ModeloSkillopment de Aprendizaje
ModeloSkillopment de Aprendizaje
ModeloSkillopment de Aprendizaje
aprendizaje y desarrollo
eficaz de habilidades
Introducción
Déjame que me presente. Me llamo Raúl Hernández González, y me considero un knowmad: un profesional
independiente, con un conjunto amplio de habilidades y conocimientos, que me permite involucrarme en
proyectos muy diversos. En este mundo volátil, incierto, complejo y ambiguo creo que es difícil (y contraproducente,
en realidad) autolimitarse. Aprendizaje continuo, evolución, flexibilidad, trabajo en red, adaptabilidad… son valores
que persigo.
Te confieso que yo fui un buen estudiante. Se me dio bien el colegio, el instituto, la universidad… pero después
llegué al mundo laboral, y ya no había nadie que me dijese qué es lo que tenía que estudiar, ni cómo hacerlo. Y
cuando decidí ponerme por mi cuenta, esa necesidad de “aprender a aprender” se me hizo mucho más evidente;
mi valor dependía de las habilidades que pudiese poner encima de la mesa. Y de cara a desarrollar esas
habilidades, lo que no hiciera yo por mí no lo iba a hacer nadie.
Por eso empecé a profundizar en esta temática, intentando encontrar la mejor manera de gestionar mis propios
procesos de aprendizaje. Encontré mucha información, pero sentía que a la hora de hilarla me faltaba un “relato”,
algo que uniese unas ideas con las otras y que diese una visión de conjunto compacta y consisntente.
Fruto de ello es este modelo en el que he condensado las claves del aprendizaje y desarrollo eficaz de habilidades,
les he dado coherencia y las muestro de la forma más clara y directa posible.
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Qué es aprender
Cuando hablamos de aprendizaje, tenemos que tener claro de qué estamos hablando. En este sentido, he hecho
mía la definición que utilizan en el libro “Make it stick”:
“Adquirir nuevos conocimientos y habilidades, y asegurar su disponibilidad a largo plazo para poder aplicarlos en el futuro
para la resolución de problemas y el aprovechamiento de oportunidades”.
Hay tres elementos importantes en esta definición, y que inspiran la creación del modelo Skillopment:
• Disponibilidad a largo plazo. Todo aquello que incorporemos tiene que quedarse con nosotros para
siempre. Si no, estaremos perdiendo el tiempo. El aprendizaje eficaz es el que se consolida.
• Aplicabilidad. Aprendemos con un objetivo en el mundo físico. Sin ese objetivo, el aprendizaje es
puro pasatiempo. El aprendizaje eficaz es el que sirve para algo.
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La espiral del aprendizaje
Un proceso de aprendizaje se inicia en un punto de partida. Puede que tengamos una serie de conocimientos
previos, o puede que empecemos de cero. Sea cual sea la situación, ése es el inicio del camino. ¿Pero cómo
avanzamos a partir de ahí?
No sé si alguna vez te habrás fijado en cómo las aves consiguen ascender junto a un desfiladero. Es un espectáculo
magnífico, aves de gran envergadura que consiguen subir decenas de metros sin esfuerzo aparente. Pero si te fijas
bien verás que no lo hacen en vertical, como un ascensor; en realidad, vuelan en círculos ganando altura poco a
poco, aprovechando las corrientes térmicas para “planear hacia arriba” sin desgastarse demasiado en batir las alas.
Me gusta este símil, porque con el aprendizaje sucede algo parecido. Rara vez seremos capaces de desarrollar un
proceso de desarrollo de habilidades en línea recta, desde el punto A al punto B. Por el contrario, iniciaremos
nuestro proceso a partir del punto de partida, y empezaremos a explorar. A veces avanzamos en una dirección, a
veces exploramos un camino complementario, retomamos donde lo habíamos dejado, dejamos pendiente de
profundizar en otro aspecto al que volveremos más adelante… En todo caso, lo que aprendemos en cada momento
da soporte a los aprendizajes superiores, que son cada vez más elevados, más amplios. Como las aves,
ascendemos.
Pero… ¿cómo hacemos para impulsar el crecimiento de esta espiral de aprendizaje? Tenemos que alimentarla,
aportar un flujo continuo de nuevos conocimientos… ¿de dónde salen? ¿cómo los incorporamos?
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El océano infinito del conocimiento
Imagina una gran masa de agua, un océano en el que están todos los conocimientos y habilidades que el ser
humano ha desarrollado a lo largo de decenas de miles de años. Mires en la dirección que mires, no ves el final.
Ahí está todo, las ciencias, la literatura, el arte, las habilidades físicas, la tecnología…
Este océano es infinito en su extensión. También en su profundidad. Y no deja de crecer cada día. Todo ese
conocimiento está ahí, a nuestra disposición… pero tenemos que elegir. Porque podemos aprender cualquier cosa,
pero no podemos aprenderlo todo.
Acercarnos a ese océano con una actitud de “proactividad focalizada” (“proactividad” porque nosotros dirigimos
nuestra atención, en vez de dejar que sea dirigida por estímulos externos; y “focalizada” porque nos centramos en
aquello que queremos obtener y obviamos todo lo demás), apoyada en una serie de técnicas y herramientas, es la
base del aprendizaje eficaz, ya que sin ella nos encontraremos chapoteando sin fin en ese océano del
conocimiento, saltando de interés en interés, de fuente en fuente… diluyendo nuestros esfuerzos mientras
perseguimos un imposible.
Hemos puesto la base del aprendizaje eficaz, pero si no lo reforzamos, se nos caerá más pronto que tarde… ¿Cómo
consolidamos lo que aprendemos?
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Los cuatro elementos del aprendizaje eficaz
Si afrontamos un proceso de aprendizaje sin más herramientas podríamos tener la sensación de aprender. Pero
sería un espejismo. Nuestra espiral ascendente sería poco sólida y no ganaría altura; al cabo de poco tiempo no
quedaría ni rastro de ella. Y entonces… ¿para qué habríamos dedicado el tiempo y el esfuerzo?
Si queremos que nuestro proceso de aprendizaje y desarrollo de habilidades sea verdaderamente eficaz, tenemos
que recurrir a cuatro elementos clave que ayudarán a darle solidez y permanencia en el tiempo. De esta forma, el
esfuerzo que hagamos habrá valido realmente la pena.
• Recuerdo: nos esforzamos mucho por añadir nuevos conocimientos a nuestro cerebro. ¿Y
después? La “curva del olvido” hace su trabajo, y al final de todo lo que incorporamos
retenemos una ínfima parte. Algo que podemos solventar si aplicamos técnicas específicas
para fortalecer el recuerdo y el traslado del conocimiento a la memoria a largo plazo.
• Rutinas: los hábitos tienen mala fama. Aburridos, poco creativos, exigentes… y sin embargo,
resulta que funcionan. No es un mensaje popular, pero sí es eficaz. Implantar unas rutinas
de planificación, gestión de la información, revisión… es esencial para consolidar el
aprendizaje. “No tengo tiempo”, puedes pensar. Ya, pero si no lo haces… entonces la mayor
parte del tiempo y esfuerzo que estás dedicando al aprendizaje tendrá cero resultado. Y eso
sí que es perder el tiempo.
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El quinto elemento
Al modelo le falta el elemento fundamental, la clave de bóveda que da sentido a todo. Porque… ¿por qué
aprendemos? ¿para qué aprendemos?
• Ya hemos visto que el aprendizaje es, esencialmente, autodirigido. Somos nosotros quienes
decidimos qué nos interesa aprender en cada momento, cuál de los múltiples caminos que se
abren ante nosotros queremos seguir. ¿Cómo sabremos cuáles son los siguientes pasos? ¿Cómo
sabremos si estamos tomando las decisiones correctas? Pues en la medida en que nos acerquen
a esa visión, ese futuro imaginado. La visión es una brújula que nos dice dónde está el
horizonte, y que nos ayuda en cada momento a no desviarnos del objetivo.
• También sabemos que el aprendizaje es un proceso largo y que requiere esfuerzo. Muchas
horas de trabajo, de ejercicios, de práctica, de revisión… por mucha motivación que tengamos
al principio, va a haber muchos momentos en los que nos fallen las fuerzas. Y en esos
momentos de flaqueza es muy importante recordar cuál es nuestro destino ilusionante, nuestra
Ítaca a la que queremos llegar a toda costa. Sin eso, es fácil que abandonemos y hagamos
inútiles todos los esfuerzos.
El concepto de “visión” suena un poco a etéreo, y sin embargo constituye la columna vertebral del proceso de
aprendizaje y desarrollo eficaz de habilidades. Así pues, cuando te estés planteando cualquier proceso de
desarrollo, dedica el tiempo que sea necesario a cuestionarte a ti mismo por qué lo haces, cuáles son los objetivos
que persigues, qué beneficios esperas obtener. Recréate en ello, asegúrate que esa visión te resulta ilusionante;
porque te lo aseguro, te hará falta.
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Conclusión
De esta forma queda configurado el modelo Skillopment de aprendizaje y desarrollo eficaz de habilidades. Un
modelo que parte de una definición muy clara del concepto de aprendizaje, y que incluye:
Un concepto que para mí es fundamental en el modelo es “eficaz”. No necesariamente “rápido”, ni “sin esfuerzo”,
ni “divertido” (aunque procuremos que lo sea tanto como sea posible). Y estoy seguro de que llegados hasta aquí
entiendes por qué: el aprendizaje, si nos lo tomamos en serio, es exigente. Pero al aplicar este marco conceptual a
tus procesos de aprendizaje y desarrollo de habilidades conseguirás que ese esfuerzo, ese tiempo y esa dedicación
merezcan la pena.
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