Prevalencia de Sintomas Gastrointestinales
Prevalencia de Sintomas Gastrointestinales
Prevalencia de Sintomas Gastrointestinales
www.analesdepediatria.org
ORIGINAL
a
Departamento de Microbiología, Medicina Preventiva y Salud Pública, Universidad de Zaragoza, Zaragoza, España
b
Unidad Predepartamental de Medicina, Universitat Jaume I, Castellón, España
c
Programa de Trastorno Mental Grave de la Infancia y la Adolescencia, Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón, Castellón,
España
d
Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental, CIBERSAM, Ministerio de Ciencia e Innovación, Madrid, España
e
Instituto de Investigación Sanitaria, IIS-Aragón, Zaragoza, España
https://doi.org/10.1016/j.anpedi.2023.05.011
1695-4033/© 2023 Asociación Española de Pediatrı́a. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Este es un artı́culo Open Access bajo la licencia
CC BY-NC-ND (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).
Anales de Pediatría 99 (2023) 102---110
103
I. Lasheras, M. Real-López and J. Santabárbara
OR Digestive disorders OR Disaccharidase OR Endoscopy OR prevalencia entre los estudios incluidos15 . Varios estudios16
colonoscopy OR Esophagitis OR Functional gastrointestinal han demostrado que este ajuste puede reducir la posibili-
disorder OR Gastroenterology OR Gastritis OR Gastrointesti- dad de falsos positivos, especialmente cuando el número
nal OR Gluten OR Gastroesophageal reflux OR Irritable Bowel de estudios es pequeño. Los principales resultados se expo-
Disease OR náusea OR reflux OR Vomiting). nen como una proporción con su correspondiente intervalo
de confianza del 95% (IC del 95%) junto a los resultados de
Criterios de inclusión heterogeneidad estadística17 .
La heterogeneidad entre los estudios se evaluó mediante
la Q de Hedges, con una significación estadística esta-
Se seleccionaron aquellos trabajos originales que: 1) repor-
blecida en p < 0,10 y se cuantificó con el estadístico I2
taran datos sobre la prevalencia de los síntomas GI o
con su IC del 95%18 . Valores entre 25-50% se consideran
suficientes datos para calcularla; 2) en una muestra repre-
bajos, 50-75% moderados y 75% o más altos19 , e impli-
sentativa de niños o adolescentes con TEA; 3) cuyo
can que las diferencias en los resultados para la misma
diagnóstico de TEA hubiera sido verificado mediante un ins-
asociación exposición-enfermedad no pueden explicarse
trumento validado; 4) que estuvieran publicados en inglés o
completamente mediante la variación del muestreo. Rea-
español, y 5) que tuvieran el texto completo disponible.
lizamos análisis de subgrupos para explorar las fuentes
Se excluyeron estudios que preseleccionaran niños y ado-
de heterogeneidad esperadas en metaanálisis de estudios
lescentes con comorbilidad GI, aquellos cuya muestra no
observacionales19 y un análisis de sensibilidad para determi-
incluyera niños o adolescentes con TEA (p. ej., enfermedad
nar la influencia de cada estudio individual en el resultado
celíaca, trastorno pediátrico de la alimentación, esofagitis
general omitiendo los estudios uno por uno17 . No se realizó
eosinofílica), o que no fueran representativos de este grupo
una metarregresión, ya que, con menos de 10 estudios, el
de pacientes para la estimación de la prevalencia de trastor-
poder estadístico era insuficiente20 .
nos GI (p. ej., niños con TEA que habían acudido a Urgencias
Para evaluar posibles sesgos de publicación, empleamos
por estreñimiento o que habían sido tratados mediante una
el estadístico N de seguridad, que es más preciso que los
intervención terapéutica antes de evaluar los síntomas GI).
gráficos de embudo convencionales para metaanálisis de
estudios de proporciones21 , recomendado cuando hay menos
Extracción de datos de 10 estudios22 . Indica la cantidad de estudios no significati-
vos, no publicados (o faltantes) que sería necesario agregar
Para la extracción de datos, empleamos un formulario pre- al metaanálisis para reducir un resultado global estadísti-
diseñado con los siguientes ítems: país, tamaño muestral, camente significativo a no significativo, por lo que habrá
proporción de mujeres, rango y media de edad, instrumen- confianza en los resultados combinados si este número es
tos empleados para la verificación del diagnóstico de TEA y grande en relación con el número de estudios observados21 .
la evaluación de la función GI. Para la representación gráfica del sesgo de publicación,
empleamos el gráfico de Doi y el índice de Luis Furuya-
Evaluación de la calidad metodológica Kanamori (LFK), que están especialmente indicados para los
metaanálisis de estudios de proporciones, y tienen mayor
sensibilidad y potencia que el diagrama de embudo y la
Para evaluar la calidad de los estudios, se utilizó una herra-
regresión de Egger23 . En cuanto a su interpretación, la asi-
mienta de riesgo de sesgo para la revisión sistemática de
metría en el gráfico de Doi implica la posibilidad de un de
estudios específicos de prevalencia13 . La calidad se evaluó
sesgo de publicación, y el índice LFK proporciona una medida
en función de 8 criterios, cada uno con una puntuación de 0 a
cuantitativa donde una puntuación dentro de ± 1 equivale
1. En este sistema de evaluación metodológica, se otorgó un
a «no asimetría», ± 2 indica «asimetría menor» y superior a
punto por cada uno de los siguientes criterios presentados:
± 2 indica «asimetría importante».
1) se utilizó una muestra aleatoria o una población com-
Todos los análisis estadísticos fueron llevados a cabo con
pleta; 2) hubo un marco de muestreo no sesgado (es decir,
el software R con los paquetes metaprop, metafor y dmetar
datos censales); 3) el tamaño de la muestra era adecuado
para metaanálisis (https://www.r-project.org). Los valores
(> 30 sujetos); 4) se utilizaron mediciones estándar; 5) los
de p se expresan para 2 colas, y se fija en 0,05 un resul-
resultados fueron medidos por evaluadores imparciales; 6)
tado como estadísticamente significativo, excepto cuando
la tasa de respuesta era adecuada (> 70%) y se describían
se indique lo contrario.
las pérdidas; 7) se informaba de los intervalos de confianza
y el análisis de subgrupos, y 8) se describían los sujetos del
estudio. La puntuación total podía oscilar entre 0 (mala cali-
dad) y 8 (alta calidad). En función de la puntuación total, los Resultados
estudios se calificaron como de bajo riesgo de sesgo (6-8),
moderado (4-5) o alto (0-3).
Selección de estudios
104
Anales de Pediatría 99 (2023) 102---110
Tras la lectura de sus títulos y resúmenes, 46 trabajos fue- El método elegido para la evaluación de la fun-
ron seleccionados para la lectura del texto completo, tras ción GI mostró gran heterogeneidad entre los estudios.
lo cual 38 fueron excluidos por distintas razones reseñadas Solo el 37,5% de ellos utilizó la versión pediátrica del
en la figura 1. Finalmente, 8 artículos fueron incluidos para cuestionario ROMA III (QPGS-ROME III)24,28,29 , instrumento
el análisis cuantitativo de la prevalencia de síntomas GI en ampliamente recomendado para el diagnóstico de trastor-
los niños y adolescentes con TEA. nos GI funcionales31 . En un estudio se utilizó una variación
de este cuestionario (12,5%)27 y en otro se evaluaron
diagnósticos al alta de enfermedades GI en el registro
Descripción de los estudios incluidos nacional de salud, clasificados según la CIE30 . El 37,5% res-
tante de los estudios utilizó cuestionarios heterogéneos
En la tabla 1 se recogen las principales características de los no validados que investigaban varios síntomas GI25,26,31 .
8 estudios incluidos en la revisión cuantitativa. Un 37,5% de Los ítems más replicados incluidos en la evaluación fue-
los estudios se llevó a cabo en América24-26 , otro 37,5%, en ron estreñimiento o heces duras, que fue investigado
Asia27-29 y el 25% restante, en Europa30,31 . El tamaño de la específicamente por el 87,5% de los estudios24-29,31 , dolor
muestra osciló entre 12 y 689 niños, con un tamaño medio de abdominal (75%)24-29 vómitos o náuseas (75%)24-29 , dis-
134, cantidad que se redujo a 54,7 niños tras la exclusión del tensión abdominal/flatulencia/aerofagia/exceso de gases
estudio más grande31 . La edad media fue de 7,7 años, tras (75%)24,27-29,31 y diarrea o heces blandas (62,5%)24-27,31 .
ajustar por el tamaño muestral de cada uno de los 7 estudios Además, algunos estudios incluyeron categorías más ines-
que aportaron esta información24,25,27-30 . Finalmente, la pro- pecíficas («otros»)26,30 .
porción de mujeres en los estudios osciló entre 0 y 34,8%, Cabe señalar que el único estudio que investigó enferme-
con un total de 19,85% de niñas y jóvenes en sus muestras dades GI diagnosticadas no restringió su búsqueda a aquellas
combinadas. con un origen funcional30 y tampoco lo hizo otro estudio
En 7 de 8 estudios, el diagnóstico de TEA de los niños que evaluó problemas tanto funcionales como no funciona-
fue verificado por médicos, psiquiatras o psicólogos en el les, como enfermedades del páncreas e hígado, celiaquía e
momento del reclutamiento con diferentes instrumentos de intolerancia a la lactosa31 .
diagnóstico validados25-31 . Esto se hizo a través de una entre- En cuanto a la calidad de los estudios, 2 fueron clasifi-
vista directa con el niño o los padres en todos los estudios cados como de riesgo de sesgo bajo28,30 y 3 como de riesgo
menos uno, donde 2 psiquiatras revisaron los registros psi- elevado25,26,31 . La principal limitación presente en todos los
quiátricos de los niños para asegurarse de que cumplieran estudios fue la ausencia de reporte de intervalos de con-
con los criterios de diagnóstico de la 9.a edición de la Clasi- fianza para la prevalencia y análisis de subgrupos, así como
ficación Internacional de Enfermedades (CIE-9)30 . Un único la ausencia de marco de muestreo censal con la excepción de
estudio que no verificó el diagnóstico en el momento del Mouridsen et al.30 (tabla 1, tabla suplementaria 2 [anexo]).
reclutamiento se incluyó en nuestra síntesis porque reco- La prevalencia de síntomas GI osciló entre el 027 y el 69%29
pilaba su muestra de una base de datos de niños con TEA (tabla 1) (fig. 2). Nuestra prevalencia general estimada de
evaluados exhaustivamente por un médico con una amplia síntomas GI fue del 33% (IC del 95%: 13-57%), con una hete-
batería de medidas de diagnóstico, incluido la Escala de rogeneidad significativa entre los estudios (test Q: p < 0,01;
observación para el diagnóstico del autismo (ADOS)24 . I2 = 96%)
105
Tabla 1 Características de los estudios incluidos en la revisión cuantitativa
Autor/fecha País Instrumento de Instrumento n (TEA) n (TEA + Prevalencia Rango de Media de % de Evaluación calidad
diagnóstico GI de diag- GI) GI edad edad en mujeres metodológica
nóstico (años) años (DE) (puntuación total)
del TEA
Mouridsen Dinamarca Diagnósticos al CIE-9 89 22 24,7% 3-17 8,9 (4,0) 34,8% 7 (bajo riesgo sesgo)
et al.30 , 2013 alta del
Registro
Hospitalario
médico
Navarro EE. UU. Cuestionario no DSM-IV- 12 2 16,7% 4-7 5,8 (NR) 0,0% 3 (alto riesgo sesgo)
et al.25 , 2015 validado TR, ADI,
ADOS
Ghalichi Irán QPGS-ROMA III ADI-R 80 43 53,8% 4-16 7,9 (3,4) 26,3% 6 (bajo riesgo sesgo)
et al.28 , 2016
Rubenstein EE. UU. Cuestionario no ADI-R, 689 365 53,0% 2,5-5,7 NR 18,1% 3 (alto riesgo sesgo)
et al.26 , 2018 validado ADOS
Ghodsi y Irán QPGS-ROMA III DSM-V 36 25 69,4% 4-14 8,6 (2,8) 25,0% 4 (moderado riesgo
Kheirouri29 , sesgo)
2019
a
Jendraszak Polonia Cuestionario no ADI-R, 33 9 27,3% 4-6 5,0 (NR) 12,0% 3 (alto de riesgo
et al.31 , 2021 validado ADOS-2, sesgo)
CARS
6-GSI: índice de gravedad gastrointestinal de 6 ítems.
ADI: entrevista para el diagnóstico del autismo (-R: revisada);. ADOS: escala de observación para el diagnóstico del autismo; CIE-9: Clasificación Internacional de Enfermedades, 9.a
edición; DSM: Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales; GI: gastrointestinal; NR: no reportado; QPGS-ROMA III: Cuestionario pediátrico de síntomas GI, versión ROMA
III; 6-GSI: índice de gravedad gastrointestinal de 6 ítems.
Anales de Pediatría 99 (2023) 102---110
Figura 2 Diagrama de bosque para la prevalencia de síntomas GI entre niños y adolescentes con TEA.
Figura 3 Diagrama de bosque para la prevalencia de síntomas GI entre niños y adolescentes con TEA según el continente en el
que se realizó el estudio.
Figura 4 Diagrama de bosque para la prevalencia de síntomas GI, según el instrumento diagnóstico empleado, entre niños y
adolescentes con TEA.
El análisis de subgrupos para identificar las fuentes de La exclusión de los estudios del análisis uno por uno no
heterogeneidad encontró una mayor prevalencia de sínto- cambió sustancialmente la prevalencia combinada de sín-
mas GI para los estudios realizados en América (38% [IC del tomas GI, que varió entre el 28% (IC del 95%: 9-53%), con
95%: 7-6%]) o Asia (33% [IC del 95%: 5-70%]) en comparación Ghodsi y Kheirouri29 excluido, y el 42% (IC del 95%: 26-59%),
con los de Europa (26% [IC del 95%: 0-71%]). Esta diferencia, con Pusponegoro et al.27 excluido (fig. 5). Esto indica que
sin embargo, no alcanzó la significación estadística (fig. 3). ningún estudio individual tuvo un impacto desproporcionado
También observamos una mayor prevalencia de síntomas en la prevalencia general de los síntomas GI.
GI en los estudios que utilizaron el QPGS-ROMA III (55% [IC Finalmente, la figura 6 muestra el gráfico Doi y el índice
del 95%: 21-87%]) con respecto a los que utilizaron otras LFK de ---2,87, lo que indica una «asimetría importante» y,
medidas de diagnóstico (21% [IC del 95%: 3-48%]) (fig. 4). por ende, la probable presencia de sesgo de publicación. Sin
107
I. Lasheras, M. Real-López and J. Santabárbara
Figura 5 Diagrama de bosque del análisis de sensibilidad para la prevalencia de síntomas GI entre niños y adolescentes con TEA.
108
Anales de Pediatría 99 (2023) 102---110
más precisa y exacta del verdadero efecto. Dado que los 6. Azouz HG, Zakaria NHE, Khalil AF, Naguib SM, Khalil M. Gastroin-
estudios que se incluyen en un metaanálisis se examinan testinal manifestations and their relation to faecal calprotectin
sistemáticamente, también es posible explorar las incohe- in children with autism. Gastroenterol Rev Gastroenterol.
rencias entre los estudios y examinar si los efectos difieren 2021;16:352---7, http://dx.doi.org/10.5114/pg.2021.111420.
entre subgrupos específicos de estudios40 . 7. Maenner MJ, Arneson CL, Levy SE, Kirby RS, Nicholas JS,
Durkin MS. Brief teport: Association between behavioral featu-
res and gastrointestinal problems among children with autism
Conclusiones spectrum disorder. J Autism Dev Disord. 2012;42:1520---5,
http://dx.doi.org/10.1007/s10803-011-1379-6.
8. Lasheras I, Seral P, Latorre E, Barroso E, Gracia-García P,
La prevalencia de síntomas GI en niños y adolescentes con
Santabárbara J. Microbiota and gut-brain axis dysfunction
TEA en el presente metaanálisis osciló entre el 0 y el 69%, in autism spectrum disorder: Evidence for functional gas-
con una prevalencia general estimada en un 33% (IC del 95%: trointestinal disorders. Asian J Psychiatr. 2020;47:101874,
13-57%), cifra que no se vio afectada de forma significativa http://dx.doi.org/10.1016/j.ajp.2019.101874.
por la edad media al inicio del estudio, el sexo o el conti- 9. Lefter R, Ciobica A, Timofte D, Stanciu C, Trifan A. A descriptive
nente, pero resultó ser significativamente mayor al analizar review on the prevalence of gastrointestinal disturbances and
exclusivamente los estudios que emplearon la versión pediá- their multiple associations in autism spectrum disorder. Med.
trica del cuestionario ROMA III. 2020;56:11, http://dx.doi.org/10.3390/medicina56010011.
No obstante, la heterogeneidad significativa entre los 10. Wasilewska J, Klukowski M. Gastrointestinal symptoms and
estudios revelada por la Q de Hedges obliga a interpretar autism spectrum disorder: Links and risks ----a possible new
overlap syndrome. Pediatric Health Med Ther. 2015;6:153---66,
las conclusiones del estudio con cautela.
http://dx.doi.org/10.2147/PHMT.S85717.
Para minimizar estas limitaciones metodológicas en el 11. McElhanon BO, McCracken C, Karpen S, Sharp WG.
futuro, recomendamos el uso de cuestionarios validados Gastrointestinal symptoms in autism spectrum disor-
para el diagnóstico de trastornos GI funcionales en esta der: A meta-analysis. Pediatrics. 2014;133:872---83,
población, concretamente, los criterios ROMA IV, herra- http://dx.doi.org/10.1542/peds.2013-3995.
mienta aceptada para el diagnóstico y la cuantificación de 12. Moher D, Liberati A, Tetzlaff J, Altman DG, Altman D, Antes
síntomas GI funcionales por las principales sociedades de G, et al. Preferred reporting items for systematic reviews and
Pediatría. meta-analyses: The PRISMA statement. PLoS Med. 2009;6:7,
http://dx.doi.org/10.1371/journal.pmed.1000097.
13. Loney PL, Chambers LW, Bennett KJ, Roberts JG, Stratford
Conflicto de intereses PW. Critical appraisal of the health research literature: Pre-
valence or incidence of a health problem. Chronic Dis Can.
Los autores declaran no tener ningún conflicto de intereses. 1998;19:170---6.
14. DerSimonian R, Laird N. Meta-analysis in clinical
trials. Control Clin Trials [Internet]. 1986;7:177---88,
Anexo. Material adicional http://dx.doi.org/10.1016/0197-2456(86)90046-2.
15. Lin L, Xu C. Arcsine-based transformations for meta-analysis
of proportions: Pros, cons, and alternatives. Heal Sci Rep.
Se puede consultar material adicional a este artículo en
2020;3:e178, http://dx.doi.org/10.1002/hsr2.178.
su versión electrónica disponible en https://doi.org/10 16. Langan D, Higgins JPT, Jackson D, Bowden J, Veroniki AA,
.1016/j.anpedi.2023.05.011. Kontopantelis E, et al. A comparison of heterogeneity variance
estimators in simulated random-effects meta-analyses.
Res Synth methods. 2019;10:83---98, http://dx.doi.org/
Bibliografía 10.1002/jrsm.1316.
17. Harrer M, Cuijpers P, Furukawa T, Ebert D. Doing meta-analysis
1. American Psychiatric Association. Diagnostic and Sta- with R: A hands-on guide. 1st ed. New York: Chapman and
tistical Manual of Mental Disorders: DSM-5. 5th ed. Hall/CRC; 2021, http://dx.doi.org/10.1201/9781003107347.
American Psychiatric Publishing; 2013. https://doi.org/10. 18. Von Hippel PT. The heterogeneity statistic I(2) can be biased
1176/appi.books.9780890425596. in small meta-analyses. BMC Med Res Methodol. 2015;15:35,
2. Gondalia SV, Palombo EA, Knowles SR, Cox SB, Meyer D, Austin http://dx.doi.org/10.1186/s12874-015-0024-z.
DW. Molecular characterisation of gastrointestinal microbiota 19. Higgins JP, Thompson SG, Deeks JJ, Altman DG. Measu-
of children with autism (with and without gastrointesti- ring inconsistency in meta-analyses. BMJ. 2003;327:557---60,
nal dysfunction) and their neurotypical siblings. Autism Res. http://dx.doi.org/10.1136/bmj.327.7414.557.
2012;5:419---27, http://dx.doi.org/10.1002/aur.1253. 20. Egger M, Davey Smith G, Schneider M, Minder C.
3. Gorrindo P, Williams KC, Lee EB, Walker LS. Gastroin- Bias in meta-analysis detected by a simple, graphi-
testinal dysfunction in autism. Autism Res. 2012;5:101---8, cal test. BMJ. 1997;315:629---34, http://dx.doi.org/
http://dx.doi.org/10.1002/aur.237. 10.1136/bmj.315.7109.629.
4. Coury DL, Ashwood P, Fasano A, Fuchs G, Geraghty 21. Rosenberg MSS. The file-drawer problem revisited: A general
M, Kaul A, et al. Gastrointestinal conditions in chil- weighted method for calculating fail-safe numbers in meta-
dren with autism spectrum disorder: Developing a analysis. Evolution. 2005;59:464---8.
research agenda. Pediatrics. 2012;130 Suppl 2:S160---8, 22. Higgins JPT, Green S. Cochrane Handbook for Systematic
http://dx.doi.org/10.1542/peds.2012-0900N. Reviews of Interventions. Version 5.1.0. The Cochrane Colla-
5. Adams JB, Johansen LJ, Powell LD, Quig D, Rubin RA. boration. 2011.
Gastrointestinal flora and gastrointestinal status in children 23. Furuya-Kanamori L, Barendregt JJ, Doi SAR. A new impro-
with autism ----comparisons to typical children and correla- ved graphical and quantitative method for detecting bias in
tion with autism severity. BMC Gastroenterol. 2011;11:22, meta-analysis. Int J Evid Based Healthc. 2018;16:195---203,
http://dx.doi.org/10.1186/1471-230X-11-22. http://dx.doi.org/10.1097/XEB.0000000000000141.
109
I. Lasheras, M. Real-López and J. Santabárbara
24. Son JS, Zheng LJ, Rowehl LM, Tian X, Zhang Y, Zhu disorders and neurotypical peers. Sci Rep. 2021;11:24274,
W, et al. Comparison of fecal microbiota in children http://dx.doi.org/10.1038/s41598-021-03794-8.
with autism spectrum disorders and neurotypical siblings 32. Korterink JJ, Diederen K, Benninga MA, Tabbers MM.
in the simons simplex collection. PLoS One. 2015;10:1---19, Epidemiology of pediatric functional abdominal pain
http://dx.doi.org/10.1371/journal.pone.0137725. disorders: A meta-analysis. PLoS One. 2015;10:e0126982,
25. Navarro F, Pearson DA, Fatheree N, Mansour R, Hashmi http://dx.doi.org/10.1371/journal.pone.0126982.
SS, Rhoads JM. Are ‘leaky gut’ and behavior associated 33. Robin SG, Keller C, Zwiener R, Hyman PE, Nurko S, Saps M,
with gluten and dairy containing diet in children with et al. Prevalence of pediatric functional gastrointestinal disor-
autism spectrum disorders? Nutr Neurosci. 2015;18:177---85, ders utilizing the Rome IV criteria. J Pediatr. 2018;195:134---9,
http://dx.doi.org/10.1179/1476830514Y. 0000000110. http://dx.doi.org/10.1016/j.jpeds.2017.12.012.
26. Rubenstein E, Schieve L, Bradley C, DiGuiseppi C, Moody E, Tho- 34. Juste Ruiz M, Valverde Fernández J, Román Riechmann E. Tras-
mas K, et al. The prevalence of gluten free diet use among tornos funcionales del niño mayor. Protoc Diagn Ter Pediatr.
preschool children with autism spectrum disorder. Autism Res. 2023;1:87---98.
2018;11:185---93, http://dx.doi.org/10.1002/aur.1896. 35. Hyams JS, di Lorenzo C, Saps M, Shulman RJ, Staiano A,
27. Pusponegoro HD, Ismael S, Firmansyah A, Sastroasmoro van Tilburg M. Functional disorders: Children and adolescents.
S, Vandenplas Y. Gluten and casein supplementation Gastroenterology. 2016;150:1456---68, http://dx.doi.org/10.
does not increase symptoms in children with autism 1053/j.gastro.2016.02.015.
spectrum disorder. Acta Paediatr. 2015;104:e500---5, 36. Iglesias-Vázquez L, Van Ginkel Riba G, Arija V, Canals J. Compo-
http://dx.doi.org/10.1111/apa.13108. sition of gut microbiota in children with autism spectrum
28. Ghalichi F, Ghaemmaghami J, Malek A, Ostadrahimi A. disorder: A systematic review and meta-analysis. Nutrients.
Effect of gluten free diet on gastrointestinal and behavio- 2020;12:792, http://dx.doi.org/10.3390/nu12030792.
ral índices for children with autism spectrum disorders: A 37. Santocchi E, Guiducci L, Prosperi M, Calderoni S, Gag-
randomized clinical trial. World J Pediatr. 2016;12:436---42, gini M, Apicella F, et al. Effects of probiotic supple-
http://dx.doi.org/10.1007/s12519-016-0040-z. mentation on gastrointestinal sensory and core symptoms
29. Ghodsi R, Kheirouri S. Positive association between plasma in autism spectrum disorders: A randomized controlled
levels of advanced glycation and precursor of lipoxi- trial. Front Psychiatry. 2020;11:550593, http://dx.doi.org/10.
dation end products with gastrointestinal problems in 3389/fpsyt.2020.550593.
children with autism. Curr Pediatr Rev. 2019;15:184---90, 38. Trueba-Gómez R, Estrada-Lorenzo JM. La base de
http://dx.doi.org/10.2174/1573396315666190628141333. datos PubMed y la búsqueda de información cien-
30. Mouridsen SE, Isager T, Rich B. Diseases of the gastro- tífica. Semin Fund Esp Reumatol. 2010;11:49---63,
intestinal tract in individuals diagnosed as children with http://dx.doi.org/10.1016/j.semreu.2010.02.005.
atypical autism: A Danish register study based on hos- 39. Goh JX, Hall JA, Rosenthal R. Mini meta-analysis of
pital diagnoses. Autism. 2013;17:55---63, http://dx.doi.org/ your own studies: Some arguments on why and a primer
10.1177/1362361312455110. on how. Soc Personal Psychol Compass. 2016;10:535---49,
31. Jendraszak M, Gał˛ ecka M, Kotwicka M, Regdos A, Pazgrat- http://dx.doi.org/10.1111/spc3.12267.
Patan M, Andrusiewicz M. Commercial microbiota test 40. Cuijpers P. Meta-analyses in mental health research: A practical
revealed differences in the composition of intestinal guide. Amsterdam: Vrije Universiteit Amsterdam; 2016.
microorganisms between children with autism spectrum
110