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    El León Vegetariano. Obra de Teatro

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    EL LEÓN VEGETARIANO

    PERSONAJES:
    Narradora o narrador/Leoncio
    Niño elefante
    Niña jirafa
    Niño cebra
    Niña mono
    Niño rinoceronte
    Niña hipopótamo
    Escenario
    El escenario nos muestra, a la izquierda, un rincón de un palacio. Un sillón se eleva sobre
    un estrado, componiendo un trono; tras él, un dosel. El foro lo ocupa un telón de fondo, que
    representa un paisaje montañoso y un castillo. A la derecha, en el lateral, hay un baúl.
    En escena se encuentran tres niñas y tres niños sentados en sillas. Ante ellos, de pie,
    la narradora o narrador, que viste un traje de malla roja. Suena una música dulce de fondo.

    NARRADORA O NARRADOR (a las y los niños): Queridas amigas y amigos, voy a darles
    una noticia maravillosa que llevaban tiempo esperando: acabo de enterarme de que por fin
    va a celebrarse un baile de disfraces.
    LAS Y LOS NIÑOS (a coro, con muestras de entusiasmo): ¡Bien! ¡Bien!

    NARRADORA O NARRADOR: Pero existe un inconveniente, el baile no va a ser en la ciudad.


    Eso es porque lo ha organizado el rey de los animales, el gran Leoncio XXIV. En este caso,
    ¿les gustaría asistir?

    NIÑO ELEFANTE: Sí, pero nos comería.

    NIÑA JIRAFA: Con papas fritas.

    NIÑO CEBRA: En tortilla.

    NIÑA MONO: Con palomitas de maíz.

    NIÑA RINOCERONTE: Con salsa.

    NARRADORA O NARRADOR: No se los va a comer porque es un león vegetariano. Se pasa


    la vida comiendo vegetales y se ha puesto tan gordo, tan gordo, que no cabe por la puerta de
    su castillo. Tanto es así, que la ha cerrado por siempre. No se puede entrar ni salir de su
    castillo.
    Por eso el león nunca sale. (Breve pausa) Aunque sí existe una dificultad para asistir a su baile:
    sólo están invitados los animales que no son humanos. No sé qué hacer para que ustedes
    puedan asistir si son humanos.

    NIÑO RINOCERONTE: Podríamos decirle que somos animales no humanos.

    NARRADORA O NARRADOR: No lo creería. Es vegetariano, pero no tonto.


    NIÑA HIPOPÓTAMO: Nos haremos pasar por otros animales.

    NARRADORA O NARRADOR (con entusiasmo): ¡Qué buena idea! Si van disfrazados de


    animales, el león no se dará cuenta de que no son animales no humanos. Pero cada quien
    deberá escoger un animal y convencer a Leoncio de que es ese animal cuando le pregunten.
    ¿Están dispuestos?
    LAS Y LOS NIÑOS: ¡Sí, sí, sí!

    NARRADORA O NARRADOR: Pero tienen que echarle muchas ganas porque si el león
    descubre
    que son niñas y niños hará que la serpiente los muerda y los saque a patadas del castillo
    por encima de las murallas. (Breve pausa) Veamos qué animal va a ser cada quien.

    NIÑO ELEFANTE: Yo seré el elefante.

    NIÑA JIRAFA: Yo, la jirafa.

    NIÑO CEBRA: Yo, la cebra.

    NIÑA MONO: Yo seré el mono.

    NIÑO RINOCERONTE: Yo, el rinoceronte.

    NIÑA HIPOPÓTAMO: Yo, el hipopótamo.

    NARRADORA O NARRADOR: Bien, ahora que cada quien tiene su papel, vámonos al castillo
    del gran Leoncio XXIV. ¡Todas y todos al tren!
    (Las y los niños ponen las sillas en fila y paralelas a la boca
    del escenario para que simulen vagones de ferrocarril).

    NIÑO ELEFANTE (toma una campana del baúl y la hace sonar): ¡Viajeros y viajeras, al tren!
    (Las niñas y niños se sientan en las sillas correspondientes.
    Quien ocupa la primera, que lleva una linterna la enciende,
    como si fuera el potente faro de la máquina).

    NARRADORA O NARRADOR: El tren se pone en marcha, alegre y veloz, camino al reino


    de Leoncio. (Hace un movimiento de bielas con los brazos e imita al tren para que las
    y los niños lo acompañen). Chuf-chuf, chuf-chuf, chuf-chuf...
    LAS Y LOS NIÑOS (a coro): Chuf-chuf, chuf-chuf... ¡Piii...!
    (Se les suma el ruido de un tren, por medio de un altavoz.
    Las y los niños simulan que se mueven con el tren).

    NARRADORA O NARRADOR: ¡Señoras y señores viajeros, próxima estación: castillo de


    Leoncio!
    ¡Piii..., piii...! Hemos llegado. Ya se pueden bajar. (Las niñas y niños lo hacen y se sitúan
    a su alrededor). Vean (señala hacia el castillo del telón de fondo), su castillo está allá,
    pero para llegar tenemos que cruzar muchos montes.
    (Las y los niños juntan las sillas, unidas de dos en dos por los respaldos,
    para que simulen montes).

    NARRADORA O NARRADOR: Quienes se consideren buenos escaladores, que marchen


    delante.
    Empiecen a escalar montañas.
    (Las y los niños suben y bajan por encima de las sillas. Cuando terminan,
    quedan junto a la narradora o narrador, que señala hacia el trono).

    NARRADORA O NARRADOR: ¡Miren, ese es el castillo! Un castillo de elevadas murallas


    y recortadas almenas.
    (Los actores y actrices colocan ahora las sillas para formar la muralla).

    NARRADORA O NARRADOR: Antes de llegar al castillo tenemos que cruzar a nado el río
    que lo rodea. ¿Están dispuestos y dispuestas a nadar? Pues, síganme. (Lleva a las y los
    personajes al lateral derecho). ¿Preparados? ¡Al agua!
    (Las niñas y los niños se tumban en el suelo y simulan que nadan).

    NARRADORA O NARRADOR: ¡Cuidado, la corriente es muy fuerte y los quiere arrastrar!


    ¡Muevan los brazos! ¡Échenle ganas! El agua está helada.

    NIÑA JIRAFA: ¡Qué fría!

    NIÑO CEBRA: Como un congelador.

    NIÑA MONO: ¡Me congelo!

    NARRADORA O NARRADOR: ¡Naden, naden! ¡Ánimo, la orilla está cerca! Muy bien, lo
    lograron.
    (Las y los niños se levantan y fingen que están muertos de frío).

    NIÑA MONO: Estoy tiritando.

    NARRADORA O NARRADOR: ¿Qué puedes hacer para entrar en calor?

    NIÑA HIPOPÓTAMO: Hagamos una hoguera.

    NARRADORA O NARRADOR: Hagámosla.


    (Simulan una hoguera con papel de celofán, iluminado por un foco
    y se colocan muy juntas y juntos ante ella).

    NARRADORA O NARRADOR: Bien, mientras se calientan, iré por sus disfraces.


    (Acerca un baúl y levanta la tapa. Las niñas y niños toman sus máscaras y se las ponen.
    NARRADORA O NARRADOR se coloca la máscara de león y se sienta en el trono).

    LEONCIO: Yo soy Leoncio XXIV, devorador de alcachofas, espinacas y zanahorias, gordo


    y orondo como una vaca harta de pasteles y rey de todos los animales. (Moviendo las manos
    de manera exagerada). ¡Ay!, pero me aburro más que un mono en un zoológico. Me gustaría
    que mis súbditos me amaran en vez de tenerme miedo. Sí, sí, soy temido, pero sin razón.
    No hay nada peor que tener mala fama. Antes de juzgar a alguien hay que tratar de conocerlo.
    Pero nadie se molesta en saber cómo soy. Por eso, con el fin de hacer amigas y amigos,
    y de que me conozcan, he organizado este baile de disfraces. Lo he pregonado y anunciado
    en la tele y en los envoltorios de chicle, pero dudo de que acuda algún animal. ¿Por qué seré
    león y no grillo, con lo bien que lo iba a pasar en las huertas? (Se levanta de un respingo).
    ¡Uy! Pero si ya es la hora del baile y no ha aparecido nadie.
    (Las y los niños escalan la improvisada muralla. Leoncio los ve y queda perplejo).

    LEONCIO: ¿Eh?, llegan invitados. ¡Llegan, llegan! ¡Suenen las trompetas anunciando su
    entrada
    a palacio! (Toque de trompetas. Las niñas y los niños se le acercan). ¡Bienvenidos a la corte
    del
    gran Leoncio XXIV, rey de los animales, o sea, yo, el mero, mero petatero! (Ruge). ¡Qué
    hambre
    tengo! (Reacción de miedo en las y los niños. Leoncio toma una lechuga de detrás del trono
    y
    le da grandes mordiscos). Yo, el vegetariano, los saludo cordialmente. Díganme, ¿a qué
    vienen?

    NIÑA JIRAFA: Somos animales y venimos al baile.

    LEONCIO: ¿Sí? (Al niño elefante) ¿Qué animal eres tú?

    NIÑO ELEFANTE: Un elefante.

    LEONCIO: Demuéstralo. (El niño elefante imita al elefante, haciendo ruidos de elefante
    y pisando fuerte). Sí, eres un elefante en verdad. (Al niño cebra) ¿Y tú?

    NIÑO CEBRA: Una cebra.

    LEONCIO: Que se vea. (El niño hace la imitación). Está bien, me han convencido. En este caso
    daré el baile prometido, que será en su honor. Pero les voy a confesar algo. Ustedes son los
    primeros animales que vienen a mi baile. Todos los años lo organizo y ningún animal acude
    por miedo a ser devorado. No me creen que soy vegetariano. (Muerde de nuevo la lechuga).
    ¡Música!
    NIÑAS Y NIÑOS (a coro): ¡Música!
    (Suena una música muy movida y alegre. Todas y todos empiezan a bailar).

    LEONCIO: ¿Saben qué? Ya los reconocí, a pesar de que están disfrazados de animales.
    Pero sepan que no me los voy a comer. Ya me di cuenta de que no me gusta estar solo.
    Prefiero tener amigas y amigos como ustedes y seguir siendo vegetariano.
    (Vuelve a sonar la música y se reanuda el baile).

    FIN
    PROYECTO 3: El teatro · 3° grado de primaria 155

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