Historia Civ

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CAPITULO I

Colegio de Ingenieros de Venezuela “CIV”


Antecedentes
Los primeros ingenieros venezolanos fueron militares, formados en las
escuelas de matemáticas privadas y públicas existentes para la época. Su
campo de acción estaba en el ejército, fundamentalmente, en los cuerpos de
infantería y artillería, ya que el batallón de ingenieros no existía; porque,
aunque teóricamente había disposiciones legales desde 1826 que ordenaban
formar el referido batallón, no había el personal disponible. Los grupos de
zapadores estaban asignados a los mencionados cuerpos.

En la Memoria de la Secretaría de Guerra (1831), presentada al Congreso


Nacional, aboga por la creación del Cuerpo de Ingenieros de dicha
Secretaría, en los términos siguientes: “No existe en el Estado de
Venezuela el Cuerpo de Ingenieros; hay algunos oficiales de esta arma,
pero unos disfrutan de sus letras de cuartel y otros están destinados a
funciones enteramente distante de su profesión. El Gobierno está
convencido de la utilidad de este cuerpo y de las ventajas que podía
producir, así en las plazas de guerra como en las operaciones estratégicas
del Ejército; y si lo hubiera echaría mano a sus oficiales para el
levantamiento de planos para los conocimiento físicos y estadísticos, y para
la formación del depósito topográfico; comisionaría muchos de sus
individuos a las naciones extranjeras para que trajeran al país las nuevas
producciones de la ciencia, los reglamentos de los colegios más modernos,
y los adelantos en las fábricas y en la química; el mayor provecho que
sacaría de este cuerpo sería el establecimiento de una Academia Militar, en
la que reuniendo a la juventud que se dedica a las armas, podría formarse
en ella hombres de estado y oficiales útiles a la patria”. En la
correspondiente Memoria de 1834, el Secretario de Guerra recomienda
nuevamente la creación del Cuerpo de Ingenieros. Pero, después de tanta
insistencia, siendo Presidente de la República el general Carlos Soublette y
el general Francisco Avendaño, Secretario de Guerra, se crea el Cuerpo de
Zapadores, en Decreto del 1 de septiembre de 1846. Los cambios
posteriores no fueron significativos en materia de ingeniería militar.
(Archivo General de la Nación).

El Congreso Constituyente de Venezuela el 13 de octubre de 1830 dispuso


la creación de la Academia de Matemáticas, señalando en su Artículo 1º:
“La Escuela de Matemáticas que existe en la Universidad de Caracas será
regentada por un primer y segundo Maestros, para que al mismo tiempo
sirva de Escuela Militar”. Estos docentes fueron los profesores Juan
Manuel Cagigal (1803-1856) y Rafael Acevedo (1806-1864). Dicha
Escuela o Academia de Matemáticas, como también se le llamó, se instaló
el 14 de noviembre de 1831. Su primera sede estuvo en lo que entonces se
llamaba “Capilla del Colegio” o “Capilla Universitaria” donde después
estaría el Concejo Municipal de Caracas. El Dr. Cagigal tenía el grado de
Comandante de Ingenieros y el profesor Acevedo, Capitán de Ingenieros.
Estos profesores serían, de acuerdo al mismo Decreto, colocados en el
Cuerpo de Ingenieros con el rango correspondiente. Al no existir éste,
fueron asignados al Cuerpo de Artillería. Como puede apreciarse, el grado
de ingeniero iba antecedido del rango militar, pues este último era el
representativo.
Juan Manuel Cagigal y Odoardo era oriundo de Barcelona, científico,
ingeniero militar, matemático y periodista. Había recibido en España una
abrillantada enseñanza en el batallón de Húsares Montados y en la
Universidad de Alcalá de Henares. De la misma manera, en Francia
terminó en forma superior sus estudios de matemáticas. Mientras que
Rafael Acevedo Acal, nativo de Caracas, había cursado estudios en el
Seminario Tridentino en dicha ciudad, donde obtuvo el grado de Bachiller
en Artes y Filosofía. Después, al fundarse la cátedra de Matemáticas en la
Universidad Central de Venezuela, fue su primer regente. Sus nombres se
conservan en el Salón de Asambleas del CIV, en Caracas. Con ingenieros
egresados de la referida Academia, años más tarde, se constituiría el
Colegio de Ingenieros de Venezuela.
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El Colegio de Ingenieros de Venezuela fue creado el 24 de octubre 1860 de
acuerdo con el artículo 45 del Decreto Reglamentario de la Academia de
Matemáticas: “Art. 45. Todos los ingenieros de la República constituirán
un cuerpo que se denominará Colegio de Ingenieros y que el Gobierno
toma bajo su protección”. Era Presidente de la República el Dr. Manuel
Felipe Tovar. Su instalación se realizó el 28 de octubre de 1861, siendo el
general José Antonio Páez Jefe del Ejecutivo Nacional.
El 28 de Octubre se tiene como “Día del Ingeniero”, en esa fecha se
reunieron en el Colegio de Santa María, en Caracas, un grupo de
profesionales que ejercían la ingeniería militar e instalaron el Colegio de
Ingenieros de Venezuela (CIV).
El Colegio, en su inicio, era una dependencia del Gobierno Nacional
adscrito al Ministerio de Guerra y Marina, por lo que el 17 de noviembre de
1861 solicitó al Estado la aprobación de su Reglamento y el 25 del mismo
mes fue aprobado por el referido Ministerio. A partir de ese momento entró
en vigencia. El Director de la Academia de Matemáticas (1860-1862) era el
ingeniero Nicomedes Zuloaga.
El CIV fue concebido originalmente como una entidad pública, cuyo objeto
principal era el fomento de las ciencias exactas y naturales en Venezuela,
atribuyéndosele igualmente la función de tribunal para decidir toda
cuestión consultiva sobre obras de ingeniería. Desde el principio ha servido
como guardián del interés público y asesor del Estado en los asuntos de su
competencia profesional. El mismo año de su instalación el Gobierno
nacional le haría consultas sobre obras públicas, en proyectos o ejecución.
La evacuación de estas consultas era obligatoria. Práctica que de alguna
manera ha continuado, al ejercer los profesionales inscritos en el CIV las
jefaturas de los organismos del Estado que tienen que ver con la proyección
y construcción de las obras públicas. Cuando se han presentado casos que
este proceder no se haya cumplido, los resultados no han sido los más
satisfactorios.
La primera Junta Directiva del CIV estaba integrada por, un Presidente,
Juan José Aguerrevere; dos Vicepresidentes, Lino José Revenga y Felipe
Esteves; un Secretario de Actas, Octavio Pardo y un Secretario de
Correspondencia, Santiago Terrero Atienza.

A partir de su establecimiento hasta 1898 Colegio de Ingenieros de


Venezuela hizo las publicaciones siguientes:
1. “Revista Científica”, desde el 5 de enero de 1862 hasta el 20 de abril del
mismo año.
De acuerdo al Nº 6 de dicha Revista, del 20 marzo de 1862, en el “Cuadro
de Miembros”, aparecen por primera vez los “Miembros de Número”, entre
los cuales se pueden apreciar: el arquitecto Luciano Urdaneta y los
ingenieros: Pedro Bracho, Gregorio Fidel Méndez y Manuel Cadenas
Delgado, integrantes de la Galería de Ingenieros Ilustres del Centro de
Ingenieros del Estado Zulia.
2. “Reglamento del Colegio de Ingenieros de la República”, se publicó en
1862 en la imprenta El Independiente.
3. “Anuario de Observaciones Astronómicas”, en 1862.
4. “Ofrenda de la Sociedad Venezolana de Ingenieros Civiles”, publicada
en 1895 con motivo de conmemoración del Centenario del natalicio (3 de
febrero de 1795) del Gran Mariscal de Ayacucho, Antonio José de Sucre; y
5. “El Ingeniero”, revista mensual de Ciencias Matemáticas, Físicas y
Naturales, se publicó entre enero y junio de 1898.

El 18 de agosto de 1863, por Decreto Presidencial del general Juan


Crisóstomo Falcón se reorganizó la Academia Militar de Matemáticas.
El 19 de noviembre de 1872 el Presidente de la República Antonio Guzmán
Blanco modificó los planes de estudios de la mencionada Academia y los
hizo refundir en la Universidad Central de Venezuela como estudios de las
Ciencias Matemáticas.
El 14 de diciembre de 1877, por Decreto del Presidente de Venezuela
Francisco Linares Alcántara se restablecen los estudios a la Academia
Militar de Matemáticas en el Ministerio de Guerra y Marina.
El Presidente Guzmán Blanco, que desde tiempos atrás tenía algunas
reservas con el Colegio de Ingenieros y ejerció en más de una ocasión el
cargo de Comandante en Jefe, el 14 de julio de 1881 aprobó un Estatuto por
el cual dicha institución dejó de depender del Ministerio de Guerra y
Marina y lo adscribió al Ministerio de Instrucción Pública. A partir de
entonces, el Colegio perdió su condición de Institución Militar.
El Colegio de Ingenieros fue afectado por las vicisitudes políticas de
entonces, lo que hizo que su funcionamiento fuera interrumpido en varias
oportunidades y hubo necesidad de reinstalarlo en diversas ocasiones.
El 12 de enero de 1895 por Decreto del Presidente Joaquín Crespo, se creó
la Escuela de Ingeniería en la Universidad Central de Venezuela, en
Caracas.
En el «Estatuto del Colegio de Ingenieros de Venezuela» dictado por
Decreto del Ejecutivo Nacional del Presidente Juan Vicente Gómez, el 24
de abril de 1922, se amplió el alcance de la Institución y su estructuración
fue formalizada definitivamente como Instituto de Extensión Universitaria
(conforme a la ley de Instrucción Superior del 30 de junio de 1915). En
dicho Estatuto quedaron consagrados los fines principales del Colegio, los
cuales pueden condensarse en los siguientes: servir como guardián del
interés público, actuar como asesor del Estado en los asuntos de su
competencia, fomentar el progreso de la ciencia y de la técnica, y velar por
los intereses generales de las profesiones que agrupa en su seno y en
especial por la dignidad y el mejoramiento de sus miembros.
Para la fecha en que fue dictado el referido Estatuto, los profesionales que
constituían el Colegio eran, exclusivamente: Ingenieros Civiles, Ingenieros
de Minas, Ingenieros Agrónomos y Arquitectos. Los Agrimensores
también formaban parte del Colegio como “Miembros Colaboradores”.
El Reglamento del Colegio de Ingenieros de Venezuela que éste formuló,
de acuerdo con el artículo 9° del Estatuto en referencia, fue aprobado por
Resolución del Ministerio de Instrucción Pública el 29 de mayo de 1922.
Posteriormente fue reformado conforme con la Resolución, del mismo
Ministerio el 10 de diciembre de 1930.
En 1923 se inicia una nueva publicación mensual informativa y científica,
“Revista del CIV”, que alcanzó 285 números. En el número 1, enero de
1923, entre los integrantes del Directorio del CIV el único zuliano que
aparece como miembro es el agrimensor Argimiro Fuenmayor,
(mensurador en las homologaciones del Concejo Municipal de Maracaibo,
1920-1930 y CIV Nº 5). El mismo año, en los números de las revistas
subsiguientes, aparecerán, nativos del Zulia, los ingenieros: Raúl Cuenca,
Joaquín Criollo, Juan Francisco Chacín Navas y Emigdio Velasco.
El 15 de julio de 1925 el Congreso Nacional sancionó la «Ley de Ejercicio
de las Profesiones de Ingeniero, Arquitecto y Agrimensor», que fue
promulgada por el Ejecutivo Federal el 23 de los mismos mes y año. Con
ello, no sólo se robusteció la existencia del Colegio sino que se ampliaron
las bases de su integración, al hacerlo extensivo a los Doctores en Ciencias
Físicas y Matemáticas, que para los efectos de la Ley eran equivalentes a
los Ingenieros Civiles. También, previo registro en CIV, se estableció el
libre ejercicio de los profesionales graduados en el exterior y cuyos títulos
no estuvieren comprendidos en nuestras Leyes de Instrucción.
Sin embargo, en dicha legislación ni siquiera se aludió al Estatuto dictado
por Decreto tres años antes (1922), a pesar del carácter constitutivo y
evidentemente supletorio del referido Decreto, cuyo objeto era materia de
Ley.

La vida del Colegio continuó rigiéndose por el Estatuto de 1922, en razón


de que la Ley sólo derogó las disposiciones que pudieran estar en oposición
con su letra.

En abril de 1940 el Colegio funcionaba en un local de la Universidad


Central de Venezuela. En la revista del CIV, Año XVIII, Nª 135
encontramos el párrafo siguiente: “…el Dr. E. J, Aguerrevere, en su
carácter de Ministro de Obras Públicas, comunicó en nombre el Ejecutivo
Federal que el ciudadano Presidente de la República había tenido a bien
acceder a la solicitud de donar un lote de terreno situado en el parque Los
Caobos de esta ciudad donde se levantaría el edificio del Colegio de
Ingenieros”. El Presidente de Venezuela era el general Isaías Medina
Angarita.
El proyecto del referido edificio fue seleccionado en un concurso donde
participaron catorce proyectos.

A finales de 1942, ante la creación del Centro de Ingenieros del estado


Zulia ”CIDEZ” (1940), la junta directiva del CIV aprobó un Reglamento
de Centros y Comisiones de Ingenieros en el interior de la República,
donde se determinaban las funciones de los Centros regionales y los
trámites para su instalación y funcionamiento.
El mismo año, (3-12-1942), se aprobó el “Reglamento para la colocación
en la Sala de Asambleas de los nombres de distinguidos miembros
fallecidos”.
En la conmemoración del 93º aniversario de la fundación del CIV, octubre
de 1954, se empezó a usar el actual Escudo del Colegio de Ingenieros de
Venezuela, donde se indica el año de su fundación, 1861. Anteriormente se
usaba el Escudo de Venezuela con el caballo mirando hacia delante, y
alrededor del escudo decía: Colegio de Ingenieros de Venezuela, Caracas.
También para esa fecha (7-10-1954) se colocó el nombre del Gran Mariscal
de Ayacucho, Antonio José de Sucre, en el Salón de Asambleas del CIV.

Escudos del Colegio de Ingenieros de Venezuela

Hasta 1954 Vigente

Apertura democrática- La Ley de 1958


La caída de la dictadura del general Marcos Pérez Jiménez abrió nuevos
senderos para las diversas actividades profesionales en el país y en
consecuencia el Colegio de Ingenieros de Venezuela planteó la necesidad
de un instrumento legal que controlara el ejercicio de la ingeniería,
arquitectura y profesiones afines; y garantizara un trato justo para sus
profesionales en el desempeño de sus labores. Por lo que se promulgo la
Ley como se indica a continuación.
<Gaceta Oficial: Año LXXXVII-MES II. Caracas, miércoles 26 de
noviembre de 1958. Número 25.822. Decreto 444. 24 de noviembre de
1958. La Junta de Gobierno de la República de Venezuela en uso de las
atribuciones que le confiere su Acta Constitutiva, en Consejo de Ministros,
Decreta la “Ley de Ejercicio de la Ingeniería, Arquitectura y Profesiones
Afines”>.
Por disposición del mismo decreto, la referida Ley entró en vigencia a
partir del primero de enero de 1959, quedando derogadas la Ley del 23 de
julio de 1925, el Estatuto de 1922 y cualquier otra disposición contraria a
dicha Ley.
Por el carácter centralizador que esta Ley tiene, los Centros Regionales y
las Seccionales del país han protestado casi desde su inicio. Por tal razón,
las veces que se ha modificado la reglamentación interna se han producido
cambios para beneficiar a los entes de la provincia, que hasta el presente
siguen insatisfechos.

Reglamento Interno y Sociedades Profesionales


Por la Ley de Ejercicio de la Ingeniería, Arquitectura y Profesiones Afines,
el CIV quedó en libertad para dictar su propio Reglamento.
El primer Reglamento Interno del Colegio de Ingenieros de Venezuela se
aprobó el 26 de febrero de 1959 y se divulgó el 23 de abril de ese año.
En 1973 el CIV hizo una nueva publicación de su Reglamento Interno con
las modificaciones realizadas hasta ese año e incluye los Reglamentos:
Electoral, de Debates, de Biblioteca, de Premios; para la colocación en la
Sala de Asambleas de los nombres de distinguidos miembros fallecidos, y
del Orden Económico.
No se establece el Régimen de Sociedades Profesionales del CIV que para
ese año existían, como: Sociedad Venezolana de Ingenieros: Civiles,
Agrónomos, Transporte y Vialidad (SOTRAVIAL), Arquitectos, Tasadores
(SOITAVE), Petroleros, Electricistas y Mecánicos, Químicos…
El 13 de agosto de 1984 se publicó, a la fecha de esta edición, la última
modificación realizada al referido Reglamento que va regir la organización,
funcionamiento y actividades del CIV. Es una colección ordenada de reglas
o preceptos, dividido en XVIII Títulos y éstos en Capítulos que contienen
las reglamentaciones complementarias existentes. En sus artículos finales
señala: Art. 288: <La Asamblea Nacional de Representantes del C.I.V., en
uso de sus facultades legales, promulga un Reglamento Especial que se
denomina “Reglamento Electoral del C.I.V.”, para regir y orientar las
actividades electorales para los Órganos, Organizaciones y Entes,
integrantes y/o adscritos al Colegio de Ingenieros de Venezuela>. Y el Art.
289: <Para los efectos de facilitar su uso y publicación, el Reglamento
Electoral del C.I.V., identificado de acuerdo al presente Reglamento
Interno, se publicará en documento anexo al mismo y tendrá su propia
numeración, en cuanto a su articulado se refiere>.
Tampoco en esta ocasión se reglamentó la constitución de Sociedades
Profesionales, como se aprecia en el artículo 286 del mencionado
Reglamento, que indica: <La Asamblea Nacional de Representantes del
CIV, en uso de sus facultades legales, ordena la redacción del Proyecto de
un Reglamento Especial que se denominará “Reglamento de Sociedades
Profesionales del CIV”, para regir y orientar la constitución, desarrollo y
relaciones de los organismos profesionales adscritos al CIV y la relación de
éstos con los miembros del Colegio, Ingenieros, Arquitectos y Afines y,
con organizaciones y personas jurídicas extra-CIV>.
Es de señalar que la mayoría de las Sociedades Profesionales del CIV que
inicialmente se establecieron, adoptaron la forma de “Sociedad Civil” que
agrupando a los profesionales de sus respectivas especialidades, les permite
funcionar con autonomía y que, aun no estando bajo el régimen estatutario
del CIV, tienen la aprobación de éste. Entre sus fines principales está
“Colaborar con el CIV” y algunas de ellas tienen sus oficinas en la sede del
CIV. Esto se ha extendido a los Centros Regionales y Seccionales como
veremos particularmente en el caso del estado Zulia.
El ordinal 3º del artículo 19 del Código Civil dispone que la asociación
civil adquiere personalidad jurídica “con la protocolización de su acta
constitutiva en la Oficina Subalterna de Registro del Departamento o
Distrito en que hayan sido creadas, donde se archivará un ejemplar
auténtico de sus estatutos”. (Las Asociaciones Civiles en el Derecho
Venezolano. M. A. Itriago M. - A. L. Itriago M.)

Al corriente todas las profesiones que alberga el Colegio de Ingenieros de


Venezuela están definidas y aunque el nombre de la corporación es de
“Ingenieros”, cuando se refiere a sus miembros siempre se especifica:
“Ingenieros, Arquitectos y Profesionales Afines”.

El ejercicio de la ingeniería, la arquitectura y profesiones afines está


reglamentado por leyes de la nación venezolana, tipificadas en la Carta
Magna, la Ley de Ejercicio de la Ingeniería, la Arquitectura y Profesiones
Afines (incluyendo sus Reglamentos) -que es su normativa específica-, y en
otros Códigos que regulan sus actuaciones y señalan sus responsabilidades
en los campos civil, penal y ético.

De 1999 <Constitución de la República Bolivariana de Venezuela. Título


IV del Poder Público. Capítulo II. De las competencias del Poder Público
Nacional. Artículo 156: Es de la competencia del Poder Público Nacional.
Aparte 19: El establecimiento, coordinación y unificación de normas y
procedimientos técnicos para obras de ingeniería, de arquitectura y de
urbanismo, y la legislación sobre ordenación urbanística>.

Derecho a ejercer y uso de títulos


El artículo 105 de la mencionada Constitución establece: “La Ley
determinará las profesiones que requieren título y las condiciones que
deben cumplirse para ejercerlas, incluyendo la colegiación”.
Es de observar que en la anterior Carta Magna (1961 artículo 82) se
establecía: “Es obligatoria la colegiación para el ejercicio de aquellas
profesiones universitarias que señale la Ley”.

De acuerdo con el artículo 21. “El Colegio de Ingenieros de Venezuela es


un cuerpo moral de carácter público, y como tal, tiene personalidad jurídica
y patrimonio propio, con todos los derechos, obligaciones, poderes y
atribuciones que les señala la Ley. Su sede está en la Capital de la
República. Estará integrado por todos los profesionales inscritos en el
mismo, hállense o no en el ejercicio de la profesión. El Colegio de
Ingenieros de Venezuela dictará su propio ordenamiento interno”.
El artículo 22 define sus Objetivos: “El Colegio de Ingenieros de
Venezuela tendrá como fines principales los siguientes: servir como
guardián de interés público y actuar como asesor del Estado en los asuntos
de su competencia, fomentar el progreso de la ciencia y de la técnica,
vigilar el ejercicio profesional y velar por los intereses generales de las
profesiones que agrupa en su seno y en especial por la dignidad, los
derechos y mejoramientos de sus miembros. No podría desarrollar
actividades de carácter político partidista o religioso, ni asumir actitudes de
la índole expresada”.

El artículo 100 del Reglamento Interno, dice: «Los Centros Regionales


representan en sus respectivas jurisdicciones al Colegio de Ingenieros de
Venezuela, conforme a lo dispuesto en la Ley de Ejercicio, su Reglamento,
este Reglamento Interno y los Reglamentos Especiales promulgados al
efecto».
El artículo 150 del mismo Reglamento, indica: “Las Seccionales
representan en sus respectivas jurisdicciones al Centro del cual forman
parte”.

Instancias del CIV para su funcionamiento


El Artículo 24. “El Colegio de Ingenieros de Venezuela tendrá los
siguientes órganos: La Asamblea, la Junta Directiva y el Tribunal
Disciplinario.
-La Asamblea es el órgano máximo deliberante del Colegio de Ingenieros
de Venezuela.
-La Junta Directiva es el órgano ejecutivo y administrativo del Colegio de
Ingenieros de Venezuela y su Presidente será al propio tiempo Presidente
del Colegio y ejercerá la representaci6n jurídica del mismo, con facultad
para delegarla, previa autorizaci6n de la Junta.
-El Tribunal Disciplinario es el órgano encargado de conocer y decidir las
causas de carácter profesional que se instauren contra los miembros del
Colegio de Ingenieros de Venezuela por infracciones a la presente Ley y su
Reglamento - salvo los casos de ejercicio legal - o por violaciones a las
normas de ética profesional.
El Tribunal Disciplinario podrá delegar en las Juntas Directivas del Colegio
y de los Centros, la sustentaci6n de las causas de que deba conocer, así
como la ejecuci6n de las sentencias”.

La primera Asamblea de Representantes se efectuó en Caracas durante los


días 27 y 28 de agosto de 1965. Su Mesa Directiva estaba integrada por los
ingenieros: Julio Sosa Rodríguez, presidente; Eduardo Pérez Alfonzo,
secretario; y vocales, Néstor Altuve González, Rubén Chirinos Lugo y J. J.
García Arenas (Zulia). (Boletín Nº 69. CIV).

Servicios Profesionales
La Prestación de Servicios Profesionales de acuerdo con la normativa del
Colegio de Ingenieros de Venezuela se rige por: Ley de Ejercicio de la
Ingeniería, Arquitectura y Profesiones Afines; Código de Ética,
Reglamento Interno y Manual de Contratación de Servicios; y las leyes
que, de alguna manera directa o indirectamente, regularizan los referidos
servicios.

CIV-Nº
Desde 1922 se empezaron a otorgar los números con los cuales se
identifican en la actualidad los miembros del Colegio de Ingenieros de
Venezuela (CIV Nº___), en todo el territorio nacional. Hasta ese año,
aunque se hablaba de “Miembros de Número” y así aparecía en las
publicaciones del CIV, no había números asignados a sus miembros como
se hace en el presente. Ese año se otorgaron los números del 1 al 8
(agrimensores) sin un carácter obligatorio para todos miembros del
Colegio. Para ese entonces, ni siquiera al Presidente, Ing. Eduardo Calcaño
Sánchez, se le asignó número CIV. Esto hace pensar que dicha numeración,
al principio, era para los agrimensores o los Miembros Colaboradores.
En 1932, diez años más tarde, los números asignados llegaban a 216, para
esta oportunidad la mayoría eran profesionales. Sin embargo, no era una
identificación oficial del CIV, algunos miembros directivos no tenían
números asignados. El Presidente para esa época, Ing. Francisco J. Sucre,
tampoco tuvo número CIV. Hasta los primeros años de la década de los
años 50 en la lista oficial de miembros que aparecía en las publicaciones
del Colegio no se indicaban sus números CIV.
En la publicaciones del CIV “Directorio CIV 1973-74” y “Directorio
Profesional del Colegio de Ingenieros de Venezuela, 1991”, todos los
miembros que aparecen tienen sus números respectivos; por esta razón,
algunos profesionales, que nunca tuvieron número asignados, no aparecen
en dichas divulgaciones, pero siempre fueron miembros activos de la
referida Corporación Profesional.
En 1958 con la Ley de Ejercicio de la Ingeniería, Arquitectura y
Profesiones Afines, como se señaló anteriormente, el Colegio quedó en
libertad para dictar su propio Reglamento. A partir de esta fecha, fue de
carácter obligatorio (hasta 1999) registrar los títulos en el Colegio de
Ingenieros de Venezuela que expiden las universidades nacionales,
públicas o privadas, para poder ejercer las profesiones de Ingeniería,
Arquitectura y Afines (Geólogos, Geógrafos, Físicos, etc., etc.).
Obviamente, conforme con sus normas, para pertenecer al CIV es necesario
inscribirse en él, quien les asigna el número correspondiente y lo identifica
como miembro.
Para ese año (1958) el número de inscritos llegó a 2926.

En enero de 1960 se creó un “Boletín” de circulación mensual y carácter


informativo. Se acordó publicar, cada tres meses, una edición con trabajos
científicos y profesionales.
En 1961, cuando se cumplieron 100 años de la fundación del CIV (1861-
1961), se consumaron una serie de actividades en todo el país coordinadas
con los Centros Regionales y Seccionales. Las revistas del CIV,
correspondientes al año centenario 1961-1962, cubrieron varias reseñas de
hechos históricos y acciones cumplidas.
En el año 2001, el número de inscritos en Colegio sobrepasaba los 130.000
miembros de 135 especialidades diferentes.
ÉTICA
Exceptuando los principios morales que imponen la Ley Natural y la
conducta del Buen Ciudadano, el comportamiento ético de un profesional
será valorado si existe un ordenamiento moral que reglamente su conducta.
El Libertador Simón Bolívar señalaba: “… que haya un tribunal que
condene lo que las leyes no pueden impedir” (Congreso de Angostura
1819).
En Venezuela el control del ejercicio profesional de ingenieros, arquitectos
y profesionales afines, lo ejerce el CIV, que incluye la parte ética del
ejerce: una conducta honrada y técnica al servicio de los que solicitan sus
servicios, que contiene un beneficio personal. El ejercicio profesional y la
ética son inseparables.

El primer Código de Ética Profesional del Colegio de Ingenieros de


Venezuela se promulgó en el año 1950 cuando la Ley de Ejercicio
amparaba a los Ingenieros, Arquitectos y Agrimensores. Este conjunto de
principios y normas fundamentales para el ejercicio honorable de la
profesión debe ser observado y cumplido por los profesionales miembros
del CIV. Tenía 10 artículos y su encabezamiento ha sido el mismo cada vez
que se ha reformado y se han incluido nuevas disposiciones, hasta el
presente: “Se considera contrario a la ética profesional e incompatible con
el ejercicio digno de la profesión para un miembro del Colegio de
Ingenieros de Venezuela”. (Revista-CIV Nº 226. Enero 1955).

En la Asamblea del CIV de fecha 27 de junio de 1957 se revisó el Código


de Ética y se actualizó conforme con las exigencias del momento. Así,
tendría 15 artículos con el mismo comienzo. (Revista-CIV Nº 257. Agosto
1957).

En la Revista-CIV Nº 294 de octubre de 1972, se publicó “Comentarios al


Código de Ética Profesional” preparado y aprobado por el Tribunal
Disciplinario del CIV, 1971-1972. Estas acotaciones se hicieron para los
artículos (15) que tenía el referido Código en ese entonces.

El Ing. Jesús Sanabria, CIV-2780, en un interesante artículo publicado en la


Revista del Colegio de Ingenieros, Nº 364 (1995), sobre <Ética y
Profesión> señala: “El estudio de una rama de la Deontología Profesional
como es la de Ingenieros, no puede dedicarse simplemente a recomendar el
cumplimiento de lo que se apruebe en el Colegio de Ingenieros, ni tampoco
el solo contenido de las leyes civiles, sino que debe referirse a un
comportamiento más profundo. Las normativas que han querido hacerse
sólo con Leyes y Reglamentos, se han encontrado siempre con la
inestabilidad de sus estructuras de valores, porque forman ordenamientos
que casi siempre adolecen de motivaciones, de época, de tendencia, de
política o de interés de grupo, cosa sin consistencia a largo plazo. La Ética
exige mucho más que esto, aunque sólo se refiera a campos profesionales.
Es preciso fundamentar la valoración de los actos en principios más
permanentes.”
El 4 de octubre de 1976 se agregó el artículo 16 y el 27 de junio de 1980, el
artículo 17. Así, el Código pasó a tener 17 artículos.
Conjuntamente con las reglas señaladas en el Código de Ética, el
Reglamento Interno y la Ley de Ejercicio de la Ingeniería, la Arquitectura y
Profesiones Afines, los miembros del CIV deben cumplir con los cánones
que establecen las leyes de la República, fundadas en la Constitución
Nacional, los Códigos Civil y Penal, y en cualesquiera regulaciones que el
Estado establezca a niveles nacional, regional o municipal, que de alguna
manera, directa o indirectamente, rigen el ejercicio de la profesión y
protegen a la sociedad de cualquier abuso, impericia, negligencia u omisión
en que alcanzara cometer un profesional al prestar sus servicios.

El 19 de junio de 1996, con el fin de actualizar y contribuir a un ejercicio


profesional honorable, se reformó el Código de Ética y se agregaron cinco
nuevos artículos.
En la Revista-CIV Nº 367, diciembre de 1996, se publicó el Código con sus
nuevas modificaciones, quedando de la manera siguiente:
Código de Ética
<Se considera contrario a la ética profesional e incompatible con el
ejercicio digno de la profesión para un miembro del Colegio de Ingenieros
de Venezuela;
1º.- Actuar en cualquier forma que tienda a menoscabar el honor, la
responsabilidad y aquellas virtudes de honestidad, integridad y veracidad
que deben servir de base a un ejercicio cabal de la profesión.
2º.- Violar o permitir que se violen las leyes, ordenanzas y
reglamentaciones relacionadas con el ejercicio profesional.
3º.- Descuidar el mantenimiento y mejora de sus conocimientos técnicos,
desmereciendo así la confianza que al ejercicio profesional concede
implícitamente la sociedad.
4º. -Ofrecerse para el desempeño de especialidades y funciones para las
cuales no tenga capacidad, preparación y experiencia razonable, así como
expresarse de sí mismo o anunciarse en términos laudatorios o cualquier
forma que atente contra la dignidad y seriedad de la profesión.
5º -Dispensar por amistad, conveniencia o coacción, el cumplimiento de
disposiciones obligatorias, cuando la misión de su cargo sea la de hacerlas
respetar y cumplir.
6º -Ofrecer, solicitar o prestar servicios profesionales por remuneraciones
inferiores a las establecidas como mínimas por el Colegio de Ingenieros de
Venezuela.
7º -Elaborar proyectos o preparar informes con negligencia o ligereza
manifiestas o con criterio indebidamente optimista.
8º -Firmar inconsultamente planos elaborados por otros y hacerse
responsable de proyectos o trabajos que no estén bajo su inmediata
dirección, revisión y supervisión.
9º.- Encargarse de obras sin que se hayan efectuado todos los estudios
técnicos indispensables para su correcta ejecución, o cuando para la
realización de las mismas se hayan señalado plazos incompatibles con la
buena práctica profesional.
10º.- Concurrir deliberadamente o invitar a licitaciones de estudio y/o
proyectos de obras.
11º.- Ofrecer, dar o recibir comisiones o remuneraciones indebidas y
solicitar influencias o usar de ellas para la obtención u otorgamiento de
trabajos profesionales o para crearse situaciones de privilegio en su
actuación.
12º.- Usar de las ventajas inherentes a un cargo remunerado para competir
con la práctica independiente de otros profesionales.
13º.- Atentar contra la reputación o los legítimos intereses de otros
profesionales, o intentar atribuir injustificadamente la comisión de errores
profesionales a otros colegas.
14º.- Adquirir intereses que, directa o indirectamente, colindan con los de
la empresa o cliente que emplea sus servicios, o encargarse sin
conocimiento de los interesados de trabajos en los cuales existan intereses
antagónicos.
15º.- Contravenir deliberadamente a los principios de justicia y lealtad en
sus relaciones con clientes, personal subalterno y obreros; de manera
especial, con relación a estos últimos, en lo referente al mantenimiento de
condiciones equitativas de trabajo y a su justa participación en las
ganancias
Después, fueron incluidos dos artículos,
16º.- Intervenir directa o indirectamente a la destrucción de los recursos
naturales u omitir la acción correspondiente para evitar la producción de
hechos que contribuyan a deterioro ambiental.
17º.- Actuar en cualquier forma que permite o facilite la contratación con
empresas extranjeras, de estudios o proyectos, construcción o inspección de
obras, cuando a juicio del CIV existía en Venezuela la capacidad para
realizarlos.
18º.- Utilizar estudios, proyectos, planos, informes u otros documentos, que
no sean del dominio público, sin la autorización de los autores y/o
propietarios.
19º.- Revelar datos reservados de índole técnico, financiero o profesionales,
así como divulgar sin la debida autorización, procedimientos, procesos o
características de equipos protegidos por patentes o contratos que
establezcan las obligaciones de guardas de secreto profesional. Así como
utilizar programas, discos, cintas u otros medios de información, que no
sean del dominio público, sin la debida autorización de sus autores y/o
propietarios, o utilizar sin autorización los códigos de acceso de otras
personas, en provecho propio.
20º.- Someter a su cliente o a su empleador a la aplicación de materiales o
métodos en experimentación, sin su previo y total conocimiento y
aprobación o recomendarle servicios no necesarios.
21º.- Hacer o permitir cualquier publicidad no institucional, dirigida a
atraer al público hacia la acción profesional, personal o participar en
programas de televisión, radio u otros medios, que no tengan carácter
divulgativo profesional o que en cualquier forma, atenten contra la
dignidad y seriedad de la profesión. Así como, valerse de posición para
proferir declaraciones en los medios o hacer propaganda de materiales,
equipos y tecnologías.
22º.- Incumplir con lo dispuesto en las “Normas de Actuación Gremial del
CIV>.

Este Código de Ética Profesional se mantiene vigente a la fecha de esta


publicación. Como puede apreciarse reglamenta, desde el punto de vista
moral o ético, a los miembros del CIV en lo que respecta: el ejercicio
profesional, la prestación y la contratación de los servicios profesionales,
que incluyen los honorarios profesionales. La responsabilidad y
obligaciones frente a terceros.
0
Hemos considerado oportuno, para conocimiento de los miembros del CIV,
señalar el contenido del artículo 203 de la Constitución de la República
Bolivariana de Venezuela, que indica: <Son leyes orgánicas las que así
denomina esta Constitución; las que se dicten para organizar los poderes
públicos o para desarrollar los derechos constitucionales y las que sirvan de
marco normativo a otras leyes. Todo proyecto de ley orgánica, salvo aquel
que esta Constitución califique como tal, será previamente admitido por la
Asamblea Nacional, por el voto de las dos terceras partes de los o las
integrantes presentes antes de iniciarse la discusión del respectivo proyecto
de ley. Esta votación calificada se aplica también para la modificación de
las leyes orgánicas. Las leyes que la Asamblea Nacional haya calificado de
orgánicas serán remitidas antes de su promulgación a la Sala Constitucional
del Tribunal Supremo de Justicia, para que se pronuncie acerca de la
constitucionalidad de su carácter orgánico. La Sala Constitucional decidirá
en el término de diez días contados a partir de la fecha de recibo de la
comunicación. Si la Sala Constitucional declara que no es orgánica la ley
perderá este carácter. Son leyes habilitantes las sancionadas por la
Asamblea Nacional por las tres quintas partes de sus integrantes, a fin de
establecer las directrices, propósitos y marco de las materias que se delegan
al Presidente o Presidenta de la República con rango y valor de ley. Las
leyes habilitantes deben fijar el plazo de su ejercicio>.

Fundaciones

Instituto de Mejoramiento Profesional


La Fundación Instituto de Mejoramiento Profesional FIMP fue instaurada
en el año 1972 como una entidad privada sin fines de lucro, con
personalidad jurídica propia, para prestar un servicio público a los
profesionales de la ingeniería y la arquitectura. La FIMP está ubicada en un
lugar céntrico de la ciudad y de fácil acceso, frente a la salida de la estación
Colegio de Ingenieros del Metro de Caracas. Disponemos en nuestro
Edificio Sede, de cómodas instalaciones que incluyen aulas especialmente
diseñadas para facilitar el proceso de aprendizaje, laboratorio de
microcomputadoras con acceso a Internet, salones de usos múltiples,
auditorio y estacionamiento privado. (CIV. 131º Aniversario).

Juan José Aguerrevere


La Fundación Juan José Aguerrevere fue creada el 30 de mayo de 1973 y
constituye el Órgano divulgativo de ciencia y tecnología y Fondo Editorial
del Colegio de Ingenieros de Venezuela. Es una entidad autónoma sin fines
de lucro y con personalidad jurídica propia, que tiene como objetivo
fundamental la divulgación del conocimiento científico y tecnológico de la
Ingeniería, Arquitectura y Profesiones Afines, contribuyendo así al
mejoramiento continuo de los profesionales del área, y dando a conocer los
resultados de desarrollo continuo y permanente de los conocimientos,
técnicas, procedimientos, proyectos a todo el colectivo nacional. Desde su
creación, la actividad de la fundación ha estado orientada
fundamentalmente a la edición de la Revista del Colegio de Ingenieros de
Venezuela y la divulgación de obras técnicas de interés para el sector de la
Ingeniería, Arquitectura y profesiones Afines, entre otras actividades.
(Ídem).

Juan Manuel Cagigal


La Fundación Juan Manuel Cagigal se constituye el 22 de mayo de 1973 y
se registra en el Acta N° 52 de la Junta Directiva Nacional del Colegio de
Ingenieros, presidida entonces por el Ing. Antonio Julio de Guruceaga. En
esta misma oportunidad se aprueba el Acta Constitutiva y su Reglamento,
La dirección de la misma estaba constituida por un Consejo Consultivo
integrado por el Presidente del CIV en ejercicio y 10 personas y durarían 5
años en sus funciones. La Junta Directiva Nacional, en reunión de fecha 28
de febrero del año 2000, designa a la Junta Directiva de la Fundación, la
cual estaría compuesta por tres Directores y un Presidente, éste se ocuparía
de la Administración y funciones de acuerdo con la Cláusula Décima de
dicho Reglamento. (Ídem).

FONPRES-CIV
La fundación “Fondo de Previsión Social de los Ingenieros, Arquitectos y
Afines”, que para su identificación podrá usar además las siglas
FONPRES-CIV, es una institución sin fines de lucro, apolítica, con
personalidad jurídica y patrimonio propio, con capacidad de realizar todos
los actos de naturaleza civil o mercantil que sean necesarios o condecentes
al cumplimiento de sus fines y se rige por esta Acta Constitutiva- Estatutos
y las disposiciones correspondientes del Código Civil. Fue constituida el 23
de agosto de 1984. (Ídem).

OCEPRO
Es la oficina Coordinadora del Ejercicio Profesional, órgano del Colegio de
Ingenieros de Venezuela cuyo objeto es velar por el ejercicio legal de la
Ingeniería, Arquitectura y Profesiones Afines, que se rige por la Ley de
Ejercicio, el Código de Ética, reglamentos y demás leyes que sustenten
nuestra profesión.
La junta directiva del Colegio de Ingenieros de Venezuela, en conjunto con
los Presidentes de Centros y Seccionales, durante su reunión Nº CXVI del
24 de agosto de 1994 aprobó un Reglamento para las Oficinas
Coordinadoras del Ejercicio Profesional (OCEPRO) en cada estado del
país. Sus objetivos principales son:
1. Supervisar el ejercicio profesional emitiendo un documento denominado
“CERTIFICADO DE EJERCICIO PROFESIONAL”.
2. Verificar la inscripción de los profesionales en el CIV.
3. Velar por la condición de solvencia.
4. Constatar que se ejerza la profesión en correspondencia con la formación
académica y experiencia profesional.
5. Velar porque los Organismos Nacionales, Estadales, Municipales y el
Sector Privado cumplan todo lo relativo al ejercicio profesional en obras,
servicios y cualquier actividad relacionada al mismo, bajo la jurisdicción
correspondiente.
6. La obligación del libro de obra (Ley 1417 Artículos 16 y 45 letra “o”).
7. Velar por la aplicación de aranceles de Honorarios Mínimos (Art. 25 Ley
de Ejercicio y Art. 16 Código de Ética).
8. Velar por la aplicación del Decreto Ley No. 1417 relativo a las
Condiciones Generales de Contratación de Obras en especial la aplicación
del Art. 21.
9. Velar porque todos los documentos de ejercicio legal sean avalados por
la firma, y sello húmedo, indicando: Nombres, Apellidos, N° del CIV y
especialidad del profesional responsable de los mismos.
Además, todo lo necesario para el cumplimiento de las leyes y reglamentos
dispuestos por la Junta Directiva Nacional y demás órganos nacionales y
locales del CIV competentes en la materia, con la prestación de un servicio
profesional idóneo y de calidad en cada una de las especialidades.

El funcionamiento de OCEPRO en el CIDEZ lo veremos en la parte


correspondiente a este Centro regional. Igualmente en la Seccional CIV-
COL.

El Colegio de Ingenieros de Venezuela está representado en la región


zuliana por el Centro del Ingenieros del Estado Zulia, con sede en
Maracaibo; la Seccional de la Costa Oriental del Lago de Maracaibo, sede
en Lagunillas; y la Seccional Sur del Lago de Maracaibo, sede en Santa
Bárbara del Zulia.

Para finales del mes de agosto de 2011 número de inscritos en el CIV era
de 219600 profesionales de las distintas disciplinas.

Presidentes del CIV

Juan José Aguerrevere (1861/1867), José María Hernández (1867/1869),


Agustín Aveledo (1869/1881), Manuel María Urbaneja (1881/1888),
Agustín Aveledo (1888/1895), Jorge Nevett (1895/1897), Jesús Muñoz
Tébar (1897/1899), Agustín Aveledo (1899/1922), Eduardo Calcaño
Sánchez (1922/1923) Germán Jiménez (1923/1925), Manuel Felipe Herrera
Tovar (1925/1927), Luis F. Calvani (1927/1928), Ciro Vázquez C.
(1928/1929), Santiago Aguerrevere Michelena (1929/1930), Vicente Luna
(1930/1931), Francisco J. Sucre (1931/1932), Edgar Pardo Stolk
(1932/1933), Eduardo Calcaño (1933/1935), Enrique Jorge Aguerrevere
(1935/1937), Francisco J. Duarte (1937/1939), José Sanabria (1939/1941),
Luis E. Chataing (1941/1942), José Sanabria (1942/1943), Edgar Pardo
Stolk (1943/1945), Alberto Olivares (1945/1946), Eduardo Arnal
(1946/1948), Santiago Hernández Ron (1948/1949), Guillermo Machado
González (1949/1950), Pedro Emilio Herrera (1950/1951), Blas Lamberti
(1951/1953), Eduardo Arnal (1953/1954), Pascual Paoli Chalbaud
(1954/1956), Pedro Pablo Azpurua (1956/1957), Armando Vegas S.
(1957/1958), Gustavo Pérez Guerra (1958/1959), Héctor Hernández
Carabaño (1959/1960), Irwin Perret Gentil (1960/1961), Andrés Sucres
Eduardo (1961/1963), Justo Pastor Farías (1963/1965), Julio Sosa
rodríguez (1965/1666), Arnaldo Ron Pedrique (1966/1967), Eduardo
Acosta Hermoso (1967/1968), David Darío Brillembourg (1968/1970),
Guillermo Bello (1970/1972), Antonio Julio de Guruceaga (1972/1973),
Hugo Negrette (1973/1974), Román Pacheco Vivas (1974/1975 y
1975/1977), Roberto Chang Mota (1977/1979), José Luis García González
(1979/1981), Carmelo Eduardo Medina (1981/1983), César Quintana
Romero (1983/1986), Freddy Milano (1986/1987), Vicente E. Pérez
Cayena (1987/1988), Antonio Montbrun Itriago (1988/1989), Mabelly de
León Ponte (1989/1991), Herbert Lynch Blackman (1991/1993), Orlando
Peñaloza (1993/1995), Tito Herrera (1995/1997), Miguel Hernández
(1997/1999), Adolfo Miquilena (1999/2004), Enzo Betancourt (2004-2011)

REFORMA DE LA LEY DE EJERCICIO DE LA INGENIERÍA,


ARQUITECTURA, Y PROFESIONES AFINES

El 5 de junio de 2008 se presentó a la consideración de la Asamblea


Nacional de la República Bolivariana de Venezuela el “Informe para
primera discusión del Proyecto de Reforma de la Ley de Ejercicio de la
Ingeniería, Arquitectura y Afines”, redactado por el diputado Rafic Souki y
del cual hemos tomado los párrafos siguientes.

“Exposición de motivos
Con la entrada en vigencia de la Constitución de la República Bolivariana
de Venezuela el 1° de Enero del año 2000, se ha diferenciado la historia
democrática y republicana con el antes y después de esta importantísima
fecha la cual ha marcado un nuevo camino en el acontecer económico,
político, social y jurídico del estado venezolano para beneficio de todos los
que en ella habitan tanto nacionales como extranjeros. Como carta magna
que es, nuestra constitución marca el rumbo de todas y cada una de las
leyes existentes y las que de ella se deriven por lo que el arduo trabajo
legislativo en cuanto a la adecuación de aquellas leyes que coliden con sus
postulados y principios ha sido apremiante amén de la creación de otras
que recojan el espíritu, propósito y razón por los cuales fue desarrollada
dicha constitución. La vigente Ley de Ejercicio de la Ingeniería,
Arquitectura y Profesiones Afines cuya existencia data desde el 1° de
Enero del año 1959 no podía excluirse de los vientos de cambio que trajo
consigo la nueva constitución por lo que muchos de sus artículos deben ser
modificados para colocar este instrumento normativo al servicio de las
necesidades que reclaman hoy en día los profesionales en ella reflejados así
como también la calidad y el desarrollo técnico del producto intelectual
que de estos emanan para estar al servicio del pueblo venezolano y la
nación en general como el más legítimo destinatario de tan importante
expresión intelectual y así contribuir en la definitiva solución de los
problema técnicos que la agobian y que sean de absoluta competencia de
los ingenieros y arquitectos”.
El informe expresa que esta reforma contempla la modificación de 55
artículos y que pretende, además, el mejoramiento profesional y académico
de los agremiados. Garantizando el ejercicio legal de la ingeniería y la
arquitectura, así como descentralizar la actividad gremial mediante la
Federación o sea, la Confederación de Colegios de Ingenieros, Arquitectos
y Profesionales afines: con una Oficina de Atención a la Comunidad para el
asesoramiento técnico a los consejos comunales. Y añade:
“Proceso de consulta
Desde el mes de marzo del 2006 se abrió un debate nacional al convocarse
a los colegas ingenieros y arquitectos de todos los estados del país a
considerar los aspectos fundamentales que afectaban el ejercicio de la
ingeniería y la arquitectura y por ende a los profesionales de estas áreas del
conocimiento. Se tocaron temas como el ejercicio ilegal de la profesión, el
desempleo de los agremiados, la masificación, la desvinculación con las
comunidades por lo que se llegó en ese momento a la conclusión (entre
otras) de que era imperante modificar la vetusta ley del ejercicio de la
Ingeniería, arquitectura y afines la cual no recoge los verdaderos intereses
de los agremiados, sus familias, la comunidad y por ende la nación. Por
tanto, a partir de entonces se abrió un proceso nacional de consulta por
cada estado para comenzar la discusión y desarrollo del proyecto de
reforma de la ley del ejercicio de la ingeniería, arquitectura y afines que
buscara tanto regular como subsanar las desviaciones que en materia social
presenta dicha ley por lo que luego de varias presentaciones en todo el
país, siendo la última en Guanare, Edo. Portuguesa el 26 de agosto del
2006, se presentó este proyecto de reforma de ley no como definitivo sino
como borrador para seguir siendo alimentado de las diversas opiniones y
criterios que a bien pudieran contribuir. Es por eso que hoy, mas
enriquecido que antes, este proyecto de reforma de ley lo sometemos a su
consideración y al perfeccionamiento que le ocasionará el parlamentarismo
de calle, novedoso y revolucionario procedimiento para promulgar los
reglamentos que en realidad sean útiles a la sociedad en general y que
verdaderamente se necesitan”.

En la plenaria de la Asamblea Nacional, 10 de junio de 2008, se aprobó en


primera discusión la Reforma de la Ley de Ejercicio de la Ingeniería,
Arquitectura y Profesiones Afines, presentada por la Comisión de
Desarrollo Social, que bajo sus observaciones se actualizaría esta
normativa que data de 1959, a fin de mejorar la calidad de vida de estos
profesionales.

Unos días más tarde, la mayoría de los directivos del Colegio de Ingenieros
de Venezuela objetaron el referido proyecto a través de un comunicado que
expresa sus puntos de vista y concluye: "Nos declaramos en emergencia en
la defensa de los mayores intereses democráticos y para aspirar y luchar
porque realmente salga del seno de la Asamblea Nacional, una reforma de
ley, producto de los más altos planteamientos ideológicos de diferentes
instituciones y colegas, pero que sea producto de la más amplia discusión
en el seno del parlamento; del Colegio de Ingenieros de Venezuela, en el
seno de los centros y seccionales del CIV en todo el país, y que producto
de esa gran discusión, salga un instrumento que acojan los miembros de la
AN y el propio presidente Chávez para que definitivamente nuestra ley sea
producto del consenso de las ideas, para que de esa manera podamos tener
la mejor de las leyes en los años por venir".

A la fecha, en la Asamblea Nacional no se ha vuelto a discutir el proyecto


de REFORMA DE LA LEY DE EJERCICIO DE LA INGENIERÍA,
ARQUITECTURA, Y PROFESIONES AFINES.

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