Tercer Examen Protocolo
Tercer Examen Protocolo
Tercer Examen Protocolo
Ceremonial: es un acto oficial que se lleva a cabo en los países con la participación de jefes de
Estado, soberanos, altas autoridades del gobierno, agentes diplomáticos y de organizaciones
internacionales, de acuerdo con el principio de igualdad jurídica y recíproca de los Estados.
El ceremonial, se relaciona con el ambiente en el cual tienen lugar las relaciones pacíficas entre
los Estados, de tal modo que se cree y acondicione debidamente. El protocolo codifica las
normas que preceden al ceremonial, normas que son destinadas a asignar a cada quien las
prerrogativas e inmunidades correspondientes, según su derecho.
En realidad, el ceremonial trata del elemento orden, creado para evitar fricciones y resolver las
divergencias que pudieran surgir del encuentro de las vanidades humanas.
El ceremonial refleja las tradiciones de trato social de cada país, sus hábitos y su concepción de
la “etiqueta” y, como es de esperarse, varía de un país a otro. El ceremonial podrá sufrir
modificaciones, pero de ninguna manera podrá ignorarse o desecharse, ya que demostraría una
falta de respeto a los países que hicieran uso de esta costumbre internacional.
El fin principal del ceremonial es fijar la precedencia de las autoridades oficiales, nacionales y
extranjeras. Los usos y las costumbres atribuyen a determinados lugares mayor importancia
que a otros, haciendo así indispensable que se distribuyan estos lugares según la mayor o menor
categoría de las personas presentes.
El lugar de honor, empero, varía según se trate de ceremonias a las que se asiste sentado, de
pie o marchando. Ordinariamente, el lado derecho se considera superior al lado izquierdo. Esta
regla sufre una excepción en la Iglesia Católica, donde el lugar de honor es la “córnu evangeli”
del Altar Mayor, a la izquierda del Presbiterio o de la nave.
El ceremonial y su división
El Ceremonial de Estado atiende a las diversas manifestaciones de cortesía que se tengan los
jefes de Estado entre sí, en todas las ocasiones en que ellas se den (felicitaciones, condolencias,
etc.), a las distinciones (condecoraciones), o presentes que se otorguen; a las precedencias que
deban utilizarse en las ceremonias entre los personajes representativos de diferentes Estados;
a la programación y organización de visitas oficiales que se realicen y, en general, a todo cuanto
se relacione con la práctica que impone el ceremonial que directamente les incumbe en su
calidad de máximos jerarcas.
Entre las situaciones enumeradas tiene especial relevancia la transmisión de poderes, ocasión
solemne cuyo ceremonial en varios países se encuentra ampliamente reglamentado, mientras
que en otros se aplica sólo el derecho consuetudinario.
En el caso particular de Honduras, el Reglamento del Ceremonial, debe ser actualizado ya que
data de 1950, incluso anterior a la Convención de Viena sobre Relaciones Diplomáticas de 1961.
Lo que ha provocado que se cometan errores al momento de aplicar el Protocolo; en este caso
particular, al ordenar a las personas, vemos como el Presidente anfitrión (Don Manuel Zelaya
Rosales) tiene a su izquierda al Presidente Invitado (Rafael Correa), quien debiera estar situado
a la derecha del Presidente Zelaya:
o Ministros de Estado
Una invitación del jefe de Estado a una entrevista, o cualquier género de actos sociales, ya sea
de tipo personal como oficial, constituye para un extranjero, investido de carácter representativo,
un honor y una distinción. Sólo los motivos más evidentes de imposibilidad física podrían excusar
la falta de comparecencia, que de otro modo pasaría a constituir una ofensa que podría acarrear
graves consecuencias.
a presencia de un jefe de Estado extranjero en otro Estado se produce por variadas razones,
dentro de las que se pueden citar:
o Tránsito.
Por ser lo mismo, pues una visita es un viaje, utilizaremos solamente el término “visitas”.
Clases de visitas:
Visitas de Estado
Visitas de trabajo
Visitas privadas
Incluye por lo tanto, a todos los tipos o clases de jefes de Estado (Reyes y presidentes de la
República, sean o no jefes del Poder Ejecutivo).
En consecuencia, la visita de Estado (State visit, en inglés; Visite d’Etat, en francés),
constituye el máximo nivel de visitas oficiales.
Visitas de trabajo: es la visita oficial que un jefe de Estado, que al mismo tiempo es jefe
del Poder Ejecutivo, realiza en su condición de jefe del Poder Ejecutivo, a otro país, por
invitación de su jefe de Estado si es también jefe del Poder Ejecutivo; o de su jefe de Estado
en nombre de su Primer Ministro o presidente del Gobierno, si no lo es.
Visita privada: es la visita de carácter privado, que un jefe de Estado, por cualquier razón
(ver un familiar, pasar unos días de vacaciones con absoluta privacidad, recibir un doctorado
Honoris Causa, etc.), lleva a cabo a otro país.
Invitación
En el área “oficial”, el que invita ha de tener igual o superior nivel que el invitado, nunca un nivel
inferior. Esto explica lo expresado sobre la invitación a una visita de trabajo, que un jefe de
Estado, que no lo es del Ejecutivo, realiza en nombre de su Primer Ministro o presidente del
Gobierno, a otro jefe de Estado, que sí lo es.
En este tema, únicamente entraremos a explicar con detalle las dos visitas oficiales que puede
realizar un jefe de estado: la visita de estado y la visita de trabajo.
En relación a todas las visitas/viajes oficiales, existe un principio o criterio del Protocolo
Internacional, según el cual, el anfitrión (sea Estado, Gobierno o institución) propone, organiza,
dirige y gestiona el programa de actividades. Como es natural, siempre en estrecha coordinación
con el invitado.
El programa de actividades consta siempre de lo siguiente:
Es importante que ustedes tengan conocimiento de los pasos a seguir en la preparación del
programa de visita oficial del Jefe de Estado, a continuación detallamos los mismos:
1. Fijada la fecha de la visita, unos dos o tres meses antes y por la vía diplomática,
el Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado anfitrión propone un
anteproyecto de programa.
2. Por la misma vía (a veces, con un repetido “ida y vuelta”), dicho anteproyecto es
modificado según los deseos expresados por el Ministerio de Relaciones
Exteriores del Estado invitado, hasta llegar al proyecto definitivo.
La delegación preparadora
Oscilando entre cinco y diez personas, está formada del siguiente modo:
o Protocolo
o Protocolo
o Seguridad
o Comunicaciones
o Prensa
o Un ayudante (de los que efectuarán el viaje dado el enorme trabajo)
Con los naturales criterios de ahorro, algunos países, y para estos tipos de viajes/visitas, utilizan
funcionarios multidisciplinarios, de tal modo, que, por ejemplo, el encargado de hospedajes
también lo es de equipajes y transporte.
Existe la tendencia generalizada de recargar los programas. ¿Por qué? Porque ambos jefes de
Estado, a través de los “medios”, proyectan a la opinión pública la imagen positiva, de que
aprovechan el tiempo y el costo de la visita, haciendo el máximo de cosas.
Hay que tomar en cuenta, la necesidad de prever tiempo suficiente para que el jefe de
Estado invitado y su séquito puedan:
o Descansar.
o Prepararse para las siguientes actividades, del día y las del día siguiente
(discursos, conversaciones, etc.)
o Recibir personalidades y
El efecto “domino”: si por la mañana hay excesivas actividades, un retraso de diez minutos
en la primera o segunda actividad, incrementándose paulatinamente en las siguientes, puede
sumar un retraso de hasta una hora, provocando de esa manera que en la última actividad,
inaceptable siempre; sobre todo tratándose de una comida sentada, se produjera tanto tiempo
de retraso, pues los invitados estarían expectantes a la llegada con demora de los jefes de
Estado.
1. El séquito oficial
Si el jefe de Estado invitado, es un monarca, se denomina “séquito real”. Encabezado
en general por el Ministro de Asuntos Extranjeros, está formado por las principales
autoridades y personalidades acompañantes del jefe de Estado invitado. Por evidentes
razones, siempre están incluidos el jefe de Protocolo, el de Seguridad del jefe de Estado
invitado, sus dos ayudantes y su médico. Este séquito acompaña al jefe de Estado
extranjero en todas sus actividades oficiales.
2. El séquito técnico
Se encuentra integrado por cargos de segundo nivel y funcionarios especializados de la
Casa del jefe de Estado extranjero, del Ministerio de Relaciones Exteriores y de otros
ministerios, según los casos; además de prensa y seguridad.
3. El séquito de servicio
Como su nombre indica está integrado por personal de servicio: ayuda de cámara,
doncella, peluquero, etc.
De estos séquitos, el único que figura en el Programa editado de la visita es el séquito oficial.
Luego de conocer cómo se dividen los séquitos, les invito a que conozcan cual es el tiempo
adecuado de una visita de Estado así como el programa a desarrollar.
En general, suele ser de tres días, aunque dependiendo de las circunstancias geográficas, etc.,
puede ser de dos o cuatro días. Sin embargo, en ocasiones, por las múltiples ocupaciones de un
Jefe de Estado y la cercanía geográfica de su país con el que visita, el viaje puede durar horas
(8 o 10 horas). En otras ocasiones cuando la distancia geográfica es enorme (viajar entre
continentes), estos viajes suelen ser más largos y se aprovecha para visitar varios países a la
vez. Tengan presente siempre: no es lo mismo que el Presidente de Honduras visite a su
homologo de El Salvador, a que visite al Presidente de la República de China (Taiwán).
El programa editado
En toda visita oficial, comenzando por las de Estado, es necesario ser realista y prácticos,
buscando siempre su eficacia. El programa editado, que “todos” utilizan ha de ser un “folleto”, o
“mini-librito” de bolsillo, que diga lo necesario, que sea útil, y nada más. Nada de esos programas,
verdaderas “joyas bibliográficas”, que sólo sirven para la biblioteca.
2. Visitas de trabajo
Su contenido, como indica su nombre es trabajar con el Primer Ministro o presidente del Gobierno
y ministros, etc., del país anfitrión. Usualmente, el Jefe de Estado anfitrión suele ofrecerle un
almuerzo o cena en su residencia, que puede ser “en familia”, digamos, o incluyendo al propio
Primer Ministro o Presidente del Gobierno, y alguien más.
Fuente: Souza
Fuente: Souza
Contenido de la invitación
La invitación se inicia a la llegada del invitado al territorio del país anfitrión. Se termina, al
abandonarlo. Es realizada: al jefe de Estado invitado y su cónyuge, más el séquito oficial.
Comprende:
Transporte de las personas y sus equipajes, terrestre y aéreo, en el territorio del país
anfitrión.
Las “comunicaciones” dentro del territorio del país anfitrión. No comprende: el costo del
uso del teléfono “punto a punto”, también denominado “teléfono rojo”, y las
comunicaciones telefónicas, faxes, correo electrónico, etc., “hacia fuera”.
Transporte de las personas y sus equipajes, terrestre y aéreo, en el territorio del país
anfitrión.
Reservas de alojamiento.
Asimismo el país anfitrión facilita, a los medios acompañantes del jefe de estado
invitado y a los restantes medios:
Transporte de las personas, más el equipaje y los implementos necesarios para las
actividades a desarrollar.
Reserva de alojamiento.
Conjunto de normas y usos aceptados por la comunidad internacional, que regula las actividades,
actos y ceremonias, ya sea de manera individual o colectivamente, entre los Estados y Cuerpo
Diplomático, las Misiones Diplomáticas entre sí y las Organizaciones Internacionales y de estas
Organizaciones entre sí, consecuencia de las relaciones diplomáticas.
El presidente Rafael Correa y el embajador de Honduras en Ecuador, Rafael
Murillo Selva
Fuente: flickr
El orden de su colocación en las diferentes ceremonias a las que ellos tengan que asistir.
Regula sus contactos con las autoridades y altos dignatarios locales y con los
representantes de los demás Estados.
Ajustándose al orden de precedencia en los actos oficiales, a los que concurran los altos
funcionarios del Estado, el Cuerpo Diplomático y de Organizaciones Internacionales al
mismo tiempo.
Embajadores
Se trata de un funcionario diplomático del más alto nivel, a cargo de una Misión diplomática, que
puede o no pertenecer al Servicio Exterior de su país. Clasificaciones, es decir, diferentes tipos
de embajadores:
Pronuncio, es un jefe de misión de la Santa Sede del mismo nivel que el Nuncio y que
también corresponde a un Embajador, pero que se desempeña en un país que no
reconoce al representante de la Santa Sede el rango de Decano del Cuerpo Diplomático,
Cualquiera que sea su antigüedad en el país, jamás llegará, en consecuencia, a ser
Decano.
Encargados de negocios
Encargado de Negocios, a.i., (ad ínterin). Como indica su nombre, en ausencia del
embajador por estar de permiso, por enfermedad o por vacancia (el embajador ha
cesado, se ha marchado y todavía no ha llegado el nuevo), el segundo en jerarquía o
precedencia de la Embajada, asume interinamente la jefatura de la misión diplomática.
Aunque lo sea de carácter interino, es un auténtico Jefe de Misión
Embajador
Ministro
Ministro Consejero
Consejero
Primer Secretario
Segundo Secretario
Tercer Secretario
Haremos especial mención de la Sección de Defensa, ya que tienen un protocolo especial para
su asignación. Esta área de la Misión Diplomática, está a cargo de personal militar activo
perteneciente a las Fuerzas Armadas de su país. Dependen de su respectivo Ministerio de
Defensa y sus Fuerzas Armadas, con los cuales se comunican directamente. Sus miembros
toman el nombre de:
En la mayoría de los casos, son secundados eventualmente por Agregados Adjuntos y personal
administrativo, que pertenece casi siempre al mismo servicio. En el siguiente vídeo, pueden ver
las actividades que realizan los agregados militares vistiendo sus uniformes de gala participando
en eventos diplomáticos como cualquier funcionario que ostente dicha categoría (diplomática).
Forman parte del personal diplomático de la Misión, aun cuando eventualmente tengan una sede
separada de la misma, no pertenezcan al Ministerio de Relaciones Exteriores, ni sean
remunerados por éste.
Agregados Militares, acreditados en Uruguay
Personal de servicio
Este personal está constituido por todos aquellos que, dentro de una misión diplomática,
pertenecen al servicio doméstico de la misma. Esto es, sus funciones deben ser desempeñadas
para la Misión, pero no para sus miembros. En tal caso se encuentran los porteros, jardineros,
cocineros, aseadores, mensajeros, etc.
Los miembros de la familia de los agentes diplomáticos, incluyendo las del Jefe de
Misión, como del personal diplomático de la misma.
La carta credencial propiamente dicha, que presenta y acredita al nuevo embajador y las
Copias de Estilo o copia de la carta credencial, para presentarlas al Ministro de
Relaciones Exteriores, quien introduce o presenta al Embajador ante el Jefe del Estado
receptor.
A continuación podrán apreciar con lujo de detalles cómo se presentan las cartas credenciales
de un Embajador en España, realmente se trata de una ceremonia solemne.
El cuerpo diplomático
En la comunidad internacional existen dos sistemas de elección del decano y vicedecano del
Cuerpo Diplomático:
El cuerpo consular
A diferencia del Cuerpo Diplomático, el Cuerpo Consular no está reconocido por el Derecho
Internacional. Es una asociación sui generis de los cónsules existentes en una determinada
ciudad, para la relación protocolaria de éstos entre sí y con las autoridades locales, con relación
a los eventos y ceremonias de carácter general.
Posee también un decano y un vicedecano por un tiempo que oscila entre dos y tres años; y su
sistema de elección suele ser el siguiente: el decano es el cónsul general de carrera más antiguo
y el vice decano, el cónsul general honorario, igualmente más antiguo; que rotan entre sí.
Cónsul honorario: es un nacional del Estado acreditante, del Estado receptor o de un tercer
Estado, con residencia legal en el distrito consular que corresponda, si es un nacional del estado
receptor o de un tercer Estado, previamente necesita la autorización del estado receptor, para
poder aceptar el cargo.
Cónsul general
Cónsul
Cónsul adjunto
Agente consular
Condecoraciones
Señalaremos ahora lo que se utiliza y acostumbra en Honduras. Existe una condecoración que
se equipara a las tradicionales reconocidas en sus cinco grados; no obstante, reviste alguna
diferencia en cuanto a los grados. Así tenemos que por Decreto No.12 del 11 de enero de 1954,
se instituye la Condecoración de la Orden de Morazán.
Gran Oficial;
Comendador;
Oficial;
Caballero.
En estos casos, los funcionarios deben abandonar el país en un tiempo prudencial, durante el
cual continuarán gozando del estatuto de privilegiado, de que habían venido siendo sujetos,
durante su misión en ese país.
Cuando se trate de cualquier otro miembro del personal de la misión, que haya cometido una
falta en disgusto a las autoridades de ese Estado, podrá ser declarado persona no aceptable y
el Estado receptor, estará en la facultad de pedir al acreditante su retiro del país o la suspensión
de sus labores en la misión. La cortesía y práctica internacional aconsejan que tal petición se
satisfaga.
Lista diplomática
Lutos oficiales
Son aquellos causados por la muerte del Jefe de Estado, por la de alguna alta personalidad del
gobierno o por alguna situación sumamente grave, cualquiera de los países con que se
mantengan relaciones diplomáticas; deben ser comunicados por el jefe de la misión al Ministerio
de Relaciones Exteriores de su país con el propósito de que se tomen las medidas protocolarias
ante el país que haya sufrido algún percance.
Cuando el suceso es en el país del jefe de misión, éste deberá comunicarlo oportunamente al
Ministerio de Relaciones Exteriores del Estado receptor, y en dicha comunicación deberán
mencionarse las actividades que se llevarán a cabo en esa representación diplomática para que
las personas que quieran presentar sus condolencias, puedan asistir, además de colocar a media
asta las banderas nacionales, en los recintos oficiales de que se trate.
Las comunicaciones pueden dirigirse también al decano del cuerpo diplomático, quien, de igual
forma, lo hará del conocimiento de todos los jefes de misión acreditados en el país.
El Jefe de Misión observará estrictamente las disposiciones del protocolo al respecto, que le
serán transmitidas por el Decano; generalmente deberá izar la bandera a media asta en la sede
de su representación durante los días en que oficialmente se haya decretado luto y suspenderá
toda recepción o acto social que se hubiere acordado durante esos días.
Al ocurrir el fallecimiento del Jefe de Misión, el funcionario de mayor rango en la misión será el
que asuma, automáticamente, la dirección de la representación diplomática como Encargado de
Negocios, a.i. Le corresponde al Ministerio de Relaciones Exteriores de su país, acreditarlo en
forma oficial. A este funcionario, le corresponde organizar los funerales junto con las autoridades
del gobierno en donde se encontraba acreditado el jefe de misión y con la participación del
decano del cuerpo diplomático.
Los honores fúnebres que se tributan a los agentes diplomáticos extranjeros fallecidos en el
ejercicio de sus funciones, son fijados por el protocolo local, de acuerdo con la categoría del
agente fallecido.
Escolta
Regula las diferentes formas que deben revestir los documentos y piezas diplomáticas de toda
índole. No sólo se refiere a los tratados genéricamente, sino también a los despachos, notas y
diversas formas escritas del ministro público con sus mandantes, con el Estado que le recibe,
con sus colegas, con otros países e incluso con particulares.
Establece de igual forma, los títulos o tratamientos, encabezamientos y despedidas que figuran
es esos textos. La precedencia no sólo se refiere al orden de colocación física de las personas,
sino también al orden en que los representantes de los países deben firmar documentos
internacionales.
Los convenios
La firma de convenios
La firma de convenios constituye otro de los actos clásicos en el protocolo actual. Generalmente,
se hace pública la firma para contribuir a su difusión general y dar cuenta del resultado final de
las negociaciones. Es el acto en el que dos o más partes suscriben y hacen suyo un documento
mediante firma privada o pública, es decir, con presencia de otros invitados o sin ella.
Por ello, estos actos suelen ser de tono positivo, amable, afable, distendido y por lo general
diseñados para los medios de comunicación o para un sector de público reducido. La firma de
convenios puede llevarse a cabo mediante varias fórmulas, pero las más habituales son dos:
1. Convenio simple: firma pública de tantos ejemplares como firmantes, con intercambio
de las mismas.
Tras la firma, es habitual el intercambio de carpetas y el apretón de manos como símbolo del
éxito alcanzado y de la satisfacción conseguida. Este tipo de acto es el indicado hasta un máximo
de cuatro firmantes; más no, dado que el sistema se complicaría mucho.
De acuerdo al programa antes mencionado, el proceso de la firma tiene en cuenta los siguientes
criterios:
2. Los firmantes permanecen escuchando la lectura del texto (completo si fuera breve
o resumido si fuera largo, citando al acabar, los nombres de los firmantes). La persona
que lee el texto, se colocará de pie, al lado de la presidencia, pero mirando hacia el
público y los firmantes, con la ayuda de un atril y un micrófono. Tras la lectura, se retirará.
En ese momento, los ayudantes de cada uno de los firmantes se aproximarán desde atrás a la
mesa y abrirán al mismo tiempo las carpetas. Irán pasando folio a folio, indicando en cada
momento dónde se ha de firmar, por regla general en el margen izquierdo en todas las hojas, a
excepción de la última que se hará en el espacio reservado a tal fin (firma auténtica).
La misión de los ayudantes es conseguir que los firmantes vayan al mismo ritmo y terminen a la
vez. Los ayudantes habrán de rubricar con discreción y por la parte más próxima al extremo de
la mesa, dejando el espacio central libre (muy indicado para uso de imagen corporativa), de
acuerdo al siguiente gráfico:
3. Tras la firma del primer ejemplar, los ayudantes cerrarán la carpeta que contiene el
documento. Se la tomará y por detrás se la intercambiará con el otro ayudante. De nuevo
pondrán las carpetas sobre la mesa y repetirán la operación. Tras la firma, el ayudante
cerrará la carpeta y la dejará frente al firmante, retirándose a continuación.
Seguidamente, los firmantes se pondrán de pie con la carpeta en la mano izquierda. Se
intercambiarán la carpeta y posteriormente se saludarán con la mano derecha. Tras ello,
se sentarán y comenzarán los discursos por el orden correspondiente
4. Si hubiera cuatro firmantes, el esquema operativo sería el siguiente: primer paso, los
dos de cada lado se intercambian entre sí las carpetas; segundo paso, los dos
ayudantes situados en el centro toman del ayudante más próximo de su extremo la
carpeta, y junto con la suya, se intercambian ambas, dando una de ellas al ayudante
del extremo; tercer paso, los dos ayudantes de cada lado se intercambian las carpetas.
8. Si a la firma de este tipo de convenios acudiera una alta autoridad, ésta ocuparía el
asiento central o en cualquier caso el primero, situándose a su izquierda el anfitrión. Si
no se desea que esta autoridad ocupe lugar en la mesa durante el momento de la
firma, podrá habilitarse un lugar especial para la autoridad. En este caso, la mesa de
firmas se ladeará un poco, de forma que mire para el público y para la autoridad. Los
firmantes sólo acudirán a la mesa, en el momento de la firma, regresando junto a la
autoridad. Obviamente, el acto se celebra de pie, por lo que tiene que ser breve.
10. Los bolígrafos de los firmantes, con una inscripción en la caja que recuerde la
efeméride, suele ser el mejor regalo que haga inolvidable el acontecimiento. Será
tarea del anfitrión hacer este ofrecimiento. Lo normal es que los firmantes estampen su
firma con el bolígrafo que se les ofrece, no con la que puedan llevar consigo (podría
entenderse como una descortesía). El bolígrafo, tras la firma, se deposita sobre la
mesa (no debe guardarse si no es de uno). En estos actos, quizá por la antelación con
que se disponen o el calor de los focos o del público, los bolígrafos suelen descargarse
con facilidad, por lo que un buen consejo es revisar las mismas, minutos antes de
comenzar.
Cuando los firmantes son más de cuatro, lo más recomendable es pasar al sistema
múltiple. Todos los representantes firman privadamente las distintas copias, salvo una
que se deja para la firma en público. De acuerdo con este sistema, en el acto todos
firman un mismo documento (no olvidemos que se trata de un acto simbólico; las
formalidades se pueden resolver privadamente).
2. Otro sistema para estos casos es que los firmantes se sienten en una mesa y que el
único documento que contiene la carpeta sea pasado de unos a otros por un ayudante.
En este caso, se empieza por el de la derecha del que preside y en sentido circular se
seguirá hasta acabar por el de la izquierda del que preside. Finalmente, lo hará éste.
Tras la rúbrica, todos se pondrán de pie y se saludarán entre sí. La carpeta firmada será
retirada por el ayudante. Cuando el acto termine, todos tendrán su copia firmada en
una carpeta de iguales características que la utilizada en la firma.
Lectura del texto a firmar por un técnico o alto directivo de la institución anfitriona o
persona designada al efecto por las partes.
Palabras de los firmantes, por el orden establecido (el mismo que se ha seguido para
su colocación en la mesa).
Rueda de prensa.
Vino o lunch.
Cuando se trata de documentos firmados por varias personas – utilizando dos columnas
– el lugar de honor es el primero a la izquierda del signatario; el segundo lugar, a la
derecha en la misma línea o dirección; el tercero, en la línea inmediata por debajo del
primero; el cuarto, en la última línea, por debajo del segundo; y así sucesivamente.
La aplicación de la precedencia en un acto, no implica el desconocimiento o afectación
a la igualdad jurídica de los Estados, ya que esta se desarrolla en un ambiente de
solidaridad, de acuerdo mutuo; asimismo, se desenvuelve bajo normas previamente
establecidas y reconocidas internacionalmente, así como por la costumbre y los usos
aplicables en los diferentes países que originan estas formalidades protocolarias.
La correspondencia diplomática
Se entiende como tal el medio epistolar, postal y correo electrónico, a través del cual una Misión
diplomática bilateral se comunica con el Estado sede, con el Estado acreditante, con el Cuerpo
diplomático residente o con las Misiones de su propio país acreditadas en el extranjero.
Nota Verbal.
Relato de los hechos, debe hacerse como si fuera una conversación, en forma
sencilla, clara y precisa, sin extenderse innecesariamente ni dejar de consignar los
hechos más importantes.
Cortesía final o Cierre de la Nota, contiene una formalidad igualmente de estilo: “La
Secretaría de Relaciones Exteriores (o la Embajada de…) aprovecha la oportunidad para
expresar a… las seguridades de su más alta y distinguida consideración”. Para la primera
Nota intercambiada entre dos partes, deben usarse las palabras “expresar” o “presentar”
y a partir de entonces debe cambiarse por “reiterar”.
No existe una delimitación fija que determine para qué materias debe usarse una u otra. Sin
embargo, si bien ambas se destinan a materias oficiales, se usa la Nota Diplomática cuando se
desea darle mayor formalidad o enfatizar alguna comunicación, debido a que ésta debe ir firmada
por alguna alta autoridad, comprometiendo así su palabra al contenido de la misma.
En este vídeo se confirma este hecho pues están tratando temas de estado delicados, como lo
es el espionaje entre Chile y Perú.
La ausencia de reglas fijas al respecto, hace que no exista necesariamente reciprocidad entre
ambos tipos de notas. Así, una nota verbal puede ser contestada por una Nota diplomática, aun
cuando lo normal es que sea respondida por una del mismo carácter, a menos que, por algún
motivo especial, se desee conferirle mayor realce a la respuesta.
Suele recurrirse a la Nota diplomática cuando se desea planear oficialmente una materia,
respecto de la cual se ha alcanzado algún principio de acuerdo verbal con la contraparte, de tal
forma que esas notas constituirán el medio para solemnizar tal acuerdo.
Un documento, de gran interés para el país, debiera ser entregado por el propio Jefe de Misión.
Sin embargo, en ciertos casos, y atendiendo el incremento de tales comunicaciones así como el
crecimiento de las ciudades, ha hecho que se acepten, para asuntos de menor relevancia, otras
vías, como el mensajero o el correo.
En todo caso, debe ponerse una atención muy especial a la forma de hacer llegar una
comunicación hasta su destinatario, por cuanto un procedimiento equivocado pudiera provocar
problemas de fondo o crear susceptibilidades innecesarias. Solo se envían por correo o a través
de un mensajero, aquellas comunicaciones de una importancia secundaria; en general, las
relativas a asuntos administrativos de rutina.
Las de mayor importancia, en cambio, que simultáneamente son las menores en número, serán
entregadas en forma personal. Habrá de determinarse en tal caso, cuidadosamente, el nivel del
miembro de la Misión que deberá encargarse de ello, debiendo limitarse el Jefe de Misión a
entregar personalmente las notas de mayor importancia o relativa a gestiones prioritarias, y estén
dirigidas al Ministro de Relaciones Exteriores, o a través suyo al Jefe de Estado, o a alguna otra
alta autoridad de ese Ministerio o país.
Las notas que se dirigen los Jefes de Estado entre sí, son enviadas a través de la respectiva
Misión diplomática, quien deberá hacerlas llegar hasta su alto destinatario. Dependiendo de las
características del Estado sede, se hará a través de una nota diplomática dirigida al Ministerio
de Relaciones Exteriores (Dirección de Protocolo) o personalmente, pero en este último caso,
informando previamente al Ministerio local a través del cual será necesario solicitar la respectiva
audiencia.
Esta situación puede concretarse rechazando los términos contenidos en una Nota o bien
devolviéndola o no aceptándola. Pueden existir casos combinados, cuando, por ejemplo, un Jefe
de Misión rechace verbalmente ciertas partes de una nota que recibe y luego transmitirla a su
Ministerio, recibiendo como respuesta instrucciones de devolverla.
En general, el rechazo o la devolución de una nota se origina por motivos serios, como podrían
ser: una referencia desagradable hacia el país, su gobierno o sus autoridades; el empleo de un
lenguaje formal considerado poco diplomático; protestas estimadas injustificadas; intervenciones
ostensibles en los asuntos internos de un Estado y el empleo de un tono conminatorio similar al
de un ultimátum. Puede, incluso, obedecer al propósito de provocar una ofensa al otro país o de
actuar en reciprocidad como consecuencia del rechazo de una nota propia por parte del otro
gobierno.
El conducto diplomático
Uno de los aspectos importantes en las relaciones diplomáticas es usar el conducto adecuado.
Para cada situación en particular hay que estudiar acuciosamente todos los elementos que están
en juego para poder determinar, en cada caso, qué vía debe ser empleada a fin de lograr un
mayor provecho para su país.
Para ello, habrá que considerar el tema, la personalidad del respectivo Jefe de Misión, las
características de la misma, los objetivos que se persiguen a través suyo, etc.
En general, los Ministerios suelen recurrir a su propia Misión para tratar los temas constructivos
de la relación bilateral con los demás países, de manera que por intermedio de ellos ésta pueda
formarse una imagen grata y positiva frente a sus interlocutores. En cambio, los temas de
carácter conflictivo se conversan directamente con la Embajada del otro país, frente a la cual un
Ministerio está siempre en una situación de superioridad relativa, por el hecho de negociar en un
marco familiar y colaborador.
El estilo diplomático
A través de los tiempos, la diplomacia ha ido elaborando una manera de escribir propia que toma
el nombre de estilo diplomático. Se trata de una peculiar manera de expresarse, que confiere a
la actividad diplomática escrita un carácter especial, diferente de las demás.
Los Ministerios de Relaciones Exteriores tienen al interior de sus respectivos países, un estilo
propio, diferente, pero que presenta paradojalmente grandes semejanzas con el de los demás
países. Este estilo diplomático tiene características bien definidas entre ellas podemos
mencionar las siguientes:
Los contactos entre las máximas autoridades de los diferentes Estados, generalmente se
realizan a través de sus respectivas Misiones diplomáticas permanentes, o en forma directa
durante reuniones bilaterales con motivo de visitas de Estado, acontecimientos internacionales
relevantes, como transmisiones de mando presidenciales, coronaciones, funerales de Estado,
conferencias de alto nivel o su eventual encuentro durante las reuniones de los más importantes
organismos internacionales.
Sin embargo, existen ciertos tipos de correspondencia que se intercambian entre sí, la que podría
dividirse en tres tipos:
Cartas de Cancillería, que son los documentos más formales y solemnes que un Jefe
de Estado envía a otro en ciertas circunstancias muy calificadas, como ocurre con las
Cartas Credenciales, las Cartas de Retiro, Llamada, o Cese.
Cartas de Gabinete, son menos solemnes que las anteriores, las cuales suelen ser
usadas entre los monarcas y tienen una relación comparativamente similar a la de una
Nota diplomática.
Existen, además otros tipos de documentos que vinculan entre sí a los Jefes de Estado. Entre
estos figuran:
Cartas Autógrafas, antes manuscritas por el remitente y actualmente sólo firmadas por
éste, son enviadas en determinadas circunstancias: matrimonios, nacimientos, duelos,
catástrofes de la naturaleza, etc.
El idioma diplomático
Hasta la Primera Guerra Mundial, el idioma francés, alcanzó su cima y llegó a ser utilizado para
negociaciones y acuerdos en los cuales no participaban delegaciones francesas.
El Tratado de Versalles de 1919 (tratado de paz firmado al final de la I Guerra Mundial y que
puso fin al estado de guerra entre Alemania y los Países Aliados), le puso término a la hegemonía
del idioma francés en las relaciones diplomáticas, ya que fue redactado en dos idiomas: francés
e inglés. Desde entonces, el idioma inglés ha hecho grandes progresos; aunque
simultáneamente han ido cobrando importancia otros idiomas, de uso en vastas regiones del
mundo.
En la práctica, hay idiomas internacionales que dominan en determinadas regiones del mundo y
que exigen ser conocidos, porque constituyen la forma en que el diplomático puede darse a
entender tanto en su vida oficial, como privada, ejemplo de ello son los siguientes:
Por la naturaleza de la formación, que ustedes como estudiantes, están recibiendo y qué además
este es un Ceremonial que le corresponde ejecutarlo exclusivamente a las Fuerzas Armadas,
únicamente escribiremos unas breves líneas, para que se formen una idea de este Ceremonial.
Cabe destacar que este ceremonial es distinto e independiente de los demás, aunque se
encuentra estrechamente relacionado con los anteriores, por sus prácticas constituye una forma
muy sui generis de ceremonial. Por lo tanto, podemos definirlo como la suma de reglas de
cortesía que usan las Fuerzas Armadas para honrar y saludar a las personalidades oficiales
nacionales o extranjeras que las visitan.
La notable y estrecha relación que liga a esta institución en todo el mundo se refleja en la mayoría
de los reglamentos y hasta en los uniformes. No es extraño, por consiguiente, que se encuentren
armonizados también en rendir honores valiéndose de un determinado número de disparos de
cañón (21 para los Jefes de Estado), por medio de salvas de fusilería, pitados o señales con
banderas o luces.
Tiene normado los saludos correspondientes a otros buques, a plazas fuertes, a Jefes de Estado,
Ministros de Estado, Embajadores, Ministros, Encargados de negocios, Cónsules y Jefes
Militares y Navales.
Si desean ahondar más en este ceremonial, visiten la Oficina de Protocolo de las Fuerzas
Armadas de Honduras, que en el pasado era el único que aplicaba con eficiencia este
Ceremonial.
La acción diplomática se desarrolla desde una doble visión: en primer lugar respecto de las
funciones que le corresponde desempeñar a la Misión diplomática ante un Estado u Organización
Internacional y en segundo lugar, en relación con los medios que utilizan los diplomáticos para
el cumplimiento de sus funciones. Sin embargo, nos vamos a centrar específicamente a las
funciones económicas y comerciales debido a la naturaleza de las profesiones en las cuales
ustedes están siendo formados.
Se trata de uno de los sectores más importantes de una embajada, cuyo origen se encuentra en
el creciente desarrollo de los vínculos comerciales internacionales y la progresiva
interdependencia de los distintos estados entre sí, aunado con el proceso de globalización.
Incluso, cuando las relaciones políticas entre dos países están frías o afectadas por problemas
de importancia, para ambos resulta útil mantener vínculos comerciales, no sólo por su
importancia objetiva, sino que por su intermedio pueden mejorarse aquellas, a través del
desarrollo de intereses en ambos países que impulsen a sus respectivos gobiernos a atenuar las
divergencias políticas.
Los países tienden a crear oficinas comerciales, pero mientras ello no ocurra, son las embajadas
las que deben asumir tales responsabilidades. Si optan por la primera de las soluciones, habría
que estudiar seriamente su ubicación, instalarla y dotarla de equipos y una infraestructura
adecuada, contratando el personal idóneo (de preferencia localmente), a fin de que puedan
facilitar vínculos y conocimientos respecto del país sede.
En caso contrario, o sea, que la misión diplomática es la que deba asumir tales
responsabilidades, puede recurrirse al personal diplomático tradicional o bien al personal
especializado que provenga de otras instituciones del país encargadas de estas materias.
Cualquiera que sea la solución que al respecto se adopte, debe existir un trabajo conjunto entre
ambos sectores, ya que tanto el diplomático como el técnico, están en condiciones de prestar
aportes útiles para los fines que en esta materia se persiguen, que son el desarrollo de los
vínculos económicos y financieros y el impulso al comercio bilateral.
Realizar promoción comercial, creando vínculos en el estado receptor y con los diversos
sectores del mismo, a fin de darles a conocer las posibilidades del propio país en materia
de exportaciones e importaciones.
Especial importancia tiene la búsqueda de las posibilidades comerciales. Todo país desea
vender, pero para hacerlo simultáneamente debe comprar; de otra manera, no hay posibilidades
de desarrollar las propias ventas. Será necesario entonces, detectar las posibilidades que existen
en ambos sentidos, para crear el interés necesario. Este interés, al concretarse, creará vínculos
comerciales y, para protegerlos, obligará a los interesados a impulsar a sus autoridades para
mejorar las relaciones políticas respectivas.
No todos los productos de un país son exportables ni todos los productos exportables lo son a
todos los mercados extranjeros en la misma forma y especificaciones. Hay principios básicos,
como el mantenimiento de niveles uniformes de calidad, de presentación y el respeto de las
normas sanitarias, pero hay otras aplicables a cada país, que es dónde la misión puede prestar
una útil asesoría. Obviamente, el precio juega un rol decisivo, pero incluso en ese aspecto el
agente comercial puede ayudar.
Una vez finalizado el acuerdo, habrá que obtener el más estricto cumplimiento del contrato, ya
que de otra manera será la imagen exportadora del país la que sufrirá en su prestigio. Habrá que
hacer ver la importancia de las características del embase, embalaje y transporte, a través de un
contacto directo o indirecto con el exportador, asesorar adecuadamente al organismo exportador
respecto de las mejores técnicas, medios de transporte y compañías de seguros.
La diplomacia comercial exige un trabajo completo y amplio. Este debe comenzar por participar
en la determinación de la oferta exportable, las empresas exportadoras y luego estudiar la
evolución de la demanda mundial y la del país sede por el respectivo producto, a través de
estadísticas internacionales objetivas, efectuar el estudio de mercado adecuado, a través de la
participación en las ferias nacionales o internacionales que tengan lugar en el país, las ferias y
los salones especializados, los viajes de negocios, la distribución de muestras, estudio de
estadísticas, contactos con autoridades nacionales
La oferta del producto debe efectuarse, a través de técnicas adecuadas, que incluyan el uso de
una correspondencia clara, precisa, veraz y rápida, que permita poner de acuerdo a las partes
sin necesidad de que se contacten personalmente, atenuando las diferencias de costumbres y
en la mayoría de los casos, de idioma.
Para detectar las posibilidades comerciales, será necesario estudiar la estructura comercial del
país; contactar a quienes dirigen cada sector; sugerir la preparación de misiones comerciales
de su país en aquel donde se está acreditado y apoyar a las que éste resuelva enviar al propio;
participar en ferias y exposiciones; preparar estudios de mercado para informarse de las
necesidades de importación del país sede y compararlas con la oferta exportable del propio,
etc.
Es necesario marcar el acento en el orden y los métodos que deben ser puestos en práctica.
Quien mejor trabaje su información, tenga mejores y más claras nóminas de importadores y
procese de una manera más organizada la información recogida, tendrá más éxito que quien no
lo haga. Si hay un sector en una Embajada, donde el orden es fundamental, es en el económico-
comercial.
El sistema económico de un Estado tiene una influencia directa sobre la estructura de esta
sección. En las embajadas de países de economía de mercado, la sección económica debe ser
básicamente fuente de información y de consejera del sector privado, ayudándole a establecer
contactos útiles para sus proyectos.
Además de los asuntos económicos y comerciales, esta sección debe preocuparse de otros dos
aspectos: los asuntos financieros, entre los cuales sobresalen la inversión de capitales y los
asuntos bancarios y de crédito; y los aspectos técnicos, relativos a materias industriales,
agrícolas, cooperación y asistencia técnica.
Uso de los emblemas nacionales
Es muy común el uso de los emblemas nacionales, sin embargo, también es común su uso
inadecuado; ese es el motivo fundamental que nos obliga a conocer la forma correcta de usarlos.
Iniciaremos este tema mencionando cada uno de ellos.
La Bandera Nacional
La bandera es una enseña que simboliza autoridad o posesión. Puede ser de diferentes formas,
pero usualmente es un paño cuadrangular, generalmente con colores, que está sujeto a un asta,
fija o móvil, y ondea al viento. Su origen es remoto, pero en la antigüedad servía para distinguir
a los pueblos en la guerra y como signo de representación étnica, aparece en distintas culturas
antiguas.
La bandera, deriva de las enseñas militares que permitían a los soldados identificar, en pleno
combate, las unidades a las que pertenecían y distinguirlas de las enemigas. El uso de las
banderas es algo imprescindible si hablamos de temas de protocolo.
No hay encuentro, reunión, recepción, o cualquier otro tipo de acto donde no figuren las
banderas, ya sea dentro del ámbito local o del ámbito internacional. El término, algo más técnico,
utilizado para definir el estudio de las banderas es "vexiología", pero nosotros solamente
vamos a "estudiar" el componente práctico, relacionado con el uso de las mismas y no otros que
no tienen tanta relación con el protocolo, como podría ser su historia, las partes, componentes
de las mismas, etc.
Clases de banderas
Las banderas de exterior se denominan también banderas de endrizar (están sujetas por
una driza o cuerda).
Las banderas que se colocan en el interior se llaman banderas de enastar (están sujetas
al asta por el paño directamente).
Usos de la bandera
La bandera nacional, será la única que ondeara en la sede del Gobierno Central y en los
edificios públicos militares, aeronaves y cualquier otro establecimiento de las Fuerzas Armadas
y de las Fuerzas de Seguridad del Estado.
Cuando sólo sea uno el pabellón extranjero se le ubicará a la izquierda del espectador.
Si se coloca junto a un número impar, ocupará el primer lugar al lado izquierdo del
espectador u otra ubicación en forma que destaque.
Por respeto, estimación y para evitar su deterioro, nuestra bandera nacional, no debería
izarse cuando el tiempo se muestre inclemente, aunque el día sea de los expresamente
consignados en las disposiciones oficiales para ejecutar este acto.
La bandera deberá izarse en las fechas y actos oficiales que el Poder Ejecutivo ordene.
Como el ejercicio del sufragio es un acto de verdadero civismo, la bandera debe izarse
el día o días que haya práctica de elecciones.
Cuando nuestra bandera sea desplegada en desfiles públicos, debe llevarse en una
pequeña asta hacia la derecha; cuando vaya acompañada de otra bandera, siempre
ocupará la derecha; si la acompañan dos, ocupará el centro, si varias, en fila transversal,
se colocará al frente y en el centro.
Cuando el desfile sea en carro, deberá desplegarse en una pequeña asta fijada al frente
del vehículo. Jamás se colocará en la parte posterior.
Siempre hay que tener especial cuidado en evitar que la bandera se ponga en contacto
con lo que está abajo: suelo. agua, piedras, basura, etc.
Deberá evitarse su uso como cortinaje. No se usará festoneada, tirada hacia atrás o
verticalmente, ni en pliegues sobre el antebrazo, sino que deberá caer libremente.
Al desplegarse la bandera, todas las personas presentes dirigirán la cara hacia ella y la
saludarán.
Cuando no hay tribuna se colocará a la derecha del sitial de honor en las reuniones
cívicas. En el salón de sesiones del Congreso Nacional, se colocará a la derecha de la
Mesa Directiva. Cualquier otra bandera ocupará la izquierda.
Cuando en una procesión fúnebre deba cubrir el ataúd, se colocará con el frente o
anverso hacia arriba y la parte anterior hacia la cabeza. En ningún caso se permitirá que
baje al sepulcro ni toque tierra
Cuando el número de banderas que ondee sea impar: la posición de nuestra bandera
será el central.
Cuando el número de banderas es par, de las dos posiciones que ocupan el centro, la
ubicación es la derecha desde la presidencia, si lo hubiere, o la izquierda del observador.
La colocación de las banderas merece especial atención, sobre todo, porque cuanto asistimos
a actos, incluso oficiales, estas no se colocan de manera correcta. Por lo tanto es necesario
conocer la forma correcta de ordenarlas.
Las banderas de los países, se ordenarán por orden alfabético en el idioma del país
donde se celebra el acto
Si bien cada Estado establece un tratamiento para la bandera, hay algunos aspectos que
son comunes; por ejemplo, la bandera debe izarse en los edificios públicos por la
mañana y debe arriarse antes de que se ponga el sol. Las insignias se izan hasta el
punto más alto del mástil.
En situaciones especiales, cuando ha fallecido alguna personalidad destacada, la
bandera se iza “a media asta” en señal de duelo. En estos casos, se procede a izarla
hasta el tope y luego, desde esta posición, se baja unos veinte centímetros. Sin embargo,
es habitual que si el duelo coincide con alguna fecha patria, por ser un día de gran
significado para la nación, la bandera se mantenga siempre en el tope del mástil.
Como símbolo patrio, la insignia de cada nación merece la consideración que
corresponde al Estado que representa. La Bandera Nacional, debe ocupar el lugar de
honor y siempre tiene precedencia sobre el resto de las banderas, tanto extranjeras
como locales (si son institucionales o territoriales, de una provincia, departamento,
autonomía o municipio). En los edificios públicos, se ubica a la derecha de la puerta de
entrada, si se mira desde la puerta hacia fuera. Cabe recordar que el observador la
verá a su izquierda porque la derecha para el Ceremonial se considera desde el punto
de interés, y en este caso es el edificio. En ocasiones, también puede ubicarse en el
centro del balcón si el edificio cuenta con uno.
La precedencia de las insignias nacionales, se basa en la igualdad jurídica de los
Estados, de modo que cuando se ordenan varias enseñas nacionales la precedencia se
resuelve equitativamente por orden alfabético, de acuerdo con el nombre de los países
en el idioma en que están acreditados.
En los actos públicos, la insignia nacional debe ocupar el sitio de honor, a la derecha del
lugar donde se ubican las autoridades. Como estas se colocan de frente al público, los
asistentes verán la bandera a su izquierda. Así debe ubicarse tanto en el patio de una
escuela como en el salón de actos, en el interior de un teatro, en una sala de conferencias
o en cualquier recinto donde se realiza una ceremonia.
Si en un evento, la bandera nacional está acompañada por una segunda bandera, la local estará
a la derecha de las autoridades y la otra bandera a la izquierda. Este mismo criterio se aplica
para los blasones o escudos y del mismo modo se disponen los emblemas en los documentos,
en las invitaciones o en cualquier material impreso donde se estampen símbolos que representan
dos instituciones (públicas o privadas) que participan de una misma actividad.
Cuando es necesario ubicar varias banderas nacionales, por ejemplo en una conferencia
o en un congreso internacional, a la bandera del país donde se realiza el evento le
corresponde el lugar de honor, a la derecha del estrado, de frente al público. Las demás
banderas se alinean hacia la izquierda de la local, por el orden alfabético de los nombres
de los países que representan, según como se hayan registrado en el idioma del país
anfitrión.
Las banderas nacionales extranjeras deben tener igual tamaño que la nacional y todas
deberán estar al mismo nivel, en virtud del principio de igualdad de los Estados que
representan. Las insignias que no representen Estados, podrán tener igual o menor
tamaño, pero si se utilizan tarimas, la Nacional estará en el nivel superior y las banderas
territoriales (Provinciales o municipales, entre otras) tendrán precedencia sobre las
institucionales. En algunos eventos es necesario ubicar en un estrado varias banderas
nacionales y alguna institucional; si es posible, es conveniente que las banderas
nacionales ocupen el lugar natural que les corresponde y buscar otro espacio para
exhibir las institucionales
El automóvil oficial del Jefe de Estado, lleva un pequeño mástil de metal en la parte delantera
derecha. Allí se coloca un banderín con los colores nacionales, de treinta y cinco centímetros
de alto por cuarenta y cinco centímetros de ancho. Del mismo modo pueden llevar su propia
insignia los automóviles de los Jefes de Misiones Diplomáticas.
Imagen por Paul Morse (wikimedia)
Imagen por Paul Morse (wikimedia)
La Iglesia Católica también respeta la Ley de la Derecha y para ubicar banderas dentro del templo
considera que el lugar de honor lo determina el altar mayor, de modo que la Bandera Nacional,
se coloca a la derecha del altar, de frente a la puerta; y la insignia del Estado Vaticano, se ubica
a la izquierda. Las representaciones de países extranjeros pueden izar sus enseñas de acuerdo
con sus propios usos, sin obligación de acompañarla con la insignia del país local; si tienen más
de una bandera suelen exhibir solamente la bandera de paz.
En cuanto a los ciudadanos extranjeros, cada país tiene su normativa, pero generalmente pueden
poner la bandera de sus países de origen en el frente de su casa siempre que la ubiquen a la
izquierda de la bandera nacional; ésta debe estar presente y en el lugar de honor, a la derecha
de la puerta de entrada o del balcón.
Observaciones: cada Estado dicta y aplica sus propias normas, pero internacionalmente se ha
considerado siempre que las insignias nacionales deben ocupar el sitio de honor; de esta forma,
cuando un Presidente recibe a otro Presidente, lo ubica a su derecha; pero en el salón se coloca
la bandera nacional sobre la derecha y la del visitante a la izquierda; del mismo modo se disponen
las autoridades y sus respectivas banderas cuando firman un convenio.
Es evidente que las personas pueden demostrar consideración y respeto; por eso el protocolo
indica que el lugar de honor es la derecha del anfitrión, y en este marco, un Jefe de Estado puede
ceder la derecha a su visitante como un acto de cortesía o compartir con él, el centro de una
mesa o de un estrado. Pero la cortesía es un gesto propio de las personas, no de los símbolos,
de modo que se puede rendir pleitesía o demostrar estima sin desmerecer la posición de los
símbolos. Las banderas nacionales representan a estados soberanos y expresan la dignidad de
la nación, conservando siempre el lugar de honor dentro del propio territorio.
Estas observaciones vienen al caso porque en algunos países se usan ubicaciones poco
convencionales; por ejemplo: se cede el centro a la bandera del visitante y se ponen dos
banderas nacionales a cada lado, escoltando a la invitada. En otros, cuando se recibe a un
presidente se arman dos juegos de banderas con la local y la visitante, y cada par se ubica detrás
de cada funcionario. En el caso de ubicar varias banderas nacionales, también se observa una
doble hilera: desde el centro hacia la derecha y desde el centro hacia la izquierda, repitiendo en
cada lado las mismas insignias.
Aunque se recomienda que los países miembros la exhiban el 9 de Mayo, Día de Europa y en
los actos referidos a la Unión Europea, fuera de estas fechas no tienen obligación de colocarla y
la ubicación queda supeditada al criterio de cada Estado soberano. Algunos la ponen a la
izquierda de la bandera nacional, otros le ceden la derecha, y en algunos casos (para que
siempre aparezca en las fotografías que toma la prensa) la ubican a la derecha, pero ligeramente
detrás de la nacional, formando una línea diagonal.
En la sede de las Naciones Unidas (ONU), preside los actos la bandera de la organización y las
insignias de los Estados miembros se ubican por orden alfabético, según el nombre de los países
registrados en inglés. El símbolo que representa a esta organización debe colocarse en las
sedes que tiene en cada país y en los actos en los que participa o promueve. La Organización
de los Estados Americanos (OEA), mantiene el mismo criterio, pero las banderas se ubican
según el idioma español.
La Convención de Viena señala que la Misión Diplomática (Embajada) y su jefe tendrán derecho
a colocar la bandera y el escudo del Estado acreditante en los locales de la Misión, incluyendo
la residencia del Jefe de la Misión y en los medios de transporte de éste. (Artículo 20). Esta
convención, en el artículo ya mencionado, resalta la importancia que tienen los símbolos patrios
cuando se ejerce una misión en el exterior y por lo tanto permite su uso a los miembros de la
misión diplomática.
Otro tema que reviste vital importancia, y que nosotros por lo general desconocemos, es el uso
del logotipo, enseña, bandera o escudos de empresa; al respecto, también existe una regulación,
que precisamente es lo que sigue.
Banderas de empresas
Otro emblema cuyo uso es importante conocer dentro del protocolo, y quizás el segundo en
importancia, es el Himno o la Canción Nacional, como se denomina en otros países. Para
utilizarlo correctamente hagamos un poco de historia y tomemos conocimiento sobre cuál es el
significado de nuestro Himno Nacional.
Himno Nacional
El Himno Nacional de Honduras fue escrito por el poeta Augusto C. Coello y la música fue
compuesta por Carlos Hartling. El Himno Nacional fue decretado como oficial, por decreto
ejecutivo número 42 del 13 de noviembre de 1915.
Es el canto oficial de todos los hondureños y nos expresa un sentimiento colectivo de amor,
gratitud, lealtad y respeto en aras de los más caros intereses nacionales. Está compuesto
literalmente de ocho estrofas incluyendo el coro y cada estrofa está formada por ocho versos
decasílabos, siendo en su total 64 versos.
Cada verso del himno nacional lleva el acento en la tercera, sexta y novena silaba por ejemplo:
1 2 3 4 5 6 7 8 9 10
4 sinalefa
Musicalmente consta de 7 estrofas llamadas solos y el coro que se repite al final de cada estrofa,
y debe cantarse con ritmo de marcha en compás de cuatro cuartos especialmente el coro y en
una forma moderada y pasiva los solos. La tonalidad del himno debe ser en si bemol Mayor. Para
ver con más claridad lo descrito les invito a que visualicen con detenimiento la siguiente imagen.
En los actos oficiales, solamente se cantan el Coro, la VII estrofa y nuevamente el Coro. Cada
vez que se ejecute el Himno Naciona, los presentes deberán escucharlo de pie y guardando una
actitud respetuosa, en el transcurso de una misma ceremonia, el Himnos Nacional se tocará solo
una vez. El mismo comportamiento señalado precedentemente deberá observarse en las
ceremonias oficiales, actos sociales u otros, en que se ejecuten Himnos Nacionales de otros
países.
Toda Misión diplomática debe contar con ejemplares de la letra y la música del himno Nacional
y con grabaciones del mismo. Este debe ser usado solamente para solemnizar las actividades
relevantes que tengan lugar en la Misión. Excepcionalmente, puede ser facilitado para su uso
por parte de otras entidades en ceremonias relativas al país, pero en tal caso habrá que adoptar
las providencias para garantizar su utilización respetuosa, digna y asegurar su oportuna
devolución.
En general, el Himno Nacional debe ser empleado cuando las disposiciones del país así lo exijan
o en actos especialmente solemnes a los que se desea realzar de una manera muy especial,
evitando su uso indiscriminado. Para finalizar, se estudiará brevemente algunos detalles sobre
nuestro escudo nacional.
Escudo Nacional
El escudo debe corresponder exactamente a lo establecido por la ley, motivo por el cual resulta
necesario solicitarlo directamente al Ministerio de Relaciones Exteriores. Sólo así se respetará
exactamente su diseño y colorido. Su colocación debe ser hecha de tal manera que quede
adosado firmemente al muro, evitando que pueda ser sustraído o dañado. La siguiente imagen
refuerza lo dicho, Agregar texto: Imagen del escudo de Honduras en nuestra Embajada en
Guatemala.
Haciendo un poco de historia podemos observar que las inversiones con carácter ético
(pensando en el entorno, en la sociedad), tuvieron su origen en la década de los cincuenta
cuando algunos grupos religiosos de Estados Unidos, comenzaron a aplicar ciertos criterios en
sus inversiones y por ejemplo: en sus políticas de inversión excluyeron a empresas relacionadas
con la producción de tabaco y alcohol, la industria del juego y en general aquellos giros
comerciales que dañaban el “tejido moral de la sociedad”.
En este contexto, la Responsabilidad Social Empresarial puede ser definida como una visión de
negocios que integra en la estrategia empresarial el respeto por los valores éticos, las personas,
la comunidad y el medio ambiente. A su vez, es una herramienta de mejoramiento de
competitividad, ya que considera las necesidades y percepciones de los stakeholders para
determinar las actividades de RSE que la empresa debe realizar.
La RSE, entonces, va más allá del cumplimiento de las leyes y las normas, dando por supuesto
el respeto y el estricto cumplimiento de las mismas. En este sentido, la legislación laboral y las
normativas relacionadas con el medio ambiente, son el punto de partida con la responsabilidad
ambiental. El cumplimiento de estas normativas básicas no corresponde con la Responsabilidad
Social, sino con las obligaciones que cualquier empresa debe cumplir simplemente por el hecho
de realizar su actividad. De forma clara y precisa, en el siguiente vídeo pueden apreciar el
significado real de la RSE, haciendo clic aquí.
Es a través de la pirámide, que las empresas tienen los criterios que necesitan a la mano para
poder diseñar políticas de RSE. Con la RSE, se logra evidenciar a través de la ejecución de las
prácticas empresariales, si generan un impacto positivo tanto a lo interno como a lo externo
para las empresas que las apliquen. La empresa puede orientar sus prácticas responsables hacia
el interior de la empresa o hacia fuera de la empresa y en cada caso existen diferentes grupos
hacia donde puede focalizar su acción.
El primero es a lo interno y
Hay que tener presente siempre que la RSE es una iniciativa de carácter voluntario. Las
principales responsabilidades éticas de la empresa con los trabajadores y la comunidad son:
Respetar los derechos humanos con unas condiciones de trabajo dignas que favorezcan
la seguridad, la salud laboral, el desarrollo humano y profesional de los trabajadores.
Cumplir con rigor las leyes, reglamentos, normas y costumbres, respetando los legítimos
contratos y compromisos adquiridos.
Las empresas han comenzado a adoptar la RSE no sólo como resultado de presiones de los
consumidores, los proveedores, la comunidad, las organizaciones de activistas, los
inversionistas, etc. (también llamados en conjunto stakeholders); sino también como una
“actividad estratégica adicional en la competencia comercial”.
La empresa desempeña un papel muy importante en la vida de las personas no sólo como
generadora de empleo y de riqueza, sino como agente de desarrollo en las comunidades en la
que están insertas. Las grandes empresas son conscientes de ello y aprovechan las expectativas
que genera la RSE para obtener ventajas competitivas. La filantropía corporativa ha dejado de
ser una actividad autónoma confiada a una fundación y cada vez más forma parte de las
estrategias que contribuyen a realizar el objeto social de la empresa.
El impacto positivo es que cada una de estas variables incide directamente en un incremento de
la rentabilidad de la empresa; producto de ver la RSE con una nueva óptica, variando el enfoque
tradicional de carácter filantrópico, donde las empresas responden a la comunidad en la cual
trabajan apoyándola mediante acciones caritativas, hacia un nuevo enfoque donde la RSE debe
ser parte integral de la estrategia de negocios y, por lo tanto, debe planificarse y cuantificarse
con el objetivo de aumentar la rentabilidad y contribuir simultáneamente al logro de los objetivos
estratégicos de las empresas. De este modo el enfoque es mucho más novedoso y complejo, ya
que se lo visualiza como una herramienta para mejorar la competitividad y sustentabilidad de las
empresas.
En conclusión, podemos decir que en la economía actual, es menester de la sociedad exigir cada
vez mayor Responsabilidad Social a las empresas. Ya no se trata sólo de crear empleo y de
generar riqueza y valor. Hoy en día, el éxito involucra el desarrollo de los agentes que la rodean
y participan en ella directa o indirectamente (empleados, clientes, proveedores, socios y la
comunidad en general). Para las empresas, la gestión bajo este esquema, no sólo le brindará
mayores beneficios sino que – como ya vimos – le ayudará a reducir costes a su organización,
así como también adquirir mayores ventajas competitivas.
Y finalmente les invito a ver el siguiente video, haciendo clic aquí, para que tengan en cuenta
que no solo las empresas privadas tienen el compromiso ético de apoyar a sus empleados y
comunidad a través de la RSE, también la empresa pública esta obligada a ser socialmente
responsable.
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