Técnicas de Sastrería Clásica Cabrera-Flaherty
Técnicas de Sastrería Clásica Cabrera-Flaherty
Técnicas de Sastrería Clásica Cabrera-Flaherty
El arte de la sastrería se remonta al menos al siglo catorce, cuando empezó a estar de moda en Europa añadir a
las chaquetas masculinas una capa interior de guata en las áreas del pecho. En vez de tomar la forma del
Contorno del cuerpo humano que las vestía, la tela se cortaba y se colocaba con cuidado sobre la silueta
enguatada. El uso del relleno se fue extendiendo a través de los años y de acuerdo a las modas, a las mangas, a
los hombros, y hasta en el estómago. La estructura interior enguatada daba lo que se consideraba una mejora de
las formas del cuerpo. También hacía que la prenda tuviera mejor caída, sin afectarle demasiado las arrugas que
pudiera producir el cuerpo al moverse.
Las técnicas de elaboración desarrolladas para crear estas prendas estructuradas eran bastante diferentes a las
usadas para hacer camisas o vestidos. En el siglo dieciséis los que cosían chaquetas masculinas ya habían creado
una rama separada dentro del gremio de los que cosían prendas de vestir, completada por unas instrucciones
precisas sobre la calidad y el color de los materiales de relleno y de los forros de las chaquetas masculinas de seda
brocada.
No fue hasta el principio del siglo diecinueve que el concepto de que una prenda “quedara bien” se convirtió en
uno de los criterios que definían las prendas hechas a medida. La estructura interior seguía usándose, pero de
manera más sutil, siendo su propósito complementar más que alterar las líneas naturales del cuerpo. También se
le dio gran atención a la perfección con que la tela de la prenda cayera sobre la estructura de la loneta. La solapa
debía enrollarse fácilmente abierta sobre el pecho, sin tirar de la prenda hacia delante, alejándola del cuerpo.
Todos los bordes de la chaqueta debían ocultar la existencia de varias capas de tela en el interior, siendo planos y
afilados, sin que se notaran muchos volúmenes. El cuello, y todas las formas curvas de la prenda debían inclinarse
ligeramente hacia adentro, abrazando el cuerpo, evitando cuidadosamente enrollarse torpemente hacia arriba en
las puntas del cuello y en las tapas de los bolsillos. Los bolsillos no quedarían nunca abiertos cuando no se
estuvieran usando, y se esperaba que las aberturas cayeran planas y rígidas. El resultado era una definición pulcra
entre líneas de estilo, una controlada pero elegante presentación de la tela de la prenda, un ajuste impecable,
tanto en la forma como en los detalles.
Las técnicas de elaboración presentadas en este libro y de pleno uso hoy día, con pequeñas variaciones, por los
mejores sastres de todo el mundo, han cambiado muy poco en los últimos cien años. Aunque maquinaria y
métodos nuevos de fusión de capas de tela ofrecen a los sastres actuales alternativas más rápidas a la lenta
costura a mano, relativamente pocos de estos rápidos métodos han sido adoptados por los sastres a medida. La
máquina de coser se usa para unir casi todas las costuras y pinzas, pero casi el 75% de todas las costuras de un
traje sastre hecho a medida son aún hechas a mano, para asegurarse de que la formas se adapten
cuidadosamente a la tela. Las nuevas entretelas termoadhesivas son usadas por muchos sastres a medida para
reforzar ciertas áreas pequeñas, como terminaciones de las pinzas o el interior de algunos bolsillos, sin embargo,
no se aceptan como sustitutas de la entretela de loneta multicapa, cosida a mano, que da cuerpo a todo el
delantero de la chaqueta.
Los sastres de hoy continúan practicando su arte casi exactamente a como se hacía un siglo atrás. No porque lo
más lento sea necesariamente lo mejor, sino porque estos métodos producen cuerpo y forma, detalle y duración
que los nuevos métodos más rápidos de sastrería jamás igualarán.
Te animamos a disfrutar el método de sastrería tanto como a su bello resultado, y a darte a ti mismo el tiempo y
la paciencia necesarios para convertirte en un sastre competente en estas consagradas habilidades.
ELEMENTOS GENERALES DE LA SASTRERÍA PÁGINA 2
Estas tijeras están diseñadas para lograr el corte de telas más preciso y práctico. Al usarlas, el asa se curva hacia
arriba alejándose de la superficie de corte mientras la hoja se desliza a lo largo de la superficie de corte sin
molestar la tela extendida. Un par que midan entre 25´4cm a 30´5cm serán suficientes para cubrir las necesidades
del proceso de sastrería. Las mejores tijeras darán un mejor servicio si las afilamos y engrasamos cuando sea
necesario, y si no las usamos para nada que no sea cortar tela.
CORTAHILOS
Tijeras pequeñas y afiladas. Se usan para acceder a áreas pequeñas y para cortar los hilos.
JABONCILLO/TIZA DE ARCILLA
Tiza de arcilla blanca. Se usa para marcar la información de los patrones a la tela de la prenda. El borde de la tiza
debe ser afilado antes de ser usada, para tener líneas finas y limpias. Su trazo se puede borrar fácilmente cuando
ya no sea necesario, sin embargo, hay que evitar planchar sobre él, pues haría que su eliminación de la tela fuera
más difícil. Para la entretelas se usan tizas de colores más oscuros.
CINTA DE MEDIR
Es necesaria para tomar las medidas del cuerpo. Puedes encontrarlas con una cara en pulgadas y la otra en
centímetros. También las hay de un tipo especial para tomar las medidas de entrepierna cuando se hacen
pantalones. Estas cintas tienen cartón rígido en los extremos. Se pone el cartón, y no la mano del sastre, en
contacto con el cuerpo del cliente para medirle. Es mejor comprar la cinta de medir de plástico, más que de tela,
pues éstas tienden a encogerse.
REGLA
Es muy conveniente usar reglas flexibles de plástico transparente, para medir áreas curvadas tanto en patrones
como en telas. También sirven para usarse en superficies planas. Aléjalas de la plancha.
Es esencial usar una regla curvada para hacer y afinar líneas en los patrones.
ALFILERES PÁGINA 3
En sastrería se pueden utilizar tanto alfileres de modistería, que son de grosor medio, como los llamados alfileres
de seda, algo más finos.
HILO DE EMBASTAR/HILVANAR
Hilo blanco de algodón de 40-50, que sea fácil de romper para quitarlo cuando sea necesario.
Hilo de algodón mercerizado, de 0-00, o hilo de seda, medida A, es útil tanto para costura a máquina como
manual.
Hilo torzal de seda del número 8 es el mejor para hacer ojales a mano. También se usa para coser botones.
Encontrarás el hilo torzal en carretes largos, de seis hebras de seda sueltas entrelazadas. Se separan las hebras y
se usan por separado. Si no lo encuentras puedes usar hilo torzal para botones, medida D.
CORDONCILLO
Cordón tieso, de un color lo más parecido a la tela de la prenda. Se usa para reforzar los bordes de ojales hechos a
mano.
CERA DE ABEJA
Los sastres la usan para recubrir el hilo cuando cosen a mano, y así evitar que el hilo forme nudos o se enrolle.
Cuando se hacen pespuntes visibles a mano, se plancha entre dos hojas de papel tras haberlo pasado por la cera.
Este proceso mantiene las múltiples hebras que constituyen el hilo, planas y uniformes.
DEDAL DE SASTRE
Se usa para proteger el dedo medio, la zona que cubre la uña se usa para empujar la aguja a través de la tela. Los
dedales de sastre están abiertos por arriba por comodidad.
AGUJAS
Encontrarás agujas de coser para sastrería en una gran variedad de tamaños y anchos, de dos categorías: de coser
a mano y de sastre. Las segundas son agujas más cortas y fuertes. Las primeras son de longitud media-larga. En
cada categoría las agujas están numeradas. Cuanto más alto el número, más corta y fina es la aguja. Una aguja de
coser a mano del número 7 te servirá para iniciar y finalizar tu proyecto de sastrería.
BOTONES
Los botones se miden en relación a su diámetro en líneas (40 líneas para una pulgada). Se usan botones de 30
líneas para los delanteros de las chaquetas y de 24 para las mangas, el bolsillo del forro, el chaleco y en el
pantalón tanto en la bragueta como en el bolsillo trasero. Los botones más recomendables para un traje clásico
son o de hueso mate o de cuerno. Los botones de plástico se rompen con facilidad y a menudo rompen los hilos
por los bordes afilados de sus agujeros.
Se pueden usar unos ganchos especiales que no se cosen, sino que se fijan con presión al sitio para lograr mayor
sujeción.
CREMALLERA
Utiliza una cremallera fuerte con los dientes metálicos para la bragueta del pantalón; una que sea al menos 2,5cm
más larga que la longitud de la bragueta.
GLASILLA
Es una tela ligera de algodón, que los sastres usan para hacer prototipos de los trajes. Úsala para comprobar los
detalles al probarla sobre el cliente.
ENTRETELA DE LANA/SHIDO/LONETA
Tejida con lana y fibras de pelo, se usa como soporte del delantero de la chaqueta. La entretela añade cuerpo y
forma a la tela de la prenda, y reduce las arrugas. Tiene que ser mojada en agua fría, secada y planchada antes de
utilizarla, para asegurarnos que no encoja una vez la prenda esté terminada.
TELA DE SAQUILLO
Es una tela de algodón suave y fuerte, de trama prieta y sin apresto. Se utiliza para hacer los interiores de los
bolsillos, y como soporte o refuerzo en varias zonas de la chaqueta y el pantalón.
ARPILLERA
Es una entretela rígida tejida en algodón y fibras de pelo. Se utiliza para dar cuerpo al sido en hombros y pecho
del delantero de la chaqueta.
FORRO
Es una tela muy ligera de rayón, seda o poliéster. Se utiliza para cubrir la estructura interna de la chaqueta, y para
que sea más fácil el deslizarla al ponérsela y quitársela. A pesar de ser fina y suave, el forro tiene que ser lo
bastante fuerte para aguantar el constante uso de la prenda, que se hace para que dure mucho tiempo.
Se compone de dos telas, entretela de lino rígida y pañete, picadas a máquina y unidas, con la que se hace el bajo
cuello de la chaqueta. El pañete debería ser de un color que coincida o coordine con la tela de la prenda. Como es
difícil encontrar este pañete del color o de la calidad que necesitamos, habitualmente los sastres compran ambas
telas por separado y las pican a mano.
Es una tela de lana fuerte del color más parecido posible a la tela de la prenda. Se usa para dar un acabado
definido y puntas afiladas al cuello de la chaqueta.
Es una entretela rígida de lino. Se utiliza tanto para dar apoyo, añadido al sido en la zona de los hombros del
delantero, como para hacer el bajo cuello.
MULETÓN DE FRANELA
Es una tela suave de franela de algodón, normalmente blanca o gris, que se coloca sobre la arpillera para evitar
que sus puntiagudas fibras arañen al cuerpo que vista la chaqueta.
ENTRETELA PARA CINTURILLA
Son dos capas de entretela rígida cosidas juntas a lo ancho de su parte superior. Se utiliza para dar soporte a la
tela de la prenda en la cinturilla del pantalón.
HOMBRERAS
Se componen de varias capas de relleno de algodón elegantemente unidas y cubiertas con muselina de algodón.
Se usan para de definir el área de los hombros.
REFUERZO DE MANGA
Es una tira de guata de fieltro de algodón de oveja, reforzada con una tira de loneta cortada al bies, cosida a la
copa de la manga. El refuerzo llena la copa de la manga y ayuda a que la tela tenga una caída elegante en la
manga.
Es una cinta de 1cm de ancho que se usa para definir los bordes exteriores de la solapa en el delantero de la
chaqueta, y para controlar la línea de quiebre de la solapa.
La cinta tiene que mojarse en agua fría, y plancharla antes de usarla para asegurarnos que no encogerá una vez la
chaqueta esté acabada.
Usar una hebra de hilo muy larga no va a evitar que enhebres la aguja menos. Al contrario, normalmente ocurrirá
que se enredará y hará nudos, y tendrás que cortar la zona enredada repetidamente, lo que hará que se pierda
toda la gracia al trabajar. Usa una longitud de hilo con la que estés cómodo, una que no te haga estirar tu brazo
completamente con cada puntada. Si los problemas con los enredos aún persisten, pasa el hilo por un trozo de
cera de abeja.
Las puntadas demasiado prietas se hacen generalmente con gran cuidado y concentración, y
desafortunadamente, su intensidad es claramente visible por el derecho de la prenda. No hay ninguna necesidad
de agarrar las capas de tela tan apretadas. Cualquier puntada que se vaya a ver por el derecho de la prenda debe
coger un solo hilo de la misma, y éste debe ser dejado lo bastante suelto como para que no cambie la apariencia
de la tela por el derecho.
El dedal es más necesario en la sastrería que en otras técnicas de costura manual, debido a la presión añadida
para conducir la aguja a través de varias capas de tela. El dedal de sastre está abierto por arriba por comodidad.
La parte del dedo donde va la uña, en vez de presionar hacia arriba, lo hace contra la aguja. Solo pon el dedal en
tu dedo medio de la mano con la que cosas, y éste encontrará la mejor forma de usarlo.
Se necesitan innumerables filas de embastes para hacer una prenda de sastrería. Se embastará mejor si las dos
capas de tela a unir yacen planas en la mesa evitando que se muevan. Sujetando con una mano la tela para que
esté plana, tu trabajo progresará de forma rápida y cuidadosa.
Los puntos de hilván, igual que otras puntadas a mano, tienen que hacerse sin demasiada tensión. Puesto que son
puntadas temporales, se le da más importancia a dónde están que a su apariencia. Cada una de las puntadas de
embaste empieza por un punto atrás para asegurar el hilo. Nunca se hacen nudos en el hilo de embastar, pues los
nudos pueden dificultar el quitar las puntadas así como dañar la prenda.
Aquí están ilustradas las puntadas a mano más habituales. Se irán mostrando otras conforme sean necesarias a lo
largo del libro.
PLANCHA SECA
Es una plancha de hierro que pesa al menos 12 libras; los sastres suelen preferir éstas a otras más ligeras, debido
a la presión añadida que se consigue por el peso, especialmente a la hora de aplanar y reducir volumen con la
plancha.
PLANCHA DE VAPOR
Son planchas profesionales que ofrecen una cantidad poderosa de vapor, y preferidas por aquellos sastres que
encuentran dificultad al manipular planchas más pesadas.
Es una tabla de planchar pequeña que se usa a la hora de planchar las mangas y otras áreas de la prenda de difícil
alcance.
COJÍN DE SASTRE
Es un cojín, pequeño o grande, en forma curva y lleno a rebosar de, preferiblemente, serrín. Se usa como
superficie de plancha de zonas curvas de la prenda.
ZÓCALO DE MADERA
Es un bloque de madera, curvado en un extremo y plano en el otro. Se usa tanto como superficie de planchar o
como aplanador de volúmenes mediante golpeo.
CEPILLO
LIENZO DE PLANCHAR
Es una tela suave de algodón sin apresto. Se usa para proteger la tela de la prenda del contacto directo de la
plancha caliente. Si usamos una plancha seca, esta tela mojada hará que se produzca vapor.
MITÓN DE PLANCHADO
Es un mitón relleno que se pone en la mano. Se utiliza para poder planchar zonas donde no se pueden usar la
tabla de planchar o el cojín de planchado, especialmente útil para los hombros y la copa de la manga.
Planchar es una parte fundamental en el proceso de sastrería. Además de eliminar las arrugas en la tela, la
plancha se usa en sastrería para moldear la tela. Mediante el calor, usando el vapor y planchando, las telas
apropiadas para sastrería pueden encogerse en algunas áreas y estirarse en otras, de manera que tendrán una
mejor caída en la prenda final.
La cantidad de calor, vapor y plancha necesarios para finalizar tu trabajo dependerán del peso y la calidad de tu
tela. Así pues, antes de usar la plancha en tu tela, es necesario que hagas una prueba, usando un retal de la
misma. Si el calor es muy fuerte, las fibras de tu tela se aplanarán produciendo un brillo poco recomendado. Si el
vapor es excesivo, la tela se encogerá y quedará mate.
Las telas de lana son muy delicadas cuando están húmedas. Así pues, más que presionar la prenda adelante y
atrás, la plancha es puesta y levantada, puesta y levantada, etc. Es necesario usar un lienzo de planchar entre
nuestra lana y la plancha para evitar daños en ella.
Las costuras planas se pueden planchar de forma segura en la tabla de planchar. Sin embargo, si una zona curva
de la prenda se pone sobre una superficie plana para plancharla con vapor, la prenda, limitada por la superficie
plana de la plancha, provocará que el “cuerpo“ de la prenda se encoja tanto como pueda, para amoldarse a ese
espacio limitado. Por esta razón, las zonas curvas de la prenda se ponen sobre un cojín de sastre para que el cojín
pueda llenar la forma de la prenda. Planchar así una zona curvada de nuestra prenda evitará que se encoja,
puesto que la estamos planchando respetando su forma.
Si planchamos sin vapor el mejor procedimiento es cubrir la tela con un lienzo de planchar húmedo (que no
gotee), y colocar encima la plancha caliente hasta que se produzca el vapor. La presión aumenta conforme la tela
es vaporizada. Retira la plancha y el lienzo cuando aún sale vapor. Si estás planchando una zona curva de la
prenda, deja la tela sobre el cojín de sastre unos minutos mientras se seca. Si el cojín está relleno de serrín las
partículas de madera absorberán la humedad rápidamente. Tras planchar zonas planas de la prenda, la tela se
puede dejar colgada para que se seque. Secar la tela completamente antes de levantar la plancha de la misma,
hará que las fibras de lana se aplanen y le quitarán la “esencia”.
Algunos gramajes o lanas más pesadas requerirán más presión de lo normal a la hora de crear bordes o filos más
picudos. Planchando sobre una superficie de madera- la zona a aplanar puede ser golpeada fuertemente con un
zócalo de madera mientras la tela aún está siendo vaporizada. Esta presión extrema, unida al secado instantáneo
producido por el golpe y la superficie de madera, normalmente consigue los cantos planos y afilados que
queremos.
Si aparecen brillos en la superficie de tu tela como resultado del calor o presión extremos, podrás eliminarlos
vaporizando ligeramente la zona brillante, y usando después un cepillo suave para devolverle la vida a las fibras.
Los sastres principiantes normalmente pecan de exceso- humedecen demasiado, presionan con la plancha,
golpean la tela débilmente. Recuerda que la superficie de tu tela es muy vulnerable, igual que los bordes de
bieses o semi bieses que, al estirarlos, pueden perder su forma fácilmente. Si todas y cada una de las piezas de tu
prenda son tratadas cuidadosamente durante la confección, y apartadas delicadamente mientras no son
necesarias, reducirás bastante la cantidad de plancha.
2 EL PATRÓN PÁGINA 9
A menos que estés lo bastante cualificado como para crear tu propio patrón, es hora de escoger cuidadosamente
un patrón comercial para crear un estilo personal que se ajuste a lo que buscas. Una bella y detallada elaboración
se pierde en una prenda que no se ajuste bien, o que tenga un estilo que no le favorezca a quien se la vaya a
poner.
Elige la talla de la americana y el chaleco de acuerdo con el contorno de pecho, y la talla del pantalón de acuerdo
con el contorno de cintura.
EL PATRÓN DE LA CHAQUETA
Para elegir el estilo del patrón de la chaqueta, fíjate en las líneas de estilo en general. Por el momento, ignora
cosas como la forma de los bolsillos, o si hay una abertura posterior, o si el patrón de la chaqueta incluye el forro.
Puesto que enriquecerás tus habilidades con las técnicas descritas en este libro, todo lo que usarás del sobre de
patrones comprado serán las piezas básicas: delantero, costadillo y espalda, manga y bajo cuello. Serás capaz de
crear el resto de la chaqueta por ti mismo.
Escoge el patrón de tu chaqueta de acuerdo a tus preferencias por el estilo Europeo, (más cercano), o el estilo
Americano, (más relajado y suelto). Decide si quieres una chaqueta de cruce sencillo o doble, y si prefieres la
solapa larga o corta. Estas decisiones son cruciales para el éxito de la chaqueta terminada, y se tienen que tomar
bajo un criterio individual, el tuyo.
Fíjate en la forma que hacen el cuello y la solapa cuando se encuentran en el cran, y escoge en base a eso tu
patrón de chaqueta.
La anchura de la solapa depende de tu gusto y de las modas. La anchura de solapa adecuada para que se pueda
usar durante mucho tiempo ha de ser de unos 8cm. Recuerda que, estilos aparte, las solapas anchas pueden ser
siempre estrechadas (página 222), pero la solapas demasiado estrechas pueden hacer que cuelgues tu prenda en
el armario hasta que esa moda vuelva.
PÁGINA 10
Serás capaz de intercambiar bolsillos de parche con bolsillos de doble vivo, o añadir un bolsillo de cartera en el
pecho si no hay ninguno. No tendrás que buscar ayuda en tu sobre de patrones para hacer estos cambios.
En caso de que uses una tela a cuadros, elige un patrón que elimine la costura bajo el bolsillo usando una pinza,
en lugar de un patrón de costadillo separado del delantero. El cuadro de debajo del bolsillo quedará inalterado
por las costuras, y casar los cuadros durante la elaboración de los bolsillos no será difícil.
EL PATRÓN DEL PANTALÓN PÁGINA 11
Al elegir un patrón de pantalón, escoge entre largo o corto de tiro, dependiendo de lo que sea más confortable
para el cliente, y decide sobre si añades pinzas o no.
No importa qué estilo de bolsillos te puedan gustar, el mejor patrón de pantalón que puedas comprar ha de tener
los bolsillos laterales escondidos, más que bolsillos Americanos o laterales. Esto te dará un patrón con las costuras
de laterales y cintura intactas, un patrón que puede ser modificado para crear los tres tipos de bolsillos usando los
patrones incluidos en este libro. (Si eliges un patrón con pinzas delanteras pierdes la opción de hacer el bolsillo
Americano).
La anchura de la pierna del pantalón no debería ser un factor determinante en la elección del patrón, puesto que
es una modificación menor (página 231). Los bajos vueltos pueden ser añadidos o quitados con igual dificultad
(página 16).
El chaleco de sastre clásico es sin cruce, con dos o cuatro bolsillos. Comprueba que el patrón del delantero tiene
una extensión que continúe hasta el centro del cuello en la espalda.
Dibuja, si no está ya indicada, la línea de quiebre de la solapa en tu patrón. La línea de quiebre de la solapa
empieza unos 1´6cm por encima del botón superior, y se dibuja en ángulo, de forma que quede a 1cm del final del
borde del cuello en el hombro. Marca la línea de quiebre arriba y abajo en el patrón.
Las costuras de los hombros en la espalda de la chaqueta deberían ser al menos 1´3cm más largas que las del
delantero, para proporcionar facilidad de movimiento. Añade estos 1´3cm si el patrón no los incluye.
Si deseas añadir una abertura central en la espalda a una chaqueta que no tiene aberturas, amplía tu patrón 5cm
hacia afuera desde la puntada en la parte superior de la abertura, y 7´6cm en la parte inferior. La parte más alta
de la abertura central de la espalda está 2´5cm por debajo de la cintura.
PÁGINA 13
Las aberturas laterales tienden a abrirse más que las posteriores. El costadillo debe, por eso mismo, ser cortado
más ancho. Empezando 3´8cm tanto por debajo de la cintura y como del costadillo en su lado de la espalda,
amplía tu patrón 6´4cm desde la puntada más alta de la abertura, y amplía a 10´2cm en la de abajo.
La parte de encima de la abertura se crea ampliando la costura lateral del patrón de la espalda 3´8cm desde la
puntada original, y 3´8cm por debajo de la cintura hasta el bajo de la chaqueta.
Si tu patrón incluye tanto abertura posterior como lateral y deseas eliminarla, solo utiliza la línea de la abertura
como una indicación de costura, y corta lo que sobre del patrón a partir de ahí.
Si las aberturas de ambos patrones de las mangas no tienen al menos 3´8cm desde la línea de pliegue amplíalas
hasta esa medida.
4. CORRECCIÓN DEL PATRÓN DE LA VISTA PÁGINA 14
Si el borde exterior del patrón de la vista es curvado para coincidir con el borde exterior de la solapa de la
chaqueta, el patrón de la vista debe ser redibujado. Hacerlo puede parecer una molestia, pero dará un acabado
más profesional.
Redibujaremos el patrón de la vista para crear un patrón que nos permita colocar el recto hilo de la vista en el
extremo final de la solapa. Esto es esencial para lograr una caída de la tela controlada y con elegante. También
añadiremos comodidad a la vista para facilitar el giro de la solapa.
Este ajuste, aunque esté detallado aquí, se hará sólo tras la prueba en glasilla, una vez hayan sido hechas las
correcciones en el patrón delantero de la chaqueta.
Usando el patrón delantero de la chaqueta como guía, dibuja un nuevo patrón de la vista en papel de roble o de
estraza. Dibuja una línea alrededor del hombro, cuello y parte superior de la solapa dejando un margen de 1´3cm.
El patrón de la vista es una línea recta, que es dibujada dejando un margen de 1´3cm tanto en el centro de la
solapa como en el bajo de la chaqueta.
El extremo delantero de la vista aún no tiene la forma del patrón delantero de la chaqueta. Esta forma la tomará
más adelante con la ayuda de la plancha de vapor.
Marca la base de la solapa y el piquete de la línea de cintura en el patrón de la vista, y quita el patrón de la
chaqueta.
La vista se extiende 7´6cm en el centro de la línea de quiebre de la solapa y debería medir 7´6cm de ancho en el
hombro. La vista debería cortarse a un ancho de 14cm en el bajo si la chaqueta tiene forma curvada en el bajo. Si
la forma de la chaqueta es recta, se ha de cortar la vista a 10´2cm de ancho.
Añade un piquete de margen de costura a 1´3cm del extremo de la solapa hacia adentro. Has terminado con las
correcciones en tu patrón de la vista.
5. LA BRAGUETA PÁGINA 15
La ampliación para la bragueta no debería estar incluida en el patrón delantero del pantalón. Si esta ampliación
está unida al patrón delantero del pantalón, recórtala y deséchala dejando un margen de costura pasada la línea
de pliegue. Haz un piquete en la línea de cintura para indicar el margen de costura de la bragueta.
6. ENTREPIERNA
Los hombres que visten calzoncillos sueltos y pantalones ajustados necesitarán un extra de tela en uno de los
lados de la entrepierna para acomodar los genitales. Cuando se toman las medidas, hay que preguntarle al cliente
de qué lado “carga”. Se cortarán ambos delanteros del pantalón añadiendo un extra de 6mm – 1´3cm a la tela en
la entrepierna. Cortaremos el exceso de tela en el lado en el que no sea necesario.
7. COSTURAS INTERIORES PÁGINA 16
Los sastres siempre dejan un extra de tela en las costuras interiores del patrón de espalda del pantalón por si hay
modificaciones. Esto significa que al coser estas costuras, serán 1cm o así más anchas que en el delantero. Los
patrones comerciales evitan esto poniendo la misma medida en ambas partes. Si prefieres tener la seguridad de
poder sacarle algo al pantalón en esta zona (una modificación bastante común), añade 1cm al patrón posterior
del pantalón desde el final de la entrepierna hasta el bajo.
8. BAJOS VUELTOS
Si tu patrón no incluye bajos vueltos y te gustaría tenerlos, amplía el patrón de tus pantalones por debajo a lo que
debería ser el bajo terminado- una medida igual a al menos tres veces el ancho de la vuelta. La medida habitual
de un bajo vuelto suele ser de 3´8cm. Si tienes más tela, sería aconsejable dejar más margen de tela en el bajo,
puesto que la largada final no se toma hasta que los pantalones están acabados.
9. CHALECO PÁGINA 17
El margen de costura lateral de la espalda debería ser 1´3cm más ancho que en el delantero, por si hay
modificaciones. Todas las modificaciones de amplitud en el chaleco, tras su confección original, se harán en la
espalda del mismo, para no alterar la línea de los bolsillos.
ALARGAR/ACORTAR PATRONES
Una vez hecha la verificación preliminar de nuestro patrón es el momento de alargar o acortar el mismo según
nuestras medidas. Sigue las instrucciones dadas por tu patrón para hacerlo. Como guía general, el bajo de la
chaqueta debería estar por debajo de las nalgas. El chaleco tendría una largada que cubriera la cintura del
pantalón, lo que se convierte en un desafío para los pantalones con cintura baja. Los pantalones deberían ser lo
suficientemente largos como para cubrir hasta la mitad del zapato por detrás. De momento, deja un margen
generoso en el bajo de los pantalones.
Si has tenido una buena sensación al hacer en los patrones las modificaciones más sencillas, llegados a este punto
podrías querer hacer alguna más. Si no tienes experiencia, o sólo terribles recuerdos de anteriores modificaciones
en patrones, no las hagas de momento. La necesidad de hacer modificaciones en el patrón se hará evidente con la
prueba en glasilla.
TOMA DE MEDIDAS
Las siguientes son mediciones estándar tomadas por sastres, y usadas para bocetar patrones que se adapten a sus
clientes lo mejor y más confortablemente posible. Junto con las medidas, el sastre también toma nota de otras
importantes informaciones del cuerpo de su cliente: si su postura es jorobada o muy recta, si tiene los hombros
rectos o caídos, si su trasero es prominente o plano, si su barriga es abultada, si tiene uno de los hombros o
caderas más altos que el otro, etc…
Para obtener una “imagen” lo más real posible de nuestro cliente esas observaciones han de ser hechas mientras
no tengamos un espejo cerca. La tentación de esconder el estómago o de ponernos rectos delante del espejo es
muy poderosa. Si el sastre tomara nota del cuerpo de su cliente en estas circunstancias, el traje sólo le sentaría
bien cuando se estuviera mirando en un espejo. Al hacer el patrón, el sastre aplica su destreza para incluir en el
mismo las características que sean necesarias.
Si no tienes experiencia en hacer patrones, y, por ese motivo, has de usar patrones comerciales, serán necesarios,
sin ninguna duda, ciertos ajustes en cuanto a diseño y medida. Tendrás que modificar tu patrón una vez hayas
hecho una prueba en glasilla.
Las medidas estándar tomadas por los sastres en este capítulo se usarán, para comprar un patrón comercial que
se ajuste lo mejor posible a la forma de tu cliente, y para ajustar las largadas del mismo. El resto de ajustes del
patrón serán observados y modificados tras la prueba en la glasilla.
Las cinco primeras medidas se toman mientras el cliente lleva puesta la chaqueta que mejor le siente. No te
preocupes si la chaqueta no le queda perfecta. Tendremos oportunidad de mejorar eso durante la toma de
medidas y la prueba en glasilla. Tendrá que llevar un chaleco bajo la chaqueta si lo que quiere en un traje de tres
piezas.
Con el cuello hacia arriba, mide desde la costura del cuello hasta la cintura en el centro de la espalda.
Con la cinta métrica tocando el cuerpo en la cintura, mide desde la costura del cuello hasta el bajo de la chaqueta.
La chaqueta tiene que llegar por debajo de la cadera. Si la chaqueta que lleva el cliente tiene un largo que le
sienta bien, ignora la cadera y usa esa largada.
3. ESPALDA
Más o menos a mitad de la altura de la sisa, mide a lo ancho desde la costura de la sisa hasta la costura central de
la espalda.
4. HOMBRO
Mide la largada de hombro desde la costura del cuello hasta la costura de la sisa.
5. LARGO DE MANGA
Mide la manga desde la costura del hombro hasta el dobladillo, teniendo en cuenta la pequeña elevación de la
manga sobre la hombrera. Quita la chaqueta para tomar las medidas de pecho y cintura. Debe dejarse el chaleco
puesto si quiere un traje de tres piezas.
6. PECHO PÁGINA 20
Mide alrededor del cuerpo justo por debajo de los brazos. Comprueba que la cinta métrica está puesta en la zona
más prominente del pecho y sobre los omoplatos. Mete dos dedos por debajo de la cinta métrica para añadir
holgura, de manera que la medida sea confortable, ni muy justa ni demasiado suelta.
7. CINTURA
La medida de cintura se toma por encima del chaleco pero sin cinturón. Esta medida no necesita extra de
comodidad, mientras sea confortable.
8. CADERAS
La medida de caderas se toma con los bolsillos del cliente vacíos y los pies juntos. Con dos dedos metidos debajo
de la cinta métrica, mide alrededor de la parte más prominente de la cadera.
Mide desde el cuello en el centro de la espalda, continúa por encima del hombro y sigue hacia abajo hasta donde
te gustaría que se abrochara el primer botón del chaleco.
10. LARGO DEL CHALECO
Con la cinta métrica en la posición del primer botón del chaleco, mide hacia abajo hasta el punto más largo del
delantero.
Pide al cliente que se suba los pantalones por la cintura hasta que la bragueta le toque el cuerpo. Si la cintura le
queda demasiado alta con los pantalones en esta posición, la bragueta que lleva es demasiado larga.
Si no puede llegar a subir la cintura de su pantalón hasta la cintura de su cuerpo, entonces la bragueta es
demasiado corta.
Mide la bragueta desde lo que debería ser la parte más alta de la cintura hacia abajo, hasta el inicio de la curva de
la bragueta.
Con la cintura de los pantalones en un nivel cómodo para el cliente, mide la costura interna desde la entrepierna
hasta la mitad del zapato. Como cortesía a tu cliente, hay cintas métricas especiales para tomar esta medida. Los
últimos cm de la cinta tienen un cartón añadido, así que es el cartón, y no tu mano, lo que toca la parte alta de la
entrepierna del cliente.
Es necesario preguntar al cliente para qué lado “carga”, pues habrá que añadir cantidad extra de tela en ese lado
del pantalón, por la línea de la entrepierna.
Con la cintura de los pantalones en un nivel cómodo para el cliente, mide la costura externa desde la parte más
alta de la cintura hasta la mitad del zapato.
Mide a lo ancho en la parte baja del tobillo de los pantalones de raya a raya.
El siguiente paso es cortar el patrón básico en una glasilla de buena calidad y comprobar cómo sienta.
Asumimos lo ansioso que estarás por empezar a trabajar en la tela final, y sabemos que tienes cientos de razones
para evitar este, al parecer, paso demasiado precavido. Sin embargo, aunque seas un sastre con años de
experiencia en el corte, la prueba en glasilla debe hacerse.
La glasilla te servirá como baratísimo prototipo de tu traje, a través del cual te puedes dar cuenta, y evitar, marcas
y arrugas causadas por el hecho de que los cuerpos son únicos, y que el patrón es de una talla corriente. Estas
marcas “señalan” literalmente y muestran las particularidades del cuerpo de tu cliente, por ejemplo si es
patizambo o tiene el culo salido.
Si percibes estas arrugas por primera vez en el traje final, podría ser muy tarde para eliminarlas; pero la glasilla
ofrece un toque de atención previo. Las rodillas juntas o el culo salido no desaparecerán, pero sí las arrugas que
los marquen.
Las modificaciones en el patrón dadas aquí son para los problemas de ajustes más comunes. El procedimiento es
determinar el problema, determinar la cantidad necesaria para corregirlo en la prueba, y entonces aplicar la
corrección a ciertas partes del patrón.
Necesitarás añadir papel a las zonas que necesites ampliar para poder dibujar las nuevas líneas, mezclando las
correcciones con el resto de líneas cuidadosamente.
Una regla larga y curva será esencial para este proceso. Los contornos de la regla coinciden con los del cuerpo. Si
giras la regla, encontrarás un punto donde se puede añadir con facilidad 1´3cm, desde la medida de la costura
(NO LO ENTIEDO).
Si las modificaciones del patrón han sido significativas sería bueno verificarlas añadiéndolas a la glasilla. Sólo así
podrás cortar la tela final de tu traje con absoluta confianza.
Ahora que ya has decidido hacer la glasilla ten en cuenta que no es un traje entero. Para la chaqueta corta solo el
delantero, costadillo y espalda, y el bajo cuello en entretela rígida de lino. Elimina la vista y el cuello. Marca en la
glasilla con una tiza el sitio donde irán botones, bolsillos y centro delantero.
No cortaremos la glasilla de la manga todavía. Cuando tengamos la chaqueta casi terminada, mediremos la sisa y
cortaremos una manga en glasilla para probarla (página 159). De momento olvida la manga. Necesitarás
hombreras para probar la chaqueta. Usa las que encuentres en tiendas. (En la página 132 tienes instrucciones
para fabricar tus propias hombreras, sin embargo, querrás hacerlas tras la prueba, cuando sepas la cantidad de
relleno que necesites).
Los pantalones en glasilla necesitarán una cinturilla y una cremallera, para tener una idea de cómo caen. Los
bolsillos pueden ser marcados con tiza. La glasilla del chaleco no necesita vistas, y bolsillos y botones pueden ser
marcados con tiza.
Corta la glasilla con mucha atención al recto hilo. Si lo pierdes, las arrugas te pueden confundir: podrían indicar el
bies de la glasilla más que problemas de la prueba.
Cose a máquinas los márgenes de costuras y pinzas con cuidado, y plancha abiertas las costuras.
La glasilla de la chaqueta debería ponerse sobre una camisa que siente bien. Usaremos el cuello de la camisa
como guía para la altura del cuello de la chaqueta. No debería probarse la glasilla sobre un jersey, a menos que el
cliente vaya a llevar así el traje. Se debe prestar atención al tacón del zapato, pues las variaciones aquí pueden
alterar bastante la largada del pantalón.
A primera vista un traje de glasilla ofrece información importante de la impresión general. La chaqueta y el
pantalón deben estar en armonía entre ellos. Aunque la largada corriente de la chaqueta suele estar por debajo
de la cadera, un cliente con piernas largas y torso corto podría necesitar la chaqueta más larga para crear ese
efecto armonioso entre una prenda y otra.
Unas solapas anchas y pantalones con pinzas ayudarían a crear buena impresión en un cliente bajito, de
complexión pobre. Las solapas largas vendrían mejor que unas cortas en un hombre alto y de complexión fuerte.
Nada de esto va a misa. Fíate de tu vista y confía en tu buen juicio. Si es necesario, alarga o acorta tu chaqueta de
acuerdo con las instrucciones de tu patrón, y haz después los ajustes de diseño que creas necesarios, usando
como guía las siguientes páginas.
SOLAPAS DEMASIADO ANCHAS/DEMASIADO ESTRECHAS PÁGINA 23
Si quieres ensanchar o estrechar las solapas, quita o añade desde el borde superior de la solapa, y dibuja desde
ahí una línea definiéndola hasta la base de la solapa.
Ajustar la forma de la solapa no supondrá problemas con la vista puesto que habremos redibujado el patrón de la
vista usando la nueva línea de la solapa como guía.
Si quieres subir o bajar la solapa, dibuja una línea desde la parte superior de la línea de quiebre de la solapa
existente, hasta la altura deseada. Por debajo de la línea de quiebre el delantero de la chaqueta se define en una
línea recta.
ARMONÍA DE LA CHAQUETA
Habiendo eliminado los problemas estilísticos, nos centraremos en los problemas sobre cómo se adapta la
prenda. El proceso será corregir los problemas más obvios primero, y trabajar profundamente en los detalles de
afinación. Las correcciones más importantes a menudo eliminan las menores antes de llegar a ellas. Los
problemas de adaptación de una prenda son, con diferencia, los causados por la postura y desequilibrio de los
clientes. Si el cliente está cargado de hombros o muy recto, o si tiene un hombro más alto que otro, la chaqueta
no le caerá bien.
La chaqueta de un hombre con joroba tirará hacia atrás y hacia arriba. Para evitar que la chaqueta tire, estrecha el
patrón en la costura lateral de la espalda unos 3´8cm por debajo de la sisa. Aproximadamente de 1´3cm a 1´9cm
el patrón se pliega en esa costura, y se redibuja definiéndolo a lo ancho del patrón de la espalda.
En el patrón delantero, a unos 3´8cm de la sisa y a unos 5cm de la parte alta de la costura lateral, dibuja una línea
a lo ancho del patrón hasta el final de la solapa, sólo un poco por encima del final de la pinza. La tela se despliega
del patrón entre unos 1´3cm a 1´9cm en la solapa, en una línea definida hasta el final de la misma.
La parte alta del costadillo se baja para que la costura posterior del costadillo coincida con la nueva modificación
del patrón de la espalda.
POSTURA ERECTA
La chaqueta de un cliente que vaya demasiado recto tenderá a tirar hacia delante y hacia arriba. Para evitar que la
chaqueta tire, haremos un corte en el patrón, empezando en la espalda, a unos 3´8cm por debajo de la sisa. El
corte atraviesa a lo ancho la espalda hasta llegar a unos 5´1cm de la costura central. El patrón se extiende en la
costura lateral entre 1´3cm y 1´9cm.
Se hará un corte en el patrón delantero desde el final de la solapa hasta llegar a unos 5´1cm de la costura lateral.
El patrón se abre en el tajo entre 1´3cm a 1´9cm.
La parte de arriba del costadillo se eleva para que sea igual que la nueva medida del patrón de la espalda.
HOMBROS CAÍDOS PÁGINA 26
Mucha gente tiene un hombro más alto que otro, como resultado de su trabajo, o de cualquier otra actividad
habitual que coloca el cuerpo en desequilibrio. Una clara indicación de esto son las arrugas flojas que se ven en un
solo lado de la chaqueta.
Coloca alfileres en el hombro (ver ilustración), hasta que desaparezcan las arrugas, y mide la cantidad de ajuste
necesario.
Podría parecer lógico que se corrigiera el patrón con una profunda e inclinada costura en el hombro. Haciendo
esto haríamos más pequeña la sisa, lo que, por consiguiente, nos haría tener la manga más pequeña.
El hecho es que la rectificación no tiene nada que ver con la sisa. Tiene que ver con la zona de las costillas. El
hombro está más bajo porque el cuerpo se contrae sobre sí mismo en algún punto entre la sisa y la cintura, en
uno de los lados. El ajuste requerido es algo complicado pero funciona. El ajuste necesita una nueva glasilla o si
tienes confianza puedes hacerlo directamente sobre la tela de la prenda. Es tu decisión.
PÁGINA 27
Coloca los tres patrones de la chaqueta en tu tela de manera que el lado que no necesite ajuste quede en la capa
de arriba de la misma.
En la ilustración, la tela está doblada derecho con derecho y el lado de la chaqueta que no necesita ajuste se
marcará en la tela que quede arriba. Esto sirve para ilustrar el primer paso en el ajuste del hombro izquierdo
caído.
Dispón los patrones de manera que las costuras que deban ser unidas estén lo más cerca posibles entre sí.
Coloca una fila de alfileres que crucen horizontalmente la tela a nivel de la pinza en su parte superior. Los alfileres
deben atravesar las dos capas de tela.
Corta solo la capa de tela de arriba (como se ilustra) más o menos a 1´3cm de la sisa y el costadillo. Las dos capas
de tela aún siguen unidas por la fila de alfileres.
Ahora, en la parte superior de la solapa, mueve la tela de arriba hacia dentro 6mm. En el hombro del delantero de
la chaqueta, mueve la tela de arriba hacia abajo a la mitad del ajuste necesario.
Con una mano, sostén la tela de arriba plana, en su nueva posición. Con la otra mano, alisa la tela hacia los
alfileres que hay debajo, y hacia fuera para la costura lateral. Aparecerá un exceso de tela justo debajo de la fila
de alfileres.
Colocarás una segunda fila de alfileres atravesando ambas capas de tela, aislando los frunces de tela en esa zona.
Las dos filas de alfileres tendrían que estar separadas unos 2´5cm en el panel lateral.
Con la tela dispuesta así, corta en ambas capas de tela el delantero y el costadillo. Pon atención al cortar la zona
arrugada. Sigue las marcas de tiza.
PÁGINA 28
Cuando se pongan ambas capas del delantero y costadillo juntas sobre una mesa se verá que la capa de abajo es
más corta entre la axila y la cintura, pero ambas sisas miden lo mismo.
La espalda de la chaqueta se ajusta de la misma manera. La capa de arriba de la tela se mueve unos 6mm hacia
dentro en el centro del cuello, y hacia abajo en el hombro, una cantidad igual a la mitad de la rectificación
necesaria. La tela se alisará abajo y afuera hacia el lateral. El exceso de tela que aparece bajo los alfileres se
sujetarán con otra fila de alfileres, y cortaremos ambas capas de tela de la espalda de la chaqueta juntas.
Si la chaqueta se arruga por encima de la cintura por exceso o por falta de tela, determina la cantidad de
rectificación sujetando con alfileres (cuando sobre) o abriendo las costuras laterales (cuando falte).
En el patrón, añade o quita la cantidad a rectificar no solo desde la axila a la cadera, sino también en la sisa.
La línea horizontal en la parte alta de la costura lateral, de espalda y delantero, es igual al margen de costura del
lateral. Cuando hayas rectificado tu patrón, esa línea horizontal debe medir lo mismo que antes de empezar con
el rectificado. Así pues, cualquier cantidad añadida o quitada a la costura lateral debe ser inversamente quitada o
añadida en la sisa. Fallar en esto tendrá como resultado un hueco en la parte de atrás de la sisa que destrozará su
contorno.
No debería haber ninguna arruga en la chaqueta por debajo de la cintura, y la abertura tendría que quedar juntas,
sin tirar hacia un lado u otro.
En el patrón, añade o quita la cantidad a rectificar en la parte de debajo de la costura lateral, y define
gradualmente hasta la cintura.
Si la chaqueta es muy ancha o estrecha a lo ancho del hombro, determina el ajuste necesario cogiéndolo con
alfileres (si sobra), o recalculando la medida (si falta), y añade o quita la cantidad en el hombro del patrón, en la
sisa.
Si tu cliente tiene los hombros caídos, y la chaqueta ha sido cortada para hombros normales, aparecerán arrugas
en diagonal en la base de la sisa, tanto en el delantero como en la espalda. Estas arrugas se pueden eliminar,
normalmente, aumentando las hombreras.
Cuando el relleno de las hombreras no solvente del todo el problema, abre la costura del hombro y vuelve a
colocar alfileres hasta eliminar las arrugas. Aplica la rectificación en el borde de la sisa, en el hombro.
Aplica esta medida desde el final del cuello, en el hombro, tanto en el patrón delantero como en la espalda. La
solapa se elevará por el ajuste hecho con los alfileres. Se elevará el centro del cuello en la espalda esa cantidad
más 3mm.
HOMBRO CUADRADO PÁGINA 33
Si tu cliente tiene los hombros cuadrados y la chaqueta fue cortada para hombros normales, aparecerán arrugas
circulares en la base del cuello, tanto en el delantero como en la espalda. Disminuir las hombreras puede resolver
el problema, pero no siempre.
Quita el cuello y reequilibra los hombros con alfileres, eliminando las arrugas. Toma nota de la cantidad
rectificada en el final del cuello del hombro.
Aplica la cantidad tanto en el patrón delantero como en la espalda, hacia abajo desde el final del cuello, en el
hombro. También baja la solapa y la parte de atrás del escote la misma cantidad.
Si la base del cuello no se asienta en el hombro en la espalda de la chaqueta, pero lo hace por encima o por
debajo del nivel del hombro, hay que quitar el cuello y subir o bajar el escote de la espalda.
La cantidad a rectificar se determina fácilmente si la prueba se hace con una camisa debajo cuyo escote siente
bien. Eleva o baja el escote de la chaqueta en la espalda para permitir que se vea 1´3cm del cuello de la camisa
por encima del cuello de la chaqueta.
Aplica la profundidad del ajuste en el centro del escote del patrón de la espalda.
Si el escote de la chaqueta es demasiado apretado la costura de la sisa en el hombro tirará hacia el cuello. Habrá
arrugas en el delantero de la chaqueta, llegando desde cuello hacia la sisa.
El cuello quedará un poco más elevado si el escote es demasiado apretado, pero la altura del cuello será menos
patente que la tensión de la tela en el hombro y la zona del escote. Una vez soltemos el escote, el cuello debería
asentarse en una altura confortable.
Quita el cuello. Abre la costura del hombro de la glasilla en la parte de arriba de la costura central de la espalda, y
deja que la chaqueta se asiente por el escote.
El ajuste debería distribuirse por igual en el escote entre las costuras de hombro y centro de la espalda.
Si el escote de la chaqueta queda muy suelto la chaqueta se alejará del cuerpo en el cuello por la espalda; y en el
delantero la solapa se abrirá desagradablemente.
Quita el cuello y haz un pliegue sujetado con alfileres en la costura central de la espalda hasta que el escote
abrace el cuerpo de forma natural, cerrándose.
Aplica la profundidad del ajuste al final del cuello en la costura central de la espalda.
Al contrario de la sabiduría popular, la sisa más cómoda es aquella cortada lo más alta posible sin restringir el
movimiento hacia delante del brazo. Una sisa cortada baja sólo será cómoda mientras no se cosa la manga. Con
una manga cosida a una sisa demasiado baja levantar un brazo hará que se levante todo el lateral de la chaqueta.
El borde sin pulir de la tela debería quedar unos 2´5cm por debajo del centro de la axila.
Eleva o baja el patrón la profundidad del ajuste en la mitad de la axila, y en la parte alta de la costura lateral, en
delantero y espalda. Ajustar la costura lateral es necesario para mantener el contorno de la sisa.
Se habrá ganado algo en la sisa a la altura del piquete en el delantero, si aparecen arrugas con el brazo
descansando sobre el lado del cuerpo. Recorta lo que sobre, poco a poco, hasta que las arrugas desaparezcan.
El hombro debería tener una buena forma cóncava, como se ve en la foto, en vez de la voluminosa forma convexa
de la ilustración.
Ajusta el patrón añadiendo 6mm en el centro del hombro en el delantero y quítalos del mismo sitio en la espalda,
definiendo hacia las costuras de escote y sisa.
Para conseguir esta forma cóncava en los hombros es también necesario hacer una hombrera con buena forma
(página 132). El relleno debe concentrarse en el borde de la sisa en el hombro, disminuyendo su grosor a cero en
el centro del hombro.
PANTALONES
La primera cosa que debemos comprobar al ajustar los pantalones es la cinturilla. Sólo cuando la cintura viene
bien los pantalones se asentarán al cuerpo. Si la cinturilla queda muy suelta, pon alfileres en la costura central de
la espalda hasta que quede a su medida. Mide el ajuste. Si la cinturilla queda muy apretada, abre la costura
central de la espalda y utiliza tanto margen de costura come sea necesario hasta que quede a su medida.
Si los pantalones quedan muy apretados alrededor de la cadera, lo máximo que podemos añadir sin desequilibrar
el balance de los pantalones es 1´3cm. Esa cantidad se añade en tres puntos del patrón tanto en el delantero
como en la espalda.
El ajuste se marca hacia fuera en la costura de la entrepierna a la altura de la cadera, hacia fuera en la parte alta
de la costura interior de la pierna y hacia fuera en la costura lateral de la pierna a la altura de la cadera.
Si los pantalones quedan demasiado sueltos alrededor de la cadera, lo máximo que se le puede quitar sin
desequilibrar el balance de los pantalones es 1´3cm. Esta cantidad se quita del patrón en un punto del patrón
delantero y en tres del de la espalda.
En el patrón delantero se marca el ajuste hacia dentro en las costuras laterales a nivel de la cadera, también se
marca igual en la espalda, además también se marca hacia dentro en la parte superior de la costura interna de las
perneras, y hacia dentro en la costura de la entrepierna a nivel de la cadera.
ENTREPIERNA DEMASIADO CORTA/DEMASIADO LARGA PÁGINA 43
Si hay arrugas concentradas en la zona de la entrepierna, probablemente las caderas estarán bien, pero hay que
corregir la longitud de la entrepierna. Si las arrugas son tirantes, y empujan formando radios desde la entrepierna,
es que ésta es corta. Si las arrugas caen sueltas indican que la entrepierna es larga.
Dependiendo de la cantidad de arrugas que se formen, ajusta la entrepierna entre 1´9cm y 2´5cm. Añade o quita
esta cantidad corregida solo en el patrón de la espalda, ampliando hacia dentro o fuera en la parte alta de la
costura interior de la pierna y en el centro de la costura de la entrepierna a nivel de cadera.
El pantalón formará arrugas en las rodillas si el cliente tiene piernas de cowboy o es patizambo. Un simple ajuste
de entre 1´3 -2´5cm permitirá que el pantalón caiga con suavidad.
Añade el ajuste hacia dentro en la parte baja de las costuras laterales de la pierna y hacia fuera en la parte baja de
las costuras internas de la pierna. Delantero y espalda.
PATIZAMBO
Añade el ajuste hacia dentro en la parte baja de las costuras internas de la pierna y hacia fuera en la parte baja de
las costuras laterales de la pierna. Delantero y espalda.
Si el cliente tiene el trasero muy plano, o si empuja las caderas hacia delante, aparecerán arrugas circulares o
pliegues en la espalda del pantalón. En ambos casos el pantalón tocará la pantorrilla en la espalda, en vez de caer
suavemente.
Determina el ajuste en base al volumen de los pliegues. Unos 1´9cm suele ser lo normal.
Aplica el ajuste en tres puntos del patrón delantero y en cuatro en el de la espalda. En la espalda mide el ajuste
hacia fuera en la cadera, hacia abajo en el centro de la cintura, y hacia dentro tanto en la costura de la
entrepierna a nivel de cadera como en la parte de arriba de la costura interior de las piernas. En el delantero,
corrige la cantidad en el lateral de la costura de la cintura, y hacia fuera y hacia arriba en el centro de la cintura.
Necesitarás una regla curva para aplicar las medidas definiéndolas a cero para que los nuevos puntos se
encuentren entre sí. Toda las nuevas marcas, excepto por la de la cintura en el delantero son líneas curvas.
La tela tirará en la parte de atrás del pantalón si el trasero del cliente es prominente, o si éste mueve delante y
atrás las caderas. Los pantalones tocarán la pierna por la zona del bajo en vez de caer suavemente al suelo.
Determina el ajuste dependiendo de lo que estire el pantalón por detrás. Unos 1´9cm suele ser lo habitual.
Aplica este ajuste en tres puntos del patrón de la espalda: hacia fuera en la parte alta de la costura interior de las
piernas, en la entrepierna a nivel de cadera y hacia arriba en el centro de la cintura. También se aplicará el ajuste
en la costura lateral de las piernas a nivel de cadera. Sin embargo, dar demasiada forma en la cadera sería
excesivo para muchos clientes. Añade 1´3cm en la costura lateral de la pierna a nivel de cadera y define la línea a
cero.
CHALECO PÁGINA 48
Debería verse sólo un botón del chaleco mientras tenemos la chaqueta y el chaleco abrochados. Muchos chalecos
desvían la atención del corte de la solapa de la chaqueta. Sin embargo, si el chaleco no se ve, podríamos
eliminarlo. Si fuera necesario dibuja una línea hacia dentro o fuera en el centro del escote del chaleco definiendo
a cero.
Si el chaleco queda demasiado suelto, o demasiado apretado, distribuye la cantidad de ajuste por igual entre las
costuras laterales tanto de espalda como de delantero.
Si la cantidad de ajuste es significativa, podría ser necesario tener que mover el bolsillo de sitio para que éste se
mantuviera centrado en el delantero.
4 LA TELA PÁGINA 50
SELECCIONAR LA TELA
Si quieres la mejor tela posible para hacer un traje de sastre elige la lana. Hay una variedad increíble de telas
bonitas disponible a día de hoy, muchas de las cuales se adecúan a ciertos requisitos de la sastrería. No hay razón
para limitar tu guardarropa a una sola tela. Sin embargo, la totalidad del proceso en sastrería (loneta, arpillera,
cinta…) darán mejor resultado con la lana. La seda y el lino le siguen de muy cerca.
La lana tiene unas características propias que hacen que refleje mejor el proceso de sastrería. Todos los sastres
están de acuerdo con esto.
Las técnicas de sastrería descritas en este libro te llevarán a veces a estirar la tela, o a encogerla, para moldearla y
que se adapte a las formas del cuerpo humano. La lana es capaz, de alguna manera, de aceptar estas nuevas
formas dadas y mantenerlas como si fueran propias. Esto la hace única entre el resto de telas.
La lana se puede encontrar con una variedad de peso y características, que la hacen cómoda tanto si la vistes en
el trópico o el ártico, durante todo el año. Es duradera, tiene una esperanza de vida larga, y se maneja de
maravilla en la máquina de coser.
Hay dos tipos de lana a grandes rasgos: Peinada (estambre) o Cardada (de hilo).
La tela peinada es tejida a partir de fibras de lana largas, cuidadosamente peinadas que se han retorcido muy
apretadas y luego han sido tejidas de igual forma. El resultado es una tela que tiene una superficie firme y plana,
como si de sarga se tratase, o una gabardina. Los trajes sastres clásicos para hombres de negocios son hechos con
esta tela más que con la otra.
La tela cardada es tejida a partir de fibras de lana relativamente cortas, que no han sido peinadas suavemente.
Las fibras han sido tejidas sin retorcerlas tanto y por eso es menos apretada que la peinada. El efecto es una tela
suave, cómoda de llevar, parecida a un Harris tweed (tela de lana áspera originaria de Escocia) o a una franela. Es
más recomendable usarla para hacer prendas más cómodas o deportivas en vez de un atuendo de hombre de
negocios.
PROPIEDADES DE LAS TELAS TEJIDAS PÁGINA 51
Las telas tejidas se hacen entrelazando hilos en ángulo recto unos con otros, uniformemente o siguiendo algún
patrón. El hilo longitudinal de la tela (urdimbre) va paralelo al orillo (los bordes acabados a lo largo de la longitud
de la tela a ambos lados). El hilo longitudinal de la tela se llama recto hilo. El hilo transversal de la tela (la trama)
se llama contra hilo y va perpendicular al orillo. No hay ningún hilo que cruce en diagonal en las telas. Sin
embargo llamamos bies a la dirección en diagonal de las telas. El recto hilo debe ser fuerte para soportar el
trabajo del telar, y para aguantar la tela. El contra hilo no necesita ser tan fuerte.
Debido a la resistencia del recto hilo, y por el hecho que el contra hilo se “dará“, o se acomodará como
consecuencia de la gravedad, muchas prendas caen mejor si se cortan al recto hilo.
Las prendas cortadas a contra hilo (con el hilo de la trama colgando vertical al suelo) caen peor y rígidamente. Las
prendas cortadas al bies (con el bies colgando vertical al suelo) no tienen el soporte ni del recto hilo ni del contra
hilo. Por eso mismo la tela lo tiene más difícil para aguantar su forma. Las prendas cortadas al bies caen geniales y
se estiran.
Tanto si cortas una falda al bies, una cinturilla al contra hilo, o unos pantalones al recto hilo las instrucciones del
corte serán siempre las mismas. Cada patrón de la prenda tendrá que ser colocado en la tela de manera que la
flecha indicadora en el patrón del recto hilo quede paralela a la urdimbre. Decir que algo ha sido cortado al contra
hilo o al bies tiene menos que ver con cómo se ha cortado y más con cómo se viste.
PÁGINA 52
Tanto la cinturilla como los pantalones han sido cortados en la misma dirección. Sin embargo, como la cinturilla
será cosida a la prenda con el recto hilo en posición horizontal, diremos que esta ha sido cortada a contra hilo. Y
como el recto hilo de los pantalones irá en vertical, diremos que los pantalones han sido cortados al recto hilo.
La mayor parte de patrones de un traje sastre están cortados al recto hilo. Y por varias razones, algunas piezas
pequeñas de las prendas se cortan a contra hilo y al bies.
Ahora hablaremos de perder el recto hilo. Podría ocurrir que el recto hilo de la tela se distorsione desde que sale
del telar hasta que llega a ti. Considerando la importancia que tiene el recto hilo en la caída de la prenda
finalizada, sería recomendable comprobar el alineamiento del recto hilo antes de cortar la tela. Lo que haremos
será comprobar si los hilos longitudinales y horizontales de la tela son perpendiculares entre sí. Si no lo son, todo
lo que hemos dicho acerca de colocar las flechas de los patrones en paralelo al recto hilo no servirá de nada.
Para comprobar el alineamiento del recto hilo, estira de un hilo de la trama de orillo a orillo a lo ancho en ambos
extremos de la tela. Haz esto en los extremos de tu metraje, para no malgastar tela. Los frunces a lo largo de los
hilos estirados indican el contra hilo.
Dobla la tela de orillo a orillo, derechos encarados. Mira si la tela forma cómodamente un rectángulo. Si no lo
hace, el recto hilo y el contra hilo no están perpendiculares. La tela ha perdido el recto hilo y debe ser
“convencida“ para volver a él.
PÁGINA 54
Para hacer esto, pon alfileres por toda la tela doblada una vez la hayas dispuesto en la forma rectangular que
debería tener. Plancha con vapor desde el orillo hasta el lomo de la tela, por el revés de la misma, hasta que las
ondas de la tela desaparezcan. Las telas que no hace falta llevar a la tintorería para lavarlas pueden ser devueltas
a su forma mientras están húmedas. Se debe hacer en una superficie plana, poco a poco y por áreas.
Las fibras de lana naturales son propensas a encoger. Todas las telas tejidas, que formen parte de tu prenda como
la entretela, la cinta de sarga, los bolsillos y la propia tela del traje han de ser pre-lavadas. La entretela rígida
Francesa para el cuello y la arpillera usada para dar firmeza son las excepciones.
Incluso si la etiqueta de la tela dice que ya ha sido pre-lavada, te curarás en salud si, antes de cortar, planchas la
tela con vapor y la pre-lavas en seco a través de un profesional.
Pre-lava la entretela sumergiéndola en agua fría durante una hora. Déjala secar y luego plánchala con vapor. La
cinta de sarga se puede sumergir en agua fría y planchar estando mojada. No perderá su forma. El saquillo para
los bolsillos será suficiente con plancharlo a vapor. Los forros que hemos sugeridos no encogen al lavarlos en
seco.
LA LANILLA/PELUSA PÁGINA 55
Una vez la tela de la prenda haya sido pre-lavada, hayamos comprobado su recto hilo y estemos listos para
empezar, acaricia la tela con la mano ligeramente, primero en una dirección y luego en la otra. Si sientes la tela
igual en ambas direcciones, entonces es que no tiene pelusa o lanilla. Si hay la más mínima diferencia entre ellas,
la tela tiene pelusa, y ésta está en la dirección en la que la tela es más suave.
La dirección de la pelusa es la dirección en la que la superficie de la tela ha sido cepillada. No es importante que
se noten diferentes en una u otra dirección. Lo importante es que reflejan la luz de manera diferente. Así pues, la
tela tendrá una tonalidad diferente cuando la sostengamos en una dirección o en otra.
La diferencia de tono debido a la pelusa es muy ligera, y no se percibe mientras trabajas con la tela extendida
sobre la mesa. Si obvias la pelusa y, por ejemplo, cortas el cuerpo de la chaqueta con la pelusa hacia abajo y las
mangas con la pelusa hacia arriba, parecerá, desde el fondo de la habitación, que has cortado las mangas de una
tela diferente.
La mejor manera de evitar estos problemas es determinar la dirección de la pelusa antes de que coloques los
patrones; dibujar flechas en la tela indicando la dirección de la pelusa (la dirección donde la tela es más suave), y
cortar los patrones de manera que la pelusa de todos ellos esté en la misma dirección.
Muchas telas se cortan con la pelusa hacia abajo. Córtala así, notarás la tela más suave si pasas la mano hacia
abajo que si lo haces hacia arriba. Es igual que cuando se le dan caricias a un gato de delante hacia atrás.
El terciopelo se corta a veces con la pelusa hacia arriba, porque la profundidad del pelo atrapa la luz mejor si se
hace así, y le da a la tela un color más rico.
Si la pelusa es tan ligera que encontramos dificultad en determinar en qué dirección está más suave, sólo escoge
una dirección, y marca flechas en la tela a ese efecto. Es menos importante tener la dirección de la pelusa
correcta que cortar las piezas de los patrones uniformemente, cualquiera que sea la dirección elegida.
5 DISPOSICIÓN/CORTE PÁGINA 56
Si, tras medir al cliente, pre-lavar las telas, confeccionar y corregir la glasilla sigues estando muy ansioso por
ponerte a trabajar en el traje, no debería importarte escuchar que los sastres profesionales no utilizan patrones
de papel de seda. Son muy difíciles de manejar (los patrones, no los sastres).
La única cualidad positiva de los patrones de papel de seda es que caben bien, o no tanto, en un sobre de
patrones. En cuanto a lo negativo, se arrugan, se rompen, se vuelan si estornudas…
Los sastres hacen sus propios patrones en un papel más recio o papel de roble. Los patrones de papel de roble se
pueden colocar encima de la tela, se quedan en su sitio por el propio peso y no se necesitan alfileres, pudiéndose
trazar con la tiza. Se le hacen pequeños agujeros que sirven para indicar pinzas y bolsillos. Se le cortan piquetes en
los extremos del patrón en cinturilla, bajo, línea de quiebre de la solapa, etc. Cuando no se usan, se cuelgan de un
gancho cómodamente.
PÁGINA 57
Excepto cuando tengas que cortar la tela más transparente que encuentres para hacer un vestido, este método
de colocación de patrones es más rápido y cuidadoso, porque evita que pongamos alfileres en la tela. A parte de
consumir tiempo, el proceso de poner alfileres altera la colocación en la tela, haciendo muy difícil el cortar ambas
capas de la tela idénticamente.
Si por ahora no tienes la paciencia de transferir tu patrón a papel de roble, puedes evitar poner alfileres en la tela
si utilizas pesos. El trazado no será igual de rápido que contar con los firmes extremos del cartón para guiar la tiza,
pero será aún más cuidadoso y fácil que poner alfileres.
Piensa en la alternativa de los patrones de papel de roble, especialmente para aquellos que uses una y otra vez.
Para tus primeros proyectos de sastrería te sugiero que compres más tela que la que necesite tu patrón, servirá
para enmendar errores sobre el diseño de las solapas de los bolsillos, o de criterio, habilidad, etc…
Para la chaqueta, dispón los principales patrones: delantero, espalda, costadillo, vistas (asegúrate que la has
corregido en página 14), y manga. La manga debe trazarse en la tela junto con los patrones principales como
recordatorio de su presencia, pero no la cortaremos hasta mucho más tarde, cuando la chaqueta esté casi
terminada. A menos que estés familiarizado con las técnicas de su elaboración, los bolsillos y el cuello deben ser
cortados cuando vayamos a usarlos, siguiendo las instrucciones de cada sección.
Haz lo mismo con los patrones de pantalón y chaleco. Ponte a trabajar sólo con el delantero de tu chaleco, y con
delantero y espalda de tus pantalones. Corta las vistas, los bolsillos y la cinturilla conforme los vayas necesitando.
Por supuesto, cortar todo de golpe permite un uso más rentable de la tela, y muchos sastres desarrollan sus
habilidades en el corte hasta convertirlas en obras de arte. La ilustración muestra la colocación de los patrones de
un traje de tres piezas de la talla 40. Es un buen ejercicio tanto como un desafío planificar tus patrones tan
ajustadamente como se muestra en la ilustración. Se necesita también bastante experiencia. Por el momento
asumiremos que ya es un desafío importante confeccionar un buen traje a medida. El desafío de poder disponer
los patrones de forma ajustada vendrá después, con la experiencia.
PÁGINA 58
Con la tela preparada (pre-lavada, planchada, con el recto hilo y pelusa marcados), coloca tus patrones
principales. Ten en cuenta la dirección de la pelusa a menos que cuentes con poca tela. Es más seguro tener clara
la dirección de la pelusa, especialmente con la lana, ya que ligeros cambios de color pueden ser percibidos a la luz
del sol, y no en tu taller. Respeta el recto hilo de la tela al colocar los patrones. Las flechas de cada patrón tienen
que estar paralelas al orillo de la tela. Mide para comprobar que tu ojo no falla.
Con una tiza afilada, el trazado de los patrones será fácil y cuidadoso. Afila la tiza, para realizar una línea fina sin
necesidad de apretar mucho la tiza sobre la tela. Añadir presión a la tiza, en vez de afilarla, provocará unas líneas
gruesas e indeterminadas, e incluso podrían alterar la disposición en la tela.
Sugerimos usar tiza de arcilla, más que aquellas que contienen cera, porque con la primera podemos marcar por
el derecho de la tela sin preocuparnos de que las marcas sean permanentes. Las líneas marcadas con estas tizas
de arcilla se pueden cepillar fácilmente cuando ya no las necesitemos. No conviene planchar encima de la líneas
de la tiza, pues esto podría dificultar su borrado (por no decir hacerlo imposible).
PÁGINA 59
Traza el patrón delantero indicando todos los piquetes, incluyendo cintura, cuello, el punto más alto y más bajo
de la solapa y el piquete de la sisa.
Marca las puntas de las pinzas al final de la línea donde irá el bolsillo, rascando con la tiza y dejando que su
polvillo atraviese los agujeros del patrón.
PÁGINA 60
Quita el patrón y corta la tela, indicando los piquetes de los extremos haciendo un pequeño corte (no más
grande) de 3mm, en el margen de costura.
Las mejores tijeras para cortar capas de tela doble son las de mango curvo. La hoja de abajo puede permanecer
en la mesa mientras se corta la tela. La hoja está en una posición que le permite deslizarse alterando lo mínimo la
tela.
Resiste la urgencia de traer la tela hacia ti conforme cortas. Cualquier movimiento como ese podría arruinar los
esfuerzos hechos para encontrar el recto hilo.
Tras haber cortado todos los patrones se pasan hilos flojos por todas las líneas trazadas.
Los hilos flojos no son más que puntos de bastilla que atraviesan dos capas de tela a los que se les deja un extra
de bucle en las puntadas (ver ilustración). Al separar las capas de tela, el exceso de hilo se traslada hacia dentro.
PÁGINA 61
Al cortar los hilos por el centro se forman marcas de hilo (bucles de hilo en el revés de la tela e hilos sueltos por el
derecho de la misma).
Para marcar puntas o finales, (no líneas), se sacan dos puntadas (una por encima de la otra), dejando el bucle de
hilo flojo en la capa del derecho de la tela. Las pinzas y los extremos de todos los bolsillos se marcan así.
Marca con tiza la línea del dobladillo y la del quiebre de la solapa. Usa las puntadas descritas antes para marcar
todas las líneas del dobladillo y el principio y el final de la línea de quiebre de la solapa.
El procedimiento de corte de los pantalones es esencialmente el mismo que para la chaqueta. El recto hilo de la
tela es esencial, y toda la información pertinente debería ser reflejada en la tela con las puntadas antes descritas.
Perder un poco de tiempo haciendo esto ahora te ahorrará luego horas de no saber dónde están las marcas.
El proceso para marcar el delantero del chaleco es ligeramente diferente. Debido a que una capa de entretela
termoadhesiva será aplicada al delantero del chaleco por el revés, la información del patrón tendrá que ser hecha
por el derecho de la tela con tiza, en vez de con hilos. Los hilos atrapados por la entretela termoadhesiva son muy
difíciles de quitar.
La colocación de los patrones en telas a rayas o cuadros requiere una atención especial. Las líneas horizontales en
la parte de arriba de la manga deberían coincidir con las del cuerpo de la chaqueta. Pon el piquete de la parte de
arriba del patrón de la manga y el piquete delantero de la sisa en idénticos puntos de la tela de cuadros/rayas (ver
página 171).
El borde exterior de la solapa en la vista tendría que estar cortado al recto hilo, entre dos rayas verticales. La raya
debería recorrer la longitud de la chaqueta, sin desviarse del camino.
Coloca el patrón corregido de la vista (página 14) de manera que el piquete de la parte alta de la solapa caiga
entre dos rayas verticales. Coser una vista en una tela a rayas o cuadros debe hacerse a mano (página 113) más
que a máquina, para controlar mejor la coincidencia de las líneas.
PÁGINA 63
La costura central de la espalda, en el extremo del escote, no debería interrumpir el diseño de la tela. Coloca la
línea de costura del escote en el centro de la espalda, entre dos rayas verticales de la tela.
El cuello, visto desde atrás, no debería mostrar ninguna interrupción en el diseño de la tela en la espalda de la
chaqueta.
Así pues, la parte superior del cuello, que se corta después de haber colocado el bajo cuello, debería coserse al
bajo cuello intentando continuar con los cuadros/rayas del diseño de la chaqueta en la espalda (ver página 150).
La costura de la parte recta del delantero de la chaqueta, debajo de la solapa, no debería caer en una raya vertical
destacada. Esto se aplicará también a la misma costura en el chaleco.
PÁGINA 64
Coloca las partes rectas de los patrones delanteros de la chaqueta y el chaleco de manera que las costuras caigan
entre dos líneas verticales del diseño de la tela.
Todas las líneas horizontales del diseño a cuadros de la tela deben coincidir en las costuras.
Pon los piquetes de todas las costuras que vayan a ser unidas, en idénticos puntos de la tela a cuadros.
PÁGINA 65
La línea del dobladillo de la chaqueta no debería caer en una raya horizontal destacada.
Coloca la línea del bajo de la chaqueta del patrón delantero, espalda y costadillo entre dos rayas horizontales del
diseño de la tela.
El pliegue de la bragueta en su parte superior debería caer entre dos rayas verticales. Pon el piquete del centro
delantero de la línea de cintura entre dos rayas verticales.
La información necesaria para elaborar los bolsillos en telas a rayas o cuadros se dará cuando hablemos de las
indicaciones para coserlos.
6 LA CHAQUETA
En este momento de la confección, de haber alguna pinza en la chaqueta, estará indicada por cuatro hilvanes.
Marca con la tiza, por el revés de la tela, una línea de arriba abajo en el centro de la pinza.
En un lado de la pinza, marca con la tiza una línea ligeramente curvada desde la parte de arriba de la pinza a la
cintura y desde la cintura a la parte de debajo de la pinza. Usa la regla curvada para marcar la línea con una
correcta definición de la misma en los extremos de la pinza. Una curva demasiado abrupta en los extremos de las
pinzas crearía unos frunces por el derecho de la tela que serían imposibles de quitar con la plancha.
Quita los hilvanes y plancha la pinza doblándola por la mitad por la marca de tiza que hemos hecho en el centro.
Cose a máquina la pinza de arriba abajo. Coser la tela en la dirección de la pelusa es un detalle cortés para con la
tela. Algo que será absolutamente necesario cuando cosamos telas de pelo o terciopelo.
Es mejor asegurar los hilos de los extremos de la costura con nudos más que con unas puntadas hacia atrás de la
máquina de coser. Así evitaremos posibles frunces en la delicada zona de los extremos de las pinzas.
PÁGINA 67
Recorta la pinza por la marca de tiza central, dejando 1´3cm sin cortar tanto arriba como abajo. Plancha la pinza
abierta usando el cojín de sastre.
La tela en el extremo de la pinza puede ser difícil de controlar, ya que podría tirar hacia un lado, en vez de
quedarse repartida en el centro, para ser planchada plana. Cuando esto sucede, se nota en el delantero de la
chaqueta una ligera onda en la costura de la pinza, en vez de una línea de costura perfectamente recta en el
extremo de la pinza.
Antes de planchar, controla la tela en el extremo de la pinza metiendo en él el ojo de una aguja enhebrada, tan
profundo como se pueda. Esto hará que la costura permanezca recta mientras planchas el margen de costura de
la pinza plano y centrado. Quita la aguja, que tendrá el ojo caliente, y vuelve a planchar plana la pinza en su
extremo. Por el derecho de la tela la línea de la pinza debería quedar ahora perfectamente recta.
Se puede usar un trozo ovalado de entretela termoadhesiva cortado al bies para reforzar el extremo de la pinza y
mantener el cuerpo de la tela en esa zona. Usa sólo una entretela que tenga menos grosor que la tela de la
prenda. Haz una prueba primero en un retal de la tela. Si se percibe el más mínimo indicio de la entretela por el
derecho de la tela, es que es muy basta. En caso de duda, no la pongas.
Embasta y cose los costadillos a los delanteros de la chaqueta, y plancha las costuras abiertas. Si la chaqueta tiene
demasiada forma en la cintura, habrá un poco de presión en esa zona de la costura. Plancha con vapor el margen
de costura de la zona estirándolo en una curva opuesta a la forma original. Cuando vuelvas a planchar abierta la
costura, la presión se habrá eliminado.
Si recortas los márgenes de costura en la zona de la cintura para eliminar la tensión, debilitarás la prenda en esta
zona, sin haber necesidad de ello. Y siempre es recomendable mantener intactos los márgenes de costura para
futuros cambios.
Plancha cuidadosamente el delantero de la chaqueta por el revés. Ya estás listo para hacer los bolsillos de la
chaqueta.
Bolsillo de cartera
Bolsillo de parche
Presentaremos aquí la elaboración de estos bolsillos con gran detalle. De esa forma no tendrás que limitarte
según el diseño del patrón comercial que tengas, en caso de que lo hayas comprado. Siéntete libre de sustituir un
bolsillo de doble vivo por un bolsillo de parche, o de añadir una solapa si te apetece. Las únicas pautas parecen
ser que los bolsillos de parche se reservan para prendas más casuales, y que el bolsillo de cartera en una chaqueta
de hombre sólo se usa en el pecho, nunca en la cadera.
La perfección en la elaboración de los bolsillos dice mucho de la habilidad del sastre. Debido a la posición
destacada de los bolsillos en el delantero de una chaqueta, cualquier deformación en la línea de los mismos sería
evidente, y le quitaría valor a la impresión general de la prenda. Sugerimos que practiques antes elaborando
bolsillos en un retal, antes de coserlos en tu chaqueta.
EL BOLSILLO DE CARTERA
El bolsillo de cartera del pecho mide 11´4cm de largo por 2´5cm de ancho, se coloca en el lado izquierdo de la
chaqueta aproximadamente al nivel del piquete delantero de la manga. Con la chaqueta puesta, la línea de
colocación del bolsillo queda inclinada 1´3cm más abajo en la derecha y más arriba en la izquierda.
Marca con tiza la línea de colocación en el delantero de la chaqueta. Si has hecho ajustes en la sisa de tu patrón
delantero, comprueba que la línea de colocación del bolsillo queda como mínimo a 3´8cm lejos de la línea de
costura de la sisa.
PÁGINA 69
Corta una pieza a lo ancho de la trama de entretela termoadhesiva, de 11´4cm por 3´5cm. Dibuja un margen de
1cm a lo largo del extremo inferior de la cara que no pega. Esta línea será por donde se cosa la cartera a la
chaqueta.
Recorta dos diagonales de 6mm en el rectángulo, arriba en la derecha y abajo en la izquierda. Esto creará la
inclinación de la cartera.
Plancha la entretela termoadhesiva en una pieza de la tela de la prenda por el revés de la misma, dejando un
margen de tela de 1cm en cada lado y de 1´6cm arriba. Es importante que el lado de la entretela esté paralelo al
recto hilo de la tela de la prenda, y que la pelusa esté hacia abajo.
Corta dos cuadrados de saquillo al recto hilo, de 15´2cm por 15´2cm, y recorta 1´3cm en la parte superior de cada
trozo.
Cose en una costura (de 6mm ancho de puntada) el extremo superior de la tela de la prenda al extremo superior
del saquillo, y plancha la costura abierta.
Embasta la cartera al saquillo a ambos extremos de la entretela, facilitando que la cartera se mueva ligeramente
hacia el centro, lo que asegurará que los extremos del saquillo queden escondidos cuando giremos la cartera
hacia el derecho.
Cose a máquina justo más allá del borde de la entretela. Ataca la parte de arriba, pero no la de abajo, de cada
costura.
PÁGINA 70
Corta el bolsillo por la base de la costura. Recorta los márgenes de costura dejándolos a 6mm y recorta los
extremos superiores dejándolos romos.
Para entornar mejor las esquinas, enhebra una aguja, toma cuidadosamente una de las puntadas de las esquinas
y tira de ambos extremos del hilo. Este es un procedimiento más seguro que empujar las esquinas desde el
interior con la punta de las tijeras. Plancha la cartera por el derecho.
Abre la costura de la cartera con cuidado justo hasta que se vea la puntada que dibujamos en la entretela.
Corta un trozo de saquillo de 5cm por 15´2cm al recto hilo, y colócalo en el revés de la chaqueta. El extremo de
debajo del saquillo debería quedar a unos 1´3cm por debajo de la línea de colocación de la cartera, que se dibujó
por el derecho de la chaqueta. Esta pieza de saquillo se llama refuerzo, pues su propósito es fortalecer la tela de
la prenda en esta zona en la que vamos a trabajar.
Coloca la cartera en el derecho del delantero de la chaqueta mirando hacia abajo, encajando la línea dibujada en
la entretela con la línea de colocación de la cartera trazada en el derecho de la tela. No te preocupes si notas que
la cartera está girada del revés en este momento; quedará bien.
Inserta la segunda pieza de saquillo bajo el margen de costura y cóselo junto, muy cerca del margen de costura
de la cartera. Esta costura tendría que ser 1cm más corta que la costura de la cartera a ambos extremos. Ataca
bien al final de cada lado.
Desde el revés de la chaqueta ambas costuras son claramente visibles en el trozo reforzado. Empezando en el
medio, corta a través de la tela de refuerzo y de la tela de la chaqueta, por el medio de ambas costuras. Mientras
recortas, sostén el margen de costura de la cartera y el saquillo para no cortarlos también. Haz cortes en punta de
1cm de largo en cada extremo. Recorta muy cerca de la última puntada cosida de cada línea, pero no cortes los
hilos. Hacer estos cortes bien es un paso sencillo, pero esencial, en la elaboración de un bolsillo perfecto.
Si las puntas, especialmente en la parte de abajo, no están recortadas hasta la última puntada cosida, las esquinas
de tu bolsillo se fruncirán.
Sin embargo, si te pasas de largo, tendrás un agujero por el derecho de tu chaqueta en los extremos del bolsillo.
Evita cualquier frunce o agujero poniendo máxima atención en este paso.
PÁGINA 72
Llega hasta la abertura y empuja el saquillo hacia el revés. Plancha abierta la costura que une la cartera a la
chaqueta.
Por el derecho de la chaqueta, la cartera tendría que mirar ahora hacia arriba. Embasta el bolsillo cerrándolo.
Los lados de la cartera están unidos a la chaqueta por una puntada a mano en diagonal por el revés de la tela. Las
puntadas no deberían verse por el derecho. Cose a máquina las piezas de saquillo juntas, y recorta el margen de
costura. No recortes la pieza de refuerzo. La usaremos más tarde para unirla a la loneta.
A lo mejor te gustaría añadir una puntada decorativa a ambos finales superiores de la cartera, para delimitarla. Si
enceras hilo torzal y lo planchas entre dos trozos de papel, la cera se derretirá en el hilo y le dará más cuerpo. Haz
una puntada a ambos lados de la cartera y fíjala por el interior. El bolsillo de cartera está terminado.
Debido a que no hay pinzas ni costuras en la zona del bolsillo de cartera del pecho, el dibujo de la tela tendría que
verse ininterrumpido en el bolsillo, tanto vertical como horizontalmente.
La mejor manera de garantizar una cuidadosa sincronía con la tela es dibujar el diseño de la tela en la entretela
durante la elaboración de la cartera (página 68).
Coloca el trozo de la entretela, con el lado que pegue hacia arriba, en el delantero de la chaqueta, con la línea de
colocación de la cartera en la línea de costura de la misma. Dibuja el diseño de cuadros/rayas de la tela en los
extremos de la entretela.
Coloca la entretela ya dibujada, con la parte que pega hacia abajo, en el revés de un trozo de la tela de la
chaqueta, haciendo coincidir el diseño. Asegúrate de hacer coincidir el diseño tanto en los lados de la cartera,
como encima y debajo de la misma.
Plancha la entretela en su sitio sobre la tela de la chaqueta, y continúa con la elaboración del bolsillo como antes
te enseñamos.
EL BOLSILLO DE DOBLE VIVO
El bolsillo de doble vivo en una chaqueta masculina mide entre 14´6cm y 15´2cm de largo. El vivo visible mide
unos 6mm tanto arriba como abajo.
Dibuja la línea de colocación del bolsillo por el delantero de la chaqueta usando la regla curva. Una ligera curva,
de menos de 3mm en su centro, será casi imperceptible en el bolsillo terminado, pero evitará que el bolsillo
quede abierto mientras no se use. Quita los hilvanes de los extremos de la línea de colocación del bolsillo y dibuja
con tiza los extremos.
PÁGINA 74
Corta, para cada uno de los bolsillos, dos piezas de la tela de la chaqueta para usarse como vivos: una de 20´3cm
por 3´8cm y otra de 20´3cm por 5cm, al recto hilo y con la pelusa hacia abajo.
Corta una pieza de saquillo para usarla como refuerzo, de 20´3cm por 6´4cm, al recto hilo. Por el revés de la tela
de la chaqueta coloca la tela de refuerzo centrada a lo largo línea de colocación del bolsillo. Embasta o sujeta con
alfileres.
Coloca el trozo más ancho de vivo por el derecho de la chaqueta, mirando hacia abajo y con la pelusa hacia arriba.
Tienes que alinear el extremo superior del vivo con la línea de colocación del bolsillo. Embasta muy cerca del final,
atravesando vivo, tela de la chaqueta y tela de refuerzo. Como la línea de colocación del bolsillo tiene una ligera
curva, aparecerán pequeñas ondas en el centro del vivo. Traza con tiza dos marcas a ambos lados del vivo
indicando el final de la línea del bolsillo.
Coloca el segundo vivo por el derecho de la chaqueta mirando hacia arriba, con la pelusa hacia abajo, con ambos
extremos de los vivos tocándose. Embasta muy cerca del final del mismo.
Utiliza la marca de tiza del vivo inferior y continúala hasta marcar también el vivo de arriba. Plancha con vapor los
vivos en una superficie plana para eliminar las ondas.
Cose a máquina los vivos a la chaqueta a 6mm por encima y por debajo de la línea del bolsillo. Estas costuras no
serán exactamente paralelas. Estarán ligeramente más cerca de la línea del bolsillo por el centro que por los
extremos de las costuras. Toma la ilustración como referencia para entender a qué nos referimos como
“ligeramente”. Este contorno de la línea no se verá en el bolsillo terminado, y evitará que el bolsillo se abra
cuando no se use.
Es muy importante que los dos extremos de las costuras estén directamente alineados. Si no lo están, los lados
del bolsillo acabado se inclinarán en vez de estar rectos, y el efecto general no quedará profesional.
PÁGINA 75
Recorta, por el revés de la chaqueta, la tela de la chaqueta y el refuerzo, empezando por el centro. Ten cuidado y
sostén los vivos para no recortarlos durante el proceso.
Haz dos piquetes de 1cm a ambos extremos del recorte lo más cerca posible de la última puntada en ambas
costuras. Es muy importante hacer muy bien los piquetes aquí.
Si el piquete no llega hasta la última puntada, habrá frunces por el derecho de la chaqueta a ambos lados del
bolsillo.
Si, por el contrario, nos pasamos de largo la última puntada, nos encontraremos agujeros por el derecho de la
chaqueta a ambos lados del bolsillo. Evita tanto los frunces como los agujeros poniendo la máxima atención en
este paso.
Gira los vivos hacia el revés de la chaqueta y plancha las costuras abiertas.
Usando los márgenes de costura como guía e ignorando los piquetes por el momento, cose a mano un punto
atrás en la costura del vivo, usando un hilo de seda. Los vivos deben estar igualados tanto arriba como abajo, y las
puntadas deben ser invisibles por el derecho de la chaqueta.
Ahora plancharemos con vapor nuestro bolsillo por el derecho de la chaqueta, usando un cojín de sastre y
poniendo un lienzo de planchar entre ambos.
Embasta los vivos en diagonal para que queden juntos y cerrados, ya que no queremos que se muevan mientras
nos dedicamos a los piquetes.
Empuja el piquete hacia el revés y sujétalo de manera que el extremo del bolsillo sea una línea recta, no inclinada.
Cose a mano el piquete a los vivos con un punto atrás para controlarlo del todo.
PÁGINA 76
Corta un trozo de saquillo al recto hilo 20´3cm más ancho y 5cm más largo que el doble de la profundidad del
bolsillo. La profundidad del bolsillo varía según la longitud de la chaqueta, pero el saquillo no debería quedar a
menos de 2´5cm por encima del dobladillo de la chaqueta acabada.
Corta un trozo de la tela de la chaqueta para usarla como vista, al recto hilo, con la pelusa hacia debajo de 5cm
por 20´3cm. Cose un pliegue del extremo de la vista a la parte superior del saquillo, dejando que se vea 1´3cm de
saquillo por encima.
Con la vista colocada en el revés de la chaqueta, cose el extremo inferior del saquillo al final del vivo que queda
debajo. Cose con un margen de 6mm.
PÁGINA 77
Empuja el saquillo hacia abajo y plancha con el pulgar la costura. Alinea los extremos del saquillo y del vivo
superior.
Cose a máquina por la tela de refuerzo lo más cerca posible de la tela de la chaqueta. Cose a lo largo de la
abertura del bolsillo, luego gira para atrapar la zona del pico y continúa por fuera y por todo alrededor del
saquillo.
Recorta el margen de costura, pero no el refuerzo. Pon las telas por encima de la costura y recorta los excesos de
tela en los márgenes de costura para reducir el volumen.
PÁGINA 78
Si lo deseas, haz una puntada a mano que delimite el bolsillo en los extremos usando hilo de torzal de seda. Si
enceras el hilo y lo planchas entre dos trozos de papel, la cera se derretirá dando más cuerpo al hilo.
En casi todos los casos, dos costuras dividen el bolsillo de dos vivos por encima - la pinza delantera y la costura del
costadillo. Dependiendo del patrón, o ambas o ninguna de estas costuras continuarán por debajo del bolsillo.
El mejor patrón para hacer una chaqueta a cuadros/rayas es el que elimine la costura de debajo del bolsillo
usando una pinza en vez del costadillo separado. Los cuadros/rayas del bolsillo no se verán afectados por las
costuras. Por encima del bolsillo, no puedes evitar costuras si quieres que nuestra chaqueta tenga una forma
apropiada.
PÁGINA 79
En una tela de rayas, corta los vivos a contra hilo de manera que al colocarlos sobre la chaqueta la parte visible de
los vivos quede entre dos rayas, en la zona no estampada de la tela. Si cortas así tus vivos evitarás tener que hacer
coincidir las rayas del vivo con las de la tela de la chaqueta.
En una tela de cuadros, no podremos evitar tener que emparejar o igualar verticalmente los cuadros. Puedes, sin
embargo, cortar los vivos eliminando las líneas horizontales en el bolsillo acabado.
Corta el vivo al recto hilo, y haz coincidir los cuadros en el centro del bolsillo. Los cuadros de los extremos del
bolsillo se habrán deformado ligeramente por las pinzas. Simplemente empareja los vivos en el centro, e ignora el
ligero descuadre en los extremos. Ni a los trajes más caros hechos a medida en tela de cuadros les coinciden los
cuadros al final de los bolsillos.
No te sugiero que cortes los vivos al bies. Esto evitaría el problema de hacer coincidir los cuadros, pero
introduciría uno completamente diferente, nos dejaría con los vivos estirados al bies, lo que significaría que el
bolsillo siempre quedaría abierto.
EL BOLSILLO MONEDERO
Una vez que estés familiarizado con la elaboración del bolsillo de dos vivos, será sencillo añadir, durante la
elaboración, un pequeño bolsillo interior, usado normalmente para las monedas- un bolsillo monedero.
Además de la tela necesaria para el bolsillo de doble vivo, necesitarás un trozo de saquillo, cortado al recto hilo,
de 10´2cm por 11´4cm, redondeado en la base.
PÁGINA 80
Separa el trozo principal de saquillo cortándolo a unos 6´4cm en su parte superior, y luego une los trozos de
nuevo cosiéndolos con una costura de 1cm de margen.
Plancha la costura abierta, dobla el margen de costura inferior hacia dentro y cose una costura de carga.
Coloca el trozo del bolsillo monedero en el revés del saquillo, con el extremo superior del monedero justo debajo
de la costura superior. Cose el monedero por todo alrededor dejando un margen de costura de 1cm.
PÁGINA 81
Colocamos ahora la vista de tela de chaqueta en el derecho del saquillo. Coloca el extremo doblado de la vista a lo
largo de la costura del saquillo, y cose la vista.
Si hubiera una solapa en el bolsillo de doble vivo, no habría vista. En ese caso, simplemente cose justo por encima
de la línea de costura, sujetando el margen superior de la costura en el sitio.
A continuación corta abierta la costura en el extremo superior del monedero para permitir su acceso a él, y ya
está terminado.
Podrías continuar a partir de aquí con la elaboración del bolsillo de doble vivo.
La solapa añadida al bolsillo de doble vivo mide cerca de 6´4cm de ancho una vez terminada. Una solapa/tapa que
se amplía ligeramente hacia fuera en la parte de abajo del extremo de atrás compensa los contornos del cuerpo y
es más grácil que un rectángulo perfecto.
El extremo superior de la solapa/tapa tendría que ser 3mm más largo que la abertura del bolsillo donde la vamos
a colocar. El añadido extra se quita del contorno del cuerpo, y permite que la solapa/tapa caiga cómodamente. Es
más fácil tener en cuenta la cantidad de añadido extra de la solapa/tapa si la cosemos antes de hacer el bolsillo.
PÁGINA 82
Para hacer un patrón de la solapa/tapa, dibuja un rectángulo igual a las dimensiones de la solapa/tapa terminada.
Para una abertura de bolsillo de 15´2cm ésta sería de 15´6cm por 6´4cm. En la esquina inferior derecha, amplía el
rectángulo 6mm. Añade un margen de costura de 1´9cm en el extremo superior y alrededor de los tres lados.
Corta las solapas/tapas con este patrón, en la tela de la chaqueta, al recto hilo y con la pelusa hacia abajo.
Embasta la solapa/tapa encarada con el derecho de un trozo de forro cortado al recto hilo. Recorta el forro
alineado a la solapa/tapa.
Embasta alrededor de la solapa/tapa cerca del final rebajando el forro respecto a la tela de la chaqueta unos
3mm. Esto hará el forro un poco más pequeño que la solapa/tapa, y asegurará que éste no se vea en los extremos
de la solapa/tapa terminada. Recorta el exceso de forro.
Cose a máquina por los tres lados usando una costura con 6mm de margen. Cose con el forro mirando hacia
arriba para evitar que este resbale. Recorta el margen a 3mm y entorna la solapa/tapa al derecho.
Debería verse una línea fina de la tela de la chaqueta desde el lado del forro.
Para un acabado definido, cose a mano un pespunte de puntet a lo largo del final de la solapa/tapa usando un hilo
de seda.
PÁGINA 83
Plancha la solapa por el derecho, y embasta a lo ancho de la parte superior de la misma para mantener el forro en
su sitio.
Mide desde abajo hacia arriba de la solapa 6´4cm y traza una línea con la tiza. Esta es la guía para meter la solapa
por dentro de la abertura del bolsillo.
Coloca la solapa/tapa por el derecho de la chaqueta. Haz coincidir el trazo de tiza de la solapa con la línea de
colocación del bolsillo en la chaqueta. Indica la longitud exacta de la solapa/tapa marcando con tiza la chaqueta a
ambos lados de la solapa/tapa.
La abertura del bolsillo debería ser 3mm más pequeña que la solapa/tapa. Así pues, marca con tiza a 1´5mm hacia
dentro por ambos lados de la línea de colocación del bolsillo. Toma estas medidas cuidadosamente. Si la
solapa/tapa es más de 3mm grande que la abertura del bolsillo, el efecto final quedaría fruncido y sería poco
profesional.
El bolsillo de doble vivo se ha hecho conforme las instrucciones dadas anteriormente. Cuando los picos recortados
hayan sido asegurados a los vivos (página 76), abre el bolsillo e inserta la solapa/tapa, usando como guía el trazo
de tiza hecho en la misma.
Embasta a través del vivo superior para mantener la solapa en su sitio. El añadido extra de 3mm debería ser
repartido en el centro.
Por el revés de la chaqueta, embasta el bolsillo cerrado, atravesando una capa del vivo superior al coser la solapa.
PÁGINA 84
Usando un cojín de sastre, plancha con vapor la solapa por el revés de la chaqueta. Las ondas de la parte de arriba
de la solapa/tapa deberían desaparecer. Si no es así, vuelve a plancharla con vapor una vez más, por el derecho
de la chaqueta esta vez.
El interior del bolsillo se ha completado de acuerdo a las instrucciones del bolsillo de doble vivo, con la excepción
de la vista. Puesto que la solapa cubre la abertura del bolsillo, no es necesario usar tela de la prenda para la vista
en la parte superior del saquillo. Se puede eliminar completamente, o ser reemplazada por una tela de forro,
menos gruesa.
Cuando cosamos el bolsillo al vivo superior (página 76), coseremos la solapa/tapa también, y por tanto, quedarán
unidos a la chaqueta.
El mejor patrón para una chaqueta con tela a cuadros o rayas será aquel que elimine la costura de debajo del
bolsillo sustituyéndola por una pinza en vez de un costadillo separado (página 10). Si no hay costuras que
distorsionen el diseño de la tela bajo la abertura del bolsillo, es posible cortar la solapa/tapa de un bolsillo de
doble vivo para que coincida con la tela de la chaqueta en los lados y en la base de la solapa/tapa, así como con el
vivo superior.
Coloca el patrón de la solapa/tapa en el delantero de la chaqueta (página 81), haciendo coincidir la línea de
colocación de la solapa con la de colocación del bolsillo en la chaqueta.
En el patrón, dibuja líneas alrededor de los extremos indicando donde están los cuadros del diseño de la tela. Este
proceso debe hacerse con cada uno de los bolsillos, puesto que las líneas pueden diferir un poco.
Coloca el patrón de la solapa/tapa en el derecho de la tela de cuadros de forma que las líneas alrededor de los
extremos coincidan con las de la tela de cuadros.
Corta la tela y prosigue con la elaboración de los bolsillos como antes se instruyó.
El bolsillo de parche de una chaqueta de hombre se usa cuando quieres un efecto más casual.
Para un bolsillo de parche el ancho en la parte superior será de entre 14´6cm y 15´2cm. La profundidad es de 22
´9cm, pero esto puede variar según el largo de la chaqueta. El bolsillo de parche queda mejor si la base es unos 2
´5cm más ancha que la parte de arriba.
Si queremos hacer este bolsillo a la altura del pecho medirá de 11´4cm a 12´7cm en la parte superior, y tendrá
una profundidad de 14cm.
Marca con tiza la línea de colocación del bolsillo (parte superior del bolsillo), en el delantero de la chaqueta.
Corta un trozo de la tela de la chaqueta con las dimensiones deseadas para el bolsillo, más 2´5cm extra de tela en
la parte superior y calcula un margen de costura de 6mm en el resto de lados.
Aplica una entretela ligera y termoadhesiva cortada al bies, al revés del bolsillo, dejando 6mm de margen todo
alrededor.
PÁGINA 86
Corta un trozo de forro, al recto hilo, un poco más grande que la tela del bolsillo. Dobla hacia abajo 1´3cm del
forro por su revés ayudándote de la plancha.
Coloca el forro y el bolsillo juntos, derechos encarados; el borde doblado del forro debería estar 1´3cm por debajo
de las marcas superiores de tiza del bolsillo. Embasta el bolsillo a 3´8cm del borde.
Trabajando en el lado de la entretela, embasta alrededor del bolsillo otra vez, pero ahora rebajando unos 3mm
hacia dentro el forro. Esto asegurará que el bolsillo de parche acabado será un poco más grande que el forro y
que éste no se verá por los extremos.
PÁGINA 87
Dobla la extensión de 2´5cm de la parte superior del bolsillo hacia el forro y embasta los extremos.
Mediante una costura con 6mm de margen, cose a máquina todo el bolsillo por alrededor, atacando bien en los
extremos superiores. Cose por el lado del forro para evitar que este deslice. Recorta las esquinas, quita los
embastes y entorna el bolsillo hacia el derecho.
Embasta el bolsillo por todo alrededor una vez más, y después plancha a vapor por el derecho del bolsillo. Cose a
mano unas puntadas para asegurar el final doblado del forro a la parte de arriba del bolsillo. El bolsillo está listo
para unirlo a la chaqueta.
PÁGINA 88
Corta un trozo de saquillo al recto hilo, para usarla de refuerzo, 7´6cm más ancho y 5cm más largo que la parte
superior del bolsillo finalizado. Coloca el refuerzo por el revés de la tela, centrado sobre la línea de colocación del
bolsillo. Embasta o sujeta con alfileres.
Por el derecho de la chaqueta, coloca la parte superior del bolsillo sobre la línea de colocación del mismo.
Embástalo a la chaqueta.
Por el revés de la tela, asegura el bolsillo a la chaqueta cosiéndolo con una puntada en diagonal y con hilo de
seda. Cose doble por la zona de refuerzo.
Podrías coser a mano un pespunte por el derecho del bolsillo. Usa hilo torzal previamente encerado y planchado
entre dos papeles. Si quieres añade a los bordes del bolsillo unas puntadas de ataque como toque final.
Los cuadros del bolsillo deben coincidir perfectamente con los de la chaqueta, por los laterales y por la base del
bolsillo. Habrá, sin embargo, una ligera deformación en la tela de la chaqueta en la parte superior del bolsillo
debido a las pinzas.
Para cortar el parche de manera que los cuadros coincidan, coloca el patrón del bolsillo (página 85) en el
delantero de la chaqueta. Dobla hacia atrás la extensión superior de 2´5cm y coloca los piquetes, que están en la
parte de arriba del parche, en la línea de colocación del bolsillo en el delantero de la chaqueta. Dibuja las líneas
en el patrón, alrededor de los bordes, indicando dónde estás los cuadros en la tela exactamente. Este proceso
debe hacerse con cada uno de los bolsillos, pues las líneas pueden diferir.
Desdobla la extensión superior de 2´5cm del parche y coloca el patrón en el derecho de la tela de cuadros, de
manera que las líneas de ambos coincidan.
Corta la tela y prosigue con la elaboración del bolsillo, siguiendo las instrucciones dadas antes.
Sido es el nombre que se da a la estructura interior de la chaqueta, que se elabora a partir de una entretela de
lana de loneta, arpillera y una entretela de lino rígida usada también en el cuello llamada Francesa; está cubierta
en parte por franela.
Estas capas de tejido, firmemente concentradas en la zona del pecho de la chaqueta, están pensadas para dar a la
chaqueta un cuerpo cuya esencia no dependa completamente del ser humano que la vista. El propósito de la
estructura es controlar el tejido y reducir la posibilidad de que se arrugue y se estire.
Es posible encontrar estructuras frontales de loneta pre-acolchada en tiendas de sastrería. Las hay de las tallas de
traje más habituales. Aunque muchos sastres usen estas estructuras ya hechas, te damos instrucciones para que
la cortes y la prepares tú mismo, pues creemos que una talla corriente de estas estructuras no sentarán nunca tan
bien como una hecha específicamente para tu chaqueta.
La entretela de lana o loneta se corta al recto hilo usando el patrón delantero de la chaqueta como guía. Traza,
alrededor del patrón, una línea a 1´3cm del final de la sisa, hombro, cuello, solapa y delantero de la chaqueta.
Deja un extra de entretela en la curva del bajo y a través de todo el bajo del patrón. Prolonga la línea de la axila
unos 5cm hacia fuera, hasta lo que sería aproximadamente el centro de la sisa.
Indica en la loneta la parte superior e inferior de la línea de quiebre y la pinza. Quita el patrón.
Dibuja la línea de quiebre de la solapa. Alarga la pinza 2´5cm arriba y abajo, y redibuja las nuevas líneas de
costura.
Dibuja una línea curva desde la sisa hasta un punto en la cintura que quede a unos 6´4cm de la costura de la
pinza. Dibuja una ligera curva desde aquí hasta el bajo.
PÁGINA 91
Corta la entretela de lana. Esta entretela no tiene ni derecho ni revés, sin embargo, por razones de elaboración de
la estructura, marca con una “X” el revés de cada pieza.
Divide el hombro en tercios y marca cada sección. En la marca más cercana al cuello, corta una muesca de 7,6cm
hacia dentro de la entretela.
Corta al bies una tira de la misma entretela de 3´8cm por 10´2cm por 1´3cm. Cósela por el revés la loneta de
manera que el corte del hombro se quede abierto 1´3cm por arriba.
La pinza de entalle se cierra cosiendo una tira al bies de saquillo por el revés de la loneta, haciendo que quede
cerrada. La pinza se refuerza cosiendo una tira de puntadas en zigzag por encima de la tira de saquillo.
La tela de arpillera se vende en trozos de 45´7cm con un fleco de pelo suelto por todo el ancho de la pieza. Mide
el delantero de la chaqueta en el centro del hombro, desde 2´5cm por debajo de la línea de costura hasta 5cm por
encima de la cintura. Corta la arpillera a esta longitud y recorta el fleco por todo el borde.
Dobla la arpillera por la mitad. Traza una línea en diagonal que vaya de 2´5cm a la derecha del centro superior al 2
´5cm a la izquierda del centro inferior. Corta la arpillera por esa diagonal.
PÁGINA 92
Coloca las dos mitades de la arpillera juntas, los extremos más estrechos arriba. No hay derecho ni revés en esta
tela. Recorta los extremos de abajo en curva como se ve en la ilustración. En el centro más largo del plastrón o
escudo, que estamos construyendo, dibuja una pinza de 7´6cm de largo por 1´3cm de ancho. Recorta la pinza.
Usando el plastrón como patrón corta dos trozos de tela de franela, al recto hilo, dejando 1´3cm por todo
alrededor de margen. No hagas pinzas en la franela.
Cierra las pinzas de la arpillera con una puntada en zigzag, sin que los bordes se monten. No hace falta reforzarla
con saquillo.
Una vez cierres la pinza, coloca el plastrón de arpillera sobre la loneta, a 1´3cm separado de la línea de quiebre. La
parte superior de la arpillera debería ser recortada para que quedase paralela al hombro, unos 5cm por debajo de
la parte superior de la loneta. Recorta la arpillera alineándola con la loneta y la sisa.
Haz dos cortes en la arpillera de 3´8cm a ambos lados del centro de la pinza del hombro que tengan una
profundidad de 3´8cm.
Coloca una pieza de entretela de lino rígida llamada Francesa de 12´7cm, cortada al bies, a lo ancho de la parte
superior y alargándose por encima 2´5cm de la arpillera. Recorta lo que sobre alineándolo con la sisa.
PÁGINA 93
Coloca la franela a 6mm de la línea de quiebre. Recórtala alineada con la loneta en hombro y sisa. Embasta todas
las capas juntas (como se ve en la ilustración).
El lado de la loneta que lleva la franela irá hacia el torso, y evitará que la arpillera moleste al cliente atravesando
el forro.
Por el derecho de la loneta, traza una línea con tiza, bajo la cual estarán “picadas” la arpillera, la entretela de lino
Francesa y la franela. Esta línea, trazada a unos 6´4cm por debajo del hombro y a 7´6cm de la sisa, va definida
hasta la curva de la axila.
El “picado” es una puntada en diagonal que va escalonada de una fila a la siguiente. Se usa para unir dos o más
capas de tela para que se conviertan en una sola, mientras mantienen sus características propias. Si las puntadas
quedan muy tensas mientras “picas”, la tela se fruncirá formando bultos entre las filas. Esta puntada se usará
varias veces mientras elaboramos la chaqueta.
En esta ocasión, puesto que la puntada no se va a ver por el derecho de la chaqueta, se puede usar hilo de
embastar y la cantidad de tela que atravieses con la aguja puede ser hasta de 3mm. El tamaño de la diagonal
puede ser de 1cm. No pierdas tiempo midiendo tus puntadas. Sólo ten una idea general del tamaño y procede.
PÁGINA 94
Como ahora mismo la zona del plastrón es voluminosa, será más fácil hacer el “picado” por mitades. Empieza por
el centro y cose en hileras verticales, y ves trabajando hacia el extremo de la franela en la línea de quiebre; luego
desde el centro hacia fuera, ves yendo hacia el extremo de la franela en la sisa. “Pica” solo la zona cubierta por la
franela y por debajo de la línea trazada con tiza.
Será más fácil trabajar una de las mitades del plastrón si volteas la loneta hacia abajo. Qué mitad volteas
dependerá de si eres diestro o zurdo, y de qué lado de la chaqueta estás cosiendo. El “picado” se hace por el
derecho de la loneta, porque coser en este lado producirá la forma deseada en el plastrón. El revés del plastrón
quedará hacia el cuerpo en la chaqueta acabada. “Picar” por el derecho de la loneta hará que éste abrace el
cuerpo que vaya a vestir la chaqueta.
Por el revés de la franela, cose a mano unas puntadas invisibles uniendo los bordes de la franela a la loneta.
Ahora plancha la loneta suavemente, y estará lista para unirla al delantero de la chaqueta.
Embastaremos ahora la loneta y el delantero de la chaqueta juntos, para que en adelante sean una única pieza
mientras confeccionamos nuestra chaqueta. Es importante colocar el delantero bien liso sobre la loneta.
Cualquier frunce u onda que sea visible en la prenda tras haber embastado el delantero a la loneta será imposible
de quitar con la plancha. Así pues, son necesarias varias hileras de puntadas para controlar ambas capas de tejido,
y es preciso tener mucho cuidado al alisar la tela conforme vamos embastando. Las flechas del dibujo indican la
dirección en la que iremos alisando la tela.
En una superficie plana, colocamos el delantero de la chaqueta y la loneta juntos, el revés del delantero tocando
el derecho de la loneta. Las pinzas de delantero y loneta deberían coincidir. Puesto que las pinzas de la loneta son
más largas (página 90), deberían extenderse más allá de las pinzas de la chaqueta por encima y por debajo.
Debería verse un margen de 1´3cm de la loneta por el borde de la chaqueta.
Empezando por encima de la pinza de entalle, unos 7´6cm por debajo del hombro, embasta el delantero de la
chaqueta, atravesando también la loneta y alisando la tela hacia abajo en la dirección de las flechas. Las puntadas
miden unos 3´8cm y no están tensas. Embasta los bolsillos, usando la pinza como guía, y termina en la línea del
bajo.
PÁGINA 96
Antes de continuar con los hilvanes, hay que asegurar los bolsillos a la loneta. Con una mano en el bolsillo para
evitar que la tela se desplace, tira hacia arriba suavemente de la punta de la solapa de la loneta (ver dibujo).
Suavemente es la palabra. Esto eliminaría cualquier frunce en la loneta en la diagonal entre el bolsillo y la punta
de la solapa.
Dobla con cuidado la tela de la chaqueta hacia atrás hasta que los extremos de los bolsillos se vean. Embasta uno
de los lados del margen de costura del bolsillo, y el final del refuerzo a la loneta con puntadas diagonales.
Desdobla el delantero de la chaqueta y que vuelva a su sitio. Embasta alisando la tela a lo ancho de la cintura
desde la pinza de entalle hasta 2´5cm antes de llegar al centro delantero.
Por debajo de la línea de cintura, más o menos a la mitad de la segunda hilera de embastes, hilvana hacia abajo
alisando la tela hasta el bajo de la chaqueta.
PÁGINA 97
Aproximadamente a 2´5cm del borde delantero de la chaqueta, embasta hacia abajo desde la cintura hasta el
bajo, y luego continúa a lo ancho hasta el final de la loneta.
Por encima de la cintura, alisa la tela hacia arriba y hacia fuera, pues el 5º hilván se eleva desde la cintura hasta 7
´6cm por debajo del hombro.
Usando como guía los hilos flojos, marca con tiza por el derecho de la chaqueta la línea de quiebre. El 6º hilván va
hacia arriba desde la cintura hasta la línea de quiebre. Alisaremos la tela entre la hilera 5 y la 6 conforme vamos
embastando la línea de quiebre.
Si estás trabajando con el lado izquierdo de la chaqueta, dobla con cuidado la tela hacia atrás hasta que veas el
interior del bolsillo de cartera. Uno de los lados del bolsillo ya ha sido embastado a la loneta (página 96). Ahora,
siguiendo el mismo procedimiento que en el bolsillo de abajo, embasta el otro lado del bolsillo a la loneta. Este
lado del bolsillo de abajo no se puede embastar, puesto que pasa de largo la loneta. Vuelve a doblar la tela de
vuelta a su sitio.
PÁGINA 98
El 7º hilván recorre los otros hilvanes a lo ancho por arriba, y delinea la sisa, quedándose a 7´6cm del borde. El
embaste sigue en curva hacia la cintura y luego hacia fuera hasta llegar al dobladillo. Alisa la tela cuidadosamente,
siguiendo la dirección de las flechas.
La curva al bies de la sisa se embasta a la loneta. Has de tener cuidado al hacerlo para no estirar la tela en esta
zona.
Con los embastes acabados, sostén el delantero de la chaqueta en alto y comprueba que no hay frunces en la tela
entre las hileras de embastes. Puede haber ligeros frunces en el lado de la loneta, lo que servirá para dar holgura
a la tela.
Cose la loneta al margen de costura superior del bolsillo con un punto de escapulario.
Para dar a la solapa de la chaqueta el acabado definido, necesario de la prenda terminada, la solapa de la loneta
será “picada” a la solapa de la chaqueta (página 93).
Como estas puntadas se verán por la parte inferior de la solapa en el derecho de la chaqueta, usa un hilo de seda
del color más parecido a la tela. Por el lado de la loneta las puntadas deberían ser de 1cm de largo. En el lado de
la chaqueta deberían ser pequeños pinchazos.
Como ya se ha dicho antes, si las puntadas están apretadas al “picarlas” aparecerán frunces que formarán
rugosidades que serán evidentes en la vista de la chaqueta.
Traza una línea con tiza indicando el margen de costura. Si estás trabajando con una solapa en pico, añade una
línea a lo ancho de la base del pico.
PÁGINA 100
Por el lado de la loneta, comienza a “picar” junto al borde de la franela, trabajando a lo ancho de la solapa en
hileras paralelas a la línea de quiebre.
Cuando hayas superado unos 3´8cm desde la línea de quiebre, entorna la solapa de manera que tome la posición
que tendrá una vez acabada la chaqueta. Continúa con el “picado” con la solapa en esta posición. Este
procedimiento de giro de la solapa mientras se hace el “picado” propicia que la tela de la solapa sea un poco más
pequeña que la solapa de la loneta, lo que hará que ésta se acerque a la chaqueta. Es exactamente esta
inclinación o acercamiento a la chaqueta lo que buscamos con este giro natural de la solapa.
Si estás trabajando con una solapa en pico, se sugiere hacer un segundo giro. Si queremos evitar que el pico
languidezca hacia delante en la prenda acabada, habrá que “picarlo” mientras lo sostenemos girado hacia la
chaqueta.
PÁGINA 101
Empezando a 1´3cm de la línea de quiebre dibuja el margen de costura de la loneta, a lo ancho de la solapa, hacia
abajo por el delantero de la chaqueta y a lo ancho del dobladillo en la base de la loneta.
Recorta este margen de costura en la loneta. Ten cuidado al hacerlo, recorta sólo la loneta, nunca la tela de la
chaqueta.
Si tu chaqueta es cruzada, para evitar que el lado derecho del delantero cuelgue por debajo del izquierdo cuando
abotonemos la chaqueta, ahora es el momento de acortarlo. Acorta el borde del delantero en el dobladillo,
aproximadamente 1cm, disminuyendo a cero durante 17´8cm por el borde.
Aplicaremos a continuación una cinta por todo el borde de la solapa y delantero de la chaqueta para darle un
acabado más definido, marcado. La cinta también se coloca en el bies de la línea de quiebre, como ayuda
adicional.
Utiliza una cinta de sarga de algodón que mida 1cm de ancho. Previamente la habrás sumergido en agua fría y la
habrás planchado. Empezando a 1´3cm pasada la línea de quiebre, embasta la cinta a lo largo de la solapa con el
extremo superior de la cinta alineado al extremo superior de la loneta.
En el pico de la solapa, dobla perpendicularmente la cinta casi hasta el final, y llévala hacia abajo a lo largo del
borde de la solapa.
Recorta el solape de cinta en el pico de la solapa, y embástala al delantero de la chaqueta y a la solapa. Prolonga
la cinta hasta el margen de costura, más allá de la loneta, unos 1´5cm.
En la base de la línea de quiebre, deja 6mm de holgura en la cinta, para que la solapa sea libre de plegarse sin
limitaciones.
PÁGINA 103
Coloca la cinta a lo ancho de la línea del dobladillo con el borde inferior de la cinta tocando la línea.
También cosemos cinta al borde de la franela, 6mm más allá de la línea de quiebre. Embasta la cinta, atravesando
todas las capas de tela, desde unos 7´6cm por debajo del borde del escote. Cose un par de puntadas atrás, y
empieza entonces a tirar de la cinta hasta que embastes los próximos 7´6cm. Aparecerán arrugas a ambos lados
de la cinta. Cose un par de puntadas atrás al final de este punto para mantener a raya las arrugas y continúa
embastando, ya sin tirar de la cinta.
Sólo dos tercios de la línea de quiebre se embastan. El tercio inferior se deja libre para permitirle a la solapa girar
fácilmente.
Tirar de la cinta produce el equivalente a una pinza que atraviese la línea de quiebre. En la chaqueta acabada, el
efecto será el de una solapa con menor tendencia a girar hacia el lado contrario del cuerpo.
Usando hilo de seda, cose unas puntadas de escapulario a lo largo de la cinta, atravesando todas las capas de tela.
Las puntadas tienen que abarcar todo el ancho de la cinta para evitar que se rice. Notarás que las arrugas de la
chaqueta en el centro de la línea de quiebre desaparecen al coser la cinta.
PÁGINA 104
El resto de la cinta se cose usando una puntada invisible por ambos lados, con hilo de seda. A lo largo del lado
exterior de la cinta, cose las puntadas para que atraviesen hasta el derecho de la tela. Las puntadas tienen que ser
muy pequeñas y nada tirantes. En el borde interior de la cinta, atravesar todas las capas con las puntadas sólo se
puede hacer en la solapa. Por debajo de la solapa, atraviesa sólo la loneta. Si cosieses de igual manera toda la
zona, estas puntadas serían visibles por el derecho del delantero de la chaqueta ya acabada.
Recorta el margen de costura a lo largo del delantero de la chaqueta y en la parte superior de la solapa, para que
sólo sean visibles 1´3cm de margen de costura más allá de la cinta.
PRIMERA PRUEBA
Se prueba la chaqueta al cliente una vez hemos unido hombros y espalda con hilvanes. Coloca unas buenas
hombreras en la chaqueta para esta prueba (página 132), para poder observar la forma real del hombro tal y
como quedará en la chaqueta terminada.
Con la chaqueta cerrada con alfileres por las marcas de los botones, observamos todo el delantero, la espalda y el
costadillo de la chaqueta, con ojo crítico, especialmente si observamos arrugas durante la prueba en glasilla.
Traza con tiza, o pon alfileres, en cualquier reajuste por menor que sea. Comprueba la anchura del hombro. Si el
borde sin pulir en la parte superior del hombro excede demasiado del final del hombro podría ser necesario
recortar la tela. Usa como guía una regla que colocarás en el bíceps y subirá hacia el hombro. Si la tela sobrepasa
la regla en el hombro, hay que recortar la tela del hombro en este momento, antes de ponerle la hombrera.
Pon especial atención en la sisa. Con el brazo de tu cliente descansando cómodo al lado de su cuerpo, mira si hay
alguna arruga o tensión en el aplomo delantero de la sisa. Si es así, la tela de la chaqueta debería recortarse en
esta zona poco a poco.
PÁGINA 105
Con el brazo del cliente descansando de forma natural sobre su costado, haz una marca con tiza a la altura del
bolsillo de cadera, indicando la postura natural del brazo. Esta marca se usará a la hora de unir la manga al
hombro hacia delante o hacia atrás, de acuerdo con la posición del brazo de tu cliente.
Quita los hilvanes de la espalda y de los hombros, y haz cualquier ajuste necesario.
Las costuras de los hombros no se coserán hasta que el forro haya sido colocado.
La vista juega un papel destacado en la chaqueta terminada. Debe cortarse y ser conformada con cuidado, para
que caiga elegantemente sobre la solapa, con suficiente holgura que permita a la solapa girar con libertad. Si
hemos perdido el recto hilo, o no hay holgura, habrá arrugas y presión en el delantero de la chaqueta.
La vista se puede coser a la chaqueta a mano o a máquina. (Lee sobre ambos procedimientos y decide cuál
aprender primero). La diferencia de tiempo que se tarda en terminar cualquiera de los dos métodos no es
significativa, aunque uno pueda creer que sea así. La costura de la vista a mano parece requerir un “tacto”
especial por la tela, o más confianza en nuestra habilidad para controlarla.
Muchos sastres usan la costura manual exclusivamente, debido al completo control que esto permite. Otros, sólo
la usan cuando se trata de telas a cuadros o rayas, que requieren más precisión al hacer que coincidan. Hay
sastres que consideran la costura manual inferior a la hecha a máquina, porque creen que una vista cosida a
máquina tendrá una línea más definida y será más segura que una hecha a mano. Tú decides qué método usar.
El borde exterior de la vista, que hemos cortado usando un patrón ya corregido (página 14), es una línea recta, y
por ese motivo, no coincidirá con el delantero de la chaqueta. Antes de unir la vista al delantero, será necesario
planchar con vapor la zona del área de la solapa en la vista, y convertirla en una línea curva como la que tiene la
solapa de la chaqueta.
Si, al principio, tienes dudas sobre tu capacidad ocular para hacer coincidir ambas piezas, haz una guía dibujando
en un papel la curva de la solapa y poniéndolo después con alfileres sobre la tabla de planchar.
Coloca el extremo sin rematar de la solapa de la vista a lo largo de la línea trazada. Aparecerán arrugas en el
centro del borde interior de la vista (ver dibujo). Si encojemos estas arrugas, haciéndolas desaparecer, el borde
delantero de la vista mantendrá la curvatura que le hemos dado.
PÁGINA 107
Aquí es cuando se puede apreciar la flexibilidad de las fibras naturales. Por el revés de la tela, y usando vapor con
libertad, plancha en movimientos de pequeños arcos desde el borde exterior de la vista hacia adentro de la
misma. Dependiendo de la tela, te costará más o menos esfuerzo; los géneros de trama más cerrada serán un
gran desafío comparados con aquellos de fibras tejidas más sueltas.
Todo el propósito de este esfuerzo se centra en mantener el recto hilo en el borde de la solapa.
En una tela a cuadros o rayas la ventaja será evidente, ya que permitirá la continuidad del diseño de la tela
ininterrumpidamente de arriba a abajo en la solapa. Menos evidente, pero no menos importante, es que el hecho
de tener el recto hilo en el borde exterior de la solapa asegurará que no haya frunces y arrugas en esta zona.
Coloca el derecho de la vista con el derecho del delantero de la chaqueta, llevando la vista 1´3cm de más allá de
la chaqueta, en la parte superior de la solapa y en la inferior del delantero de la chaqueta. Empezando en la punta
de la solapa, une la vista a la chaqueta hilvanando hacia abajo por el centro de la cinta. Justo debajo de la parte
inferior de la línea de quiebre, da unos 6mm de holgura en la vista para acomodar el quiebre de la solapa. Hilvana
la holgura a la cinta de forma que permanezca donde la hayas colocado.
Si el bajo de tu chaqueta es recto en el dobladillo, continúa hilvanando la cinta hasta el bajo de la chaqueta.
PÁGINA 108
Si la chaqueta tiene forma curva en el dobladillo, la vista debería ser hilvanada a la curva usando otra técnica.
Puesto que esta zona tenderá a enrollarse hacia arriba, lejos del cuerpo en la chaqueta acabada, enrolla la base
de la chaqueta hacia la vista mientras embastas. Esto acortará un poco la vista, y asegurará que en la chaqueta
terminada la curva del dobladillo tenderá hacia el cuerpo, en vez de hacia fuera.
La punta de la solapa de la chaqueta terminada debería también inclinarse cómodamente hacia el cuerpo, en vez
de enrollarse hacia arriba. Por esta razón crearemos una pequeña burbuja de holgura en la punta de la solapa de
la vista. Esto evitará la posibilidad de que la punta de la solapa de la vista tire hacia delante. En la parte superior
de la solapa, baja un poco la vista para crear la holgura, unos 6mm. Hilvana el ligero exceso de tela visible en la
punta de la solapa, con puntadas a lo ancho, desde la punta hasta justo pasar el piquete del cuello.
Cose a máquina desde el piquete del cuello al bajo de la chaqueta, usando la cinta como guía. Pasa la cinta de
largo cerca de 1´5mm, en el margen de costura.
Para obtener una buena punta en el pico de la solapa, haz una o dos puntadas en diagonal conforme giras. Un
giro nítido en el pico tendrá como resultado un pico deforme, tosco, porque el margen de costura no tendrá
espacio suficiente para asentarse.
PÁGINA 109
Si el delantero de la chaqueta es curvado en el dobladillo, haz la forma de la curva al coser hasta el final de la
vista.
Quita los hilvanes, y elimina las capas de los márgenes de costura. Recorta, desde la base de la chaqueta hasta el
pico de la solapa, 1cm del margen de la chaqueta y 1´3cm del de la vista.
Desde el piquete del cuello hasta el pico de la solapa, recorta un poco más cerca. Deja 6mm de margen de la
chaqueta y 1cm de margen en la vista. Plancha la costura de la vista abierta.
PÁGINA 110
El pico de la solapa quedara más aplanado si el margen de costura interior se controla y distribuye nivelado. Para
conseguir esto, atraeremos ambos márgenes de costura hacia la cinta en el pico de la solapa, de uno en uno.
Atravesamos primero uno de los márgenes con un hilo fruncido y estiramos. Aseguramos entonces el margen a la
cinta con un hilo de seda. Estas puntadas no han de verse por el derecho de la tela.
Si el dobladillo de la chaqueta es recto, el margen de costura de la vista se hilvana sobre sí mismo en el dobladillo.
El dobladillo, en ambos casos, se hilvana ahora con largas puntadas en diagonal, y luego se cose a la loneta con
una puntada en diagonal más pequeña. (Dejaremos el dobladillo por encima de la loneta de momento).
PÁGINA 111
Trabajando por el lado de la chaqueta, haz un hilván desde la base de la línea de quiebre hacia arriba y luego a lo
ancho hasta el piquete del cuello, o desde el piquete del cuello hacia abajo (dependiendo de con qué mano coses
o del lado de la chaqueta con el que trabajes). Conforme hilvanas, trae la costura de la vista hacia el lado de la
chaqueta, para que no sea visible una vez terminada la chaqueta.
Desde la base de la solapa hasta el dobladillo, el embaste se hace por el lado de la vista, y la costura se lleva hacia
el lado de la vista para que no se vea cuando la chaqueta sea vestida.
En una chaqueta con el frontal recto, asegúrate de girar la vista hacia arriba para hacerla un poco más corta que la
chaqueta, y no se vea desde fuera.
PÁGINA 112
En el lado de la vista, haz un hilván más desde la base de la línea de quiebre y continúa a lo ancho unos 2´5cm por
debajo de la parte superior de la cinta. Estas puntadas tienen una largada de 1´3cm y son cosidas sin tensión.
Hilvana en la diagonal que hay desde la punta de la solapa hasta la línea de quiebre.
Por el lado de la chaqueta hilvana la largada de la línea de quiebre, atravesando la vista por debajo.
PÁGINA 113
Traza con tiza una línea que cruce la parte superior de la solapa desde el piquete del cuello hasta unos 1´3cm
pasada la línea de quiebre. La parte superior de la cinta debería estar justo debajo de esta línea.
Recorta la vista (no la chaqueta), desde el borde del cuello hasta esta marca de 1´3cm.
Dobla la vista a lo largo de la línea trazada con tiza y embástala en su sitio, cubriendo solo la cinta por debajo.
Recorta si es necesario antes de doblar.
Plancha la parte superior de la solapa y haz una puntada invisible desde el piquete del cuello hasta 1´3cm pasada
la línea de quiebre. Planchamos ahora la vista antes de continuar (ver ilustración el página 107).
Para unir la vista a mano, el margen de costura en el borde exterior de la solapa debería recortarse a 1cm. El
margen de costura desde el pico de la solapa hasta el piquete del cuello tendría que medir 6mm.
Recorta el piquete del cuello casi hasta tocar la cinta, y usando el borde de la cinta como límite de pliegue,
comienza a coser el margen de costura sobre la cinta, con una puntada en diagonal, usando un hilo de seda,
cosiendo la cinta y también la loneta.
Sé cuidadoso con la tela. El margen de costura debería simplemente doblarse sobre la cinta, y no ser estirado.
El dobladillo también se dobla hacia arriba, usando la cinta como guía, cosido con una puntada en diagonal a la
loneta.
PÁGINA 114
Coloca la parte del revés de la vista (que habremos planchado con vapor para que tome su forma apropiada,
según página 107) en el revés del delantero, dejando visible la vista por debajo del borde de la chaqueta 1´3cm.
Hilvana chaqueta y vista juntas, siguiendo las puntadas que marcan la largada de la línea de quiebre, y luego hacia
abajo hasta el final del delantero. En la base de la línea de quiebre, deja una holgura de 6mm en la vista para
facilitar el giro de la solapa.
Si tu chaqueta es recta en el bajo, continúa embastando el delantero entero hasta abajo. Si tu chaqueta tiene el
bajo curvado (como en la ilustración), para de hilvanar cuando falten cerca de 20´3cm para llegar al dobladillo.
Las chaquetas que tienen forma en el bajo delantero tienden a enrollarse hacia fuera, lejos del cuerpo, a menos
que manipulemos la vista para evitarlo. Si enrollamos el borde del bajo hacia dentro, y mantenemos esta posición
mientras hilvanamos la vista, el borde delantero tenderá hacia el cuerpo fácilmente una vez terminada la
chaqueta.
Haz un hilván en diagonal girando la solapa a su posición correcta una vez la chaqueta esté terminada. Estas
puntadas han de ser paralelas a la línea de quiebre.
PÁGINA 115
Embasta a lo ancho de la solapa, y hacia abajo hasta la base de la línea de quiebre, manteniendo las puntadas a 2
´5cm del borde de la solapa de la chaqueta.
Manteniendo la solapa aún enrollada, hilvana unas puntadas en diagonal desde los embastes del pico de la solapa
hasta justo pasar la línea de quiebre.
Recorta el margen de costura de la vista a 1cm desde el piquete del cuello hasta el bajo de la chaqueta. Desde el
piquete del cuello hasta el hombro la vista está alineada con la chaqueta.
En la vista, traza con tiza una línea que se extienda desde el piquete del cuello hasta 1´3cm pasada la línea de
quiebre. Esta línea de tiza está exactamente donde termina la cinta de la chaqueta. Esta línea de la chaqueta se
llama cran.
Recorta la vista a 1´3cm más allá de la línea de quiebre sobre la zona del cran.
PÁGINA 116
Dobla y embasta el margen de costura de la vista a lo largo del cran y del delantero de la solapa hacia abajo.
Prolonga la vista 1´5mm más allá de la solapa de la chaqueta, para que la costura de la vista no se vea una vez la
chaqueta está puesta sobre el cuerpo.
La costura de la vista no debería verse por el derecho de la chaqueta desde la base de la línea de quiebre hasta el
bajo de la chaqueta. Así pues, cuando embastes la vista en esta zona, prolonga la chaqueta 1´5mm más allá de la
vista.
Usando hilo de seda cose con puntada invisible a lo largo del borde de la costura de la vista. Las puntadas han de
ser bastante pequeñas y bien puestas, para que no se vean desde el exterior. Ahora habría que planchar la vista
(página 107).
El propósito del forro es esconder todas las costuras, hilos y capas de relleno que conforman nuestra chaqueta
desde que empezamos a hacerla. También ayuda a ponerse y quitarse la prenda sin dificultad, y se lleva más
cómodamente sobre una camisa que una loneta de lana.
El forro debe cortarse un poco más grande que la chaqueta, tanto a lo ancho como a lo largo, aunque vaya a estar
colocado en el interior de la prenda. La constante fricción y estiramiento al que el forro es sometido podría causar
roturas en sus fibras si no estuviera lo suficientemente holgado.
Usando los patrones de delantero, costadillo y espalda, corta el forro más grande siguiendo los aumentos que se
indican en la ilustración. La línea que parte el delantero del patrón de la chaqueta representa el punto hasta
donde llega la vista. Dibuja esta línea en tu patrón delantero para que puedas marcar el límite donde el forro se
superpondrá sobre la vista (1´3cm).
PÁGINA 118
Cose a máquina los delanteros y los costadillos del forro juntos, y plancha las costuras abiertas.
Hemos dado un margen de 5cm de más al cortar el forro en el hombro delantero, que usaremos ahora para crear
un pliegue a media distancia de la largada de sisa. El pliegue mide 1´3cm de profundidad y se hilvana por el
derecho del forro. El propósito de este pliegue es aliviar la presión del forro del bolsillo de pecho sobre el forro de
la chaqueta.
Normalmente hay dos bolsillos en el delantero del forro de una chaqueta masculina, uno a cada lado. Se pueden
poner a nivel de pecho o de cadera. Sus estilos varían. Aquí os mostramos un modelo denominado Barcelona.
El frontal del bolsillo se forma con dos trozos de la tela de la chaqueta. Miden 3´8cm por 20´3cm, la pelusa hacia
abajo. Con los derechos tocándose, cose a máquina las piezas juntas, a lo largo, con un margen de costura de 1
´3cm. Empieza y acaba con una anchura de puntada corta pero en la parte de en medio alarga la puntada a tipo
bastilla, más largo. Ataca bien al principio y al final de la bastilla. Esta bastilla será abierta más adelante para la
apertura total del bolsillo.
PÁGINA 119
Una de las piezas del interior del saquillo se verá cuando usemos el bolsillo. Por eso mismo, necesitaremos poner
una vista que lo cubra. Corta la vista de tela de forro, de unos 6´4cm por 17´8cm. Haz un dobladillo con la plancha
de 1´3cm en uno de los lados.
Cose con un pespunte el lado doblado sobre una de las piezas de saquillo. No te preocupes ahora por los
extremos inclinados, los recortarás después.
La lengüeta para abrochar el botón se hace con tela de forro, cortada al recto hilo. Mide 3´8cm por 8´9cm. Cose la
tira con una costura de 1cm y plancha el margen de costura abierto. Gira hacia el centro la costura y plánchala.
Dobla la tira con forma de flecha y haz un pespunte en la punta.
PÁGINA 120
En el derecho delantero del forro, se dibuja la línea de colocación del bolsillo, con una inclinación de 1´3cm,
quedando el extremo más alto de la misma a 6´4cm por debajo del borde de la sisa del forro.
La línea de colocación del bolsillo tendrá una longitud de 17´8cm desde el borde delantero del forro hacia el
costadillo. Desde el centro de la línea, marca el alcance que tendrá el bolsillo abierto, unos 12´7cm.
Dibuja dos líneas paralelas, de 15´2cm de largo, que empiecen en el borde delantero del forro, separadas de la
central 1´6cm. (Si prefieres una entrada más estrecha sepáralas menos, 1´3cm).
Corta la línea de colocación del bolsillo; y después corta por encima y por debajo de las dos paralelas, en los
extremos.
Dobla el forro a lo largo de las líneas paralelas y luego diagonalmente en los extremos. Plancha las dobleces
hechas hacia el revés del forro.
En el extremo con forma de flecha que se ha formado por las dobleces, coloca la pieza de tela de chaqueta que irá
delante. La costura debería ir por el centro de la abertura. Cose un pespunte doble en el forro, uniendo la tela de
chaqueta y el forro. Marca con tiza los extremos de la abertura central del bolsillo de 12´7cm.
PÁGINA 121
Sujeta con alfileres la pieza de saquillo que no tiene vista al revés del forro. El extremo inclinado del saquillo
debería estar alineado con el margen de costura de debajo de la pieza delantera del bolsillo (de tela de chaqueta).
Por el derecho, cose a máquina justo por debajo de la costura de la tela de chaqueta, del inicio al final de la
abertura de 12´7cm. Con esta costura estarás cosiendo también el saquillo que está en el revés.
Por el revés del forro, empuja hacia abajo el saquillo y plancha con el pulgar. Sujétala bien con alfileres.
PÁGINA 122
Por el derecho, cose a máquina una segunda puntada a 6mm por debajo de la primera, atravesando de nuevo el
saquillo.
Hilvana la lengüeta para abrochar el botón en el centro de la abertura de 12´7cm por el revés del bolsillo. La
distancia entre la costura de la tela de chaqueta al pespunte horizontal de la lengüeta debería ser de 1´6cm. Esta
lengüeta sirve para un botón de 1´3cm.
Coloca el segundo trozo de saquillo (el que tiene vista) sobre el primero. El extremo superior del segundo saquillo
debería estar alineado con el margen de costura del primero.
Por el derecho, cose a máquina justo por debajo de la costura de la tela de chaqueta, atravesando también el
saquillo y la lengüeta. Ataca bien verticalmente a ambos lados de la abertura de 12´7cm.
PÁGINA 123
Cose juntas las dos piezas de saquillo. Recorta el margen de costura a 1cm.
Corta la costura de la tela de chaqueta de toda la abertura de 12´7cm y saca por ahí la lengüeta hacia delante.
Una vez la chaqueta esté completamente terminada y planchada, se coserá un botón de 1´3cm en el delantero
del bolsillo, y el modelo Barcelona estará completado.
Con el bolsillo terminado, une el forro delantero a la vista, dejando un margen de costura de 1cm. Cose hasta
pasar justo el dobladillo de la chaqueta. El pliegue del forro mira hacia abajo. Recorta sólo el margen de costura
de la tela de la vista.
Con el margen de costura hacia el forro, hilvana todo a lo largo del borde de la vista, uniendo la vista a la loneta.
PÁGINA 124
Empezando unos 10´2cm por debajo del hombro, y continuando justo hasta por encima del dobladillo, cose con
un punto de escapulario el margen de costura de forro y vista a la loneta.
Con el forro de vuelta a su sitio, embasta hacia abajo por el delantero del forro, cosiendo también la loneta.
Acaba bastante antes de llegar al dobladillo.
Vuelve a girar el forro de nuevo, y cose con una puntada de escapulario el forro del bolsillo a la loneta.
Simplemente estamos trabajando para asegurar el forro a la chaqueta.
Por el derecho de la chaqueta, haz un embaste que atraviese el forro. Empezando más o menos en el centro de la
sisa, a 7´6cm del borde, continúa hacia abajo todo el largo del costadillo y luego cruzando por el delantero de la
chaqueta, 12´7cm por encima del dobladillo.
PÁGINA 125
Para conseguir holgura extra o fuelle en el forro de la espalda, la costura del centro de espalda se coserá
formando ondas. Esto creará pliegues controlados que se abrirán solo cuando sea necesario por el movimiento
corporal del cliente. Empezamos la costura en el borde del escote del forro, en la que sería la costura del centro
en el patrón.
Cose hacia abajo unos 5cm y luego empieza a hacer unas tres o cuatro ondas, de unos 7´6cm de largo cada una,
ampliándose a toda la profundidad de la costura de tu chaqueta. El 1´3cm que añadimos aquí al cortar el forro
sirve como margen de costura interno de las ondas. Los pliegues sólo se necesitan por encima de la cintura.
La costura finaliza a unos 2´5cm por debajo de la parte superior de la abertura de la espalda. Si no hay abertura en
nuestra chaqueta, la costura continúa a lo largo de la costura central de la espalda.
Por encima de la abertura, plancha el margen de costura del forro a la izquierda. Recorta la abertura superior de
la derecha casi hasta la costura. Recorta también el margen izquierdo 2´5cm a lo largo.
PÁGINA 126
Antes de coser la costura central de la espalda de la chaqueta, reforzaremos la zona de la abertura con tiras de
saquillo, de unos 5cm de ancho, desde la parte superior de la abertura hasta el dobladillo. Traza una línea con tiza
desde el final de la costura central de la espalda al piquete de la abertura en el bajo. Usa la línea trazada como
guía para colocar los refuerzos en las aberturas.
Como la abertura izquierda quedará doblada y la derecha quedará plana en la chaqueta terminada, colocaremos
de forma ligeramente diferente los refuerzos en ambos lados. (Comprobarás que la ilustración muestra los lados
izquierdo y derecho de la chaqueta invertidos, puesto que estamos viéndolos desde el interior).
En el lado derecho de la espalda de la chaqueta, coloca el refuerzo en la extensión de la abertura, alineado con la
marca de tiza. Deja que se vea 1´3cm de la tela de la chaqueta en el borde.
Hilvana los refuerzos en su sitio y cóselos a puntada invisible, usando un hilo de seda. Las puntadas no deben
verse por el derecho de la chaqueta.
En la abertura derecha, dobla hacia dentro el margen de 1´3cm de tela en el borde, y cóselo con una puntada en
diagonal. Las puntadas no deben verse por el derecho de la chaqueta.
Recorta la extensión de la abertura derecha por completo, para que el margen de costura por debajo del centro
de la espalda esté alineado de arriba abajo.
PÁGINA 127
Cose a máquina la costura central de la espalda hasta 2´5cm por debajo de la parte superior de la abertura. En la
parte de arriba de la abertura derecha, recorta la tela de la chaqueta casi hasta la costura.
En el lado izquierdo de la chaqueta, hilvana más o menos medio dobladillo, dejando espacio suficiente para coser
los lados más adelante sin que te moleste.
Con los reveses encarados, coloca las espaldas del forro y la chaqueta juntas, haciéndolas coincidir por las
muescas de la cintura. Verás 1´3cm de forro por encima del borde de la chaqueta. Embasta hacia abajo la costura
central de la espalda desde el borde del cuello hasta el inicio de las aberturas.
Por el derecho de la chaqueta, haz un hilván todo alrededor de la espalda, atravesando también el forro. En la
ilustración verás la distancia aproximada de los hilvanes respecto a los bordes de la chaqueta, para no interferir
en trabajos posteriores que están por hacer aún.
Dobla el forro sobre la abertura izquierda de la chaqueta hacia dentro, dejando que se vean unos 6mm de la
chaqueta en el borde. Hilvana así el forro justo hasta la parte superior de la abertura.
PÁGINA 128
La abertura derecha se coloca ahora encima de la abertura izquierda, y se cose con un punto atrás asegurándola
en la parte superior. Cose atravesando la parte superior de la abertura izquierda que está debajo, pero no
atravieses el lado derecho de la tela.
Dobla y embasta el forro de la abertura derecha sobre la abertura de la derecha, de forma que sólo se vea un
borde estrecho de tela de chaqueta en el borde de la abertura.
Una vez que la abertura está finalizada, coseremos a máquina la espalda de la chaqueta a los costadillos y
plancharemos las costuras abiertas. Plancha también unos pliegues de 1´3cm en los bordes laterales del forro de
la espalda.
PÁGINA 129
El borde doblado del forro de la espalda se embasta sobre los costadillos, y se termina a puntada invisible.
Añadiremos unos cuantos hilvanes más, conectando los embastes de las axilas de espalda y delantero.
El borde sin pulir de la vista se cose al dobladillo con una doble puntada de escapulario.
Dobla el borde superior del dobladillo de la chaqueta hacia dentro y pule a mano con puntada invisible.
PÁGINA 130
Hilvana el dobladillo del forro para que quede a unos 1´9cm por encima del dobladillo de la chaqueta. Haz las
puntadas 2´5cm por encima del borde del forro, de manera que se pueda levantar del borde. Este pliegue en el
dobladillo del forro permite cierta holgura en el largo del forro de la chaqueta.
Antes de coser los hombros, el hombro delantero se debe reforzar con una tira de forro. Corta una tira de forro al
semi bies para usarla de refuerzo, que mida 1´9cm de ancho y el largo del hombro.
Hilvana la tira de forro en el revés de la tela de la chaqueta. Atraviesa sólo la tela de la chaqueta, permitiendo a la
loneta y al forro quedar sueltos.
Embasta los hombros de espalda y delanteros de la chaqueta juntos. Como el borde del hombro de la espalda es 1
´3cm más largo que el del delantero (página 12), aparecerán ondas en el lado de la espalda cuando se embaste el
hombro. Lleva este exceso al centro del hombro dejando unos 2´5cm sin ondular en ambos extremos.
Este extra de holgura en la espalda del hombro sirve para acomodar la curva que forman los omoplatos en esa
zona. Podemos eliminar los frunces en la costura, y aún mantener la holgura en la zona de los omoplatos,
planchando a vapor con cuidado, antes de coser la costura del hombro a máquina.
Sobre una superficie plana plancha con vapor los frunces, no pasando la plancha más allá de 3´8cm. Desliza la
plancha sobre los frunces en el borde del hombro. La combinación de calor y vapor unido a la superficie plana
debería hacer desaparecer los frunces.
Si permites que la plancha vaya más allá de los 3´8cm mientras aún sigue sobre una superficie plana, la holgura de
la zona de los omoplatos también se encogerá, y todo lo anterior no habrá servido para nada.
Es esencial hacer este planchado mientras la costura está solo hilvanada, y no cosida a máquina. Una vez esté
cosida a máquina será imposible eliminar los frunces.
Cose a máquina la costura del hombro, quita el hilván, y plancha la costura abierta. Usa el cojín de sastre para
planchar aquí, para proteger la curva que has creado.
La hombrera de la derecha de la fotografía es la mejor hombrera fabricada que puedes encontrar a la venta.
Como puedes ver, es plana y dura, y no coincide con la forma natural de un hombro humano.
La hombrera de la izquierda es muy fácil de hacer, usando como relleno guata de algodón, y muselina cortada al
bies para forrarla. (Usa el patrón de hombrera de la página 243 para cortar los forros de muselina).
La guata de algodón se puede encontrar a granel en las tiendas de venta de suministros para sastrería.
Separa el relleno en capas más finas, y elabora con el patrón de hombrera para la muselina, una pila o montón
suave, redondeado que disminuya a cero en los lados y en la parte de atrás.
Presiona con cuidado hacia abajo en el centro más grueso y mide su grosor. La cantidad necesaria de relleno para
la hombrera de tu cliente ha sido determinada durante la prueba de la glasilla.
PÁGINA 133
Cubre el relleno con una segunda capa de muselina y embasta cruzando por arriba la hombrera juntando todas
las capas. Si empujamos la muselina de debajo un poco hacia fuera, y asegurando ambos extremos, la hombrera
empieza a tomar forma.
“Pica” la hombrera de extremo a extremo, empezando en el centro y trabajando en hileras, primero hacia delante
y luego del centro hacia atrás. Las puntadas atraviesan todas las capas del relleno, y deben ser hechas sin dejarlas
tirantes.
PÁGINA 134
Antes de coser las hombreras en la chaqueta, comprueba la anchura del hombro una vez más, con la hombrera
puesta.
Si el borde sin pulir de la parte superior del hombro excede más allá del borde de la hombrera, la tela necesita ser
recortada. Pon una regla en el bíceps como guía, extendiéndola hacia el hombro (página 105). Si la tela sobresale
de la regla en el hombro, el hombro de la chaqueta es muy ancho y debe ser recortado antes de introducir la
hombrera.
La hombrera se sitúa dentro de la sisa de la chaqueta, de forma que el centro de la hombrera coincida con la
costura del hombro.
Algunas veces, cuando la parte superior de la hombrera está en el borde sin pulir de la sisa, los extremos de la
hombrera no lo están. Empuja de la hombrera hacia fuera hasta que ambos bordes coincidan. Recortarás lo que
sobre después.
Con la hombrera exactamente en su sitio, mete la mano por dentro de la sisa y coloca alfileres en la hombrera
uniéndola a la loneta. Ahora toca “picar” la hombrera a la loneta, para que cubra totalmente toda la zona que la
hombrera toque con la loneta. Atraviesa todas las capas al “picar”.
PÁGINA 136
Alisa hacia arriba el forro del delantero sobre la hombrera y embástalo a la hombrera a lo largo de la sisa y a lo
ancho de la parte superior del forro.
Con una mano dentro de la zona del hombro, da al hombro una forma cóncava e hilvana a lo largo del borde
delantero del escote de la chaqueta, atravesando también la vista. Este paso es esencial para crear la forma
cóncava del hombro, un detalle revelador si el trabajo del sastre es bueno.
Alisa hacia fuera la tela de la chaqueta hacia la sisa, y embasta todo el largo de la hombrera, unos 7´6cm hacia
dentro del borde de la sisa. Atraviesa la capa superior de la hombrera mientras hilvanas.
El forro de la espalda de la chaqueta cuelga aún suelto en el hombro. Alisa hacia arriba el forro de la espalda
sobre el hombro y embasta desde el exterior, atravesando la hombrera, para atrapar el forro. Embasta desde el
borde de debajo de la hombrera hacia arriba, parando a unos 2´5cm de la costura del hombro; y lleva la aguja al
interior.
PÁGINA 137
Dobla el forro de la espalda a lo ancho del hombro, y embasta por el pliegue, hacia el final del escote. Deja un
poco de holgura en el forro de la espalda mientras hilvanas. El forro se deja suelto, a unos 7´6cm del borde de la
sisa.
EL CUELLO
El cuello se puede hacer siguiendo el diseño de tu patrón o incluyendo algo de tu gusto sobre el diseño de la
pieza. Es esencial en ambos métodos que el bajo cuello quede bien asentado en el escote de la chaqueta, de
piquete a piquete.
Si durante la prueba en glasilla, ajustaste cualquiera de las costuras que acaban en el escote, ya sabrás que tu
bajo cuello necesitará un ajuste. Puedes, sin embargo, haber alterado “sin intención”, alguna de estas costuras. Lo
primero que hay que hacer es comprobar cómo sienta el patrón del bajo cuello.
Para ello, primero recorta el margen de costura del patrón de papel de tu bajo cuello. Podrías tener que necesitar
al final este margen de costura, pero es mucho más fácil comprobar si el patrón de papel queda bien si el margen
de costura no está.
PÁGINA 138
Marca con tiza el final del margen de costura de la línea del escote en la chaqueta, y hazlo coincidir con el patrón
de papel del bajo cuello, de costura a costura, desde el piquete del cuello a la costura central de la espalda,
primero en un lado de la chaqueta y luego en el otro.
Si necesitas 3mm extra aproximadamente, para que el patrón abarque toda la distancia cómodamente, añádelos
al patrón de papel por la costura central de la espalda. Si tienes dudas, recuerda que es más fácil trabajar con un
cuello un poco más grande de lo necesario, que hacerlo con uno que es más pequeño.
Es posible, al comprobar el patrón, que uno de los lados queda bien pero no el otro. Sea cual sea la causa (ligeras
imprecisiones al coser los hombros o la costura central de la espalda), debes hacer un cuello más largo de un lado
que del otro. Esto no es un problema. Simplemente prepara ambos lados usando la medida más larga, y ya lo
ajustaremos después.
Si has hecho alteraciones más amplias en tu patrón de la chaqueta en escote y hombros, puede ser necesario
descartar el patrón del cuello y dibujar uno completamente nuevo. Las instrucciones para dibujar un cuello,
usando el borde del escote de la chaqueta como guía, están en la página 151.
Una vez estés satisfecho del patrón de tu bajo cuello, considera su diseño. En este punto eres libre de rediseñar el
cuello, o de quedarte con el diseño de tu patrón original.
Muchos sastres dejan la cuestión del diseño del cuello para cuando el bajo cuello ya está cosido a la chaqueta. Se
dejan espacio a sí mismos para diseñarlo cortando los bordes y la parte superior del pañete del bajo cuello mucho
más grandes de lo necesario. Cuando el bajo cuello se ha cosido a la chaqueta, simplemente dibujan un cuello que
le vaya bien a la solapa, y recortan lo que sobre. Este es un proceso simple, y bastante excitante si quieres
expandir tus horizontes en lo que a diseño se refiere.
Por otro lado, los diseños de los cuellos de patrones comprados normalmente están equilibrados con las solapas
de la chaqueta, y es posible que hayas elegido ese patrón, en gran medida, por su estilo. Conoce tus opciones, haz
tu elección y sigue adelante.
Con nuestras instrucciones para la elaboración del bajo cuello asumimos que vas a seguir con las líneas de estilo
que marcan el patrón comercial. Sin embargo, las instrucciones sirven para elaborar cuellos en ambos métodos.
Tomar cuidadosamente las medidas de los márgenes de costura de la parte superior del cuello no es importante,
si vas a diseñar tu propio cuello; sin embargo, la forma y los márgenes de costura del borde del escote del bajo
cuello sí que se tienen que tomar con cuidado.
El bajo cuello se construye a partir de pañete y una entretela de lino rígida llamada Francesa, “picados” juntos. Si
puedes encontrar un pañete “picado” de buena calidad y del color que necesites, úsalo sin ningún atisbo de duda,
en vez de “picar” tú, mismo el pañete y la entretela Francesa. Puesto que la calidad de los pañetes comprados
puede variar mucho y que las opciones de color son limitadas, te damos instrucciones aquí para que prepares y
“piques” tu bajo cuello.
Del pañete que mejor coordine con el color de la tela de tu prenda, corta dos piezas de bajo cuello al bies. Deja un
margen de costura de 1´3cm en los bordes exteriores y de 6mm en el centro de la espalda. Cose a máquina la
costura central de la espalda y plánchala abierta.
Usando las mismas dimensiones que en el pañete, corta dos piezas del bajo cuello de la entretela Francesa, al
bies. Superpón la costura central de la espalda y cose con un pespunte a máquina.
Coloca la entretela Francesa por el revés del pañete, y entre los dos, a ambos extremos, pon un trozo de saquillo
cortado al bies, para añadir cuerpo al delantero del cuello. Estas piezas de saquillo cubren la mitad de cada uno de
los lados del bajo cuello. Hilvana la entretela Francesa, el pañete y los refuerzos del borde juntos.
PÁGINA 140
Ahora se “pica” la entretela Francesa al pañete (página 93). Queremos que ambas telas estén unidas, pero lo
suficientemente flexibles para poder darles forma con la plancha. Para mantener esa flexibilidad controlada,
haremos el “picado” en un patrón semi circular, lo que coincide con el corte al bies de las telas.
Usando un radio de unos 5cm, dibuja un semi círculo en el borde de la línea del escote de la entretela Francesa.
“Pica” por dentro, y luego, más allá del semi círculo, manteniendo el dibujo circular. Usa un hilo de seda de color
parecido al pañete, para que las puntadas no se vean por el derecho del bajo cuello. “Pica” sólo por dentro de los
límites de los márgenes de costura marcados.
Las puntas del bajo cuello se “pican” cuando falten unos 5cm para llegar al borde, sosteniéndolas enrolladas hacia
sí mismas (ver ilustración). Esta técnica asegura que en la chaqueta terminada, las puntas del cuello tenderán
hacia abajo, en dirección a los hombros, en vez de enrollarse para arriba.
PÁGINA 141
Plancha el bajo cuello por el lado de la entretela Francesa, en una superficie plana.
Como tanto el pañete como la entretela Francesa han sido cortados al bies, notarás cierta elasticidad al hacer el
“picado”. Nuestro siguiente paso será, por tanto, redibujar la línea de costura del bajo cuello, esta vez desde el
lado del derecho del mismo.
Afila la tiza para que obtengas una limpia, nítida línea. Empieza por el centro de la espalda, y dibuja un lado del
bajo cuello primero y después el otro. Marca también la línea de quiebre del bajo cuello, con tiza, y después con
hilo de embastar.
Si las medidas del cuello de tu chaqueta mostraron un lado más largo que el otro, se puede hacer el ajuste en este
momento. Antes de dibujar el más pequeño de los lados del cuello, dobla hacia atrás la cantidad necesaria en el
patrón de papel, en el centro de la espalda. Coloca la parte doblada del patrón en el centro de la espalda del bajo
cuello de pañete, y traza la línea.
Del lado del pañete, recorta completamente los márgenes de costura, parte superior, lados y base.
Recorta 3mm del margen de la entretela Francesa de los bordes de arriba y abajo en el bajo cuello. Hacemos esto
para evitar que los bordes sin pulir de la entretela Francesa se asomen por el exterior. No hay necesidad de
recortar la entretela en los bordes del bajo cuello, pues el cuello de tela de chaqueta esconderá cualquier
eventual hilo descarriado de la entretela en esa zona.
PÁGINA 142
Ahora planchamos el bajo cuello dándole forma, teniendo en cuenta la inclinación de los hombros de nuestro
cliente.
Usando una cantidad moderada de vapor, plancha el borde doblado en forma de arco, cuya profundidad
dependerá de cómo has determinado la inclinación de los hombros de tu cliente. Para unos hombros caídos ésta
será de 3´8cm; para unos hombros normales ésta será de 5cm; para unos hombros cuadrados ésta será de 7cm.
Esta forma que damos al cuello con la plancha es un detalle refinado de cómo sentarán el cuello y la solapa. Si,
por ejemplo, diéramos forma normal en un cuello destinado a una chaqueta con los hombros caídos, la solapa no
caería plana. Se levantaría para arriba, alejándose de la chaqueta. Dar forma caída a un cuello destinado a unos
hombros normales provocaría que la chaqueta se separase del cuerpo en la línea de quiebre de la solapa. Son
pequeñas situaciones, en uno u otro sentido, que están ahí, y hacen una diferencia significativa en cuanto a la
comodidad y en como sienta la chaqueta.
PÁGINA 143
Mientras estabas planchando el bajo cuello has hecho un pliegue o raya en la línea de quiebre. Ahora, quita al
hilván que sujetaba el borde del cuello hacia atrás, y reparte los milímetros del pliegue entre uno y otro lado de la
línea de quiebre, eliminándolo.
PÁGINA 144
Empieza a hilvanar el bajo cuello a la chaqueta por la costura central de la espalda. Uno de los bordes sin pulir de
un lado del bajo cuello se coloca a lo largo de la línea de tiza que marcaste en el escote. El extremo delantero del
cuello debería caer en el piquete del cuello de la chaqueta.
La segunda mitad del bajo cuello se embasta empezando por delante, y continúa hacia el centro de la espalda.
Antes de empezar a hilvanar la segunda mitad del bajo cuello asegúrate que la distancia desde la punta de la
solapa al principio del cuello es idéntica en ambos lados.
Trabajando desde el lado de la entretela Francesa, cose el bajo cuello a la chaqueta con un punto de escapulario.
Usa un hilo de seda y cose a lo largo del margen de costura del cran, a lo ancho de la vista y del escote en la
espalda de la chaqueta. No cosas el forro de la espalda en esta costura.
Si dejaste tela extra en tu bajo cuello para diseñar la forma de tu cuello viendo qué le va mejor a la solapa (página
139), es el momento de hacerlo. Mide ambos lados del cuello con cuidado, pues cualquier diferencia en la
longitud se vería mucho por el delantero de la chaqueta.
Es costumbre parar en este punto durante la confección de tu cuello, y avanzar con las mangas. Una vez hayas
probado la manga de glasilla en la chaqueta, se llama al cliente para la prueba final. En esa prueba, se comprueba
cómo queda tanto la manga como el cuello, y si éste necesita un cambio de diseño.
Si trabajas para ti, y te parece bien la forma del cuello, sin lugar a dudas, acábalo ahora. Si trabajas para otra
persona, puedes reducir el número de pruebas al cliente si en este punto te pones a trabajar en las mangas.
Tras la prueba, se termina el cuello antes de colocar una manga de la tela de la prenda.
Para crear la parte superior del cuello, corta un trozo de la tela de la chaqueta que estará al lomo, al recto hilo y
con la pelusa arriba. Será 3´8cm más largo que el patrón del bajo cuello y 3´8cm más grande en la base y la parte
superior que el patrón.
PÁGINA 146
Coloca el bajo cuello mirando hacia abajo sobre el revés del cuello, y embástalos juntos, de cran a cran, a lo ancho
de la línea de quiebre del bajo cuello.
Hilvánalo a lo ancho de la parte superior del bajo cuello, a unos 2´5cm del borde.
Recorta el cuello, dejando 1cm de margen de costura visible por encima de la parte superior del bajo cuello, y 2
´5cm en los lados.
PÁGINA 147
Hilvana a lo acho de la parte superior del cuello, doblando el margen de costura hacia dentro. Permite que el
cuello se alargue unos 3mm por encima del bajo cuello, de manera que la costura no sea visible mientras la
chaqueta esté puesta. Tanto el borde superior como el inferior del bajo cuello se terminan cosiendo con puntada
invisible, usando hilo de seda.
El cuello se recorta, si fuera necesario, y luego se dobla a lo largo del cran. Desde el piquete del cuello hasta justo
pasar la línea de quiebre, el pliegue del cuello se encuentra alineado con el pliegue de tela de la vista de la solapa.
Empezando justo al pasar la línea de quiebre y siguiendo hasta justo pasar la costura del forro del hombro, el
pliegue del cuello se superpone sobre la vista.
Con el cuello puesto en plano sobre una mesa, Hilvana a lo ancho del bajo cuello justo debajo de la línea de
quiebre, atravesando la tela del cuello por debajo.
Justo pasada la costura del forro del hombro, se le hacen varios piquetes a la tela del cuello, para que sea posible
que gire sin tirar. Hilvana a lo largo del escote de la espalda, atravesando el bajo cuello. Puesto que estas
puntadas se quedarán en la chaqueta, asegúrate que no se vean por el derecho.
PÁGINA 148
Ahora embasta el forro doblándolo a lo largo del escote. Se cose después con pespunte de puntet, con hilo de
seda.
Si quieres, elabora un asa de tela de forro, de 1cm de ancho por 6´4cm de largo. Cose el asa en el centro del cuello
del forro, con un punto atrás atravesando el bajo cuello.
El exceso de tela a ambos extremos del cuello se dobla hacia atrás y se plancha. Se termina con un punto
escondido arriba y abajo, y una puntada de escapulario en los bordes sin pulir. Usa hilo de seda.
PÁGINA 149
Se cose ahora el cran, por el derecho, con un punto escondido lateral para unir el cuello y la vista sin que se vean
las puntadas. Las puntadas se hacen en el lateral del pliegue más que en la parte superior, y va de atrás a delante
desde la vista hasta el cuello. Tras hacer tres o cuatro puntadas, asegura una de las puntadas en el centro,
atravesando la loneta.
Con el cuello finalizado, se aplica un toque final al delantero de la chaqueta. Usando un hilo de seda, cose una
puntada invisible a lo largo del final del cuello, de la solapa y del delantero de la chaqueta, en la parte superior de
la tela. Estas puntadas han de ser pequeñas e invisibles. Su propósito es garantizar un borde permanentemente
marcado y nítido.
El cuello de una chaqueta a cuadros/rayas debe hacer coincidir el diseño de la tela con la parte superior de la
espalda de la chaqueta. Es más, en una tela a cuadros esta coincidencia debe ser tanto vertical como horizontal.
Podrás hacer coincidir una tela a rayas en el cran si las rayas de la tela están separadas entre sí 1cm o menos. Para
hacerlo con rayas más separadas, se requiere un estiramiento excesivo del cuello en el escote.
En una tela a cuadros, es prácticamente imposible hacer coincidir el diseño de cuello y solapas en el cran.
Traza con tiza en la entretela Francesa del bajo cuello, líneas cortas verticales que indiquen la posición más
centrada de las líneas de la tela a cuadros/rayas. Si es una tela a cuadros, es también necesario dibujar en el bajo
cuello una línea horizontal, que indique la siguiente línea horizontal de la tela.
Usa el patrón del bajo cuello, del que han sido recortados todos los márgenes de costura, para cortar el cuello de
la chaqueta. Con la tela lomada en el centro, haz coincidir cuidadosamente las líneas del diseño con las líneas
dibujadas en el patrón. Corta el cuello 3´8cm más grande que el patrón por todos los lados.
PÁGINA 151
La unión del cuello a cuadros continúa de acuerdo a las instrucciones, que empiezan en la página 145. La única
cosa que has de recordar es que hay que hacer coincidir las líneas del bajo cuello de entretela con las del cuello,
antes de empezar a embastar.
El cuello a rayas se debe sujetar con alfileres antes de empezar a hilvanarlo, para que la tela del cuello pueda ser
colocada, no sólo para coincidir con el centro de la espalda de la chaqueta, sino también en el cran. Si las rayas de
la tela no están muy separadas, hacer coincidirlas con el cran suele ser factible con un ligero movimiento del
cuello hacia abajo.
Si has hecho alteraciones considerables en el patrón de la chaqueta que hayan repercutido en su escote, puede
ser necesario tener que dibujar un nuevo cuello, usando el borde del escote de la chaqueta como guía.
Con la chaqueta doblada en plano encima de una mesa, y teniendo a la vista todo el escote, traza una línea con
tiza que indique el margen de costura del escote, de piquete a piquete.
PÁGINA 152
Coloca una hoja de papel doblada dentro de la chaqueta, lo suficientemente grande para que abarque justo
debajo de la solapa.
En un lado de la chaqueta pon una regla a lo largo de la línea de quiebre de la solapa, y dibuja en el papel, una
línea corta que indique la prolongación de la línea de quiebre sobre el escote. Es importante no mover la
chaqueta una vez anotada esta línea.
Dibuja la solapa tan lejos como llegue desde el piquete del cuello. Intenta no manchar la tela con la tiza.
PÁGINA 153
Dobla hacia atrás con cuidado el margen de costura del cran. Marca el piquete del cuello, y el cran.
Con ayuda de un objeto afilado (alfiler), pincha, atravesando la tela y el papel, a lo largo del margen de costura del
escote desde la línea de quiebre hasta la costura del hombro. Continúa pinchando unos centímetros más a lo
ancho del hombro.
PÁGINA 154
Mide la línea de costura del escote en la espalda, desde el hombro hasta el centro espalda. Usa una regla curvada,
o una cinta métrica colocada de pie, para conseguir una medida lo más fiable posible.
Quita el papel y desdóblalo abierto de manera que haya espacio para dibujar un cuello. La información que
muestra el papel debería parecerse a las marcas de la ilustración.
Alarga las líneas de quiebre y hombro hasta que se junten en una intersección. Llama A al punto de intersección.
PÁGINA 155
Mide hacia arriba desde A una distancia igual que la medida del escote en la espalda. Llama B a este punto.
Haz una perpendicular, con una escuadra, a la derecha del piquete del cuello, de 6mm. Llama C a este punto. Haz
lo mismo desde el punto B, a 1´3cm, y llámalo D.
Sobre la línea F-G, haz una perpendicular con una escuadra que vaya hacia D y la sobrepase. Marca un punto
llamado I en esa línea. El punto I está a 3´8cm por encima del punto D. La distancia entre D-I es la anchura del
cuello en el centro de la espalda por encima de la línea de quiebre del mismo.
Dibuja hacia fuera del punto C, una línea elegante para el delantero del cuello, punto J.
Dibuja una línea recta desde I-J, como guía para la parte superior del cuello, y curva con gracia la línea en el
delantero.
Recorta el dibujo del cuello y pruébalo en la chaqueta, comprobando cómo se adapta a ella.
Para un sastre, la caída de una manga bien montada tiene que ver sobre todo con la belleza. Hay más cosas
implicadas en ello que el simple hecho de colocar pulcramente la manga en el hueco de la sisa de la chaqueta.
. Estará preparada una manga hecha en glasilla para colocarla en la chaqueta. Se montará de manera que caiga
tan adelante o atrás como caiga el brazo de nuestro cliente en reposo.
. El refuerzo de la copa de la manga sumará a la hora de que ésta tenga una caída bonita de la tela sobre el bíceps.
Antes de colocar la manga, la sisa debe reforzarse con una tira de saquillo para evitar que se estire. Corta a contra
hilo una tira de saquillo que mida 1`9cm de ancho por 50´8 de largo. Plánchala en curva (ver ilustración).
Coloca la tira por el revés de la chaqueta, alineada con el borde sin pulir de la sisa. El borde curvado de la tira se
coloca en la marca delantera de la sisa, unos 6´4cm hacia delante del centro de la axila.
Trabajando por el delantero de la chaqueta, haz un hilván en diagonal alrededor de la sisa, atravesando el borde
exterior de la tira por debajo. Hilvana sólo a través de la tela de la chaqueta y la tira, evitando coser las
hombreras.
PÁGINA 158
En un punto a unos 3`8cm pasada la costura del hombro, por la espalda de la chaqueta, haz un punto atrás
hilvanando la tira y luego empieza a hilvanar pequeñas ondas de holgura en la tela de la chaqueta. Continúa así
hasta llegar a unos 3´8cm por encima de la costura del costadillo, de forma que las ondas quedan en la zona del
omoplato de la chaqueta, y permite añadir cierta holgura en el movimiento en esta parte del cuerpo.
La holgura no debe exceder más de 1cm. En telas de trama ligera, como la gabardina, esta holgura debe ser más o
menos de 6mm. La holgura se embasta a la tira de refuerzo, arriba y abajo, para que no se mueva de donde la has
colocado.
Continúa embastando la tira hacia abajo hasta la mitad de la sisa. El área desde la mitad de la sisa hasta 6´4cm
hacia delante no se refuerza, para que no haya restricción en el movimiento del brazo hacia delante.
Haz otro hilván alrededor de la sisa por fuera de la chaqueta de nuevo, esta vez atravesando el borde interior de
la tira de refuerzo.
Los frunces de la sisa en la espalda aportan una holgura extra en la zona de los omoplatos. Podemos eliminar los
frunces pero seguir teniendo la holgura si los planchamos con vapor cuidadosamente.
Plancha a vapor la zona de los frunces, por el revés de la tela, en una superficie plana. Intenta que la plancha no
entre a más de 3´8cm del borde de la sisa. Una cantidad suficiente de vapor, aplicada sobre una superficie plana,
debería eliminar los frunces.
Si plancharas más allá de lo indicado en la tela, mientras está sobre una superficie plana, encogerías la holgura
aportada por los frunces, haciendo inútil el proceso.
Si tienes problemas para eliminar los frunces, debe ser que has añadido demasiada holgura a la zona, y es
probable que estés trabajando con una tela de trama ligera. Si es necesario, quita la tira de refuerzo y ajusta la
cantidad de holgura. Elimina el problema antes de continuar. Una vez la manga esté cosida, los frunces se
quedarán visibles de forma permanente.
Te darás cuenta que aún no hemos cortado la manga. Ni si quiera hemos cortado una manga de glasilla. Hemos
estado esperado hasta que las hombreras han sido cosidas a la chaqueta, y las sisas han sido reforzadas, para
tener una medida de las sisas de la chaqueta lo más precisa posible.
Una vez tengamos esta medida, podemos cortar la manga de glasilla con la adecuada holgura por todo el
alrededor.
Por el derecho de la tela, mide alrededor del borde sin pulir de la sisa. Es difícil medir una zona curva, por lo que,
hazlo con cuidado, y comprueba dos veces el resultado.
Compara esta medida con la del patrón de papel de tu manga. Mide tanto el bajo manga como la sobre manga,
teniendo cuidado de no incluir las márgenes de la costura lateral en ella.
El borde sin pulir del patrón de la manga debería medir entre 5-5´7cm más que en el borde de la sisa de la
chaqueta. (En telas de trama ligera, como la gabardina, este exceso no debería ser mayor de 5cm). Esta holgura es
necesaria para dar a la manga una buena caída desde el hombro.
PÁGINA 160
Si el borde del patrón de la copa de tu manga no es al menos 5cm más grande que la medida de tu sisa, ajusta el
patrón de tu manga añadiendo o quitando en la zona de la copa, disminuyendo a cero en los laterales de la sobre
manga. La bajo manga no se ajusta. El ajuste máximo posible en la copa de una sobre manga, antes de desmontar
su forma, es de 1cm.
Comprueba el largo de la manga, midiendo desde el centro de la sobre manga, de costura a costura, hasta el
dobladillo. Usando la medida de manga de la página 19 como guía, alarga o acorta la manga dividiendo en dos el
patrón aproximadamente a la altura del codo. Separa o superpón la sobre manga para conseguir la longitud
necesaria; y luego junta los lados del patrón usando una regla curva. La bajo manga se ajusta con la misma
medida que la sobre manga.
Si son necesarios más ajustes en la copa de la manga, debería incluir ahora también la anchura de la bajo manga
como de la sobre manga, para preservar el equilibrio general. De nuevo, se sugiere como máximo un ajuste de
1cm.
Ajusta el patrón de acuerdo a las ilustraciones, usando una regla curvada para ir disminuyendo las nuevas líneas
con elegancia.
Si aún así el ajuste es insuficiente, la respuesta pasa por hacer un nuevo patrón de manga, de talla una mayor o
menor.
PÁGINA 161
Con el patrón de la manga corregido, corta la manga de glasilla, cose las dos piezas juntas, y plancha las costuras
abiertas.
Por el derecho de la tela, plancha una raya en la costura de la sobre manga que vaya desde el dobladillo a la altura
del codo.
Monta la manga dejando un margen de costura de 1´3cm, aunque tu patrón indique que sea de 1´6cm. Puesto
que ya hemos comprobado como sienta la manga en la sisa y en la copa, este ajuste se puede hacer sin temor. Es
mucho más fácil trabajar con un margen de 1´3cm que con una cantidad de tela tan ancha en la zona curvada. Se
reduce el volumen de tela y la holgura de la copa tiene más espacio para acomodarse.
Es mejor usar un maniquí para montar la manga. Con un maniquí, vemos la sisa en su totalidad, y las marcas
curvas del bajo delantero de sisa y manga son claramente visibles. Esta zona se llama piquete delantero, tanto si
está marcado o no, y es el primer punto donde manga y sisa son hilvanados para la prueba.
El punto donde la costura posterior cae sobre las sisas, se llama piquete posterior. Para poder determinar este
punto, sujeta la manga por arriba, y permite que caiga hasta que el dobladillo toque la marca de tiza del bolsillo.
Esta marca indica cuán lejos adelante llega tu brazo cuando descansa sobre el costado del cuerpo. La manga debe
colgar en esa posición exacta para evitar arrugas mientras sea llevada por tu cliente. Hilvana el piquete posterior
sobre la sisa en el punto de caída natural del brazo hacia delante.
PÁGINA 162
Con los piquetes de delante y detrás hilvanados de forma provisional, hilvana la sisa por alrededor, distribuyendo
la holgura de entre 5-5´7cm por toda la zona reforzada de la sisa. Sólo hay una zona, la central de la bajo manga,
que no tiene holgura. Pueden aparecer arrugas en la copa de la manga de glasilla. Sin embargo, si has tomado las
medidas de tu sisa bien, estas arrugas serán fáciles de controlar en la tela de la prenda.
Comprueba visualmente el lateral de la manga. Si se forman arrugas diagonales desde delante o detrás de la
manga hacia arriba, la manga debe ser montada de manera que caiga más adelante o atrás, hasta que las arrugas
desaparezcan. Cuando la manga caiga cómodamente sin estas arrugas, traza con tiza los piquetes de delante y
detrás en la chaqueta, y el piquete delantero en la manga. Estos piquetes deben ser trasladados a tu patrón. (Ver
página 171 si la tela es de cuadros).
La longitud de la manga se determina un poco según nuestras preferencias. Que la chaqueta sea cómoda
mientras se viste debería ser el criterio principal. De poder elegir, permite que se vean unos 1´3cm del puño de tu
camisa por debajo del dobladillo de nuestra manga. Pero esto variará según tus preferencias también. Ajusta la
longitud de la manga de glasilla y móntala con alfileres.
Con todas las correcciones hechas en tu patrón, se puede cortar la manga en tela de la prenda sin temor alguno.
Cose a máquina la costura inferior y plánchala abierta. Por el derecho de la tela, traza con tiza el dobladillo y las
aberturas. El pliegue de la abertura superior es la continuación de la costura de la manga. En la abertura inferior,
el dobladillo está a 1cm del borde.
Corta un trozo de saquillo al bies, de 12´7cm de ancho y lo suficientemente larga como para que llegue de una
abertura a la otra, en el bajo de la manga. Se usará para reforzar la zona. Plancha el refuerzo con vapor para
formar una ligera curva que hará que se acomode mejor a la forma del bajo de la manga, por el revés de la
prenda.
Hilvana a lo largo de los trazos de tiza en el bajo de la manga, atravesando también el refuerzo, y luego hilvana en
diagonal el refuerzo por su extremo superior.
Recorta los lados del refuerzo muy cerca de los hilvanes en la abertura de la bajo manga, y a unos 1´3cm del
hilván en el refuerzo de la abertura de la sobre manga. Hilvana el refuerzo al margen de costura de la manga, por
encima del dobladillo, con una puntada en diagonal.
Entorna y plancha, primero las aberturas, y luego el dobladillo, usando como guía los embastes. Dobla el bajo de
la abertura de la sobre manga en inglete, y plánchalo bien. A menos que la tela de la prenda sea muy voluminosa,
recomendamos no recortar el exceso de tela en la esquina. El dobladillo en inglete dará cierta consistencia a la
abertura. También te dará la opción de la alargar la manga, si es necesario hacerlo en el futuro.
Usando hilo de seda, cose a punto de diagonal las aberturas y el dobladillo al refuerzo, y con puntada invisible los
lados de las aberturas.
PÁGINA 164
Con la abertura de la sobre manga 1´3mm más larga que la de la bajo manga, embasta primero la abertura, y
luego la costura de la manga cerrada. La costura de la sobre manga tendría que ser 1cm más larga que la de la
bajo manga (página160). Para tejidos de trama ligera, como la gabardina, 6mm serán suficientes. Distribuye este
exceso de tela en el tercio superior de la sobre manga, y elimina las arrugas con vapor, antes de coser a máquina
la costura.
Plancha sobre una superficie plana, asegurándote que la plancha no entre más de 3´8cm en la tela.
Cose a máquina la costura superior hasta llegar a 6mm por debajo de la parte superior de la abertura, y plancha la
costura abierta. Dobla y plancha el margen de costura en una diagonal, justo por encima de la parte superior de la
abertura, en vez de recortarlo y debilitar la zona.
Cose con un punto atrás las partes superiores de las aberturas juntas, con hilo de seda. Ya tenemos la manga lista
para forrarla.
El forro de la manga se corta usando el patrón de la manga. Traza el forro con tiza alrededor del patrón de la
manga, cortándolo más grande que la manga en las cantidades indicadas (ver dibujo). Date cuenta que la abertura
de la sobre manga ha sido eliminada.
Cose a máquina los forros de bajo manga y sobre manga juntos, y plancha las costuras abiertas.
Coloca el forro dentro de la manga, ambos del revés, bajo manga con bajo manga. Debería verse un margen de 1
´9cm de forro por encima de la costura superior. Empezando a partir de unos 10´2cm desde el extremo superior
de la costura superior, hilvana en diagonal una capa del margen de costura de la manga con una capa del margen
de costura del forro. Hilvana hasta justo llegar al extremo superior de la abertura. Recorta el forro para que quede
a 2´5cm por debajo del dobladillo de la manga.
PÁGINA 166
Metiendo la mano por dentro coge el forro, y gira la manga hacia el lado del forro, para que puedas trabajar
cómodamente el dobladillo y la abertura del mismo. Entorna y embasta el forro a lo largo del borde de la bajo
manga (la bajo manga te queda arriba desde esta posición); y entorna el dobladillo del forro unos 1´9cm por
encima del dobladillo de la manga. Embasta el dobladillo del forro unos 2´5cm por encima del pliegue, para que
puedas levantarlo al coserlo a mano.
Recorta ahora la capa superior del forro horizontalmente, unos 1´3cm por debajo de la base de la costura del
mismo. El corte se alarga a lo ancho, hasta justo pasar el borde de la bajo manga. Esto libera al forro de ser
doblado, a lo largo de la tela de la prenda, en el borde de la abertura de la sobre manga.
Dobla el forro en diagonal en la parte superior de la abertura y embástalo. Los lados y la parte superior de la
abertura del forro se cosen a mano con un punto atrás, usando hilo de seda.
Levanta el forro en el dobladillo, y con una puntada de repulgo (dobladillo entornado y puntada en el borde de la
tela), une una capa de forro al dobladillo de la manga de la prenda.
Entorna la manga hacia el derecho, y tras haber acomodado el forro en su sitio, haz un hilván a unos 20´3cm de la
copa, a lo ancho de la manga, atravesando también el forro. Esto mantendrá el forro en su sitio mientras montas
la manga. Plancha la manga por el derecho, en una superficie plana, poniendo un lienzo de planchar entre medio.
Con la plancha haz una raya vertical desde el codo hasta el dobladillo.
La manga de la chaqueta se monta de la misma manera que hicimos con la manga de glasilla. Esta vez, sin
embargo, tienes la ventaja de ver los piquetes de aplomo de delantero y espalda.
Embasta la manga con una puntada de bastilla de unos 6mm de largo, con espacios regulares entre ellas. Si tus
puntadas son muy pequeñas, la holgura no tendrá espacio para asentarse. No te desanimes si te lleva dos o tres
intentos embastar la manga de manera que cuelgue, sin frunces en la copa, vista desde fuera.
Una vez que estés conforme con la caída de tu manga, haz otro hilván rodeando la sisa otra vez, embastando por
entre los anteriores hilvanes. Este “punto de seguridad” se hace para mantener la holgura inamovible, y para
evitar que la manga se mueva mientras la cosemos a máquina.
Todavía hay un paso más que dar antes de coser la manga a máquina. Por el revés de la tela, plancha la manga
con vapor en una superficie plana, y elimina las arrugas del margen de la costura superior de la manga. Ten
cuidado de no entrar con la plancha a más de 2´5cm del borde de la sisa. Si te pasas planchando, encogerás la
holgura de la manga que tanto te costó crear. Necesitas esta holgura. Elimina sólo las arrugas.
Pliega las hombreras para que no molesten al coser a máquina las sisas, atravesando sólo la tela de la chaqueta en
manga y sisa, y la tira de refuerzo.
HILVANANDO LAS SISAS PÁGINA 168
La manga ya está montada, pero aún es necesario que prestemos atención a la zona de los hombros y la sisa. El
forro de la espalda está suelto en la sisa posterior, y es necesario hilvanar las hombreras al margen de costura de
la sisa. Una vez hayas hecho esto, podrás unir la copa de la manga y cerrar el forro de la manga.
Con una mano dentro de la chaqueta, dando forma a la zona del hombro, alisa la tela alrededor de la sisa hacia la
costura de la manga. Embasta desde el piquete delantero, hacia arriba y sobre el hombro, hasta el final de la
hombrera. Mientras hilvanas entre el piquete del delantero y el inicio de la hombrera, atraviesa el forro también.
Cuando continúes hacia arriba sobre el hombro, atraviesa una capa de la hombrera.
En el interior de la espalda de la chaqueta, el forro aún está suelto en la sisa. Hilvana desde el bajo brazo hacia
arriba hasta la sisa de la espalda, tan lejos como llegue la costura del hombro del forro. Cose con una puntada
atrás larga, y deja un poco de holgura en el forro de la espalda mientras embastas.
PÁGINA 169
Como estás trabajando con la chaqueta del revés, date cuenta que la hombrera se curva ahora en la dirección
opuesta a la que estará cuando la chaqueta esté puesta sobre el cliente. Antes de embastar la hombrera al
margen de costura de la sisa, fuerza la hombrera a tomar la forma correcta. Experimenta, volviendo la chaqueta
del derecho, asegurándote la dirección correcta de la curva. No es necesario hilvanar a través de toda la
hombrera. Atravesar una capa del margen de costura a la hombrera es suficiente.
Si es necesario, recortaremos la hombrera alineada con el margen de costura de la chaqueta. Ten cuidado de no
cortar el pequeño borde del margen de la costura de espalda del costadillo. Si lo haces, eliminas la posibilidad de
poder agrandar la chaqueta en esta zona.
El churro o refuerzo de manga es una tira de guata de algodón, cubierta por glasilla y con una tira de entretela de
loneta al bies. Su trabajo es llenar la copa de la manga un poco, y la de hacer que la tela tenga una buena caída en
la parte superior de la manga.
El refuerzo se inserta dentro de la manga con la loneta mirando hacia arriba, y se cose a mano al margen de
costura usando hilo de seda. Coloca el borde del refuerzo alineado con el borde del margen de costura, de
piquete a piquete, sobre el hombro y hacia abajo unos 5cm por debajo del piquete de la espalda.
El forro de la manga se trae ya hacia arriba para embastarlo al borde de la sisa, de manera que sólo cubra el hilván
ya existente. Dobla hacia atrás unos 6mm del forro en la copa de la manga y comprueba que las costuras de ésta
están alineadas con las costuras de la manga. Un forro retorcido deformaría la caída de la manga, y sería muy
incómodo de vestir. Cose a mano con puntada invisible el forro de la manga al margen de costura de la sisa
usando hilo de seda.
LA MANGA DE UNA CHAQUETA A CUADROS PÁGINA 171
Si estás trabajando en una chaqueta a cuadros, la manga debe cortarse teniendo en cuenta que las líneas
horizontales del diseño de la tela coincidan con las mismas de la chaqueta, en el delantero. (Debido a la holgura
de la copa de la manga, las líneas horizontales del diseño en la manga no coincidirán con aquellas de la espalda de
la chaqueta).
Con la manga de glasilla bien colocada, dibuja en ella dos o tres líneas horizontales del delantero de la chaqueta
que indiquen el sitio de las mismas en la tela de la prenda. Traslada estas líneas al delantero del patrón de la
manga de tu chaqueta, y úsalas como guía.
BOTONES Y OJALES
La elección de los botones para una chaqueta masculina hecha a medida debe mantener el nivel de máxima
calidad del resto de la prenda.
Para un traje de trabajo o de vestir es mejor usar unos botones que apenas se perciban en la prenda acabada. Los
botones más tradicionales son los aburridos y mates de asta o los de hueso, de un color parecido al de la
chaqueta. Los botones brillantes de plástico son claramente inapropiados para una tela de calidad. Para una
chaqueta cruzada de estilo marinero, es común usar botones más llamativos en dorado o plateado; o botones de
piel en chaquetas de sport.
El ojal superior de una chaqueta con solapa, debería colocarse unos 1,´6cm por debajo de la base de la línea de
quiebre de la solapa. Si se coloca el botón por encima o por debajo, la solapa empezará a enrollarse justo por
encima de ese punto.
PÁGINA 172
El ojal empieza a una distancia igual a la mitad del diámetro del botón (más 6mm) hacia dentro del borde de la
chaqueta.
Un detalle realmente distintivo es poner en la manga ojales que se puedan abrochar. Los ojales empiezan a 3´2cm
por encima del dobladillo, y a 1´3cm del borde de la abertura superior. Si se usan tres botones en la manga, los
ojales se separan 1´9cm entre ellos. Si se prefiera usar cuatro botones, la separación entre ellos será de 1´6cm, de
forma que casi se tocarán.
El tamaño del ojal de la manga es igual a la mitad del diámetro del botón más 3mm.
Los ojales hechos a mano, reforzados con cordoncillo, para que tengan un acabado más firme, son una marca
distintiva de un traje de sastre hecho a medida. Los ojales cosidos a máquina funcionan igual de bien, pero no son
tan bonitos.
Si decides añadir un ojal en la solapa, deberías cortarlo paralelo a la parte superior de la solapa. El ojal de una
solapa en pico deberá, entonces, inclinarse hacia arriba. En una solapa recta se inclinará hacia abajo.
El tamaño del ojal será de entre 1´9cm y 2´5cm dependiendo de la anchura de la solapa, y como no se va a
abrochar ningún botón en él, no estará abierto al final.
El ojal se coloca a unos 3´8cm por de la parte superior de la solapa a 1´3cm del borde.
Por el revés de la solapa, a unos 2´5cm por debajo del ojal, se cose un asa hecha con hilo. Sirve para sujetar el
tallo de una pequeña flor de ojal.
HACIENDO LOS OJALES PÁGINA 173
Recorta el ojal a través de la tela de la chaqueta, la loneta y la vista. Al final del ojal, lo más cerca posible del borde
de la chaqueta, haz un orificio pequeño.
Recorta la loneta alrededor del ojal, para que no haya hilos blancos y tiesos de la loneta que aparezcan por entre
las puntadas del ojal.
Usando hilo de seda, cose una puntada de ojal alrededor del mismo para controlar los hilos deshilachados. Estas
puntadas no se verán en el ojal terminado.
Inserta una aguja enhebrada, primero por el ojo, por debajo de la tela de la chaqueta y de la loneta, y sácala a
unos 1´5mm antes del borde del ojal.
Quítale unos 3´8cm de la capa exterior al final del cordoncillo, para que el extremo sea más delgado que el resto
del cordón; e inserta el borde rebajado del cordón dentro del bucle del hilo.
No necesitas cortar el cordoncillo muy pequeño. Ves usando la totalidad de cordón que hayas comprado y ves
cortándolo conforme termines cada ojal.
Empuja el extremo afilado de la aguja, y el final del hilo, y pasa el cordón a través de la tela. Fijado en esta
posición, el cordoncillo se mantendrá en lo alto del ojal, justo en el borde, mientras lo coses. No permitas que el
cordón se desplace hasta la tela cortada, pues ello producirá una abertura mayor a la que deseas.
Corta una hebra larga de hilo torzal, encérala bien, y plánchala entre dos trozos de papel. La cera se fundirá en el
hilo y la aportará extra de “cuerpo”.
PÁGINA 174
Sujeta la chaqueta de manera que el orificio del extremo del ojal quede arriba, alejado de ti, y haz la primera
puntada en la base del ojal. Oculta el nudo entre las capas de tela.
En cada una de las puntadas, trae el extremo doble del hilo con un movimiento circular en el sentido de las agujas
del reloj, a lo ancho de la base del ojal y hacia arriba con la aguja por encima (ver dibujo).
Tira firmemente del hilo, de manera que el nudo que se forma quede cerrado en la parte superior del cordón.
Cose todo el ojal por su alrededor, rodeando el cordoncillo con cada puntada. Las puntadas deben entrar en la
tela unos 3mm, y quedar muy cerca las unas de las otras, aunque no es necesario que se toquen.
En el orificio, las puntadas se podrían abrir en abanico, quedando los extremos de fuera de las puntadas más
separados entre sí que los de dentro.
Cuando hayas cosido todo el ojal por su alrededor, corta el cordoncillo y lleva su extremo por debajo de la loneta
y hacia fuera, como hiciste antes, ayudándote de la aguja enhebrada.
Haz un pespunte de atacado en la base del ojal y asegura el hilo por dentro, ocultándolo.
Estira el cordoncillo por los extremos hasta que aparezca un frunce en la tela, entre el ojal y el cordón. Si cortas el
cordón muy cerca de la tela, los extremos desaparecerán entre la loneta.
Para marcar el sitio donde irán los botones en una chaqueta de cruce sencillo, coloca ambos delanteros de la
chaqueta juntos, con las vistas tocándose.
Pon un alfiler a través del orificio del ojal para marcar el sitio del botón por el derecho de la chaqueta.
Marcar el sitio de los botones en una chaqueta de cruce doble o cruzada es algo más complicado, puesto que hay
botones y ojales a ambos lados de la chaqueta.
En una chaqueta cruzada los botones se ponen en el lado izquierdo usando las mismas medidas que para una
chaqueta de cruce sencillo.
La colocación de los botones en el lado izquierdo de la chaqueta se determina midiendo desde el orificio del ojal
hasta la línea central del delantero, y aplicando esta medida desde la línea central delantera hacia fuera del
borde.
Con la chaqueta cerrada, y las líneas centrales de delante coincidiendo, coloca un alfiler a través de la marca del
botón superior en el lado izquierdo de la chaqueta. Este alfiler indicará el sitio del ojal que se necesitará en el lado
derecho de la chaqueta. También indica el sitio donde irá colocado el botón interior del lado izquierdo de la
chaqueta.
Una vez hemos acabado con la colocación de los botones y ojales que habrá por debajo de la solapa, se coserán
dos botones a la chaqueta por encima de la base de la solapa, a cada uno de los lados de la chaqueta. La distancia
vertical entre todos los botones sigue siendo la misma, pero no el alineamiento entre ellos. Ambos botones
superiores se distancian 2´5cm horizontalmente, en dirección a las sisas.
PÁGINA 176
Después de hacer el planchado final a la chaqueta, se cosen los botones usando un hilo torzal de seda doble
encerado y planchado.
Muchos sastres hacen una hebra doble pasando dos hilos distintos por el ojo de una aguja (ver ilustración), un
desafío, ciertamente. Esto permite a la aguja moverse a puntos diferentes a lo largo de la longitud del hilo
mientras se cose, reduciendo pues la probabilidad de que el hilo se debilite, por tirar de él con la aguja, una y otra
vez, por el mismo sitio.
Las puntadas dadas por el delantero de la chaqueta para coser los botones, no atraviesan todas las capas de la
prenda, y por ello, no se ven en la vista. La aguja pasa dos veces por cada agujero del botón, fijando cada lado del
botón con cuatro cabos de hilo. Se forma un tallo de 6mm de alto alejando el botón de la chaqueta mientras se
cose.
Con las puntadas acabadas, rodeamos el tallo varias veces con el hilo. Cosemos cuatro nudos en la base del tallo,
cogiendo cada uno de los hilos que salgan de ellos y asegurándolos al botón. Un botón asegurado de esta manera
a la chaqueta no suele soltarse sin avisar.
PLANCHADO FINAL PÁGINA 177
Planchamos la chaqueta totalmente y con cuidado, siguiendo las indicaciones dadas en la página 8. El planchado
se hace antes de coser los botones, para permitir a la plancha libre acceso. El proceso de planchado se hace paso
a paso, de la siguiente manera:
1. El lado interior de una solapa, el lado interior del cuello y el lado interior de la segunda solapa.
2. La vista, desde la base de la solapa hasta el dobladillo en un lado de la chaqueta; y el forro por debajo de la
cintura, primero en un lado de la chaqueta, luego en el otro. Ten la delicadeza de usar un cojín de sastre para
planchar las zonas con forma de la chaqueta.
4. A lo ancho del bajo por el lado del forro, de un lado de la chaqueta al otro.
Mangas
8. Con la tabla de planchar por dentro de la chaqueta, la copa de la manga, desde el bíceps hasta el dobladillo,
doblando ligeramente la manga desde el codo hasta el dobladillo.
10. Sosteniendo un cojín de planchar por dentro del hombro, plancha los hombros y las copas de ambas mangas.
12. Con la solapa y el cuello estirados en plano sobre la tabla de planchar, plancha el cran, y la pequeña arruga del
final del escote del cran.
REFORZANDO LA ENTREPIERNA
La parte frontal de la entrepierna se refuerza para endurecer el bies y evitar que se estire y para proteger la tela
de la humedad.
El refuerzo de la entrepierna es un cuadrado de saquillo de 17´8cm que ha sido doblado en diagonal y planchado
en curva por el pliegue.
Se embasta en la entrepierna de ambos delanteros del pantalón, por el revés. El borde del pliegue del refuerzo
debería estar dentro, hacia el cuerpo de los pantalones, y la parte de arriba debería llegar hasta 1´3cm por encima
del piquete de la bragueta.
Recorta el refuerzo alineado con el borde de la entrepierna, y sobre hila juntos refuerzo y pantalón a lo largo del
borde exterior (ver ilustración).
LOS BOLSILLOS DEL PANTALÓN
Si, como te sugerimos en el capítulo sobre los patrones (página 9), has elegido un patrón de pantalones diseñado
para tener bolsillos laterales, no tendrás oportunidad de elegir ninguno de los tres modelos básicos de bolsillos
frontales de pantalón detallados aquí, el bolsillo lateral escondido, el bolsillo Americano o el bolsillo lateral.
El bolsillo posterior que mostramos aquí, es un bolsillo de doble vivo o ribete, con o sin presilla.
Los patrones para los cuatro bolsillos se pueden encontrar en la página 233.
Si tu patrón ha sido diseñado para los bolsillos laterales, es probable que el patrón delantero del pantalón esté
cortado en diagonal en la parte superior de la costura lateral.
Si pensaras en poner bolsillos laterales en un pantalón diseñado para bolsillos laterales escondidos podrías ajustar
el patrón mediante la plantilla de canesú de la página 237.
Coloca la plantilla del canesú en la tela del delantero del pantalón, en la parte superior de la costura lateral.
Marca con tiza los piquetes de la cintura y costura lateral, y quita la plantilla. La plantilla calcula un margen de
costura de 1´9cm.
Traza con tiza una línea que vaya de piquete a piquete, y luego traza otra, a 6mm por debajo de la primera, que
será el margen de costura.
Corta un trozo de saquillo de 40´6cm de ancho por 30´5cm de largo, al recto hilo. Corta un trozo para cada
bolsillo. Dobla el trozo por la mitad y recorta los extremos inferiores de fuera en curva.
Usando de nuevo la plantilla de la página 237, corta un trozo de tela de la prenda, para cada bolsillo, al recto hilo
y con la pelusa hacia abajo. Plancha, hacia el revés de la tela, un pliegue de 6mm en la parte inferior de la plantilla
y en el lado sin piquete.
Usando el patrón para vista y laterales de la página 239, corta dos trozos de tela de la prenda al recto hilo para
cada lado del bolsillo. Plancha un pliegue de 6mm, hacia el revés de la tela, en el lado más largo de cada trozo.
PÁGINA 180
Coloca un trozo de saquillo por el revés del delantero del pantalón, que sobresalga 6mm por encima de la parte
superior de éste, y 1´6cm por fuera de la costura lateral. Coloca la vista en el delantero del pantalón, derechos
tocándose, alineando el borde sin pliegue de la vista con el corte en diagonal del pantalón. Cose a máquina la
vista, el pantalón y el saquillo, con un margen de 6mm a lo largo del borde diagonal.
Haz un pespunte al canto por el derecho del pantalón, a unos 6mm del borde.
PÁGINA 181
Haz un pespunte al canto por el revés del pantalón, a lo largo del borde doblado de la vista, uniendo sólo la vista y
el saquillo. Esta puntada no se ve por el derecho del pantalón.
Pon el trozo de tela, piquete con piquete, en la parte superior de la costura lateral del pantalón y sujétalo con
alfileres.
Dobla el saquillo por la mitad, haciendo coincidir los bordes curvados. Sujeta con alfileres.
PÁGINA 182
Dobla el saquillo una vez más, de dentro hacia fuera, para poder coserlo con una costura Francesa. Empieza a 1
´3cm por debajo del piquete lateral, dejando 1cm de margen, y define a 3mm en la curva y en la parte inferior del
bolsillo.
Entorna el bolsillo hacia el derecho y plánchalo. Cose un pespunte al canto por la costura del saquillo a 6mm del
borde.
Justo por debajo de la abertura del bolsillo, en el lado del saquillo más cercano a la tela de la prenda, haz un corte
de 2´5cm a través del saquillo y la vista. Este corte te permitirá echar a un lado el bolsillo mientras coses las
costuras laterales del pantalón. Las costuras laterales del pantalón sólo se coserán cuando hayas finalizado todos
los bolsillos y la bragueta.
Este bolsillo se sitúa en la costura lateral del delantero del pantalón. Tiene una abertura de entre 15´2cm a 16
´5cm, y empieza 5cm por debajo del borde superior del delantero.
Haz piquetes en los extremos superior e inferior de la abertura del bolsillo. No hagas los piquetes más profundos
de 3mm.
Usando la plantilla de vista y lateral de la página 239, corta un trozo de tela de la prenda para cada bolsillo, al
recto hilo. Plancha un pliegue de 6mm hacia el revés de la tela en el lado más largo de la vista.
Corta un trozo de saquillo para cada uno de los bolsillos, al recto hilo, que midan 33cm de largo por 40´6cm de
ancho. Dobla el trozo de tela por la mitad a lo ancho, y recorta el borde inferior exterior en curva, como se ve en
la ilustración.
Coloca un trozo de saquillo por el revés de delantero del pantalón, de manera que sobresalga un trozo de 1´6cm
del piquete inferior y 1cm en el centro de la línea de cintura.
PÁGINA 184
Coloca un trozo de vista a 1´3cm del borde superior, encima de la costura lateral, que mire hacia abajo. Marca con
tiza los piquetes en la vista. Cose a máquina de piquete a piquete, dejando un margen de costura de 1´6cm tanto
arriba como debajo de la abertura del bolsillo, definiendo a 1cm en el centro de la misma. Ataca bien en los
extremos de la costura.
Recorta el sobrante de la tela de la prenda y del saquillo justo hasta la costura, en cada piquete. Se recorta la tela
sobrante, dejando un margen a lo largo de la costura de 6mm.
Trae la vista hacia fuera, para el lateral del pantalón, y cose la vista al margen de costura con un pespunte de
canto, muy cerca de la costura.
Lleva la vista hacia el revés del delantero del pantalón. La costura de la vista debería ser llevada también al borde
del revés del pantalón, para que no se vea por el derecho del mismo. Por el derecho, cose un pespunte al canto a
lo largo de la abertura del bolsillo, a 6mm del borde. Ataca bien arriba y abajo.
PÁGINA 185
Por el revés del pantalón, se cose el pliegue doblado de la vista al saquillo. Atraviesa solo la vista y el saquillo. Esta
puntada no se ve por el derecho de los pantalones.
Coloca la segunda vista, mirando hacia abajo con respecto a la primera, haciendo coincidir sus bordes arriba y
abajo. El pliegue doblado debería mirar hacia arriba.
Doblamos el saquillo sobre sí mismo, y encima de la vista. Asegúrate que los bordes curvados del saquillo están
alineados. Sujeta con alfileres atravesando la vista por debajo.
Con el saquillo abierto, cose la segunda vista al saquillo con un pespunte al canto.
PÁGINA 186
Se dobla de nuevo el saquillo, esta vez hacia fuera, para poder hacer la costura Francesa. Aparta la pernera del
pantalón para que no te moleste. Cose dejando un margen de 1cm por debajo de la abertura del bolsillo y define
a 3mm en la curva y parte inferior del bolsillo.
Entorna el bolsillo y plánchalo. Para completar la costura Francesa, cose con un pespunte al canto todo el borde
inferior, a 6mm del borde.
Justo debajo de la abertura del bolsillo, en el lado del saquillo más cercano a la tela de la prenda, haz un corte de
unos 2´5cm en la vista y el saquillo. Este corte te permitirá sujetar el bolsillo a parte cuando se cosa la costura
lateral del pantalón. El saquillo no se cose a la costura lateral del pantalón.
La costura lateral del pantalón no se cose hasta que todos los bolsillos y la bragueta estén terminados.
El bolsillo Americano de pantalón se abre en la parte superior del pantalón, justo debajo de la cintura.
Si tu patrón de pantalón fue diseñado con estos bolsillos, la parte superior del pantalón estará recortada (como se
ve en la ilustración).
Si, de todas formas, te gustaría ponerle bolsillos Americanos a un pantalón diseñado para tener bolsillos laterales,
puedes usar la plantilla de la página 235 llamada configuración Americana. Pon la plantilla en el delantero del
pantalón, y traza con tiza los piquetes de la cintura y de los extremos de corte laterales. Traza con tiza también a
lo largo de borde superior de la plantilla.
Quita la plantilla y recorta el sobrante de tela por encima del pantalón, cortando a lo largo de la marca de tiza.
PÁGINA 188
Usando la plantilla llamada canesú Americano de la página 233, corta, de la tela de la prenda, un canesú para cada
bolsillo, al recto hilo. Marca con tiza los piquetes de arriba y del borde lateral; en el borde inferior plancha un
pliegue de 6mm hacia el revés.
Usando la plantilla vista Americana de la página 235, corta un trozo de la tela de la prenda para cada bolsillo, a
contra hilo. Plancha un pliegue de 6mm en el borde más largo, hacia el revés.
Corta un trozo de saquillo, para cada uno de los bolsillos, de 30´5cm por 40´6cm, al recto hilo.
Dobla la tela por la mitad a lo ancho y recorta sus bordes inferiores externos en forma curva.
Coloca un trozo de saquillo por el revés del delantero del pantalón, de manera que sobresalga 6mm por encima
de la cintura y 1´6cm por fuera del piquete lateral.
Coloca la vista encima del delantero del pantalón, derechos encarados, con los bordes superiores alineados, y
marca el piquete lateral de la vista. Cose a máquina desde el piquete de la cintura hacia abajo, cosiendo a lo
ancho de la parte superior de la vista y muy cerca del borde. Cuando cosas la curva del piquete lateral, aumenta el
margen de costura a 1´6cm, que es el margen que tienen las costuras laterales del pantalón. Cose a través, justo
hasta debajo del piquete de la costura lateral.
PÁGINA 189
Haz un corte al través, hasta la costura, en la parte superior de la vista y en el piquete lateral.
Entorna la vista hacia el revés del pantalón y plánchala, de forma que la costura de la vista no se vea por el
delantero del pantalón.
Cose un pespunte al canto, a 6mm del borde, a través de la parte superior del bolsillo y alrededor y fuera del
piquete.
Por el revés del pantalón, cose el pliegue doblado de la vista al saquillo. No cosas el delantero del pantalón en
esta costura, sólo vista y saquillo.
PÁGINA 190
Coloca el derecho del canesú por el revés del delantero del pantalón, piquete con piquete, y sujeta con alfileres.
Se debería ver el pliegue doblado del canesú por el revés del pantalón.
Dobla el saquillo sobre el canesú, haciendo coincidir las curvas del borde inferior. Sujeta con alfileres la capa
superior del saquillo al canesú que está debajo.
Con el canesú sujeto en su sitio, desdobla el saquillo, y cose con pespunte al canto el canesú al saquillo.
Dobla el saquillo una vez más, esta vez hacia fuera, para poder hacer la costura Francesa. Empieza dejando un
margen de 1cm en el lateral del bolsillo, y define a 3mm en la curva y a través de la base.
PÁGINA 191
Entorna el bolsillo y plánchalo. Cose un pespunte al canto a 6mm del borde, alrededor del bolsillo, para terminar
la costura francesa.
Justo por debajo de la abertura del bolsillo, por el lado del saquillo más cercano a la tela de la prenda, haz un
corte de unos 2´5cm en la vista y el saquillo. Este corte te permitirá sostener el bolsillo a parte mientras coses la
costura lateral del pantalón. El saquillo no se cose a la costura lateral del pantalón. Las costuras laterales del
pantalón sólo se coserán una vez bragueta y bolsillos estén terminados.
Por el derecho del bolsillo, cose dos pespuntes al canto verticales, uniendo el canesú al delantero del pantalón.
Cose una puntada de ataque en diagonal en la base de los pespuntes.
En el piquete lateral cose, con un pespunte al canto, el delantero del pantalón al saquillo, usando puntadas en
diagonal. El bolsillo Americano está terminado.
EL BOLSILLO POSTERIOR PÁGINA 192
El bolsillo posterior es un bolsillo de doble vivo, con o sin presilla, confeccionado de manera algo diferente al de la
chaqueta.
La línea de colocación del bolsillo, que mide entre 12´7cm y 14cm, se dibuja con una ligera curva, siendo el centro
de la línea unos 3mm más bajo que los extremos. La curva evita que el bolsillo se quede abierto cuando no se use.
Dibujamos la línea de colocación del bolsillo al final de la pinza, o pinzas, y a 5cm de la costura lateral del
pantalón. Comprueba la longitud de las pinzas. Si son más largas de 8´9cm, el bolsillo quedará muy bajo, y tu
cliente acabará sentándose sobre su cartera, o lo que sea que meta en ese bolsillo. Sólo tienes que acortar las
pinzas a 8´9cm para evitar ese problema.
Usa las plantillas llamadas vivo posterior de la página 237 y vista posterior de la página 239, y corta de la tela de la
prenda, a contra hilo, una pieza de cada plantilla para cada uno de los bolsillos.
Plancha un pliegue de 6mm por el revés de cada pieza a lo largo de uno de sus bordes.
Corta dos trozos de saquillo, de 25´4cm por 17´8cm, al recto hilo. Con ambas piezas juntas, recorta los bordes
arriba y abajo como se ilustra.
Coloca un trozo de saquillo por el revés de la espalda del pantalón, permitiendo que sobresalga 6mm por encima
del pantalón, en el centro del bolsillo.
PÁGINA 193
Dibuja la línea de colocación del bolsillo por el revés del vivo, y embasta el vivo al pantalón por esta línea,
atravesando el saquillo que está debajo mientras hilvanas.
Cose a máquina, usando una puntada muy corta, alrededor de la línea de colocación del bolsillo. Cose a 3mm de
la línea por encima y por debajo, exactamente en el principio y final de la línea, a ambos extremos.
Recorta el vivo por el centro de los pespuntes, y corta piquetes de 1cm a ambos extremos.
Lleva el vivo al revés del pantalón, y embasta alrededor de la abertura del bolsillo, dejando visible un borde muy
fino de la tela del vivo arriba y abajo. Plancha el bolsillo con vapor por el derecho del pantalón.
Cose a máquina por el derecho del pantalón, muy cerca de los lados y del borde inferior del vivo.
Cose con pespunte de canto, en el revés del pantalón, el borde doblado del vivo al saquillo.
PÁGINA 194
Coloca la vista por el interior del pantalón, derecho de la vista sobre revés del pantalón, y céntrala sobre la parte
superior de la abertura del bolsillo. El borde doblado de la vista debería verse.
Coloca la segunda pieza de saquillo encima de la primera, haciendo coincidir los bordes. Sujeta con alfileres a la
segunda pieza y atraviesa también la vista. Los puntos intermitentes de la ilustración indican la posición de la vista
debajo del saquillo.
Ahora que ya sabemos dónde va la vista, quitamos la segunda pieza de saquillo, para que podamos coser la vista a
ella. Cose con un pespunte al canto a lo ancho del borde inferior doblado de la vista.
Ambas piezas de saquillo están colocadas juntas, de nuevo, hacia fuera esta vez, para poder hacer la costura
francesa. Apartaremos la pernera del pantalón para que no nos moleste mientras cosemos alrededor del bolsillo
dejando un margen de 3mm.
Entorna el bolsillo y plánchalo. Cose una vez más el bolsillo, esta vez dejando un margen de 6mm desde el borde,
para completar la costura francesa.
La lengüeta se hace con tela de la prenda, cortada al recto hilo, una pieza de 3´8cm por 10´2cm. Cose la tira a lo
largo, dejando un margen de 1cm, y plancha la costura abierta.
Entorna la tira hacia el derecho, y plánchala en el centro. Doblamos la tira en forma de flecha y cosemos con
pespunte al canto, como se ilustra.
PÁGINA 195
Inserta la lengüeta por la abertura del bolsillo, dejando que caiga 1´6cm por debajo del vivo superior.
Cose un pespunte al canto por todo alrededor del bolsillo, muy cerca de los vivos.
Para terminar con el bolsillo posterior del pantalón, cose un botón de 1´3cm justo debajo del vivo inferior.
El tipo de bragueta que se muestra en la ilustración es el modelo bragueta francesa. El revés de la bragueta se
alarga para formar una lengüeta.
Para hacerla necesitarás las plantillas de la página 241 llamadas lengüeta y bragueta francesas. Dibuja las
plantillas y córtalas.
Coloca el patrón de la plantilla, de piquete a piquete, en el derecho de los pantalones para determinar el largo de
la bragueta. Deja un margen de 6mm por encima de la parte superior del delantero del pantalón y recorta el
resto.
PÁGINA 196
Coloca la lengüeta francesa en el lado de la bragueta, de forma que el orificio del botón de la lengüeta quede
alineado con la cintura del pantalón. Aquí se coserá el botón.
Corta dos piezas de la plantilla de la bragueta francesa en tela de la prenda, al recto hilo, y marca en ellas el
orificio del botón. Con los derechos de las braguetas hacia arriba, recorta la lengüeta de la bragueta de la
izquierda.
Coloca el lado sin recortar de la bragueta francesa, con el derecho tocando un trozo de saquillo cortado al bies, y
cose a máquina por el borde exterior de la bragueta.
Recorta el margen de la tela para fondo de bolsillo a 6mm, y deja un margen de 1´9cm en el lado sin coser.
Entorna la bragueta al derecho y cose un pespunte al canto, cerca del borde exterior. Haz un ojal de 1´6cm a
máquina en la lengüeta.
Corta un trozo de saquillo al bies, 3´8cm más ancho y 1´3cm más largo que la bragueta, y colócalo por el revés del
pantalón, en el centro. El refuerzo debería quedar 1´3cm por debajo del piquete del pantalón.
PÁGINA 197
Recorta la cinta de la cremallera por la base, 6mm desde el tope inferior, y colócala mirando hacia abajo en el
lado derecho del pantalón, en el centro del delantero; el tope inferior de la cremallera debería quedar a 1´3cm
por encima del piquete.
Coloca la bragueta del pantalón, mirando hacia abajo, sobre la cremallera, haciendo coincidir el piquete de la
bragueta con el del pantalón. Dobla hacia atrás el saquillo.
Hilvana juntos la bragueta, la cremallera, los pantalones y el refuerzo. Mediante un prensa telas de cremalleras,
cose todo el conjunto, con la puntada muy cerca de los dientes de la cremallera. Cose desde la cintura al piquete,
atacando bien al principio y al final.
Plancha abiertas la bragueta y la cremallera. Por el derecho del pantalón, cose un pespunte en el borde de la
costura de la bragueta. Sostén la vista de la bragueta a parte mientras lo coses.
Por el revés del pantalón, ocultaremos el margen de costura de la cremallera, doblando encima primero el
refuerzo, y después la vista de la bragueta. Las capas de saquillo a lo largo del borde se hilvanan y se cosen
después a máquina o a mano con puntada invisible. No se atraviesa la tela de la prenda en estas puntadas.
PÁGINA 198
Coloca un trozo de entretela termoadhesiva cortado al bies por el revés de la bragueta izquierda, dejando un
margen de 6mm de tela suelto a lo largo del borde externo. Sobre hila a lo largo del borde externo de la bragueta.
Con los derechos encarados, hilvana primero y después cose a máquina la bragueta izquierda al delantero del
lado izquierdo del pantalón, desde la cintura al piquete.
Coloca los dos delanteros del pantalón juntos, con los derechos encarados, y cose a lo largo de la entrepierna,
desde el piquete hasta 2´5cm de las costuras internas de las perneras del pantalón. Ataca bien al principio y al
final.
En la cintura, el delantero de la izquierda debería superponerse al de la derecha unos 6mm, y definir a cero hasta
la base de la cremallera. Hilvana la bragueta cerrada, hilvanando cerca del pliegue en el borde del delantero
izquierdo del pantalón. PÁGINA 199
Por dentro del pantalón, aparta la bragueta derecha a un lado, y cose a máquina la cremallera a la bragueta
izquierda. Sólo atravesamos la cremallera y la bragueta izquierda en estas puntadas, y no el delantero del
pantalón. Cose a máquina dos hileras de puntadas en la cremallera; una muy cerca de los dientes de la
cremallera, y la otra al borde de la cinta de la cremallera.
Más o menos a 3´2cm del centro delantero, en el lado izquierdo del pantalón, traza con tiza una línea paralela al
borde doblado de la bragueta, y define a cero desde el centro superior hasta 1´3cm por debajo de la base de la
cremallera. Hilvana a través del delantero de los pantalones, atravesando la bragueta izquierda, (pero no la
derecha) por debajo.
Cose un pespunte a máquina a lo largo de la línea trazada, desde la cintura cercana al piquete, atravesando sólo la
bragueta izquierda por debajo. Ataca bien en el piquete. Has terminado la bragueta. Después de confeccionar la
cinturilla, se coserá un botón de 1´3cm, en la línea de costura de la cintura, para la lengüeta francesa.
LAS COSTURAS LATERALES DEL PANTALÓN PÁGINA 200
Las costuras laterales del pantalón sólo se cosen una vez se han finalizado la bragueta y los bolsillos, y antes de
empezar la confección de la cinturilla.
Corta un trozo de saquillo al bies de unos 20´3cm de largo por 3´8cm de ancho, para usarlo como refuerzo en la
zona de la cadera de la costura lateral.
Hilvana el refuerzo por el revés de la espalda del pantalón, en la parte superior de la costura lateral. Cose a
máquina las costuras laterales del pantalón, asegurándote de no coser mientras lo haces, los bolsillos delanteros.
Coserás el refuerzo en esta costura.
PÁGINA 201
Trae la tira de saquillo hacia delante, dóblala sobre el margen de costura del lateral del pantalón y plánchala.
Dobla y plancha el borde del saquillo del bolsillo delantero sobre el final del margen de costura de la espalda, de
manera que lo cubra.
Cose a máquina a lo largo del saquillo del bolsillo delantero, atravesando al margen de costura de la espalda y la
tira de refuerzo. No atravieses el pantalón con esta puntada.
La cinturilla se une tras haber cosido las costuras laterales y antes de coser la entrepierna y las costuras internas
del pantalón. El ancho de la cinturilla es cuestión de preferencias- la medida habitual es un ancho de 3´8cm.
Por el interior del pantalón, la cinturilla se cubre con una tira de saquillo; y justo por debajo de la cintura, una
“cortina” de saquillo forra la parte superior de los pantalones.
Mide a lo ancho de la parte superior de uno de los lados del pantalón, desde el centro delantero hasta la línea de
costura del centro posterior. Esta medida debería ser igual a la mitad de la cinturilla. El margen de costura del
centro espalda es normalmente 3´8cm más ancho para futuras modificaciones.
PÁGINA 203
Corta dos mitades de cinturilla de la tela de la prenda, a contra hilo. La longitud debería ser igual a la mitad de la
medida de cintura (incluyendo el margen de costura del centro espalda), más 10´2cm. La anchura será igual que el
ancho de la cinturilla terminada, más los márgenes de costura de arriba y abajo. Usa la medida que utilices
normalmente como margen de costura de las cinturillas.
Corta dos trozos de entretela para cinturilla, de una longitud igual a la medida tomada a una de las mitades
superiores del pantalón (más el margen de costura posterior). La entretela será pues, 10´2cm más corta que la
cinturilla de tela de la prenda que hemos cortado antes.
Mide el ancho de la parte almidonada de la entretela, y recórtalo si es necesario. Tendría que ser igual a la
cinturilla terminada. La tela que se vea por debajo del almidonado debería ser igual que el margen de costura de
la cinturilla.
Coloca el borde superior de la cinturilla de entretela, mirando hacia abajo, sobre el borde superior del revés de la
cinturilla de tela de la prenda. La entretela se extiende por encima de la cinturilla la misma cantidad que el
margen de costura. El exceso de tela en la tira de la prenda se deja en el centro delantero de la cinturilla. Cose a
máquina ambas tiras juntas, haciendo las puntadas muy cerca de la tira de tela de la prenda.
Echa hacia abajo la tela de la prenda, sobre la cinturilla de entretela, y se hilvana a máquina así. Cose a lo largo del
almidonado. La base de la tira de tela de la prenda debería quedar en el borde de debajo de la cinturilla de
entretela.
Corta una tira de tela de la prenda lo suficientemente larga para confeccionar siete trabillas de cinturón. La
longitud de cada una de las trabillas dependerá de la anchura de la cinturilla, y del margen de costura que tengas
en ella. Las trabillas han de ser tan largas como para llegar desde la parte de arriba de la línea de costura de la
cinturilla, hasta 6mm por debajo de la línea inferior de la misma, y alargarse por encima de la línea de la cinturilla
1´3cm. Las trabillas acabadas deberían medir 1cm de ancho.
Plancha el margen de costura abierto, y corta la tira de tela antes de entornarla al derecho. Será muy difícil
entornar una tira tan larga como la longitud de cuatro o más trabillas. Por el derecho, plancha el margen de
costura hacia el centro de la tira y corta las trabillas.
PÁGINA 204
Hilvana las trabillas por el derecho de los pantalones, empieza poniendo la primera a 6´4cm del centro delantero,
la segunda en la costura lateral y la última centrada en la espalda del pantalón. Las costuras de las trabillas
deberían estar mirando hacia arriba.
La trabilla de la costura central de la espalda del pantalón, se coserá cuando la cinturilla esté terminada.
Deberías apartar el saquillo de los bolsillos delanteros y posteriores, hacia abajo, para no coserlos junto a la
costura de la cinturilla.
Cose a máquina la cinturilla y la entretela a los pantalones, haciendo la puntada justo por debajo del almidonado.
Atraviesas las trabillas con este pespunte.
PÁGINA 205
Por el derecho del pantalón. Haz un pespunte de carga a las trabillas, a 6mm por debajo de la costura de la
cinturilla.
Lleva las trabillas hacia arriba y por encima de la cinturilla, y cóselas ahí con un punto atrás manual.
PÁGINA 206
El sistema de cierre de sastre consta de cuatro piezas metálicas que encajan juntas (ver ilustración).
Fija el gancho al final de la cinturilla izquierda, justo pasar el centro delantero. Se pone un trozo pequeño de
entretela, en el revés del pantalón, debajo del metal, como refuerzo para la tela.
Dobla el alargo de tela sobre sí mismo, por el revés del pantalón, y embástalo.
Sujeta el ojo metálico a la cinturilla, por el derecho del pantalón, y embasta el alargo de tela sobre él.
Confeccionaremos ahora la vista de la cinturilla y la “cortina” que va debajo de ella, de saquillo. Corta dos vistas a
contra hilo, 7´6cm más largas que la mitad de la cinturilla terminada. El ancho de la vista es igual al ancho de la
cinturilla terminada, más los márgenes de costura de arriba y abajo.
Corta dos trozos para la “cortina”, al bies, 5cm más largos que la vista. El ancho será el doble del de la cinturilla
terminada, más los márgenes de costura de arriba y abajo.
Dobla la “cortina” por la mitad longitudinalmente, y en el centro, plancha un fuelle, con 1´3cm de profundidad a
cada lado.
Coloca la “cortina” abierta, mirando hacia abajo, encima de la vista, y cóselas a máquina juntas.
PÁGINA 207
Con el fuelle de la “cortina” sobre la costura lateral del pantalón, cose, con una puntada en diagonal, el margen
de costura de la vista/cortina al margen de costura de la cinturilla.
Lleva la vista hacia arriba, para cubrir la parte posterior de la cinturilla. Dobla e hilvana la vista a 6mm del borde
superior, y cubre el borde sin pulir del alargo de la cinturilla. Deja unos 7´6cm libres, en el centro de atrás, para
que puedas coser sin obstáculos la costura posterior del centro del pantalón.
Es el momento de coser las costuras internas del pantalón. Ten en cuenta que el margen de costura de la pernera
de atrás es 6mm más ancho que el margen de costura de la pernera del delantero (página 16).
Sujeta las costuras internas con alfileres en los piquetes de la rodilla y empieza a hilvanar hacia arriba. La costura
interna del delantero es 1cm más larga que la de atrás, para favorecer el estiramiento de la pierna hacia delante.
Distribuye este centímetro en el área del muslo de la costura interna del delantero. Al coserla a máquina, estira
delicadamente la costura interna posterior, para que no se formen pliegues, pero de forma que se quede la
holgura en la costura interna de delante. Plancha la costura abierta.
PÁGINA 208
Se cose a continuación la costura central posterior, desde la parte superior de la cinturilla, a lo largo de la
entrepierna, hasta la bragueta. Plancha abierta la costura.
Gira los pantalones hacia el derecho, alinea las costuras externas e internas de ambas perneras, y plancha una
raya desde el dobladillo hasta la cadera, delante y detrás. Plancha primero la costura interna y después la costura
externa de cada una de las perneras.
Si le has hecho pinzas en el delantero a tu pantalón, la raya de delante muere en la pinza más profunda de la
cinturilla.
Coloca, a 1cm por debajo de la costura central posterior, la última trabilla, con la costura mirando hacia arriba.
Hilvana el extremo superior de la trabilla al pantalón. Lleva la trabilla hacia arriba y vuélvela a hilvanar, tan lejos
como sea necesario para ocultar su borde sin pulir.
Dobla la vista y la “cortina” de cada lado de la costura central posterior, y embástalas. Cose los bordes superiores
y los finales de entretela y “cortina” con un pequeño punto atrás, usando hilo de seda.
Mientras confeccionas la cinturilla del pantalón, podrías hacer un pequeño bolsillo colocado en la costura de la
cintura. Originalmente se usaba para guardar un reloj, pero a día de hoy se usa más comúnmente para guardar
otras cosas valiosas- como billetes grandes, por ejemplo.
Necesitarás un trozo de saquillo de 10´2cm por 20´3cm y un trozo de tela de la prenda de 8cm por 5cm, que
usarás como vista. Ambos se cortan al recto hilo.
Dobla un pliegue de 6mm en el borde inferior de la vista, y cóselo con un pespunte al saquillo. Deja visible 1cm de
saquillo a ambos lados de la vista.
Cose una costura de 1cm a cada lado del bolsillo. Entorna el bolsillo hacia fuera y plánchalo.
Cose el borde doblado del bolsillo al margen de costura de la cinturilla. Atraviesa el delantero del pantalón
mientras coses, y ataca bien al principio y al final.
PÁGINA 210
Cose a continuación el borde superior del bolsillo que tiene la vista, al margen de costura de la cinturilla, y a la
cinturilla también. Asegura los finales de esta costura con unas puntadas verticales.
Por el derecho del pantalón, abrirás la costura de la cintura entre esas puntadas verticales, para poder acceder al
bolsillo relojero.
Por el interior del pantalón, colocarías el bolsillo lateral frontal sobre el bolsillo relojero, y continuarías con la
confección de la cinturilla.
El dobladillo de los pantalones debería alcanzar hasta más o menos la mitad del zapato, por detrás, y cubrir la
parte superior del zapato, por delante. Si el dobladillo tocara el zapato por delante, el pantalón se “quebraría” a la
altura del tobillo. Un ligero “quiebre” por delante, es aceptable. Que lo haya o no, es algo que respecta al gusto
personal de cada uno. De todas maneras, la parte superior del zapato debería estar cubierta. Coloca el dobladillo
a la longitud deseada, y sujétalo con alfileres.
Traza con tiza la línea por donde irá el dobladillo, en el derecho del pantalón.
PÁGINA 211
Embasta el dobladillo por el derecho del pantalón, haciendo las puntadas a unos 2´5cm por debajo del borde del
dobladillo. Si pones un trozo de cartón por dentro de la pernera del pantalón al hilvanar el dobladillo, evitarás
atravesar otras partes del pantalón mientras coses.
Plancha a vapor el dobladillo, colocado en plano, por el derecho del pantalón. Pon entre medio del pantalón y la
plancha un lienzo de planchar.
Dobla más o menos 1cm del borde superior del dobladillo hacia abajo y cose con puntada escondida a mano, el
dobladillo a los pantalones. Usa hilo de seda. Estas puntadas no deben verse por el derecho de la prenda;
tampoco deben verse frunces por el derecho de la prenda, en el caso de haber dejado las puntadas demasiado
tirantes.
Se cose ahora una tira de tela, llamada refuerzo del tacón, al dobladillo por la parte posterior de los pantalones.
Su propósito es proteger al dobladillo de la fricción constante del zapato en esta zona, al vestir el pantalón.
Corta un trozo de tela de la prenda de 17´8cm de largo por 7´6cm de ancho, y dóblalo como se muestra en la
ilustración. Coloca la tela centrada, justo encima del pliegue del dobladillo, en la parte posterior de los
pantalones. Asegura la tela con un punto atrás, a lo largo de los bordes doblados, y con punto de escapulario en
los bordes sin pulir de ambos extremos. Estas puntadas sólo deben atravesar el dobladillo, nunca el pantalón.
LAS VUELTAS DEL BAJO DEL PANTALÓN PÁGINA 213
Si has decidido hacer los bajos del pantalón con vuelta en vez de recto, deberías haber dejado bastante tela de
más por debajo de lo que hayas considerado el borde inferior de tus pantalones (ver página 16). Dibujarás ahora
varias líneas por el derecho de la prenda como guía para crear tu vuelta.
Dibuja primero una línea indicando lo que debería ser el bajo real del pantalón; ten en cuenta que los bajos con
vuelta “empiezan” unos 6mm más abajo que los bajos rectos. Algunos de estos milímetros se pierden entre los
pliegues.
Dibuja una línea debajo de la primera, y dos líneas por debajo de ésta, todas a una distancia igual al ancho de la
vuelta. El ancho de una vuelta suele ser de 3´8cm.
Deja un dobladillo de 1´9cm por debajo de la última línea, y recorta la tela que sobre por debajo de él.
Trabajando desde el derecho de la prenda, dobla la tela sobre la línea 3, y lleva el pliegue hacia arriba, hasta
encontrar la línea 2. Este pliegue será la parte superior de la vuelta terminada. Hilvana alrededor de la vuelta,
uniéndola a los pantalones.
Dobla los 1´9cm del dobladillo inferior hacia el revés del pantalón, y embasta alrededor de la base de la vuelta,
uniéndola a los pantalones.
Por el revés de los pantalones, cose una puntada de escapulario a lo largo de la parte superior del dobladillo,
atravesando la capa interior de la vuelta mientras coses.
El chaleco de sastre clásico es de cruce sencillo, con dos o cuatro bolsillos de cartera. Es costumbre mostrar un
solo botón del chaleco por debajo de la solapa de la chaqueta cuando ambas prendas están abrochadas. Si se ve
demasiado chaleco, obstaculizará con la línea de la solapa de la chaqueta. El chaleco debe ser lo suficientemente
largo como para cubrir la hebilla del cinturón.
El delantero del chaleco se confecciona con tela de la prenda, y se refuerza con una capa de entretela
termoadhesiva. La espalda del chaleco se confecciona de forro, de un color coordinado con la tela del delantero.
Como el chaleco se viste ajustado, es posible que los tintes de los forros puedan ensuciar la camisa. Por ese
motivo el chaleco se forra con un forro de color claro, como precaución. Al chaleco se le pone una vista hecha de
la tela de la prenda, que recorre a lo largo el borde delantero y llega hasta rodear el centro de la espalda por el
escote.
PÁGINA 215
Corta el delantero del chaleco en la tela de la prenda y marca con tiza la información del patrón, en vez de pasar
hilos flojos. Como aplicaremos una capa de entretela termoadhesiva por el revés del delantero del chaleco, los
hilos flojos quedarían atrapados en la entretela, y sería difícil quitarlos.
Corta la pinza hasta que falte 2´5cm para la punta, y recorta el margen de costura en los extremos de la pinza a
1cm de ancho.
Corta la espalda del chaleco de forro, asegurándote que el margen de costura de los lados es 1´3cm más ancho
que en el delantero. Esto se hace para permitir hacer modificaciones futuras al chaleco, (que se harían por la
espalda del chaleco, no por el delantero).
No se recorta la pinza de la espalda, como hemos hecho en el delantero, porque la tela del forro no es tan
voluminosa.
Corta el forro del chaleco de un color claro, usando el patrón del chaleco. El forro se corta más grande en
hombros, costura lateral, sisa y dobladillo, con las cantidades mostradas en la ilustración. A lo largo del borde
delantero, el forro se corta 1´9cm más estrecho que el patrón.
La espalda del forro se corta exactamente igual que la espalda del chaleco.
Coloca una entretela termoadhesiva, cortada al bies, por el revés del delantero del chaleco, dejando 6mm de
margen libres en borde delantero, el hombro y la sisa. La entretela no llega hasta el margen de costura del lateral
ni hasta el pliegue del dobladillo.
PÁGINA 216
Utilizando las instrucciones para confeccionar los bolsillos de la chaqueta, coloca en el delantero del chaleco
bolsillos de cartera, de doble vivo o de parche. La línea de colocación del bolsillo del pecho tiene 11´4cm de largo,
y para el bolsillo de la cintura mide 12´7cm.
No es necesario usar piezas de refuerzo en la confección de los bolsillos del chaleco, ya que hemos reforzado el
delantero de la prenda con una entretela termoadhesiva.
Coloca una cinta de sarga de 1cm de ancho, por todo el borde delantero del chaleco, desde el hombro hasta el
dobladillo. La cinta habrá sido mojada y planchada previamente. Embasta la cinta de sarga al margen de costura,
1´5mm más allá de la entretela. En el centro de la diagonal, estira cuidadosamente la cinta, para formar unos
pequeños frunces en la tela que queda alrededor de la cinta. Esto se hace para favorecer que el chaleco se cierre
sobre el cuerpo en las zonas al bies, y evita que el chaleco se abra.
Se cose la cinta al chaleco con una puntada invisible, usando hilo de seda. Las puntadas no deben verse por el
derecho de la prenda. Plancha la cinta.
Corta la vista del chaleco de la tela de la prenda, al recto hilo, usando el patrón del delantero. La vista es 7´6cm
más ancha en el centro de delante, y un poco más estrecha en las diagonales y en el escote de la espalda.
PÁGINA 217
Coloca la vista y el delantero del chaleco juntos, derechos encarados; cose a máquina, 1´5mm más allá de la cinta
de sarga, empezando en el centro del escote de la espalda y hasta el bajo del chaleco.
Plancha la costura abierta, y embasta el dobladillo para arriba. Asegura el dobladillo a la entretela usando hilo de
seda, con una puntada en diagonal que no debe verse por el derecho de la prenda. Ten cuidado de no coser a
través del saquillo de los bolsillos, pues acortarás su longitud considerablemente.
Trae la vista y la costura de la misma hacia el revés del chaleco, y embástalas así a lo largo del borde delantero.
Cose con puntada de escapulario, usando hilo de seda, el borde interior de la vista a la entretela; estas puntadas
no deben verse por el derecho de la prenda.
Recorta el margen de costura lateral hasta las puntadas, en la parte superior del dobladillo. Dobla el margen de
costura que quede por debajo del recorte e hilvánalo al dobladillo. Termínalo con una puntada invisible a lo largo
del lateral.
PÁGINA 218
Cose a máquina la pinza del forro delantero, y plancha el margen hacia la costura lateral.
Con los derechos de chaleco y forro delanteros encarados, hilvánalos juntos por la sisa. Se cose a máquina y se
recorta dejando un margen de costura de 6mm. Esta zona curvada de la sisa queda recortada muy cerca de las
puntadas.
Lleva el forro delantero y su margen de costura hacia el revés del chaleco, e hilvánalos juntos.
Haz un pliegue en el forro de 1´3cm de ancho más o menos a mitad de altura de la pinza, y embástalo. Sirve para
dar holgura longitudinalmente. El forro se pliega y se embasta para que cubra justo las puntadas del borde
interior de la vista. Se deja visible un estrecho margen de la tela de la prenda por debajo del forro en el dobladillo.
Recortamos el forro hasta casi la línea de costura por todo el dobladillo y por la costura lateral, luego lo doblamos
y lo hilvanamos al dobladillo.
Cosemos el forro con punto escondido, usando hilo de seda, a lo largo de toda la vista y del dobladillo.
PÁGINA 219
La espalda del chaleco y su forro se cortan y preparan de idéntica manera. Cose a máquina las pinzas y la costura
central de la espalda. Las costuras del centro se planchan abiertas y las pinzas se planchan hacia el lateral.
Confecciona un cinturón de la misma tela que la espalda del chaleco. Corta dos mitades del cinturón, al recto hilo,
que midan de 1´9cm a 2´5cm (ancho final), y 2´5cm más largo, una vez acabado, que la anchura de la espalda del
chaleco a la mitad de la altura de la pinza.
Cose a través del borde estrecho de una de las mitades, y entorna ambas mitades al derecho.
En el borde estrecho de la mitad abierta, sujeta una hebilla de cinturón (se pueden encontrar en tiendas de
sastrería), y fíjala cosiéndola con un punto atrás.
Confecciona una trabilla de tela de la espalda del chaleco, al recto hilo, el doble de ancho que el cinturón de 1cm
acabado; y une la trabilla al cinturón, a 2´5cm de la hebilla.
Abrocha el cinturón e hilvánalo en su sitio de la espalda del chaleco, más o menos a la mitad de la pinza. Cose con
un pespunte el cinturón a la espalda del chaleco (como se ilustra).
PÁGINA 220
Coloca la espalda del chaleco sobre su forro, derechos encarados, e hilvánalos por las sisas, dándole 3mm de
holgura a la sisa del chaleco. Recorta el forro de la espalda alineado con la espalda del chaleco, en la sisa, y cose a
máquina la sisa, dejando un margen de costura de 6mm.
Haz pequeños piquetes con la tijera a lo largo de la zona curvada de la sisa, cerca de las puntadas.
Cose a máquina las costuras laterales de manera que oculten los márgenes de costura.
Mete los delanteros del chaleco por entre las dos espaldas, con el revés del forro claro arriba.
Las sisas de delantero y espalda deberían tocarse, y debería verse un margen de 1´3cm de la espalda del chaleco
más allá de la costura lateral del delantero del chaleco. (La costura lateral de la espalda es 1´3cm más ancha que
en el delantero).
Lleva el forro de la espalda hacia abajo por encima de los delanteros del chaleco, y embástalo a lo largo de la
costura lateral.
En la parte superior de la costura lateral, lleva el margen de costura de la sisa y un poco de tela de la espalda del
chaleco, hacia el forro, y embástalos juntos. Esto evitará que se vea el forro claro por la derecha de la sisa.
Cose a máquina, todas las capas juntas, la costura lateral. Ataca bien en la axila.
Embasta y cose a máquina después la costura del hombro, hasta pasar 1´3cm del borde de la vista, dejando una
holgura de 6mm en el forro del hombro. No cosas hasta el final del borde del escote del forro, pues
necesitaremos espacio más adelante para plegar este borde más corto.
Entorna el forro de manera que se vea el derecho del forro, y cose la costura central del escote en la espalda.
PÁGINA 221
Hilvana la tela de forro a lo largo del borde de la tela de la prenda en el escote, tanto por el derecho como por el
revés de la espalda del chaleco.
Los ojales y los botones del chaleco se añaden siguiendo las instrucciones de las páginas 171-176. Es apropiado
usar botones de 1´3cm.
Plancha cuidadosamente el chaleco con vapor sobre un cojín de sastre. Ya puedes coser los botones.
Debido a los contantes cambios en la moda, una de las modificaciones más frecuentes en sastrería es la afinación
de las solapas.
El primer paso para llevar a cabo esta modificación es marcar con tiza, en el delantero de la solapa, una línea que
indique el ancho que queramos conseguir.
Haz un hilván en la solapa, justo pasar la línea de quiebre, para controlar las capas de tela mientras trabajas.
Abre la costura de la vista desde el piquete del cuello hasta la base de la solapa, y quita la cinta de sarga del borde
exterior de la solapa. No es necesario quitar la cinta de sarga que recorre la parte superior de la solapa a menos
que vayas a cambiar también esta forma.
Marca también en la loneta una línea con tiza que indique donde termina el nuevo borde de la solapa.
PÁGINA 223
Recorta la loneta (pero no la tela de la prenda) a lo largo de la línea de tiza, y embasta una cinta de sarga de 1cm
de ancho (previamente mojada en agua fría y planchada), a lo largo de la longitud de la solapa. Prolonga la cinta
hasta el margen de costura, más allá de la loneta, unos 1´5mm, para que la solapa tenga un borde más fino.
Cose la cinta de sarga, a ambos lados, con una puntada escondida, usando un hilo de seda. Estas puntadas
traspasarán la solapa de abajo, pero las harás tan pequeñas serán imperceptibles.
Recorta el margen de costura de la tela de la prenda a 1cm más allá de la cinta de sarga, y un poco más cerca en la
punta de la solapa.
Dobla el margen de costura de la solapa sobre la cinta de sarga, y finaliza el afinamiento siguiendo las
instrucciones que se dan a partir de la página 113.
Si el afinamiento de la solapa ha sido significativo, podría ser necesario modificar el cuello, para mantener un
equilibrio natural entre solapa y cuello.
Se puede afinar el cuello de igual manera que la solapa, o, si lo prefieres, puedes hacer un cuello nuevo (página
151) y añadirlo (página 137) usando un bajo cuello nuevo y (si fuera necesario) la tela de la prenda del cuello
anterior.
La modificación del largo de la manga es, probablemente, el ajuste más común que se le hace a una chaqueta. El
largo de la manga es, ante todo, un asunto de preferencias, y de comodidad. Se puede acortar la manga de una
chaqueta para que quede a 1´3cm por encima de la base del puño de la camisa, o tan larga como a tu cliente le
sea cómoda.
Debido a las capas de tela que hay en la abertura de la manga, el puño es demasiado voluminoso como para ser
doblado y sujetado con alfileres mientras se determina el largo correcto. Traza con tiza una línea en el puño con la
cantidad a acortar, o toma nota de la cantidad a alargar.
Haz un hilván a unos 20´3cm del dobladillo de la manga, que recorra la manga a lo ancho, para tener controlado el
forro mientras trabajas.
Quita los botones del puño y, con la manga del revés, suelta el forro del dobladillo y de la abertura. Lleva el forro
lejos de la zona donde vas a trabajar.
PÁGINA 225
Deshaz las puntadas del dobladillo y quita con ayuda de la plancha su línea original . Utiliza la tabla de planchar de
brazo para hacerlo, o mete dentro de la manga un guante de plancha.
Dobla y plancha el nuevo dobladillo y plancha un martillo en la base de la abertura (página 163).
Cose el dobladillo al refuerzo con una puntada en diagonal, y los finales de las aberturas cerradas con puntada
escondida.
Hilvana el forro en su sitio a lo largo de la abertura (página 165), y plega su dobladillo a unos 1´9cm por encima
del de la manga. Mantén la línea de hilvanes a unos 2´5cm por encima del dobladillo del forro.
Sube hacia arriba el dobladillo del forro y cose con puntada de dobladillo escondida o repulgo una capa del forro a
una capa de la tela de la prenda.
Vuelve a coser los botones en la manga (página 175) y plánchala (página 177).
VOLVER A FORRAR LA CHAQUETA PÁGINA 226
Para volver a forrar una chaqueta de la que no tenemos el patrón, quita el antiguo forro con cuidado. Separa las
piezas del forro en delantero, espalda, costadillo y mangas; y plánchalas bien.
Si creemos que la penosa condición del forro se debe a que éste demasiado pequeño para la chaqueta, añade a
todas las costuras verticales un extra de 3mm, y deja suficiente tela en el centro de la espalda para crear un fuelle
controlado (página 125).
Se forra primero el cuerpo de la chaqueta, de manera ligeramente distinta a cuando se confeccionó la prenda.
Si tenemos un bolsillo tipo Barcelona en el forro antiguo (página 118), puedes quitarlo entero y volverlo a coser
en el nuevo forro.
Cose juntos el delantero y la espalda del forro por las costuras laterales y fija este armazón de forro a la chaqueta
por los piquetes de la cintura.
Con las costuras de forro y chaqueta alineadas, hilvana la costura central de la espalda y por alrededor de los
bordes del forro (página 127). Si usas un maniquí o incluso una percha este paso será más fácil.
El delantero del forro se hilvana y se cose luego a la vista con una puntada escondida. Se cose el forro al margen
de costura con un punto atrás, como se hizo durante la confección original de la chaqueta (página 124); y también
el dobladillo (página 130).
Una vez el forro del cuerpo está terminado, se giran del revés las mangas de forro y chaqueta, para poder hilvanar
los márgenes de costura de ambas unidos.
El forro de la copa de la manga se dobla y se hilvana al forro de la chaqueta alrededor de la sisa, y se termina con
una puntada escondida.
Una chaqueta que quede demasiado ancha al cuerpo se debe ajustar con alfileres, definiendo gradualmente el
ajuste a la costura. Si la chaqueta es demasiado estrecha, no descosas las costuras para saber cuánto vas a soltar
su margen. Tendrás más control sobre la modificación si descoses las antiguas puntadas una vez hayas cosido las
nuevas.
Si es imposible hacer la modificación sin alterar la axila, descose la costura de la sisa, justo en la zona de la axila.
PÁGINA 228
Abre el forro por la costura lateral, e hilvana juntos el delantero y la espalda de la chaqueta justo pasar los
alfileres.
Transfiere las marcas de los alfileres a líneas de tiza, y plancha abierta la costura.
Quita las antiguas puntadas, y recorta el margen de costura. Plancha la costura abierta.
Si al coser la costura ha quedado demasiado curva en ella, podría ser que hubiera frunces en la cintura debido a
que el margen de costura haya quedado tirante. Plancha a vapor el margen de costura en la cintura, estirándolo
en una curva que haga el movimiento contrario. Esto alargará el margen de costura en la zona curvada y aligerará
los frunces.
Si la modificación ha sido de menos de 2´5cm, es posible reducir la tensión de la sisa, en la manga de la espalda,
sin modificar la manga.
Si, a pesar del esfuerzo, te resulta imposible hacer que encaje la manga de forma elegante en la nueva sisa, ahora
reducida, minimiza la holgura afinando la costura de la bajo manga. No afines la costura de la espalda. Esto
alteraría la forma de la manga.
Con la sisa terminada, reemplaza el forro de la chaqueta (página 168) y el de la manga (página 167).
Si los pantalones quedan muy sueltos en la cintura, coloca alfileres hasta que los ajustes (ver ilustración), sin
descoser la costura central trasera. Si los pantalones quedan muy ajustados, debes descoser la cintura primero, y
luego colocar los alfileres.
Quita la trabilla del centro de la espalda, y, por dentro, aparta la “cortina” y la vista de la cinturilla de la costura
central de la espalda. Transfiere las marcas de los alfileres a líneas de tiza, y plancha el margen de la costura
central de la espalda abierta.
Cose a máquina la nueva costura, empezando en la parte superior de la cinturilla, y afinándola gradualmente a la
costura de la entrepierna. Descose la antigua costura, y recorta el margen. Si tienes tela suficiente, deja como
mucho unos 3´8cm de margen de costura en la parte superior de la cinturilla para futuras modificaciones. Plancha
la costura abierta.
Sujeta la trabilla que quitaste en la costura central (página 208) y, por el interior, hilvana la “cortina” y la vista de
vuelta a su sitio. Cose con un punto atrás a lo largo de los embastes, usando hilo de seda.
Los hombres con abductores musculosos pueden necesitar un parche de forro cosido en las perneras de la
espalda del pantalón desde la entrepierna, bajando hasta un tercio de la longitud entre la rodilla y el tope
superior de la costura interna. Este parche será necesario si la tela de la prenda muestra signos de desgaste en
esa zona, causado por la constante fricción de los abductores al tocarse. El parche de forro puede ayudar a
permitir que la tela de la prenda se deslice suavemente en esa zona del cuerpo. Aún habrá fricción, pero como la
tela de la prenda se mueve mejor con el parche, la fricción es menos intensa, y no siempre en el mismo sitio.
Corta un cuadrado de forro de unos 22´9cm, al recto hilo. Dóblalo en diagonal, y plancha el pliegue en curva.
Hilvana, y después sobre hila el parche al margen de costura de la entrepierna y a la parte superior de la costura
interna, de la espalda del pantalón.
Se puede modificar de forma muy sencilla unos pantalones que tengan campana en el bajo, haciéndolos más
rectos.
Con los pantalones del revés, y el dobladillo descosido, plancha planos los márgenes de costura. Verás de forma
evidente las costuras que, por debajo de la rodilla, forman la campana, tanto en la costura interna como en la
externa. Traza con tiza dos líneas desde las rodillas hasta el bajo, estrechando las perneras del pantalón la misma
cantidad a ambos lados de la pernera.
Cose a máquina a lo largo de las líneas de tiza y recorta el exceso de los márgenes de costura.
Verás que la costura interna es más ancha en la espalda que en el delantero del pantalón (página 16). Mantén esa
diferencia en los márgenes de costura mientras recortas el exceso de tela.
Plancha abierta la costura.
El ajuste del largo de los pantalones se hace siguiendo las instrucciones en la página 210. Antes de empezar,
deshaz el antiguo dobladillo y plánchalo bien.
PÁGINA 237
PÁGINA 238
PÁGINA 241
PAGINA 243
Hombrera