Secreto de La Salette
Secreto de La Salette
Secreto de La Salette
1. Melania: esto que yo te voy a decir ahora no será siempre secreto; puedes publicarlo en
1858.
2. Los sacerdotes, ministros de mi Hijo, los sacerdotes, por su mala vida, por sus irreverencias y
su impiedad al celebrar los santos misterios, por su amor al dinero, a los honores y a los
placeres, se han convertido en cloacas de impureza, si, los sacerdotes piden venganza, y la
venganza pende de sus cabezas. ¡Ay de los sacerdotes y personas consagradas a Dios que por
sus infidelidades y mala vida crucifican de nuevo a mi Hijo! Los pecados de las personas
consagradas a Dios claman al Cielo y piden venganza, y he aquí que la venganza está a las
puestas, pues ya no se encuentra nadie que implore misericordia y perdón para el pueblo; ya
no hay almas generosas ni persona digna de ofrecer la victima sin mancha al Eterno en favor
del mundo.
3. Dios va a castigar de una manera sin precedentes. ¡Ay de los habitantes de la tierra! Dios va a
derramar su cólera y nadie podrá sustraerse a tantos males juntos.
4. Los jefes, los conductores del pueblo de Dios, han descuidado la oración y la penitencia, y el
Demonio ha oscurecido sus inteligencias, se han convertido en estrellas herrantes que el
viejo Diablo arrastrara con su cola para hacerlos perecer. Dios permitirá a la antigua serpiente
poner divisiones entre los soberanos, en todas las sociedades y en todas las familias. Se
sufrirán penas físicas y morales. Dios abandonara a los hombres a sí mismos y mandara
castigos que se sucederán durante más de 35 años.
5. La sociedad está en vísperas de las más terribles calamidades y los más grandes
acontecimientos. Se verá obligada a ser gobernada por una vara de hierro y a beber el cáliz de
la cólera de Dios.
6. Que el vicario de mi hijo, el soberano pontífice Pío IX, no salga ya de Roma después del año
1859; pero que sea firme y generoso; que combata con las armas de la fe y del amor. Yo
estaré con él.
7. Que desconfíe de Napoleón, su corazón es doble y cuando quera ser a la vez papa y
emperador, muy pronto se retirara Dios de él. Es esa águila que queriendo siempre elevarse
caerá sobre la espalda de la cual quería servirse para obligar a los pueblos a ensalzarlo.
8. Italia será castigada por su ambición de querer sacudir el yugo del Señor de los Señores;
también será entregada a la guerra. La sangre correrá por todas partes. Las iglesias serán
cerradas o profanadas. Los sacerdotes y religiosos serán perseguidos; se les hará morir, y
morir con una muerte cruel. Muchos abandonaran la fe, y el número de sacerdotes y
religiosos que se separan de la verdadera religión será grande; entre estas personas se
encontraran incluso obispos.
9. Que el Papa se ponga en guardia contra los obradores de milagros, pues ha llegado el tiempo
en que los prodigios más asombrosos tendrán lugar en la tierra y en los aires.
10. En el año 1864, Lucifer y un gran número de demonios serán desatados del infierno. Abolirán
la fe poco a poco, aun entre las personas consagradas a Dios; las cegaran de tal manera que, a
menos de una gracia particular, esas personas tomarán el espíritu de sus malos ángeles.
Muchas casas religiosas perderán completamente la fe y perderán a muchísimas almas.
11. Los libros malos abundaran en la Tierra y los espíritus de las tinieblas extenderán por todas
partes un relajamiento universal en todo lo relativo al servicio de Dios y obtendrán un poder
extraordinario sobre la naturaleza. Habrá iglesias para servir a esos espíritus. Habrá por todas
partes prodigios extraordinarios, porque la verdadera fe se ha extinguido y la falsa luz
alumbra al mundo. ¡Ay de los príncipes de la Iglesia que se hayan dedicado únicamente a
amontonar riquezas sobre riquezas, poner en salvo su humanidad y a dominar con orgullo!
12. El Vicario de Mí Hijo tendrá mucho que sufrir, porque por un tiempo la Iglesia será entregada
a grandes persecuciones. Ésta será la hora de las tinieblas. La Iglesia tendrá una crisis
espantosa.
13. Dado el olvido de la santa fe en Dios, cada individuo querrá guiarse por sí mismo y ser
superior a sus semejantes.
Se abolirán los poderes civiles y eclesiásticos; todo orden y toda justicia serán pisoteados; no
se verán más que homicidios, odio, envidia, mentira y discordia sin amor por la patria y por la
familia.
14. El Santo Padre sufrirá mucho. Yo estaré con él hasta el fin para recibir su sacrificio. Los
malvados atentarán muchas veces contra su vida, sin poder poner fin a sus días; pero ni él ni
su sucesor verán el triunfo de la Iglesia de Dios.
15. Los gobernantes civiles tendrán todos un mismo plan, que será abolir y hacer desaparecer
todo principio religioso, para dar lugar al materialismo, al ateísmo, al espiritismo y toda clase
de vicios.
16. En el año de 1865 se verá la abominación en los lugares santos, en los conventos, las flores de
la Iglesia estarán corrompidas y el Demonio será como el rey de los corazones. Que los que
estén al frente de las comunidades religiosas vigilen a las personas que han de recibir; porque
el Demonio usará toda su malicia para introducir en las ordenes religiosas a personas
entregadas al pecado, pues los desórdenes y el amor de los placeres carnales se extenderán
por toda la Tierra.
17. Francia, Italia, España e Inglaterra estarán en guerra; la sangre correrá por la calles; el francés
luchará contra el francés; el italiano contra el italiano; enseguida habrá una guerra universal
que será espantosa. Por algún tiempo, Dios no se acordará de Francia ni de Italia porque el
Evangelio de Jesucristo no es ya conocido. Los malos desplegarán toda su malicia, se matarán,
se asesinaran mutuamente aun dentro de las casas.
18. Al primer golpe de su espada fulminante, las montañas y la naturaleza entera temblarán de
espanto, porque los desordenes y los crímenes de los hombres traspasan la bóveda de los
Cielos. París será quemado y Marsella engullida. Varias grandes naciones serán sacudidas y
engullidas por terremotos. Se creerá que todo está perdido. No se verán más que homicidios,
no se verá más que ruido de armas y blasfemias. Los justos sufrirán mucho; sus oraciones, su
penitencia y sus lágrimas subirán hasta el Cielo, y todo el Pueblo de Dios pedirá perdón y
misericordia e implorarán su ayuda e intercesión. Entonces Jesucristo, por un acto de Su
justicia y de Su gran misericordia con los justos, mandará a sus ángeles que mueran todos sus
enemigos. De golpe los perseguidores de la Iglesia de Jesucristo y todos los hombres dados a
pecado perecerán y la Tierra quedará como desierto. Entonces será la paz, la reconciliación
de Dios con los hombres; Jesucristo será servido, adorado y glorificado; la caridad florecerá
en todas partes. Los nuevos reyes serán el brazo derecho de la Santa Iglesia, que será fuerte,
humilde, piadosa, pobre, celosa e imitadora de las virtudes de Jesucristo. El Evangelio será
predicado por todas partes y los hombres harán grandes progresos en la fe, porque habrá
unidad entre los obreros de Jesucristo, y los hombres vivirán en el temor de Dios.
19. Esa paz entre los hombres no será larga; veinticinco años de abundantes cosechas harán
olvidar que los pecados de los hombres son la causa de todos los males que suceden en la
Tierra.
20. Un precursor del anticristo, con sus tropas de muchas naciones, combatirá contra el
verdadero Cristo, el único salvador del mundo; derramará mucha sangre y pretenderá
aniquilar el culto a Dios para ser tenido con un Dios.
21. La Tierra será castigada con todo género de plagas; habrá guerras, hasta la última que harán
los diez reyes del anticristo, los cuales tendrán todos un mismo plan, y serán los únicos que
gobernarán el mundo. Antes que eso suceda, habrá una especie de falsa paz en el mundo; no
se pensará más que en divertirse; los malvados se entregarán a toda clase de pecados; pero
los hijos de la Santa Iglesia, los hijos de la fe, mis verdaderos imitadores, crecerán en el amor
de Dios y en las virtudes más queridas. ¡Dichosas las almas humildes guiadas por el Espíritu
Santo! Yo combatiré con ellas hasta que llegue a la plenitud de la edad.
22. La naturaleza clama venganza contra los hombres y tiembla de espanto en espera de lo que
debe suceder en la Tierra encharcada de crímenes; temblad, Tierra y vosotros que hacéis
profesión de servir a Jesucristo y que interiormente os adoráis a vosotros mismos, temblad;
pues Dios va a entregaros a su enemigo, porque los lugares santos están en corrupción;
muchos conventos no son ya casa de Dios, sino pastizales de Asmodeo.
23. Durante ese tiempo nacerá el anticristo, de una religiosa hebrea, de una falsa Virgen, que
tendrá comunicación con la antigua serpiente, maestra de impureza. Su padre será Obispo.
Al nacer vomitara blasfemias, tendrá dientes; en una palabra, será el Demonio encarnado,
lanzará gritos espantosos, hará prodigios y no se alimentará sino de impurezas. Tendrá
hermanos que, aunque no sean como él, demonios encarnados, serán hijos del mal; a la edad
de 12 años llamaran ya al atención por las ruidosas victorias que alcanzarán. Bien pronto
estará cada uno a la cabeza de los ejércitos, asistidos por legiones del infierno.
24. Se cambiarán las estaciones. La Tierra no producirá más que malos frutos. Los astros
perderán sus movimientos regulares. La Luna no reflejará más que una débil luz rojiza. El agua
y el fuego causarán en el globo terrestre movimientos convulsivos y horribles terremotos que
tragarán montañas, ciudades, etcétera.
25. Roma perderá la fe y se convertirá en la sede del anticristo.
26. Los demonios del aire, con el anticristo, harán grandes prodigios en la Tierra y en los aires, y
los hombres se pervertirán más y más. Dios cuidará de sus fieles servidores y de los hombres
de buena voluntad. El Evangelio será predicado por todas partes. Todos los pueblos y todas
las naciones conocerán la verdad.
27. Yo dirijo una apremiante llamada a la Tierra; llamo a los verdaderos discípulos de Dios que
vive y reina en los Cielos; llamo a los verdaderos imitadores de Cristo hecho hombre, el único
y verdadero salvador de los hombres; llamo a mis hijos, a mis verdaderos devotos, a los que
se han consagrado a fin de que los conduzca a Mí Divino Hijo, los que llevo, por decirlo así, en
mis brazos, los que han vivido en mí espíritu; finalmente llamo a los apóstoles de los últimos
tiempos, los fieles discípulos de Jesucristo que han vivido el menosprecio del mundo y de sí
mismos, en la pobreza y en la humildad, en el desprecio y en el silencio, en la oración y en la
mortificación, en la castidad y en la unión con Dios, en el sufrimiento y desconocidos del
mundo. Ya es hora de que salgan y vengan a iluminar la Tierra. Id y mostraos como mis hijos
queridos, yo estoy con vosotros y en vosotros, con tal que vuestra fe sea la luz que os ilumine
en esos días de infortunio. Que vuestro celo os haga hambrientos de la Gloria de Dios y de la
honra de Jesucristo. Pelead, hijos de la luz, vosotros, pequeño número que ahí veis, pues he
aquí el tiempo de los tiempos, el fin de los fines.
28. La Iglesia será eclipsada, y el mundo quedará consternado. Pero he ahí a Enoc y Elías, llenos
del espíritu de Dios; predicarán con la fuerza de Dios, y los hombres de buena voluntad
creerán en Dios, y muchas almas serán consoladas; harán grandes prodigios por virtud del
Espíritu Santo y condenarán los errores diabólicos del anticristo.
29. ¡Ay de los habitantes de la Tierra! Habrá guerras sangrientas y hambres, pestes y
enfermedades contagiosas; habrá lluvias de un granizo espantoso para los animales;
tempestades que arruinarán ciudades; terremotos que engullirán países; se oirán voces en el
aire; los hombres se golpearán la cabeza contra los muros; llamarán a la muerte y, por otra
parte, la muerte será su suplicio. Correrá la sangre por todas partes, ¿Quién podrá resistir si
Dios no disminuye el tiempo de la prueba? Por la sangre, las lágrimas y las oraciones delos
justos, Dios se dejará aplacar. Enoc y Elías serán muertos. Roma pagana desaparecerá; caerá
fuego del cielo y consumirá a tres ciudades; el universo entero estará preso del terror, y
muchos se dejarán seducir por no haber adorado al verdadero Cristo, que vivía entre ellos. Ha
llegado el tiempo: el sol se oscurece; sólo la fe vivirá.
30. He aquí el tiempo: el abismo se abre. He aquí el rey de los reyes de las tinieblas. He aquí la
bestia con sus súbditos, llamándose salvador del mundo. Se remontará con orgullo por los
aires para subir hasta el Cielo; será sofocado por el soplo de san Miguel Arcángel, Caerá, y la
Tierra que llevará tres días en continuas evoluciones, abrirá su seno lleno de fuego. Será
hundido para siempre, con todos los suyos, en los abismos eternos del infierno.
31. Entonces el agua y el fuego purificarán y consumirán todas las obras del orgullo de los
hombres, y todo será renovado: Dios será servido y glorificado.