UNIDAD 2 Psicologia Del Desarrollo
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Las identidades infantiles comenzaron a presentar por un lado marcas del proceso de diferenciación social,
que distancio dramáticamente la experiencia de niños de distintos sectores sociales y por otro signos de
homogenización cultural resultante del impacto en los gustos, lenguajes y necesidades de una cultura.
La cuestión de la infancia constituye un analizador de esos vínculos y las características que presentan en la
sociedad argentina contemporánea. Mientras la dictadura militar convirtió el recuentro y sustracción de
identidad de los hijos de desaparecidos en una forma de violencia directa capaz de instituir simbólicamente
un orden social nuevo al cortar la vinculación entre engendradores y engendrados, durante las décadas
posteriores se produjo una puesta a la luz de situaciones y conflictos vinculados con la identidad y la filiación
de los hijos de desaparecidos apropiados durante la dictadura. Se puede sostener la ruptura del lazo social
producto del cambio de modelo económico y con el abandono de responsabilidades básicas del estado. Existe
una exploración de la prensa gráfica del periodo 1983-2001 que muestra el crecimiento de situaciones de
violencia contra menores, dando cuenta la complejidad de los vínculos intergeneracionales pos dictadura.
Los medios dieron visibilidad social a estos conflictos y acontecimiento; a medida que el imaginario de la
época se fue alejando de la denuncia de los crímenes de la dictadura de los años 80 y que el escenario social
de los 90 comenzó a mostrar las consecuencias de expulsión social de niños y jóvenes, los medios
comenzaron a dar visibilidad al delito infantil y juvenil. Comenzó la figura del niño peligroso y del niño victima
(son figuras que irrumpen en los medios como construcciones sociales). Mientras la figura del niño peligroso
es utilizada en forma sensacionalista para generar polémica, miedo social o rechazos conservadores, la figura
del niño víctima es tratada de tal manera de promover conductas de compasión social y formas de consenso
activo o pasivo, aunque canalizando mayores demandas sociales de aplicación de la justicia.
Asimismo existe una producción compleja, polémica y contradictoria del alumno. Diversas publicaciones
señalaron la vigencia en el sistema educativo concepciones paternalistas, autoritarias y asimétricas que
redundan en una concepción de alumno no como sujeto de aprendizaje sino como objeto de enseñanza y se
asentaban en un supuesto de la homogeneidad del alumnado. Se cuestionaba la homogeneidad del sujeto de
la educación ante la evidencia de la inexistencia de un modelo único de niñez y la importancia de considerar
las distintas experiencias de vida infantil.
A esta heterogeneidad al interior del sistema educativo público debe sumarse el impacto del debate de la
educación pública - educación privada. Junto con la definición de los servicios educativos de gestión privada,
la ley define a la familia como agente natural y primario de la educación, reconociendo el derecho de los
padres a la elección de la educación de sus hijos. Una lectura retrospectiva de la ley indica que la valoración
de la educación privada y de los derechos de los padres colaboro en el aumento de la diferencia con
socioeducativa, teniendo en cuenta que la sociedad argentina arribo al siglo XXI con los peores indicadores de
pobreza infantil y que la educación estatal fue tema de conflicto notorio durante la década vinculados con el
financiamiento y la situación salarial de los maestros. Esto hizo que se presentaran procesos de
individualización del niño y de las infancias como colectivas sociales cada vez más segmentados.
En cuanto a las diferencias de género, existe un claro consenso entre investigadores en señalar que tanto chicos como
chicas tienen más discusiones y riñas con sus madres, probablemente porque en la mayoría de los casos. Los
adolescentes tienen mayor contacto con ellas.
Enfoque dimensional (influencia sobre el desarrollo de variables concretas del estilo):
Afecto: Si durante los años de la infancia el cariño y el apoyo eran fundamentales, a partir de la pubertad, su importancia
va a ser igual o superior. Los chicos que tienen una relación más cálida y afectuosa con sus padres suelen mostrar un
mejor ajuste o desarrollo psicosocial incluyendo confianza en si mismo, autoestima y bienestar psicológico. Por lo
contrario, impregnara en ellos conflictos o efectos negativos si existe una carencia del mismo, generando depresión o
tentativas de suicidio.
Control o monitorización: es la vigilancia o supervisión directa que los padres realizan observando los comportamientos
de sus hijos, intentando intervenir en cualquier infracción o mala conducta. La monitorización se refiere al conocimiento
que tienen los padres sobre el lugar a los que van y las relaciones de amistades que sostienen sus hijos. Hay que señalar
que el grado de control y la forma de ejercerlo son aspectos importantes que pueden tener efecto moderador, como así
también, si el control es excesivo o se imponen limites muy restrictivos, puede generar rebeldía o problemas
conductuales.
La concesión o fomento de autónoma: se trata de aquellas prácticas o actividades que van encaminadas en que chicos y
chicas adquieran y desarrollen mayor autonomía y capacidad para pensar y tomar decisiones por sí mismo. Aquí la
importancia de la dimensión de relación paterno filial ya que aquellos padres que estimulan a que sus hijos piensen de
forma independiente tienen hijos mas individualizados y con una mejor salud mental y competencia social. Cuando esto
no es frecuente, y se relacionan de forma restrictiva y negativa, posiblemente habrá síntomas de ansiedad y depresión,
mas dificulta en el logro de la identidad personal y menor competencia social.
Enfoque tipológico (relaciones entre estas dimensiones para clasificar a los padres según su estilo educativo):
Los investigadores han analizado los estilos educativos y el ajuste adolecente, considerando que los hijos de padres
democráticos presentan niveles más altos de autoestima y de desarrollo moral, además de manifestar mayor interés
hacia la escuela, mejor rendimiento académico y mayor motivación. Por lo contrario, los adolescentes que han crecido
en un ambiente indiferente tienden a presentar una gama de problemas emocionales y conductuales, debido por un
lado a que han carenciado de un ambiente cálido y afectuoso, y por el otro a que no han tenido ningún tipo de guía ni
control para su comportamiento.