una clase por
semana es muy limitante” y en relación a la temática seleccionada, las docentes expresaron
que: “El tema era complejo pero a la vez era muy actual, nuevo, un tema que se escucha todos
los días y [se relaciona] con enfermedades que conocen. Lo que pasó fue que la infografía
ayudaba a abordarlo de una manera más sencilla, me parece que siendo el grupo que ya venía
con más problemas de aprendizaje de antes pudo entender mejor, más fácilmente, los
principales conceptos. Para mí ese grupo de sólo infografía [se refiere al grupo experimental]
tuvo buenos resultados”.
Las docentes participantes expresaron que las infografías seleccionadas para el trabajo de
campo resultaron positivas en cuanto a diseño, información y organización pero surgió en
ellas una preocupación importante: cómo continuar el trabajo con este tipo de material, dónde
buscar infografías adecuadas para preparar sus clases una vez finalizada la investigación.
Para ello se llevarán a cabo las siguientes acciones: -Generar un material educativo a través
de un CD multimedia que permita la integración de infografías en la práctica educativa de la
Biología; en un trabajo conjunto con las docentes participantes de la experiencia, quienes
incitaron a la elaboración y producción del mismo.
Para lo cual está previsto, realizar un trabajo de selección -de acuerdo al programa de la
Asignatura Biología y conjutamente con las docentes participantes- de las temáticas
complejas susceptibles de ser presentadas mediante infografías, una búsqueda, recopilación,
análisis y clasificación de infografías referidas a la Biología en sitios de Internet de relevancia
científica y finalmente, la producción de un CD multimedia cuyos destinatarios serán los
adolescentes y los protagonistas centrales los docentes. Se prevé también, elaborarán guías
de utilización de este material, a fin de optimizar su utilización. Al mismo tiempo, está
prevista una instancia de prueba del CD multimedia para detectar sus potencialidades y
evaluar su correcta elaboración.
De esta manera, se intentará dar respuestas a las demandas de docentes quienes expresaron
la necesidad de contar con un material educativo que permita la incorporación real de la
infografía en la práctica educativa cotidiana del trabajo en el aula.
Bibliografía
ANEXO 3
Pensamiento
http://www.psicologia-online.com/ESMUbeda/Libros/Personalidad/personalidad.html:Titulada; CUATRO ENFOQUES DE
PSICOTERAPIA ADAPTADOS A LA PERSONALIDAD DEL PACIENTE.
¿Qué es?
El término es comúnmente utilizado como forma genérica que define todos los productos que la
mente puede generar incluyendo las actividades racionales del intelecto o las abstracciones de la
imaginación; todo aquello que sea de naturaleza mental es considerado pensamiento, bien sean
estos abstractos, racionales, creativos, artísticos, etc.
Definiciones
Imagen: son las representaciones virtuales que tienen todos los seres humanos desde su concepción
acerca del proceso psicológico racional, subjetivo e interno de conocer, comprender, juzgar y
razonar los procesos, objetivos y hechos.
Lenguaje: es la función de expresión del pensamiento en forma escrita para la comunicación y el
entendimiento de los seres humanos. Nos plantea dos definiciones de pensamiento, una de las
cuales se relaciona directamente con la resolución de problemas.
Pensamiento: fenómeno psicológico racional, objetivo y externo derivado del pensar para la
solución de problemas que nos aquejan día tras día.
Características
El pensar lógico se caracteriza porque opera mediante conceptos y razonamientos. Existen patrones
que tienen un comienzo en el pensamiento y hace que el pensamiento tenga un final, esto sucede
en milésimas de segundos, a su vez miles de comienzos y finales hacen de esto un pensamiento
lógico; esto depende del medio de afuera y para estar en contacto, con ello dependemos de los
cinco sentidos.
El pensar siempre responde a una motivación, que puede estar originada en el ambiente natural,
social o cultural, o en el sujeto pensante. El pensar es una resolución de problemas. La necesidad
exige satisfacción. El proceso del pensar lógico siempre sigue una determinada dirección. Esta
dirección va en busca de una conclusión o de la solución de un problema, no sigue propiamente una
línea recta sino más bien zigzagueante con avances, paradas, rodeos y hasta retrocesos. El proceso
de pensar se presenta como una totalidad coherente y organizada, en lo que respecta a sus diversos
aspectos, modalidades, elementos y etapas. El pensamiento es simplemente el arte de ordenar las
matemáticas, y expresarlas a través del sistema lingüístico. Las personas poseen una tendencia al
equilibrio, una especie de impulso hacia el crecimiento, la salud y el ajuste. Existen una serie de
condiciones que impiden y bloquean esta tendencia, el aprendizaje de un concepto negativo de sí
mismo, es quizás una de las condiciones bloqueadoras más importantes. Un concepto equivocado
o negativo de sí mismo deriva de experiencias de desaprobación o ambivalencia hacia el sujeto en
las etapas tempranas de su vida cotidiana.
Clasificación
Analítico: realiza la separación del todo en partes que son identificadas o categorizadas.
Sistémico': es una visión compleja de múltiples elementos con sus diversas interrelaciones.
*Sistémico deriva de la palabra sistema, lo que nos indica que debemos ver las cosas de forma
interrelacionada.
Crítico: examina la estructura de los razonamientos sobre cuestiones de la vida diaria, y tiene una
doble vertiente analítica y evaluativa. Intenta superar el aspecto mecánico del estudio de la lógica.
Es evaluar el conocimiento, decidiendo lo que uno realmente cree y por qué. Se esfuerza por tener
consistencia en los conocimientos que acepta y entre el conocimiento y la acción.
Fuentes
https://www.ecured.cu/Pensamiento
ANEXO 4
El problema:
El resultado:
Propósito del
Puntos de vista
marco de referencia, pensamiento
meta, objetivo
perspectiva,
orientación
Pregunta en
Implicaciones y cuestión
consecuencias problema, asunto
Elementos
del
Supuestos pensamiento
Información
presuposiciones, lo
datos, hechos,
que se acepta
observaciones,
como dado
experiencias
Conceptos
teorías, definiciones, Interpretación
axiomas, leyes, e inferencia
principios, modelos conclusiones,
soluciones
Una lista de cotejo para razonar
1. Todo razonamiento tiene un PROPÓSITO.
Como humanos, vivimos con un confiado, aunque irreal, sentido de que sabemos
cómo son las cosas y que somos objetivos. Creemos, por naturaleza, en nuestras
percepciones intuitivas aunque sean erróneas. En lugar de usar estándares
intelectuales al pensar, usamos unos estándares psicológicos egocéntricos para
determinar lo que creemos y lo que rechazamos. A continuación algunos ejemplos
de los estándares psicológicos más utilizados:
Los estándares intelectuales universales son estándares que deben usarse cuando
uno quiera verificar la calidad del razonamiento sobre un problema, asunto o
situación. Pensar críticamente implica dominar estos estándares. Para ayudar a los
estudiantes a aprenderlos, los profesores deben formular preguntas que exploren
su capacidad de pensar críticamente; preguntas que provoquen que los estudiantes
se responsabilicen por su pensamiento; preguntas que, al formularse con
regularidad en el aula, se vuelvan parte de las preguntas que los estudiantes
necesitan formular.
Exactitud:
¿Es eso cierto? ¿Cómo se puede verificar? ¿Cómo se puede corroborar que es
cierto? Un enunciado puede ser claro pero inexacto como, por ejemplo: “La
mayoría de los perros pesan sobre 300 libras.”
Precisión:
Relevancia:
Profundidad:
Un enunciado puede ser claro, exacto, preciso y relevante pero superficial (es
decir, poco profundo). Por ejemplo, la frase “Diga no a las drogas”, que a menudo
se usa para tratar de desalentar a los niños y adolescentes de usar drogas, es
clara, precisa, exacta y relevante. No obstante, carece de profundidad porque
trata un problema extremadamente complejo como lo es el uso de sustancias
controladas entre los adolescentes, de forma superficial. No atiende las
complejidades que implica.
Amplitud
Una línea de razonamiento puede ser clara, exacta, precisa, relevante y profunda
pero carecer de amplitud. Por ejemplo, un argumento desde un punto de vista
conservador o liberal que profundice en un asunto pero se limite a solo un lado.
Lógica
Cuando pensamos ordenamos una serie de ideas. Cuando las ideas combinadas
se apoyan entre sí y tienen sentido, el pensamiento es lógico. Cuando las ideas
combinadas no se apoyan entre sí, se contradicen o sencillamente “no tienen
sentido”, es que no hay lógica.
ANEXO 5
Flore, E. y Leymonié, J. (2007) Didáctica práctica para enseñanza media y superior. Montevideo: Grupo Magro.
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ESTIMULAR LA COMPRENSIÓN
No estamos conformes con los resultados de la educación que están recibiendo la mayoría de los
niños y jóvenes de hoy. Se reclama que “los alumnos vayan más allá de los hechos, para convertirse
en personas capaces de resolver problemas y en pensadores creativos que vean las posibilidades
múltiples de lo que están estudiando y que aprendan como actuar a partir de sus conocimientos”.
(Perrone, 1999:49).
En este contexto enseñar a comprender ha adquirido gran relevancia.
Asumimos que una persona comprende cuando es capaz de pensar y actuar
a partir de lo que sabe. El concepto de “desempeño de comprensión” aportado
por el marco pedagógico denominado Enseñanza para la
Comprensión, implica actividades que van más allá de los ejercicios rutinarios
de la memorización.
En el capítulo anterior presentamos los aspectos esenciales de una planificación de aula, al estilo
clásico. Suministramos un conjunto de ejemplos con el fin de mostrar que las recomendaciones
realizadas no son prescriptivas, sino que admiten variados modelos para organizar las dimensiones
de la planificación.
Este capítulo tiene como marco de referencia la Enseñanza para la Comprensión (Epc). Basados
en este modelo pedagógico proponemos un enfoque del diseño curricular que hace especial énfasis
en la búsqueda de comprensiones duraderas, flexibles y profundas.
Compartimos con Perkins (1995) la idea de que la comprensión no es algo que se posea, sino que
es algo que se construye, que se encuentra siempre en estado de formación. Cuando
comprendemos un tema o concepto, no solo hemos captado la información sino que también somos
capaces de usarla para realizar ciertas actividades. En el marco EpC estas actividades se
denominan desempeños.
Las diferentes actividades de comprensión implican diferentes desafíos cognitivos, que se van
enfrentando de forma gradual por parte del estudiante: La comprensión no es “todo o nada”. En
relación con un tema dado, el estudiante puede comprender poco o mucho. ¿Qué quiere decir esto?
Un estudiante que comprendió poco es el que ha sido capaz de realizar solo algunas actividades
de comprensión, menos que las que pudo realizar el estudiante que ha comprendido más. Esta
visión de la comprensión vinculada al desempeño favorece la idea de que se aprende por
aproximaciones sucesivas.
Llegado a este punto y con el fin de evitar confusiones, deseamos enfatizar que no todas las
actividades que se desarrollan en el aula son actividades de compresión. Existen muchas tareas y
actividades que no necesariamente estimulan o construyen comprensión, pero que igualmente son
muy importantes para aprender, por ejemplo, memorizar información o automatizar ciertas
habilidades: para aplicar una ley física hay que recordar sus fórmulas, para escribir adecuadamente
hay que recordar las reglas de la ortografía y la sintaxis. También hay que automatizar habilidades
como medir, o ser capaz de seguir ciertas indicaciones de una guía.
Este tipo de desempeños, bien no son “de comprensión”, son necesarios para comprender “El
incorporar a práctica de las habilidades básicas en el contexto de los desempeños de comprensión
permite a los alumnos percibir su verdadera importancia “ (Blythe, 1999:103).
Sugerimos tener presente estos niveles para diseñar buenas actividades de comprensión y
organizarlas de modo que los estudiantes puedan desarrollar una buena base de información y de
rutinas que les permitan acceder gradualmente a niveles de comprensión cada vez más complejos.
Concebimos el aula como un ámbito cultural. En cada aula se desarrolla una cultura específica de
enseñanza y de aprendizaje. Las evidencias de esta cultura son las interacciones entre documentos
y alumnos, sus expectativas e intereses, el lenguaje común que desarrollan, las nociones que se
comparte, el tipo de preguntas que se formulan o que se estimulan, las actividades que se
desarrollan, etc.
No todas las aulas comparten la misma cultura. Existen aulas donde se percibe una atención
especial al desarrollo del pensamiento. Tishman y col.(1998) han caracterizado un tipo de aula
donde se observa lo que ellos han denominado “cultura de pensamiento”: ámbito en el que varias
dimensiones, lenguaje, valores, expectativas y hábitos, operan conjuntamente para expresar y
reforzar el pensamiento. En un aula donde impera la cultura de pensamiento, éste se respira, da la
impresión de que todos son curiosos, reflexivos, indagadores, agudos, imaginativos.
Tishman y col.(1998) han señalado 6 dimensiones a través de las cuales se manifiesta la cultura
de pensamiento:
Una buena parte de los estudios de la ciencia cognitiva actual radica en la denominadas
habilidades o destrezas intelectuales: habilidades para pensar críticamente, para crear, para
resolver problemas, para planificar estratégicamente, para transferir, etc. Estas habilidades son muy
importantes, es posible enseñarlas y desarrollarlas. Existe ya un importante cuerpo de teoría y de
empiria al respecto.
Se suele afirmar que no es suficiente con poseer la habilidad en cuestión, eso no garantiza su uso.
Para que las habilidades se conviertan en parte de la conducta habitual de una persona es necesario
cultivarlas en un medio favorable.
Estas disposiciones pueden o no ser productivas. La idea es que el pensamiento sea productivo.
Una persona podría tener la disposición de hacer cuidadosos planes para abordar una situación
problema, lo cual es bueno. Pero también podría tener la disposición de abordar una situación
problema alocadamente, ciegamente, sin tomarse un tiempo para planificar. Esto no es productivo,
casi seguro la solución al problema será equivocada o por lo menos ineficiente.
4. disposición de hacer planes a futuro: ir hacia las metas, construir y ejecutar planes,
adelantar resultados; estar alerta frente a la falta de dirección, habilidad para formular
metas y planes;
5. disposición de ser intelectualmente cuidadoso (riguroso): preocupación por la
precisión, la organización; hacer las cosas concienzudamente; estar alerta a los posibles
errores e incertidumbres; habilidad para procesar información con rigurosidad y
precisión;
Según Tishman y col (1992) una disposición está constituida por tres elementos:
En suma:
Uno de los conceptos más interesantes en los que se apoya este modelo es el de docente
estratégico, quiere decir un docente experto en la disciplina que enseña y también muy buen
conocedor de lo que sus alumnos saben sobre los contenidos y las estrategias de aprendizaje. Es
un docente capaz de establece con solvencia cuándo y cómo ofrecer apoyo. (Jones & col, 1996).
En esta parte ofrecemos una breve descripción del origen y de los conceptos básicos de esta
postura pedagógica impulsada por el Proyecto Ceroi de la Escuela de Graduados en Educación de
la Universidad de Harvard, y mencionaremos algunos ejemplos de la experiencia uruguaya al
respecto.
En un artículo sobre los orígenes del Proyecto Cero, Howard Gardner y David Perkins, hoy
investigadores principales del mismo, comentan que a fines de la década del 60 y por una coyuntura
histórico – social por todos conocida (la carrera espacial) existía en EEUU una prioridad educativa
que se refería al mejoramiento de la calidad de la educación en las ciencias y las matemáticas.
Al decir de los mencionados investigadores surgieron como reacción, algunas voces que se
preguntaron si no habría que poner la misma atención en la educación de las artes y las
humanidades. Una de dichas voces fue la de Nelson Goodman, importante filósofo profesor de la
Universidad de Harvard. Goodman reunió un grupo de profesores y estudiantes de postgrado de
Harvard a los efectos de reflexionar sobre el tema.
Así es como 1967 surgió el Proyecto Cero: como un proyecto cuyo propósito inicial estuvo
focalizado en las artes y la educación de las artes pero que posteriormente abrió otras líneas de
trabajo. Actualmente existen dos grandes líneas de trabajo: el Grupo de las Habilidades Cognitivas
y el Grupo de Desarrollo. Ambos grupos investigan y desarrollan proyectos con el objetivo de
mejorar la enseñanza, desde dentro y desde afuera de las instituciones educativas.
Las disciplinas que se abarcan son las artes, las humanidades, la matemática, las ciencias, dentro
de las cuales la neurología. Hoy día el Proyecto Cero comprende una multiplicidad de proyectos
enmarcados en aproximadamente 30 líneas de trabajo diferentes.
Una de las líneas de trabajo del Proyecto Cero es la Enseñanza para la Comprensión (EpC), dentro
de la cual se ubica el Proyecto L@titudii. Nuestro trabajo en el marco de la EpC desde la Universidad
de la República tuvo su origen en el Seminario “Hacia una Cultura de la Comprensión: generar y
sostener el cambio en individuos, grupos, organizaciones y sistemas” realizado en la Universidad
de Harvard en agosto del año 2001.
Uno de los propósitos de dicho Seminario fue lanzar el Proyecto L@titud: Latin American Initiative
Toward Understanding and Development, cuyos objetivos pueden resumirse en los siguientes
puntos:
Al día de hoy tenemos un grupo de investigación en la Universidad de la República que aplica este
marco pedagógico y ha generado y genera conocimiento al respecto, a través de publicaciones,
cursos y encuentros.iii
En una investigación realizada por Leymonié & Míguez (2003) (capítulo 5) se muéstrala
potencialidad que tiene la utilización del modelo de comprensión en las actividades de formación
docente. Esta investigación estuvo centrada en la idea de que “aprender a enseñar para la
comprensión es en sí mismo un proceso de desarrollo de la comprensión”. (Leymonié & Míguez, 2003:
33).
Otra investigación (Leymonié & Borlido, 2004) da cuenta de las experiencias desarrolladas en las
Facultades de Agronomía y Veterinaria a partir de un proyecto de intervención pedagógica cuyo
objetivo fue promover la utilización del modelo EpC en las aulas. Después de 2 años de
implementación del proyecto se encontró que 66 docentes del Área Agraria (42 de Facultad de
Veterinaria y 24 de Facultad de Agronomía) aplicaron en sus cursos el modelo EpC con distinto
grado de involucramiento, desde participar en talleres hasta implementar unidades didácticas
completas. El 55% de los docentes participaron en más de tres talleres de formación; y el 80% de
los docentes que participaron en los talleres elaboraron una unidad didáctica y realizaron algún tipo
de aplicación concreta en sus clases con registro de su evaluación.
“Se trata de una teoría de acción para la enseñanza y el aprendizaje, con un eje constructivista,
que brinda conceptos específicos y organizados en torno a la práctica. El énfasis está puesto en el
papel activo que desarrolla el que aprende tanto en la elaboración de los conceptos como en su uso
activo. Por ser una teoría para la acción permite construir puentes sobre la brecha existente entre
las ideas y las acciones, brecha en la cual suelen naufragar las intenciones del cambio de las
prácticas educativas”. (Leymonié, 2006: 65).
Considerar el modelo EpC en el momento de planificar nuestras clases nos permite encontrar
formas de organizar la enseñanza que comprometa a los estudiantes den la búsqueda de
comprensiones duradera.
Las investigaciones han mostrado repetidas veces que las prácticas tradicionales de enseñanza a
menudo “interfieren” con la comprensión de los estudiantes. Es necesario, entonces, intentar una
nueva forma de pensar la clase.
La planificación de aula ha conllevado tradicionalmente, implícita la idea de todas las clases de un
curso deben contener todos los componentes de la planificación (capítulo 8). Hunter (citado por
Marzano, 2003: 81) advierte contra esta concepción previa de los docentes y supervisores: “Uno de
os mayores errores que se comete en la supervisión es asumir que todo debe estar presente en
todas las planificaciones. Cada dimensión debe ser pensada por el docente y su exclusión es
materia de decisión profesional… En la medida que esta decisión es producto de la reflexión y está
fundada en la teoría… Entonces el docente está operando como un profesional”.
Una planificación, desde la de una clase hasta la de un curso completo, debería ser proceso
recursivo, no un programa prescriptivo o la aplicación automática de un modelo de enseñanza. A su
vez tiene que considerar en forma prioritaria las expectativas del curso o clase, tanto las personales
del docente, como las individuales de los estudiantes, quiere decir que la planificación debe estar
orientada hacia una meta clara y consensuada a nivel de equipo docente involucrado.
En este sentido es interesante la propuesta de Wiggins Tighe (2006) al plantear un proceso
de diseñar hacia atrás (o empezar la planificación por el final) que enfoca primero hacia la
evaluación, o sea los objetivos o metas, y después a las actividades de enseñanza. Tiene como
expectativa establecer espirales de aprendizajes donde los estudiantes usen y reconsideren
conocimientos y habilidades en más de una oportunidad a lo largo del curso, a través de
desempeños de grado creciente de complejidad, en contraposición con las tradicionales secuencias
lineales más comunes en los currícula.
Una planificación de este tipo nos exige que pensemos el currículo en términos de “desempeños
de compresión deseados” (resultados esperados) y entonces planificar para atrás con el fin de
identificar qué conceptos y habilidades se necesitan para llevarlos adelante. Este tipo de diseño
significa un desafío profesional que requiere auto evaluación y reflexión concerniente a las prácticas
de aula. A su vez requiere atenta reflexiones sobre el uso y validez del conocimiento.
Una planificación para la comprensión presente las ideas principales y las preguntas esenciales
como guías claras del diseño, y se encuentran alineadas con las evaluaciones y actividades (de
enseñanza y de aprendizaje).
Las formas de evaluación deben ser variadas, de modo que permitan a los estudiantes con
diferentes estilos cognitivos, demostrar su comprensión. A su vez la evaluación debe ser coherente
con la enseñanza y reflejar las 6 facetas de la comprensión: explicar, interpretar, aplicar, cambiar
su perspectiva, empatizar y autoevaluarse. (Leymonié, 2006)
Los estudiantes deben desarrollar un producto concreto o un desempeño auténtico que está dirigido
a un determinado público, cliente o audiencia (que puede ser real o simulada).
Es indispensable que el docente defina claramente los criterios de evaluación y los estándares de
desempeño, los cuales deben ser adecuados a la tarea y nivel de los estudiantes.
Estos criterios y estándares deben ser conocidos por los estudiantes previamente a la realización
de la TSCR.
Para el diseño de una TSCR es necesario considerar los siguientes SEIS aspectos:
1. La META de la propuesta.
2. El ROL de quien debe realizar la tarea.
3. Quién es el PÚBLICO o AUDIENCIA, destinatarios de la tarea.
4. En qué SITUACIÓN o ESCENARIO se va a desarrollar la tarea.
5. Qué DESEMPEÑOS se esperan de quien va a realizar la tarea o qué PRODUCTO se
espera una vez finalizada la tarea o cuál es el PROPÓSITO de la misma.
6. Cuáles son los ESTÁNDARES que se van a exigir, con qué NORMAS o CRITERIOS
se va a evaluar la tares.
Una planificación para la comprensión está pensada para brindar al estudiante la posibilidad de
volver varias veces durante el curso sobre los mismos conceptos, profundizando en su comprensión,
en el entendido de que la comprensión es un proceso gradual. Uno de los aspectos que favorece
este aspecto es incorporar al aula una gran variedad de recursos, siendo el libro de texto, solo uno
de los posibles.
• Informa, al comienzo de la unidad, a los estudiantes cuáles son las ideas principales y
las preguntas esenciales, los desempeños requeridos y los criterios de evaluación.
• Capta el interés de los estudiantes y lo sostiene a medida que los mismos van
examinando y explorando las ideas principales y las preguntas esenciales.
• Usa una variedad de estrategias para promover la comprensión profunda del tema.
Facilita la construcción activa de significados (más que simplemente “narrar”).
Promueve oportunidades para que los estudiantes “desempaquen su pensamiento” –
expliquen, interpreten, apliquen, cambien su perspectiva, empaticen o se autoevalúen.
• Usa el cuestionamiento, la indagación y la retroalimentación para estimular en los
estudiantes la reflexión y el pensamiento.
• Enseña contenidos y habilidades básicas en el contexto de las ideas principales y
teniendo como meta la exploración de las preguntas esenciales.
• Usa la información que proviene de la evaluación continua para ajustar el diseño de su
planificación.
• Usa la información que proviene de la evaluación continua para verificar las
comprensiones de los estudiantes y sus errores a lo largo del camino.
• Usa una variedad de recursos adecuados para promover la comprensión.
En el ambiente de clase, las ideas principales y las preguntas esenciales son centrales en el trabajo
tanto del docente como de los estudiantes. Esto se ve reflejado en las actividades que se desarrollan
y también en la ambientación de la clase: carteleras, paneles, libros, maquetas, materiales de
laboratorio, TV, proyecto, etc.
El docente hace explícita su expectativa acerca del desempeño de todos los estudiantes y los
estimula a intentar comprender las ideas principales y responder a las preguntas esenciales:
o Las principales ideas, las preguntas esenciales y los criterios y rúbricas están a la vista.
o Los trabajos de los estudiantes se exhiben, están a la vista.
Existe respecto por los derechos de todos los estudiantes, tanto ellos como sus ideas son tratados
con dignidad e igualdad. La exploración de ideas principales y preguntas esenciales están
trabajadas de modo tal que permite que cada estudiante vaya a su propio ritmo.
¿Qué deberían saber, qué deberían comprender, qué deberían ser capaces de hacer mis
estudiantes? ¿Qué contenido vale la pena comprender? ¿Qué comprensiones duraderas deseamos
que manejen nuestros estudiantes? En esta primera etapa el docente debe plantearse este tipo de
preguntas con el fin de reflexionar sobre sus verdaderas metas sobre los contenidos a enseñar, tal
cual lo establece el currículo vigente revisando así sus expectativas acerca del mismo.
Habitualmente tenemos más contenidos para enseñar de los que razonablemente podríamos
enseñar en el tiempo que disponemos, por lo cual debemos elegir casi en forma permanente. La
primera etapa del diseño es, entonces, aclarar nuestras prioridades.
ETAPA 2: DETERMINAR LA EVIDENCIA ACEPTABLE
¿Cómo sabremos si los estudiantes han alcanzado las metas que les hemos propuesto, los
resultados deseados? ¿Qué aceptaremos como evidencia de la comprensión y aptitud/destreza de
los estudiantes? Nuestra propuesta de diseño sugiere que pensemos sobre la unidad o el curso en
términos de la evidencia necesaria para documentar y validar que los resultados de aprendizaje
esperados se han alcanzado, no simplemente que se han cumplido las actividades de aprendizaje
y de enseñanza que se habían planificado y que se han cubierto los correspondientes temas del
programa. Este enfoque anima al docente a pensar primero “como un evaluador” antes de comenzar
a pensar específicamente en el diseño de la unidad y las actividades, y de ese modo considerar
desde el principio cómo determinará si los estudiantes han alcanzado las metas de comprensión
propuestas.
Ya con claridad en los resultados esperados y con la toma de decisiones acerca de las evidencias
de comprensión en mente, es el momento de pensar en las actividades de enseñanza. Varias
preguntas clave se deben considerar en esta etapa: ¿Qué conocimientos (hechos, conceptos,
principios) y qué habilidades (procesos, procedimientos, estrategias) necesitarán los estudiantes
para desempeñarse con efectividad y alcanzar los resultados que de ellos se esperan? ¿Qué
actividades tendrán que realizar para familiarizarse con los conocimientos y las habilidades
necesarias? ¿Qué conjunto de normas, valores y actitudes estarán por detrás de las actividades
planteadas? ¿Qué será necesario enseñar y ejercitar, y cómo será la mejor forma de enseñar y
ejercitar, teniendo presente los desempeños que se pretenden? ¿Qué materiales y recursos son los
mejores para alcanzar las metas deseadas?
Es bueno notar que los aspectos más específicos de la planificación, como ser técnicas de
enseñanza, recursos materiales o secuencia de contenidos, serán exitosamente organizados solo
después que se haya identificado los resultados deseados y la forma de evaluar si éstos se han
alcanzado y lo que todo esto implica. Enseñar es un medio para alcanzar un fin. Tener clara la meta
permite enfocar la planificación de actividades con un propósito más claro y concreto. Podríamos
pensar este diseño como la elaboración de un itinerario de viaje: conociendo el destino, ¿cuál es la
mejor ruta?, ¿cuál es el mejor transporte?
La siguiente es una matriz a modo de guía, donde se resume la información anterior, basado en la
propuesta de Wiggins & Tigre, 2006. La misma puede ser usada para realizar la planificación de
una unidad o de un curso completo.
A continuación mostramos un ejemplo basado en la idea de Wiggins & Tighe (2006: 24, 25, 26)
que corresponde a una planificación pensada para la asignatura “Educación para la Salud”.
Comprender los conceptos esenciales sobre nutrición y dieta humana. Los estudiantes usarán sus
conocimientos sobre nutrición para planificar una dieta apropiada para ellos mismos y para otros.
También serán capaces de identificar sus propios patrones de alimentación y encontrarán formas
de mejorarlos.
COMPRENSIONES: PREGUNTAS ESENCIALES:
i
http://www.pz.harvard.edu ii
http://www.educoea.org/Portal
/
iii
Los interesados pueden consultar la Revista Alternativas, publicación trimestral del LAE de la Universidad de San Luis, Año VIII – No 33 (2003) donde se publican
varios trabajos desarrollados en la Universidad de la República.