Manual Biodiversidad

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Editorial

Universitaria
de la Universidad
Nacional del Nordeste
Manual de Biodiversidad...
1. ¿QUÉ ES LA BIODIVERSIDAD?
Para conocer el origen del término biodiversidad, hay que notar que se compone de un
primer término, diversidad, es decir, la propiedad que posee un conjunto de objetos de ser
diferentes y no idénticos, o sea, que cada uno (o cada clase) de ellos difiere de los demás en una o
más características. Si se lo aplica a los seres vivos, se hace referencia a que cada uno es singular,
distinto, a que no hay dos organismos que sean idénticos, exceptuando los gemelos y clones
(Halffter et al., 1999).
La expresión diversidad biológica ha sido aplicada en varios contextos, pero surge como el
término condensado Biodiversidad en 1985, cuando Rosen lo presenta en el Foro Nacional sobre
Biodiversidad, en Washington.
El Diccionario de la Real Academia Española, define a la Biodiversidad como la variedad de
especies animales y vegetales en su medio ambiente. Sin embargo, las definiciones de
Biodiversidad han evolucionado como la vida misma e incluyen distintos aspectos y contextos.
McNeely et al. (1990) proporcionan una de las definiciones más ampliamente difundidas
“biodiversidad es un paraguas conceptual que engloba la variedad de la naturaleza, incluyendo
el número y frecuencia de ecosistemas, especies y genes”. Por su parte Solbrig (1991) la define
simplemente: biodiversidad o diversidad biológica es un vocablo que indica que cada nivel de la
escala biológica, desde moléculas y genes hasta ecosistemas, está constituido por más de un
elemento.
En la Cumbre de la Tierra de Naciones Unidas (que se llevó a cabo en Río de Janeiro en
1992) se definió a la biodiversidad como "la variabilidad entre los organismos vivientes,
incluyendo ecosistemas terrestres, marinos y otros ecosistemas acuáticos, y los complejos
ecológicos de los cuales forman parte: esto incluye la diversidad dentro de las especies, entre las
especies y de ecosistemas." De allí surge el concepto de megadiversidad, con el cual se califica a
aquellos países en cuyos territorios se encuentra más del 70% de la biodiversidad global,
incluyendo vida terrestre, marina y de aguas dulces.
De acuerdo al Convenio de Diversidad Biológica (1992) los niveles de la biodiversidad
incluyen:
¾ Biodiversidad Genética o Intraespecífica: se refiere a la variación de genes y genotipos
entre las especies y dentro de ellas. Se considera que es la suma de la información genética que
contienen los genes de las plantas, los animales y los microorganismos que habitan la Tierra. La
diversidad dentro de una especie permite que ésta pueda adaptarse a los cambios ambientales, del
clima, de los métodos agrícolas que son empleados, o ante las plagas y enfermedades que pueden
afectarla.
¾ Biodiversidad Específica: se refiere a la variedad de especies (o conjunto de individuos
con características básicas semejantes y que pueden reproducirse entre ellos) que se encuentran
dentro de una misma región.
¾ Biodiversidad Ecosistémica: incluye las comunidades interdependientes de especies y su
entorno físico. No existen definiciones precisas sobre los límites que puede tener un ecosistema o
un hábitat, se consideran por ejemplo sistemas naturales grandes como los manglares, los
humedales o los bosques tropicales, y también se incluyen los ecosistemas agrícolas que tienen
conjuntos de plantas y animales que les son propios, aún dependiendo de la actividad humana.
Los ecosistemas presentan una diversidad interna que está contenida en la biodiversidad
ecológica o ecodiversidad. A esta última Neiff (2001) se refiere como la variedad de parches
(tamaño, forma y contexto) que caracteriza a un patrón de paisaje e incluye aspectos de la
vegetación, suelo, drenaje, áreas urbanas, etc.
Por su parte, Solbrig (1994) aclara que la biodiversidad es la propiedad de los sistemas
vivos de ser distintos, diferentes entre sí, no es una entidad, sino una propiedad; una

3 Visiones de la Biodiversidad
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característica de las múltiples formas de adaptación e integración del hombre a los ecosistemas
de la tierra, no un recurso.
Los diferentes niveles de la biodiversidad son retomados por May (1995), quien los
identifica desde la diversidad genética con poblaciones locales de especies o entre poblaciones
geográficamente distintas de las mismas especies, hasta todas unidas en comunidades o
ecosistemas. Margalef (1997) define pedagógicamente a la biodiversidad como el diccionario de
la vida, la biblioteca genética formada por el conjunto de los genomas de los organismos
existentes.
Wilson (1997) aporta este concepto de biodiversidad “toda variación de la base hereditaria
en todos los niveles de organización, desde los genes en una población local o especie, hasta las
especies que componen toda o una parte de una comunidad local, y finalmente en las mismas
comunidades que componen la parte viviente de los múltiples ecosistemas del mundo, abarca,
por tanto, todos los tipos y niveles de variación biológica”.
Jeffries (1997) y Solís et al. (1998) destacan el aspecto evolutivo del concepto: la
biodiversidad resulta de procesos y patrones ecológicos y evolutivos irrepetibles y la propia
evolución humana debe verse como un proceso vinculado al origen y mantenimiento de la
diversidad biológica.
En los últimos diez años, la preocupación por la biodiversidad ya no se origina en definir el
concepto, sino en conservar lo definido en el concepto, es decir conservar la diversidad biológica,
aspecto que será tratado más adelante.
2. ¿POR QUÉ Y PARA QUÉ OCUPARSE DE LA BIODIVERSIDAD?
A la primera pregunta Magurran (1989), argumenta tres razones para mantener el interés
por la biodiversidad:
¾ Es un tema central en ecología.
¾ Las medidas de diversidad aparecen como indicadores del buen funcionamiento de los
ecosistemas.
¾ Existen debates sobre la medición de la diversidad.
El estudio de la biodiversidad es un tema con mayor vigencia cada día y despierta la
curiosidad de especialistas y público en general, realizando gestiones para proteger, estudiar,
recuperar y utilizar la diversidad biológica y cultural presente en determinados ámbitos, es decir
encargándose de la conservación de la biodiversidad, que es la respuesta a la segunda pregunta
de esta sección.
El componente integral de la biodiversidad es la diversidad cultural, ya que la unión de la
diversidad de las culturas y la diversidad biológica se remontan a los orígenes de la especie
humana y continúan a lo largo de la historia en un proceso permanente en el cual se vienen
desarrollando conocimientos, tecnologías, ceremonias y prácticas, vinculados todos a las variadas
formas de relación de los seres humanos con la naturaleza, y a sus expresiones espirituales,
productivas, de sobrevivencia y comunicación (Tréllez Solís, 2004). A pesar que el hombre se
relaciona y modifica la biodiversidad cotidianamente, aún no ha comprendido en toda su
magnitud la responsabilidad intrínseca que posee para conservar aquello de lo que es parte.
En el informe “Nuestro Futuro Común” elaborado en 1987 por la Comisión Mundial de
Medio Ambiente y Desarrollo, se plantea que “la pérdida de biodiversidad no solo significa la
pérdida de información genética, de especies y ecosistemas, sino también desgarra la propia
estructura de la diversidad cultural humana que ha co-evolucionado con ella y depende de su
existencia. En la medida en que las comunidades, las lenguas y prácticas de las poblaciones
indígenas y locales desaparecen se pierde, también, un vasto bagaje de conocimientos
acumulados, en algunos casos, durante miles de años” (Tréllez Solís, 2004).
El Convenio de Diversidad Biológica (1992) abarca tres objetivos de igual importancia y
que se complementan: la conservación de la diversidad biológica, la utilización sostenible de sus

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elementos, y la participación justa y equitativa en los beneficios que surjan de la utilización de los
recursos genéticos.
La participación en el Convenio es casi universal, lo cual es un signo que nuestra sociedad
mundial está consciente de la necesidad de trabajar juntos para garantizar la supervivencia de la
vida en la Tierra, gestada a lo largo de 4.000 millones de años.
De modo que, para responder a las preguntas de este ítem, se sintetiza lo expresado en
Núñez et al. (2003):
• ¿Por qué hablar de Biodiversidad?: porque proporciona las condiciones y procesos
naturales de los ecosistemas, es decir, servicios ambientales, por medio de los cuales el ser
humano obtiene variados beneficios (degradación de deshechos orgánicos, formación de suelo y
control de la erosión, fijación del nitrógeno, incremento de recursos alimenticios de cosechas y su
producción, control biológico de plagas, polinización de plantas, regulación del clima, Loa et al.,
1998). Tal como lo expresan Alba y Reyes (1998) a estos beneficios, se asocian valores religiosos,
culturales, éticos y estéticos.
• ¿Para qué hablar de Biodiversidad?: para evitar o mitigar los efectos de la “crisis de la
Biodiversidad” (Toledo, 1994), que se manifiesta en una creciente degradación y agotamiento de
los ecosistemas, de su diversidad, lo que pone en peligro la estabilidad de los procesos biofísicos
de la vida y, en última instancia, para aceptar el desafío que implica conocer, valorar, mantener,
usar y conservar la vida en el planeta (Heywood y Watson, 1995).

3. ¿CUÁLES SON LOS MÉTODOS DE ESTUDIO DE LA BIODIVERSIDAD?


La situación de pérdida del ambiente natural ha llevado a disciplinas como la economía y
la ecología a cuantificar y asignar valor a la biodiversidad; sin embargo algunos autores
consideran imposible realizarlo (Toledo, 1998).
Es así que la manera de medir a la diversidad ha sido objeto de numerosos estudios y
debates, debido a que está constituida por dos elementos:
• Riqueza de especies: es el número de especies presentes.
• Abundancia relativa: de las especies.
Es decir, que la diversidad puede medirse registrando el número de especies, describiendo
su abundancia relativa o con un método que combine ambos elementos (Magurran, 1989). Sin
embargo, la biodiversidad es más que “sólo el número de especies en un área” (Harper y
Hawksworth, 1995). Estimar la biodiversidad es medir la heterogeneidad de un sistema complejo:
cantidad y proporción de los diferentes elementos que lo integran (Halffter et al., 1999).
Odum (1972) afirma que la diversidad específica es siempre, un indicador ecológico
sintético, que asocia calidad (especies) y cantidad) abundancia de los elementos de cada especie.
Para algunos autores (Favila y Halffter, 1997), el problema fundamental para todo trabajo
futuro es el de la escala. Actualmente se ha utilizado mucho el índice de megadiversidad, como
forma numérica de referirse a la biodiversidad, indicando el número de especies de los grupos de
organismos más conocidos, por país; sin embargo, no permite la comparación más profunda
entre sitios que corresponden a un ecosistema o entre ecosistemas distintos.
Ante esta limitación Pielou (1991) propone un vector de diversidad, es decir un índice de
biodiversidad totalizador, que integre todos los grupos de organismos presentes en un espacio
determinado. Esta herramienta, debe cumplir con dos propiedades: tendrá que ser elaborado a
partir de información de campo fácilmente obtenida y tendrá que ser comprendida por los no
especialistas. Indudablemente, un problema a resolver es el mejor conocimiento taxonómico de
los organismos que puedan integrar ese vector.
Una preocupación de la mayoría de los análisis de impactos sobre la naturaleza, es la
modificación de la biodiversidad como consecuencia de las actividades humanas, si bien se
tropieza con la falta de indicadores que permitan comparar el estado de la biodiversidad de un
5 Visiones de la Biodiversidad
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sistema en etapas sucesivas de un proyecto (Neiff et al., 2005). Estos autores presentan índices
para evaluar el análisis de los impactos sobre la ecodiversidad, es decir, la diversidad a nivel del
paisaje.
Hay variados procedimientos para estudiar la biodiversidad en las comunidades acuáticas y
terrestres, algunos de los cuales son tratados este texto.
4. ¿CUÁL ES LA IMPORTANCIA DE LA BIODIVERSIDAD HOY?
Esta pegunta implica un análisis integral del ser humano, ya que él forma parte de la
biodiversidad y que la sociedad humana ha transformado, transforma y transformará la
naturaleza. Las modificaciones que el hombre realiza en la naturaleza, tienen que ver con las
actitudes individuales y colectivas (Halffter et al., 1999). Actualmente, la ecología se encuentra
en los inicios de incorporar la biodiversidad, su manejo y conservación en la explicación de la
estructura y función de los ecosistemas, de tal manera que el hombre pueda incorporar y
regresar a esta nueva idea de su pertenencia a la naturaleza (Halffter et al., 1999).
La importancia de la biodiversidad radica en el pasado, en el presente y en el futuro. En el
pasado, porque desde allí partimos hace unos 4.000 millones de años; en el presente, porque es
en lo que tenemos puestos nuestros sentidos y, en el futuro, porque es el compromiso de todos y
cada uno de los seres humanos conocer, proteger y conservar lo diverso de la vida.
BIBLIOGRAFÍA
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6 Visiones de la Biodiversidad

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