Prevalencia de Sintomas Gastrointestinales

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Anales de Pediatría 99 (2023) 102---110

www.analesdepediatria.org

ORIGINAL

Prevalencia de síntomas gastrointestinales en


trastornos del espectro del autismo: un metaanálisis
Isabel Lasheras a , Matias Real-López b,c,∗ y Javier Santabárbara a,d,e

a
Departamento de Microbiología, Medicina Preventiva y Salud Pública, Universidad de Zaragoza, Zaragoza, España
b
Unidad Predepartamental de Medicina, Universitat Jaume I, Castellón, España
c
Programa de Trastorno Mental Grave de la Infancia y la Adolescencia, Consorcio Hospitalario Provincial de Castellón, Castellón,
España
d
Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental, CIBERSAM, Ministerio de Ciencia e Innovación, Madrid, España
e
Instituto de Investigación Sanitaria, IIS-Aragón, Zaragoza, España

Recibido el 20 de noviembre de 2022; aceptado el 22 de mayo de 2023


Disponible en Internet el 17 de junio de 2023

PALABRAS CLAVE Resumen


Trastorno del Introducción: Se ha descrito una elevada prevalencia de síntomas gastrointestinales (GI) en los
espectro del autismo; niños y adolescentes con trastornos del espectro del autismo (TEA). Además, se ha relacionado la
Trastornos presencia de dichos síntomas con mayor gravedad de la clínica TEA. Sin embargo, la frecuencia
gastrointestinales de síntomas GI en niños y adolescentes con TEA es muy variable a lo largo de los estudios y no
funcionales; se conoce su verdadera prevalencia. Por tanto, el objetivo del presente trabajo fue estimar la
Síntomas prevalencia de síntomas GI en niños y adolescentes con TEA.
gastrointestinales; Material y método: Se realizó un metaanálisis siguiendo las directrices PRISMA. Se llevó a cabo
Microbiota una búsqueda sistemática rápida de nuevos estudios clínicos y observacionales desde agosto de
gastrointestinal; 2012 en PubMed. Los análisis estadísticos se realizaron con el software R.
Metaanálisis; Resultados: De 91 artículos potencialmente elegibles, solo 8 cumplieron nuestros criterios de
Prevalencia inclusión. La prevalencia de síntomas GI osciló entre el 0 y el 69%, con una prevalencia general
estimada del 33% (IC del 95%: 13-57%), cifra superior a la reportada por un metaanálisis previo
para la población general pediátrica. Esta diferencia es todavía mayor al comparar específica-
mente los estudios que emplean la versión pediátrica del cuestionario ROMA III (QPGS-ROME
III).
Conclusiones: Estos resultados confirman la hipótesis de que existe una prevalencia superior
de síntomas GI funcionales en el TEA frente a sus coetáneos neurotípicos.
© 2023 Asociación Española de Pediatrı́a. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Este es un
artı́culo Open Access bajo la licencia CC BY-NC-ND (http://creativecommons.org/licenses/by-
nc-nd/4.0/).

∗ Autor para correspondencia.


Correo electrónico: [email protected] (M. Real-López).

https://doi.org/10.1016/j.anpedi.2023.05.011
1695-4033/© 2023 Asociación Española de Pediatrı́a. Publicado por Elsevier España, S.L.U. Este es un artı́culo Open Access bajo la licencia
CC BY-NC-ND (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/4.0/).
Anales de Pediatría 99 (2023) 102---110

KEYWORDS Prevalence of gastrointestinal symptoms in autism spectrum disorder:


Autism spectrum A meta-analysis
disorder;
Abstract
Functional
Introduction: A high prevalence of gastrointestinal (GI) symptoms has been described in chil-
gastrointestinal
dren and adolescents with autism spectrum disorder (ASD). In addition, there is evidence that
disorders;
presence of GI symptoms is associated to greater severity of ASD. However, the frequency of
Gastrointestinal
GI symptoms in children and adolescents with ASD varies widely across studies, and their true
symptoms;
prevalence is unknown. Therefore, the objective of this study was to estimate the prevalence
Gastrointestinal
of GI symptoms in children and adolescents with ASD.
microbiota;
Material and method: We conducted a meta-analysis following the PRISMA guidelines. We
Meta-analysis;
carried out a rapid systematic search for recent clinical and observational studies published
Prevalence
from August 2012 in PubMed. The statistical analyses were performed with the software R.
Results: Of 91 potentially eligible articles, only 8 met our inclusion criteria. The prevalence of
GI symptoms ranged between 0% and 69%, with an estimated general prevalence of 33% (95%
CI, 13%-57%), higher than that reported by a previous meta-analysis for the general paediatric
population. This difference is even greater in the specific comparison of studies that applied
the paediatric version of the ROME III questionnaire (QPGS-ROME III).
Conclusions: The results confirmed the hypothesis that there is a higher prevalence of functional
GI symptoms in paediatric patients with ASD compared to their neurotypical peers.
© 2023 Asociación Española de Pediatrı́a. Published by Elsevier España, S.L.U. This is an open
access article under the CC BY-NC-ND license (http://creativecommons.org/licenses/by-nc-nd/
4.0/).

Introducción pudiera beneficiarse de terapias nutricionales o dirigidas a


la microbiota10 .
Los trastornos del espectro del autismo (TEA) son un grupo Sin embargo, la gran amplitud del rango de estimaciones
de desórdenes generalizados del desarrollo caracterizados de prevalencia traduce cierta falta de concordancia entre
por la presencia de deficiencias persistentes en la comuni- los estudios y ha teñido de incertidumbre muchas de las
cación e interacción sociales y patrones de comportamiento hipótesis que se sustentan en estas estimaciones. A este
repetitivos1 . Fueron descritos por primera vez en 1943 en respecto, un metaanálisis de 2014 demostró que existía un
una serie de 11 niños, de entre 2 y 5 años, por el psiquia- incremento del riesgo de presentar síntomas GI funcionales
tra Leo Kanner, quien apuntó que 6 de ellos presentaban en estos pacientes, siendo los más frecuentes la diarrea, el
«dificultades para la alimentación desde el inicio de la estreñimiento y el dolor abdominal11 , si bien la prevalencia
vida». Desde entonces, multitud de estudios han explorado estimada de estos trastornos en niños y adolescentes con
la relación entre el TEA, los síntomas gastrointestinales (GI) TEA sigue siendo una incógnita a día de hoy.
y la alimentación, postulando la existencia de anomalías Consecuentemente, este metaanálisis tiene como obje-
en la función GI de estos niños2-4 . En 2009, se reunieron tivo proporcionar una estimación de la prevalencia de
expertos de la Sociedad Norteamericana de Gastroentero- síntomas GI en niños y adolescentes con TEA utilizando téc-
logía, Hepatología y Nutrición Pediátrica, que trabajaron nicas estadísticas adecuadas por primera vez en la literatura
conjuntamente en una revisión de la literatura publicada científica.
en 2012, que reflejaba que la prevalencia de trastornos
GI en series de niños y adolescentes TEA publicadas hasta Material y método
entonces oscilaba entre un 9 y un 91%4 . Además, algu-
nos estudios demuestran que los niños con síntomas GI Este metaanálisis siguió las directrices PRISMA12 para reali-
exhiben una sintomatología más grave tanto de la clínica zar y reportar metaanálisis (tabla suplementaria 1, anexo).
definitoria del trastorno como de otros síntomas (p. ej., tras-
tornos del sueño, ansiedad, agresividad, hipersensibilidad a Estrategia de búsqueda
estímulos)3,5,6 , que podrían responder a un intento del niño
por comunicar su malestar, y muchas veces suponen el pri-
Se realizó una búsqueda sistemática rápida de nuevos estu-
mer indicador de la clínica GI7 . En este sentido, la evidencia
dios clínicos y observacionales desde que se publicara la
sugiere que la interacción entre los síntomas GI y neuropsi-
revisión de Coury et al. (01/08/2012)4 hasta la actualidad
cológicos del TEA responde a mecanismos distintivos frente
en PubMed vía Medline. La estrategia de búsqueda fue la
a los niños y adolescentes con desarrollo neurotípico (NT) a
siguiente: (Asperger’s OR Autism OR Autism spectrum disor-
través del eje intestino-cerebro8,9 y algunos autores han pro-
der OR Autistic OR Pervasive developmental disorder OR
puesto que la comorbilidad de trastornos GI funcionales con
PDD-NOS) AND (Abdominal pain/abdomen OR bloating OR
el TEA sea considerado un síndrome de superposición que
Celiac OR Colitis OR Constipation OR Diarrhea OR Digestion

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I. Lasheras, M. Real-López and J. Santabárbara

OR Digestive disorders OR Disaccharidase OR Endoscopy OR prevalencia entre los estudios incluidos15 . Varios estudios16
colonoscopy OR Esophagitis OR Functional gastrointestinal han demostrado que este ajuste puede reducir la posibili-
disorder OR Gastroenterology OR Gastritis OR Gastrointesti- dad de falsos positivos, especialmente cuando el número
nal OR Gluten OR Gastroesophageal reflux OR Irritable Bowel de estudios es pequeño. Los principales resultados se expo-
Disease OR náusea OR reflux OR Vomiting). nen como una proporción con su correspondiente intervalo
de confianza del 95% (IC del 95%) junto a los resultados de
Criterios de inclusión heterogeneidad estadística17 .
La heterogeneidad entre los estudios se evaluó mediante
la Q de Hedges, con una significación estadística esta-
Se seleccionaron aquellos trabajos originales que: 1) repor-
blecida en p < 0,10 y se cuantificó con el estadístico I2
taran datos sobre la prevalencia de los síntomas GI o
con su IC del 95%18 . Valores entre 25-50% se consideran
suficientes datos para calcularla; 2) en una muestra repre-
bajos, 50-75% moderados y 75% o más altos19 , e impli-
sentativa de niños o adolescentes con TEA; 3) cuyo
can que las diferencias en los resultados para la misma
diagnóstico de TEA hubiera sido verificado mediante un ins-
asociación exposición-enfermedad no pueden explicarse
trumento validado; 4) que estuvieran publicados en inglés o
completamente mediante la variación del muestreo. Rea-
español, y 5) que tuvieran el texto completo disponible.
lizamos análisis de subgrupos para explorar las fuentes
Se excluyeron estudios que preseleccionaran niños y ado-
de heterogeneidad esperadas en metaanálisis de estudios
lescentes con comorbilidad GI, aquellos cuya muestra no
observacionales19 y un análisis de sensibilidad para determi-
incluyera niños o adolescentes con TEA (p. ej., enfermedad
nar la influencia de cada estudio individual en el resultado
celíaca, trastorno pediátrico de la alimentación, esofagitis
general omitiendo los estudios uno por uno17 . No se realizó
eosinofílica), o que no fueran representativos de este grupo
una metarregresión, ya que, con menos de 10 estudios, el
de pacientes para la estimación de la prevalencia de trastor-
poder estadístico era insuficiente20 .
nos GI (p. ej., niños con TEA que habían acudido a Urgencias
Para evaluar posibles sesgos de publicación, empleamos
por estreñimiento o que habían sido tratados mediante una
el estadístico N de seguridad, que es más preciso que los
intervención terapéutica antes de evaluar los síntomas GI).
gráficos de embudo convencionales para metaanálisis de
estudios de proporciones21 , recomendado cuando hay menos
Extracción de datos de 10 estudios22 . Indica la cantidad de estudios no significati-
vos, no publicados (o faltantes) que sería necesario agregar
Para la extracción de datos, empleamos un formulario pre- al metaanálisis para reducir un resultado global estadísti-
diseñado con los siguientes ítems: país, tamaño muestral, camente significativo a no significativo, por lo que habrá
proporción de mujeres, rango y media de edad, instrumen- confianza en los resultados combinados si este número es
tos empleados para la verificación del diagnóstico de TEA y grande en relación con el número de estudios observados21 .
la evaluación de la función GI. Para la representación gráfica del sesgo de publicación,
empleamos el gráfico de Doi y el índice de Luis Furuya-
Evaluación de la calidad metodológica Kanamori (LFK), que están especialmente indicados para los
metaanálisis de estudios de proporciones, y tienen mayor
sensibilidad y potencia que el diagrama de embudo y la
Para evaluar la calidad de los estudios, se utilizó una herra-
regresión de Egger23 . En cuanto a su interpretación, la asi-
mienta de riesgo de sesgo para la revisión sistemática de
metría en el gráfico de Doi implica la posibilidad de un de
estudios específicos de prevalencia13 . La calidad se evaluó
sesgo de publicación, y el índice LFK proporciona una medida
en función de 8 criterios, cada uno con una puntuación de 0 a
cuantitativa donde una puntuación dentro de ± 1 equivale
1. En este sistema de evaluación metodológica, se otorgó un
a «no asimetría», ± 2 indica «asimetría menor» y superior a
punto por cada uno de los siguientes criterios presentados:
± 2 indica «asimetría importante».
1) se utilizó una muestra aleatoria o una población com-
Todos los análisis estadísticos fueron llevados a cabo con
pleta; 2) hubo un marco de muestreo no sesgado (es decir,
el software R con los paquetes metaprop, metafor y dmetar
datos censales); 3) el tamaño de la muestra era adecuado
para metaanálisis (https://www.r-project.org). Los valores
(> 30 sujetos); 4) se utilizaron mediciones estándar; 5) los
de p se expresan para 2 colas, y se fija en 0,05 un resul-
resultados fueron medidos por evaluadores imparciales; 6)
tado como estadísticamente significativo, excepto cuando
la tasa de respuesta era adecuada (> 70%) y se describían
se indique lo contrario.
las pérdidas; 7) se informaba de los intervalos de confianza
y el análisis de subgrupos, y 8) se describían los sujetos del
estudio. La puntuación total podía oscilar entre 0 (mala cali-
dad) y 8 (alta calidad). En función de la puntuación total, los Resultados
estudios se calificaron como de bajo riesgo de sesgo (6-8),
moderado (4-5) o alto (0-3).
Selección de estudios

Análisis estadístico La figura 1 corresponde al diagrama de selección de artí-


culos. La búsqueda inicial produjo 1.666 resultados, que se
Los datos se combinaron mediante el método de la varianza redujeron a 91 al aplicar los siguientes filtros: Clinical Study,
inversa genérica con un modelo de efectos14 , con trans- Clinical Trial, Comparative Study, Controlled Clinical Trial,
formación de proporción de doble arcoseno para tener en Multicenter Study, Observational Study, Pragmatic Clinical
cuenta la variabilidad y heterogeneidad de las tasas de Trial, Randomized Controlled Trial, 2012/08/01-2022/3/14.

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Figura 1 Diagrama de selección de artículos incluidos.


GI: gastrointestinal.

Tras la lectura de sus títulos y resúmenes, 46 trabajos fue- El método elegido para la evaluación de la fun-
ron seleccionados para la lectura del texto completo, tras ción GI mostró gran heterogeneidad entre los estudios.
lo cual 38 fueron excluidos por distintas razones reseñadas Solo el 37,5% de ellos utilizó la versión pediátrica del
en la figura 1. Finalmente, 8 artículos fueron incluidos para cuestionario ROMA III (QPGS-ROME III)24,28,29 , instrumento
el análisis cuantitativo de la prevalencia de síntomas GI en ampliamente recomendado para el diagnóstico de trastor-
los niños y adolescentes con TEA. nos GI funcionales31 . En un estudio se utilizó una variación
de este cuestionario (12,5%)27 y en otro se evaluaron
diagnósticos al alta de enfermedades GI en el registro
Descripción de los estudios incluidos nacional de salud, clasificados según la CIE30 . El 37,5% res-
tante de los estudios utilizó cuestionarios heterogéneos
En la tabla 1 se recogen las principales características de los no validados que investigaban varios síntomas GI25,26,31 .
8 estudios incluidos en la revisión cuantitativa. Un 37,5% de Los ítems más replicados incluidos en la evaluación fue-
los estudios se llevó a cabo en América24-26 , otro 37,5%, en ron estreñimiento o heces duras, que fue investigado
Asia27-29 y el 25% restante, en Europa30,31 . El tamaño de la específicamente por el 87,5% de los estudios24-29,31 , dolor
muestra osciló entre 12 y 689 niños, con un tamaño medio de abdominal (75%)24-29 vómitos o náuseas (75%)24-29 , dis-
134, cantidad que se redujo a 54,7 niños tras la exclusión del tensión abdominal/flatulencia/aerofagia/exceso de gases
estudio más grande31 . La edad media fue de 7,7 años, tras (75%)24,27-29,31 y diarrea o heces blandas (62,5%)24-27,31 .
ajustar por el tamaño muestral de cada uno de los 7 estudios Además, algunos estudios incluyeron categorías más ines-
que aportaron esta información24,25,27-30 . Finalmente, la pro- pecíficas («otros»)26,30 .
porción de mujeres en los estudios osciló entre 0 y 34,8%, Cabe señalar que el único estudio que investigó enferme-
con un total de 19,85% de niñas y jóvenes en sus muestras dades GI diagnosticadas no restringió su búsqueda a aquellas
combinadas. con un origen funcional30 y tampoco lo hizo otro estudio
En 7 de 8 estudios, el diagnóstico de TEA de los niños que evaluó problemas tanto funcionales como no funciona-
fue verificado por médicos, psiquiatras o psicólogos en el les, como enfermedades del páncreas e hígado, celiaquía e
momento del reclutamiento con diferentes instrumentos de intolerancia a la lactosa31 .
diagnóstico validados25-31 . Esto se hizo a través de una entre- En cuanto a la calidad de los estudios, 2 fueron clasifi-
vista directa con el niño o los padres en todos los estudios cados como de riesgo de sesgo bajo28,30 y 3 como de riesgo
menos uno, donde 2 psiquiatras revisaron los registros psi- elevado25,26,31 . La principal limitación presente en todos los
quiátricos de los niños para asegurarse de que cumplieran estudios fue la ausencia de reporte de intervalos de con-
con los criterios de diagnóstico de la 9.a edición de la Clasi- fianza para la prevalencia y análisis de subgrupos, así como
ficación Internacional de Enfermedades (CIE-9)30 . Un único la ausencia de marco de muestreo censal con la excepción de
estudio que no verificó el diagnóstico en el momento del Mouridsen et al.30 (tabla 1, tabla suplementaria 2 [anexo]).
reclutamiento se incluyó en nuestra síntesis porque reco- La prevalencia de síntomas GI osciló entre el 027 y el 69%29
pilaba su muestra de una base de datos de niños con TEA (tabla 1) (fig. 2). Nuestra prevalencia general estimada de
evaluados exhaustivamente por un médico con una amplia síntomas GI fue del 33% (IC del 95%: 13-57%), con una hete-
batería de medidas de diagnóstico, incluido la Escala de rogeneidad significativa entre los estudios (test Q: p < 0,01;
observación para el diagnóstico del autismo (ADOS)24 . I2 = 96%)

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Tabla 1 Características de los estudios incluidos en la revisión cuantitativa
Autor/fecha País Instrumento de Instrumento n (TEA) n (TEA + Prevalencia Rango de Media de % de Evaluación calidad
diagnóstico GI de diag- GI) GI edad edad en mujeres metodológica
nóstico (años) años (DE) (puntuación total)
del TEA
Mouridsen Dinamarca Diagnósticos al CIE-9 89 22 24,7% 3-17 8,9 (4,0) 34,8% 7 (bajo riesgo sesgo)
et al.30 , 2013 alta del
Registro
Hospitalario

I. Lasheras, M. Real-López and J. Santabárbara


Nacional Danés
Pusponegoro Indonesia Cuestionario no DSM-IV- 74 0 0,0% 4,3-6,7 5,2 (NR) 21,6% 4 (moderado riesgo
et al.27 , 2015 validado TR sesgo)
basado en los
criterios ROMA
III
Son et al.24 , Canadá y QPGS-ROMA III ADOS 59 25 42,4% 7-14 10,3 12,0% 4 (moderado riesgo
2015 EE. UU. e historial (1,8) sesgo)
106

médico
Navarro EE. UU. Cuestionario no DSM-IV- 12 2 16,7% 4-7 5,8 (NR) 0,0% 3 (alto riesgo sesgo)
et al.25 , 2015 validado TR, ADI,
ADOS
Ghalichi Irán QPGS-ROMA III ADI-R 80 43 53,8% 4-16 7,9 (3,4) 26,3% 6 (bajo riesgo sesgo)
et al.28 , 2016
Rubenstein EE. UU. Cuestionario no ADI-R, 689 365 53,0% 2,5-5,7 NR 18,1% 3 (alto riesgo sesgo)
et al.26 , 2018 validado ADOS
Ghodsi y Irán QPGS-ROMA III DSM-V 36 25 69,4% 4-14 8,6 (2,8) 25,0% 4 (moderado riesgo
Kheirouri29 , sesgo)
2019
a
Jendraszak Polonia Cuestionario no ADI-R, 33 9 27,3% 4-6 5,0 (NR) 12,0% 3 (alto de riesgo
et al.31 , 2021 validado ADOS-2, sesgo)
CARS
6-GSI: índice de gravedad gastrointestinal de 6 ítems.
ADI: entrevista para el diagnóstico del autismo (-R: revisada);. ADOS: escala de observación para el diagnóstico del autismo; CIE-9: Clasificación Internacional de Enfermedades, 9.a
edición; DSM: Manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales; GI: gastrointestinal; NR: no reportado; QPGS-ROMA III: Cuestionario pediátrico de síntomas GI, versión ROMA
III; 6-GSI: índice de gravedad gastrointestinal de 6 ítems.
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Figura 2 Diagrama de bosque para la prevalencia de síntomas GI entre niños y adolescentes con TEA.

Figura 3 Diagrama de bosque para la prevalencia de síntomas GI entre niños y adolescentes con TEA según el continente en el
que se realizó el estudio.

Figura 4 Diagrama de bosque para la prevalencia de síntomas GI, según el instrumento diagnóstico empleado, entre niños y
adolescentes con TEA.

El análisis de subgrupos para identificar las fuentes de La exclusión de los estudios del análisis uno por uno no
heterogeneidad encontró una mayor prevalencia de sínto- cambió sustancialmente la prevalencia combinada de sín-
mas GI para los estudios realizados en América (38% [IC del tomas GI, que varió entre el 28% (IC del 95%: 9-53%), con
95%: 7-6%]) o Asia (33% [IC del 95%: 5-70%]) en comparación Ghodsi y Kheirouri29 excluido, y el 42% (IC del 95%: 26-59%),
con los de Europa (26% [IC del 95%: 0-71%]). Esta diferencia, con Pusponegoro et al.27 excluido (fig. 5). Esto indica que
sin embargo, no alcanzó la significación estadística (fig. 3). ningún estudio individual tuvo un impacto desproporcionado
También observamos una mayor prevalencia de síntomas en la prevalencia general de los síntomas GI.
GI en los estudios que utilizaron el QPGS-ROMA III (55% [IC Finalmente, la figura 6 muestra el gráfico Doi y el índice
del 95%: 21-87%]) con respecto a los que utilizaron otras LFK de ---2,87, lo que indica una «asimetría importante» y,
medidas de diagnóstico (21% [IC del 95%: 3-48%]) (fig. 4). por ende, la probable presencia de sesgo de publicación. Sin

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I. Lasheras, M. Real-López and J. Santabárbara

Figura 5 Diagrama de bosque del análisis de sensibilidad para la prevalencia de síntomas GI entre niños y adolescentes con TEA.

afirmación se eliminó en la versión más reciente de los


criterios, ROMA IV, y se reemplazó por «después de una eva-
luación médica adecuada, los síntomas no pueden atribuirse
a otra afección médica»35 .
Por ello, consideramos especialmente relevante destacar
que la diferencia en la prevalencia de síntomas GI fue mayor
al comparar específicamente aquellos estudios que emplean
los criterios QPGS-ROMA III, estimándose en un 55% (IC del
95%: 21-87%) para los niños y adolescentes con TEA frente
a un 16,4% (IC del 95%: 13,5-19,4%) en la población general
pediátrica32 .
Así pues, recomendamos el uso de cuestionarios valida-
dos para el diagnóstico de trastornos GI funcionales en esta
población, ya que podría facilitar el análisis agregado de
Figura 6 Diagrama Doi para la prevalencia de síntomas GI los resultados en el futuro. Asimismo, dado que se ha pos-
entre niños y adolescentes con TEA. tulado la presencia de síntomas GI como modulador en la
etiopatogénesis del TEA36 y su respuesta a distintas terapias
nutricionales, consideramos que puede ser relevante reali-
embargo, el valor del estadístico N de seguridad fue de 730, zar un análisis disgregado por la presencia de sintomatología
lo que indica que se necesitarían 730 estudios con resultados GI al analizar el efecto de estas intervenciones, como ya
nulos para reducir la prevalencia global observada a la no han hecho algunos autores37 , para determinar si su eficacia
significación. sobre la gravedad del TEA está mediada por la presencia de
sintomatología GI o es independiente de la misma.
Discusión Finalmente, es relevante señalar que una de las princi-
pales limitaciones del trabajo es que, al tratarse de una
revisión sistemática rápida, la búsqueda fue realizada úni-
La prevalencia de síntomas GI en niños con TEA estimada por
camente en una base de datos, aplicando filtros restrictivos
este metaanálisis es de un 33% (IC del 95%: 13-57%), cifra
que muy probablemente hayan condicionado la pérdida
superior a la reportada por un metaanálisis del 2015 para
de estudios que habrían cumplido nuestros criterios de
la población general pediátrica de entre 4 y 18 años (13,5%
selección. Por todo esto, el número de estudios incluidos
[IC del 95%: 11,8-15,3%])32 . Aunque esta comparación está
es reducido y no ha sido posible realizar un análisis dis-
limitada porque 2 estudios en nuestro metaanálisis incluyen
gregado por síntomas. Sin embargo, PubMed es la mayor
a niños menores de 4 años26,30 , un estudio de 2018 demostró
base de datos de literatura médica38 y existe evidencia de
que no existían diferencias significativas en la prevalencia
que metaanálisis de pocos estudios pueden establecer con-
de síntomas GI entre los niños de 0-3 y 4-18 años33 . Estos
clusiones válidas39 , lo que subraya el valor del presente
hallazgos refrendan los resultados del metaanálisis previo
trabajo, especialmente en el contexto de gran variabilidad
de 2014, que estimó una odds ratio de 4,42 para el riesgo
de prevalencias en los estudios existentes que hace que
de síntomas GI en niños y adolescentes con TEA frente a sus
su interpretación, sin un análisis cuantitativo, sea mera-
coetáneos NT11 .
mente especulativa. Adicionalmente, hemos advertido una
Otra limitación de nuestro trabajo es que existe cierta
elevada heterogeneidad entre los resultados de los dife-
disimilitud entre los criterios de evaluación GI de los
rentes estudios incluidos lo que podría comprometer la
estudios recogidos, puesto que algunos trabajos excluyen
pertinencia de combinar dichos resultados mediante técni-
organicidad25,26,31 y otros no lo hacen30 . De hecho, los
cas meta-analíticas. No obstante, como destaca Cuijppers
cuestionarios de ROMA III, recomendados por la Socie-
(2016), integrar los resultados de múltiples estudios en un
dad Española de Pediatría Gastroenterología, Hepatología
metaanálisis tiene varias ventajas: dado que se combinan
y Nutrición Pediátrica para diagnóstico de trastornos GI
los estudios individuales, el poder estadístico para detec-
funcionales en la población pediátrica, establecen específi-
tar (la ausencia de) efectos es mayor que en el caso de los
camente como criterio diagnóstico la «ausencia de evidencia
estudios individuales. Esto permite realizar una estimación
de enfermedad orgánica» en todas las definiciones34 . Esta

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más precisa y exacta del verdadero efecto. Dado que los 6. Azouz HG, Zakaria NHE, Khalil AF, Naguib SM, Khalil M. Gastroin-
estudios que se incluyen en un metaanálisis se examinan testinal manifestations and their relation to faecal calprotectin
sistemáticamente, también es posible explorar las incohe- in children with autism. Gastroenterol Rev Gastroenterol.
rencias entre los estudios y examinar si los efectos difieren 2021;16:352---7, http://dx.doi.org/10.5114/pg.2021.111420.
entre subgrupos específicos de estudios40 . 7. Maenner MJ, Arneson CL, Levy SE, Kirby RS, Nicholas JS,
Durkin MS. Brief teport: Association between behavioral featu-
res and gastrointestinal problems among children with autism
Conclusiones spectrum disorder. J Autism Dev Disord. 2012;42:1520---5,
http://dx.doi.org/10.1007/s10803-011-1379-6.
8. Lasheras I, Seral P, Latorre E, Barroso E, Gracia-García P,
La prevalencia de síntomas GI en niños y adolescentes con
Santabárbara J. Microbiota and gut-brain axis dysfunction
TEA en el presente metaanálisis osciló entre el 0 y el 69%, in autism spectrum disorder: Evidence for functional gas-
con una prevalencia general estimada en un 33% (IC del 95%: trointestinal disorders. Asian J Psychiatr. 2020;47:101874,
13-57%), cifra que no se vio afectada de forma significativa http://dx.doi.org/10.1016/j.ajp.2019.101874.
por la edad media al inicio del estudio, el sexo o el conti- 9. Lefter R, Ciobica A, Timofte D, Stanciu C, Trifan A. A descriptive
nente, pero resultó ser significativamente mayor al analizar review on the prevalence of gastrointestinal disturbances and
exclusivamente los estudios que emplearon la versión pediá- their multiple associations in autism spectrum disorder. Med.
trica del cuestionario ROMA III. 2020;56:11, http://dx.doi.org/10.3390/medicina56010011.
No obstante, la heterogeneidad significativa entre los 10. Wasilewska J, Klukowski M. Gastrointestinal symptoms and
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las conclusiones del estudio con cautela.
http://dx.doi.org/10.2147/PHMT.S85717.
Para minimizar estas limitaciones metodológicas en el 11. McElhanon BO, McCracken C, Karpen S, Sharp WG.
futuro, recomendamos el uso de cuestionarios validados Gastrointestinal symptoms in autism spectrum disor-
para el diagnóstico de trastornos GI funcionales en esta der: A meta-analysis. Pediatrics. 2014;133:872---83,
población, concretamente, los criterios ROMA IV, herra- http://dx.doi.org/10.1542/peds.2013-3995.
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