Ensayo Sobre El Sexto de José Maria Arguedas

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El Sexto: Una Cruel Realidad

"Estamos viviendo sobre el crimen, amigo estudiante; aquí está abajo y nosotros
encima; en Morococha y Cerro es al revés; ellos encima, los chupasangres,
debajo de los trabajadores; ya sea debajo de la tierra, en la mina, o en los barrios
de lata. Porque en Morococha, los indios obreros duermen en los barrios de lata.
¡Cómo aguantan el frío! Ya los comuneros de Jauja no quieren ir; las empresas
están enganchando indios, pobrecitos indios de Huancavelica” fragmento de la
obra “El sexto” escrito por José María Arguedas.

Siempre he tenido un gusto particular por las novelas de horror, misterio y


suspenso, por eso cuando se nos pidió escoger entre las obras que se nos
habían dado de José María Arguedas, no dude en escoger "El Sexto", la preferí
específicamente porque al investigar me encontré con que los hechos son
narrados desde un penal de Lima. "Wow, debe ser interesante" pensé. Me
pareció curioso descubrir desde el punto de vista más interno como eran las
cosas realmente dentro de la prisión en ese entonces. Se define la prisión como
una escuela de vicio, pero también una escuela de generosidad. Me sorprende
como José María Arguedas logró encontrar lo peor de la sociedad, pero a su vez,
una llama de esperanza en el fondo de esas personas, padeciendo no sólo la
privación de su libertad, sino torturas, hambre y traumas.

Como gran parte de las obras de José María Arguedas, la novela muestra un
panorama donde la violencia sexual, la injusticia y el abuso de poder hacia las
personas andinas se hace notar de manera evidente a través de los ojos de
Gabriel Osborno, el protagonista y el sobrenombre que usa José María Arguedas
para, principalmente, denunciar a través de su obra todos los hechos que
presenció mientras estaba recluido en el penal El Sexto. Todo esto fue una
realidad dolorosa para muchas personas indígenas, y Arguedas pudo verlo en
primera plana. Considero que José María Arguedas con esta novela busca los
mismos derechos para todos los indígenas mostrando la verdadera cara de la
sociedad que en aquel entonces era tan siniestra y un gobierno que no mostraba
la intención de cambiarlo. Además de reflejar la manera de pensar egoísta y la
falta de valores contra la dignidad humana por parte de las autoridades
penitenciarias, esto acompañado de victorias injustas.

Todo empieza con el ingreso a la prisión de Gabriel, un joven estudiante de la


Universidad Mayor de San Marcos que fue recluido en el penal El Sexto por estar
implicado en una protesta que le hacía frente a la dictadura de ese entonces. Lo
primero que oye al entrar es la canción "La Marsellesa de los Apristas" que era
cantada por los presos políticos del tercer piso, para luego ser introducido a una
celda que compartiría con Alejandro Cámac. A medida que pasaban los días,
Cámac le fue enseñando a los presos uno por uno: Tuvo oportunidad de conocer
a Maraví, el Negro Puñalada y Rosita, los líderes del Sexto y a otros como el
Piurano,el Pato, el Pacasmayo, etc. Además le señalará a dos líderes, por parte
de los comunistas está Pedro y por los apristas a Luis. También le comenta el
orden de los pabellones de la prisión, en el primer piso están los vagos, en el
segundo piso están los delincuentes más avezados (violadores, asesinos,
estafadores) y en el tercer piso se encuentran los presos políticos. En esta parte
de la novela se narran varias situaciones donde los presos sufren muchas
injusticias, como es el caso de Clavel, un muchacho quechua hablante que era
homosexual, que luego de ser abusado sexualmente es encerrado por el Negro
Puñalada en una celda custodiada por guardias y autoridades del penal, todas
estas atrocidades terminaron por volver loco al chico. Entre tanto Puñalada era
felicitado por Maraví mientras los vagos observaban el burdel del Sexto.

"Queremos la técnica, el desarrollo de la ciencia, el dominio del universo, pero al


servicio del ser humano, no para enfrentarnos mortalmente a unos contra otros"
Conversación entre Cámac y Gabriel.

Otra escena nos muestra el hombre bondadoso que pude llegar a ser Gabriel.
Sucedió cuando el Pianista está al borde de la muerte, agonizando en el pasillo
cansado de los maltratos sufridos. Gabriel con ayuda de Monk'ontullo van a su
encuentro y sin importar lo que digan los demás tratan de salvarle la vida.
"Contaban que este vago de verás fue un estudiante de piano; fui a mi celda y
saqué un chocolate y una chompa vieja, y fuimos donde el Pianista y le
cambiamos de ropa. Luego oí la voz de Rosita, traía una taza de cocoa en sus
manos, Rosita se comprometió a que nadie lo tocaría, le agradecimos. Se
acercaron a nosotros los presos estábamos casi rodeados de apristas. Podía
estallar en cualquier momento la lucha; Cámac los apaciguo". Este suceso hace
que finalmente se dé a pie una riña entre los dos bandos que ahí convergen
acarreando distintos problemas. Por su parte los apristas se proclaman ser los
reales defensores de los ciudadanos y afirman que los comunistas están al
servicio de Moscú. Pero los comunistas consideran que el otro bando era el
representante de la oligarquía y que quieren detener la revolución. En algún punto
los líderes de los bandos políticos solicitan una reunión con el comisario Mayo
para pedir que trasladen a los líderes del Sexto a otra prisión y así acabar con el
tráfico sexual existente en el penal. Tiempo después muere Alejandro Cámac, que
se había enfermado y tenía un ojo lastimado, todos los políticos le ofrecen un
homenaje por ser un luchador social.

Luego, ocurre otro acontecimiento que le afecta al protagonista, llega un chico


que trabajaba de servicio en la casa de una familia acaudalada y cae preso por
ser acusado de robarse un anillo de gran valor para su jefa. Este joven sufre
abusos esa misma noche a manos del Negro Puñalada y otros presos, pero
pocos días después su jefa avisa que encontró su anillo y pide que le devuelvan
al chico. En este punto el chico se niega a volver con su patrona, pero Gabriel
hace que entre en razón para que se vaya.
Con el paso del tiempo Gabriel conecta su análisis con los relatos pasados de
Cámac, percibe una fuerza emotiva que lo lleva a sacar la conclusión que aún
tienen un poquito de compasión dentro de ellos. Inicia una nueva forma de ver al
frío aire que caracteriza a los dirigentes de los partidos políticos, que entre la
tabulación de las costumbres carcelarias, la conducta de los reclusos, las
amistades y el odio, decide creer que detrás de capas de miseria aún guardan
esperanza. A pesar de las discrepancias ideológicas entre apristas y comunistas,
surge la imagen de un Gabriel que no pertenece a ninguno de los dos partidos.
La obra culmina cuando Gabriel sale del penal, sin embargo, apoya a las
personas que son maltratadas dentro del penal el Sexto, buscando la justicia e
igualdad social.

Como se va narrando en la historia, claramente se puede notar todas las


injusticias que pasaron estos presos a manos de otros con más poder, y que
incluso las mismas autoridades apoyaban este tipo de conductas. Como dijo el
comisario a Gabriel y Luis "el recinto penitenciario no es un lugar que deba
agradarles sino todo lo contrario" además de darles a entender que deberían
estar agradecidos por no estar junto a los delincuentes y sufrir los mismos abusos
que los demás presos, por ser catalogados traicioneros a su patria. Esto que les
dice el comisario es un claro intento por manipular su forma de pensar con
respecto a los abusos, mejor dicho, un intento de manipulación psicológica.
También se puede ver una notable diferencia sobre como se manejaban las
cosas en la cárcel de ese entonces: antes las personas eran encerradas por su
manera de pensar o por discriminar, incluso por una venganza. Actualmente las
cosas no se manejan del mismo modo, en las cárceles hay talleres para los
presos y también canchas para jugar fútbol, además, ahora solo eres encerrado
en la cárcel si cometes algún delito y se encuentran pruebas que te condenen.

No descartó que en algunas cárceles puedan seguir llevándose ese tipo de tratos,
pero imagino que lo harán de manera ilegal, pues ahora el gobierno ya no permite
esas cosas. Puede que algunos hallan cometido crímenes horribles y otros tal vez
no, pero eso no es excusa para que se lleven ese tipo de maltratos y abusos por
parte de personas que "supuestamente" buscan la justicia.

En conclusión, José María Arguedas no sólo nos regaló una obra muy
interesante, sino también una visión más allá de la crítica de su vida carcelaria en
el penal el Sexto, una obra que nos hace pensar en las injusticias y abusos que
recibió el pueblo indígena. Cada persona que es acusada de cometer algún delito
debe ser investigado correctamente y no ser privado de su libertad sin razón,
incluso si es encontrado culpable e ingresa a un penal, dentro de prisión también
conservará sus derechos y se tendrá que respetar su integridad moral.

Nuestro país es multicultural, pero a pesar de eso, lamentablemente aún existe la


discriminación. Siento que nosotros mismos hemos tomado la misma actitud que
tomaron los españoles en aquella época, discriminando a nuestra propia gente y
a los que llegan de otros países buscando mejores oportunidades. Nos quejamos
de que en el pasado nuestro pueblo fue cruelmente abusado sin ponernos a
pensar que ahora nosotros hemos tomado este mismo papel. Este libro debería
servirnos para reflexionar sobre la sociedad de entonces y la sociedad de ahora,
buscar lo que cambió y lo que aún se mantiene, preguntarnos con sinceridad a
nosotros mismos si hemos tenido alguna conducta de discriminación hacia
alguna persona sabiendo que es algo que no deberiamos hacer…

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